Reunidos en Füta Trawün
Reunidos en Füta Trawün
Reunidos en Füta Trawün
Walter Delrio
Ana Ramos
Larraya 3471
1439 Capital Federal
aramos@velocom.com.ar
1
Delrio, W. y A. Ramos 2006. “‘Reunidos en Füta Trawün’ Agencias políticas y alianzas identitarias
desde los parlamentos mapuche-tehuelche”. VIII Congreso de Antropología Social, Universidad Nacional
de Salta, Salta, 19-22 de septiembre.
2
Introducción
El caso de Cushamen2 es uno de los pocos en los cuales se aplicó la “ley del hogar” para
radicar grupos indígenas, ya que la norma originalmente había estado destinada a la
2
Sobre el caso de Cushamen puede consultarse, Delrio (1996, 2005), Ramos (1999), Finkelstein (1997).
3
“Y eran todos familiares de Ñancuche, eran todos compañeros, todos esos que vinieron
juntos. Y como eran todos como hermanos, así que ellos se repartían. Uno se hacía un
cabecilla por un lado, y otro por otro lado, porque antes había mucho camaruco (…)
Todos ellos eran cabecillas. Hacían dos camarucos, hacían dos o tres camarucos al año.
Antes se hacía mucho camaruco.”8
Han sido precisamente los pobladores de Vuelta del Río quienes han experimentado en
mayor medida los procesos de desalojo y expropiación por parte de algunos
comerciantes que llegaron a Colonia Cushamen. Acusadas de “intrusos” por quienes
poseen títulos de propiedad, son varias las familias de Vuelta del Río que, en los
juzgados chubutenses, actualmente defienden su derecho de posesión sobre las tierras
que siempre han ocupado.
3
Dentro de los límites oficiales reconocidos a la Colonia Pastoril Cushamen se radicaron no solo las
familias que componían aquel grupo inicial. Desde entonces, nuevas familias fueron llegando a la Colonia
y, luego de solicitar el premiso correspondiente, se radicaron en los distintos parajes.
4
Paraje que hace unos años se constituyó como comunidad mapuche tehuelche autónoma.
5
Según el testimonio de Miguel Cayú, quien nacido en 1885, dictó esta historia a Basilio Nahuelquir el 4
de marzo de 1967.
6
Con los primeros desplazamientos internos y matrimonios, llegan de la misma Colonia otros pobladores
como, por ejemplo, Juan Calfiqueo --casado con una hija de Ignacio Calfupan-- o Julio Huilinao --casado
con una hija de Carmen Calfupan.
7
“Ellos son los viejos más legítimos que vivían acá, los primeros viejos que llegaron” (Testimonio oral,
D. Calfupan 2004).
8
Testimonio oral, Comunidad de Cushamen 2001.
4
“cuando se trazan los límite entre Chile y Argentina... porque lo que se ve es que ellos
al salir del cautiverio hacen un compromiso con el gobierno, de que ellos podían habitar
toda la zona del Colorado para abajo pero con la condición de que ellos se hagan
argentinos. Cuando ellos se vienen a habitar acá en este sector, albergan nueve
comunidades, dentro de esas nueve comunidades estaban los Prane, Nahuelpan, y
otros”10
9
En el recuerdo de los actuales pobladores de Cushamen y Nahuelpan, estas primeras familias tenían
orígenes “paisanos, tehuelches y mapuches”.
10
Testimonio oral, Ana Prane 2005.
11
Testimonio oral, Corina Coraza 2005.
5
mientras que otros en el núcleo urbano de Esquel. La comunidad Prane, uno de los
grupos familiares que formaban parte del colectivo inicial, se encuentra en el presente
luchando por sus tierras que son reclamadas por el ejército argentino.
En ambos casos observamos que las medidas oficiales que involucran a las distintas
comunidades indígenas han concebido como única forma posible de comunidad a la
establecida por la categoría de “el cacique y su tribu”. Bajo este paraguas conceptual
han quedado englobadas las trayectorias --coincidentes pero disímiles-- de pertenencias,
alianzas y agencias indígenas. En la mayoría de los casos, los discursos hegemónicos
silencian las historias de arribo al definir una unidad tribal descontextualizada y en
términos de parentesco sanguíneo. Desde esta perspectiva, muchas familias aparecen
nombradas en la documentación como “restos de tribus” o como “indios dispersos”. A
estos grupos parentales –por quedar por fuera de la noción hegemónica de tribu- no se
les ha reconocido ningún tipo de representación autónoma y, en situaciones de conflicto,
se los ha calificado como “intrusos” de tierras fiscales.
Proponemos, para ello, seguir la figura del parlamento como instancia de articulación
política a través de un proceso atravesado por el sometimiento y la incorporación
indígena a la matriz estado-nación-territorio.
Werkenes y protocolos
La práctica del protocolo operó como lenguaje común a través del cual se desarrollaban
las relaciones entre distintos grupos parentales y entre diversas agrupaciones mayores.
Más allá de las diferencias idiomáticas y las dispares trayectorias de descendencia, este
código de etiquetas y normas fue un patrón de acción utilizado tanto por quienes fueron
denominados “tehuelches” como por los llamados “araucanos”.
“Al día siguiente de nuestra llegada se despachó a Tankelow y a otro indio para llevar
un mensaje a la partida de indios araucanos, o manzanares, que, según se suponía,
estaba acampada a unas pocas jornadas de distancia [...] Entretanto, como a las cuatro
de la tarde, los chasques regresaron, trayendo consigo a un indio araucano que fue
escoltado hasta nuestro toldo en debida forma, entre una multitud de curiosos, deseosos
todos de verlo, mientras el recién llegado se mantenía en una actitud grave e impasible.
