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Eurasia, poco a poco va camino de convertirse en una gran empresa, no solo por su actividad y su volumen de ventas, sino
también por el volumen de recursos económicos que genera. Pero los costes, desde hace algún tiempo están incrementando
considerablemente.
Juan sabe que una parte importante de ese incremento se debe al seguro que hay que contratar para las mercancías en los
transportes internacionales, aunque es un tema que desgraciadamente no conoce mucho. Nunca ha considerado importante
el tema de los seguros, puesto que considera que es una especie de engaño el que sufren las empresas cuando tienen que
contratar.
Pedro intenta explicarle que no es así, que el seguro es la garantía de que en el caso de que exista un riesgo quedar
cubiertos por si finalmente el riesgo se llega a producir. Pedro se ha puesto a comentar con Juan las características del
seguro en el transporte internacional.
¿Qué características serán estas? ¿Qué tipo de pólizas se podrán contratar? ¿Serán las mismas pólizas para
cualquier tipo de transporte? Y en caso de que ocurra finalmente el riesgo, ¿qué plazos y qué indemnizaciones
existen?
Pedro quiere que Juan comprenda la importancia de tener asegurada la mercancía, y para ello se ha propuesto incluir en este
informe tanto los conceptos más básicos del seguro, como los elementos que intervienen en el contrato de seguro (tanto
formales como personales).
Además cree que es importante incluir cuáles son las responsabilidades de las partes que intervienen en el contrato, así Juan
tomará conciencia de lo importante que es prestar atención al seguro.
El transporte de mercancías es una de las actividades de la empresa que ésta protege mediante un seguro de los posibles
riesgos que pueden ocurrir durante el traslado.
Y esto es así, porque además de los posibles seguros con los que cuente la empresa, cuando se realiza un traslado de
mercancías se hace necesario cubrir tanto la mercancía como el vehículo que las traslada.
En primer lugar tenemos que saber qué es un contrato de seguro, sus características y los elementos que intervienen.
Además el comercio internacional tiene unas características propias en las que el seguro es contratado no siempre por la
empresa o persona propietaria de las mercancías. Hay ocasiones en las que al negociar las condiciones de compra-venta
internacional, el seguro corresponde a la empresa compradora, en otras a la vendedora.
De esta forma, la norma más importante a nivel europeo en materia de seguros es la Directiva 88/357/CEE sobre la libertad
de servicios en seguros distintos al de vida y de actualización de la legislación de seguros privados.
Como ya sabes, este tipo de regulaciones normativas se aplican en cada estado miembro a través de una norma que adapta
la directiva europea a la normativa nacional. En este caso, se trata de la Ley 21/1990 la que adapta el derecho español a
dicha directiva.
Por otro lado también está la Ley 34/2003, de modificación y adaptación a la normativa comunitaria de la legislación de
seguros privados.
Existen otras normas nacionales. La más importante de todas y en la que basaremos gran parte de los contenidos de esta
unidad es la Ley 50/1980, conocida como Ley del Contrato de Seguro (LCS). Esta ley es similar a cualquier otra de los
países de nuestro entorno, ya que como hemos comentado al principio, existe una regulación europea al respecto.
Todas estas normas son muy importantes, aunque sin duda, como hemos apuntado, iremos desgranando poco a poco el
contenido de la Ley del Contrato de Seguro, que es la que más afecta a lo que veremos en esta unidad.
Aunque no es obligatorio que exista un seguro de transporte internacional de mercancías siempre es conveniente
asegurar la mercancía por si sufriera daños durante su transporte, sobre todo, si se trata de gran cantidad de mercancía o si
es de mucho valor, además es una práctica habitual en el comercio internacional.
Por otro lado, el transporte puede dar lugar a pérdidas económicas o responsabilidades civiles, tanto para el transportista
como para el que tiene derecho de disposición sobre la mercancía, generalmente la empresa cargadora o expedidora.
