Sectarios 1.2

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¿QUÉ ES

EL JUDAÍSMO NAZARENO?

Por: Dr. James Trim


1997

¿Quiénes fueron los Nazarenos?

Los primeros creyentes en Yahoshúa (Yeshúa) fueron


una secta judía conocida como los “Nazarenos” o en
hebreo “Netzarím” (Hechos 11:19; 24:15). El “padre de
la iglesia” Jerónimo (siglo 4) describe a estos
nazarenos como “los que aceptan al Mesías de tal
manera que no cesan de observar la Ley.” (Jerónimo;
Sobre Isa. 8:14). El “padre de la iglesia” del siglo
cuatro, Epifanio, da una descripción más detallada:

“Pero estos sectarios... no se llaman a sí mismo


cristianos –sino “Nazarenos,”... Sin embargo son
simplemente judíos completos. Usan no sólo el Nuevo
Testamento sino también el Antiguo Testamento, como
hacen los judíos... No tienen ideas diferentes, sino
confiesan todo exactamente como lo proclama la Ley y
a la manera judía –excepto por su creencia en el
Mesías, si se quiere. Porque reconocen tanto la
resurrección de los muertos como la creación divina de
todas las cosas, y declaran que D-s es uno, y que su
Hijo es Yeshúa el Mesías. Están adiestrados finamente
en el hebreo. Porque entre ellos la  Ley completa, los
Profetas, y los ... Escritos ... se leen en hebreo, como
ciertamente se hace entre los judíos. Son diferentes de
los judíos, y diferentes de los cristianos, solamente en
lo que siguen. Están en desacuerdo con los judíos
porque han venido a la fe del Mesías; pero como aún
están dirigidos por la Ley –la circuncisión, el Sábado, y
el resto- no están de acuerdo con los cristianos... no
son nada más que judíos... Tiene la Buena Nueva
según Mateo muy completa en hebreo. Porque es claro
que ellos aún la preservan, en el alfabeto hebreo, como
fue escrita originalmente.
(Epifanio; Panarion 29)

El Judaísmo Nazareno sostiene una creencia en


Yahoshúa como el Mesías. No abandonamos la
identidad, la herencia y la cultura judías para
“convertirnos” a una religión nueva o extranjera. Para
algunos el concepto de judíos que creen en Yeshúa y
practican el judaísmo es una contradicción de términos.
La sabiduría común es que en un lado uno tiene a los
judíos y el judaísmo, y en el otro tiene a los gentiles y
el cristianismo. Sin embargo, en el siglo primero había
literalmente centenares de centenares de judíos
seguidores de Yeshúa (Hechos 2:41, 47; 4:4; 6:7;
9:31; 21:20). Eran celosos por la Toráh (Hechos
15:19-21; 21:17-27), y se reunían en las sinagogas
(Santiago 11; 2:2). La gran pregunta entonces era si
Yahoshúa había venido para los gentiles también
(Hechos 10; Hechos 15). La mayor paradoja en la
historia ocurrió eventualmente, porque hoy día la gente
se cuestiona cómo puede uno seguir a Yeshúa y seguir
siendo judío.

Hoy día buscamos poner a Yahoshúa de vuelta en el


contexto del judaísmo del primer siglo. El Judaísmo
Nazareno es un renacimiento espiritual, un
reavivamiento, un retorno a la fe pura de los nazarenos
del primer siglo. Un retorno al Tanákh y a la raíz del
olivo (Rom.11).

