Querella Rev Por Constanza PDF

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EN LO PRINCIPAL: Interpone querella por delito de apremios ilegítimos con resultado de

lesiones graves gravísimas; PRIMER OTROSÍ: Solicita acumulación; SEGUNDO


OTROSÍ: Solicita diligencias de investigación; TERCER OTROSÍ: Solicitud que indica;
CUARTO OTROSÍ: Forma de notificación; QUINTO OTROSÍ: Patrocinio y poder.

Sr(a). Juez(a) de Garantía de Santiago (14°)

CONSTANZA DEL ROSARIO SALCEDO RIFFO, matrona, cédula nacional de


identidad N°18.953.144-3, domiciliada en calle Britania N°1840, La Florida, a S.S. digo:

Que, en mi calidad de víctima, y de conformidad con lo dispuesto por los artículos


108, 109 letra b), 111 inciso 1°, 112 y 113 del Código Procesal Penal, interpongo querella
por el delito de apremios ilegítimos, con resultado de lesiones graves gravísimas, cometidos
en perjuicio de mi persona, previsto y sancionado en los artículos 150 D en relación con los
artículos 150 E N°2 y 397 N°1 todos del Código Penal, en contra de todos los que resulten
responsables; sea en calidad de autores, cómplices o encubridores; en base a los siguientes
antecedentes de hecho y derecho que paso a exponer:

I. HECHOS

Soy matrona, recién titulada, en la época de los hechos que a continuación relataré
era egresada de la carrera de Obstetricia y Puericultura de la Facultad de Medicina de la
Universidad de Chile.

El día de los hechos, esto es el 19 de octubre de 2019, había ido en bicicleta a plaza
Baquedano a manifestarme, encontrándome en ese lugar hasta aproximadamente las 20.00
horas, momento en que decidí regresar a mi casa para no tener problemas al retorno, llegando
a esta cerca de las 21.30, momento en que divisé una manifestación pacífica de vecinos en la
intersección de Avenida La Florida con Enrique Olivares, de unas 20 personas
aproximadamente.

A las 21:30 horas aproximadamente, concurrí a la referida manifestación ubicada en


la intersección de las calles Avenida La Florida y Enrique Olivares, a la altura del paradero
19 de Av. La Florida, donde se encontraba un grupo de aproximadamente veinte a treinta
vecinos, que estaba manifestándose pacíficamente con cacerolas, a los cuales me uní.
1
A las 22:15 horas aproximadamente, llegó un vehículo de Carabineros de Chile, estilo
jeep o todo terreno, presumiblemente marca Dodge, modelo Durango; que se detuvo a la
altura del semáforo de la intersección. Sin provocación alguna, dos efectivos policiales se
bajan de la unidad móvil y uno de ellos carga un arma larga, correspondiente a una escopeta,
para lanzar perdigones. Comenzó a disparar hacia el suelo, por lo que junto a los demás
vecinos nos dispersamos, caminando rápidamente hacia el interior de las calles y pasajes
aledaños a la esquina en la que nos encontrábamos originalmente, con tal de refugiarnos.

Mientras caminaba por la segunda calzada que compone la intersección de Avenida


La Florida con Enrique Olivares, escuché nuevos disparos. En ese momento me di vuelta
hacia atrás, y vi que un funcionario policial estaba apuntándome directo a la cabeza, entre
unos 5 a 7 metros aproximadamente, el que sin mediar advertencia alguna, me disparó,
impactando mi rostro, específicamente, mi ojo derecho.

Luego de eso, caí al suelo, me senté en la vereda y seguí escuchando disparos. En ese
momento, se acercaron dos mujeres, Vanessa De Lourdes Cornejo Antiman y Pamela Reina
Cerda Guzmán, que me tomaron de los brazos, ayudando a incorporarme y me condujeron
dentro de una casa del mismo pasaje, desde donde pude llamar a mis padres para que fueran
a asistirme.

Mis padres me llevaron a la Clínica Vespucio, donde fui atendida por el cirujano de
turno, quien me señaló que requería atención especializada de un oftalmólogo, debido al
severo daño ocular. Por ello, fui trasladada a la Clínica Alemana de Santiago de la comuna
de Vitacura, donde me atendió un especialista, indicando que el proyectil correspondía a un
perdigón de centro metálico recubierto en goma, impactando en el globo ocular, alojándose
en mi párpado. Dicho perdigón quedó en custodia en la Clínica Alemana de la comuna de
Vitacura.

