El Ordenamiento Jurídico
El Ordenamiento Jurídico
El Ordenamiento Jurídico
Sumario:
1.- Esencialidad y concepto de ordenamiento jurídico.
2.- Definición y finalidad de la norma jurídica.
3.- Naturaleza de la norma jurídica.
4.- Características de la norma jurídica.
4.1. Es imperativa.
4.2. Es bilateral.
4.3. Es general.
4.4. Es abstracta e hipotética.
4.5. Es coercible.
4.6. Está sujeto a sanción su incumplimiento
4.7. Carácter “estadual” de las normas jurídicas
5.- El Estado de Derecho
6.- Clasificación de las normas jurídicas.
6.1. De derecho público y de derecho privado.
6.2. De orden público y de orden privado.
6.3. Interpretativas o explicativas y supletivas o integradoras.
6.4. Reguladoras y de aplicación o reenvío.
6.5. De derecho común y de derecho especial.
7.- Definición de Derecho Civil, origen de la denominación “Derecho Civil” y contenido
del mismo.
7.1. Definición de Derecho Civil.
7.2. Origen de la denominación “Derecho Civil”.
7.3. Contenido del Derecho Civil.
8.- Carácter general y común del Derecho Civil.
9.- La codificación y el Código Civil chileno.
9.1. La codificación.
9.2. Génesis del Código Civil chileno.
9.3. Fuentes del Código Civil chileno.
9.4. Estructura del Código Civil chileno.
9.5. Principios fundamentales del Derecho Civil y del Código Civil chileno.
9.6. Principales leyes complementarias del Código Civil.
10.- Tendencias actuales del Derecho Civil.
10.1. Cierto grado de descodificación.
10.2. Constitucionalización del Derecho Civil.
10.3. La internacionalización del Derecho Civil.
Cuestionario.
1
Fecha de última modificación: 3 de febrero de 2023.
2
Ardrey, Robert, La evolución del hombre. La hipótesis del cazador, Madrid, Alianza Editorial, 1983, 3ª
edición, p. 18.
3
Ardrey, Robert, ob. cit. pp. 13 y 14.
4
Magistro, Tomás, Sobre el deber de un Rey, citado por Herrin, Judith, Bizancio. El imperio que hizo posible
la Europa Moderna, Barcelona, Debate, 2009, pp. 115 y 125.
5
Zenón de Citio (Chipre, entonces colonia griega), nació alrededor del 330 a.C., alcanzando una avanzada
edad para la época, pues se estima que murió después de los 70 años. Fundó en Atenas, hacia el 301 a.C.,
la Escuela filosófica Estoica, así llamada porque Zenón impartía sus enseñanzas en un pórtico de la ciudad,
stoikós, que deriva de stoá, que significa precisamente “pórtico”. Postulaba el dominio de las pasiones por la
virtud y la razón. Tuvo gran influencia entre los individuos más cultos del Imperio romano. Lucio Anneo
Séneca (4 a.C., Córdoba, Hispania, 65 d.C., Roma), fue uno de los máximos exponentes de esta Escuela.
6
Malleros K., Fotios, El Imperio Bizantino. 395-1204, Santiago de Chile, Centro de Estudios Bizantinos y
Neohelénicos, Facultad de Filosofía y Educación, Universidad de Chile, 1987, p. 110.
4.2. Es bilateral.
La norma jurídica no es una regla de conducta para el individuo aisladamente
considerado, no rige el comportamiento de la persona en sí misma (como ocurre con
las normas morales), sino en su relación con otros individuos.
La bilateralidad tiene dos significados esenciales:
● En primer lugar, expresa que la norma jurídica, producto del orden social, rige actos
humanos sociales, actos que ponen en contacto a unos hombres con otros.
● En segundo lugar, manifiesta que establece deberes y facultades correlativos. No
puede pensarse en un término sin el otro. Toda regla jurídica implica necesariamente
4.3. Es general.
La norma jurídica es general, en el sentido que regula todos los casos que
puedan presentarse en la hipótesis que considera.
Ella no se dirige a casos determinados sino para todos los que ocurren durante
su vigencia.
Y esta generalidad responde al principio de igualdad e imparcialidad, pues la
regla es la misma para todos.
Excepcionalmente, encontramos leyes particulares, tales como las que conceden
pensiones de gracia o la nacionalidad por gracia.
4.5. Es coercible.
De acuerdo al Diccionario de la Lengua Española, “coerción” significa “Presión
ejercida sobre alguien para forzar su voluntad o su conducta”.
La coercibilidad de la norma jurídica, entonces, es la posibilidad de que lo
ordenado por ella o la sanción debida en su defecto se impongan por la fuerza.
La coercibilidad, de esta manera, se puede desplegar en dos sentidos:
● Forzar el cumplimiento de la norma.
● Imponer por la fuerza la sanción, para el caso de que se infrinja la norma jurídica.
La fuerza debe ser ejercida por el poder público. Se trata por ende de una
fuerza legítima.
7
Corral Talciani, Hernán, Curso de Derecho civil. Parte General, Santiago de Chile, Thomson Reuters, 2018,
p. 12.
7.1. Definición de Derecho Civil: entendemos por tal aquella rama del Derecho Privado
formada por el conjunto de principios y preceptos jurídicos sobre la personalidad y las
relaciones patrimoniales y de familia. 8
Es el derecho común aplicable a las relaciones de los particulares entre sí, y
comprende, especialmente, a la familia, a la propiedad y a las relaciones pecuniarias
de los mismos particulares entre sí. 9
8
Vodanovic H., Antonio, Derecho Civil. Parte Preliminar y Parte General. Explicaciones basadas en las
versiones de los profesores de la Universidad de Chile Arturo Alessandri R. y Manuel Somarriva U.,
redactadas, ampliadas y actualizadas por Antonio Vodanovic H., Tomo primero, Santiago de Chile, Ediar
Conosur Ltda., 1990, p. 73.