Pero además de todas estas leyes, los diferentes modelos de contrato que aprendiste en la unidad cuatro también suelen
regular aspectos relacionados con el seguro, por lo que también son de aplicación los diferentes convenios internacionales
que regulan cada uno de estos tipos de contrato (según el medio de transporte utilizado) y que vimos detalladamente en la
unidad 4.
Los elementos del seguro son de suma importancia puesto que de no existir no permitirán la existencia del contrato de
seguro.
El primero de ellos es el interés asegurable. Por interés asegurable entendemos que existe una relación lícita de valor
económico sobre un determinado bien. Cuando esta relación de valor se encuentra amenazada por un riesgo, es un
interés asegurable.
Aunque hemos hablado de un bien (es decir algo tangible), también se puede asegurar cosas incorporales pero que tengan
un valor (por ejemplo perjuicios económicos), y por supuesto el patrimonio y la vida. Como ves hablamos de cosas
incorporales, y no inmateriales, porque el perjuicio económico es incorporal, pero es material (ya que el dinero lo es).
Además es conveniente que te familiarices con el lenguaje propio del sector asegurador, y en este sector no se habla de
inmaterial, se habla de incorporal.
En todo caso, para que algo sea susceptible de ser asegurado, se han de cumplir unos requisitos:
En cuanto al riesgo, la característica fundamental es que ha de ser incierto, porque si se sabe que va a ocurrir, nadie
asumiría la obligación de repararlo y el coste de la indemnización.
El riesgo es fundamental, sin riesgo no puede haber seguro, porque al faltar la posibilidad de que se produzca el evento
dañoso, ni podrá existir daño ni se puede pensar en indemnización alguna.
Además de la característica de incertidumbre, el riesgo tiene otras características como que sea posible, concreto y
definido, y fortuito.
Otro de los elementos fundamentales del seguro es la prima. La prima es el coste que tiene el seguro para el tomador o
tomadora. Este coste se establece, por la persona asegurada, teniendo en cuenta aspectos como estadísticas, el historial
personal, frecuencia en la que el riesgo ocurre, etc. La prima es una cantidad o importe económico que paga la persona
asegurada como contrapartida de las obligaciones de la compañía aseguradora.
La prima es la contraprestación que, en función del riesgo, debe pagar el tomador o tomadora a la empresa de seguros
en virtud de la celebración del contrato de seguro. Esta prima, salvo pacto en contrario, es pagada en dinero; y el pago de
la misma es de carácter obligatorio para el tomador o tomadora (contratante) según las condiciones establecidas en la póliza
de seguros.
El pago de la prima es lo que determina la obligación del asegurador a indemnizar, que es otro de los elementos del
seguro, que junto a la actuación bajo el supuesto de buena fe por todas las partes completa el conjunto de elementos del
seguro.
1.3.- El contrato de seguro.
Según el artículo 1 de la LCS, un contrato de seguro es aquel por el que una compañía aseguradora se obliga,
mediante el cobro de una prima y para el caso de que se produzca el evento cuyo riesgo es objeto de cobertura a
indemnizar, dentro de los límites pactados, el daño producido a la persona asegurada o a satisfacer un capital, una
renta u otras prestaciones convenidas.
De esta definición puedes intuir que la entidad aseguradora es quien garantiza o cubre el riesgo a la persona asegurada,
indemnizándole en su caso.
Pero no pienses que la persona asegurada es siempre quien contrata un seguro (a esta figura se le denomina contratante o
tomador o tomadora), ni siquiera tiene por qué coincidir con el beneficiario o beneficiara (que es quien recibe la
indemnización).
El contratante o tomador o tomadora, paga la prima a cambio de evitar tener que afrontar un perjuicio económico mucho
más grande, aunque menos probable, que sería el del coste del siniestro, y esta figura contratante será distinta en función
del Incoterm que se haya negociado a la hora de realizar la contratación internacional.
