La Cosa y Los Bienes
La Cosa y Los Bienes
La Cosa y Los Bienes
MONOGRAFÍA
TITULO:
La distinción conceptual de los bienes y las
cosas
Autora:
Docente:
Mg. Carlos Andree Rodas Quintana
Pimentel – Perú
2020
Contenido
INTRODUCCIÓN.......................................................................................................................3
EL BIEN......................................................................................................................................4
Concepto...............................................................................................................................4
Requisitos de los bienes...................................................................................................4
Clasificación.........................................................................................................................5
Cosa:........................................................................................................................................12
Concepto.............................................................................................................................12
Caracterización jurídica de la cosa...............................................................................12
Diferencia entre bien y cosa...........................................................................................13
CONCLUSIONES....................................................................................................................15
Bibliografía................................................................................................................................16
INTRODUCCIÓN
Las ciencias jurídicas son en cierta forma un sistema de conceptos a los que se
llega mediante determinados métodos.
Estos conceptos están plenamente integrados e interactúan directa o
indirectamente desde una perspectiva dinámica. Pero desde una posición
estática los conceptos son el basamento que sirve a toda argumentación
jurídica sólida que busca establecer o defender una posición con relevancia
para el Derecho. Cuando en una cadena racional, algunos de estos conceptos
no son bien expresados, definidos o entendidos, la argumentación deviene en
contradictoria e ineficaz. Se precipita como un castillo de naipes, pese a las
buenas intenciones de quien la sustenta.
La ausencia o deformación de conceptos que necesariamente deben tenerse
claros, ya sea por desconocimiento o mala formación del estudiante, abogado o
magistrado, puede conllevar entonces a la pérdida de congruencia y solidez de
quien sostiene una causa y al mantenimiento de una patología intelectual en
quien la padece y que se prolonga hacia el análisis y comprensión de otras
figuras jurídicas.
Es por esta razón, que estimo conveniente dedicar algunas líneas a plantear
las diferencias más importantes existentes entre los conceptos de bien y cosa,
de recurrido uso en el derecho civil (particularmente en el ámbito de los
derechos reales) aunque, lamentablemente, de equivocado entendimiento por
diversos operadores.
Bien y cosa, no son palabras o entelequias vacías. De hecho sus primeras y
profundas definiciones se dieron en el terreno filosófico, cuyo análisis sería
demasiado pretencioso desarrollar en este texto. Introducidas en el campo de
los derechos reales, tuvieron una aparición diferenciada.
EL BIEN
Concepto:
Para este apartado, veremos las definiciones y nociones de las diferentes
legislaciones. Por ejemplo, para Couture (s.f.) “bienes es la denominación dada
a todo aquello que tiene una medida de valor y que puede ser objeto de
protección jurídica”.
Por otro lado, tenemos al colombiano Orrego (2019), que define al bien como:
“En tal sentido, Kiverstein, siguiendo a Alessandri, enfatiza que aquello
que caracteriza a los bienes es la circunstancia de poder ser objeto de
propiedad privada, y no el hecho de producir utilidad al hombre, pues
hay cosas como el aire o la alta mar, que producen una gran utilidad y
que, no obstante ello, no son bienes, por no poder ser objeto de
apropiación por los particulares.” (p. 2)
Prosiguiendo con el siguiente autor, en la legislación de Guatemala, Samayoa
dice lo siguiente:
Los bienes pueden ser definidos de la siguiente manera:
Son bienes las cosas que pueden ser objeto de un derecho y
representan un valor pecuniario.
Son bienes todos los objetos que por útiles y apropiables sirvan
para satisfacer las necesidades humanas. (p. 18)
El doctor ecuatoriano Alcibar, alega lo siguiente:
“Bienes en cambio, son aquellas cosas que representan al ser humano
una utilidad y que le son permitidos por la ley apropiárselos, ya sean
estos corporales como una finca o un auto o incorporales como los
derechos”. (p. 13)
Pasando a un plano nacional, el autor Solis (s.f.), señala lo siguiente:
Bien en cambio, es una creación posterior, que guarda relación con la
evolución de la dinámica de los negocios y del comercio, y con el
nacimiento de nuevos tipos de bienes intangibles, cuya determinación o
clasificación a la luz de antiguas concepciones resultaba difícil. El
concepto de bien surge acompañado entonces por una abstracción
mayor, como respuesta propia de las ciencias jurídicas ante una
situación que mutaba la realidad. (p.2)
Requisitos de los bienes
Prosiguiendo con el derecho comparado, Paz (2013, pp. 35 y 36) nos plasma lo
siguiente respecto a los requisitos de los bienes:
Los requisitos son los que a continuación se indican:
a) Posibilidad de apropiación: para que una cosa pueda tener el carácter
de bien se requiere que pueda ser objeto de apropiación, tal como lo
señala el Artículo 443 del Código Civil: “Pueden ser objeto de
apropiación todas las cosas que no estén excluidas del comercio por su
naturaleza o por disposición de ley”. El término de apropiación implica
hacer una propia cosa que no lo era, dándole el carácter de propietario
de ella al que la hace suya. Para que las cosas puedan ser apropiadas,
se requiere que no estén excluidas del comercio.
