Re - Jensen Medina Cardona - Nscr201900459 Al 471

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 15

ESTADO LIBRE ASOCIADO DE PUERTO RICO

TRIBUNAL GENERAL DE JUSTICIA


TRIBUNAL DE PRIMERA INSTANCIA
SALA DE FAJARDO -SUPERIOR

EL PUEBLO DE PUERTO RICO CASO NÚM. N5CR201900469


ACUSADOR SALÓN NÚM.306
VS
SOBRE:
MEDINA CARDONA, JENSSEN A93/GRADO DE ASESINATO 1ER GDO INCISO A
ACUSADO

NOTIFICACIÓN
A: FISCALIA DE DISTRITO FAJARDO
FISCALIA- FAJARDO@JUSTICIA. PR. GOV

LIC. GORDON MENÉNDEZ, JORGE


gordonrnenendezasociados@grnail corn .

LIC. PEREA MERCADO,JAIME


japerea@justicia.pr. gov, jairneperea2@yahoo. corn
LIC. BEALE TARGA,EDtJARDO J.
eduardobeale@hotmail.com, edbeale@justicia.pr. gov

LIC. AYMAT FRÍAS,DIANNETTE


fiscalia-fajardo@justicia.pr.gov,dayrnat@justicia.pr.gov
LIC. CAMERON GORDON,ORLANDO RAFAEL
or. cgordon@gmail corn, gordonmenendezasociados@grnail corn
. .

LIC. GORDON PUJOL,JORGE


jgordonpujollaw@grnail. corn

EL[LA] SECRETARIO[A] QUE SUSCRIBE CERTIFICA Y NOTIFICA A USTED QUE CON RELACIÓN
AL[A LA]: CASO DE EPfGRAFE ESTE TRIBUNAL EMITIÓ UNA RESOLUCIÓN EL
02 DE FEBRERO DE 2021.

SE ANEJA COPIA O INCLUYE ENLACE:

PDO. GEMA GONZALEZ RODRIGUEZ


JUEZ SUPERIOR

SE LE ADVIERTE QUE AL SER UNA PARTE O SU REPRESENTANTE LEGAL EN EL CASO SUJETO A


ESTA RESOLUCIÓN USTED PUEDE PRESENTAR UN RECURSO DE APELACIÓN,
,

REVISIÓN O CERTIORARI, DE CONFORMIDAD CON EL PROCEDIMIENTO Y EN EL TÉRMINO


ESTABLECIDO POR LEY, REGLA O REGLAMENTO.

CERTIFICO QUE LA DETERMINACIÓN EMITIDA POR EL TRIBUNAL FUE DEBIDAMENTE REGISTRADA


Y ARCHIVADA HOY 02 DE FEBRERO DE 2021 ,Y QUE SE ENVIÓ COPIA DE ESTA NOTIFICACIÓN
A LAS PERSONAS ANTES INDICADAS, A SUS DIRECCIONES REGISTRADAS EN EL CASO, CONFORME
A LA NORMATIVA APLICABLE. EN ESTA MISMA FECHA FUE ARCHIVADA EN AUTOS COPIA DE ESTA
NOTIFICACIÓN.
EN FAJARDO, PUERTO RICO, EL 02 DE FEBRERO DE 2021.
WANDA I. SEGUI REYES Por:f/TAMPRA TORRES LOPEZ

NOMBRE DEL [DE LA] NOMBRE Y FIRMA DEL [DE LA]


SECRETARIO [A] REGIONAL SECRETARIO[A] AUXILIAR DEL TRIBUNAL

Casos Acumulados- N5CR201900470 NSCR201900471


0AT1812 -Formulario Único de Notificación- Sentencias,Resoluciones,Órdenes y Minutas
(Noviembre 2016)
(ii j(IJ
E
i;i1I ,1&i i iS1t.i
M!.iI}ÁI!.

ibD]. iI1*(O11

El 4 de agosto de 2020, el Sr. Jensen Medina Cardona (en adelante, Sr. Medina

Cardona), por conducto de su representación legal, presentó Moción Sobre Restitución deI

Derecho C'onstítuciona/alJuidoporJurado[..]' En síntesis, alegó que su renuncia a su

derecho al juicio por jurado no fue realizada con toda la información necesaria para una

decisión fundamentada e inteligente, ya que no se le informó sobre la norma constitucional

que requiere un veredicto unánime en los juicios criminales por delito grave establecida por

el Tribunal Supremo de Estados Unidos en el caso de Ramos y. Louisiana, 590 US (2020) y

posteriormente adoptada por el Tribunal Supremo de Puerto Rico en Pueblo y. Torres Rivera,

2020 TSPR 42.

El 11 de agosto de 2020, el Ministerio Público presentó !vOposidón a la HMoción Sobre

Restitución del Derecho Constitucional al luido por Jurado [..]' En esta, sostuvo que el Sr.

Medina Cardona renunciO libre y voluntariamente a su derecho a juicio por jurado. A su vez,

arguyó que la nueva norma constitucional solo aplica a casos con circunstancias procesales

si ni ¡ lares.

[117 de agosto de 2020, el Tribunal emitió Resolución declarando o Ha Lugar la

solicitud del Sr. Medina Cardona y ordenando la continuación de los procedimientos.

