El Deporte Salvadoreño Bajo La Lupa
El Deporte Salvadoreño Bajo La Lupa
El Deporte Salvadoreño Bajo La Lupa
Jorge Quezada termina su gestión al frente del instituto que rige el deporte nacional. En esta primer entrega, se
aborda manejo de fondos y entrega a las federaciones; infraestructura deportiva y los estímulos deportivos para
atletas.
POR CÉSAR NAJARRO - @CJNAJARRO MAY 31, 2019- 06:34
El 2 de junio de 2014, Jorge Pérez Quezada fue presentado como nuevo presidente del Instituto Nacional de los
Deportes (Indes). “Vamos a trabajar con las federaciones, tendrán a un amigo”, dijo. Desde entonces,
federaciones, atletas e incluso periodistas más de una vez han calificado esta gestión como la peor de la historia.
¿Por qué? ¿Cómo se administró el instituto? El titular del Indes platicó a fondo con EDH Deportes sobre estos
puntos.
El objetivo de este artículo es presentar los hallazgos principales de estos 5 años del Indes, como un punto de
partida de dónde está el deporte nacional a esta altura, y de cómo lo asumirá la nueva administración.
Una de las principales quejas de deportistas y federaciones siempre ha sido la falta de dinero para poder crecer
y dar resultados. Quezada sentó postura temprano en su gestión: “desde un principio, buscamos dejarles en
claro a las federaciones que el responsable del desarrollo deportivo son ellos mismos”.
Una de las primeras conclusiones de los análisis técnicos realizados por Indes fue que, en términos generales, la
cantidad de atletas élite y de alta competencia se redujo en los últimos años, tras el auge en torno a los Juegos
de San Salvador 2002. Para muestra, un botón: quinto lugar regional en los Juegos C.A. de Managua, en 2017.
La visión de este Indes, según Quezada, fue trabajar en las bases, en el deporte estudiantil. Esa fue su gran
apuesta desde el inicio, y el deporte elite pasó a ser, de una u otra forma, responsabilidad casi “exclusiva” de las
federaciones, al menos en cuanto a resultados. “Mucho se ha visto en la historia que, cuando al deporte le va
mal, el Indes es el culpable, que no entregó los fondos, etc. Y cuando le va bien, poco o nada se menciona a
Indes”, justificó el presidente.
La vigente Ley General de los Deportes (en adelante se mencionará solamente ley) establece que el Indes es el
encargado de los lineamientos para impulsar la política deportiva, y dentro de dichos lineamientos, el Indes de
Quezada optó por trasladar la responsabilidad del deporte elite a las federaciones.
Pero esto implicaba darle más responsabilidades y libertades a las federaciones, cuando muchas de ellas, según
palabras posteriores del mismo Quezada, no estaban preparadas para ello.
Uno de los puntos llamativos tenía que ver con los ingresos y egresos de las federaciones. “No era posible
arrancar un nuevo año con dineros pendientes del año anterior, y esto no ha sido fácil corregirlo”, dijo.
De hecho, la ley (art. 35, literal m) establece que, a más tardar para febrero de cada año, las federaciones están
obligadas a presentar el informe del trabajo del previo con todos los estados financieros auditados (sin reparos
sobre su uso). El problema surgió porque muchas federaciones estaban acostumbradas al “desorden”, como
alguna vez lo nombró el mismo Quezada.
Así mismo, las erogaciones (dinero entregado a las federaciones) se vieron afectadas porque había “ocasiones
en las que no hicieron la solicitud de los fondos para eventos cuando ya los tenían encima. El manual indica que
deben hacerlo al menos 45 días antes”, afirmó la voz oficial de Indes, quien añadió que “falta más
especialización en las federaciones; en algunas, el mismo gerente técnico es el administrativo, y se descuida de
esta última parte… y uno de los problemas que más tuvimos es que las federaciones venían con planes técnicos
que no cuadraban con el plan financiero, eran demasiado ambiciosas, pero no tenían cómo cubrir sus planes de
trabajo con lo que les destina Indes”, añadió.