Luego de realizarme exámenes, me indicaron que no había explosión ocular, pero que
en el fondo del ojo algunas estructuras no se encontraban funcionales. El diagnóstico indicaba
que se trataba de un traumatismo grave del ojo derecho, conforme al Informe Clínico de la
Clínica Alemana. Esa noche fui hospitalizada, y al día siguiente, 20 de octubre, fui operada.

Posteriormente, fui trasladada a la Clínica Santa María, donde permanecí


hospitalizada hasta el sábado 26 de octubre, cuando fui dada de alta.

En mis últimas consultas médicas, se me ha reiterado que el diagnóstico es la pérdida


de la visión de mi ojo derecho, condición que ya es definitiva. El tratamiento que he seguido
sólo tiene como objetivo cuidar mi globo ocular y no tener que utilizar una prótesis.

2
Actualmente los hechos están siendo investigados bajo el RUC 1901172320-1, en la
Fiscalía Local de La Florida, atendido el lugar de ocurrencia de los hechos.

II. DERECHO:

A. CALIFICACIÓN JURÍDICA.

Las conductas descritas anteriormente constituyen el delito de apremios ilegítimos


con lesiones graves gravísimas, descrito y sancionado en los artículos 150 D en relación con
los artículos 150 E N°2 y 397 N°1, todos del Código Penal, cometido por funcionarios de
Carabineros de Chile.

A.1. APREMIOS ILEGÍTIMOS.

Actualmente, en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos existe


consenso sobre el carácter absoluto de la prohibición de la tortura y de otros tratos crueles,
inhumanos y degradantes. Dicha prohibición constituye una norma imperativa de derecho
internacional general o ius cogens, la cual según el art. 53 de la Convención de Viena sobre
el Derecho de los Tratados, “es una norma aceptada y reconocida por la comunidad
internacional de Estados en su conjunto como norma que no admite acuerdo en contrario y
que sólo puede ser modificada por una norma ulterior de derecho internacional general que
tenga el mismo carácter”.

En nuestro país, los instrumentos internacionales tienen por mandato


constitucional, primacía sobre las normas de derecho interno. Así lo expresa el artículo 5 de
la Constitución Política de la República, en su inciso 2º: “El ejercicio de la soberanía
reconoce como limitación el respeto a los derechos esenciales que emanan de la naturaleza
humana. Es deber de los órganos del Estado respetar y promover tales derechos,
garantizados por esta Constitución, así como por los tratados internacionales ratificados
por Chile y que se encuentren vigentes”. En particular, la Convención Interamericana para
Prevenir y Sancionar la Tortura fue ratificada por Chile en 1988, así como la Convención
Internacional contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas y Degradantes.
Ambas consagran las obligaciones estatales en materia de prevención, prohibición,
investigación y sanción a la tortura y a los apremios ilegítimos.
3
Los apremios ilegítimos se definen en el artículo 16 de la “Convención contra la
Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes” que los Estados deberán
prohibir “otros actos que constituyan tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes y que
no lleguen a ser tortura tal como se define en el artículo 1, cuando esos actos sean cometidos
por un funcionario público u otra persona que actúe en el ejercicio de funciones oficiales, o
por instigación o con el consentimiento o la aquiescencia de tal funcionario o persona”. Lo
cual se complementa con el artículo 6 de la Convención Interamericana para Prevenir y
Sancionar la Tortura, estableciendo el deber de prevenir y sancionar, además de la tortura,
“otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes en el ámbito de su jurisdicción”.

En Chile, el artículo 150 D del Código Penal tipifica los apremios ilegítimos u otros
tratos crueles, inhumanos o degradantes:

“El empleado público que, abusando de su cargo o sus funciones, aplicare,


ordenare o consintiere en que se apliquen apremios ilegítimos u otros tratos crueles,
inhumanos o degradantes, que no alcancen a constituir tortura, será castigado con las penas
de presidio menor en sus grados medio a máximo y la accesoria correspondiente. Igual
sanción se impondrá al empleado público que, conociendo de la ocurrencia de estas
conductas, no impidiere o no hiciere cesar la aplicación de los apremios o de los otros tratos,
teniendo la facultad o autoridad necesaria para ello o estando en posición para hacerlo”.

