Análisis de Riesgos para La Reserva Ecológica de América Latina y El Caribe
Análisis de Riesgos para La Reserva Ecológica de América Latina y El Caribe
Análisis de Riesgos para La Reserva Ecológica de América Latina y El Caribe
y el Caribe
Estela Monica Lopez Sardi1 y Beatriz Noemí García de Chena2
Resumen
Pensar en América Latina es pensar en las playas del Caribe, las selvas
Amazónicas o las grandes extensiones de campo de Argentina. Imaginamos
abundancia de recursos naturales en amplios territorios donde conviven
comunidades representativas de una gran diversidad cultural. En la actualidad, los
países de la región tienen, en conjunto, superávit ecológico, esto quiere decir que
la biocapacidad de América latina y el Caribe como conjunto, supera su huella
ecológica. Debido a esto es frecuente expresar que Latinoamérica y el Caribe
financian con sus servicios eco - sistémicos a otros países o regiones del planeta que
son grandes deudores ecológicos. Los últimos reportes publicados a este respecto
nos muestran que si bien muchos países de la región aún presentan un saldo o reserva
ecológica de signo positivo, ya existen amenazas que pueden afectar seriamente este
balance. Nuestro objetivo es analizar los factores que ponen en riesgo la reserva
ecológica positiva que hasta ahora ha caracterizado a América Latina y considerar
propuestas de acciones tendientes su sostenibilidad en el tiempo.
1 Profesora Titular de Química General I (EST) y Química General (UP). Facultad de Ingeniería de
la Universidad de Palermo y Escuela Superior Técnica del Ejército Grl Div Manuel N. Savio, Argentina.
2 Profesora Titular de Química General II (EST). Escuela Superior Técnica del Ejército Grl Div
Manuel N. Savio, Argentina.
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Abstract
Think about Latin America is to think about the Caribbean beaches, the Amazon
jungle or the large fields of Argentina. We imagine abundance of natural resources
and biodiversity living in large areas and a number of communities of great cultural
diversity. The región has an historically large ecological surplus. This positive
situation is beginning to see threats that can seriously affect its balance so far
favorable. The aim of this paper is to analyze the risks that threaten the positive
ecological reserve that has hitherto sustained Latin America and consider actions
for its sustainability.
Introducción
Huella ecológica
La Huella ecológica fue definida en 1996 por William Rees y Mathis Wackernagel
(Universidad de la Columbia Británica) como: “El área de territorio ecológicamente
productivo (cultivos, pastos, bosques o ecosistema acuático) necesaria para producir los
recursos utilizados y para asimilar los residuos producidos por una población definida
con un nivel de vida específico indefinidamente, donde sea que se encuentre esta área.”
Se trata de un indicador sencillo de comprender y de gran potencia comunicacional.
Se puede aplicar a distintas escalas: personal, municipal, de países, mundial. Se trata
de una herramienta nueva cuyos métodos de cálculo se encuentran en proceso de
refinación donde la principal dificultad para el cálculo es generalmente la dificultad
de obtener información por parte de algunos niveles gubernamentales.
La unidad de superficie utilizada para su medición es la hectárea global (hag).
Como la productividad del terreno varía notoriamente de un lugar a otro, la hectárea
global es una hectárea de terreno cuyo coeficiente de productividad es el valor medio
mundial. La premisa de partida para el cálculo de la huella ecológica es que todos
los procesos productivos, los consumos de materiales y energía y la absorción de los
residuos tienen su correlato en una determinada superficie de territorio productivo
necesaria para su producción o eliminación.
Los terrenos o superficies a tener en cuenta para el cálculo son:
HE= Huella de carbono + Huella de cultivos + Huella forestal + Huella pesquera + Huella de pastoreo
Figura 1. Huella Ecológica: Los cinco países top versus el resto del mundo. Fuente IPV 2014
El saldo ecológico de un país, de una región o del planeta, por lo general llamado
reserva ecológica, se obtiene a partir del cálculo propuesto en la Ecuación 2.
RE = BC – HE
Ecuación 2
equivalen a los suministrados por 1,5 planetas Tierra. Esta deuda ecológica es
una enfermedad planetaria que ya empieza a manifestar sus primeros síntomas
en forma de desertificación de grandes superficies, pérdidas de área de bosques
y de selva, disminución del número de especies vegetales y animales (pérdida de
biodiversidad), acumulación de gases de efecto invernadero y cambio climático.
Cuando pensamos en América Latina, pensamos en las playas del Caribe, las
selvas Amazónicas o las grandes extensiones de campo de Argentina. Imaginamos
abundancia de recursos naturales, en amplios territorios donde conviven
comunidades representativas de una gran diversidad cultural. Los países de la región
tienen, en conjunto, superávit ecológico, esto quiere decir que su biocapacidad
supera su huella ecológica. Debido a esto es frecuente expresar que Latinoamérica
y el Caribe financian con sus servicios eco - sistémicos a otros países o regiones
del planeta que son deudores ecológicos.