También hicieron cambios en cómo administrar los fondos. Indes encontró que “la mayor parte del dinero
entregado” a las federaciones era destinado a la parte administrativa, y no directamente al desarrollo del
deporte y atletas. “Esa era una de las grandes quejas de los atletas, la poca inversión para el desarrollo
deportivo, y eso tratamos de normarlo para tener claridad”. Sin embargo, en ese proceso también hubo ajustes.
El Indes pasó de pedir 80% de inversión en deporte y 20% del dinero para gastos administrativos a un proceso
en el que, en 5 años, terminó cediendo a 50% y 50%.
“Todo depende de la cantidad que recibía cada federación. Definimos que hasta los $100,000 entregados, el
50% fuera en desarrollo deportivo. Ya si las federaciones pasaban de 150 mil, se les pedía el 65%. Esto lo
modificamos, porque muchas demostraron que para completar el pago administrativo con solo el 35% se les
dificultaba, como el caso de atletismo, que tiene bastante personal, o karate, que está en todo el país. Ya este
año, con 50% y 50%, apenas 2 federaciones se han pasado un poco, pero ha sido mínimo el problema, es decir,
se ha corregido”, sostuvo el titular de Indes.
Quezada reconoció, en más de una ocasión, que los fondos a las federaciones no son suficientes para desarrollar
de forma plena a los atletas, sobre todo para el deporte élite. “Un atleta siempre querrá más… Abogamos en la
Asamblea porque diera más dinero al deporte, pero habían otras prioridades en el país, el señor presidente
(Sánchez Cerén) sabrá por qué tomó esa decisión. Con unos $5 millones más que hubiéramos tenido…”.
En otras palabras, las federaciones eran las responsables de los resultados, pero si algunas tenían planes
ordenados y ambiciosos para darlos, igualmente no siempre hubo fondos para ejecutarlos.
En medio de todo esto, El Salvador perdió atletas de la talla de Ivania Miranda, la última gran representante de
la marcha femenina local. En 2017, declaró: “la beca (estímulo deportivo) de Indes me llega cada 5 meses”. En
múltiples ocasiones comentó que tenía dificultades incluso para hacerse de unos tenis adecuados para
representar al país en competiciones internacionales. Y como ella hay decenas de casos, que han mermado el
número de atletas elite del país.
En cuanto a plata, algo que afirmó Quezada que sí lograron corregir casi por completo fue la ejecución de los
fondos en el propio ejercicio fiscal. “Las federaciones guardaban el dinero no ejecutado y no sabían que tienen
que ejecutarlo en el mismo ejercicio fiscal. Nos lo tienen que devolver a Indes y este al fondo general de la
nación. Eso se redujo, quizás, en un 95%”, dijo.
El Indes recibe $12,528,125 del presupuesto de la nación. Adicional a esto, tiene ingresos extra por
arrendamiento (alquiler) de inmuebles o transferencias de capitales desde otras dependencias o de la
Presidencia de la República. Para 2019, según información del Portal de Transparencia, se incluyen $50,000 por
alquiler y $530,000 asignados de Casa Presidencial, lo que eleva su presupuesto anual a $13,058,125.
Reajustes de los fondos
De manera macro, Quezada afirmó que la cantidad de fondos hacia las federaciones aumentó, pese a que la
asignación del presupuesto de la nación sigue en $12,186,000 (esto no varió en los 5 años, y venía desde antes,
más allá de algunos ingresos extra por alquiler de locales, como el Mágico González, o de de que hubo recortes
presupuestarios puntuales a algunas de ellas).
Jorge Quezada, presidente de Indes y Alicia Reyes, de Grupo Calvo, firmaron el convenio de patrocinio del
“Programa Éxito”.
“En 2014, andaba como 4.6 o 4.7 de millones. Pero de ese dinero, 1.7 era directo a la de fútbol. El restante (las
demás federaciones y asociaciones) era de 3 millones. Nosotros vimos que era algo muy limitado. Al abrir este
2019, el presupuesto de las federaciones anda como en 4.6. El deporte federado creció en esta gestión no
menos de 1.5 millones”, aseguró Quezada.