A.2. ELEMENTOS DEL DELITO DE APREMIOS ILEGÍTIMOS U OTROS


TRATOS CRUELES, INHUMANOS O DEGRADANTES.

La acción u omisión que prohíbe la ley es residual en relación al delito de tortura,


establecida en el artículo 150 A. Así, el artículo 150 D contempla el delito de apremios
ilegítimos, el cual consiste en infligir intencionalmente a una persona dolores o sufrimientos
graves, ya sean físicos, sexuales o psíquicos, cuya gravedad o intensidad no alcance a
constituir tortura.

En este caso, estos apremios se visualizan en la violencia innecesaria con la que


actuó Carabineros en contra de las personas que nos encontrábamos pacíficamente
manifestándonos, pues sin mediar provocación alguna y con el sólo afán de causar temor,
dispararon al suelo y aún viendo que todos se dispersaron aterrorizados, comenzaron a
disparar al cuerpo de las personas.

4
Carabineros de Chile no sólo incumplió la normativa supranacional y legal, sino
que también reglamentaria, pues faltó a las propias Instrucciones de la institución respecto
del uso de la fuerza, establecidas por la Circular N°1.832 de 4 de marzo de 2019 del
Ministerio del Interior y Seguridad Pública, que suscribe: “La fuerza sólo debe aplicarse
cuando sea estrictamente necesaria y en la medida requerida para el desempeño de las
funciones policiales, de modo tal que personal de Carabineros en el cumplimiento de sus
tareas profesionales deben aplicar, en la medida de lo posible, medios no violentos antes de
recurrir al uso de la fuerza, tales como la utilización de tácticas de persuasión, negociación
y mediación, y sólo cuando fuera necesario, emplear la fuerza mediante la utilización de los
elementos o la adopción de las acciones de manera gradual y proporcional para el logro de
sus objetivos”.

En los hechos, Carabineros inmediatamente comenzó a disparar, aunque fue al


suelo, ello generó temor inmediato en todas las personas que nos encontrábamos
manifestando en ese lugar. Luego los disparos iban dirigidos al cuerpo de las personas, y en
mi caso, a zonas donde evidentemente el daño podía ser severo, como la cabeza y los ojos.

Además, siendo aún más grave en mi caso, que no sólo apuntaron a mi cara, sino
que lo hicieron a una escasa distancia, de unos 7 metros aproximadamente, encontrándome
completamente indefensa, ante dicha situación de apremio.

Sumado a lo ya expuesto, se vulneraron los Principios de Legalidad, Necesidad y


Proporcionalidad que la misma Circular establece. En efecto, el principio de legalidad se
vulnera al disparar el perdigón que ocasionó el traumatismo severo a mi globo ocular, fuera
del marco propio del cumplimiento del deber de los funcionarios policiales; el principio de
necesidad, por su parte, al realizar el disparo mientras efectivamente me alejaba del lugar
para dejar la zona e ir a mi hogar (el que se encontraba a pocos metros de distancia), pues no
era necesario disparar a mi cabeza luego de haberlo hecho al suelo, provocando la inmediata
dispersión de los manifestantes. Por lo mismo, no hay una relación de proporcionalidad entre
el grado de resistencia o amenaza que al parecer demostré (a pesar de ir huyendo del lugar)
y la intensidad de la fuerza utilizada para controlarla.

Cabe destacar, que en el caso que funda esta querella, se vulneraron las reglas del
uso diferencial y gradual de la fuerza. La normativa de Carabineros citada distingue entre
cinco niveles de colaboración o resistencia que puede presentar una persona que está siendo
controlada por Carabineros. Respecto de cada uno de los cuales se establece el nivel de fuerza
“que el personal de Carabineros debe emplear, con criterios diferenciados y con una

5
intensidad progresiva para vencer la resistencia o repeler la amenaza”. Es decir, el uso de
la fuerza sólo debe tener por objeto vencer la resistencia de la persona controlada o
repeler la amenaza que aquélla represente para el funcionario policial, lo cual, en esta
situación en particular, ya había ocurrido con los primeros disparos de Carabineros que
provocaron la dispersión de quienes nos encontramos manifestándonos en el lugar.

Por último, tratándose de un tipo penal que es expresión de un compromiso


internacional de política criminal del Estado de Chile, el bien jurídico protegido trasciende
mi integridad individual, y dado el carácter público del autor del delito de apremios
ilegítimos, vulnera también la obligación que tienen los agentes estatales de respetar y
promover los derechos que emanan de la naturaleza humana y que se encuentran garantizados
por la Constitución Política de la República y los Tratados Internacionales de Derechos
Humanos ratificados y vigentes por nuestro país.