9
Pescio V., Victorio, Manual de Derecho Civil. Título Preliminar del Código Civil. I, Santiago de Chile, Editorial
Nascimento, año 1948, p. 21.
10
Pescio V., Victorio, ob. cit., pp. 24 y 25.
7.3. Contenido del Derecho Civil: conforman el Derecho Civil las normas sobre las
instituciones fundamentales del Derecho Privado: la personalidad, la familia y el
patrimonio.
i.- Las normas sobre la personalidad miran a la persona en sí misma y no en sus
relaciones con las demás (en este sentido, todas las normas que regulan los atributos
de la personalidad);
ii.- Las normas sobre la familia rigen la organización de ésta y dentro de ella definen el
estado de cada uno de sus miembros;
iii.- Las normas sobre el patrimonio (en su definición clásica, conjunto de derechos y
obligaciones valuables en dinero) gobiernan los siguientes derechos:
i) Los derechos reales;
ii) Los derechos personales; y
iii) Los derechos de la sucesión por causa de muerte.
En cuanto a su estudio, el Derecho Civil se divide en una Parte General y en
varias partes especiales.
La parte General comprende el estudio de la Teoría de la Ley, Teoría de las
personas naturales y jurídicas, Teoría de la relación jurídica, Teoría del acto jurídico y
Teoría de la prueba.
Se prosigue luego con la Teoría de los Bienes o de los Derechos Reales.
Luego, con la Teoría de las Obligaciones.
Posteriormente, corresponde estudiar las fuentes de las obligaciones, materia
que comprende la Teoría General de los Contratos, los contratos en particular, los
cuasicontratos, los delitos, los cuasidelitos y la ley como fuente de obligaciones.
Se cierra el estudio del Derecho Civil con el Derecho de Familia y con el Derecho
Sucesorio.
11
Ducci Claro, Carlos, “Derecho Civil. Parte General”, Santiago de Chile, Editorial Jurídica de Chile, 2ª
edición, año 1984, p. 13.
12
Pescio V., Victorio, ob. cit., pp. 24 y 25.
13
Corral Talciani, Hernán, ob. cit., pp. 24 y 25.
14
Vodanovic H., Antonio, ob. cit., P. 77.
15
Diccionario de la Lengua Española, Real Academia Española, 22ª edición, 2001, Buenos Aires, Espasa-
Calpe S.A., p. 578.
16
Un completo estudio sobre este particular, es el de Alejandro Guzmán Brito, en su trabajo “El origen y
desarrollo de la idea de codificación del Derecho”, en “El Código Civil de Chile (1855-2005)”, obra que reúne
los trabajos expuestos en el Congreso Internacional celebrado para conmemorar su promulgación (Santiago,
3-6 de octubre de 2005), Alejandro Guzmán Brito (editor científico), Santiago de Chile, LexisNexis, año
2007, pp. 43 a 99.
17
Pirenne, Jacques, Historia Universal. Las grandes corrientes de la Historia, Barcelona, Editorial Éxito S.A.,
1959, p. 29.
18
Pirenne, Jacques, ob. cit., pp. 30 y 31.
19
Pirenne, Jacques, ob. cit., pp. 32-34.
20
Aymard, André y Auboyer, Jeannine, Roma y su Imperio. Historia General de las Civilizaciones, Barcelona,
Ediciones Destino, 1980, p. 624.
21
En su origen, comandante de la Guardia Pretoriana, aunque progresivamente el cargo fue adquiriendo
funciones legales y administrativas. Se trataba de uno de los más cercanos consejeros del Emperador y
responsable también de su seguridad.
22
Aymard, André y Auboyer, Jeannine, ob. cit., p. 856.
23
Valentiniano III, Emperador de Occidente, y Teodosio II, Emperador de Oriente.
24
Aymard, André y Auboyer, Jeannine, ob. cit., p. 858.
25
Herrin, Judith, ob. cit., pp. 116 y 117.
26
Guzmán Brito, Alejandro, Derecho Privado Romano, Tomo I, 2ª edición, Santiago de Chile, Legal
Publishing Thomson Reuters, 2013, pp. 35 y 36.
27
Ávila y Martel, Alamiro, Derecho Romano. I. Introducción e historia externa, Santiago de Chile, Ediciones
del Tridente, 1964, pp. 116 y 117.
28
Literalmente, “Estas cosas que son necesarias”, corresponden a las primeras palabras de la constitución.
29
Malleros K., Fotios, El Imperio Bizantino. 395-1204, Santiago de Chile, Centro de Estudios Bizantinos y
Neohelénicos, Facultad de Filosofía y Educación, Universidad de Chile, 1987, p. 106; Guzmán Brito,
Alejandro, Derecho Privado Romano, ob. cit., p. 47.
30
“Todas las cosas del Estado”.
31
Malleros K., Fotios, ob. cit., p. 106; Guzmán Brito, Alejandro, Derecho Privado Romano, ob. cit., p. 47.
32
Entre ellos Constantino (Comes sacrarum largitionum o Conde o Ministro de Hacienda); Teófilo y Cratino
(profesores de Derecho de Constantinopla); Doroteo y Anatolio (profesores de Derecho de Beirut) y once
abogados que servían en la Prefectura de Oriente: Esteban, Menas, Prosdocio, Eutolmio, Timoteo, Leonidas,
Leoncio, Platón, Jacobo, Constantino y Juan: Malleros K., Fotios, ob. cit., p. 106; Guzmán Brito, Alejandro,
Derecho Privado Romano, ob. cit., p. 48.
