Resumen Grupos Final
Resumen Grupos Final
Resumen Grupos Final
Mayo y Lewin.
Entre 1930 y 1940 toman visibilidad conflictos humanos en la problemática
económica, en la salud, en la educación de la familia. Ante la demanda de
nuevas formas de intervención se crea una nueva tecnología, el Dispositivo
Grupal, y un nuevo técnico, el Coordinador de grupos.
Ese dispositivo grupal cobrara una de las características del dispositivo
foucaultiano en tanto formación que en un momento histórico determinado, ha
tenido como función principal responder a una urgencia, en este caso mantener
y mejorar el nivel de producción de la gran empresa, pero también mejorar los
ideales democráticos. Así, los dispositivos que produjeron desde Mayo y Lewin
dada la demanda social que respondieron hicieron posible la visibilidad de
importantes mecanismos de funcionamiento de grupos: liderazgos, roles,
resistencia al cambio, etc. Pero junto a estos visibles dejaron como sus invisibles
los procesos icc que atraviesan tales mecanismos como así también la inscripción
institucional.
Mayo
Mayo verifica la existencia de un factores psicológicos relacionado a la productividad
de los obreros de la fábrica tales como la moral de grupo; el sentido de
pertenencia al grupo; y la eficacia de una administración humanitaria. Surgirá la
idea de que el mejor rendimiento de los obreros depende más de la interrelación
afectiva entre ellos que de las mejoras en las condiciones técnicas y ambientales
del trabajo.
Precursor de la microsociologia y del movimiento de Relaciones Humanas
Desarrolla una investigación en una fábrica buscando determinar la correlación
entre la intensidad de la iluminación y la eficiencia de los obreros en la
productividad. Verifica azarosamente otra variable: el factor psicológico
Además ira descubriendo otras variables en los cambios de productividad: moral
de grupo, existencia de relaciones satisfactorias entre los miembros de un grupo
de trabajo, sentido de pertenencia eficacia de una administración humanitaria
Surge, entonces, la idea de que la mejora en el rendimiento depende más de la
interrelación afectiva entre ellos que de las mejoras en las condiciones técnicas y
ambientales del trabajo, principio férreamente sostenido por la teórica clásica de
la administración
Modelo de organización de las relaciones humanas: la teoría de las relaciones
humanas acentúa la importancia del individuo y de las relaciones sociales en la
vida de organización.
MOMENTO SOCIO-HISTORICO: EEUU. Administrar hombre-productividad
DEMANDA/ENCARGUE: Mejorar la productividad
VISIBILIZA: efecto del grupo informal sobre la motivación y la conducta. Lo
manifiesto
INVISIBILIZA: lo latente. El atravesamiento institucional
PRACTICAS QUE INSTITUYE: Dispositivo grupal y coordinador de grupo, que da
órdenes. Coordinación centrada
Se ubica en el primer momento epistémico
Lewin
Realizo numerosas investigaciones en materia de dinámica de los grupos, el
enfoque del ambiente o el campo, los procesos de liderazgo y el aprendizaje
social y acuño el termino Action Research (Investigacion Acción)
Consideraba que una de las razones por las cuales se logran más fácilmente los
cambios a través del grupo parece consistir en que los individuos se sienten
reacios a desviarse de las normas del grupo, y lo más probable es que cambien
únicamente si cambia el grupo
A partir de las experiencias en relación a los estilos de liderazgo, clima grupal, la
coordinación. La conclusión a la que arriba es el valor del grupo para el cambio.
Define al grupo como: conjunto de personas reunidas para realizar algo en
común, que establecen relaciones entre si y conforman un campo dinámico de
fuerzas en equilibrio casi estacionario
Su teoría era la teoría del campo
Su hipótesis es que el Grupo es un Todo
Toma como referentes teóricos y conceptuales a la teoría de la Gestalt
MOMENTO SOCIO-HISTORICO: EEUU. Década 30/40. La Preocupación era la
amenaza de la democracia
DEMANDA: mecanismo de refuerzo Ideal democrático
APORTE: Plus Grupal (ese “algo más” que se produce en los colectivos humanos).
Cohesión dinámica
VISIBILIZA: Especificidad de los grupo. Lo manifiesto
NO INVISIBILIZA: variables históricas. Producciones imaginarias
PRACTICAS QUE INSTITUYE: Dispositivo grupal, coordinador como líder
Se ubica en el primer momento epistémico
Desarrolla importantes conceptos como la dinámica de los grupos, los procesos de
liderazgo y el cambio social. Con respecto a esta última noción, llamo equilibrio
casi estacionario un estado de cambio social nulo.
Ahora bien, los niveles de equilibrio casi estacionario pueden modificarse de dos
modos:
1. Añadiendo fuerzas en la dirección deseada
2. Disminuyendo las fuerzas opuestas.
En esta perspectiva, tanto el hábito social como las normas de grupo constituyen
resistencias al cambio ya que la inmensa mayoría de la gente se atiende
rigurosamente a las normas del grupo a la que pertenece y por tanto lo más
probable es que cambien únicamente si cambia el grupo.
Moreno
Estudio medicina, matemáticas y filosofía. Creador de la sociometría y uno de los
pioneros de la psicoterapia de grupo. También reconocido como el creador del
psicodrama.
En 1921 creo el “teatro impromptu” donde experimento a lo lardo de 3 años la
aplicación del juego espontaneo y la improvisación catártica de la dramatización
como alternativa al método psicoanalítico, sentando las bases de lo que luego se
transformara en teatro terapéutico.
El psicodrama fue un intento de tratar de curar al público de una enfermedad
cultural que padecía la Viena de la postguerra donde no había gobierno estable,
ni emperador, ni rey, ni líder. El público era mi elenco, la obra era la trama en la
que se vieron arrojador por los acontecimientos históricos y en la que cada uno
desempeñaba un papel real.
En New York, en 1932 acuña el término “psicoterapia de grupo”. En 1936 fundó el
1º teatro de terapia psicodramática.
Psicodrama: psicoterapia profunda de grupo.
Al paciente se lo coloca en una situación de encontrarse con su propio yo y con
todas las personas que intervienen en su conflicto psíquico. Personas reales o
ilusorias.
El psicodrama propone el tratamiento del individuo en grupo con métodos de
acción, en lugar del tratamiento puramente verbal. Él realiza durante toda su obra
una crítica al psicoanálisis, oponiéndose al tratamiento individual psicoanalítico,
de pura participación pasiva del paciente, según su opinión.
El psicodrama es un método terapéutico de participación activa, que trasciende la
palabra y se dirige a la acción, hacia el encuentro, el dialogo, el desempeño y el
entrenamiento de roles. Se trata de una terapéutica interpersonal.
En psicodrama los dos principios fundamentales son: el principio del aquí y ahora
y el principio de la producción y no del análisis como instancia suprema. Se
utilizan 5 elementos: el escenario, el protagonista, el director terapéutico, el o los
Yo auxiliares y la presencia del público.
Moreno desarrolla toda su teoría y práctica del psicodrama a partir de privilegiar
el acto creador y la espontaneidad del ser humano como el potencial que le
permite un cambio, dentro de lo que él denomina la “civilización de las
conservas”, civilización que condena a las personas a la robotización, a la
repetición de gestos, pautas y de roles determinados.
La cuna del psicodrama.
Pero hablando psicodramaticamente, tenía un elenco (publico) y una obra (la que
se vieron arrojados por los acontecimientos históricos, y en la que cada uno
desempeñaba un papel real). Mi fin era analizar el producto.
Diversos niveles del escenario psicodramatico:
I. Nivel de la concepción.
II. Nivel del crecimiento
III. Nivel de la consumación y la acción.
IV. Nivel del mesías y los héroes.
El proceso de atemperación por el que tienen que pasar los sujetos para un
desempeño espontaneo de roles en el escenario del psicodrama hasta el ser más
alto depende de otros, de “yos auxiliares”, y que un paciente-actor los necesita
para actuar en forma adecuada.
Relación entre el psicodrama y el psicoanálisis: tienen orígenes opuestos. Moreno
relata cómo el psicoanálisis fue moviéndose gradualmente hacia los conceptos y
teoría psicodramática y sus procedimientos. Dice que Freud se equivocó en 2
aspectos: primero, en su rechazo a la religión, lo que le cuesta la oportunidad de
conocer la contribución de santos y profetas (que a él lo llevaron a dar forma al
psicodrama); segundo, su indiferencia hacia los movimientos sociales como el
socialismo y el comunismo, que le cuesta la oportunidad de estudiar la estructura
del grupo.
Le correspondió al psicodrama tomar en serio a la representación de Dios y
traducirla a términos terapéuticos válidos y a la sociometría tomar en serio al
grupo y ampliar y profundizar así el alcance del análisis, más allá de cualquier
visión que haya tenido Freud de ese objeto.
El psicodrama representa el punto decisivo en el apartamiento del tratamiento
del individuo aislado, hacia el tratamiento del individuo en grupos, del
tratamiento del individuo con métodos verbales, hacia el tratamiento con
métodos de acción. Es una combinación eficaz de la catarsis individual con la
colectiva, de la catarsis de participación con la catarsis de acción.
El conflicto entre el individuo y el grupo ha asumido una nueva versión en nuestra
época. Moreno la divide en 3 fases:
I. Revolución económica: comenzando con la insurrección en Francia, en 1789 y con
su clímax en la revolución rusa, al final de la primera guerra mundial.
II. Revolución psicológica: comenzó con los movimientos románticos del s. XIX y tuvo
su clímax en la popularización mundial de los principios psicoanalíticos.
III. Revolución creadora: iniciada con una nueva estimación de nuestro sistema de
valores, con un énfasis particular sobre la supervivencia del hombre, no en
cuanto animal, sino como un agente creador.
El psicodrama se presentó en nuestra época como una respuesta a su crisis
axiológica. Dos sistemas de valores están en conflicto, conflicto que produce la
transición de un viejo orden de las relaciones humanas a un orden nuevo. Cuando
el psicoanálisis empezó a convertirse en una fuerza social, la resistencia contra él
fue explicada como debida al resentimiento que despertaba una teoría que
atribuye motivos sexuales hasta a las aspiraciones más excelsas. La resistencia
contra el psicodrama tiene diferentes connotaciones. Se origina porque
problemas privados son tratados en público, propiedades psicológicas privadas,
experiencias del carácter más íntimo, a las que siempre se ha considerado como
el ultimo fundamento de la identidad individual, son entregadas al grupo. El
individuo se ve obligado a enfrentar la verdad de que estas experiencias no son
realmente “suyas”, sino una propiedad psicológica pública. Se le pide al individuo
que sacrifique su espléndido aislamiento, pero no está seguro de que el
psicodrama pueda restituirle su inversión.
Antecedentes históricos y la idea de la catarsis total.
Drama: acción, cosa hecha. Como una extensión de la vida y la acción, más bien
que como su imitación, pero donde hay imitación el énfasis no está en que imita,
sino en la oportunidad de recapitular problemas no resueltos dentro de un
ambiente social más libre, más amplio y más flexible.
Psicodrama: transliteración de una cosa hecha a y con la psique, la psique en
acción. Se puede definir al psicodrama, como la ciencia que explora la verdad
mediante métodos dramáticos.
Protagonista: hombre en frenesí, un loco.
Teatro: es un teatro para el hombre enloquecido, un público de locos que mira a
uno de ellos, que continúa su vida en el escenario.
Una de las consecuciones importantes de la teoría psicodramática es el desarrollo
de la idea de catarsis. La catarsis comienza en el actor cuando éste representa su
propio drama, escena tras escena y llega a su clímax en el momento en que
ocurre su peripecia.
La teoría psicodramática ha desarrollado la idea de catarsis en cuatro direcciones:
a. Catarsis somática: purificación o limpieza de cualquier lugar del cuerpo,
pudiendo ser éste el canal alimentario, el conducto urinario u órgano genital.
b. Catarsis mental: en la situación psicodramática el paciente recibe las tres formas
básicas de catarsis mental, la del autor, la del actor que lo anima y la del público
que co-experimenta los acontecimientos. El monto de purificación o catarsis
mental que puede obtener depende de la esfera de influencia que tienen en él
estas cadenas de palabras, la cual es muy limitada y a menudo engañosa
c. Catarsis individual.
d. Catarsis del grupo.
Uno de los problemas del tratamiento psicodramatico consiste en inducir al
sujeto a una representación adecuada de las dimensiones vividas y no vividas de
su mundo privado. Este es un asunto comparativamente simple cuando las
porciones no vividas del yo están
En el segundo momento epistémico está signado por una búsqueda de los
organizadores grupales. En este tiempo el psicoanálisis hace sus aportes, y sus
exponentes polemizan acerca de si los grupos constituyen un campo de aplicación
del saber y la técnica psicoanalítica, o si exigirán la elaboración de instrumentos
teóricos y técnicos específicos, y pudiendo legitimar sus propias demarcaciones
disciplinarias.
En este momento se puede ubicar a Pichón Riviere y a Bion.
Bion
La 1º Guerra Mundial, Bion se alisto en la sección de tanques del ejército británico
a los 17 años. Su compromiso y capacidad de liderazgo fueron tales que, a los 19
años, lo nombraron comandante de brigada siendo premiado con varias medallas.
Estudio historia en la universidad de Oxford y después medicina en Londres,
donde se graduó en 1929.
Bion y Rickman participaron en la reforma de la psiquiatría ingresa en lo que se
llamó “el experimento de Northfield” que transcurrió durante 6 semanas en el
otoño de 1942.
En la experiencia de Northfield Bion y Rickman, experimentaran el principio del
“grupo sin líder”, que consistía en organizar en pequeños grupos a soldados y
generales considerados inadaptados o inútiles, la mayoría dados de baja
psiquiátrica por el ejército por cuadros de neurosis traumáticas. En rasgos
generales, el objetivo principal no era tanto el tratamiento psicoterapéutico sino
el incremento de su moral y su disciplina con el fin de ser reintegrados al frente
tras un proceso de resocialización. El proyecto se apoyaba en dos
reglamentaciones: los pacientes debían realizar una hora diaria de entrenamiento
físico y ser miembros, de acuerdo a sus intereses, de uno o más grupos de
trabajo. El terapeuta apoyaba a todos los hombres del grupo sin ocupar el lugar
de un jefe ni el de un padre autoritario.
La experiencia dio resultado pero fue brutalmente interrumpida porque, basada
en el afianzamiento de la horizontalidad, cuestionaba el principio mismo de la
jerarquía militar.
Bion comenzó sus 7 años de análisis con Melanie Klein. La hipótesis de una
mentalidad grupal derivara del hecho de que el grupo funcionaba en muchas
oportunidades como una unidad aunque sus miembros no se lo propongan ni
sean cc de ello.
En 1949 abandono los grupos terapéuticos y nunca los retomo, dedicándose al
trabajo y teorización de psicosis.
En Inglaterra, década del 30’, Bion comienza a trabajar con grupos de
rehabilitación de soldados víctimas de neurosis de guerra. La idea fue trabajar en
pequeños grupos bajo el principio de “grupo sin líder”. Así, el que estaba a cargo
del grupo se limitaba a interpretar los fenómenos grupales que acontecían, en
especial las transferencias.
El grupo transitaría por dos niveles opuestos:
-Por un lado el grupo de trabajo, cuando se abocaba a la tarea planteada de
forma consciente.
-Por otro, se ubican los supuestos básicos los cuales actuaban como
organizadores grupales, reguladores implícitos de los comportamientos
grupales. Estos supuestos estaban basados en la creencia emocional primitiva de
la que participan todos los miembros del grupo de forma inconsciente y
desviaban al grupo de su objetivo propuesto. La tarea de quien coordinaba era
esclarecer e interpretar estas emociones para que pudiera prevalecer el nivel de
grupo de trabajo.
De dependencia. Se observa un vínculo de dependencia absoluta del grupo con
respecto a una persona. Esto implica la creencia icc grupal de que esa persona
garantizará la satisfacción de los deseos y necesidades del grupo como también
proveerá de seguridad.
De ataque-fuga. Convicción grupal icc de que existe un enemigo y que es
necesario atacarlo (destruirlo) o huir (evitación).
De apareamiento. Creencia colectiva icc por la cual, cualesquiera sean los
problemas y necesidades actuales del grupo, un hecho futuro o un ser no
nacido los resolverá.
Este autor propone la hipótesis de una “mentalidad grupal”, diciendo que el
grupo funciona muchas veces como unidad sin que sus miembros se lo
propongan ni sean conscientes de ello, esto es como expresión unánime. Esta
mentalidad icc constituye un mecanismo de intercomunicación diseñado para
asegurar que la vida del grupo marche de acuerdo con los supuestos básicos.
3 supuestos básicos:
I.Mentalidad grupal: Es la expresión unánime de la voluntad del grupo, una
expresión de voluntad a la que cada individuo contribuye anónimamente, de
manera icc y que tiene sobre él la influencia enoja cuando piensa o actúa en
desacuerdo con los supuestos básicos. En consecuencia, constituye un
mecanismo de intercomunicación diseñado para asegurar que la vida del grupo
marche de acuerdo con los supuestos básicos.
II.Cultura de grupo: lo usa para describir aquellos aspectos del comportamiento que
parecían surgir del conflicto entre la mentalidad grupal y los deseos del
individuo.
III.Supuesto básico de que el grupo se reúne para obtener seguridad de un individuo
de quien depende.
Pichón Riviere
A los 18 años se va a Rosario para estudiar medicina, carrera que finaliza en Bs.As.
Llega a la medicina buscando la psiquiatría “Quería entender la tristeza”. En los
’40 funda junto a otros profesionales la APA. Al desarrollar sus ideas en torno al
psicoanálisis social comienzan las dificultades con los miembros de esta
institución de la que era psicoanalista didacta y esto determina su alejamiento
temporario. Fundó y dirigió la primera escuela de psicología social.
En la Argentina, las primeras experiencias grupales en salud mental fueron las de
Pichón Riviere. Implementó un abordaje grupal sobre todo con adolescentes y
sus familias y sus ideas se gestaban a partir de sus lecturas de Melanie Klein.
Grupo operativo
Hacia 1958 Riviere creaba su propio dispositivo: los grupos operativos cuya tarea
estaba siempre relacionada con el objetivo del grupo. Se trataba de un conjunto
restringido de personas ligadas por un tiempo y espacio y articuladas por una
mutua representación interna con la finalidad de desarrollar una tarea explícita e
implícita.
Complementa la noción de resistencia psicoanalítica con el de resistencia al
cambio de Lewin y concluye en que en un grupo operativo se observa una
resistencia a trabajar con la tarea debido a la emergencia de dos ansiedades
básicas: la depresiva y la paranoide. La tarea implícita del grupo es resolver estas
ansiedades mientras que el abordaje del tema dado constituye la tarea explícita.
Riviere plantea que el grupo operativo es terapéutico en la medida que permite
vencer a través de la cooperación y la complementariedad las dificultades de
aprendizaje en las tareas.
Grupo operativo: conjunto restringido de personas, ligadas por constantes de
tiempo y espacio, articuladas por una mutua representación interna con la
finalidad de desarrollar una tarea explicita e implícita que constituye su finalidad,
interactuando a través de complejos mecanismos de asunción y adjudicación de
roles. Pichón enfoco el grupo tomando las asociaciones de los integrantes como si
fueran el discurso de un único aparato psíquico.
Para el trabajo con los grupos operativos diseña una modalidad didáctica que
llamo “didáctica de emergentes”, a partir de una clase teórica que oficia como
disparador se pasa a trabajar en grupos que tienen como tarea re trabajar los
conceptos dados en clase. Este trabajo se realiza a partir de dos fenómenos
fundamentales:
RESONANCIA: se refiere a lo que cada uno siente en relación con una misma
cuestión.
CONSONANCIA: se refiere a aquello que particularmente cada uno asocia de su
experiencia personal en relación con el tema.
ECRO
La consigna fundamental del grupo operativo era pensar en las dificultades que
tenía la tarea, mediante lo que él llamaba ECRO (esquema conceptual-referencial-
operativo), que no es más que tarea de pensar en grupo. Un ECRO remite al
conjunto organizado de conceptos teóricos que se van modificando en base a
procesos de ratificación y rectificación y que permiten una aproximación
instrumental a un objeto de conocimiento permitiendo su comprensión.
Todo ECRO tiene un aspecto superestructural y otro infraestructural. El primero está
dado por los elementos conceptuales y el segundo por los elementos
emocionales, motivacionales, lo que Pichón denomina verticalidad del sujeto. Son
aquellos aspectos surgidos de su propia experiencia de vida que determinan su
peculiar forma de abordar la realidad.
Teniendo en cuenta sus dimensiones plantea que el ECRO está compuesto por:
I. Esquema conceptual: entendidos como los sistemas de ideas que alcanzan una
basta generalización. Es un conjunto de conocimientos que proporciona líneas
de trabajo de investigación. El descubrimiento se hace posible por la adecuación
del sistema conceptual del investigador a las características del fenómeno a
investigar.
II. Aspecto referencial: alude al segmento de realidad sobre el que se piensa y opera
y a los conocimientos relacionados con ese campo o hecho concreto a los que
nos vamos a referir en la operación.
Experiencia Rosario.
Se trabaja con profesores, alumnos, deportistas, público en general en la
universidad de Rosario. Se lleva a cabo por 1º vez una experiencia en la que se
dan clases que están a cargo de Pichón y se reúnen luego en grupos (con
coordinador y observador) que discuten la clase. Se organizan grupos
homogéneos y también heterogéneos con la finalidad de comparar la efectividad
del trabajo en ambos tipos de grupos, esto da origen a las primeras
conceptualizaciones teorico-tecnicas de la denominada técnica operativa. Uno de
los resultados de esta experiencia es la comprobación de que la heterogeneidad
del grupo brinda mayor posibilidad de riqueza al conocimiento.
Transferencia en los grupos
Discrimina entre transferencia horizontal y transferencia vertical. La primera es
la que resulta del despliegue de fantasías originarias que pertenecen a una
subjetivación que no se ha logrado plenamente. Remite a la identificación
recíproca entre los agrupantes, borrando todo tipo de diferencias y dando una
ilusión aplastamiento histórico y temporal. La transferencia vertical en cambio
implica la experiencia subjetivante del sujeto individual y remite a la historia del
mismo, especialmente antes de su inclusión en el grupo. Este último tipo de
transferencia emerge de la horizontal.
Una reunión grupal en un grupo operativo suele atravesar por diferentes
momentos:
I. Apertura: constituido por todo aquello que sucede en el grupo antes de abocarse
a la tarea: llegada de personas, ubicación, comentarios informales del grupo.
II. Desarrollo: comienza cuando el grupo explícitamente se propone trabajar.
III. Cierre: es donde se establece el grado de elaboración que en el transcurso de la
reunión se ha logrado de aquellas cuestiones surgidas desde el comienzo.
Grupo interno: es la reconstrucción de la trama relacional, del sistema de
relaciones intersubjetivas, o estructura de vínculos interiorizados y articulados en
un mundo interno. Son modelos internos que orientan la acción hacia los demás
en las relaciones intersubjetivas. Para él lo intrapsiquico es un efecto psico social.
Pichón distingue en el vínculo un campo interno (lo define como una relación de
objeto con un objeto interno) y uno externo (lo define como un vínculo con un
objeto externo).
Lo que va a obstruir la tarea:
I. Transferencia horizontal: es la que resulta del despliegue de fantasías originarias,
fantasías que pertenecen en su origen a una subjetivación que no se ha logrado
plenamente. Horizontal remite a la identificación recíproca entre los agrupantes
que borra todo tipo de diferencias así como produce un aplastamiento de la
historia, una detención ilusoria de la flecha del tiempo.
II. Transferencia vertical: implica la experiencia subjetivante del sujeto individual,
remite a la historia de los individuos en el grupo. La transferencia vertical
emerge de la horizontal.
En el tercer momento epistémico se busca un abordaje de ciertas realidades
disciplinarias sin caer en reduccionismos (sociologismo, psicologismo,
psicoanalismo). Se propone un criterio transdisciplinario en el abordaje de lo
grupal a fin de superar los encierros que supone la lógica del objeto discreto,
suponiendo un trabajo de elucidación crítica en el sobre los cuerpos teóricos
involucrados, y pensar al grupo como campo de problemáticas.