Resolvimos que la solicitud de restitución del derecho a juicio por jurado por parte

del Sr. Medina Cardona no procedía en derecho, en vista de que este renunció a

su derecho a juicio por jurado libre, voluntaria, inteligente e informado sobre las

consecuencias que acarreaba dicha renuncia. La información que se le proveyó con relación

al veredicto del jurado se basó en el estado de derecho vigente en ese momentoS

A su vez, determinamos que no procedía la aplicación retroactiva de la nueva norma

constitucional al presente caso, por tratarse de un juicio por Tribunal de DerechoS

RES2O2 10000
PÁG. 2

A nuestro juicio, la norma establecida en Ramos y. Louisiana, supra, y adoptada en Pueblo

y. Torres Rivera, supra, aplica retroactivamente a casos por jurado que no sean linajes y

firmes,

Inconforme, el 25 de agosto de 2020 el Sr. Medina Cardona presentó un certioiri

ante el Tribunal de Apelaciones solicitando la revisión de dicha determinación. En este,

señaló el error siguiente:


"Cometió error de derecho el Tribunal de Primera Instancia y abusó de su discreción al
denegar al peticionario retirar la renuncia previa a su derecho constitucional a juicio por
jurado, en virtud de la nueva interpretación judicial de la Sexta Enmienda de la Constitución
Federal del Tribunal Supremo de Estados Unidos en Ramos V. Lou/sh3na, y adoptada en
nuestra jurisdicción en Pueblo s. Torres Rivera."

El 3 de octubre de 2020, el Procurador General de Puerto Rico presentó su escrito en

oposición,

El 18 de noviembre de 2020, el Tribunal de Apelaciones dictó Sentencia révocando,

en parte, la Resolución de 17 de agosto de 2020 y devolvió el caso al Tribunal de Primera

Instancia para que se procediera a atender y adjudicar el asunto en controversia, conforme

a lo establecido en Pueblo y. Torres Cruz, 105 DPR 914 (1977).1

En su dictamen, el Tribunal de Apelaciones llegó a las mismas conclusiones que este

Tribunal con relación a que el Sr. Medina Cardona renunció válidamente a


su derecho a juicio por jurado y a que el presente caso no se encuentra en las mismas

circunstancias procesales de los casos en que la doctrina de retroactividad obliga a que se


apI ¡que el resultado de Ramos y. Louisiana, supra, y Pueblo y. Torres Rivera, supra. Al

respecto, dicho foro expresó lo siguiente:

"En este caso, el Tribunal de Primera Instancia correctamente íntimo que, la norma
establecida mediante Ramos y. Louisiana, sobre la exigencia de veredictos
unánimes, no aplica de manera retroactiva al caso de Medina Cardona, toda vez
que sus circunstancias procesales son distintas a las que, tanto la Corte Suprema
de Estados Unidos como el Tribunal Supremo de Puerto Rico, tuvieron ante su
consideración al momento de estos expresarse sobre el asunto. Destacó que,
habiendo Medina Cardona renunciado válidamente hacer juzgado por jurado, y comenzado a
tramitarse el juicio mediante Tribunal de derecho, el nueVo requisito de unanimidad no lo
vinculaba por la forma en la que determinó ser juzgado.

Tampoco vio méritos en las alegaciones de Medina Cardona sobre que las explicaciones y
advertencias dadas antes de aceptar su renuncia fueron erradas, inconstitucionales y mucho
menos constituyeron un error estructural, pues dicha renuncia ocurrió previo a la decisión de
Ramos y. Louisina, y Pueblo y. Torres Rivera. Según dicho Foro, Medina Cardona fue
orientado correctamente sobre la exigencia de un veredicto mayoritario de nueve (9) o más
miembros del jurado respecto a su culpabilidad o absolución, lo cual era el estado de derecho
vigente en ese momento y satisfacía los rigores de la Sexta Enmienda de la Constitución de
Estados Unidos.

Ciertamente, aplicados adecuadamente los parámetros doctrinales sobre la


retroactividad de las normas jurisprudenciales, es ineludible concluir que, tal y

I Véase pág. 28 de la Sentencia de 18 de noviembre de 2020 dictada por el Tribunal de Apelaciones cii el Caso
Núm. KLCE202000750.
PÁG. 3
como expresó el Tribunal de Primera Instancia, Medina Cardona no le aplica
retroactivamente el nuevo postulado constitucional de veredictos unánimes. De
entrada, la aludida norma constitucional expuesta en Ramos y. Louisiana, posteriormente
acogida en Puerto Rico en Pueblo y. Torres Rivera, no es una norma que afecte las
circunstancias del proceso penal seguido contra Medina Cardona y, por tanto, requieran su
aplicación retroactiva. De igual forma, no encontramos que su inaplicabilidad constituya un
riesgo sustancial a la integridad del proceso penal y al derecho a un juicio justo e imparcial.

En primer lugar, no estamos ante un caso en el que el acusado optó o pondera optar ejercer
su derecho constitucional a ser juzgado por un jurado, y mucho menos, ante un caso que se
tramita en apelación impugnando un veredicto mayoritario. Estamos ante un caso pendiente
a ser juzgado por Tribunal de Derecho, luego de que Medina Cardona renunciara a
válidamente a ser juzgado por un jurado. Ello, en la medida en que su renuncia fue expresa,
voluntaria y con pleno conocimiento de sus consecuencias, tras ser advertido de todas las
salvaguardas que le asistían en dicho momento.

