Salcedo Frisancho Uso TIC Enseñanza1
Salcedo Frisancho Uso TIC Enseñanza1
Salcedo Frisancho Uso TIC Enseñanza1
ESCUELA DE POSGRADO
AUTORA:
ASESOR:
Mg. Oscar Andrés Pain Lecaros
Diciembre, 2018
ii
Agradecimientos
El logro de este reto merece el reconocimiento de personas que han sido parte de
este proceso de alguna manera.
En principio, quiero expresar mi gratitud hacia Dios por ponerme siempre en el
lugar correcto y dejarme dar los pasos adecuados para mi crecimiento. Gracias Dios por
escuchar mis pensamientos y mi corazón.
Quiero agradecerle también a mi familia por su infinito amor y confianza hacia
mí. Gracias por creer en mis capacidades y por acompañarme en las innumerables caídas
que he tenido hasta el momento; mi resiliencia es gracias a ustedes.
A Luciana, mi hermanita, con quien he compartido mucho más estos últimos años,
y a quien le debo mi fortaleza, mi paciencia y mi amor incondicional. Gracias por tu
aliento, tu buen ánimo y por todo el aprendizaje que adquirimos en este largo tiempo
juntas.
A mi asesor Mg. Oscar Pain, quien me ha proporcionado todo su apoyo y
conocimientos para llevar a cabo esta investigación con la mejor calidad posible. Gracias
por tu asesoramiento y revisión continua.
Y finalmente, quiero agradecerme a mí misma por todo el esfuerzo que le puse a
este trabajo; no solo implicó asumir este nuevo reto de estudiar una maestría, sino que
vino acompañado de un cambio en el estilo de mi vida que me obligó a adaptarme y a
enfrentar nuevos desafíos personales. Gracias Adriana por tu paciencia, por tu tolerancia
al error y por todos los abrazos que te diste para seguir adelante.
iii
Resumen
Esta investigación tuvo como objetivo conocer los factores tanto externos como
internos que predicen el uso de las TIC por parte de los docentes de una universidad
privada de Lima. El diseño de la investigación fue transaccional de tipo descriptivo
correlacional. Los datos fueron recolectados a través de un cuestionario de autoreporte
que midió la frecuencia de uso de las TIC, las creencias pedagógicas, la autoeficacia, la
valoración, el acceso y soporte técnico de las TIC y la percepción de la cultura y liderazgo
tecnológico de la institución. Los participantes fueron 208 docentes que trabajaban en una
institución privada de educación superior. Los resultados encontrados reflejaron una
relación positiva entre la frecuencia del uso de TIC y la autoeficacia en tareas para la
enseñanza con TIC; así también, con la cultura y liderazgo tecnológico de las áreas
académicas. Asimismo, se encontró una relación negativa entre la frecuencia de uso de
las TIC y las creencias sobre el rol centrado en el docente. Estos resultados se discutieron
y se sugiere líneas de trabajo que consideren estos factores para posteriores programas de
implementación de TIC en instituciones de educación superior.
Abstract
The objective of this research was to know the external and internal factors that
predict the use of ICT by teachers of a private university in Lima. The design of the
investigation was transactional of descriptive correlational type. The data were collected
through a self-report questionnaire that measured the frequency of use of ICT,
pedagogical beliefs, self-efficacy, assessment, access and technical support of ICT and
the perception of culture and technological leadership of the institution. The participants
were 208 teachers who worked in a private institution of higher education. The results
showed a positive relationship between the frequency of the use of ICT and self-efficacy
in tasks for teaching with ICT; likewise, with the culture and technological leadership of
the academic areas. Furthermore, a negative relationship was found between the
frequency of use of ICT and beliefs about the role centered on the teacher. These results
were discussed, and lines of work are suggested that consider these factors for subsequent
ICT implementation programs in higher education institutions.
Tabla de contenidos
Introducción ...................................................................................................................... 1
Tecnologías de la información y de la comunicación en la educación superior ........... 2
Implementación de las TIC en el sistema educativo ..................................................... 6
Método ............................................................................................................................ 16
Participantes ................................................................................................................ 16
Medición ..................................................................................................................... 18
Procedimiento ............................................................................................................. 22
Resultados....................................................................................................................... 25
Uso de TIC y sus factores ........................................................................................... 25
Factores asociados al uso de TIC ................................................................................ 31
Discusión ........................................................................................................................ 34
Referencias ..................................................................................................................... 46
Apéndices ....................................................................................................................... 51
Apéndice A: Cuestionario de uso de recursos tecnológicos en aula ........................... 51
Apéndice B: Cuestionario de autoeficacia en el uso de TIC ...................................... 52
Apéndice C: Cuestionarios de acceso y soporte técnico para las TIC ........................ 53
Apéndice D: Cuestionario de Cultura y liderazgo tecnológico .................................. 54
Apéndice E: Porcentaje de varianza explicada de análisis factoriales exploratorios.. 55
Apéndice F: Pruebas de KMO y esfericidad de Bartlett. ............................................ 56
Apéndice G: Protocolo de consentimiento informado para participantes .................. 57
Apéndice H: Comparación de medianas según Sexo ................................................. 58
Apéndice I: Comparación de medianas según Facultad ............................................. 59
Apéndice J: Tabla de correlaciones de todas las variables ......................................... 60
1
Introducción
En los últimos años, las tecnologías de la información y de la comunicación [TIC]
se han introducido en el contexto de la educación como una herramienta estratégica de
soporte para la planificación de la enseñanza, ejercida principalmente por el docente. Para
UNESCO (2008), el desarrollo profesional del profesor es el factor crucial para mejorar
la educación y este tendrá un gran impacto si está focalizado en la actualización
permanente de éste y adaptado a los cambios en el sistema educativo. Más allá de un
manejo instrumental de las TIC, se espera que el docente mejore y enriquezca las
oportunidades de aprender a enseñar a los estudiantes, a través del empleo de las
herramientas tecnológicas (Carneiro, Toscano y Díaz, 2009).
Según esta perspectiva, se reconoce al docente como un agente educativo
indispensable, que no solo debe tener conocimientos básicos en el uso de las tecnologías,
sino que también debe poder incorporarlas en su práctica educativa, con el objetivo de
promover aprendizajes significativos en sus estudiantes. Sin embargo, existen una serie
de factores que impiden o interrumpen la incorporación de las tecnologías en la práctica
educativa y que evidencian las dificultades principales que tiene el docente para
emplearlas en el contexto educativo.
Por un lado, se distinguen factores externos al docente, entre los cuales la
accesibilidad a las TIC, el soporte técnico, las características de la tecnología y la cultura
y tecnológica de la institución educativa han sido frecuentemente estudiados. Por otro
lado, se distinguen factores internos al docente, entre los cuales se han estudiado las
creencias pedagógicas, la autoeficacia y las actitudes del docente frente a las herramientas
tecnológicas y su creciente uso en la educación. Además de ello, dentro de estos factores,
también han sido considerados y estudiados aspectos como la edad, el género y la
experiencia pedagógica. Cada uno de estos factores, presentes o no, condicionan la
decisión del docente respecto al uso de las herramientas TIC en sus sesiones de clase
(Buabeng, 2012).