Como nos dice el profeta Jeremiah:

Así dice Yhwh: “Párense por los caminos y busquen y


pregunten por las sendas antiguas, dónde está el buen
camino, y anden en él,    y hallarán reposo para sus
almas...” (Jer. 6:16).
Los Nazarenos se abstienen de llamarse cristianos. El
primer uso del término cristiano fue en Antioquía, entre
los primeros seguidores gentiles de Yahshúa (Hechos
11:26) para describir a los seguidores gentiles de
Yahoshúa. Los Nazarenos son Yahwistas y no se
sienten compelidos a censurar el uso del Nombre (Jer.
23:27). En algunos casos fueron martirizados por
recitar públicamente un derásh [versículo] del Salmo
110:1-2 en el que se usa el Nombre al ligar a Yeshúa
con la mano derecha de Yhwh. Los Nazarenos
reconocen el séptimo día (desde el  viernes al
anochecer hasta el sábado al anochecer) como el
Shabát (Gén. 2:1-3, Exo. 20:8-11; 32:12-17). Todavía
observamos el rito de la circuncisión para los israelitas.
Observamos los Días Santos en Lev. 23, que “han de
celebrarse como estatuto perpetuo por tus
generaciones, en todas tus moradas... para siempre”
((Lev. 23.14, 21, 31, 41).

Juan el Bautista y Qumram

Para trazar el origen de los nazarenos tenemos que


examinar primero la figura de Juan (Yojanán) el
Bautista. Como comienza la Buena Nueva según
Markos:

El principio de la buena nueva de Yeshúa el Mesías,... Juan vino


sumergiendo en el desierto... (Markos 1:1, 4)

Como ha señalado George Howard, “…hubo una secta


de Juan el bautista que existió desde tiempos primitivos
y continuó tal vez por siglos.” (El Evangelio de Mateo
según un Texto Primitivo, por George Howard; 1987;
pág. 205. Véase Hechos 18:5 – 19:7; Justino, Tryfo 80;
Pseudo-Clemente Reconocimientos 1:54-60. Semejante
secta aún existe en Iraq hoy día. Howard también
anotó:

En el Mateo hebreo de Shem Tov, Juan el Inmersor


emerge como una figura mucho más importante que en
el mateo griego. El Mateo griego puede muy bien
representar una corrección posterior a las más
primitivas afirmaciones hechas acerca de Juan el
Bautista en el Mateo hebreo antes de que los
seguidores de Juan el Bautista fueran vistos como una
amenaza al cristianismo de base.” (Ibid)

Una lectura cuidadosa de los Evangelios mostrará que


Juan el bautista tenía sus propios “discípulos” (Juan
1:35) que continuaron como tales, aparte del
movimiento de Yeshúa aun cuando Juan y Yeshúa
habían muerto (Hechos 19:1-3). El sabor de Juan
capítulo uno indica también que Juan no vivía solo en el
desierto, sino que vivía con una comunidad de
seguidores cerca de Betabara (Juan 1:28) un pueblo a
sólo ocho millas de Qumrám.

Ahora bien, una de las más importantes semejanzas


entre Juan el bautista con sus discípulos y la
comunidad de Qumram es muy obviamente la de la
geografía. Como mencionamos, Juan y sus discípulos
residían “en el desierto” cerca de un pueblo a sólo ocho
millas de Qumram. De hecho, las cuevas en las que se
encontraron los rollos están a sólo cinco millas del lugar
en el Jordán donde Juan estaba bautizando. Tanto los
Rollos del mar Muerto como el Nuevo Testamento usan
la frase “en el desierto” (tomada de isa. 40:3) casi
como un nombre propio, para describir esta área. Un
pasaje del NT en particular parecía un misterio hasta el
descubrimiento de los Rollos. Lukas 1:80 dice: “el niño
[Juan el bautista] creía y se fortalecía en espíritu, y
estuvo en el desierto hasta el día de su manifestación a
Israel.” ¿Qué habría de hacer un niño “en el desierto”?
¿Pudo haber sido criado Juan en una comunidad de
Qumram? Una tradición apócrifa que circuló un tiempo
en la iglesia del este puede ofrecer un poco de
discernimiento. El Protoevangelio de Jacobo [Santiago],
que una vez se leía en las iglesias orientales, registra
una tradición  de que al tiempo de la matanza de los
inocentes, Elizabet tomó a su hijo y se fue a las
montañas, y buscó un lugar para esconderlo, y no halló
ningún lugar secreto. Entonces gimió dentro de sí, y
dijo: Oh montaña de Yhwh, recibe a la madre con el
niño. Porque Elizabet no podía subir. Y al instante la
montaña se dividió y los recibió. Y se les apareció como
un ángel (o mensajero) de Yhwh, para preservarlos.” –
Protoevangelion 16:3-8.