No puede argumentarse con éxito, que la falta de advertencia de la unanimidad del veredicto
vició la renuncia que éste hiciera a su derecho a un juicio por jurado. Es de conocimiento
general que en el momento en que Medina Cardona efectuó su renuncia al juicio por jurado,
ya se encontraba ante la Corte Suprema de Estados Unidos la revisión de la norma hasta
entonces prevaleciente, de que el derecho fundamental al juicio por jurado unánime en casos
criminales no era extensible a los Estados. Presumiblemente, la reputada representación legal
de Medina Cardona conocía o debió conocer dicho proceso, y lo hizo parte de su análisis al
recomendarle a su cliente que renunciará a su derecho a juicio por jurado y eligiera ser
juzgado por Tribunal de derecho. Como cuestión de realidad, la Defensa de Medina Cardona
tampoco hizo reserva de derecho a tenor con las reglas 104 105 de evidencia, a los fines de
reclamar, en su momento, la aplicación de la norma que eventualmente expusiera el Tribunal
Supremo federal en Ramos y. LouLiana.

En segundo lugar, en las circunstancias históricas en que Medina Cardona renunció a su


derecho a ser juzgado por un jurado, la advertencia de unanimidad del veredicto no era un
requisito indispensable para la validez de dicha renuncia. Son muchos los casos en que, aún
existiendo el requisito de unanimidad, se descartó revocar un juicio por Tribunal de Derecho
por razón de que la renuncia al jurado no contó con la advertencia del requisito de unanimidad.

En tercer lugar, aunque prima fade, la norma de unanimidad parecería ser altamente
ventajosas para los acusados, en la medida en que el Ministerio Público está obligado a
convencer más allá de duda razonable a los doce (12) miembros del jurado, siendo insuficiente
convencer solo nueve (9), lo cierto es, que un veredicto de no culpabilidad de igual forma está
sujeto al criterio unánime del jurado. Así que, es un tanto especulativo sugerir que, de Medina
Cardona haber anticipado la decisión del Tribunal Supremo federal en Ramos y. Louisiana,
definitivamente hubiera ejercido su derecho a un juicio por jurado. Lo anterior, por tanto, es
demostrativo de la validez de la renuncia al jurado por parte de Medina Cardona. Su posterior
retractación, no lo hace acreedor de exigir, como cuestión de derecho, su reinstalación.

En fin, Medina Cardona no podía reclamar como cuestión de derecho, la aplicación retroactiva
de la nueva norma de unanimidad de veredictos por jurados, ni el Tribunal de Primera
Instancia tenía la obligación de reconocérsela. Sencillamente, Medina Cardona no se
encuentra en las mismas circunstancias de los casos en que la doctrina de retroactividad obliga
a ese resultado. La aludida norma sóo aplica a aquellos casos pendientes o en
revisión original que presenten las mismas condiciones procesales de Ramos v
LouisIana. Esto es, aplica a todo caso pendiente o en revisión directa en el que el
acusado está, será o ha sido juzgado por jurado y que, en este último caso, haya
sobrevenido un veredicto mayoritario, no unánime."2

No obstante, el Tribunal de Apelaciones determinó que, al ser inaplicable

retroactivamente la norma de unanimidad de veredicto, la controversia Pasó a ser un asunto


dentro del ámbito discrecional del Tribunal de Primera Instancia y que dicho foro podía, a

la luz de las guías señaladas por la casuística, evaluar su procedencia y conceder o denegar

la petición del acusado. Específicamente, expresó lo siguiente:

"Concluido que, como cuestión de derecho, Medina Cardona no es acreedor de la aplicación


retroactiva de la norma de veredicto es unánime, resta evaluar si su exigencia a que se le
reinstale su derecho a juicio por jurado, después de haberlo renunciado válidamente, puede
atenderse como un asunto bajo la exclusiva facultad discrecional del juez de primera instancia

2Véase págs. 17-22 de la Sentencia de 18 de noviembre de 2020 dictada por el Tribunal de Apelaciones en el
Caso Núm. KLCE202000750.
PÁG. 4
como director de los procedimientos. Anticipamos que, la respuesta a esta interrogante
es que, SI estamos ante una decisión de naturaleza discredonal.

Luego de que Medina Cardona reclamará a la Jueza que preside los procedimientos que le
reinstalara su derecho a juicio por jurado, tanto la Defensa como el Ministerio Público
identificaron la controversia como si se tratara de un asunto de derecho. Al así hacerlo,
defendieron sus respectivas posiciones argumentando sobre la retroactividad o la no
retroactividad de la nueva norma de unanimidad de veredictos. Así considerada, el
Tribunal de Primera Instancia resolvió correctamente que Medina Cardona no
puede reclamar que se reinstale su derecho a juicio por jurado, basado en Ia
aplicación retroactiva de la norma de veredictos unánimes pautada en Ramos y.
Louisiana.

Sin embargo, como hemos discutido, al ser inaplicable retroactivamente la norma


de unanimidad de veredicto, la controversia pasó a ser un asunto dentro del ámbito
discrecional del Tribunal de Primera Instancia. Ello, pues Medina Cardona renunció
válidamente a su derecho y su reinstalación dependía de la sabia discreción del
Tribunal. Tratándose de una decisión discrecional, dicho foro podía, a la luz de las
guías señaladas por la casuística, evaluar su procedencia y conceder o denegar la
petición del acusado. Ni el Ministerio Público ni la Defensa pusieron en posición al
Tribunal recurrido de evaluar la controversia en su justa perspectiva. A pesar de
que dicho Tribunal expuso en su Resolución los factóres establecidos en Pueblo
Torres Cruz, lo cierto es que no realizó, ni las partes lo pusieron para realizar, el
ejercicio discrecional de evaluar los factores que esa jurisprudencia exige cuando
se solícita la reinstalación del derecho a juicio por jurado. En cambio, se limitó a
aseverar, con cierta corrección, que la nueva norma de veredicto unánime no
aplicada retroactivamente a Medina Cardona.