Los contratos de seguro tienen dos tipos de cláusulas que han de ser redactadas de forma clara y precisa, éstas son las
limitativas y las delimitativas:
Las limitativas son las que restringen o modifican los derechos de los asegurados a la indemnización una vez
producido el siniestro y han de ser específicamente aceptadas por el tomador o tomadora del seguro.
Por otro lado, las cláusulas delimitativas son aquellas que concretan el riesgo que se asegura y las garantías
cubiertas o excluidas.
Por la importancia que tienen las cláusulas limitativas en el contrato de seguro, tendrán un trato distinto a las delimitativas, y
además se recogen en apartados especiales.
Las cláusulas delimitativas son las que restringen o modifican los derechos de los asegurados….FALSO:
Muy bien, efectivamente no son este tipo de cláusulas las que restringen y modifican los derechos del asegurado, son las
limitativas.
Como contrato que refleja un acuerdo de libre voluntad, ha de cumplir unos determinados requisitos que se recogen en el
Código Civil, en concreto en el artículo 1261.
que los contratantes (es decir las partes del contrato) tengan capacidad legal y den su consentimiento;
que el objeto cierto a asegurar sea materia de contrato;
y por último, que quede bien determinada y definida cuál es la causa de la obligación que se establece.
Además de estos requisitos, un contrato de seguro tiene unas características determinadas, que lo diferencian del resto de
contratos.
Tener tracto continuo: Implica una relación permanente entre las partes durante el plazo de vigencia del propio
contrato.
Adhesión: El asegurado se limita a aceptar o adherirse a las condiciones del contrato que le propone el asegurador.
Tener carácter bilateral: Intervienen dos entidades diferentes con obligaciones recíprocas. Obligando a una parte al
cumplimiento de una prestación, es decir a pagar la prima, y a la otra parte al abono de una indemnización en el caso
de cumplirse el supuesto de la póliza.
Ser oneroso: Hay un interés económico por ambas partes.
Ser aleatorio: Depende de un hecho probable pero incierto. No se sabe si se va a producir y en el caso de
producirse no se sabe cuándo lo va a hacer.
1.5.- Elementos personales.
Ya sabes cuales son los elementos del seguro y cómo intervienen para que se formalice un contrato de seguro, ahora vamos
a ver cuáles son los elementos del contrato. Al igual que viste en la unidad cuatro de este módulo, en los contratos de seguro
vamos a diferenciar entre elementos materiales y personales.
Comencemos por los elementos personales que son las figuras que pueden intervenir en un contrato de seguro.
En primer lugar nos encontramos con la entidad aseguradora que es la persona jurídica dedicada de forma
profesional a asumir riesgos ajenos, por lo cual percibe una cantidad económica llamada prima. Esta figura debe ser
una persona jurídica, es decir, una entidad o una sociedad; para tener efectos en nuestro país, ha de estar inscrita en
el Registro de Entidades Aseguradoras (lo que en sí mismo supone una garantía del cumplimiento de los requisitos
exigidos para ser un asegurador); y por último basar y limitar su actividad a la adquisición y administración de riesgos
ajenos.
Otra figura fundamental es la del asegurado o asegurada (generalmente también es tomador o tomadora o
contratante, aunque como hemos comentado en el punto anterior no necesariamente ha de serlo). Es toda persona
física o jurídica cuyo riesgo asume la entidad aseguradora, es decir, aquel sobre cuya persona o bienes recae el
riesgo que es objeto de cobertura mediante el contrato de seguro.
En el caso de que el asegurado o asegurada sea una persona (y no un bien material), se ha de cumplir que exista un interés
por parte de él o ella a una indemnización por el riesgo, sino existe no puede convertirse en asegurado o asegurada. Además,
en aquellos seguros en los que el tomador o tomadora sea distinto del beneficiario o beneficiara o de la persona asegurada,
ha de existir el consentimiento por escrito de estos últimos.
La siguiente figura es la del contratante o tomador o tomadora del seguro (en el caso de ser distinto al asegurado o
asegurada). En este caso, nos referimos a la persona física o jurídica que contrata el seguro, es decir, que firma la
póliza y adquiere todos los derechos y las obligaciones derivadas del contrato de seguro.