Esta tradición pudiera estar preservando una tradición


antigua de que Juan y su madre fueron tomados a
través de una abertura en la montaña (una cueva) y
que un “mensajero de Yhwh” en Qumram los tomó.
Esta posibilidad está fortalecida por el hecho de que
Hugh Schonfield ha mostrado que hay un número de
paralelismos entre el Mateo hebreo de DuTillet y el
Protoeuanguelion, “que no puede ser accidental.” (Un
Texto hebreo del Evangelio de Mateo más antiguo, por
Hugh Schonfield, 1927, ps. 25-30, 40.) Además, Josefo
nos dice que los esenios criaban los hijos de otras
personas (Josefo 2:8:3). Así parece que Juan el
Bautista fue criado en la comunidad de Qumram.

Como levita, y descendiente de Zadok, Juan habría


tenido un lugar prominente en la comunidad de
Qumram, la cual favorecía a los herederos del
sacerdocio. Sin embargo, la vida normal de Juan en
Qumram fue interrumpida cuando “vino la palabra de
Elohim a Juan... en el desierto” (Lukas 3:2). En una
comunidad rígida donde todos tenían un rango y nadie
hablaba fuera de turno, el mensaje de Juan no habría
sido bienvenido. Esto explicaría por qué Juan y sus
discípulos se mudaron a Betabara.

Tanto Mateo como Markos nos dicen que Juan comía


langostas (Mat. 3:4; Mar. 1:6). Por supuesto, se refiere
a los insectos que en Le. 11:20-23 se enumeran como
kashér. Ahora los Rollos del Mar Muerto nos dicen que
la comunidad de Qumram también hacía de las
langostas parte de su dieta. De hecho, los Rollos del
Mar Muerto hasta nos dicen cómo debían cocinarse
(Documento de Damasco, 12:11-15).

Tanto la comunidad de Qumram como Juan citaban Isa.


40:3 como una profecía que predecía su obra (Mat.
3:3; Mar. 1:3; Luk. 3:4; Juan 1:23; Doc. de Dam.
8:12-14; 9:20). Este verso aparece en la mayoría de
los Nuevos testamentos como:

La voz de uno que clama en el desierto: “"Preparen el camino


de YHWH; enderecen en el desierto un camino para nuestro D-s."

Sin embargo, las marcas de cantor en el Texto


Masorético nos da el entendimiento:

La voz de uno que clama: “En el desierto preparen el camino


de YHWH; enderecen en el desierto una senda para nuestro D-s."

Como resultado de su uso de este versículo, tanto Juan


como la comunidad de Qumram se referían a sí mismos
como estando “en el desierto”, y tanto la comunidad de
Qumram como los primeros creyentes en Yahoshúa
llamaban a su movimiento “el Camino.”

Otro fuerte paralelo entre Juan y la comunidad de


Qumram es el de la importancia que se da a la práctica
de la inmersión en agua (bautismo; hebreo: teviláh).
La Toráh requiere un “lavamiento” por la “impureza”
(Lev. 16-18), y la “impureza” puede resultar del pecado
(Lev. 18:1..., por ejemplo). El rey David habló de esta
práctica en el Salmo 51:2, 7. En la comunidad de
Qumram esta práctica a esta práctica se le daba gran
importancia. (Man. De Disc. 3:4f; 5:13; Doc. de Dam.
10:10-13), y ciertamente se consideraba como de alta
prioridad para Juan (Mat. 3:6, 11; Mar. 1:4-5; Luk.
3:2-3; Hech. 19:3-4). Ambos creían que la inmersión
en agua era sólo simbólica de una limpieza mayor de la
impiedad que se realizaba por el rúaj ha-qódesh (Man.
De Disc. 4:12-13).

Una semejanza final entre Juan y la comunidad de


Qumram era que ambos recalcaban que el día del juicio
ardiente se aproximaba eminentemente.

