Tortillas de Trigo
Tortillas de Trigo
Tortillas de Trigo
Ingredients
harina de trigo - 400 g
cebolla - 500 g
huevos - 2
mantequilla - 100 g
sal - 1 cdta.
comino - 1 pizca generosa
levadura de panadería seca - 7 g
agua - 125 ml
Instructions
Picamos finamente medio kilo de cebolla.
Añadimos 1 cucharadita de sal.
Y una pizca de comino.
Si no tienes comino lo puedes sustituir con cualquier otra hierba aromática que te guste.
Y ahora trituramos la cebolla con la mano.
Añadimos 2 huevos.
Y añadimos 100 ml de mantequilla derretida.
Removemos.
Tamizamos 400 g de harina. La harina que estoy utilizando es harina de trigo común, la
normal, la de todo uso.
Y añadimos 1 sobre de 7 g de levadura seca de panadero.
Añadimos 125 ml de agua templada.
Y removemos.
Cerramos el recipiente y dejamos la masa en algún lugar cálido 40-45 minutos.
Encendemos el horno a 180ºC con calor de arriba y abajo. Si no tienes esta función, pon el
calor sólo de abajo. Y lo precalentamos al menos 20 minutos.
Untamos 3 moldes de unos 20 cm con aceite.
O uno grande, de unos 30-35 cm.
Así ha quedado la masa después del reposo. No es una masa que sube mucho ya que lleva
bastante relleno.
Repartimos la masa en los moldes.
Untamos por encima con huevo batido.
Espolvoreamos por arriba con sésamo.
Horneamos 40- 45 minutos.
En este vídeo muestro como hacer las tortillas paso a paso:
Así que es una receta ideal para todas aquellas personas que no tienen mucha amistad con las
masas pero si les gusta comer las tortillas.
La harina que he usado es la de trigo. La harina común, la de todo uso, la que se vende en
todos los supermercados. ¿Que si puedes usar harina integral o de espelta? Sí. Pero no te
quedará igual. Aunque sospecho que ricas sí quedarán. Sobre todo con la harina de espelta. Ya
que es muy adelicatesada.
Antes de cortar la cebolla presta atención de que esté sana, que no tenga partes estropeadas. Y
si se diera el caso, deshéchala y elige la cebolla sana.
Estas tortillas al día siguiente siguen igual de ricas. Se conservan muy bien.
Te recomiendo preparar estas tortillas tal cual. Al menos la primera vez. Luego ya irás haciendo
los cambios.
Estas tortillas pueden ser o bien la comida única o como alternativa al pan.
Si por ejemplo les pones por encima alguna loncha de algo que te guste, seguramente que vas
a disfrutar muchísimo ya que son muy ricas.
Ingredients
huevos - 3 medianos
azúcar - 60 g
azúcar de vainilla - 1 sobre (7 g)
leche - 100 ml
aceite - 40 ml
harina - 150 g
polvos de hornear - 1 cdta.
mandarinas - 4-6
azúcar para el caramelo - 4 cds.
Instructions
Cascamos 3 huevos.
Añadimos el azúcar.
Y tambien el azúcar de vainilla.
Añadimos 1 pizca de sal.
Batimos los huevos con azúcar hasta que se vuelvan espumosos. He tardado en batirlos 8
minutos.
Añadimos la leche.
Y añadimos el aceite.
Mezclamos todo muy bien.
Añadimos a la harina 1 cucharadita de polvos de hornear o levadura química tipo royal.
Tamizamos la harina.
Con ayuda de una espátula removemos hasta dejar de ver los grumos.
Untamos el molde con la mantequilla y lo forramos con papel para hornear.
Pelamos las mandarinas y las cortamos en dos.
Los huesos los quitamos.
En una sartén echamos 4 cucharadas de azúcar.
Ponemos el azúcar a fuego y lo derretimos hasta que se haga caramelo.
Una vez el caramelo se haya vuelto dorado, lo retiramos.
Lo vertemos en el molde y lo repartimos.
Colocamos las mandarinas.
Las cubrimos con la masa.
La masa no hay que remover.
Lo metemos al horno y horneamos unos 35 - 40 minutos o hasta que quede como a ti te gusta.
Para saber si la tarta está hecha puedes hacer la prueba del palillo.
Si al pinchar con palillo este sale limpio, entonces ya está.
He tardado en hornear la tarta 40 minutos.
La desmoldamos.
Y dejamos que se enfríe hasta quedar templada.
En este vídeo puedes ver paso a paso cómo yo hago esta tarta:
Apuntes sobre la receta de tarta de mandarinas
Yo creo que para la época en la que estamos esta tarta de mandarinas pega muchísimo. En
primer lugar porque estamos en temporada de mandarinas y, en segundo lugar, porque en las
fechas navideñas todo lo qeu tiene el aroma de las mandarinas queda muy bien. La tarta sale
muy jugosa y muy deliciosa. Yo estoy segura que os va gustar si la hacéis.
Con una taza de café o de té sabe muy rico. Incluso la podéis servir en el desayuno del dia de
Navidad con un chocolate caliente.
Para hacerla he utilizado la harina de trigo normal, la común, la de todo uso. Si no tienes un
tamiz, pásala por un colador. Este paso es muy importante para que la tarta te salga esponjosa
y suave.
El aceite que usé el el de oliva virgen extra pero puedes usar el que tengas en casa. El de
girasol, el de maíz o el de oliva suave.
La leche que usé es entera, de vaca. Puedes usar semidesnatada o desnatada. También puedes
usar cualquier otro tipo leche, como el de soja, de avena, de arroz…
El azúcar de vainilla lo puedes sustituir con esencia de vainilla. Con 1 cucharadita debería de ser
suficiente.
Si quieres que la tarta te salga bien dulce, en vez de 60 g de azúcar, añade 80 g.
Tambien te recomiendo que eches el ojo a este espectacular bizcocho japonés, que seguro te
gustará.
Si quieres estar al tanto de las video recetas que publico, suscríbete a mi canal de Youtube.
Que es totalmente gratis. Sobre todo si te interesan recetas diferentes, trabajadas y ricas.
Yield:8-10
Prep Time:2h 30 min
Cook Time:50 minutes
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Napoleón - tarta milhojas rusa
Receta de tarta rusa napoleón. Una tarta que muchos me habíais pedido que la hiciera. Así que hoy
os voy a enseñar una de las mejores versiones de esta tarta.
Ingredients
MASA
mantequila sin sal - 140 g
harina de trigo - 225 g
yogur natural - 100 g
huevo - 1 talla M
sal - 1 pizca
CREMA
nata líquida para cocinar - 220 ml
azúcar - 50 g
vainilla en rama - 1
yemas - 2
maicena - 20 g
mantequilla sin sal - 175 g
leche condensada - 125 g
sal - 1 pizca
Vídeo 📺. Por qué los ultraprocesados son malos para nuestra salud
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Instructions
En un recipiente ponemos 2 yemas.
Añadimos el azúcar.
Añadimos las semillas de una rama de vainilla.
Batimos el azúcar con las yemas.
Añadimos la maicena. Mezclamos.
Añadimos a la mezcla la nata líquida hirviendo.
Removemos y vertemos la mezcla en el cazo.
Ponemos el cazo a fuego medio alto y, sin parar de remover, cocemos la crema hasta que
espese. ¡Removemos enérgicamente!
Ponemos la crema en un plato.
La cubrimos con un trozo de film transparente. Es importante que film transparente entre en
contacto con la crema. Para que no se forme la costra.
Y dejamos que la crema se enfríe a temperatura ambiente.
Masa
Tamizamos la harina.
Añadimos 1 pizca de sal.
Y rallamos la mantequilla congelada. Para saber cómo se hace mira el vídeo de abajo. Es
importante que la mantequilla esté congelada, que haya pasado en el congelador al menos 2 -
3 horas.
Hacemos un hueco en el centro.
Añadimos el yogur frío.
Y 1 huevo.
Mezclamos yogur con huevo.
Y vamos juntando todo, haciendo la masa.
Esta masa amigos no hay que amasarla. Tan solo hay que juntar todo en una bola. Hacemos la bola
lo más rápido que podamos.
Es importante que los pétalos de mantequilla no se derritan. Esta masa hay que hacer en una
habitación bien fría o sobre una superficie fría.
Dividimos la masa en 7 trozos del mismo peso.
Hacemos bolitas.
Y las colocamos en un recipiente. Las hacemos rápido, para que no se nos calienten entre las
manos.
Cerramos el recipiente.
Y los guardamos en la nevera durante 1 hora. La nevera es donde no hay hielo.
Encendemos el horno a 220º C con calor de arriba y abajo. Si no tienes esta función, pon el
calor sólo de abajo. Precalentamos el horno al menos 20 minutos.
Sacamos de la nevera 1 bolita de masa.
La espolvoreamos con un poco de harina.
Y con ayuda de un rodillo la estiramos lo más fino que podamos.
La ponemos en la bandeja forrada con papel para hornear.
La metemos al horno.
Y la horneamos hasta que se dore.
7 minutos ha tardado en hornearse. Pero es posible que tu necesites un poco más de tiempo o un
poco menos.
Recortamos la lámina del tamaño de la tarta con ayuda de un plato. El tamaño de mi plato es
de 22 centímetros. Los restos nos los comemos porque los vamos a necesitar.
Y ponemos la lámina obtenida en una rejilla, para que se enfríe.
De la misma forma estiramos y horneamos los trocitos de la masa restantes.
Crema
Montamos la mantequilla hasta que se vuelva blanquecina. La mantequilla tiene que estar
muy blanda.
Añadimos la mitad de leche condensada y la integramos.
Añadimos la leche condensada restante y la integramos.
Añadimos en 2 o 3 sesiones la crema pastelera y la integramos.
Con la última tanda de crema pastelera añadimos 1 pizca de sal.
Procedemos a montar la tarta.
Yo la voy a montar directamente en el plato en el que la voy a servir. Y para no mancharlo
mientras la estoy montando, lo voy a cubrir con trozos de papel.
Ponemos en la lámina 1 cucharada de crema y la repartimos. Lo hacemos con cuidado, para
no romper las láminas de la masa. Que son muy delicadas.
La crema es bastante espesa pero ha de ser así para que las láminas de la masa no se mojen y se
mantengan crujientes.
https://youtu.be/XWHpuM7mo8M
Para hacer las láminas de hojaldre he utilizado harina de trigo normal, la común, la de todo uso, la
que se vende en todos los supermercados.
Puedes sustituir la nata líquida para cocinar con leche entera pero… queda mejor con la nata.
Tanto la mantequilla como la nata o leche te recomiendo que elijas de buena calidad, no escatimes
en estos productos. La mantequilla de buena calidad es aquella que en en frío, en la nevera, se
pone dura.
Puedes sustituir la vainilla en rama por esencia de vainilla o azúcar de vainilla. Aunque es
recomendable que te molestes en comprar la vainilla en rama. Ya que hay mucha diferencia entre
el aroma de vainilla natural y el aroma de vainilla artificial.
Tarta Napoleón
Esta tarta se conserva en la nevera divinamente. Antes de comerla es recomendable sacarla de la
nevera unos 15 – 20 minutos antes, para que se atempere.
Al segundo día es un poco menos crujiente que el primero pero sigue igual de rica. Hay gente a la
que esta tarta les gusta más al segundo día que al primero pero eso ya es cuestión de gustos y
preferencias de cada uno.
Ingredients
harina de trigo - 200 g ó 1,5 tz
huevos - 2
leche - 350 ml
agua hirviendo - 150 ml
sal - 1/2 cdta.
azúcar - 1 cda.
aceite - 2 cds.
Instructions
En un recipiente cascamos los huevos.
Añadimos la mitad de la leche.
Añadimos el azúcar.
La sal.
La leche restante.
Y removemos, rompiendo bien la clara del huevo.
Tamizamos la harina.
Removemos muy bien, hasta obtener una masa lisa y sin grumos.
Añadimos de golpe el agua hirviendo y removemos.
Añadimos 2 cucharadas de aceite, removemos y dejamos la masa en reposo 20 minutos. Es
para que se humedezcan debidamente las partículas de harina y la masa adquiera
consistencia.
Calentamos la sartén a fuego medio alto. Mi sartén es de 20 cm de diámetro.
Untamos la sartén con fina capa de aceite. La untamos solo una vez.
Añadimos a la sartén una cucharada de masa.
Cuando veas que los bordes se hayan dorado, le damos al crepe la vuelta.
Y cuando veas que también se ha dorado por otro lado, lo ponemos en un plato.
Lo tapamos con otro plato: para que no se enfríe y para que quede blandito.
Antes de coger una cucharada de masa para echarla a la sartén previamente la removemos.
Con esta cantidad de masa salen finos y deliciosos 22 - 24 crepes
Te he preparado este vídeo para que puedas ver paso a paso cómo hacer crepes:
Es una receta muy especial, una receta con truco. El agua hirviendo modifica la estructura de los
crepes: hace que salgan aterciopelados, muy finos y delicados al paladar. Pero a la vez muy
resistentes y, por supuesto, riquísimos.
