Unidad 2 Fisiologia

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Unidad 2: Fisiología de los líquidos del organismo

2.1 Líquidos del organismo:


La sangre: La sangre es un tejido conectivo líquido, que circula por capilares,
venas y arterias de todos los vertebrados. Su color rojo característico es debido a
la presencia del pigmento hemoglobínico contenido en los glóbulos rojos

Componentes:

Plasma: El plasma es el componente líquido de la sangre en el cual están


suspendidos los glóbulos rojos (eritrocitos), los glóbulos blancos (leucocitos) y las
plaquetas. Constituye más de la mitad de su volumen y está compuesto
principalmente por agua, que contiene sales en disolución (electrólitos) y
proteínas.

El plasma contiene otras proteínas, como anticuerpos (inmunoglobulinas), que


defienden activamente al organismo frente a un virus, bacterias, hongos y células
cancerosas.

La proteína que más abunda en el plasma es la albúmina, que ayuda a evitar que
el líquido se filtre fuera de los vasos sanguíneos y entre en los tejidos, y además
cumple funciones de transporte al unirse a sustancias como las hormonas y
algunos fármacos.

Proteínas:

Electrolitos

Glóbulos rojos: Los glóbulos rojos (eritrocitos) constituyen el 40% del volumen
sanguíneo. Contienen hemoglobina, la proteína que confiere a la sangre su color
rojo característico y que le permite transportar oxígeno desde los pulmones hacia
todos los tejidos del organismo. Las células utilizan el oxígeno para producir la
energía que el organismo necesita

Glóbulos blancos: Los glóbulos blancos (leucocitos) se encuentran en la sangre


en menor número que los glóbulos rojos, con una proporción aproximada de un
glóbulo blanco por cada 600 a 700 glóbulos rojos. Se encargan principalmente de
la defensa del organismo contra las infecciones. Existen cinco tipos principales de
glóbulos blancos (leucocitos).

 Los neutrófilos son el tipo más numeroso, y ayudan al organismo a


protegerse contra las infecciones, matando e ingiriendo bacterias, hongos y
otros detritos externos.
 Los linfocitos, con tres tipos principales: las células T (linfocitos T) y los
linfocitos citolíticos naturales (también llamados, por influencia del inglés,
células NK [natural killer] o células asesinas naturales), que permiten al
organismo defenderse de las infecciones víricas, así como también detectar
y destruir algunas células cancerosas, y las células B (linfocitos B), que se
transforman en células plasmáticas y producen anticuerpos.
 Los monocitos ingieren células muertas o dañadas, y ayudan en la defensa
contra gran cantidad de microorganismos infecciosos.
 Los eosinófilos eliminan los parásitos, destruyen las células cancerosas y
participan en las reacciones alérgicas.
 Los basófilos también participan en las reacciones alérgicas.

Plaquetas: Las plaquetas (trombocitos) son partículas semejantes a células, más


pequeñas que los glóbulos rojos y blancos. La cantidad de plaquetas es menor
que la de glóbulos rojos, en una proporción de una plaqueta por cada 20 glóbulos
rojos. Intervienen en el proceso de la coagulación, ya que se juntan donde se
produce un sangrado y se aglutinan formando un tapón que ayuda a sellar el vaso
sanguíneo. Al mismo tiempo, liberan sustancias que favorecen la coagulación.

Sistema de coagulación: La coagulación sanguínea es el conjunto de


reacciones que dan lugar a la formación de trombina, enzima clave de la
coagulación, en el punto de lesión vascular (fig. 1)2. Este sistema se inicia en la
superficie de las células endoteliales a través de la exposición del factor tisular al
torrente sanguíneo. Éste se une al factor VII activado (FVIIa), y el complejo
enzimático resultante activa los factores IX y X3. Los FVIIa, FIXa y FXa intervienen
en un sistema de retroalimentación positiva al activar el factor VII unido al factor
tisular. Por otra parte, el FIXa por la vía del factor tisular, activa el factor X, en una
reacción que es acelerada por un cofactor, el FVIIIa. La exposición del factor
tisular da lugar a la vía extrínseca de la coagulación y es el mecanismo por el cual
se inicia la coagulación in vivo en respuesta a la lesión vascular. Otra vía de la
coagulación es la vía intrínseca formada por el FXII, el quininógeno de alto peso
molecular, la precalicreína y el FXI. El papel fisiopatológico de esta vía no está
completamente aclarado ya que no interviene significativamente en la coagulación
a partir de la lesión vascular y, además, los déficit congénitos de las proteínas de
este sistema no provocan problemas hemorrágicos excepto la deficiencia del FXI.
El resultado final de las dos vías descritas es la activación del FX. El FXa forma
con su cofactor, el FV, el complejo protrombinasa que convierte el FII
(protrombina) en FIIa (trombina). La activación del factor V se produce por el FXa
y la trombina. En la etapa final de la coagulación, la trombina divide el fibrinógeno
para generar monómeros de fibrina que se polimerizan uniéndose unos a otros
para formar un coágulo que es estabilizado por el FXIII. La trombina también se
retroalimenta activando al FVIII y al FIX. El FVIII circula unido al factor von
Willebrand4 y, una vez activado, se separa de éste y forma junto al FIXa en la
superficie plaquetaria un complejo que activa al FX. La activación del FXI por la
trombina es otro sistema de retroalimentación que da lugar a la generación de
FIXa, el cual activa a su vez al FX5.