[.1

Estamos convencidos de que el Tribunal a quo debió darJes a las partes la


oportunidad de argumentar y luego examinar, las razones en las cuales Medina
Cardona fundó su solicitud de reinstalación del derecho a juicio por jurado a base
de los hechos específicos del caso. De esta forma, podía determinar si la referida solicitud
fue hecha con prontitud o no, sí causaba trastornos a la sana administración de la justicia o
sí tenía el efecto de provocar una dilación intencional de los procedimientos. De igual forma,
debió considerar si la restitución del derecho a juicio por jurado interfería con la sana
administración de la justicia, sí causaba demoras innecesarias o creaba inconvenientes a
testigos o perjuicios a la otra parte. Al no hacerlo, no sólo dejó desprovisto a este Tribunal de
Apelaciones de revisar la corrección de la forma conforme autoriza Pueblo y. Torres Cruz,
supra, en que tomó su determinación, evaluando las guías y factores que debieron dirigirle,
sino que resultó en una determinación potencialmente errónea. [...]". (énfasis suplido) (citas
omitidas).3

Finalmente, a pesar de reconocer que las partes no posicionaron al Tribunal de

Primera Instancia para realizar. el ejercicio discrecional de evaluar tos requisitos establecidos

en Pueblo y. Torres 0-uz, supra, el Tribunal de Apelaciones devolvió el caso para que, sin

tener que esperar por su mandato, se celebrara una vista argumentativa en la que se les

diera a las partes la oportunidad de exponer su posición con relación a si la solicitud del Sr.

Medina Cardona cumple con tos referidos requisitos que esa jurisprudencia exige cuando se

solicita la reinstalación del derecho a juicio por jurado.4

En cumplimiento con lo ordenado por el Tribunal de Apelaciones, el Tribunal, con

inmediatez, señaló VLcta de Estado de los Procedimientos para el 30 de noviembre de 2020.

Véase págs. 22-26 de la Sentencia de '18 de noviembre de 2020 dictada por el Tribunal de Apelaciones en el
Caso NUm. KLCE202000750.
"Véase págs. 25-26 y 28 de la Sentencia de 18 de noviembre de 2020 dictada por elTribunal de Apelaciones en
el Caso Núm. KLCE202000750.
PÁG.5
Llamado el caso para Vista de Estado de los Procedimientos el 30 de noviembre de

2020, el Tribunal dictó Orden concediéndole Un término de veinte (20) días a las partes para
presentar su posición por escrito y señaló Vista Argumentativa, la cual se calendarizó para
el 14 de enero de 2021 por estipulación de las partes.

El 23 de diciembre de 2020, el Sr. Medina Cardona presentó "['loción en Cumplimiento

de Ordeír' En esta, alegó que su solicitud se presentó con prontitud, se hizo de buena fe y

no causa trastornos a la administración de la justicia, conforme a lo establecido en Pueblo


y. Torres Cruz, su pra.

Para sostener su posición en cuanto a que la solicitud se presentó con prontitud,

argumentó que, entre la fecha de la presentación de su solicitud y la de tas determinaciones

de Ramos y. Louisiana, supra, y Pueblo y. Torres Rivera, supra, transcurrieron 106 y 88 días

calendarios, respectivamente. En la alternativa, argumentó que, tomando en consideración

que, ante la situación de emergencia de salud por el Covid -19, nuestro Tribunal Supremo

decretó, mediante la In re: medidas ludida/es ante sItuación de emergencia de salud por

el COVID-19, EM -202042, que cualquier término que venciera durante las fechas deI 16 de

marzo de 2020 hasta el 14 de julio de 2020, habría de extenderse hasta el miércoles, 15 de

julio de 2020, solo transcurrieron 20 días calendarios entre las fechas en que se resolvieron

los referidos casos y la de la presentación de su solicitud. En cuanto a este asunto, añadió,

que, en Pueblo y. Torres Cruz, supra, no se establece un término para la presentación de

una solicitud de restitución del derecho a juicio por jurado.

Por otra parte, alegó que su solicitud se presentó en respuesta a las determinaciones

del Tribunal Supremo de Estados Unidos en Ramos y. Louisiana, supra, y del Tribunal

Supremo de Puerto Rico en Pueblo y. Torres Rivera, supra, las cuales modificaron el estado

de derecho vigente hasta ese momento con relación a la institución del jurado en Puerto

Rico, lo que hace de su reclamo uno legítimamente de buena fe.

Finalmente, para sostener su posición en cuanto a que la presentación de su solicitud

no causa un trastorno a la administración de la justicia, sostuvo que, al momento en que se


presentó su solicitud, el presente caso estaba prácticamente paralizado por causa de que el

Ministerio Público solicitó que se suspendieran los procedimientos hasta que el Tribunal de

Apelaciones emitiera una determinación con relación a los recursos de revisión que estaban

ante su consideración; la presentación en sí de dichos recursos de revisión; la falta de


PÁG.6

Mandatos del Tribuna! de Apelaciones para poder continuar con los procedimientos ante el

Tribunal de Primera Instancia; y emisión de las ordenes ejecutivas del Gobierno y

resoluciones del Tribunal Supremo para atender la situación de emergencia de salud por el

Covid- 19.