La harina que uso para hacer esta receta es harina de trigo normal, la común, la de todo uso.
Harina de trigo sin preparar. No recomiendo usar otras harinas si quieres obtener el mismo
resultado.
Los huevos son de tamaño mediano, talla M.
Puedes usar el aceite que más te guste pero yo te recomiendo usar uno sin sabor o de sabor suave.
Aunque hagas crepes salados te recomiendo añadir a la masa el azúcar. El toque dulce va a resaltar
el relleno salado de forma espectacular.
Para conservar los crepes tápalos bien, para que no se resequen, y guardarlos en la nevera. La
nevera es donde no hay hielo.
Te recomiendo que eches un ojo a la receta de estos crepes rellenos de jamón y queso que salen
muy ricos y así de paso veas un ejemplo de crepes salados.
A mi me gusta mucho comer los crepes con mermeladas pero saben también muy rico con crema
de chocolate o de avellanas. Con fruta, verdura y… lo que se te ocurra.
Todas las recetas por orden alfabético
A
Alitas de pollo laqueadas
Albóndigas al horno
Estas albóndigas al horno son unas de las mejores que he probado. Y he probado muchas
porque… ¡me encantan las albóndigas! Siempre estoy experimentando y buscando nuevas recetas
de albóndigas. Soy fan de las albóndigas y estoy buscando una camisa en la que esté escrito “I love
albóndigas” para comprármela y no quitármela nunca… 🙂
Apuntes sobre la receta de Albóndigas al Horno Gratinadas
Vamos a hacer las albóndigas con carne picada. A la carne vamos a añadir arroz, cebollita y
zanahoria. Haremos pelotitas, las bañaremos con una salsa riquísima y las hornearemos.
¿Ventajas de esta receta? Al prepararlas en el horno nos saltamos el paso de freírlas en aceite. Y
bueno, todo lo que se prepara en el horno sale más rico. Al final, las gratinaremos con queso y así
quedarán ya para morir de gusto.
Pero si quieres una variante para no utilizar el horno: puedes perfectamente prepararlas de forma
más tradicional: dorar las albóndigas ligeramente en una sartén con aceite, colocarlas en una olla,
bañarlas con la salsa y cocerlas hasta que se hagan.
Mientras, rallamos la zanahoria (un ojo ha de estar mirando el rallador y otro a la cebolla que se
está friendo). Añadimos a la sartén la zanahoria y la rehogamos durante un par de minutos.
Encendemos el horno a 200C. Con calor arriba y abajo, sin ventilador (si pones ventilador, habrá
que ajustar el tiempo y la temperatura).
En una fuente ponemos la carne picada, el arroz, el sofrito, sal, pimienta negra y removemos con
una cucharada.
Añadimos la leche…
… y amasamos un par de minutos o hasta que la masa se vuelva pegajosa. Es importante hacerlo
así, ya te darás cuenta porque 😉
Con las manos mojadas en agua (por comodidad puedes ponerte cerca un recipiente con agua para
mojarte las manos) hacemos las albóndigas. ¡Grandes! de 3-4 centímetros de diámetro.
Con aceite harina y leche preparamos bechamel. Para ver cómo preparar la bechamel pincha aquí.
Añadimos salsa de tomate, vino, sal, azúcar y orégano (previamente desmenuzado entre los
dedos).
En cuanto la salsa rompa a hervir la apartamos del fuego.
Bañamos las albóndigas y las horneamos durante 50 minutos en la balda baja del horno. Cuando
falten 5 minutos, ponemos por encima el queso, encendemos el grill y las gratinamos.
Las albóndigas al horno se pueden comer con patatas fritas o solas.
albóndigas al
horno
Si haces esta receta, tus familiares y el duende de la casa te amaran como nunca… 🙂
albóndigas al
horno
…en la mitología eslava «domovoj» о «barabashka» es como se llama al duende. Es el espíritu-
guardián de la casa y tiene una naturaleza traviesa (puede esconder cosas o cambiarlas de su
sitio). Se representa como un pequeño anciano, cubierto de pelo blanco. Decimos que un hogar sin
domovoj-barabashka no es un hogar. Por ejemplo, nuestro domovoj-barabashka está como loco
escondiendo todo el rato los calcetines de mi marido. Y como el suelo que tenemos es de madera
muy antigua, pues por las noches lo escuchamos a andar … jejejeje
Quedan unas albóndigas muy ricas hechas con la mezcla de diferentes tipos de carne. La mezcla
más común es la de vacuno y cerdo.
Vamos a añadir a nuestras albóndigas un poco de vino blanco. El vino, a parte de enriquecer el
sabor de la salsa, hace que las albóndigas nos queden más tiernas.
Utiliza un vino que tenga un aroma agradable y un sabor rico.
Si tienes mucha prisa, puedes preparar las albóndigas con salsa de tomate frito de bote. Para
ello hay que poner en una cazuela tomate frito y, en cuanto rompa a hervir, añadir las albóndigas y
sus jugos desglasados con vino (ver fotos de abajo). También, si quieres, puedes personalizar el
tomate frito con una pizca de orégano, un golpe de pimentón u otro condimento o especia que te
guste.
Ingredientes para hacer Albóndigas con Tomate:
Salsa para las albóndigas
1-2 dientes de ajo
700 ml de tomate triturado
1 cucharadita de sal
3 cucharaditas de azúcar
1/4 cucharadita de pimentón
1 pizca de orégano
2-3 cucharadas de aceite de oliva
Albóndigas
500-600 g de carne picada
1 huevo
80 g de pan (50 g si es pan seco)
1-2 diente de ajo
1/2 cebolla mediana
sal
pimienta negra molida
agua o leche para remojar el pan
Para 4 personas
En un bol ponemos la carne picada, el huevo, el pan remojado y ligeramente escurrido, la cebolla y
ajo rallados, sal y pimienta negra molida.
Amasamos todo 2-3 minutos.
Hacemos las albóndigas y las rebozamos con harina. Para ver cómo hacerlas de dos en dos, pincha
aquí.
Sacudimos el exceso de harina y freímos las albóndigas, por los dos lados, a fuego medio.
Las sacamos y las ponemos en la salsa. Añadimos a la sartén vino para desglasar los jugos que
soltaron albóndigas.
En cuanto rompa a hervir lo echamos por encima de las albóndigas.
A fuego medio cocemos las albóndigas durante unos 15 minutos o hasta que estén hechas.
Albóndigas con tomate y patatas es un clásico de nuestras mesas… por algo será 😉
albóndigas con
tomate
Albóndigas en salsa
Estas albóndigas en salsa salen muy ricas. Junto a estas recetas de albóndigas con salsa de
tomate ¡buenísimas! y estas albóndigas al horno ¡espectaculares! forman un trío albondigil de ases.
Con patatas fritas o con arroz o con una rebanada de pan recién hecho, yo diría que son hasta
pecaminosas.
También las suelo hacer en cantidad y congelarlas, para así poder comer rico en cualquier
momento.
La peculiaridad de la receta que os ofrezco reside en que en vez de usar harina para espesar la
salsa, uso pan rallado. Este truco me lo enseñó una señora mayor que era mi vecina en Madrid.
El pan rallado le da un punto muy rico tanto al sabor como a la textura de la salsa.
La salsa la he pasado por la batidora pero no siempre lo hago. Si la cebollita y el ajo están
finamente picados pues no hace falta.
Salsa
1-2 cebollas
2-3 dientes de ajo
250 ml de vino blanco
300-400 ml de caldo de carne
2 cucharadas de tomate fito
1/2 cucharada de pan rallado
sal
Con las manos mojadas (para mojar las manos puedes poner al lado un recipiente con agua)
hacemos las albóndigas y las pasamos por harina.
Es muy cómodo hacerlo en una bolsa de plástico: pones harina, albóndigas, cierras la bolsa con la
mano y con la otra la meneas ligeramente.
Sacudimos el exceso de harina y, a fuego medio, freímos las albóndigas.
Las reservamos.
En el mismo aceite pochamos la cebollita con ajo hasta que se vuelvan dorados.
Añadimos el pan rallado y rehogamos un par de minutos.
Añadimos el vino y las albóndigas. A fuego suave las cocemos durante 15-25 minutos o hasta que
queden a tu gusto. Si hace falta añadimos un poco más de caldo.
Hay una cosa que está clara: a todo el mundo nos gustan las albóndigas en salsa. Es una verdad
irrefutable, nos encantan los platos caseros hechos con carne picada.
Tampoco se puede discutir que las albóndigas en salsa sean un plato muy cotidiano, del día a día.
Nadie, o casi nadie, prepara unas albóndigas para la cena de noche buena por ejemplo. Y eso es
porque nos parecen demasiado normales. No porque no nos encanten.
Pero si cogemos una buena receta tradicional de albóndigas y la retocamos un poquito por
arriba y un poquito por abajo, obtendremos una receta tan espectacular como la que os traigo
hoy: albóndigas con dátiles en salsa de vino y miel. Esta receta la haces y arrasas seguro, allí
donde estés. Ni te imaginas qué rica está.
Apuntes sobre la receta de Albóndigas en Salsa de Vino y Miel.
En esta ocasión, para preparar las albóndigas, aconsejo utilizar carne picada de ternera. Con la
carne mixta (ternera-cerdo) o con la de pollo también quedará rico pero creo que queda mejor con
la carne de ternera.
A la carne picada he añadido pan remojado, 1 huevo, 1 diente de ajo, 1 chalota, sal y pimienta
negra molida.
El pan que añado es el fresco, el pan del día. Me he dado cuenta que las albóndigas con pan seco o
pan rallado no quedan tan tiernas como las que están hechas con pan fresco. Por mucho que
remojes pan seco, o pan rallado, no queda tan suavecito como el fresco.
La Chalota es una variedad que está entre la cebolla y el ajo. Es mas suave que la cebolla y el ajo. Va
muy bien para aderezar las carnes, le da un toque muy rico.
Para preparar la salsa vamos a necesitar, cebolla, ajo, zanahoria, vino, miel, un poco de harina, sal,
pimienta negra molida, tomillo y agua.
Si te gusta la zanahoria, pon una de tamaño grande, y si no te gusta, pues pon una pequeña.
Depende de tu gusto.
Es importante que los dátiles estén tiernos y frescos. Yo he usado los de Borges de Temporada, que
es una buena marca.
Ingredientes para hacer Albóndigas en Salsa de Vino y Miel.
Amasamos con la mano durante unos dos minutos o hasta obtener una mezcla homogénea.
Hacemos las albóndigas y las pasamos por harina. Para mayor comodidad, hazlo en una fuente
grande.
En la misma sartén dónde freímos las albóndigas pochamos, a fuego suave,durante unos 3 minutos
la cebolla y el ajo.
Añadimos la zanahoria y seguimos pochando, a fuego suave, durante 8 minutos más.
albóndigas en
salsa
Albóndigas árabes
¡Hola amigos!, disculpad por no actualizar desde hace tantos días. Mi marido estaba terminando
de escribir su sexto libro y —en los últimos días, antes de que lo enviara a la imprenta— estuve
brindándole cuidados y apoyo extra. ¿Saben?, escribir un buen libro es una tarea muy agotadora.
Os traigo desde el Oriente Medio unas albóndigas llamadas «kofta kebab» y que, acompañadas
de una salsita de yogur están espectaculares.
Nos gusta poder comerlos directamente desde el palillo, sujetándolo con la mano. Se puede
acompañar con pan pita, con unas hoja de lechuguita o con lo que quieras.
Apuntes sobre la receta de Kofta Kebab.
El origen de la palabra “kofta” es persa y significa puré. Como en los tiempos antiguos no habían
máquinas picadoras de carne, la carne se cortaba en trocitos y luego, en los morteros, se trituraba
hasta hacerla puré.
La palabra «kebab» significa brocheta.
Los kofta kebab normalmente se suelen preparar con carne picada de cordero (o mitad cordero
y mitad ternera) y grasa picada de la parte de la rabadilla del cordero (fat-tailed sheep). A no ser
que vayas a una carnicería árabe, comprar carne picada de cordero es un poco complicado.
Puedes comprar un trozo de cordero y picarlo por tu cuenta o pedir un favor extra a tu carnicero
de confianza y que te lo haga.
Yo prepare los kofta kebab sólo con ternera, y han salido buenísimos. Eso sí, la carne provenía
de una pieza jugosa y la he picado por mi cuenta, dos veces: justo antes de prepararlos. De esa
manera todos los jugos de la carne se conservan.
Si te gusta la cocina, te recomiendo que te hagas con una picadora de carne. Son muy bonitas y
duran toda la vida. La mía la tengo desde hace mas de diez años y solamente he tenido que afilar
las cuchillas dos veces.
La menta en la preparación de los kofta kebab juega un papel muy importante. Es imprescindible:
les aporta un sabor muy característico.
Si no tienes una plancha, puedes prepararlos en una sartén. Sólo pon un poco de aceite en el fondo.
