El Lenguaje
El Lenguaje
El Lenguaje
Desde una noción intuitiva, según Simone (1993: 4), el lenguaje es “la facultad
de asociar el contenido a la expresión con la finalidad de manifestarlo”. Son
lenguajes, entonces, la matemática, los sistemas adoptados por los animales
para comunicar sus propios mensajes, son lenguajes las lenguas verbales
humanas; en consecuencia podemos decir que el lenguaje no es, en absoluto,
exclusivo del hombre: los animales hacen uso, a su manera, de la facultad del
lenguaje, pues tienen los medios para asociar expresión y contenido; el hombre
mismo pone de manifiesto la facultad del lenguaje de diferentes maneras: gestos,
ademanes, etc., además de los sonidos verbales. Bernárdez (2001: 35) dice
sobre el lenguaje que “fundamentalmente se trata de una capacidad que
poseemos los seres humanos para hacer ciertas cosas por medio de una serie
de señales sonoras y visuales”, o sea, ellos tienen la capacidad de usar una
determinada lengua y otras formas que les permite comunicar contenidos.
Precisando entonces, el lenguaje es la facultad humana que nos permite
aprender una lengua para poder hablar y otras formas del lenguaje que
acompañen a la lengua para precisar significados en el proceso comunicativo.
Solo corresponde a los humanos la facultad de comunicarse por medios
vocálicos, es decir, solo ellos tienen la facultad de poder comunicar sus ideas,
emociones y deseos a través de signos de naturaleza sonora y articulada: las
ideas, una vez elaboradas, estimulan a las cuerdas vocales y los sonidos
emitidos (acto físico) son percibidos por el oído, y retraducidos al plano mental
del oyente.
Características
• Universalidad. Nos es concebible la idea de que un pueblo
situado geográfica e históricamente muy distante de nosotros no tenga la
capacidad, la facultad de lenguaje (producir sonidos de doble articulación,
gestos, etc.) y, por tanto, carezca de la posibilidad de asociar expresión y
contenido. El lenguaje se concibe como algo presente de la misma
manera en todos los componentes de la especie humana, independiente
del área geográfica y del momento histórico.
• Carácter innato. Como sistema cognitivo, el lenguaje es innato
(Simone prefiere decir congénito), genéticamente estamos programados
para poder hablar. Esta afirmación obedece a la gramática generativa de
Noam Chomsky, lingüista norteamericano. Simone (1993: 19) sostiene
que no es el resultado de un aprendizaje, sino que “nace” con el
organismo que lo exhibe y está grabado en el patrimonio genético del
individuo.
• Es aprendido. Si la facultad lingüística es un patrimonio genético,
las manifestaciones o formas del lenguaje las adquirimos o aprendemos
en las interacciones sociales; como dijera Simone en Fundamentos de
lingüística: “se aprende y se olvida el español o cualquier otra lengua
verbal, pero no la facultad del lenguaje como tal”.
• Desplazamiento. El lenguaje nos permite hacer referencia a
tiempo y espacio distintos a los del acto del habla. de esta propiedad están
privados los otros seres; pues si oyes, por ejemplo, a un perro decir grrrr,
probablemente querrá decir ahora mismo, porque no parece ser capaz de
comunicar con grrrr ayer por la tarde frente a la casa. e) Productividad.
El lenguaje nos permite crear o enviar mensajes nuevos que nunca antes
hemos emitido; continuamente estamos creando nuevas frases. Se
designa el término productividad (creatividad), pues el número potencial
de emisiones en cualquier lenguaje humano es infinito.
• Doble articulación. Primera articulación: un enunciado puede
dividirse hasta llegar a sus unidades mínimas tanto en la forma como en
su contenido (es decir, conservan Significado y Significante). Segunda
articulación: una palabra se puede dividir en sílabas y en fonemas,
unidades que sólo conservan el Significante.
SIGNIFICADO Y
SIGNIFICANTE
SIGNIFICADO Y
SIGNIFICANTE
4. Fática (o de contacto)
Está orientada hacia el canal. Busca iniciar, mantener o verificar la
comunicación, así como también avivar la atención.
Ejemplo: – Aló … Aló … Sí … Sí … Escucho. / – Ajá … Hum…
Otros ejemplos:
• ¡Buenas noches!
• ¡Buen día!
• Hola.
• ¿Me escucha?
• Adiós.
• Hasta luego.
• ¿Usted qué opina?
• ¿Hola?
• Disculpe un segundo.
• Bien.
• Continuaremos mañana.
• ¿En qué quedamos?
• ¿Jóvenes, pueden ver mi pantalla?
• ¡Pist...,Pist..., Pist...! ¡Hola!...
5. Metalingüística (o de glosa)
Está orientada hacia el código o sistema lingüístico. Por ejemplo, cuando
decimos: El verbo “andar” es irregular, estamos ocupándonos de una
palabra del español; por tanto, emplear el sistema lingüístico de esta
lengua (o de cualquier otra) para ocuparnos de sus propios componentes
idiomáticos, es darles a nuestras expresiones la función metalingüística.