b) Comerciabilidad: este requisito consiste en la susceptibilidad de un
bien de ser objeto de actos jurídicos.
Cuando se hace referencia a los bienes que requieren estar en
comercio, no se tiene que entender por comercio su noción mercantil,
que implica circulación de mercancías e intercambio de riquezas, sino la
acepción jurídica antes señalada.
Por su naturaleza, pueden quedar fuera del comercio las cosas que no
puedan ser poseídas por un individuo exclusivamente, como las aguas
marinas internacionales, el sol, o el oxígeno de la atmósfera. Asimismo,
las cosas están fuera del comercio por disposición de ley, cuando ésta
los declara irreductibles o no sujetas a ser apropiadas por alguien en
particular.
Clasificación
Después de haber analizado la definición del bien y los requisitos que ellos
deben de tener para la correcta regulación, pasando a la clasificación que llega
gracias a Varsi en su Tratado de Derechos Reales, Tomo I.
a. Romanista
La distinción de las cosas surge del pensamiento de Gayo:
corporales e incorporales.
i. Corporales: las cosas tangibles, como un fundo, un
esclavo, un vestido, un objeto de oro o de plata y, en fin,
otras muchas más.
ii. Incorporales: las no tangibles, como son las que consisten
en meros derechos; por ejemplo, una herencia, un
usufructo, créditos y las obligaciones de cualquier clase.
b. Elemental
De las innumerables formas de clasificar los derechos reales
tenemos aquella que los divide entre las cosas propias y las
ajenas:
i. Ius in re propria, derecho a una cosa propia Posesión
Propiedad Copropiedad
ii. Ius in re aliena, derecho sobre cosa ajena, servitus
ususfructus
1. Derechos reales de goce y disfrute:
– Uso
– Usufructo
– Superficie
– Habitación
– Servidumbres.
2. Derechos reales de garantía:
– Anticresis
– Derecho de retención
– Prenda, pignus datum
– Hipoteca, pignus coventum
c. Moderna:
El Código Civil de Portugal establece de forma expresa la
clasificación de las cosas en inmuebles y muebles, simples o
compuestas, fungibles o no fungibles, consumibles o no
consumibles, divisibles o no divisibles, principales o accesorias,
presentes o futuras (art. 203). Así también, el Código brasileño:
bienes inmuebles (arts. 79-81), bienes muebles (arts. 82-84),
bienes fungibles y consumibles (arts. 85 y 86), divisibles (arts. 87
y 88), bienes singulares y colectivos (arts. 89 a 91).
Dentro de nuestra legislación, se lleva a cabo esta clasificación y
la veremos a continuación:
i. Bienes presentes y Futuros:
a. Presentes: Los que tienen existencia actual.
b. Futuros: Aquellos que no son presentes (el
próximo fruto de un árbol, una cosecha o pesca)
i. Cosas objetivas futuras: También
llamadas absolutamente futuras.
No tienen existencia actual y se espera a
que surjan. Su existencia está a la
expectativa. La no existencia puede ser
por una cuestión natural, non in rerum
natura, (cosecha pendiente) o por
producirse (departamento en planos, los
derechos de autor de un libro por
escribirse). En las primeras, su generación
es un proceso de la naturaleza; en las
segundas, depende de la actividad
industrial, artesanal o intelectual,
básicamente de la mano o intelecto del
hombre.
ii. Cosas subjetivas futuras: También
llamadas relativamente futuras.
Están en la naturaleza, in rerum natura,
pero no en la titularidad de quien las
dispone en el momento de la celebración
del acto jurídico (venta de bien ajeno).