Salsa de yogur
2 yogures naturales
1 manojito de perejil
sal
pimienta negra molida
Durante 2-3 minutos amasamos la carne. La tapamos con un film transparente y la guardamos en
la nevera durante 30 minutos.
Con la carne hacemos 6-8 bolas, las convertimos en «salchichas» y las atravesamos con los palillos.
Untamos los kofta kebab con aceite por los dos lados.
Los asamos, en la plancha previamente calentada, a fuego alto durante 5-7 minutos por cada lado
(10-14 minutos en total).
Derrite el chocolate al baño María. Para ello pon en una cazuela 2/4 partes de agua y en cuanto
rompa a hervir, deposita encima un bol con chocolate troceado (el agua en ningún momento puede
tocar el bol; si ves que toca, quita un poco de agua). Con una cucharada vamos removiendo el
chocolate hasta que se derrita.
También puedes derretirlo en microondas pero hay que estar muy pendiente porque puede
estropearse (quedarse seco e inservible). Si aún así decides derretirlo en el microondas, recuerda
parar el microondas cada diez – quince segundo y con una cucharada remover el chocolate. Hay
que hacer así porque por un lado estará ya derretido y por otro ni habrá empezado. Cuando lo
hagas lo verás.
Para que bañar las hojas te sea cómodo, derrite unos 75 g- 100 g de chocolate.
…y las vamos colocando en un plato. Los metemos en la nevera unos treinta minutos o hasta que el
chocolate se solidifique por completo.
Con mucho cuidado separamos las hojas del chocolate
Adornos de chocolate
Hoy vamos hacer adornos de chocolate para postres y tartas.
Lo bueno que tienen los adornos de chocolate caseros es que se hacen muy fácil, con el mínimo
de esfuerzo y el efecto que producen en la tarta es más que satisfactorio.
Hace tiempo ya escribí en este blog una entrada en la que enseñaba cómo hacer hojas de
chocolate… ¿Te acuerdas? Si no, yo te lo recuerdo: pincha aquí.
Hoy vamos a ver cómo hacer, con chocolate, figuras geométricas como triángulos, cuadrados,
rectángulos o círculos, para adornar nuestras tartas.
Los profesionales, para crear adornos de chocolate, utilizan «transfer para chocolate» también
llamados «hojas de transferencia para chocolate» o «moldes de transferencia para chocolates».
Arrancamos, o cortamos con tijeras, la portada de la carpeta (es la que suele estar hecha con un
plástico flexible).
Las recortamos y ya tenemos moldes de plástico para hacer nuestros adornos de chocolate. Los
limpiamos con un trapito y los secamos.
Guardamos los adornos en la nevera durante unos 30 minutos o hasta que queden bien sólidos.
adornos de
chocolate
Arroz blanco
Hay tres formas de conseguir que el arroz blanco, el normal, salga tan buenos como el que sirven
en los restaurantes asiáticos:
1. Prepararlo en una olla especial para arroz (o, creo, en una de estas eléctricas que hacen de
todo también se puede).
2. Prepararlo en una olla a presión.
3. Prepararlo como enseño a continuación:
La proporción correcta de arroz y agua es 1:1,5. Es decir, para un vaso de 200 ml de arroz hemos
de poner 300 ml de agua.
La olla en la que vamos a cocer el arroz tiene que tener una tapa que encaje muy bien y que no
deje salir el vapor. La olla ha de ser, preferiblemente, alta y de diámetro mediano para que el vapor
con agua burbujeando tenga sitio donde moverse y no se salga tanto para fuera (aunque algo sí se
saldrá).
El arroz no se lava ni se enjuaga. Se echa al agua cuando esta ya está hirviendo.
Una vez dentro, lo removemos, y lo tapamos. Para que el vapor no levante la tapa, ponemos encima
algún objeto pesado.
El tiempo de cocción son 12 minutos (ni 10 ni 15): primeros 3 minutos cocemos a fuego fuerte,
luego 7 minutos a fuego moderado y los últimos 2 a fuego bajito.
¡Listo! El arroz está cocido pero no tengas prisa por destaparlo. Déjalo reposar en la encimera el
mismo tiempo que se coció, es decir 12 minutos.
Una vez pasado este tiempo abre la tapa, añádele un poquito de sal y remuévelo con una cuchara.
300 ml de agua
sal (opcional)
Ponemos encima de la tapa ponemos algún peso y cocemos el arroz siguiendo la indicaciones de
arriba.
Así nos queda después del reposo.
Arroz negro
Arroz Negro. A pesar de ser tan negruzco 😉 este arroz está riquísimo. Lo suelo preparar
bastante a menudo. Se hace muy fácil, rápido y sale bastante bien de precio. Lo hago
con calamares, con potarro, con chipirones, con puntillas… con lo que tengan ese día en la
pescadería a buen precio.
A parte de en España, el arroz negro, lo hacen también en Italia, en Perú, etc. Pienso dedicar los
post a todas esas maravillosas recetas pero la de hoy es española. Hay unas cuantas (por no decir
muchas) recetas españolas de arroz negro pero esta receta de arroz negro es muy fácil y, para mi
gusto, es la más rica.
Vamos a ello.
El mejor caldo para hacer arroz negro es el del marisco. Un caldito de gambas iría muy bien
pero quizás mi preferido es el de mejillones (sobre todo porque sale muy bien de precio… para no
decir tirado).
Es el que he utilizado en este paso a paso. Normalmente, después de preparar los mejillones, me
sobra el caldo. Así que lo guardo en la nevera (o en el congelador) para hacer arroz y así siempre lo
tengo a mano para cuando lo necesite.
Por supuesto que puedes usar caldo de pescado o, incluso, poner una pastilla de caldo. Lo
importantes es que te guste el sabor de lo que pongas.
Para hacer arroz negro me gusta usar el arroz bomba. Siempre da muy buen resultado. También
va muy bien al arroz arborio y, no te lo vas a creer: el arroz para sushi le va de maravilla. Me
encanta hacer arroz negro con él, es buenísimo.
Elige arroz el que más te guste o el que puedas pero recuerda solo una cosa: tiene que ser arroz
de grano redondo.
La cantidad de caldo que indico en la receta es para arroz bomba, por una taza de arroz van 3 tazas
de agua/caldo (1:3). Si usas otro arroz, lee en el paquete cuánto caldo necesita para cocerse (por
una taza de arroz normal y corriente van 2 tazas de agua/caldo). Pero quita de la cantidad
necesaria de agua (en nuestro caso caldo) 100 ml porque vamos a añadir 100 ml de vino.
Por persona van 100-150g de arroz. Con cien gramos ya tienes un plato generoso y con 150
tienes para repetir y dormir la siesta.
Y nos queda otro tema importante a tratar que es sobre la tinta.
Así que si no quieres complicarte la vida, o por si surge algún imprevisto, compra en la
pescadería unas bolsitas de tinta. Cuestan muy barato y se pueden congelar.
Esta vez, he preferido preparar el arroz en la sartén y no en la paellera. Tengo la paellera pero sé
que no todo el mundo la tiene y quería que vieras que se puede preparar un estupendo arroz en
una sartén o en una tartera sin problemas.
Cortamos, si no están cortados los calamares, o lo que vayamos a usar. Yo usé el potarro que pesó
1 kilo y pico (era grande) pero después de que lo limpiaron se quedó en 500 g.
En una sartén, o paellera, calentamos el aceite de oliva. Ponemos a pochar, a fuego suave, las
verduras durante unos 15 minutos. Sin olvidar de remover.
Añadimos el tomate y, a fuego moderado, guisamos durante unos 15-20 minutos. Sin olvidar de
remover de vez en cuando.
Pasado este tiempo añadimos la tinta del calamar.
Añadimos el vino. Removemos y dejamos durante unos 3-5 minutitos para que se evapore el
alcohol.
Añadimos el arroz. Removemos durante un minuto.
Ahora soy superfan del arroz negro. Sin embargo, la primera vez que lo vi fue aquí en España,
cuando llegué desde Ucrania, hace ya muchísimos años. Al principio, el choque cultural y
gastronómico fue muy intenso para mí. Por ejemplo, cuando vi el arroz negro pensé que era muy
feo, imaginé que sabía a tierra y a rayos. En mi cabeza no cuadraba que una cosa tan negra pudiera
saber ni remotamente bien. Pero cuando la probé… Dios mío. El sabor de la tinta del calamar me
pareció super rico. La verdad es que el arroz negro me gusta más incluso que la paella de marisco:
me parece un arroz mucho más equilibrado. Y con esto no quiero decir que no me guste la paella
de mariscos que me encanta. Aunque mi paella favorita es la de pollo con judías verdes. Recuerdo
una genial que comí en Alicante… ¡un buen plato nunca se olvida! O quizás yo tengo la memoria en
el estómago… ;D
Sinceramente creo que si el arroz negro no se ha hecho tan famoso en el mundo como la
paella es únicamente por su color. ¡Seguro que muchos extranjeros piensan como yo pensaba
antes de probarlo!
Por cierto, los calamares en su tinta también es un plato muy rico y más que apetecible.
También es un arroz que sale bastante económico y es muy saludable. Ideal para las personas que
quieren cuidarse un poquito (dieta, salud, etc) pero sin renunciar a la buena costumbre de comer
rico.
La gran ventaja de este arroz reside en que se prepara muy rápido, lo tienes en tan solo media
hora de tiempo.
Ingredients
arroz - 350 ml
agua - 750 ml
alcachofas - 150 g
judias verdes - 150 g
guisantes - 150 g
pimiento verde - 1/2
pimiento rojo - 1/4
tomate - 1 de tamaño normal
cebolla - 1/2 de pequeña
ajo - 2 dientes
romero - 1 ramita
pimentón de la Vera - 1/4 cdta.
sal - 2 cdtas.
aceite de oliva virgen extra - 7 cdas.
Instructions
Pon durante 15 segundos en un microondas el sobrecito con azafrán, sin abrirlo. Es para
secarlo ligeramente.
Esta vez, en vez de poner 1/2 cebolla pequeña puse solo 1/4 y añadí 1 pequeña chalota.
Lava y limpia por dentro y corta en cuadraditos de 1 centímetro el pimiento verde y el rojo.
Lava, quita las puntas y corta (o parte con las manos) en trozos de 2-3 centímetros las judías
verdes (puedes poner judías verdes congeladas).
En una sartén o paella pon 7 cucharas de aceite de oliva virgen extra. Ponla fuego medio.
Añade el ajo y la cebolla finamente picados y sofríe durante unos 2 minutos.
Añade los pimientos y sofríe un par de minutos.
… y 1 cucharadita de sal.
A fuego alto llévalo a ebullición y prueba cómo está de sal el caldo obtenido. Rectifícalo.
El caldo tiene que estar un punto más salado de como quieres que te quede el arroz (yo añado 1
cucharadita, con la de sofrito en total son 2).
Añade el arroz, el romero y a fuego alto (pero no muy alto) cuece durante unos 7 minutos.
Cuando este así:
Como has visto, he puesto solo la mitad de la cantidad de cebolla que recomiendo y añadí una
pequeña chalota. Lo hice así para que el sabor del arroz tenga más matices y salga más sabroso.
Pero si no tienes chalota a mano, no pasa nada. Por eso ni siquiera la puse entre los ingredientes.
El pimentón de la Vera (el pimentón ahumado) lo añado para darle a este arroz con verduras un
ligero sabor a humo (y un poco más de color). Para imitar el toque que adquieren los arroces
hechos a fuego de leña. Si vas hacer al arroz a fuego de leña, no es necesario que añadas el
pimentón.
El romero aporta al arroz sabor a campo muy agradable. Le hace brillar muchísimo. Por favor, no
lo omitas. Sin él arroz será… otra cosa. Compra el romero en rama, para así poder retirarlo antes
de servir. Si el romero es fresco, genial pero si es seco, tampoco pasa nada.
El aceite de oliva tienen que ser virgen extra. Aquí, en este arroz, el aceite no es solo una sustancia
utilizada para sofreír sino un ingrediente más que aporta su nota al sabor general. Así que elige
uno que te guste, uno que está hecho con la variedad de aceituna cuyo sabor te resulta agradable.
He utilizado el arroz redondo normal, el corriente, el más barato, el que está a 70 céntimos el kilo.
Antes siempre intentaba comprar el arroz bomba pero últimamente ya no me molesto tanto. Y no
es solo por el precio (aunque también es un aspecto determinante de mi elección). Me di cuenta,
amigos, que una vez que sepas cual es el proceso de cocción del arroz, las etapas, el plato te sale
bien con cualquier tipo arroz.
Arriba ya conté como cuezo el arroz pero voy a tratar de explicarme mejor ahora. Los tiempos que
indico a continuación son para el arroz normal.
Pero antes de nada quiero dejar claro que el arroz hay que echarlo en el caldo hirviendo o echar
por encima del arroz el caldo hirviendo. Es una regla que se aplica a todo tipo de arroces.