Sin embargo, a la hora de revisar documentación del mismo Indes, se refleja que esto no es del todo así. Si bien
Indes sí recortó gastos administrativos propios (sobre todo en personal de seguridad), y dejó de darle dinero al
Comité Olímpico y al fútbol, parte de esos montos Indes los transfirió a federaciones, o a otras áreas del
deporte. Pero las asignaciones presupuestarias y transferencias de fondos de la gerencia técnica,
proporcionadas por el mismo Indes, reflejan una discrepancia en cuanto al real crecimiento del monto total para
federaciones (aparte del fútbol) en relación a 2014.
En 2014, las federaciones (sin fútbol) tuvieron un presupuesto de $4,176,642. Ahora bien, este monto se
incrementó con refuerzos presupuestarios extra y llegó a $5,041,505. Para el 2018, el monto presupuestado fue
de $3,916,000. Ya con los refuerzos (por eventos extra u otras necesidades), se elevó a $4,354,586.
Afectados y beneficiados
En esta gestión, la Asociación Deportiva Universitaria, COES, golf, motociclismo, paracaidismo, kickboxing y remo
dejaron de percibir dinero del Estado desde 2015 o 2016 (aunque COES sí obtuvo $237,945 para los Juegos C.A.
2017).
La Asociación de Deportes de Personas Ciegas, la Asociación de Fútbol Americano, Asociación de Deportistas
Sordos, y boccia son los que no recibían en 2014 y, en algún momento de esta gestión, comenzaron a contar
para el Estado.
Fútbol pasó de un presupuesto asignado de $1,265,083, en 2014, a $121,600 en 2018. Para 2019, ese monto es
de cero. Incluso federaciones que tradicionalmente han dado buenos resultados internacionales, como tiro con
arco, sufrieron recortes. En 2014, su presupuesto era de 196,273. En 2018, $150,000.
“A tiro con arco le recortamos porque ya solo tenía como 2 tiradores, y (esa disminución) les cayó bien, hoy
tienen tanto en femenino como en masculino, y han ganado medallas internacionales. También encontramos
que el entrenador tenía salario y estímulo de atleta, pero atrás de los 2 que daban resultados, no había ningún
otro atleta. Si comparabas, otras federaciones estaban dando más resultados, tenían muchos más atletas pero
menor presupuesto”, afirmó Quezada, en relación a que el deporte de las flechas no es muy popular.
En cuanto a otras disciplinas como karate, con presencia masiva de atletas y programas en casi todo el país, el
presupuesto pasó de $151,666, en 2014, a $190,000, en 2019. O baloncesto, de $146,948 a $180,000 (aparte de
refuerzos presupuestarios que tuvieron estas y las demás federaciones).
“Roberto Hernández (tiro con arco) ha seguido su ruta en Copas del Mundo. Y ahora tenemos ya a otro
muchacho, a dos muchachas jóvenes que están dando resultados. Es lo que buscábamos, que no fuera solo una
la figura. Además, a pesar de la reducción, no hemos dejado de darles ayudas adicionales que casi terminan de
llevar el monto total al presupuesto que tenían antes. Esto porque hubo un cambio de rumbo, reorientación en
sus políticas de trabajo”, sostuvo Quezada.
A remo, el estado le había asignado $133,618 para 2014, que ascendió a $171,738 por la necesidad de compra
de botes para los Juegos de Veracruz. “Se quedó a cero porque se les dio dinero extra, 60 mil para comprar
botes y nunca pudieron liquidarlo. Mandaron aquí unas copias y al final eran unas cosas usadas que habían
traído y que aquí habían pintado. Se llevaron casi cerca de $5,000 para gastos de bolsillo para esos Juegos,
monto que ninguna otra federación tenía, y tampoco lo pudieron liquidar”, argumentó. En su momento,
también dijo que “no se vale que se les de 100 mil dólares, y solo tengan 14 atletas”.
