Adolescencia Misionera

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 6

ADOLESCENCIA MISIONERA

FUNDAMENTOS:

En la Comunidad los adolescentes no tienen una actividad definida para participar en la


comunidad como miembros de la Iglesia, culminan su formación sacramental de la
confirmación y no encuentran un ámbito donde satisfacer sus inquietudes y participar en
forma activa como confirmados.

PROPUESTA:

La formación de un Grupo de Adolescencia Misionera es el instrumento ideal para


fortalecer el punto débil de nuestra evangelización en esas edades críticas.
En una primera etapa se formaría un Grupo de adolescencia misionera para captar a los
chicos que han finalizado su confirmación y mostrarles en que forma pueden contribuir
en la comunidad como miembros activos de ella. Esto permitiría formar futuros
animadores para la Infancia Misionera que se abriría en una segunda etapa.

OBJETIVOS:

 Despertar, fortalecer, renovar la conciencia y el compromiso misionero de la Iglesia.


 Brindar un ámbito donde los adolescentes puedan vivir en comunidad su vocación
misionera, creciendo en su formación y espiritualidad, y realizando experiencias
concretas de misión, animación y cooperación misioneras.
 Ser agentes activos de la Nueva Evangelización en el ámbito de su propia
comunidad de origen, y de Primera Evangelización en otras comunidades eclesiales
más jóvenes.
 Promover las vocaciones misioneras, religiosas y laicales.

METODOLOGIA:

La metodología de la Escuela con Jesús propone realizar la formación misionera como


un camino con cuatro pasos, en los cuales se ofrecen sus áreas o componentes
esenciales:

 La catequesis misionera ayuda a que conozcamos la misión de Jesús, la misión


de la Iglesia y nuestra propia misión. Con ello, logramos aprovechar los aportes
de la teología misionera y de la catequesis para tener mentalidad, criterios y
conocimientos adecuados con los cuales podamos realizar bien nuestra misión.
 En la espiritualidad misionera asumimos la espiritualidad centrada en la misión
para que lleguemos a tener corazón, sentimientos, actitudes y opciones
realmente misioneras.
 El servicio misionero: En esta formación misionera nos proponemos ofrecer
metodología y entrenamiento para que los jovenes de la comunidad sepan y
puedan realizar la propia misión local y universal. Es la práctica misionera.
 La comunión misionera: una vivencia comunitaria "como los Apóstoles con
Jesús", en la cual compartimos la vida y los servicios realizados, a la vez que
recibimos la luz y el impulso para la misión.
Una manera de acompañar este proceso formativo misionero es la de dar un tiempo
determinado, por ejemplo una semana, para hacer énfasis en cada uno de esos
cuatro pasos. Una semana para el primer paso de la catequesis misionera; otra para el
paso de la espiritualidad misionera; otra para el servicio misionero; y otra para reforzar
la comunión misionera.
De este modo, la formación será un proceso continuo a lo largo de todo el año. El
encuentro (semanal o periódico) será un punto de llegada y un nuevo punto de partida
en la Escuela con Jesús. Cada encuentro será distinto del anterior, por cuanto se trata de
un paso nuevo en el discipulado: uno será en forma de catequesis; el siguiente será más
bien una celebración o una dinámica de sensibilización que haga profundizar la
espiritualidad misionera; el tercero será para preparar y realizar un servicio misionero;
el cuarto será una revisión evangélica de vida, una fiesta misionera, un paseo, etc., para
reforzar la comunión misionera.
Siguiendo estos cuatro "pasos" podemos acompañar a cada joven de la comunidad a
realizar un proceso cíclico que lo va configurando como verdadero misionero.
Comienza "escuchando" la Palabra, pasa a "vivirla" personalmente, hace el " servicio
misionero" correspondiente y refuerza su "comunión para la misión". Luego, comienza
nuevamente los cuatro pasos, como el buen discípulo que escucha, pone en práctica la
Palabra y hace discípulos para Jesús.