Bien, pues una vez que has echado el arroz al caldo, deja que se cueza a fuego animado durante 7
minutos. Cuando digo animado, no significa que esté puesto a toda castaña. La manilla de fuego de
mi cocina tiene 6 posiciones. El 6 es el fuego máximo. Pues yo pongo a cocer el arroz los primeros
7 minutos al 5. El arroz tiene que burbujear con energía pero sin exageración. Mientras cuezo
estos primeros 7 minutos, de vez en cuando ligeramente meneo la sartén, para que no se pegue
nada al fondo y para que el caldo se vaya repartiendo uniforme. Ya sabes, el fuego por un lado
puede pegar más que por el otros.
Cuando falten 1-2 minutos para terminar la cocción, tapo el arroz con tapa. Pasados 1-2 minutos
apago el fuego pero no retiro la sartén. Lo dejo así unos 5 minutos y sirvo.
… ¿Qué más me falta por contar?… ah, sí… anímate y prepara este arroz con verduras porque está
muy bueno. Te prometo que no vas echar de menos ni langostinos, ni pollo, ni conejo. Te va
sorprender la amplitud de su sabor.
B
Bacalao al pil-pil
El otro día, Mamen (una querida amiga del Facebook) me envió desde el País Vasco este
hermosísimo bacalao:
Lo desalé, y con la cola y la ventresca, he preparado un bacalao al pil-pil que ha quedado de
rechupete. La receta que os ofrezco la he realizado tomando lo mejor de un montón de recetas que
he ido estudiando desde que me llegó don Bacalao desde la casa de Mamen.
En principio la cola y la ventresca del bacalao son las piezas más adecuadas para hacer bacalao al
pil- pil. Esa elección se debe, en parte, al grosor moderado de estas piezas: al confitarse se hace en
seguida.
1.-La tradicional consiste en menear la cazuela de barro, con el pescado dentro, hasta que el aceite
y el jugo del bacalao liguen.
2.-La moderna consiste en remover con un colador el aceite y el jugo del bacalao hasta que la salsa
ligue.
Como hoy no tenía que ir a salvar el mundo… he decidido preparar el bacalao al pil-pil de forma
tradicional. Que se supone que requiere más tiempo pero… sólo se tarda en hacer la salsa unos 8-
10 minutos.
Poner la guindilla es opcional: hay quien la pone y quien no. Yo la pongo, por supuesto.
Ingredientes:
4 tajadas de bacalao (1-1.2 kg aprox.)
400 ml de aceite de oliva suave
4-6 dientes de ajo
1 guindilla
(Al echar la guindilla fresca se tiñó un poco el aceite: de ahí el color de la salsa)
…retiramos la cazuela del fuego, la tapamos (dejamos un pequeño hueco) y la dejamos en reposo
durante 5 minutos.
Pasado el tiempo volvemos a poner la cazuela al fuego e igual, en cuanto empiece el aceite a
borbotar la retiramos del fuego, la tapamos y la reposamos.
Después del tercer barboteo pinchamos el bacalao con un tenedor para comprobar si está hecho
(si entra fácil, entonces está hecho).
Tapamos la cazuela, la reposamos 5 minutos y empezamos a ligar la salsa: para ello colocamos la
cazuela en una mesa y con movimientos de vaivén la meneamos durante unos 8-12 minutos.
El tiempo depende de lo rápido que vayas a menear la cazuela y también, dicen, que cuanto más
frió esté el aceite más fácil liga la salsa pero claro, luego comer frió no es muy interesante. Y si lo
pones a calentar, la salsa se puede cortar un poco.
Quedará así:
Servimos con ajitos y guindilla por arriba.
Nosotros comimos este maravilloso bacalao al pil pil acompañado de unas patatas fritas y de unos
pimientos de padrón.
¡Comidón!
Si las migas del bacalao están saladas, hay que desalarlas: para ello las lavamos, las colocamos en
una recipiente con agua fría y las guardamos en la nevera durante 48 horas. Tres veces al día
cambiamos el agua.
Hay quien en vez de hacer patatas paja por su cuenta, utiliza las compradas. ¡Está bien, no es
trampa! En este caso hay que fijarse si ya vienen saladas o no. Hay que tener ese detalle en cuenta
a la hora de ajustar el punto de sal del plato.
Si compras migas de bacalao ya desaladas y las patatas paja, tendrás hecho bacalao bras en menos
de 15(!) minutos.
Ingredientes:
450 g de migas de bacalao
450 g de patatas
4 huevos
1 cebolla
1 latita de aceitunas negras sin hueso
aceite de oliva
perejil
sal
Rehogamos unos minutos hasta que se hagan y añadimos las patatas paja. Removemos …
…y añadimos huevos batidos.
Removemos vigorosamente para que se mezcle todo. Y como me dijo Leyre «el secreto» de esta
receta consiste en que el huevo quede cremoso.
bacalao bras
No omitas las aceitunas negras porque hacen muy buena piña con bacalao patatas y huevos.
Con los ingredientes que indico salen 3 baguettes de unos 180 g. La cantidad que se hornea muy
bien en un horno convencional.
Ingredients
harina de fuerza - 400 g
sal - 8 g
levadura fresca - 10 g
agua - 275 g de 10ºC-15ºC de temperatura
Instructions
Pesa y pon en un recipiente harina.
Añade sal. Remueve.
En un vaso pon la levadura fresca desmenuzada.
Añade el agua. Remueve hasta que se diluya la levadura.
Echa la levadura con agua a la harina. Con una cuchara remueve muy bien, hasta dejar de ver
partículas de harina.
Tapa el recipiente y deja la masa en reposo 20 minutos.
Pasado tiempo vuelca la masa sobre una mesa limpia y seca y amásala durante unos 5
minutos. Es una masa muy fácil y cómoda para amasar: no es ni floja ni densa. Es ideal para
aprender con ella amasar con la técnica bertinet.
Unta el recipiente con pequeña cantidad de aceite de oliva. Pon dentro la masa, cierra el
recipiente y déjala levar 45 minutos a temperatura ambiente.
Pasado tiempo dóblala en forma de sobre y déjala levar otros 45 minutos.
Pasado tiempo espolvorea la mesa con harina. Vuelca la masa sobre la mesa.
Dóblala y divídela en tres trozos del mismo peso.
Haz 3 bolas y déjalas en reposo unos 15 minutos, para que se relaje la masa.
Coge una bola y vete estirándola hasta conseguir un rectángulo. Para ello sujétala por un lado
y ponla en vertical para que se vaya estirando con su propio peso.
Moldea los baguettes, tal como lo muestro en el vídeo.
Coge un trozo de tela de lino gordito o de algodón gordito y ponlo en la mesa. Espolvoréalo
con harina.
Coloca las baguettes encima de la tela y haz pliegos por los lados de cada baguette.
Deja que suban durante unos 30-40 minutos. Tienen que subir en 1,5 veces.
Haz en las baguettes unos cortes y hornéalos en una bandeja de horno o sobre una piedra
típica para pizzas y panes. Hornéalos a 240ºC durante unos 25-35 minutos o hasta que
queden como a tí te gusta. Los primeros 15 minutos sólo con calor de abajo y luego con calor
de arriba y abajo.
También te dejo el vídeo donde muestro todos y cada uno de los pasos.
Espero que te animes a preparar este pan baguette y me lo cuentas si te ha gustado y qué te
pareció.
Aquí puedes ver otras videorecetas de diferentes panes que tengo publicadas.
¡Un saludo, amigos!
Esta bechamel es ideal para preparar una buena lasaña, unos buenos canelones, unos
buenos macarrones gratinados, etc. Es lo que hace grande estos platos.
Una bechamel, para que sea buena, tiene que ser suave, sin grumos y bien cocida.
¡Vamos a hacerla!
Hay quien añade la leche caliente, hay quien la añade poco a poco… he probado a hacerlas de todas
las maneras pero lo mejor es añadir la leche fría y toda de golpe. Ya verás que bien se disuelve la
harina y sin que se forme ni un grumo.
También tienes que tener en cuenta que la salsa empezará a espesar, aproximadamente, 10
minutos después de añadir la leche, en el momento en el que empiece la ebullición.
Por mucho que te parezca que la bechamel no va a espesar, no añadas más harina. Sigue esta
receta, aunque sea por primera vez, sin modificarla.
Y por ultimo, ¿Sabes cómo se comporta la leche cuando la dejas en el fuego sin vigilancia?,
¿verdad?.
Pues eso, si no quieres comer una bechamel con sabor a quemado, no la dejes, en ningún
momento, cociéndose sin vigilancia y sin remover.
Ah, sí, para hacer bechamel necesitas una varilla.
Ingredientes:
1 litro de leche
60 g de harina
70 g de mantequilla (0 4 cucharadas de aceite)
sal
nuez moscada (opcional)
pimienta negra molida
Subimos el fuego y cocemos la salsa, sin dejar de remover ni un instante, hasta que rompa a hervir
(y es entonces cuando espese).
Una vez que esta hirviendo, bajamos el fuego y seguimos cociéndola, removiendo, 2 minutos más.
La apartamos del fuego, la salpimentamos, añadimos nuez moscada (para hacer lasaña con carne,
por ejemplo, nunca añado nuez moscada).
P.S. Por cierto, hace poco hice en facebook la pagina de Esbieta. Hecha un vistazo, si quieres, y
sígueme 🙂
Ingredients
berenjenas - 500 g
setas - 300 g
cebolla - 1 de tamaño mediano
pimiento rojo - 1 de tamaño mediano
tomates - 2 de tamaño normal
ajo - 1 diente
perejil - 2-3 ramitas
aceite de oliva - 4-5 cucharadas
sal - al gusto
pimienta negra molida - 1-2 pizcas
Instructions
Lava y corta en dados de unos 4 centímetros las berenjenas. Sálalas bien, remueve para que
se reparta la sal y déjalas en reposo hasta su uso.
Lava el pimiento rojo. Quita de su interior las semillas y nervaduras. Córtalo en cuadrados de
3-4 centímetros.
Lava los tomates y pélalos con ayuda de un pelador o... haz un pequeño corte en forma de
cruz en el extremo posterior de los tomates y sumérgelos en agua hirviendo durante unos 10-
20 segundos. Sácalos, pásalos por agua fría y pélalos. La piel se despegará casi sola.
Córtalos en dados de 3 centímetros.
Limpia y corta en trocitos de tamaño medio las setas. (Si vas usar champiñones, córtalos en
dos o, si son grandes, en cuatro)
Pela y pica finamente la cebolla.
En una sartén amplia echa 4-5 cucharadas de aceite de oliva y la cebolla. A fuego medio sofríe
la cebolla durante unos 5 minutos.
Añade pimiento rojo troceado y sigue sofriendo, a fuego medio, otros 5 minutos.
Mientras tanto escurre el jugo de las berenjenas. Para ello tan solo coge un puñado de trocitos
de berenjenas y aprétalos.
Añade las setas. Remueve con cuidado y tapa la sartén. A fuego medio-bajo guisa las
berenjenas con setas durante unos 15 minutos o hasta que queden como a ti te gusta. Cada 3-
5 minutos remuévelas con cuidado. Vigílalas.
Las verduras en realidad las puedes cortar en dados de tamaño que más te guste pero ten en
cuenta que si los haces muy pequeños, se te pueden deshacer mucho. A mi me gusta que los
trocitos sean enteritos e identificables.
A parte de perejil, puedes poner las hierbas aromáticas que más te gustan. Una pizca de orégano
por ejemplo le sienta muy bien a este palto.
El aceite de oliva que he utilizado es el virgen extra afrutado. Elige uno que sea rico y aromático.
Las berenjenas con setas y pimiento rojo están buenas tanto calientes como frías. Es un plato
perfecto para la época actual.
Si te gustan las berenjenas y setas, esta receta te va gustar seguro. Espero que te animes
prepararla y me lo cuentas que tal te salió.
Si eres fan de las berenjenas, te invito a echar un vistazo a estas recetas de berenjenas que tengo
publicadas.
… la berenjena es una verdura que toma su tiempo para conquistar paladares
pero una vez que lo hace, los convierte en paladares adictos de berenjenas. En internet hay blogs y
páginas dedicadas exclusivamente a las recetas y odas a esta maravillosa y peculiar verdura. Hay
personas que sienten una auténtica veneración y devoción hacia la berenjena. No soy una de ellas
pero las entiendo perfectamente.
¡Un saludo!
Me imagino que conoces las berenjenas de Almagro y sabes que algunos de sus ingredientes son
comino, pimentón y vinagre.
Pues en esta receta también se emplea el comino y el pimentón (estas especias parece que fueron
creadas para reforzar el sabor de las berenjenas).
El yogur se encarga de aportar el punto ácido a este rico plato. Contrasta de maravilla con suave
sabor de berenjenas.
Así que, a lo mejor, esta receta de berenjenas para ti es nueva pero, como ves, la combinación de
sabores no del todo. 😉
A mi esposo, que no tenia las berenjenas en mucha estima, le encantó y hasta ¡repitió tres veces!
