Pulsos Eléctricos para La Conservación de Alimentos
Pulsos Eléctricos para La Conservación de Alimentos
Pulsos Eléctricos para La Conservación de Alimentos
ALUMNO:
DOCENTE:
TECNOLOGIA AGROINDUSTRIAL
TUMBES – PERU
2019
Introducción
A lo largo de las décadas ha surgido la necesidad, de alargar la vida útil de los
alimentos, de tal manera que se logre una seguridad alimentaria y un alimento
libre de microorganismos, enzimas y agentes que lo puedan alterar. Sin embargo,
el uso más común es el de la temperatura, si bien garantiza la integridad del
alimento, causa alteraciones en el mismo perdiendo componentes y
características organolépticas en el proceso.
Así surge la necesidad del consumo del alimento fresco y natural, que contenga
sus características organolépticas, así como composición, comenzándole a darle
un mayor interés a las tecnologías emergentes, ente las cuales esta la que se
hablara en este trabajo, pulsos eléctricos.
Siendo considerada como una tecnología que no altera el alimento, pero que
ayuda a la inactivación y eliminación de los agentes alterantes de este, para esto
este proceso usa la electricidad, para la ruptura irreversible dela membrana de los
microorganismos, con el uso del tiempo y punto crítico de intensidad que puede
resistir el agente contaminante, teniendo en cuenta la no alteración del alimento,
esta técnica tiene su desventaja prácticamente en sus principios físicos y técnicos,
pero con la combinación de otras tecnologías se ha logrado excelentes resultados
en la industrias y su utilización en procesos de la agroindustrias, teniendo en
cuenta siempre el manejo en conjunto con otras técnicas.
1. ¿Que son los pulsos eléctricos?:
Los pulsos eléctricos son tratamientos no térmicos para la conservación de alimentos en
el cual se coloca un alimento fluido, semifluido o solido en una solución electrolítica entre
dos electrodos por periodos cortos de tiempo (menos de un segundo) y se aplica un
determinado número de voltaje que van de 20 Kv/cm a 80 Kv/cm para la inactivación de
microorganismos, 2.5 a 90 Kv/cm para la inactivación de enzimas y de 0.5 a 1 Kv/cm (Ho
et al., 1997; Van Loey y Hendrickx., 2002) para la extracción de compuestos intracelulares
(fincan y Dejmek., 2002; Lebovka et al., 2002).
Esta tecnología es considerada superior al tratamiento térmico convencional, debido a
que reduce grandemente los cambios que ocurren en las propiedades sensoriales (sabor,
color), y físicas (textura, viscosidad) de los alimentos (Quass, 1997).
Además de conservar los atributos sensoriales de los alimentos, los CEPAI no introducen
cambios químicos significativos en ellos y puede que no sean considerados como aditivo
alimentario. Por el contrario, es una tecnología efectiva, segura y limpia.
Los aspectos más importantes de esta tecnología son la generación de campos eléctricos
pulsantes de alta intensidad, el diseño de cámaras para el tratamiento del alimento, de tal
manera que éste reciba un tratamiento uniforme con un mínimo incremento de la
temperatura, y el buen diseño de electrodos para minimizar la electrólisis. Para generar
los campos eléctricos de alta intensidad se utiliza un banco de condensadores
conteniendo más de un condensador. Gran cantidad de esta energía se almacena en los
condensadores mediante la carga de una fuente eléctrica de corriente alterna, el voltaje
es entonces suministrado en forma de pulsos en la medida que el condensador es
descargado (Zhang y col., 1995).
Los campos eléctricos provocan la eliminación de los microorganismos, pero se requieren
varios factores esenciales para que esto ocurra, como el nivel o grado y la intensidad de
los campos eléctricos, aunque también se considera el lapso de tiempo del procedimiento.
Los campos eléctricos pueden originar que los microorganismos y diversas enzimas se
mantengan inactivos, esto se logra cuando la carga eléctrica afecta a las bacterias, es
decir, las cargas mínimas pueden no afectar a los microorganismos, pero una carga
intensa puede provocar que se detengan hasta el consumo. Las intensidades de las
reacciones eléctricas se mueven mediante lo que se denomina biológicamente membrana
celular. Cuando los campos eléctricos superan el valor crítico, se desarrolla cierta
cantidad de poros o grietas en el interior de la membrana celular, y por esas grietas se
introducen las cargas eléctricas.
Un efecto natural en los alimentos es que la permeabilidad de la membrana celular se
eleva, esto se puede revertir si el grado de poder o fuerza del campo eléctrico externo
permanece igual o es mayor al valor crítico. “El potencial transmembrana depende de
cada microorganismo, así como del medio en el que los microorganismos o enzimas
están presentes”.[ CITATION Mor12 \l 3082 ].
