Propiedad Intelectual en Bolivia

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i

LA PROPIEDAD INTELECTUAL EN
BOLIVIA

(MARCO CONCEPTUAL, JURÍDICO E INSTITUCIONAL)

LIC. ANA MARIA SOLARES GAITE


CONSULTORA

Octubre, 2003
2

CONTENIDO
I. MARCO CONCEPTUAL _____________________________________________ 4
1.1 CARACTERIZACIÓN DEL FENÓMENO ___________________________________ 4
1.2 PRINCIPALES ÁREAS Y CONCEPTOS ____________________________________ 5
1.3 SU IMPORTANCIA EN EL DESARROLLO ECONÓMICO Y TECNOLÓGICO __ 7
1.4 ROL EN EL MERCADO __________________________________________________ 9
1.5 INCIDENCIA EN EL COMERCIO EXTERIOR _____________________________ 11
1.6 ALCANCE Y ESTRUCTURA ACTUAL ____________________________________ 12
II. EVOLUCIÓN NORMATIVA_________________________________________ 14
2.1 LEGISLACIONES NACIONALES ________________________________________ 14
2.2 PRINCIPALES INSTRUMENTOS INTERNACIONALES ____________________ 15
2.3 DESARROLLO EN AMÉRICA LATINA (8) ________________________________ 17
2.4 REGÍMENES COMUNES ANDINOS ______________________________________ 22
2.5 OTROS ACUERDOS REGIONALES ______________________________________ 27
2.6 ACTUAL TRATAMIENTO MULTILATERAL. OMC (12) ____________________ 29
III. LA PROPIEDAD INTELECTUAL EN BOLIVIA ________________________ 37
3.1 MARCO GENERAL_____________________________________________________ 37
3.2 MARCO JURÍDICO_____________________________________________________ 39
3.2.1. ANTECEDENTES _______________________________________________________________39
3.2.2. DESARROLLO NORMATIVO _____________________________________________________40
3.2.3. PRINCIPALES ASPECTOS REGULADOS EN LA LEGISLACIÓN NACIONAL (13) ________44
3.2.4. CONVENIOS Y ADHESIONES INTERNACIONALES _________________________________66
3.2.5. INCORPORACIÓN DE LOS REGÍMENES ANDINOS _________________________________68
3.2.6. ACTUAL LEGISLACIÓN E INSTRUMENTOS APLICABLES ___________________________73
3.3 MARCO INSTITUCIONAL ______________________________________________ 74
3.3.1. ESTRUCTURAS INICIALES ______________________________________________________74
3.3.2. DESARROLLO INSTITUCIONAL __________________________________________________74
3.3.3. DESCENTRALIZACIÓN__________________________________________________________76
3.3.4. RETORNO AL NIVEL NACIONAL (LOPE)__________________________________________78
3.3.5. DISPOSICIONES RECIENTES (13) _________________________________________________80
3.3.6. ACTUAL ÓRGANO NACIONAL COMPETENTE (SENAPI) ____________________________83
3.3.7. COMPETENCIA INSTITUCIONAL EN OTROS ASPECTOS DE LA PROPIEDAD
INTELECTUAL_________________________________________________________________88
IV. OBSERVANCIA, EVALUACIÓN Y CONCLUSIONES ___________________ 91
4.1 OBSERVANCIA ________________________________________________________ 91
4.1.1 PROPIEDAD INDUSTRIAL _______________________________________________________91
4.1.2 DERECHO DE AUTOR Y DERECHOS CONEXOS ____________________________________93
4.2 EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO INSTITUCIONAL_______________________ 95
4.2.1 DISEÑO _______________________________________________________________________95
3

4.2.2 NATURALEZA INSTITUCIONAL__________________________________________________97


4.2.3 ORGANIZACIÓN________________________________________________________________97
4.2.4 NORMAS INTERNAS Y PROCEDIMIENTOS ________________________________________98
4.3 CONCLUSIONES _______________________________________________________ 99
4.3.1. ASPECTOS DE LEGISLACIÓN ___________________________________________________100
4.3.1.1. SUFICIENCIA_____________________________________________________________100
4.3.1.2. APLICACIÓN DE LOS REGÍMENES COMUNES DE LA COMUNIDAD ANDINA ____101
4.3.1.3. ASPECTOS PROCESALES Y JURISDICCIONALES _____________________________102
4.3.1.4. NORMATIVA VINCULADA Y COMPLEMENTARIA____________________________105
4.3.2. PROYECCIONES INSTITUCIONALES_____________________________________________106
4.3.3. CULTURA DE PROPIEDAD INTELECTUAL________________________________________107

Notas 109

Lista de Tablas
TABLA N° 1 ALCANCE ACTUAL DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL ____________________________13
TABLA Nº 2 PRINCIPALES TRATADOS ADMINISTRADOS POR LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA
PROPIEDAD INTELECTUAL (OMPI) ______________________________________________16
TABLA Nº 3 DESARROLLO NORMATIVO DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL EN BOLIVIA_________42
TABLA N° 4 CONVENIOS SUSCRITOS Y ADHERIDOS POR BOLIVIA_____________________________67
TABLA N° 5 LEGISLACIÓN VIGENTE E INSTRUMENTOS APLICABLES ___________________________73
4

I. MARCO CONCEPTUAL
1.1 CARACTERIZACIÓN DEL FENÓMENO
El conjunto de instituciones jurídicas que actualmente se reúnen en la disciplina denominada
Propiedad Intelectual, constituyen el resultado de un largo proceso de desarrollo y evolución
cuyo arranque moderno de ubica y emerge del fenómeno de la propia Revolución Industrial del
Siglo XIX, uno de los sucesos más importantes de la historia moderna y cuyos efectos de
transformación productiva, tecnológica y energética sentaron, en definitiva, las bases de la
organización económica y del desarrollo actual, particularmente en el caso de los países que
vivieron este proceso y que, a partir del mismo, asumieron el liderato de la modernidad.
Más cerca de nosotros, en el Siglo XX, la revolución científico tecnológica con su impresionante
dinámica consolidó la transformación productiva e internacionalizó la economía con base en la
investigación y el conocimiento. La aplicación del conocimiento científico a la producción de
bienes y servicios determinó el surgimiento de lo que hoy se conoce como la “sociedad del
conocimiento”, base indiscutible de la organización económica y social del mundo de hoy y que
constituye el real y verdadero factor del poder económico, político y militar de las naciones.
Desde la Revolución Industrial, la revolución científico tecnológica hasta la actual sociedad del
conocimiento, se han concebido mecanismos, políticas y legislaciones orientadas a promover y
proteger la creatividad intelectual, especialmente en el caso de aquellas que representan
innovaciones y desarrollo en la tecnología, mediante el reconocimiento de derechos de
exclusividad en beneficio de los investigadores, autores e inventores, respecto al uso y
explotación de sus creaciones intelectuales o de la distinción de sus productos o servicios,
constituyéndose en verdaderos derechos intangibles o inmateriales.
Este derecho de exclusiva constituye, tanto en la doctrina como en el derecho positivo, un
verdadero derecho de propiedad, en algunos casos temporal, pero con todos sus atributos de uso,
licencia de uso, transferencia y transmisión, derecho que se lo adquiere y ejerce mediante el
reconocimiento y registro oficial otorgado por autoridad competente de un Estado y cuyos
efectos se proyectan y tienen validez en el territorio de otros Estados o en el ámbito internacional,
a través de las instituciones e instrumentos establecidos por el Derecho Internacional y, más
recientemente, por el Derecho Comunitario.
5

1.2 PRINCIPALES ÁREAS Y CONCEPTOS


En un esfuerzo preliminar para conceptuar la Propiedad Intelectual, desde ya en una forma muy
genérica, se puede afirmar que el derecho intelectual se halla referido a “…los productos de la
inteligencia, como el derecho de autor y la patente de invención, para cuya efectividad están
sometidos a registro y, por su expresión económica, son susceptibles de trasmisión inter vivos y
mortis causa” (1)
Hasta hace poco, en la disciplina hoy denominada Propiedad Intelectual se distinguían materias
diferenciadas y con un perfil propio, siendo las principales la Propiedad Industrial y el Derecho
de Autor.

Propiedad Industrial
La más conocida y desarrollada en la doctrina y las legislaciones, abarcaba un conjunto de
elementos protegibles, susceptibles de registro y constitutivos de derechos de exclusiva. A modo
de una conceptualización general se podría delinear su alcance como “ …la que recae sobre el
uso de un nombre comercial; marca de fábrica, de comercio y de agricultura; dibujos y modelos
industriales; secretos de fábrica y patentes de invención. La Ley protege el derecho exclusivo de
quien ostenta a su favor aquellos usos, defendiéndolo frente a terceros y frente a toda
competencia desleal” (2)
En consecuencia, la Propiedad Industrial tradicionalmente ha estado conformada, por una parte,
por todo lo relativo a Patentes y demás privilegios industriales y, por la otra, por todo lo relativo a
las Marcas de fábrica y de comercio y demás signos distintivos, constituyendo cada una de estás
áreas una verdadera disciplina autónoma plenamente reconocidas por la doctrina y el derecho
positivo. Un intento de identificación básica de estas materias, es el siguiente:

Patentes:
- Una Patente, en general, es la certificación oficial del registro mediante el cual se
reconoce el derecho de propiedad y se protege un invento o alguna otra actividad u objeto
de la industria.
- Una Patente de Invención es la que confiere a todo autor o inventor de un objeto
industrial, el derecho temporal y exclusivo sobre su obra, invento o descubrimiento por el
6

término que la ley determine, con el derecho consiguiente para su explotación o cesión
lucrativa.
- En igual forma, una Patente de Introducción es aquella que algunos países otorgan como
medio de fomentar la industria y la economía a quienes introducen los inventos o
innovaciones tecnológicas de origen extranjero, con el objeto de crear nuevas industrias.

Marcas
- La señal, distintivo o designación que los industriales o comerciantes ponen a sus
productos y servicios. Pueden registrarse como marcas una o más palabras con o sin
contenido conceptual, los dibujos, los emblemas, los monogramas los grabados, los
estampados, los sellos, las imágenes, las combinaciones de colores, los envases, las
combinaciones de letras y números, las frases publicitarias, los relieves y todo otro signo
con capacidad distintiva.
Los nombres, signos o dibujos utilizados como marca, cumplen el fin de identificar y
diferenciar los productos y servicios de circulación en el comercio, señalándolos a la
atención del consumidor y permitiendo que el fabricante y comerciante los acredite y
difunda. Para su uso exclusivo requieren de registro público.

Derecho de Autor
Entendido como “El que tiene toda persona sobre la obra que produce y especialmente el que
corresponde por razón de las obras literarias, artísticas, científicas o técnicas para disponer de
ellas por todos los medios que las leyes autorizan” (3)
En realidad el Derecho de Autor, que implica un derecho moral y un derecho patrimonial sobre
las propias creaciones, ha estado más vinculado al concepto de la propiedad intelectual lo que se
confirma y desprende del siguiente concepto de esta última: “La que el autor de una obra
artística, científica o literaria tiene sobre ella y que la ley protege frente a terceros, concediéndole
la facultad de disponer de ella, publicarla, ejecutarla, representarla y exponerla en público, así
como de enajenarla, traducirla o autorizar su traducción, reproducción por otras personas. La
protección alcanza a toda clase de escritos, obras dramáticas, musicales, cinematográficas,
coreográficas y pantomímicas; dibujos, pinturas, esculturas, arquitectura, modelos y obras de arte
para el comercio y la industria; impresos, planos, mapas, fotografías, grabados y discos
7

fonográficos, plásticos, etc. Esta relación es enunciativa, porque el derecho del autor está referido
a toda producción derivada de la inteligencia. Por regla general, el derecho de autor no es
ilimitado, sino que tiene un plazo de vigencia, generalmente la vida del autor y unos años
posteriores a favor de los herederos, también durante un plazo que la ley establece” (4).
En general, como se ve, los dos componentes principales de la Propiedad Industrial, las Patentes
y las Marcas, han constituido tradicionalmente las bases fundamentales del estudio de esta
disciplina y de su desarrollo en la economía moderna, así como partes importantes en la
dogmática del Derecho Comercial y Derecho Industrial.
Por su parte, el Derecho de Autor, con un menor perfil pero con igual importancia, en un primer
momento estuvo más orientado a la protección de las obras de creación literaria y artística. No
obstante, ha evolucionado tanto en las últimas décadas que hoy en día, acompañando y
englobando el desarrollo de la moderna tecnología informática, ha acabado por integrar en el
concepto de Propiedad Intelectual a todos los derechos derivados de la investigación, del
conocimiento y de la creación intelectual.

1.3 SU IMPORTANCIA EN EL DESARROLLO ECONÓMICO Y


TECNOLÓGICO
Es amplia la literatura sobre el papel de la Propiedad Intelectual en el desarrollo económico y
tecnológico. Se considera en general que existe una incidencia directamente proporcional
respecto a estos procesos, particularmente en aquellos países que lograron alcanzar niveles de
industrialización y superar las etapas de exportación primaria.
En realidad y desde la óptica del análisis económico del derecho (5) se parte del criterio,
generalmente aceptado, de reconocer y destacar la eficiencia económica en la protección de los
Derechos de Propiedad Intelectual (DPI), ya que constituyen el mejor incentivo para la
investigación y el desarrollo de productos y que gracias a su existencia hay avance científico y
con ello crecimiento económico y mejoramiento de la calidad de vida.
Los DPI potencian la innovación y el desarrollo tecnológico al conferir la explotación exclusiva a
sus titulares o la posibilidad de su cesión o licencia por parte de los mismos. No proteger al
innovador del imitador llevaría a neutralizar cualquier iniciativa o esfuerzo de innovación o
creatividad.
8

“Dentro del estudio de los fundamentos económicos de la propiedad Intelectual, se indica que si
la información es fácil de copiar y difícil de producir se genera un problema de apropiación, dado
que si la información puede ser copiada a un costo nulo, el precio de usar la información se va a
reducir a los costos de copiarla y como resultado el innovador no podrá apropiarse de los
beneficios de su creación y recuperar los costos de producirla” (6) También se sostiene que se
deben proteger los derechos morales con fundamento en el trabajo del autor y no favorecer el
enriquecimiento injusto a favor de los receptores de beneficios en contra de los creadores.
La Propiedad Intelectual como privilegio exclusivo y temporal, por tanto, garantiza un sistema de
sólidos derechos sobre las creaciones intelectuales y un ambiente de estímulo y desarrollo para
las mismas, cuya aplicación a la producción de bienes y servicios en cantidad y calidad, son la
base indispensable de una economía moderna y el sustento del peso relativo de los países en el
sistema internacional. No en vano uno de los principales indicadores del nivel de desarrollo de
los países es la magnitud de recursos destinados a la investigación científica con objetivos
productivos, habiéndose establecido una relación directa o inversamente proporcional entre la
inversión en investigación y desarrollo tecnológico y el grado de desarrollo económico y social.
Lo que sí parece indudable, en todo caso, es que la expresión económica, social y cultural de la
generación y transferencia de tecnología, con base en la garantía de los derechos de Propiedad
Intelectual, constituyen actualmente uno de los fundamentos del comercio y del sistema
económico internacional.
No faltan voces, sin embargo, que critican la asignación de derechos de Propiedad Intelectual por
considerar que impiden el libre intercambio de recursos, o porque se considera que las creaciones
intelectuales son patrimonio de la humanidad en la medida que toda creación humana se ha
basado en trabajos y experiencias previas; así como también se impugna el hecho que la
Propiedad Intelectual hubiera dado lugar al monopolio y desequilibrio tecnológico y a un control
excesivo por parte de los intereses corporativos con base en tales derechos.
En todo caso y desde el análisis económico del derecho, se propugna actualmente equilibrar e
incorporar a los criterios de eficiencia económica pura, el criterio de equidad como el ingrediente
de legitimación plena en el uso productivo de la información y el conocimiento.
9

1.4 ROL EN EL MERCADO


Protección de los consumidores y prevención de la competencia desleal
Muchos aspectos de la Propiedad Intelectual se hallan vinculados y regulan las relaciones entre
productores y proveedores de bienes y servicios, como competidores y titulares de derechos de
propiedad intelectual, siendo una de sus funciones el proteger y conciliar los intereses de los
operadores del mercado. Pero, además, existe coincidencia general respecto a que entre las
diversas ramas de la Propiedad Intelectual, las leyes relativas a las marcas de fábrica y de
comercio, las marcas de servicios, los nombres comerciales, las indicaciones geográficas, figuran
entre los instrumentos más eficaces y directos para la protección de los consumidores y la
protección contra la competencia desleal.

Protección del Consumidor


Actualmente la protección del consumidor tiene importancia en todo el mundo, pero
especialmente en los países en desarrollo donde existen más sectores de consumidores
vulnerables, de bajos ingresos y con bajo índice de educación. En realidad, cual es el principal
sentido de la protección del consumidor? Contra qué se debe proteger al consumidor? y también
hay coincidencia en que debe protegérsele contra el engaño.
El consumidor puede ser engañado en diversas formas y existen normas y mecanismos destinados
a protegerlo contra las diferentes formas de engaño. Las leyes de Propiedad Intelectual, si bien
tienen como objetivo primario la protección de los derechos de los industriales, comerciantes y
autores sobre sus patentes, marcas y obras, sirven también contra el engaño de los consumidores
en la comercialización de bienes y servicios.
Lo anterior no significa que la protección del consumidor pueda asegurarse mediante leyes de
propiedad intelectual, por cuanto la razón de ser de los regímenes de Propiedad Intelectual es la
protección de los derechos de exclusiva. No obstante, ello no impide que el sistema de Propiedad
Intelectual pueda desempeñar una función importante de protección del consumidor. En otras
palabras, un sistema equilibrado de Propiedad Intelectual no se debe limitar a proteger los
intereses de los titulares de sus derechos, sino que debe contemplar también los intereses de los
consumidores de bienes y servicios, teniendo presente que tal protección no es un fin en sí
mismo, sino un medio para contribuir al desarrollo económico y al mejoramiento de la calidad de
vida, objetivos con los que la protección del consumidor guarda directa relación.
10

Competencia Desleal
La represión de la competencia desleal busca conducir la lucha concurrencial dentro del mercado
en el marco de la lealtad, reprimiendo aquellas actuaciones competitivas que puedan ser
violatorias del derecho del empresario o que atenten contra el normal funcionamiento de la
competencia como institución. En líneas generales, se trata de tutelar derechos que se ven
afectados por el acto desleal, derechos que con mucha frecuencia son los derechos de exclusiva
constitutivos de la propiedad industrial, como las marcas, las patentes, el nombre comercial, etc.
Se entiende por exclusiva, por tanto, el monopolio de uso que se otorga al titular del derecho
mediante el registro y uno de los actos más típicos de competencia desleal, según la doctrina y las
legislaciones, es aquel que atenta o usurpa esta exclusividad, beneficiándose sin justo título e
incurriendo de esta forma en una acción generalmente tipificada como delito
Entre los casos más usuales de prácticas desleales en el mercado, se hallan los actos destinados a
producir confusión o actos parasitarios. El acto de confusión se entiende como todo acto que de a
entender directa o indirectamente que los artículos o actividades mercantiles de un industrial
pertenecen a otro, ya sea apropiándose o simulando marcas, símbolos o nombres, distintivos,
imitando etiquetas u otros medios usuales de actividad en la industria o el comercio.
Los actos de confusión implican, por tanto, el uso, sin licencia del titular, de una marca, nombre
comercial, logotipo, envoltura, etiqueta idéntica o parecida a la de otro que posee una exclusiva.
Todos estos actos constituyen en sí una maquinación con el objeto de aparentar que el
establecimiento, comercio, productos o servicios de un empresario son los mismos o similares a
los que tiene el titular de los derechos.
Los actos de confusión cobran mayor relevancia cuando se hallan dirigidos a las marcas
notoriamente conocidas, a las marcas renombradas o signos de alta reputación, casos en los
cuales existe generalmente una mayor tutela, al ser reprimido su uso arbitrario, incluso en el caso
de productos o servicios similares a aquellos que poseen la marca registrada.
Otros de los aspectos que vinculan la competencia desleal con la Propiedad Intelectual, se halla
referido a la publicidad engañosa, ya que es muy frecuente que a través de la publicidad se señale
que un producto o servicio se hallan amparados por una marca o patente extranjera o se usen
indebidamente indicaciones de procedencia o denominaciones geográficas, como una manera de
avalar la calidad del producto o servicio. El supuesto de la publicidad engañosa consiste, por
tanto, en que nunca se obtuvo la transferencia de la marca o la licencia de uso de la patente,
11

constituyendo un acto de falsedad que permite la obtención de clientela en base al prestigio y


valores empresariales asociados a la posesión de derechos registrados.
Por último y dentro de la variada gama de modalidades de competencia desleal, se pueden
enunciar las violaciones al secreto empresarial, industrial o comercial, que forma parte de la
esfera reservada de una empresa. Los secretos empresariales se refieren generalmente a “todo
conocimiento reservado sobre ideas, productos o procedimientos industriales que el empresario,
por su valor competitivo, desea mantener ocultos” (7)
La protección o tutela del secreto industrial, también conocido como “know how”, constituye en
realidad uno de los orígenes de la disciplina de la competencia desleal, en tanto no adscrito a las
marcas. Históricamente, los primeros actos de represión de la competencia desleal (Francia,
primer tercio del siglo XIX) se vinculaban a exclusivas, pero como se fue haciendo necesaria la
protección de ciertos bienes de la empresa que no eran susceptibles de registro, como es el caso
de los secretos industriales que por su propia naturaleza no pueden ser registrados, en Alemania
se empezó a desarrollar la noción de la cláusula general, basada en la honestidad, buena fe,
buenas costumbres y lealtad en el comercio, que constituye el núcleo de la disciplina y que se
halla justamente destinada a la protección de esta clase de valores y derechos intangibles.

1.5 INCIDENCIA EN EL COMERCIO EXTERIOR


Se ha establecido el rol fundamental que tiene la Propiedad Intelectual en los mercados
nacionales y su incidencia como un factor de regulación y equilibrio entre los actores económicos
que producen y ofertan bienes y servicios, protegiendo sus derechos de creatividad industrial y
comercial, frente a los intereses y derechos del público consumidor. Se considera, por tanto,
suficientemente demostrada la relación e importancia de la Propiedad Intelectual en el comercio
interno de los mercados nacionales.
Sin embargo, dentro de las tendencias de intercambio, libre circulación de factores e
internacionalización que caracterizan el comercio y la economía moderna, la Propiedad
Intelectual constituye también uno de los principales ingredientes que pueden facilitar u
obstaculizar el moderno tráfico económico entre los países. Para ello basta determinar que la
naturaleza de los DPI, si bien inmaterial, se halla asociada o incorporada a los productos y
servicios que protegen y que, en su circuito económico, trascienden las fronteras nacionales y las
delimitaciones de la soberanía y jurisdicción de los países individualmente considerados.
12

El reconocimiento y protección de los derechos que se generan por la Propiedad Intelectual, hace
evidente la transnacionalización del conocimiento, que quizá es el carácter esencial que perfila
nuestras sociedades contemporáneas. En este marco de razonamiento, es fácil llegar a la
conclusión que los efectos de los DIP tienen una incidencia directa en el comercio internacional,
tanto como fuentes de riqueza para los países proveedores de tecnología como por los efectos
restrictivos que pueden representar, en cuanto pueden ser utilizados como prácticas
proteccionistas.
En efecto, la doctrina ha destacado siempre las relaciones estrechas que existe entre el comercio y
la Propiedad Intelectual, planteando desde ámbitos muy diversos el problema de la adecuada
protección de los DIP en un mundo cada vez más globalizado. Ello explica la clara vocación de
regulación internacional de estas materias, que desde hace mas de un siglo han contado en el
ámbito internacional con mecanismos y normas de protección, que se consolidan en el Siglo XX
con la proliferación de convenios internacionales y con la creación de toda una organización
mundial dedicada a su promoción y regulación, la Organización Mundial de la Propiedad
Intelectual, OMPI (1970) como un órgano del sistema de las Naciones Unidas, y culminan, ya en
la década de los años 90, en la incorporación de los DIP en la Organización Mundial del
Comercio, OMC (1994), mediante la suscripción de un acuerdo sobre los Aspectos de los
Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC), que actualmente
constituye el mayor marco multilateral de normas y disciplinas relativas a la protección y tutela
de los DIP y uno de los instrumentos fundamentales de la regulación multilateral de comercio,
que se expresa en los Acuerdos de la OMC.

1.6 ALCANCE Y ESTRUCTURA ACTUAL


En el nivel actual de desarrollo los derechos de Propiedad Intelectual han superado, como se ha
visto, no solo el ámbito de aplicación nacional sino que han evolucionado convirtiéndose en un
importante régimen internacional a nivel mundial, pero al mismo tiempo también han expandido
sus disciplinas y campos de aplicación.
La distinción de la Propiedad Industrial y el Derecho de Autor, como áreas tradicionales y
centrales de la Propiedad Intelectual, si bien se mantiene en lo esencial , ha sido enriquecida con
la incorporación de nuevas áreas o sectores de protección, emergentes de los avances científicos y
tecnológicos en campos como la cibernética, la genética, la biotecnología y otras ramas propias
13

de la post modernidad, que han determinado nuevas formas de información, producción y


comercio, donde la protección de los derechos de creatividad se hacía necesaria.
En esta nueva dimensión, que se expresa en los principales Acuerdos multilaterales y regionales,
particularmente en el caso de nuestro análisis en el marco de la OMC y de la integración andina,
la estructura actual y generalmente reconocida para la Propiedad Intelectual comprende, en lo
principal, las siguientes disciplinas y áreas de protección:

Tabla N° 1
ALCANCE ACTUAL DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL

I. PROPIEDAD INDUSTRIAL
- Patentes:
• Patentes y otros Derechos sobre Invenciones
• Diseños Industriales
• Modelos de Utilidad
• Esquema de trazado de circuitos integrados
- Marcas:
• Marcas de Fábrica
• Marcas de Comercio
• Nombres, denominaciones y distintivos comerciales
• Denominaciones geográficas o de origen

II. DERECHO DE AUTOR Y DERECHOS CONEXOS


- Derechos de Autor
• Obras literarias
• Obras Artísticas
• Obras científicas (Ej. Software)
- Derechos Conexos
• Difusión e interpretación
• Fonogramas
• Radio y Televisión

III. PROTECCIÓN DEL OBTENTOR VEGETAL

IV. ACCESO A RECURSOS GENÉTICOS


- Biotecnología
- Conocimientos, innovaciones y prácticas tradicionales

V. PROTECCIÓN DE LA INFORMACIÓN NO DIVULGADA


Fuente: Elaboración propia
14

II. EVOLUCIÓN NORMATIVA


2.1 LEGISLACIONES NACIONALES
La protección y respeto a los Derechos de Propiedad Industrial (DPI), tuvo su primera expresión
en las legislaciones nacionales de los países que experimentaron las transformaciones productivas
y tecnológicas de la Revolución Industrial. Las primeras legislaciones nacionales en estas
materias, en consecuencia, son de antigua data, puesto que cobran una dimensión
institucionalizada a mediados del siglo XIX, particularmente en Inglaterra, los países de Europa
central y en los Estados Unidos de América, con un reflejo progresivo en los países con los
cuales mantenían relaciones comerciales y de inversión.
En realidad, los principales aspectos protegidos en casi todas las legislaciones nacionales se
hallan referidos a patentes, marcas y derechos de autor.
En lo relativo a patentes, las de invención, en base a requisitos de novedad, nivel inventivo y
aplicabilidad industrial, constituyen el núcleo de este tipo de derechos, los que se conceden por
periodos fijos de duración. Se otorgan también patentes de adición, precautorias, de
introducción, de revalida o confirmación de patentes obtenidas en el extranjero. En forma conexa,
se otorgan derechos sobre diseños, modelos y dibujos industriales.
En la misma forma, las legislaciones nacionales ofrecen protección a las marcas o signos
distintivos, denominadas en algunas legislaciones como marcas de fábrica y marcas comerciales,
pudiéndose registrar, asimismo, marcas de servicios, nombres y lemas comerciales, emblemas,
rótulos, enseñas y una diversidad de signos distintivos según el país.
En materia de derechos de autor, las legislaciones nacionales enfatizan, casi siempre, en la
protección de los derechos de carácter moral y patrimonial del autor sobre las obras literarias,
artísticas y científicas de su creación, otorgando la protección por periodos que duran por lo
menos el tiempo de vida del autor.
La protección que brindan las legislaciones nacionales, sin embargo, no siempre es suficiente ya
que se ve progresivamente relativizada, primero, por la propia dinámica del fenómeno industrial
y comercial que rebasa los reducidos límites de los espacios nacionales y, segundo, como una
consecuencia de lo anterior por el alcance de la soberanía y la ley nacional, limitadas a una
determinada dimensión territorial.
15

El tratamiento y reconocimiento de los derechos de origen extranjero, por ejemplo, si bien se


halla contemplado en todas las legislaciones nacionales, ha constituido tradicionalmente una
arista complicada por su propensión a generar controversias alrededor del respeto a las
prioridades, la posibilidad de duplicidades u otro tipo de problemas que se suscitan en el registro
de patentes y marcas extranjeras.
Frente a esta realidad que hace ineficaz la protección basada únicamente en la ley nacional, surge
como una lógica consecuencia la necesidad de la regulación internacional, como único medio de
restablecer la simetría entre la dimensión del fenómeno y la necesidad de darle una cobertura de
protección de igual alcance. Se hace evidente, en forma muy temprana, la nítida vocación de
tratamiento y regulación internacional de estas materias. Es más, esta necesidad se expresa en
forma casi coincidente con el surgimiento de las propias legislaciones nacionales, prueba de ello
es el carácter internacional que alcanzan ciertos aspectos de la Propiedad Industrial y del Derecho
de Autor desde hace más de un siglo, como el Convenio de París de 1883 para la Propiedad
Industrial y el Convenio de Berna de 1886, para la protección de las obras literarias y artísticas.

