Normas Certificadoras de Calidad
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Para los gobiernos, los medios para rectificar esta situación incluyen la creación de
una infraestructura eficiente, partiendo de lo que parece ser una variedad confusa de
opciones, para satisfacer las demandas y requerimientos de la globalización y de un
sistema de comercio multilateral. Diferentes países y regio.
Por supuesto, existen otros enlaces; por ejemplo: un sistema de acreditación para
laboratorios no puede Marcharsin contar con materiales de referencia y un sistema
de metrología que funcione; pero, la figura se ha mantenido sencilla para resaltar el
papel principal de la normalización, así como el de los organismos nacionales de
normalización dentro del proceso en general. Como primera prioridad, los gobiernos
de todos los países necesitan establecer y mantener la infraestructura básica para
asegurar la seguridad, salud y bienestar de sus ciudadanos (suministros apropiados
de alimentos y agua potable, acceso a servicios de salud y educación, seguridad social,
sistemas de transporte y comunicaciones, etc.) Una vez que estos aspectos estén
establecidos, aunque sea de forma rudimentaria, la necesidad de contar con un
sistema de comercio eficiente se vuelve extremadamente importante. Las economías
no pueden subsistir en ausencia de comercio, y por esto es esencial que los bloques
fundamentales estén organizados para facilitar el acceso de productos y servicios a
mercados internos y externos. Las metas son el acceso al mercado y la creación de un
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I. Metrología
Se puede argumentar que la metrología es la necesidad más básica de un sistema de
comercio, es decir, el establecimiento de medidas precisas y confiables. Sin la
habilidad de determinar longitud, masa, volumen, tiempo y temperatura, las
transacciones más sencillas serían vulnerables al abuso; sería imposible lograr un
comercio justo y la normativa dirigida a la protección de la salud y el bienestar de los
ciudadanos carecería de efecto. No existirían normas técnicas para los productos, ya
que no existirán herramientas confiables para medir su funcionamiento y compararlo
con los requisitos. Un sistema nacional de medidas o metrología es, por ende, el
primer paso a seguir para facilitar el comercio. Una vez que se incorpora el comercio
fuera de las fronteras, es necesario demostrar la equivalencia de las normas
nacionales de medición entre los países interesados. Esta necesidad llevó al
establecimiento de la Oficina Internacional de Pesas y Medidas (BIPM, por sus siglas
en francés) que trabaja bajo la supervisión exclusiva del Comité Internacional para
Pesas y Medidas (CIPM) bajo los términos de la Convención del Metro.
El mandato del BIPM es ofrecer las bases para un sistema único, coherente, de
medidas para todo el mundo, que pueda asegurar la trazabilidad al Sistema
Internacional de Unidades (SI por sus siglas en francés). Esta tarea toma varias
formas, desde la diseminación directa de unidades (como en el caso de masa y
tiempo) a la coordinación por medio de la comparación internacional de normas
nacionales de medida (como electricidad y radiación iónica).
necesiten; y por esto es de suma importancia para los países durante todas las etapas
del desarrollo técnico.
II. Normalización
Las normas pueden servir de base técnica para el comercio en los productos finales y
servicios entre compradores y vendedores, o como un medio para facilitar la
conformidad con las reglamentaciones técnicas. También son ampliamente utilizadas
por las empresas en los ambientes de producción, de productos, de servicios y de
procesos. Son desarrolladas a través de un proceso transparente, abierto y de
consenso que involucra a las partes interesadas, y definen la aptitud para su uso en el
caso de las normas relativas a productos, y de buenas prácticas para el caso de
procesos o servicios. Las normas para sistemas de gestión ayudan a las
organizaciones en el manejo de sus actividades.
En los casos en los que las reglamentaciones técnicas rigen la transacción, la decisión
sobre los medios para la evaluación de la conformidad se puede tomar de las manos
de las partes principales de la transacción y se puede necesitar una prueba de
conformidad en formato prescrito. Esto genera la interrogante sobre cómo se puede
demostrar la competencia e independencia de los proveedores de evaluación de la
conformidad, e introduce el asunto de la acreditación. ISO/ IEC 17000 define la
acreditación como el “testimonio de una tercera parte respecto a un organismo de
evaluación de la conformidad impartiendo una demostración formal de su habilidad
para ejecutar ciertas tareas de evaluación de la conformidad”.