Añadió, que la prueba destilada hasta el momento vis a vis fa prueba que falta por

desfilar, "no hacen ni siquiera imaginar que se haya causado un trastorno a la justicia5

Además, expresó lo siguiente:


"Por el contrario, el compareciente respetuosamente entiende que su reclamo a que se le
restituya su derecho a juicio por jurado, o a que, al menos, se le brinde la oportunidad de
reiterarse a que su juicio en s fondo continúe por el Tribunal de Derecho, bajo las nuevos
parámetros establecidos en Ramos y. Louisiana, supra, y Pueblo y. Torres Rivera, supra, es
oportuna y la misma ha sido debidamente fundamentada."6

En esa misma fecha, el Ministerio Público presentó su respectiva II1oción en


('unip/imiento de Orden' En esta, se opuso a la solicitud del Sr. Medina Cardona alegando

que esta no se presentó con prontitud, se hizo de mala fe y causa un trastorno a la

administración de la justicia.

En síntesis, argumentó que, a la luz de la doctrina conocida como la Ley del Caso, la

solicitud del Sr. Medina Cardona no procede en derecho, ya que los fundamentos en los

cuales se basa fueron descartados por el Tribunal de Apelaciones en la Sentencii de 18 de

noviembre de 2020.

Por otra parte, argumentó que, a pesar de que el Tribunal de Apelaciones resolvió

que el Tribunal de Primera Instancia puede, en el ejercicio de su discreción, permitir que el

Sr, Medina Cardona retire su renuncia, no procede en derecho que se le permita retirarla.

Ello, debido a que el Sr. Medina Cardona no ha demostrado que sufrió un perjuicio indebido

por haber renunciado al derecho a juicio por jurado sin que se le informara sobre la norma

de Ramos V. LouiJana, supra, y Pueblo y. Torres Rivera, supra.

En cambio, sostuvo que acceder a su solicitud, resultaría en perjuicio para el

Ministerio Público debido a que el juicio comenzó y se inició el descubrimiento de prueba; y

en una dilación innecesaria de los procedimientos. Añadió, que, a la luz del derecho vigente,

fa solicitud debió presentarse antes de comenzado el juicio.

Finalmente, expresó lo siguiente:

"La desinsaculación del jurado en este caso en particular tomaría, sin duda alguna, más tiempo
de lo ordinario. Eso sin facturar el efecto de la pandemia que todavía nos arrope e influye

Véase inciso 27 de Ja "Moción en Cunipiiniiento de Orden" presentada el 23. de diciembre de 2020 por el Sr.
Medina Cardona.
"Íd.
PÁG. 7
todas las decisiones del diario vivir. De hecho, cabe señalar que el Tribunal Supremo de Puerto
Rico ha emitido unas guías para llevar a cabo el proceso de desinsaculación, entre estas llama
lo atención que se requiere que la desinsaculación se desarrolle con paneles individuales lo
que sin duda dilatar a los procedimientos que ya se encuentran paralizados."7

Llamado el caso para V/staArgumentat/vael 14 de enero de 2021, las partes tuvieron

la oportunidad de argumentar con relación a los requisitos de prontitud, buena fe y ausencia

de obstrucción a la justicia establecidos en Pueblo y. Torres Cruz, 105 DPR 914 (1977). En

esencia, estas reiteraron los mimos argumentos expuestos en sus mociones.

fi 41 .1 ai LtsI('I] I 1 ] I 4

En Pueblo y. Torres C'ruz, supra, se dijo que, en los casos en que un Tribunal acepte

una renuncia válida al derecho a un juicio por jurado, este podrá, en el ejercicio de su

discreción, restituir tal derecho si se solicita oportunamente, no causa trastornos a


la administración de la justida y se hace de buena fe, Pueblo y. Torres C'ruz, supra;

Pueblo y. Salamán Sebastián, 101 DPR 903 (1974). A esos efectos, el Tribunal Supremo de
Puerto Rico ha expresado lo siguiente:

"(S]e reconoce también generalmente que la cuestión de si un acusado puede


retirar una renuncia válida a juicio por jurado depende de la discreción,
adecuadamente fundada, del tribunal. Si la moción de retiro se formula
prontamente, sin que cause trastornos a la administración de la justicia, tal
solicitud se concede de ordinario.

En algunos estados, como en Minnesota y Ohio, se va más lejos y se provee por estatuto que
el acusado tiene absoluto derecho a revocar su renuncia antes del comienzo del juicio. Entre
estas dos posiciones hemos favorecido la primera. Esta es la posición apoyada por
la Asociación Americana de Abogados. La norma 1.2(c) de las recomendadas
recientemente por dicha institución expresa:

"Vn acusado no puede a su arbitrio retirar una renuncia válida [a su derecho a


juicio por jurado], pero el tribunal podrá discrecionalmente permitir tal retiro
antes deli comienzo del juicio." (énfasis suplido) (citas omitidas) Pueblo y. Torres Cruz,
supra, en los págs. 918-919.

Al hacer el análisis, el Tribunal viene llamado a examinar las particularidades del caso

que tiene ante su consideración y la concurrencia de los "necesarios requisitos de prontitud,

buena fe y ausencia de obstrucción a la justicia". Íd., en la pág. 920. "S1e mantendrá la


renuncia sólo cuando la restitución del derecho a juicio por jurado interfiera con

innecesarias, inconvenientes a los testigos o perjuicios a la otra parte." (énfasis


suplido) Pueblo y. Salamán Sebastián, 101 DPR 903, 905 (1974).