2.2 PRINCIPALES INSTRUMENTOS INTERNACIONALES


Los instrumentos internacionales que regulan la protección a los derechos de propiedad
intelectual son diversos y abarcan toda la temática que actualmente conforma esta disciplina. Una
aproximación a la constelación de los convenios internacionales sobre Propiedad Intelectual,
puede lograrse mediante la revisión de los principales tratados y convenios que son administrados
por la OMPI y que se resumen en la siguiente Tabla, bajo un ordenamiento según la amplitud de
su aplicación:
16

Tabla Nº 2
PRINCIPALES TRATADOS ADMINISTRADOS POR LA ORGANIZACIÓN
MUNDIAL DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL (OMPI)

OMPI Convenio que establece la Organización Mundial de la propiedad Intelectual, Estocolmo,


1967.

PARIS Convenio de París para la Protección de la Propiedad Industrial, 20 de marzo de 1883.

BERNA Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas, 9 de septiembre
de 1886.

MADRID INDIC. Arreglo de Madrid relativo a la Represión de las Indicaciones de Procedencia Falsas o
Engañosas en los Productos, 14 de abril de 1891.

MADRID MARCAS: Arreglo de Madrid relativo al Registro Internacional de Marcas, 14 de abril de 1891.

LA HAYA Arreglo de La Haya relativo al Depósito Internacional de los Dibujos y Modelos


Industriales, 6 de noviembre de 1925.

NIZA Arreglo de Niza relativo a la Clasificación Internacional de Productos y Servicios para el


Registro de las Marcas, 15 de junio de 1957

LISBOA Arreglo de Lisboa relativo a la Protección de las Denominaciones de Origen y su Registro


Internacional, 31 de octubre de 1958.

LOCARNO Arreglo de Locarno que establece una Clasificación Internacional para los Dibujos y
Modelos Industriales, H de octubre de 1968.

PCT Tratado de Cooperación en Materia de Patentes, Washington, 19 de junio de 1970.

IPC Arreglo relativo a la Clasificación Internacional de Patentes, Estrasburgo, 24 de marzo de


1971.

TRT Tratado relativo a Registro de Marcas, 12 de junio de 1973.

Tratado de Budapest sobre el Reconocimiento Internacional del Depósito de


BUDAPEST M1croorganismos a los Fines del Procedimiento en Materia de Patentes, 28 de abril de
1977.

ROMA Convención de Roma sobre la Protección de los Artistas, Intérpretes o Ejecutantes, los
Productores de Fonogramas y los Organismos de Radiodifusión, 26 de octubre de 1961.

FONOGRAM Convenio de Ginebra para la Protección de los Productores de Fonogramas contra la


Reproducción no Autorizada de sus Fonogramas, 29 de octubre de 1971.

SATELIT Convenio de Bruselas sobre la Distribución de Señales Portadoras de Programas


Transmitidas por Satélites, 21 de mayo de 1974.

UPOV Convenio Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales, 2 de diciembre


de 1961.
Fuente: OMPI
17

2.3 DESARROLLO EN AMÉRICA LATINA (8)


Las primeras legislaciones en materia de propiedad intelectual adoptadas en América Latina se
remontan al siglo XIX y comienzos del siglo XX. Varios países de la región contaban, ya en el
siglo XIX, con una legislación específica regulatoria de uno o más de estos derechos,
especialmente en el campo de la Propiedad Industrial : México (1820), Brasil (1830), Cuba
(1833), Chile (1840), Venezuela (1842), Colombia (1848), Argentina (1864), Perú (1869),
Uruguay (1877), Ecuador (1880), Guatemala (1886), Costa Rica (1896), Nicaragua (1899).
En otros países latinoamericanos, la primera legislación específica sobre alguno de los elementos
de la Propiedad Intelectual datan de comienzos del siglo XX: El Salvador (1901), Honduras
(1902), Panamá (1905), República Dominicana (1907) y Bolivia (1916).
No obstante esta antigüedad el desarrollo legislativo posterior, salvo en algunos de los países
mayores, fue muy lento o esporádico y ello se explica por las asimetrías en los niveles de
desarrollo industrial frente a los países centrales y en el desequilibrio que esto producía en el
flujo de este tipo de derechos entre los países europeos y los Estados Unidos, con una alta
capacidad de investigación científica y generación de tecnología y comercio, frente a las
economías de exportación primaria que constituye hasta hoy la principal característica de
nuestras economías. En otras palabras, si bien los países latinoamericanos se dotaron de sendas
leyes y normativas sobre propiedad intelectual, por la división internacional del trabajo las
mismas sirvieron en gran medida sólo para el registro y para prolongar la protección de los
derechos sobre las patentes, marcas y derechos de autor procedentes de los países industriales.
Esta situación de marginalidad, en cuanto al desarrollo de políticas y legislaciones de protección
a los derechos de propiedad intelectual, que caracterizó durante décadas a la región, empieza, no
obstante, a cobrar una relativa dinámica en forma paralela al establecimiento de las políticas de
industrialización o sustitución de importaciones que se presentan en América Latina como un
efecto de la post guerra, cuando algunos países empiezan a renovar total o parcialmente sus
legislaciones sobre propiedad intelectual, particularmente sobre propiedad industrial.
A partir de los años 70 renuevan su legislación básica Brasil (1971), México (1976), Ecuador
(1977), Colombia (1978) y Perú (1979). Otros países optan por una nueva legislación parcial,
referida principalmente a marcas, como Costa Rica (1970), Guatemala y Nicaragua (1975)
18

Paraguay (1979) y Argentina (1980); así como Uruguay (1976) respecto a modelos y diseños
industriales.
En muchos otros países, como Bolivia, las principales leyes vigentes son todavía la primera
legislación existente en el país sobre la materia, que se mantuvieron formalmente vigentes desde
el siglo XIX y comienzos del siglo XX, aunque en la mayoría de los casos se efectuaron
modificaciones parciales o se promulgaron disposiciones complementarias para su actualización.
Coincidentemente, a partir de la década de los años 60, se observan algunos esfuerzos de
armonización legislativa en la región. En 1975, por ejemplo, Costa Rica, Guatemala y Nicaragua
concretaron una legislación común sobre signos distintivos, habiendo puesto en vigencia el
Convenio Centroamericano para la Protección de la Propiedad Industrial, que fuera suscrito en
1968 por estos países, además de El Salvador y Honduras. En el mismo sentido, cabe mencionar
al “Reglamento para la Aplicación de las Normas sobre Propiedad Industrial”, adoptado por la
Decisión 85 de la Comisión del Acuerdo de Cartagena dentro del proceso de integración andina
(Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela), cubriendo aspectos sobre patentes, dibujos y
modelos industriales y marcas.
En cuanto a la adhesión de los países latinoamericanos a Tratados y Convenios internacionales
relativos a propiedad intelectual, la misma demandó un proceso paulatino de incorporación,
siendo más frecuentes los acuerdos regionales o bilaterales con países de dentro o de fuera de la
región. Hasta la década de los años 80, solo una parte de los países latinoamericanos pertenecían
al Convenio de París o al Convenio que estableció la OMPI en 1967 (Argentina, Brasil,
Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, El Salvador, México, Perú, República Dominicana y
Uruguay). Al presente, la mayoría de los países de la región son miembros de uno o más tratados
administrados por la OMPI.
En el nivel multilateral, los países de América Latina en su mayoría han suscrito el Acta de
Marrakech y actualmente son miembros de la Organización Mundial del Comercio, uno de cuyos
acuerdos básicos, como ya se informó, es el ADPIC.
A nivel subregional y particularmente en el caso del proceso andino de integración, los
instrumentos de armonización de políticas adoptados en las décadas de los 60 y 70, como se verá
más adelante, han evolucionado a Regímenes Comunes, verdaderas normativas comunitarias, que
se aplican en los países miembros con preferencia a sus propias legislaciones nacionales. En igual
forma, en el marco del Tratado de Montevideo 1980 (ALADI), se han incorporado a los
19

Acuerdos de Complementación Económica (ACE), previsiones en materia de protección a los


derechos de propiedad intelectual, así como también en el MERCOSUR se han adelantado
acciones y esfuerzos de coordinación en esta materia.
Tomando en consideración los países que integran la Asociación Latinoamericana de Integración,
ALADI, la situación de su respectiva adhesión o membresía en los principales tratados y
convenios internacionales administrados por la OMPI (propiedad industrial y derechos de autor y
derechos conexos), así como en los tratados de la OMPI denominados Tratados “Internet” (WCT
y WPPT) y en el Convenio Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales
(UPOV), con información al año 2000, se refleja en las siguientes Tablas:

A) PROPIEDAD INDUSTRIAL

Convenio OMPI Conv. Arreglo Arreglo Arreglo Arreglo Arreglo Arreglo T. Budapest Unión Estrasburgo
París Madrid Madrid de Niza Lisboa Locarno Viena PCT
Países (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11)
ARG X X
BOL X X
BRA X X X X X
CHI X X
COL X X
CUB X X X X X X X X X X X
ECU X X
MEX X X X X
PAR X X
PER X X
URU X X X X X X
VEN X X
Fuente: ALADI

NOTAS DE LA TABLA
(1) Tratado de la organización mundial de la propiedad intelectual (1967) y enmendado en 1979. Al 14.01.00:
173 estados
(2) Convenio de París para la protección de la propiedad industrial (unión de París) (1883), revisado en
Bruselas (1900), Washington (1911), la haya (1925), Londres (1934), Lisboa (1958) y Estocolmo (1967) y
enmendado en 1979. Al 14.01.00: 157 estados
(3) Arreglo de Madrid relativo a la represión de las indicaciones de procedencia falsas o engañosas en los
productos - 1891, revisado en Washington (1911), la haya (1925), Londres (1934), Lisboa (1958) y
complementado por el acta de adicional de Estocolmo (1967). Al 14.01.00: 31 estados
(4) Arreglo de Madrid relativo al registro internacional de marcas 1891, revisado en Bruselas (1900),
Washington (1911), la haya (1925), Londres (1934), Niza (1957) y Estocolmo (1967) y enmendado en
1979. Protocolo concerniente al arreglo de Madrid relativo al registro internacional de marcas (1989). Al
14.01.00: 64 estados
20

(5) Arreglo de Niza relativo a la clasificación internacional de productos y servicios para el registro de las
marcas (1957), revisado en Estocolmo (1967) y ginebra 1977
(6) Arreglo de Lisboa relativo a la protección de las denominaciones de origen y su registro internacional
(unión de Lisboa - 1958), revisado en Estocolmo (1967) y enmendado en 1979. Al 14.01.00: 19 estados
(7) Arreglo de Locarno que establece una clasificación internacional para los dibujos y modelos industriales
(1968), enmendado en 1979. Al 14.01.00: 37 estados
(8) Acuerdo de Viena por el que se establece una clasificación internacional de los elementos configurativos de
las marcas (1973), enmendado en 1985. Al 14.01.00: 15 estados
(9) Tratado de Budapest sobre el reconocimiento internacional del depósito de microorganismos a los fines del
procedimiento en materia de patentes (1977), enmendado en 1980. Al 14.01.00: 48 estados
(10) Tratado de cooperación en materia de patentes (un ion pct) (Washington 1970) enmendado en 1979 y
modificado en 1984. Al 14.01.00: 106 estados
(11) Arreglo de Estrasburgo relativo a la clasificación internacional de patentes (1971), enmendado en 1979. Al
14.01.00: 45 estados

B) DERECHOS DE AUTOR Y DERECHOS CONEXOS

Convenios
OMPI Unión Convención Convención Convención Películas
Berna Roma Fonogramas Satélites
(1) (2) (3) (4) (5) (6)
Países
ARG X X X X X
BOL X X X
BRA X X X X X
CHI X X X X X
COL X X X X X
CUB X X
ECU ) X X X X
MÉX X X X X X X
PAR X X X X
PER X X X X X X
URU X X X X
VEN X X X X
Fuente: ALADI

NOTAS DE LA TABLA
(1) Tratado de la organización mundial de la propiedad intelectual (1967) y enmendado en 1979. Al 14.01.00:
173 estados
(2) Convenio de Berna para la protección de las obras literarias y artísticas. Convenio de Berna (1886),
completado en Paris (1896), revisado en Berlln (1908), completado en Berna (1914), revisado en roma
(1928), en Bruselas (1948), en Estocolmo (1967) y en Paris (1971) y enmendado en 1979. Al 14.01.00: 142
estados
(3) Convención internacional sobre la protección de los artistas intérpretes o ejecutantes, los productores de
fonogramas y los organismos de radiodifusión. Convenio de roma (1961). Al 14.01.00: 63 estados
(4) Convenio para la protección de los productos de fonogramas contra la reproducción no autorizada de sus
fonogramas. Convenio fonogramas (ginebra 1971). Al 14.01.00: 60 estados
(5) Convenio sobre la distribución de señales portadoras de programas trasmitidos por satélite. Convenio
Satelltes (Bruselas 1974). Al 14.01.00: 23 estados
(6) Tratado sobre el registro internacional de obras audiovisuales. Tratado sobre el registro de películas
(ginebra 1989). Al 14.01.00: 13 estados
21

C) CONVENIO INTERNACIONAL PARA LA PROTECCIÓN DE LAS


OBTENCIONES VEGETALES (UPOV)

Convenio UPOV (1961), revisado en Ginebra (1972,1978 Y 1991)

Argentina Acta 1978


Bolivia Acta 1978
Brasil Acta 1978
Chile Acta 1978
Colombia Acta 1978
Ecuador Acta 1978
México Acta 1978
Paraguay Acta 1978
Uruguay Acta 1978
En total son 44 los Estados Partes que son miembros de este
Convenio UPOV (estado de situación al 14 de enero de 2000).
Fuente: ALADI

D) TRATADOS DE LA OMPI SOBRE DERECHO DE AUTOR (WCT) y SOBRE


INTERPRETACIÓN O EJECUCIÓN Y FONOGRAMAS (WPPT) (GINEBRA
1996)

Estados Ratificación Ratificación


Signatarios WCT WPPT
Argentina X X
Bolivia
Chile
Colombia
Ecuador
México X
Uruguay
Venezuela
En total son 51 los Estados Partes que suscribieron el WCT (13
ratificaciones) y 50 el WPPT (12 ratificaciones), estando la
información actualizada a enero de 2000.
Fuente: ALADI
22

2.4 REGÍMENES COMUNES ANDINOS


Desde su inicio, el proceso andino de integración se planteó como objetivo el armonizar las
políticas de los países miembros en aspectos que tuvieran relación con la construcción del
mercado ampliado. El propio Acuerdo de Cartagena (1969) postuló como uno de sus principales
objetivos “ la armonización de políticas económicas y sociales y la aproximación de las
legislaciones nacionales en las materias pertinentes” (Artículo3, inc.a).
El Acuerdo de Cartagena contemplo, asimismo, como metas fundamentales de la armonización
de políticas “lograr un mejor aprovechamiento de los progresos científicos y tecnológicos y
fomentar la investigación en estos campos” (Artículo 25, inc, f).
En ese marco, el mismo Acuerdo en su Artículo 27 planteó como uno de los mecanismos de la
armonización de políticas, un régimen común sobre tratamiento a los capitales extranjeros y,
entre otros, sobre marcas, patentes, licencias y regalías. En 1970, se aprobó la Decisión 24
estableciendo este régimen común el que fue formalmente incorporado al derecho interno de los
países miembros.
La Decisión 24, en lo principal, estableció una serie de obligaciones de autorización y registro
para la inversión extranjera y la obligación de una progresiva incorporación de capital nacional si
la empresa extranjera optaba por acceder al mercado ampliado, es decir gozar de los beneficios
del programa de liberación del comercio. Pero, además, en las materias que son objeto del
presente análisis, estableció la obligatoriedad de la autorización, registro y control de los
contratos de transferencia de tecnología importada, mediante la evaluación de la tecnología
transferida a través de licencias de uso de marcas y patentes extranjeras, que dieran lugar al pago
de regalías.
La evaluación previa de los contratos de tecnología, se hallaba orientada a evitar o prohibir la
existencia de cláusulas de “amarre”, mediante las cuales los proveedores de tecnología pudieran
imponer al receptor o licenciatario usos restringidos, provisiones exclusivas, el agregamiento de
tecnologías no útiles o periféricas, además de otros aspectos para racionalizar el pago de regalías
y su remisión al país de origen.
Toda esta política de reivindicación tecnológica, apuntaba esencialmente, primero, a atenuar las
prácticas abusivas en la provisión de tecnología a los países en desarrollo mediante la licencia de
uso de patentes y marcas extranjeras y, segundo, a sentar bases para un proceso de una mejor
asimilación y adaptación de tecnologías apropiadas y el desarrollo de una propia tecnología en
23

áreas posibles y en forma más compatible con los requerimientos de nuestras realidades
económicas y sociales.
Son conocidos los avatares que sufrió la Decisión 24, que en su momento constituyó un avance
emblemático del Grupo Andino, pero cuyos planteamientos, particularmente en lo relativo al
trato al capital extranjero, fueron rápidamente rebasados por las nuevas orientaciones de política
económica que emergieron en las décadas de los años 80 y 90, dejando a este régimen común,
pese a lo rescatable de algunas de sus propuestas, superado e incompatible con la amplia apertura
a la inversión extranjera y con el nuevo modelo de integración andina.
Dentro del avance posterior de este proceso, si bien caracterizado por su inestabilidad y
frecuentes periodos de parálisis o retrocesos, el tema de armonización de políticas tuvo logros
interesantes, pudiéndose identificar muchas áreas vinculadas a la formación del mercado andino
que han sido objeto de armonización de políticas e, incluso, de uniformización de la normativa
aplicable.
Dentro de estos avances se hallan, por ejemplo, la Decisión 84 que aprobó bases de política
tecnológica e impulsó la ejecución conjunta de los Programas Andinos de Desarrollo
Tecnológico (PADTs) y, más aproximada al tema que analizamos, la Decisión 85 que aprobó el
“Reglamento para la Aplicación de las Normas sobre Propiedad Industrial”, como un precedente
de armonización legislativa en estas materias y que, en su momento, fue aplicada como
legislación nacional por tres países andinos (Colombia, Ecuador y Perú)
Posteriormente, la Decisión 85 fue sustituida por la Decisión 344, la cual logró una mayor
aplicación y estuvo vigente hasta la aprobación del régimen sustitutivo, establecido mediante la
Decisión 486.
De similar manera, se fueron concretando gradualmente avances en otros temas centrales como la
Decisión 351 que aprueba el Régimen Común sobre Derecho de Autor y Derechos Conexos, la
Decisión 345 que establece el Régimen Común de protección de los obtentores vegetales, y la
Decisión 391 sobre el acceso a los recursos genéticos.
Finalmente y como resultado de los compromisos adquiridos en el marco de la OMC, el año 2000
se aprueba la Decisión 486 que aprueba el Régimen Común sobre Propiedad Industrial,
actualmente vigente y aplicado como legislación nacional por varios países miembros.
Al presente, en consecuencia, la Comunidad Andina posee una normativa moderna y completa
en materia de Propiedad Intelectual, integrada por las siguientes normas comunitarias:
24

- El Régimen Común de Propiedad Industrial (486), regula el otorgamiento de marcas y


patentes y protege los secretos industriales y las denominaciones de origen, entre otros.

- El Régimen Común sobre Derecho de Autor y Derechos Conexos (351), reconoce una
adecuada protección a los autores y demás titulares de derechos, sobre las obras de ingenio,
en el campo literario, artístico o científico.

- El Régimen de protección de los derechos de los obtentores vegetales (345), protege las
nuevas variedades vegetales obtenidas por los fitomejoradores.

- Régimen Común sobre Acceso a los Recursos Genéticos (391), regula la obtención y el uso
de estos recursos para una participación más justa y equitativa en sus beneficios. Está ligado a
la protección de los conocimientos, innovaciones y prácticas tradicionales de las comunidades
indígenas.

RÉGIMEN COMÚN SOBRE PROPIEDAD INDUSTRIAL


El nuevo Régimen Común sobre Propiedad Industrial, adoptado mediante la Decisión 486 entró
en vigencia el 1 de diciembre del 2000, sustituyendo a la anterior Decisión 344.
Su aprobación se consideró un esfuerzo de actualización y compatibilización en esta importante
materia con los desarrollos más avanzados logrados a nivel internacional y específicamente en
relación con el ADPIC de la OMC, al establecer una mejor protección a los derechos de
propiedad intelectual y procedimientos más ágiles y transparentes para los registros de marcas y
el otorgamiento de patentes.
La Decisión 486 aborda aspectos precisos en materia de patentes de invención, diseños
industriales, marcas, denominación de origen y competencia desleal vinculada a la propiedad
industrial. Asimismo, este régimen incorpora aspectos sustantivos del ADPIC como el trato
nacional, el trato de la nación más favorecida, el esquema de trazado de circuitos integrados
referidos al tratamiento de los "microchips" y la observancia de medidas en frontera que
redundará en un mayor control de la piratería.
Se considera que este régimen se encuentra dentro de las normativas más desarrolladas de la
región y posibilitó al Grupo Andino cumplir con los plazos establecidos por el ADPIC,
25

implicando una mejor capacidad negociadora andina en sus relaciones con terceros países y en
particular en el proceso de conformación del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

RÉGIMEN COMÚN SOBRE DERECHO DE AUTOR Y DERECHOS CONEXOS


Este régimen común, aprobado el 17 de diciembre de 1993 mediante la Decisión 351, reconoce
una adecuada y efectiva protección a los autores y demás titulares de derechos, sobre las obras de
ingenio, en el campo literario, artístico o científico, cualquiera que sea el género o forma de
expresión y sin importar el mérito literario o artístico ni su destino.
El autor, según la Decisión 351, tiene el derecho de conservar la obra inédita o divulgarla,
reinvindicar la paternidad de la obra en cualquier momento y oponerse a toda deformación,
mutilación o modificación que atente contra el decoro de la obra o la reputación del autor
(derecho moral). Tiene también derecho exclusivo de realizar, autorizar y prohibir la
reproducción, comercialización, traducción, arreglo u otra transformación de su producción
(derecho patrimonial)
La duración de la protección de los derechos, no será menor a la vida del autor y cincuenta años
después de su muerte. Cuando la titularidad de los derechos corresponda a una persona jurídica,
el plazo no será inferior a los 50 años contados a partir de la realización de la divulgación o
publicación de la obra.
En caso de infracción de cualquiera de los derechos reconocidos, la autoridad nacional
competente está facultada para ordenar el cese inmediato de la actividad ilícita; la incautación, el
embargo, decomiso o secuestro preventivo de los ejemplares producidos con infracción o de los
aparatos o medios utilizados para la comisión del ilícito.
Los derechos conexos, que son los derechos de las personas que participan no en la creación de
obras literarias y artísticas sino en la difusión de las mismas, han sido también reconocidos y son
objeto de protección por parte de la Decisión 351, por un período no menor de cincuenta años.
La protección alcanza a los artistas intérpretes o ejecutantes (declamador, cantante, locutor, actor,
bailarín, músico, narrador); a los productores de fonogramas (persona natural que fija una
representación o ejecución de sonidos exclusivamente sonoros); y a los organismos de
radiodifusión (la empresa de radio o televisión que transmite programas al público).
26

RÉGIMEN COMÚN DE PROTECCIÓN A LOS DERECHOS DE LOS OBTENTORES


DE VARIEDADES VEGETALES
En virtud de este régimen, las personas que han creado u obtenido una nueva variedad vegetal
mediante la aplicación de conocimientos científicos, gozan del derecho exclusivo de producción
y comercialización de dicha planta por un espacio de quince a veinticinco años.
Ese derecho es reconocido y garantizado por las autoridades nacionales de cada uno de los Países
Miembros de la Comunidad Andina, que para el efecto otorgan el denominado Certificado de
Obtentor, según establece la Decisión 345. Para acceder a la protección las variedades vegetales
deben reunir las siguientes características básicas:
- Ser nuevas, es decir que la variedad no debe haber sido explotada comercialmente.
- Ser distinta, es decir que debe ser claramente distinguible de cualquier otra
- conocida en la fecha de presentación de la solicitud.
- Ser homogénea o suficientemente uniforme en sus caracteres esenciales.
- Ser estable, es decir que sus caracteres esenciales se mantengan inalterados de generación
en generación y al final de cada ciclo particular de reproducciones, multiplicaciones o
propagaciones.
- Presentar una denominación genérica adecuada.
En cuanto a la duración de la protección, la Decisión 345 establece el derecho de exclusividad en
la comercialización por un periodo de 20 a 25 años para el caso de las vides, árboles forestales,
árboles frutales, incluidos sus portainjertos. Para las demás especies, un periodo de 15 a 20 años
contados a partir de la fecha de su otorgamiento, según lo determine la autoridad nacional.

RÉGIMEN COMÚN SOBRE ACCESO A RECURSOS GENÉTICOS


Aprobado mediante la Decisión 391, con el fin de garantizar la participación justa y equitativa de
los países de la Comunidad Andina en los beneficios derivados del uso de los recursos genéticos.
Hasta la aprobación de esa norma, en julio de 1996, el acceso no estaba normado, motivando que
los beneficios económicos derivados del uso del patrimonio genético de la Subregión, no sean
compartidos por los países de origen y menos por las comunidades tradicionales responsables de
su mejoramiento.
Según establece la Decisión 391, quien desee utilizar y desarrollar los principios activos que
contienen las plantas y los microorganismos (estos constituyen la base de la industria
27

farmacéutica y alimentaria) deberá contar con la autorización correspondiente y suscribir un


Contrato de Acceso con el Estado.
La norma comunitaria reconoce, en forma expresa, los derechos que tienen las comunidades
indígenas y locales sobre sus conocimientos, innovaciones y prácticas tradicionales, asociados a
los recursos genéticos y sus productos derivados.