Por último, nos queda definir quién es beneficiario o beneficiaria. Esta figura es la persona o conjunto de personas
físicas o jurídicas que reciben de la entidad aseguradora la prestación derivada del seguro contratado, es decir la
indemnización que se deriva de que se produzca siniestro.
El tomador o tomadora del seguro podrá designar beneficiario o beneficiaria, o modificar la elección previamente realizada, sin
necesidad de consentimiento por parte de la compañía aseguradora.
Otra forma de denominar al asegurador es el tomador del seguro……FALSO, puesto que el tomador del seguro sería
el asegurado.
1.- En primer lugar la solicitud de seguro, que es el documento por el que se realiza la petición formal de contratación de un
seguro a la compañía aseguradora. En este documento se ha de describir el riesgo que se tiene intención de asegurar y las
circunstancias para que la entidad aseguradora establezca tanto las condiciones como el precio (prima) del seguro. Una vez
que son conocidas o establecidas las características del riesgo, el asegurador realiza una valoración del riesgo y si puede
asumirlo realiza una propuesta que la persona asegurada puede aceptar o no.
2.- Esta propuesta es la propuesta de seguro. Es el documento en el cual la compañía de seguros, basándose en la
solicitud del seguro, realiza una propuesta (que tiene una validez de 15 días) al solicitante del seguro. Lo registrado en este
documento debe ser reflejado fielmente en el contrato de seguro. El tomador o tomadora del seguro tiene por ley el plazo de
un mes para solicitar todas las correcciones para que la póliza refleje todo lo indicado en la proposición o propuesta del
seguro. Si en este plazo no se realiza ninguna reclamación, la póliza se hará definitiva.
Hay ocasiones en la que después de que el tomador o tomadora acepte las condiciones de la propuesta, la entidad
aseguradora tarda en tramitar la póliza, en estas ocasiones se emite un documento de cobertura provisional
denominado carta de garantía.
3.- El último documento que necesitamos conocer, y que es el definitivo es la póliza de seguro, es decir, el documento que
prueba la existencia de un contrato de seguro entre las dos partes (tomador o tomadora y compañía aseguradora), además
de las condiciones y acuerdos en las que se basa dicho contrato. Debe ser firmada por ambas partes. Este documento (la
póliza), por su importancia y por la variedad que puede presentar según el tipo de transporte, lo estudiaremos con más
detenimiento en esta unidad.
La validez legal de una propuesta de seguro es de 25 días……FALSO, puesto que el plazo máximo es de 15 días.
1.7.- Derechos y obligaciones.
Las obligaciones y deberes de las partes contratantes de un seguro están recogidas en los artículos del 14 al 21 de la Ley del
Contrato de Seguro. En estos artículos se recoge en primer lugar las obligaciones del tomador o tomadora.
Así, el tomador o tomadora del seguro está obligado al pago de la prima en las condiciones estipuladas en la póliza. Si se
han pactado primas periódicas, la primera de ellas será exigible una vez firmado el contrato. Si en la póliza no se determina
ningún lugar para el pago de la prima, se entenderá que éste ha de hacerse en el domicilio del tomador o tomadora del
seguro.
Además tiene la obligación de comunicar a la entidad aseguradora el hecho de que ha ocurrido el siniestro dentro del
plazo máximo de siete días de haberlo conocido, salvo que se haya fijado en la póliza un plazo distinto.
También es un deber del tomador o tomadora del seguro o el asegurado , dar a la entidad aseguradora toda clase de
informaciones sobre las circunstancias y consecuencias del siniestro.
Por último es un deber de la persona asegurada o del tomador o tomadora del seguro, emplear los medios a su alcance
para aminorar las consecuencias del siniestro. Si este incumplimiento se produjera con la manifiesta intención de
perjudicar o engañar a la compañía aseguradora, ésta quedará liberada de toda prestación derivada del siniestro.