A menudo, los países en desarrollo no cuentan con los recursos o la experticia para
establecer organismos nacionales de acreditación, y con frecuencia, operan a un bajo
nivel económico que hace que no sea rentable para las terceras partes que proveen
servicios de evaluación de la conformidad operar exclusivamente dentro de su
territorio.
Por esta razón, una de las decisiones más importantes que un país en desarrollo debe
tomar involucra la forma en que se deben ejecutar los requisitos de acreditación y
evaluación de la conformidad. La respuesta puede ser el uso de una combinación de
proveedores nacionales y extranjeros de evaluación de la conformidad, respaldada
por estructuras regionales de acreditación, aunque las soluciones específicas a las
necesidades específicas de los países siempre tendrán que ser encontradas “a la
medida” para satisfacer las circunstancias. Se debe mencionar que el Comité ISO
sobre Evaluación de la Conformidad, ISO/CASCO, ha publicado una serie de normas
internacionales conocidas como la “caja de herramientas de CASCO”, que puede
utilizarse para ofrecer las bases de una infraestructura de evaluación de la
conformidad que es efectiva, hecha “a la medida” para las necesidades específicas del
país interesado, y que cumple con los requisitos de la OMC.
internacionales, cuando éstas existan. Según los términos del Acuerdo OMC/OTC, los
países también deben utilizar otros mecanismos como la equivalencia y
reconocimiento mutuo de las normas de otros países al momento de desarrollar
nuevas reglamentaciones técnicas.
Una norma para un producto es, entonces, cualquier documento que establece
cláusulas que tienen el efecto de reducir la variedad innecesaria dentro del mercado,
y por ello, permite que economías de escala tengan lugar con una reducción
consecuente del costo unitario de producción. En un sistema de mercado eficiente,
estos costos reducidos se transfieren a lo largo de la cadena de suministros hasta el
posible comprador. Por lo general, una norma de producto toma en cuenta lo último
en tecnología de punta y contiene cláusulas que, si son acatadas, resultan en un
producto que ofrece lo que el comprador puede esperar; en otras palabras, un
producto apropiado para su uso. Este concepto implica que las normas de productos
están, inevitablemente, ligadas a la calidad del producto y procesos de producción
bien definidos y estables.
Las normas también pueden ser aplicadas a procesos, como aquellos de fabricación y,
más recientemente, las normas han comenzado a aparecer, en cifras importantes,
para servicios. Algunas de las normas más importantes cubren sistemas de gestión,
incluyendo sistemas de gestión de la calidad, sistemas de gestión del medioambiente,
sistemas de gestión de higiene de alimentos y sistemas de gestión de seguridad de la
información. Las normas existen para apoyar todos los aspectos de la evaluación de la
conformidad y para facilitar la implementación de sistemas de gestión de calidad
integrados durante todas las etapas del proceso de producción, desde el diseño del
producto, pasando por contribuciones al proceso y control del proceso, hasta el
producto final. Otros asuntos relacionados con las normas incluyen:
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cumplimiento de las normas, ya que esto les garantiza cierto nivel de calidad y
protección.
En el caso de las áreas sujetas a reglamentación (por lo general, aquellas en las que no
se puede confiar en que el sistema de comercio ofrezca un producto de calidad, y que
la seguridad o salud del consumidor se vea en riesgo) los gobiernos y otros
reguladores tienen la libertad de basar el contenido técnico de sus regulaciones en las
normas. Este es un beneficio especialmente útil de la normalización: la validación
requerida por cualquier regulador responsable de que el contenido técnico de las
reglamentaciones ha sido establecido por un grupo de expertos y sometido a una
revisión pública. Los Acuerdos de la OMC, de hecho, recomiendan que antes de
emprender un proyecto de normalización en un campo ya cubierto por una norma
internacional existente, el comité de normas y el ONN consideren la adopción de la
norma internacional “antes de querer reinventar la pólvora”.
como una nueva área de la normalización que está despertando mucho interés: el
área de la responsabilidad social. Cualquier área en la que la industria y los
consumidores se beneficien por la reducción de la variedad innecesaria (definición de
la aptitud para el propósito) o por el establecimiento de mejores prácticas, es
candidata para la normalización.