2.5 OTROS ACUERDOS REGIONALES


ASOCIACIÓN LATINOAMERICANA DE INTEGRACIÓN (ALADI) (9)
ACUERDOS DE COMPLEMENTACIÓN ECONÓMICA (ACE)
A partir de los años 90, se produce un cambio sustantivo en los avances y alcances del proceso
desarrollado por la ALADI en el marco del Tratado de Montevideo 1980. Este período se destaca
por la suscripción de "Acuerdos de Nueva o Tercera Generación", los mismos que tienen como
fin el establecimiento de áreas o zonas de libre comercio entre los signatarios, utilizando para ello
procesos de desgravación automática del universo arancelario, pero además ampliando su
cobertura a temas tales como el comercio de servicios, inversiones, integración física, protección
de la propiedad intelectual y prácticas desleales de comercio.
En cuanto al tema que analizamos, la propiedad intelectual, el desarrollo se expresa
principalmente en los Acuerdos de Complementación Económica (ACE) suscritos entre los
países miembros. Se detallan en forma seguida los ACE que poseen disposiciones relativas a la
protección de la propiedad intelectual:
- ACE 31, entre Bolivia y México
Capítulo XVI Propiedad Intelectual- Artículos 16-01 a 16-43.
- ACE 32, entre Chile y Ecuador
Capítulo XXIII. Otras disposiciones - Artículo 37
- ACE 33, entre Colombia, México y Venezuela - Grupo de los Tres
Capítulo XVIII .Propiedad Intelectual- Artículos 18-01 a 18-34
- ACE 35, entre MERCOSUR y Chile
Título XVII Propiedad Intelectual - Artículo 43
- ACE 40, entre Cuba y Venezuela
Capítulo XIII Propiedad Intelectual- Artículos 28 a 31
- ACE 41, entre Chile y México
Quinta Parte Propiedad Intelectual - Capítulo 15 Propiedad Intelectual - Artículos 15-01 a 15-47
28

- ACE 42, entre Cuba y Chile


Capítulo VI Propiedad Intelectual - Artículos 22 y 23
- ACE 46, entre Cuba y Ecuador
Capítulo XI Propiedad Industrial- Artículos 26 y 27
- ACE 47, entre Bolivia y Cuba
Capítulo XI Propiedad Intelectual e Industrial - Artículos 25 y 27

MERCOSUR (10)
Entre los instrumentos previstos para la conformación del Mercado Común, existe el Protocolo
de Armonización de Normas en materia de Propiedad Intelectual, que comprende marcas,
indicaciones de procedencia y denominaciones de origen (Decisión del Consejo Mercado Común
N° 8/95).
Este Protocolo, sin embargo ha tenido dificultades de ratificación y aplicación motivadas
particularmente por las reservas formuladas por la Argentina y Brasil, al considerar que el mismo
presenta puntos divergentes con sus leyes nacionales y con la aplicación de algunas
disposiciones del Acuerdo ADPIC.
Con información al año 2000, se tiene entendido que se están realizando estudios sobre este tema,
guiados por el criterio que para la posibilidad de una armonización sería conveniente que los
Estados Partes definieran previamente principios generales como el Trato Nacional y la Cláusula
de la Nación más Favorecida, así como sobre el tipo de normas a adoptar y su alcance.
Por otra parte, se ha suscrito también el “Protocolo de Armonización de Normas en materia de
Diseños Industriales”, aprobado por la Decisión CMC N° 16/98, respecto al cual no existen
objeciones para su aplicación.
El MERCOSUR ha trabajado también en el objetivo de la Interconexión de las Oficinas de
Propiedad Industrial, en acciones de cooperación con la OMPI, en la instrumentación de las
normas derivadas del Acuerdo ADPIC y ha concretado un Acuerdo de Cooperación y
Facilitación sobre la Protección de las Obtenciones Vegetales en los Estados Partes.

ÁREA DE LIBRE COMERCIO DE LAS AMÉRICAS (ALCA) (11)


Dentro del proceso de negociaciones en curso para conformar el ALCA y conforme a la
Declaración Ministerial de San José, se ha constituido el Grupo de Negociación sobre Derechos
de Propiedad Intelectual (GNPI), que tiene como objetivo promover y asegurar una adecuada
29

protección de los derechos de propiedad intelectual, como uno de los aspectos fundamentales en
la dinámica del comercio hemisférico.
En las diversas reuniones que sostuvo el GNPI, desde 1998, se ha venido trabajando en la
identificación de fuentes de información sobre las legislaciones nacionales en materia de
propiedad intelectual y en el establecimiento de una página Web con enlaces a las Oficinas
Nacionales, que contenga los textos de las legislaciones. Por otra parte, se han realizado trabajos
de inventarios de Acuerdos y Convenios Internacionales en materia de Propiedad Intelectual en el
Hemisferio Occidental y de Normas sobre Propiedad Intelectual en los Acuerdos Comerciales y
de Integración en la región
Las negociaciones en esta materia, tienen como principios rectores los relativos al Trato
Nacional y la Cláusula de la Nación Más Favorecida, teniendo en cuenta para este último caso, la
excepción prevista en el Art. 4 del ADPIC. En cuanto al Trato diferenciado de los países por
grados de desarrollo, se acordó tomar en cuenta las diferencias del grado de desarrollo de los
países. El Grupo ha abordado, en igual forma, el análisis de temas como la comercialización de
bienes y servicios protegidos por la propiedad intelectual en redes telemáticas, los aspectos
relativos a la protección de los derechos intelectuales en el Comercio Electrónico y la posibilidad
de alcanzar disposiciones hemisféricas en lo relativo a los esquemas de trazado (topografías) de
circuitos integrados, teniendo presente lo dispuesto en el Acuerdo ADPIC de la OMC y el
Tratado de Washington de 1989.
En general, se cuenta con la perspectiva que el acuerdo que se alcance en materia de propiedad
intelectual será balanceado, comprensivo, congruente con la OMC y constituirá un compromiso
único (single undertaking). Se espera, en todo caso, en el marco de las Declaraciones de
Principios y los Planes de Acción, dados en Santiago y Miami, concluir la labor a más tardar el
año 2005.

2.6 ACTUAL TRATAMIENTO MULTILATERAL. OMC (12)


En la sociedad del conocimiento, la transmisión de los saberes y conocimientos se convierte en
uno de los más importantes objetos o elementos del moderno comercio internacional. En efecto,
como ya se indicó, la doctrina ha destacado siempre las relaciones estrechas que existen entre
comercio y propiedad intelectual, relaciones que se basan en una adecuada protección de estos
derechos en el mundo cada vez más globalizado de nuestros días.
30

El problema no reside tanto en la ausencia de normas que protejan los derechos, sino en las
dificultades existentes en su aplicación, ya que a pesar de la existencia de leyes nacionales e
internacionales, del funcionamiento de una organización mundial en esta materia, el distinto nivel
de protección y la falta de poderes coercitivos y sistemas de solución de diferencias eficaces en el
ámbito de la OMPI, llevaron a los países desarrollados a preocuparse por el incremento en la
falsificación de mercancías o en otras formas de competencia desleal en el comercio. Este tipo de
preocupaciones motivó que buscaran, ya desde la Ronda Tokio, llevar a cabo en el seno del
GATT una negociación acerca de la forma en que los derechos de propiedad intelectual eran
utilizados en el comercio. Por una parte, se hallan los aspectos relativos a una lógica y legítima
protección, pero en el otro extremo la cuestión de dichos derechos se engloba también en el
marco de la lucha contra el neo proteccionismo técnico y administrativo y su utilización como un
instrumento de defensa comercial.
En el momento del lanzamiento de la Ronda Uruguay en Punta del Este, el tema se encuadró en
el marco de los diversos subgrupos de negociación afectos al comercio de mercancías. La
evolución y complejidad del tema, la presencia de instituciones internacionales importantes como
la OMPI y otros factores fueron determinando el rango de esta temática al mismo nivel que el
comercio de mercancías (GATT) y de servicios (GATS), derivando en el tercer gran Acuerdo
constitutivo de la OMC, el ADPIC.
Como dice la exposición de motivos del propio Acuerdo, “...los miembros deseosos de reducir las
distorsiones del comercio internacional y los obstáculos al mismo y teniendo en cuenta la
necesidad de fomentar una protección eficaz y adecuada de los DPI y de asegurar que las
medidas y procedimientos destinados a hacer respetar dichos derechos no se conviertan a su vez
en obstáculos al comercio legítimo “, se creó mediante el ADPIC un marco multilateral de
principios, normas y disciplinas relacionadas con el tema.
No obstante, la negociación de este Acuerdo fue difícil por la división entre países desarrollados
y en desarrollo respecto a los temas. En realidad, las discrepancias no versaron tanto sobre la
aplicabilidad o no de los principios y excepciones del sistema del GATT, como ocurría en la
negociación sobre comercio de servicios, sino sobre la idoneidad del GATT como foro para el
tema, cuando existía una agencia especializada que además era una organización del sistema de la
ONU para tratar estos temas, la OMPI. La cuestión se resolvió con la inclusión en el Acta Final
de la Ronda del reconocimiento de vías para un mutuo apoyo entre la OMC y la OMPI.
31

El Acuerdo ADPIC, conocido como Acuerdo TRIPS por su sigla en inglés, constituye un marco
multilateral de normas y disciplinas relativas a la protección y tutela de los DPI. El Acuerdo se
aplica a los derechos de autor y conexos (Arts. 9 a 14), a las marcas de fábrica o de comercio
(Arts. 15 a 21), a las indicaciones geográficas (Arts. 22 a 24), a los dibujos y modelos industriales
(Arts. 25 y 26), a las patentes (Arts. 27 a 34), a los esquemas de trazado de circuitos integrados
(Arts. 35 a 38), a la protección de la información no divulgada (Art. 39) y al control de las
prácticas anticompetitivas en las licencias contractuales (Art. 40). Como se observa, la
aplicación del Acuerdo abarca prácticamente la totalidad de las modalidades de propiedad
intelectual hoy conocidas.
Desde esta perspectiva el Acuerdo es muy ambicioso, aunque ello se ve compensado por la
flexibilidad que se refleja en su naturaleza de compromiso de «mínimos» y en el reconocimiento
de alguna cláusula de anterioridad, como ocurre con la protección de las indicaciones geográficas
(Art. 24) ya que, en definitiva, de lo que se trata es de propiciar una aproximación de las diversas
normativas, asegurando el equilibrio entre las partes y sobre todo desterrando el unilateralismo en
el tratamiento de esta importante materia.
El Acuerdo se estructura en setenta y tres artículos agrupados en siete partes o capítulos:
a) Parte I, dedicada a las disposiciones generales y principios básicos (Arts. 1 a 8).
b) Parte II, consagrada a las normas relativas a la existencia, alcance y ejercicio de los DPI,
que coincide prácticamente con el ámbito de aplicación al que nos hemos referido antes
(Arts. 9 a 40).
c) Parte III, contiene disposiciones sobre observancia de los DPI e incluye obligaciones
generales, procedimientos y recursos civiles y administrativos, medidas provisionales,
situaciones especiales relacionadas con las medidas en frontera y procedimientos penales
(Arts. 41 a 61).
d) Parte IV, dedicada a la adquisición y mantenimiento de los DPI y los procedimientos
contradictorios relacionados con el tema (Art. 62).
e) Parte V, regula el sistema de conciliación y solución de diferencias (Arts. 63 y 64).
f) Parte VI, incluye disposiciones transitorias que obligan a la aplicación de las disposiciones
del Acuerdo antes del transcurso de un año, contado desde la fecha de entrada en vigor del
Acuerdo sobre la OMC. En este punto se prevén plazos especiales para los países en
desarrollo (cuatro años) o para los antiguos Estados socialistas (cuatro años), aunque con la
32

salvaguardia de que las modificaciones que se introduzcan en ese período no permitan que
disminuya el grado de compatibilidad con las disposiciones del Acuerdo. Igualmente el
Artículo 66 prevé un trato especial para los países menos adelantados y el fomento de la
cooperación técnica.
g) Parte VII, que se destina a disposiciones institucionales.

En cuanto a los principios en los que se basa este Acuerdo, se puede observar, al igual que en el
caso del GATS, una cierta semejanza con los principios clásicos del GATT, pero con la
incorporación de algunos principios novedosos como los siguientes:

i) Es un Acuerdo de «mínimos», ya que se permite a los miembros establecer una


protección más amplia que la ofrecida por el Acuerdo, a condición de que tal
protección no infrinja las disposiciones del mismo.
ii) Es un Acuerdo de resultados, ya que los Estados miembros tendrán libertad para
adoptar los medios racionales que estimen conveniente y que sean conformes con sus
propios ordenamientos jurídicos.
iii) Establece el principio de la cooperación institucional internacional. Así, en el
preámbulo se habla de las relaciones de mutuo apoyo entre OMC y OMPI. Además,
se señala que los países cumplirán los artículos 1 a 12 y el artículo 19 del Convenio de
París de 1967 y que ninguna disposición de las partes irá en detrimento de las
obligaciones que los miembros puedan tener entre sí en virtud del Convenio de Berna,
la Convención de Roma y el Tratado sobre Propiedad Intelectual respecto a circuitos
integrados.
iv) Otra pieza básica del Acuerdo es el reconocimiento del principio de no discriminación
instrumentado, como es habitual en el sistema GATT, a través de la Cláusula de la
Nación Más Favorecida (NMF), entendida de manera incondicional y multilateral.
Sólo se ve exceptuada por las ventajas que deriven de Acuerdos internacionales sobre
asistencia judicial o sobre observación de las leyes de carácter general y no destinadas
específicamente a la protección de la propiedad intelectual, o leyes que deriven de
Acuerdos internacionales relativos a la protección de la propiedad intelectual que
hayan entrado en vigor antes y no constituyan una discriminación arbitraria o
33

injustificada contra los nacionales de otros miembros.


v) Principio de trato nacional, por el que cada miembro concederá a los nacionales de los
demás miembros un trato no menos favorable que el que otorgue a sus propios
nacionales. Las excepciones a este principio sólo son permisibles en los casos
necesarios para conseguir el cumplimiento de leyes y reglamentos que no sean
incompatibles con el Acuerdo y cuando tales prácticas se apliquen de manera que no
constituyan restricciones al comercio.
vi) Principio de transparencia. Se delega en los miembros la publicidad de todas las
normas, decisiones, resoluciones y acuerdos sobre DPI. Además deberán ser
notificados al Consejo del ADPIC a fin de establecer un registro común de leyes y
reglamentos. Por otra parte, y sin perjuicio de la información confidencial que debe
respetarse, los miembros deberán facilitar las informaciones solicitadas por escrito por
otros miembros.
vii) Principio de tutela jurídica. El GATT se ha preocupado siempre del establecimiento
de reglas jurídicas que arbitren las relaciones comerciales internacionales. Pero
probablemente en ningún otro caso se ha preocupado con tanta intensidad, como en el
Acuerdo ADPIC, de la existencia de una gran protección jurídica. De hecho, uno de
los objetivos del Acuerdo es fomentar una protección eficaz y adecuada de los DPI.
En este sentido, el Acuerdo prosigue la línea de toda la legislación internacional sobre
propiedad intelectual que es la protección. De hecho, cuando esta legislación nace, es
exclusivamente para proteger. Como dice el analista H. Baylos, «los que
denominamos derechos industriales son, por encima de las diversas modalidades que
los constituyen, manifestaciones, de un género de protección característico de las
sociedades modernas: la protección de ideas y concepciones en el arte, en la técnica,
en la industria y en el comercio». Para conseguir este objetivo el Acuerdo, en su
artículo 41, prevé que los miembros se aseguren que en sus legislaciones nacionales se
establezcan procedimientos de observancia de los DPI, que permitan la adopción de
medidas eficaces contra cualquier infracción, con inclusión de recursos ágiles que
constituyan un medio eficaz de disuasión de nuevas infracciones y, además, que estos
procedimientos no puedan ser utilizados como obstáculos al comercio legítimo. Por
eso, los procedimientos en este orden serán justos y equitativos, cortos y baratos, con
34

trámite de audiencia y decisión escrita.


Una segunda manifestación del principio de tutela jurídica, es que debe existir
revisión por el Poder Judicial de las decisiones administrativas. En tercer lugar, debe
ponerse al alcance de los titulares de derechos procedimientos judiciales civiles para
lograr la observancia de tales derechos, regulando la obligación de entregar en el
proceso las pruebas que la parte contraria disponga y, caso de no entregarlas, los
jueces podrán formular determinaciones preliminares o definitivas sobre la base de la
información que les haya sido presentada.
Por otro lado, las autoridades judiciales están facultadas para ordenar al infractor que
pague al titular del derecho un resarcimiento adecuado para compensar el daño que
éste haya sufrido debido a una infracción de su DPI, originada por un infractor que,
sabiéndolo o teniendo motivos razonables para saberlo, haya desarrollado una
actividad infractora, incluyendo los gastos de honorarios e incluso las eventuales
destrucciones de las mercancías. También se prevé como contrapartida a esta rigurosa
medida, que en caso de abuso del demandante habrá obligación de indemnizar al
demandado (Arts. 44 a 48).
El artículo 50 dispone la adopción de medidas provisionales rápidas y eficaces,
incluso sin haber oído a las dos partes, encaminadas a evitar que se produzca
indefensión y que las mercancías ingresen en los circuitos comerciales. La finalidad
de estas medidas es la de preservar las pruebas pertinentes relacionadas con la
infracción.
Por otro lado, los miembros deben adoptar procedimientos que permitan, ante
demanda de un titular de DPI, la suspensión del despacho de aduanas, teniendo el
demandante que aportar una fianza o garantía equivalente que sea suficiente para
proteger al demandado y a las autoridades competentes e impedir abusos. Esa fianza o
garantía equivalente no debería disuadir indebidamente del recurso a estos
procedimientos. El artículo 55 prevé la duración de la suspensión y la posibilidad de
indemnizar al importador y al propietario de la mercancía. El artículo 58 indica que
las autoridades competentes pueden actuar de oficio. Por último, el Artículo 61 obliga
a los miembros a establecer procedimientos y soluciones penales, con posibilidad de
penas de prisión y sanciones pecuniarias suficientemente disuasorias. Además es
35

posible la confiscación, el decomiso y la destrucción de las mercancías infractoras.


Como vemos, el Acuerdo prevé todo un arsenal de medidas: legislación,
procedimientos administrativos, civiles, medidas provisionales, suspensión de
despacho aduanero, sanciones penales, etc. Pero, y en ello existe un delicado y frágil
equilibrio, todas ellas han de ser compatibles con el tráfico comercial. El arsenal de
medidas y la meticulosidad de su regulación son, según una apreciación general,
novedades en el sistema del derecho del GATT.
viii) Principio de trato más favorable a los países en desarrollo menos adelantados. Ningún
país miembro en desarrollo menos adelantado estará obligado a aplicar las
disposiciones del Acuerdo durante un período de diez años, período que puede ser
prorrogado.
ix) Se debe señalar, asimismo, la ausencia del principio de agotamiento de los derechos,
cuestión muy importante en la normativa sobre propiedad intelectual. La única
referencia que se hace al respecto es el Artículo 6, para indicar que en el ámbito de
procedimiento de solución de diferencias no se hará uso de ninguna disposición en
relación con la cuestión del agotamiento de los DPI. Esto, dada su conexión con las
importaciones paralelas, revela la falta de consenso entre los Estados y los deseos de
mantener un amplio margen de maniobra por parte de los mismos.
De todas formas, se considera que el principio del agotamiento internacional de los
DPI está en los artículos III, XI y XXI, especialmente en el artículo III o de trato
nacional. Con todo, es muy significativa la ausencia en el ADPIC de referencias a
estos temas. El reconocimiento del tema en el Acuerdo es indirecto, nunca directo.
x) En materia de principios, hay que señalar, como es habitual y tradicional en el sistema
GATT, la existencia de excepciones que se justifican en razones de protección de la
salud pública y la nutrición de la población; para promover el interés público en
sectores de importancia vital para el desarrollo socioeconómico y tecnológico (Art.
8.1); y en general, por los clásicos motivos de seguridad. Además, se regula una
especie de medida de salvaguardia para prevenir el abuso de los DPI por sus titulares
o el recurso o prácticas que limiten de manera injustificable el comercio o redunden
en detrimento de la transferencia internacional de tecnología (Art. 8.2).
36

xi) Por último, en relación a la estructura institucional, se crea un Consejo de los ADPIC
que supervisa, de conformidad al Artículo 68, la aplicación del Acuerdo y el grado de
cumplimiento de las obligaciones por parte de los miembros. Como todos los
Consejos de los diversos Acuerdos del GATT, el Consejo de los ADPIC actúa como
foro de debate sobre cuestiones de los DPI y su relación con el comercio, proporciona
asistencia técnica a los miembros, especialmente a los menos desarrollados, así como
la asistencia que le sea solicitada en el marco de los procedimientos de solución de
diferencias.
Una función importante que se encargó al Consejo es el establecimiento de las
disposiciones adecuadas para la cooperación con la OMPI, en el marco de la
colaboración institucional permanente que debe establecerse entre OMC y OMPI.
Además, debe proceder a examinar y modificar la aplicación del Acuerdo cada dos
años y proponer las reformas que estime necesarias al respecto.
El Acuerdo incorpora, en su parte V, disposiciones sobre solución de diferencias,
probablemente el instrumento más eficaz para consolidar y hacer funcionar el sistema.
Asimismo, en los Artículos 65 y 66 se prevén diversos períodos transitorios durante
los cuales los miembros no estaban obligados a aplicar las disposiciones del Acuerdo.
Así, se establece un período transitorio general de un año a partir de la entrada en
vigor de la OMC, del que se beneficiaron todos los miembros.

Además, los países en desarrollo podían beneficiarse de un período transitorio


adicional de cuatro años para la totalidad del Acuerdo, con excepción de los principios
de trato nacional y CNMF. Estos países podían obtener, igualmente, una moratoria
adicional de otros cinco años para aplicar las normas sobre patentes contenidas en la
Parte II para sectores de la técnica que no estuvieran protegidos en la fecha de
aplicación del Acuerdo. De este trato podían beneficiarse también los países en
proceso de transición de una economía centralizada a otra de mercado. Se prevé
también una graduación entre los países en desarrollo, de forma que los menos
avanzados pueden ampliar los plazos de aplicación hasta diez años, con la posibilidad
de prórroga adicional.
37

III. LA PROPIEDAD INTELECTUAL EN BOLIVIA

3.1 MARCO GENERAL


Bolivia se dotó de legislación específica sobre aspectos importantes de la propiedad intelectual a
comienzos del siglo pasado, se pueden citar la Ley de Propiedad Intelectual del 13 de noviembre
de 1909 y Leyes sobre Propiedad Industrial, Patentes y Marcas en 1916 y 1918, respectivamente.
No obstante, estas áreas del desarrollo jurídico, no tuvieron ningún avance significativo posterior,
habiendo mantenido siempre un perfil marginal en la atención del Estado y la sociedad.
Al margen de muy pocas disposiciones de carácter reglamentario, los temas que hoy conforman
la propiedad intelectual, presentan al análisis un desarrollo incipiente y hasta un virtual
estancamiento en la mayor parte del siglo XX. Lo expresado anteriormente es fácilmente
verificable cuando se constata que siguen aún vigentes las primeras leyes de patentes y marcas
dictadas, como se señaló, a comienzos de siglo, legislación que es complementada recién a partir
de los años setenta mediante la incorporación de algunas normas sobre estos temas en la
legislación mercantil y penal, y en forma más reciente, en los años noventa, se logra recién una
legislación específica en materia de Derecho de Autor y Derechos Conexos, así como se procede
a la adhesión nacional al Convenio de la Unión de París (CUP), al Convenio de Berna, al
Convenio de Roma y al Tratado constitutivo de la OMPI.
Este escaso desarrollo de la Propiedad Intelectual, que no es exclusivo en la región pero que se
agudiza en el caso de Bolivia, puede estar motivado por un conjunto de causas, con diferente
peso relativo, entre las cuales juegan un rol principal las siguientes:
a) El nivel de desarrollo económico relativo del país, que explica la disonancia entre un bajo
desarrollo productivo y tecnológico respecto a un importante desarrollo de legislación que
promueva y proteja la creatividad productiva e intelectual. Sin exagerar, se podría afirmar
que a comienzos del siglo XX, las leyes sobre propiedad industrial que se dictaron en
Bolivia no tenía materia de aplicación, es decir no correspondía a la realidad industrial ni
comercial de entonces.
Es revelador para el análisis, por ejemplo, comprobar el reducido número de derechos de
propiedad intelectual registrados en Bolivia, incluso frente a los países de la región, que se
convierte en insignificante frente a los países de mayor desarrollo en la misma (Argentina,
Brasil y México).
38

b) Las características estructurales de la economía del país, basada en un modelo de


exportación primaria de recursos naturales sin transformación. Exportamos recursos
primarios sin valor agregado, lo que determina y distorsiona, no sólo el desarrollo
económico y social, sino también el desarrollo jurídico que es el reflejo de la realidad a la
que da cobertura.
c) El desequilibrio evidente y progresivo en los niveles de desarrollo entre los países que, en
materia de derechos de propiedad intelectual, determina un flujo unilateral desde los países
desarrollados, que responde a la tradicional división internacional del trabajo y al
impresionante desarrollo científico y tecnológico logrado en estos países, que les da un
virtual monopolio en la investigación y generación de la inventiva y creatividad industrial,
comercial e intelectual, correspondiendo a los países en desarrollo un simple papel de
recepción y registro de estos derechos.
Las estrategias comerciales de penetración de mercados, cuya dinámica en el ámbito
internacional ha cobrado proporciones de gran magnitud, con el apoyo de la tecnología de
la información y las comunicaciones, determina que la presencia comercial de las grandes
corporaciones tenga un peso determinante en el proceso de comercialización de tecnología,
mediante el registro de derechos de propiedad intelectual y la concesión de licencias para su
uso en nuestros países.
Al respecto, es también revelador el hecho, estadísticamente comprobable, del reducido
número de patentes concedidas y marcas registradas de origen nacional frente a las
similares de origen externo.
d) La inversión extrajera directa, en el caso de Bolivia y en general en los países de menor
desarrollo, se orienta con preferencia hacía las actividades extractivas y no al sector
industrial manufacturero o de bienes de capital por el tamaño reducido del mercado local,
siendo generalmente el sector secundario el de mayor dinámica de generación y
transacciones de derechos de propiedad industrial.
e) Las características de la economía nacional, han determinado un alto grado de economía
informal, con unidades de producción y de servicios que funcionan al margen de todo
registro, normatividad y control, creando un escenario totalmente proclive a la apropiación,
imitación o uso indebido de derechos de propiedad intelectual. La informalidad de las
39

actividades económicas, constituye hasta el presente una de las características estructurales


de nuestras realidades.
Sin embargo de todo lo anterior, cuya mención se motiva en la necesidad de explicar el precario
desarrollo de la propiedad intelectual en Bolivia, hacía finales de siglo se hacen evidentes algunas
tendencias para revertir esta situación. A mediados de la década de los años ochenta, se inicia el
proceso de apertura y liberalización de la economía con el objetivo de superar el modelo anterior
de un alto intervencionismo estatal en la economía y promover la formación de un modelo de
libre mercado, profundizando paralelamente su participación en los procesos de integración y
acuerdos de libre comercio de la región.
El proceso de apertura y el objetivo de una mayor inserción en la economía mundial, tiene como
uno de sus efectos un mayor flujo del comercio de bienes y servicios, de inversiones, de
transferencia de tecnología incorporada o contratada y, en consecuencia, un mayor flujo de
intangibles o derechos de propiedad intelectual, que orientan al país a adherirse a los principales
convenios internacionales en esta materia, a incorporarse a la OMPI y, finalmente, a su
participación en la actual OMC. Resultado de todo este proceso, Bolivia ha asumido los
compromisos y obligaciones que los países miembros de estos convenios y organismos deben
cumplir y aplicar en sus respectivos ámbitos nacionales, así como, en virtud del carácter
comunitario y supranacional del ordenamiento jurídico de la actual Comunidad Andina, ha
adoptado como normativa nacional los regímenes comunes establecidos en el proceso andino de
integración en relación a varios aspectos o regímenes de la Propiedad Intelectual.