Los últimos reportes publicados a este respecto nos muestran que si bien el saldo
ecológico positivo aún se mantiene en muchos países de la región, se empiezan a
vislumbrar amenazas que pueden afectar seriamente este balance hasta ahora favorable.
Según la FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations),
la región de América Latina y el Caribe comprende 46 países, territorios
dependientes y departamentos de ultramar. La mayoría de los países están
fuertemente urbanizados, con un 70% de su población viviendo en zonas
urbanas, aunque muchas de ellas en estado de pobreza. Su territorio, muy dispar
en lo que a características del suelo y el clima se refiere, puede ser dividido
en diferentes zonas agroecológicas, en función del clima, la altura y el suelo:
Trópico húmedo (gran parte de Brasil, Caribe y América Central), trópicos y
subtrópicos semiáridos (México), trópicos y subtrópicos subhúmedos (Brasil,
Colombia y Venezuela), tierras húmedas (parte de América Central y el cono sur:
Argentina, Paraguay, Uruguay) y tierras en pendiente (Región Andina del cono
sur, América Central y México). Se estima que el 25% de la población vive del
fruto de las actividades vinculadas a la producción agrícola ganadera. La región
presenta como características una distribución desigual de los recursos, grandes
extensiones de territorio apto y no explotado, y predominancia de grandes unidades
de organización como las estancias, haciendas y otros latifundios, en detrimento de
la explotación de establecimientos más pequeños como las chacras y las granjas.
(FAO, 1997, parte 2.1.6)
Debido a una organización económica basada principalmente en la producción
de bienes provenientes del sector primario, los principales componentes de la huella
Tabla 1. Reserva Ecológica de países de América Latina y el Caribe. Fuente: Global Footprint
Network (2008)
Riesgos y amenazas
Cambio climático
Salud Pública
Energía
Actividad económica
Biodiversidad
Análisis sintético
Existe una relación causa efecto entre los riesgos y amenazas regionales y su
influencia en la Huella Ecológica. Esta situación se sintetiza en el Diagrama de
Ishikawa de la Figura 3.
Desafíos y oportunidades
América Latina y el Caribe todavía tienen crédito ecológico y son líderes a nivel
mundial en la provisión de servicios ambientales tales como la captura de carbono.
Tiene también vastas zonas que, de ser conservadas apropiadamente, constituyen
un reservorio planetario de biodiversidad.
Según el Banco Mundial, en la última década el 50% de la población de la
región pasó a formar parte de la clase media. Pero mientras que setenta millones
de personas salieron de la pobreza, aún hay 130 millones de personas que no
logran dar ese salto, viviendo en condiciones de pobreza crónica. El crecimiento
E. Mo. Lopez Sardi y B. N. García de Chena Análisis de riesgos para la reserva ecológica de América Latina y el Caribe
regional del último año se vio afectado por la desaceleración de las economías
de Argentina y Brasil. (BM, 2014, párr. 5). El desafío de lograr en los próximos
años un desarrollo económico regional que se traduzca en un mayor bienestar de
la población con mínimo impacto ambiental es una meta que requiere cuidadosa
planificación. Requiere la introducción de los principios del desarrollo sustentable
en las políticas y programas nacionales, para reducir las pérdidas de recursos
naturales y biodiversidad en el camino al crecimiento. Es imprescindible también
el fortalecimiento de organizaciones de la sociedad civil, cuyas actividades de
denuncia ante las decisiones de los sectores público y privado obligue a una mayor
transparencia en la toma de decisiones (Leef et al, 2001, pág. 25).
En la Tabla 2 se sintetizan las fortalezas, debilidades, oportunidades y desafíos
ambientales para América latina y el Caribe.
FORTALEZAS: DEBILIDADES:
Riqueza en climas y paisajes. Biodiversidad. Dependencia económica de las actividades
Abundancia de agua potable. del sector primario.
Abundancia de tierras productivas y de Baja conciencia ambiental en los estratos
recursos renovables y no renovables. gubernamentales.
Gran diversidad cultural. Desigualdad social.
Superávit ambiental. Deficiencias en la educación en general y
en la educación ambiental en particular.
OPORTUNIDADES: AMENAZAS:
Desarrollar las oportunidades en el campo Presión humana en ciudades y
de los servicios ambientales. megaciudades como Bs. As. Río de
Desarrollar y apoyar modelos de negocios Janeiro, San Pablo, México y otras.
ambientalmente sostenibles. Conflictividad social.
Captación de recursos financieros para Acumulación de residuos.
mecanismos de desarrollo limpio. (MDL). Catástrofes atribuibles al cambio climático.
Desarrollo con igualdad. Carencia de políticas ambientales
gubernamentales sostenidas en el tiempo.
Algunas propuestas
Conclusión
Referencias