A pesar de esto, no se nos puede olvidar que, como vimos en la unidad cuatro, en las que corresponde al transportista la
carga de la prueba, es decir, probar que el siniestro ha ocurrido, y por lo tanto se han producido unos daños determinados.
Es un deber del tomador o tomadora del seguro, proporcionar información veraz y concreta de las circunstancias del
siniestro.……..VERDADERO.
2.- La póliza.
¿Qué diferencias habrá? ¿Tendrán todas las mismas coberturas? ¿Siempre le corresponde contratar el
seguro a la empresa que vende y traslada la mercancía?
Una vez que conoces los conceptos más importantes del seguro, incluida la cobertura del interés y el riesgo, ahora es el
momento de conocer cómo se materializa la protección que se realiza en las actividades de transporte. Nos referimos a la
configuración de la póliza.
La configuración de la póliza es algo muy flexible, puesto que se ha de adaptar a las necesidades de cada tipo de transporte,
de cada tipo de mercancía, de cada medio... y por supuesto a cada cliente.
Pólizas aisladas: Son las que cubren un solo viaje. Su duración es por el periodo que dure el viaje y, en el caso de
mercancías, como máximo 6 meses desde la fecha de emisión.
Pólizas abiertas: Son las pólizas que cubren una operación o un conjunto de ellas relacionadas que implique un
número considerable de viajes. Su duración es por el periodo de la operación.
Pólizas flotantes: Son un tipo de pólizas que tienen una duración indefinida y se mantienen vigentes mientras no se
oponga ninguna de las partes. Sirven para cubrir todas las operaciones de un asegurado en unas ciertas
condiciones, límites y ámbitos convenidos. El asegurado da comunicación de cada viaje y la prima se regula
periódicamente mediante suplementos en función del número de viajes efectuados y el valor asegurado en cada uno
de ellos.
Pólizas sobre volúmenes: Son unas pólizas que se basan en el volumen o en el importe que se pretende asegurar
sin necesidad de comunicar cada uno de los traslados. En función de este parámetro se calcula una prima anual,
regularizándose después de cada periodo, según el volumen realmente transportado.
2.1.- ICC.
En el comercio internacional es muy normal que el mercado asegurador esté concentrado y que participen pocas empresas
pero bastante fuertes. Es el caso del Instituto de Aseguradores de Londres, también conocido por sus iniciales en
inglés ILU.
Esta entidad aseguradora que tiene gran presencia a nivel mundial desde hace muchos años, esto ha contribuido que las
cláusulas que utiliza normalmente esta entidad se hayan extendido al resto de aseguradoras y su uso sea el normal en el
comercio internacional, especialmente en el caso del transporte marítimo.
Básicamente, las cláusulas de esta entidad son de dos tipos: relativas al buque, o como se denomina en transporte marítimo,
relativas a los cascos (ITCH) y relativas a la mercancía (ICC).
Las Institute Time Clauses Hulls son relativas a los cascos (el buque), constituyen lo que se conoce en el sector como todo
riesgo.
Se dividen en diferentes cláusulas, algunas de ellas son: navegación, prórroga, infracciones, terminación, cesión, riesgos de
contaminación, aviso de reclamación y presupuestos, avería gruesa y salvamento, franquicia deducible, obligaciones del
asegurado, salarios y manutención, comisiones de agencia, daños no reparados, pérdida total constructiva, garantía de
desembolsos, etc.
Este tipo de pólizas aseguran a un buque por un tiempo determinado, por lo general un año, aunque también existen otras
pólizas que abarcan sólo un viaje.
El otro tipo de cláusulas son las denominadas ICC (Institute Cargo Clauses), que son las relativas a las mercancías.
Las cláusulas ICC suelen complementarse mediante una ampliación de los riesgos cubiertos, por ejemplo mediante las
cláusulas de guerra IWC para hacer frente a este riesgo o las de los riesgos de huelga y desórdenes sociales ISRCC.