En el Perú, son pocas las investigaciones que se han realizado sobre la
implementación de las TIC en el sistema educativo superior y la información es escasa
respecto a la influencia de factores relacionados al uso de las tecnologías en las prácticas
de enseñanza de los docentes universitarios. En este sentido, este estudio espera contribuir
a la educación superior, otorgando una visión más amplia de los aspectos que deben ser
considerados para alcanzar la implementación de las tecnologías por parte de los
2
integrar con éxito la tecnología al plan de estudios y la falta de apoyo financiero (Dupagne
y Krendl, 1992; Hadley y Sheingold, 1993, citado en Mumtaz, 2000; Rosen y Weil, 1995;
Winnans y Brown, 1992).
Por otro lado, algunos autores decidieron clasificar los factores que están
asociados a la implementación exitosa de las TIC por parte de los docentes. Esta iniciativa
surge al observar que, pese a que los docentes cuentan con cierta preparación y
experiencia en el uso de la tecnología, continúan teniendo dificultades para su adecuada
implementación. Las razones de este fracaso se atribuyen a la presencia de barreras que
se conocen como barreras de primer orden y barreras de segundo orden (Ertmer, 2005,
1999; Hew y Brush, 2007).
Las barreras de primer orden son aquellos obstáculos que son extrínsecos al
docente. Normalmente estas barreras están descritas como tipos de recursos (equipos,
soporte, tiempo, formación, entre otros), y que son inadecuados o no se cuenta con ellos
en los ambientes donde se emplean. Debido a que este tipo de barreras son más sencillas
de superar, la mayoría de los esfuerzos se han orientado a resolverlas, con la idea de que,
una vez resueltas, la implementación simplemente seguiría su curso.
Algunos estudios concluyen que las barreras relacionadas con el acceso, la
formación y el soporte crean problemas significativos en los docentes (Means y Olson,
1997; Parks y Pisapia, 1994, citados en Ertmer, 1999), pues no solo tienen que lidiar con
estas barreras, sino también, plantear estrategias para superarlas. A continuación, se
describen las barreras de mayor relevancia.
Accesibilidad y soporte técnico. El acceso a la infraestructura y a los recursos
TIC en las instituciones educativas es una condición necesaria para la implementación de
las TIC en la educación. La adopción efectiva de las mismas dependerá principalmente
de la disponibilidad y accesibilidad de estos recursos y que, además, éstos se encuentren
óptimos y actualizados (Plomp, Anderson, Law y Quale, 2009, citado en Buabeng, 2012).
Al respecto, Veen (1993a, citado en Mumtaz, 2000) encontró que, si el software de una
computadora era accesible a la propuesta metodológica que el docente empleaba, este lo
usaba con mayor frecuencia. Sin embargo, un estudio realizado por Torres, Barona y
García (2010) analizó la disponibilidad de la infraestructura y del equipamiento
tecnológico en relación con la apropiación y uso de las TIC por docentes de una
universidad en Barcelona. Los autores concluyeron que la presencia de infraestructura y
equipos modernos no es sinónimo de apropiación y uso acertado de las TIC en los
complejos ámbitos educativos universitarios.
9
Por otro lado, las fallas permanentes de los equipos tecnológicos, como las
computadoras, van a interrumpir el avance de una clase, y por consiguiente, van a
dificultar que los docentes empleen estos equipos de manera frecuente (Jones, 2004,
citado en Buabeng, 2012). El autor menciona que pueden generar frustración y finalmente
resistencia a emplearlas en clase y que es necesario contar con un apoyo técnico
disponible en la institución educativa, que no solo brinde soporte, sino que haga
mantenimiento permanentemente. En relación con este planteamiento, Palacios (2016), a
través de tu investigación sobre los factores que limitaron la implementación de un
programa que promueve el uso de las TIC por parte de los docentes, encontró que éstos
no habían desarrollado sus capacidades debido a que los programas no ofrecieron un
soporte técnico adecuado, siendo calificado por los docentes como escaso.
En esta misma línea, Yilmaz (2011), al evaluar los procesos de integración de la
tecnología en el sistema educativo turco, concluyó que las instituciones que cuentan con
conexiones de internet y equipos tecnológicos necesitan del soporte técnico adecuado y
mantener la frecuencia de uso de las TIC en la institución. Del mismo modo, un estudio
de Korte y Husing (2007) realizado en los colegios de Gran Bretaña y Países Bajos, reveló
la importancia que tiene el soporte técnico para ayudar a los profesores a integrar las
tecnologías en su práctica docente. Veen (1993b, citado en Mumtaz, 2000) por su parte,
realizó un estudio para describir la práctica de cuatro profesores de una escuela secundaria
holandesa que emplean las TIC en sus aulas. Los factores escolares desempeñaron un
papel importante en el uso de las computadoras, incluido el apoyo técnico esencial y la
actitud positiva del director.
Cultura y liderazgo tecnológico. Para lograr la implementación de las
tecnologías en el contexto educativo se requiere la participación del profesor, pero se
necesita también el compromiso de todos los agentes de la institución educativa (Salinas,
2004). La presencia de personas que apoyan e incentivan el uso de tecnologías en los
contextos de enseñanza puede predecir una integración óptima de las TIC en estos
contextos (Area, 2010). El liderazgo tecnológico es un predictor fuerte del uso de las
tecnologías en la educación por parte de los docentes. Un líder (pueden ser los directores,
coordinadores, entre otros), que implementa planes tecnológicos y comparte una visión
común con los docentes, estimula la utilización de las tecnologías en aula (Yee, 2000).
Al respecto, Wong y Li (2008, citado en Buabeng, 2012) realizaron una investigación
sobre los factores que influyeron en la integración transformacional de las TIC en colegios
de Hong Kong y Singapur. Encontraron que la promoción del liderazgo, la colaboración
10
del uso de las TIC como recursos pedagógicos, lo cual los llevaba a utilizar herramientas
de texto y multimedia, aplicaciones educativas e internet. La herramienta más valorada
por los docentes era la computadora en el aula.
Factores experiencia docente, edad y sexo. Otros aspectos intrínsecos al docente
revisados por la literatura son la experiencia docente, la edad y el sexo. En cuanto al
primer caso, algunos estudios revelan que la experiencia docente influye en el éxito al
usar las TIC en aula (Giordano, 2007; Wong & Li, 2008). Por un lado, se encontró que
las personas que tienen menos experiencia en docencia están menos dispuestos a usar las
tecnologías en sus procesos de enseñanza. Sin embargo, otros autores revelan que, a
menor experiencia en docencia, hay una mayor frecuencia de uso de TIC (Lau & Sim,
2008; Mendoza, 2016). No obstante, pese a que los docentes utilizan herramientas
tecnológicas en sus clases, manifiestan una falta de preparación para su uso en entornos
educativos y la necesidad de capacitación y apoyo para lograr la implementación óptima
en el sistema educativo.
En cuanto a la edad, un estudio realizado por Suárez, Almerich, Díaz y Fernández
(2012) encontró que los docentes más jóvenes (menos de 35 años) son quienes
manifiestan un mayor uso de recursos tecnológicos. Sin embargo, Russell, Bebell,
O'Dwyer, y O'Connor, (2003, citado en Buabeng, 2012) y Lau y Sim (2008) encontraron
que los profesores de mayor edad usan con mayor frecuencia las computadoras en aula y
tienen una mejor disposición a emplearlas, en comparación con los más jóvenes. La
hipótesis que explica este fenómeno es que los docentes mayores tienen más experiencia
enseñando y les es más sencillo integrar las tecnologías en sus clases.
En cuanto a la variable sexo, algunos estudios revelan que los docentes varones
utilizan más las TIC en su práctica docente que las docentes mujeres (Kay, 2006; Suárez
et al., 2012) y, en consecuencia, tienen una mayor capacidad para emplearlas. Sin
embargo, Adams (2002, citado en Buabeng, 2012) encontró que se ha incrementado el
número de mujeres que están utilizado internet y web 2.0, en comparación a los varones.
Por todo lo anteriormente expuesto, se puede afirmar que existen lineamientos a
nivel mundial acerca de la incorporación e implementación de las TIC en el contexto
educativo, cuyo objetivo es orientar a las instituciones en la adopción de estas
herramientas. A su vez, se han establecido una serie de factores que funcionan como
condiciones necesarias para la asimilación, por parte de los docentes, de las herramientas
tecnológicas dentro de sus prácticas educativas cotidianas. La ausencia o déficit de estos
15
factores, tanto internos como externos al docente, dificultan la incorporación de las TIC
en sus procesos de enseñanza en la educación superior.
Debido a que, según la literatura revisada, estos factores tienen un impacto en las
decisiones de los docentes para incorporar las TIC como herramientas en la planificación
de sus actividades y, dado que no existe claridad en las razones por las cuales los docentes
de una universidad privada de Lima no emplean con regularidad las TIC en su práctica
educativa, es necesario evaluar el estado actual de estos factores, cómo son percibidas por
los docentes y la relación que existe entre estos factores y la frecuencia de uso de las TIC
por parte de los docentes universitarios.
Así, el objetivo de esta investigación fue estudiar los factores que predicen el uso
de las TIC en los docentes de una universidad privada de Lima. Con ello, se planteó en
primer lugar, conocer el uso de las herramientas TIC en las actividades de enseñanza de
los docentes; en segundo lugar, describir los factores internos y externos al docente, con
respecto a las herramientas TIC; por último, determinar la relación que existe entre estos
factores y el uso de las TIC por parte de los docentes.
16
Método
Participantes
La población objetivo de esta investigación estuvo conformada por todos los
docentes que actualmente enseñan en las diferentes sedes de la institución privada (Lima
y sedes en el norte y sur del país), los cuales formaban un total de 1533 docentes
universitarios. Se establecieron los siguientes criterios de inclusión para la participación
en esta investigación: docentes que se encuentren enseñando actualmente en las sedes de
la ciudad de Lima; que tengan como mínimo un ciclo dictando en la institución; que no
tengan contrato de tutor; que no enseñen en el instituto de idiomas ni en la escuela de
posgrado. Así, la población final se redujo a un total de 1032 docentes.
La convocatoria fue censal. Del total de docentes, respondieron finalmente el
cuestionario 208 docentes, que representa el 20.1% la población. La mayor frecuencia de
respuesta fue a través de la modalidad virtual.
La edad promedio de los participantes fue de 46 años, siendo la máxima edad 71
años y la mínima 25 años (D.E= 10.58). Asimismo, la tasa de participación fue más
elevada para los docentes varones (151 respuestas) en comparación con las docentes
mujeres (57 respuestas).
17
Tabla 1
Distribución de la muestra según facultad
Facultad Frecuencia %
público como código docente, correo institucional, y facultad a la que pertenece, debido
a que la investigadora se encontraba laborando actualmente en dicha institución. La
información personal del docente no fue accesible a la investigadora.
Si bien la investigadora trabajaba en la institución, no pertenece a la dirección
encargada del desarrollo de tecnologías para la enseñanza aprendizaje. Por otro lado, la
investigadora solicitó el permiso correspondiente a su jefe inmediato y, dado que es una
investigación cuyos resultados serán utilizados para proponer posteriormente programas
de formación docente y se desea asegurar el nivel de respuesta, la comunicación se realizó
a través del correo institucional.
Medición
En base a la revisión de la literatura sobre las barreras de primer y segundo orden
relacionadas a la en la implementación de las TIC en el sistema educativo por parte de
los docentes (Ertmer, 1999, 2005; Hew y Brush, 2007), se organizaron las variables y las
medidas correspondientes.
19
Tabla 2
Variables y medidas de las barreras de primer y segundo orden
Factores Variables Medidas
Cuestionario uso de TIC en el aula
Información y comunicación de elaboración propia para evaluar
Uso de las TIC la implementación de las TIC por
Creación y seguridad parte de los docentes.
Escala de creencias pedagógicas
adaptada de la Escala Teaching,
Learning and Computing (TLC)
Creencias pedagógicas elaborada por Centro de
Investigación sobre Tecnología de
la Información para
Organizaciones (1998).
Cuestionario de Autoeficacia
Factores internos al
Autoeficacia docente para el uso de las TIC de
docente
elaboración propia.
Escala de valoración de las TIC
adaptada de la Escala Teaching,
Learning and Computing (TLC)
Valoración de las TIC elaborada por Centro de
Investigación sobre Tecnología de
la Información para
Organizaciones (1998).
Cuestionario de escala Likert de
elaboración propia para evaluar la
Acceso y soporte técnico percepción docente del acceso y
soporte técnico para el uso de las
Factores externos al TIC en el aula.
docente Cuestionario de escala Likert de
elaboración propia para evaluar la
Cultura y liderazgo tecnológico percepción de la cultura y liderazgo
tecnológico de la universidad, por
parte de los docentes.
del Profesorado (INTEF). Se mide a través de una escala Likert con valores del 0 al 4,
correspondiente a una progresión de nunca a siempre.
Para las variables creencias pedagógicas y valoración de las TIC se empleó una
adaptación de la escala Teaching, Learning and Computing (TLC) elaborada por el
Centro de Investigación sobre Tecnología de la Información para Organizaciones (1998).
Esta escala mide las creencias, la práctica y el uso de las tecnologías en la enseñanza en
cinco constructos: (i) Filosofía de enseñanza, (ii) Estrategias de enseñanza, (iii) Uso de la
tecnología, (iv) Habilidades técnicas y (v) Actitudes tecnológicas.
En el caso de la variable creencias pedagógicas, se empleó un segmento del
instrumento “filosofía de enseñanza”, que mide el grado de acuerdo o desacuerdo respecto
a afirmaciones sobre enseñanza y aprendizaje. Consta de 9 afirmaciones evaluadas a
través de una escala Likert con valores entre 1 y 5. Asimismo, para la variable valoración
de las TIC se empleó un segmento del instrumento “actitudes tecnológicas”, que mide el
grado de valoración de las TIC para la enseñanza. Consta de 9 ítems evaluados a través
de una escala Likert, correspondiente a una gradación del 0 al 4.
Las variables Autoeficacia en el uso de TIC, Accesibilidad y soporte técnico, y
Cultura y liderazgo tecnológico, fueron medidas a través de instrumentos construidos para
la investigación. En el caso de la variable Autoeficacia en el uso de TIC, el cuestionario
constaba de 19 ítems medidos a través de una escala Likert que va del 0 al 4. Se buscó
evaluar dos aspectos: (i) Actividades o tareas generales con TIC y (ii) Actividades o tareas
para la enseñanza con TIC, que mide el grado de seguridad respecto al uso de
herramientas tecnológicas. A través del análisis factorial exploratorio los ítems de ambos
aspectos mostraron validez empírica (ver apéndice E).
Para la variable Accesibilidad se construyó un instrumento de 8 ítems que evalúa
el grado de acuerdo o desacuerdo con afirmaciones relacionas al acceso a las TIC. Se
mide a través de una escala Likert que va del 1 al 5. De manera similar, el cuestionario
construido para la variable de Soporte técnico consta de 5 ítems que miden el grado de
acuerdo o desacuerdo con el soporte técnico de la universidad, a través de una escala
Likert cuya progresión va del 1 al 5. Finalmente, la variable Cultura y liderazgo
tecnológico fue medida a través de un cuestionario que consta de 11 afirmaciones que
evalúan el grado de acuerdo o desacuerdo respecto a tareas institucionales que promueven
el uso de TIC. Es medido a través de una escala Likert que va del 1 al 5. Estas escalas
también mostraron validez empírica a través de AFE, así como ser unidimensionales.
21
Tabla 3
Confiabilidad obtenida de las medidas
Alfa de
Cronbach
Medidas Áreas
Áreas Total
Información y comunicación .82
Uso de las TIC .89
Creación y protección de recursos tecnológicos .88
Creencias Creencias sobre el rol centrado en el docente .72
.68
pedagógicas Creencias sobre el rol centrado en el alumno .73
Autoeficacia en Autoeficacia en tareas generales con TIC .93
.96
el uso de TIC Autoeficacia en tareas para la enseñanza con TIC .96
Valoración de Valoración de recursos TIC de uso personal .68
.84
las TIC Valoración de recursos TIC institucionales .85
Acceso a las TIC Acceso a las TIC .92 .92
Soporte técnico Soporte técnico .91 .91
Procedimiento
El primer paso consistió en solicitar a la universidad los permisos para llevar a
cabo el presente estudio. En primer lugar, el permiso para realizar la investigación; en
segundo lugar, el permiso para obtener la base datos con la información institucional de
los docentes (código, nombre completo, sede y facultad); y, en tercer lugar, el permiso
para contar con los ambientes necesarios (salones) para llevar a cabo tanto la prueba piloto
como la recolección de datos.
Con estos tres propósitos se redactó esta solicitud que fue enviada a través de la
mesa de partes de la universidad, para después programar una reunión con las autoridades
respectivas, donde se compartieron los objetivos del estudio y se solicitó la información
que es necesaria para este estudio. Se recalcó que la información solicitada sería empleada
únicamente para los objetivos del estudio, que es de carácter confidencial y que los
23
resultados serán compartidos de manera grupal con la institución y las autoridades según
la modalidad que ellos requieran.
El segundo paso consistió en la construcción y traducción de los instrumentos.
Para las variables Uso de las TIC, Autoeficacia en el uso de TIC, Acceso y soporte técnico
y Cultura y liderazgo tecnológico, se construyeron los ítems basados en la definición
operacional de estas variables. Para ello, se elaboró una matriz en Excel, cuyo diseño
permitió organizar mejor los ítems para su posterior revisión. Para el caso de la traducción
de los ítems de las variables Creencias pedagógicas y Valoración de las TIC, fue realizado
por la investigadora. Finalmente, se obtuvieron los instrumentos listos para los procesos
de validación.
El tercer paso consistió en la validación de los instrumentos a través de juicio de
expertos para verificar la comprensión de los ítems construidos y traducidos. Para ello, se
redactó un correo electrónico donde se solicitó el apoyo para la validación de los ítems
de los instrumentos. En este correo se expresó básicamente los objetivos de la
investigación, la relevancia del tema y la solicitud propiamente dicha, quedando a la
espera de los comentarios, sugerencias y observaciones.
Posteriormente, se realizó una prueba piloto para determinar el tiempo y
modalidad (virtual o presencial) de aplicación. Con este fin, en primer lugar, se
prepararon los instrumentos en modo virtual (en un formulario de Google) y en modo
presencial (con lápiz y papel). En segundo lugar, se seleccionó un grupo de docentes que
no conformaban la muestra pero que poseían características similares a ella; cuyas
respuestas no fueron consideradas para el análisis de datos recolectados posteriormente.
Por último, se envió la comunicación a cada grupo de docentes según la modalidad en
que se recogerían los datos.
Tanto para la modalidad presencial como para la virtual, se redactó un correo
electrónico dando un saludo inicial. Seguidamente, se indicó el motivo por el cual se
solicitó su apoyo, los objetivos del estudio y los procedimientos que se debían seguir para
participar del estudio. Se mencionó, además, que su participación era completamente
voluntaria, que los datos que se iban a recolectar eran única y exclusivamente para los
fines del estudio y que eran de carácter confidencial. Seguidamente, se explicó
brevemente el procesamiento de la información que se iba a realizar para obtener los
resultados. En el caso de la modalidad presencial, se detallaron las fechas que se tenían
programadas y, una vez ahí, se entregó el documento de consentimiento informado (ver
apéndice G) y los instrumentos impresos. Se tomó el tiempo al iniciar y finalizar el
24
Resultados
Con la finalidad de conocer el uso de las TIC que tienen los docentes y describir
los factores internos y externos asociados a su uso, la presentación de los resultados se
organiza en tres partes. La primera parte corresponde a los resultados del análisis
descriptivo de la variable Uso de las TIC por parte de los docentes. La segunda parte
presenta los resultados del análisis descriptivo de los factores internos y externos al
docente asociados a las herramientas TIC. Por último, la tercera parte muestra la relación
que existe entre los factores descritos y el uso de las TIC por parte de los docentes.
Figura 2: Diagrama de cajas para las medianas de las preguntas sobre Uso de
TIC por parte de los docentes.
Según este resultado, los docentes emplean casi siempre las tecnologías en su
práctica educativa (M=2.99, D.E= .66). La frecuencia de uso es más elevada para tareas
que impliquen buscar o adquirir información e interactuar o compartir con otros a través
de las tecnologías (M=3.45, D.E= .58). Entre las actividades en las cuales hacen un mayor
26
uso de TIC estuvieron: buscar información en la web que ayude a completar el contenido
de las clases; y descargar y subir información necesaria para el desarrollo de las clases.
Se observó una frecuencia menor de uso para las actividades que corresponden a la
creación y protección de recursos tecnológicos (M=2.76, D.E= .78). Las actividades
donde hay un menor uso de las TIC fueron: diseñar otros recursos de mayor complejidad
para mis clases (por ejemplo, infografías, revistas digitales, herramientas de las
aplicaciones, herramientas de plataformas educativas, organizadores visuales en línea,
etc.); y compartir cierto tipo de información sobre mí mismo y sobre otros.
La segunda parte presenta los resultados de las variables que corresponden a los
factores internos y externos al docente, en función a las herramientas TIC.
La variable creencias pedagógicas fue medida a través una serie de preguntas que
determinaron cuán de acuerdo o desacuerdo estaban los docentes con creencias centradas
en el rol docente o creencias centradas en el rol del alumno. En la figura 3 se presentan
las medianas obtenidas en ambas áreas, como también la mediana obtenida del puntaje
total.
Creencias pedagógicas
Figura 3: Diagrama de cajas para las medianas de las preguntas sobre las
Creencias pedagógicas.
Se observa que una mayor proporción de docentes (57%) tienden a estar más de
acuerdo con las afirmaciones que expresan las creencias sobre el rol centrado en el
estudiante (M=3.48, D.E= .87). En contraste, respecto a las afirmaciones sobre las
creencias sobre el rol centrado en el docente, el 56% de docentes parece estar más hacia
un rango intermedio de la escala o en desacuerdo (M=2.69, D.E= .75).
27
para las tareas generales con TIC (M= 3.49, D.E= .58), en comparación a la seguridad en
tareas para la enseñanza con TIC (M= 3.15, D.E= .66).
Según el nivel más alto de la escala (bastante seguro), los resultados reflejaron
que el 69% de docentes afirmaron sentirse más seguros en el uso de las TIC para guardar,
imprimir y adjuntar archivos y el 76% de docentes para enviar un email. Mientras que el
30% de docentes mostraron menos seguridad en el uso de las TIC para actividades como
instalar y desinstalar programas, y el 33% de docentes para implementar estrategias para
la elaboración colaborativa de trabajos utilizando entornos virtuales.
En relación con la valoración de las TIC, la figura 5 presenta las medianas
obtenidas en las áreas Valoración de recursos TIC de uso personal y Valoración de
recursos TIC institucionales, como también la mediana obtenida del puntaje en total.
Valoración de las TIC
Figura 5: Diagrama de cajas para las medianas de las preguntas sobre Valoración
de las TIC.
Los docentes reconocieron los recursos tecnológicos como muy valiosos para ser
empleados en su práctica educativa (M=3.34, D.E= .51). Los recursos tecnológicos que
provienen de la institución educativa superior fueron considerados muy valiosos para los
docentes (M=3.53, D.E= .51), específicamente la computadora, ecran y proyector en sus
clases. Mientras que los recursos tecnológicos que son de uso personal, como los
teléfonos, celulares, tablets o laptops, fueron considerados como moderadamente valiosos
para ser usados en clase (M=2.66, D.E= .86). Añadido a ello, vale decir que ningún
recurso tecnológico fue considerado nada valioso ni bastante valioso.
29
Figura 6: Diagrama de cajas para las medianas de las preguntas sobre Cultura y
liderazgo tecnológico.
30
Tabla 4
Resumen del Análisis de Regresión Múltiple para el Uso de TIC
B Β t p
(Constante) 10.480 2.356 .019
Creencias sobre el rol centrado en el
-.275 -.132 -2.415 .017
docente
Creencias sobre el rol centrado en el
-.080 -.035 -.619 .536
estudiante
Autoeficacia en tareas generales con
-.114 -.059 -.789 .431
TIC
Autoeficacia en tareas para la
.566 .573 7.799 .000
enseñanza con TIC
Valoración de recursos TIC de uso
.415 .091 1.488 .138
personal
Valoración de recursos TIC
.092 .041 .602 .548
institucionales
Puntaje total accesibilidad -.036 -.025 -.382 .703
Puntaje total soporte técnico -.096 -.046 -.719 .473
Cultura y liderazgo tecnológico de la
.101 .046 .507 .613
universidad
Cultura y liderazgo tecnológico de
.324 .175 2.009 .046
las áreas académicas
R2 ajustado = .41 (n = 208, p < .001)
El modelo explica el 41% de la varianza del uso de las TIC por parte de los
docentes. Los factores Autoeficacia en tareas para la enseñanza con TIC, Cultura y
liderazgo tecnológico de las áreas académicas y Creencias sobre el rol centrado en el
docente, tuvieron un efecto sobre la frecuencia de uso de TIC. El análisis mostró que, en
el caso de la autoeficacia para las tareas de enseñanza con TIC, controlando el efecto de
los otros puntajes, ésta tuvo un efecto positivo sobre la variable; es decir, en cuanto uno
se sienta más seguro empleando herramientas tecnológicas, mayor sería la frecuencia de
uso de estas. Lo mismo para el caso de la cultura y liderazgo tecnológico de las áreas
académicas, cuyas prácticas que incentivan el uso de tecnologías, incrementarían a su
vez, el uso de estas. Asimismo, en cuanto a las creencias sobre el rol centrado en el
docente, controlando el efecto de los otros puntajes, ésta tuvo un efecto negativo sobre la
variable dependiente; es decir, en cuanto uno posea creencias que reflejan un enfoque
tradicional de enseñanza, emplearía con menor frecuencia herramientas tecnológicas.
33
Discusión
propósitos educativos, ésta se convierta en una brecha que los limitaría a introducirlas
como complementos de su práctica. Considerar aspectos como la formación en
tecnologías para la enseñanza podría determinar si es realmente la experiencia empleando
TIC en el aula la que determina una mayor frecuencia de uso de estos recursos para crear
material que complemente las experiencias de aprendizaje. Como se ha mencionado en
la revisión teórica de esta investigación, las propuestas formativas de la universidad se
han orientado principalmente a formar al docente como usuario de recursos tecnológicos,
mas no como creador de estos recursos; lo cual limitaría el desarrollo de habilidades para
creación de herramientas tecnológicas con propósitos pedagógicos.
Además, el sistema de evaluación docente hace un mayor énfasis en el uso de los
espacios virtuales para la implementación de actividades evaluadas o la comunicación
con los estudiantes, por lo que no se incentiva al docente a crear recursos para
complementar su enseñanza. En ese sentido, el docente no cuenta con la formación
adecuada para crear recursos virtuales ni es reconocido por ello en la institución.
Pese a todo ello, los resultados sugieren que las habilidades de los docentes para
crear recursos tampoco son insuficientes, por lo que se puede afirmar que son aprendices
digitales que comienzan a considerar las potencialidades de las TIC para su entorno de
enseñanza y que no son solo usuarios de las mismas (Gallardo-Echenique et al., 2016;
Rodrigues, 2014).
Con respecto al factor interno de creencias pedagógicas, la tendencia hacia las
afirmaciones que declaran una pedagogía más centrada en el estudiante (enfoque
constructivista de enseñanza), es un resultado que también encontraron otras
investigaciones (Cortez, Fuentes, Villablanca y Guzmán 2013). Esta tendencia hacia el
enfoque constructivista de la enseñanza podría reflejar que los docentes estarían
comenzando a asumir un esquema de enseñanza estructurado en función al logro del
aprendizaje del estudiante, y no a los contenidos o temas que deben ser aprendidos;
resultados similares a los encontrados por otras investigaciones (Cortez, Fuentes,
Villablanca y Guzmán, 2013; Estévez-Nenninger et al., 2014, citado en Solis, 2015).
Los docentes manifestaron no estar de acuerdo con afirmaciones que consideran
la participación del estudiante en aspectos como la definición de las actividades que se
llevan a cabo en clase o la manera como deben ser evaluados. Esto sugiere que los
docentes todavía parecen percibir su rol como más representativo que el del estudiante o
reflejaría la necesidad que tienen de definir permanentemente cómo debe darse la
dinámica de enseñanza (postura de control). Estas creencias, que probablemente son
36
propias de la enseñanza tradicional que fue empleada con ellos cuando fueron estudiantes,
podrían estar llevándolos a mantener los mismos esquemas de enseñanza en su ejercicio
profesional actual, tal como lo afirma Tovar y García, (2012); esquemas que incluso
comprenden la forma y herramientas que se emplean para evaluar a los estudiantes
(Ferreyra, 2012).
Ahora bien, es interesante resaltar que una postura centrada en el rol del estudiante
se relacionó con otros factores internos como la valoración de las TIC y con factores
externos como la cultura y liderazgo tecnológico. Estas relaciones reforzarían la idea de
que en la sociedad digital y del conocimiento en la que nos encontramos actualmente, las
TIC juegan un rol bastante representativo para la práctica educativa, y esta incorporación
de herramientas tecnológicas se sustenta a través del enfoque de enseñanza centrado en
el rol del estudiante como actor activo de su propio aprendizaje (Cabrol y Severin, 2010).
Es así como, en un contexto donde se busque permanentemente la participación activa
del estudiante en su propio aprendizaje, se valorarían los recursos empleados para que esa
práctica sea llevada a cabo.
A su vez, es importante mencionar que las creencias sobre el rol centrado en el
docente no se relacionaron con ninguna de las variables estudiadas en esta investigación.
Esto complementa la idea anterior, sugiriendo que la presencia de un enfoque tradicional
de la enseñanza podría dificultar o demorar la implementación de las TIC en la institución
educativa superior.
Respecto al factor interno de autoeficacia, los docentes manifestaron una
seguridad sobre su propia habilidad para emplear tecnologías, lo cual podría llevarlos a
valorar de igual manera las herramientas tecnológicas para su práctica educativa; esto
explicaría la relación positiva encontrada entre la autoeficacia percibida y la valoración
de las TIC. Es importante resaltar este resultado, debido a que los docentes pueden
considerarse hábiles en el manejo de una serie de aspectos o herramientas propias del
curso o de la carrera profesional que dictan, pero no necesariamente considerarlas
valiosos para su enseñanza. Pese a ello, el puntaje elevado obtenido en ambos factores
podría facilitar la incorporación exitosa de las TIC en las prácticas de enseñanza regulares
de los docentes de esta universidad.
Asimismo, los docentes manifestaron tener confianza en sus habilidades para el
manejo de tecnologías para tareas generales, pero cuando la tarea está implicada en
procesos de enseñanza, este sentido de eficacia disminuye. Es probable que la decisión
de incorporar herramientas tecnológicas como recursos pedagógicos para la enseñanza,
37
esté influenciada por la seguridad que los docentes tienen respecto al dominio de dichas
herramientas (Albion, 2001, citado en Abbitt, 2011; Bandura, 1997, citado en Abbitt,
2011). Esta seguridad podría originarse a través una o varias de las fuentes que forman
las creencias de autoeficacia definidas por Bandura (1986, citado en Albion, 1999). Por
un lado, el hecho de que los docentes manifestaran que utilizan casi siempre las TIC en
su práctica educativa sugiere que podrían haber tenido experiencias de éxito con esta
implementación (experiencia activa). Por otro lado, al encontrase una relación positiva
entre la autoeficacia en el uso de TIC y la cultura y liderazgo tecnológico de las áreas
académicas, es posible que las prácticas de las áreas académicas sean constantemente
evaluadas y replicadas por los docentes (experiencia vicaria), incrementando así su
autoeficacia en el uso de recursos tecnológicos.
Del mismo modo, la menor seguridad manifestada por los docentes para emplear
recursos tecnológicos en sus prácticas de enseñanza sugiere que, si bien conocen algunas
herramientas tecnológicas, podrían no reconocer su potencial pedagógico. Esto reflejaría
la necesidad e importancia de que los docentes aprendan a adaptar las TIC en favor de
sus objetivos pedagógicos, más allá de simplemente aprender a utilizarlas; lo cual tendría
como consecuencia la sensación de eficacia frente a la labor de incorporar TIC como
herramientas pedagógicas. Este estudio reafirma las conclusiones expresadas por otra
investigación con objetivos similares (Ken y Giles, 2017).
Por otra parte, la ausencia de una relación entre este factor y factores externos
como la accesibilidad y el soporte técnico sugiere que estos factores externos no tendrían
un impacto en la seguridad que manifiestan los docentes para emplear herramientas
tecnológicas; es decir, ambos factores no son condiciones necesarias para que un docente
trabaje su autoeficacia en el uso de TIC o se sienta capaz de emplearlas sin problema.
En relación con la valoración de herramientas tecnológicas, los docentes valoraron
más las TIC que son propias de la institución educativa, como las computadoras en el
aula; resultados similares encontrados en el estudio realizado por Sáez (2010). Por el
contrario, las herramientas que fueron moderadamente valiosas para los docentes son los
celulares, las laptops y las tablets. Estas herramientas personales son recursos más
cercanos y mucho mejor manejados por los estudiantes; incluso están personalizados
según sus intereses y necesidades. Por un lado, es posible que los docentes sientan que
estas herramientas, al ser más accesibles y por contar con aplicaciones u otros recursos
que estimulan el interés de los estudiantes, causan la distracción de estos,
desvinculándolos del desarrollo de la clase; por tanto, aportarían poco al aprendizaje de
38
los contenidos que se van trabajando. Por otro lado, al ser herramientas de uso personal,
es posible que los docentes sientan que sus propósitos pedagógicos no son claros o que
simplemente no pueden ser aprovechados en un contexto de enseñanza-aprendizaje.
La valoración de las TIC estuvo relacionada de manera positiva con la frecuencia
de uso de las tecnologías y con los factores internos y externos de este estudio. Esto
sugiere que la valoración de las TIC no afectaría a un factor de manera particular, por lo
tanto, el trabajo que se realice con cualquiera de los factores para integrar las TIC podría
tener como consecuencia un efecto en la valoración que se tenga de las mismas.
En relación con las variables demográficas estudiadas, consideradas factores
internos al docente, tenemos el tiempo de experiencia, el cual mostró no tener relación ni
con el uso de TIC ni con los factores externos e internos relacionados a la implementación
de TIC. Este resultado contradice lo revisado en las investigaciones de Giordano (2007)
Wong & Li (2008). En estas investigaciones, los docentes afirmaron que ya venían
utilizando tecnologías en su práctica educativa desde hace un tiempo, lo cual no ha sido
determinado en esta investigación. Es probable que, si la universidad incorpora dentro de
su programa de formación propuestas que le permitan al docente desarrollar la habilidad
de integrar tecnologías en aula e, imaginando que la rotación de estos es mínima, esto
permitiría que los docentes estén capacitados y siguiendo una ruta de formación más clara
y continua; lo cual permitiría ver una diferencia respecto al factor experiencia en
docencia.
Del mismo modo, la variable edad tampoco mostró una relación con las demás
variables de este estudio, lo cual es contradictorio con los resultados de los estudios de
Lau y Sim (2008), Suárez, Almerich, Díaz y Fernández (2012) y Russell, Bebell,
O'Dwyer, y O'Connor, (2003, citado en Buabeng, 2012). En una de las investigaciones se
encontró que los docentes de mayor edad mostraron más receptividad y entusiasmo en
adoptar las TIC en su práctica educativa, en comparación con los docentes menores,
aspecto que no ha sido considerado para evaluar en esta investigación. Otro de los factores
que se evaluó en una de las investigaciones fue el dominio de las herramientas
tecnológicas, lo cual también mostró diferencias en cuanto a la edad. Quizás si se
incorporaran en futuros estudios los factores de predisposición al uso de TIC en aula y el
dominio de estas, si se encontraría una diferencia en esta variable. En cuando a la variable
sexo, no se encontró diferencias entre el sexo y la frecuencia de uso de TIC, contrario a
lo revisado en otras investigaciones (Adams, 2002, citado en Buabeng, 2012; Kay, 2006;
Suárez et al., 2012).
39
complicado determinar en qué casos un docente realmente había sido capacitado en el uso
de TIC.
Ahora bien, a partir de los resultados encontrados en esta investigación, se
sugieren como líneas de investigación futuras, en primer lugar, que se estudie de manera
más detallada o a través de otras modalidades de recojo de información, como la
cualitativa, las creencias pedagógicas que poseen los docentes que dictan en entornos
universitarios. Definir con mayor claridad cuál es el enfoque de enseñanza o los conceptos
que manejan los docentes sobre la educación, metodología activa, rol del estudiante en su
aprendizaje, uso de recursos tecnológicos, entre otros, podría dar mayor detalle de las
razones por las cuales los docentes se limitan o no a incorporar tecnologías en su práctica
educativa, incluso, la se podría obtener una correlación más fuerte con el uso de las TIC.
En segundo lugar, una variable considerada importante para el estudio de la
implementación de las TIC en la educación es la capacitación docente en tecnologías para
la enseñanza. Investigaciones futuras podrían medir esta variable con el fin de poder
determinar su influencia sobre el uso de TIC, el papel que juega en la sensación de
autoeficacia de los docentes, las relaciones que se podrían encontrar con otras variables
o las diferencias entre los grupos que se han establecido a través de las variables
sociodemográficas. Incluso, sería aún más interesante dividir esta variable en dos grupos:
capacitaciones en tecnologías en general y capacitaciones en tecnologías para la
enseñanza. Con esta división, se podría orientar mejor las propuestas formativas en
tecnologías que ofrecen las universidades para sus docentes. Tal como algunos autores
proponen, los docentes que participarían de programas de formación continua sobre TIC
podrían manifestar niveles más altos de autoeficacia en el manejo de estas herramientas,
y, por ende, mayor uso de estas (García, Días, Sorte, Díaz-Pérez, Rita Leal y Gandra,
2014).
En tercer lugar, en la discusión referente a la autoeficacia se discute sobre dos de
los factores de influencia para generar creencias de autoeficacia propuestos por Bandura:
la experiencia activa y la vicaria. Sería interesante que, en futuras investigaciones, a través
del análisis más exhaustivo de la autoeficacia docente, se puedan discutir los otros dos
factores de influencia como la persuasión verbal que acompaña el proceso de integración
exitosa de las TIC, o los estados fisiológicos y afectivos que se producen en consecuencia
del éxito o fracaso en el uso de herramientas tecnológicas; todo con la finalidad de tener
más claros los pasos a seguir para poder trabajar el sentido de eficacia de los docentes
44
respecto al uso de herramientas tecnológicas y esperar que no solo las empleen sino que
se integren en su práctica como herramientas que facilitan el aprendizaje.
En cuarto lugar, con la finalidad de tener más claridad en los aspectos culturales
que podrían tener mayor influencia en los docentes para emplear las tecnologías en su
enseñanza, sería interesante que se profundice más este factor externo, a través del análisis
detallado de las acciones concretas que tanto la institución como los agentes educativos
realizan para promover el uso de las TIC. Pero además de ello, incorporar otros agentes
educativos como los administrativos, quienes se comunican a través de medios
tecnológicos con los docentes, o los mismos alumnos, quienes ya vienen con una cultura
tecnológica aprendida.
Finalmente, un reto interesante que surge a raíz de la revisión de este estudio es
definir qué pasa cuando se usan herramientas tecnológicas; ya sea en los aprendizajes, en
la misma práctica del docente, en la forma de enseñar o transmitir el conocimiento, entre
otros. En otras palabras, las investigaciones futuras podrían medir el impacto que tiene
emplear estas herramientas en los diferentes contextos educativos, a fin de determinar el
grado en el que favorecen la práctica educativa del docente y cómo estas se alinean e
incorporan a los modelos de enseñanza de cada institución educativa.
Asimismo, a partir de lo previamente discutido, se proponen como conclusiones
que, en primer lugar, la implementación exitosa de tecnologías en la práctica educativa
depende tanto de factores internos como externos al docente. En segundo lugar, al
observar que el mayor impacto en la frecuencia de uso de las TIC recae en un factor
interno, la autoeficacia, se puede confirmar lo mencionado en la literatura con respecto a
la dificultad de superar las barreras de segundo orden (factores internos), que es incluso
mayor que a las de primer orden (factores externos), por su carácter bastante arraigado al
docente (Brickner, 1995, citado en Boza, Tirado y Guzmán, 2010; Dede, 1998, citado en
Ertmer, 1999).
En tercer lugar, ya que la autoeficacia en el uso de TIC, la cultura tecnológica y
las creencias pedagógicas de los docentes son condiciones centrales para implementar las
tecnologías en el contexto de educación superior, se sugiere que tanto las políticas de
implementación de TIC de la institución como las propuestas de formación en TIC para
los docentes, orienten sus esfuerzos al involucramiento de estos tres factores como ejes
centrales de sus propuestas. Pero además, pensando en la integración de estas
herramientas articuladas con los objetivos y metodología de enseñanza del docente,
convendría realizar ajustes tanto en los criterios de evaluación docente, prestando
45
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51
Apéndices
Actividad 0 1 2 3 4
1. Buscar información en la web que me ayude a complementar el
contenido de mis clases.
2. Descargar o subir información necesaria para el desarrollo de mis
clases.
3. Compartir archivos o contenidos a través de medios tecnológicos con
mis colegas o estudiantes.
4. Interactuar con mis colegas o alumnos (por ejemplo. teléfono móvil.
chat. plataformas educativas. correo electrónico).
5. Elaborar productos en colaboración (en grupo).
6. Crear contenidos digitales como recursos para mis clases (por
ejemplo. texto. tablas. imágenes. audio. etc.).
7. Diseñar otros recursos de mayor complejidad para mis clases (por
ejemplo. infografías. revistas digitales. herramientas de las
aplicaciones. herramientas de plataformas educativas. organizadores
visuales en línea. etc.).
8. Realizar acciones básicas para proteger mis dispositivos digitales (por
ejemplo. usar un antivirus. contraseñas. etc.).
9. Compartir cierto tipo de información sobre mí mismo y sobre otros.
10. Resolver tareas rutinarias escogiendo la herramienta digital más
adecuada.
11. Resolver tareas no rutinarias explorando las posibilidades
tecnológicas.
12. Aprender a hacer algo nuevo para incorporarlo en el desarrollo de mis
clases.
52
Me siento…
De poder… 0 1 2 3 4
1. Identificar los diferentes tipos de programas.
2. Instalar y desinstalar un programa.
3. Guardar. imprimir y adjuntar archivos.
4. Identificar los exploradores. ventanas. carpetas. escritorio. panel de
tareas. íconos de acceso directo. etc.
5. Reconocer y utilizar las principales funciones de los sistemas
operativos (búsqueda de archivos. copiar. pegar. eliminar. papelera de
reciclaje. unidades de disco).
6. Distinguir los diferentes navegadores.
7. Enviar un mail.
8. Descargar imágenes. PDF. mp3. videos. programas de licencia libre.
9. Identificar el potencial pedagógico de los materiales multimedia.
10. Reconocer ventajas y limitaciones de los materiales “en línea” para la
enseñanza.
11. Identificar sitios Web de interés educativo. tanto generales como
específicos del área o disciplina que enseño.
12. Integrar. adecuada y significativamente. recursos digitales y
herramientas tecnológicos en las diferentes actividades de enseñanza.
13. Evaluar el desarrollo de propuestas de enseñanza que integren recursos
tecnológicos.
14. Identificar motivos por los cuales las tecnologías deben incluirse en
las prácticas educativas.
15. Distinguir los modos en los cuales las tecnologías se pueden integrar
en la institución educativa universitaria.
16. Emplear una variedad de tecnologías por su potencial pedagógico más
que por su potencialidad técnica.
17. Utilizar diferentes aplicaciones útiles para el registro de información
relativa a las actividades planteadas en la enseñanza: planillas de
cálculo. bases de datos. líneas de tiempo. diagramas de Gantt. etc.
18. Implementar estrategias para la elaboración colaborativa de proyectos
o trabajos utilizando entornos virtuales (herramientas de producción
colaborativa. aulas virtuales. etc.).
19. Integrar el uso de entornos virtuales y otras herramientas tecnológicas
para la gestión del proyecto institucional.
53
Es…
El acceso a… Muy Muy
Malo Regular Bueno
malo bueno
1. La computadora. incluyendo sus elementos.
2. Los programas de la computadora.
3. Al proyector.
4. Al internet de la computadora.
5. La descarga y subida de archivos.
6. Al Wifi de la universidad.
7. Al portal docente de la universidad.
8. La plataforma educativa de la universidad
(Canvas).
9. Soporte técnico
Lea las siguientes afirmaciones sobre el soporte técnico con el que cuenta la universidad y
MARQUE la opción que describa mejor su apreciación.
Afirmación 1 2 3 4 5
1. El personal de soporte técnico me ayuda con las dificultades que se
presentan al usar la computadora o proyector.
2. Puedo acudir al personal de soporte técnico en cualquier momento.
3. Es sencillo comunicarme con el personal de soporte técnico en cuanto
lo necesito.
4. El personal de soporte técnico está preparado para resolver cualquier
dificultad que se presente con los equipos.
5. El personal de soporte técnico me ofrece soluciones adecuadas y
rápidas para las dificultades que se presentan con los equipos.
54
Afirmación 1 2 3 4 5
13. La universidad desarrolla actividades que promueven el uso de la
tecnología para las prácticas de enseñanza aprendizaje.
14. La universidad ofrece programas o cursos de formación en tecnologías
para la educación.
15. La universidad usa recursos tecnológicos para gestionar la
información (inscripciones. asistencia. plataformas virtuales.
aplicaciones para alumnos y docentes. entre otros).
16. La universidad se comunica conmigo por medio de recursos
tecnológicos (por ejemplo. correos electrónicos).
17. La universidad mantiene en buen estado los equipos tecnológicos.
18. La universidad mantiene actualizados los programas de sus
computadoras.
19. Mi área académica promueve el uso de la tecnología mediante
actividades académicas.
20. Mi área académica me incentiva a capacitarme en el uso de
tecnologías para la enseñanza.
21. Mi área académica incorpora las tecnologías dentro del plan de
estudios como recursos para la enseñanza.
22. Mi área académica se comunica conmigo a través de recursos
tecnológicos (por ejemplo. correos electrónicos).
23. Mi área académica fomenta la interacción con otros a través de
recursos tecnológicos.
55
Yo. __________________________________________________________________
doy mi consentimiento para participar en el estudio y soy consciente de que mi
participación es enteramente voluntaria. He recibido información en forma virtual sobre
el estudio mencionado anteriormente.
Entiendo que puedo finalizar mi participación en el estudio en cualquier momento, sin
que esto represente algún perjuicio para mí.
Entiendo que recibiré una copia de este consentimiento y que los resultados serán
compartidos con la institución de manera grupal, protegiendo en todo momento mi
identidad. También tengo la posibilidad de pedir información sobre los resultados de este
estudio cuando éste haya concluido. Para esto puedo comunicarme con la investigadora
Adriana Salcedo Frisancho al correo adrisf22@gmail.com.