Mientras que su justificación para otros deportes tiene que ver con una cuestión de poder adquisitivo o valor
que le da a cada deporte. “Quien tiene un poco de mayor capacidad económica tiene que ser solidario con los
deportes de atletas de menor capacidad, como la gente de los deportes de combate, que en su mayoría son de
muy escasos recursos”, argumentó.
Sin embargo, kickboxing (combate) pasó de $31,000 a cero.
Para el motociclismo, explicó en su momento que también era un deporte muy caro. En tanto que de
paracaidismo, dijo que “es un hobby y los impuestos del pueblo no están para mantener esos hobbies” durante
un programa radial.
Óscar Picardo, exmiembro de la Federación de Motociclismo, mencionó en su momento que “ la decisión (del
recorte presupuestario a Fesamoto) fue ideológica. Su argumento fue financiero. Dijo que para practicar
motociclismo había que comprar motos y que ese era un deporte de ricos y eso es falso. Hay jóvenes que tienen
motos de bajo presupuesto y la mayoría de ellos son pilotos patrocinados, que no tienen para comprar la suya”,
externó.
ANÁLISIS: El deporte salvadoreño bajo la lupa (Segunda Entrega)
Jorge Quezada termina su gestión de 5 años al frente del instituto que rige el deporte nacional. Tras una primera
entrega donde se analizó el trabajo del Indes en 3 ejes estratégicos, ahora se abordan los temas del deporte
estudiantil y comunitario, el inclusivo y la relación con el atleta
POR CÉSAR NAJARRO - @CJNAJARRO
JUN 01, 2019- 06:22
Luego de revisar el trabajo del Indes en los rubros de infraestructura, erogaciones y manejo de fondos y
estímulos deportivos, en esta entrega se presentarán otros ejes estratégicos. Todos los ángulos ayudan a
entender cómo llega el deporte justo hoy, cuando inicia un nuevo Gobierno bajo la administración de Nayib
Bukele como presidente de la República.
4. Deporte estudiantil y comunitario
El Indes anunció, desde el inicio de esta gestión, que el deporte base sería prioridad en la política deportiva.
“Podemos apostar por 2 vías. De manera total al alto rendimiento, donde no importa la persona sino el
resultado; o poner en el centro a la persona. Concluímos que debíamos buscar crecer en cantidad con los Juegos
Estudiantiles”, explicó Jorge Quezada.
Esto se reflejó -aunque no fue la única causa- en los resultados internacionales de competiciones mayores. El
país fue a la baja en todos los eventos de ciclo olímpico en cuanto a medallas. En los Centroamericanos de 2017
(el que menos nivel tiene en cuanto a los rivales a los que se enfrentaron, comparado contra C.A. y Caribe,
Panamericanos, Mundiales u Olímpicos), el país fue quinto del medallero, muy por debajo del líder Guatemala,
con quien antes se competía por la hegemonía regional. Los chapines nos sacaron 132 preseas de diferencia, 70
de ellas de oro.
Según los números de Indes, “le inyectamos mayor recurso al deporte estudiantil desde la primera etapa
Codicader, no menos de $1,000,000 al año. Parte de ese dinero, como 30 o 40%, lo tomamos de lo que se quitó
al fútbol; otra parte fue reorientada de recursos de bienes y servicios. En materia de seguridad, hicimos un
recorte de cerca de 100 mil dólares anual (tenían más de medio millón en ese rubro) y lo pasamos a deporte”,
aseguró.
Quezada afirmó que Indes estaba atendiendo a cerca de 50 mil atletas antes de 2014 a nivel nacional a través de
los juegos. “Parecía una cifra bastante alta; pero vimos el músculo de Indes en el territorio y nos dimos cuenta
que era muy pobre, promotorías con una persona y 20 a 23 municipios para atender. Muy difícil. Teníamos un
vehículo para promotores para toda la zona oriental, y otro para la zona occidental. Por eso, una de las apuestas
fue generar mayor presencia de técnicos deportivos en el interior del país, y crecimos bastante en eso”.
Otra de las apuestas tuvo que ver con facilitar el trabajo a los técnico brindándoles mejores condiciones. “Hoy
todas las promotorías tienen su vehículo, no del año, pero les permite una buena cobertura. Además, les
nutrimos de equipo informático; muchos ni computadora tenían. Y ocurría que, si se compraba equipo nuevo
para el interior, ese lo dejaban aquí en el área administrativa (central) y lo obsoleto lo enviaban. Suspendimos
eso y corregimos”, aseguró.
A partir de 2014, Indes pasó a hacer una planificación anual, reforzó la coordinación (que ya existía en otras
gestiones previas) con el Ministerio de Educación (Mined), pero sobre todo para gestionar que se brindara las
oportunidades a los estudiantes de salir a competir.
“A veces el director de la escuela decía que no había permiso”, aseguró Quezada. La ley (art. 59) solo establece
que el Indes debe coordinar con el Mineda y las universidades programas de estudios especiales para los atletas
de alto rendimiento, pero no menciona nada al respecto sobre los atletas que son estudiantes de básica,
secundaria o tercer ciclo.
Actualmente, el número de atletas estudiantiles que vieron actividad bajo los programas del Indes llegó a los
137,000, y para este 2019, la aspiración es de 15 mil más.
“La indicación que giramos después fue que no se quedara solo en cabeceras departamentales ni pueblos, sino
que también había que ir al encuentro de los muchachos en los cantones, y, en gran medida, hemos sacado
atletas que han venido de cantones a las finales estudiantiles. Esa ruta de crecer en cantidad y también en
calidad había que ponerle un norte. Así nació el Programa Éxito, que nos permite concentrar a los mejores de los
estudiantiles y trabajarlos con las federaciones para tratar de ser protagonistas a nivel centroamericano”.
De esto es de lo que se siente más orgulloso Quezada. “Hemos conseguido más allá de lo que pensamos en un
inicio. Nuestro gran objetivo no pasaba por ser campeones de la región, sino en descubrir y promover talentos
deportivos, generar un nivel de competencia y compromiso en los cipotes. Pero en el mismo 2014, en la marcha
del proyecto, nos dimos cuenta que los mismos muchachos tenían un deseo enorme de triunfo”, contó el hasta
ayer presidente de Indes.
El resultado fue positivo. El Salvador volvió a dominar el medallero de los juegos estudiantiles después de tres
años, ya que la última ocasión fue en 2011. Aunque en el puntaje final, Guatemala fue primero, pero no en
cantidad de medallas. Para el siguiente año, el país sí obtuvo el primer puesto general. Y en 2018, también
ganaron los Juegos en la edición de Panamá.
“Esta es una apuesta desde la etapa estudiantil más pequeña hasta la de mayor importancia a nivel
internacional. En eso me voy satisfecho porque ya vemos atletas que forman parte de la estructura, de la ruta,
como Gabriela Izaguirre (karate), Víctor Steiner (atletismo), Celina Márquez (natación), varios atletas en
deportes como judo, taekwondo, las chicas de ajedrez que dieron el salto de calidad y ganaron una medalla
mundial, Enzo Leiva (tenis de mesa). En ese aspecto, me siento altamente agradecido con los atletas, con las
federaciones y con los padres de familia. Hemos cerrado bien esta parte, aunque siempre hay cosas por
mejorar”, sostuvo Quezada.
Paralelamente, la otra dimensión del deporte base la enfocaron en la comunidad. Aunque no han trabajado en
todo el territorio nacional, sí han podido desarrollar diversos programas.
“Hemos buscado primero un acercamiento con los gobiernos municipales, porque creemos que es la parte más
cercana a la gente y que conoce el territorio, y con los líderes comunitarios. Hemos creado los comités
deportivos comunales, que los dirigen los alcaldes”, dijo.
En esta parte, el Indes, más que recurso financiero, ha aportado apoyo logístico y de conocimiento, preparación
de entrenadores, estímulos como trofeos, medallas o material deportivo básico.
Otros programas han estado relacionados a la comunidad pero en la dimensión de la prevención de la violencia,
algo que también exige la ley. “A través del Plan El Salvador Seguro, buscamos conectar el deporte comunitario y
logramos mover a cerca de 33 mil personas en fútbol, baloncesto, karate, aeróbicos y pesas, a través de
inversiones fuertes porque dimos equipo, torre de sonido para las actividades, y soporte para la creación de
toda la estructura. El deporte comunitario estaba casi abandonado”, señaló.
El último de los programas que ejecutaron fue en la zona de los Nonualcos, a donde trabajaron con 17
municipalidades bajo un sistema de mapeo para identificar áreas de interés. Curiosamente, solicitaron deportes
como tiro con arco, sóftbol o boxeo, además de otros más tradicionales como natación, karate y fútbol.
“Llevamos a los técnicos deportivos y capacitamos las respectivas municipalidades bajo el mando de las
federaciones, y se va a firmar un convenio de cooperación con ellos. Creemos que esta ruta también es
importante, por temas de salud, cohesión social, prevención y generación de espacios de sana convivencia para
la comunidad”, explicó.
Según datos del Indes, al menos 50 municipios del país fueron equipados y recibieron la base para crear las
estructuras del deporte comunitario. “Lo cerramos bien, pero lo importante es estarlo fortaleciendo”, añadió
Quezada.
Para el presidente del Indes 2014-2019, esta ruta mezclada entre deporte comunitario y deporte estudiantil con
soporte clave de las federaciones la han seguido muy bien federaciones como karate, con presencia en casi todo
el país, o judo, que “está caminando muy bien, y será la base Codicader de futuro. En luchas, por ejemplo,
apenas estaban dos atletas en femenino y Luis Portillo. Hoy hay toda una base de cipotas que fueron traídas del
deporte estudiantil. La ruta está: es llevar a esta gente talentosa a las federaciones, que las pulan y que,
eventualmente, representen al país. Pero hay que ampliarla, llevarla a unos 15, 18, 20 deportes máximo, que en
unos Juegos Centroamericanos te puedan inclinar la balanza”, dijo Quezada, quien se refiere a una cantidad de
deportes específica, porque el programa inició con el trabajo conjunto con 10 federaciones, y ha crecido a las 16.
5. Deporte inclusivo
Marginado por mucho tiempo pese a que está en la ley de deportes, fue hasta en esta gestión que algunas
asociaciones de deporte inclusivo comenzaron a recibir cierto apoyo de manera sistemática. No se compara, ni
por cerca, con los montos que reciben federaciones tradicionales, pero al menos ya se dio el primer paso.
Asociaciones como la Deportiva de Sordos (Adses, $20,000), la de Deportes de Personas Ciegas (Asadepci,
$10,000 aunque para este año no aparecen en el presupuesto) o boccia ($25,000) pasaron a formar parte de las
asignaciones anuales en las transferencias de Indes. Además, la Asociación Salvadoreña de Fútbol Americano
($20,000) también fue incluida. Los montos corresponden al último presupuesto asignado.
Ha sido, además, durante esta gestión, que el Comité Paralímpico de El Salvador ha logrado trabajar talentos de
manera más sistemática.
La cara más visible es la de Herbert Aceituno, campeón de América, obtuvo un campeonato Mundial en 2016,
participó en los Paralímpicos de Río 2016 y ahora está en ruta en su búsqueda del boleto hacia los Paralímpicos
2020. Para ello, competirá en las Copas mundiales de Kazajistán (julio) y Dubai (abril).
Aunque aún falta mucho apoyo de diversa índole para que realmente el deporte sea inclusivo en el país, esta
gestión al menos se ha caracterizado por darles un reconocimiento, visibilizarlos y apoyarlos económicamente,
aunque con pocos recursos.
6. Relación atleta-Indes
La línea entre respetar la independencia de las federaciones en cuanto al manejo deportivo y de los atletas
versus quién vela por los derechos de los atletas no queda del todo clara en la Ley General de los Deportes.