Foukles
Realizo experiencias de grupoanalisis en su consultorio
Experimento Northfield: Realizo diferentes abordajes grupales en hospitales en
esa experiencia de trabajo con grupos se planteó como objeto rescatar a los
soldados como ciudadanos valederos para la sociedad, más que como recursos
para el ejército. Se promovieron actividades laborales, artísticas, de ocio, además
de la creación de un club y un periódico para los pacientes
El pequeño grupo cara a cara emerge como el mejor medio para estudiar al
hombre en un contexto social. La situación grupoanalitica puede ser el lugar de
encuentro de la Sociología y la Psicología
Se toma al sujeto líder en una posición nueva conduciendo o dirigiendo, en pocas
ocasiones liderando. Es un observador pero participa activamente, dentro y fuera
del grupo. El líder es una fantasía de liderazgo del grupo. El conductor ayuda al
grupo lo dirige lo convierte en un instrumento.
El grupo es una totalidad y la totalidad precede a las partes, el individuo y el
grupo forman un conjunto de tipo figura-fondo
Le asigna al grupo la prioridad teorico-clinica
Supuso que el icc producía efectos específicos en el grupo:
1. La decisión de escuchar, comprender e interpretar al grupo como totalidad en
el aquí-ahora.
2. La sola consideración de la transferencia del grupo sobre el analista y no de las
transferencias laterales
3. la noción de resonancia fantasmática icc entre los miembros del grupo
4. la tensión común y el común denominador de las fantasías icc del grupo
5. la noción de grupo como matriz psíquica y marco de referencia de todas las
interacciones
Dicha actitud epistémica aplicada en los diferentes autores de los momentos
epistémicos permitirá poner de manifiesto las demandas a las que respondieron
así como las zonas de visibilidad e invisibilidad que con sus aportes abrieron.
Asimismo, arroja luz sobre las coyunturas socio históricas en las que estos
precursores del campo grupal gestaron sus pensamientos, ya que sus
producciones teóricas no dejan de dar cuenta de la subjetividad de su época.
Antologia de textos
(F.2487)
Dispositivo de Intervención: Grupo de Discusión (Natinzon)
Los dispositivos pueden ser pensados desde su construcción como dispositivos
sociales y como dispositivos de intervencion.
A1 hablar de dispositivo se hace referencia a un artificio estrategico creado para
provocar determinados efectos, conseguir determinados objetivos, a traves de
determinadas practicas.
El dispositivo de Grupo de Discusion, cuyo objetivo fundamental es crear un
espacio grupal en el que se promueva la discusion del material teorico y el
intercambio entre los miembros. Se trabaja el ensenar en relación a los grupos
mientras se atraviesa la escena grupal en relación al aprender. Se invita a
participar de un espacio de discusion, de intercambio, tendiente a la
conceptualización del material.
Se intenta evitar la transmision unidireccional de lo que es así; dispone las
condiciones para crear un espacio donde el intercambio respetuoso y
diferenciado sea posible.
se promueve la resignificacion y conceptualización de las producciones grupales
que se presenten en el devenir de la experiencia.
Al momento de coordinar se pone en funcionamiento (al tiempo que se sostiene)
el dispositivo grupo de discusion, con el fin de hacer visible el despliegue de los
distintos atravesamientos.
Propone una connotación escénica donde la mirada, la escucha, el uso de la
especialidad y la dramatica circulan y mueven en juegos diversos. La cadena
asociativa grupal que se va dando incluye gestos, acciones, el cuerpo; ademas del
discurso verbal, los enunciados de las palabras y los significantes corporales estan
insertos en una pluralidad de discursos.
Se plantea un encuadre que es sostenido y analizado; que organiza la tarea y a su
vez se la facilita. Supone las reglas acerca del tiempo, el lugar y la disposición
circular.
El coordinador hace posible la constitución de un espacio en el que la palabra es
resguardada, y el discurso sostenido. Abre a la multiplicidad de sentidos que
circularan de una manera inagotable basculando entre la busqueda de
similitudes, de lo comun y la tolerancia o no de las diferencias.
El lugar y funcion como docente/coordinador, es el de propiciar el debate, la
reflexion, la interrogación, la investigación, la conceptualización de los saberes
que se van adquiriendo en el proceso de enseñanza - aprendizaje.
La intervención es a partir de los discursos de los miembros, para facilitar el
pensamiento conjunto acerca de momentos del acontecer grupal y discusión del
material a trabajar. Es una funcion privilegiada favorecer la diferenciacion, a nivel
simbolico, en pos de uno de los objetivos: desprenderse del efecto masa del
grupo.
El marco de las intervenciones esta dado por la posibilidad de encontrar un
equilibrio entre intervenir sobre alguna cuestion que obstaculiza la tarea y la
posibilidad de tolerar los momentos de confusion - de desapoyatura, en terminos
de Kaes, propios del aprendizaje. A veces se trata de tolerar momentos de
hostilidad. Otras, de demorar o apartar una intervencion que responde mas a
cuestiones narcisistas del coordinador que al devenir grupal.
Coordinar, un grupo de discusion u otro dispositivo grupal de intervencion,
implica: por un lado poner en marcha el dispositivo y por el otro, habitarlo. Esto
exige al coordinador, al menos, dos cuestiones importantes.
En primer lugar contar con un bagaje teórico.
En segundo lugar, un acto de renuncia.
Con respecto al bagaje teorico, nos referimos a aquellas nociones fuertes que dan
sosten y apoyo al momento de coordinar, y que nos permiten pensar hoy lo
grupal y su devenir, la problematica de la subjetividad y la position como
Coordinador.
Lo Grupal como campo de problematicas, desde su multidimensionalidad y
complejidad.
Los Grupos, pensados como dispositivos sociales de production subjetiva que al
ser generadores de transformación, permiten o no producción de subjetividad.
Subjetividad, implica pensar en un largo y complejo proceso de construcción para
devenir sujeto. Production subjetiva que articula lo psiquico y lo social, singular y
plural, donde la dimension subjetiva es una construction singularizada de una
subjetividad social. Se piensa la constitución de la dimension subjetiva en y por el
vinculo con otro. Otro que es fundante en los procesos de constitución del
psiquismo. Otro constituido por el atravesamiento de su propio inconsciente y del
entramado social, y transmisor de enunciados identificatorios, valores, ideales,
contenidos a reprimir, a negar, provenientes del imaginario en la que esta inserta.
Los grupos son espacios privilegiados para el despliegue de la subjetividad, por lo
que una de sus caracteristicas sera la multidimensionalidad, entendida como la
presencia simultanea de multiples organizadores, lineas de significación y
atravesamientos.
el soporte subjetivo del grupo sera un sujeto escindido, cuyo psiquismo presenta
diferentes pianos y uno de ellos es inconsciente. Inconsciente producto del
vinculo con el otro y por lo tanto representacional, historico y singular. Este sujeto
sera el producto de un proceso de construcción/producción siempre inacabado,
que se lleva a cabo “inscripto en” o “atravesado por”, un orden simbolico y
sobredeterminado por inscripciones historicas y deseantes, lo que lo constituye
inevitablemente y lo definen como sujeto de epoca.
el despliegue de lo inconsciente en el grupo, aspecto que nos introduce a la
noción de polaridad tensional, en el sentido que le otorga el Marcos Bernard.
En todo grupo, y particularmente en el grupo de discusion, el pensar con otros, se
cruza inevitablemente con el despliegue de fantasias inconscientes, con la
consecuente producción de efectos. Aquello que no puede ser conceptualizado
por ser inconsciente, aparecera desplegado a traves de una escena grupal.
La necesidad de un acto de renuncia, en cada uno de los encuentros; renuncia a
hacer de la experiencia vincular un modo de predicar teoria, a cambio de
promover un movimiento de teorizar la practica.
Al pensar al grupo como espacio privilegiado para el despliegue subjetivo y al
considerar al sujeto -soporte subjetivo de los grupos- como sujeto de epoca,
necesitamos tener presente al momento de coordinar algo en relación a las
particularidades de nuestra epoca y las condiciones actuales de producción de
subjetividad.
Las caracteristicas centrales de una epoca, sus significaciones sociales imaginarias
y sus discursividades, tal como dice Foucault, funcionan como dispositivos
sociales de producción de subjetividad. Subjetividad no como sinonimo de sujeto
psiquico, sino como practicas y discursos de una epoca que da forma a los sujetos.
S. Pintos hace referencia a que cada epoca organiza lo que pueda ser visible y lo
que debe quedar invisibilizado.
La preocupacion por el lazo social y lo vincular, en pos de un trabajo de
pensamiento con otros convoca la tarea de afrontar situaciones problematicas y
la necesidad de poner en acción nuevos dispositivos que generen gestiones
solidarias. Sin fomentar la ilusion de unidad, de fusion. Capacidad solidaria en un
sentido fuerte, no tanto como valor moral sino como condición de ser sujeto.
La construcción de grupos como es el de grupo de discusion forma parte de la
busqueda colectiva de mecanismos de apuntalamiento grupal, que pueden llegar
a restaurar la pertenencia a un nosotros ante la crisis social y a los interrogantes
de nuestra epoca.
Dentro de las caracteristicas de esta epoca, interesa resaltar :
“Sujetos privatizados” en los que se percibe una disminucion de la “cosa”
publica; lo privado, queda por sobre lo publico.
Disolucion del proyecto de pertenencia colectiva y ponderacion de la
consecution del bien propio.
Un sujeto eminentemente consumidor de sensaciones, de tecnicas, de teorias,
de productos, en tanto son de “utilidad” para conseguir mas sensaciones,
tecnicas, productos, dinero.
Dispersion, desligadura, fragmentación junto con la cuestion de la aceleracion en
relación a la dimension temporal
Se requiere del coordinador disponibilidad subjetiva para construir “aqui y ahora
mismo”. Se requiere deseo de estar alii, y cierta capacidad creativa para inventar
herramientas que permitan operar en situación. Es necesario atreverse a pensar
que el uso de la palabra o de la argumentación no es el unico modo de
simbolizacion posible. El cuerpo, el dibujo, el juego como posibilidades de una
actividad creativa.
Estado: visible (Sibilia)
estaríamos en una transición, estamos dejando de ser algo, un tipo de sujeto, un
sujeto moderno. Cuando digo moderno me refiero al tipo de subjetividad que se
ha formado en el mundo y al tipo de cuerpo historico que se construyo despues
de las revoluciones burguesas y la revolución industrial, paradigmáticamente en
el siglo XIX y en buena parte del siglo XX, por lo menos hasta los años '60, y es lo
que yo llamo el sujeto moderno. Todavía estaríamos en eso, en el sujeto
moderno; hay continuidades, vivimos en un mundo que tiene mucha continuidad
con los siglos XIX y XX, es una sociedad capitalista, industrial. Muchos de los
valores continúan: la democracia, el sistema político, etc. A nivel politico,
económico, sociocultural y moral, la moral burguesa, hay muchas continuidades,
pero creo que hay diferencias importantes que se empezaron a gestar a partir de
los años '60. Me parece que, en muchos sentidos, estamos dejando de ser
modernos y nos estaríamos transformando en otra cosa.
Grupo y Producción
(Benevides F.2481)
Un GRUPO es más que la suma de individuos que lo componen, es un campo de
relaciones interpersonales, es un sistema de relaciones que se estructura
exteriormente a los sujetos que lo componen, es un conjunto de personas ligadas
entre sí por constantes de tiempo y espacio y articuladas por su mutua
representación interna
Tesis individualistas: los individuos constituyen la única realidad. Cuando ellos se
juntan es por motivación, necesidad o características personales. En este ámbito
el grupo no existe, y cualquier teorización a este respecto hace parte del reino de
la ficción
Tesis grupalistas: consideran al grupo como una entidad distinta de los individuos
que lo componen
El grupo viene a insertarse como intermediario de la relación individuo-sociedad.
Intentando establecer un pasaje “más suave” de la comprensión de los
fenómenos individuales a los sociales. Se percibe en la insistencia de lo social
como algo externo al individuo.
El grupo surge, como objeto histórico de un desdoblamiento de la lógica
antitética, respondiendo a las imposiciones del saber-poder y se definirá en
semejanza de los elementos anteriores de su cadena generativa, por un lado, el
individuo que le garantiza la idea de lo indivisible, de particular; por otro lado la
sociedad, que le da la idea de todo, de universal. Se constituirá en un espacio
donde disputaran el individuo, sus conflictos, su historia privada, su identidad
personal; vs los individuos, sus mitos, su historia grupal, su identidad grupal
Los 5 elementos constitutivos, que son variables (pluralidad de individuos, objeto
común, espacio dado, tiempo definido, contexto social) refuerzan la idea de que
el grupo ha sido definido con base en la noción de individuo, mantiene la dupla
dicotomía individuo-grupo, grupo-sociedad, colocándose como intermediario, con
el objetivo de garantizar el estrato subjetivo y el estrato social; es considerado
una estructura que tiende al equilibrio, considera el tiempo en su expresión
especializada
La noción de subjetividad no puede ser confundida con la de individuo; la
sinonimia individuo-subjetividad debe desaparecer, ya que el individuo es apenas
uno de los modos de subjetivación posible. Cada época, cada sociedad, pone en
funcionamiento alguno de estos modos, la subjetividad es fabricada y modelada
en el registro social
El individuo habita hechos, gestos, formas de pensar y de sentir; la subjetividad
está circulando en los conjuntos sociales y es asumida y vivida por individuos en
sus existencias particulares
La subjetividad es un conjunto de componentes que son tanto del orden
extraindividual (sistemas maquinicos, económicos, sociales, tecnológicos, etc.)
como del orden intraindividual (sistemas perceptivos, de afectos, de deseo,
orgánicos, etc.)
Si desplazamos la noción de grupo hacia la noción de subjetividad, el grupo dejara
de ser el modo como los individuos se organizan para ser un dispositivo, un
catalizador existencial que podrá producir focos mutantes de creación. La noción
de dispositivo indica algo que hace funcionar, que acciona un proceso de
descomposición, que produce nuevos acontecimientos, que acentúa la pluralidad
de los componentes de subjetivación
El grupo como dispositivo analítico podrá servir a las descristalizaciones de
lugares y roles que el sujeto-individuo construye en sus historias
El grupo no tiene relación con la vida privada de los individuos que se reúnen en
determinado espacio, por un cierto tiempo, para cumplir ciertos objetivos. Es (o
puede ser) un dispositivo cuando trata de intensificar en cada palabra, sonido,
gesto, lo que tales componentes accionan de las instituciones (sociales, históricas)
y de cómo construyen en estas nuevas redes singulares de diferenciación
Clínica Grupal
(Benevides F.2482)
Década del 70, razones para existencia de grupos: dos principales. Una de orden
ideológico (era algo de vanguardia, era un reducto de libertad en tiempos de
represión); y otra de orden económico y circunstancial (era más barato, había
muchos clientes y pocos terapeutas)
El efecto ideologizador hizo convertir a las prácticas grupales de una manera
empobrecida en una técnica aplicable en trabajos de escuela, empresas y
comunidades. El efecto económico las utilizo como un recurso para puestos y
centros de salud de la red pública para reducir la lista de espera
Década de los 80 y 90 se observa una devaluación del grupo, una disminución de
la oferta de espacios terapéuticos grupales, poca insistencia en la utilización de
prácticas grupales en los servicios de atención.
El campo de lo grupal.
(A.M. Fernández 6052)
Introducción.
Punto A: para una elucidación crítica del campo grupal.
La propuesta que presenta aspira a plantear problemas, analizar los criterios de
demarcación de las teorizaciones y la inscripción de sus prácticas.
Elucidar: es una labor inacabada, sujeta a revisiones y ajustes provisorios, pero
no por eso menos rigurosos; se tratará de pensar sobre lo hecho mientras se
buscará conocer con mayor precisión eso que como hecho deberá ser deshecho,
dándole un lugar central a la actividad deconstructiva, para entender su
composición.. No es el análisis de las prácticas sino de las demandas a las que
tales prácticas dan respuesta. Abre ciertos signos de pregunta sobre algunos
lugares comunes que han cristalizado en los saberes y prácticas grupales en
nuestro medio.
se hace necesario para tales objetivos, en primer lugar, una remisión histórica a
los saberes y practicas grupales. Historia en un sentido genealógico, es decir con
el interés de indagar como se han constituido los saberes, sus discursos, sus
diseños grupales, sus dominios de objeto, la institución de sus prácticas y sus
demarcaciones disciplinarias. Analizar, las condiciones de producción de tales
saberes: teóricas y epistémicas, pero también institucionales e histórico-sociales,
en síntesis, n solo lo que una teoría dice, sino las formas históricas de gestión de
los conocimientos que enuncia, no ya la descripción de sus prácticas, sino más
bien, el análisis de las demandas a las que tales prácticas dan respuesta.
Se debe diferenciar entre los grupos y lo grupal, en tanto importa una teoría de
lo que hacemos (epistémica) y no una teoría de lo que es (óntica). Las diferentes
teorías sobre lo grupal no son sólo producciones discursivas; son por el
contrario, el resultado de una serie de factores articulados, lo cual a su vez
demarca sus áreas de visibilidad e invisibilidad. Interesa reflexionar
particularmente, sobre la relación entre un cuerpo teórico y el diseño técnico
que organiza sus formas de trabajo grupal, el lugar que tal corriente o pensador
sostenga como sus a prioris en la tensión singular-colectivo, la demanda socio-
histórica a la que sus dispositivos son respuesta.
“Critica” significa presuponer que aquello que una teoría “no ve” es interior al
ver, en tal sentido sus invisibles son sus objetos prohibidos o denegados, pueden
pensarse entonces que el nivel de lo enunciable que una teoría despliega será la
transacción, el compromiso discursivo, pero también institucional-histórico de
sus visibilidades e invisibilidades.
Se propone un doble camino de deconstrucción y re-construcción de teorías y
prácticas.
Punto B: una manera de leer, una manera de pensar.
La actitud de elucidación crítica busca criterios de lectura que se aparten del
texto-verdad, es decir se distancia del supuesto por el cual la práctica de lectura
es un acto de revelación, cuyos discursos pasan de constituir un discurso
autorizado a instituirse como el discurso totalizador de la autoridad.
Varias son las consecuencias de esta manera de leer, una de las más relevantes
es la dogmatizacion del cuerpo teórico, este proceso posibilita en el plano
teórico mismo la gestión de una ilusión: la teoría completa.
El campo grupal no presenta un cuerpo teórico sistematizado.
La tradición de la teoría crítica ha evitado la producción de sistemas de
pensamiento. En ese sentido es que en esta propuesta se ha elegido un criterio
de lectura de-construcción/re-construcción donde los enlaces teóricos puedan
realizarse a través de confrontaciones locales y no globales, donde las teorías
puedan pensarse desde lo múltiple y no de lo uno.
Desde esta perspectiva, la legitimación del campo grupal no pasaría por lograr
constituir una teoría de los grupos sino por plantearse tal espacio como un
campo de problemáticas en el seno del cual habría que discutir sus criterios de
demarcación, los rigores epistémicos y metodológicos para que sus
contrapuntos locales y no globales puedan operar como “caja de herramientas”.
Punto C: los tres momentos epistémicos.
3 momentos epistémicos en la constitución de saberes y quehaceres grupales,
tales momentos, expresan ciertas formas características de pensar las legalidades
grupales.
En el primer momento epistémico, se organiza de pensar al grupo como un todo.
La influencia de la gestalt hizo afirmar que en un grupo: “el todo es más que la
suma de las partes”. Hay una primera intuición, aquella que otorga a los grupos
un plus irreductible a la suma de sus integrantes. Es en la indagación de tal plus
que se delimitan los primeros recortes disciplinarios. Entre ellos se destaca, la
dinámica de grupos.
Desde diferentes puntos de origen se inventa una nueva tecnología: el dispositivo
grupal, y un nuevo técnico: el coordinador de grupos.
Estos movimientos se sostuvieron desde la convicción de que el grupo es más que
la suma de sus partes. Tal plus grupal hace los grupos, espacios tácticos con los
que se intentara dar respuesta a múltiples problemas que el avance de la
modernidad despliega. A pesar de basarse en el plus grupal, los autores
encuentran difícil producir enunciados teóricos que den cuenta de él y del orden
de legalidades que lo sostienen.
En el segundo momento epistémico, se focaliza alrededor de la búsqueda de
organizaciones grupales, es decir nuclea aquellos intentos que buscan dar
cuenta de las instancias de determinación que hacen posibles los movimientos
grupales que habían cobrado visibilidad en los dispositivos que se instituían. El
psicoanálisis hace aquí aportes insustituibles, en el interior del psicoanálisis se
centrara en dilucidar si los grupos constituyen un campo de aplicación del saber
y la técnica psicoanalista, o si exigirán la elaboración de instrumentos teóricos y
técnicos específicos, constituirán sus propios contextos de descubrimiento y si
podrán legitimar sus propias demarcaciones disciplinarias.
Se perfila un conflicto que implicara una dimensión teórica: se discute si el
psicoanálisis puede dar cuenta de los aspectos fundantes del campo grupal.
Dimensión institucional: sus elucidaciones sufrirán las marcas de las luchas por la
hegemonía en el campo intelectual.
Aparte de los aportes de psicoanalistas puede encontrarse el de Pichón Riviere con
sus grupos operativos, que trascienden el área exclusivamente clínica.
En el tercer momento epistémico, se transita la tensión entre las epistemologías
de objeto discreto y la producción de redes transdiciplinarias que permitan crear
nuevos pasajes de lo visible o lo enunciable en el campo grupal. Se despliega hoy
en la labor de desmontar dos ficciones recurrentes: la ficción del individuo, que
impide pensar cualquier plus grupal y la ficción del grupo, como intencionalidad
que permite imaginar que el plus grupal radicaría en que ese colectivo posee
intenciones, deseos o sentimientos. El análisis crítico de tales ficciones implica
un cambio de paradigmas teóricos y una profunda revisión de las prácticas
grupales instituidas. Para lo cual proponen un criterio genealógico en el análisis
de saberes y prácticas que permita referir los mismos a su problematización. Y
para ello, el par antinómico Individuo vs Sociedad requiere su elucidación crítica.
La de-construcción de este a priori conceptual abre la posibilidad de realizar un
pasaje de un criterio antinómico de individuos vs. sociedades, hacia una
operación conceptual que pueda evitar una “resolución” reduccionista y se
permita sostener la tensión singular-colectiva.
Capitulo 1 . El vocablo grupo y su campo semántico
Producción histórica del vocablo grupo:
Se espera que las líneas de significación puestas de manifiesto, hagan posibles
visibilidades con respecto a las diversas producciones de sentido que la palabra
“grupo” ha disparado históricamente
Tanto el termino francés como el castellano grupo, reconocen su origen en el
termino italiano groppo o gruppo. Este termino en el siglo XVIII paso a significar
una reunión de personas.
Las lenguas antiguas no disponen de ningún termino para designar una asociación
de pocas personas que comparten un objetivo en común. Es interesante
remarcar, que es importante dar cuenta de cuales son las transformaciones
sociales que se produjeron en el proceso histórico para que el termino grupo se
vuelva necesario
Líneas de significación:
Están presentes en el vocablo dos líneas que frecuentemente se encuentran en la
reflexión sobre lo grupal, o dos líneas que insisten en dicha reflexión
Por una parte la insistencia de NUDO
Por otra parte la idea de CIRCULO, en el sentido de reunión de personas. Esta
particular forma de estructuración da cuenta de los intercambios entre los
integrantes. Es frecuente encontrar en este punto la acentuación de la igualdad
jerárquica atribuida a la forma circular de ubicación
Referentes etimológicos:
En primer lugar sorprende la modernidad del vocablo ¿ que significación tendrá
que con anterioridad a la modernidad no existiera un termino que diera cuenta
de una reunión de n numero restringido de personas con cierto objetivo en
común?