¡Sólo le había visto repetir tres veces comiendo pizza!
La guindilla, a parte de ser picante, tiene un sutil aroma floral. Sobre todo si está fresca. Pero no la
sustituyas ni por pimiento verde ni por rojo: son otra historia.
Ingredientes
2-3 berenjenas
1 cucharadita de semillas de mostaza
1 cucharadita de comino
1/4-1/2 cucharita de pimienta negra molida
guindilla (la cantidad que seas capaz de aguantar)
3 yogures naturales (325 g)
1-1,5 cucharita de pimentón dulce
aceite
Lavamos las berenjenas y les quitamos los rabitos (las mías son chiquitas, son de mi huerto, y por
eso usé tantas).
Las cortamos en cuadraditos de 1-1,5 cm y los depositamos en agua salada unos 15 minutos.
Quitamos las semillas a la guindilla (es lo que más pica) y la cortamos en tiritas.
En una sartén grande calentamos a fuego vivo 1 dedo de aceite (1 cm aproximadamente).
Una vez que el aceite esté caliente añadimos mostaza, comino, pimienta negra y guindilla. Pon todo
a la vez. Yo lo añadía por separado para sacaros las fotos.
Cuando las semillas empiecen a explotar y hacer un ruidito característico, añadimos berenjenas
bien escurridas.
Berenjenas rehogadas. Un plato saludable y lleno de sabor que se prepara muy fácil y rápido.
Me temo que la foto que hice a este plato de berenjenas rehogadas no transmite lo buenas que
están. Porque están increíbles. Estoy segura que estos jugosos taquitos rehogados con cebollita
seducirán a todo aquel que los pruebe.
Se pueden servir como un plato independiente o por ejemplo como una guarnición de un filete,
sustituyendo las patatas fritas.
Es un plato que sorprende y engancha. Comienzas comiéndotelo con cara de “¿qué es esto?” y
terminas preguntando: “¿no hay más?”.
Anímate a prepararlo.
Fíjate que estén firmes, pero no muy duras, brillantes y que tengan un color berenjena intenso.
Para preparar la receta de berenjenas rehogadas también vas a necesitar huevos, cebolla, ajo,
perejil y aceite de oliva.
Ingredientes:
2 berenjenas (0.5 kg aprox.)
2-3 huevos (si son medianos serán 3)
1 cebolla
1 diente de ajo
aceite de oliva
2 ramitas de perejil
sal
pimienta negra
En una sartén calentamos aproximadamente 1 dedo de aceite. A fuego moderado, en varias tandas
freímos los taquitos por los dos lados hasta que estén dorados y los reservamos en un plato.
En la misma sartén rehogamos la cebolla durante unos 2-3 minutos.
Añadimos los taquitos de las berenjenas y rehogamos un par de minutos.
Un saludo!
El relleno se prepara con carne picada y verduras, nada extraño que no conozcamos.
Ingredientes
3 berenjenas medianas tirando a pequeñas
250 g de carne picada de ternera
1 cebolla mediana
1 pimiento verde mediano
3 cucharadas de salsa de pimientos morrones
500 ml de tomate natural triturado
150 ml de agua
2 dientes de ajo
1 manojo de perejil
1 cucharada rasa de harina
1 tomate
3 guindillas frescas
aceite
sal
pimienta negra molida
Explicación, paso a paso:
Pelamos las berenjenas.
En una sartén con aceite, las freímos a fuego medio-bajo por los cuatro lados durante 20-25
minutos (tienen que hacerse por dentro).
Seguimos sofriendo durante otros 2-3 minutos y añadimos salsa de pimientos morrones y 250 ml
de tomate natural triturado.
Sofreímos durante 3-4 minutos, añadimos ajo con perejil, salpimentamos, removemos y retiramos
del fuego.
Practicando pequeños cortes en el interior de las berenjenas (pero sin atravesarlas con el cuchillo)
hacemos la cavidad mas grande que podemos para el relleno (por eso les llaman «barrigas
rajadas»).
Rellenamos las berenjenas.
En una sartén calentamos unas 3 cucharadas de aceite y sofreímos durante 1 minuto, 1 cucharada
rasa de harina.
Añadimos el tomate triturado restante y 150 ml de agua. En cuanto rompa a hervir,
salpimentamos y apartamos del fuego.
Bañamos las berenjenas con la salsa. Encima de cada una ponemos un trozo de tomate pelado y
una guindilla.
Horneamos durante 25-30 minutos a 180C (en el horno previamente calentado 20 minutos).
Mi madre nació en Zakarpattia (Transcarpatia) que es una de las regiones de Ucrania más bellas y
tradicionales.
La etnia mayoritaria que puebla Zakarpattia son los «huzuly». Si algunas vez has tenido la
oportunidad de tratar con la gente que vive en las montañas te habrás dado cuenta de que tienen
una fortaleza y una impermeabilidad parecida a la de las propias montañas. También son grandes
conocedores de la naturaleza: saben cómo tratarla y, con respeto, saben sacar lo mejor de ella.
Mi abuela hacía medicinas naturales con hierbas. De forma gratuita curaba a la gente. Si al día de
hoy, tengo las piernas como una persona normal y ando como una persona normal, se lo debo a mi
abuela.
Con 8 meses vivíamos en la ciudad y me dejaban en la guardería, mi madre tenia que trabajar. Allí
me pasaba todo el día sentada y por ello se me deformaron las piernas. Había cumplido 2 años
pero aún no había empezado a andar.
Los médicos dijeron que había que operar: romper los huesos de las piernas y, después,
reconstruirlos. Mi abuela dijo que no, que me trajeran a su casa de la montaña. Durante 6 meses,
todos los días, mi abuela mandaba al abuelo al bosque a por unas cortezas y hacia con ellas baños
para reblandecer los hueso de mis piernas. Luego las masajeaba y las ataba fuertemente con las
sabanas… volví a casa andando. Ahora tengo las piernas más rectas del mundo 😉
Cuando los médicos que querían operarme me vieron curada, no podían creer a sus propios ojos.
Zakarpattia, durante nueve siglos, formaba parte del Reino de Hungría. La cocina de Zacapattia es
muy sabrosa y bastante diferente al resto de cocina de Ucrania. Tiene sus técnicas propias y goza
de una excelente materia prima. Y como es de suponer, esta bastante influenciada por la cocina
húngara.
La receta de las berlinesas (fanky), que voy a compartir con vosotros, era de mi abuela, la mejor
cocinera y la más pulcra que he conocido en mi vida. Tenia un gusto muy refinado y un amor
sincero por la buena cocina. La importancia de una buena técnica me la inculcó ella. Yo era de los
pocos que podía hablar a la abuela con respeto, pero de tú a tú. Nos entendíamos. La echo de
menos.
Apuntes sobre la receta.
“Fanky” se elaboran con masa dulce fermentada. Si sabes un poco de como son las masas
fermentadas y echas un ojo a los ingredientes y ejecución de esta receta, verás que es especial.
Se prepara con sólo 1 huevo y cuatro yemas en vez de con huevos enteros. También, antes de ser
introducidos a la masa, han de montarse primero con azúcar. Todo eso aporta a la masa mayor
delicadeza.
La función del azúcar de vainilla, que lleva esta receta, es aromatizar la masa. Así que no puede ser
sustituido por un azúcar que esté destinado a endulzar.
El brandy lo puedes sustituir por vodka. Pero no lo omitas ya que hace que la masa sea más fina. El
alcohol se evaporará por completo a la hora de freír los fanky. Su sabor no se va a notar en
absoluto.
También, quiero que sepáis que esta masa no es nada caprichosa. Se trabaja con ella muy bien y
responde muy bien.
Ingredientes:
500 g de harina de fuerza
250 ml de leche
50 g de levadura fresca
1 huevo grande
4 yemas
60 g de mantequilla
75 g de azúcar
25 g de azúcar de vainilla
1/2 cucharadita de sal
2 cucharadas soperas de brandy
1 litro, aproximadamente, de aceite de girasol para freír
50-70 g de azúcar glas para espolvorear fanky
En un bol, tamizamos la harina restante, añadimos azúcar de vainilla, sal y removemos para que se
mezclen muy bien. Reservamos.
En otro bol, montamos a velocidad máxima 1 huevo y cuatro yemas con azúcar restante.
Empezamos así:
Terminamos así:
Añadimos a la harina fermento y removemos.
Amasamos, añadiendo pequeños puñados de harina, hasta que la masa deje de pegarse a las
manos.
La ponemos en un bol. La tapamos con un paño y la dejamos de 40 min a 1 hora a que suba. En un
lugar sin corrientes.
¡Mirad que hermosa!, ¡Ha subido muy bien, la muy sin vergüenza! 😉
La volcamos a la mesa, espolvoreada con un poco de harina, y la amasamos medio minuto.
Los colocamos en una superficie enharinada y lo dejamos reposar unos 15 -20 minutos antes de
freírlos.
Con la masa sobrante volvemos a hacer el círculo y así hasta agotarla.
Freímos los fanky en abundante aceite calentado (que haya 3-4 centímetros de aceite) a fuego
medio, para que se frían bien por dentro y no se quemen por fuera.
Si queremos, con una jeringuilla de repostería, los rellenamos con mermelada.
y un estabilizador de claras (cremor tártaro) para que, a la hora de hornearlo, no se bajen. Pero
nosotros, amigos, somos unos profesionales que sabemos adaptarnos a lo que tenemos a mano 😉
.
El “Angel food”, al prepararse solo con claras de huevos harina y azúcar, si lo horneamos como un
bizcocho normal, subirá pero por falta de la consistencia (que suelen aportar a los bizcocho las
yemas) se bajará.
Por eso, para evitar que se baje, lo hornean en un molde especial que tiene un tubito en el centro
(para que no se hunda en medio) y sin untarlo (para que se vaya pegando y trepando por las
paredes y no pueda bajar luego). Después de hornearlo, lo enfrían boca abajo.
Sin embargo, nosotros vamos a utilizar un molde rectangular que, al ser estrechito, no va a dejar
que el bizcocho se hunda en el centro. Tampoco lo vamos a untar, pero sí que le vamos a poner en
el fondo, papel para hornear agujereado (por los agujeros se va poder agarrar al molde) para luego
no tener problemas a la hora de sacarlo del molde.
Para que las claras no se nos bajen lo que vamos a hacer es montarlas correctamente y como
estabilizador, vamos añadir una cucharadita de zumo de limón.
La crema inglesa es una excelente salsa para acompañar tanto dulce como salado.
Para aromatizarla, y para paliar el olor a huevo, se usa vainilla en esencia, en rama (para crema de
2 yemas pon un 1/4 de rama) o azúcar glas de vainilla.
Las claras cerradas en un bote y en la nevera, pueden aguantar una semana, sin problemas.
También puedes servir el bizcocho con nata montada o con lo que se te ocurra. ¡O sin nada! que así
también esta buenísimo.
Ingredientes:
6 claras de huevos
90 g de azúcar glas
60 g de azúcar
60 g de harina
15 g de cacao (que no sea un preparado tipo Cola-Cao, Nesquik, etc. que llevan leche y más cosas,
fíjate que en el paquete ponga cacao 100%)
1 cucharadita de zumo de limón
Cobertura
90 g de chocolate
60 g de mantequilla
Crema ingles
2 yemas
200 ml de leche
15 g de azúcar glas
5 g de azúcar glas de vainilla
Recuerda que, en general, para los bizcochos el: «cuanto más tiempo montamos las claras, mejor»
no funciona. Si las «sobremontamos» el bizcocho no crecerá.
Después de añadir el azúcar y el zumo de limón montamos las claras 1 minuto más y paramos.
Añadimos a las claras harina, azúcar glas y cacao mezclados y tamizados. Es importante tamizarlos
para dar mayor esponjosidad al bizcocho.
Mezclamos con mucho cuidado, con movimientos de arriba a abajo para no desinflar la masa.
La tapamos con film transparente, este tiene que entrar en contacto con ella, y la enfriamos.
Sacamos el bizcocho del horno y lo enfriamos boca bajo en una rejilla o donde sea (por debajo ha
de circular el aire).
Con ayuda de un cuchillo separamos el bizcocho del molde.
En el microondas, durante 3 minutos y en modo de descongelar, derretimos mantequilla con el
chocolate. Paramos cada minuto para remover la mezcla.
Bañamos el bizcocho con chocolate. Lo adornamos por encima con fruta fresca o con la de
mermelada.
Yo puse moras en su jugo (pero sin jugo). Aún me quedaba un bote de las que hice el verano
pasado y ¡madre mía! lo bueno que quedó.
Servimos con crema inglesa.
Ingredientes:
Bizcocho
8 claras
135 azúcar glas
80 azúcar
95 harina
1 cucharada zumo de limón
Nata montada
300 ml de nata para montar
1 cucharada de azúcar
1 cucharadita de azúcar de vainilla o de esencia de vainilla
El molde es de 30 cm de largo.