'
Véase inciso 23 de la "Moción en Cumplimiento de Orden." presentada el 23 de diciembre de 2020 por el
Minislerio Público.
PÁG8
En el aludido caso, la solicitud de restitución se presentó casi trece meses antes del

comienzo del juicio "cuando se permitió una enmienda a la acusación que el propio tribunal

de instancia estimó sustanciaL" Pueblo y. Torres C'ruz, supra, en las págs. 919-920. En su

análisis, el Tribunal Supremo razonO lo siguiente:

"En el caso de autos fue irrazonable la negativa del juez a restituirle al apelante su derecho
al juicio por jurado, aun suponiendo que no se le hubiese restituido en la sesión de 14 de
marzo de 1972 o en virtud de la doctrina de Sa/amán. El acusado expresó formalmente su
interés en la celebración del juicio por jurado casi trece meses antes de su comienzo. No hay
indicio alguno en el récord de que habría que dilatar el juicio por razón del requerimiento
formulado entonces o eJ 9 de abrilde 1973, ni de que se obstruiría de otro modo la justicia. No
hay señal tampoco, lo cual es otro criterio utilizado en ciertas jurisdicciones, de que el acusado
formuló su petición de mala fe, con la intención de alargar los procedimientos. La moción se
interpuso cuando se permitió una enmienda a la acusación que el propio tribunal de instancia
estimó sustancial. No es valIdable la actuación del tribunal. A la luz de los hechos específicos
en este caso debió restituírsele al apelante su derecho al juicio por jurado." Id. (citas omitidas).

A Discreción Judicial

Por otra parte, sabido es que los tribunales cuentan con una discreción que es

inherente a su función de resolver los casos y controversias que llegan ante su

consideración, Pueblo y. Custodio Colón, 92 DPR 567 (2015); Garci y. Asociación, 165 DPR
311 (2005). Sin embargo, sabemos que la discreción judicial no opera en un vacío, en

abstracción del resto del derecho. Tiene que ser así pues "discreción es una forma de

razonabilidad que aplica al discernimiento judicial para llegar a una condición justiciera".

Pueblo y. Rivera Santiago, 176 DPR 559, 580 (2009).

Los elementos para considerar si un tribunal incurrió en abuso de discreción son,

entre otros, los siguientes: (1) cuando el juez no toma en cuenta e ignora, sin fundamento

para ello, un hecho material importante que no podía ser pasado por alto; (2) cuando el

juez, sin justificación y fundamento alguno para ello; le concede gran peso y Valor a un

hecho irrelevante e inmaterial y basa su decisión exclusivamente en el mismo, o; (3) cuando,

a pesar de tomar en cuenta todos los hechos materiales e importantes y descartar los

irrelevantes, el juez sopesa y calibra livianamente los mismos. Pueblo V. Ortega Santiago,

125 DPR 203, 211 212 (1990), reiterado en Pueblo


-
y. Rivera Santigo, supra.

DISCUSIÓN
Como reseñamos, en la Sentenci de 18 de noviembre de 2020, el Tribunal de

Apelaciones revocó, en parte, la Resolución de 17 de agosto de 2020 y devolvió el caso para

que se procediera a atender y adjudicar el asunto en controversia, conforme a lo establecido

en Pueblo y. Torres Cruz, supra. Conduyó, que, a pesar de que "el Tribuna de

Primera Instanda resoMó correctamente que Medina Cardona no puede


PÁG. 9
I' [.1

retroactva de La norma de veredktos unánmes pautada en Ramos v louisianaP,

renunda8 (énfasis suplido)


En atención a lo resuelto por el Tribunal de Apelaciones y, contando con el beneficio

de la comparecencia de las partes, procedemos a resolver si se debe o no permitir que el

Sr. Medina Cardona, después de haber renunciado válidamente a su derecho a un juicio por

jurado, consentido a un juicio por Tribunal de Derecho y habiendo comenzado el juicio -con

todo lo que ello conlleva: se juramentaron los testigos de cargo; se presentó el testimonio

del primer testigo del Ministerio Público; y se admitió prueba en evidencia-, pueda retirar

dicha renuncia,

UT1 iT ['] í1il.I['I I .Ti1 [ II11[zsiI)C


_
La justda Veamos.

Ii
A diferencia de Pueblo y. Torres Cruz, supra, -donde el acusado presentó su solicitud

casi trece meses antes de comenzado el juicio-, en el presente caso, el Sr. Medina Cardona

presentó su solicitud casi siete meses después de comenzado el juicio e iniciado el

descubrimiento de prueba: se juramentaron los testigos de cargo; se presentó el testimonio

del primer testigo del Ministerio Público; y se admitió prueba en evidencia9

Más allá de lo acontecido en los primeros días del juicio, debemos recordar que el Sr.

Medina Cardona inicialmente eHgió ser juzgado por un jurado, por lo que se utilizaron de los

Véase págs. 24-25 de la Sentencia de 18 de noviembre de 2020 dictada por el Tribunal de Apelaciones eu el
Caso Núm. KLCE202000750.
Aclaramos, que esta es precisamente la razón, por la cual, tal y como expresó el Tribunal de Apelaciones: "[al
pesar de que dicho Tribunal [Tribunal de Primera Instancia] expuso en su Resolución los factores establecidos
en Pueblo y. Torres Cruz, lo cierto es que no realizó [...l el ejercicio discrecional de evaluar los factores que esa
jurisprudencia exige cuando se solicita la reinstalación del derecho ajuicio por jurado." Véase págs. 25 de la
Senteuicia de 18 de noviembre de 2020 dictada por el Tribunal de Apelaciones en el Caso Núm.
KLCE202000750. Al analizar el caso de Pueblo y. Torres Cruz, supra, concluimos que el mismo, al igual que
Raiiios y. Louisiana", y Pueblo V. Torres Rivera, supra, no era de aplicación porque no se encontraba en las
mismas circunstancias procesales que el presente caso. Entendimos que dicho caso aplicaba a casos
similares, a saber: casos en los cuales la solicitud se presentó antes de comenzado el juicio.
PÁG. 10
recursos judiciales para iniciar el procedimiento para juicio por jurado: se ordenó el sorteo

y citación de paneles de jurado y se calendarizó la desinsaculación. El día en que el Sr.