Veamos otros ejemplos que reflejan esta función:
• Me gusta analizar la función de los verbos en la comunicación.
• Aprender inglés no es tan fácil.
• La primera palabra después de un punto se escribe
con mayúsculas.
• La palabra hermoso es sinónimo de la palabra bello.
• Lo que decís no tiene sentido.
• Las palabras agudas se acentúan en la última sílaba, pero solo
llevan tilde cuando terminan en la letra “n”, en la letra “s” o en vocal.
• El latín es una lengua muerta ya que nadie lo utiliza para
comunicarse en su vida cotidiana.
La palabra “halla”, que se escribe con “ll”, es un derivado del verbo
“hallar”, mientras que la palabra “haya”, que se escribe con “y”,
puede ser un derivado del verbo “haber” o puede ser un sustantivo
y referirse a un árbol.
• La palabra “hilo” es un término derivado del término “filum”, del
latín.
• Los antónimos son dos o más palabras que designan ideas o
elementos opuestos o contrarios entre sí, como por ejemplo
“bueno” es antónimo de “malo”, “alto” es antónimo de “bajo”,
“sincero” es antónimo de “mentiroso”.
• Las oraciones exclamativas tienen una entonación particular, ya
que deben decirse con énfasis, se escriben entre signos de
exclamación, y se utilizan para expresar estados de ánimo o
exaltación.
6. Poética (estética)
Está orientada hacia el mensaje; en ella podemos observar recursos
expresivos como las metáforas, rimas, refranes, etc. Ejemplo: Yo soy un
hombre sincero / de donde crece la palma / y antes de morir yo quiero /
echar mis versos del alma.
La lengua
Según Bernárdez (2001: 35), “lengua” es un término imposible de definir con
precisión; sin embargo, nos podría bastar intuitivamente esta definición de
lengua porque recoge un rasgo fundamental, sin duda el más importante: una
lengua es un consenso social; existe solamente en la diversidad: varían tes
sociales, regionales, de edad, sexo (género), etc., lengua se refiere a esta tal
como realmente existe, siempre en forma oral y, algunas veces, también en
forma escrita. Este plano del lenguaje, producto de consenso y con su propia
diversidad, se define como un sistema de signos lingüísticos que se emplean
para producir mensajes y un sistema de fonemas con los cuales formamos los
signos, correspondiente respectivamente a la primera y segunda articulación.
• Variabilidad de la lengua
Como bien sabemos, cada lengua es una diversidad, tarea poco fácil para
los lingüistas. Una de las características de las lenguas es la variabilidad
que se da en el tiempo, en el espacio y a nivel social.
1. Variación diacrónica
La diacronía indica que las lenguas cambian en el tiempo. Podemos
decir, entonces, que las lenguas verbales tienen una diacronía, en
el sentido de que evolucionan en el tiempo. La diacronía de una
lengua se manifiesta en el cambio de:
• La dotación de sonidos de una lengua.
• Los significados y las formas de las palabras.
• La organización gramatical, etc.
2. Variación diatópica
La diatopía nos indica que las lenguas cambian en el espacio. En
efecto, existen numerosas lenguas distintas. Una misma lengua
puede ser usada, en las distintas áreas donde se expande, con
muchos rasgos diferentes. Esta variación de la lengua puede
interpretarse también como una consecuencia del principio de
arbitrariedad. Es una variación, más conocida como dialecto, que
hace referencia a las modificaciones que sufre una lengua en cada
lugar por donde se extiende, región o comunidad; es sencillamente
una variación regional y colectiva de la lengua, es decir, en una zona
geográfica adopta ciertas características propias.
Por ejemplo, a la misma ave el peruano le dice “gayina”; el
argentino, “gashina”; el español, “gallina”.
3. Variación diastrática
Es la variación que indica que las lenguas cambian a nivel social,
es decir, son factores sociales los que generan esta variación. Por
eso los dialectólogos hablan de sociolecto, para referirse a
diferencias no regionales. debido a estos factores, un hablante, por
ejemplo, puede mostrar más semejanza en su lengua con gente del
mismo grupo social de una región distinta que con personas de
otros grupos sociales, aunque sean de la misma región.
4. Variación diafásica
Es conocida también como idiolecto y designa a las características
propias del individuo al usar una determinada lengua. describe el
modo de hablar en cuanto estudio de los caracteres lingüísticos de
esa sola persona.
El habla
El habla viene a ser la realización o materialización de la lengua; en esta
realización, la lengua adopta rasgos particulares porque el habla es un acto
individual de voluntad, inteligencia y psicofisiológico. A diferencia de la lengua,
que es un producto social, el habla es un producto personal. La lengua y el habla
están estrechamente relacionados entre sí, son interdependientes, se
complementan y no pueden existir el uno sin el otro, pero a la vez mantienen
nítidas diferencias.