33
El llamado ius publice respondendi ex autoritate principis se introdujo por el Emperador Augusto. Se cree
que el primer jurista en obtenerlo fue Capitón, después del año 5 d.C.
34
Guzmán Brito, Alejandro, Derecho Privado Romano, ob. cit., pp. 47 y 48.
35
Herrin, Judith, ob. cit., pp. 117 y 118; Malleros K., Fotios, ob. cit., p. 106.
36
Malleros K., Fotios, ob. cit., p. 108.
37
La “Ley de citas” fue promulgada el 426 por el Emperador Valentiniano III de Occidente. Conforme a ella,
los únicos juristas cuyos textos podían leerse directamente al juez de la causa, eran Papiniano, Paulo, Gayo,
Ulpiano y Modestino. De existir discrepancia entre las opiniones de estos autores sobre determinada materia,
el juez debía fallar conforme a la mayoría. Si existía igualdad numérica de opiniones (en el supuesto de no
existir opinión de uno de los cinco y los otros cuatro se dividieren en iguales fracciones), prevalecía l opinión
de Papiniano, de haberla. Si no era posible aplicar ninguna de las dos reglas precedentes, el juez fallaba
conforme a su criterio, pero siempre adaptándolo a alguna de las opiniones de los juristas mencionados:
Guzmán Brito, Alejandro, Derecho Privado Romano, ob. cit., p. 38.
38
Guzmán Brito, Alejandro, Derecho Privado Romano, ob. cit., p. 49.
39
Malleros K., Fotios, ob. cit., p. 106.
40
Malleros K., Fotios, ob. cit., p. 107.
41
Malleros K., Fotios, ob. cit., p. 109.
42
Malleros K., Fotios, ob. cit., p. 107; Guzmán Brito, Alejandro, Derecho Privado Romano, ob. cit., p. 54.
43
Malleros K., Fotios, ob. cit., pp. 108 y 109; Guzmán Brito, Alejandro, Derecho Privado Romano, ob. cit.,
pp. 54 y 55.
44
Herrin, Judith, ob. cit., p. 118.
45
Herrin, Judith, ob. cit., p. 118.
46
Guzmán Brito, Alejandro, “Discurso del Profesor Alejandro Guzmán Brito, Presidente de la Comisión
Organizadora, en la ceremonia de inauguración de los actos conmemorativos del centésimo quincuagésimo
aniversario del ‘Código Civil’”, en El Código Civil de Chile (1855-2005), trabajos expuestos en el Congreso
Internacional celebrado para conmemorar su promulgación (Santiago, 3-6 de octubre de 2005), Alejandro
Guzmán Brito (editor científico), Santiago de Chile, LexisNexis, 2007, pp. 9 a 20.
47
Guzmán Brito, Alejandro, “El origen y desarrollo de la idea de codificación del Derecho”, ob. cit., p. 46.
48
Guzmán Brito, Alejandro, “El origen y desarrollo de la idea de codificación del Derecho”, ob. cit., p. 44 y
45.
49
Bravo Lira, Bernardino, “Puntales de la codificación en el Viejo y en el Nuevo Mundo (1797-1855). Tres
grandes modelos: Von Martini en Austria, Portalis en Francia y Bello en Chile”, p. 101, en El Código Civil de
Chile (1855-2005), Alejandro Guzmán Brito (editor científico), Santiago de Chile, LexisNexis, año 2007.
50
En lógica, “predicado” es lo que se afirma o se niega de un sujeto en una proposición.
51
Los cuatro juristas designados por Napoleón, representaban las dos “sensibilidades” jurídicas de Francia.
Maleville y Portalis, eran expertos en el Derecho escrito, propio del sur del país, que reconocía sus raíces en
el Derecho romano. Bigot de Preameneau y Tronchet, eran especialistas en el derecho consuetudinario del
norte de Francia, fruto del antiguo Derecho germano. Ambos Derechos habían sido analizados y comparados
en la obra de Pothier, en el siglo XVIII, pero los monarcas no habían logrado unificarlos. Tal será el objetivo
fundamental de la codificación.
52
Cfr. Guzmán Brito, Alejandro, “El origen y desarrollo de la idea de codificación del Derecho”, ob. cit., pp.
81 a 99.
53
En efecto, como destaca el profesor Ramón Domínguez Águila, no puede olvidarse que nuestro país formó
parte, durante doscientos setenta años, del Imperio Español, y que a través del Derecho de Castilla que se
nos aplicaba, nos conectábamos con el Derecho romano. Nada más lejos de la realidad, entonces, que
estimar que improvisamos nuestras instituciones a partir del Derecho francés. Como expresa Domínguez, a
pesar de la manifiesta admiración que profesaba Bello por Inglaterra y sus instituciones, comprendió muy
rápidamente que debía obedecerse a la tradición cultural chilena, que no era otra que la española castellana,
cuyo Derecho, a través de las Partidas, formaba parte de nuestra alma nacional y mediante la cual habíamos
recepcionado esa extraordinaria creación jurídica, no superada hasta el presente, como fue el Derecho
romano: Domínguez Águila, Ramón, “Los principios del Derecho Sucesorio en el ‘Código Civil’ de Bello y su
estado actual”, en “El Código Civil de Chile (1855-2005)”, trabajos expuestos en el Congreso Internacional
celebrado para conmemorar su promulgación (Santiago, 3-6 de octubre de 2005), Alejandro Guzmán Brito
(editor científico), Santiago de Chile, LexisNexis, año 2007, p. 477.