Ahora, habiendo discutido las semejanzas entre Juan el


Bautista y la comunidad de Qumram, notemos las
diferencias. Los esenios siempre vestían ropas blancas
(Josefo 2:8:3), pero Juan vestía ropa de pelos de
camello (Mat. 3:4). En segundo lugar, la comunidad de
Qumram comía sólo alimentos provistos su comunidad,
pero Juan buscaba el suyo (Mat. 3:4). Finalmente, y
más importante, la comunidad de Qumram no era ni
siquiera un poco evangélica. El Manual de Disciplina
manda específicamente a sus adherentes a “sostener
un odio irremisible hacia todos los hombres de mala
reputación... dejarles perseguir la riqueza y la ganancia
mercenaria...” (Man de Dic. 9:21-26). Pero Juan invita
a estos hombres de mala reputación “Arrepiéntanse,
porque el reino de Elohim se ofrece.” (Mat. 3:2). Esta
nueva enseñanza debe de haber sido “la palabra de
Elohim” que Juan recibió en el desierto” (Luk 3:2), ya
que fue más tarde repetida por Yahshúa (Mat. 4:17) y
por los discípulos de Yahshúa  (Mat. 10:7).

Como resultado de la nueva luz que arrojan sobre el


Nuevo testamento los Rollos del Mar Muerto, podemos
ahora concluir que Juan el Bautista se crió en la misma
comunidad que escribió los Rollos del Mar Muerto. Que
la palabra de Elohim vino a Juan, y éste comenzó a
enseñar un mensaje evangélico de arrepentimiento. Un
mensaje que era inaceptable para la comunidad de
Qumram. Ese mensaje probablemente causó un cisma
que resultó en que Juan el Bautista y sus discípulos se
relocalizaran en Betabara, a sólo ocho millas de
Qumram. Este nuevo grupo vino a ser una secta de
Juan el bautista que ha continuado hasta este mismo
día, y que tenía una estrecha relación con el
movimiento mesiánico que rodeó a Yahoshúa.

Yeshúa el Mesías

Yeshúa vino para ser sumergido por Juan en e l


desierto como a la edad de 30 años y fue proclamado
por Juan como el “cordero” de Isaiah 53:7 (Juan 1:29).
Algunos de los estudiantes de Juan se hicieron
estudiantes de Yeshúa (Jn. 1:35-51). Yeshúa entonces
comenzó a proclamar, como ya había proclamado Juan,
“Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se
ofrece”(Mat. 3:17). Más tarde envió a sus doce
estudiantes con la misma proclamación (Mat. 10).

Yahshúa, sin embargo, difería un poco de Juan (Mat.


11:18-19), Mientras Juan era primariamente de un
trasfondo esenio, la enseñanza de Yahshúa era
esencialmente farisea. Yahshúa apoyó ampliamente el
movimiento fariseo cuando dijo:

Los escribas y los fariseos se sientan en la cátedra de Moisés. Por


tanto, todo lo que ellos les digan que observen, obsérvenlo y
háganlo...”  (Mat. 23:2-3)

No solamente la enseñanza de Yahshúa era


esencialmente farisea, sino que en gran medida seguía
la de la escuela de Hilél más bien que la de la escuela
de Shamáy. Por ejemplo, la famosa “regla de oro” de
Yahshúa:

Todo lo que ustedes quieran que los hombres hagan con ustedes,
háganlo ustedes por ellos, porque esto es la Toráh y los
Profetas. (Mt. 7:12)

Lee muy semejante a la famosa afirmación de Hilél:

Lo que sea odioso para ti, no se lo hagas a tu prójimo; esa es toda la


Toráh... (b. Shabbat 31a)
A pesar del hecho de que la enseñanza de Yahshúa
concordaba ampliamente con la de la Escuela Farisea
de Hilél, hubo ocasiones en que las enseñanzas de
Yahshúa concordaban con la Escuela de Shamáy contra
la Escuela de Hilél. Un ejemplo importante de esto es el
asunto del divorcio, donde Yahshúa concordó con
Shamáy contra Hilél (Mat. 5:31-32 y M. Guitín 9:10).

