Sociales 11 - Contractualismo
Sociales 11 - Contractualismo
Sociales 11 - Contractualismo
El contractualismo
Es una corriente del derecho y de la filosofía política que plantea que las sociedades se
originaron a partir de un contrato primigenio (es decir, el primer contrato de todos). En él se
ofrecía el establecimiento de leyes a cambio de limitar las libertades individuales.
En otras palabras, las personas limitaron su libertad con el fin de obtener leyes que
mantuvieran el orden social y garantizaran la supervivencia de la especie humana. A partir de
esta premisa se pudo construir el concepto de Estado, que se trata de una organización
política que controla y dirige la forma de vida en un territorio determinado.
El Estado como entidad política ha tenido sus cambios a lo largo de la historia; por ejemplo,
anteriormente el Estado estaba encabezado por un rey y los habitantes no tenían derecho al
voto. En cambio, actualmente las personas pueden elegir a sus representantes mediante el
voto, aunque existen países que todavía conservan su monarquía.
A pesar de que la organización del Estado puede cambiar (es distinta en cada país y
evoluciona con el tiempo), los contractualistas defienden que el orden social se sigue rigiendo
por el contrato primigenio, ya que las personas siguen renunciando a ciertas libertades para
acatar las leyes que mantienen el funcionamiento del mundo.
Por ejemplo: cuando una persona adquiere un automóvil, se compromete a cumplir las leyes
de tránsito que están impuestas en su región. Por lo tanto, dicha persona no puede conducir
de la forma que desee, pues tiene que respetar los carteles y los semáforos.
Como se puede apreciar, esta persona renunció a conducir su vehículo de manera arbitraria
(es decir, sin seguir el reglamento) con la finalidad de mantener el orden social. Esto sucede
en todos los países y en cualquier aspecto de la vida; los seres humanos aceptan cumplir las
normas impuestas por el Estado para poder convivir de forma civilizada. Esta aceptación de
las leyes es el contrato implícito que defienden los contractualistas.
También se consideraba que las personas eran de tal forma por su naturaleza; por ejemplo,
Aristóteles creía que los esclavos lo eran porque ese era su estado natural; lo mismo sucedía
con los nobles y con la gente común.
Desde mucho antes del XVII las personas ya se habían empezado a cuestionar sobre el
origen de este orden social; así se aprecia en los sofistas, unos filósofos griegos que
consideraban que todo era relativo y que las normas eran convenciones impuestas por las
personas. Sin embargo, fue a partir de la modernidad que este cuestionamiento sobre las
figuras de poder alcanzó más popularidad.
https://www.lifeder.com/contractualismo/
Con sus teorías, los contractualistas pretenden llevar a cabo una racionalización del estado y
un análisis crítico sobre el poder y legitimidad. El Estado no tendría un origen natural o divino,
por lo que la obediencia no sería algo natural ni necesario. El estado debería entenderse,
desde esta interpretación, como un acuerdo o contrato entre las personas que conforman una
sociedad.
http://agrega.juntadeandalucia.es/repositorio/20122016/57/es-
an_2016122012_9110203/4_el_contractualismo_hobbes_locke_rousseau_y_montesquieu.html
Esta concepción del contrato social y de los derechos civiles, políticos y sociales tenía una
fuerte impronta igualitaria. No en vano su fundamento, el cemento que hacía posible su
exigibilidad, era la noción de fraternidad. Concebida también como metáfora conceptual, la
fraternidad republicana animaba un programa emancipatorio dirigido a remover las jerarquías
en diferentes ámbitos y esferas sociales y a generar relaciones tendencialmente horizontales.
Se proyectaba, desde luego, sobre la esfera política, pero también sobre la económica.
Sobre la esfera pública, pero también sobre la doméstica, como bien advirtieron las mujeres
que animaron los clubes revolucionarios, como Pauline Léon o Claire Lecombe, o la
republicana inglesa Mary Wollstonecraft, quien en 1792 lo plasmó en su ensayo Vindicación
de los derechos de la mujer. Es más, el impulso de la fraternidad era capaz incluso de
trascender las fronteras. Esto permitió a los rebeldes negros encabezados por Toussaint
L’Ouverture enarbolar la Declaración de derechos del Hombre y del Ciudadano 1789 en sus
luchas por la independencia de lo que sería Haití. Y obligó al propio Robespierre a señalar
que en coherencia había que admitir que se perdieran las colonias, antes de que se
resignaran los principios inspiradores de la revolución.
https://argitalpen.ararteko.eus/index.php?leng=cast&id_l=58&id_a=2050
ACTIVIDAD
Leer el texto, consignar en su cuaderno lo que este subrayado, es obligatorio firmar cada página de su
trabajo con su nombre, como participar activamente en las reuniones, para obtener valoración.
Complete el cuadro con los conceptos que están debajo. (no deben repetirse ni sobrarle)