B. DELITO DE LESIONES GRAVES GRAVÍSIMAS

El artículo 397 N°1 del Código Penal, establece textualmente en su numeral segundo
que “El que hiriere, golpeare o maltratare de obra a otro, será castigado como responsable
de lesiones grave … 1° Con la pena de presidio mayor en su grado mínimo, si de resultas de
las lesiones queda el ofendido demente, inútil para el trabajo, impotente, impedido de algún
miembro importante o notablemente deforme”. (Énfasis agregado)

De la sola lectura del informe médico de fecha 4 de noviembre de 2019 emitido por
la Clínica Alemana, y de los exámenes médicos practicados por la misma institución, es
posible establecer la verificación del resultado lesivo exigido por la hipótesis de hecho
presente en el tipo penal, toda vez que estos señalan expresamente que las lesiones sufridas
por mi persona, consisten en un traumatismo grave del ojo derecho, lo que provocó la
pérdida de la visión por ese ojo, concurriendo de esta forma la causal específica que señala
el artículo 397 N°1, al haber sido impedida de un miembro importante, que genera un
grave detrimento en mi vida por no poder ejecutar las acciones naturales que antes podía
hacer con total independencia, como desplazarme, estudiar, trabajar y tener momentos de
esparcimiento. Garrido Montt reafirma esto al señalar: “También debe comprenderse en el
concepto de la pérdida de un sentido (como la vista, la audición), que no corresponde
calificar como órgano, sin perjuicio de que sea una función de él. Como al cesar esa función
se queda impedido del servicio que le presta ese órgano, hay que concluir que la impedición
de la función queda comprendida en la real inteligencia y alcance del precepto legal. En

6
consecuencia, la cesación de la función de un miembro importa estar impedido del mismo
para estos efectos” 1.

El disparo de perdigones hacia las personas que se encontraban en ese momento en


las calles antes señaladas, quienes por lo demás se encontraban desarmadas y manifestándose
pacíficamente, constituyó a todas luces un riesgo relevante para el bien jurídico de integridad
física y vida, siendo indudable el actuar doloso por parte del agente ejecutor de los hechos,
toda vez que éste habría disparado en contra de civiles que se encontraban sin protección
alguna.

De este modo, sin perjuicio de que el autor haya tenido o no el deseo de producir un
daño físico hacia mi persona o hacia los demás manifestantes, este no podía menos que
encontrarse en conocimiento del potencial daño que su actitud lesiva podría generar, al
disparar abiertamente a mi cabeza, en contra de una persona que no significaba en ese
momento ningún riesgo para él, al contrario, yo iba retirándome del lugar. Era del todo
probable que dicho perdigón disparado deliberadamente a la altura de mi cabeza ocasionara
un daño físico severo.

De esta forma, es posible establecer que el autor actuó con dolo directo al desplegar
su conducta, atentando deliberante en contra de la integridad física y de la vida – ambos
bienes jurídicos reconocidos y protegidos por la Constitución Política de la República y el
Código Penal –, tanto de mi persona, como de los demás manifestantes. A partir de ello, es
posible establecer que se configura el delito de lesiones graves gravísimas.

C. CONCURSO DE DELITOS.

El delito de apremios ilegítimos concursa con el delito de lesiones graves gravísimas


en base a lo que señala el art. 150 E del Código Penal:

“Artículo 150 E. Si con ocasión de los apremios ilegítimos u otros tratos crueles,
inhumanos o degradantes se cometiere además:
1° Homicidio, se aplicará la pena de presidio mayor en su grado máximo a presidio
perpetuo.

1 Garrido Montt (2010). Derecho Penal, Parte Especial, Tomo III, p.p. 162 – 163.

7
2° Alguno de los delitos previstos en los artículos 361, 362, 365 bis, 395, 396 o 397, número
1°, la pena será de presidio mayor en su grado medio.
3° Alguno de los cuasidelitos a que se refiere el artículo 490, número 1°, la pena será de
presidio menor en su grado máximo a presidio mayor en su grado mínimo.” (Énfasis
agregado)

D. ITER CRIMIMIS.

Respecto de él o los imputados a identificar, el delito descrito en la presente querella


se encuentra consumado, concurriendo todos los elementos del tipo penal exigidos por el
artículo 150 D del Código Penal y del artículo 397 N°1 del Código Penal; correspondiendo
al agente la calidad de autor, conforme a lo establecido en el Art. 15 N°1 del mismo cuerpo
normativo, toda vez que los hechos descritos se ejecutaron de forma directa e inmediata.