La aplicación de los CEPAI está restringida a aquellos productos alimenticios que puedan
soportar campos eléctricos de alta intensidad. La constante dieléctrica del alimento está
estrechamente relacionada con su estructura física y su composición química. Los
líquidos homogéneos de baja conductividad eléctrica proporcionan las condiciones ideales
para el tratamiento continuo con CEPAI Los alimentos sólidos también pueden ser
procesados con CEPAI en operaciones por lotes, siempre y cuando se evite la ruptura
dieléctrica en el alimento. Las burbujas de aire en el fluido alimentario deben ser
eliminadas cuando se usa este método, ya que, como soportan campos eléctricos de alta
intensidad, causan arcos eléctricos, que pueden dar lugar a daños en la cámara y en los
electrodos. En general, esta tecnología no es recomendable para el tratamiento de
alimentos sólidos que retengan burbujas de aire al ser colocados en la cámara de
tratamiento. Otra limitación es el tamaño de partícula de los alimentos sólidos. Para
mantener una operación de proceso adecuada, el tamaño máximo de partícula en el fluido
alimentario debe ser menor que la abertura de la región de tratamiento dentro de la
cámara.[ CITATION Fer01 \l 3082 ].
3.4. Energía
Al depender la conductividad eléctrica del alimento de la temperatura (Zhang y col.,
1994b), si durante el tratamiento varía la temperatura, se hace necesario considerar la
influencia que ejerce la temperatura en la conductividad, y por tanto en la energía
consumida debida al tratamiento. Schoenbach y col. (1997) y Heinz y col. (1999, 2002)
han observado que la energía necesaria para obtener un mismo nivel de inactivación de
E. coli y B. subtilis es menor al aumentar la intensidad de campo y al disminuir la amplitud
del pulso.
3.5. TEMPERATURA
La aplicación de cualquier tratamiento por PEAI genera un calentamiento que se transfiere
al medio o alimento, incrementándose su temperatura. A esta temperatura se le llama
“temperatura máxima de tratamiento” o “temperatura de salida”. Se ha comprobado
ampliamente la capacidad de la tecnología en inactivar microorganismos a temperaturas
no letales. Sin embargo, si para un mismo tratamiento (igual intensidad y tiempo de
tratamiento), se aumenta la temperatura del medio y por tanto la temperatura final tras el
tratamiento, se incrementa la inactivación (Jayaram y col. 1992; Jeantet y col. 1999;
Pothakamury y col. 1996; Wouters y col. 1999). Múltiples estudios han observado un
efecto sinérgico de la temperatura con los PEAI en la inactivación de microorganismos y
de enzimas (Álvarez y col., 2006; Amiali y col., 2007; Dunn y Pearlman 1987; Hülsheger y
col. 1981; Jayaram y col. 1992; Rodrigo y col. 2002; Sampedro y col. 2006a; Van Loey y
col. 2002). Este aumento de la inactivación puede ser debido a un aumento de la fluidez
de los fosfolípidos de la membrana plasmática, facilitándose la formación de poros.
4. Factores relacionados con el producto.
La composición del alimento o del medio de tratamiento tiene una influencia importante en
la efectividad de los PEAI desde el punto de vista de inactivación microbiológica. Los
factores relacionados con la composición de los alimentos se pueden dividir en: (i)
aquellos que, aunque no están relacionados directamente con el proceso de inactivación
por PEAI, influyen en el mismo (efecto sinérgico o efecto acumulativo) debido a sus
propiedades antibacterianas (pH, presencia de bactericidas); (ii) aquellas características
del producto que están relacionados directamente en el proceso de inactivación (fuerza
iónica, fuerza dieléctrica y conductividad iónica). Los estudios del efecto de uno de estos
factores en la inactivación por PEAI son complejos ya que generalmente, la modificación
de uno de ellos puede afectar a otro que esté relacionado con la capacidad de
inactivación. En general, al igual que ocurría con los factores biológicos, la influencia de
estos factores en la inactivación microbiológica no está clara por lo contradictorio de los
resultados publicados.
4.1. pH
Numerosos trabajos publicados (Vega-Mercado y col. (1996b), Dunne y col. (1996) y
García y col. (2005)) han puesto de manifiesto que una disminución del pH incrementa la
inactivación de microorganismos, variando el incremento en función de la especie
(Wouters y col., 2001).
4.6. Electroforesis
La electrólisis es un proceso electroquímico de descomposición de una sustancia
mediante corriente continua. Es resultado de reacciones electroquímicas en las que una
sustancia se oxida, pierde electrones, y otra se reduce, gana electrones. La electrolisis se
caracteriza porque la transferencia de electrones debe forzarse externamente, a
diferencia de las pilas voltaicas o galvánicas donde las reacciones son espontáneas y
producen tensión eléctrica.