Es establecida por todos los grupos de interés pertinentes para satisfacer una
necesidad de mercado.
El proceso de desarrollo es transparente y no obstruye la innovación o el
desarrollo tecnológico.
El proceso de desarrollo se lleva a cabo por medio de reglas y procedimientos
publicados.
El proceso de desarrollo es impulsado por el consenso.
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Como parte del establecimiento del consenso, los puntos de vista técnicos de
las partes interesadas son tomados en consideración por el comité técnico
responsable, que busca resolver todas las objeciones de fondo.
El proyecto de norma pasa por una revisión pública antes de ser aprobada por
el ONN.
El organismo que facilita el desarrollo es reconocido legalmente por los
gobiernos y es establecido específicamente para el desarrollo de normas.
La norma publicada puede ser implementada o utilizada bajo términos
razonables y no discriminatorios (RAND) en los que las patentes (derechos de
propiedad intelectual) se incluyen dentro de la norma.
Se puede decir, entonces, que una norma “formal” posee cierta “legitimidad
democrática”. Por consiguiente, una norma “informal” posee solo algunas de las
características anteriores. También se debe comprender que dichas normas de
“menor consenso” pueden evolucionar, durante cualquier etapa, por medio del
consenso y la revisión pública, para convertirse en normas “formales” por consenso,
ya sea a nivel nacional o internacional, por ejemplo, en ISO o IEC. Las normas
informales se pueden dividir en tres subcategorías:
c) Norma informal/comercial.
Ya que el proceso de desarrollo de normas puede ser más lento de lo necesario,
durante los últimos años ha surgido una tendencia de que compañías formen
consorcios y acuerden el uso de las especificaciones que necesitan para establecer un
nuevo mercado. Generalmente, el proceso es cerrado y exclusivo, y funciona para
tratar, más directamente, asuntos comerciales y de desarrollo de mercado. Una
alternativa, es cuando una organización poderosa utiliza su tamaño y dominio de
mercado para imponer su propia especificación sobre un mercado. Aunque es poco
usual, ya que pocas compañías poseen tal poder en el mercado mundial, todavía
ocurre; la industria del software puede considerarse un ejemplo. Por lo general,
dichos documentos están protegidos por derechos de propiedad intelectual (IPR). De
lo anterior, se puede ver que las normas informales no son diseñadas para
corresponder a marcos legales (por ejemplo, OMC), no son necesariamente
transparentes ni impulsadas por el consenso, y pueden estar protegidas por IPR. Se
pueden considerar ejemplos de normas comerciales informales aquellas
desarrolladas por EurepGAP (recientemente nombrada GlobalGAP), una asociación
de vendedores y distribuidores mundiales de productos agrícolas que ha creado una
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Sin embargo, una organización que recibe pedidos de diferentes clientes de acuerdo a
diferentes especificaciones se ve forzada a producir pequeñas series, resultando en
costos unitarios relativamente altos. El resultado es un intento por armonizar las
diversas normas de las empresas dentro de una “norma profesional”, “norma
sectorial” o “norma nacional” común. En muchos países, esto condujo, con el tiempo, a
la creación de una organización dedicada a desarrollar normas técnicas armonizadas:
el organismo nacional de normalización. Muchos países en desarrollo también son
productores de materiales primarios (minerales, materias primas, productos
alimenticios básicos, etc.) que son luego procesados ya sea en el país de origen o, muy
a menudo, en países más desarrollados para producir productos terminados de valor
agregado. Mientras que las normas definitivas (por lo general internacionales) para
los productos terminados son de mucho interés para la comunidad de las normas
internacionales, con frecuencia se encuentra que la tecnología utilizada para la
extracción o producción de la materia prima se desarrolla en los países en desarrollo
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en los que se consigue la materia (por ejemplo, goma en el Sureste Asiático, minería
de oro en Sudáfrica, etc.). Entonces, es necesario desarrollar, en la fuente de
extracción, normas nacionales o a veces regionales, para las entradas del proceso de
producción de estas materias primas.
mundial o que tienen cierta importancia económica debido a los mercados para los
que fueron inicialmente producidas (ASTM International5, CEN6, IEEE7, etc.).