Después de las ceremoniosas formalidades de costumbre, el hombre se sentó, y por
medio de un intérprete declaró ser hijo de Quintuhual, jefe que residía entonces a unos
cuatro jornadas hacia el norte”12
Los visitantes realizaban una evaluación grupal para decidir sobre la conveniencia del
lugar desde el que se enviarían a los mensajeros. Así por ejemplo, el extenso grupo
conformado entre otros por la gente de Casimiro y Orkeque --con el que se desplazó,
entre 1869 y 1879, George Musters desde la zona del Estrecho-- decidió que desde el
paraje denominado Cushamon (actual Cushamen, al noroeste de la actual provincia de
Chubut) debía anunciar su llegada a Foyel y a Cheoeque (Sayhueque) “cacique de las
Manzanas” (al norte del Limay, en el sur de la provincia de Neuquén). Al propio
Musters le fueron dictadas las cartas de presentación enviadas con los werkenes.
“escribí a dicho cacique una carta dictada por Casimiro, en la que, en frases bien
redondeadas y con mucha ceremoniosa palabrería, explicaba el hecho y las razones de
que hubiéramos unido a todos los indios, invitándolo a él a cooperar a ese fin.
A la mañana siguiente, una vez que se hubo leído y explicado la-carta a los caciques
reunidos, los dos mensajeros, que eran hijos de caciques, se presentaron con dos
caballos cada uno; y después que se les hubo dado algunas órdenes verbales,
emprendieron su viaje entre los aullidos de unas cuantas viejas y un toque de corneta.”13
Recíprocamente, Foyel envía a sus propios werkenes con una carta, escrita en
castellano, para el grupo visitante. Musters narra haber leído dicha misiva frente a todos
12
Musters 1964:268.
13
Musters 1964: 283.
7
El anuncio del arribo a través de mensajeros era una práctica extendida entre unidades
familiares, bandas pequeñas y agrupaciones mayores. También era utilizado por los
criollos que se adentraban más allá de la línea de fortines. Cuando Francisco Moreno
envió chasques a Sayhueque para anunciar su visita al País de las Manzanas detuvo su
marcha en el río Collón-Curá:
“en la madrugada del día 30 vimos la hoguera de paz en la cima de una colina, y un rato
después llegaron los chasques acompañando á un hijo del cacique, llamado Cachull,
quien, con dos indios mas, venian á saludarme de parte del Gefe, y anunciar al mismo
tiempo, que estaban pronto á recibirme.”14
“en seguida volvimos a formarnos para recibir el saludo [...] “[Ancatrir] marchaba a la
cabeza. Dirigiéndose al primer miembro de nuestra fila cambió con él los saludos de
costumbre. Luego se puso a parlamentar [...] cuando alcanzó a donde estaba Painemilla,
parlamentó con él más solemnemente y por espacio de más tiempo [...] los mocetones
de Ancatrir saludaban en pos de él; uno por uno daban la bienvenida a cada uno de
nosotros”15
An: y papá hacía de werkén, mi papá, por eso es que se iba a Cushamen
C: werkén, claro, werkén es el que hacía los mandados antes, llevar el mensaje, ya
estaban por desalojar acá cuando me mandaron a Cushamen para entregarle una carta a
Rafael Nahuelquir [hermano de Ñancuche Nahuelquir]. Yo era muchachito nuevo yo.
Iba con mensaje, porque Nahuelquir iba a ir a Buenos Aires. Cuando fue el abuelo
Mellao, un anciano que había acá, paisano que vive allá, de Tecka para arriba. Se fueron
juntos para Buenos Aires. Claro, se fue Mellao con él a Buenos Aires, Nahuelquir, y
Sayhueque, parece. Porque estos eran jefes, esos son parientes con los Sayhueque
también, la familia es muy larga”16
14
Moreno 1876:186.
15
Coña 1984:296.
16
Testimonio oral, Comunidad Prane (2006)
8
Territorio y representación
17
Este enunciado reproduce en el contexto de la entrevista una discusión previa entre uno de los werken
de Vuelta del Río y el presidente del INAI sobre las personas autorizadas para hablar en nombre de su
comunidad. La postura de este joven mapuche consistió en desautorizar a cualquiera que no sea miembro
de la misma --o que no fuera explícitamente enviado por la gente-- y, simultáneamente, autorizar a
“todos” sus miembros para hablar en nombre del resto frente a las autoridades o los medios (Testimonio
oral, werken 2005).
18
Moreno 1969: 104-105.
19
Coña 1984: 273.
20
Martha Bechis 1989.
21
Más recientemente Julio Vezub (2005) plantea la idea de “Las Manzanas” como una red egocentrada en
el prestigio y proyecto de Valentín Sayhueque.
22
Sobre el tipo de liderazgo ejercido por Sayhueque puede consultarse los trabajos de Bechis (1999),
Delrio (1996) y Vezub (2005). En este trabajo no intentamos definir al mismo dentro de una tipología de
clases de liderazgo, al respecto la bibliografía mencionada discute sobre la posibilidad de considerarlo
como una “jefatura de nuevo tipo” o aún dentro de la lógica segmental, atravesada por el “efecto sesgante
de las relaciones con una sociedad estatal”.
