Expropiación Irregular
Expropiación Irregular
Expropiación Irregular
CONSIDERANDO:
I. La Cámara Federal de Apelaciones de Salta, al revocar la sentencia de primera
instancia, hizo lugar a la demanda de expropiación irregular, dirigida contra la
Administración (N) de Parques Nacionales y, en consecuencia, ordenó transferir a ésta el
dominio de la porción del inmueble demarcado en el plano de subdivisión para
expropiación Nº 42, inscripto en el catastro del Depto de Santa Victoria, de la Provincia de
Salta, con una superficie de 8.907 hectáreas, 4 centiáreas y 5o decímetros cuadrados, y
condenó a la demandada a abonar en concepto de “indemnización“ la suma de $
5.789.550, más intereses a la Tasa pasiva que publica el BCRA, desde la interposición de
la demanda hasta su efectivo pago.
Por lo antedicho, debería quedar a disposición del Juez que interviene en el juicio
sucesorio de Candelaria Hortensia Campero de Figueroa, fallecida en 1980.
Contra ese fallo, la demandada interpuso el recurso ordinario de apelación, que fue
concedido.
II. Al expedirse recientemente en la causa CSJ 494/2013 (49–A) / CS1 “Anadón, Tomás
Salvador c/Comisión Nacional de Comunicaciones s/ despido“, la CSJN declaró la
inconstitucionalidad del art. 24, inc. 6º, apartado a), del decreto–ley 1285/58, que instituyó
la “apelación ordinaria de las sentencias definitivas de las Cámaras (Ns) de Apelaciones“
para los supuestos allí individualizados. (scia. de fecha 20/08/2015).
En su fallo el Tribunal aclaró que las causas en las que hubiera sido notificada la
sentencia de cámara con anterioridad a que aquél quedase firme continuarían con su
tramitación con arreglo a la norma declarada inconstitucional.
Esta última situación es la que se presenta en el sub–lite correspondiendo examinar las
condiciones de admisibilidad de la apelación interpuesta a la luz de la referida normativa
y de conformidad con los criterios interpretativos que fueron elaborados por esta Corte
a su respecto.
Al ser así, el recurso deducido es formalmente admisible en la medida en que se trata
de una sentencia definitiva, recaída en una causa en la que la Nación Argentina es
directamente parte, y en la que el valor disputado en último término, sin sus
accesorios, supera el mínimo previsto en el art.24, inc.6º, apartado a), del dec–ley
1285/58, y la resolución de la CSJN nº 1360/91.
Asimismo, la parte actora interpuso el recurso extraordinario, que fue concedido.
IV. Para resolver como lo hizo, el Tribunal de Alzada señaló que el 27/3/79 se publicó
la Ley 20.656, que creó el Parque Nacional Baritú, sujeto al régimen de la Ley 18.594
(Ley de Parques Nacionales),y que no se controvirtió que aquella ley incluía una franja
de terreno de propiedad de los actores. Indicó que la Ley 18.594, estableció importantes
restricciones al ejercicio del derecho de propiedad de los titulares de las áreas
comprendidas en su régimen, prohibió: a) la enajenación, arrendamiento o concesión de
tierras; b) la exploración y explotación minera; c) la instalación de industrias; d) la
explotación agrícola, ganadera y forestal; e) la pesca comercial, caza y cualquier otro tipo de
explotación de recursos naturales; f) la construcción de viviendas, salvo la destinada a
servicios de la autoridad de aplicación, de vigilancia o seguridad de la Nación y turísticos;
g) la introducción de animales domésticos, salvo los necesarios para la obtención de los
servicios mencionados en el inciso “f“; h) la introducción de flora o fauna exóticos; i)
crear pueblos en propiedades particulares , y j) toda acción que pudiera asignar alguna
modificación del paisaje o del equilibrio biológico.
Tales restricciones –apuntó-, fueron mantenidas en lo sustancial por la Ley 22.351.
Observó que, en tales condiciones, las posibilidades de uso y goce, en aquel entonces, de
Candelaria Hortensia Campero de Figueroa.
La demandada confeccionó y aprobó el plano de subdivisión Nº 42, para la expropiación,
en el que delimitó la porción de la Sra. Campero de Figueroa, de quiénes los actores
serían sus herederos.
“A juicio de la Cámara, la realización de dicho plano, puso en evidencia la conducta de
la demandada interesada en avanzar con los trámites expropiatorios, más allá de la
omisión en que incurrió el decreto 716 de 1975 (no constaba el inmueble en cuestión).
Por otra parte, la Cámara consideró de cabal importancia el resultado del peritaje
llevado a cabo por el Tribunal de Tasaciones de la Nación, del que surge que se accede
al Parque Nacional Baritú a través de la casa del guarda parque, lo que no fue negado
por la demandada ni refutado por prueba en contrario.