54
Corral Talciani, Hernán, ob. cit., p. 210.
55
Para un mayor conocimiento de la vida y obra de don Andrés Bello López, consultar en nuestra página
www.juanandresorrego.cl, en carpeta de “Publicaciones”, nuestro ensayo “Semblanza de Andrés Bello
López”.
56
Lira Urquieta, Pedro, Andrés Bello, Santiago de Chile, Fondo de Cultura Económica, México, 1948, pp. 182
y 183.
57
El distinguido profesor de Derecho Internacional de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, don
Guillermo Lagos Carmona, ya fallecido, tuvo la gentileza de guiar en los años 1983 y 1984, la Memoria de
Grado que, quien escribe, redactó con doña María Rebeca Puga Möller, y que trató de “El Sistema del
Tratado Antártico”. Después de varias décadas, dejo constancia de mi gratitud para con el profesor Lagos
Carmona por sus valiosos comentarios y atinadas sugerencias.
58
El documento alusivo a la Proclamación de la Independencia de Chile, está efectivamente fechado el 1º de
enero de 1818, en la ciudad de Concepción. Sin embargo, a consecuencia de las vicisitudes del Ejército
Patriota, aun combatiendo con las tropas realistas, obligó al aplazamiento de la ceremonia de firma del
mencionado instrumento. Ella se llevó a cabo en Talca, el 12 de febrero de 1818, data que,
convencionalmente, suele mencionarse como la de nuestra Independencia de la Madre Patria.
59
Lagos Carmona, Guillermo, “Andrés Bello, el maestro del Derecho Internacional”, en libro Homenaje a Don
Andrés Bello. Con motivo de la conmemoración del Bicentenario de su nacimiento, 1781-1981, Santiago de
Chile, Editorial Jurídica de Chile – Editorial Andrés Bello, 1982, p. 742.
60
Lagos Carmona, Guillermo, ob. cit., p. 742.
61
Barros Arana, Diego, Historia General de Chile, Tomo XVI, Santiago de Chile, Editorial Universitaria –
Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, 2ª edición, 2001, pp. 51-54.
ii.- Junta Revisora: establecida por ley de 29 de octubre de 1841, estaba compuesta de
tres diputados y dos senadores, elegidos por cada cámara. Su misión consistía en
62
Barros Arana Diego, Un Decenio en la Historia de Chile (1841-1851), Santiago de Chile, Instituto de
Historia, Pontificia Universidad Católica de Chile, 2003, Tomo II, p. 109.
iv.- Presentación del Proyecto por A. Bello y Comisión Revisora del mismo: no obstante
lo anterior, A. Bello continuó trabajando solo y logró presentar concluido el Proyecto en
1852.
El Gobierno nombró el mismo año la Comisión Revisora del Proyecto, de la que
también formaba parte A. Bello. Integraban dicha Comisión, además, don Ramón Luis
Irarrázaval, don Manuel José Cerda, don Antonio García Reyes, don Manuel Antonio
Tocornal y don Diego Arriarán, incorporándose posteriormente don José Gabriel
Ocampo y don José Miguel Barriga.
El mismo decreto del Gobierno que nombró la Comisión Revisora dispuso que el
trabajo presentado por Bello y conocido como “Proyecto de 1853” se imprimiese y
distribuyese a los ministros de corte, jueces letrados y miembros de la Facultad de
Leyes de la Universidad, para sus observaciones.
La Comisión Revisora, dirigida por el propio Presidente de la República don
Manuel Montt, por lo demás un ilustre abogado, celebró más de 300 sesiones e
introdujo diversas modificaciones, la mayoría de ellas propuestas por el propio A. Bello.
Este proyecto de 1853, con las innovaciones que la Comisión Revisora le
introdujo, es el llamado “Proyecto Inédito”, así llamado porque se mantuvo sin
imprimir hasta que en 1890 se incorporó en las “Obras Completas” de A. Bello.
De todo este trabajo, resultó finalmente un nuevo Proyecto, con algunos
cambios formales y de fondo. Después de dos revisiones, fue presentado por el
Gobierno a la deliberación del Congreso, a fines de 1855. Es el denominado “Proyecto
Definitivo”.
63
Barros Arana Diego, Un Decenio en la Historia de Chile (1841-1851), Santiago de Chile, Instituto de
Historia, Pontificia Universidad Católica de Chile, 2003, Tomo I, pp. 204 y 205.
Hay proyectos que abarcan todas las materias del Código Civil aprobado en
1855 y otros que sólo se limitan a algunas. Considerando todos los proyectos,
distinguimos cinco en total:
1º Proyecto de 1841-1845 (lapso durante el cual se publicó en el diario “El Araucano”).
Comprende: “Título Preliminar”, “De la sucesión por causa de muerte” y “De los
contratos y obligaciones convencionales”.
2º Proyecto de 1846-1847: se limita al libro “De la sucesión por causa de muerte”
(impreso en 1846) y al “De los contratos y obligaciones convencionales” (impreso en
1847).
3º Proyecto de 1853: llamado así por la fecha de su publicación.
4º Proyecto Inédito.
5º Proyecto Definitivo o Aprobado.