3.2 MARCO JURÍDICO


3.2.1. ANTECEDENTES
Las primeras legislaciones específicas se dieron con la Ley de 25 de febrero de 1904 que ratificó
Tratado sobre Maracas de Comercio y de Fábrica suscrito entre los países del cono sur
sudamericano y la Ley de 13 de noviembre de 1909 sobre Propiedad Intelectual. Posteriormente
y en relación a materias específicas se dictaron las leyes relativas a patentes y marcas: Ley de
Privilegios Industriales de 12 de diciembre de 1916 y Ley Reglamentaria de Marcas de Fábrica
de 15 de enero de 1918, respectivamente.
Esta legislación básica recogió los avances de la época en estas materias y creó, por primera vez
en el país, una oficina de propiedad industrial destinada a la recepción de solicitudes, concesión y
40

registro de estos derechos.


En realidad, se podría suponer que Bolivia tuvo una legislación muy temprana en este campo, no
obstante muchos de los países de la región adoptaron este tipo de legislación con anterioridad, a
fines del siglo XIX, reflejando las tendencias que venían impulsadas desde Europa y los Estados
Unidos de América, países que en el proceso de expansión de sus economías impulsaron en
América Latina la adopción de este tipo de legislaciones.
Como antecedentes es posible identificar, asimismo, algunos instrumentos de naturaleza
internacional, suscritos por Bolivia en el ámbito latinoamericano en la primera década del siglo
XX. En el caso de Bolivia, estos convenios vienen a ser, en realidad, la primera legislación
sobre la materia, por cuanto y en virtud del sistema dualista que aplica el país en relación a
convenios o tratados internacionales, los mismos deben ser ratificados por el Poder Legislativo
mediante leyes de la República.
Estos antiguos convenios internacionales relativos a Propiedad industrial, son los siguientes:
• Convención sobre Patentes de Invención Dibujos y Modelos Industriales; Buenos
Aires, 1910.
• Convención sobre Marcas de Fábrica y de Comercio; Buenos Aires, 1910.
• Convención Bolivariana, Caracas 1911, sobre Patentes y Privilegios de Invención.

3.2.2. DESARROLLO NORMATIVO


A partir de la legislación básica, en patentes y marcas, 1916 y 1918, respectivamente, el
desarrollo normativo es virtualmente nulo por espacio de casi medio siglo, identificándose una
sola disposición en esta materia, recién el año 1956 sobre la necesidad de abogado-apoderado en
las gestiones sobre patentes y marcas de fábrica. Esta situación se prolongó prácticamente hasta
mediados de la década de los años sesenta, en la que se dictan algunas disposiciones,
generalmente Decretos Supremos, destinados a necesidades operativas muy específicas, como la
adopción de la nomenclatura decimal para la clasificación de mercaderías para el registro de
marcas (1965), sobre la no patentabilidad de productos químicos y biológicos y sobre la
patentabilidad de ciertos productos (1970 y 1971). En estos años existe un solo antecedente de
significación normativa, la suscripción del Acuerdo de Cartagena en 1969, que dio nacimiento al
proceso de integración subregional andino y cuyo Artículo 27 estableció el compromiso de los
países miembros de aprobar un régimen común en materia de propiedad industrial, régimen que
41

como ya se indicara fue instituido mediante la Decisión 85 de la Comisión del Acuerdo de


Cartagena. En todo caso, la Decisión 85 que aprobó el “Reglamento para la Aplicación de las
Normas sobre Propiedad Industrial”, no tuvo aplicación en Bolivia. En 1971, también se pone en
vigencia el “Régimen Común de tratamiento al Capital Extranjero y sobre Patentes, Marcas,
Licencias, Regalías y Otros”, aprobado por la Decisión 24 de la Comisión del Acuerdo de
Cartagena.
En el transcurso de los años setenta y dentro de un proceso de renovación legislativa mediante la
emisión de varios nuevos Códigos, es importante destacar la incorporación de normas sobre
Propiedad Industrial y competencia desleal en el nuevo Código de Comercio, así como en el
Código Penal la incorporación de delitos contra la industria y el comercio sancionando el engaño
en productos industriales y el fraude comercial, así como los delitos contra el derecho de autor,
sancionando estos últimos los delitos contra la propiedad intelectual y la violación de los
privilegios de invención.
Pero, es en los años noventa cuando se activa y actualiza el proceso de generación normativa
sobre temas propios o vinculados a la Propiedad Intelectual, así en los primeros años de esta
década se promulgan la Ley de Derecho de Autor y Derechos Conexos y la Ley de Cine, con sus
respectivos reglamentos. Posteriormente, en 1995, se dicta la Ley de Descentralización
Administrativa que transfiere la competencia de los registros de propiedad industrial y derecho de
autor a las Prefecturas de Departamento, situación que es modificada por la Ley de Organización
del Poder Ejecutivo (LOPE) de septiembre de 1997, la que retorna la competencia sobre estos
regímenes al nivel nacional, mediante la creación del Servicio Nacional de Propiedad Intelectual
(SENAPI) e incorpora un aspecto fundamental en el desarrollo de esta materia: fusionar en el
marco común de la Propiedad Intelectual a dos regímenes que como la Propiedad Industrial y el
Derecho de Autor, eran separados y pertenecían a la competencia de diferentes Ministerios. A
partir de la LOPE y en consonancia con el moderno tratamiento de esta temática, se consolida la
Propiedad Intelectual como una sola área de gestión pública.
A efectos de intentar una sistematización del desarrollo normativo en materia de Propiedad
Intelectual, consideramos posible distinguir en este desarrollo tres etapas que configuran una
determinada caracterización normativa: a) una primera que se inicia en 1904 y llega hasta 1965,
caracterizada por el establecimiento de la primera legislación básica en propiedad industrial y por
un vacío legislativo posterior; b) una segunda que abarca desde 1965 hasta 1990, caracterizada
42

por la incorporación de algunas normas sobre Propiedad Intelectual en los códigos que en materia
comercial y penal se emiten a partir de los años setenta, y por la suscripción de los primeros
instrumentos del ordenamiento andino en esta materia; y c) una tercera etapa que abarca desde
1990 hasta el presente, caracterizada por una nueva dinámica legislativa en esta materia con la
aprobación de una ley fundamental en materia de Derecho de Autor, la actualización de la
normativa penal, la incorporación del país a la OMPI, la adscripción a la OMC y al ADPIC, la
creación del SENAPI y la aplicación de las normas del ordenamiento jurídico de la Comunidad
Andina en materia de Propiedad Intelectual.
Aplicando este criterio ordenador al desarrollo de la legislación nacional en materia de Propiedad
Intelectual, se pueden identificar, de manera enunciativa, las principales normas que se dictan en
cada una de estas etapas:

Tabla Nº 3
DESARROLLO NORMATIVO DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL EN BOLIVIA
Etapas Principales Normas
Ley de 25 de febrero de 1904 que ratifica Tratado sobre Marcas de Comercio y de
Fábrica.

Ley de Propiedad Intelectual de 13 de noviembre de 1909

1904 Ley de Privilegios Industriales de 12 de diciembre de 1916.

Ley Reglamentaria de Marcas de Fábrica del 15 de enero de 1918.

1965 Decreto Supremo 4320 de 16 de febrero de 1956, sobre competencia en materia de


privilegios industriales.

Decreto Supremo N° 7255, del 21 de julio de 1965, Nomenclatura Decimal de


Mercaderías para Registro de Marcas.

Acuerdo de Integración Subregional Andino, Bogotá, 1969; cuyo Artículo 27 prevé un


régimen común sobre propiedad industrial.

Decreto Supremo 9364 de 27 de agosto de 1970, sobre restricciones a la patentabilidad


de ciertos productos.

1965 Decreto Supremo 9673 de 19 de abril de 1971, sobre patentabilidad de ciertos productos.

1990 Decreto Ley 9798, del 30 de junio de 1971, que aprueba la Decisión 24 de la Comisión
del Acuerdo de Cartagena.

Decreto Ley 10426 de 23 de agosto de 1972, Código Penal, contempla delitos contra la
Industria y el Comercio.

Decreto Ley 16033 de 19 de julio de 1979, Código de Comercio, contempla


disposiciones sobre propiedad industrial, nombre comercial, marcas y patentes de
invención y competencia desleal.

Resolución Ministerial 22606-85 de 25de marzo de 1985 sobre el registro de marcas de


fábrica o servicio y patentes de invención.
43

Etapas Principales Normas


Ley 1.302 de 20 de enero de 1991 sobre Cine y Decreto Supremo 23493 que la
reglamenta

Decreto Supremo 23069 de 20 de febrero de 1992 que crea el Consejo Nacional de


Semillas y regula la Certificación y Fiscalización de Semillas

Ley 1.322 del 13 de abril de 1992 sobre Derecho de Autor y Derechos Conexos

Ley 1438 de 12 de febrero de 1993, que aprueba la adhesión de Bolivia al Tratado


constitutivo de la OMPI

Ley 1482 de 6 de abril de 1993, que aprueba la adhesión de Bolivia al Convenio de la


Unión de París

1990 Decreto Supremo 23907 de 7 de diciembre de 1994 sobre la reglamentación de la Ley de


Derecho de Autor.

Ley 1637 de 5 de julio de 1995, que ratifica la suscripción del ADPIC en el marco de la
OMC

Decreto Supremo 24.367 de 18 de octubre de 1996, por el cual se modifican algunas


normas relacionadas con la propiedad industrial.

Decreto Supremo 24.581 del 25 de abril de 1997, a través del cual se crea un Comité
Interinstitucional de Protección y Defensa de la Propiedad Intelectual.

2003 Decreto Supremo 24.582 de 1997 que aprueba el Reglamento de Soporte Lógico o
Software.

Ley 1788 del 16 de septiembre de 1997, Ley de Organización del Poder Ejecutivo
(LOPE), por la cual se crea el Servicio Nacional de Propiedad Intelectual para la
administración de los regímenes de propiedad industrial y derechos de autor y derechos
conexos.

Decreto Supremo 25.159 de 4 de septiembre de 1998, a través del cual se establece la


organización y funcionamiento del Servicio Nacional de Propiedad Intelectual.

Ley 2498 de 4 de agosto de 2003, que ratifica la adhesión de Bolivia al Tratado de


Cooperación en Materia de Patentes, adoptado en Washington el 19 de junio de 1970.

Fuente: Elaboración propia


44

3.2.3. PRINCIPALES ASPECTOS REGULADOS EN LA LEGISLACIÓN


NACIONAL (13)
En este punto se pretende lograr una visión panorámica sobre los principales aspectos regulados
por las normas básicas de la legislación nacional en las distintas áreas de la Propiedad Intelectual.
Para ello, se registran los principales instrumentos jurídicos y las disposiciones fundamentales
que contempla cada uno de ellos en esta materia:

1) LEY DE PRIVILEGIOS INDUSTRIALES (PATENTES)


a) Títulos otorgados
• Patentes de invención. (Arts. 9 y 23)
• Patentes de confirmación. (Art. 14)
• Patentes precaucionales. (Arts. 29 y 30)
• Patentes adicionales. (Art. 26)
b) Requisitos para el otorgamiento del derecho
i) Novedad
Se requiere novedad universal. No son patentables las invenciones que por haberse
ejecutado o publicado dentro o fuera de Bolivia, hayan caído en el dominio público.
(Arts. 3, inc. 1) y 7))
ii) Aplicabilidad industrial
La legislación considerada no trata esta materia explícitamente, pero se consideran
invenciones los productos industriales, los procedimientos para obtener un resultado
industrial, y la aplicación nueva de medios conocidos para obtener un resultado
industrial. (Art. 2)
c) Materia excluida de Protección
No son patentables: el simple uso o aprovechamiento de sustancias o fuerzas naturales;
los principios o descubrimientos científicos; los planes o combinaciones de crédito o
hacienda. (Art. 3, inc. 1) a 5))
Tampoco son patentables los productos y composiciones químicos, farmacéuticos,
terapéuticos, dietéticos o alimenticios, y los procedimientos y sistemas para su
elaboración, salvo que se acredite su originalidad y novedad presentando el certificado de
otorgamiento de la patente extranjera. En caso de ser solicitudes nacionales o de países de
45

menor desarrollo, se patentarán después de realizarse un examen de fondo sobre la


novedad del invento. (Art 3, inc. 6); D.S. 9364, Art.1; D.S. 9673, Arts. 1 y 5)
d) Efectos derivados de solicitudes extranjeras
La patente obtenida en un país extranjero da derecho a solicitar el reconocimiento de
dicha patente en Bolivia, mediante una patente de confirmación. En estos casos, la fecha
legal de la patente será la que corresponda a la patente extranjera. (Art. 14)
La solicitud presentada en un país extranjero da un derecho de prioridad durante un año
para solicitar patentes para el mismo invento en Bolivia.(Art. 5).
e) Requisitos de descripción y exposición de la invención
Debe presentarse una descripción completa, clara, exacta y concisa del invento. La patente
es nula si el invento oculta el verdadero método o modo de uso o algún punto esencial del
objeto del invento, o si en la explotación del invento emplea un método no detallado en la
memoria descriptiva.(Arts. 6 y 66, inc. 3)
f) Examen de la solicitud
i) De forma
Se realiza un examen administrativo para verificar que la solicitud y los documentos
requeridos por la ley están completos. En caso de alguna insuficiencia, se devuelve la
solicitud al interesado. (Art. 7)
ii) De fondo
No se realiza ningún examen de fondo en las invenciones presentadas, salvo
tratándose de invenciones que son impatentables (por causa distinta a la falta de
novedad), y de invenciones relativas a procedimientos de elaboración de productos
químicos, farmacéuticos y dietéticos hechas por nacionales o que son originarias de
países de menor desarrollo industrial o científico. En estos casos se efectúa un examen
secreto por una comisión compuesta de dos peritos nombrados por el Ministro del
sector. (Arts. 7, 11 y 17; D.S. 9673, Art. 5).
g) Publicación y Publicidad
Después del examen de forma se publican los datos de la solicitud y un extracto de la
memoria descriptiva en la Gaceta Oficial de Bolivia por dos veces, con quince días de
intervalo entre una y otra. Dentro de los cincuenta días posteriores a la primera
publicación, cualquier persona puede presentar oposición. (Arts. 8 y 21)
46

Este plazo para oposiciones se aplica por analogía con la Ley de Marcas, pero la acción se
ejercita ante la justicia ordinaria.
h) Duración del derecho; anualidades; expropiación
i) Duración
Patentes de invención: Quince años como máximo, desde la fecha de concesión.
Pueden solicitarse inicialmente por cinco o diez años, y luego pedirse prórrogas
sucesivas de cinco años hasta llegar al máximo. (Art. 59; DS. 547 O, Ar t. 1)
Patentes de confirmación: Expiran con la patente extranjera objeto de la confirmación,
pero no podrán exceder de quince años. (Art. 33)
Patentes precaucionales: Un año desde la fecha de concesión, prorrogable un año más.
(Art. 30)
Patentes adicionales: Expiran junto con la patente original mejorada o perfeccionada.
(Art. 14)
ii) Anualidades
Las patentes deben pagar anualidades según una escala decreciente para mantener la
vigencia del derecho. El solicitante tiene un período de gracia de cinco meses para
pagar la anualidad debida con una multa, pasado el cual caducará la patente de pleno
derecho. (Arts. 46, 47 y 63, inc. 7); D.S. 5470, Art. 2)
iii) Expropiación
Cabe por causa de utilidad pública calificada, respecto de cualquier invento de
provecho general y de inventos de uso bélico, previa indemnización legal. (Arts. 60 y
61).
i) Obligación de explotar industrialmente la invención; licencias no voluntarias,
limitaciones
La patente caduca si no se prueba haberla puesto en explotación industrial dentro de un
plazo de dos años, prorrogable hasta por dos años más, contados desde la fecha de
concesión, salvo que se compruebe haber estado en imposibilidad de efectuar la
explotación por causas ajenas a la voluntad del titular. (Arts., 51, 52, 56 Y 63, inc. 2»
Pasados dos años desde la fecha de concesión de la patente sin que se hayan puesto en
explotación industrial, cualquier interesado puede solicitar al Ministro de Industria, la
concesión de una licencia para efectuar dicha explotación. (Arts. 42 y 43)
47

j) Transmisión de derechos inscritos


Las enajenaciones de patentes deben inscribirse en el Departamento de Propiedad
Industrial para que surtan efectos legales. (Art. 41)
k) Recursos y autoridades
i) Oposiciones
Se presentan oposiciones ante la autoridad competente en materia de Propiedad
Industrial. El trámite administrativo se suspende y se pasa el asunto al Juez de Partido,
quien resuelve la oposición. La apelación es resuelta por la Corte Superior del
Distrito, cuya resolución produce cosa juzgada. (Art. 21)
ii) Anulación de derechos
Se presenta la demanda ante el Juez de Partido, quien resuelve la nulidad. La
apelación es resuelta por la Corte Superior del Distrito. (Art. 67)
iii) Amparo contra violación de derechos
La acción para indemnización de daños y perjuicios se inicia ante el Juez de Partido
siguiéndose el procedimiento ordinario que prevé tres instancias llegando a la Corte
Suprema.
Las acciones penales por infracciones o violación de derechos de propiedad industrial
la inician los jueces competentes de acuerdo con la legislación penal común. (Art. 74).

2) LEY DE MARCAS

a) Signos protegidos
Marcas de productos y servicios, y colectivas ( Arts. 1 y 6; D.S. 7255, Art. 5)
Nombres comerciales y enseñas. (Art. 38)
b) Adquisición del derecho
Marcas: Mediante el registro se adquiere el derecho exclusivo. La propiedad de una
marca se extiende solamente a los objetos para los cuales se solicitó el registro. (Arts. 4, 5
y 8)
Nombres comerciales y enseñas: Mediante su primer uso o adopción; el registro es
opcional. (Art. 43).
48

c) Obligación de registrar o de aplicar signos distintivos


Es obligatorio el registro de las marcas para los productos químicos y farmacéuticos. (Art.
7)
d) Efectos derivados de solicitudes extranjeras
La legislación nacional no contempla esta materia.
e) Examen y Publicación
La solicitud se somete a un examen con respecto a los requisitos legales de registrabilidad
y los documentos requeridos, y se efectúa una búsqueda de anterioridades de marcas
registradas.
Un extracto de la solicitud debe publicarse por dos veces con intervalo de 15 días en la
Gaceta Oficial de Bolivia de quince días en la Gaceta Oficial de Bolivia. Dentro de los
cincuenta días comunes siguientes a la primera publicación cualquier persona puede
presentar oposición.(Arts. 14, 15, 20 y 21)
f) Duración del registro; renovaciones
i) Duración
Marcas:
Diez años desde la fecha del registro. (Art. 9)
Nombres comerciales: Indefinida; el derecho al nombre se extingue con el comercio
o ramo de explotación al que estuviese destinado.(Art. 42)
ii) Renovaciones
Los registros de marcas pueden renovarse indefinidamente cada diez años,
solicitándose tres meses antes del vencimiento del plazo. Vencido el plazo sin haberse
solicitado la renovación, expira de pleno derecho el registro. ( Arts. 18 y 19)
g) Transmisión de derechos inscritos
La cesión o venta del establecimiento comprende la de las marcas, salvo estipulación en
contrario. (Art. 27)
Las transferencias de marcas deben inscribirse en el Departamento de Propiedad Industrial
para que surtan efectos contra terceros. (Art. 28)
49

h) Protección del consumidor


No pueden usarse como marcas las que inducen a confusión por ser parecidas a otras
anteriormente registradas. ( Art. 3)
Se sanciona con multa y prisión el uso en las marcas de indicaciones o designaciones
falsas sobre la naturaleza, cantidad, calidad, lugar de fabricación o provenencia, y premios
o distinciones supuestamente obtenidos. (Art. 48, incs. 3) y 4)).
i) Recursos y autoridades
i) Oposiciones
Se presentan oposiciones ante la autoridad competente en materia de Propiedad
Industrial quien las resuelve en primera instancia. La apelación es resuelta por el
Ministro del sector. (Art. 25)
ii) Anulación de derechos
Se reclama la nulidad ante la autoridad competente en materia de Propiedad Industrial,
quien la resuelve. La apelación es resuelta por el Ministro del sector.
Después de seis meses del registro de la marca, su nulidad debe demandarse y
resolverse ante el Juez de Partido. La apelación es resuelta por la Corte Superior del
Distrito. (Arts. 22 y 25)
iii) Amparo contra violación de derechos
La acción para indemnización de daños y perjuicios se inicia ante el Juez de Partido
siguiéndose el procedimiento ordinario que prevé tres instancias llegando a la Corte
Suprema.
Las acciones penales por infracciones o violación de derechos de propiedad industrial
la inician los jueces competentes de acuerdo con la legislación penal común. (Art. 53)
50

3) LEY DE DERECHO DE AUTOR Y DERECHOS CONEXOS


a) Bienes Intelectuales Protegidos
Se protege el derecho de los autores sobre las obras del ingenio de carácter original, sean
de índole literaria, artística o científica y los derechos conexos que ellas determinan.
El derecho de autor comprende a los derechos morales que amparan la paternidad e
integridad de la obra y los derechos patrimoniales que protegen el aprovechamiento
económico de la misma (Art.1).
b) Nacimiento del derecho
El derecho de autor nace con la creación de la obra sin que sea necesario registro,
depósito, ni ninguna otra formalidad para obtener la protección reconocida por la Ley. Las
formalidades que en ella se establecen son para la mayor seguridad jurídica de los titulares
de los derechos que se protegen (Art.2)
c) Trato nacional
La Ley ampara los derechos de los autores bolivianos, de los extranjeros domiciliados en
el país y las obras de extranjeros publicadas por primera vez en el país. Los extranjeros no
domiciliados en el país gozarán de la protección de esta Ley, en la medida que les
corresponda en virtud de los convenios y tratados internacionales en los que Bolivia sea
parte. En su defecto, estarán equiparados a los bolivianos cuando estos, a su vez, lo estén
a los nacionales en el país respectivo (Art. 3)
d) Límite de la Protección
La Ley protege exclusivamente la forma literaria, plástica o sonora, mediante la cual las
ideas del autor son descritas, explicadas, ilustradas o incorporadas en las obras literarias,
científicas o artísticas. No son objeto de protección las ideas contenidas en las obras
literarias y artísticas o el contenido ideológico o técnico de las obras científicas ni su
aprovechamiento industrial o comercial (Art. 4)
e) Obras Protegidas
Se protegen los derechos de los autores sobre sus obras literarias, artísticas y científicas,
cualesquiera que sean el modo o la forma de expresión empleado y cualquiera sea su
destino. Es decir que es objeto de la protección toda creación literaria, artística, científica,
51

cualquiera sea la forma de expresión y el medio o soporte tangible o intangible


actualmente conocido o que se conozca en el futuro. (Art. 6).
f) Obras derivadas
Las obras derivadas son protegidas como obras independientes, sin perjuicio de los
derechos de autor sobre las obras originarias, cuando representen una creación original
(Art.7)
g) Titulares del derecho de autor
Únicamente la persona natural puede ser autor, sin embargo, el Estado, las entidades de
derecho público y las personas morales o jurídicas pueden ejercer los derechos de autor
como titulares derivados de conformidad con las normas de la Ley.
Se presume autor de una obra, salvo prueba en contrario, a la persona cuyo nombre,
seudónimo, iniciales, sigla o cualquier otro signo habitual esté indicado en ella. Cuando la
obra se divulgue en forma anónima, o bien bajo seudónimo, iniciales, sigla o signo que no
identifiquen al autor, el ejercicio de los derechos que otorga la Ley, corresponderá a la
persona natural o jurídica que la divulgue con consentimiento del autor, mientras éste no
revele su identidad. (Arts. 8 y 9)
Los derechos de explotación económica sobre la obra colectiva salvo estipulación en
contrario, se presumen cedidos a la persona que la publique bajo su nombre, sin perjuicio
de los derechos de cada autor sobre su contribución. (Art.13).
h) Contenido del Derecho de Autor
Derechos morales
El autor tendrá sobre su obra un derecho perpetuo, inalienable, imprescriptible e
irrenunciable para:
a) Reivindicar en todo tiempo la paternidad de su obra y, en especial, para que se indique
su nombre o seudónimo cuando se realice cualesquiera de los actos relativos a la
utilización de su obra.
b) Oponerse a toda deformación, mutilación u otra modificación de la obra.
c) Conservar su obra inédita o anónima. Después del fallecimiento del autor, no podrá
divulgarse su obra si este lo hubiera prohibido por disposición testamentaria, ni podrá
revelarse su identidad si aquel por el mismo medio no lo hubiera autorizado.
(Art.14).
52

Derechos patrimoniales
El autor de una obra protegida o sus causahabientes, tendrán el derecho exclusivo de
realizar, autorizar o prohibir cualesquiera de los actos siguientes;
a) Reproducir su obra total o parcialmente.
b) Efectuar una traducción, una adaptación, un arreglo o cualquier transformación de la
obra.
c) Comunicar la obra al público mediante la representación, ejecución, radiodifusión o
por cualquier otro medio de difusión. (Art.15).
i) Duración de los derechos patrimoniales
La duración de la protección es por toda la vida del autor y por 50 años después de su
muerte, en favor de sus herederos, legatarios y cesionarios. (Art. 18).
Cuando la obra pertenece a varios autores, el plazo de cincuenta años correrá a partir de la
muerte del último coautor que fallezca. Los derechos patrimoniales sobre las obras
colectivas, audiovisuales y fotográficas, los fonogramas, los programas de radiodifusión y
los programas de ordenador o computación, durarán cincuenta años a partir de su
publicación, exhibición, fijación, transmisión y utilización, según corresponda o si no
hubieran sido publicados desde su creación.
Los plazos establecidos se computan desde el día primero de enero del año siguiente al de
la muerte o al de la publicación, exhibición, fijación, transmisión, utilización o creación,
según proceda. (Art. 19)
j) Protección especial a ciertas obras
Medios de comunicación social
Se consideran cedidos a las empresas de impresión, radio, televisión y otros medios de
comunicación social, los derechos de autor de artículos, guiones, libretos, dibujos,
fotografías y demás producciones sin firma, aportados por el personal de redacción y
producción de la Empresa, sujeto a contrato de empleo. En el caso de publicarse con
firma, se consideran cedidos sólo los derechos de publicación por la empresa, reteniendo
los autores todos los demás derechos. (Art.20)
53