DESARROLLO DE LA METODOLOGIA:

1º Paso: CATEQUESIS MISIONERA:


La Catequesis Misionera es un encuentro de reflexión y de estudio para escuchar y
comprender lo que Dios nos comunica para nuestra misión. En él se “escucha” la
Palabra, con el consiguiente estudio sistemático de la doctrina relacionada con ella. En
la catequesis misionera se aprende a conocer los elementos básicos del ser misionero.

La catequesis misionera se propone:


Lograr que los cristianos conozcan a Jesús y en Él comprendan su misión
universal.
Abrir los ojos, la mente y el corazón a la Iglesia universal.
Escuchar el grito del mundo que busca a Dios.
Escuchar a la Iglesia dispersa por los distintos continentes: donde son minoría y
con grandes dificultades por ser prohibida u obstaculizada la predicación del
Evangelio, por la escasez de recursos para atender tanta pobreza, persecución o
muerte de misioneros…

La temática del plan de formación responderá al qué y al por qué de lo que Dios nos
propone para la Misión evangelizadora universal.

Los contenidos de la catequesis misionera comprenden:


Los aspectos básicos de la misión de Jesús.
La misión de la Iglesia.
La misión de los cristianos en el mundo

La metodología se desarrolla en tres momentos:


1.- Experiencia de vida o situación
2.- Iluminación
3.- Compromiso
1.- EXPERIENCIA DE VIDA: Es el aquí y ahora en el cual se encuentra cada
miembro de la comunidad.

La experiencia de vida consiste en la elección de una experiencia como centro de


interés, un hecho de vida que busca aflorar aquellas vivencias profundas del joven y su
realidad vivida. La experiencia de vida no es para saber cuáles son los conocimientos
previos.

En este primer momento del encuentro nos debemos interesar por lo siguiente:
1. ¿Quién es cada uno de los que participan del Encuentro?
2. ¿Qué piensan?
3. ¿Qué sienten?
4. ¿Qué les enseñaron?
5. ¿Qué valores tienen?
6. ¿Qué antivalores asumieron?
7. ¿Qué cosas nuevas descubren?
8. ¿Cómo es la relación con sus hermanos?
9. ¿Conocen a Dios?
10. ¿Qué imagen de Dios tienen?
11. ¿Qué relación tienen con Dios?
12. ¿Se nota que la Palabra de Dios ha tocado sus corazones?

Se realiza alguna dinámica, lectura de un cuento, noticias del diario, video, un


testimonio de algún misionero, foto-imagen, representación, teatro de sombras, etc, que
ayude a entrar en el tema.

Una vez que entramos en el tema abrimos el diálogo a través de preguntas. No debemos
sugerir nuestras ideas, tampoco partir desde nuestros valores sino buscar que ellos
expresen qué piensan, qué entienden, qué sienten, qué cosas aceptan o qué cosas les
cuestan. Debemos conocer bien a los jóvenes de nuestra comunidad para poder
evangelizarlos, por eso, tenemos que dejar que se expresen con sinceridad, ellos no
tienen que decirnos lo que nosotros queremos escuchar, sino expresar con naturalidad lo
que realmente son como personas.
Aún cuando las opiniones y criterios que se expresen puedan ser polémicas, no debe
censurarselos , sino tomarlos con naturalidad aceptando que esa es su realidad, su
situación, su experiencia de vida, y es eso lo que deberemos iluminar con el Evangelio.
También podrían tener un antivalor aprendido en su familia o bien asumido desde su ser
libre, y podemos conocerlo a través de la experiencia de vida para poder transformarlo.

2.- ILUMINACIÓN: Es la experiencia humana con la Palabra de Dios, ésta le da un


nuevo sentido a su vida y a su historia. La Palabra de Dios tiene poder por sí misma de
llegar y cambiar el corazón, por eso, debemos tener sumo respeto de la Palabra y no
cambiarla por nada, tampoco proclamarla suavizándola según nuestros criterios sino
dejar que sea Ella la que llegue con su luz al joven.

Para elegir la Palabra debemos preguntarnos:


1. ¿Qué tema tenemos?
2. ¿Qué objetivo queremos lograr?
3. ¿En qué tiempo litúrgico nos encontramos?
4. ¿Qué nivel de comprensión tienen los jovenes del Encuentro acorde a su edad,
situación social, cultural, etc.?
5. ¿Qué conocimientos previos tienen?