Existen muchas otras cláusulas del ILU, y aun cuando su estructura se basa en las citadas anteriormente, estas cláusulas
presentan variantes destinadas a cubrir aspectos de mercancías específicas (petróleo, madera, grano, etc.), condición de
mercancías (por ejemplo productos que han de transportarse bajo temperatura controlado) o ámbitos concretos (por ejemplo
las de puerta a puerta).
ICC-“A”: Es la póliza que mayor cobertura ofrece ya que es considerada una póliza a todo riesgo. En esta póliza se
recogen todos los riesgos de pérdida o daños sobre la cosa asegurada. Se excluyen los daños por pérdida o gastos
producidos por la conducta dolosa el asegurado. La pérdida ordinaria de peso o volumen, el desgaste ordinario, el
embalaje inadecuado, el vicio inherente, el retraso, la insolvencia o insuficiencia financiera por parte de los armadores
fletadores o de los operadores del buque, el uso de armas de guerra atómicas. Estos conceptos se recogen en la
cláusula general de exclusiones. A esta cláusula se añaden la de imposibilidad de navegación, inadecuación de los
contenedores, la de exclusión de guerra y la de huelga.
ICC-“B”: Es una póliza de cobertura media, en la que los riesgos cubiertos son: incendio o explosión, embarrancado
o varado del buque, hundimiento o zozobrado, vuelco o descarrilamiento del medio de transporte terrestre, descarga de la
mercancía en un puerto de arribada forzosa, terremoto, erupción volcánica o rayo, pérdidas o daños de los objetos
asegurados causados por sacrificio de avería gruesa, echazón o arrastre por las olas, entrada de agua de mar, de lago o
de río en la bodega del buque, contenedor, remolque o lugar de almacenaje, pérdida total de cualquier bulto que ha caído
por la borda o durante las operaciones de carga o descarga y la cláusula de avería gruesa.
ICC-“C”: En esta póliza, los riesgos cubiertos son iguales a los de la póliza “B”, pero se excluyen determinados riesgos
como terremotos, erupciones volcánicas y rayos, arrastre por las olas, entrada de en la bodega del buque, en el medio de
transporte, contenedor o en el lugar de almacenaje, pérdida total de cualquier bulto por caída de la borda o durante las
operaciones de carga o descarga desde el buque o en él. Esta póliza es la de menor cobertura de las tres.
Como has visto, en todas ellas se excluyen el dolo del asegurado o asegurada (intervención voluntaria del asegurado o
asegurada en la producción del daño a la mercancía), también las pérdidas de peso o volumen normales, desgaste, embalaje
y acondicionamiento inadecuados, vicio propio, demoras, insolvencias, radioactividad, guerra y huelgas (éstos dos últimos
riesgos pueden cubrirse aparte).
En ningún caso el seguro de transporte internacional cubre las demoras (retrasos) debidas a causas imputables al
transportista.
Robo parcial del contenido y derrames, roturas, incendio y robo sobre el muelle, falta de entrega de bultos, caída de
bultos durante carga/descarga, oxidación, moho y vaho en bodega.
Guerra, minas, motines, huelgas, sabotajes, etc.
De la misma forma que se asegura la mercancía, también se ha de asegurar el vehículo, en el caso del transporte marítimo, el
buque. En este caso hablamos del seguro de cascos. Este tipo de seguro es de los más utilizados en la práctica en nuestro
país.
El seguro de cascos puede tomar tres formas diferentes, en función del nivel de cobertura o los riesgos que garantiza:
Seguro sobre el buque, que cubre tanto al casco como a los demás elementos que conforman el buque
(maquinaria, aparejos, víveres y combustible).
Seguro sobre responsabilidad civil y su alcance, se limita a los daños materiales causados a bienes de terceros.
Seguro sobre desembolsos y riesgos de buena llegada que ampara los perjuicios derivados de la falta de
explotación del buque.
Pérdida total, abandono, contribución a la avería gruesa y gastos de salvamento debido a naufragio, abordaje, varada
e incendio.