Explicación, paso a paso:
En un bol, a máxima potencia, montamos las claras.
Cuando las varillas empiecen a dejar marcas añadimos el azúcar y el zumo de limón.
Montamos 1 minuto y paramos.
Ponemos la masa en el molde (recuerda que no hay que untar el molde con nada). Damos un par
de golpecitos contra la mesa (es para que se asiente bien la masa y el bizcocho luego no tenga
agujeros muy grandes). Horneamos a 180C 30-40 minutos o hasta que al pincharlo con un palillo
en el centro éste salga seco. El horno tiene que estar precalentado 20 minutos.
Enfriamos el bizcocho así:
Una vez frió pasamos el cuchillo por los bordes y damos unos golpes contra la mesa para sacarlo.
Montamos la nata con azúcar y azúcar de vainilla (o esencia).
Lo cortamos en dos.
Ponemos la mitad de la nata en el medio.
¿Has hecho alguna vez angel food sin molde y sin cremor tártaro?
Así que mi humilde consejo es que no hay que abusar de la levadura. Hay que usarla, en pequeñas
cantidades, cuando realmente hace falta.
Un bizcocho, hecho a la antigua, tiene su propio encanto y su sabor es muy puro y entrañable.
El otro día ya vimos cómo hacer bizcocho genovés (que va sin levadura). También ya hicimos
el angel food cake (sin cremor tartaro).
Y hoy vamos a ver cómo hacer un bizcocho con sabor a chocolate, también sin levadura.
Un bizcocho para tartas, pasteles y pastelitos.
Apuntes sobre la receta de Bizcocho sin Levadura.
Un bizcocho básico se hace con huevos, azúcar y harina.
Para lograr mayor jugosidad y sabor, a parte de estos tres ingredientes, vamos a añadir a la masa,
mantequilla y cacao.
También, una parte de harina vamos a sustituirla con algún fruto seco molido.
Los frutos secos más típicos que se añaden a los bizcochos son almendras y avellanas molidas.
Yo, en este ocasión, puse nueces molidas. También queda un bizcocho riquísimo con cacahuetes
molidos.
Para que el bizcocho nos suba bien, a parte de los huevos debidamente montados, hemos de
utilizar harina floja (harina con poco gluten).
El azúcar más adecuado es el más blanco y fino posible.
Los huevos tienen que estar frescos y la mantequilla ha de ser de una buena calidad. Esa que en la
nevera se convierte en piedra.
Un detalle importante: todos los ingredientes han de estar a temperatura ambiente. Así que una
hora de antes de empezar a preparar el bizcocho, saca de la nevera todo lo necesario.
Untamos el fondo del molde de 20-22 cm de diámetro con mantequilla y lo espolvoreamos con
harina.
Separamos las claras de las yemas. Añadimos a las yemas 70 g de azúcar.
A la máxima potencia de la batidora las montamos durante 3 minutos o hasta que se vuelvan
blanquecinos.
Antes:
Después:
Montamos durante 1 minuto más (1 minuto de reloj) y paramos. En total, para montar las claras
no tardaremos más de 2-2,5 minutos.
Quedarán así:
Mezclamos igual que antes, con movimientos de abajo arriba, hasta dejar de ver las partículas de
harina.
Horneamos durante 30-40 minutos (yo lo horneo en la balda más baja del horno). Pasados 25
minutos pincha en el centro del bizcocho con un palillo, si este sale seco entonces ya está, si no,
horneamos un poco más.
Esperamos 5 minutos lo sacamos del molde (pasando con un cuchillo por el borde) y lo enfriamos,
boca bajo, en una rejilla.
bizcocho sin levadura, bizcocho de chocolate
A este bizcocho le pones crema pastelera o crema de limón o crema de mantequilla o crema de
chocolate, y ya tienes una riquísima tarta.
También es un bizcocho muy ligero, las únicas grasas que lleva son las de los huevos. Aunque en
algunas ocasiones se le enriquece con una pequeña cantidad de mantequilla.
Si sabes preparar una buena genovesa, podrás hacer y crear todo tipo de tartas. Porque es una de
las bases de la repostería.
Hay quien dice que los huevos hay que montarlos con azúcar al baño maría.
Y hay quien prefiere montar las claras y las yemas por separado y luego mezclaras. Yo
pertenezco a este grupo. Porque he probado a hacerlo de las dos formas. A parte de que me
resulta más cómodo, también el bizcocho así me crece más.
La harina normal y corriente (la más barata) va muy bien para hacer este bizcocho porque es
una harina floja. Cuanto más floja sea la harina, más nos va a subir el bizcocho.
A veces, para hacerla aún más floja (y así aportar mayor esponjosidad al bizcocho) una pequeña
parte de harina se sustituye por maicena. Por ejemplo, si hacemos el bizcocho de cuatro huevos,
podríamos poner 100g de harina, 20 g de Maizena.
Nunca hagas el bizcocho con harina de fuerza: no te va crecer como es debido y te vas a disgustar.
Y otra cosa, yo unto con la mantequilla y espolvoreo con la harina solo la base del molde. De esa
manera, el bizcocho cuando crece se agarra a las paredes y ya no puede bajar. Es un pequeño truco
que nos asegura un buen resultado. Para sacar el bizcocho del molde, tan solo hay que pasar por el
borde con un cuchillo.
El molde es de 20 cm de diámetro.
Bizcocho Genovés, paso a paso:
Encendemos el horno a 190C, con calor de arriba y abajo, sin ventilador. El horno tiene que estar
precalentado al menos 20 minutos.
Preparamos el molde.
Cuando las varillas empiecen a dejar las marcas, añadimos el azúcar restante.
Montamos 1 minuto más (1 minuto de reloj) y paramos. En total, para montar las claras no
tardaremos más de 2-2,5 minutos.
Mezclamos con movimientos de arriba abajo, con cuidado y sin prisas, hasta que todo sea de un
solo color. Yo mezclo con una cucharada sopera normal.
Tamizamos la harina.
Mezclamos, igual que antes, hasta dejar de ver las partículas de harina.
(En el caso de que quisiéramos añadir mantequilla, sería ahora, antes de poner la masa en el
molde. Por ejemplo para este bizcocho serían 25 g de mantequilla derretida y enfriada a
temperatura ambiente. La echaríamos por el borde y con mucho cuidado mezclaríamos la masa)
Pasados 25 minutos pincha en el centro del bizcocho con un palillo, si este sale seco entonces ya
esta, si no horneamos un poco más. En mi horno tarda 35 minutos.
Esperamos 5 minutos lo sacamos del molde (pasando con un cuchillo por el borde) y lo enfriamos
en una rejilla. Lo ponemos boca bajo para que luego no tenga mucha panza.
Mi bizcocho tiene 6 cm de alto. Hace un año no me subían más de 5. Eso se debía a que después de
añadir el azúcar, no montaba las claras durante 1 minuto. Y también, a veces, los hacia con harina
de fuerza. Pensaba que una harina es harina y ya. Y estaba equivocada.
Con este bizcocho he hecho esta tarta.
Yield:2
Prep Time:5 minutes
Cook Time:5 minutes
PRINT
Fue en Madrid, en un modesto, triste y baratísimo restaurante chino que está en el parking de
plaza de España. Hoy en día es un sitio muy famoso y para poder comer allí, a menudo, hay que
hacer cola. No es un sitio en el que se pueda reservar la mesa y sentarse tranquilamente a comer.
Allí la gente va, come en una mesa, en la barra o en cualquier huecequesito que haya y se va.
También sirven comida para llevar si no quieres meterte dentro. Así te la puedes comer
tranquilamente en tu casa o en el parquesito de al lado.
La comida que sirven en este restaurante es cantonesa, por eso es tan especial este restaurante
chino.
La comida cantonesa, amigos, es maravillosa.
La región de Canton se encuentra en el sur de China, el lugar donde bok choy es muy popular. Bok
choy en dialecto cantones se llama así 白菜 y significa verdura blanca. En dialecto mandarín lo
llaman así 油菜 y significa verdura de aceite, debido a que con las semilla de bok choy se hace
aceite vegetal.
En su tiempo bok choy estaba clasificado como una más de las familias de col china y su nombre
científico era Brassicca chinensis. Pero más tarde los científicos llegaron a la conclusión de que bok
choy es tan solo una variedad de nabo y su nombre científico es Brassica rapa variedad chinensis.
¿Quien sabe si este nombre es definitivo?… Parece una verdura con personalidad, odia que le
etiqueten...
Hay quien dice que bok choy se parece a la acelga o a la mostaza de hoja. Pero yo creo que no se
parece ni a la una ni a la otra. Es una verdura única: es super crujiente, jugosa y sabrosa. Su sabor y
aroma son muy suaves y agradables.
Hoy en día pak choy se puede comprar en algunos supermercados grandes, como por ejemplo el
Corte ingles y en las tiendas de alimentación oriental, que cada día hay más y más (para nuestro
disfrute).
Ingredients
bok choy - 500-600 g
salsa de ostras - 3 cucharadas
aceite de girasol - 3-4 cucharadas
semillas de sésamo - 1 cucharada
Unmute
Duration 1:01
Loaded: 0%
Progress: 0%
Remaining Time
Fullscreen
Instructions
Antes de comprar bok choy fíjate que este fresco, con hojas verdes y firmes.
En el restaurante del que hablé arriba quitaban las hojas y solo servían los tronquitos salteados
(las hojas aprovechaban para hacer sopas, etc.). Los dejaban así:
La verdad que los tronquitos así, sin hoja, son muy ricos pero yo lo aprovecho todo…. ¡Las hojitas
contienen vitaminas!
En una sartén seca, sin aceite, tuesta las semillas de sésamo. Cuando empiecen a hacer el
ruido característico ( kriq-kriq), retira la sartén del fuego.
En una sartén grande a fuego alto calienta 3-4 cucharadas de aceite de girasol.
Añade 3 cucharadas de salsa de ostras y sigue salteando otros 3-4 minutos o hasta que quede
como a ti te guste. Pero recuerda que los tronquitos tienen que quedar crujientes.
Retira la sartén del fuego, añade las semillas de sésamo tostadas, remueve y sirve, enseguida.
Otro día vi un programa de cocina de televisión china donde preparaban una carne y en vez de
cocinar con vino de arroz lo hacían con vino tinto. Este truco lo presentaban como muy novedosos
y explicaban todos los beneficios y matices que aportaba el vino tinto a la carne. Para la cocina tan
conservadora y cerrada como es la china un paso así es comparable a una hazaña heroica. Pero
como vemos no hay nada fijo e inamovible.
Es una salsa picante pero super rica. En pequeñas cantidades sienta bien
a casi toda la comida. En tu casa no puede faltar una botella de sriracha si eres amante de comida
china. La sriracha la venden en casi todas las tiendas de alimentación oriental.
Para acompañar pak choy salteado recomiendo un bol de arroz blanco o un platito de arroz tres
delicias.
Si te gusta la comida china, te invito a echar un ojo a las recetas de cocina china que ya tengo
publicadas.
Un saludo.
Es más, el año pasado compré por eBay unas semillas que vendían como las de bok choy. Las había
sembrado y me salió un tallo con hojas que no se parecía en nada a bok choy… creo que me
engañaron. Seguiré intentando encontrar semillas de bok choy, como esta:
Esta receta se prepara en tan solo ¡10 minutos! Un plato de bok choy acompañado con un poco de
arroz blanco es una comida deliciosa, saludable y ligera.
Vamos allá...
Ingredients
bok choy - 500-600 g
ajo - 1 diente
guindilla - 1
salsa de soja - 5-6 cdas.
aceite de girasol - 3-4
Instructions
Separa las hojas de pak choy y lávalas bajo un chorro de agua fría. Escurrelas.
Puedes cortar ligeramente las puntas de las hojas, sobre todo si están amarillentas. Lo valioso del
pak choy son los tronquitos blancos. Las hojas son un pelín fibrosas pero yo lo como todo, como las
cabras. ¡Ja, ja, ja! No, probadlas. Cada parte de esta verdura es un regalo y puede apreciarse.
Lava la guindilla, ábrela por la mitad, quita de su interior las semilla junto con las nervaduras y
córtala en medias anillas. Pela y pica finamente el ajo.
En una sartén grande calienta a fuego fuerte 3-4 cucharadas de aceite de girasol y dora
ligeramente el ajo con la guindilla.
Añade en seguida pak choy, y saltéalo 1 minuto.
Añade 5-6 cucharadas de salsa de soja y sigue salteando otros 3-4 minutos o hasta que se
ablande ligeramente pero siga crujiente.
Apaga el fuego, retira la sartén y enseguida sirve acompañado con salsa sriracha y arroz.
pak choy con salsa de soja
Compra una salsa de soja que esté buena, preferiblemente de fermentación natural.