9
“El gran toldo donde Shaihueque, su familia y los caciques invitados debían pasar los
tres días de la fiesta, había sido construido con los mejores y más vistosos tejidos que
durante el invierno habían hecho las chinas, y las enormes lanzas que lo sostenían, en
número de cuarenta, habían sido pintadas de rojo y adornadas con plumas y gallar-
detes.”24
Por un lado, el mismo itinerario fue modelado por las relaciones sociales previas,
establecidas con otros grupos, de acuerdo con los diferentes grados de afinidad y de
elementos culturales compartidos. Por el otro, a través de la práctica del parlamento se
fueron construyendo nuevas representaciones y unidades territoriales en función de los
intereses comunes y las alianzas contextuales.
23
Musters comentaba: “era evidente que se consideraba, y no sin razón, superior a todos los caciques,
aunque éstos no estaban sujetos a él.” (Musters1964:314). Moreno, por su parte, señalaba: “Convencido
de su elevada posición y poder sobre los demás caciques, se considera superior á todos estos” y que no se
decía gobernador ni general sino “gobierno de las manzanas”(Moreno 1876:192)
24
Moreno 1969:120.
10
inmediaciones del Chubut, pasaran a un lugar llamado Teckel, y de allí a Las Manzanas,
para unirse con los indios araucanos, algunos de los cuales se habían comunicado ya
con nosotros y habían prometido enviar mis cartas, por la vía de Las Manzanas, a Río
Negro.”25
Cuanto mayor es la distancia con respecto al punto de inicio de la marcha, mayor y más
heterogéneo es el colectivo representado por Casimiro26. Musters sostiene que la
diplomacia de Casimiro “lograba conciliar a todas las partes, y el resultado de ella se
veía en los arreglos amistosos hechos en el parlamento y realizados después con buen
éxito.” Incluía en ello a las que define como no siempre pacíficas relaciones entre “los
tehuelches de la Patagonia y los indios araucanos de Las Manzanas.” Así, cuando se
encuentra y parlamenta con Foyel:
25
Musters 1964: 183-4.
26
Por ejemplo, Musters narra: “el consejo se disolvió, pero volvió a reunirse al día siguiente, a la llegada
de Crime con los diez toldos que se esperaba; y Quintuhual convino al fin en que su partida se uniera a los
tehuelches y siguiese, bajo él pendón de Casimiro, hasta Las Manzanas” (1964: 273-4)
27
Musters 1964:290.
28
Musters 1964:290.
29
Incluye una lista en que están entre otros Juan Ñancucheuque, Yanka Kirque, Neculmanque,
Curchuinca, Cayuin, Santul, Tacumán, Inacayal Toijel, Chagallo, Meli, Paillaleuf, Caniumill, Liempan.
(Moreno 1876: 194-5)
30
Moreno 1876: 192.
11
toldo aparecen como perteneciendo indistintamente a una u otra de las “naciones” que
enumerara.31
Sayhueque aparece como uno de los principales representantes de los grupos reunidos
en parlamento en las Manzanas. Junto con Ñancucheo, Inacayal y Foyel, tenían
convenios firmados con el gobierno nacional hacia 1872. No obstante, la instancia
colectiva era donde se decidía qué acciones concretas los mantendrían unidos y cuales
no.
“Eduardo Prane fue uno de los lanceros de Sayhueque. Claro, porque desde que el
abuelo sale del cautiverio, Eduardo Prane, cuando se lo llevan cautivo él había sido
lancero de Sayhueque como… junto con… como fue Purrán, y lo agarraron en un
enfrentamiento por Río Colorado, pierden y se lo llevan cautivo. Y después, cinco años
estuvo en el cautiverio, después se viene de la provincia de Buenos Aires, según lo que
me comentaban a mí, que se viene en un rosillo moro.”34
31
Dice Moreno: “En la [toldería] de Nancucheuque [mapunche según Moreno], asistí á un parlamento
con el cacique Quinchauala [picunche según Moreno], [...] También asistí á un huecu-ruca, fiesta que se
celebra con motivo de la primera menstruación en la mujer india” (1876: 194)
32
Moreno 1876: 192.
33
Moreno 1969: 105.
34
Testimonio oral, José Prane 2005.
12
La experiencia de aquellas personas no sólo estaba situada en los sucesos de los años
recientes, sino que estaba enraizada en la experiencia de los linajes. Experiencias de
lucha y de enfrentamiento con proyectos hegemónicos coloniales y estatales, y de
formación de colectivos más amplios en diferentes contextos de relación. De este modo,
Sayhueque explica a Moreno que más allá de la relación de amistad que pudiese haber
ellos establecido, de ninguna manera podía permitirle el paso hacia Chile “alegando que
sus antepasados nunca habían consentido en ello”. Sayhueque manifiesta, a través de su
interpretación del mandato de los antepasados, sus dudas con respecto al propio Moreno
expresando que no sabía en definitiva que intenciones tendría Moreno ya que la política
de los estados chileno y argentino era unirse para pelear a los indios.
El recuerdo de los antepasados evoca tanto las luchas sostenidas como las derrotas. En
estas memorias situadas en el presente de conquista, no sólo se actualiza un colectivo
amplio de pertenencia indígena --el enfrentamiento es “españoles/criollos vs.
indígenas”— sino que no se conciben límites internos rígidos entre espacios físicos
discretos. Así, el mismo Sayhueque le recordaba a Moreno sobre “los territorios que los
blancos les habían quitado, y que él era demasiado bueno permitiendo que poblaran en
Patagones y Chubut sin su consentimiento.”37 Refiriéndose a dos enclaves, uno de fines
del siglo XVIII y el otro, la colonia galesa del valle del Chubut de 1865. En ambos
casos se trataba de puntos distantes a su localización habitual.