Puede pensarse que la producción del vocablo grupo es contemporánea a la
formación de la subjetividad moderna y a la constitución del grupo familiar
restringido. El vocablo grupo se produce en aquel momento histórico que vuelve
“ necesaria” tal palabra para la producción de representaciones del mundo
social. La aparición de este vocablo se inscribe en el complejo proceso de
transformaciones tanto de las formas de sociabilidad, de las practicas sociales y
de las subjetividades, como de las nuevas configuraciones que los actores
sociales darán a las “representaciones” que construyen del mundo en que
viven. El vocablo grupo surge en el momento de constitución de la subjetividad
moderna. Su epistemología refiere aun numero restringido de personas
asociadas por un algo en común. Se destacan dos líneas en el rastreo
etimológico:
La figuración nudo que sugiere la interrogación sobre que es lo que hace nudo
y lleva implícito necesarios enlaces y desenlaces entre sus integrantes
La figura circulo que remite a intercambios que se producen entre los
miembros del grupo
Primeras puntualizaciones antes de avanzar:
El mero “juntarse” no constituye un grupo. Es decir, será necesaria determinada
actividad en común y ciertas formas organizacionales. La figura del nudo indica
que en tal agrupamiento se formaran anudamientos- desanudamientos
Capítulo 2. Lo singular y lo colectivo.
Punto A: antinomia individuo-sociedad.
El grupo, la sociedad, lo colectivo serian generalizaciones teóricas que no tendrían
otra consistencia que la realidad misma de ese individuo.
El individuo sería un cruce de relaciones sociales. La tensión entre lo singular y lo
colectivo generó dos formas típicas de resolver tal tensión, el psicologismo
(reduce conceptos sociales a conceptos individuales y psicológicos) y el
sociologismo (reducción de los conceptos individuales a una idea globalizada de la
historia y de la sociedad). Ambas fomentan un antagonismo entre individuos y
sociedades. La autora insiste en realizar señalamientos de sesgos psicologistas o
de operaciones de psicoanalismo, en pos de reflexionar acerca de esos
reduccionismos.
Punto B: Espacios.
Considerar la antinomia implica referirse a 2 espacios donde se ha desplegado la
cuestión. Estos son:
1. Espacio científico-académico: La oposición individuo-sociedad ha atravesado
interminables polémicas en la psicología y la sociología. En psicología se
desarrolla este debate en el cruce de dos posiciones doctrinarias encontradas:
tesis individualista y tesis de noción de mentalidad de grupo.
Para la tesis individualista los individuos constituyen la única realidad y tiende a
negar realidad a los grupos, en tanto sostiene que los procesos psicológicos
ocurren tan solo en los individuos y éstos constituyen las únicas unidades
accesibles a la observación. Por lo tanto, si los individuos son los únicos actores
reales, el termino grupo constituye una ficticia abstracción cuando pretende algo
más que referirse a la suma de reacciones reciprocas de los individuos. Para esta
tesis, no existen los grupos en rigor, sino que es un término colectivo que hace
referencia a una multiplicidad de procesos individuales, pero caen en la ficción
del individuo, que les impide pensar cualquier plus grupal.
Para los que sostienen la noción de mentalidad de grupo, en la actuación de los
seres humanos en grupos surgen fuerzas y fenómenos que siguen sus propias
leyes y que no pueden ser descritos en términos de las propiedades de los
individuos que los componen, consideran al grupo como una entidad distinta de
la suma de los individuos, afirmaran el efecto de las fuerzas sociales y de las
instituciones sobre los individuos. Esta “mente de grupo”, seria cualitativamente
análoga a la “mente individual” pero cuantitativamente supraindividual. No
podían sostener que los grupos “existían” de un modo cualitativamente
diferente a los individuos (ficción del grupo como intencionalidad). La autora
subraya que esta antinomia clásica se encuentra implícita en toda concepción
sobre lo grupal, operando como verdadero a priori conceptual, siendo su
estatuto dicotómico fundamento de los diferentes reduccionismos. Además de
las ficciones de cada uno de ellos, es cuestionable colocar ambos términos en
una relación antinómica. Puede constatarse que en los siglos XVII y XVIII se
formulan las interrogaciones centrales hacia el ser del individuo, mientras que
en el siglo XIX hacia el ser de la sociedad, y en el siglo XX toman forma las
cuestiones referidas al ser de los grupos, donde sus primeras formulaciones (de
lo grupal) desplegaron las nociones individuo-sociedad como par antagónico.
2. Espacio ético-político: La antinomia tiene también una inscripción ético-filosófica
de gran importancia en el plano político, cuyo origen moderno podría ubicarse
en la controversia Locke-Rosseau, polémica que se encuentra en la base de la
discusión de las democracias modernas, en tanto han planteado como
disyuntiva ético-política ¿qué deberá priorizarse, los intereses individuales o los
intereses colectivos?. Estos presupuestos ético-filosóficos se hallan presentes
implícitamente en las diferentes preocupaciones por las relaciones de los seres
humanos entre sí y opera, desde variados puntos de entrecruzamiento, en las
distintas teorizaciones sobre lo grupal. Su operatividad se vuelve visible según se
privilegie lo individual o lo colectivo.
En pensadores sobre lo grupal como Lewin, Moreno y Pichón Riviere estuvo
siempre presente una fuerte preocupación por el cambio social. Pensaban a los
grupos como instrumentos válidos para la “realización” de las fuertes utopías
sociales que los animaron.
Punto C: la relación grupo-sociedad.
La relación grupo-sociedad ha sido encarada desde una perspectiva de relaciones
de influencia, donde las diferentes posiciones teorico-ideologicas varían según
otorguen un mayor o menor grado de influencia de lo social sobre los
movimientos de un grupo, pero, en todas ellas, lo social se ubica como algo
exterior al grupo, sobre el cual recaerá, en mayor o menor medida su influencia.
Tradicionalmente, todas las diferentes posiciones teórico-ideológicas se ubicó lo
social como algo exterior al grupo, sobre el cual recaerá, en mayor o menos
medida, su influencia. Una variante a eso es pensar la relación entre ellos en
términos de interacción mutua. La relación grupo-sociedad en realidad es un
subtema de la relación individuo-sociedad, planteada tradicionalmente en
términos antagónicos, jerarquizantes. Por otro lado, la noción de grupos como
campos de mediaciones ha intentado resolver la tensión entre lo singular y lo
colectivo a través de la categoría de intermediación. Esta forma de “grupismo”
tiende a reducir los aconteceres grupales a algunos de sus movimientos, suele
operar un efecto de teoría por el cual estos “grupos-islas” terminan
produciéndose plegados sobre sí mismos, invisibilizando sus atravesamientos
institucionales, sociales e históricos.
Capítulo 3. La demanda por lo grupos.
Punto A: la ilusión de los orígenes.
El conjunto de conocimientos cuya preocupación son los grupos humanos tiene
uno de sus puntos de origen en la imperiosa demanda proveniente de la práctica
social empresarial, con una organización taylorista, en cadena, con localización en
Estados Unidos en los años 20’ (E Mayo).
Punto B: la dinámica de los grupos.
Lewin demostró que la percepción se apoya en estructuras y no en elementos, y
dirá que la acción individual se establece a partir de la estructura formada entre el
sujeto y su ambiente en un momento determinado. Tal estructura es un campo
dinámico, es decir un sistema de fuerzas en equilibrio, el cual cuando se rompe
crea tensión en el individuo y su comportamiento tendrá como finalidad su
restablecimiento. Entre sus hipótesis centrales sobre los grupos se encuentran,
que el grupo es un todo cuyas propiedades son diferentes a la suma de las partes;
el grupo y su ambiente constituyen un campo social dinámico, cuyos principales
elementos son los subgrupos, los miembros, los canales de comunicación, las
barreras; modificando un elemento se puede modificar la estructura.
El grupo es un campo de fuerza en equilibrio así estacionario. Este equilibrio es
dinámico, resultante de un juego de fuerzas antagónicas: por un lado, las fuerzas
que constituyen las partes en un todo, por otro las fuerzas que tienden a
desintegrar al conjunto.
Para Lewin el grupo es una realidad irreductible a los individuos que la componen,
más allá de las similitudes o diferencias de objetivos o temperamentos que
pudieran presentar sus miembros. Es un específico sistema de interdependencia,
tanto entre los miembros del grupo como entre los elementos del campo.
El funcionamiento dinámico del grupo se explica por el sistema de
interdependencia propio de dicho grupo en determinado momento, sea éste
funcionamiento interno o referido a la acción sobre la realidad exterior.
“Descubre” que tomar una decisión en grupo compromete más a la acción que
una decisión individual; que es más fácil cambiar las ideas y las normas de un
grupo pequeño que las de los individuos aislados (costumbres alimenticias,
rendimiento en el trabajo, alcoholismo, etc.).
Punto C: criterios epistemológicos de Kurt Lewin.
En su epistemología, resaltaba el concepto de ley, la cual es ley estructural que
establece una relación funcional entre persona y ambiente, donde la situación
creada es única, pero legal. En sus aportes utilizó modelos matemáticos y de la
física. La línea que va de Mayo a Lewin importa para una reconstrucción
genealógica de las teorizaciones sobre los grupos, además de sentar bases para
la creación del Dispositivo de los grupos, y de la búsqueda y jerarquización de las
legalidades grupales.
Para Lewin un grupo es un conjunto de personas reunidas por razones
experimentales o de su vida diaria, para realizar algo en común y que establecen
relaciones entre sí, conformaran de esa manera una totalidad que produce
mayores efectos que los mismos individuos aislados. El grupo es irreductible a los
individuos que lo componen, en tanto éstos establezcan un sistema de
interdependencia, en esto radicara la fuerza o dinámica del grupo.
Punto D: primer momento epistémico: el todo es más que la suma de las partes.
La idea de grupo como totalidad irreductible propuesta por Lewin fue divisoria de
aguas entre totalistas y elementaristas. El reconocimiento de este todo (el grupo),
ha tenido una importancia histórica en la demarcación de los saberes y
quehaceres de la grupalidad. Esta premisa ha configurado un imaginario fundador
de este campo disciplinario.
La relación todo-partes se inscribió posteriormente en la necesidad de delimitar
una estructura subyacente, de la cual todo movimiento grupal es efecto. De tal
forma para tal perspectiva el problema de la redefinición de la relación todo-
partes queda cruzado por la relación acontecimiento-estructura.
El grupo imaginado como un todo más que la suma de las partes, constituye un
primer momento epistémico en la institucionalización de saberes y prácticos
grupales. Tal vez no fuera exagerado afirmar en ese sentido, que esta premisa ha
configurado un imaginario fundador de este campo disciplinario, es decir, ha
operado un espacio de proposición, no necesariamente demostrable, que ha
orientado la búsqueda de la especificidad del campo.
Punto E: análisis de la demanda.
En la época de E Mayo es un momento en el que existía una necesidad de mejorar
la producción en todos sus aspectos, por lo que se le demanda que aborde la
carencia técnico-social existente frente a problemas de producción en ese
momento indeterminados. Desde Lewin y Mayo se organiza una disciplina, la
Dinámica de Grupos, que se expandirá rápidamente por diversos campos
(empresarial, educacional, de mercado). La sociedad norteamericana de los años
30’ propició el tipo de condiciones necesarias para que surgiera este movimiento.
El análisis de un campo disciplinario, en este caso discursos y técnicas grupales,
deberá plantearse en tanto conjunto de conocimiento que produce dicho campo,
elucidando cómo se articulan, en cada caso, esas producciones con los juegos de
poder e interrogándose en qué estrategias de saber-poder desarrollarán sus
prácticas sociales los técnicos de tal campo disciplinario. La conjunción de lo
antedicho, crea condiciones para poder delimitar qué zonas cobrarán visibilidad e
invisibilidad para tal campo disciplinario, y cuáles se mantendrán necesariamente
invisibles y no enunciables. En un sentido genealógico, en los primeros
dispositivos grupales han tenido la obligatoriedad de ver al grupo centrado en el
grupo, como un todo autorregulado y autónomo, plegado sobre sí mismo, el
“grupo-isla”, lo que visibilizó mecanismos de funcionamiento de los grupos
(liderazgo, roles, dificultades en la toma de decisiones, cambio, resistencia al
cambio, entre otros). Además, debieron (dada la demanda a la que respondían)
mantener en la invisibilidad los atravesamientos institucionales, políticos e
ideológicos en los que quedaron inscriptos tanto sus discursos de la grupalidad
como sus intervenciones técnicas.
Punto F: el nacimiento de lo grupal.
El nacimiento de lo grupal. Se diferencia la noción de Dispositivo de los Grupos y
dispositivos grupales. El primero hace referencia a la aparición (en los 30’, 40’) de
ciertos criterios en base a los cuales comenzaron a pensarse artificios grupales
para “resolver” algunos conflictos que se generaban en las relaciones sociales, ya
que adquirieron visibilidad varios de ellos (en la producción económica, en la
salud, en la educación, en la familia), dando lugar a la nueva tecnología con su
nuevo técnico (Dispositivo de los Grupos y coordinador), que operarán como
espacios tácticos donde se intentará dar respuesta a múltiples problemas que se
desplieguen. En cambio, con la expresión dispositivos grupales se hace referencia
a las diversas modalidades de trabajo con grupos (grupos psicoanalíticos,
psicodramáticos, grupo operativo, gestálticos, etc.) que cobraron cierta presencia
propia en función de las características teórico-técnicas elegidas, como también
de los campos de aplicación donde se han difundido. Son artificios locales de los
que se espera determinados efectos. Los dispositivos grupales forman parte del
Dispositivo de los Grupos.
Los grupos se vuelven visibles a partir del montaje de dispositivos técnicos tales
que permitan demostrar y observar las conductas de grupo.
Se presentan hasta aquí dos niveles de existencia de los grupos: el primer factico,
en tanto hechos sociales, el segundo del campo disciplinario, por cuanto al
montarse los sucesivos dispositivos grupales del dispositivo de los grupos, los
grupos paulatinamente se vuelven visibles, observables, comprobables, es decir,
enunciables.
Capítulo 4. Hacia una clínica grupal.
Punto A: primeros dispositivos grupales terapéuticos.
Los primeros intentos de abordajes colectivos con fines terapéuticos fueron las
actividades iniciadas por Pratt, al introducir el sistema de clases colectivas en una
sala de pacientes tuberculosos. Pratt fue el pionero en utilizar emociones
colectivas con finalidad terapéutica de forma sistemática y deliberada, a partir de
1905. Aunque no teorizaron sobre esta situación, desde un nivel empírico
comprobaron que el grupo (amplio en este caso) ofrecía cierto resorte de eficacia
terapéutica mayor que los tratamientos individuales. A los métodos que han
seguido la orientación de Pratt se los ha denominado terapias exhortativas
parentales que actúan “por” el grupo. Se dice que actúan por el grupo, porque
incitan y se valen de las emociones colectivas aunque no intenten comprenderlas.
A partir de esta primera corriente, se produjo una interesante diferenciación, las
terapias que actúan por el grupo, con una estructura fraternal. En este caso, el
dinamismo es análogo: incitar y canalizar emociones colectivas en grupos
solidarios, el tipo de relación entre el grupo y el terapeuta es opuesta a la
corriente ejemplificada por Pratt. En lugar de idealizar el medico esta corriente
estimula una fraternidad que busca el mayor sostén entre sus miembros,
disminuyendo al máximo el liderazgo centrado en el técnico.
Este tipo de terapia busca crear condiciones para que las personas que concurren
a estas instituciones encuentren en ellas un espacio de soporte solidario de
restitución de la dignidad personal, y/o de la identidad trastocada. Uno de sus
principales recursos de su eficacia terapéutica está centrado en la sugestión,
efecto de los vínculos libidinales de cada integrante con el medico líder, tiene
importancia decisiva la red entre iguales, en ellas el grupo y la institución en la
que éste actúa, disparan significaciones imaginarias donde predomina la
configuración de un espacio microsocial que opera como sostén yoico, soporte
solidario.
Los primeros dispositivos grupales terapéuticos que instrumentaron las
emociones del grupo como resorte curativo no teorizaron sobre esta situación,
desde un nivel empírico comprobaron que el grupo ofrecía cierto resorte de
eficacia terapéutica mayor que los tratamientos individuales.
Se encuentra cierta noción de efecto de grupo, factores emocionales movilizados
posiblemente a través de trasferencias reforzadas hacia el terapeuta, entre los
integrantes, hacia la institución.
Punto B: aplicaciones iniciales del psicoanálisis en los grupos.
En las aplicaciones de tendencia psicoanalítica, comenzó a problematizarse la
dirección de la interpretación y fue necesario buscar técnicas específicas. Por
ejemplo, la técnica interpretativa de grupo que toma al grupo como totalidad que
influye en la conducta de sus miembros, este tipo de enfoque considera que lo
individual debe ser siempre contemplado dentro del marco colectivo donde se
manifiesta. Esta orientación tuvo gran desarrollo en la Argentina, considerando
que es una psicoterapia “del” grupo y no del individuo “en” el grupo.
Microsociologia: aquí se considera el campo multipersonal como un fenómeno
digno de ser estudiado por sí mismo. Es una psicoterapia del grupo y no del
individuo en el grupo, o de los pacientes por el grupo. En función esto
denominaron a su técnica “psicoterapia de grupo” y diferenciándola de aquellos
que interpretaban al individuo “en” el grupo y de los que actúan “por” el grupo,
manejando las emociones colectivas sin interpretarlas.
Punto C: el todo no lo es todo.
Las psicoterapias de grupo psicoanalíticas suelen agruparse en dos tendencias:
psicoanálisis en grupo y psicoanálisis del grupo. Es el grupo el receptor global de
las interpretaciones, la fantasía icc grupal, es aquella fantasía individual que ha
operado como común denominador de los integrantes. El grupo más que
confirmar una eventual totalidad específica, es algo así como un conjunto de
personas portadoras de un sujeto icc en el que se hallan inscriptos, y en tanto tal
acreedor de igual tipo de interpretaciones que las personas que se encuentran en
tratamiento psicoanalítico de contrato dual. Este tipo de orientación fue creando
las condiciones de existencia de nociones como fantasía grupal que operaron en
analogía con la fantasía icc singular. Estos primeros psicoanalistas de grupo
consideran que solo era cuestión de trasladar el bagaje tecnológico y sus formas
de contrato dual al colectivo, sin necesidad de grandes modificaciones. Esta ha
sido una de las maneras por las que el a priori individualista creo condiciones para
pensar a los grupos con igual sistema de legalidades que lo icc. Tal a priori opera
aquí dos movimientos de reducción: uno por el cual, el grupo es pensado como
un gran individuo y otro por el cual se confunde el sujeto icc con el individuo.
El todo-grupo que en un primer momento fue principio de demarcación comenzó
a transformarse en un “obstáculo epistemológico” para pensar lo grupal, en tanto
que el pasaje del psicoanálisis al campo grupal se hizo sin reformular ningún área
del campo psicoanalítico, generando un vacío conceptual.
Se recicla en el campo psicoanalítico una polémica que se había desatado en la
psicología académica entre totalistas (el grupo era una combinación construida a
partir de elementos individuales) y elementalistas (convierte al grupo en un gran
individuo, de la misma clase que los individuos humanos y con los mismos
mecanismos de funcionamiento interno). Pensaban al grupo como un “gran
individuo”, con una fantasía inconsciente grupal y con una novela-narrativa
psicoanalítica propia. Se plantea que el pensar la totalidad no garantiza la
absoluta demarcación del campo disciplinario, habrá que pensar las relaciones de
las partes entre sí y con el todo. El psicoanálisis del grupo, la concepción operativa
de Pichón Riviere y el Psicodrama Psicoanalítico (que formaron a la mayoría de los
coordinadores de grupo en los 60´y 70´en la Argentina) operaron con el
reduccionismo señalado, en tanto las partes se subsumieron al todo.
Son varias las figuras de este reduccionismo. Una de ellas es la tendencia a
visualizar un grupo como una persona de la cual cada integrante representa una
función o estructura especializada, esto permite al coordinador “entender” lo
que acontece a través de una imagen integrada, unificadora. Otra figura es la
adscripción de vivencias al grupo, por lo cual éste es capaz de vivenciar
emociones, esto contribuye a un estilo técnico bastante frecuente que parte de la
suposición de que si una parte del grupo expresa un sentimiento, los que no lo
manifestaron deberán sentirlo de alguna manera.
Se encuentran dos nociones: individuo-síntoma que representa al grupo persona
y el grupo dotado de intencionalidad. Estas nociones harán posible intervenciones
interpretativas que pondrán en enunciado cuestiones tales como que el grupo
transfiere, resiste las interpretaciones, se angustia, se deprime, etc.
Punto D: del líder al oráculo.
La unificación de liderazgo y coordinación propia de la microsociología es
superada por el psicoanálisis del grupo. Al necesitar re-crear las condiciones
técnicas de la escucha psicoanalítica incorpora en su trabajo con grupos sus
condiciones de posibilidad, es decir neutralidad y abstinencia, hito importante
para una genealogía de lo grupal. Se organizaron condiciones para re-investir en
otro lugar de hegemonía a la coordinación, surgiendo así el coordinador-oráculo,
quien si bien devuelve sistemáticamente los liderazgos al grupo, sólo él sabe-
comprende a través de las manifestaciones visibles el sentido oculto del acontecer
grupal, instituyendo otra forma de liderazgo: él sabe qué dice un grupo cuando
sus integrantes hablan.
Capítulo 5. El segundo momento epistémico.
Punto A: cierta especificidad grupal (la noción de supuestos básicos).
Bion plantea la psicoterapia de grupo con el objetivo de “tratar de comprender las
tensiones que se manifiestan en el curso de las sesiones, entre sus integrantes”.
Destacó que los individuos reunidos en un grupo se combinan en forma
instantánea e involuntaria para actuar según unos estados afectivos que
denominó “supuestos básicos”. Describió tres supuestos básicos a los cuales el
grupo se somete alternativamente sin reconocerlos. Los denominó:
1. Supuesto básico de dependencia, bajo el cual se observa que el grupo está
reunido para que alguien, de quien éste depende en forma absoluta, provea la
satisfacción de todas sus necesidades y deseos; implica la creencia colectiva de
que ese alguien tendrá por función proveer seguridad al grupo; es la creencia de
una deidad protectora cuya bondad, potencia y sabiduría no se cuestionan.
2. Supuesto básico de ataque y fuga, que consiste en la convicción grupal de que
existe un enemigo y que es necesario atacarlo o huir de él, en tanto la única
actividad defensiva frente a este objeto es su destrucción (ataque) o evitación
(huida).
3. Supuesto básico de apareamiento, que cuando opera los integrantes del grupo
producen una creencia colectiva e inconsciente por la cual un hecho futuro o un
ser no nacido resolverá sus problemas; lo importante en este estado emocional
es la idea de futuro más que la resolución del presente.
Los supuestos básicos refieren a un nivel emocional primitivo que coexiste según
Bion con otro nivel de mentalidad grupal o de funcionamiento que es el del grupo
de trabajo, donde las actividades se realizan racional y eficientemente. Grupo de
supuesto básico y grupo de trabajo coexisten determinando un conflicto
recurrente en el grupo. La actividad de un grupo de trabajo se ve frecuentemente
interferida por la aparición de factores emocionales, esta aparición puede ser
forma de dependencia, de agresión y huida, o por la formación de un
apareamiento mesiánico.
Bion “descubre” que la cooperación entre los miembros del grupo, necesaria para
el éxito en sus tareas, requiere de la circulación fantasmática inconsciente entre
ellos, hasta tal punto que la cooperación puede ser regulada o paralizada por
dicha circulación fantasmática inconsciente. Los supuestos básicos como
verdaderos organizadores grupales, reguladores implícitos de los
comportamientos grupales.
Punto B: el segundo momento epistémico: los organizadores grupales.
El planteo de los supuestos básicos como organizadores implica una búsqueda de
un sistema de legalidades propio, específico del campo grupal; según Anzieu,
hasta Bion la comprensión psicoanalítica de los grupos consistía en un
psicoanálisis aplicado al grupo ya que, hasta entonces, los grupos no se habían
considerado aun dentro de esta disciplina como un posible campo de
descubrimientos. La noción de supuestos básicos es un primer intento, dentro de
los aportes psicoanalíticos, de tomar a los grupos como un campo de
descubrimiento y no de aplicación. Necesita la creación de instrumentos
conceptuales específicos para la elucidación de los grupos como campo de
descubrimientos. De ahí su relevancia genealógica.
Para Bion los grupos constituyen un campo de descubrimiento que necesita, para
su elucidación, la creación de instrumentos conceptuales específicos.