Tienes que ser rápido preparando esta receta. Hay que trabajar con el fuego alto y tener cuidado
que no se te queme ni el ajo ni el pak choy. Antes de empezar a cocinar, tienes que tener a mano, ya
preparados y medidos, todos los ingredientes: para solo ir echándolos a la sartén. No es
recomendable estar entreteniéndose midiendo 5 cucharadas de salsa soja y que lo que ya hay en la
sartén esté esperando…
¿Has visto alguna vez cómo trabajan los cocineros chinos en los
restaurantes chinos? Pues así de rápido y seguro tienes que cocinar tú ¡Y sin un jefe explotador
detrás!
Para saber cómo es por fuera la salsa sriracha puedes mirarlo aquí. Es una salsa picante riquísima.
Ideal para acompañar platos de comida china.
Espero que te animes a preparar pak choy y disfrutes comiéndola como hacemos los que sabemos
de su maravillosa existencia…
¡Saludos!
Boquerones al horno
Boquerones al Horno.
Si te gustan los boquerones pero no te gusta freírlos, ¡esta es tu receta!
Una receta más de mi colección de recetas de cocina turca. Se llaman (Hamsi buğulama)
Se hacen al horno, no dejan el olor en casa y salen riquísimo.
Los turcos acompañan estos boquerones con arroz blanco. A mí me gusta comerlos tanto con arroz
como con una buena rebanada de pan.
Apuntes sobre la receta de Boquerones al Horno.
Para preparar los boquerones al horno, hay que quitarles la cabeza con las tripas y la espina. En
las pescaderías tradicionales del barrio, o las que se encuentran en un mercado, normalmente
suelen limpiar los boquerones pero en las pescaderías que están en los supermercados no lo
hacen.
Si los boquerones son pequeños, a lo mejor no hace falta quitarles la espina pero si son grandes,
tal vez es mejor hacerlo. Pero ya sabes, eso lo decide tu gusto (a mi me gustan sin espina y a mi
esposo con).
Vamos a necesitar granos de pimienta rosa. Yo los he sacado del molinillo que lleva pimientas
variadas y que lo venden en todos los supermercados junto con otras especias.
La verdad que la pimienta rosa es muy aromática y muy agradable. Va muy bien con el pescado.
Nunca antes la había usado de forma autónoma.
También vamos a necesitar tomillo. Puedes usar tanto fresco como seco. El tomillo aporta a los
boquerones un toque muy bueno.
Ingredientes para hacer Boquerones al Horno:
600 g de boquerones
1 cebolla grande
4-5 tomates pelados y sin semillas (yo usé los de lata, que vienen enteros y pelados)
2-4 dientes de ajo
2 ramitas de tomillo fresco (o un par de pizcas de seco)
1-2 hoja de laurel
1/2 cucharadita de granos de pimienta rosa
sal
aceite de oliva
Limpiamos (si no nos han limpiamos), enjuagamos y secamos con papel de cocina los boquerones.
Añadimos tomillo y laurel y seguimos pochando otros 5 minutos ( ya verás que bien huele).
Horneamos durante unos 25-30 minutos o hasta que queden como a ti te gusten.
Fríos también están increíbles.
boquerones al horno
Si quieres, puedes cortar el merengue en dos y montar unos pastelitos. Te quedarán de cine
tambíen.
En el interior de brazo de gitano puse riquísimas fresas silvestres que crecen en el prado de al lado
de mi casa. Sin no las consigues encontrar ni en el prado ni en las fruterias, sustitúyalas con las
fresas troceadas, las frambuesas, las moras, los arándanos… o cualquier otra fruta que te guste y
que tengas a mano.
Forramos la bandeja que viene con el horno con papel para hornear.
En un bol ponemos las claras y las montamos a máxima potencia hasta que estén bien firmes (con
mi batidora tardé 3 minutos).
Añadimos el azúcar y seguimos montando hasta obtener una masa densa (me llevó 4 minutos).
Horneamos ¡vigilando! durante 30 minutos o hasta que por arriba aparezca una corteza de color
beige.
Recuerda que, para que la nata se monte bien, tiene que estar bien fría (haber estado mínimo 2
horas en la nevera).
Extendemos la nata por encima del merengue.
Ponemos la fruta.
Lo primero que vamos a hacer es marinar la carne con vinagre, agua, cebolla pimienta negra y
laurel. Es el marinado clásico, sencillo y de los más ricos para preparar las brochetas. Se usa mucho
en mi país de origen, Ucrania así como en una gran cantidad de otros países.
Vamos a dejar la carne marinando durante 2-3 horas a temperatura ambiente o toda la noche en la
nevera. Luego haremos las brochetas y las asaremos.
Me gusta poner bastante cebolla porque primero marinada y después asadita queda especialmente
rica. Mejor coge varias cebollas pequeñas que 1-2 grandes. Nos interesa que, las anillas de la
cebolla que vamos a cortar, tengan un diámetro pequeño y así no se caigan de las brochetas.
Para 4 personas
Removemos con cuidado, para no romper las anillas de cebolla, y tapamos con film transparente.
Tal y como expliqué arriba, marinamos la carne 2-3 horas o toda la noche.
brochetas de carne
Las servimos, por ejemplo, con salsa barbacoa (pincha aquí para ver como hacerla).
Y de acompañante… una ensalada de tomate sería genial 🙂
C
Cachopo de jamón y queso
Personalmente os lo ofrezco preparar con mozzarella fresca y queso azul. Os prometo que así está
de escándalo.
También tiene que estar hecho con una carne tierna y sin nervios.
Recomiendo utilizar pan rallado casero para obtener un rebozado crujiente y sabroso.
Mi cachopo midió 30 centímetros (me tocó recortar un poco las puntas de los filetes para que
entrara en la sartén). Lo comimos acompañado de unos pimientos de padrón, entre los dos, y
quedamos muy bien.
Es muy importante que esté bien hecho por dentro, con el queso derretido pero, sobre todo, bien
armadito.
Hay quien le gusta el cachopo con muuuuuucho relleno. Con las cantidades que indico sale uno
jugoso y equilibrado de sabor.
… mozzarella cortada en rodajas y queso azul desmigado. Lo tapamos con el resto de jamón.
Lo cubrimos con filete y lo apretamos muy bien.
Pasamos por harina: prestamos especial atención a los bordes, apretandolos con las manos para
sellarlos bien.
Pasamos por huevo batido.
Pasamos por pan rallado. Apretamos el cachopo muy bien, sobre todo los bordes, para que se le
pegue muy bien el pan.
Lo dejamos en reposo durante unos 15-20 minutos.
cachopo de
jamón, mozzarella y queso azul
La forma más tradicional de servir el cachopo es con unos pimientos de piquillo por encima,
acompañado de patatas fritas.
Calabacín al curry
Calabacín al curry ¡Sorprendente!
A dos minutos de mi casa había un cine. Todos los domingos por la mañana mi madre me daba 10
kopek y me iba al cine a ver un capitulo de «Nu, pogodí!».
Y por las tardes volvía al cine con mi madre, íbamos a ver una película y, de paso, comer helado
que servían en bonitas copas con sirope de chocolate y mermelada en la cafetería del mismo cine
(yo siempre pedía con doble de mermelada y sin chocolate).
Muchas de las películas que veíamos eran de Bollywood. Pero una de ellas me impresionó de tal
manera que la vi 2 veces: la primera vez con mi madre, y la segunda me dejo pasar la señora de la
taquilla que era mi amiga.
La película-musical se llamaba «Disco dancer». Amigos, con mis 7 años estuve disfrutando de la
música y llorando a la vez ¡durante 2 horas!… jajajaja. Así son las películas de Bollywood.
El curry de calabacín que os explico en esta receta se lo dedico a Jimmy, al protagonista de «Disco
dancer»! 😉
La cúrcuma tiñe mucho por eso mejor no manipularla con las manos o bien hay que ponerse unos
guantes.
Ingredientes:
700 g de calabacín
1 cebolla grande
2 dientes de ajo
1-2 guindillas
1 cucharada de curry
1/2 rama de canela
400 ml de leche de coco
1 cdta de cúrcuma
1 cdta de harina
sal
aceite de girasol
Rebozamos el calabacín.
En una sartén con aceite sellamos los dados de calabacín durante unos 4 minutos (2 minutos por
cada lado) y lo reservamos en una fuente.
En el mismo aceite sofreímos, a fuego medio-alto cebolla y ajo hasta que se vuelvan dorados.
Añadimos guindilla, canela y curry y rehogamos todo durante 30 segundos.
Cocinamos hasta que el calabacín este tierno pero firme. Durante unos 5 minutos
aproximadamente. Si tienes, al final puedes añadir un puñado de anacardos.
Calabacín al horno
Esta receta de calabacín al horno está genial. La hago muy a menudo porque sale un plato
superjugoso y sabroso. Es perfecto tanto para almorzar como para cenar. La carne de ternera y
queso que lleva lo hacen muy apetecible.
Apuntes sobre la receta Calabacín al Horno.
Compra unos calabacines que estén brillantes. El brillo determina su frescura. Si ves que el
calabacín no brilla, eso quiere decir que su mejor momento ya está en el pasado. Te recomiendo
que elijas unos de tamaño pequeño. Los calabacines pequeños tienen semillas pequeñas y tiernas.
Su carne es firme y densa. Al cocinarlos, salen más ricos que los grandes y conservan mejor la
forma .
Los calabacines que empleo en esta receta son de mi huerto. Es una variedad que tiene la piel de
color verde clarito. De sabor son casi idénticos a los calabacines habituales, a los que tienen la piel
de color verde oscuro.
Para gratinar los calabacines he rallado un trozo de parmesano. En vez de parmesano puedes
poner el queso que tengas a mano. Pero si puedes, compra un cachito de uno que sea duro y
sabroso, como old amsterdam o gruyer, o, incluso, una cuñita de queso tierno o de oveja… pon el
queso que te gusta comer.
Si quieres, la carne picada de ternera la puedes sustituir por la carne picada mita o, incluso, por la
carne picada de pollo.
Mi molde es de 26x16x4
Por encima ponemos la carne y la cubrimos con la mezcla de leche y huevo. Esta mezcla se
llama MIGAINE
Ponemos las rodajas de calabacín restantes.
Espolvoreamos con queso rallado y gratinamos 30-40 minutos. Si hace falta, los últimos 5 minutos
encendemos el grill y lo doramos por arriba.
Elije los calabacines de tamaño pequeño o mediano. Nunca compres grandes. Cuanto más
grande sea el calabacín, las semillas que lleva dentro también serán grandes y encima duras. Su
piel también será dura y la textura de su pulpa demasiado fibrosa.
Primero vamos a preparar un sofrito de cebolla y zanahoria y luego añadiremos el calabacín. Lo
rehogaremos unos minutos, hasta que se ablande, lo aderezaremos con ajo y eneldo y listo.
En esta receta, añadimos el ajo finamente picado al final de la cocción: se hará con vapor. Ya verás
que tratado de esta forma el ajo desprende un aroma muy delicado y agradable.
Eneldo es una hierba aromática maravillosa que en España se usa muy poco, de momento, y no
desde hace mucho tiempo. Principalmente se emplea para preparar el salmón marinado. Si no
conoces esta hierba, por el simple hecho de descubrir un sabor nuevo te la recomiendo probar. En
los supermercados grandes se puede comprar eneldo fresco sin problemas.
Ingredientes:
500 g de calabacines
150 g de zanahoria (1 grande)
1 cebolleta mediana
1 diente de ajo pequeño o la mitad de uno grande (el ajo sólo tiene que dar un toque pero no
dominar)
1 manojito de eneldo
sal
aceite
En una sartén, con aceite previamente calentado, sofreímos 1 minuto la cebolla y añadimos la
zanahoria.
Sofreímos todo junto, removiendo, hasta que veas que el aceite adquirió un precioso color dorado.
¡Momento importante!
El calabacín se pasa muy fácilmente. Por eso, en cuanto veas que las rodajas del calabacín han
cambiado de color y se han vuelto blanditas, retíralos del fuego.
Añadimos el ajo y el eneldo…
…y enseguida lo tapamos.
Pasados 5 minutos abrimos, removemos y servimos.
A la hora de cocción el calabacín soltará el jugo que junto con el sofrito se convertirá en una salsita
muy rica y ligera.
Sirve con un arroz blanco, con unas patatas cocidas o, incluso, con unos macarrones
Yield:2
Prep Time:10 minutes
Cook Time:6 minutes
PRINT
Es ideal para esta época del año, cuando casi todos estamos intentando quitarnos de encima esos
kilitos de más para lucir mejor cuando vayamos a la playa.
Para hacer la receta he empleado la técnica de salteado de verduras de la cocina china. El atractivo
de la técnica de salteado reside no solo en su rapidez sino en el punto de cocción de los alimentos
que se logra. Las verduras quedan muy jugosas y ligeramente crujientes. Mantiene perfectamente
su forma y apenas cambian de color.
Ingredients
calabacín - 500 g
ajo - 2 dientes
jengibre - 10 g
sésamo - 1 cdta.
salsa de judías negras y ajo - 1 cda.
salsa de soja - 1 cda.
aceite de sésamo - 1 cda.
aceite de girasol
Instructions
Lava el calabacín y cortalo en rodajas de 2-3 mm de grosor.