35
Parlamento a orillas del Ya-la-ley-curá, en Moreno (1969:118).
36
Musters 1964:308.
37
Moreno 1876:191.
13
El segundo episodio ocurre unos años después, en 1881, cuando luego del primer
avance de las tropas estatales sobre el norte de la Patagonia se produce el último
levantamiento general de los pobladores de la Araucanía. Pascual Coña recordaba que:
“el primer impulso lo dieron los caciques pehuenches (argentinos) en un mensaje al
cacique chileno Neculman de Boroa, con el contenido de que prepararan la guerra en
Chile, así como ellos, los caciques pehuenches, se alistaban en la Argentina.” Los
mensajeros eran enviados por Sayhueque, Namuncura, Foyel y Ancatrir. Junto con ellos
se enviaba un cordón con nudos que indicaba el día en que estallaría el malón general.
Al llegar los mensajeros se llama a junta y se hace el parlamento donde se acuerda con
la medida. Neculmán concluye dirigiéndose al mensajero: “he aquí la contestación de
mis caciques, ya la oíste”.39
Dos cosas nos interesan destacar de estos ejemplos. En primer lugar, en la crónica de
Coña, el término pewenche es utilizado en la versión trascripta en mapuzungun para
referirse a toda aquella persona o población indígena localizada físicamente en el lado
oriental de la cordillera. También utiliza el término mapuche para referirse a todos ellos.
Asimismo, cuando Coña habla del lado occidental de la cordillera utiliza los términos
nuluche y nulu-mapu. Wilhelm de Moesbach traduce estas palabras como “argentinos”
en el primer caso y como “chilenos” y “Chile” en el segundo. Tanto Coña como
Moesbach -podemos pensar que por distintas razones- consideraban a la población
originaria de ambas vertientes como colectivos a los cuales les sería posible la
aplicación de una categoría englobadora haciendo referencia a su localización física
(este u oeste de los Andes). No obstante, mientras que para Moesbach se trata de
pertenencias nacionales distintas –y dicotómicas- de los grupos indígenas, para Coña
todos ellos forman parte del concepto de gente –che- en clara oposición con el wingka
38
Moreno 1969:107-8.
39
Coña 1984: 270-2.
14
“El día siguiente se pasó en otro parlamento, o, como dicen los indios ‘aix’, y todos
convinieron en ponerse a las órdenes de Casimiro con el objeto de defender a Patagones
en el caso posible de una invasión de los indios de Reuque o Callfucurá, de la región
situada al norte del río Negro, Todos los presentes reconocían la necesidad de defender
a Patagones, porque, si esa población llegaba a ser destruida, no habría mercado para
sus pieles, etc.”40
40
Musters 1964:186.
41
Musters 1964:277.
42
Musters 1964:312.
15
hostilidades a Bahía Blanca y haciéndole saber que Cheoeque protegería la orilla norte
del río Negro y cuidaría a Patagones por ese lado, mientras que Casimiro garantizaría el
sur”43
Musters señalaba que todas las partidas tehuelches estaban unidas con fines políticos,
que no rendían vasallaje y que si convenían en obedecer a Casimiro no estaban: “unidos
entre sí políticamente como los pampas o araucanos, sino por medio del matrimonio o
de la asociación voluntaria”. Afirmaba que “su cuidado natural es la independencia, y
tienen ideas un poco insubordinadas como la de que ‘un hombre es tan bueno como
cualquier otro’”. Sin embargo, todas las partidas, por pequeñas que sean: “están cuando
viajan bajo el mando de un cacique o gownok, al que a veces se designa también con el
epíteto más atrayente de yank, o padre; pero su influencia se limita muy frecuentemente
a ordenar la marcha y la caza.”44
Si bien, tanto Musters como Moreno describen a Sayhueque como un líder poderoso, en
distintas oportunidades también señalan que el cacique principal debía aceptar las
decisiones del “consejo de capitanjeos viejos” o del parlamento, aunque estas difiriesen
de sus deseos explícitos: “Say-hueque y Nan-Cucheuque [...], se mostraron muy
disgustados, haciéndome decir por el intérprete que no podian desobedecer á los
ancianos, quienes, en todas ocasiones, son sus consejeros.”45
Más allá de las diferencias existentes entre los grupos con respecto a su construcción de
poder y prestigio, es posible pensar, hacia fines del siglo XIX, en una política indígena
que, anclada en códigos comunes, permitió poner en práctica estrategias generales. El
parlamento constituyó una instancia mayor de integración en la que se consensuaban
acciones específicas, donde se establecían relaciones a largo plazo y a partir de la cual
se creaban alianzas sobre la base de la identificación particular y las autonomías de cada
uno de los grupos participantes.
Las campañas militares llevadas a cabo por los estados argentino y chileno sobre el
territorio indígena de las Pampas, Araucanía y Patagonia entre 1878 y 1885 operaron
coordinadamente por lo menos en un punto. Ambos gobiernos coincidieron en que la
sociedad indígena debía ser concebida como una unidad sobre la cual se debería actuar
simultáneamente desde distintos frentes, con el objeto de romper las relaciones
transcordilleranas. Los acuerdos previos entre ambos estados habían colocado a la
cordillera de Los Andes como hito central para trazar la futura frontera bi-nacional. En
este sentido, se irá construyendo como hegemónica la separación dicotómica, no sólo
del espacio geográfico, sino de la membresía de las personas a una u otra ciudadanía.