Central de ISO, a los 3 000 grupos técnicos que realmente desarrollan las normas. Los
miembros de ISO asignan delegaciones nacionales a los comités de normalización.
Más de 50 000 expertos contribuyen voluntariamente cada año al trabajo de la
organización. Cuando su trabajo es publicado como una Norma Internacional de ISO,
éste puede ser adoptado como una norma nacional por los miembros de ISO y
traducida.
Las normas y los asuntos de evaluación de la conformidad pueden ser algunos de los
mayores OTC si son únicos para cada país y si son de carácter obligatorio, porque
representan un obstáculo que los exportadores deben superar para comerciar.
Entonces, establecer un área de libre comercio a menudo requiere de la creación de
un organismo o comité regional o sub-regional para armonizar las normas y la
evaluación de la conformidad dentro de la región. Existen siete de estas
organizaciones regionales alrededor del mundo con las que la ISO mantiene vínculos
formales – el Comité Consultivo Asiático sobre las Normas y la Calidad (ACCSQ por
sus siglas en inglés) en la región de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático
(ASEAN por sus siglas en inglés); la Organización Árabe de Desarrollo Industrial y de
Minas (AIDMO por sus siglas en inglés) en la región árabe; la Organización Africana
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país. Dicha adopción puede ser “idéntica” por ejemplo, sin modificación de texto, o
“modificada”, alterando algunos elementos o cláusulas para adaptarla mejor a las
condiciones locales. La Guía ISO/IEC 21:2005 (Partes 1 y 2) ofrece lineamientos sobre
este tema. Sin embargo, se debe utilizar un procedimiento común de desarrollo que
sea conforme con el Código de buena conducta para la elaboración, adopción y
aplicación de normas establecidas por OMC/OTC, sin importar que el ONN sea un
“creador de normas” o un “usuario de normas”.
Para sacar el mejor provecho cuando se tienen recursos limitados, un ONN debería
desarrollar dos “herramientas”:
Un programa a largo plazo o plan de actividades (plan estratégico) que
describa, en términos estratégicos tan detallados como sea posible, las
actividades programadas y las prioridades del ONN a lo largo de los años. El
período seleccionado, por lo general de tres a cinco años, puede alinearse con
el plan de desarrollo económico público del estado del país en desarrollo.
Un ONN debe establecer nuevas normas y corregir o revisar las normas existentes por
medio de un comité técnico (CT). Es deseable que el CT esté integrado por un grupo
representativo de las partes interesadas en cada área técnica de interés y, cuando lo
amerite, subdividir el trabajo entre sub-comités más especializados que se
concentren en aspectos específicos y relevantes del CT responsable.
Los ONN grandes pueden optar por recibir recomendaciones sobre políticas por parte
de las directivas del sector, a un nivel superior a aquel de un CT, que puede ser
responsable de supervisar el establecimiento y programas de trabajo de los CT que
estén a su alcance, y de establecer sus prioridades. Alternativamente, un ONN más
pequeño puede optar por recurrir a los servicios de un comité de normalización
único. Cuando un CT desea desarrollar una norma por sí solo, en lugar de adoptar una
norma internacional o regional existente, este debe formar un grupo de trabajo
integrado por varios expertos técnicos para realizar un proyecto de norma y
presentarlo ante el CT en pleno. Sin embargo, se aconseja que un país en desarrollo
recurra a los CT como comités espejo de los comités internacionales de normalización
y que trate de adoptar, preferiblemente sin modificaciones, tantas normas
internacionales como sea posible. La adopción de normas, haciendo modificaciones,
sólo debe ocurrir cuando existen razones fundamentales para hacerlo; la tendencia de
modificar normas para satisfacer las capacidades locales debe evitarse en la medida
de lo posible, y se debe alentar a las empresas a que se enfoquen en el mejoramiento
de su capacidad al punto de que puedan ser capaces de cumplir con las exigencias de
las normas.
nacionales, mientras que una solución internacional se adapta y es utilizada por otros
países, especialmente aquellos que son socios en el mercado económico. Dentro de un
CT, deben establecerse reglas de votación que establezcan cuándo se obtiene el
consenso. El ONN debe documentar su procedimiento de desarrollo de normas y
ponerlo a la disposición, gratuitamente, de todas las partes interesadas (tal vez, por
medio de su sitio Web).