Todas estas circunstancias, llevaron al a–quo al convencimiento de que se reunían los
presupuestos que tornaban admisible la acción de expropiación irregular, conforme el
art. 51, inc. b), de la Ley 21.499.
V. “En primer lugar, cabe rechazar la excepción de prescripción de la acción de
expropiación irregular opuesta por la parte demandada, en los términos del art. 56 de la
Ley 21.499, cuya inconstitucionalidad fuera planteada por la actora en la demanda.
Ello así, pues dicha disposición fue declarada inconstitucional por la CSJN en Fallos: 315:
596, doctrina reiterada en Fallos: 320: 1263 y 327: 1706.
VII. Debe examinarse si se ha probado la existencia de comportamientos o conductas
que demuestren la intención del demandado de llevar adelante la expropiación y por
ende, que no se ha configurado el “abandono“ que dicha parte invocó desde la
contestación de la demanda.
Por su parte, el contrato celebrado entre Candelaria Hortensia Campero de Figueroa y
Roberto Robles, para el aprovechamiento “forestal“ de las tierras no sujetas a
expropiación, no es un acto en el que, haya tenido intervención el demandado.
Asimismo, no es un acto que restrinja el derecho de propiedad de la actora, como lo
entendió la Cámara.
VIII. Comportamientos o acciones del demandado:
(i) realización y posterior aprobación del Plano Nº 42 de Subdivisión “para preparar la
expropiación”; (ii) instalación de la casa del guarda parques en en un sector del predio.
“No obstante, estos actos no demuestran de modo fehaciente, el interés del demandado
por concretar la expropiación del inmueble.
Si bien el plano aludido, obrante en catastro provincial, tuvo la finalidad transcripta
supra, lo cierto es que desde el 5.01.1976, fecha de su aprobación, la demandada no
desplegó ninguna otra actividad con igual objeto, lo que puede explicarse porque el dec.
716/75 (B.O.: 24/3/1975), al no incluir entre los inmuebles a expropiar el que es objeto
de esta controversia, demostraba la falta de interés del Poder Ejecutivo, en expropiar.
Casa del guarda parques. Su mera existencia dentro del predio, sin mayores precisiones
sobre su construcción y utilización, ubicación exacta, no constituyen un dato que pruebe
inequívocamente el interés en expropiar por parte de la autoridad competente. Máxime
cuando los actores, en el escrito de demanda, no mencionaron su presencia, y por sí
misma carece de relevancia para demostrar una restricción o perturbación esencial al
dominio (Fallos: 266 : 34) que comporte el desapoderamiento de un inmueble de 8.907
has.
IX. La CSJN, en los precedentes de Fallos: 291: 507, y 304: 1484 destacó que, cuando
circunstancias sobrevinientes o hechos anteriores desconocidos, acreditan que la utilidad
pública declarada no existe o ha desaparecido, no puede negarse al Estado el derecho a
desistir de la expropiación, o, en su caso, el de hacer valer el “abandono“, aún
configurado luego de la promoción de una expropiación irregular y en tanto no haya
quedado perfeccionada ésta, obligándolo a concretar una expropiación que no tiende a
satisfacer necesidades de utilidad general ni a la consecución del bien común.
X. Asimismo, el Tribunal señaló que el art. 29,de la Ley 21.499, faculta al expropiante a
desistir de la acción mientras la expropiación no esté perfeccionada, situación esta última
que se configura cuando ha operado la transferencia del dominio al expropiante
mediante sentencia firme, toma de posesión y pago de la indemnización.
“Tratándose de una expropiación irregular no cabe estrictamente, hablar de desistimiento
por el expropiante “de la acción promovida“, por no ser éste el dueño de dicha acción,
interpuesta por los particulares afectados.
Sin embargo, –se destacó en Fallos: 304 : 1484-,que debe admitirse la posibilidad de que
el Estado “desista de su derecho“ a expropiar pues no sería razonable concluir que, por
interponer el particular la acción de expropiación inversa, se impidiera al Estado tal
posibilidad (juicio de expropiación regular), aún mediando desapoderamiento del bien.
-Artículo 33-Se tendrá por abandonada la expropiación –salvo disposición expresa de ley
especial-, si el expropiante no promueve el juicio dentro de los 2 años de vigencia de la
ley que la autorice, cuando se trate de llevar a cabo s/ bienes individualmente
determinados; de 5 años cuando se trate de bienes comprendidos dentro de una zona
determinada y de 10 años cuando se trate de bienes comprendidos en una enumeración
genérica.