En una sartén seca, sin aceite, tueste a fuego medio el sésamo. Cuando empieza a saltar y
hacer el característico ruido entonces ya está. Apártalo del fuego.
Hay que actuar rápido, para que no se te queme el ajo. Tenga el calabacín a mano.
Siga salteando, a fuego alto, durante unos 4 minutos o hasta que el calabacín se ablande un
poco. Coge un trocito de calabacín por un extremo: si ves que se dobla, entonces ya está.
Adereza con aceite de sésamo y salsa de soja. Remueve.
Calabacín salteado con sésamo está riquísimo tanto servido solo, como con un arroz blanco.
La salsa de judías negras con ajo la venden en las tiendas de alimentación china. La puedes
sustituir con la salsa de ostras, la venden incluso en El Corte Ingles. Aquí te dejo la foto para que
veas como son estas salsas: a la derecha está la salsa de ostras, en medio está la sala de judías
negras y a la izquierda está el aceite de sésamo (compra una botellita pequeña).
Por supuesto que puedes usar aceite de oliva pero si quieres que tu salteado tenga el típico sabor
oriental, entonces mejor utiliza el aceite de girasol o el de cacahuetes.
Con esta misma receta puedes preparar otras muchas verduras, no solo el calabacín.
Espero que te animes a preparar el calabacín salteado y disfrutes mucho comiendo este
maravilloso y sano plato.
¡Un saludo!
Calamares en su tinta
Calamares en salsa de tomate
Caldo de pollo
Hoy vamos a ver cómo hacer un caldo de pollo de ensueño. Un buen caldo es una excelente base
para preparar infinidad de sopas y salsas. Es un básico que te puede sacar de apuros cuando
no tienes tiempo o ganas de enrollarse mucho en la cocina. Una taza de calentito caldo sienta de
maravilla al estomago en cualquier momento.
Vamos a ver cómo preparar un buen caldo de pollo.
Sería estupendo que para prepara el caldo usases un pollo de corral, los que son amarillitos.
De verdura recomiendo poner cebolla, apio, puerro y zanahoria. Digamos un «conjunto» clásico.
Esta vez no tenía puerro: lo sustituí con una cebolla roja. También puedes poner unas 2-3 chalotas.
De las especias pongo laurel, granos de pimienta negra, perejil y, a veces, el tomillo.
Ingredientes:
1,2-1,5 kg de pollo
2,5-3 litros de agua
1 cebolla grande
1 puerro grande
1-2 zanahorias
2-3 ramas de apio (depende del tamaño)
1-2 hojas de laurel
1 manojito de perejil
1 ramita de tomillo
1 cucharadita de granos de pimienta negra
sal
aceite de oliva
En cuanto rompa a hervir, hacemos el fuego bajito y cocemos el caldo de 1.30h-2h. Sin taparlo. El
agua tiene que ir evaporándose (y no hay que añadir más agua).
Lo meto en el caldo durante 15 minutillos. Pasado el tiempo quito la olla del fuego.
Cuando preparo caldo, siempre hago un poco de pasta y con el caldito recién hecho comemos esta
sopa, los tres: mi, esposo, yo y el perro (que cuando ve que hago caldo se vuelve toda loca, le
encanta).
Quiche Lorraine. Receta paso a paso ilustrado
Quiche Lorraine es un clásico que forma parte del recetario de las mejores recetas del mundo
desde hace mucho tiempo.
¡Os invito a prepararlo!
En su tiempo, yo lo hacia con masa comprada y estaba muy satisfecha con el resultado. Pero el día
que lo probé con la masa casera alucine con el resultado obtenido. El dicho «el secreto está en la
masa» nunca fue más cierto.
Otro detalle. Normalmente a la quiche se le añade queso rallado. Yo aconsejo añadir el queso en
cuadraditos de 1 cm porque, así, es otra historia, amigos.
Me explico: el queso rallado, al derretirse en migaine (mezcla de nata y huevos) hace que ésta
pierda su particular delicadeza; hace que la quiche se vuelva un poco «gomosa». El queso cortado
en cuadraditos sin embargo no se derrite sino que se funde ligeramente y, al morderlo junto con la
migaine, hace que la experiencia de cada mordisco que das sea inolvidable.
En principio el queso que se añade es el gruyer pero podéis poner el queso que más os apetezca.
Por mucho que el gordo que llevamos dentro te pida a gritos que pongas más bacon y más queso,
no caigáis en la trampa, su exceso puede desequilibrar la tarta.
Ingredientes:
Masa:
150 g de harina
Relleno:
3 huevos
75 g de bacon
sal
pimienta negra
nuez moscada
1 cucharita de mostaza
Molde es de 24 cm de diámetro.
Explicación, paso a paso:
En un bol tamizamos harina.
Añadimos 1/2 cucharita de sal y la mezclamos con harina.
Añadimos agua y con ayuda de una cucharada mezclamos todo y hacemos una bola. Al principio
añade solo 3 cucharadas de agua. Si consigues hacer una bola, no añadas la cuarta.
Con ayuda de las manos, apretando pero ¡sin amasar!, terminamos de formar la bola.
Cortamos el bacon.
Lo sofreímos en una sartén, sin nada, y lo escurrimos en una servilleta.
Salpimentamos.
Mezclamos.
Añadimos una pizca de nuez moscada y volvemos a mezclar. Ten cuidado de no pasarte con la
nuez moscada ya que es muy dominante.
Sacamos la masa de la nevera y con ayuda del rodillo hacemos un circulo.
Forramos el molde con la masa. Con ayuda del rodillo cortamos lo que sobra y volvemos a meter la
masa en el molde en la nevera 15 minutos mas.
Pasado este tiempo lo sacamos de la nevera, pinchamos la base con un tenedor en varios sitios y
ponemos encima de la masa un peso (unas legumbres o bolitas de cerámica especiales; es para
que, a la hora de hornearse, no se nos levante la masa) y lo metemos por 15 minutos al horno a
200C. El horno ha de ser previamente calentado al menos 20 min.
Pasados 15 minutos lo sacamos, quitamos el peso y lo volvemos a meter al horno durante 10
minutos más para que se seque la base.
Te quedará así:
Añadimos el queso y el bacon.
Añadimos la migaine y lo metemos al horno (a 200C en el centro del horno) unos 20 minutos para
que cuaje.
El punto perfecto de cocción es cuando el relleno (la migaine) este solidificado pero al mover el
molde tiemble un poco.
El amarillo tan precioso de mi quiche se debe a los huevos caseros que utilicé.
¡Qué aproveche!
E
Empanadillas rusas «Rasstegai»
Ensalada «Caprese»
Ensalada «César»
Ensalada «César» con langostinos
Ensalada de atún
Ensalada de col «Coleslaw»
Ensalada de huevo y caballa
Ensalada de lombarda con crutones
Ensalada de palitos de cangrejo, huevo duro y lechuga
Ensalada de rabanitos con yogur
Ensalada de rabanitos, pepino y queso feta
Ensalada de remolacha, huevo duro y cacahuetes
Ensalada de remolacha y alcaparras
Ensalada de remolacha y cebolla
Ensalada de repollo
Ensalada de tomate
Ensalada de tomate y huevo
Ensaladilla rusa
Erizos del mar con huevos de codorniz
Escalope de ternera «Vienes»
Espaguetis con almejas
Espaguetis con queso y pimienta
Espaguetis con salsa de perejil y ajo
Estofado de ternera
Estofado de ternera al curry
Estofado de ternera con enebro
Estofado de pollo
Estofado de pollo al vino tinto
F
Fabada asturiana
Fetuccini negros con gambas
Filetes rusos
Filetes rusos de cerdo
Filetes rusos en salsa
Flank steak (vacío de ternera al estilo americano)
Fruta con salsa de chocolate y coco
G
Guacamole de Lily
Galletas de nueces
Ganache de chocolate y limón
Guirlache de nueces
Guisantes con jamón
H
Habas con jamón y huevo escalfado
Helado crème brûlée
Helado de limón casero
Helado de limón casero 1
Helado de café casero
Helado de chocolate casero
Helado de nueces casero
Helado de vainilla casero
Higaditos de pollo encebollados
Hígado encebollado
Huevos con salsa aurora
Huevo duro al punto
Huevos revueltos con setas y parmesano
Huevos rotos
Huevo poché
J
Jalea de manzana y canela
Jamón asado al horno
Jamón asado al horno con miel
Judías verdes con chorizo
Judías verdes con tomate y carne
Judías verdes en salsa de ajo
Judías verdes rehogadas
L
Leche de coco casera
Lubina al papillote
Lomo al horno muy jugoso
Lomo curado casero
M
Macarrones con repollo
Macarrones con salsa de ricotta y albahaca
Macarrones gratinados con queso
Masa de pizza
Mazapán
Mayonesa casera
Mejillones en salsa picante
Merluza en salsa verde
Mermelada de higos con naranja
Mostaza casera
Mousse de fresas
Musaka
N
Nubes de fresas
Natillas caseras de miel
Ñ
Ñoquis de patata y cebolla tostada en salsa de albahaca
Ñoquis de queso fresco
P
Paccheri alla sorrentina
Palitos de calabacín
Pan casero «batón»
Pan casero ¡sin amasar!
Pan con masa madre
Pan de molde casero
Panecillos con aceite de oliva y semillas de amapola
Panna cotta de coco y fresas
Pasta alla norma
Pasta con tomate, atun y aceitunas
Pasta fresca de espinacas
Pasta rellena de cerezas
Pasta casera con máquina de Lidl
Pasta con gambas
Pastel con crema de limón y moras
Pastel de calabaza y pollo
Pastel de calabacín y queso
Pastel de chocolate con almendra y fresas
Pastel de cerezas
Pastel de cerezas y canela
Pastel de ciruelas pasas, nueces y yogur griego
Pastel de fresas invertido
Pastel de fruta «Dundee cake»
Pastel de higos frescos
Pastel de manzana miel y nueces
Pastel de melocotón
Pastel de naranja y almendras
Pastel de nueces
Pastel de pollo
Pastel de requesón y frambuesas
Pastel de semillas de amapola
Pastel de vainilla típico español
Pastelito soviético «La Patatita»
Patatas bravas
Patatas con setas
Patatas nuevas con sofrito verde
Paté de queso
Pavo al curry
Pimientos morrones rellenos
Pimientos morrones rellenos de arroz y champiñones
Pimientos rellenos de carne
Pitu de caleya guisado
Pizza turca (lahmacun)
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Pollo asado. Receta fácil y rica
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Pollo frito crujiente 2
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Postre de café
Postre de chocolate
Postre de chocolate blanco
Postre «Pavlova»
Potaje de judías verdes y patatas
Profiteroles (pasta choux)
Q
Queso casero para untar
Queso fresco casero
Quiche
R
Ratatoullie con huevo poche
Raviolis negros en salsa rellenos de gambas y requesón
Repollo gratinado
Repollo guisado con bacon
Risotto de jamón
Risotto a la milanesa
Rollo con mousse de fresas
Rollo de espinacas con roquefort y nueces tostadas
Rollo de chocolate
Rollo de nueces
Rosa hecha con mazapán
Rosquillas con crema de queso
S
Salmón marinado
Salsa barbacoa
Salsa boloñesa
Salsa de champiñones
Salsa de tomate y nata
Salsa de tomate para pizza
Salsa para pescado
Salsa roquefort
Sandwich de revuelto de erizos de mar
Savoiardi o lady fingers o bizcochos de soletilla
Schiacciata con grosellas rojas
Solomillo al horno
Solomillo al horno con patatas
Sopa «Borsch»
Sopa de acedera (o de espinacas)
Sopa de albóndigas
Sopa de verduras
Sopa de carne «Gaisburger marsch»
Sopa de huevo y parmesano
Sopa de setas de mi abuela
Sopa tom kha kai
Sopa wantan
Soufflé de queso
T
Tallarines chinos con verduras
Tarta «Boina vasca»
Tarta de albaricoques
Tarta de chocolate blanco e higos
Tarta de chocolate y albaricoque
Tarta de chocolate y dulce de leche
Tarta de chocolate y mascarpone
Tarta de chocolate «Praga»
Tarta de ciruelas pasas
Tarta de coco
Tarta de fresas con nata al limón
Tarta de fresas silvestres y té verde
Tarta de galletas y dulce de leche
Tarta de manzana y pera. Flognarde
Tarta de miel y nueces
Tarta mousse de chocolate
Tarta mousse de chocolate blanco
Tarta mousse de chocolate y mascarpone
Tarta de mousse de vainilla «Leche de pajarito»
Tarta de fresas y coco
Tarta de vainilla
Tarta «Selva negra»
Tartar de bonito con salsa tzatziki
Tiramisú con mascarpone
Tiramisú sin café
Tortilla de patatas muy melosa
Tortitas de patatas
Tortitas de queso (syrnyky)
Tronco de navidad
Trufas de chocolate