La coagulación de la sangre es un proceso dinámico que requiere la participación


e interacción de células y proteínas plasmáticas y/o transmembranas, que tiene
como función, generar la trombina, enzima central del sistema de la coagulación
que tiene como función hemostática central transformar el fibrinógeno enfibrina.
Esta polimeriza espontáneamente y junto con el tapón plaquetario, otras proteínas
plasmáticas y elementos formes de la sangre, forman el tapón hemostático
secundario o coágulo. Este además de evitar la pérdida de sangre, forma la matriz
provisional para iniciar el proceso de cicatrización y regeneración del vaso
sanguíneo lesionado.

2.2 Hemoglobina:
Concepto: La hemoglobina es una hemoproteína de la sangre, de masa
molecular de 64 000 g/mol (64 kDa), de color rojo característico, que transporta el
dioxígeno (comúnmente llamado oxígeno), O2, desde los órganos respiratorios
hasta los tejidos, el dióxido de carbono, CO2, desde los tejidos hasta los pulmones
que lo eliminan y también participa en la regulación de pH de la sangre, en
vertebrados y algunos invertebrados.

Funciones: La principal función de la hemoglobina es la de transportar oxígeno


desde los pulmones a los tejidos. Pero también contribuye al transporte de CO2 en
sentido contrario, desde los tejidos a los pulmones. De este modo la hemoglobina
cumple su función de vehículo en el transporte e intercambio gaseoso, que ocurre
tanto en pulmones como en tejidos.

Como hemos visto anteriormente, la unión del O2 al ión ferroso Fe2+ es


reversible. Además, cada molécula de hemoglobina puede fijar un máximo de
cuatro moléculas de oxígeno, es decir, tantas moléculas de oxígeno como grupos
hemo se encuentran en ella.

Otra función que lleva a cabo la hemoglobina es la de regulación del pH.

Componentes:

La hemoglobina está compuesta por una proteína denominada globina y un


compuesto denominado hemo. El hemo está compuesto por hierro y un pigmento
denominado porfirina, que le da a su sangre el color rojo. La hemoglobina cumple
la función importante de transportar oxígeno y dióxido de carbono por medio de su
sangre.

2.3 Equilibrio acido base:


Concepto: Es el equilibro entre la acidez y la alcalinidad de los tejidos corporales.
Se mide a través del pH. La sangre en el organismo tiene un pH ligeramente
básico que es importante para el buen funcionamiento del cuerpo.

Importancia: El equilibrio ácido-base del organismo es esencial para tener buena


salud. Diversas reacciones enzimáticas dependen del mantenimiento en un
estrecho límite del pH de los medios extra e intracelulares. Una ruptura de este
equilibrio puede ser el origen de numerosos problemas de salud.

Componentes:

Fisiopatología de los trastornos hidroelectrolíticos

Los trastornos hidroelectrolíticos son todas aquellas alteraciones del contenido


corporal de agua o electrolitos en el cuerpo humano. Se clasifican según sean por
defecto o por exceso. Sus etiologías son diversas, y se agrupan en función de la
causa que las produce: aumento del aporte, alteración de la distribución o
disminución de la excreción. Los trastornos hidroelectrolíticos severos o
prolongados puede conducir a problemas cardiacos, alteraciones neuronales,
malfuncionamiento orgánico, y en última instancia, la muerte.

Alteraciones en el volumen del agua: Hidratación, sobrehidratracion, edema

El volumen de agua corporal está estrictamente regulado, y generalmente no varía


en más de un 1% (aproximadamente 250 – 500 ml) diariamente, incluso en
condiciones de estrés (Cheuvront et al, 2004). Esta estricta regulación es el
resultado de los diferentes procesos mediante los cuales se controla la ingesta y la
pérdida diarias de agua y sales. Una disminución del volumen de agua corporal o
un incremento en la osmolalidad plasmática desencadenarán la sensación de sed,
lo que, suponiendo que se disponga de agua u otras bebidas, dará lugar a la
ingesta de líquidos como compensación. El aumento del volumen de agua
corporal normalmente provocará un incremento en la excreción renal de agua,
restableciéndose así la euhidratación. Los trastornos graves del volumen de agua
corporal son relativamente raros. En ocasiones pueden darse grandes pérdidas en
periodos cortos de tiempo: las tasas de sudoración durante el esfuerzo físico con
calor pueden superar los 2,5 l/h (Maughan y Shirreffs, 2010), y las enfermedades
infecciosas como el cólera pueden provocar pérdidas de agua mediante las heces
de hasta 1 l/h (Harris et al, 2012). También pueden producirse ocasionalmente
ingestas muy voluminosas, como cuando los jóvenes toman grandes cantidades
de cerveza. En cualquier caso, estas situaciones son generalmente transitorias y
autolimitantes.

Mecanismos de acción: Los mecanismos que regulan el equilibrio ácido base en


el organismo son tres: Regulación química, dada por la presencia en los líquidos
corporales de sustancias amortiguadoras o buffer, que pueden captar o ceder
protones y que por tanto impiden variaciones drásticas del pH de la solución en
que están presentes

Glóbulos rojos

Glóbulos blancos

Vaso sanguíneo
Plaquetas

Plasma

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