64
Para algunos autores, como Bernardino Bravo Lira, el Código Civil austriaco constituye una fuente más
importante que la del Código Civil francés. El Código de 1797 fue obra, principalmente, de von Martini y lo
promulgó el Emperador Francisco II. Más tarde, éste encargó a von Zeiller una versión revisada, el ABGB,
promulgada en 1811. Expresa al efecto Bravo Lira: “Sin entrar en detalles, basta apuntar que,
contrariamente a lo que se ha dicho, el código chileno está más cerca del austriaco que del francés, no tanto
en su articulado como por su coincidencia en la mejor tradición clásica romana. Después de todo, von Martini
y su discípulo Zeiller fueron catedráticos de esa disciplina en Viena y sus obras se usaron en las
universidades hispánicas a lo menos hasta 1840. Como ellos, Bello distingue entre título y modo de adquirir,
distinción que el código francés, siguiendo la tradición vulgar, no conoce. En cuanto a la división del código,
el chileno es original. Los tres libros de los grandes modelos los reemplaza por otra versión en cuatro. Esto
nos lleva al verdadero carácter del texto chileno. Lo que hizo Bello fue formar un código propio de derecho
nacional, no copiar uno extranjero, ni menos discurrir soluciones propias. Para eso no habría necesitado
décadas de trabajo. El análisis de lo que llama operaciones codificadoras, ha permitido a Alejandro Guzmán
arrojar mucha luz acerca del modo como Bello reformuló el derecho entonces vigente. Ésta fue la clave de su
fortuna en Chile y en el resto de Iberoamérica. Como lo hizo ver Alamiro de Ávila: ‘lo que Bello hizo en la
mayor parte del texto legal, fue poner en artículos, en la técnica de la codificación francesa, el derecho que a
i.- El mensaje contiene un total de 47 acápites, que aluden a las siguientes materias:
I. A la necesidad de la codificación; II. A la experiencia codificadora de otros países;
III. A la necesidad de preparar un código que no consistiera sólo en copiar códigos
extranjeros, dadas las circunstancias peculiares de Chile, sin perjuicio de servirse de
algunos de ellos; IV. A la decisión de quitar a la costumbre fuerza de ley; V. A los
plazos en que nacen y expiran los derechos; VI. Al nacimiento y extinción de la
personalidad; VII. A la promesa de matrimonio, restándole obligatoriedad ante la ley;
VIII. A la validez del matrimonio; IX. A la potestad marital y a los regímenes
matrimoniales; X. A las diversas clases de filiación; XI. A la calidad de hijo legítimo;
XII. A la legitimación ipso iure del hijo natural; XIII. A la legitimación de los hijos por
los cónyuges; XIV. Al reconocimiento voluntario de hijos naturales; XV. A los hijos
ilegítimos; XVI. A la obtención de la mayoría de edad; XVII. A las guardas; XVIII. Al
dominio, uso y goce de los bienes; XIX. A la publicidad y prelación de las hipotecas;
XX. A la inscripción de los derechos reales sobre inmuebles, excepto en el caso de las
servidumbres; XXI. A la tradición de los derechos reales sobre inmueble mediante la
inscripción; XXII. A los beneficios que depara dicha inscripción; XXIII. A la positiva
experiencia de la inscripción en los estados alemanes; XXIV. A la posesión y su
diferencia con la mera tenencia; XXV. Al usufructo y a la propiedad fiduciaria; XXVI. A
la sazón era vigente. Es decir, el código no salió de la mente del codificador, sino que existía con
anterioridad y era válido en toda América española’”: Bravo Lira, Bernardino, “A 150 años. El Código Civil y
los Grandes Modelos Europeos”, en Revista del Colegio de Abogados de Chile, Santiago de Chile, 2005, pp.
38 y 39.
65
Borja, Luis F., Estudios sobre el Código Civil Chileno, Tomo Primero, Quito, Tip. De la Escuela de Artes y
Oficios, 1899, p. II (prólogo).
66
Como destaca Hernán Corral, “Domat tiene el mérito de ser el primero en identificar la expresión ‘Derecho
civil’ con el Derecho Privado, en su famosa obra Les lois civiles dans leurs ordre natural (Las leyes civiles en
su orden natural), publicada en 1689”: Corral Taciani, Hernán, ob. cit., p. 21.
67
Cfr. su célebre Diccionario razonado de Legislación y Jurisprudencia.
68
La obra de García Goyena, senador del reino, magistrado del Supremo Tribunal de Justicia, vice-presidente
de la Comisión general de Códigos y presidente de la Sección del Código Civil, se publicó en Madrid en 1852,
Imprenta de la Sociedad Tipográfico-Editorial. Se titula “Concordancias, motivos y comentarios del Código
Civil español”. En su preámbulo, expresa: “Las buenas leyes son el mayor beneficio que los reyes pueden
hacer a los pueblos, y el momento más imperecedero de su gloria: la de los reyes guerreros pasa con el
humo y estruendo de las batallas para no ocupar luego sino una fría página en la historia; la de los reyes
legisladores gana en veneración y brillo con el transcurso de los siglos”.
69
Las “Oeuvres de Pothier”, se publicaron en Paris, en 1835, por Mme. Charles-Béchet, Editeur.
ii.- Título preliminar: compuesto por 53 artículos, trata de todo lo relativo a la ley (su
definición, promulgación, efectos, interpretación y derogación) y da la definición de
varias palabras de uso frecuente en las leyes.
Se divide en seis párrafos, denominados: 1. De la ley; 2. Promulgación de la
ley; 3. Efectos de la ley; 4. Interpretación de la ley; 5. Definición de varias palabras de
uso frecuente en las leyes; y 6. Derogación de las leyes.
iii.- El Libro Primero se titula “De las personas” y se extiende desde el art. 54 al 564,
ambos inclusive (511 artículos nominales).
Reglamenta lo relativo a las personas naturales, su nacionalidad y domicilio,
principio y fin de su existencia; el matrimonio; los esponsales; obligaciones y derechos
entre los cónyuges (entre ellos, los bienes familiares y la separación parcial o total de
bienes); la filiación; de las acciones de filiación; de los derechos y obligaciones entre
los padres y los hijos; la patria potestad; las pruebas del estado civil; los alimentos
que se deben por ley a ciertas personas; de las tutelas y curadurías; y de las personas
jurídicas.