Iluminar la realidad de vida de los jovenes del Encuentro con la Palabra de Dios, no es
dar un sermón sobre lo que tienen que hacer, es permitir que vayan descubriendo qué
dice, qué les dice la Palabra. Ellos deben asociar su vida con la Palabra y descubrir que
ante la Palabra de Dios deben optar. La Palabra puede llamarlos a cambiar
completamente o a mejorar: pero, como Dios nos dio la libertad para elegir, también
pueden seguir igual o bien, empeorar. No es fácil cambiar o mejorar las actitudes, pero
contamos con la ayuda de Dios que no sólo nos muestra nuestros errores y el camino
que debemos seguir, sino, también, que nos fortalece y acompaña en ese caminar.

3.- COMPROMISO: Es la respuesta al mensaje recibido: cambio personal, grupal y


estructural. Debe ser una búsqueda personal o comunitaria de los aspectos que hay que
cambiar o mejorar, se debe llegar a compromisos concretos a corto plazo. Para cada
semana habrá un compromiso en tres niveles:

 Personal: algo que compromete personalmente y ayuda a ser responsables, y a


crear y reforzar hábitos.
 Ambiental o social: Se realiza en el ambiente donde cada uno se desenvuelve.
Es un compromiso que los lleva a salir de sí mismos y abrirse en el medio en
que viven. Muchas veces será más difícil y manifestarán con claridad a sus
animadores que no pueden ser “profetas en su tierra”. Pero la misión no es un
día en el mes, ni un sueño para el futuro, sino un cotidiano caminar hacia los
otros. Es un compromiso importante el ambiental, porque allí sabrán qué
pensamos, qué hacemos, qué decimos, cómo manifestamos lo que sentimos, etc.
Por eso, es el lugar donde se debe crecer como misioneros y dar testimonio.
 Más allá de las fronteras: Busca la forma de ensanchar los corazones de los
miembros del grupo, rompiendo todo tipo de fronteras. Es importante que entren
en contacto con quienes viven más allá de sus fronteras, conocer nuevas
realidades y personas; y comprometerse con ellas, sentir con ellas. El
compromiso debe ser el de brindar amistad y aliento, compartiendo lo que son,
lo que viven, etc. También, debe haber cercanía y acogida a los misioneros y a
las misiones a través de la oración, el sacrificio y la ayuda económica.

2º Paso: ESPIRITUALIDAD MISIONERA


Nos habla de “vivir” la Palabra, renovando nuestra vida al estilo de Jesús: nuestro
corazón, nuestras actitudes, nuestros sentimientos, opciones misioneras. Por eso, lo
llamamos “espiritualidad misionera”.
Desde el área de la espiritualidad misionera los jovenes de la comunidad podrán asumir
y vivir las exigencias personales y comunitarias de la misión, desde la oración y la
asimilación de la Palabra, profundizando su relación con Dios.
En los encuentros de espiritualidad misionera debemos celebrar y vivir lo aprendido en
el encuentro de catequesis misionera. Se trata de que los jóvenes interioricen el mensaje
que han aprendido. También se buscará que aprendan a relacionarse con Dios en la
oración y a encontrarlo en los hermanos.
En este encuentro se trata de responder al cómo se ha vivido lo que nos enseña Jesús y
al cómo se ha de vivir ahora en la celebración o dinámica elegida y, fundamentalmente,
luego en la vida diaria. De esta manera, profundizaremos comunitariamente nuestra
experiencia con Jesús.
Esto nos ayuda a una revisión de vida, porque al conocer mejor a Jesús comprendemos
el camino para asemejarnos más a Él.
Los encuentros de espiritualidad misionera se proponen ayudar a renovar
misioneramente el corazón, la mente, las actitudes, la vida, mediante la profundización
de nuestra experiencia con Jesús, la celebración de su presencia amigable y la
colaboración a la obra que realiza en nosotros mismos. Por ello, dentro de los
contenidos de estos encuentros están: la vivencia de la historia de la salvación,
especialmente en los tiempos litúrgicos fuertes; los medios para crecer en el espíritu, las
virtudes y los valores cristianos; las figuras misioneras que nos muestran cómo
responder fielmente a Jesús; los sacramentos de vida nueva; el compromiso misionero y
los caminos y medios para vivir nuestra espiritualidad misionera.