Medina Cardona presentó su renuncia, los candidatos a jurados comparecieron y el Tribunal,

así como las partes y funcionarios del Tribunal, estaban listos para llevar a cabo el proceso

de desinsaculación.

Como vimos, la discreción judicial no opera en un vacío, en abstracción del resto del

derecho y, en este caso, está guiada por los requisitos de prontitud, buena fe y ausencia de

trastorno a la administración de la justicia y, además, está limitada por la norma siguiente:

"[s]i la moción de retiro se formula prontamente, sin que cause trastornos a la

administración de la justicia, tal solicitud se concede de ordinario." Pueblo y. Torres Cruz

supra, en las págs. 918-919. Al revisar, por su alto valor persuasivo, la jurisprudencia de

diversas jurisdicciones estatales en Estados Unidos sobre casos en que se ha aplicado la

doctrina de la cual emana la de Pueblo y. ¯Torres Cruz, supra, hemos encontrado que la
mayoría de estos casos sostienen que la solicitud del acusado debe presentarse antes de

comenzado el juicio en aras de cumplir con el requisito de prontitud. Véase Floyd y. State,

90 So, 2d 105 (Fla. 1956); State y. Pruett, 213 Kan. 41, 515 P.2d 1051 (1973); People y.

Me/tan, 125 Cal. App. 2d Supp. 901, 271 P.2d 962 (1954); Foster y. State, 705 So. 2d 534

(Ala. Crim. App. 1997); Hester y. State, 100 Ark. App. 234, 267 S.W.3d 623 (2007); Cochran

y State, 383 So. 2d 968 (Fla. Dist. Ct. App. 1980); Taylor y. State, 255 S.W.3d 399 (Tex.

App. 2008); Medley y. State, 47 S.W.3d 17 (Tex. App. 2000); State V. Gerard,; 6 Conn. Cir.

Ct. 218, 269 A.2d 641 (1970); State y. Rank/n, 102 Conn. 46, 127 A. 916 (1925); Wíthdrawa/I
of waiver ofr1qht tojury trial/n criminal case, 46 A.L.R.2d 919

Esta también es la posición apoyada en nuestra jurisdicción por el Tribunal Supremo

y el Tribunal de Apelaciones. Véase Pueblo y. Torres Cruz, supra, en las págs. 918-919;

Pueblo y. Salanián Sebastián, supra, en la pág. 904; Resolución de 18 de septiembre de

2020 en Pueblo y. QuiflonezIriariy, KLC3202000820, págs. 15-20; Véase, además, el inciso

13 del Formulario OAT-1567.'°

En particular, el inciso 13 del Formulario dispone:


"Entiendo, luego de aceptada como válida mi renuncia al derecho a un Juicio por Jurado, no
tengo un derecho absoluto a que se restiluya el mismoy el (la) Juez(a)
podrá, discrecionalmente, acceder a mi solicitud solo si ello se hace con prontitud, antes de
comenzado el juicio, no causa trastornos a la administración de la justicia y se hace de buena
fe."
PÁG. 11
A nuestro juicio, tomando en cuenta la etapa procesal en que se encuentra el

presente caso, concluimos que la solicitud del Sr. Medina Cardona resulta inoportuna. Esta

debió presentarse antes de comenzado el juicio para no interferir con la ordenada

administración de la justicia ni atentar contra el principio de economía procesal. Véase State


y, Gerard supra, en la pág. 50, ("[s]peedy determination of criminal causes is almost as

essential as their right determination. The right to elect and then withdraw the election, and

repeat this at will, would give the accused the opportunity to postpone the cause

indefinitely."; Véase, además, State y. Rank/n, supra. Más allá, entendemos que acceder a

ella retrasaría injustificadamente la resolución de la causa; resultaría en demoras o

inconvenientes innecesarios para los testigos o en perjuicio para el Estado. Más importante

aun, resultaría en perjuicio de la víctima que, aunque lamentablemente no está presente,

reconocemos que su familia, en defecto, también lo es. Recordemos que este caso lleva

más de un año ventilándose y que cada día que pasa sin que esta controversia se adjudique

opera en detrimento de los derechos tanto de la víctima, como del acusado.

II

'\ j Por otra parte, como expusimos, otro de los requisitos que debemos considerar,

conforme a lo establecido en Pueblo y. Torres Cruz, supra, es si la solicitud del acusado se

hizo de buena fe sin la intención de alargar los procedimientos. Véase, además,

Statev. Jones, 312 A.2d 281 (Md. 1973).

El Sr. Medina Cardona sostiene que su solicitud de restitución del derecho a juicio por

jurado se presentó en respuesta a las determinaciones del Tribunal Supremo de Estados

Unidos en Ramos y. Louisiana, supra, y del Tribunal Supremo de Puerto Rico en Pueblo y,

Torres Rivera, supra, las cuales modificaron el estado de derecho vigente hasta ese

momento con relación al veredicto del jurado.

Sin embargo, su solicitud se presentó el 4 de agosto de 2020 mediante la T1Moción

Sobre Restitución de! Derecho Constitucional a! Juicio por Jurado 1...]" mientras que las

determinaciones de Ramos y. Louisiana, supra, y Pueblo y. Torres Rívera, supra, se

emitieron el 20 de abril de 2020 y el 8 de mayo de 2020, respectivamente.