Folklore y Artesanía
Son protegidas todas aquellas obras consideradas como folklore, entendiéndose por tal el
conjunto de obras literarias y artísticas creadas en el territorio nacional por autores no
conocidos o que no se identifiquen y que se presumen nacionales del país o de sus
comunidades étnicas y se transmitan de generación en generación, constituyendo uno de
los elementos fundamentales del patrimonio cultural tradicional de la nación.(Art. 21)
Las artesanías y el diseño artesanal son protegidos por la Ley, especialmente aquéllas
referidas a las artes plásticas y al patrimonio nacional.(Art.23)
k) Limitaciones al derecho de autor
Es permitido citar a un autor, entendiéndose por cita la inclusión, en una obra propia, de
cortos fragmentos de obras ajenas, siempre que se trate de obras ya divulgadas, se indique
la fuente y el nombre del autor de la obra utilizada y a condición de que la inclusión se
realice a título de cita o para su análisis, comentario o juicio crítico, con fines docentes o
de investigación, de conformidad a usos honestos, en la medida justificada por el fin que
se persigue y no resulten abusivas. (Art. 24).
Antes de que el plazo de protección de una obra haya expirado, el Estado podrá decretar la
utilización por necesidad pública de los derechos patrimoniales sobre una obra que se
considera de gran valor cultural para el país, o de interés social o público, previo pago de
una justa indemnización al titular de dicho derecho. (Art. 25).
l) Transmisión y contratos de utilización
Transmisión o sucesión
Los derechos patrimoniales del autor pueden ser transmitidos por sucesión y puede ser
objeto de legado o disposición testamentaria.(Art. 27).
Contratos de utilización
El autor o sus causahabientes pueden conceder a otra persona el derecho a utilizar la obra,
en su contenido patrimonial mediante el uso de una o de todas las formas de explotación
reservadas al autor por la Ley y ceder estos derechos total o parcialmente. Para que estos
actos sean oponibles a terceros deberán hacerse por medio de contrato en documento
privado registrado y con las formalidades establecidas. (Art. 29)
La Ley contempla normas para los contratos de edición, inclusión fonográfica,
representación, y fijación de obra cinematográfica (Art. 30 al 46)
54

m) Ejecución publica de obras musicales


La ejecución pública por cualquier medio, inclusive radiodifusión de obra musical, con
palabras o sin ellas o cualquier medio de proyección o difusión conocido o por conocerse,
habrá de ser previa y expresamente autorizada por el titular del derecho o sus
representantes. (Art. 47).
Se consideran ejecuciones públicas las que se realicen en teatros, cines, salas de
conciertos o bailes, bares, clubes de cualquier naturaleza, estadios, circos, restaurantes,
hoteles, establecimientos comerciales, bancarios e industriales y, en fin, donde quiera que
se interpreten o ejecuten obras musicales o se transmitan por radio y televisión, sea con la
participación de artistas, sea por procesos mecánicos, electrónicos, sonoros o
audiovisuales. (Art. 48).
n) Participación de los artistas plásticos
Si el original de una obra artística, gráfica, plástica o un manuscrito fuese revendido y en
dicho acto interviniera un comerciante en obras de arte o un subastador, en calidad de
comprador, vendedor o agente, el vendedor deberá pagar al autor o a sus herederos, una
participación equivalente al cinco por ciento del precio de venta. Este derecho es
irrenunciable, inalienable y durará por el plazo de protección de los derechos
patrimoniales sobre la obra, en favor del autor, sus herederos y legatarios. (Arts. 49 y 50).
Las disposiciones precedentes no serán aplicadas a obras de arquitectura, ni a obras de
arte aplicada. (Art. 51).
o) Derechos conexos
La participación contemplada como derechos conexos es independiente y no afecta la
protección del derecho de autor sobre las obras literarias, científicas, artísticas y
publicitarias. (Art. 52).
La Ley contempla derechos para los artistas, intérpretes y ejecutantes (Art.53)
p) Productores de fonogramas
El productor fonográfico tiene respecto de sus fonogramas, el derecho exclusivo de
autorizar o prohibir la reproducción, alquiler y su comunicación al público, inclusive la
distribución por cable, emisión por satélite o cualquier otro medio de utilización.(Art. 54).
55

Cuando un fonograma publicado con fines comerciales o una reproducción de ese


fonograma se utilice con autorización para la radiodifusión o para cualquier otra forma de
comunicación al público, el utilizador abonará una remuneración equitativa y única
destinada a la vez a los artistas, intérpretes o ejecutantes y al productor de fonogramas. El
productor de fonogramas o su licenciado y los artistas, intérpretes y ejecutantes o sus
representantes podrán convenir la forma de percibir los derechos de comunicación al
público. A falta de dicho acuerdo la percepción del derecho será hecha por el productor de
fonogramas o sus licenciados y la distribución de la suma recibida será distribuida por
mitades entre los artistas, intérpretes y ejecutantes por una parte, y el productor de
fonogramas por la otra. (Art, 55).
Los discos fonográficos y demás dispositivos o mecanismos que sirvieren para una
ejecución pública por medio de la radiodifusión, de la cinematografía, de las máquinas
tocadiscos o de cualquier sistema de ejecución en los locales a que se refiere el Art. 48º,
dará lugar a la percepción de los derechos a favor de los autores, de los artistas, intérpretes
o ejecutantes y del productor de fonogramas.
Se propenderá a que la percepción de dichos derechos de ejecución pública sea efectuada
por una sociedad de recaudación común sin perjuicio de que la distribución quede a cargo
de la sociedad respectiva de los autores, de los artistas, intérpretes o ejecutantes y de los
productores de fonogramas (Art. 56).
q) Organismos de Radiodifusión
Los organismos de radiodifusión gozarán del derecho exclusivo de autorizar o prohibir la
retransmisión de sus emisiones, la fijación de sus emisiones de radiodifusión y la
reproducción de una fijación de sus emisiones. (Art. 57)
r) Patrimonio Nacional y Dominio Publico
Patrimonio Nacional es el régimen al que pasan las obras de autor boliviano que salen de
la protección del derecho patrimonial privado por cualquier causa y pertenecen al
Patrimonio Nacional:
a) Las obras folklóricas y de cultura tradicional de autor no conocido.
b) Las obras cuyos autores hayan renunciado expresamente a sus derechos.
c) Las obras de autores fallecidos sin sucesores ni causahabientes.
d) Las obras cuyos plazos de protección se hayan agotado.
56

e) Los himnos patrios, cívicos y todos aquellos que sean adoptados por cualquier
institución de carácter público o privado.
Pertenecen al dominio público las obras extranjeras cuyo período de protección esté
agotado. (Arts. 58 y 59).
s) Registro Nacional de Derecho de Autor
El Registro Nacional de Derecho de Autor tiene a su cargo tramitar las solicitudes de
inscripción de las obras protegidas por la Ley, de los actos y contratos que se refieren a
los derechos de autor, de las sociedades de autores, de artistas, intérpretes y ejecutantes.
(Art. 60).
t) Sociedades de autores y artistas
Las sociedades de autores y titulares de derechos conexos que se constituyan de acuerdo
con la Ley, serán de interés público. Tendrán personería jurídica y patrimonio propios.
No podrá constituirse más de una sociedad para cada rama o especialidad literaria o
artística de los titulares reconocidos por la Ley.
(Art. 64).
u) Violaciones al derecho de autor
Los procesos a que den lugar las violaciones al derecho de autor, son de conocimiento de
la jurisdicción penal ordinaria, de acuerdo con la Ley de Organización Judicial, Código
Penal y Código de Procedimiento Penal y la Ley de Derecho de Autor. (Art. 65).
Las sanciones penales por infracciones o violaciones al Derecho de Autor y Derechos
Conexos son las establecidas por el Código Penal. (Art. 66 y 67).
A los efectos de la Ley cometerá violación al Derecho de Autor, quien:
i) En relación con una obra o producción literaria o artística inédita y sin autorización
del autor, artista o productor, o de sus causahabientes, la inscriba en el registro o la
publique por cualquier medio de reproducción, multiplicación o difusión, como si
fuere suya o de otra persona distinta del autor verdadero, o con el título cambiado o
suprimido, o con el texto alterado dolosamente.
ii) En relación con una obra o producción publicada y protegida cometa cualesquiera
de los hechos indicados en el inciso anterior, o sin permiso del titular del derecho de
autor, la reproduzca, adapte, transforme, modifique, refunda o comprenda y edite o
57

publique alguno de estos trabajos por cualquier modo de reproducción,


multiplicación o comunicación al público.
iii) Reproduzca una obra ya editada, alterando dolosamente en la edición fraudulenta el
nombre del editor autorizado al efecto.
iv) Reproduzca mayor número de ejemplares de los autorizados por el titular del
derecho de autor, o sus causahabientes en el respectivo contrato.
v) Reproduzca un fonograma o videograma con miras a su comercialización, o los
alquile sin autorización escrita de su productor o su representante; asimismo, el que
importe, almacene, distribuya o venda las copias ilícitas de un fonograma o un
videograma.
Entiéndese por ejemplar ilícito de un fonograma o un videograma, el que imitando o
no las características externas del ejemplar legítimo, tiene incorporado el fonograma
o el videograma o parte sustancial de él, sin la autorización de su titular.
vi) Edite, venda, reproduzca o difunda una obra editada o un fonograma mencionando
falsamente el nombre del autor, del editor autorizado, de los intérpretes y ejecutantes
o del productor.
vii) Reproduzca, difunda, ejecute, represente o distribuya una o más obras después de
vencido el término de una autorización concedida al efecto.
viii) Presentare declaraciones falsas destinadas, directa o indirectamente, a perjudicar los
derechos económicos del autor, sea alterando los datos referentes al producto
económico de un espectáculo, el número de ejemplares producidos, vendidos o
distribuidos de una obra o por cualquier otro medio.
ix) Sin la autorización del titular del derecho de autor sea responsable por la
representación o ejecución públicas de obras teatrales musicales o cinematográficas.
x) Sin ser autor, editor, causahabiente o representante de uno o de alguno de ellos, se
atribuya falsamente una de esas calidades y obtenga que la autoridad suspenda la
representación de la ejecución pública de una obra
xi) Se apropie indebidamente del derecho de uso de nombres de periódicos, revistas,
secciones y columnas de los mismos, programas de radio y televisión, noticieros
cinematográficos, de los demás medios de comunicación, de los personajes ficticios
o simbólicos en obras literarias, historietas gráficas y otras publicaciones periódicas
58

o de personajes característicos empleados en actuaciones artísticas o de nombres de


grupos y conjuntos, coros, orquestas, bandas y otros elencos artísticos.
xii) Transmita, retransmita o difunda por cualquier medio, obras cinematográficas sin
autorización del productor.
(Art. 68)
Todos los ejemplares de una obra publicados o reproducidos en forma ilícita serán
secuestrados y quedará bajo custodia judicial hasta la dictación de sentencia. Las obras
publicadas o reproducidas ilegalmente, serán destruidas en ejecución de sentencia o
adjudicadas al titular cuyos derechos fueran con ellos defraudados. (Art. 69).
v) Procedimiento administrativo de conciliación
Se establece un procedimiento administrativo de conciliación y arbitraje de mutuo
acuerdo entre las partes, previa a la instancia ordinaria, bajo la competencia de la
autoridad competente en materia de Derecho de Autor, para resolver controversias civiles
relativas a las materias de la Ley. (Art. 71).

4) CÓDIGO DE COMERCIO
El Código de Comercio contempla en su Libro Segundo, Título I, Capítulos III al VI, todo un
régimen sobre temas de propiedad industrial y en el Capítulo VII una remisión normativa del
tema relativo a Derecho de Autor a la ley especial.

a) Propiedad Industrial
i) Modalidades
Se reconocen como modalidades de la propiedad industrial, y por lo tanto patentables,
las siguientes:
1) Toda nueva invención si es susceptible de aplicación industrial, incluyendo las de
perfeccionamiento, confirmación, precaucionales o de introducción;
2) Los modelos y dibujos industriales, los modelos de novedad y los de utilidad;
3) Las marcas o signos distintivos de fábrica en general, incluyendo las de comercio,
las agrícolas y de servicios;
4) Los nombres, enseñas, avisos, rótulos y estilos comerciales, así como la
denominación de origen;
59

5) Cualquier otra forma de propiedad industrial reconocida por Ley.


No son patentables los principios y descubrimientos de carácter puramente científico.
(Art. 463)
b) Adquisición y mantenimiento de derechos
Los derechos sobre la propiedad industrial se adquieren y se mantienen cumpliendo los
requisitos de fondo y forma señalados por las disposiciones legales vigentes sobre la
materia (Art. 464)
c) Libertad de comercio, inscripción y publicidad
Los derechos de propiedad industrial son susceptibles de libre comercio en su calidad de
bienes muebles incorpóreos, salvo las limitaciones previstas en las disposiciones legales
vigentes sobre la materia
Las enajenaciones, transferencias, donaciones y otros actos jurídicos celebrados con
relación a estos bienes o derechos, para surtir sus efectos legales respecto de terceros,
deben inscribirse en el Registro de Propiedad Industrial y en los que le fueren pertinentes.
(Art. 465).
d) Término de duración de la concesión
El término máximo de duración de la patente no podrá exceder de los plazos señalados
por la Ley respectiva.
e) Acción penal e indemnizatoria
El titular de una patente puede formular acciones penal e indemnizatoria, contra el
usurpador, por los perjuicios causados (Art. 467).
f) Aplicación de los convenios internacionales
Los extranjeros domiciliados en el país pueden, ante las autoridades judiciales o
administrativas, acogerse a cualquier ventaja resultante de los convenios internacionales
suscritos y ratificados por Bolivia en materia de propiedad industrial. (Art. 468).
g) Normas aplicables
En todo lo no previsto en este Capítulo se aplicarán las normas de la Ley de Propiedad
Industrial y de Marcas de Fábrica.
h) Nombre Comercial
Adquiere el derecho al uso del nombre comercial, la persona que primero lo inscriba en
los Registros correspondientes El derecho al uso del nombre comercial comprende,
60

además, el nombre del comerciante individual o la razón social o denominación adoptada


legalmente por una sociedad, siempre y cuando se cumplan por el adquirente con los
requisitos establecidos por este Código. (Art. 470)
El nombre comercial se forma libremente; sin embargo, no puede incluír el de otro
comerciante que no sea titular de la empresa, ni puede usarse nombre que pueda inducir a
confusión por su semejanza con el de otra empresa del mismo ramo o actividad.(Art. 471)
El titular de un nombre comercial tiene derecho al uso exclusivo del mismo en el campo
de su propia actividad y a transmitirlo conforme a Ley. (Art. 472)
Quien imite o usurpe el nombre comercial ajeno responde de los daños y perjuicios
ocasionados, sin perjuicio de la sanción penal correspondiente. (Art. 473)
El derecho al nombre comercial se extingue con la empresa o establecimiento a que se
aplica. (Art. 474)
i) Marcas
El derecho al uso exclusivo de una marca o signo distintivo, se adquiere previo
cumplimiento de los requisitos señalados por disposiciones legales sobre la materia y su
inscripción en el registro correspondiente. El uso de una marca no registrada legalmente
no otorga derecho sobre la misma. (Arts. 475 y 476)
La marca no utilizada puede ser cancelada a solicitud de cualquier comerciante con interés
propio, siempre que ella hubiera estado sin uso por más de cinco años ininterrumpidos,
salvo lo convenido en tratados internacionales y de reciprocidad. El procedimiento para su
cancelación se sujetará a las disposiciones legales sobre la materia. (Art. 477)
j) Signos distintivos
Puede usarse como marca cualquier medio material, signo, emblema, dibujo o nombre
que por sus caracteres especiales distingan un producto o mercadería, de los similares de
su clase o especie, siempre que los mismos cumplan con los requisitos legales pertinentes.
(Art. 478).
En la producción, bajo determinados procedimientos y fórmulas que aseguren la calidad
uniforme de productos, está permitido, si así conviene, el uso simultáneo de una marca
colectiva. (Art. 479)
61

El propietario de una marca puede autorizar el uso de ella a terceras personas, pero éstas
no pueden a su vez, cederlas nuevamente a ningún título, salvo pacto en contrario. (Art.
480)
El propietario de una marca puede denunciar el uso indebido o la imitación de la misma y
solicitar la prohibición de su uso, así como demandar el resarcimiento de los daños, sin
perjuicio de la acción penal correspondiente. (Art. 481)
k) Otros signos distintivos
Son aplicables las anteriores disposiciones a los dibujos, diseños, emblemas, lemas,
etiquetas, rótulos y demás signos distintivos.(Art. 482)
Patentes de Invención
l) Obtención de la patente
La patente puede ser obtenida por el inventor, por sus herederos o por el cesionario de los
respectivos derechos. (Art. 483)
m) Derecho exclusivo de explotación
Quien haya obtenido y registrado una patente de invención conforme a Ley, tiene derecho
exclusivo a su explotación por el tiempo determinado por aquella.
Las normas que regulan las patentes de invención comprenden los descubrimientos, así
como las mejoras o perfeccionamiento de un invento. (Art. 484)
n) Derecho de invención
Quien realice un invento tiene derecho a ser reconocido como su inventor, aunque lo
hubiera efectuado o desarrollado dentro de su labor diaria en calidad de trabajador
dependiente, salvo que hubiera sido contratado como investigador en el campo
perteneciente al invento. (Art. 485)
Las patentes de invención pueden ser obtenidas y registradas a nombre de dos o más
personas conjuntamente, si así lo solicitan. (Art. 486)
o) Licencia de explotación
El titular de una patente de invención tiene derecho a otorgar licencias convencionales
para la explotación industrial o comercial de su invento, una vez llenados los requisitos
legales de la materia y su inscripción en el Registro de Patentes. (Art. 487).
62

p) Cesión de derechos
Los derechos que otorgan una patente de invención pueden cederse en todo o en parte,
previo el cumplimiento de los requisitos legales de la materia y su inscripción en el
Registro de Patentes. (Art. 488)
q) Uso indebido
El propietario de una patente de invención así como el de una licencia de explotación,
tienen acción legal para impedir que otros las usen sin autorización y obtener el
resarcimiento de daños, sin perjuicio de la acción penal correspondiente. (Art. 489)
Derecho de Autor
Los derechos de autor, según el Código de Comercio, quedan protegidos y normados por
las leyes respectivas. (Art. 490).

5) CÓDIGO PENAL
El Código Penal Boliviano, según Texto Ordenado y de Modificaciones establecido por Ley
Nº 1768 de 18 de marzo de 1997, contempla delitos sancionados penalmente en las
siguientes áreas vinculadas a la Propiedad Intelectual:
a) Delitos contra la industria y el comercio
Engaño en productos industriales: Poner en venta productos industriales con nombres
y señales que induzcan a engaño sobre su origen, procedencia, cantidad o calidad, se
sanciona con privación de libertad de seis meses a tres años (Art. 236).
b) Delitos contra el Derecho de Autor
Delitos contra la propiedad intelectual.- Quien con ánimo de lucro, en perjuicio ajeno,
reproduzca, plagie, distribuya, publique en pantalla o en televisión, en todo o en parte, una
obra literaria, artística, musical, científica, televisiva o cinematográfica, o su
transformación, interpretación, ejecución artística a través de cualquier medio sin la
autorización de los titulares de los derechos de propiedad intelectual o de sus
concesionarios o importe, exporte o almacene ejemplares de dichas obras, sin la referida
autorización, será sancionado con la pena de reclusión de tres meses a dos años y multa de
sesenta días (Art. 362).
63

Violación de Privilegio de Invención.- Serán sancionados con reclusión de tres meses a


dos años y multa de treinta a sesenta días, el que violares el derecho de privilegio de
invención o descubrimiento en los siguientes casos:
i) Fabricando sin autorización del concesionario objetos o productos amparados por un
privilegio.
ii) Usando medio o procedimiento que sea objeto de un privilegio (Art. 363).

6) PROTECCIÓN A LOS DERECHOS DE LOS OBTENTORES DE VARIEDADES


VEGETALES
El marco jurídico para la protección de estos derechos se halla constituido por la Ley 1968 de
24 de marzo de 1999, que aprobó la adhesión de Bolivia al Convenio Internacional sobre la
Protección de las Obtenciones Vegetales del 12 de diciembre de 1961 (UPOV), revisado en
Ginebra el 10 de noviembre de 1972 y 23 de octubre de 1978, así como por la Decisión 345
de la Comunidad Andina.

En el país la norma reglamentaria de la Decisión 345, es la Resolución Ministerial N° 040 de


2 de abril de 2001, la que plantea como sus principales objetivos los siguientes:
• Reconocer y garantizar el derecho intelectual denominado “derecho de obtener” al
obtentor de una variedad vegetal, mediante la otorgación de un título de propiedad sobre
la variedad , fomentar las actividades de investigación en la agricultura y fomentar las
actividades de transferencia de tecnología (Art. 1)
• Incorporar a la legislación interna, las disposiciones contenidas en los convenios
internacionales a los cuales el país se encuentra adherido y ha ratificado sobre la materia
(Art. 2).

7) ACCESO A RECURSOS GENÉTICOS


El marco jurídico se halla constituido por la Decisión 391 de la Comunidad Andina,
habiéndose dictado en el país el Decreto Supremo 24676 de 21 de enero de 1997 que aprueba
el Reglamento nacional a esta Decisión y el de Biodiversidad, estableciendo las normas y
procedimientos para la aplicación de estos regímenes y los formularios correspondientes.
64

8) SOPORTE LÓGICO O SOFTWARE


Mediante Decreto Supremo 24582 de25 de abril de 1997, se aprobó el Reglamento del
Soporte Lógico o Software, dejando claramente establecido que las disposiciones de la Ley
de Derecho de Autor y su Decreto Reglamentario son aplicables en su integridad a todas las
relaciones jurídicas que se vinculan con los programas de ordenador.
Los principales aspectos contemplados por el Reglamento, son los siguientes:
Derechos Protegidos
Se protege el derecho de autor sobre el soporte lógico y los bancos de datos, que con
características de individualidad y originalidad surgen y se exteriorizan en una forma de
expresión susceptible de ser reproducida o incorporada en un soporte informático, sin
extenderse a las ideas, al procedimiento, al lenguaje de programación, usados o incluidos en
dicha obra. Los derechos reconocidos al autor, son independientes de la propiedad del objeto
corporal que contiene la obra (Art. 3)
Derechos Morales
Los Derechos Morales de los autores de soporte lógico están protegidos por la Ley de
Derecho de Autor. Por vía de excepción y sin vulnerar los derechos morales, el
Reglamento permite modificaciones y mejoras en el soporte lógico y el banco de datos
(Art. 4).
Derechos Patrimoniales
Sólo los titulares de los derechos patrimoniales en soportes lógicos pueden autorizar o
prohibir toda forma de explotación de los mismos, en particular su comercialización,
arrendamiento, su difusión, reproducción, adaptación, modificación, mejoras, traducción,
transformación e importación (Art. 5).
Transferencia del Soporte Informático
La transferencia del soporte informático que contiene el soporte lógico y el banco de
datos, otorga al adquiriente el derecho de uso y explotación únicamente en el marco de la
licencia de uso (Art. 6)
65

Obras derivadas
El Reglamento protege también el soporte lógico y el banco de datos derivados, que resulta
de la adaptación o transformación de un soporte lógico, siempre que constituya una
creación autónoma y posea originalidad, sin perjuicio de los derechos de autor sobre
dicha obra (Art. 8).
Secreto Autoral
Las especificaciones del soporte lógico, los algoritmos, los programas fuente, el diseño del
producto, los diagramas de flujo, heurísticas y demás medios de creación del soporte
lógico, constituyen secreto autoral y el autor y/o titular no esta obligado a revelar tales
elementos.
Convenios y Contratos
Se contemplan las siguientes modalidades:
Licencia de Uso: Contrato de adhesión mediante el cual el titular de los derechos de autor
otorga una licencia de uso.
Convenios o Contratos: La transferencia de los derechos patrimoniales se deben efectuar
mediante convenios o contratos en el marco de lo establecido por el Artículo 29 de la Ley
de Derecho de Autor y deben ser registrados de acuerdo a lo establecido por el
Articulo 26 del Decreto Supremo Reglamentario 23907.
Obras por Encargo: El soporte lógico y el banco de datos que se cree bajo un contrato
laboral o de prestación de servicios y/o el que fuera desarrollado por empleados o
funcionarios públicos en cumplimiento de las obligaciones inherentes a sus cargos, tendrán
corno titular a la persona natural o jurídica por cuya cuenta y riesgo se realizan, salvo que
exista un convenio o contrato que indique lo contrario de conformidad al Articulo 29 de la
Ley 1322.
Protección al Derecho de Autor
En los casos de violación al Derecho de Autor, se deben aplicar las normas establecidas
en el titulo XIV, Capitulo I, de la Ley 1322; y los Capítulos X y XI de la Ley de
Modificaciones del Código Penal, en sus Artículos 362 y 363.
Medidas Precautorias
Con carácter provisional y accesorio, se pueden solicitar todas las medidas precautorias que
la ley permite.
66

Medidas jurisdiccionales
De conformidad a lo establecido en el Código de Procedimiento Penal, la autoridad
competente a solicitud de parte interesada puede disponer la anotación preventiva, la requisa,
allanamiento, secuestro, precintado, arraigo y toda medida que la ley permita.
Medidas Probatorias
Son válidas todas las medidas probatorias permitidas por el ordenamiento jurídico vigente
Sociedad Autoral
Se puede constituir sociedades de derecho de autor de creadores de programas de ordenador o
computadora (soporte 1ógico o software), previo reconocimiento de la Dirección Nacional de
Derecho de Autor.
Registro del soporte lógico y del banco de datos
El registro del Soporte Lógico se efectúa en la Dirección de Derecho de Autor, dentro del
marco de los reglamentos y requisitos vigentes. La Dirección de Derecho de Autor es
responsable de la custodia y de la guarda de la información que se le confía, la que bajo
ningún concepto puede develar a terceros, sin previa orden judicial y debidamente justificado
el derecho o interés.
La Resoluci6n Administrativa de registro no es constitutiva de derechos y se otorga
presumiendo la buena fe del solicitante, reservando el derecho de terceros.
Conciliación y Arbitraje
Los procedimientos administrativos de conciliación y arbitraje deben sujetarse al régimen
establecido por la Ley 1770 de 10 de marzo de 1997, Ley de Arbitraje y Conciliación.

3.2.4. CONVENIOS Y ADHESIONES INTERNACIONALES


Bolivia es parte de varios convenios y acuerdos internacionales sobre temas de Propiedad
Intelectual, tanto en el nivel multilateral como en el regional, así como ha suscrito convenios
bilaterales que contemplan aspectos vinculados a esta materia con algunos países del hemisferio.
En la siguiente Tabla se registran los principales instrumentos a los cuales se halla adherido o han
sido suscritos por el país:
67

Tabla N° 4
CONVENIOS SUSCRITOS Y ADHERIDOS POR BOLIVIA
ÁREAS
REGIONAL
MULTILATERAL BILATERAL
NIVEL (CAN)
CONVENIOS
PROPIEDAD - ACE (Bol-Mex)
INTELECTUAL TRATADO OMPI - ACE (Bol-Cuba)
(General) - Bol-USA
- CONVENIO DE
PROPIEDAD DECISIÓN 486
PARIS
INDUSTRIAL (Régimen Común)
- UNIÓN PCT
- CONVENIO DE
DERECHO DE
BERNA DECISIÓN 351
AUTOR
- CONVENIO DE (Régimen Común)
ROMA

OBTENTOR DECISIÓN 345


CONVENIO UPOV
VEGETAL (Régimen Común)

RECURSOS DECISIÓN 391


GENÉTICOS (Régimen Común)
TRATADOS
WCT
“INTERNET” DE
WPPT
LA OMPI (*)
(*) Suscritos pero aún no ratificados por Bolivia
Fuente: Elaboración propia

Como se observa en la Tabla y para una mejor identificación temática, se han desagregado las
áreas de la Propiedad Intelectual en sus grandes componentes, consignándose primero, no
obstante, a la Propiedad Intelectual en general, es decir en su actual dimensión global y
comprensiva de todos los aspectos de la disciplina; luego se contempla a la Propiedad Industrial
que comprende a las Patentes y a las Marcas, y después al Derecho de Autor y Derechos
Conexos, en cuyo marco, si bien se deberían incluir la protección de las obtenciones vegetales, el
acceso a recursos genéticos y los Tratados de la OMPI sobre derecho de autor en Internet, en
función de una mejor identificación, estos últimos han sido consignados por separado, ya que
existen convenios específicos sobre estos temas.
En cuanto al nivel de instrumentos y su clasificación en multilaterales, regionales y bilaterales,
respondiendo a un criterio de su ámbito o alcance, se debe entender que todos aquellos
consignados en el nivel multilateral son principalmente los tratados administrados por la OMPI,
68

además del ADPIC que se halla bajo el marco de la OMC. Muchos de estos instrumentos son de
antigua data como el Convenio de París de mediados del siglo pasado, pero que recién fueron
adheridos por Bolivia en los años 90 e incluso, uno de ellos, el relativo a la cooperación en
materia de patentes (PCT), fue ratificado por Bolivia el pasado mes de agosto/2003. Los
convenios en materia de Derecho de Autor y el Convenio UPOV, han sido adheridos también en
los años 90 y en el caso de los denominados “Tratados Internet” (WCT y WPPT), si bien fueron
suscritos por Bolivia, no han sido aún objeto de ratificación congresal.
En el nivel regional, si bien existen antiguos convenios de ámbito interamericano, muchos han
sido superados por el tiempo y a la fecha son meras referencias históricas. Por esta razón, en
nuestro análisis, se consideran como de ámbito regional en particular a los regímenes comunes
andinos los que, en la actualidad, son de vigencia y aplicación efectiva en Bolivia, como país
miembro de la Comunidad Andina.
Por último, en el nivel bilateral se consignan los Acuerdos de Complementación Económica
(ACEs) suscritos por Bolivia en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración ,
ALADI, algunos de los cuales contemplan estipulaciones relativas a Propiedad Intelectual. Se
consigna, asimismo, el convenio suscrito con los Estados Unidos de América en relación al
cumplimiento anticipado de los compromisos derivados del ADPIC de la OMC.