Así, luego de las campañas militares, la población originaria, en ambos lados de Los
43
Musters 1964: 318-9.
44
Musters 1964: 258-259.
45
Moreno afirma que:”El consejo de los capitanejos viejos, resolvió que yo no traía buenas intenciones y
que no debía permitírseme que paseara por los campos antes que hiciera algo por ellos en Buenos Aires, y
que regresara á Patagones; no aceptando la proposición de Shay-hueque de concederme licencia para
cruzar á Mendoza. Decían que ellos hacian demasiado con suspender la invasión y que debia contentarme
con esa generosidad” (Moreno 1876:194)
16
Al respecto, Coña señala que Painemilla, en Chile, llegó a saber que los caciques
argentinos (pewenche) habían sido reducidos a prisión: “Vino a verlo el cacique
Nahuelquir con su hijo Namcuse; ellos lo informaron sobre el rumbo que tomó el malón
en la Argentina y la detención de los indígenas argentinos. En vista de tal noticia se
decidió Painemilla a viajar a la Argentina y a hablar con el presidente”48. En el relato se
sigue un itinerario que primero incluye una negociación en Santiago de Chile con el
presidente Santamaría -quien no “hizo caso de su informe”- y luego el viaje a Buenos
Aires junto con Ñamcuche, quien integraba el grupo y “junta de Sayhueque”49. Este
relato tiene puntos de coincidencia con el que se recuerda en la comunidad de Colonia
Cushamen en el que Miguel Ñancuche Nahuelquir, luego de las campañas militares, se
dirigió primero a Santiago de Chile para negociar -obteniendo como respuesta que debía
dirigirse al gobierno argentino- y finalmente a Buenos Aires.
El protocolo del parlamento incorporó algunos cambios en relación con los nuevos
contextos políticos y militares. Puesto que los grupos estaban concentrados bajo el
46
A este respecto nos remitimos a los trabajos de Enrique Mases (2002), Diana Lenton (1992, 2006) y
Walter Delrio (2005)
47
En el caso de Namuncura y su gente, por ejemplo, existió una verdadera disputa entre las comandancias
de ambos ejércitos para que el cacique y los suyos quedaran en sus respectivos territorios. Al punto que la
documentación del ejército chileno maneja el traslado final de Namuncura hacia el lado oriental en
términos de “secuestro”, perpetrado por el convencimiento del cacique a través del engaño por parte de
espías argentinos.
48
Coña 1984: 289.
49
Coña 1984: 304.
17
control del ejército era el jefe militar del destacamento el encargado de chequear los
papeles de los visitantes. Así cuando el grupo formado por Painemilla y Coña visita a
Ancatrir y su gente en la waria de Junín de los Andes debieron dirigirse al comandante
de plaza y entregar los pasaportes: “El señor contestó: ‘Bueno, aquí no lo retiene nada;
póngase en marcha nomás’”50. Luego se dirigieron hacia el Rio Negro “nos pusimos en
marcha para visitar al ilustre prisionero Chaihueque”.51 A pesar de su condición de
prisionero, Sayhueque reúne a toda su gente a caballo:
En la junta en el Río Negro acordaron un plan común y el viaje a Buenos Aires fue una
de las estrategias consensuadas. Esta acción se realiza sobre la base de la ayuda y la
colaboración de muchas otras personas que no necesariamente pertenecían a los grupos
de Sayhueque y Painemilla ni estaban emparentados o relacionados previamente con
ellos. Cada vez que la comitiva detiene la marcha en un punto poblado ellos buscan una
ruka de mapuche donde hacer la parada. Esto sucede en Viedma, Bahía Blanca y en
distintos puntos del camino, donde solían descansar: “nos alojamos en una ruca de
50
Coña 1984: 297.
51
Coña 1984:303.
52
Coña 1984:303-4.
53
Coña 1984: 294-5.
54
Ibidem.
55
Coña 1984:304-5.
56
Coña 1984:304-5.
18
“Al fin llegamos a la parte norte de Viedma. Un extranjero [winka] nos albergó y nos
vendió algunos víveres. Al otro día buscamos indígenas [mapuche]; hallamos una ruca
y nos establecimos ahí. Quedamos bastante tiempo, unos seis o siete días. Tenemos un
mismo idioma con ellos, aunque son diferentes algunas expresiones”58
En visitas posteriores a los sobrevivientes del País de las Manzanas, los salesianos
describieron las juntas realizadas por los indígenas atribuyéndoles sólo un carácter
ceremonial/festivo, vinculado con sus “creencias supersticiosas”. Cagliero dejó su relato
sobre una reunión realizada en General Conesa, sobre el Río Negro en la cual
participaban gente de Sayhueque, Ñancucheo y otros caciques. El salesiano dice haber
presenciado un camaruco, en el cual se discutió la posición de Sayhueque como líder
indígena. Pone en labios de una machi a la que llama “perimontán” un discurso que
critica a Sayhueque y coloca a Ñancuche como el nuevo “elegido” por dios para
conducir a los suyos59:
“Yo he visto a Sayuhueque cuando era poderoso. Dios me llamó a juzgarlo. Tú has hecho
injuria a tus hermanos. Has robado también caballos á tus paisanos. Y has tenido cuatro
mujeres. Yo te he visto, y Dios te ha castigado. Dios no ama a quien se embriaga. Tú
siempre serás pobre, porque siempre te emborrachas. Tú no serás más cacique.”60
“Desde que se meció tu cuna fuiste valiente. Tu padre fué cacique, y tú capitanejo. Has
sido humilde para con los cristianos. Dios te ha protegido. Tú has desarmado á Sayhueque.