Al respecto, durante la Vista Argumentativa de 14 de enero de 2021, la

representación legal del Sr. Medina Cardona alegó que no había podido comunicarse con su
PÁG. 12

cliente por causa de las medidas implementadas ante la situación de emergencia de salud

por el Covid -19, lo que, a su juicio, era necesario para poder presentar la solicitud.

A pesar de que coincidimos con ello, luego de un minucioso análisis del tracto procesal

del presente caso, entendemos que el Sr. Medina Cardona tuvo amplia oportunidad para

presentar su solicitud o de, al menos, levantar la objeción o informar al tribunal sobre la

posibilidad de presentar una moción al respecto. A modo de ejemplo, cualquiera de dichas

manifestaciones se pudo haber hecho durante la vista de Estado de los Procedimientos de

:19 de junio de 2020, en la que se calendarizó la continuación del juicio para el 26 de agosto

de 2020 y se separaron más de diez fechas hábiles para el Tribunal y las patl:es; o, en, o

cerca, de la fecha en que se emitieron las aludidas determinaciones de Ramos y. Louisi~iria

supra, y Pueblo y. Torres Rivera, supra. Con relación a este asunto, nos unimos a las

expresiones del Tribunal de Apelaciones en la Sentencia de 18 de noviembre de 2020. En el

referido dictamen, dicho foro expresó lo siguiente:


"Es de conocimiento general que en el momento en que Medina Cardona efectuó su
renuncia al juicio por jurado, ya se encontraba ante la Corte Suprema de Estados
Unidos la revisión de Ba norma hasta entonces prevaleciente, de que el derecho
fundamental al juicio por jurado unánime en casos criminales no era extensivo a los Estados.
Presumiblemente, la reputada representación legal de Medina Cardona conocía o
debió conocer dicho proceso, y lo hizo parte de su análisis al recomendarle a su
cliente que renunciará a su derecho a juicio por jurado y eligiera a ser juzgado por
Tribunal de derecho. Como cuestión de realidad, la defensa de Medina Cardona
tampoco hizo reserva de derecho a tenor con las Reglas 104 y 105 de Evidencia, a
los fines de reclamar, en su momento, la aplicación de la norma que eventualmente
es pusiera el Tribunal Supremo federal en Ramos versus Luisiana." (citas omitidas)
(énfasis suplido) págs. 1920 de la Sentencia de 18 de noviembre de 2020.

Además, la propia representación legal del Sr. Medina Cardona así lo admitió durante
la Vista Argumentativa de 14 de enero de 2021 al relatar anecdótica mente cómo todos sus

colegas esperaban ansiosos el resultado de Ramos y. Louiiana, supra.

Por lo tanto, a nuestro juicio, el reclamo del Sr. Medina Cardona no cumple con el

grado de diligencia requiere la buena fe para no dilatar los procedimientos.

'JI

Finalmente, nos resta tomar en cuenta si en la solicitud del Sr. Medina Cardona está

presente el requisito de ausencia de trastorno a la administración de la justicia. En

consideración a dicho requisito, precisa destacar el propósito de la solicitud del Sr. Medina
Cardona,

Es menester aclarar, que la solicitud del Sr. Medina Cardona no va dirigida a que se

le permita retirar su renuncia a fin de elegir esta vez ser juzgado por un jurado, en lugar de

un Tribunal de Derecho. Lo que este realmente solicita es que se le permita retirar su


PÁG. 13
renuncia y, en consecuencia, se le restituya su derecho a fin de tener la oportunidad de

decidir si nuevamente elige renunciar a su derecho a juicio por jurado o si, en cambio, elige

esta vez ser juzgado por un jurado.

Ahora bien, no podemos pasar por alto que esta solicitud puede utilizarse como

subterfugio para burlar lo que en el presente caso constituye la Ley del Caso, cuando,

inmersa en la solicitud, subyace la intención de que se le permita elegir ser juzgado por un

jurado, cuyo veredicto debe regirse por la norma de Ramos y. Louisiana, supra, y Pueblo y.

Torres Rivera, su pra.

Habiendo el Tribunal de Apelaciones confirmado nuestra determinación de que no

procede la aplicación retroactiva al presente caso de la nueva norma constitucional

establecida en Ramos y. Louisiana, supra, y Pueblo y. Torres Rivera, supra, entendemos

que acceder a esta solicitud puede restarle finalidad a una determinación final y firme del

Tribunal de Apelaciones.

Por lo tanto, a nuestro juicio, analizados los hechos y circunstancias particulares del

presente caso, acceder a la solicitud del Sr. Medina Cardona causaría un trastorno a la
justicia.

Por todo lo cual, determinamos, en el ejercicio de nuestra discreción guiada por los

criterios establecidos en Pueblo y. Torres c'ruz, supra, que no procede la solicitud del Sr.

Medina Cardona de restitución del derecho a juicio por jurado.

1 '] IIIsi (s1'

Sobre Restitución del Derecho Constitucional al Juicio por Jurado [..J' Se da por cumplido

lo dispuesto por el Tribunal de Apelaciones en su Sentencia del 18 de noviembre de 2020.

Se ordena la continuación de los procedimientos conforme a lo aquí resuelto.

l [e) -1 I 1 1 a r. ii (sill .i

En Fajardo, Puerto Rico a 2défbr 2021.

\\ \
GEMA GO :4 (elI] *'
JUl

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy