Caracas, 30 de enero de 2021

FUNDACIÓN MUSEOS NACIONALES

Galería de Arte Nacional

Proyecto expositivo:

Armando Reverón y Nicolás Ferdinandov. Universos

encantatorios. A los 100 años de la fundación de El Castillete

Proyecto elaborado por:

Félix Hernández

Investigador especialista

Galería de Arte Nacional

Cronología comentada por:

Lic. Coromoto Ramírez

Editora

Introducción
 Con la desaparición física de El Castillete, y de las instalaciones que lo
elevaron a la dignidad de museo, tras la tragedia natural que sacudió al Estado
Vargas en diciembre de 1999, Venezuela perdió un icono arquitectónico y foco
cultural de profundo arraigo en el Litoral Central. La destrucción física de este
importante patrimonio no debería implicar su desaparición en la memoria
colectiva, ni la negación a futuras generaciones del simbolismo que representó.
Rehabilitar la memoria de este espacio poético y concientizar a la población acerca
de su importancia y trascendencia en la historia de las artes plásticas venezolanas,
así como del papel socio-cultural que jugó tanto en el ámbito regional como
nacional, posibilitaría la generación de proyectos basados en este legado, a la vez
que apoyar los que ya están construyéndose en la actualidad. La exposición:
Armando Reverón y Nicolás Ferdinandov. Universos encantatorios. A los 100
años de la fundación de El Castillete, pretende el análisis e interpretación de un
segmento de la vida y obra del artista poco considerado en las propuestas
expositivas y los proyectos editoriales que sobre él se han hecho hasta el momento.
Lo anterior contribuiría con dotar de nuevas perspectivas a los estudios e
investigaciones acerca del Pintor de Macuto, así como el aportar un mayor rigor a
las iniciativas que en el Estado Vargas se vienen adelantando para exaltar la
memoria del espacio de El Castillete, lo que agregaría valores y sentidos a la
reactivación socio-cultural de este sitio, tal y como en estos momentos se está
plateando. En tal sentido, por el carácter social de este tema, diversas instituciones
públicas y privadas, además de personalidades allegadas en el tema se han
mostrado interesadas en el patrocinio de esta línea de investigación y en el
desarrollo de iniciativas que posibiliten rescatar el sitio de El Castillete, aspectos
que con seguridad lo tornará en epicentro de futuros debates.

Conceptualización de la propuesta

La obra de Armando Reverón constituye un capítulo sublime y excepcional

dentro de la historia de las artes plásticas venezolanas, especialmente referido al
nacimiento de nuestra modernidad estética; una modernidad que en el caso de
Reverón se muestra a contracorriente con el concepto de progreso y desarrollo
socio-político y cultural que implica él término. Debido a las condiciones creadoras
que asumió Armando Reverón, alejada del mundanal ruido citadino y sus
tentaciones cosmopolitas, por los materiales y herramientas que privilegió, pobres
y sin pretensiones, así como por su propuesta de trabajo, la cual se concretó no sólo
en su pintura, sino también en un objetuario fantástico, mágico y sin igual en
nuestra nación y en el acomodo de su morada-taller El Castillete; esta modernidad
es vivenciada por el artífice no sólo en los márgenes de su influencia cultural, sino
también contraviniendo parte de sus principios estéticos. Además, su significado y
simbolismo que se adelanta a ciertos resultados o logros de vanguardias de su
momento o aún posteriores a él lo tornan una experiencia estética de avanzada,
anunciado de hecho y por el entusiasmo que generó como el preámbulo de las
discusiones de las vanguardias venezolanas a partir de mediados de los años
cincuenta. En todo caso, por diversas razones estas facultades y características
dificultan compararlo y clasificarlo con toda precisión y obligan a verlo como un
artista fuera de serie, lo que promete seguir enriqueciendo el “fenómeno” estético-
cultural que representa.

En función de lo expresado, el acomodo de su morada-refugio-taller, El

Castillete, devino en lugar mágico y espacio de revelaciones sublimes para con su
vida y obra. En todo caso, es en este sitio que Reverón logró una especial condición
estética bañada por el éxtasis, impregnada de sensual olor a costa y enceguecida
por la incandescencia de la luz tropical en un medio que, favoreciendo la “pobreza
y el despojo”, le permitió renacer en una condición otra desde la cual crearía “una
pintura auténticamente venezolana”, una poetización artística de su existencia
cotidiana sin parangón para ese momento en la nación y quizás, también, en
Latinoamérica, siendo además este espacio el epicentro de lo mejor de su
producción plástica.

En ese sentido, la crónica del momento nos comenta que la decisión de

retirarse a los parajes solitarios de Macuto por parte de Reverón estuvo mediada
por la psicología e ideales estéticos del artista ruso Nicolás Ferdinandov, quien
desde que llegó a Venezuela ejerció una especial influencia en el espíritu y la
sensibilidad de Armando Reverón, en especial con respecto al compromiso estético
como paradigma de vida y obra. Es por ello que, el foco de atención de la
propuesta expositiva está centrado en los universos estéticos, ideales y vivencias
encantatorias de ambos artistas, lo que permitirá generar el ambiente idóneo para
seguir pensando esta relación y el impacto que tuvo en ambos personajes la mutua
retroalimentación utópico-estética llevada a cabo hasta el fin de sus días.

En efecto, dentro de la historiografía y la crónica del momento que comenta

la vida de Armando Reverón se encuentran pasajes que hablan de la estrecha
amistad e influencia que en él ejerció el artista ruso Nicolás Ferdinandov, en
especial sobre la personalidad del “pintor de la luz”, quien encontró su particular
visión de la esplendente luminosidad del Litoral Central en su entrañable Macuto
en 1921, producto de las recomendaciones que le diera Ferdinandov. Pues bien,
esta influencia no se refleja tanto en la obra de Reverón, pero si en su forma de
abordar el hecho creativo y en su preocupación por hacerse de un espacio vital en
el que pudiera establecer su propia cosmogonía. Por ello, se dice que la decisión de
Reverón de apartarse del mundanal ruido citadino y establecer su universo
encantatorio lejos de la civilización viene de ciertas recomendaciones que le hiciese
en su momento Ferdinandov, quien le expresaría que la soledad, el recogimiento y
la dedicación exclusiva era asuntos vitales para desarrollar obra verdadera. Por
ello y junto a Ferdinandov, Reverón recorrería el litoral central hasta dar con el
rancherío donde empezó la construcción de su morada, vivienda y taller, El
Castillete.
 Por su parte, el pintor ruso, poseedor de una personalidad plena de
vitalidad y un pensamiento llamado a las utopías, se abocó a la realización de
proyectos, estudios y trabajos artísticos en los que se reflejaba una cosmogonía que
rozaba con la ficción en términos de los asuntos técnicos y tecnológicos que
propuso. La muestra: Armando Reverón y Nicolás Ferdinandov. Universos
encantatorios. A los 100 años de la fundación de El Castillete, conmemora la fecha
en que Reverón comienza la construcción de lo que luego devendrá como “El
Castillete”, Por lo expresado, con el proyecto expositivo: Armando Reverón y
Nicolás Ferdinandov. Universos encantatorios. A los 100 años de la fundación de
El Castillete, se espera lograr una mayor comprensión de la vida y obra de
Armando Reverón, ubicando para este cometido a El Castillete dentro de una
óptica de importancia creciente en cuanto a la revalorización de su propuesta
artística, desde un discurso museográfico que permita aportar sentidos y preservar
la memoria sobre esta extinta edificación, hoy convertida en epicentro creciente de
interés para un amplio sector de la nación que busca su reconstrucción.

Objetivo general

Generar ámbitos para el estudio del arte venezolano a partir de la colección de la

Fundación Museos Nacionales

Objetivos específicos

Describir los elementos que permitirían considerar a El Castillete de Armando

Reverón como una obra más dentro de la propuesta artística global del autor

Analizar el significado y simbolismo de las múltiples interrelaciones que se

establecen entre pintura, objetuario, cotidianidad performática y El Castillete en la
producción del artista

Analizar la influencia de Nicolás Ferdinandov en la decisión de Armando Reverón

de aislarse en Macuto para “realizar obra verdadera”

Justificación

La Galería de Arte Nacional es la institución rectora en materia de todo

aquello que involucra al arte hecho por artistas venezolanos o aquellos extranjeros
que hayan realizado obra en o sobre la nación. En su numerosa colección se
resguardan obras de todos los tiempos, entre las que destaca la más importante
colección de uno de los artistas emblemáticos del país: Armando Reverón. La obra
de Armando Reverón constituye un capítulo sublime y excepcional dentro de la
historia de las artes plásticas venezolanas, especialmente referido a nuestra
modernidad artística. Del artista se ha escrito una numerosa literatura, se han
hecho múltiples exposiciones, realizado documentales y películas, compuesto
canciones, coreografía para danza, puestas en escenas para el teatro y aun así la
relación que estableció entre vida y obra sigue generando un rico caudal de
interpretaciones, emociones y sentimientos, hasta convertirlo en el artista más
emblemático en el sentir de nuestro pueblo. Un pueblo que no deja de comentar y
exigir la presencia de la obra de Reverón y sus diversos abordajes en los espacios
de la Galería de Ate Nacional, lo que incluye el reclamo de un espacio estable para
la exhibición de su legado en la institución, como costa en los libros de visitas a
sala que archiva la GAN. Es por lo comentado que, la GAN viene configurando un
espacio permanente para la exhibición de todo lo relacionado con el pintor de
Macuto, como parte del esfuerzo por comprender su legado y ese sentimiento que
ha despertado en el imaginario de la nación. La promoción y logro del patrocinio
de la Sala Armando Reverón (sede Galería de Arte Nacional), es un proyecto que
viene ventilándose desde hace décadas a raíz de las ofertas que han ventilado
instituciones públicas como PDVSA La Estancia, el Banco Central de Venezuela y
algunos entes privados con interés en el tema, aspectos que aún están por
concretarse debido a la dinámica misma de la gestión de patrocinios y a la actual
condición socio-político y económica que atraviesa la nación.

Guion museológico de la muestra

El Castillete de Armando Reverón fue convirtiéndose a lo largo del tiempo

en un lugar para la autorrealización del artista y un espacio para probar toda
suerte de ritos que permitieran al “Solitario de Macuto” crear las condiciones para
transgredir la existencia normatizada de una sociedad que ingresaba recién en la
vía a la modernidad. Dentro de los límites del este espacio Reverón creó toda una
instalación mágica, un microcosmo desde el que “El Mago de la Luz” se insufló de
vitalidad, energía y éxtasis, en otras palabras, se hizo de la propicia exaltación
místico-espiritual y la idónea escenografía transformadora para la realización de
una obra única y sin igual para aquel momento en la nación y para preparar el
cambio que operaría en adelante dentro de su espiritualidad y misticismo. Por ello,
analizar la obra de este artista requiere poder integrarla a su lugar, es decir a El
Castillete y a la costa del Litoral Central, como fundamentos desde los cuales su
pintura, su objetuario y su cotidianidad, hecha performance, se erigen como
poética.

A partir de estas ideas la muestra: Armando Reverón y Nicolás

Ferdinandov. Universos encantatorios. A los 100 años de la fundación de El
Castillete, pretende exaltar la idea de que todo lo mejor de la obra de Armando
Reverón es inconcebible sin la presencia de este espacio simbólico. Así en su
pintura quedará inmortalizado El Castillete, el objetuario reveroniano completarán
los significados de su empeño estético en el sitio y su actitud performática al
interior de estos límites abrirá una perspectiva que lo proyectará como adelantado
en esta práctica, que merece un análisis aún poco explorado.

La exposición: Armando Reverón y Nicolás Ferdinandov. Universos

encantatorios. A los 100 años de la fundación de El Castillete, pondrá en escena
situaciones, documentos, objetos, pinturas, fotografías y otros dispositivos que en
conjunto se convertirían en un laboratorio idóneo para el análisis e interpretación
de un segmento de la obra del artista poco considerada en las propuestas
expositivas y los proyectos editoriales que sobre él se han hecho hasta el momento
y, del mismo modo, contribuiría con dotar de mayor rigor a todas aquellas
iniciativas que en el Estado Vargas se vienen adelantando para exaltar su memoria,
lo que agregaría valores a la reactivación socio-cultural del sitio de El Castillete, tal
y como en estos momentos se está plateando.

La muestra: Armando Reverón y Nicolás Ferdinandov. Universos

encantatorios. A los 100 años de la fundación de El Castillete, es una exposición
temática referida a la extinta casa-taller y refugio del maestro Armando Reverón,
en la cual se exhibirán objetos estéticos y utilitarios del artista, una selección de
piezas bidimensionales (pinturas y dibujos) con especial referencia al lugar de El
Castillete y a la costa del Litoral Central, fotografías sobre este espacio realizadas
por Alfredo Boulton, Ricardo Razzetti, Victoriano de los Ríos y Graciano
Gazparini, catálogos y otras publicaciones específicamente dedicados a El
Castillete; además de tres películas en formato de vídeo de los autores: Margot
Benacerraf, Roberto Lucca y Edgar Anzola que tratan la vida y obra de Reverón y
muestran su cotidianidad en El Castillete y otros documento (facturas, bocetos de
escenografía teatral, cartas, entre otros) bajo un concepto instalativo que incluye
dispositivos suedo–arquitectónicos (gigantografía transitable a escala sobre planos
de El Castillete), ploterss digitales, textos de sala y de presentación de la
exposición, además de una hoja de sala con una breve cronología resumida de la
historia de El Castillete y un catálogo sobre este espacio y su significado en la vida
y obra de Armando Reverón. Todos los aspectos anteriormente señalados
pretenden ser mostrados bajo una estética a manera de ambientación, que trata de
emparentar este concepto con el espacio instalado que significó El Castillete.

Así, por ejemplo, las situaciones, objetos, pinturas y el mismo Castillete

serán parangonados con fotografías y vídeos en los que se muestra a Armando
Reverón cercano o concibiendo estos objetos estéticos; del mismo modo el sitio de
El Castillete se comparará con pinturas realizadas por el artista sobre este espacio,
de las cuales la GAN posee dos ejemplares en los que se observa su evolución y
desarrollo. De los alrededores de El Castillete y parajes costeros la institución
posee alrededor de diez pinturas, además de fotografías de época, lo que quedará
documentado a través de los vídeos y fotografías antes comentados. Todos estos
dispositivos pueden ser vistos como un laboratorio en el que inspirarse para la
reconstrucción en el imaginario de la nación del simbolismo, significado y estética
de El Castillete.
 Sobre la obra de Nicolás Ferdinandov se reservará un espacio que precedido
por el retrato que le realizaría Armando Reverón se generará un agrupamiento al
estilo de las rotondas o gabinete de anticuarios en el que se presentará buena parte
de los proyectos, bocetos y pinturas del artista en los que se percibe su esfuerzo
por la generación de un imaginario y una cosmogonía que en términos de lo
encantatorio y lo fantástico pueda generar vínculos estético-afectivos que refieran a
la influencia que ejerció El Ruso con respecto a los modos de vida, la producción y
el universo encantatorio y fantástico de Armando Reverón.

Entre los equipos y materiales que se requieren cabe destacar: dos vitrinas
con cúpula, televisor de 40 pulgadas, dvd, gigantografías transitables, rotulación
en vinil autoadhesivo (un texto de presentación de 30 líneas, tres textos de sala de
aproximadamente 10 línea, título de la muestra y una breve cronología de El
Castillete). Se tiene previsto la realización de un catálogo de aproximadamente 30
páginas, contentivo de un texto de presentación por parte de la FMN-GAN, un
texto curatorial de diez cuartillas, una cronología comentada e ilustrada de cinco
cuartillas, además de aproximadamente unas quince imágenes a color y veinte
imágenes en blanco y negro de piezas de la colección FMN-GAN.

Fecha tentativa de inauguración, 10 de mayo día del nacimiento de Armando

Reverón y día del artista plástico nacional.

Cronología comentada de El Castillete.

1916. Llegada del pintor rumano Samys Mützner y del ruso Nicolás Ferdinandov,
quienes ejercen una notable influencia en la obra de algunos pintores del Círculo
de Bellas Artes como Antonio Edmundo Monsanto, Federico Brandt, Armando
Reverón, entre otros.

1917. El pintor ruso Nicolás Ferdinandov se encuentra en Margarita. Reverón vive

en la Guaira donde da clases particulares.

1918. Durante los carnavales de la Guaira conoce a Juanita Ríos, quien será la
compañera y modelo del artista para toda la vida. Reverón visita a Ferdinandov en
Punta de Mulatos, en donde se instalará por poco tiempo; allí pinta los primeros
desnudos de Juanita.

1919. Reverón viaja continuamente a la Guaira y comienza a pintar paisajes, y a

mediados de año se traslada con Juanita y Ferdinandov a la población El Valle,
lugar aledaño a Caracas.
1920. Comparte su actividad pictórica entre el taller de El Valle y el litoral. Reverón
vivió en un rancho situado cerca de Las Quince Letras, durante algunos meses,
cerca de Ferdinandov.

1921. Vive una temporada en Naiguatá y luego se radica definitivamente en

Macuto, donde años antes la madre del artista había adquirido una pequeña
parcela. Allí, en medio de la naturaleza, inicia la construcción de su espacio, lugar
que posteriormente se conocerá como El Castillete, residencia y taller hasta su
muerte. En una primera fase la edificación contó con dos caneyes, uno central alto
y espacioso con una habitación superior donde Reverón secaba sus cuadros y otro
más pequeño que le servía de dormitorio.

1924. En este año la construcción de El Castillete le ocupa gran parte de su tiempo,

por lo que su producción plástica disminuye. Para construir respetaba la
topografía, vegetación y rocas del terreno.

1925. El pintor Nicolás Ferdinandov, quien fuera el gran amigo de Reverón, muere
en Curazao, el 7 de marzo. Para esta época El Castillete representaba el lugar de
resguardo y aislamiento del artista. Para esa fecha el artista construye un tercer
caney de tablas destinado a la cocina de Juanita, en la que hiso un sótano sin
utilidad aparente. Reverón ha levantado una muralla de corta altura con que
delimita el terreno.

1932. “Hay tres ranchos indígenas: uno paralelo a la playa, dormitorio y bodega de
sus cuadros. Más allá, detrás de un cují, el rancho para depósito de víveres y
cocina, sobre piedras al borde de un hoyo convertido así en subterráneo, trampa de
los rumores raciales de la tierra… Y vertical, entre estos dos, levantó Reverón el
rancho de estudio. Los pilares son tallos de palmeras atornillados sobre
durmientes de madera. El techo de palma. En alto un soberado de escalera. Por
cielorraso, una red de mecates donde se ponen a secar las telas después de
preparadas. El piso es de tierra amarilla color de onoto con algunas piedras
brotadas. Transitado el aire por dos chinchorros de moriche y un trapecio. En un
extremo un escaparate de cajones para guardar los cuadros grandes. Al frente, dos
caballetes, uno grande y otro más pequeño, hechos por el artista, de tallos de
cocoteros. Encima una sombrilla gradúa la luz a un lado una tarima de tablas de
coco, para posar las modelos Y por paredes del rancho, grandes cortinas de
cañamazo corridas sobre mecates que le traen los barcos anclados en el puerto…”
(Calzadilla, 2012: 70)

1934. Edgar Anzola filma la primera película sobre Reverón.

1935. Continúa con la esforzada y cuidada labor de construcción de El Castillete.
Los Caneyes están resguardados por una muralla de piedra, que luego se elevará
para cumplir con el deseo de aislamiento e intimidad necesarios en la vida y obra
del artista. Muestra interés por la creación de objetos que sintonizan con el
ambiente autóctono de la construcción, con la idea quizás de animar los espacios
elabora utensilios, muebles, herramientas, muñecas, entre otras cosas.

1938. Edgar Anzola estrena el cortometraje de 20 minutos sobre Reverón.

1943. Fallece la madre de Reverón, Dolores Travieso, el 2 de enero. Desde hace un

año vivía en una casa alquilada cercana a El Castillete.

1945. Regresa a El Castillete después de una permanencia de tres meses en el

Sanatorio de San Jorge del Dr. J.A. Báez Finol, en Catia. Roberto Lucca filma varias
escenas en El Castillete para un documental

1947. Se incrementa la creación de los objetos sustitutos como parte del mundo
fantástico que rodea al pintor; no solo son las muñecas, también instrumentos
musicales, mobiliarios, adornos, máscaras, sombrilla, abanicos, títeres, teléfono,
entre otros.

1949. A partir de este año y hasta 1954, Victoriano de los Ríos fotografiará a
Reverón constantemente en su taller. Roberto Lucca edita el documental sobre el
artista.

1950. Se casa con su eterna compañera y modelo Juanita Ríos. Según lo relatado
por el artista, se adquieren dos lotes de 675 y 380 metros cuadrados para la
ampliación. Surgen algunos conflictos en cuanto a la delimitación del terreno.
Comienzan los estudios para la construcción del final del caney. Se compran los
materiales necesarios para la construcción: maderos de Carenero, cemento, piedras
y otros materiales que son trasladados desde la playa, La Guaira y el río de El Cojo.

1951. Margot Benacerraf inicia su filmación sobre el artista, en la que El Castillete

es protagonista.

1952. En las imágenes captadas por el fotógrafo Grazziano Gasparini se muestran

diversos ángulos del patio con las construcciones de El Castillete. El arquitecto Gio
Ponti elaboró a mano alzada, un plano de la casa de Reverón publicado en la
revista italiana Domus n°296.

1953. En el XIV Salón Oficial Anual de Arte Venezolano obtiene el Premio

Nacional de Pintura con la obra Desnudo acostado, en reconocimiento a su
trayectoria artística. Por otra parte, Ricardo Razzetti ofrece en sus registros
fotográficos una visión íntima de Reverón, en el interior de su morada con su
mobiliario y muñecas que ocupan diversos ámbitos.

1954. El arquitecto italiano Gio Ponti publica un magnífico escrito acerca de

Reverón, además de un croquis que indica todos los espacios que tenía el Castillete
de Macuto, junto con algunas fotografías de Grazziano Gasparini, menos de dos
meses antes de morir el pintor. El 18 de septiembre muere Armando Reverón; sus
restos fueron velados en capilla ardiente en el Museo de Bellas Artes.

1963. Exposición Homenaje El Taller de Reverón en el Salón de los Espejos del Consejo
Municipal del Distrito Federal, organizada por Alirio Oramas, quien fue el que
rescató los objetos realizados por Reverón en El Castillete.

1964. El Castillete de Armando Reverón es destinado para la construcción de un

museo. Dicha resolución aparece en la Gaceta Municipal del Distrito Federal el 8
de octubre. También se acuerda cumplir con los trámites para la adquisición de un
inmueble para ampliar el museo.

1966. Guillermo Meneses publica el 16 de junio, en el Diario El Universal, un

artículo titulado “El Castillete de Reverón”, del cual es oportuna la siguiente cita:
“Desde el momento de la muerte de Armando Reverón se está hablando de la
posibilidad de adquirir la casa donde vivió gran parte de su vida para dedicarla a
Museo, que recuerde su obra a los visitantes”. Se incendia El Castillete y se
deteriora el entorno vegetal del mismo.

1971. Con motivo de cumplirse el 231º aniversario de la fundación de Macuto, el

Director del INCIBA declara que El Castillete será convertido en museo.

1972. Fallece Juanita. El Director de Arte del INCIBA, Rafael Pineda, organiza un
proyecto para la realización de un museo en El Castillete.

1973. Se comienza a hacer la primera restauración del caney. Los espacios laterales
fueron convertidos en salas. Se construyó una vía de acceso central al museo
llamada Boulevard Armando Reverón y una plazoleta destinada a presentaciones
culturales. El proyecto es conducido por el Director del INCIBA, José Luis Garrido
Sutil, en colaboración con Alfredo Boulton y el pintor Alirio Oramas.

1974. El 16 de junio, Lucila Velásquez, encargada de la dirección del INCIBA,

inaugura el museo con una exposición de obras y objetos de Armando Reverón.
Alirio Oramas es nombrado Director del museo y junto con su esposa, Lucila Maza
Zavala, fundan el Museo Armando Reverón, el cual dirige hasta 1976
1975. Luego de permanecer cerrado por trabajos de reparación, el museo es
reabierto en su primera etapa, funcionando en El Castillete.

1976. Alirio Oramas deja la dirección del museo y este es cerrado.

1977. El arquitecto José Luis Garrido es designado nuevo Director del museo. En
diciembre, se quema el techo de palma del caney debido a un accidente con juegos
artificiales. El museo es cerrado por cinco meses para reparaciones.

1978. En la oportunidad de celebrarse los 89 años del nacimiento de Reverón, el 11

de mayo, el museo reabre nuevamente sus puertas. El cineasta Ángel Hurtado con
guión de Juan Calzadilla filma El taller mágico de Reverón.

1979. Recibe premio una película sobre Reverón realizado por Joseph Fabry con
guión de Alfredo Boulton, en el Festival de Cine y Televisión de Nueva York. El 8
de marzo el Consejo Municipal, en Gaceta Nº 15.791, resuelve declarar área sujeta a
preservación ambiental la zona adyacente al Museo Armando Reverón. A partir de
junio el museo es cerrado por reparaciones. El Presidente de la República Luis
Herrera Campins decreta el año reveroniano. El Instituto Nacional de Hipódromos
hace entrega al CONAC de 190.000 bolívares para hacer el proyecto del museo. Al
final del año José Luis Garrido deja la Dirección del museo.

1980. Como un homenaje y reconocimiento a Reverón, se considera su fecha de

nacimiento para declarar el día 10 de mayo de cada año el Día Nacional del Artista
Plástico Venezolano como queda establecido en Gaceta Oficial de la República de
Venezuela: Año CVII – Mes VII. Caracas, jueves 8 de mayo de 1980. Número
31.979. La Dirección de Patrimonio Histórico, Artístico y Ambiental presenta un
informe en el cual se describen las condiciones de deterioro en que se halla El
Castillete.

1981-89. La película A propósito de la luz tropical, es presentada por el cineasta Diego

Rísquez. El 16 de octubre de 1981 el museo reabre sus puertas con un diseño
museográfico a cargo de Oswaldo Debrot y Juan Calzadilla. Como Directora del
museo es nombrada Jeannette Romero. Durante estos años se sucedieron cierres y
aperturas debido a problemas de infraestructura y conservación de El Castillete. Es
por ello, que el CONAC anuncia la restauración de El Castillete y la construcción
de un Edificio Anexo donde funcionará el museo. Por decreto presidencial, 1989 es
declarado el Año Centenario del Natalicio de Armando Reverón.

1990. En homenaje a los 101 años del natalicio del artista, se organiza una
exposición con los objetos de la colección del museo y se presenta la película de
Edgar Anzola: Reverón, en El Castillete. La Casa José María Vargas celebra la
ocasión con la exhibición: El Castillete en fotografías. En diciembre de este año se
crea la Fundación Museo Armando Reverón.

1991. Comienza a funcionar la Fundación Museo Armando Reverón, con el objeto

de crear proyectos y programas sobre el artista y el arte venezolano en general.

1992. Se lleva a cabo un estudio del jardín existente en El Castillete, realizado por la
firma Stoddart & Tabora, (un libro que se encuentra en la Galería de Arte Nacional,
CINAP, muestra este registro) en el cual se investigan los espacios abiertos,
incluyendo una clasificación de la vegetación según la documentación
historiográfica existente. El 17 de marzo concluye la construcción del Edificio
Anexo a El Castillete, dicha estructura consta de dos plantas en donde se
distribuyen espacios para oficinas, servicios sanitarios, una sala de usos múltiples
(centro de información audiovisual) y dos salas de exposición, además de una
sección de servicios informativos, contando con la asesoría de la IBM y la
Universidad Simón Bolívar. Con la exposición: Reverón y sus amigos, se inaugura el
Edificio Anexo el 15 de noviembre, iniciándose así la programación expositiva del
Museo Armando Reverón.

1993. Se inaugura la exposición: El Castillete, la mutación de un hábitat (Sentido de

una intervención). En esta significativa muestra se aprecia por primera vez de
modo sistemático las tres intervenciones que ha experimentado El Castillete desde
su construcción; la primera hecha por artesanos y obreros que ayudaron a Reverón
a construir su entorno; la segunda intervención se basó en diferenciar lo realizado
por Reverón de lo ejecutado y/o añadido en la primera intervención. En la tercera
intervención se recopiló casi todo lo revisado hasta el momento, cambiando los
techos a la forma natural utilizada por Reverón y haciendo una limpieza de los
revestimientos de las piedras de mar y lajas. Con la construcción del edificio del
lado sur de El Castillete, su espacio se libera de elementos perturbadores. La
curaduría de esta exposición estuvo a cargo de la arquitecta María Carlota Ibañez.
La Fundación Armando Reverón, en el edifico anexo a El Castillete, muestra una
exposición titulada: Los objetos de Armando Reverón. La ilusión de inventar la realidad.

1994. Se elabora el Proyecto de Acondicionamiento Museológico del Edificio

Anexo a El Castillete, con miras a ser presentado a la Dirección General Sectorial
de Museos del CONAC, para su financiamiento.

1995. El cineasta Diego Rísquez realiza la película Karibe Kon Tempo, inspirada en la
ambientación del mundo reveroniano. El 7 de marzo se presenta ante la Alcaldía
del Municipio Vargas un Proyecto de Acondicionamiento Museológico del Edificio
Anexo, así como otros proyectos especiales que se han planificado para mejorar el
funcionamiento y servicio que presta el museo tanto en El Castillete, como en el
Edificio Anexo y la sede del Antiguo Hotel Miramar.

1996. La Fundación Armando Reverón inaugura la exposición: El Mundo Vegetal de

El Castillete. Naturaleza y Jardín en la vida de Armando Reverón, primera exposición de
este género que abre posibilidades para que se tome en cuenta la restauración,
preservación y mantenimiento de los jardines histórico-artísticos del país, como
parte importante del patrimonio ambiental y cultural de la sociedad venezolana.

1999. En este año sucede una de las tragedias naturales más importantes sufridas
en nuestro territorio durante el siglo XX. El llamado deslave de Vargas ocurre
después de las intensas lluvias registradas en la primera mitad del mes de
diciembre. Se desprendieron varios sectores de tierra y piedras del cerro El Ávila
en su cara norte, que arrasaron con todo lo que encontraban en su camino: casas,
edificios y otras instalaciones, entre ellas El Museo Armando Reverón, en el que se
exhibía la muestra: Macuto y su entorno. Ampliación del perfil de la colección del Museo
Armando Reverón, curada por Félix Hernández. Todas las obras exhibidas se
perdieron, entre piezas de museos y coleccionista privados, lo que incluía unos 10
trabajos de Armando Reverón.

2000. La Fundación Museo Armando Reverón, en proceso de liquidación,

comienza a generar algunos proyectos factibles para habilitar el extinto sitio de El
Castillete, a esta iniciativa se unen arquitectos pertenecientes a la Universidad
Simón Bolívar. Estos proyectos nunca fueron llevados a cabo pero constituyen
referentes que delatan la necesidad de preservar la memoria del lugar.

2001. En julio se inaugura la exposición: Armando Reverón. El lugar de los objetos, con
curaduría de Luis Enrique Pérez Oramas y textos de John Elderfield y María Elena
Huizi.

2007. Se conforma el Consejo Comunal Armando Reverón con los habitantes del
sector Las Quince Letras, para elaborar un proyecto que busque enaltecer y
preservar la memoria del artista plástico más importante de Venezuela, en este
contexto se plantearon varias ideas acerca del uso que se le daría al terreno en
donde existió el Museo Armando Reverón.

2011. Diego Rísquez realiza un largometraje titulado: Armando Reverón.

2014. La Asamblea Nacional emite un acuerdo en el que se expresa, en su artículo

noveno: “Apoyar al Ejecutivo en su proceso para llevar los restos mortales de
Armando Reverón al Panteón Nacional”, dicho acuerdo aparece en la Gaceta
Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, Nº 40.411, del 14 de mayo de
2014 (Año CXLI – Mes VIII). Con motivo de celebrarse los 125 años del natalicio
del pintor de Macuto se decretaron la trayectoria, los objetos y todas las obras del
artista plástico venezolano Armando Reverón como Bien de Interés Cultural de la
Nación, lo cual quedó establecido en Gaceta Oficial de la República de Venezuela:
Año CXLI ― Mes IX. Caracas, lunes 30 de junio de 2014. Número 40.443.

2015. Se inaugura la exposición: Reverón: llenas de luz al Panteón Nacional, en la

Galería de Arte Nacional, curada por Félix Hernández, como evento que anuncia la
inminencia del cumplimiento de los decretos de 2014. Sin embargo, diversos
acontecimientos que sacuden al país, la complicación de los trámites de
exhumación, además de la perdida de la mayoría oficialista de la Asamblea
Nacional retrasan el traslado del artista al nombrado templo. Se estrena la obra:
Azul, Blanco y Sepia, producción de la Fundación Compañía Nacional de Danza, en
homenaje a Armando Reverón.

2016. Los restos del artista son trasladados al Panteón Nacional el 10 de mayo.
Asimismo, debido al esfuerzo conjunto de la comunidad de Macuto y al gobierno
bolivariano se da comienzo a la reconstrucción del caney central de El Castillete y
de otras estructuras alrededor de este.

2017. El 10 de mayo se inaugura la muestra: El Castillete de Armando Reverón. Un

espacio de revelaciones sublimes, curada por Félix Hernández. Los avances en la
construcción de la réplica de El Castillete son considerables en este momento.