Etapa 2:
Revisión y justificación del proyecto. Utilizar la herramienta de la revisión para
establecer si es conveniente continuar con el trabajo y si encaja con el programa
estratégico a largo plazo.
Etapa 3:
Evaluación de normas existentes, publicadas, o de trabajos avanzados dentro
de organismos nacionales, regionales o internacionales. Determinar si existe una
norma publicada o un proyecto de norma a nivel internacional, regional o nacional, o
que se repita dentro de otro ONN.
Etapa 4:
a) Si una norma publicada cubre la proposición. Si existe alguna norma
internacional o de otro tipo, evaluarla para determinar si puede ser adoptada sin
modificaciones. Si ese es el caso, implementar su adopción.
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Etapa 5:
Alcanzar un consenso dentro del CT.
Someter el proyecto (o texto de la norma existente que va a ser adoptada) para los
comentarios del CT y su resolución hasta que se alcance el consenso. Las reglas de
votación deben ser utilizadas para confirmar el consenso.
Etapa 6:
Consulta pública, aprobación y publicación.
Una vez que el CT ha alcanzado el consenso técnico, someta el proyecto de norma a un
proceso de consulta pública previa su aprobación por parte del comité de política de
normalización y su publicación. (Si la consulta pública genera objeciones técnicas,
referirlas al CT para su resolución antes de la aprobación).
técnicas. Este detalle es de suma importancia para los países en desarrollo que por lo
general tienen pocas fuentes de información provenientes del sector privado.
Estudios han demostrado que la falta de dicho tipo de información constituye un
problema importante para la industria, ya que la disponibilidad de asesoría en
materia de normalización es clave para el buen funcionamiento económico.
también un ingreso importante para el ONN. Dichos servicios incluyen, por ejemplo:
el suministro de información sobre el desarrollo de normas en áreas identificadas
para los clientes subscriptores; la notificación automatizada sobre enmiendas,
normas nuevas o revisadas en áreas identificadas para subscriptores; la venta de
normas a través de las tiendas en línea (Web store) permitiendo el envío inmediato de
productos; y la venta y actualización periódica de recopilaciones de normas en
formatos impresos o electrónicos para los clientes que lo soliciten.
Además, la OMC, como parte del acuerdo OTC, requiere que cada miembro establezca
uno a más servicios de información nacionales que puede responder todas las
preguntas razonables sobre reglamentaciones técnicas, normas y evaluación de la
conformidad. Este servicio de información también debe ser capaz de suministrar los
documentos pertinentes. El centro de información y ventas de un ONN puede servir
eficazmente como el servicio de información del OMC/OTC.
I. El centro de información.
Es conveniente que el centro de información sobre las normas esté estructurado de
manera tal que se garantice su función de sensibilización/promoción y para poder
obtener rápidamente la información sobre las normas y hacerla llegar con facilidad a
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las partes interesadas, que pueden ser clientes que acuden a buscar la información
personalmente, de forma telefónica, por medio de correo electrónico, o subscriptores
de un esquema de suministro de información. En el caso de un país en desarrollo,
para satisfacer estas necesidades la respuesta inicial es mantener una colección de
normas y jornales impress, y progresivamente, en formato electrónico, manteniendo
las impresas. En la medida que crece el ONN, se pueden agregar otros servicios, que
incluyen:
Conclusión de acuerdos comerciales y bilaterales con proveedores externos de
normas.
Ofrecer servicios de biblioteca convencionales, con la posibilidad de que los
clientes consulten copias impresas o electrónicas de las normas.
Tener la habilidad de buscar información sobre normas en la Web o por medio
de subscripciones a servicios comerciales como “Perinorm”.