Hubo también ocasiones en las que las enseñanzas de


Yahshúa concordaban con las de los esenios contra las
de los fariseos. Un ejemplo es en el asunto de los
juramentos (Compare Mat. 5:33-37 con Documento de
Damasco –Gueniza A; Columna, 15; Líneas 1-3).

Jacobo (Santiago) el Justo

Otra figura importante para los Nazarenos fue la de


Jacobo (Yaaqóv HaTzadík). Tras la muerte de Yahshúa,
los Nazarenos reconocieron a  su hermano Jacobo el
Justo como heredero legal del trono de David. Por esta
razón los Nazarenos reconocieron a Jacobo el justo
como el Nasi del Sanhedrín Nazareno (Hechos 15).

Es muy probable que Jacobo el Justo tuviera


estudiantes propios, y que su movimiento se uniera con
el movimiento de Yahshúa tras la muerte de Yahshúa.
Esto es evidente porque hay escasamente mención de
Jacobo el Justo anterior a la muerte de Yahshúa, sin
embargo muy poco después él vino a ser el líder del
movimiento Nazareno (Hechos 12:17; 15:13-29;
21:18-26 y Gál 1:19; Historia Eclesiástica de Eusebio
2:23). Según la Buena Nueva de Tomás, fue Yahshúa
mismo quien nombró a Jacobo el Justo como su nuevo
líder:

Los estudiantes le dijeron a Yahshúa: “Sabemos que tú nos dejarás.


¿Quién va  a ser nuestro líder entonces?” Yahshúa les dio: “No
importa dónde ustedes residan, deben ir donde Jacobo el Justo, por
cuya causa vinieron a ser los cielos y la tierra."  (La Buena Nueva de
Tomás, dicho 12)
La Buena Nueva según los hebreos relata lo siguiente
concerniente a Jacobo el Justo:

Ahora bien, el Maestro, cuando hubo dado la ropa de lino al siervo


de sacerdote, fue donde Jacobo y se le apareció (porque Jacobo
había jurado que no comería pan desde aquella hora en que había
bebido de la copa del maestro hasta que viera resucitado de entre los
que duermen), y de nuevo después de poco: “Traigan –dijo el
Maestro-una mesa y pan", e inmediatamente se añade: “Él tomó pan
y bendijo y partió y dio a Jacobo el Justo y le dijo: “Mi hermano,
come tu pan, porque el Hijo del Hombre ha resucitado de entre los
que duermen” (Citado por Jerónimo; De los Hombres Ilustres, 2)

Este es probablemente el evento al que Pablo hace


referencia en 1 Cor. 15:7 y probablemente tuvo un
efecto profundo en Jacobo.

El historiador Nazareno Hegesipo (c. 180 E.C.) es citado por Eusebio


(siglo 4) como describiendo a Jacobo el Justo de esta manera:

Pero Jacobo, el hermano del Maestro, quien, como había muchos con
su nombre, todos lo apellidaban el Justo, desde los días de nuestro
maestro hasta ahora, recibió el gobierno de la asamblea con los
emisarios Este emisario fue consagrado desde el vientre de su madre.
No bebía ni vino ni licores fermentados, y se abstenía de alimento
animal. Nunca pasó navaja sobre su cabeza, nunca se ungió con
aceite, y nunca usó un baño. Sólo a él se le permitía entrar en el
santuario. Nunca vistió lana, sino ropas de lino. Tenía el hábito de
entrar en el Templo solo, y a menudo se le halló sobre sus rodillas, e
intercediendo por el perdón de su pueblo; de manera que sus rodillas
se pusieron tan duras como las de un camello, en consecuencia de su
habitual súplica y arrodillarse delante de Elohim. Y ciertamente, a
causa de su inmensamente grande piedad, fue llamado el Justo, y
Oblias (o Tzdík y Ozleam) que significa justicia y protección del
pueblo; como declaran los profetas acerca de él.
 (Hegesipo en el quinto libro de sus comentarios [perdidos], citado por
Eusebio; Hist. Ecl. 2:23)