3.2.5. INCORPORACIÓN DE LOS REGÍMENES ANDINOS


Bolivia al presente, como país miembro de la Comunidad Andina, aplica los regímenes comunes
que en materia de Propiedad Intelectual se han adoptado en el proceso andino de integración,
dentro del objetivo de armonizar políticas y legislaciones en las materia objeto de integración,
con vista a la conformación del mercado común andino.
En este sentido, el ordenamiento jurídico de la Comunidad Andina contempla una normativa
actualizada en materia de Propiedad Intelectual, integrada como se informó ya anteriormente por
las siguientes normas comunitarias:
Decisión 486
Establece un nuevo Régimen Común sobre Propiedad Industrial, sustitutivo de un similar anterior
aprobado por la Decisión 344. Este nuevo régimen entró en vigencia el 1 de diciembre del 2000.
La Decisión 486 establece normas en materia de patentes de invención, diseños industriales,
marcas, denominación de origen y competencia desleal vinculada a la propiedad industrial, entre
69

otros aspectos. El nuevo régimen incorpora aspectos sustantivos del ADPIC como el trato
nacional, el trato de la nación más favorecida, el esquema de trazado de circuitos integrados
referidos al tratamiento de los "microchips" y la observancia de las medidas en frontera para un
mayor control de la piratería.
Decisión 351
Establece el Régimen Común sobre Derecho de Autor y Derechos Conexos, a través del cual y en
un ámbito comunitario se reconoce una adecuada protección a los autores y demás titulares de
derechos sobre las obras de ingenio, en el campo literario, artístico o científico, cualquiera sea el
género o forma de expresión y sin importar el mérito literario o artístico ni su destino.
El derecho de autor, según la Decisión 351, otorga a su titular el derecho de conservar la obra
inédita o divulgarla, reinvindicar la paternidad de la obra en cualquier momento y oponerse a
toda deformación, mutilación o modificación que atente contra el decoro de la obra o la
reputación del autor (derecho moral). Tiene también derecho exclusivo de realizar, autorizar y
prohibir la reproducción, comercialización, traducción, arreglo u otra transformación de su
producción (derecho patrimonial)
La duración del derecho permanece durante la vida del autor y cincuenta años después de su
muerte. Cuando la titularidad de los derechos corresponda a una persona jurídica, el plazo no es
inferior a los 50 años contados a partir de la realización de la divulgación o publicación de la
obra.
En caso de infracción de cualquiera de los derechos reconocidos, la autoridad nacional
competente está facultada para ordenar el cese inmediato de la actividad ilícita; la incautación, el
embargo, decomiso o secuestro preventivo de los ejemplares producidos con infracción o de los
aparatos o medios utilizados para la comisión del ilícito.
En cuanto a los derechos conexos, que son los derechos de las personas que participan, no en la
creación de obras literarias y artísticas, sino en la difusión de las mismas, han sido también
reconocidos y son objeto de protección por parte de la Decisión 351, por un período no menor de
cincuenta años.
La protección alcanza, en consecuencia, a los artistas intérpretes o ejecutantes (declamador,
cantante, locutor, actor, bailarín, músico, narrador); a los productores de fonogramas (persona
natural que fija una representación o ejecución de sonidos exclusivamente sonoros); y a los
organismos de radiodifusión (la empresa de radio o televisión que transmite programas al
70

público).
Decisión 345
Establece el Régimen Común de Protección a los Derechos de los Obtentores de Variedades
Vegetales, mediante el cual se protegen las nuevas variedades vegetales obtenidas por los
fitomejoradores.
En consecuencia, en los países andinos, quienes han creado u obtenido una nueva variedad
vegetal, mediante la aplicación de conocimientos científicos, gozan del derecho exclusivo de su
producción y comercialización por un espacio de quince a veinticinco años. Ese derecho es
reconocido y garantizado por las autoridades nacionales competentes de cada uno de los Países
Miembros de la Comunidad Andina, que para el efecto otorgan el denominado Certificado de
Obtentor.
Decisión 391
Establece el Régimen Común sobre Acceso a los Recursos Genéticos, mediante el cual se regula
la obtención y el uso de los recursos genéticos, con el fin de garantizar la participación justa y
equitativa de los países andinos en los beneficios derivados del uso de estos recursos, ligados a
los conocimientos, innovaciones y prácticas tradicionales de las comunidades indígenas .
Según establece la Decisión 391, quien desee utilizar y desarrollar los principios activos que
contienen las plantas y los microorganismos (estos constituyen la base de la investigación en la
industria farmacéutica y la industria alimentaria mundial), deberá contar con la autorización
correspondiente y suscribir un Contrato de Acceso con el Estado.
La norma comunitaria reconoce, en forma expresa, los derechos que tienen las comunidades
indígenas, afroamericanas y locales sobre sus conocimientos, innovaciones y prácticas
tradicionales asociados a los recursos genéticos y sus productos derivados.

Por constituir las principales normas que se aplican actualmente en el país, los textos completos
de los Regímenes Comunes Andinos (Decisiones 486, 351, 345 y 391) se incluyen en la
compilación de normas que se presenta en forma anexa al presente Estudio.
Supranacionalidad del Ordenamiento Andino
La característica más distintiva del ordenamiento jurídico andino, radica en su naturaleza
supranacional que es el rasgo fundamental del denominado Derecho de la Integración, muy
diferente en su concepción y alcance del clásico Derecho Internacional Publico, así como de
71

los derechos nacionales, de los cuales más bien forma parte y los integra.
La noción de supranacionalidad, emerge y se desarrolla paralelamente al nacimiento y
evolución del proceso de integración europea, con el Tratado de Paris de 1951 y el Tratado
de Roma de 1957. Hoy en día se entiende la supranacionalidad no como la negación de las
soberanías nacionales, sino como el ejercicio conjunto de una soberanía ampliada, que se
traduce en la autonomía de decisiones y gestión al servicio del interés colectivo de los Estados
que se integran.
La supranacionalidad se expresa básicamente en los principios que la doctrina ha denominado
Obligatoriedad, Aplicación Directa y Primacía, en virtud de los cuales las normas comunitarias
derivadas o secundarias, emitidas en el marco del respectivo Tratado de Integración, son de
cumplimiento obligatorio para el Estado y los ciudadanos de un país miembro, se aplican
directamente y en forma inmediata en el territorio de los países sin necesidad de incorporación
al derecho interno y su aplicación es preferente y predomina, en caso de conflicto, respecto de
las normas nacionales sea cual fuere el nivel normativo de estas últimas.
En el caso andino, la supranacionalidad de sus normas se expresa en la siguiente forma:
Obligatoriedad
El cumplimiento obligatorio de las normas andinas, tiene su base legal en el Articulo 2 del
Tratado del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, modificado por el Protocolo de
Cochabamba, el que dispone que "las Decisiones obligan a los Países Miembros desde la
fecha en que sean aprobadas por la Comisión".
Lo anterior significa que la normativa andina obliga a todos los Poderes de los Estados
miembros y en todo su territorio, y que el ciudadano común adquiere obligaciones y derechos
cuyo cumplimiento puede exigir tanto ante sus Tribunales nacionales, como ante las
instancias administrativa y judicial comunitarias.
Aplicación Directa
Por su parte, el Articulo 3 del Tratado establece que "las Decisiones de la Comisión serán
directamente aplicables en los Países Miembros a partir de la fecha de su publicaci6n en la
Gaceta Oficial del Acuerdo, a menos que las mismas señalen una fecha posterior...".
De esta manera, las normas comunitarias andinas no requieren de procedimientos de
recepción en el ordenamiento interno de los Países Miembros, para surtir todos sus efectos, son
72

de obligatorio e inmediato cumplimiento por los países en todas sus instancias y por los
particulares.
Primacía
Por la primacía las normas comunitarias andinas prevalece en su aplicación sobre las normas
internas o nacionales, en este sentido y en virtud del Artículo 4 del Tratado, los Países
Miembros están obligados a adoptar las medidas que sean necesarias para asegurar el
cumplimiento de las normas que conforman el ordenamiento jurídico de la Comunidad
Andina y se han comprometido a no adoptar ni emplear medida alguna que sea contraria a
dichas normas o que de algún modo obstaculicen su aplicación.
La primacía del orden comunitario ha sido reconocida por el Tribunal de Justicia en una
jurisprudencia constante, en cuya virtud el ordenamiento comunitario prima sobre una norma
de derecho interno que se le oponga, cualquiera sea el rango de esta última. De esta manera,
de presentarse un conflicto entre las normas nacionales de los Países Miembros y las
normas comunitarias, estas últimas se aplican con preferencia a las primeras.
Este principio de primacía de las normas comunitarias permite que los Países Miembros
no puedan alegar normas de su derecho interno para dejar de cumplir sus obligaciones
adquiridas en el marco del proceso de integración y que, además, una norma andina sólo puede
ser modificada por otra norma andina emitida por los correspondientes órganos comunitarios.
Ello, por supuesto, no impide la emisión de normas nacionales de aplicación de una norma
comunitaria, cuando sean necesarias para su correcta aplicación o su adaptación a las estructuras
institucionales y administrativas de cada país.
Bolivia, como País Miembro de la Comunidad Andina, es suscriptor del Tratado que crea el
Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, así como del Protocolo de Cochabamba por el
cual se modificó este Tratado, estando, en consecuencia, obligada a su pleno cumplimiento.
En materia de Propiedad Intelectual, como se ha visto, el Ordenamiento Jurídico de la
Comunidad Andina comprende al presente varios instrumentos o regímenes comunes que
constituyen una verdadera y real legislación vigente y aplicable en todos los países andinos, con
primacía respecto de cualquier otra normativa nacional.
73

3.2.6. ACTUAL LEGISLACIÓN E INSTRUMENTOS APLICABLES


Como resultado del proceso de desarrollo normativo descrito anteriormente, es posible identificar
al presente el marco jurídico que se aplica en los diferentes aspectos de la Propiedad Intelectual
en Bolivia, tanto a nivel de la legislación nacional, de convenios internacionales y de las normas
comunitarias andinas:

Tabla N° 5
LEGISLACIÓN VIGENTE E INSTRUMENTOS APLICABLES

LEGISLACIÓN TRATADOS Y ORDENAMIENTO


MATERIAS
NACIONAL CONVENIOS ANDINO

ADPIC – OMC
Propiedad Intelectual D.S. 25159 –SENAPI
ACE - 31
(General) D.S. 26973 – SENAPI
ACE - 47
Ley Priv. 1916
Convenio de París Decisión 486
Propiedad Industrial Ley Marcas 1918
Tratado OMPI Régimen Común
(Patentes y Marcas) Código Comercio
PCT
Código Penal
Ley de Derecho de
Autor y Derechos
Convenio Berna Decisión 351
Derecho de Autor Conexos
Convenio Roma Régimen Común
D.S. Reglamentario
N° 23907

Ley 1968 Decisión 345


Obtentor Vegetal Convenio UPOV
R.M.040/2001 Régimen Común

Decisión 391
Recursos Genéticos D.S. 24676/97
Régimen Común

D.S. 24582/97 Tratados Internet (*)


Informática
(Soporte Lógico) (WCP- WPPT)

(*) Suscritos pero no ratificados


Fuente: Elaboración propia
74

3.3 MARCO INSTITUCIONAL


3.3.1. ESTRUCTURAS INICIALES
Tanto la Ley de Privilegios Industriales (1916) como la Ley de Marcas de Fábrica (1918),
contemplaron como Autoridad de aplicación de sus respectivos regímenes a la “Oficina de
Propiedad Industrial”, sin especificar, no obstante, la naturaleza y ubicación institucional de esta
instancia.
A partir de esta legislación básica, la Oficina de Propiedad Industrial formó parte de los
Ministerios de Economía o de sus similares, teniendo generalmente una ubicación dentro de la
estructura de la Dirección General de Industria y constituyendo una unidad orgánica que no
superó el nivel jerárquico de una División, es decir el último nivel de la organización
administrativa. Esta situación se mantuvo, con certeza, hasta el inicio de los años 70, cuando se la
puede identificar con mayor precisión en el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
En cuanto al registro de Derechos de Autor, desde algún momento difícilmente registrable y hasta
los años 90, funcionó en el área de Cultura de los Ministerios de Educación o esporádicamente en
el ámbito de otros Ministerios, como el de Informaciones, Cultura y Deportes en la década de los
años 60 una unidad de registro de derechos de autor. Esta una unidad o instancia procesaba y
registraba los derechos de autor, referidos particularmente a las obras literarias y artísticas, y
concedía el número de “Depósito Legal”, requisito que habilitaba la impresión y publicación, de
las obras escritas.

3.3.2. DESARROLLO INSTITUCIONAL


Para un mejor análisis de este proceso, se considera conveniente distinguir entre los temas de
Propiedad Industrial y los de Derecho de Autor, ya que cada régimen evolucionó en ámbitos
institucionales diferentes.

Propiedad Industrial
A partir de la década de los años 70 y mas específicamente en el marco de la Ley de
Organización Administrativa del Poder Ejecutivo (LOAPE), se consolidó el funcionamiento del
Ministerio de Industria, Comercio y Turismo (MICT), en sustitución del Ministerio de Economía
Nacional. Dentro de la estructura del MICT, funcionó la División de Propiedad Industrial,
75

inicialmente formando parte de la Dirección General de Industrias, situación que se modificó el


año 1971 con la creación de la Dirección General de Normas y Tecnología (DGNT) a la cual se
incorporó la unidad de Propiedad Industrial a nivel de un Departamento.
A partir de esta modificación y hasta alrededor del año 1995, año en el que fue dictada la Ley de
Descentralización, el Departamento de Propiedad Industrial formó parte de la estructura de la
DGNT, ubicada a su vez bajo dependencia de la Subsecretaría de Industria del MICT. El
Ministerio de Industria, Comercio y Turismo en algún tiempo cambio su denominación por la de
Ministerio de Exportaciones y Competitividad (1991-1993) y posteriormente, en virtud de la Ley
de Ministerios (1993) se incorporó al Ministerio de Desarrollo Económico, en cuyo marco el
Departamento de Propiedad Industrial funcionó bajo la dependencia de la Secretaría Nacional de
Industrias.
En todo caso, no obstante estas modificaciones y reestructuraciones en la organización y
denominación de los Ministerios, la materia de Propiedad Industrial, con sus componentes de
Patentes y Marcas, se mantuvo hasta 1999 como una División o un Departamento en el área de
industria de la gestión pública, con un nivel institucional y jerárquico muy precario en la
administración nacional.

Derecho de Autor
En materia de Derecho de Autor, la situación institucional se consolida y es clara a partir de la
Ley 1322 de 13 de abril de 1992, la que crea las instancias competentes, les da una ubicación
institucional y precisa su nivel orgánico- administrativo. Es así, que la propia Ley crea la
Dirección Nacional de Derecho de Autor como dependencia del Instituto Boliviano de Cultura
del Ministerio de Educación y Cultura, otorgándole jurisdicción nacional (Art. 72). En el mismo
sentido, la Ley crea dos mecanismos operativos importantes, dependientes de la Dirección
Nacional de Derecho de Autor:
• El Registro Nacional de Derecho de Autor, con la función de tramitar las solicitudes de
inscripción de las obras protegidas, de los actos y contratos que se refieran a los derechos
de autor y de las sociedades de autores, artistas, interpretes y ejecutantes (Art. 63).
• El Centro Nacional de Información sobre Derechos de Autor (Art. 72).
Para completar el equipamiento institucional del sector, la Ley 1322 autoriza, asimismo, la
organización y funcionamiento de sociedades de autores y titulares de derechos conexos,
76

constituidas bajo el ordenamiento del Código Civil, las que son consideradas de interés público y
tienen personalidad jurídica y patrimonio propio, con la limitación de no poderse constituir más
de una sociedad para cada rama o especialidad literaria o artística. (Art. 64).
Por su parte el Reglamento de la Ley de Derecho de Autor, aprobado mediante D.S. 23907 de 12
de julio de 1994, si bien no registra disposiciones de carácter institucional, hace referencias al
Registro Nacional de Derecho de Autor y a la Dirección General de Derecho de Autor bajo
dependencia de la Secretaría Nacional de Cultura y ya no del Instituto Boliviano de Cultura,
como señalaba la Ley 1322 de 13 de abril de 1992, y ello se debe entender porque en la fecha de
emisión del Decreto Supremo 23907 (12 de julio de 1994), ya había sido dictada y se encontraba
vigente la Ley de Ministerios (Ley 1493 de 1993), cuya característica principal fue la de agrupar
muchas áreas de gestión pública en los denominados superministerios, los que se hallaban
conformados por Secretarias Nacionales de ámbito sectorial. En consecuencia, la Dirección
General de Derecho de Autor pasó a conformar la Secretaría Nacional de Cultura, integrada al
Ministerio de Desarrollo Humano.

3.3.3. DESCENTRALIZACIÓN
En 1995, mediante la Ley de Descentralización Administrativa de 28 de Julio de ese año, se
transfieren y delegan atribuciones de carácter técnico-administrativo desde el Gobierno Nacional
a la administración departamental, a cargo de las Prefecturas de Departamento.
Entre las atribuciones delegadas a las Prefecturas, la Ley de Descentralización contempló la de
“Otorgar y registrar de acuerdo a decreto reglamentario, con validez en todo el territorio nacional,
marcas, diseños, patentes, derechos y licencias”. (Art. 5, inc. t), o sea que se trasladó a nivel
regional la administración de todo el régimen de Propiedad Industrial, sin considerar las
evidentes connotaciones de ámbito nacional e internacional de un régimen de esta naturaleza.
Posteriormente, el D.S. 24206 de 29 de diciembre de 1995, que reglamentó la Ley de
Descentralización, entre los mecanismos operativos para cumplir con las atribuciones transferidas
por el Gobierno Nacional, estableció la Ventanilla Única de Trámites (VUT). “…con el fin de dar
cumplimiento a las atribuciones previstas en los incisos r), s) y t) del Artículo 5 de la Ley 1654,
de conformidad a los procedimientos señalados en el presente Capítulo” (Art. 74, Cap.III del
D.S. 24206).
77

Como resultado del proceso de descentralización, por tanto, se bajó todo el régimen de la
Propiedad Industrial a las Prefecturas de Departamento y dentro de ellas se asignó la
administración de este régimen a las VUTs, en un manejo reglamentario que mezclaba y
confundía conceptos, materias, competencias y procedimientos correspondientes a temas sin
relación entre si, como la Propiedad Industrial y el Derecho de Autor (este último incluido por el
Decreto Reglamentario) frente al Registro de Comercio, al reconocimiento de la personalidad
jurídica de asociaciones y fundaciones, y temas forestales, conjunto temático que se sujetó a un
mismo trámite de registro.
Esta situación, demostrativa de la falta de conocimiento y desvalorización del régimen de
Propiedad Industrial, se complicó mucho más al haber el D.S. 24206 ampliado la competencia de
las Prefecturas y de sus VTUs al campo del Derecho de Autor, que no se hallaba contemplado
específicamente en la Ley 1654.
Para demostrar los errores de concepción del Reglamento de la Ley de Descentralización, al
aglomerar tantas materias y regímenes jurídicos en un solo registro y procedimiento, se puede
mencionar el referido al plazo procesal que se establecía para el despacho o resolución de las
solicitudes de registro en general, 30 días, debiéndose aplicar en caso contrario el silencio
administrativo negativo (Art. 83). Pero se daba el caso, en materia de Propiedad Industrial, que
el sólo procedimiento para publicar las solicitudes de concesión de patentes o para el registro de
marcas - que se la efectúa en la Gaceta Oficial de Bolivia – tardaba alrededor de un año. Este
solo hecho hacía, en consecuencia, impracticable el procedimiento general y uniforme instituido
para todos los trámites sujetos al omnicomprensivo Registro Departamental.
No obstante lo anterior, se insistió en mantener el régimen de propiedad industrial, mas la
ampliación al régimen de Derecho de Autor hecha por el Decreto Reglamentario, en poder de las
Prefecturas, iniciándose un proceso de adecuación institucional, funcional y procesal muy
complicado, que determinó una virtual parálisis de la administración de estos regímenes que duró
alrededor de un año, ya que las instancias regionales no contaban con la mínima información
temática, ni tenían la capacidad institucional y técnica para el manejo de este tipo de registros o
para evaluar las solicitudes de los derechos correspondientes.
Mediante la cooperación internacional, se hizo un esfuerzo para facilitar este proceso y lograr un
esquema de administración regional con bases mínimas de racionalidad, eficacia y coordinación
nacional, ante el evidente riesgo de duplicidades o el quebranto del principio de prioridad, tan
78

caro en esta materia. Resultado de este esfuerzo, fue el Reglamento de las VUTs de las
Prefecturas de Departamento, aprobado mediante D.S. 24776 de 31 de julio de 1997.
Esta norma, entre otras materias, estableció el alcance de la competencia de las Prefecturas de
Departamento en materia de Propiedad Industrial y Derecho de Autor, las normativas aplicables,
el funcionamiento de un sistema nacional de aplicación conformado por una instancia nacional y
por las Prefecturas, así como un procedimiento coordinado e informativizado, que debía dar lugar
a una Red Nacional y Base de Datos y, como novedad, la publicación de un Boletín especial para
la Propiedad Industrial.
Este Reglamento, que indudablemente incorporaba criterios de ordenamiento y claridad
normativa, procesal e institucional para el funcionamiento descentralizado de los regímenes de
Propiedad Industrial y de Derecho de Autor, se dictó lamentablemente en forma tardía, en los
últimos días de una gestión gubernamenta, habiendo quedado sin ninguna aplicación y solo como
un referente del importante esfuerzo de institucionalizar la administración descentralizada de
estos regímenes.

3.3.4. RETORNO AL NIVEL NACIONAL (LOPE)


El 17 de septiembre de 1997 se promulgó la Ley 1788, Ley de Organización del Poder Ejecutivo
(LOPE), en cuyo marco se modificó sustancialmente el manejo institucional de los regímenes de
Propiedad Industrial y Derecho de Autor, sentando las bases de una clara institucionalidad y una
naturaleza y ubicación administrativa orgánicamente definidas.
En relación a los temas de nuestro análisis, se pueden precisar los avances de la LOPE, en los
siguientes aspectos fundamentales:

- Recupera la administración de los regímenes de Propiedad Industrial y Derechos de


Autor para el nivel nacional, superando una situación muy compleja derivada de su
delegación a las Prefecturas de Departamento.
- Integra, por primera vez en el país, ambos regímenes en una sola materia, la de
Propiedad Intelectual, poniendo así a tono el tratamiento nacional de esta temática con
los avances internacionales y particularmente con el ADPIC/OMC.
79

- Crea una instancia de administración nacional con una tipología institucional


claramente definida y con una jerarquía adecuada a la importancia de estas materias,
mediante la creación del Servicio Nacional de Propiedad Intelectual (SENAPI).
- Define la naturaleza institucional del SENAPI como Servicio Nacional que, si bien se
halla incorporado a la estructura de un Ministerio como un mecanismo operativo a
cargo de la administración de un régimen especializado, goza en dicha función de la
suficiente autonomía de gestión técnica, jurídica y administrativa.
- Posibilita dar efectivo cumplimiento a los acuerdos internacionales suscritos o
adheridos por el país en las materias de Propiedad Intelectual.

Por su parte, el Decreto Reglamentario de la LOPE, D.S. 24855 de 23 de septiembre de 1997, en


cumplimiento a lo previsto por la LOPE en cuanto a que la organización y funcionamiento de los
Servicios Nacionales debía ser determinada mediante decreto supremo, establece que para cada
Servicio Nacional debería ser dictado un Decreto Supremo específico en el plazo máximo de un
año.
En cumplimiento de este plazo, el 4 de Septiembre de 1998 fue dictado el Decreto Supremo
25159 con el objeto específico de “…..establecer la organización y funcionamiento del Servicio
Nacional de Propiedad Intelectual, en el marco de la Ley 1788 de 16 de septiembre de 1997, Ley
de Organización del Poder Ejecutivo (LOPE), sus disposiciones reglamentarias y los convenios
internacionales y de integración de los que Bolivia forma parte” (Art. 1). Los principales
contenidos del D.S. 25159 serán presentados más adelante, puesto que aún constituye la norma
principal en cuanto a su operativa institucional.
Se consolidaba así el arranque institucional del SENAPI como la autoridad nacional competente
en esta materia, sobre bases normativas y operativas definidas para la administración del régimen
de Propiedad Intelectual en forma ya integrada, al haber incorporado a la ex Dirección General de
Derecho de Autor desde el área del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes.
En consecuencia, a partir de 1998, el país se dota, por fin, de una adecuada estructura
institucional destinada a la administración integral de la Propiedad Intelectual, con la sola
excepción de dos aspectos, los relativos a las obtenciones vegetales y .al acceso a los recursos
genéticos, que por su alta especialización técnica y su compatibilidad con otras áreas de
80

competencia institucional, quedaron bajo dependencia del Ministerio de Agricultura y del


Ministerio de Desarrollo Sostenible, respectivamente.
Con este instrumental normativo e institucional, el SENAPI inicio el desarrollo de sus
actividades y era previsible que alcanzara, por la importancia y actualidad de los regímenes que
administra, un gran potencial institucional. Si lo logró es otra cuestión, que será analizada a su
tiempo.

3.3.5. DISPOSICIONES RECIENTES (13)


A partir del cambio de administración gubernamental en agosto de 2002, se introdujeron cambios
a la organización de Poder Ejecutivo, en principio a través de un nuevo Decreto Reglamentario a
la LOPE y posteriormente se adoptó una nueva y sustitutiva Ley de Organización del Poder
Ejecutivo, también denominada LOPE, mediante la Ley 2446 de 19 de marzo de 2003, así como
su Reglamento aprobado por D.S. 26973 de 27 de marzo de 2003.
Las características principales de este nuevo régimen, particularmente en relación a nuestro tema
de estudio, son las siguientes:

Ley 2446 de 19 de marzo de 2003 (Nueva LOPE)


La Ley no hace referencia expresa a la naturaleza ni ubicación institucional de los Servicios
Nacionales, salvo una mención muy escueta expresada en su Artículo 7, cuando establece que
“Además de los Servicios Nacionales creados o cuyo funcionamiento esté regulado por ley
expresa, el Poder Ejecutivo podrá, por Decreto Supremo, crear Servicios Nacionales, definiendo
sus competencias y su carácter desconcentrado o descentralizado”
Complementariamente, entre las Disposiciones Transitorias, el Artículo 11, Parágrafo I,
determina que “… los Servicios Nacionales creados por la Ley 1788, que no son suprimidos
expresamente, continuaran funcionando conforme a los Decretos Supremos que determinan sus
atribuciones y funciones”.
Y cuales son los Servicios Nacionales que suprime la Ley ? En las Disposiciones Finales la Ley
dispone la supresión del Servicio Nacional de Defensa Civil, del Servicio Nacional de Reducción
de Riesgos y del Servicio Nacional de Organización del Poder Ejecutivo.
81

Se puede entender, en consecuencia, que bajo la nueva LOPE el SENAPI mantiene su existencia
institucional como Servicio Nacional y debe seguir funcionando de conformidad a las
disposiciones del D.S. 25159 de 4 de septiembre de 1998.