Nota: En el caso de los países en desarrollo, donde la infraestructura no es
suficiente para que el ONN preste este tipo de actividad, es una oportunidad
ideal para la contribución decisiva de los organismos donantes.
Emplear personal de la información técnicamente cualificado, que pueda
responder de manera precisa a las búsquedas realizadas por los clientes de
forma escrita, telefónica o en persona.
El suministro de asistencia técnica a los exportadores y a las PyME, incluyendo
las líneas permanentes de acceso a los sitios Web y servicios pertinentes a la
documentación de apoyo, etc.
Nota: Esto es particularmente importante cuando el ONN también funciona
como el servicio de información nacional de OMC/OTC.
Estudios realizados sobre las seis más grandes ONN han demostrado que casi 70% de
todas las búsquedas se relacionan a, o resultan en, la compra de una norma. Un 25%
involucra el suministro de información detallada y el 5% restante requiere asesoría e
investigación más profunda. A fin de evitar gastos considerables en personal, se
recomienda que, en la medida que el ONN evolucione, este coloque tanta información
como le sea posible en su sitio Web. Se puede incluir también un formulario que
contenga preguntas sobre la interpretación de las cláusulas, el cual puede ser
reenviado a los comités técnicos correspondientes para que lo respondan.
Para responder ante las exigencias más complejas, se puede establecer una pequeña
unidad de asesoría y se puede cobrar por los servicios ofrecidos.
Particularmente, los ONN deben resistir ante las presiones recibidas para que las
normas se encuentren disponibles a precios muy bajos (o incluso de forma gratuita),
ya que esto devalúa el proceso por medio del cual fueron creadas, y puede impactar,
negativamente, el financiamiento de los organismos de normalización de los países
vecinos y del sistema de normalización como tal. La tecnología moderna permite la
“impresión a demanda” (POD por sus siglas en inglés) de normas a partir de archivos
electrónicos de referencia. Aunque en numerosos países en desarrollo esta tecnología
no es ampliamente utilizada debido al elevado costo de la inversión inicial ; a medida
que aumenta la demanda de normas, se hace rentable abandonar la costumbre de
almacenar grandes números de copias impresas de normas a favor de optar por la vía
de la POD. Consideraciones similares se aplican con la difusión, por vía electrónica, de
normas adquiridas por medio de las tiendas en línea.
En vista de que los derechos de autor correspondientes a una norma pueden variar en
función de la forma en que la norma fue creada, se recomienda realizar una
evaluación detallada de la legislación aplicable. En vista de que las legislaciones en
materia de derechos de autor son complejas y no uniformes, existen importantes
instrumentos internacionales, como la Convención de Berna (1886) o el acuerdo de la
OMC sobre los Aspectos de la Propiedad Intelectual Relacionada al Comercio (TRIPS
por sus siglas en inglés) que incluyen principios rectores útiles.
Los recursos necesarios dentro del ONN pueden variar, dependiendo de las
condiciones, desde una persona que puede manejar a tiempo parcial las actividades
concernientes a ISO e IEC, hasta la creación de oficinas separadas con varios
empleados para llevar a cabo las actividades de ISO e IEC respectivamente. Incluso
cuando un país no participa activamente en sentido técnico (por ejemplo, cuando se
trata de un miembro correspondiente o suscrito en la ISO, o de un miembro asociado
o afiliado en la IEC), sus necesidades y aquellas de sus partes interesadas pueden
requerir que se lleven registros del progreso de los proyectos de normas en las áreas
de interés, de manera de poder mantener informada a la industria local y facilitar el
proceso de establecimiento de normas nacionales a una etapa apropiada. El tipo de
relación que se tiene con la ISO y la IEC, y los recursos que están involucrados para
ello dependerán, entonces, del nivel de actividad ejercida. Con la llegada de la
votación electrónica a ambas organizaciones, ahora es necesario contar con cierto
nivel de infraestructura y conectividad TI, lo que puede no siempre existir en los
países menos desarrollados.
También puede ser muy beneficioso contar con el patrocinio de la industria local o
regional, y de las sucursales locales de las compañías multinacionales, siempre y
cuando la promoción y la publicidad comercial se mantengan dentro de los límites
razonables.