Punto C: el encargo de Bion y su producción teórica.
Bion era un representante tanto de la autoridad militar (comandante) como de la
autoridad psiquiátrica, aunque al desempeñarse en el rol de psicoanalista
coordinador de grupos, se apartó del puesto militar. Trabajó en un hospital
militar británico en plena guerra, y las personas con las que trabajaba en sus
grupos eran soldados u oficiales generalmente de rango inferior, donde el
contexto revelaba una necesidad masiva de asistencia, la cual de aquí en más
será una de las razones habituales en los países de significativo desarrollo de la
cultura “psi”, para implementar dispositivos grupales con fines psicoterapéuticos.
La psiquiatría inglesa tenía que encontrar un sistema diferente al alemán que
terminara con la desmoralización de las tropas, un sistema destinado a
reabsorber eficazmente las angustias y solidaridades de grupos, para la vida y
para la muerte, y que se asentara sobre bases diferentes al hechizo, aglutinador
tipo del ejército nazi, había que restituir personal y militarmente a los
innumerables inadaptados, delincuentes y neuróticos que afluyeron en 1940 a los
hospitales británicos.
Se inventan los dispositivos mencionados, en el intento de reactivar
identificaciones horizontales.
Interesa resaltar varias cuestiones:
a. Intervención de los psicoanalistas ingleses fisuro una fuerte antinomia, que aún
conserva su vigencia: psiquiatría publica-psicoanálisis privado.
b. Muestra como una de las vías privilegiadas de pasaje de una psiquiatría
organicista a una psiquiatría social fue a partir dela instrumentación de
herramientas conceptuales y técnicas provenientes del psicoanálisis.
c. Cuando un campo disciplinario se abre a intervenciones para las que no fue
construido, si bien no tiene por qué rehuirse, debe acentuar aquellos recaudos
que le permitan poner en visibilidad las demandas sociales a las que es incitado
a responder.
Capítulo 6. Los organizadores fantasmáticos.
Punto A: hacia la enunciabilidad de los organizadores fantasmáticos.
Anzieu (de la escuela francesa en los 60’), tomando de referentes a Lewin y
Moreno, pone el acento en el grupo como objeto y como proceso psíquico; el
grupo como objeto de investiduras pulsionales, de representaciones imaginarias y
simbólicas, de proyecciones y de fantasías inconscientes. Sugiere un paralelismo
entre el grupo y el sueño con el fin de comprender, desde el psicoanálisis, la
dinámica de un grupo y sus miembros.
Este grupo constituye sus propias bases para una lectura psicoanalítica del grupo.
Poenn el acento en el grupo como objeto y como proceso psíquico, el grupo como
objeto de investiduras pulsionales, de representaciones imaginarias y simbólicas,
de proyecciones y de fantasías icc.
A partir de 1970 fundan el (CEFFRAP), estudiando las condiciones y los procesos
de trabajo psicoanalítico en los grupos, definiendo el encuadre y los movimientos
psíquicos de elaboración y de construcción de un espacio psicoanalítico grupal.
Se proponen elaborar aspectos específicos del bagaje tecnológico para los
procesos grupales que permita construir un verdades status psicoanalítico para el
dispositivo grupal, de tal forma, se constituyen en sus centros de interés
investigativo las dimensiones de la transferencia, las condiciones y efectos del
trabajo de la interpretación, las funciones y estructuras de las identificaciones,
etc.
Afirman que la situación grupal se desarrolla a partir de las características del
dispositivo, la enunciación de la regla fundamental, cimiento de todo trabajo
psicoanalítico, es el acto que instituye el dispositivo, hablar libre y abstinencia
entre los integrantes del grupo y el analista de toda otra relación que no sea la
exigida por la escucha y la palabra psicoanalítica. Posteriormente Kaes trabaja en
la representación del grupo como objeto doblemente investido por el psiquismo y
por el discurso social. Para estos autores (en su punto de partida) el grupo es un
contexto de descubrimiento de las formaciones de lo inconsciente y no,
estrictamente, contexto de descubrimiento de la grupalidad. En ese sentido es
que buscarán el encuadre, el dispositivo y la situación adecuados para la
emergencia de formaciones psíquicas inconscientes que pueden develarse gracias
a las propiedades del grupo en tal dispositivo. También teorizan acerca de
formaciones grupales del psiquismo o grupalidad psíquica, constituida por la
estructura de los fantasmas, la organización de las identificaciones y la
organización de las instancias del aparato psíquico.
La noción de aparato psíquico grupal, es una construcción intermediaria que
efectúan los miembros de un grupo sobre la base de una doble serie de
organizadores: unos, los grupos internos (psíquicos) y otros, regidos por el
funcionamiento de los modelos socioculturales. Anzieu dirá que en toda situación
de grupo hay una representación imaginaria subyacente, común a la mayoría de
los miembros del grupo, en la medida que existe esta representación imaginaria
es posible algo común en el grupo, no hay grupo sin lo imaginario. Equipara al
grupo con el sueño en tanto hay una ilusión grupal, refiriendo al sentimiento de
euforia compartido por los integrantes por pertenecer al grupo, y éste cumple
una función de realización imaginaria de deseos. La fomentación fantasmática del
grupo, se desarrolla sobre el escenario de la imagen del propio cuerpo
desrealizada, con un telón de fondo que es el escenario imaginario del grupo.
Considera que la disposición en círculo dispara imágenes relacionadas con el
interior del cuerpo de la madre. Describe la amenaza de pérdida de identidad
personal producida por la situación del grupo, considerada como un desafío a la
integridad y a la autonomía relativa del yo, el yo de cada participante se
encuentra amenazado, tal amenaza de ataque a la integridad yoica, moviliza
diferentes tipos de angustias arcaicas y procesos defensivos contra ellas. Otro
tema de su interés es el fenómeno de transferencia escindida, entre el pequeño
grupo y el grupo amplio en el dispositivo de formación diseñado para sus
investigaciones.
Planteara así que el vínculo primario entre las personas es la circulación
fantasmática. El fantasma es posiblemente la realidad psíquica individual. El
fantasma individual es una escena imaginaria que se desarrolla entre varios
personas, de ellos Anzieu deriva que el fantasma tiene una organización grupal
interna, en su conducta sus síntomas, sus sueños nocturnos, el sujeto trata de
realizar una escena, estando presente en la misma generalmente a título de
espectador y no de actor.
Anzieu dirá que el fantasma individual inconsciente es el primer organizador del
grupo, mientras los imagos y los fantasmas originarios constituyen el segundo y el
tercer, respectivamente, organizadores del grupo.
Resonancia fantasmática: es el reagrupamiento de algunos participantes
alrededor de uno de ellos, el cual hace ver o da a entender a través de sus actos,
su manera de ser o sus palabras, su fantasma individual icc. Se subraya el carácter
de reagrupamiento, esto quiere decir no tanto acuerdo como interés,
convergencia, eco, estimulación mutua.
Punto B: Problemas de demarcación.
Anzieu rechaza la idea de fantasmática grupal, el plus de los grupos no radicaría
en un fantasma colectivo. Se afirma la hipótesis de que las fantasmáticas
individuales entran en resonancia fantasmática, necesitando a las primeras para
que se produzca lo segundo, lo que desalienta la idea de un inconsciente grupal.
El fantasma individual es grupal, que es diferente a decir que hay un fantasma de
grupo. Lo que resuena y habla o actúa desde los participantes de un grupo son
posiciones en la escena fantasmática. La visibilización de estos procesos
producida en la implementación de dispositivos grupales para investigar
formaciones inconscientes, deja invisibles otros organizadores grupales no
enunciados desde sus concepciones psicoanalíticas (especialmente organizadores
de tipo sociocultural). En esta visibilización se sustancializan los “procesos
esenciales” necesarios para la formación de un grupo. Otra de las cosas que
invisibiliza es el hecho de que los organizadores determinantes del acontecer
grupal, son los determinados por los dispositivos que ellos mismos diseñaron para
hacer posible su visibilización.
Merece subrayarse la importancia de la diferenciación entre individualistas y
mentalistas (señaladas por Asch en psicología social) que se traslada al
psicoanálisis cuando éste comienza a implementar dispositivos grupales en la
clínica.
Dos formas de expresión del a priori individualista: una piensa los problemas
subjetivos grupales como dotados de los mecanismos de las producciones icc
singulares, la otra no puede pensar otras formas de producciones subjetivas que
no sean las inherentes a la singularidad.
Esta corriente francesa salva el impasse de la oposición antinómica con la puesta
en enunciado de la grupalidad del fantasma singular, condición de posibilidad de
la resonancia fantasmática grupal.
No se puede analizar aquello que se naturaliza, no se puede teorizar aquello que
se sustancializa. Condición de las operaciones de análisis y teorización es
mantener interrogación, problematizar, no solo aquello que se ofrece oscuro, o
que produce dudas, sino también es necesario interrogar y problematizar aquello
que parece obvio.
Punto C: tercer momento epistémico: el agotamiento del objeto discreto.
Kaes puntualiza que el grupo, como objeto representado, es una imagen cuyos
referentes son a la vez endopsíquicos y externos, es decir, correspondientes a la
realidad material y social, con la necesidad de una articulación intermedia que
evite los reduccionismos de ambas realidades o posturas, y para evitar esto hay
que abandonar la epistemología de objeto discreto (y todo lo que eso implica).
Capítulo 7. El nudo grupal.
Punto A: lo grupal como campo de problemáticas.
Se plantea la necesidad de abrir el pensamiento de lo grupal hacia lógicas
pluralistas que legitiman epistemológicamente atravesamientos disciplinarios. Un
criterio transdiciplinarios supone, en primer lugar, una trabajo de elucidación
crítica sobre los cuerpos teóricos involucrados, entendiendo tanto las áreas que
visibilizan como problematizando las que invisibilizan. Implica también el
abandono de disciplinas hegemónicas a las cuales otras disciplinas deban
subordinarse. Sobre estas condiciones se crean las condiciones de posibilidad
para contactos locales y no globales entre diferentes territorios disciplinarios. Los
cuerpos teóricos no funcionan como sistemas conceptuales sino como “caja de
herramientas”, aportan instrumentos teóricos que incluyen en su reflexión una
dimensión histórica de las situaciones que analizan. Este tipo de epistemología se
diferencia de la concepción de una epistemología convergente por parte de
Pichón Riviere, quien la describía como la convergencia de todas las Ciencias del
Hombre en una creación totalizadora del Hombre Entero (incluso en su escisión
constituyente). Los criterios transdiciplinarios se sustentan a partir de una
elucidación crítica de ese tipo de totalizaciones. Focalizan un tema en su
singularidad problemática y éste es atravesado por diferentes saberes
disciplinarios, sin pretender unificarlos en una teoría globalizante. Este
movimiento que propone el atravesamiento de diferentes áreas de saberes, a
partir de temas a elucidar, sostiene varias implicancias:
1. Cuando cierta región de una disciplina se transversaliza con otros saberes, pone
en crisis muchas de sus zonas de máxima evidencia.
2. Exige la constitución de redes de epistemología crítica abocadas a la elaboración
de aquellos criterios epistémicos que en su rigurosidad hagan posible evitar
cualquier tipo de patch-works teóricos.
3. Vuelve necesaria otra forma de constitución de los equipos de trabajo si no hay
disciplinas reinas tampoco habrá profesiones hegemónicas. Este pluralismo no
es sencillo de lograr.
Se ha propuesto pensar a los grupos más como campos de problemáticas, como
campos intermediarios entre lo individual y lo social o como “nudos teóricos” que
como campos de articulación entre lo individual y lo social o como eventuales
objetos teóricos. Se tendrá que investigar la especificidad de lo que en el grupo
acontece, y trabajando el entramado de tal especificidad en inscripciones más
abarcativas, que operan transversalmente, aunque no de forma siempre
evidente. Este criterio contribuye a desmarcar la antinomia individuo-sociedad,
en tanto implica no un efecto de influencia sobre el individuo, sino significantes
sociales operando como fundantes del sujeto.
Punto B: un numero numerable de personas (cuerpos discernibles).
Los enlaces identificatorios presentes en todo fenómeno colectivo, adquieren
características propias, cuando, tales agrupamientos se constituyen en un numero
numerable de personas. El carácter numerable del grupo introduce peculiaridades
de los procesos identificatorios, en tanto los cuerpos de los otros hacen
discernibles. Algo hace nudo. Esta característica de los procesos identificatorios
de un número numerable de personas donde los cuerpos se hacen discernibles,
afectados unos y otros a juegos de mirada, establece las condiciones para la
organización de redes identificatorias y transferenciales. Tal peculiaridad
identificatoria en red hace del pequeño grupo un nudo. Nudo que se constituye
en las alternancias de enlaces y desenlaces de subjetividades. La resonancia
fantasmática es la condición estructural para que el sujeto haga nudo. Fantasma
es la escena donde repite una posición insistente, repetición recreada en el
espacio grupal.
Un grupo inventa las formas o figuras de sus significaciones imaginarias.
Cada grupo construye sus ilusiones mitos y utopías, construcciones que se
realizan en un doble movimiento; aquel por el que se despliegan los
atravesamientos socio-histórico-institucionales y aquel de su singularidad como
pequeño colectivo, tales construcciones son únicas e irrepetibles de cada grupo y
solo son posibles en su inscripción histórico-institucional.
Mitos grupales: son aquellas significaciones imaginarias que un grupo construye,
al dar cuenta de su origen novelado, imbricados con las utopías del grupo y
apoyados en la historia real de tal conjunto de personas.
Castoriadis con el término imaginario social alude al conjunto de significaciones
por las cuales un colectivo, una sociedad, un grupo, se instituye como tal, para
ello no solo debe inventar sus formas de relación social y sus modos de contrato,
sino también sus figuraciones subjetivas. Constituye sus universos de
significaciones imaginarias que operan como los organizadores de sentido de cada
época del social-histórico estableciendo lo permitido y lo prohibido, lo valorado y
lo devaluado, dan los atributos que delimitan lo instituido como legitimo o
ilegitimo, acuerdan consensos y sancionan disensos.
Distingue:
1. Imaginario radical: es aquella instancia por la cual el social-histórico inventa,
imagina nuevos conjuntos de significaciones, constituye, por lo tanto, una
potencialidad instituyente, transformadora, productora de utopías.
2. Imaginario efectivo: tiene a la reproducción- consolidación de lo instituido,
cuenta para ello con mitos, rituales y emblemas de gran eficacia simbólica y en
el disciplinamiento de imágenes, anhelos e intereses de los integrantes de una
sociedad.
Distingue en el social-histórico un orden de determinaciones y un orden de
significaciones. Es en este último donde sitúa su noción de imaginario social,
ambos órdenes son imprescindibles para pensar lo social y no pueden
subordinarse o reemplazarse uno por otro.
Un singular Plural
(Kaes F.49612)
Propone saber cómo se forma, se transforma o se aliena la psique del sujeto
singular a través de las diversas modalidades de los vínculos intersubjetivos que lo
preceden, que el establece y que finalmente lo constituyen como sujeto del icc
Considera que las Alianzas Icc que se anudan entre los sujetos de una
configuración vincular son poderosas interfaces entre la realidad psíquica del
vínculo y la de cada sujeto considerado en su singularidad
Desde la 2º mitad del siglo 20, el trabajo psicoanalítico en grupo y con grupos ha
permitido caracterizar lo que designo como la realidad psíquica icc propia de
conjuntos plurisubjetivos como los grupos, las familias y las parejas
Su trabajo consistió en una articulación entre la realidad psíquica del grupo y la
del sujeto singular, dando cuenta la manera en que el sujeto se forma en la
intersubjetividad como sujeto icc
El método psicoanalítico del grupo presenta gran interés terapéutico, pero es
también una vía de acceso a un problema fundamental: la consistencia icc del
vínculo intersubjetivo, el funcionamiento icc del sujeto en el vínculo y el sujeto del
icc en cuanto es sujeto del vinculo
Los tres pilares del psiquismo
El psiquismo humano se asiente sobre tres pilares fundamentales: la sexualidad
infantil, la palabra y los vínculos intersubjetivos, estos tres pilares están en
estrecha interrelación. El vínculo intersubjetivo se inscribe en la sexualidad y en la
palabra y las marca con sus efectos. Estos tres pilares concurren a la formación de
la realidad psíquica icc del vínculo intersubjetivo
Para validar la hipótesis de los tres pilares del psiquismo y la idea de que el
vínculo se construye en una realidad psíquica original, que no se produciría sin el
encuentro intersubjetivo, era indispensable someterlas a la prueba de la clínica en
un dispositivo apropiado para esos fines y conforme con las exigencias
metodológicas del psicoanálisis. Los psicoanalistas podían sentirse implicados por
el trabajo psicoanalítico en grupo, al menos por tres razones:
1. Primera razón: corresponde a los aportes específicos del trabajo psicoanalítico
en situación plurisubjetiva proporciono al tratamiento de los sufrimientos
psíquicos y de las psicopatologías apenas accesibles de otro modo. La
modernidad, por rupturas que introduce, hizo necesario pensar las funciones
metapsíquicas del grupo. Se entiende por metapsíquicas a formaciones y
funciones que enmarcan la vida psíquica de cada sujeto. Se encuentran en el
trasfondo de la psique individual y entre esta y los marcos más amplios en los
que se apoyan. El desajuste, las deficiencias o los defectos de estas funciones
metapsíquicas afectan directamente la estructuración y el desarrollo de la vida
psíquica de cada cual. Hay tres grandes tipo de deficiencias:
a) Un primer conjunto corresponde a las deficiencias o los defectos de los
dispositivos intersubjetivos de protección antiestimulo y de represión en la
estructuración de los apuntalamientos de la vida pulsional. Se desarrollan
formaciones escindidas y no subjetivadas, desfavorables a los procesos de
simbolización y sublimación. En la base de las conductas antisociales que se
desarrollan en estas condiciones hay un intenso sufrimiento narcisista. Estas
definiciones afectan las condiciones de la formación del icc y del prcc
b) Un segundo conjunto está constituido por las deficiencias en los procesos de
formación de las identificaciones y de las alianzas intersubjetivas
estructurantes básicas. Estas alianzas son la sustancia del vínculo
intersubjetivo. Consisten en pactos que instituyen las prohibiciones capitales.
Forman los marcos intersubjetivos de la subjetividad, son las condiciones y los
garantes metapsíquicos del espacio en el que el Yo puede advenir, aseguran la
transmisión de la vida psíquica entre las generaciones
c) Un tercer conjunto corresponde a las deficiencias en los procesos de
transformación y mediación. En la vida psíquica las formaciones intermediarias
y los procesos articulares son condición de posibilidad del trabajo simbolización
y de formación de la alteridad, pero también de la capacidad de amar, trabajar,
jugar y soñar. Estas formaciones y estos procesos son los más amenazados por
las crisis que afectan a los garantes metapsíquicos. La principal consecuencia de
su deficiencia es el derrumbe
2. Una segunda razón: reside en la contribución del abordaje psicoanalítico a la
problemática de la intersubjetividad. Por intersubjetividad se entiende la
experiencia y el espacio de la realidad psíquica especificada por sus relaciones
de sujetos en cuanto son sujetos del icc. Es lo que comparten quienes están
formados y ligados entre sí por sus sujeciones reciprocas a los mecanismos
constitutivos del icc. Para tomar en consideración el conjunto de procesos y
formaciones de la intersubjetividad es preciso recurrir a otra lógica de los
procesos psíquicos. A una lógica de procesos y formaciones internos es
necesario articular una lógica de correlaciones de subjetividades, una lógica de
conjunción y disyunción cuya fórmula podría ser enunciada del siguiente modo:
no el uno sin el otro y sin el conjunto q los constituye y los contiene; el uno sin el
otro pero en el conjunto que los reúne. Esta fórmula sostiene q no podemos no
estar en intersubjetividad. La Intersubjetividad se construye en un espacio
psíquico de cada configuración vincular. Consiste en el reconocimiento y la
articulación de dos espacios psíquicos parcialmente heterogéneos cada uno
dotado de lógicas propias.
3. Una tercera razón: es de orden epistemológico corresponde al campo de los
objetos que el psicoanálisis se ocupa de conocer mediante su método especifico.
Esos objetos nunca estuvieron circunscriptos al estudio de la psique individual, si
bien el método de acceso al conocimiento del icc se construyó a partir de la
situación paradigmática de la cura individual. La base principal del conocimiento
psicoanalítico se apoya en esa situación, pero siempre se confronto, en la
vertiente especulativa o en la de las aplicaciones, son objetos más vastos y con
saberes constituidos en otras disciplinas: la biología, lingüística, etnología,
psicología social. Cuando se intenta pensar la articulación del sujeto singular con
el grupo en el campo propio del psicoanálisis, en opinión de Kaes, esto
representa un falso problema.
El grupo en el Psicoanálisis
(Kaes F 14076)
El Grupo fue primero una aplicación del psicoanálisis a sujetos que no podían
beneficiarse de la cura o de una psicoterapia individual. Se hizo evidente que el
dispositivo grupal podía presentar un notable interés para el tratamiento de
sujetos afectados por trastornos específicos, permitió tratar de manera
económica los sufrimientos psíquicos ligados a traumatismos actuales colectivos.
El dispositivo de grupo es utilizado con fines de formación personal en el
conocimiento de los fenómenos de grupo en el conocimiento, mediante la
experiencia de los efectos del icc que se producen en esa situación
Las teorías psicoanalíticas de grupo concebidas en Europa, EEUU y Argentina se
ocuparon de pensarlo como tal independientemente de los miembros que lo
componen, como un conjunto que forma una entidad especifica
Pioneros de la invención psicoanalítica del grupo
Se planteó como una alternativa a la cura individual para tratar rápidamente
graves problemas de psiquiatría en dispositivos institucionales que los
empeoraban
Pichón Riviere: En Argentina. Para él, el grupo es un poderoso medio de acción
social y un notable instrumento terapéutico para el individuo. Forma la noción de
Grupo Operativo, definido como un grupo centrado en la tarea, cuya finalidad es
aprender a pensar en términos de resolución de las dificultades creadas y
manifestadas en el campo grupal, y no en cada uno de sus miembros, centrado en
cada aquí-ahora-conmigo en la tarea grupal se opera en esas dimensiones. El
objetivo del GO es la detección e interpretación de las fantasías icc (que no son de
origen pulsional, sino del resultado de las experiencias relacionales de los
miembros del grupo) subyacentes que emergen de la tarea manifiesta y se
condensan en el grupo en temores específicos y en resistencias al cambio.
Bion: se apoya en los procesos grupales para el tratamiento de ciertas patologías
traumáticas. Distingue dos modalidades de funcionamiento en grupo, el grupo de
trabajo y el grupo de base.
Foukles (explicado en Foukles)
Bleger: Plantea que la identidad grupal por pertenencia y la dependencia asociada
a ella están constituidas por el deposito del núcleo aglutinado de sus miembros
en la estructura del grupo. Contribuciones importantes: encuadre, núcleo
aglutinado, deposito, y las dos formas de sociabilidad por interacción y sincrética
Las primeras teorías psicoanalíticas del grupo intentaron hacer inteligible la
consistencia de los “fenómenos de grupo”. Estos descubrimientos mostraron que
los grupos están organizados por estructuras y procesos de diferentes niveles.
La corriente Francesa.
La cuestión del grupo se inscribe en una doble tradición cultural, la del
individualismo (centrando su atención en el sujeto singular); y la otra tradición,
anclada en la corriente socialista (grupo como vía para la revolución)
Francia de posguerra
Esfuerzo por reconstruir la estructura económica y social favoreció el interés por
el grupo en los ambientes psicológicos y psiquiátricos
Se interesan por los aportes de Lewin y Moreno y encuentran en las técnicas de
grupo la posibilidad de tratar por ese medio a un número mayor de pacientes.
Se forman dos grandes corrientes: 1. Se interesan por aplicar los datos del
psicoanálisis al tratamiento psicoterapéutico de los individuos en situación de
grupo, utilizan técnicas basadas en el psicodrama psicoanalítico individual. 2.
Intentan descubrir los procesos icc que obran en el seno del grupo, y ahí tropiezan
con dos dificultades por un lado, a la aplicación directa de conceptos
psicoanalíticos a las hipótesis y técnicas elaboradas por Lewin, Moreno y Rogers; y
por otro lado el hecho de que los conceptos utilizados han surgido de la
teorización psicoanalítica de la psique individual
En los años 60, los conflictos y escisiones en que derivaron las divergencias sobre
la formación psicoanalítica, sobre la dirección de la cura y sobre las relaciones con
la IPA tuvieron por consecuencias la creación de nuevas instituciones que vinieron
acompañadas de violentos efectos de grupo.
Algunos psicoanalistas franceses proponen otro abordaje psicoanalítico del grupo,
dejando de utilizar las nociones del psicoanálisis individual y aplicarlo al grupo
Restituyeron ante todo al grupo su valor de objeto psíquico, de investiduras
pulsionales y de representaciones icc para sus sujetos
En los grupos, los objetos y contenidos de la transferencia se desarrollan según
vicisitudes de la situación grupal y personal. En el contexto grupal, la
transferencia es múltiple: se dirige al psicoanalista (transferencia central), a los
otros participantes (transferencia lateral), al grupo como tal (transferencia
grupal), y a objetos externos al grupo (otro grupo, la institución, la sociedad, etc.)
Junto con Anzieu, Kaes se centró en el estudio de las representaciones icc y de las
investiduras pulsionales cuyo objeto es el grupo. Dilucido los núcleos
organizadores de las representaciones de grupo y distinguió dos tipos: los
organizadores fantasmáticos icc y los organizadores socioculturales. Luego se
centró en estudiar los efectos de la grupalidad psíquica, basándose en el modelo
del aparato psíquico grupal, el cual reside en comprender los procesos de
investidura, producción y tratamiento de la realidad psíquica en el grupo y en los
sujetos que son sus miembros, construyendo un psiquismo común.
Las investigaciones sobre el grupo siguieron dos direcciones principales:
La primera prosiguió la investigación de las formaciones y los procesos cuyo
lugar es el grupo como conjunto. Acá se destacan los trabajos de Anzieu ( la
ilusión grupal), Rouchy (los procesos arcaicos y la noción de pertenencia), Avron
(la noción de interpulsionalidad) y Kaes (el desarrollo del modelo del aparato
psíquico grupal y las cadenas asociativas grupales que hacen referencia a la
asociación libre)
La segunda línea de investigación se interesó en la posición del sujeto en el
grupo y examino las funciones foricas, es decir, los emplazamientos y las
funciones cumplidas en el grupo por algunos de sus miembros cuando son
porta-palabra, porta-síntoma, porta-sueño, porta-ideal, porta-muerte, etc. Se
trata del papel que desempeña el grupo en la estructuración del psiquismo.
ANZIEU.
Propone un modelo de comprensión del grupo como entidad cuyo seno operan
procesos icc a partir del modelo del sueño. El grupo es como el sueño, medio y
lugar de la realización imaginaria de deseos icc infantiles. Según este modelo los
diversos fenómenos que se representan en los grupos se asemejan a contenidos
manifiestos, derivan de una cantidad limitada de contenidos latentes
El grupo es un debate con una fantasía subyacente. Es la asociación de un deseo
icc que busca su vía de realización imaginaria y de defensas contra la angustia que
suscitan en el yo esas realizaciones.
Además el grupo cuenta con formaciones específicas de la situación grupal: La
Ilusión Grupal
Cooperación--------------------------------
------------------------Aprendizaje
Pertinencia-------------------------------------------------
---------------------------------------------Tele
IMPLICITO
El paso de la afiliación a la pertenencia se da cuando empieza a instalarse la
representación interna de los otros, incluido uno mismo en cada uno de los
miembros del grupo. Si no hay integración (afiliación- pertenencia) es muy difícil
lograr la cooperación, ya q esta implica jugar una actividad q se complementa con
la del otro. Si hay integración y cooperación, hay posibilidades de ser pertinentes.
Ser pertinentes significa abordar las tareas, procesar las clases teóricas.
El otro aspecto es el de la comunicación, el aprendizaje y tele. En cuanto a la
comunicación es interesante observar los ruidos q la dificultan, pero básicamente
una forma de utilizar este vector es observar q es lo q se ha logrado poner en
común, q es lo q el grupo ha podido construir como código común, lo q implica la
aceptación de contenidos del código del otro, renunciamiento a partes del propio
y la elaboración del código del grupo. En cuanto al aprendizaje (o apropiación
instrumental de la realidad), tiene q ver con la posibilidad de dejarse penetrar por
un nuevo conocimiento con todas las modificaciones q esto implica. El
aprendizaje se da sobre la base de lo q se trae de las clases teóricas, los
conocimientos previos de cada miembro del grupo, más la experiencia en el
grupo operativo. El concepto “tele” alude a las situaciones en las cuales uno se ve
atraído o rechaza al otro. En los comienzos del grupo estas expresiones de
atracción o rechazo están íntimamente ligadas a fenómenos transferenciales, a
medida q evolucionan las experiencias del grupo este fenómeno se da en base a
características más ciertas q se registran en otro.
El sujeto no es solamente un sujeto en relaciones, es también un sujeto producido
en una praxis: no existe nada en él q no sea la resultante de la interacción entre
individuos, grupos y clases. Como esta relación es el objeto de la psicología social,
el grupo constituye entonces el campo operacional privilegiado de esta disciplina,
por el hecho de q permite la investigación del juego entre lo psico-social (grupo.
interno) y lo socio dinámico (grupo externo) por medio de la observación de las
formas de interacción, de los mecanismos por los cuales los papeles se adjudican
y se asumen.
Los grupos internos son modelos internos q orientan la acción hacia los otros en
las relaciones intersubjetivas. Al referirse al vínculo, concepto central en su obra,
da entrada al sujeto, no como un ser aislado sino incluido en el grupo, cuya base
es la familia. La familia es considerada esencialmente psicosocial, socio dinámico
e institucional, ya q está inserta en el campo social.
La división entre transferencia horizontal y vertical, constituye una ampliación de
lo desarrollado por Foulkes. La transferencia horizontal es la q resulta del
despliegue de fantasías originarias, fantasías q pertenecen en su origen a una
subjetivación q no se ha logrado plenamente. Horizontal remite a la identificación
reciproca entre los agrupantes (han puesto al Yo Ideal en el grupo, y al grupo en el
lugar del Yo Ideal) q borra todo tipo de diferencias (los horizontaliza, borra los
relieves), así como produce un aplastamiento de la historia, una detención
ilusoria de la flecha del tiempo. La transferencia vertical implica la experiencia
subjetivante del sujeto individual, remite a la historia de los individuos en, y
especialmente antes de su inclusión en el grupo. La transferencia vertical emerge
de la horizontal.
Deja así planteado q el objeto de estudio de la psicología social, es la relación q se
da entre mundo interno- mundo externo, una relación en la q ambos polos se
influyen recíprocamente.
El surgimiento de los grupos operativos en relación con la demanda social implica
tener en cuenta la demanda de diversos campos: el de la salud mental, el de
nuevas profesiones en surgimiento (psicólogos, sociólogos, pedagogos), en
búsqueda de expansión. Sus prácticas e ideas hablan de una implicación, de un
compromiso entre el hacer y el pensar.
Historia, contexto y actualidad en el campo psi.
(Ulloa F.14059)
Experiencia Rosario.
Había casi mil vecinos de la ciudad de Rosario esperando. Después de
conformados los grupos se trabajaría en base a la consigna que Pichón había
pautado: encontrar la tarea de cada grupo. Pichón decía que cada grupo podía ser
definido en términos de tripulación y lo que ella era capaz de hacer. Pero a
medida que iban apareciendo objetivos ya no importaba “para que” sirve ese
grupo sino explorar que tripulación es necesaria para lograr tal o cual objetivo
que el grupo se propusiera.
Había bastantes estudiantes de servicio exterior y de psicología, amas de casa,
obreros, prostitutas, boxeadores
Se comenzaba a trabajar en rueda, ya que estas permiten que la mirada sea en
reciprocidad ya que el mirar y ser mirado es una de las primeras cosas que nos
hace sujetos sociales (Acto de Habla Mirado). La palabra también es en
reciprocidad en cuanto a hablar y escuchar, la palabra es lo que más nos hace
sujetos singulares en una situación social. El trabajo en rueda determina que cada
uno de los integrantes sea a un tiempo perceptor y percibido, y también la chance
de asumir el rol de actor o de espectador.
La experiencia Rosario contribuyo un poco a encontrar el lugar de un psicoanalista
frente a un colectivo. Situó al psicoanalista desde la perspectiva de su aporte a la
transformación de algún aspecto de la realidad social
Con el Acto de Habla Mirado se promueve el efecto “per” es el responsable de
que la palabra multiplique su eficacia. Indica la intensidad emotiva e intelectiva
sostenida en el tiempo.
Módulo 2.
Pensando el proceso de subjetivacion. subjetividades y su despliegue en el
dispositivo grupal. (Acuña, Pintos F.14056)
Se considera como una condición de la subjetividad su construcción en el marco
de significados compartidos que reconocen una especificidad socio-histórica.
Pensar El Proceso De Subjetivación
“La subjetividad es modelada en el registro social” (Guattari). No existe una
subjetividad que pueda aislarse de la cultura y de la vida social, ni una cultura que
pueda aislarse de las subjetividades que la sostienen y producen. La noción de
subjetividad es interpretada desde los aportes de Foucault con su noción de
“modos de subjetivación”; en el sentido de las transformaciones que cada
sociedad presenta en la construcción de sus habitantes, en determinado
momento histórico, a través de las instituciones y dispositivos que instituye.
Trabajamos con una noción de subjetividad que articula lo psíquico y lo social, lo
subjetivo como un proceso abierto, inacabado; diremos producción de
subjetividad para enfatizar la potencialidad de transformación, de devenir,
fundamentalmente en las situaciones de encuentro con otros. Producción de
subjetividad implica también referirse al producto resultante de los discursos y
prácticas sociales. Discursos (lo dicho-lo no dicho) que se vehiculizan en ideas,
ideales, propuestas identificatorias, que modelan los modos de sentir, pensar,
actuar y de vincularnos con los otros. Discursos de un momento histórico-social,
construidos colectivamente, esta producción incesante va modelando la
subjetividad de una época.
Los modos de subjetivación darán cuenta tanto de los efectos por ej. De la lógica
del mercado, individualismo como de aquello que escapa a lo instituido. Resto-
exceso, que en sí mismo no tiene un destino prefijado, estará abierto al devenir
subjetivo, a lo que pueda producirse como trabajo sobre sí mismo y/o con otros.
“Es resto, exceso que resiste a los disciplinamientos”…
Al referirnos al proceso de subjetivación hay 2 nociones claves: constitución del
psiquismo y vínculo. El PSIQUISMO se construye a partir de procesos invariantes
que trascienden las particularidades de una época: pulsión, sexualidad,
identificación van unidos a la presencia de otro que funda e inaugura el
funcionamiento psíquico. Este otro tiene una particularidad distintiva: es portador
de una subjetividad de época. El ICC es producto de inscripciones deseantes y se
funda en el vínculo con el semejante.
La subjetividad es siempre inacabada, abierta al efecto que lo social, los otros, los
vínculos puedan producir.
Para poder entender la diferencia y articulación subjetividad-psiquismo, podemos
hacerlo mediante el proceso de identificación. Este proceso es invariante como
mecanismo psíquico, pero aquello que se ofrece como contenido, valores, modos
de ser varón, de ser mujer, de caracterizar lo prohibido y lo permitido es
producto, de un determinado momento histórico.
LAZO SOCIAL que alude a modelos de relación con el otro siendo determinante y
determinado por la historia libidinal del sujeto, por sus deseos, y por
modelizaciones producidas por la cultura en las que está inserto. En su tránsito
por la vida cada sujeto va constituyendo variados grupos; en cada uno de ellos,
los vínculos van dando cuenta de su poder instituyente de valores, modelos de
sensibilidad y comportamientos y van a su vez siendo productores de cierta
subjetividad. las organizaciones y los grupos que la constituyen adquieren un
valor fundamental en la constitución de cada subjetividad y son disparadores de
efectos sobre las subjetividades.
Las Instituciones, las organizaciones, los grupos y la subjetividad
La institución precede al individuo singular, y lo introduce en el orden de la
subjetividad, o sea en el orden simbólico; es productora de subjetividad a través
de la pertenencia. Pertenencia que construye al sujeto y lo afirma en la red social.
“El marco institucional, por sostener la definición de roles, rangos y tareas
específicas, asigna a cada cual un lugar que será investido según modalidades
singulares” (Kaës)
“CONTRATO NARCISISTA”: cada recién llegado tiene que cargar el conjunto como
portador de continuidad y recíprocamente con esta condición el conjunto
sostiene un lugar para el elemento nuevo.
La institución es también “el espacio introyectado de una parte de la psique: es a
la vez afuera y adentro en la doble condición psíquica de lo incorporado y del
depósito, es el trasfondo del proceso, pero no podría ser indiferente al proceso
mismo”.
Freud, Aulagnier, Kaës, trabajan exhaustivamente la complejidad del tema de la
subjetividad pudiendo demostrar que es en las organizaciones, donde se juega
permanentemente la necesidad de pertenecer: “El hombre civilizado ha trocado
una parte de felicidad posible, contra una parte de seguridad”. Este trueque es el
que permite al sujeto pasar a la vida en común y a organizarse en colectivos
humanos con derechos propios. La inscripción del sujeto en un conjunto, lo hace
parte de una cadena donde es a un tiempo el eslabón, el servidor, el heredero y el
beneficiario. Recibe a cambio de asegurar la continuidad de las generaciones y de
la vida institucional, el sostén que le da su pertenencia a los mismos.
Kaës introduce el concepto de “APARATO PSIQUICO GRUPAL” para dar cuenta de
la organización de 2 niveles lógicos que el análisis debe tomar en consideración y
de los cuales debe dar cuenta: el de la realidad psíquica del sujeto singular y el de
la realidad psíquica que emerge como efecto del grupo.
Los dispositivos grupales: disparadores de efectos sobre las subjetividades
Es fundante de la constitución del grupo. Para que un grupo se constituya hay un
contrato fundante, hay una pertenencia institucional, hay una coordinación que
lo pone en funcionamiento. Se crea, se construye e inventa un artificio: el
dispositivo, para lograr un objetivo determinado que sólo a partir de él puede
alcanzarse.
Se hace necesario una organización determinada del espacio y del tiempo
mediante la enunciación por parte del coordinador de una regla. Esta regla
armará el marco o encuadre, dentro del cual se desarrollará el proceso y la
intervención que es inseparable de sus condiciones estructurales.
Al hablar de dispositivos grupales se hace referencia a:
Un artificio complejo, creado para hacer hablar y para hacer ver. Una urgencia a
la que responde (demanda-síntoma).
Una red de sostén necesaria para los miembros del grupo.
Una necesidad: para sostener las situaciones grupales que se montan sobre la
tarea manifiesta y para la conformación de la matriz grupal.
Una connotación escénica: esto incluye la mirada, la escucha y el uso de la
espacialidad. La presencia de los otros (que incluye la dramática del juego de
roles). El desarrollo de la cadena asociativa verbal como eje fundamental que
incluye el discurso verbal, el cuerpo, los gestos, las acciones…
A través y a partir del dispositivo se desplegarán y se tornarán visibles algunos
fenómenos, al tiempo que otros no. Pueden verse:
La inscripción institucional (nivel de pertenencia del grupo a la institución,
objetivos en consonancia con la institución, requerimiento y demanda del
trabajo grupal para el que el dispositivo fue creado).
Los discursos (lo dicho-lo no dicho).
La normas
El encuadre
El nº de personas reunidas
El lugar y función del coordinador
La tarea en común
El diseño (los pasos, artificios técnicos)…
“Los dispositivos grupales tienen un carácter productor. Al ser generadores de
transformación, producen subjetividad y provocan su despliegue”.
Vida liquida.
(Bauman F.2501)
La vida líquida es la manera habitual de vivir en nuestras sociedades modernas
contemporáneas. Esta vida se caracteriza por no mantener ningún rumbo
determinado, puesto que se desarrolla en una sociedad que, en cuanto líquida, no
mantiene mucho tiempo la misma forma. Y ello hace que nuestras vidas se
definan por la precariedad y la incertidumbre constantes. Así, nuestra principal
preocupación es el temor a que nos sorprendan desprevenidos, a no ser capaces
de ponernos al día de unos acontecimientos que se mueven a un ritmo
vertiginoso, a pasar por alto las fechas de caducidad y vernos obligados a cargar
con bienes u objetos inservibles, a no captar el momento en que se hace
perentorio un replanteamiento y quedar relegados.
Teniendo en cuenta todo, y dada la velocidad de los cambios, la vida consiste hoy
en una serie inacabable de nuevos comienzos, pero también de incesantes
finales. Así se explica que procuremos por todos los medios que los finales sean
rápidos e indoloros, sin los cuales los nuevos escenarios serían impensables. Entre
las artes de vivir liquido moderno y las habilidades necesarias para ponerlas en
práctica, librarse de las cosas cobra prioridad sobre el adquirirlas. Una vez más
Bauman nos brinda un diagnóstico certero, agudo e inmensamente conmovedor.
Imaginería de la dispersión.
(Huppert F.14096)
A fines de los 90 hablábamos de destitución de instituido, de cómo la
globalización había arrasado con las instituciones que daban estabilidad a la vida
social, se pensaba que la destitución iba a acabar con todo. En argentina parecía
realmente que la globalización venia barriendo con todo. Hoy parece que no
barrería con todo, o que además de dejar algunas cosas en pie, también iba
poniendo de pie otras cosas. Entonces nos preguntamos que en lo social si no se
compone de instituidos, ¿si no hay institución completa ni destitución total que
hay? : ASTITUCION
Primera tesis: el mercado no disputa la producción de sentido al estado. El
mercado no solamente ha hecho de la cultura, de la producción de sentido un
espacio más donde intercambiar productos, sino que además ha modificado la
naturaleza misma de los productos culturales
Segunda tesis: es lo que llamaremos Egida de la Imagen, no es la imagen en
general sino una históricamente específica, la imagen mercantil
Tercera tesis: la egida de la imagen no produce sentido estrictamente hablando,
pues la imagen contemporánea no se deja ordenar por lo que los analistas llaman
orden simbólico. Orden simbólico justamente es lo que no hay más y es
precisamente lo que daba solidez, estabilidad a la cultura. No produce sentido
sino su sucedáneo, un sucedáneo de sentido que por lo pronto vamos a llamarlo
imagen. La egida de la imagen produce simul-sentido
Cuanta tesis: en condiciones sociales fluidas o globalizadoras, no hay institución
estable ni destitución completa, sino astitucion. Entonces la egida de la imagen ni
instituye ni destituye, sino que astituye
Quinta tesis: la astitucion es condición de la recombinación inherente al
capitalismo de hoy
Otra tesis: es que hoy la imagen es el nivel determinante y no el determinado. No
es representación de lo que muestra sino su aspiración rectora
La egida de la imagen que no es la egida de la representación o la del estado-
nación, sino la dominación de la imagen mercantil sobre todo lo social (público,
privado, comercia, económico, extra-económico)
En el funcionamiento de la egida de la imagen distinguimos dos funcionamientos
uno macro y uno micro.
La dominación ya no captura el cuerpo o la conciencia del dominado, sino su
deseo y lo hace vía imagen. La experiencia imaginal es la experiencia de ser a
partir de la nada y sobre la nada o la de las estéticas de la dispersión o la de la
dinámica de la dispersión. El efecto de la experiencia imaginal no es la institución
del sujeto, sino la astitucion de ese sujeto
Cualquier cosa que pueda conectarse con nuestra hambre de ser funciona como
imagen en la cultura contemporánea. Una imagen es un elemento sin articulación
organiza con otros. Así una imagen puede ser un texto, un objeto, cualquier
mercancía. La imagen es todo lo que pueda funcionar, conectar, recombinarse
con cualquier otro elemento recombinable según las necesidades circunstanciales
del mercado recombinante o del sujeto que busca existencia
En los tiempos solidos el nivel determinante era la presentación, y el determinado
era la representación; hoy el nivel determinante es la imagen y el determinado es
la cosa
La egida de la imagen, entonces, es un tipo de dominación en el que no se
representa lo presentado, en el que la representación no es un paso segundo, que
vendría luego de la presentación, sino donde la imagen se presenta como el paso
primero. La imagen es lo determinante de la cosa y no al revés
A nuestro hambre de ser no lo sacia el sentido, sino la intensidad, la
diferenciación, la visibilidad, autenticidad, el entretenimiento, en conclusión la
imagen,
La imagen no representa lo presentado, lo anula. A eso que la imagen anulo, lo
reorganiza, lo determina según sus requisitos. La imagen es la aspiración de lo
real. Es el nivel determinante porque la imagen no es representación de la cosa,
sino la cosa photoshopeada, el modelo de la cosa, la aspiración de la cosa; la cosa
es la que busca adecuarse a la imagen que aparece suya
Mientras que en solidez existir consistía en ser representado; en fluidez existir
consiste en hacerse visible, en hacerse imagen. Si en la cultura sólida, existir era
ocupar un lugar, en la cultura fluida existir es tener un lugar en el flujo de
obviedad
Las promesas sólidas, además de ser pocas o únicas y duraderas o vitalicias,
llegaban a fijarse a la subjetividad a tal punto que la nacionalidad o la ideología
política llegaban a parecer intrínsecas a los sujetos, esos sujetos llegaban a
identificarse con ellas. Las promesas imaginales, son muchas o infinitas y
pasajeras, se suceden o alternan tan velozmente que no alcanzan a fijarse a la
subjetividad ni por lo tanto a fijarla
La imagen no produce como lo hacía la referencia solida sentido-destino, sino su
sucedánea, la aspiración-promesa. No produce identificación, sino su sucedáneo,
intensificación.
La experiencia fluida es estética y dispersa porque es imaginal y no es simbólica
como lo era la experiencia sólida que era una experiencia ética y concéntrica
porque era discursiva, estructurada
Existen dos procesos dispersivos: 1) el de la fragmentación de lo sólido, un
proceso que ya se había advertido a partir de los 90. 2) el de la producción de
elementos sociales irreductibles a un género o a un general, lo general ha dejado
de ordenar y ligar los casos particulares, cada caso es único en su genero
Vivimos en una era pos-ideológica: una era en que no existe dispositivo que
pueda significar la vida. Vivir en condiciones de sinsentido es vivir en condiciones
de sin destino y nuestra constitución subjetiva, nuestra existencia permanece
siempre en jaque y existe con intermitencia. Así es que debemos satisfacer
nuestra hambre de ser con imágenes, que son un sucedáneo del sentido y no el
sentido. Esto hace que vivamos la dinámica de la dispersión y de la imagen como
un trauma, sin poder elaborar lo que ocurre, sin poder producir sentido. La
constitución a la que logramos llegar es siempre una constitución a medias, una
astitucion; ser yo mismo, es ser mi imagen.
El contrato Narcisista
Designa lo que se halla en el fundamento de toda relación posible sujeto-
sociedad, individuo-conjunto, discurso singular-marca cultural. Este contrato
asigna a cada sujeto un cierto lugar en el grupo. No responde solamente a las
exigencias de la autoconservacion del yo y del conjunto. La situación
intersubjetiva del sujeto impone a la psiquis exigencias del trabajo psíquico que
marcan la economía narcisista entre las generaciones y ante todo entre los padres
y los hijos
Las fallas y las rupturas de este contrato suscitan experiencias dolorosas de
traición, de falta de herederos y de ser desheredados.
Clínica de situación extremas
En las situación de extrema precariedad psíquica y social que viven los sin techo,
los errantes, refugiados y solicitantes de asilo; personas que se hallan excluidas de
su cultura de origen como también son de la nuestra. El proceso de
desnarcisizacion que se desarrolla en esas condiciones es un factor de sobre-
exposición de esas personas a las enfermedades, violencia y muerte. Este proceso
es comprendido como un mecanismo de defensa contra el dolor psíquico; otra de
las medidas que aparecen es la destrucción de la psiquis y el rechazo del vinculo
Varios trabajos clínicos mostraron que partes de la psiquis son desplazadas
masivamente en el espacio exterior mientras que otras permanecen en el espacio
interior. El retorno a zonas de indiferenciación yo- no yo y el fracaso del espacio
transicional desarrollan patologías que evolucionan hacia la destrucción de la vida
psíquica, social y somática
En los sujetos errantes y carentes de herencia, el proceso de psiquizacion puede
reconstituirse a partir de tres fuentes (corporal, grupal y cultural) del
apuntalamiento
El contrato narcisista hay que examinarlo en relación con un cierto estado de la
cultura y funciones metasociales mas o menos vacilantes. La transmisión del
contrato narcisista implica hoy todos los problemas que determinan nuestro
futuro: mundialización y universalidad, pluralismo de los sistemas de
pensamiento, diferenciación de los intimo y lo público, diversidad cultural,
biotecnología, etc.
Malestar del mundo moderno y trastornos de la vida psíquica
Formas de caos identitarios y de fallas de simbolización características de
nuestras sociedades post modernas (4 modalidades). Estas 4 son efectos de los
cambios estructurales que afectaron el campo social y cultural y también
modificaron la organización y el funcionamiento intrapsiquico
1. Cultura del control: apunta a la perfecta integración de todos los elementos de
la sociedad, así todo lo que llegara a escaparse al control pueda ser detectado y
regulado. Este tipo de cultura produce una violencia regulada cuando funciona y
una violencia descontrolada cuando se disgrega. Uno de los efectos de la
violencia social descontrolada es la anomia: ninguna ley puede ser impuesta a
nadie.
2. Cultura de lo ilimitado y de los límites externos: caracteriza la afinidad de
nuestra cultura con lo traumático y con la experiencia catastrófica. Tiene como
fundamento el rechazo de la castración simbólica y el triunfo del goce sin límites
al servicio de un Ideal fetichizado
3. Cultura de la urgencia: se manifiesta en las relaciones que mantenemos con el
sentido, las certezas y los proyectos.
4. Cultura de la melancolía: caracteriza el fondo de duelo interminable e
inelaborado de las catástrofes del siglo pasado.
Tres grandes fallas en la estructuración de la vida psíquica que debemos concebir
en su relación con las fallas de los vínculos intrasubjetivos
1. Las fallas de la estructuración de los apuntalamientos de la vida psíquica: se
pueden detectar en la falla de dispositivos intersubjetivos de para-excitación y
de represión. Afectan las condiciones de formación del icc y prcc
2. Las fallas en los procesos de formación de las identificaciones y contratos
intersubjetivos: llevan a deterioros sociales y psíquicos radicales que generan el
fracaso de la cultura del control, la cultura de lo extremo, la destrucción de los
marcos temporales y la anomia
3. Las fallas en los procesos de transformación y de mediación: en relación a las
situación extremas lo que es más frágil son las formaciones intermediarias y los
procesos de articulación.
El trabajo psicoanalítico en situación de grupo muestra que la vida psíquica no
puede desarrollarse más que sobre la base de la exigencia de trabajo psíquico que
impone a la psiquis su inscripción en los vínculos intersubjetivos primarios y en los
lazos sociales, y que esta inscripción se efectúa a través de un conjunto de
contratos, de pactos y de alianzas, de naturaleza y objetivos diversos.
La falta, la falla o la desorganización de esos contratos, pactos y alianzas ponen en
crisis los garantes metapsíquicos
UNIDAD 3
Fantasías inconscientes.
(Acuña F 2500).
Freud distingue entre una realidad material (la de los hechos) y una realidad
psíquica. La realidad psíquica es una particular forma de existencia que no debe
ser confundida con la realidad de los hechos. Estas dos categorías suponen la
existencia de dos realidades:
Realidad material hechos
Realidad psíquica fantasía
La particularidad es que, para el sujeto esto que denominamos fantasía en su
psiquismo opera con categoría de realidad. Se define a la fantasía como “guión
imaginario en el que se halla presente el sujeto y que representa, en forma mas o
menos deformada por los procesos defensivos, la realización de un deseo
inconsciente”. Vale aclarar que la fantasía no es la realización de deseo, sino que
éste está expresado, hablado, representado en su argumento; en este sentido la
fantasía como proceso psíquico es una categoría similar a la formación de
compromiso.
Se podría decir que la fantasía es una re-escritura de la historia del sujeto,
particularmente de la historia infantil; en la fantasía los recuerdos están
reorganizados con un fin determinado, este fin es permitir la realización del deseo
sin que éste sea notado. El deseo tiene que “realizarse” pero debido a los
procesos defensivos aparece como disfrazado.
El origen de la fantasía hay que pensarlo desde el concepto de apuntalamiento.
Que se basará entonces en el apoyo de la pulsión (sexualidad); y en lo biológico
(autoconservación), el psiquismo del niño estará apuntalado en el psiquismo de
sus objetos: el aparato psíquico de la madre, está desde el inicio propone a su hijo
significantes verbales, no verbales impregnados de significaciones Icc.
En síntesis, origen de la fantasía:
El psiquismo se instaura a partir de la deflexión entre el instinto de
autoconservacion y la pulsión sexual.
El deseo tiene su origen y modelo en la satisfacción alucinatoria producida luego
de la primera falta-ausencia-frustración.
Cuando el pecho aparece en el registro de lo psíquico es ya un símbolo = fantasía.
La alucinación marca el inicio del yo como instancia psíquica=la pulsión se vuelve
autoerótica narcisismo primario.
Las fantasías de los orígenes surgen ante las preguntas que se formula el niño
acerca de sus orígenes. (De donde venimos, porque hay diferencia de sexos, cual
es el origen de la sexualidad). El contenido fantasmático que surge como
respuesta a éstas preguntas son universales:
origen del sujeto: fantasía de escena primaria. (Son interpretaciones de las
relaciones sexuales entre los padres en el sentido de que éstas constituyen un
enigma para el niño. Es fantaseada generalmente como un acto d violencia por
parte del padre o una incorporación de la madre del pene paterno).
origen de la sexualidad: fantasía de seducción. (Se refiere a la escenificación de
los deseos sexuales deseados y temidos por el niño, los componentes sexuales
de la seducción son las pulsiones parciales exhibicionistas y escopófilas. Su
contenido esta referido al “ataque de índole sexual por parte de un adulto y
sufrido pasivamente por el niño”).
diferencia sexual anatómica: fantasía de castración. (Se constituyen como
representación ante la angustia de amenaza de pérdida del pene, se construyen
de modo particular según el fantaseante sea mujer o varón. El varón teme la
castración como realización de una amenaza paterna en respuesta a sus
impulsos sexuales, en la niña la ausencia de pene es sentida como una pérdida
sufrida).
Las fantasías de los orígenes son inconscientes por haber caído bajo el efecto de
la represión, pero en algún momento fueron conscientes.
En cuanto a las fantasías secundarias, éstas pueden ser conscientes (en sueños
diurnos) o inconscientes (por acción de la represión y atraídas hacia este sistema
por acción de las fantasías originales). Tienen que ver con la unión de
representación de cosa con la representación de palabra, tiene la impronta del
lenguaje y cuando se hacen inconscientes pierden la cualidad discriminativa que
el lenguaje otorga. Están ligados a la historia individual del sujeto, es siempre
individual y opera en el proceso individuación. Presentan un alto grado de
organización, se hallan exentas de contradicciones ya que utilizan todas las
adquisiciones del sistema consciente. Se instauran a partir del ingreso del niño en
la conflictiva edípica.
En cuanto a la escena fantasmática secundaria el sujeto ocupa un lugar, esta
presente como protagonista y actor de la fantasía. Las fantasías inconscientes
organizan nuestra experiencia; la identidad personal esta formada así por una
constelación de fantasías.
Por la capacidad de proyección del aparato psíquico, esa dramática constitutiva
de la fantasía, será la que el sujeto tratara de poner en acción en el espacio
grupal. Dramatizara ese argumento, procurando que los otros desempeñen los
roles complementarios de la escena; por supuesto que esto es inconsciente para
el protagonista de la fantasía.
Yo piel.
Anzieu comenzó su formación psicopatológica en dermatología. Él se pregunta si
existe relación entre la profundidad de la lesión en la piel en sus capas sucesivas,
de la epidermis a la dermis, y la profundidad, metafóricamente hablando, de la
lesión psíquica a nivel del Yo. Siendo que cuanto más lesionada estaba la piel más
lo estaba paralelamente, el Yo.
A través del concepto Yo-piel intenta ensamblar la experiencia de la vivencia
corporal con las concepciones freudianas del yo.
Procura hacer corresponder el Yo, no con el cerebro sino con lo que hay de más
exterior y que al mismo tiempo hace interfase entre el mundo externo y el mundo
interno, es decir establece una analogía entre la piel como envoltura orgánica del
cuerpo y la conciencia como superficie del aparato psíquico.
El encuadre grupal en los pacientes hospitalizados serviría como grupo-cuerpo
para reconstituir un Yo-piel desfalleciente.
EL YO-GRUPO. EL GRUPO-CUERPO. Entrevista a Didier Anzieu.
Anzieu cuenta que sus dos primeras obras eran pre-psicoanalíticas: los métodos
proyectivos y el psicodrama. Al mismo tiempo hacía con su propio análisis una
aproximación prudente al icc.
Se interesó en el Freud joven, el que estaba en vías de realizar su gran
descubrimiento.
Fue ahí cuando en 1974 tuvo la idea del Yo-piel.
Establece una analogía entre la piel como envoltura orgánica del cuerpo y la
conciencia como superficie del aparato psíquico. Esta proposición apunta a
“imaginarizar” la teoría freudiana del aparato psíquico asi como a ligar lo
biológico y lo psíquico. Hay un movimiento que va y viene entre lo carnal y lo
intelectual entre la clínica y la teoría.
Se esforzó en desarrollar las relaciones de lo táctil y lo visual (basándose en la
segunda tópica de Freud). Está de acuerdo en que la piel es una envoltura
agujereada. Plantea que antes de pensar en los orificios que van a ser
sexualizados, erotizados hay que pensar en los primeros orificios de la piel que
son los poros, que son el objeto de los estados límites y las neurosis narcisista de
catexias extremadamente importantes. Como lugar adonde evacuar la energía
psíquica.
Anzieu separa estado límite y neurosis narcisista.
Plantea que hay un paralelismo entre la profundidad de la lesión de la piel en sus
capas sucesivas, de la epidermis a la dermis, y la profundidad, metafóricamente
ablando, de la lesión psíquica a nivel del yo. Luego, cuanto más lesionada estaba
la piel más lo estaba, paralelamente, el yo. No dice que una lesión sea causa de la
otra, sino que hay una relación.
Tiene la impresión de que se podría esbozar una descripción de formas del Yo-piel
en el paranoico, en el melancólico o en las grandes formas de esquizofrenia. Le
parece posible para concebir una psicogenesis y para orientar la terapéutica
poniendo el acento sobre todo lo tópico masque sobre lo dinámico y también
para el encuadre grupal del enfermo hospitalizado.
Dicho encuadre grupal serviría como grupo-cuerpo para reconstruir un yo-piel
desfalleciente.
A diferencia de Pichon, quien se interesaba en los grupos organizados alrededor
de una tarea, algo mas psicosociológico; Anzieu se interesa respecto de los grupos
sin tarea, algo más psicoanalítico porque la supresión de la terea desengancha el
yo individual y permite que se manifiesten fenómenos icc inter-individuales.
Digamos que la tarea de un grupo asi, no es la de centrarse sobre una actividad
sino de hacer un grupo entre personas que no se conocer, que no desembocaran
en un trabajo en común, cuyos miembros no se volverán a ver después. El trabajo
en grupo será el alumbramiento de lo que los ha empujado a venir allí, juntos.
Expresa sobre los grupos que, no hay realidad interior icc que no sea individual.
El grupo exige una aproximación extremadamente compleja. La prueba está en
que los psicoanalistas se las entienden bastante bien con su propia patología,
mientras que su vida en grupo generalmente muestra fallas bastantes notables.
Kaës:
Sus padres orientaron una formación abierta al mundo y a ciertas corrientes
progresistas. Fue alumno de Anzieu en la universidad de psicología de
Estrasburgo.
Juntos condujeron, entre 1965 y 1966, los primeros dos grupos organizados bajo
las exigencias del método de la asociación libre y las reglas de la interpretación
psicoanalítica, en Francia.
Kaës conceptualiza a partir de la noción de “elaboratorio” su experiencia como
miembro del CEFFRAP. Creo este concepto para dar cuenta de la modalidad de
trabajo dentro de esta institución, comparándolo con los tradicionales
laboratorios de las Universidades: se trataba de un grupo de trabajo conformado
por psicoanalistas convocados por Anzieu para tratar de comprender, con la
doble experiencia del diván y del grupo, como estamos determinados por el icc.
Anzieu postulaba que solo un grupo puede analizar y comprender un grupo, con
la condición de que el mismo se ponga a trabajar sobre sus propios
funcionamientos y elaboraciones.
Algunas conceptualizaciones teóricas:
Noción de grupo. Intersubjetividad. Aparato psíquico grupal.
Conceptualiza al grupo desde un enfoque pluridimensional. Este puede
concebirse como una configuración de vínculos entre sujetos, el espacio de una
realidad psíquica icc específica, un dispositivo utilizable en un proceso de trabajo
analítico y la base de una teorización original de los procesos y de las formaciones
del icc que en él se producen. Sin embargo, su producción teórica versa
fundamentalmente sobre el grupo como una entidad psíquica específica, en tanto
encuentro problemático entre diferentes sujetos que intentan mantener juntos el
aspecto de la alteridad y la diferencia, así como el de su identidad común.
Sostiene que habrá grupo, y no una simple reunión de individuos, cuando a partir
de los aparatos psíquicos individuales tiende a construirse un aparato psíquico
grupal más o menos autónomo; este aparato se organiza sosteniendo la tensión
entre una tendencia al isomorfismo y una tendencia al homomorfismo.
No podemos entonces concebir al aparato psíquico grupal como una simple
extrapolación de los procesos y de las formaciones del espacio interno en el
espacio del grupo. El aparato psíquico grupal funciona en otro espacio que aquel
del sujeto singular, en aquel donde los sujetos se reúnen, se ligan y se diferencian.
En sus relaciones, los sujetos producen una realidad psíquica grupal que es el
resultado del trabajo de transformación de la materia psíquica individual. Aunque
esta realidad está hecha de la misma materia, su organización tópica, económica
y dinámica no es la misma que la de la psique individual.
La intersubjetividad es condición para la constitución subjetiva. El sujeto del
grupo es concebido como un sujeto estructuralmente dividido entre su condición
de eslabón de una cadena intersubjetiva a la cual esta sujetado y su realización en
tanto que individuo.
Una doble determinación constituye al sujeto: la primera refiere a su
sujetamiento respecto del conjunto (flia, grupos, instituciones), el cual le
transmite a través de las generaciones contenidos y formaciones del icc. La
segunda refiere al funcionamiento propio del espacio intrapsiquico, el cual no
está constituido exclusivamente a partir de la introyección de los vínculos
intersubjetivos, sino que su estructura es inherentemente grupal. Esto remite al
concepto postulado por el autor de “grupo interno”, con el cual designa los
organizadores icc del psiquismo y del proceso de acoplamiento de las psiquis. El
icc no puede estar totalmente contenido en el espacio psíquico individual.
En este punto puede establecerse una diferencia conceptual con Riviere, quien
concibe que los grupos internos son el producto exclusivo de la interiorización o
de la internalización de los procesos intersubjetivos o sociales.
Formaciones y procesos intermediarios: Alianzas inconcientes, pactos y contratos.
Las formaciones intermediarias son formaciones psíquicas originarias que no son
exclusivamente propiedad del sujeto singular ni del grupo, sino de la relación
entre ellos. La reciprocidad que inducen entre los elementos que ligan mediante
pactos, contratos y alianzas inconcientes, da cuenta de su carácter bifronte. Cada
una de las formaciones asegura, conjuntamente con las otras, las condiciones
psíquicas de la existencia y la vida institucional.
Toda falla de estas formaciones intermediarias, que implica la anulación de los
contractos, pactos y acuerdos icc, provoca una crisis que pone en cuestión la
institución y la relación de los sujetos con ella.
Formaciones intermediarias:
El grupo como comunidad de cumplimiento del deseo y de la defensa: el grupo es
lo que en el seno de la institución vincula entre sí, a los sujetos de la institución,
de manera que puedan cargar en ella sus deseos reprimidos y encontrar los
medios deformados, desviados, disfrazados, de realizarlos o de defenderse contra
ellos. De este modo se ligan a la institución, a su ideal, su proyecto, su espacio.
Renuncia pulsional y advenimiento de la comunidad civilizada: el reemplazo de la
fuerza individual por el poder colectivo, constituye la base de la vida en común
limitando las posibilidades del placer de los sujetos. Esto da lugar a la instalación
de la cultura y a la reglamentación de las relaciones sociales.
El contrato narcisista: el individuo es en sí mismo su propio fin al mismo tiempo
miembro de una cadena a la que está sometido. Términos del contrato narcisista:
exige que cada sujeto singular ocupe un lugar ofrecido por el grupo y significado
por el conjunto de las voces que, antes de cada sujeto, desarrollaron un discurso
conforme almito fundador del grupo. Cada sujeto tiene que retomar este discurso
de alguna manera; es mediante el que se conecta con el antepasado fundador.
El pacto de negación y la protección contra lo negativo: se trata de un pacto icc
entre los sujetos afectados por el establecimiento de un vínculo (destinado a
asegurar su continuidad) que condena al destino de la represión, la negación o la
renegación a todo hecho que pueda poner en cuestión la formación y el
mantenimiento de ese vínculo y de las cargas de que es objeto. El pacto toma la
forma de la negativización de la violencia y de la división, haciendo callar a lo
diferente. Pacto cuyo enunciado, en cuanto a tal, no se formula nunca, porque
esta en sí mismo reprimido. Este pacto es el verso y complemento del contrato
narcisista y de la comunidad del cumplimiento del deseo.
La estructura psíquica icc de la institución: es el resultado del trabajo conjunto de
las formaciones bifrontes que determinan los procesos psíquicos que operan en la
institución y hacen que los sujetos se mantengan unidos a ella.
Kaes postula que las alianzas icc son necesarias para la conformación de cualquier
vínculo, incluido lo que sucede en un grupo, constituyendo la materia principal de
la realidad psíquica del vínculo y de sus configuraciones. Estas se inscriben en dos
espacios psíquicos: aquel del icc del sujeto y aquel del icc en el vínculo con el otro.
Las alianzas son entonces un medio de cumplimiento de ciertos fines icc
tendientes a asegurar el mantenimiento del vínculo. Sus miembros exigen una
reciprocidad de investiduras narcisistas y objetales y de mecanismos de defensa
para tratarlas diversas modalidades de lo negativo en la vida psíquica individual y
colectiva.
Una de sus características generales es garantizar una acción común y un interés
común y alcanzar por ese medio un objetivo preciso que no podría ser alcanzado
por el sujeto en forma aislada.
Según esta perspectiva la alianza es a la vez un proceso y un medio de
cumplimiento de fines iccs. Estos fines buscan asegurar las investiduras vitales
para el mantenimiento de vínculo y la existencia de sus miembros, ellos exigen
entonces una reciprocidad y una comunidad de mecanismos de defensa para
tratar las diversas modalidades de lo negativo en la vida psíquica individual y
colectiva.
Tipos de alianza: alanzas de base (contrato narcisista), alianzas estructurantes
(contrato de renunciamiento a los fines pulsionales), alianzas defensivas (pacto
denegativo) y alianzas ofensivas. Estas perteneces icc del mismo modo que los
vínculos que en ellos se encuentran fundados.
Garantes metapsíquicos y metasociales:
La noción de garantes metapsíquicos hace referencia a las prohibiciones y leyes
estructurantes, las marcas identificatorias, las representaciones imaginarias y
simbólicas, las alianzas, los pactos y los contratos, que aseguran los principios
organizadores del psiquismo y de la intersubjetividad sobre la que este se apoya.
Garantes metasociales designa a las grandes estructuras que enmarcan y regulan
la vida social. Ellas son los mitos e ideologías, creencias, ritos, instituciones,
autoridades y jerarquías, las cuales tienen por función dotar a las formaciones
sociales de la estabilidad necesaria para tornarlas legitimas.
Cuando se producen profundas transformaciones sociohistoricas, estos garantes
metasociales entran en crisis, y un proceso de movilización y recomposición de los
mismos se pone en funcionamiento. La caída de ambos garantes constituye el
malestar del mundo moderno.
Entrevista a Kaës:
Los grupos internos (grupos de adentro) son los organizadores icc del proceso de
acoplamiento de la psiquis.
Trabajo en su formación como psicoanalista y practico el trabajo psicoanalítico
con el método del diván y con el método del grupo.
Idea de que la realidad psíquica se desarrolla de una manera específica y
consistente en los grupos, ella está organizada según el modelo del aparato
psíquico, es decir liga y transforma la materia psíquica en sus propias
configuraciones; esta realidad psíquica extra-tópica produce efectos sobre la
formación del icc del sujeto, y finalmente que el icc no puede estar totalmente
contenido en el espacio psíquico individual.
“el grupo nos hace saber que somos sujetos del icc según otro orden de
determinación que aquel que rige los procesos intrapsiquicos. El grupo revela
también los funcionamientos intersubjetivos y transubjetivos que nos conciernen
a cada uno en nuestra relación con la institución psicoanalítica, aquello que
hemos heredado del grupo formado por los primero psicoanalistas, y que
nosotros transmitimos sin haberlo pensado.
El grupo puede ser concebido como un aparato psíquico que funciona en otro
espacio que aquel del sujeto singular, en ese espacio en el cual los sujetos se
reúnen y donde se ligan entre ellos, se juntan, se diferencias, se oponen, se
desligan, etc. En sus relaciones, por sus alianzas ellos producen la realidad
psíquica (una “psique” de grupo) que es el resultado del trabajo de
transformación de la materia psíquica de los sujetos que se ligan entre ellos; y
esta realidad –aunque está hecha de la misma materia- no está organizada como
la de la psique individual, no tiene las mismas tópicas, la misma economía, la
misma dinámica. No podemos entonces concebir al aparato psíquico grupal como
una simple extraposicion de los procesos ya de las formaciones del aparato
interno en el espacio de grupo.
Lo que Kaës llama “grupos internos” son una organización de la materia psíquica
en sí misma no solamente una introyección de los vínculos familiares.
Estos grupos internos son los organizadores movilizados en el proceso de
acoplamiento grupal: ellos son ligados y transformados por el trabajo psíquico
que se efectúa en el grupo. Ciertos sujetos son el principal agente de este trabajo
en los grupos, ocupan un lugar y una función remarcable, análoga a la del síntoma
en la organización intrapsiquica. Estas funciones son funciones foricas (portavoz,
porta síntoma, porta ideales, porta sueño, etc).
Kaës trabajo desde muy cerca la cuestión de la transmisión de la vida psíquica
entre y a través de las generaciones. Distingue transmisiones sin transformación y
transmisiones con transformación.
Nos vemos confrontados a las crisis de la transmisión y a unas transmisiones de la
crisis. Lo vivenciamos como catástrofe pero es también lo que acompaña a los
grandes cambios. La participación de la actividad fantasmatica es crucial, para dar
forma a la angustia que compaña a los cambios, o para hacer emerger escenarios
hasta entonces inaccesibles.
El apuntalamiento es uno de los procesos de la transmisión de la vida y la muerte
psíquica entre las generaciones.
El trabajo psicoanalítico en situación de grupo tiene el objetivo de devolver al
sujeto presente la historia dolorosa de sus apuntalamientos u disponible para sus
propios procesos de auto-apuntalamiento, sin alienarse en el grupo. Pero siempre
es necesario tener “in mente” que el apuntalamiento es mudo, o fuera de la
palabra, y es ese déficit de la palabra verdadera que ha acompañado la carencia
fundamental de esos objetos.
Procesos de mentalización:
según Käes son los procesos de formación y transformación de las cualidades
psíquicas. Son de tres clases:
Transformaciones que se operan en el curso del pasaje de un nivel a otro
Transformaciones que se operan del nivel de las preconstrucciones sociales y
culturales a las de su investidura y reconstrucción psíquica
Transformaciones que se efectúan en el interior mismo del nivel intrapsíquico (se
pasa de una formación psíquica a otra) PERLABORACIÓN: trabajo a través de las
formaciones psíquicas.
Mentalización y transcripción:
Una “lectura de transferencia”, lleva a una transcripción de sentidos, en la que un
sentido anterior matizará o cambiará el que la situación actual tendría
“ingenuamente”, antes de este trabajo transformativo. Es la transferencia la que
interviene en esta tarea de interpretar, lo que viene después de la constitución de
esta estructura interpretativa, cuya función primordial es la transformación de lo
diverso en homogéneo (en cuanto a las representaciones psíquicas), en un
proceso de asimilación o metabolización (P. Aulagnier)
Transferencia y patología de límites. Transferencia narcisista y psicótica.
Características generales de la transferencia:
a) Una reiteración de pautas de conducta estereotipadas, que parecen difíciles de
controlar por parte de quien las ejerce.
b) Un apego al objeto, en función y a través de esas pautas.
c) Una correspondencia de la respuesta del partenaire, respecto del trato de quien
transfiere sobre él.
d) A veces se presenta como una presión capaz de determinar reacciones, a pesar
de la voluntad, por parte de quien la recibe (Contra identificacion proyectiva de
Grinberg)
e) Existe una correlación inversa entre las capacidades de establecer, por parte de
un conjunto, fenómenos calificables como transferencias recíprocas intensas y la
capacidad para llevar a cabo actividades adaptativas complejas. El afecto
transferencial parece ser un obstáculo para el desarrollo de funciones yoicas.
f) Existen diferencias entre los fenómenos transferenciales desplegados por
sujetos narcisistas y psicóticos.
La transferencia neurótica no sería un componente significativo para el estudio de
los vínculos
Lo característico de los grupos está dado por la pérdida relativa de los límites
entre los selfs individuales, productora de fenómenos como la ilusión grupal
(Anzieu), el grupo de supuesto básico (Bion), nivel de identificación proyectiva
(para Foulkes), caracterizándose por una pérdida de límites subjetivos producida
por todo proceso en que actúan intensamente mecanismos de proyección.
La proyección:
Una condición para la producción de fenómenos de proyección es un yo
regresando a mecanismos propios del narcisismo primario. Sami Ali relaciona el
proceso proyectivo con los siguientes factores:
El narcisismo: condición indispensable de la proyección (neurótica o psicótica,
normal o patológica)
La identidad de percepciones internas y externas.
La polaridad dinámica del afuera y del adentro: la proyección es afirmación y
negación de la distinción yo-mundo exterior
Compulsión a la repetición y proyección:
En la transferencia neurótica, el paciente reconoce la diferencia entre la situación
actual teñida por la transferencia y la que estaría en su origen infantil. En la
compulsión a la repetición se percibe cierta tendencia a la insistencia de lo que se
ha colocado, en lo que hace a sus efectos en la escena actual. No se trata de
repetición sino de continuidad. El sujeto no reitera una pauta, sino que la sostiene
en el tiempo, como si no hubiera perdido vigencia. Determinados contenidos se
mantienen al margen de las flechas del tiempo. No se transfiere nada, permanece
en su lugar de origen sin movimientos temporales o espaciales posibles.
Génesis de la transferencia. La unidad dual (Hermann):
Se refiere al período donde madre e hijo han vivido inseparables. El instinto de
aferramiento del recién nacido a su madre es el cemento fundamental que dará
lugar a la unidad-dual. El instinto materno es una identificación de la madre con la
inermidad de su hijo, residuo de sus vivencias frente a su propia madre. A partir
de la separación (o “caída”) el modelo de la unidad dual es enterrado en lo
profundo del ello, del que forma su sustancia esencial. La unidad dual será
traspuesta al plano intrapsíquico y determinará la relación mutua entre el yo y el
ello.
La primera unidad de medida o el núcleo del psiquismo no es la representación de
un objeto sino la representación de un vínculo en el que no están demarcados de
manera nítida los límites entre sus actores. La imagen de la primera protofantasía
es la de la unidad-dual, la que constituirá el modelo último de todo vínculo que el
sujeto humano intente establecer de allí en más. La ilusión de reconstruir la
unidad-dual perdida es un organizador común a todo vínculo y en el caso de la
pareja simbiótica o el grupo burocratizado es el único organizador. La
transferencia no es el desplazamiento o la proyección de una imago o de un
objeto interno sino una estructura vincular completa. La fantasía inconsciente
porta la estructura de este vínculo, que se superpone sobre la escena de la
“realidad”.
La fantasía inconsciente y su función de lectura del mundo interno:
Continuando a la unidad-dual, las fantasías originarias son las que primero
pueblan el espacio psíquico, en el momento de encuentro entre las necesidades
del recién nacido y la oferta de su satisfacción: la pulsión y la fantasía surgen, se
establecen, a partir de esta coincidencia, en ocasión de la experiencia del vínculo
con el otro significativo, en el contexto encuadrante de la unidad-dual.
La transferencia y el borramiento de los vínculos intersubjetivos:
Todos los fenómenos transferenciales producen cierto borramiento de los límites
intersubjetivos, especialmente y de forma masiva en el caso de la transferencia
narcisista, haciendo retroceder el vínculo a los caracteres que poseía en el
momento de la unidad dual.
Anzieu: la ilusión grupal:
Existe para el aparato psíquico individual, “una correlación inversa entre la
investidura grupal de la realidad y la investidura narcisista del grupo”
La ilusión grupal promueve una triple regresión (como en el sueño):
Cronológica: regresión al narcisismo secundario y primario. La pertenencia al
grupo es vivida por el sujeto como una amenaza de pérdida de identidad del yo
(la identidad basada en identificaciones secundarias). Esto produce un refuerzo
de la investidura narcisística, el grupo tiende a transformarse en un analogon de
sus sujetos singulares. Borramiento de diferencias individuales.
Tópica: la situación en grupo genera una predominancia relativa del ello y del yo
ideal, facilitando la emergencia de fantasías fusionales. Debilitamiento del yo y
el superyo.
Formal: permite la instalación de códigos no verbales arcaicos, el pensamiento
figurativo, característicos del proceso primario (emergencia de la dramática y
otras formas de actuación). Los sentimientos que acompañan este proceso son
los de bienestar, de elaboración, que da cuenta del tono maníaco de la
experiencia en la que participan los mecanismos de renegación. Una
característica constante del estado de ilusión grupal es el sentimiento de
igualdad entre los participantes, que puede explicarse desde varias vertientes:
debilitamiento de funciones yoicas, ligadas a identificaciones secundarias, borra
las diferencias adquiridas a lo largo de procesos de subjetivación.
Desde el punto de vista dinámico la situación de grupo provoca una amenaza de
pérdida de identidad del yo. La presencia de una pluralidad de desconocidos
materializa los peligros de fraccionamiento. La ilusión grupal responde a un deseo
de seguridad y de preservación de la unidad yoica amenazada; por eso reemplaza
la identidad del individuo por una identidad de grupo: a la amenaza dirigida al
narcisismo individual, responde instaurando un narcisismo grupal.
El yo ideal está constituido por la interiorización de la relación dual del niño y su
madre, exalta a la omnipotencia narcisista. La ilusión grupal procede de la
sustitución del yo ideal de cada uno por un yo ideal común.
Para Bernard, la ilusión grupal constituye una modalidad de transferencia
narcisista.
Dos modalidades de la ilusión grupal:
Transicional: constituye un momento en el devenir de un grupo,
especialmente en sus comienzos, donde se forma un zócalo inconciente vincular,
aunque puede retornar en momentos posteriores. La desaparición de la ilusión
grupal da lugar a la instalación de mecanismos yoicos más evolucionados,
conteniendo a la transferencia neurótica.
Fetichista: el vínculo se transforma en una realidad que desmiente la
incompletud y tiende a permanecer estable, manteniendo pocas variaciones en
sus características (tiende a negar la historia). Formas patológicas: grupos
burocratizados, familias psicóticas, grupos burocratizados o parejas simbióticas.
Segoviano: El narcisismo primero y el grupo:
Tomando las indicaciones de Freud acerca del origen del narcisismo del niño
como una herencia y una continuación del narcisismo de los padres, el primer
narcisismo es compartido, en el sentido de la indiscriminación (madre-niño) y en
el sentido de la reciprocidad (ya que la madre ha pasado los procesos
diferenciadores).
El segundo narcisismo es el que inviste al yo como objeto (nuevo acto psíquico),
es decir, ha sido anticipado y posibilitado en la mente de otro, un espacio psíquico
que le precede; y que ocurre por apuntalamiento en el cuerpo y el psiquismo de
la madre, en el grupo y la cultura.
La situación de grupo amenaza al segundo narcisismo (base de la identidad
personal), por lo que se produce una regresión al primer narcisismo (base de la
identidad por pertenencia)
Subjetividad y transubjetividad:
Subjetividad: el estado en un sujeto determinado y en un momento dado, de la
pulsión, la imagen de sí, el conjunto de las identificaciones que son la base de su
identidad y otros parámetros.
Intersubjetividad: es lo que se produce entre los sujetos del vínculo, en el
contexto de la modalidad del aparato psíquico grupal homomorfa, propuesta por
Käes. Acento en lo que transcurre entre los sujetos del vínculo. Aquello que forma
el tejido transferencial es la estructura de una fantasía inconciente, propuesta por
uno de los sujetos del vínculo. El “como si” propio de la dramática comanda y da
su carácter al acto psíquico en cuestión. Todo lo que hay de prueba, de juego, de
ensayo, de creación y desarrollo de áreas transicionales, contribuye al
crecimiento común. La transferencia aporta decisivamente al crecimiento de los
sujetos, a través de la circulación fantasmática que promueve y mantiene y del
proceso de mentalización al que contribuye.
La intersubjetividad no es posible sin el reconocimiento de la alteridad del otro.
En el comienzo la capacidad de reconocimiento de ese otro es proporcionada por
la estructura psíquica materna y luego esa función se ejercerá desde el niño en el
proceso de mentalización. Toda transferencia es de un vínculo.
El clivaje del yo y la escisión de la transferencia:
El clivaje de la transferencia implica que en la secuencia de fantasías, las nuevas
experiencias vinculares predominan sobre estructuras de fantasías mas
primitivas, subsumiéndolas en su seno. Este proceso no es lineal ni homogéneo.
Múltiples desprendimientos, transacciones sintomáticas, etc. tienden a formar un
esquema complejo con la presencia de amplios sectores que permanecen
detenidos y enquistados en el conjunto del aparato.
Por ende, un residuo en el que permanece la indiscriminación sujeto-objeto,
queda clavado del resto del aparato psíquico.
Una transferencia? Conclusiones:
P. Riviere diferencia entre una transferencia horizontal, producida por las
vicisitudes del aquí y ahora grupal, y una vertical que establece quién de los
integrantes del grupo va a desempeñar los roles que este despliegue determina,
de acuerdo a sus propias series complementarias.
Definición de transferencia: se refiere a la influencia de una vivencia anterior
sobre la vivencia actual, que resulta así modificada en grados y modalidades
diferentes.
Transferencia Neurótica:
se basa en mecanismos de desplazamiento
puede hablarse de una repetición de pautas de la infancia originadas en la
sexualidad infantil.
El juicio de realidad está conservado, y la repetición está dirigida al analista,
adoptando las características de una dramática.
Suele ser claro su carácter de ensayo, su prospectiva, su componente de juego: la
sesión como espacio transicional en el que se dan procesos de elaboración y de
mentalización.
Puede limitarse a un conflicto intrapsiquico (entre instancias)
Transferencia Narcisista:
El mecanismo predominante es la proyección, que implica una regresión hacia o
desde estratos de no discriminación, propios del predominio de la unidad dual.
Está en la base de los fenómenos típicamente vinculares: ilusión grupal,
enamoramiento.
Es importante tener en cuenta la relación entre patologías de límite y
transferencia narcisista.
Proyección y desplazamiento están siempre juntos en el fenómeno transferencial,
aunque en distintas proporciones.
La esencia de la dramática:
( Bernard f.2530 )
Psiquismo y fantasía
El impacto del nacimiento marca para siempre al infans humano. Una
homeostasis se rompe, tanto desde el punto de vista biológico como desde ese
otro que va a dar una sucesión que va de la nada al aparato psíquico. Es un pasaje
de las primeras y difusas percepciones de ese mundo a la constitución del
psiquismo más complejo, a través de continuas inscripciones y transcripciones,
que constituye el mecanismo de la mentalización
Esta historia del psiquismo es también de la fantasía, guiones, escenas
organizadas, susceptibles de ser dramatizadas , casi siempre en forma visual. La
secuencia de escenas que se enlazan, confunden preparan y modifican unas a
otras. Una secuencia de fantasías que se inaugura con el psiquismo y que es en
definitiva, su esencia.
La continuidad fantasmática
Existe una continuidad de las fantasmáticas mas simples a las más complejas, una
secuencia que va desde las primeras transcripciones que se constituyen a partir
de los vínculos intersubjetivos, que se inician en el nacimiento, donde predomina
la problemática fusión-separación y dan lugar al comienzo del autoerotismo,
hasta llegar a aquellas fantasías sumamente complejas, pasibles de cc, que
conforman los sueños diurnos.
La fantasía es una representación del mundo, un modelo de la lectura que se hace
de él. Vemos las cosas desde el punto de vista de nuestras fantasías, y lo que
vemos a su vez las modifica, las ajusta o complejiza en función de nuestra
creciente maduración y experiencia desde una determinada fantasía que esta
escena ha gatillado. Comparamos y el resultado será una nueva fantasía, que da
cuenta del estado actual del conocimiento del mundo y que contiene, superada, a
la otra fantasía de la que se partió. Hay así una serie progresiva, que va desde lo
más elemental a lo más complejo: del núcleo aglutinado al pensamiento adulto.
Esto va incluyendo progresivamente huellas de representaciones verbales, que en
algún momento se harán predominantes y marcaran la diferencia entre cc e icc
(Freud ubica esto en el fin de complejo de Edipo). Esta sucesión se puede recorrer
en ambos sentidos, tanto en mayor complejización, como regresión (retorno a
formas arcaicas).
La dramática
El acceso a las huellas mnémicas verbales (organizadas como lenguaje) es lo que
permite el establecimiento del proceso secundario, propio de la cc. El icc está
más o menos estructurado por las organización de las huellas verbales per en
esencia es representación-cosa visual. Su esencia es la imagen, su canal de
transmisión la mirada, su despliegue la dramática.
Formación de la escena
No hay nada que pueda pensarse como un psiquismo supraindividual, una
mentalidad grupal o una fantasía de conjunto.
Aunque hay que dar cuenta de la sincronía con la que los miembros de un grupo
montan su espectáculo, que produce a veces en el observador la sensación de
unanimidad.
La base del grupo, a nivel imaginario, es la ilusión grupal, enamoramiento,
sentimiento de pertenencia en las instituciones, es la forma como el deseo se
manifiesta en el nivel imaginario que sustenta todo vinculo, y que constituye el
motor que lo impulsa.
La ilusión es de compleción, de encontrar aquello que se perdió al nacer: la
envoltura materna. Se buscará y se encontrará ilusoriamente en toda
configuración vincular. El nivel de regresión alcanzado por los miembros del grupo
les permitirá dar esa fusión por mas o menos alcanzada.
La esencia de la escena dramática es el despojo, por parte de los integrantes, de
aquellos indicios de divergencia en lo que cada uno de ellos está dramatizando.
La ilusión forma el zócalo de nuestros vínculos. Pero el proceso a nivel simbólico
no permite, desde la cc, el despliegue de una relación en la que está contemplada
la realidad y autonomía del otro, la tolerancia a la frustración que esto implica, la
posibilidad de desplegar una actividad de modificación del mundo que nos
circunda.
Los grupos tienen analogía con un síntoma. Son una forma de transacción entre
las exigencias de la realidad y las formaciones del icc. Cuanto menos logrado el
desarrollo del proceso secundario, el acceso al nivel simbólico del sujeto, mas su
inserción en un contexto grupal tenderá a arrastrar las configuraciones vinculares
en que se inserta hasta hacerlas coincidir con la estructura de la fantasía que el
vínculo ha promovido, desencadenado o soportado. La elaboración secundaria
rellenará los baches entre la fantasía y la lógica
En un grupo siempre hay dramática, lo que ocurre, al mismo tiempo que una
función adaptativa, es una pantalla en la que los miembros despliegan su
imaginario, en ese juego de oferta y demanda de roles en que cada uno pretende
ubicar a los otros que comparten el escenario.
Cuando la regresión es muy intensa, la característica de las fantasías desplegadas
es tal que la ilusión de coincidencia cabalga con una coincidencia.
La paradoja de estos estados de ilusión producidos por la regresión profunda en
un contexto vincular, es que, por una parte dramatizan la misma fantasía, y por
otra, cada cual está solo con su imaginario. El extremo de la fusión coincide con el
colmo de la soledad.
Elucidación y subjetivación
(Bonano O, y Otros. F. 2514)
El sesgo ontológico de esta tesis nos permite afirmar que de lo que se trata es de
la creación de nuevas formas de ser y hacer sociales; en este sentido nos
desmarcamos de esa concepción banalizada que toma el par “instituido-
instituyente como una dialéctica más, velando el punto central de la tesis:”
Lo instituyente no es la aparición de cualquier cosa más o menos novedosa o
desconocida, sino la creación de una forma social (y por lo tanto también
subjetiva) radicalmente nueva.
Un punto nuclear del pensamiento de Castoriadis, es que la división e/ social e
individual es un efecto del esquema u operador epistémico de esa separación,
que no es pertinente en el dominio histórico-social. Las significaciones sociales
constituyen la subjetividad y los agrupamientos tanto como la dimensión vincular.
Pensado con otra lógica que aquella de los conjuntos y las identidades, lo
“vincular inter e intra subjetivo” no es separable de las significaciones histórico-
políticas; de este modo el trabajo de tramitación psíquica no es escindible de la
elucidación de las significaciones histórico-sociales. A la vez, las transformaciones
socio-históricas implican el agotamiento, decadencia y finalmente destitución de
las subjetividades dadas, incluida claro está, la de los operadores.
Fuimos dudando, criticando y finalmente dejando atrás las tesis clásicas de la
constitución de un grupo sólo por investiduras libidinales universales y por
sentidos colectivos donados en trascendencia. Las actuales prácticas de
intervención al trabajar en condiciones de dispersión y fragmentación de los
agrupamientos, presentan, de modo si se quiere dramático, tal agotamiento de
las teorías clásicas. Si los organizadores grupales no se constituyen ni en forma
sustancial, ni en trascendencia, la cuestión que aparece como problema es que
allí, en la inmanencia situacional se haga ser algo de “lo común”, que se produzca
y que el pensar que allí aparezca nombre, nomine con toda la fuerza performativa
del lenguaje.
Este trabajo con las significaciones sociales, dimensión excluida por efecto del
operador de la separación ya señalado, nos llevó a inventar un dispositivo que
llamamos “grupo reflexivo”. Centramos nuestros procedimientos en la
“elucidación crítica” de las significaciones que transversalizaban las tareas y las
subjetividades de los miembros de cada agrupamiento; elucidación definida por
Castoriadis como “pensar lo que se hace y saber lo que se piensa”. En un primer
momento, este procedimiento se orientaba a crear condiciones subjetivas para la
destitución de lo instituido. Apostábamos a que la elucidación de las
implicaciones institucionales pondría en acción fuerzas instituyentes en la
emergencia espontánea de subjetividades autónomas.
Las formas de los agrupamientos hoy, tienen las características del
amontonamiento, las prácticas son dispersas, ambiguas, desvinculadas, producto
de una alteración socio-histórica subjetiva, que no ha llegado a encontrar otra
configuración que ponga en conexión subjetividades y prácticas en forma estable.
Conectarse con la inermidad y la desolación, en el declive institucional producido
por el agotamiento del Estado nacional, hoy es una plataforma de partida para
nosotros, que implica no tener expectativa de reponer lo que se cayó. Ante lo
catastrófico, tomado como alteración permanente, solo cabe la instauración de lo
que nunca fue. Si como corresponde hoy, distinguimos crisis, catástrofe y
acontecimiento, la dimensión de catástrofe hace a la desubjetivación, proceso por
el cual el sujeto deja de ser. Al presentarse alteraciones radicales en lo socio
histórico subjetivo, la experiencia subjetiva del yo que se ha sido, es catastrófica:
se vive un extrañamiento, perplejidad, pérdida de referencias y de sentido. Las
operaciones con potencia cohesiva suponen que el agrupamiento con su pensar-
hacer, haga ser nuevas formas de estar con los otros, actos en los que se funda lo
común, que no se da por identidades preestablecidas, sino por un hacer en
situación.
¿Cuál es entonces el “lugar” y “función” del operador hoy? Cuando seguíamos
más al pie de la letra a Castoriadis, habíamos concebido que la operación a
realizar era crear condiciones para que cada agrupamiento produzca aquellas
significaciones que lo cohesionen. Hoy, que la producción de lazos ha devenido
operación subjetiva –en cuanto es necesario instaurar lo que nunca fue- dicha
operación implica al operador, que ya no puede suponer un lazo-condición de su
función, de su lugar, de la potencia de su hacer practico. Ese lazo acontece… o no,
es del orden de lo contingente y sólo puede ser una constitución reciproca.
La intervención efectiva se produce cuando se construye el problema sin ceder a
ninguna de las asignaciones de sentido previas y cuando la subjetividad del
operador admite su propio devenir en la situación constituida también con su
posicionamiento. En nuestras últimas experiencias, nos establecimos en una
cierta función provisoria, transicional, y logramos componer con los miembros del
agrupamiento un sujeto colectivo de enunciación que permite que algo de una
anterior posición subjetiva se abandone y otra se inaugure en su devenir.
De lo imaginario social a lo imaginario grupal.
(Fernández F.14025)
Introducción.
La unidad de una sociedad, en el plano de la subjetividad colectiva, se mantiene a
través de la consolidación y reproducción de sus producciones de sentido.
Imaginario Social: sentidos organizadores (mitos) que sustentan la institución de
normas, valores y lenguaje, por los cuales una sociedad puede ser visualizada
como una totalidad, éstos son los instrumentos para hacer las cosas en particular,
para hacer individuos: se alude así a la construcción que, da forma a los individuos
de una sociedad, a los hombres y mujeres en quienes se fraguan tanto las
instituciones como sus mecanismos de perpetuación.
La institución de la sociedad produce individuos, quienes, a su vez, están en
condiciones de reproducir dicha sociedad.
Si esta dimensión de lo Imaginario Social es lo que mantiene unida a una
sociedad, queda abierta la cuestión histórica: la génesis de sentido, es decir la
producción de nuevos sistemas de significación. Se alude aquí a los procesos de
transformación de una sociedad.
Poder e imaginario social.
Lo Imaginario Social es inseparable del problema del poder. La historia de la
distribución de sus jerarquías, el reparto de poder, las prácticas y sistemas de
valores que ha legitimado, como los lazos sociales que genera en diferentes
estructuras materiales, ocupa un lugar central en el cuadro de la vida social.
Si los actos de fuerza producen poder, a partir de allí el discurso del orden y el
imaginario social consolidan las condiciones reproductivas del poder producido,
es decir, garantizan la continuidad del poder conquistado o instituido. Discurso
del orden e imaginario social, en realidad transforman la fuerza en verdadero
poder en tanto cohesionan las tensiones sociales y aseguran la presencia del
poder aun cuando la fuerza ya esté ausente.
Hablar del dispositivo de poder es, una manera para poner de manifiesto que los
tres elementos básicos que hacen que el poder funcione:
I. Fuerza o violencia.
II. Discurso del orden: es un espacio de racionalidad. Pertenece al ámbito del
conocimiento, de la teoría y las representaciones racionales. Se incluyen en este
dominio la moral, la filosofía política y la religión aisladamente o en conjunción
como el segmento jurídico del discurso del orden al que suministran los últimos
fundamentos, los referentes divinos o seculares. Los dispositivos de poder
exigen como condición del funcionamiento y la reproducción del poder no solo
de sistemas de legitimación, enunciados, normativas y reglas de justificación,
sanciones de las conductas no deseables sino también practicas extradiscursivas.
III. Imaginario social: este universo de significaciones (I.S) hace que el poder marche
haciendo que los miembros de una sociedad “enlacen y adecuen sus deseos al
poder”, que sus instituciones se inscriban en el espíritu de los hombres y
mujeres. Más que la razón, el I.S interpela a las emociones, voluntades,
sentimientos, sus rituales promueven las formas que adquirirán los
comportamientos de agresión, amor, temor, seducción que son las formas en
que el deseo se anuda al poder.
La función del I.S es “fundir y cincelar las llaves de los cuerpos para el acceso a la
ley y la continuidad y reproducción del poder.
Concurren como instancias diferentes, pero no independientes. Están articuladas
entre sí.
Instituido-instituyente.
Lo imaginario efectivo es lo que mantiene unida una sociedad, pero queda abierta
la cuestión histórica: la génesis de sentido, es decir, la producción de nuevos
sistemas de significación o, dicho de otra manera, la transformación, en el plano
de las significaciones, de una sociedad. Una de las características más profundas
de lo simbólico es su relativa indeterminación.
¿Qué inventa una sociedad cuando se instituye como tal? Inventa significaciones,
estas producciones de sentido, de sentido organizador, no están ahí para
representar otra cosa, sino que estos esquemas organizadores son condición de
representabilidad de aquellos que esa sociedad puede darse. Aquello que
mantiene unida a una sociedad es su institución, dice Castoriadis, es decir, el
proceso por el cual la sociedad se instituye como totalidad, la institución de
normas, valores y lenguaje no son solo herramientas para hacer frente a las cosas,
sino más bien son los instrumentos para hacer las cosas; en particular para hacer
individuos; se alude aquí a la construcción que a partir de la materia prima
humana da forma a los individuos de una sociedad.
La institución produce individuos, quienes, están en condiciones de reproducir la
institución de la sociedad, la institución de la sociedad está hecha de múltiples
instituciones particulares, que funcionando en coherencia hacen que, aun en
crisis, una sociedad sea esa misma sociedad.
Estas significaciones son imaginarias porque están dadas por creación, es decir,
no corresponden a elementos estrictamente reales, y son sociales porque solo
existen siendo objeto de participación de un ente colectivo o anónimo.
El termino I.S, lo imaginario remite a otro orden de sentido: ya no como imagen
de, sino como capacidad imaginante, como invención o creación incesante social-
historica-psiquica, producción de significaciones colectivas.
Una sociedad es también un sistema de interpretación del mundo; es decir de
construcción, creación, invención de su propio mundo, en tanto tal puede percibir
como peligro cualquier desmentida a su sistema de interpretación del mundo,
estas situaciones suelen ser vividas como ataques a su identidad y las diferencias
son entonces imaginadas como amenazantes.
El mito es para Castoriadis un modo por el que la sociedad catectiza como
significación el mundo y su vida en ese mundo, de otra manera sus individuos
estarían privados de sentidos. Los mitos que una sociedad instituye son
cristalizaciones de significación que operan como organizadores de sentido en el
accionar, pensar y sentir de los hombres que conforman esa sociedad
sustentando a su vez la orientación y legitimidad de sus instituciones.
Los nuevos organizadores de sentido y las prácticas sociales que los hacen
posibles refieren a lo imaginario social no instituido, radical, instituyente siempre,
utópico, que da cuenta de la existencia de deseos que no se anudan al poder que
desordenan las practicas, desdiciplinan los cuerpos, deslegitiman sus instituciones
e instituyen nueva sociedad.
Aspecto instituyente del imaginario radical: da cuenta de las líneas de fuga que los
deseos posibilitan en relación al disciplinamiento social, inscribe la cuestión en
dos planos simultáneos. Por un lado, establece la relación entre I.S, deseo y
producción de utopías y por otro instala la cuestión del poder en el centro mismo
de la producción de subjetividad.
El conjunto de significaciones que lo imaginario social instituye con la modernidad
en relación con la familia se encarna en el cotidiano de todas y cada una de las
instituciones de una sociedad, sostienen las formas que el público y lo privado
adquieren para esa sociedad, delimitando el conjunto de atribuciones,
prescripciones y prohibiciones.
Los mitos sociales en tanto cristalizaciones de sentido son una pieza clave en el
sostenimiento de lo instituido, en tanto cada uno con sus narrativas
particularizadas, pero muy enlazadas entre sí, da forma al universo de
significaciones imaginarias que instituye cada institución. Los mitos sociales
constituyen piezas clave en el disciplinamiento y policiamiento de una sociedad.
Apelan a las pasiones, estimulan y promueven las formas propias de los
comportamientos y posicionamientos en relación con la agresión, el temor, el
amor, que serían las formas en que los deseos se anudan a los poderes.
La institución de las instituciones de una sociedad y su continuidad es posible no
solo por las condiciones materiales económicas que la producen sino por la
eficacia simbólica de sus mitologías, emblemas y rituales que la sostienen y
reproducen.
Los mitos sociales: violencia y eficacia.
Mecanismos a través de los cuales los mitos sociales logran su eficacia en el
disciplinamiento social y en consecuencia en la legitimación y el orden de las
instituciones que involucran:
I.Operan por la repetición insistente de sus narrativas. Esta repetición tiene como
característica primordial que se gestiona a través de formas reticulares y difusas,
produciendo discursos que, con pequeñas variaciones de enunciabilidad,
sostienen una misma trama argumental. Repetición argumental y múltiples foco
en la gestión de sus enunciados crean los caminos de su eficacia simbólica.
II.Se instituyen como universos de significaciones de formas molares, totalizadoras,
que estipulan no solo lo que debe ser una mujer o un hombre sino lo que es. En
tal sentido esta voluntad totalizadora opera violencia simbólica, ya que no da
lugar, se apropia, tritura, invisibiliza las diferencias de sentido, a la diversidad de
prácticas y posicionamientos subjetivos de los actores sociales, homogeneiza y
por lo tanto violenta lo diverso.
Esta invisibilizacion de lo diverso no solo deja sin lugar a la singularidad sino que a
través de estos discursos molares, universalistas, se invisibiliza el proceso socio-
histórico de su construcción, presentando como realidades naturales y a-
históricas (inmodificables) aquello que es producto, efecto de su eficacia.
Otra de las características de lo totalizador de sus enunciados es en tanto sus
principios son establecidos como universales, es decir, deniegan las estrategias
biopoliticas que operan en forma diferente según las clases sociales o grupos
étnicos o culturales que conforman una sociedad.
Operan por deslizamientos de sentido, que vuelven equivalentes cuestiones muy
disimiles, invisibilizan toda contradicción posible entre la realidad y el mito. Estas
cristalizaciones de sentido, los mitos sociales, al instituir un real, pero vivido por
los actores sociales como la realidad objetiva, organizan las formas de los lazos
sociales, es decir que institucionalizan tanto las relaciones materiales como las
subjetivas de las personas.
Diccionario de psicoanálisis
(Laplache F. 20075)
Identificacion
El substantivo identificación puede tomarse en un sentido transitivo,
correspondiente al verbo identificar, o en un sentido reflexivo, correspondiente
al verbo identificarse. Esta distinción se encuentra en los dos sentidos del
termino que diferencia Lalande:
«Accion de identificar, es decir, de reconocer como identico; ya sea
numéricamente, como por ejemplo “la identificación de un criminal”, ya sea en
su naturaleza, como por ejemplo cuando se reconoce un objeto como
perteneciente a una determinada clase , o también cuando se reconoce una
clase de hechos como asimilable a otra .
«Acto en virtud del cual un individuo se vuelve idéntico a otro, o en virtud del
cual dos seres se vuelven idénticos
Estas dos acepciones se encuentran en Freud
Se distinguen tres modos de identificación:
Como forma originaria del lazo afectivo con el objeto. Se trata aquí de una
identificación preedipica, marcada por la relación canibalistica, que desde un
principio es ambivalente
Como substitutivo regresivo de una elección objetal abandonada
En ausencia de toda catexis sexual del otro, el sujeto puede, no obtante,
identificarse a este en la medida en que tienen un elemento en común ( por
ejemplo, deseo de ser amado): por desplazamiento, la identificación se
producirá sobre otro punto (identificación histérica)
Psicología del encuentro: Ponemos los títulos a las escenas, buscamos los hilos
lógicos, las rarezas
La acción creativa: El abismo que sucede a las dos caras de la “rostridad” (el juego
novedoso del 1° sub-grupo y el juego repetitivo y bloqueado del 2°) es abismo sin
sentido, ya que en él se detiene el significante de los desarrollos de la escena
personal, es precisamente el orificio angustiante, el intersticio que suele
funcionar de prólogo a lo que denominamos: Acción Creativa: emergente apto
para resolver las resistencias al cambio y que constituye uno de los pilares del
psicodrama operativo.
El cambio sugiere al grupo un cambio de multiplicidad o de diversión.
La diferencia entre multiplicidad y multiplicación nos lleva a la distraerse y
divertirse.
Distraerse, tracción hacia otro lado, es para no ver algo viendo mucho otra cosa,
la distracción posterga, evita y retarda el enfrentamiento con el conflicto. En ese
sentido la multiplicidad distrae.
No hay que distraerse del abismo. Hay que aprender a divertirse jugando con él.
Divertirse (otra visión más) es para ver de otra forma la misma cosa, lo que la
transforma en otra cosa, relacionada con la primera pero diferente. La diversión
intenta enfrentar y resolver el conflicto. La auténtica multiplicación divierte.
De la razón y la emoción: (metonimia y metáfora).
La interpretación prematura y comprensiva, cierra la interpretación en lugar de
abrirla. En todo caso debemos admitir que hay dos tipos de observaciones: las
emocionales y las observaciones racionales o pensantes.
Los pensantes suelen hacer observaciones dramáticas, metonímicas. Y les cuesta
imaginarse otro tipo de camino para la construcción de un argumento.
Los emocionales suelen hacer observaciones metafóricas y se aburren con otro
camino que no sea éste. Pero ambas formas de observar cargan con sus pequeños
y mezquinos narcisismos y la descalificación del otro narcisismo se hace con el
intento de calificar al propio para exhibirlo triunfantemente.
UNIDAD 4
“Dispositivos grupales y producción de subjetividad. Adolescentes en
condiciones de vulnerabilidad psicosocial”.
(Acuña, Amilkar, Lakonich, Posseto. F. 2532)
Nuevas subjetividades
Algunas experiencias con adolescentes y jóvenes que viven en condiciones de alta
vulnerabilidad psicosocial, llevó a interrogarse acerca de las condiciones que
pueden generarse en los dispositivos grupales, para habilitar posibilidades de
subjetivación.
Las narrativas y significaciones imaginarias que daban cohesión a las sociedades
están cuestionadas, habitamos una época caracterizada por el desfondamiento
institucional y el consecuente agotamiento del sentido de las prácticas sociales; la
“solidez” se ha desvanecido. La declinación del Estado Nación como
metainstitución dadora de sentido ha sido desalojada por la lógica del mercado, la
fluidez; las configuraciones todas son fugaces; el mundo se volvió “desregulable”.
La nueva dinámica social no opera ligando simbólicamente a los agentes, el
“desgarro y la fragmentación se transforman en vida cotidiana”.
En este contexto, los modos contemporáneos de producción de subjetividades ya
no pueden ser pensados con las categorías y representaciones del
disciplinamiento estatal.
Caídos los sentidos totalizadores, adolescencia, por ejemplo, ya no remite a una
representación más o menos estable, homogénea; nos encontramos con
multiplicidades de adolescencias.
Las subjetividades adolescentes en condiciones de vulnerabilidad social se
enfrentan además, con otras dificultades. Castel señala que la vulnerabilidad
social es una zona intermedia, inestable, los grupos vulnerables están expuestos a
riesgos de deterioro, pérdida o imposibilidad de acceso a los procesos educativos,
de salud, de trabajo, y a la fragilidad de los soportes de proximidad.
Las formas del sufrimiento adquieren variadas configuraciones: desligadura o
fragilización vincular, vivencias de desvalimiento, dificultad para imaginar e
investir un futuro, sensación de impotencia, dificultad para pensar, para sentir.
En los adolescentes, entonces, a la inestabilidad del contexto social
desapuntalador se le sumará la producida por el efecto del trabajo psíquico de
transformación y recomposición identificatoria; a la tramitación de la conflictiva
propia se entrelaza el ser habitantes de un espacio y tiempo fragmentados y
acelerados, lo que dificulta el reconocimiento y puesta en acción de los propios
deseos.
En los jóvenes y adolescentes de sectores de mayor vulnerabilidad, la figura que
se nos presenta para pensar las formas en que habitan ese espacio y tiempo nos
remite al transitar del patio manicomial. Figura vinculada a la metáfora del
galpón, pero que intenta precisar aún más lo que sucede en los
jóvenes/adolescentes de los sectores sociales más vulnerabilizados.
En el patio manicomial nos encontramos ante la deambulación solitaria, sin
sentido y sin sentidos. El deambular es atemporal, no hay espera ni demora, no
hay registro del antes ni del después. Hay puro presente desarticulado; con
dificultad de engarzarlo con el pasado (la experiencia) y la proyección de un
futuro (el proyecto).
Se puede percibir, y estos adolescentes lo expresan, la falta de apuntalamiento
social, de deseo social para que existan. Los mecanismos de exclusión, como el
desapuntalamiento social, producen diversas afectaciones (intentos de
singularización, violencia internalizada como autodestrucción, búsqueda fallida de
filiación). La angustia de no asignación está dada casi estructuralmente y se
vehiculiza en muchas ocasiones como puro acto.
La inscripción del lazo social es frágil, ya que estamos ante jóvenes que han
estado expuestos a repetidas situaciones de desamparo, des-auxilio desde su
primera infancia. Los efectos de la exclusión arrojó también a las familias en el
desamparo. Si los adultos significativos también están desvalidos, las tramas
afectivas y dadoras de sentido quedan debilitadas. Alteraciones que complejizan,
en tanto el adolescente precisa encontrar algunos referentes en los cuales
apoyarse para poder realizar las recomposiciones identificatorias, libidinales y
vinculares.
Cuando los jóvenes deambulan en ese “patio” se producen cruces. El cruce es
fugaz, es instantáneo, parece no implicar intención para el intercambio; el otro
muchas veces no puede ser reconocido como semejante, es más bien el próximo;
de ahí también la dificultad para desear la búsqueda del encuentro. Creemos, sin
embargo, que no todo es desubjetivación, en los cruces pueden producirse
intentos de nuevas formas de lazo social.
Pensando modos de intervención
¿Cómo construir dispositivos de abordaje, que posibiliten modos de subjetivación
a los adolescentes que habitan en contexto de alta vulnerabilidad? ¿Cómo
producir afectación en condiciones de fluidez, de cambio constante y dispersión
social?¿Con qué recursos contamos?
Es importante establecer regularidades temporo-espaciales con reuniones
coordinadas, crear dispositivo, habitarlo y sostenerlo, crear presencia desde el
coordinador. Lograr que se pueda visibilizar un espacio donde encontrarnos y
generar entre todos condiciones para ser alojados, y que pueda circular una
demanda. La idea de permitirnos ir habitando y pensando las nuevas situaciones,
nos posibilita ir armando trama psíquica a través de la inauguración de un espacio
de confianza que auspicie el devenir del deseo confrontado con la alteridad del
otro.
Se abre así un ámbito confiable para el surgimiento de la palabra, para la
emergencia de pensamiento. Producir condiciones para que surja “un acontecer”
(Ulloa).
Pensamos la vincularidad como fundante en la subjetivación; trabajando con estos
adolescentes este supuesto se hace realidad, la necesidad del fortalecimiento de
los vínculos sale al cruce, es necesario producir algo ahí, en los cruces,
movimiento operacional que en ocasiones habilitará nuevas producciones de
estar con otros.
Pensamos a los grupos como anudamientos transferenciales, y al Dispositivo
Grupal como un espacio intermediario, una zona de ilusión, en la que el
adolescente puede descubrir su singularidad fantasmática y recrear su grupalidad
interna, realizando un trabajo elaborativo grupal, centrado en el conocer y
conocerse, en un interjuego fusión-discriminación.
Se requiere un coordinador con disponibilidad subjetiva. Capaz de poner en acto
el deseo de existir con otros así como de reconocer las herramientas adecuadas
para operar a fin de construir situación. Sostener los vínculos es parte de un
trabajo permanente que se da en un día a día, o en un cada vez que nos
encontramos. Se hace necesario instituir cada vez el lugar del otro y el propio, así
como el código o reglas según las cuales se van a organizar las significaciones.
Trabajar por la vincularidad facilita enfrentarse con situaciones críticas, la
producción de una trama vincular entre varios, permitirá a cada uno de los
miembros del grupo ser hablante o hablado por otros.
De este modo se apuntalarán, elaborarán duelos, trabajaran por el desasimiento
parental, creando un espacio apropiado para el surgimiento de la novedad. Kaes
señalaba que, es a través de las crisis, rupturas y suturas, apuntalamientos y
desapuntalamientos que se constituye el sujeto. Se puede agregar que se produce
subjetivación.
El dispositivo de grupo de reflexión es una “red de sostén virtual que dará lugar a
una pertenencia más autónoma, a modo de un efecto aparentemente paradójico
ligante-desligante: sentirse perteneciente para poder individualizarse”.
La interdiscursividad y la polifonía de sentidos generaran pensamiento y
producción de nuevos sentidos.
La lógica de la fluidez obstaculiza la producción de experiencia, implica también la
reducción de las experiencias colectivas. Que no utilicen tanto el código que
nosotros esperaríamos no significa necesariamente ausencia de simbolización. La
palabra no es la única vía de simbolización posible. Esta es posible también a
través del uso del propio cuerpo, de los sonidos y del dibujo, lo que implica
desarrollar actividades creativas a través del juego.
Diversas practicas pedagógicas y terapéuticas con niños, adolescentes y jóvenes
habitantes de comunidades con alta vulnerabilidad psicosocial, parten de la
utilización de la expresión plástica, la música y el baile, que convocan al encuentro
con otros y posibilitan desde ahí, situaciones para generar procesos de
subjetivación.
En estos dispositivos no se parte, inicialmente de la palabra o de la reflexión
grupal, pero sí de la simbolización que proporciona el cuerpo y del estar con el
otro. Selener nos plantea el carácter transitoriamente protésico que puede
ofrecer la presencia del otro, dando lugar a transformaciones psíquicas.
Entendemos que el coordinador-copensor pondrá en marcha un dispositivo, fijará
un mínimo encuadre ordenador, habilitará un lugar, un tiempo, ofreciéndose
como sostén, creación de cierta situación de permanencia.
Si se dan condiciones de posibilidad para el encuentro, y contamos con el sostén
del espacio por parte de un profesional especializado, irá circulando –la palabra-
que ingresando a una cadena asociativa grupal, permita la circulación del deseo,
una historización simbolizante, y la posibilidad de investir un futuro. Posibilidades
que emergen cuando habitamos las situaciones y, además, podemos pensarlas.
Adscribimos desde la experiencia que una operación que instaure sentido y
componga una situación resulta subjetivante, en el aquí y ahora, en esta
situación.
El deambular errático en el patio manicomial parece darse hasta que pueda
configurarse activamente una situación, situación que recorte un tiempo y
espacio con carácter subjetivante.
Es importante tener en cuenta que, frente al desfondamiento institucional esta
operación ya no depende de las instituciones sino de los agentes. Y esto nos
interpela en nuestra condición de coordinadores.
Si la fragmentación de sentidos, de tiempos y espacios produce nuevos
sufrimientos, si las vivencias predominantes son del orden del desamparo, de la
anomia, el dispositivo tendrá que habilitar condiciones para que pueda producirse
el despliegue o armado de ligadura social, de vincularidad y pensamiento. “Lo
posible no tiene que ver con cómo se atraviesa un obstáculo, sino con cómo el
obstáculo condiciona el planteo inicial”
El análisis institucional
(Loureau F. 24007)
La importancia del pequeño grupo en la vida cultural y en la actividad política se
impone de continuo en las ciencias humanas.
Desde el punto de vista del análisis institucional, es importante precisar:
La demanda social que lo origino;
El sistema de referencia en el cual se ha constituido.
La demanda social
Ha sido empleado para designar un elemento esencial en el funcionamiento de
los grupos: el conjunto de los factores que actuan sobre el deseo, con vistas a
velarlo y develarlo en un lenguaje. La dimension colectiva es, junto con la
dimension del lenguaje, propia de la demanda.
Es necesario distinguir entre el uso de demanda social como concepto operativo
en el análisis de grupo y su uso como concepto propio de una sociología del
conocimiento:
La demanda social propiamente dicha : función del elemento del nivel de vida y del
cambio de actitudes ante la escuela, en las diversas capas sociales.
la demanda técnica, del mercado de trabajo,:«función de la política de crecimiento
elegida, y de innovaciones técnicas imprevisibles mas alla de un plazo muy corto
El interes de esta distincion consiste en que intenta una definición «racional» de
la demanda,
Su inconveniente es que separa la practica técnica de las demás prácticas sociales,
y recuerda la distinción entre ciencia y ciencia aplicada.
Otros teóricos diferencian entre demanda social y requerimiento social,
subrayando de esta manera una variable que ya no es tecnológica, sino política.
Estos consideran que:
La demanda social se define fuera de la técnica, como la carencia o desproporción
existente entre el estado de las relaciones sociales en un momento dado y el
estado de la producción; constituye el signo de que las relaciones sociales y
deben ser transformadas perpetuamente.
El requerimiento social es la segunda faz de la demanda; significa que la demanda
que emana de las relaciones sociales determina de una sola vez no solo la
producción del objeto, sino tambien la manera en que sera consumido, de modo
tal que puede decirse: las condiciones de existencia del producto técnico son
tambien su destino
Se tomara esta ultima distinción ya que refiere al análisis de la demanda social
como factor constitutivo de la teoria de los grupos (en tanto practica social
técnica, y en tanto sistema de referencia o esbozo de elaboración teórica).
En primer lugar habrá que distinguir la psicología social general de la psicología de
grupo o psicosociología. La primera apareció en las fronteras de la sociología con
la psicología prefreudiana, en un momento en que la demanda social era todavía
poco formulable. En efecto, el periodo que va desde fines del siglo XIX hasta
comienzos del xx corresponde, desde el punto de vista de la evolución de las
sociedades occidentales, a la fase B de la sociedad industrial (la fase A designa la
etapa inicial de las transformaciones sociales producidas por la gran industria, y
la fase C comienza antes de la Segunda Guerra Mundial, y sobre todo después de
la crisis económica de la década de 1930)
la fase B es la de racionalización. Ante las imperfecciones del sistema que, bajo la
egida del liberalismo a ultranza, habla impulsado la evolución desde la
manufactura hasta la fabrica, y luego hasta el gran complejo industrial, los
empresarios comprenden la necesidad de regular la producción en todos los
aspectos: maquinarias, mano de obra, distribución. Es la epoca de la organizacion
cientifica del trabajo. Lo que Taylor llamaria el trabajo en cadena
mientras que en los comienzos de la industria, el proceso de trabajo ponía en
juego la inteligencia del obrero, los porgresos del maquinismo tienden a suprimir
el trabajo viviente
En la fase C, se producirá esta confluencia entre la psicología social de los
pequeños grupos y una demanda imprecisa al comienzo, pero que luego se
constituye como requerimiento social. La evolución del sistema capitalista en los
niveles económico y tecnológico fue precipitada por factores aparentemente
imprevisibles, de los cuales el mas decisivo es, sin duda, la Primera Guerra
Mundial.
Los inconvenientes o insuficiencias que el taylorismo creía poder subsanar
mediante una racionalización cada vez mas avanzada aparecerán como
«disfunciones» ligadas al «factor humano». Donde se creía que el organigrama
solucionaba todos los problemas nacerá el interés por el sociograma.
Las primeras grandes intervenciones psicosociológicas, como la de Elton Mayo en
la Electric Company, ponen de relieve esa carencia. ese vacio que caracteriza la
presencia de una demanda social. Los nuevos problemas ya no pueden ser
resueltos mediante la practica y las técnicas de la racionalización; exigen la
intervención de nuevos especialistas, profesionales en relaciones humanas.