5.1. Vitaminas
Existen numerosos estudios de efectos de los PEAI en vitamina C en zumo de naranja y
derivados (Ayhan y col. 2001; Ke-Fang y col., 2009; Sánchez-Moreno y col., 2005a;
Torregrosa y col. 2006a). Las pérdidas varían entre un 0,2% y un 15%, dependiendo de
las condiciones de tratamiento (tipo y número de pulsos, temperatura de tratamiento y
cantidad de oxígeno disuelto en el zumo). Torregrosa y col. 2006a modelizaron las curvas
de inactivación por PEAI de vitamina C en zumo de naranja-zanahoria (25-40 kV/cm; 30-
340 μs), no apreciándose claramente una relación entre intensidad de campo eléctrico y la
constante de degradación de vitamina C. Además de las menores pérdidas de vitamina C
en zumo tratado por PEAI que en el tratado térmicamente (Ayhan y col. 2001; Torregrosa
y col. 2006a), la evolución de su contenido durante el almacenamiento también es mejor
en el zumo de naranja y naranja-zanahoria tratados por PEAI (Ayhan y col. 2001;
Torregrosa y col. 2006). Bendicho y col. (2002b) procesaron por PEAI (18-27 kV/cm; 10-
118 pulsos de caída exponencial de 4 μs; y dos temperaturas de tratamiento
comprendidas entre 20-25ºC o 50-55ºC) leche desnatada y SMUF enriquecidas con
vitaminas (riboflavina, tiamina, ácido ascórbico y tocoferol). El ácido ascórbico fue la única
vitamina que sufrió pérdidas, un 28 % en leche desnatada y un 39% en SMUF, para
Antecedentes un tratamiento cercano a 500 J/ml. Por tanto, se observó un efecto
protector de los constituyentes de la leche en la destrucción del ácido ascórbico.
5.2. Carotenoides.
Diversos estudios se han centrado en el efecto de los PEAI sobre los carotenoides y
vitamina A, también en zumo de naranja y derivados. SánchezMoreno y col. (2005a) no
observaron modificaciones significativas al tratar zumo de naranja por PEAI (35 kV/cm;
750 μs) ni en el contenido individual o total de carotenoides ni en el contenido de vitamina
A. Sin embargo, Torregrosa y col. (2006b) al tratar zumo de naranja-zanahoria por PEAI
(25-40 kV/cm; 39-340 μs) o térmicamente (98ºC; 21 s), observaron que con ambas
tecnologías el contenido en vitamina A se modificaba, siendo mayor el contenido en el
zumo tratado por PEAI. Resultados similares se observaron al tratar por PEAI o calor la
bebida mezcla de zumo de naranja y leche (Zulueta y col., 2010a).
5.3. Proteínas.
El efecto de los PEAI en proteínas se ha estudiado principalmente en leche, huevo y soja.
Jeantet y col. (1999) y Fernández-Díaz y col. (2000) no observaron cambios permanentes
en disoluciones de proteínas de huevo ultrafiltradas y de ovalbúminas respectivamente, al
ser tratadas por PEAI. En el caso de disoluciones de β-lactoglobulina, mientras Pérez y
Pilosof (2004) observaron cambios en ciertas propiedades, como la temperatura de
desnaturalización y el índice de gelatinización, Barsotti y col. (2002) no observaron
agregación y desplegamiento de la proteína al ser tratada. Yingqiu Li y col. (2007) al tratar
proteínas aisladas de soja (SPI), observaron que las propiedades de solubilidad,
contenido en grupos sulfhidrilos libres (SHF) y reagregación variaban en función de la
intensidad de campo y tiempos aplicados, observando también la no ausencia de
modificaciones significativas en la estructura secundaria de la proteína.
7. Aplicaciones industriales
Cerón-Carrio, T., Palou, E., & Lopez-Malo, A. (23 de enero de 2013). pulsos electricos: fundamentos
y aplicaciones en alimento. Obtenido de https://www.udlap.mx:
https://www.udlap.mx/WP/tsia/files/No4-Vol-1/TSIA-4(1)-Ceron-Carrillo-et-al-2010.pdf
Saldaña, G. (8 de julio de 2009). Pulsos Eléctricos de Alto Voltaje (PEAV). Nuevas Tecnologías de
Conservación de Alimentos. Obtenido de el blog de bertus :
http://www.esebertus.com/blog/2009/07/08/pulsos-electricos-de-alto-voltaje-peav-
nuevas-tecnologias-de-conservacion-de-alimentos/
Sistema de aprovechamiento de la energía de las olas del mar . (21 de 0ctubre de 2016). Obtenido
de https://core.ac.uk: https://core.ac.uk/download/pdf/41799726.pdf