Se divide en 27 títulos vigentes, denominados: I. De las personas en cuanto a
su nacionalidad y domicilio; II. Del principio y fin de la existencia de las personas; III.
De los esponsales; IV. Del matrimonio; V. De las segundas nupcias; VI. Obligaciones y
derechos entre los cónyuges; VII. De la filiación; VIII. De las acciones de filiación; IX.
De los derechos y obligaciones entre los padres y los hijos. X. De la patria potestad; 70
XVII. De las pruebas del estado civil; XVIII. De los alimentos que se deben por ley a
ciertas personas; XIX. De las tutelas y curadurías en general; XX. De las diligencias y
70
El N° 23 del Artículo 1° de la Ley 19585, publicada en el Diario Oficial el 26.10.1998, derogó los Títulos VII
a XV del Libro Primero del presente Código y en su N° 24, introdujo los Títulos VII a X, como aparecen en el
texto. Como consecuencia de las citadas modificaciones, los Títulos XI a XV, se encuentran derogados. El
Título XVI, había sido derogado por el art. 2 de la Ley Nº 7.612, publicada en el Diario Oficial el 24.10.43.
vi.- El Libro Segundo se titula “De los bienes y de su dominio, posesión, uso y goce” y
se extiende desde el art. 565 al art. 950 (386 artículos). Reglamenta lo concerniente a
los bienes; el dominio; algunos de los modos de adquirirlo (ocupación, accesión y
tradición); la posesión; las limitaciones al dominio (la propiedad fiduciaria, el
usufructo, el uso o habitación y las servidumbres); la acción reivindicatoria; y las
acciones posesorias.
Se divide en 14 títulos, denominados: I. De las varias clases de bienes; II. Del
dominio; III. De los bienes nacionales; IV. De la ocupación; V. De la accesión; VI. De
la tradición; VII. De la posesión; VIII. De las limitaciones del dominio y primeramente
de la propiedad fiduciaria; IX. Del derecho de usufructo; X. De los derechos de uso y
de habitación; XI. De las servidumbres; XII. De la reivindicación; XIII. De las acciones
posesorias; y XIV. De algunas acciones posesorias especiales.
v.- El Libro Tercero se titula “De la sucesión por causa de muerte, y de las donaciones
entre vivos” y se extiende del art. 951 al art. 1436 (486 artículos nominales). Regula
lo relativo a la sucesión intestada; la ordenación del testamento; las asignaciones
testamentarias; las asignaciones forzosas; la revocación y reforma del testamento; la
apertura de la sucesión; los albaceas; la partición de bienes; pago de las deudas
hereditarias y testamentarias; beneficio de separación; las donaciones entre vivos.
Se divide en 13 títulos vigentes, denominados: I. Definiciones y reglas
generales; II. Reglas relativas a la sucesión intestada; III. De la ordenación del
testamento; IV. De las asignaciones testamentarias; V. De las asignaciones forzosas;
VI. De la revocación y reforma del testamento; VII. De la apertura de la sucesión y de
su aceptación, repudiación e inventario; VIII. De los ejecutores testamentarios; IX. De
los albaceas fiduciarios; X. De la partición de los bienes; XI. Del pago de las deudas
hereditarias y testamentarias; XII. Del beneficio de separación; y XIII. De las
donaciones entre vivos.
vi.- El Libro Cuarto se titula “De las obligaciones en general y de los contratos”, y se
extiende del art. 1437 al art. 2524 (1.088 artículos nominales). Se ocupa de la
definición de los diversos tipos de contratos; de los requisitos de los actos jurídicos; de
las clases de obligaciones; del efecto de las obligaciones; de la interpretación de los
contratos; de los modos de extinguirse las obligaciones; de la nulidad; de la prueba de
las obligaciones; de los regímenes patrimoniales matrimoniales; de los diversos
contratos; de la cesión de derechos; de los cuasicontratos; de los delitos y cuasidelitos
civiles; de la prelación de créditos; y de la prescripción.
Se divide en 43 títulos vigentes, denominados: I. Definiciones; II. De los actos
y declaraciones de voluntad; III. De las obligaciones civiles y de las meramente
naturales; IV. De las obligaciones condicionales y modales; V. De las obligaciones a
plazo; VI. De las obligaciones alternativas; VII. De las obligaciones facultativas; VIII.
De las obligaciones de género; IX. De las obligaciones solidarias; X. De las obligaciones
divisibles e indivisibles; XI. De las obligaciones con cláusula penal; XII. Del efecto de
vii.- El Apéndice: integrado por todas las leyes especiales que han complementado las
normas generales y comunes del Código Civil. Aludiremos a las más importantes más
adelante.
9.5. Principios fundamentales del Derecho Civil y del Código Civil chileno.
71
En el estudio del Derecho de Familia, específicamente en nuestro apunte “La familia y el Matrimonio”,
desarrollamos también cinco principios relativos a esta rama del Derecho Civil, pero con una diferencia
metodológica: el primero de los principios que mencionamos en el cuerpo de esta página, lo denominamos
en el aludido apunte como “Principio de igualdad conyugal, parental y filiativa”. Se trata de una derivación o
especificación del principio más general de la igualdad ante la ley.
72
Lo que no aconteció, sin embargo, en la esfera del derecho anglosajón, donde el derecho consuetudinario,
y el precedente judicial, siguen jugando un rol protagónico en nuestros días.