D.S. 26973 de 23 de marzo de 2003


El Decreto Reglamentario de la Ley 2446 contempla algunas normas sobre la situación
institucional de los Servicios Nacionales:
- Consigna en la estructura de algunos Ministerios a los Servicios Nacionales de su área,
como el caso del Servicio Nacional de Propiedad Intelectual bajo la dependencia del
Viceministro de Industria, Comercio y Exportaciones (Art. 22).
- En la parte relativa a “tipologías institucionales” (Título IV, Capítulo II, Art. 46), se
refiere a los Servicios Nacionales atribuyéndoles las siguientes características:
a) Son estructuras operativas de los Ministerios, responsables de la administración de
regímenes específicos, con competencia nacional.
b) Su organización y funcionamiento es establecida por Decreto Supremo.
c) Definen los asuntos de su competencia mediante Resolución Administrativa.
d) Son Instituciones Públicas Desconcentradas

Todas estas características institucionales siguen la misma pauta que establecía la antigua LOPE
(Ley 1788), con la única diferencia que se atribuye a los Servicios Nacionales la naturaleza
institucional de Instituciones Públicas Desconcentradas. Es preciso, por tanto, identificar cual es
esta nueva tipología en la cual deben enmarcarse los Servicios Nacionales, la misma que se la
encuentra descrita en el Artículo 45 del D.S. 26973, que literalmente expresa:

“I. Las Instituciones Públicas Desconcentradas son establecidas mediante Decreto Supremo. Son
personas jurídicas de derecho público. No cuentan con patrimonio propio, el cual pertenece al
Ministerio del área. Tienen autonomía de gestión administrativa, legal y técnica. Dependen del
Ministro del área. No están dirigidas por un Directorio y se organizan de la siguiente manera:
a) El Ministro es la máxima instancia
82

b) El Director General ejerce la representación legal y tiene responsabilidad de


Máxima Autoridad Ejecutiva. Debe ser designado mediante Resolución Suprema”

D.S. 27131 de 14 de agosto de 2003


Por último, es necesario registrar una última disposición que afecta o involucra la situación
institucional del SENAPI. Se trata del Decreto Supremo 27131 de fecha 14 de agosto de 2003.
Este Decreto Supremo ha sido dictado con el objeto de establecer la naturaleza institucional de
varias entidades que se encuentran bajo dependencia del Ministerio de Desarrollo Económico,
figurando entre ellas el Servicio Nacional de Propiedad Industrial, (SENAPI) (Art.1).
Con este propósito y en función de su reordenamiento institucional, el D.S. 27131 dispone que
las instituciones CEPROBOL, SAT, IBMETRO, SIVEX, OBA, INBOPIA, UPC y SENAPI
tendrán, a partir de la fecha de su publicación, la naturaleza institucional de institución pública
desconcentrada, bajo dependencia del Ministerio de Desarrollo Económico, en el marco de lo
dispuesto por el Artículo 45 del D.S. 26973, quedando sus normas específicas adecuadas a lo
dispuesto en el Decreto Supremo (Art. 3,I ).
En igual forma, se establece que todas las instituciones citadas conformarán la Red de Fomento
Productivo y Promoción de Exportaciones, creada por el D.S. con el objetivo de proporcionar
servicios de información, conexión y articulación a los agentes económicos de forma coherente e
integrada (Arts. 3 y 2).
Posteriormente y en relación a la organización de las instituciones desconcentradas de la Red de
Fomento Productivo y Promoción de Exportaciones, se dispone que cada institución será
conducida por un Director General Ejecutivo, según lo establecido en el Parágrafo I del Artículo
17 del D.S. 27066 de 6 de Junio de 2003, con excepción del Servicio Nacional de Propiedad
Intelectual que mantiene las características establecidas en el Artículo 46 del Secreto Supremo
26973.
Para aclarar la referencia normativa al D.S. 27066 y a su Artículo 17, Parágrafo I, se señala que
mediante esta disposición se modificó el inciso b) del Parágrafo I del Artículo 45 del D.S. 26973,
estableciendo que: ” El Director General Ejecutivo ejerce la representación legal y tiene la
83

responsabilidad de Máxima Autoridad Ejecutiva. Debe ser designado mediante Resolución


Suprema”.
Como inferencia normativa de todo lo anterior, en definitiva se tiene lo siguiente:
- La Ley 2446 permite que el SENAPI, como Servicio Nacional creado por la Ley 1788,
continué funcionando conforme a los Decretos Supremos que determinan sus atribuciones
y funciones.
- El D.S. 26973, Reglamentario de la nueva LOPE, dispone en forma general que los
Servicios Nacionales son Instituciones Públicas Desconcentradas, sujetas a las
características institucionales definidas por su Art. 45, tipología que alcanza al SENAPI.
- El D.S. 27131, ratifica esta naturaleza institucional, de Institución Pública
Desconcentrada para varias entidades dependientes del Ministerio de Desarrollo
Económico, entre las que se halla el SENAPI.
- No obstante, el mismo D.S. 27131, en lo relativo a Organización exceptúa al SENAPI,
disponiendo que el mismo mantiene las características establecidas en el Artículo 46 del
D.S. 26973, o sea como Servicio Nacional.
- Se da en consecuencia la situación confusa y contradictoria que el SENAPI, para unos
efectos como el de su naturaleza o tipología institucional, es una Institución Pública
Desconcentrada , y para otros efectos como el de su organización, sigue manteniendo las
características de un Servicio Nacional.

3.3.6. ACTUAL ÓRGANO NACIONAL COMPETENTE (SENAPI)


La principal autoridad nacional de aplicación de los regímenes comprendidos en la Propiedad
Intelectual es el SENAPI, cuyo perfil institucional es el siguiente:

Denominación
Servicio Nacional de Propiedad Intelectual (SENAPI)

Naturaleza Institucional
Al presente, el SENAPI es una Institución Pública Desconcentrada bajo dependencia del
Ministerio de Industria, Comercio y Exportaciones. En consecuencia, es una persona jurídica de
derecho público, no cuenta con patrimonio propio, tiene autonomía de gestión administrativa,
84

legal y técnica (Art. 45 D.S. 26973). No obstante, en cuanto a su organización, mantiene las
características institucionales de un Servicio Nacional (Art. 4 D.S. 27131 y Art. 46 D.S. 26973).

Misión Institucional
Administra el régimen de Propiedad Intelectual, aplicando las normas de propiedad industrial y
derecho de autor, a cuyo efecto es la autoridad nacional competente en esta materia (Art. 3 D.S.
25159)

Régimen Legal
El SENAPI administra y aplica el ordenamiento jurídico nacional, los convenios internacionales
suscritos o adheridos por el país y las normas comunitarias andinas en materia de propiedad
intelectual.
En cuanto a su organización y funcionamiento, el SENAPI se halla regulado por las siguientes
disposiciones:
- Ley de Organización del Poder Ejecutivo (Ley 2446 de 19 de marzo de 2003).
- Decreto Supremo 26973 de 27 de marzo de 2003 (Reglamento de la LOPE).
- D.S.25159 de 4 de septiembre de 1998, regula la organización y funcionamiento del
SENAPI, Este instrumento se dictó en el marco de la anterior LOPE, sin embargo se sigue
aplicando en virtud de lo dispuesto por el Artículo 11 de la Ley 2446.
- D.S. 27131 de 14 de agosto de 2003, define una nueva naturaleza institucional para el
SENAPI.

Principales Áreas de Gestión


Las actividades del SENAPI se desarrollan en dos principales áreas de gestión: la Propiedad
Industrial y el Derecho de Autor y Derechos Conexos (Art. 7, D.S. 25159).
1) La Propiedad Industrial comprende los signos distintivos (marcas de fábrica y servicios,
marcas colectivas, nombres y lemas comerciales, rótulo de establecimiento,
denominaciones de origen); las invenciones y nuevas tecnologías (inventos, modelos de
85

utilidad, diseños industriales, esquema de trazados (topografías), los circuitos integrados;


secretos industriales y comerciales (información no divulgada).
2) El Derecho de Autor y Derechos Conexos, comprenden las obras literarias, artísticas y
científicas, así como los programas de computador (Software).

Atribuciones
Las atribuciones asignadas al SENAPI, según el D.S. 25159, son las siguientes:
a) Otorgar derechos de exclusiva, brindar protección y seguridad jurídica a los titulares de
derechos de propiedad intelectual.
b) Velar por el cumplimiento de las disposiciones legales y convenios internacionales, en
materia de propiedad intelectual y su protección.
c) Recibir, procesar, registrar, conceder o denegar derechos de propiedad intelectual.
d) Llevar y mantener los registros nacionales de derechos de propiedad intelectual.
e) Coordinar la ejecución de las estrategias, políticas, planes y programas para el desarrollo
de la protección de los derechos de propiedad intelectual.
f) Representar al país, por encargo del Gobierno, en todas las negociaciones nacionales e
internacionales sobre la materia, en coordinación con el Ministerio de Relaciones
Exteriores y Culto.
g) Publicar todas las solicitudes de registro, notificaciones y resoluciones sobre propiedad
intelectual, en la Gaceta Oficial de Bolivia.
h) Elaborar y proponer proyectos normativos relativos a la propiedad intelectual.
i) Conocer y resolver los procesos de oposición, anulación, cancelación, conciliación y
arbitraje, sobre los derechos de propiedad intelectual.
j) Conocer, resolver y sancionar administrativamente las infracciones sobre derechos de
propiedad intelectual.
k) Coordinar con las autoridades administrativas y judiciales la aplicación oportuna de
medidas cautelares en defensa de los derechos de propiedad intelectual.
l) Promover, en el área de su competencia, el desarrollo normativo y la transferencia
tecnológica en coordinación con las universidades, sector industrial , centros académicos
y de investigación tecnológica del país.
86

m) Promover una activa participación de las organizaciones que representen a los titulares de
los derechos de propiedad intelectual, a fin de establecer mecanismos de coordinación y
cooperación para una mejor protección de sus derechos.

Estructura Orgánica
El SENAPI, de acuerdo al Artículo 10 del D.S. 25159, tiene los siguientes niveles de
organización técnico-administrativa:

Nivel de Dirección: Director del Servicio Nacional

Nivel de Coordinación: Consejo Técnico

Nivel Asesoramiento: Asesor General

Nivel de Control: Auditor Interno

Nivel Ejecutivo Operativo: Directores Técnicos de:

- Propiedad Industrial

- Derechos de Autor

- Sistemas e Información

Nivel de Apoyo Ejecutivo: Director Administrativo

Director Jurídico

Nivel Desconcentrado: Directores Distritales

Sistema de Desconcentración
Según el D.S. 25159, el SENAPI debe funcionar bajo el concepto de Sistema Nacional, con un
órgano rector y central, constituido por la Dirección del Servicio Nacional, y con unidades
operativas en las Capitales de Departamento.
87

El órgano nacional del SENAPI, debe otorgar los derechos de propiedad intelectual y llevar los
registros nacionales por tipo de derechos, teniendo, asimismo, la responsabilidad de la
coordinación general del sistema.
Las unidades operativas, con nivel de Direcciones Distritales, deben operar en las capitales de
Departamento, como encargadas de recibir solicitudes, de realizar la correspondiente verificación
de forma y remitir a la Dirección del SENAPI, para su subsiguiente procesamiento y publicación.
Asimismo, deben realizar el seguimiento de los trámites hasta la conclusión de los mismos,
asistiendo a los interesados y promoviendo la necesaria difusión sobre los procedimientos que
deben observar los usuarios en materia de propiedad intelectual.

Sistema Informático
El Sistema Informático del SENAPI debe tener una cobertura a nivel nacional, y estar conectado
vía módem u otro medio más óptimo, para la transmisión de información desde las Direcciones
Distritales a la red central de la ciudad de La Paz.
Los archivos y registros nacionales estarán concentrados en la Dirección Nacional del SENAPI,
los que serán alimentados por las Direcciones Distritales, recibiendo éstas a su vez la información
que sea requerida del archivo central para efectos de búsqueda. El SENAPI, en la medida del
funcionamiento del Sistema Informático y la implantación de las Direcciones Distritales, debe
conferir mayores atribuciones y capacidad resolutoria a las Direcciones Distritales.

Régimen Económico

Las principales fuentes de financiamiento del SENAPI son las siguientes:

- Las asignaciones presupuestarias del Tesoro General de la Nación (TGN).

- Recursos propios, provenientes de la venta de servicios, conforme a Reglamento.

- Donaciones o financiamiento obtenido de la cooperación internacional.

Régimen Administrativo

La administración del SENAPI, se halla sujeta a los Sistemas de Administración y Control


(SAFCO) establecidos por la Ley 1178 y las normas básicas formuladas para cada uno de estos
Sistemas.
88

Los funcionarios del SENAPI son servidores públicos y se hallan sujetos a las normas y
procedimientos del Sistema de Administración de Personal, en el marco de la Ley 1178.

Sistema Normativo

La Dirección Nacional del SENAPI, en el marco de su competencia, tiene la potestad de emitir


Resoluciones Administrativas específicas para su cumplimiento en el ámbito nacional (Art. 32,
D.S. 25159).
En cuanto a su funcionamiento y procedimientos de gestión, el SENAPI debe sujetarse a un
Reglamento Interno, que debía ser elaborado en el plazo de 120 días a partir de la fecha de
emisión del D.S. 25159 y aprobado por Resolución Ministerial del Ministerio de Desarrollo
Económico. En igual forma y en el mismo plazo debían haberse aprobado los Reglamentos
Específicos de la Ley 1178, así como los Manuales de Funciones, de Procedimientos y del
Usuario.
En el ámbito de la presente investigación, se tiene constancia sólo de la aprobación, mediante
Resolución Ministerial N° 04 de 15 de enero de 2003, del Reglamento Específico para el Sistema
de Contabilidad Gubernamental Integrada.

3.3.7. COMPETENCIA INSTITUCIONAL EN OTROS ASPECTOS DE LA


PROPIEDAD INTELECTUAL
Existen algunas áreas de la Propiedad Intelectual que al presente pertenecen al ámbito de
competencia de instituciones públicas diferentes al SENAPI, como las siguientes:

Certificación de los Derechos de los Obtentores Vegetales


En esta materia, así como en la administración del Régimen Común establecido por la Decisión
345 de la Comunidad Andina, la autoridad u órgano nacional competente es el Programa
Nacional de Semillas, cuya naturaleza institucional no tiene una tipología definida pero se halla
en el ámbito del Ministerio de Agricultura.

Acceso a los Recursos Genéticos


89

La autoridad nacional competente en esta materia, así como en la administración del Régimen
Común establecido por la Decisión 391 de la Comunidad Andina, es el Ministerio de Desarrollo
Sostenible, a través del Viceministro de Recursos Naturales y Medio Ambiente.

Defensa de los Derechos de Propiedad Intelectual


En virtud del D.S. 24581 de 15 de agosto de 1997, se creó el Comité Interinstitucional de
Protección y Defensa de la Propiedad Intelectual, con el objetivo de delinear políticas y
estrategias orientadas a una efectiva defensa de los derechos de propiedad intelectual. Este
Comité era de naturaleza mixta por la participación de entidades públicas y privadas vinculadas a
este tipo de derechos.
No obstante, esta figura fue superada por lo dispuesto en los Artículos 91 y 93 del Decreto
Supremo 26772 de 15 de agosto de 2002 (Norma Reglamentaria a la Ley de Organización del
Poder Ejecutivo) los que determinan que los Consejos u otras instancias de coordinación con
participación del sector privado, se adecuen a la nueva tipología establecida y que, en caso de no
existir Consejo Interinstitucional, se podrán conformar comisiones para concertar y coordinar
asuntos específicos.
En este marco y mediante Resolución Ministerial N° 268 de 31 de octubre de 2002, emitida por
el Ministerio de Desarrollo Económico, se estableció la Comisión Departamental de Defensa de
los Derechos de Propiedad Intelectual, con “... la finalidad de abrir espacios de diálogo y
coordinación entre el Gobierno y las organizaciones económicas y sociales para concertar
políticas, lineamientos de acción y negociaciones externas, sobre aspectos y temas en los cuales
sea necesario adoptar medidas o establecer posiciones respecto a la propiedad intelectual”.
Esta Comisión se halla presidida por el Ministro de Desarrollo Económico e integrada por las
siguientes instituciones:
- Servicio Nacional de Propiedad Intelectual
- H. Alcaldía Municipal de La Paz
- Prefectura del Departamento de La Paz
- Corte Superior de Distrito de La Paz
- Fiscalía de Distrito de La Paz
- Servicio de Impuestos Nacionales
- Comando General de la Policía Nacional
90

- Dirección Nacional de la Policía Técnica Judicial


- Dirección Departamental de la Policía Técnica Judicial
- Aduana Nacional
- Asociación Boliviana de Propiedad Industrial
- Asociación Boliviana de Productores fonográficos
- Asociación Boliviana de Autores y Compositores
- Asociación Boliviana de Artistas e Interpretes Ejecutantes de Música
- Cámara Boliviana del Libro
- Consejo Nacional del Cine
Pueden adscribirse a la Comisión otras instituciones y titulares de derechos, acreditando
personería ante el SENAPI, el que actúa como entidad Coordinadora
91

IV. OBSERVANCIA, EVALUACIÓN Y CONCLUSIONES

Esta parte del Estudio se halla destinada al análisis de la observancia o del efectivo cumplimiento
de la normativa existente en materia de Propiedad Intelectual en el país; a la evaluación de la
suficiencia o insuficiencia del equipamiento normativo en esta materia, así como del desempeño
institucional del órgano nacional competente, para concluir con la formulación de criterios, a
guisa de recomendaciones o sugerencias, respecto a posibles acciones que se deberían adoptar
para promover un adecuado cumplimiento y desarrollo de la Propiedad Intelectual en Bolivia.

4.1 OBSERVANCIA
Se busca determinar el nivel de “observancia” de los regímenes de Propiedad Intelectual,
traducida en el grado de cumplimiento efectivo que presenta su aplicación por parte del Estado y
su asimilación por la sociedad.
Para este propósito y a fin de esquematizar el análisis, se considera adecuado pasar revista a cada
una de las principales áreas de la Propiedad Intelectual.

4.1.1 PROPIEDAD INDUSTRIAL


En esta área el nivel de aplicación de la normativa es básico, si bien funciona el sistema lo hace
en condiciones limitadas, sin haberse logrado una plena e integral y eficiente aplicación.
En el área de patentes o privilegios industriales, la generación de innovaciones tecnológicas y por
tanto el registro de patentes de origen local es relativamente escaso, que puede explicarse por el
mismo nivel de desarrollo industrial y tecnológico del país, pero agravado por la marginalidad
institucional en la que se mantiene este régimen.
Entre los aspectos particulares de este régimen, resalta la precaria capacidad de búsqueda que
hace difícil el propio análisis para establecer el carácter inventivo frente al estado de la técnica,
teniendo que depender de información externa para este fin, situación que indudablemente puede
mejorar en el futuro por la reciente adhesión de Bolivia al PTC.
El procesamiento de solicitudes y concesión de patentes, es objeto en general de una tramitación
compleja y morosa, por sus etapas, el proceso de búsqueda y la exagerada tardanza en el
procedimiento de publicación a objeto de la oponibilidad por terceros. No obstante, el trámite
92

pese a su pesadez burocrática se desenvuelve y concluye administrativamente con la concesión y


registro del título representativo del derecho respectivo.
En cuanto a la garantía de respetabilidad de los derechos amparados por una patente, la
protección en la vía administrativa -que podría ser más expeditiva- es casi nula, debiéndose
acudir a la vía jurisdiccional, con todas las complicaciones que esto implica. No obstante, en el
área de patentes es relativamente menor la usurpación de patentes registradas.
Por otra parte, la coexistencia de varios regímenes normativos, si no es un obstáculo en si,
complica por lo menos una adecuada aplicación. La aplicación, si bien residual, de la Ley de
Privilegios Industriales de 1916 conjuntamente la Decisión 486 de la Comunidad Andina, crea
figuras como la aplicación preferente de la ley local a sola petición del solicitante o criterio de la
autoridad, según se acomode mejor al caso, afectando una aplicación uniforme y común de la
norma. Otro efecto de esta duplicidad normativa, es que al no contarse con instrumentos
reglamentarios de la Decisión 486, resulta que el régimen andino, pese a su actualidad e
integralidad, no se halla operativizado adecuadamente en su aplicación.
En relación a las Marcas y Signos Distintivos la situación es más compleja en cuanto el universo
es mayor y más diverso. El registro de marcas se procesa y concede aplicando también un
dualismo normativo, ya que la Ley de Marcas de 1918 y la Decisión 486 se aplican en forma
superpuesta o supletoria. En realidad al tratarse la norma andina de un régimen más estructurado
y actualizado, se aplica a mayor número de situaciones; sin embargo, a solicitud de parte o
merced al criterio de la autoridad, se siguen aplicando normas del antiguo régimen si se
acomodan mejor al caso concreto.
En la misma operativa, un primer aspecto que se puede comentar es el relativo a las reservas de
nombre, homonimias y semejanzas respecto a marcas ya registradas, caso en el cual existen
limitaciones en el procesamiento de información que no permiten una capacidad de respuesta
oportuna ante la eventualidad de superposición de nombres, denominaciones y signos. En igual
forma, el trámite de oposiciones es moroso y se halla sujeto a la publicación de las solicitudes en
la Gaceta Oficial de Bolivia, la que efectúa estas publicaciones con mucho retraso. Al presente
existe una acumulación de expedientes no resueltos que datan desde los primeros años de la
década de los noventa, representando un grave problema de denegación de justicia
administrativa.
93

Otro elemento de dilación en los trámites, es una innecesaria intervención del Ministerio Público
(Fiscal en materia administrativa), lo que ha originado, por la demora del conocimiento fiscal la
alarmante acumulación y rezago de expedientes sin despacho.
Registrada la marca, un problema que implica riesgo de seguridad jurídica, es la reducida
capacidad de información que pueda ofrecer datos precisos y oportunos acerca de la vigencia,
transmisión y estado de los derechos, como base de sustentación para una eficaz protección.
En cuanto a la efectiva protección de los derechos sobre las marcas y los signos distintivos, si
bien se mantiene una aparente y formal validez de la vigencia de los mismos, en la realidad el
respeto a los derechos de exclusiva que otorga el registro de una marca o signo distintivo es
precario, puesto que no ha logrado garantizar este respeto en las prácticas comerciales. En un
marco predominante de economía informal, tampoco la propia sociedad ha asimilado cabalmente
la noción de exclusividad y de respeto hacía este tipo de derechos, siendo frecuente y normal que
en la oferta de bienes y servicios predomine la oferta y comercialización de productos
falsificados, que ostenta una marca original o se hallan presentados de forma tal que inducen a
engaño sobre su originalidad, procedencia o calidad.
La combinación de una situación de marginalidad económica del mercado nacional, así como la
ausencia de mecanismos eficaces de protección -los que están orientados fundamentalmente a las
acciones de carácter jurisdiccional– conforman un escenario de precariedad en la observancia del
régimen marcario.

4.1.2 DERECHO DE AUTOR Y DERECHOS CONEXOS


En esta área, que es una de las más activas de la Propiedad Intelectual, en la observancia del
régimen normativo se presenta una situación contradictoria, por una parte se debe resaltar que si
bien el procesamiento y registro de las solicitudes de derechos autorales y derechos conexos no
presentan mayores complicaciones en cuanto el trámite es relativamente simple, más accesible y
menos dilatorio, el efectivo cumplimiento y respeto de los derechos de exclusiva, por las mismas
características y el ámbito de los mismos, presenta limitaciones y factores, tanto económicos
como sociales, que impiden una adecuada protección. Entre estos factores se pueden, a título
enunciativo, mencionar los siguientes:
94

- Insistimos en el criterio que en un escenario de economía informal predominante, la


falta de formalización de los agentes económicos que actúan en el mercado no genera
las condiciones adecuadas para fiscalizar el efectivo respeto a los derechos de autor,
en ninguna de sus formas.

- En el nivel de las pequeñas empresas informales, la producción de bienes y servicios


se efectúa sin consideración y es más con desconocimiento de la protección de los
derechos de propiedad intelectual. Existen prácticas comerciales que aprovechan la
facilidad técnica de reproducir imágenes a un costo muy bajo para comercializar
públicamente y sin muchas restricciones copias o reproducciones que, no obstante su
calidad, son preferidas por el consumidor en función del precio.

- Otro factor, en si muy importante, que conspira para una adecuada protección de los
derechos de Propiedad Intelectual, es la casi generalizada desinformación sobre estas
materias. Incluso, a nivel de autoridades, jueces y fiscales, que por la naturaleza de sus
funciones se hallan vinculados a la protección de este tipo de derechos, el
conocimiento e información respecto de una aplicación efectiva de las disposiciones
pertinentes, es escaso.

- Pese a la presunción del conocimiento del ordenamiento jurídico, en la realidad el


nivel de información sobre estas materias en muy limitado o inexistente en el ámbito
general de la sociedad. Son muy reducidos los círculos profesionales y empresariales
donde, por actividad profesional o económica, existe una adecuada información sobre
los regímenes de propiedad intelectual.

En el entorno descrito, el respeto efectivo a los derechos de autor es precario y el hecho de poseer
un registro autoral no es garantía que el derecho moral y el derecho patrimonial que implica la
titularidad de este tipo de derechos se hagan efectivos y que predominen en caso de usurpación o
violación de la exclusiva del autor respecto de sus obras registradas. La reproducción indebida y
comercialización de obras musicales, literarias, artísticas o científicas y, en general, de cualquier
texto impreso o contenido en medios magnéticos o sonoros, constituye un medio de ocupación y
95

de vida de importantes sectores de la población, lo que dado el contexto de marginalidad


económica es difícil de controlar, así como la eliminación coercitiva de esta clase de actividades
implicaría un alto costo social y la desaparición de fuentes de ocupación que si bien se hallan a
nivel de subempleo, posibilitan la subsistencia de grupos poblacionales urbanos de bajos
ingresos.
Todo ello se agrava, cuando los productos son falsificados e ingresan por la vía del contrabando.
Si bien es posible afirmar que el control aduanero ha mejorado en este último tiempo, no obstante
la magnitud de este fenómeno es tal, que la comercialización pública e incluso formalizada de
bienes producidos con violación de los derechos de propiedad intelectual, está generalizada.
En materia de software, que es uno de los principales sectores de la propiedad intelectual en
mérito a su impacto en la economía de las empresas y las personas, es notable en Bolivia el uso
generalizado del denominado “software pirata”, proveniente de imitaciones y copias clandestinas
de programas que se instalan, a costos muy bajos, tanto en el ámbito familiar, empresarial e
incluso, con algunas restricciones aparentes en el sector estatal (se ironiza que si las oficinas
públicas usaran software original tendrían que retornar al uso del Word Perfect).
En todo caso, en este campo es evidente la acción desplegada por representantes legales de los
productores de programas originales, que han iniciado desde hace algún tiempo una campaña
vigorosa para reprimir a los “piratas”, contando para ello con apoyo de los fiscales y de la fuerza
pública, sin faltar algunos excesos que determinaros la crítica pública y, por tanto, la reducción
de su ímpetu inicial.

4.2 EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO INSTITUCIONAL


La evaluación del desempeño institucional estará orientada específicamente al SENAPI, por
constituir el órgano nacional competente en los regimenes centrales de la Propiedad Intelectual.
El análisis se referirá a los siguientes aspectos: a) Diseño; b) Naturaleza Institucional; c)
Organización; y d) Normas Internas y Procedimientos.