Jacobo el Justo era muy popular entre la comunidad


judía en general. Bajo su influencia el movimiento
Nazareno creció hasta su muerte en el año 63 E.C.,
como pasa a decir Hegesipo:

Algunos de las siete sectas, que mencioné arriba en los


comentarios, le preguntaron cuál era la puerta hacia
Yahshúa, y él respondió: “Que él era el Salvador,” Por
lo cual algunos creyeron que Yahshúa es el Mesías.
Pero las herejías antes mencionadas no creían en una
resurrección, o que él va a venir a dar a cada uno
según sus obras, como sin embargo creían por causa
de Jacobo el Justo. Como había muchos pues de los
gobernantes que creían, se levantó un tumulto entre
los judíos, Escribas y fariseos, diciendo que había
peligro, que el pueblo ahora esperaría a Yahshúa como
el Mesías. Por tanto vinieron juntos, y le dijeron a
Jacobo: “Te advertimos, restringe al pueblo, los cuales
son extraviados tras Yahshúa, como si él fuera el
Mesías. Te advertimos que persuadas a todos los que
vengan a la fiesta de la Pascua de manera correcta
concerniente a Yahshúa; porque todos tenemos
confianza en ti. Porque nosotros y todo el pueblo oímos
el testimonio de que tú eres justo, y tú no haces
acepción de personas. Persuade pues al pueblo a que
no se dejen extraviar por Yahshúa, porque nosotros y
todo el pueblo tenemos confianza en ti. Párate pues en
un ala del Templo, para que te veas en lo alto, y tus
palabras puedan ser oídas fácilmente por todo pueblo;
porque todas las tribus se han reunido por causa de la
Pascua, con algunos de los gentiles también” Los
susodichos Escribas y Fariseos, pues, pusieron a Jacobo
sobre un ala del Templo, y le gritaron: “Oye, hombre
justo, a quien todos debemos creer, siendo que el
pueblo ha sido extraviado tras Yahshúa el que fue
crucificado, decláranos cuál es la puerta a yahshúa el
que fue crucificado.”    Y él respondió a gran voz: “¿Por
qué me preguntan con respecto a Yahshúa el Hijo del
Hombre? Él está ahora sentado en los cielos, a la
diestra del Gran Poder, y está para venir en las nubes
del cielo.” (Sal. 110:1 y Dan. 7:13). Y como muchos
fueron confirmados y glorificados en este testimonio de
Jacobo, y decían unos a otros. “Hemos hecho mal al
proveer para ese testimonio sobre Yahshúa, pero
subamos allá y arrojémoslo abajo, para que ellos
teman creer en él.” Y ellos gritaron: “Oh, oh, el Justo
mismo está engañado,” y cumplieron lo que está
escrito en Isaiah: Tomemos al justo, porque es
ofensivo para nosotros; por tanto comerán el fruto de
sus obras. (Is. 3:10)

Subiendo pues, arrojaron a bajo al justo, diciéndose unos a otros:


“Lapidemos a Jacobo el Justo.” Y comenzaron a lapidarlo, y como
no murió inmediatamente cuando lo arrojaron abajo, sino que
volviéndose, se arrodilló diciendo: “te ruego, oh Yhwh Elohim y
Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” Así que estaban
apedreándolo, cuando uno de los sacerdotes de los hijos de Rejéb,
hijo de los recabitas, mencionado por el profeta Jeremiah, clamó
diciendo. “Dejen lo que están haciendo. Justo está orando por
ustedes.” Y uno de ellos, mayor, destrozó el cerebro de Justo con el
palo que usaba para golpear la ropa. Así sufrió el martirio, y lo
sepultaron en el lugar donde su lápida está todavía, junto al templo.
Vino a ser un fiel testigo, tanto para los judíos como para los griegos,
de que Yahshúa es el Mesías. Inmediatamente después de esto,
Vespasiano invadió y tomo a Judea.
(Hegesipo según lo citó Eusebio, Hist. Ecl. 2:23)

Josefo también registra la muerte de Jacobo el Justo de


esta manera.