73
La expresión “injuria” debe entenderse aquí en su acepción de “daño que causa algo” (Diccionario de la
Lengua Española).
74
La norma es similar a la del art. 1258 del Código Civil español: “Los contratos se perfeccionan por el mero
consentimiento, y desde entonces obligan, no sólo al cumplimiento de lo expresamente pactado, sino
también a todas las consecuencias que, según su naturaleza, sean conformes a la buena fe, al uso y a la
ley”. El Código Napoleón, por su parte, establece en su art. 1134: “Los pactos legalmente formados tienen
fuerza de ley para aquellos que los han hecho. / No pueden ser revocados sino por su mutuo consentimiento,
o por las causas que están autorizadas por la ley. / deben llevarse a ejecución de buena fe”. Y agrega el art.
1135: “Los pactos obligan no sólo a lo que se expresa en ellos, sino también a todas las consecuencias que
la equidad, el uso o la ley dan a la obligación según su naturaleza”. Andrés Bello redactó un artículo
semejante al 1134 para consagra el principio de la “ley del contrato” (art. 1545 del Código chileno), pero
trasladó la buena fe a otro precepto, que redactó en base al art. 1135 (art. 1546 del Código chileno).
75
Ducci Claro, Carlos, ob. cit., pp. 26 y 27.
76
Díez-Picazo, Luis, Fundamentos del Derecho Civil Patrimonial, Volumen primero, “Introducción. Teoría del
Contrato”, 6ª edición, Pamplona, Thomson –Civitas, 2007, p. 60.
77
Díez-Picazo, Luis, ob. cit., p. 60.
1.4. La responsabilidad.
Es otro principio general, que no sólo abarca el Derecho privado, sino que es
común a todo el ordenamiento jurídico.
La ley, como precepto emanado del Estado, lleva aparejada una sanción por su
infracción. La más general de las sanciones es la responsabilidad, la que puede
implicar una pena (cuando se ha cometido un delito o cuasidelito penal) o el resarcir
los perjuicios, como sucede con la responsabilidad civil.
En materia civil, se distinguen dos campos fundamentales de responsabilidad:
i.- La responsabilidad de aquellas personas que no han cumplido oportunamente la
obligación derivada de un contrato: responsabilidad contractual; ésta, en todo caso, es
más amplia, pues comienza en la fase precontractual (por ejemplo, la responsabilidad
que la ley eventualmente impone al oferente, aunque se retracte oportunamente) y se
prolonga en la fase postcontractual (por ejemplo, tratándose de la obligación de
saneamiento de la evicción);
ii.- La responsabilidad de aquellas personas que por culpa o dolo, han cometido un
hecho ilícito que causa daños a terceros: responsabilidad extracontractual.
Cabe distinguir dos subprincipios en esta materia:
i.- No debe dañarse a otro.
ii.- Si se daña a otro, la reparación debe ser integral, esto es, comprenderá, por regla
general:
i) La reparación del daño material:
- Daño emergente.
- Lucro cesante.
ii) La reparación del daño moral.
Revisemos a continuación diversas disposiciones del Código Civil que
constituyen una manifestación del principio de la responsabilidad, tanto en el ámbito
contractual como extracontractual.
1.4.1. Responsabilidad contractual.
Algunas normas en que se manifiesta:
i.- Art. 1547 (grados de culpa de los que se responde por los deudores);
ii.- Art. 1548 (cuidado de la especie o cuerpo cierto que se debe);
iii.- Art. 1553 (opciones del acreedor, cuando el deudor de una obligación de hacer se
encuentra en mora);
iv.- Art. 1555 (opciones del acreedor, cuando el deudor de una obligación de no hacer
se encuentra en mora);
v.- Art. 1556 (qué comprende la indemnización de perjuicios);
vi.- Art. 1557 (desde cuándo se debe indemnización de perjuicios);
vii.- Art. 1558 (perjuicios de que se responde en caso de culpa o de dolo);
viii.- Art. 1559 (indemnización en caso de una obligación de dinero).
Todas estas normas forman parte del Título XII del Libro IV del Código Civil,
“Del efecto de las obligaciones”.
1.4.2. Responsabilidad extracontractual.
Algunas normas en que se manifiesta:
i.- Art. 2314 (quién infiere daño a otro por un delito o cuasidelito, debe responder);
ii.- Art. 2315 (quiénes pueden exigir la reparación del daño);
iii.- Art. 2316 (quiénes están obligados a reparar el daño);
iv.- Art. 2317 (responsabilidad solidaria en la reparación del daño causado por dos o
más personas);
v.- Art. 2318 (el ebrio es responsable del daño que causa);
vi.- Art. 2319 (capacidad en materia extracontractual);
78
En algunos países, existen leyes generales que se refieren a la protección de la familia. Así, por ejemplo,
Ley Nº 1.361 de 2009, “Ley de Protección Integral de la Familia”, de la República de Colombia.
79
El carácter indisoluble del matrimonio, a nuestro juicio, ha desaparecido con la promulgación de la Ley Nº
19.947, actual Ley de Matrimonio Civil, que consagró el divorcio entre las causales de disolución del
contrato. No obstante lo anterior, el legislador no modificó el tenor del artículo 102 del Código Civil, que
alude a la indisolubilidad del vínculo, aspecto que debiéramos entender tácitamente derogado por la Ley Nº
19.947 (ver nuestro libro Análisis de la Nueva Ley de Matrimonio Civil, Editorial Metropolitana, año 2004).
80
Corral Talciani, Hernán, ob. cit., pp. 33 y 34.