4.2.1 DISEÑO
El SENAPI fue diseñado, después de una experiencia nada exitosa que trató de bajar el manejo de
los regímenes de propiedad intelectual a nivel de las Prefecturas de Departamento. Saliendo de
esa experiencia y como resultado de un proceso de reestructuración de todo el aparato de la
96

Administración Pública, mediante la Ley de Organización del Poder Ejecutivo (LOPE) de


septiembre de 1997, se creó una entidad que pudiera actuar como órgano nacional competente en
estas materias, tanto en función de aplicación interna como de contraparte frente a los
compromisos externos, cada vez más comprensivos en estas disciplinas.
Se pensó en una organización, si bien pequeña, pero que asumiendo un nuevo status institucional
muy superado del que tradicionalmente tuvo, pudiera encarar con solvencia y modernidad el
desarrollo de una temática tan importante, particularmente en función del sector externo.
Para ello, el diseño partió de una visión integradora de toda la temática de la propiedad
intelectual, objetivo que se cumplió salvo en dos temas, el obtentor vegetal y el acceso a recursos
genéticos, que por su alta especialización se atribuyó su manejo a otras entidades. En igual
forma, se concibió como fundamental el basar la gestión en un sistema informativizado que
permitiera el procesamiento y almacenamiento de datos en forma computarizada, convirtiéndose
en un avance de lo que posteriormente puede ser el e-gobierno.
Por último, se concibió, si bien un sistema centralizado en cuanto a las decisiones, una estructura
que fuera funcional, altamente descentralizada por la autonomía de su gestión técnica y altamente
desconcentrada por su cobertura espacial, que debía llegar a las principales regiones o
departamentos del país.
El arranque institucional fue auspicioso, en un momento que la temática cobraba gran
importancia y actualidad por la reciente aprobación del ADPIC en el marco de la OMC y que se
acentuaban los compromisos internacionales para el desarrollo armonizado de la Propiedad
Intelectual. Sin embargo, de inicio la entidad fue víctima del cuoteo político –mal endémico de
la institucionalidad boliviana- sometiéndola al mismo tratamiento de improvisación, ineficiencia
e inestabilidad funcionaria; no se la informativizó, desperdiciando la predisposición de
cooperación de agencias internacionales que apoyan el fortalecimiento institucional en muchas
otras áreas, quizá de menor trascendencia.
En resumen, no se descentralizó técnicamente ni se desconcentró regionalmente y la entidad fue
víctima de las designaciones políticas que tienen la virtud de convertir a las instituciones en
botines supeditando sus decisiones a interferencias y mandatos de esa naturaleza, no se capacita
al personal por la misma ausencia de estabilidad funcionaria.
Todo este proceso, derivó en un perfil institucional de baja estatura, de actuación casi ignorada y
de una ineficiencia generalizada que actúa por inercia. No obstante, es de destacar que en esta
97

última etapa en la cual, por primera vez, se hizo una designación ejecutiva de orden técnico, se
nota preocupación por avanzar institucionalmente pese a las dificultades que una gestión técnica
tiene en el entorno político circundante.

4.2.2 NATURALEZA INSTITUCIONAL


El SENAPI nació como un Servicio Nacional, con una naturaleza institucional definida como
desconcentrada del Ministerio de Desarrollo Económico, con autonomía de gestión técnica y
jurídica.
En relación a las anteriores ubicaciones institucionales de la Propiedad Intelectual (Departamento
del MICT o parte de las Ventanillas Únicas de las Prefecturas de Departamento), la jerarquía
institucional que le asigna la LOPE de 1997 al SENAPI, significó un avance importante. No se
olvide que los sistemas de Impuestos Internos y la Aduana Nacional tenían, en ese momento, la
misma naturaleza institucional como Servicios Nacionales.
La condición de Servicio Nacional, sin ser óptima dada la importancia de la materia, pudo
permitir al SENAPI obtener una proyección institucional de un órgano eficiente y moderno y ser
elegible para cualquier programa de fortalecimiento con financiamiento externo, que le
posibilitara una alta capacidad de gestión.
Al presente –como ya se anotó antes- la naturaleza institucional del SENAPI es ambigua y dual,
puesto que cambió su status para algunos efectos a la de Institución Desconcentrada, pero para
otros efectos, como la tipología de su nivel directivo, sigue siendo la de Servicio Nacional. Para
colmo esta modificación no tomó en cuenta que ya todos los Servicios Nacionales son, por
mandato de la norma, instituciones desconcentradas.
En este marco de confusión sobre su situación institucional, lo que si es evidente que al presente
el SENAPI es una entidad con total sujeción y dependencia de un Viceministerio.

4.2.3 ORGANIZACIÓN
La LOPE de 1997 diseño un modelo de gestión basado en la diferenciación e interactuación de
cinco niveles organizacionales: Decisión; Operativo – Técnico; Administración; Función
Jurídica; y Apoyo Administrativo.
El SENAPI si bien en su norma constitutiva se hallaba estructurado siguiendo el modelo general
de organización, actualmente no cumple con los parámetros de esta estructura, por lo siguiente:
98

El nivel decisorio se halla ejercitado por un Director del Servicio y no por Director Ejecutivo
como correspondería a su nueva naturaleza jurídica de Institución Desconcentrada, al igual que
las entidades similares del sector.
En el mismo sentido, no existen los niveles desconcentrados que deberían estar constituidos por
Directores Distritales ya que, a excepción de un funcionario que actúa como representante en las
ciudades de Santa Cruz y Cochabamba, el SENAPI no se halla desconcentrado en la acepción
pura del término.
A nivel operativo interno, la estructura se halla entremezclada entre Direcciones de área técnica,
de administración y de función jurídica. Existe únicamente una división primaria entre las dos
áreas principales, Propiedad Industrial y Derecho de Autor, sin que los diferentes aspectos de
ambas se hallen representados orgánicamente para un mejor manejo técnico. En el área de
Propiedad Industrial, por ejemplo, existen como simples divisiones materias tan complejas y de
un desarrollo tal que son consideradas como verdaderas disciplinas autónomas, como las áreas
relativas a Patentes y a Signos distintivos. En el área de Derecho de Autor y Conexos, solo existe
una Unidad de Registro para cubrir una materia tan diversa.
En relación a la función jurídica, en vez de unidades que cubran la asesoría y la gestión por
separado, solo existe un cargo de profesional Abogado que se halla orientado mayormente a la
parte jurídico – administrativa, sin actuar en lo técnico ni siquiera en los trámites de oposición.
En cuanto al nivel de Administración, que en el modelo de gestión pública vigente se halla
concebido fundamentalmente para aplicar los diferentes sistemas de administración y control
(SAFCO), en el caso del SENAPI la Dirección Administrativa no ha pasado de ser una simple
jefatura de personal y de servicios.

4.2.4 NORMAS INTERNAS Y PROCEDIMIENTOS


Pese a la obligatoriedad, establecida por la Ley SAFCO y sus normas complementarias, el
SENAPI no cuenta con Reglamentos Específicos para los Sistemas de Administración y Control,
salvo el Sistema de Contabilidad Integrada. Se requiere, por tanto, contar con los Reglamentos
Específicos de Programación Operativa; Organización Administrativa; Bienes y Servicios;
Administración de Personal; Presupuesto, etc., debidamente aprobados y homologados por el
Órgano Rector de estos Sistemas.
99

En relación a su organización interna, en forma coincidente a la preparación del presente informe,


el SENAPI había iniciado un proceso interno para la elaboración de un Manual de Organización
y Funciones, instrumento básico para la organización de sus tareas.
En cuanto al ejercicio de sus competencias técnicas, no existen dispositivos o normas
reglamentarias de los regímenes legales que administra y aplica, particularmente se nota esta
carencia respecto a los Regímenes Andinos (Decisión 486 y 351), lo que dificulta la
instrumentación operativa de sus normas que, en gran medida, son de naturaleza sustantiva. La
falta de procedimientos internos que guíen la tramitación de las solicitudes de derechos, en
relación a pasos y tiempos burocráticos, se constituye en uno de los problemas principales para la
observancia de estos regímenes.
Por último, en relación a una necesaria y completa información que deben tener los usuarios del
sistema, solicitantes y titulares de los derechos, no existe, fuera de un sitio Web con información
muy escueta, medios o materiales informativos destinados a informar y guiar a los actores de la
Propiedad Intelectual en la obtención, registro y protección de sus derechos, y menos se cuenta
con algún material de promoción o difusión orientado a formar en la sociedad y entre los actores
económicos una cultura de respeto a los derechos de propiedad intelectual.

4.3 CONCLUSIONES
A lo largo del Estudio se ha llegado, implícitamente, a formular muchas conclusiones
particularmente referidas a la evolución de las materias de la Propiedad Intelectual en Bolivia, a
las características de aplicación y observancia de los regímenes normativos vigentes, así como al
desempeño de los órganos nacionales de aplicación. Por tanto, en el presente Capítulo, el análisis
estará orientado con visión prospectiva, es decir a la formulación de criterios que, a nuestro
juicio, podrían constituir la base de acciones necesarias para el fortalecimiento y una efectiva
aplicación de las normas de propiedad intelectual y el respeto de los derechos que se derivan de
estos regímenes legales.
En consecuencia, nuestras conclusiones serán ante todo sugerencias y recomendaciones con
sentido propositivo, algunas para lo inmediato y otras para el mediano plazo. Estas propuestas
estarán referidas a aspectos centrales del problema como: a) Aspectos de Legislación; b)
Proyecciones Institucionales; y c) Promoción y Difusión.
100

4.3.1. ASPECTOS DE LEGISLACIÓN


4.3.1.1. SUFICIENCIA
La legislación actual, si bien dispersa, es suficiente es cuanto contempla los aspectos generales
correspondientes a las diferentes áreas de la Propiedad Intelectual, en forma similar al alcance
que presentan la mayor parte de las legislaciones de la región, salvo algunos casos específicos no
contemplados en las normas nacionales, como el relativo a información empresarial no divulgada
que, por su naturaleza confidencial no puede ser utilizada sin autorización por terceros.
Sin embargo, con la vigencia y aplicación adecuada de los regímenes de la Comunidad Andina,
mas el marco mayor de la normativa contenida en el ADPIC, Bolivia o cualquier otro país
andino, tienen los mecanismos de legislación sustantiva necesarios para un efectivo desarrollo
normativo en estas materias. Lo que sí es perentorio reglamentar estas normas, estableciendo
condiciones para su aplicación acordes a la estructura y características de cada realidad
institucional y jurídica.
En realidad, en el aspecto relativo a la suficiencia de normas, no tendría sentido emitir una nueva
legislación que sea repetitiva de las normas sustantivas que ya están contempladas en los actuales
regímenes vigentes. Una legislación tipo el Código que se venía preparando por las autoridades
de anteriores administraciones, no haría otra cosa que duplicar normas ya existentes y quizá, al
menos en el caso de las normas andinas y del ADPIC, con mayor jerarquía normativa, al tratarse
de normas supranacionales en el primer caso y de convenios o tratados internacionales en el
segundo.
Lo que sí, sería conveniente, es superar la actual duplicidad normativa entre las antiguas leyes
nacionales y los regímenes comunes que son mas integrales y actuales. Esto se podría lograr
fácilmente mediante la abrogación de la normativa nacional, vigente desde comienzos del siglo
pasado.
Por último, en cuanto a la suficiencia de normas, se debe cuidar que cualquier normativa que se
adopte o se siga aplicando deba tener un adecuado grado de cumplimiento y observancia. Se
puede tener la mejor legislación, pero si la misma solo tiene una vigencia nominal y no se aplica
con efectividad, el problema es peor ya que significaría tender un velo de apariencia que encubra
una realidad distinta.
101

4.3.1.2. APLICACIÓN DE LOS REGÍMENES COMUNES DE LA COMUNIDAD


ANDINA
Los regímenes comunes andinos, como ya se explicó, tienen actualmente en Bolivia una
aplicación real, salvo las dificultades reglamentarias ya mencionadas. Y esta aplicación que ha
sustituido en gran medida a la legislación nacional, deriva de su naturaleza de normas
comunitarias de carácter supranacional, en cuya virtud obligan y son vinculantes en forma directa
y su aplicación prevalece respecto a las normas de derecho interno.
Esta naturaleza supranacional, si bien constituye una gran ventaja y garantía en cuanto a la
estabilidad normativa, puesto que cualquier modificación no puede ser unilateral sino el resultado
del consenso de todos los países miembros, confieren a esta normativa horizontes de largo plazo
y una adecuada seguridad jurídica.
No obstante, en el caso de Bolivia, por razones de tipo constitucional pueden existir
cuestionamientos en relación a su validez y supremacía respecto del ordenamiento nacional. Y es
que, si se interpreta literalmente el Artículo 30 de la Constitución Política del Estado que
establece que los Poderes Públicos no pueden delegar las atribuciones que la Constitución les
otorga, y se acepta que las normas supranacionales son, precisamente, resultado de la delegación
de potestades e incluso soberanía por parte de los países en órganos comunitarios o
supranacionales que, en virtud de esta delegación, asumen la competencia legislativa en
determinadas áreas o sectores que son motivo del proceso de integración, no puede menos que
notarse que existe una contradicción.
En consecuencia, la prohibición que señala el Artículo 30 de la Constitución Política del Estado,
en el supuesto que existieran intereses encontrados puede ser potencialmente fuente de un
conflicto normativo, ya que en algún momento se podría impugnar o demandar la validez de estas
normas como una trasgresión a la Constitución.
Remediar lo anterior y prevenir una situación, que bien no se puede dar pero que implica el
riesgo de un conflicto, se podría encarar desde las dos siguientes perspectivas:
a) Constitucionalizar la integración, mediante la incorporación expresa de preceptos que
respalden o promuevan la participación nacional en estos procesos y reconozcan la calidad
supranacional de sus normas derivadas, lo que ha sido planteado ya en numerosas
oportunidades, incluso en el último proceso de propuestas para reformas de la Constitución,
que posteriormente dio lugar a la actual Ley de Necesidad de Reforma Constitucional.
102

Lamentablemente, estas propuestas no fueron tomadas en consideración y en el alcance de


esta Ley, que es la base cerrada para cualquier reforma parcial o inclusión de preceptos, no
figura ninguna disposición en este sentido.
Al presente siendo la política actual la convocatoria a una Asamblea Constituyente, es el
momento en el que, inexcusablemente, se deberá proceder a la constitucionalización expresa
de la integración, dando la base de una completa legalidad para una plena y eficiente
participación del país en estos procesos.

b) Una ley interpretativa


De mantenerse vigente el actual texto constitucional, sería prudente proceder a la emisión de
una ley interpretativa de la Constitución, que confirme expresamente la vocación
integracionista de Bolivia y, en esa virtud, autorice la delegación de potestades a favor de
órganos supranacionales y reconozca el efecto vinculante “erga omnes” de las normas
comunitarias, su aplicación directa y su supremacía respecto del derecho interno.

4.3.1.3. ASPECTOS PROCESALES Y JURISDICCIONALES


Este es un tema central, ya que de nada serviría tener el mejor conjunto de normas sustantivas si
el modus-operandi no está claro ni es eficiente. Un procedimiento claro, además, constituye un
factor de garantía y seguridad jurídica tanto para los usuarios del sistema de Propiedad Intelectual
como para las propias autoridades de aplicación.
Por tanto y además de cubrir las necesarias reglamentaciones que hagan operativa la aplicación
de las normas vigentes, particularmente de los regímenes comunes andinos, la posibilidad para
lograr un procedimiento expedito, efectivo y oportuno en cuanto a la protección de los derechos
de Propiedad Intelectual, debería pasar por las siguientes consideraciones:
a) Fortalecer la aplicación de la vía administrativa para la solución de conflictos y para la
represión de los actos de violación de los derechos registrados.
En la actualidad, la casi generalidad de estos conflictos, al ser considerados como delitos son
sometidos a la jurisdicción penal como la única vía de resolución, con todo lo que ella implica
en cuanto, no solo a las complejidades y dilaciones del trámite, sino a la demostración de
culpabilidad que es el presupuesto básico para la calificación delictual, a más de la carga de la
prueba condición sine quanum para una sanción.
103

Todos estos elementos hacen difícil que prospere un proceso penal para la represión de un
ilícito en materia de Propiedad Intelectual, así como en otras materias como la competencia
desleal, por ejemplo, en la cual al definirla como delito el Código de Comercio, sin una
adecuada correlación tipológica en el Código Penal, hacen inviable cualquier acción penal, es
más no se conocen casos que hubieran sido resueltos jurisdiccionalmente en esta materia.
Por tanto, sin descartar la vía jurisdiccional para que actúe cuando se justifique, una de las
soluciones sería fortalecer la vía administrativa dotando de potestades para actuar en forma
oportuna y expeditiva a la Autoridad Administrativa en la prevención y solución de
problemas, en cuanto estos constituyan infracciones de carácter administrativo que podrían
ser catalogadas, mediante ley o por delegación de ella, como incumplimientos objetivos de las
normas del sector.
Las ventajas de la vía administrativa, no solo se refieren a los principios de flexibilidad,
economía, informalismo, oportunidad y eficacia, sino que en el procedimiento administrativo
se da la figura de la “inversión de la carga de la prueba”, según la cual el presunto infractor
debe probar la inexistencia de la infracción (esta figura se aplica en la legislación comparada
en muchas materias como competencia desleal, protección del consumidor, regulación de
publicidad, etc.) y se concreta en que abierto un procedimiento administrativo mediante la
formulación de cargos, el presunto infractor debe, dentro de un plazo establecido, presentar
descargos en ejercicio de su derecho de defensa y del debido proceso, como garantías
constitucionales.
La vía administrativa, en consecuencia, es mas apta que la jurisdiccional como solucionadora
de conflictos en forma más oportuna y simple. La vía jurisdiccional, debe estar reservada al
conocimiento y resolución en materia civil de conflicto entre partes, y en materia penal para
sancionar ilícitos donde la culpa o el dolo sean demostrables, así como cuando se agote la vía
administrativa mediante los procesos contencioso-administrativos.

b) Medios Alternativos
No se puede tampoco descartar los métodos alternativos de resolución de conflictos, como la
conciliación y el arbitraje que además están aceptados por la OMPI. Estos métodos
alternativos, en materia de Propiedad Intelectual, tendrían la ventaja de bajar costos de tiempo
104

y recursos y lograr soluciones más oportunas, respecto a la vía jurisdiccional é incluso a la vía
administrativa.

c) Simplificación Administrativa
El exceso de normas, procedimientos, requisitos y pasos administrativos, muchos
prescindibles u obsoletos, constituye un obstáculo que afecta la eficiencia de cualquier
gestión pública, y que se agudiza por la dinámica propia en materia de Propiedad Intelectual,
además del costo que todo aquello representa para los usuarios en tiempo y recursos.
Esta realidad puede ser contrarestada por una política o un programa de desburocratización y
simplificación administrativa que mejore la eficiencia, eficacia y transparencia en la gestión
de la Propiedad Intelectual.

d) Guías y Manuales
La primera necesidad para una correcta administración de un sistema de Propiedad
Intelectual, quizá se halle referida a una adecuada información que se suministre a los
usuarios o titulares de derechos, respecto a los requisitos, formalidades, trámites, procesos y
todo cuanto sea conducente al mejor desempeño del sistema y como medio para proteger sus
derechos.
En este sentido, la disponibilidad de una adecuada información y material de divulgación en
cuanto al modo de proceder, serán siempre invalorables instrumentos que, en la modalidad de
guías o manuales de usuario, son de una gran utilidad práctica.
Por último, la publicación de una Gaceta de la Propiedad Intelectual es otro elemento que
facilitaría en mucho la tramitación de solicitudes, aminorando el tiempo que demanda
actualmente la publicación de las mismas a efectos de oponibilidad. Esta publicación que
actualmente se halla supeditada a la Gaceta Oficial de Bolivia, demanda mucho tiempo
puesto que tiene un tratamiento marginal frente a la prioridad que se da a la publicidad de
leyes, decretos y resoluciones. Una Gaceta propia es un mecanismo que funciona en otros
países y que en Bolivia se hallaba contemplado ya en normas anteriores, que no tuvieron
cumplimiento.
105

4.3.1.4. NORMATIVA VINCULADA Y COMPLEMENTARIA


La Propiedad Intelectual no es un régimen aislado, por el contrario interactúa, necesariamente,
con otros regímenes de regulación del mercado, como la represión de la competencia desleal, la
protección de la libre competencia y la protección del consumidor, que en conjunto concurren al
proceso de lograr que los mercados funcionen bajo un marco institucional y en forma eficiente,
competitiva, leal y transparente; tanto es así que este conjunto de disciplinas conforman el
actualmente denominado “Derecho del Mercado”.
En este sentido, el respeto a los derechos de exclusiva, la transparencia en los actos del mercado,
los derechos de los consumidores y la observancia de los derechos de Propiedad Intelectual,
forman, sino partes del mismo problema, elementos constitutivos de un proceso de ordenamiento
del mercado concebido de manera integrada, donde cada uno de estos regímenes cumple un rol
específico.
La experiencia de otros países demuestra la eficacia de un manejo integrado de estos regímenes e
incluso, la consagración a nivel constitucional de los principios de la protección de los
consumidores abre la posibilidad, por estar bajo el mismo concepto y nivel de importancia, a una
futura incorporación a las Constituciones de los principios de protección de los derechos de
Propiedad Intelectual con lo cual podría culminar la evolución normativa de esta disciplina.
En Bolivia, no existen aún, pese a muchos esfuerzos en este sentido, leyes de protección al
consumidor, se maneja el problema en forma dispersa a nivel de algunos servicios públicos y, en
forma precaria, a cargo de los Gobiernos Municipales, pero un régimen orgánico, sistematizado e
integral no ha podido ser logrado todavía. El motivo, se lo puede identificar fácilmente por el
desconocimiento general de la evolución jurídica de estas materias.
De igual forma, el Derecho de la Competencia, factor esencial para el funcionamiento de
cualquier mercado, en Bolivia se halla completamente postergado. La defensa de la libre
competencia y la represión de la competencia desleal, que son los grandes componentes de esta
disciplina, no se las ha asimilado adecuadamente en el país. Existen algunas manifestaciones
aisladas y reducidas en su desarrollo, por ejemplo, en el Código de Comercio se contempla un
Capítulo dedicado a la Competencia Desleal pero sin definir una “Cláusula General” que es el
sostén de la disciplina, manteniendo aún la concepción del siglo XIX de considerar
exclusivamente a la competencia desleal como delito.
106

En cuanto a un régimen de libre competencia o antimonopolio, que evite las prácticas y acuerdos
que tengan por objeto o efecto el distorsionar, limitar o suprimir la competencia en el mercado,
así como el abuso de la posición dominante en el mismo, pese a tener el monopolio una
prohibición constitucional, hasta el presente el país no cuenta con leyes orgánicas e integrales
sobre este tema, el que actualmente se maneja, muy ufanamente como si fuera la solución
completa en la ley SIRESE y por las actuales Superintendencias de servicios públicos.
En conclusión, un régimen de Propiedad Intelectual, por superado que sea, no será viable sino
forma parte del conjunto de estas disciplinas reguladoras del mercado. Una primera experiencia
positiva en este sentido, entre los países andinos, se la tiene en el caso del Perú donde se efectúa
un manejo integrado a través de INDECOPI (Instituto Nacional de la Competencia, Consumidor
y Propiedad Intelectual).

4.3.2. PROYECCIONES INSTITUCIONALES


En cuanto al futuro del SENAPI, para superar el nivel incipiente de gestión en el que se
desenvuelve hasta ahora, es imperativo adoptar cambios institucionales y operativos, como los
siguientes:

a) Naturaleza Institucional
Transformación en una “Institución Pública Descentralizada”, con personalidad jurídica,
patrimonio propio, autonomía de gestión técnica, económica y jurídica, administrada por un
Directorio, en forma similar a la actual organización de la Aduana Nacional y al Servicio de
Impuestos Internos.

b) Institucionalización
Entidad integrada por cuadros directivos, ejecutivos y técnicos en base a una selección por
concurso y mérito, con estabilidad laboral, periódica evaluación de desempeño y carrera
administrativa, de acuerdo al Estatuto del Funcionario Público y Sistema de Administración
de Personal de la Ley SAFCO.
107

c) Desconcentración
Bajo un concepto de un sistema nacional de aplicación de la Propiedad Intelectual, el
SENAPI debería lograr una desconcentración efectiva, estableciendo oficinas o
representaciones en las principales ciudades del país, a objeto de aproximar sus servicios a
toda la población susceptible de convertirse en titular de derechos de propiedad industrial,
superando el actual centralismo que determina un único centro de gestión y decisiones.

d) Informativización y Seguridad
El SENAPI debe basar su gestión en sistemas informáticos que le permitan automatizar los
trámites para un mejor y oportuno procesamiento y, ante todo, para lograr un adecuado
margen de seguridad de la información.
En otras palabras, se debe tratar de cumplir los objetivos que se contemplaban en la norma
constitutiva del SENAPI en cuanto a una red nacional vía intranet que permitiera una
permanente conexión en línea y establecer y operar una base de datos para un seguro
almacenamiento de la información, que permita además contar con una estadística actualizada
y confiable.

e) Ejercicio de competencias
El SENAPI debe convertirse en una institución que ejerza sus atribuciones, tanto técnicas
como administrativas con un alto grado de eficiencia, cubriendo todos los requerimientos que
demanda un régimen tan dinámico y moderno como el que administra. Debe ejercer, al
mismo tiempo, con solvencia el rol de órgano nacional competente frente al cumplimiento de
los compromisos que emergen de los convenios y regímenes comunes que a nivel
internacional y regional ha suscrito y adherido el país, en el marco de la tendencia de
armonización legislativa en estas materias.

4.3.3. CULTURA DE PROPIEDAD INTELECTUAL


La adscripción de valores en una sociedad es producto de un proceso de transmisión y difusión de
conceptos e informaciones, que van generando paulatinamente una conciencia colectiva sobre un
determinado valor social. Ese es el caso, por ejemplo, de crear una conciencia productiva o una
conciencia tributaria, en cuanto el imaginario colectivo identifica el valor a ser adscrito. Este es
108

un proceso que para el caso de la Propiedad Intelectual y respecto a la sociedad boliviana, es aún
una asignatura pendiente.
Será prudente, en consecuencia, encarar un proceso de promoción, información y difusión sobre
los principios, normas e instituciones de la Propiedad Intelectual, divulgando por todos los
medios su importancia para el desarrollo. Es posible y necesario diseñar programas educativos
para todo el conglomerado social, pero en forma perentoria para algunos sectores particulares
como los operadores y usuarios del sistema, las autoridades administrativas y judiciales, el
Ministerio Público y todo actor que pudiera estar vinculado a este campo.
Se cree con convicción que en carreras universitarias de ciencias jurídicas y tecnológicas, la
Propiedad Intelectual debería constituir una materia o disciplina que sea incorporada en los
programas de estudio, así como se debería fomentar, en una política académica visionaria,
programas de especialización en estas materias. El Estado en general, pero las Academias de
Ciencias y los gremios corporativos en particular, deben jugar un rol importante en esta
promoción, creando un sistema de incentivos a las innovaciones tecnológicas y al desarrollo de
las capacidades creativas.
109

NOTAS

(1) Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales. 21º Ed. Manuel Ossorio.
Buenos Aires. Heliasta, 1994.
(2) Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales. 21º Ed. Manuel Ossorio.
Buenos Aires. Heliasta, 1994.
(3) Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales. 21º Ed. Manuel Ossorio.
Buenos Aires. Heliasta, 1994.
(4) Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales. 21º Ed. Manuel Ossorio.
Buenos Aires. Heliasta, 1994.
(5) El Papel de la Propiedad Industrial en la Protección de los Consumidores. OMPI.
Ginebra.1983.
(6) Prodiversitas. Nuevos Desafíos del Derecho. Patricia Guzmán Aguilera. 2003.
(7) “El Secreto Industrial”. José Antonio Gómez Segade. Madrid. Tecnos.1974.
(8) Documento de Referencia: Situación de la Propiedad Industrial en los Países de
América Latina, OMPI. Ginebra. 1991..
(9) Documento de Referencia: Propiedad Intelectual. informe sobre la Evolución del
Tema. ALADI/SEC/di 1411. Montevideo.2000
(10) Documento de Referencia: Informe sobre la Propiedad Intelectual. ALADI/SEC/di
1411. Montevideo.2000.
(11) Documento de Referencia: Informe sobre la Propiedad Intelectual. ALADI/SEC/di
1411. Montevideo.2000.
(12) Documento de Referencia: Regulación del Comercio Internacional Tras la
Ronda Uruguay. Antonio M. Ávila, Juán A. Castillo U. y Miguel A. Díaz M.. Tecnos.
Madrid. 1994.
(13) Textos Legales recogidos de compilaciones y de la Gaceta Oficial de Bolivia.

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