Festo ya estaba muerto, y Albinus estaba de camino; así que él


[Ananus el sumo Sacerdote] reunió al Sanhedrín de los jueces, y trajo
delante de él al hermano de Yeshúa, a quien llamaban el Mesías,
cuyo nombre era Jacobo, y algunos otros, [o algunos de sus
compañeros], y cuando hubo formulado una acusación contra ellos
como violadores de la ley, los entregó para ser apedreados: pero en
cuanto a aquellos que parecían ser los más equitativos de los
ciudadanos, y los que estaban más inquietos en la brecha de las leyes,
les disgustó lo que se hizo.
 (Josefo; Antigüedades 20:9:1)
Según Eusebio, su versión de las obras de Josefo
contenía lo siguiente en relación con la destrucción de
Jerusalem y el Templo en el 70 E.C.:

Estas cosas les sucedieron a los judíos para vengar a Jacobo el Justo,
que era hermano de aquel a quien llaman el Mesías, y a quien los
judíos habían matado, no empece a su pre-eminente justicia.
 (Josefo según los  cita Eusebio; Hist. Ecl. 2:23)

Pablo el Fariseo

Otra importante figura del los antiguos Nazarenos fue


Pablo. Pablo era un gran líder de los Nazarenos (Hechos
24:5). Pablo era de trasfondo fariseo (Hechos 23:6) y
había sido estudiante de Gamaliél (He. 22:3) el nieto
de Hilél. Pablo era al principio enemigo del movimiento
Nazareno, sin embargo después de su visión camino a
Damasco, vino a ser un gran líder del movimiento.

Pedro nos dice que los escritos de Pablo son “difíciles


de entender” (2Ped. 3:15-16). Pablo sabía que sus
enseñanzas estaban siendo torcidas y que lo habían
entendido mal como si él estuviera enseñando contra la
Toráh (Rom. 3:8; 6:1-2, 15). Pablo se esforzó mucho
para probar que eso no era cierto (He. 21:20-26).

70 E.C. La Coalición se Divide

El 70 E.C. fue un año muy importante para los


Nazarenos. En ese año los romanos pusieron asecho a
Jerusalem y después de cinco meses, invadieron la
ciudad. Este evento tuvo muchos efectos profundos
sobre los Nazarenos.

Cuando la ciudad quedó bajo asedio, los Nazarenos


recordaron las palabras de Yeshúa:

Y cuando vean a Jerusalem rodeada de ejércitos, sepan que su


desolación está cerca. Entonces los que estén en Judea huyan a las
montañas. (Lukas 21:20-21ª)
Los Nazarenos hicieron caso de esas palabras y
huyeron a Pela, muy probablemente morando en las
cuevas del desierto en las afueras de Pela. Es probable
que los fariseos y otros judíos resentían que los
Nazarenos huyeran a Pela como un acto de cobardía.

La huida a Pela en sí misma tuvo también un profundo


efecto sobre los Nazarenos. Una gran confusión resultó
y la coalición se desmembró. Fue en Pela donde los
Ebionitas emergieron primero como una secta
separada.

El 90 E. C.  Arrojados de las Sinagogas

En el 90 E. C. Samuel el menor fue comisionado a


añadir lo que vino a llamarse la Birkát HaMiním a las
dieciocho bendiciones de la Amidáh. El Talmud registra
este evento de esta manera:

Nuestros Rabinos enseñaron: Siméon ha-Pakulí arregló las dieciocho


bendiciones en orden delante de Rabán Gamaliel en Yabnéh. Dijo
Rabán Gamaliel a los Sabios: “¿Puede alguno entre ustedes formar
una bendición relativa a los Miním?” Samuel el menor se levantó y la
compuso.
 (b. Berakot 29a)

La Birkat haMinim como aparece hoy día dice:

Y para los calumniadores que no haya esperanza, y que


toda iniquidad perezca como en un momento; que
todos tus enemigos sean pronto cortados, y el dominio
de la arrogancia lo desarraigues y lo aplastes, lo
arrojes y lo humilles prontamente en nuestros días.
Bendito eres tú, Se-r, que quebrantas a los enemigos y
humillas a los arrogantes.

Sin embargo, una antigua copia de la Birkat haMinim


hallada en la Guenizá del cairo dice:

Para los renegados no haya esperanza, y que el reino


arrogante sea pronto desarraigado en nuestros días, y
que los Nazarenos y los Miním perezcan como en un
momento y sean borrados del Libro de la vida y que no
sean inscritos con los justos. Bendito eres tú, oh Se-r,
que humillas a los arrogantes.

Esta bendición estaba en forma de una maldición sobre


los Nazarenos que tendría el efecto de arrojarlos de las
sinagogas (Jn. 16:2, siendo que de los nazarenos que
asistían se esperaba que recitaran una maldición contra
ellos mismos.

El 132 E. C.  La Revuelta de Bar Kokhbá

En el 132 E.C. comenzó una segunda revuelta judía


contra Roma. El Emperador Adriano prohibió la
circuncisión. En reacción los judíos, los nazarenos, y los
fariseos por igual, tomaron las armas. Durante la
revuelta Akiva, un Rabino fariseo prominente de ese
tiempo, declaró que el general judío conocido como Bar
Kosiba era el Mesías. A Bar Kosiba se le cambió el
nombre a Bar Kojbá (hijo de la estrella) y fue declarado
el mesías basados en Núm. 24:17. Los Nazarenos no
podían aceptar a Bar Kokhba como el Mesías y así
abandonaron el ejército. De ese tiempo en adelante a
los Nazarenos se los etiquetó como "meshumed"
(traidores). Aunque los fariseos más tarde admitieron
que Bar Kokhba no era el Mesías, continuó su
resentimiento hacia los Nazarenos por negarse a
seguirlo.

Después que los romanos derrotaron a  los judíos cerca


del 132 E. C. Yehudá el último de los Nasim Nazarenos
registrados fue exiliado con el resto de los judíos de
Jerusalem. Un cristiano gentil llamado Markus fue
hecho obispo de Jerusalem en su lugar.

El Concilio de Nicea

En el 325 E. C. un gentil pagano llamado Constantino


conquistó a Roma y se hizo emperador. Constantino,
aunque era pagano, declaró que el cristianismo era la
religión católica (latín: universal), haciendo así al
cristianismo la religión obligada del imperio romano.
Constantino, quien era un anti-semita, convocó el
Concilio de Nicea en el 325 E. C. para estandarizar el
cristianismo. Los Nazarenos fueron excluidos de la
reunión. La s prácticas judías fueron prohibidas. Por
primera vez el cristianismo gentil etiquetó oficialmente
a los Nazarenos como apóstatas. De ese tiempo en
adelante los Nazarenos comenzaron a aparecer en los
catálogos de movimientos apóstatas (el primero de
estos en incluir a los Nazarenos fue el “panarion2 de
Epifanio (alrededor del 370 C.E.).

La Asimilación

Para el siglo cuatro los Nazarenos tenían comunidades


en Beorea cerca de Colesiria, en la Decápolis cerca de
Pela, y en Bashanitis en el lugar llamado Kokhba.
(Epifanio; Pan. 29). Sin embargo, los Nazarenos para
ese tiempo eran una secta pequeña que Epifanio
describió como "pequeña como un insecto." (Ibid)

Según una tradición preservada por los cristianos


asirios, conocidos como los nestorianos, estos
Nazarenos escaparon del imperio romano hacia el
Imperio Parto, hacia el este. Allí se asimilaron en la
Iglesia Nestoriana del Este, hallando fraternidad con
sus pares semitas asirios, o fueron eliminados por el
surgimiento del Islam.

Hoy día muchos de nosotros estamos trabajando por


reconstruir la antigua secta del Judaísmo Nazareno.

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