3º Paso: SERVICIO MISIONERO


Aquí se ayuda a los miembros de la comunidad para que den el paso de “ser” discípulos
a “hacer” discípulos para Jesús, enseñando a otros lo que han aprendido de Él.
Los misioneros reconocen en la acción, la misión evangelizadora que han recibido
desde el bautismo y la cumplen a través del servicio. Hacen discípulos para Jesús y, en
su Nombre, comparten con ellos su pan, especialmente el pan de la fe, para ayudarlos en
sus necesidades.
A través del servicio misionero, los jóvenes no sólo son misioneros, sino también
animadores misioneros en su propia comunidad para el mundo entero. Por esto, el
servicio misionero consistirá en evangelizar y hacer animación misionera hacia todas
las personas, en especial hacia sus iguales.

¿Qué aspectos comprende?


El contenido central de estos encuentros está determinado por los contenidos de la
unidad que se viene desarrollando en los dos encuentros anteriores. En el encuentro se
responde al qué hay que hacer y al cómo hacerlo a favor de nuestros hermanos. Ellos
experimentarán el amor de Jesús a través de nuestros servicios misioneros.

¿Qué se puede hacer en este encuentro?


El servicio misionero debe ser preparado de acuerdo a las circunstancias. Desde luego,
aunque el encuentro dedica un espacio a la instrucción metodológica, la mayor parte del
tiempo y de la atención convendrá que sea para preparar y realizar servicios misioneros
concretos.
Entre las diversas actividades que pueden realizarse, podemos mencionar: el anuncio del
Evangelio a otras personas, la animación misionera a otros cristianos, los servicios a
otros grupos, los servicios misioneros en la propia escuela; las actividades para
conseguir oraciones y celebraciones misioneras, la comunicación y apoyo a nuestros
misioneros que están en otros países o continentes, los campamentos-misión, las
actividades a favor de los más necesitados, el intercambio de experiencias con el
párroco y con otros servidores de nuestra Parroquia, la elaboración de materiales para la
animación misionera, las visitas a enfermos, las visitas a ancianos, etc.
4º Paso: COMUNIÓN MISIONERA
Son encuentros muy importantes que se proponen revisar y fortalecer la vivencia
comunitaria misionera entre los jovenes.

La Comunión es necesaria para la misión:


Comunión con Jesús.
Comunión con los demás misioneros.
Comunión con todas las personas.

Esa vida comunitaria, en Jesús, es necesaria para “permanecer en su amor” y tiene en sí


misma, fuerza para que el mundo crea.

Los que hemos descubierto en nuestras vidas la vocación misionera nos proponemos,
por ello, formar comunidades eclesiales vivas, dinámicas y misioneras. Los encuentros
de comunión misionera buscan:
Afianzar los lazos de amistad entre los miembros del grupo.
Crear vínculos de unidad, fraternidad y ayuda mutua.

Los integrantes aprenden a compartir y se crea un ambiente propicio para que todos se
sientan como se sentían los discípulos con Jesús. Es el encuentro en donde, a la luz del
Evangelio, se revisa la vida y se mide el crecimiento del espíritu misionero de cada uno
y del grupo.

El tema de estos encuentros es la vida misionera del mismo grupo. No se necesita, por
tanto, hacer la continuidad temática con los tres encuentros, aunque en alguna ocasión
podrá servir para celebrar, experimentar, ahondar y compartir como comunidad las
experiencias vividas en los encuentros anteriores.

En estos encuentros, muchos de ellos se sienten más libres, se expresan de manera más
espontánea, hablan más abiertamente, y esto nos permite conocerlos más.
Integrar caminatas, juegos y recreación, concursos, competencias, celebraciones de
cumpleaños, etc., resultará de gran utilidad en estos encuentros.

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy