Trabajo Grupal 1
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electorales.
DERECHO DE SUFRAGIO Y PARTICIPACIÓN ELECTORAL
LA constitución de 1993, siguiendo a la de 1979 , establece que, en el Perú, el derecho de
sufragio es universal y obligatorio. Para tener este derecho, no se discrimina por razones
tributarias, de sexo o de educación; esas han sido las tres grandes reformas que se han
realizado al respecto, ampliando sucesivamente el derecho al sufragio. Solo se discrimina
por razones de edad: se adquiere la ciudadanía y, por tanto, el derecho al sufragio a los 18
años.
La Constitución de 1933 otorgó el derecho de sufragio a las mujeres, pero solo para las
elecciones municipales. La primera de estas se realizó treinta años después, en 1963 — tiempo
suficiente para que se diera una reforma que extendió tal derecho a las elecciones nacionales
—. Esta reforma fue dada por el gobierno del presidente Manuel A. Odría en 1955, de modo
que las mujeres votaron por primera vez en las elecciones de 1956.
La tercera ampliación del derecho de sufragio se dio con la Constitución de 1979, que
eliminó el requisito de saber leer y escribir. Así, los analfabetos participaron por
primera vez en las elecciones nacionales de 1980. Desde esa fecha, los analfabetos
representan un promedio de 5% del electorado peruano. Además de realizar esta
extensión del derecho de sufragio, la Constitución de 1979 rebajó la edad para
acceder al sufragio de 21 a 18 años.
La Constitución de 1993 no ha introducido ninguna modificación en las características
del derecho de sufragio respecto de la Constitución de 1979. Ha mantenido su carácter
universal, con la exclusión de los menores de 18 años de edad. Al mismo tiempo, ha
mantenido el carácter obligatorio del sufragio, establecido por la misma Constitución
de 1979. Si un peruano no sufraga, pierde sus derechos civiles, a celebrar contratos e
inclusive a cobrar un cheque, mientras no cancele una multa que asciende a unos US$
50.
El voto es universal, es decir, es un derecho de todas las personas; pero la propia Constitución
ha establecido exc~pciones específicas y genéricas. Específicas, cuando inhabilita a los
policías y militares para gozar del derecho de sufragar y de ser electos. Genéricas, cuando
establece que la ciudadanía se suspende por resolución judicial de interdicción, por sentencia
con pena privativa de la libertad y sentencia con inhabilitación de los derechos políticos,
quedando pues impedidos de votar quienes caigan en estos supuestos
Por otro lado, junto al derecho de sufragio está el derecho a ser elegido. En este sentido, el
derecho electoral tiene ciertas restricciones normativas; por ejemplo, los requisitos para
ocupar la Presidencia de la República y las vicepresidencias, además de ser peruano y gozar
del derecho de sufragio, comprenden el tener más de 35 años, mientras que para postular al
Congreso se debe tener más de 25 años.
La Constitución de 1979 quiso que la decisión estuviera siempre en manos del pueblo,
para darle mayor respaldo al presidente de la Pepública. La razón por la que se estimó
esto necesario fueron dos de los golpes de Estado ocurridos durante la vigencia de la
Constitución de 1933. El primero fue el que derrocó el 27 de octubre de 1948 al
presidente José Luis Bustamante y Pivero; el segundo, el del 3 de octubre de 1968, que
derrocó al presidente Fernando Belaunde Terry.
Como se ha señalado ya líneas atrás, desde 1963, el Perú elige al Congreso mediante el
sistema de representación proporcional. Dicho sistema incluye dos reglas principales.
La primera establece que los miembros del Congreso se eligen en distritos electorales
plurinominales. Los últimos dos Congresos —2001-2006 y 2006-2011— fueron
elegidos en 25 distritos electorales: los 24 departamentos más la Provincia
Constitucional del Callao.
El número de congresistas que se elige en cada departamento depende de su
población electoral. Sin embargo, cada departamento elige, por lo menos, a dos
congresistas, así su población electoral no le dé derecho a ello. Cuatro departamentos
son beneficiarios de esta regla: Madre de Dios, Tumbes, Moquegua y Tacna. Los
asientos que se les da a estos departamentos son restados al departamento de Lima,
que, no obstante tener el 34% de la población electoral, tiene solo 29% de los asientos.
La segunda regla establece que, en cada distrito electoral, los asientos son distribuidos
entre las agrupaciones políticas participantes con un criterio proporcional, es decir, en
relación con la votación que hayan obtenido sus listas de candidatos. Esta norma se
opera con la cifra repartidora o Método d’Hont. Por este, la votación obtenida por
cada lista es dividida entre el número de cada uno de los asientos en juego en cada
departamento, identificándose luego las cifras más elevadas.
El sistema electoral subnacional peruano, utilizado para elegir a las autoridades de los
gobiernos locales y regionales, está compuesto por reglas radicalmente diferentes a
las que se utilizan para elegir a las autoridades nacionales. En la elección de estas
autoridades no se aplica el principio de separación de poderes. Además, los asientos
en los colegiados subnacionales no son asignados con un criterio proporcional sino
mayoritario.
En el Perú, las elecciones municipales reaparecieron en 1963, luego de cuatro décadas
de no haber sido celebradas. Se rigieron por el decreto ley 14669, Ley de Elecciones
Municipales, dictada por la Junta Militar de Gobierno en 1962. La duración del
mandato de las autoridades locales era de tres años, es decir, la mitad de la que tenía
el de las autoridades nacionales bajo la Constitución de 1933. Así, se realizaron dos
elecciones —1963 y 1966— antes del golpe de Estado del 3 de octubre de 1968.
Durante el gobierno militar, estas autoridades fueron designadas por el gobierno
central. Con el retorno del Perú a la democracia, en 1980, se relanzó la elección
popular de las autoridades municipales. Desde esa fecha, se han realizado en el Perú
nueve elecciones municipales consecutivas: 1980, 1983, 1986, 1989, 1993, 1995, 1998,
2002 y 2006. Como se ve, el mandato municipal ha sido, generalmente, de tres años.
En los últimos diez años, sin embargo, el mandato ha pasado a ser de cuatro años.
Entre el gobierno central o nacional y los gobiernos locales o municipales, el Perú tiene,
desde el 2002, autoridades regionales —o, más exactamente, gobiernos regionales en
departamentos. El antecedente de estas autoridades intermedias fueron los gobiernos
regionales existentes entre 1990 y 1992. El 6 de abril de 1992, estos fueron disueltos por
decisión del gobierno del presidente Alberto Fujimori, y sustituidos por los consejos
transitorios de administración regional.
Ni en el ámbito local ni en el regional se utiliza el principio de separación de poderes:
el ciudadano tiene un solo voto para elegir al órgano ejecutivo y al órgano normativo y
de control. Desde 1983, la Ley de Elecciones Municipales dispone que la
agrupación que
obtiene la mayoría de votos se lleva no solo la alcaldía sino también la mitad más uno
de los asientos que existen en el concejo municipal respectivo. La misma regla rige
para los gobiernos regionales.
Lo que busca esta regla es que haya gobernabilidad local o regional, es decir, que no
haya enfrentamiento entre los órganos ejecutivo y normativo y de control de estos
gobiernos. Solo el saldo restante de los asientos en los concejos municipales o en los
consejos regionales es distribuido proporcionalmente entre las demás agrupaciones
políticas participantes en las elecciones.
Por tanto, se puede decir que, para la conformación de estos órganos de gobierno, el
criterio de asignación de asientos es principalmente mayoritario y solo
complementariamente proporcional, a diferencia del criterio utilizado para la elección
del Congreso de la Pepública.
Conclusiones :
Este es un importante avance para la participación igualitaria de la mujer pues forma parte de
una ola regional: países como Ecuador (2009), Costa Rica (2009), Bolivia (2010), Nicaragua
(2012), Honduras (2012), México (2014) y, más recientemente Argentina y Paraguay (2017),
han adoptado criterios de paridad de género en las listas a cargos de elección popular,
abandonando el modelo de las cuotas electorales por una garantía de igualdad en las
candidaturas.
CONCLUSIÓN: Las mujeres tienen que ocupar lugares elegibles para, así, alcanzar una
participación equilibrada, es necesaria una ubicación alternada de mujeres y hombres desde
los primeros puestos de las listas de candidaturas. Lo cual ofrecerá mejores condiciones tanto
en la oportunidad de postulación como de ser elegidas.
La llegada de más mujeres a los espacios de decisión sin duda traerá un
impacto positivo en el tipo de políticas y contribuirá a acortar las brechas
y desigualdades.
Mientras no se emprenda una reforma electoral, el proceso democrático peruano no
terminará de sacudirse de las amenazas de interrupción que la agobian y que comprometen
sus perspectivas de desarrollo económico.
http://portal.jne.gob.pe/portal_documentos/files/ae6b1198-2378-4c2b-8c7e-
fcd18747a321.pdf Reporte electoral N° 9. Impacto de la posición de lista y voto preferencial
en las elecciones congresales (2016–2020) Lima, agosto de 2020
Defensoría del Pueblo, ¿Uso o abuso de la autonomía municipal? El desafío del desarrollo local.
Lima: Defensoría del Pueblo, 2008.
un organismo electoral es una institución que toma parte de la infraestructura requerida para
sostener un proceso democrático (Jaramillo, 2016).
Los procesos electorales son un conjunto de acciones que están: • ordenadas por etapas, •
dirigidas por los organismos electorales, • normadas por la Constitución y las normas
electorales, y • destinadas a la elección de representantes o de una alternativa.
Desde el año 2014 y tras procesos continuos de reforma en materia electoral, la administración
electoral en México es de carácter descentralizado. Los organismos electorales desconcentrados
del país son tres: el Instituto Nacional Electoral (INE), el Tribunal Electoral del Poder Judicial
de la Federación (TPJF) y la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales
(FEPADE).
ELECCIONES CONGRESALES EXTRAORDINARIAS 26 DE ENERO DE 2020
GIA INFORMATIVA 2020
Sistema Electoral Está conformado por tres organismos, la Oficina Nacional de Procesos
Electorales (ONPE), el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y el Registro Nacional de
Identificación y Estado Civil (RENIEC). Todos ellos, actúan con autonomía y mantienen
relaciones de coordinación entre sí, de acuerdo a sus atribuciones. El Sistema Electoral
peruano tiene por función asegurar que las votaciones y los escrutinios traduzcan la expresión
auténtica, libre y espontánea de los ciudadanos y sean el reflejo fiel de la voluntad popular
expresada en las urnas por votación directa y secreta
Ley Nº 26497, Ley Orgánica del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil.
ONPE Relación de postulantes que aprobaron el proceso de selección para cubrir las
vacantes de las Oficinas Descentralizadas de Procesos Electorales.
JNE
Fecha de cierre del padrón electoral para las Elecciones Congresales 2020.
Voto Electrónico Presencial 3.8. Sistema de Escrutinio Automatizado (SEA) El sistema del voto
electrónico presencial, es una solución tecnológica diseñada y creada por la ONPE para
automatizar todas las etapas de la votación, como son: instalación, sufragio y escrutinio. Es una
forma de votación que se diferencia del método tradicional por utilizar hardware y software
que permiten automatizar los procesos de comprobación de identidad del elector, emisión del
voto, conteo (escrutinio) de votos y emisión de reportes de resultados.
Ventajas: Elimina las actas observadas por error material e ilegibilidad (errores que cometen
los miembros de mesa por falta de destreza en la lectoescritura y las operaciones
matemáticas, sobre todo en relación al voto preferencial). Ofrece los resultados de la
elección a los pocos minutos después de concluido el sufragio. Reduce significativamente el
número de mesas de votación
Facilidades para las personas con discapacidad 5. Excusas y justificación al cargo de miembro
de mesa Motivo: Este trámite se efectúa cuando un ciudadano que es sorteado como miembro
de mesa no puede cumplir con su deber. Al tramitar esta solicitud y de ser aceptada, el
ciudadano no figurará como omiso si no asiste a cumplir con su deber de miembro de mesa.
Derecho de trámite: Gratuito Procedimiento: De acuerdo a la Resolución Jefatural N° 322-
2002-J/ONPE, las solicitudes de excusas o justificaciones al cargo de miembro de mesa,
debidamente documentadas, deben ser dirigidas y enviadas al Jefe de la ODPE
correspondiente a su circunscripción electoral. En el caso de las excusas, deben ser tramitadas
dentro de los cinco (5) días naturales posteriores a la publicación de quienes han sido
sorteados para ejercer el cargo de miembro de mesa de sufragio. En el caso de la justificación,
la solicitud puede presentarse hasta antes de los cinco (5) días naturales previos previos a la
fecha de la elección y, excepcionalmente, al día siguiente ante el Jurado Electoral Especial
Pasados estos plazos, la ONPE no otorga excusas ni justificaciones al cargo de miembro de
mesa. http://www.web.onpe.gob.pe/constancias.html 6. Solicitud de excusa o justificación de
inasistencia al cargo de miembro de mesa. La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE)
dispuso que las personas con discapacidad, que con arreglo al artículo 55° de la Ley Orgánica
de Elecciones (LOE), resulten designadas como miembros de Mesa de Sufragio, titulares o
suplentes, y que por cualquier circunstancia no lleguen a ejercer tal función, no serán
considerados como omisos al desempeño del cargo de miembro de Mesa de Sufragio. Para
este efecto, el organismo electoral publicó en el diario oficial El Peruano la Resolución Jefatural
N°176- 2013-J/ONPE, que modifica la Resolución Jefatural N° 074-2012-J/ONPE, que aprueba
las “Disposiciones sobre el Procedimiento de Designación de Miembros de Mesa de Sufragio
para los procesos electorales”. Dicha resolución fue puesta en conocimiento del Jurado
Nacional de Elecciones (JNE) y del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC).
Entre los considerandos de la norma, la ONPE explica que la medida ha sido dada tomando en
cuenta las dificultades que eventualmente podrían presentar los ciudadanos con discapacidad
para ejercer el cargo de miembro de Mesa de Sufragio, correspondiendo dictar las medidas
administrativas a fin de que no sean consideradas omisas. Asimismo, otra de sus
competencias, a través de sus oficinas descentralizadas, es el conocimiento de las excusas para
el cargo de miembro de mesa que puedan presentar los ciudadanos con notorio o grave
impedimento físico o mental, según el artículo 58 de la misma ley. Durante la jornada
electoral, el personal de la ONPE apoya en la instalación de mesas especiales y temporales,
serca al ingreso del local de votación , para que las personas con algún tipo de discapacidad
física puedan sufragar con normalidad. Para el caso con discapacidad visual, se les permite
ingresar a la cabina de votación secreta con un familiar o una persona de confianza.
La ley establece una multa que equivale al 5% de la Unidad Impositiva Tributaria (UIT) para
los miembros de mesa que no asistan a cumplir con su deber desde el momento de la
instalación. Además, en el caso de que no voten, se les impondrá una multa adicional de
acuerdo al nivel de pobreza del distrito. La multa es desde 0.5% hasta el 2% de la UIT, de
acuerdo al nivel de pobreza del distrito donde sufrague el ciudadano. Distrito No Pobre: 2%
de la UIT S/. 86.00 Distrito Pobre no extremo: 1% de la UIT S/. 43.00 Distrito Pobre
Extremo: 0.5% de la UIT S/. 21.50
La ley establece una multa que equivale al 5% de la Unidad Impositiva Tributaria (UIT) para los
miembros de mesa que no asistan a cumplir con su deber desde el momento de la instalación.
Además, en el caso de que no voten, se les impondrá una multa adicional de acuerdo al nivel
de pobreza del distrito. PARA CUALQUIER MIEMBRO DE MESA TITULAR O SUPLENTE S/. 215.00
https://www.onpe.gob.pe/modElecciones/elecciones/elecciones2020/ECE2020/docs/capacita
te/GUIA-INFORMATIVA.
https://laley.pe/art/10060/eleccio
nes-2021-y-emergencia-sanitaria
El autor hace un recuento de las principales disposiciones que quedaron establecidas
para los comicios del 2021; así como los desafíos y retos que las próximas elecciones
significarán para las instituciones encargadas de realizaras y para los mismos
ciudadanos.
El pasado 22 de agosto, se publicó en el diario oficial El Peruano, la Ley N°
31038, la misma que establece normas transitorias en la legislación
electoral para las Elecciones Generales 2021, en el marco de la emergencia
sanitaria ocasionada por la COVID-19.
Del mismo modo, el pasado 31 de agosto, asumió, como nuevo Jefe de la
Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), el señor Piero Corvetto
Salinas, quien en una de sus primeras declaraciones a los medios ha
destacado la importancia de la referida norma de cara a la organización de
la jornada electoral del próximo año.
Al respecto, considero oportuno dar a conocer los cambios que la Ley trae
consigo, pensando, específicamente, en la manera cómo los organismos
electorales (la ONPE, en particular), pero también los ciudadanos,
afrontaremos la jornada electoral del bicentenario.
Primero, se establece que los trabajadores y funcionarios de los Poderes
Públicos y de los organismos y empresas del Estado, están impedidos de ser
candidatos al Congreso, si no solicitan licencia sin goce de haber, la cual
debe serles concedida treinta (30) días antes de la fecha de las elecciones,
prevista para el próximo 11 de abril de 2021.
Segundo, se dispone que todos los actos referentes a la instalación de la
Mesa, votación, y escrutinio se realizan el mismo día, y que la Mesa debe
instalarse antes de las siete (07:00) de la mañana y efectuarse la votación
hasta las diecinueve (19:00) horas. En otras palabras, se pasa de una
jornada ordinaria de 8 horas a una extraordinaria de 12 de votación.
Ahora bien, solo en el caso que hubieran votado todos los electores que
figuran en la Lista de Electores de la Mesa de Sufragio, puede el Presidente
declarar terminada la votación antes de dicha hora.
Tercero, se fija que las personas en grupos de riesgo para COVID-19,
identificadas por la Autoridad Nacional Sanitaria de conformidad con las
normas emitidas por el Poder Ejecutivo, están exentas del pago de la multa
por omisión al sufragio o de inasistencia a la integración de las Mesas de
Sufragio.
Para ello, es necesario que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) habilite
una plataforma virtual para el trámite de justificación o dispensa que
corresponda y emitir el reglamento respectivo. Por su parte, la ONPE debe
hacer lo propio en relación al trámite de excusas para ser miembro de
Mesa. Ambos trámites son gratuitos.
Cuarto, se señala que la ONPE puede conformar Mesas de Sufragio
integradas por electores cuyo domicilio, registrado en el Documento
Nacional de Identidad (DNI), se ubique en un lugar distinto al del distrito
donde se ubica el local de votación asignado; siempre que ambos
pertenezcan a la misma circunscripción electoral. Es decir, un elector podrá
votar y ser miembro de mesa en un distrito distinto al que aparece en su
DNI. Todo ello facilitará la labor de la ONPE para la conformación de las
Mesas de Sufragio.
Quinto, se dispone que para estas Elecciones Generales 2021, la ONPE
puede considerar otro tipo de recintos (como locales en que deban
funcionar las Mesas de Sufragio) a los históricamente conocidos: Escuelas,
Municipalidades, Juzgados y edificios públicos no destinados al servicio de la
Fuerza Armada, de la Policía Nacional o de las autoridades políticas.
Entonces, la ONPE podría, por ejemplo, seleccionar espacios públicos
abiertos: parques, plazuelas, plataformas deportivas, entre otros, como
nuevos recintos electorales, algo que nunca ha hecho.
No obstante ello, se ordena que en un mismo local funcionen el menor
número posible de Mesas de Sufragio, y se garanticen todas las medidas de
control y seguridad sanitarias establecidas en el Protocolo Sanitario que,
para tal efecto, determinen la ONPE y el Ministerio de Salud.
Sexto, se establece que la capacitación de los miembros de Mesa de
Sufragio, personeros de las organizaciones políticas y del personal
involucrado en el desarrollo del proceso electoral puede ser desarrollada a
través de medios virtuales, para lo cual los organismos electorales, en el
ámbito de sus funciones, deben dictar las disposiciones que correspondan.
Esto es sumamente importante pues, siguiendo lo expuesto por el nuevo
jefe de la ONPE: “para estas elecciones tenemos que generar nuevos
perfiles, con nuevas competencias, pues vamos a tener más gente
orientando en los locales de votación, gente con termómetros, alcohol y
manteniendo la distancia que se requiere”.
Séptimo, se fija que la instalación de las Mesas de Sufragio y los procesos
de votación manual o electrónico y de escrutinio de los votos en Mesa, así
como el acopio de actas y ánforas deben realizarse garantizando todas las
medidas de control y seguridad sanitarias. Para ello, es necesario, como
también lo ha señalado el nuevo jefe de la ONPE, entender que: “estas
elecciones van a hacerse de la mano con el Ministerio de Salud”.
Ahora bien, dentro de lo previsto por esta nueva ley electoral, y teniendo en
cuenta que el plazo para aprobar reformas electorales vence el próximo 30
de setiembre, según lo dispuesto en la Ley N° 31010, resulta importante
recordar que al Parlamento todavía le resta por aprobar un paquete de
iniciativas electorales vinculadas con dos ámbitos: a) Las reglas electorales;
y b) La organización de la jornada electoral.
Sobre lo primero, qué duda cabe que son dos los temas que el Congreso
tiene pendientes: a) Aprobar la reforma que elimina el voto preferencial
(iniciativa que ha sido respalda por el nuevo jefe de la ONPE); y b) Ratificar
la reforma que imposibilita que una persona sentenciada (en primera
instancia) por la comisión de un delito doloso pueda ser candidata a un
cargo de elección popular.
Sobre lo segundo, reconociendo que el éxito de toda jornada electoral
depende, en gran medida, de la oportuna instalación de las Mesas de
Sufragio, resulta fundamental aprobar una ley que disponga una
“retribución económica fija” (pues el “día libre” que únicamente favorece a
los trabajadores formales no resulta suficiente), ya que se requiere
incentivar a los miembros de Mesa para que cumplan con este deber cívico.
Finalmente, debemos recordar que toda reforma electoral (sobre todo a
estas alturas) depende del consenso existente entre los diferentes grupos
parlamentarios representados en el Congreso. Es decir, serán los intereses
políticos en juego los que determinen el futuro de las reformas electorales
planteadas. En todo caso, y como ya lo hemos advertido antes, debemos
recordar que estamos contra el reloj, y que los organismos electorales
necesitan reglas claras para sacar adelante el proceso electoral del
bicentenario. Al final, la pelota está en la cancha del Parlamento. Esperemos
que el tiempo nos alcance.
En un contexto así, los partidos políticos son percibidos por la ciudadanía como
vehículos poco eficientes para superar los conflictos de intereses grupales que
genera el crecimiento económico y, además, como incapaces de cumplir las
funciones de agregación, articulación, participación, socialización y renovación
de élites que son exigidas por la dinámica política moderna. Todo ello tiene
graves efectos para el sistema político en general y para el modelo democrático
representativo. Algunos de estos son la difusión de una visión solo a los
periodos electorales de la actividad política, el incremento de la fragmentación
partidaria, así como la dispersión y volatilidad electorales (ante la ausencia de
discursos políticos claros y liderazgos sólidos y coherentes) (Vergara, 2013), el
surgimiento de candidaturas ajenas al sistema político a través de los
denominados “outsiders” (forastero), la tendencia al surgimiento de
pensamientos extremos y políticos antidemocráticos (debido a la nula o
deficiente formación política partidaria de militantes y ciudadanos), la
imposibilidad de analizar el desempeño que pudo tener en alguna oportunidad
anterior de gobierno(Zavaleta, 2014)
CONCLUSIONES
REFERENCIAS