E. COMPETENCIA.

Los hechos antes descritos, tuvieron lugar en la intersección de Avenida La Florida


y la calle Enrique Olivares, ubicada en la comuna de La Florida, y, por lo tanto,
correspondiente a la jurisdicción territorial de este Tribunal, conforme al artículo 16 del
Código Orgánico de Tribunales.

POR TANTO; de conformidad con los hechos antes expuestos, y lo dispuestos por
los artículos 111 y siguientes del Código Procesal Penal; y los artículos 150 D y 397 N°1 del
Código Penal.

A S.S. SOLICITO, tener por interpuesta querella criminal en contra de todos quienes
resulten responsables como autores, cómplices o encubridores del delito de apremios
ilegítimos con lesiones simplemente graves, previsto y sancionado en el artículo 150 D en
relación con el artículo 150 E N°2 y artículo 397 N°1, todos del Código Penal, admitirla a
tramitación y remitirla al Ministerio Público, a objeto de que se practiquen todas las
diligencias para determinar la existencia del delito en cuestión, y sancionar a quienes resulten
responsables, condenandolos a cumplir, en su caso, el máximo de penas prevista por la ley,
con costas.

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PRIMER OTROSÍ: Solicito a S.S., tener presente que los hechos denunciados por la
presente querella están siendo actualmente investigados bajo el RUC N°1901172320-1, para
que la presente querella sea acumulada a este RUC, para remitir los antecedentes a la
investigación ya iniciada por el Ministerio Público.

SEGUNDO OTROSÍ: De conformidad con lo dispuesto en el artículo 113 letra e) del


Código Procesal Penal, y sin perjuicio de otras actuaciones que se solicitarán oportunamente
ante la Fiscalía, solicitamos al Ministerio Público, por intermedio de S.S., practicar las
siguientes diligencias:

1. Se practiquen todas aquellas diligencias para la investigación del delito denunciado,


establecidas en el Oficio de la Fiscalía Nacional N° 037/2019, denominado "Instrucción
General que imparte criterios de actuación en delitos de violencia institucional", de fecha 15
de enero de 2019.

2. Determinar la identidad del funcionario de Carabineros de Chile que realizó los disparos
que causaron las lesiones antes descritas, recabando entre otras, las grabaciones de las
cámaras disponibles en el lugar, oficiando para estos efectos a la llustre Municipalidad de La
Florida y a la Unidad Operativa de Control de Tránsito.

3. Se oficie a Carabineros de Chile para que informe:


a. Los funcionarios enviados a la zona de Avenida La Florida, esquina Enrique
Olivares, el día 19 de octubre de 2019 a las 22:00 horas, con especial indicación de
los funcionarios autorizados para utilizar dispositivos lanzadores de perdigones, y sus
respectivos certificados de capacitación.
b. Qué funcionarios estaban desempeñando sus funciones a la hora del
acontecimiento en vehículos “todo terreno”, marca Dodge en las cercanías a la 36º
Comisaría de la Florida, ubicada en Dr. Sotero del Rio Nº 321.
c. Acerca de las patentes e individualice los vehículos marca Dodge que estaban
circulando en la comuna de La Florida en la noche del día 19 de octubre.
d. El registro audiovisual de respaldo que deben mantener los funcionarios de
Carabineros, al momento de utilizar dispositivos lanzadores en el contexto del control
de manifestaciones públicas, de todos los funcionarios enviados al sector de Avenida
La Florida con Enrique Olivares, el día 19 de octubre de 2019 a las 22:00 horas.

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e. El registro de utilización de dispositivos de lanzamiento de perdigones, durante la
tarde y noche del día de noviembre de 2019, en la zona de la intersección de Avenida
La Florida con la calle Enrique Olivares.

4. Se oficie a las Clínicas Vespucio, Santa María y Alemana (Vitacura), para que remitan
todos los antecedentes médicos relativos a mi atención en dichos centros clínicos, a partir del
día 19 de octubre de 2019. En especial se remita el perdigón incrustado en mi ojo derecho, y
que se encuentra almacenado en la Clínica Alemana de Santiago (Vitacura).