81
Sobre el particular, ver nuestro trabajo “Diferencias en los estatutos jurídicos que rigen a los bienes
muebles e inmuebles en el Derecho Chileno”, publicado en la Revista “LEX ET VERITAS”, N° 1, 2003,
Santiago, Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Internacional SEK, pp. 55 a 74.
Para distintos fines, todos los bienes, derechos y obligaciones de una persona
deben ser considerados, sin que el titular del respectivo patrimonio, pueda dividirlo, de
manera de afectar sólo una parte de su activo o de su pasivo. Uno y otro deben ser
considerados como un solo todo.
Este principio se aprecia tanto en materia de obligaciones, en las normas de la
sucesión por causa de muerte, en materia de alimentos, en lo concerniente a la
compensación económica, etc.
i.- En cuanto al cumplimiento de las obligaciones: conforme al art. 2465, el deudor
compromete la totalidad de sus bienes al cumplimiento de sus obligaciones
“personales”, es decir, de aquéllas contraídas por él. El acreedor, en consecuencia,
podrá perseguirlos, sean ellos los bienes que existían al momento de contraerse la
obligación, sean los que pueda adquirir con posterioridad el deudor. Sólo se excluyen
aquellos bienes que la ley declara inembargables.
ii.- En cuanto al derecho sucesorio. En dos sentidos puede visualizarse en esta
materia:
i) Como expresa nuestra doctrina, “La unidad del patrimonio se traduce en que las
leyes que regulan la sucesión intestada son las mismas para todos los bienes del de
cujus: activo y pasivo; muebles e inmuebles; heredados o adquiridos a cualquier título
82
Domínguez Benavente, Ramón, y Domínguez Águila, Ramón, Derecho Sucesorio, Tomo I, 3ª edición
actualizada, Santiago de Chile, Editorial Jurídica de Chile, 2011, p. 102.
83
Corral Talciani, Hernán, ob. cit., pp. 105 y 106.
Varias leyes especiales complementan las normas generales del Código Civil.
Cabe destacar entre ellas, las siguientes leyes:
i.- Ley sobre el Efecto Retroactivo de las Leyes.
ii.- Ley N° 19.947, establece Nueva Ley de Matrimonio Civil.
iii.- Ley N° 4.808, sobre Registro Civil.
iv.- Ley N° 17.344, Autoriza el Cambio de Nombres y Apellidos en los casos que indica.
v.- Ley N° 19.620, Dicta Normas sobre Adopción de Menores.
vi.- Ley N° 20.500, sobre Asociaciones y participación Ciudadana en la Gestión Pública.
vii.- Decreto Ley N° 2.695, Fija Normas para Regularizar la Posesión de la Pequeña
Propiedad Raíz.
viii.- Ley N° 21.442, sobre Copropiedad Inmobiliaria.
ix.- Ley N° 19.039, sobre Propiedad Industrial.
x.- Ley N° 17.336, sobre Propiedad Intelectual.
xi.- Decreto Ley N° 993, establece Disposiciones especiales sobre Arrendamiento de
Predios Rústicos.
xii.- Ley N° 18.101, Fija Normas Especiales sobre Arrendamiento de Predios Urbanos.
xiii.- Ley N° 19.281, Establece Normas sobre Arrendamiento de Viviendas con Promesa
de Compraventa.
xiv.- Decreto con Fuerza de Ley N° 458, Aprueba Nueva Ley General de Urbanismo y
Construcciones.
xv.- Ley N° 20.190, sobre Prenda sin Desplazamiento.
xvi.- Ley N° 18.010, Establece Normas para las operaciones de Crédito y otras
Obligaciones de Dinero que indica.
xvii.- Ley N° 19.799, sobre Documentos Electrónicos, Firma Electrónica y Servicios de
Certificación de dicha Firma.
xviii.- Ley N° 19.253, Establece Normas sobre Protección, Fomento y Desarrollo de los
Indígenas, y crea la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena.
xix.- Ley N° 20.930, Establece el Derecho Real de Conservación Medioambiental.
xx.- Ley N° 20.830, Crea el Acuerdo de Unión Civil.
xxi.- Ley N° 19.903, sobre Procedimiento para el Otorgamiento de la Posesión Efectiva
de la Herencia.
xxii.- Ley N° 14.908, sobre Abandono de Familia y Pago de Pensiones Alimenticias.
xxiii.- Ley Nº 16.271, sobre impuestos a las herencias, asignaciones y donaciones.
Nuestra doctrina destaca algunas tendencias actuales del Derecho Civil, a saber,
un cierto grado de descodificación, la llamada constitucionalización y su
internacionalización. Las revisaremos someramente.
Como expresa Hernán Corral, “la Constitución de 1980, con su mayor extensión
de la parte dogmática y sobre todo a través del ‘recurso de protección’, ha producido
también una importante constitucionalización del Derecho Civil. La persona y su
dignidad, el derecho a la vida y a la integridad física y psíquica, el reconocimiento de la
familia como comunidad protegida por el Estado, el derecho de propiedad sobre toda
clase de bienes corporales e incorporales, el derecho a desarrollar actividades
económicas, y otras normas como éstas repercuten claramente en el ordenamiento
civil. En el fondo, hay que reconocer que parte del Derecho Civil hoy está contenido en
la Norma Fundamental: tenemos un Derecho Civil Constitucional”. 84
De esta manera, el análisis de las más importantes instituciones del Derecho
Civil, debe partir del estudio de las normas que, si bien en términos generales, se
refieren a ellas en la Constitución Política de la República. Esto condicionará, sin duda,
la interpretación de las normas de rango legal, que obviamente están supeditadas a las
contenidas en la Constitución Política.
84
Corral Talciani, Hernán, ob. cit., pp. 37 y 38.
CUESTIONARIO.