Sayhueque ante la fuerza se rindió. Porque Dios velaba por tí. Te ha dado campo. Ha
desatado benéfica lluvia sobre tu campo. Alejó la peste de tus ovejas. Has hecho extraviar
57
Coña 1984: 322-3.
58
Coña 1984:307.
59
“[...] Sayhueque, el destronado rey de la Pampa y el cacique más poderoso de la Patagonia, quiso arengar á
su antigua tribu y dijo: Yo poseía anchurosos campos, y Dios mandó la sequía; tenía caballos y Dios mandó á
los cristianos que me robaron todo. Era rico, y ya no lo soy. Los vientos han destruido mis toldos, el sol ha
agostado la tierra, ¡Y Sayhueque se ha vuelto viejo, pobre y desterrado lejos, muy lejos! (Vignati 1966: 71-
74).
60
Ibidem.
19
‘Muchos piensan que Dios no ama al pobre y que detesta al Indio, pero Dios me
dijo que nos ama con preferencia y que odia al rico que nos roba y nos
maltrata.’62
No sólo dios hablaba con ella sino que presuponía que el dios cristiano tendría que estar
a favor de los indígenas y en contra de quienes les habían quitado todo. Por lo tanto,
Cagliero no duda en concebir a esta mujer como inspirada por el demonio y la llama
“bruja”. El cronista desacredita a la machi y a cualquier tipo de liderazgo espiritual dentro
del grupo indígena, contraponiéndolo con el liderazgo paternal y ejemplar del cacique que
no asiste al camaruco.63 Sin embargo, la postura de Ñancuche --quien en la práctica nunca
dejó de levantar el ritual de su familia—respondía a la estrategia de transformar esa
relación de poder en un canal de negociación. Su prestigio como cacique dependía, en gran
medida, de la posibilidad de generar nuevos espacios de negociación. Como sostenía la
machi del grupo de Ñancuche –de acuerdo al texto de Cagliero– el reclamo de este cacique
consistía en enfrentar las injusticias presentes de los ricos. Se denunciaban, de este modo,
las relaciones de explotación que se proyectaban en el nuevo espacio social. Sayhueque,
por su parte, llevaba adelante otro tipo de estrategia. Aparentemente, ésta radicaría en el
reclamo por el incumplimiento de previos acuerdos y tratados y en enfrentar el mismo
proceso por el cual de ser ricos ahora eran pobres.
No sólo los misioneros procuraban influir en la posición interna de los líderes indígenas.
La percepción que más allá de las condiciones de sometimiento los grupos aún debían
ser controlados para evitar cualquier intento de rebeldía u oposición al nuevo orden
impuesto era una preocupación compartida por las autoridades de los territorios. Hacia
noviembre de 1895 el gobernador de Chubut, Eugenio Tello, y el padre Bernardo
Vacchina realizan un viaje al oeste del territorio preocupados por los rumores de que “la
61
Vignati 1966: 74. Helena Nahuelquir comentaba en relación con este “himno” de Ñancuche: “Y bueno
este está bien nomás, porque el finado abuelo de nosotros por sí solo no habrá dentrado porque dios, dios
le dio esa facultad” (Helena Nahuelquir 1996)
62
Vignati 1966: 72. El destacado me pertenece.
63
Otro ejemplo de esta estrategia se observa en el caso de la rebelión de Cayupul, durante la cual el misionero
Vacchina le recomendaba al cacique Sacamata alejarse del “adivino” Cayupul: “¿Sabes lo que dicen de ti?
Que no sirves para nada, porque te has dejado arrebatar el mando, y no eres capaz de hacerte respetar por
Cayupul y su favorito Salpú”. Bollettino Salesiano, septiembre 1896. En: Paesa (1967: 300-301).
20
tribu de Sacamata estaba conmovida por las intrigas de un ‘adivino’”. La noticia de que
“la indiada estaba preparando un malón” había corrido y ocupado a las autoridades.64
Incluso llegaron a Rawson rumores afirmando que “toda indiada de Chubut y Santa
Cruz, desde el cacique Mulato hasta Quinchamal de río Senguer estaban coaligados para
llevar un malón a las fuerzas del Gobernador. Y que estaban armados de Winchester”.65
Luego del período de confinamiento, los grupos de familias liberadas atravesaron por un
largo peregrinaje que los fue llevando por una geografía parcelada en vías de
privatización. Los testimonios orales recuerdan la fuga de aquellos campos, los
traslados y los desalojos, hasta la llegada de los abuelos al espacio de las actuales
comunidades. En este recorrido, por ejemplo, se fueron formando las alianzas y
relaciones que definen a las comunidades actuales de Cushamen y de Nahuelpan. En
estos casos, como en otros, también se mantuvieron afinidades políticas y parentales
previas.