Cosa:
Concepto
Volviendo al doctor ecuatoriano Alcíbar, tenemos la siguiente definición:
La palabra cosa, como lo expresa el diccionario de la lengua española,
proviene del latín causa, que se refiere lo que posee una entidad física
o abstracta. Por ello en dicha categoría están comprendidos los seres
inanimados, espirituales, así como los perceptibles por medio de los
sentidos, es decir, los que poseen materia, forma, etc. (p. 13)
Orrego en su artículo (2019), da una noción acerca de la cosa:
Puede afirmarse, siguiendo a nuestro Código Civil, que “cosa” es todo lo
que ocupa un lugar en el espacio y podemos percibir por nuestros
sentidos. Este concepto es aplicable a las cosas corporales, que
nuestros sentidos pueden percibir. (p. 3)
Pasando a nuestra legislación nacional, Solis, alega lo siguiente:
Cosa de hecho es una expresión que sucede a la antigua y compleja
concepción romana de res, positivizada históricamente en las
codificaciones justineaneas y que se traslada a los códigos europeos del
siglo XIX. La cosa decimonónica es el objeto de los derechos reales, la
sustancia de las facultades de disposición; en el campo contractual la
futuridad y ajenidad del objeto de una prestación, se traslada a los
conceptos cosa ajena y cosa futura. (p. 2)
Por otro lado, tenemos a Montoro (2010), que agrega lo siguiente:
En general se entiende por cosa cualquier porción del mundo externo
susceptible de ser utilizada por el sujeto (persona humana) para la
satisfacción de sus necesidades. Desde una perspectiva epistemológica
la idea de cosa, en cuanto objeto de conocimiento, está en función del
tipo de conocimiento de que se trate y de su método. No es lo mismo la
noción de cosa como objeto de reflexión filosófica, como materia de
estudio de las Ciencias naturales, como materia que debe regular el
Derecho o como tema de estudio de la Ciencia jurídica. Lo que
denominamos “cosas en sentido jurídico” es el resultado de una
construcción intelectual de la Ciencia jurídica (y en gran parte artificial,
por dicha razón) que fija y ensambla los aspectos o dimensiones de la
realidad que puedan interesar y ser relevantes desde el punto de vista
del Derecho para la vida jurídica. (p. 9)
Caracterización jurídica de la cosa
Este concepto lo tenemos a la autora Montoro, en la cual nos plasma 6
características netas de la cosa y la veremos a continuación:
i) La impersonalidad:
Ello significa que la cosa consiste en algo externo e independiente de
la persona humana. Totalmente ajeno a ella. Por esta razón no
pueden ser consideradas cosas la persona, su cuerpo vivo y sus
miembros mientras permanezcan unidos a él.
ii) La corporalidad o corporeidad:
Hace referencia esta nota a la condición o cualidad de aquellas
entidades o sustancias que constituyen materias o cuerpos físicos
susceptibles de estar sujetas al poder de una persona.
iii) La unidad:
La unidad como nota característica de la cosa supone la existencia
separada e individualizada de la misma. Ello significa que la cosa ha
de consistir en un todo corporal dotado de coherencia física que es lo
que determina su unidad, su diferenciación o identidad y su
independencia, respecto de las demás cosas u objetos que integran
el mundo exterior de la persona.
iv) La apropiabilidad o aprehensibilidad
Sólo son cosas en sentido jurídico las susceptibles de dominación
por el hombre, y no el sol, la luna y las estrellas. Tampoco las cosas
sobre las cuales no cabe concebir un derecho de carácter privado,
por ejemplo, todas las cosas comunes (el aire, el mar)
v) La existencia actual o potencial:
Respecto de la existencia física como nota característica de la cosa,
cabe advertir que desde una perspectiva jurídica no es necesario que
ésta sea actual (puede serlo también potencial) pues desde el punto
de vista del comercio jurídico siempre se admitió la posibilidad de
negociar sobre cosas presentes y sobre cosas futuras
vi) La relevancia jurídica:
Las cosas desde el punto de vista del Derecho han de ser
jurídicamente relevantes. Ello significa que la cosa, como objeto de
Derecho, ha de poseer trascendencia, valor de acuerdo con las
funciones y fines del Derecho. Algunos autores identifican esa
relevancia con la idea de utilidad. Sin embargo, la nota de relevancia
jurídica, comprendiendo la utilidad, es más amplia que ella y la
trasciende. En vez de utilidad, habría que hablar de interés en su
más amplio sentido, o, mejor aún, de valor de la cosa para el
comercio jurídico.