5. Se ordene realizar un informe pericial sobre la composición del perdigón incrustado en mi


ojo derecho, para luego comparar el material que lo conforma con el descrito en la Circular
N°1.832 de 4 de marzo de 2019 del Ministerio del Interior y Seguridad Pública.

6. Se ordene citar y tomar declaración ante la Fiscalía Local del Ministerio Público, a los
doctores que participaron del diagnóstico y exámenes médicos realizados a mi persona en las
dependencias de la Clínica Alemana, en especial al sr. Nelson Alejandro Insulza Barrientos,
cédula de identidad N°13.796.817-7, domiciliado para estos efectos en Avenida Vitacura
N°5951, comuna de Vitacura.

7. Se ordene despachar Orden de Investigar por la Policía de Investigaciones de Chile, e


instruir la ubicación, individualización y declaración de los siguientes testigos:
a. Vanessa De Lourdes Cornejo Antiman, cédula de identidad N°15.820.709-5,
domiciliada en Glasgow N°9363, comuna de La Florida.
b. Pamela Reina Cerda Guzmán, cédula de identidad N°16.741.895-3, domiciliada en
Avenida Central Parcela 33, Lo Cañas, comuna de La Florida.

8. Se ordene citar y tomar declaración ante la Fiscalía Local de La Florida del Ministerio
Público, de conformidad con el artículo 190 del Código Procesal Penal, a todos los
funcionarios de carabineros que resulten involucrados en estos hechos, incluyendo al
funcionario responsable de la actuación de ellos.

TERCER OTROSÍ: Solicito a S.S autorizar los poderes conferidos en el quinto otrosí de
esta presentación, sin mi concurrencia personal al tribunal, en virtud del Acta N° 53-2020 de
la Corte Suprema o “Auto Acordado sobre Funcionamiento del Poder Judicial durante la
Emergencia Sanitaria Nacional provocada por el brote del nuevo Coronavirus” teniendo en

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consideración su artículo 2, el cual señala que “se privilegiará siempre la vida y la salud,
tanto de los funcionarios del Poder Judicial, como de los usuarios del sistema de justicia,
tomando todos los resguardos instruidos por la autoridad sanitaria y utilizando como
medida principal de prevención el distanciamiento social.” Asimismo, su artículo 13 en su
inciso primero destaca la necesidad de restringir al mínimo la atención de público al disponer
que “La atención presencial de público se restringirá a casos en que ella no pueda obtenerse
cumplidamente mediante sistema de teletrabajo.” De esta forma, y para efectos de evitar la
concurrencia personal a las dependencias del tribunal de SS., acompaño en este acto copia
de mi cédula de identidad, para efectos de acreditar mi identidad.

En subsidio, y para el caso que SS. estime indispensable mi comparecencia al


Tribunal para autorizar el poder conferido en el quinto otrosí de esta presentación, solicito se
habilite lugar especialmente destinado para mi atención, en los términos del inciso segundo
del artículo 13 del Acta N° 53-2020.

CUARTO OTROSÍ: De conformidad con lo dispuesto en el artículo 31 del Código Procesal


Penal, solicito a S.S. que las notificaciones, citaciones y resoluciones que se dicten en este
proceso sean enviadas a los correos electrónicos: cristian.arias@arias-gompertz.cl,
gustavo.riveros@arias-gompertz.cl, diego.lizama@ug.uchile.cl,
paulina.gonzalez@derecho.uchile.cl, y fabian.morales@derecho.uchile.cl.

QUINTO OTROSÍ: Solicito a S.S., tener presente que designo como abogados
patrocinantes y confiero poder, al abogado don Cristián Arias Vicencio, profesor del
Departamento de Enseñanza Clínica del Derecho de la Facultad de Derecho de la Universidad
de Chile, cédula de identidad número 9.678.402-3; y al abogado don Diego Lizama Castro,
ayudante del Departamento de Enseñanza Clínica del Derecho de la Facultad de Derecho de
la Universidad de Chile, cédula de identidad número 18.396.893-9; ambos domiciliados en
Av. Santa María 0200, comuna de Providencia; quienes podrán actuar de forma conjunta o
separada en la tramitación del presente procedimiento, y que suscriben esta presentación con
sus firmas electrónicas avanzadas en señal de aceptación.

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