“Porque él dice mi abuelo, dice que al final ese Ñancuche quedó porque eh... ganó el
pleito de la tierra, porque lo querían sacar de la tierra ¿no?, no le querían entregar, pero
él pidió esfuerzo que tenían que darle la tierra para poder vivir. [...] así don Ñancuche
hizo todo lo que pudo él, hizo todos sus trámites como corresponde, y juntó a sus
personas, entregaron la tierra y tuvieron que venir a la tierra de a pie [...] todos
vinieron”.67
Del mismo modo, también se recuerda como decisión colectiva otras medidas
específicas, como el acuerdo sobre enviar a un hijo de Ñancuche (finalmente fueron
dos) a estudiar a Buenos Aires:
“mi abuelo me dijo lo mismo, hicieron una recolecta de plata para poderlo mandar a
Buenos Aires a hacerlo estudiar […] Además vio que hicieron como hacían antes, la
antigüedad de antes, que eran muy unidos, había muchas uniones, uno decía una cosa y
se hacía todo parejo, aliarse uno con otro”68
Estas prácticas por las cuales los abuelos tomaban decisiones grupales son recordadas
en el presente también como “parlamentos”:
64
Entraigas p. 105-106.
65
Noticias a las que se les ha dado crédito ya que se preparó un cuerpo armado para la supuesta defensa
(Ibidem p. 108).
66
En un artículo de la revista Caras y Caretas del 24 de junio de 1899, también se menciona que
amenazados por el avance de un estanciero próximo, la gente de Cushamen decidió en una junta que el
hermano de Ñancuche, Rafael Nahuelquir, se conchabase como “cadenero” con los agrimensores, para
conocer la legislación vigente sobre tierras.
67
Testimonio oral, Cushamen 2001.
68
Ibidem.
21
“se ve que hacían los Parlamentos, porque hay escritos donde figuran varios lonkos, y
que le dan un aval al abuelo Emilio Prane, con otra persona más, me parece, para que
hagan trámites de tierras [...] en el año 24 Troquel Sayhueque le da una autorización,
hicieron un parlamento y le dan autorización donde lo declaran lenguaraz”69
De acuerdo con lo dicho hasta aquí, consideramos que, por un lado, los procesos de
formación de comunidad son más el resultado de estrategias grupales que del
desempeño unilateral de un determinado cacique. Por otro lado, que si bien cada uno de
estos grupos se fue conformando en el proceso que se inicia a partir del sometimiento,
muchos años después de la radicación todavía se ponían en práctica las experiencias de
articulación previas entre los linajes. En este sentido, los descendientes de Sayhueque
pueden considerar a Prane un vocero legítimo para representarlos en Buenos Aires.
“dice que iba mandado con una carta cuando el finado Emilio iba a viajar a Buenos
Aires… viajaban me parece que con Ñancuche […] el abuelo fue a querer parar el
desalojo… que querían ver si podían hacer algo para parar el desalojo… dice papá que
lo fue a dejar a Ñorquinco, en Ñorquinco agarró y cruzó y fue y pararon en la casa de
Rafael Nahuelquir, y ahí le hizo una nota, un escrito para pasar, para el presidente…
una ayuda para parar el desalojo”70
69
Testimonio oral, Comunidad Prane 2006.
70
Testimonio oral, José Prane 2005.
71
Baroni y Saubidet al Ministro Cárcano, Esquel 5/7/37. Instituto Autárquico de Fomento Rural de la
Provincia de Chubut, Rawson, Exp. 5754-1947 (781). Tercer Cuerpo, F. 369.
22
Más allá de los intentos hegemónicos por definir los límites de las pertenencias grupales
de la población originaria sometida, existe una experiencia social sobre dichos procesos
de articulación y de alianza que, en el presente, orienta el sentido de las prácticas
políticas. La práctica del parlamento es uno de los lugares sociales donde se materializa
la memoria colectiva sobre las luchas de los antepasados. En este sentido, opera como
un marco culturalmente significante para interpretar el pasado desde las imágenes y
testimonios heredados. La realización actual de los parlamentos propone interpretar los
diferentes contextos de sometimiento y subordinación atravesados por los linajes
mapuche-tehuelches desde el conocimiento de la agencia indígena.
El 25 de mayo de 2003 se realiza en la comunidad de Vuelta del Río (uno de los parajes
de Colonia Cushamen) un parlamento de comunidades y organizaciones mapuche-
tehuelches de la provincia de Chubut. Las tierras que estas familias ocuparon desde la
fundación de la Colonia están en litigio con un bolichero de la zona y, en ese momento,
la policía había intentado el desalojo de una de las familias con procedimientos
extremadamente violentos. Un año después, en abril de 2004, se realiza otro parlamento
en la comunidad Prane (Boquete Nahuelpan) en las tierras donde al día de hoy aún
existe un conflicto con el Ejército Argentino.
72
Hasta el día de hoy se han realizado cuatro Parlamentos Mapuches en la provincia de Chubut: I
Parlamento en la comunidad Vuelta del Río los días 25 y 26 de mayo del año 2003; II Parlamento en la
comunidad Buenos Aires Chico los días 11 y 12 de octubre del año 2003; III Parlamento en la comunidad
Prane los días 18 y 19 de abril del año 2004; IV Parlamento en la localidad de San Martín los días 30 y 31
de octubre del año 2004.
73
Pronunciamiento del I Parlamento Mapuche 26/04/03.
23
Así, frente a los constantes procedimientos hegemónicos por marcar los límites y
delimitar los espacios posibles de acción para los “indígenas de la Patagonia” los
parlamentos se plantean como una forma alternativa de transitar el espacio social
hegemónico. La cultura heredada, y entendida como orientación para la acción política,
actualiza reflexivamente este lugar social de identificación, alianzas y agencia.
“Este Futa Trabun ratifica que el Pueblo Mapuche tiene su propia cultura, es decir, su
propia organización política, social y espiritual. De la afirmación de los rasgos que
hacen a nuestra identidad dependerá el fortalecimiento de todos nuestros trabajos. En el
rescate y desarrollo de nuestra espiritualidad encontramos el fundamento de nuestra
lucha y garantizamos el cumplimiento de nuestros objetivos”74.
Para sus participantes, la realización del parlamento también presupone una historia de
continuidad con los espacios de intercambio de conocimientos en los que intervenían los
kuifikeche (antepasados) y con una “forma originaria” de manifestarse de manera
colectiva. A partir de esta doble habilitación -como morada primordial e instalación
estratégica- el parlamento recupera las prácticas y experiencias de las luchas de los
antiguos para informar el presente. Los oradores construyen sus puntos de vista
evocando las historias familiares para volverlas a pensar.
"Dios nos ha hecho nacer en los campos y éstos son nuestros; los blancos
nacieron del otro lado del Agua Grande y vinieron después a éstos que no eran
de ellos, a robar los animales y a buscar la plata de las montañas. Esto dijeron
nuestros padres y nos recomendaron que nunca olvidáramos que los ladrones
eran los cristianos y no sus hijos. En vez de pedirnos permiso para vivir en los
campos, nos echan, y nos defendemos;[...] nosotros somos dueños y ellos son
intrusos”76
“Bueno, yo voy a hablar lo que vine a conocer de antes, lo que yo conocí con los
abuelos, con nuestra madre, con la que me crié, por qué estamos como estamos
ahora [...] Tenemos que defender las tierras, para vivir, para trabajar, para que
vengan los hijos y detrás para que vengan los nietos. Tenemos que poner coraje
para defender el derecho que nos ha dejado nuestra madre, nuestro padre,
74
Pronunciamiento del I Parlamento Mapuche 26/04/03.
75
Ramos (2005).
76
Moreno 1969:117.
24
nuestro abuelo, donde nacimos y donde nos criamos [...] ¿De qué manera esto no
es nuestro?”77
Chacayal y Segunda recuperan las trayectorias familiares para explicar por qué están
allí, contra qué se oponen y cómo proponen actuar. En el contexto del neoliberalismo
actual, los parlamentos de estos últimos años han enmarcado los conflictos particulares
en una lucha más amplia contra los latifundios, las empresas extractivas, los procesos de
acumulación de fuerza de trabajo indígena en las ciudades, los antagonismos de clase,
las políticas globales de desarrollo, la discriminación y la desatención del estado, entre
otros tantos temas. A pesar de las diferencias contextuales, estos parlamentos, como
aquellos en los que participaron los abuelos y padres, adquieren el poder político de sus
efectos preformativos sobre la definición de las relaciones sociales. Por un lado, es una
práctica con alto valor comunalizador entre las comunidades y organizaciones
mapuches y tehuelches convocadas y, por el otro, su propia realización define una
postura política frente a las instituciones del estado y los lugares impuestos.
Las comunidades Vuelta del Río y Prane hace varios años que participan en las
movilizaciones y reuniones de la Organización de Comunidades Mapuche Tehuelche 11
de Octubre78. En este proceso, sus trayectorias particulares comenzaron a ser
contextualizadas en el marco compartido del parlamento y los procesos de lucha de un
pueblo.
Palabras finales
Más allá del silencio que se impuso sobre la sociedad indígena a partir del sometimiento
estatal, los grupos familiares mapuches y tehuelches siguieron realizando prácticas de
auto-gestión. Bajo fuertes condicionamientos a sus capacidades de agencia y
organización continuaron, no obstante, tejiendo y construyendo prácticas espaciales,
redes de apoyo para las demandas, para viajar, para resistir desalojos, para enfrentar y
denunciar a las autoridades. En este sentido, el parlamento es una forma de practicar el
espacio social dentro de la territorialización estatal.
77
II Parlamento mapuche del Chubut, Buenos Aires Chico 2003.
78
Representantes de ambas comunidades participaron de las movilizaciones realizadas por otras
comunidades del noroeste de Chubut y la OCMT para recuperar o defender las tierras usurpadas por los
terratenientes, las empresas mineras o los grupos corporativos desde principios de la década de 1990.
25
Bibliografía y fuentes
Finkelstein, D. 1997. “De cómo pensar la nación con los vestigios de ‘otras posibles’
con malos antecedentes. El caso de Cushamen en sus primeros 20 años.” En: Realidad y
Palabra, Universidad Nacional de la Patagonia. Año IV, N° 3.
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sometidos en el sur del territorio (1878-1910). Buenos Aires, Prometeo libros/
Entrepasados.
26
Moreno, Francisco 1969. Viaje a la Patagonia Austral 1876-1877. Buenos Aires, Ed.
Solar.
Musters, George Chaworth [1869-1870] 1964. Vida entre los patagones. Un año de
excursiones por tierras no frecuentadas desde el Estrecho de Magallanes hasta el Río
Negro. Buenos Aires, Ed. Solar.
Onelli, Clemente [1903] 1930. Trepando Los Andes. Buenos Aires, Taller Gráfico de Luis
Bernard.
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Artes Gráficas.
Ramos, Ana 1999. Discurso, pertenencia y devenir: el caso mapuche de Colonia
Cushamen. Tesis de Licenciatura, Facultad e Filosofía y Letras, Universidad de Buenos
Aires.
Vignati, M.A. 1966. “Apuntes para el estudio del Nguillatún argentino.” En:
Investigaciones y Ensayos. Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia, octubre-
diciembre.