Averías particulares debidas exclusivamente a naufragio, varada, abordaje fortuito e incendio.
Recurso de terceros por abordaje cuando el buque asegurado sea declarado culpable de los daños.
En estas pólizas, la compañía aseguradora se obliga a indemnizar los daños materiales que puedan sufrir las mercancías
transportadas o el vehículo como consecuencia del mismo transporte, quedando excluidos los daños debidos a la propia
naturaleza de los bienes asegurados (por ejemplo las mermas en calidad sufridas por productos perecederos).
De manera opcional, se puede asegurar una cobertura ampliada, que supone la inclusión de daños producidos por mojadura,
moho, vaho, roturas, derrame, carga y/o descarga, contacto con otros cargamentos, u otra causa similar; robo parcial del
contenido y el extravío o falta de entrega de bultos enteros.
2.5.- El seguro en el transporte aéreo.
Este seguro tiene por objeto garantizar los riesgos propios de la navegación que afecten a la aeronave, mercancías y flete,
así como las responsabilidades derivadas de los daños causados a terceros por la aeronave en tierra, agua o vuelo.
Además, como riesgos complementarios, puede incluir las pérdidas de explotación sufridas por un siniestro.
Asegura la mercancía transportada por vía aérea mediante la cobertura de accidentes de la aeronave por caída, vuelco
colisión, incendio, etc. Puede contratarse de forma opcional las coberturas por robo, roturas, derrames, mojaduras, oxidación,
y otros riesgos análogos.
Debido al valor que pueden alcanzar los capitales a asegurar, es muy frecuente que su cobertura se proteja vía reaseguro.
Un reaseguro es el procedimiento de limitación de los riesgos que permite a una empresa aseguradora limitar o
eliminar su responsabilidad sobre los riesgos suscritos, mediante la transferencia de una parte o el total de la
responsabilidad a otra entidad aseguradora.
De la misma forma que en otros medios de transporte se asegura el camión o el buque, en el transporte aéreo también se
puede (de hecho se hace) asegurar la aeronave. Es el seguro de aeronaves.
Esta cobertura abarca el aseguramiento de aeronaves, las responsabilidades en que pueda incurrir y su explotación, tanto en
la aviación comercial como en la privada y de recreo. La cobertura abarca tanto pérdida o daños a la propia nave como
consecuencia de un accidente, como los perjuicios ocasionados a terceros, tanto pasajeros como no pasajeros.
Las condiciones más frecuentemente utilizadas en el transporte aéreo son las ICC “Air”, muy parecida en su estructura a la
cláusula A del transporte marítimo, ya que también cubre todos los riesgos de pérdida o daño al objeto asegurado, con
excepción de las exclusiones, que son prácticamente las mismas que en el transporte marítimo.
Pues lo primero que tienes que recordar es que un tipo de transporte en el que aparece una figura muy importante, la
del Operador del Transporte Multimodal (OTM).
Esta figura es la encargada de contratar el seguro, y por lo tanto será responsable de las relaciones con la entidad
aseguradora en el caso en el que se haya negociado que sea su responsabilidad.
Además en cuanto a las coberturas del seguro, será las de cada uno de los transportes que conformen la multimodalidad, y
además hay que dejar cubiertas las manipulaciones de la carga y los traslados y trasbordos de vehículos.
Lo normal es que se contrate con una sola compañía aseguradora todo el transporte, aunque también se puede recurrir a
diferentes compañías siempre teniendo en cuenta el límite de responsabilidad de cada una de ellas.
Por lo tanto, en el transporte multimodal tenemos que remitirnos a lo que hemos visto para cada uno de los transportes
anteriores de forma separada.
No existe un tipo de seguro, cláusula o póliza que sea específica del transporte multimodal . Como has visto en este
punto, la explicación la encontramos en que el transporte multimodal puede adoptar múltiples formas y formatos, y además no
deja de ser un traslado de mercancías a través de diferentes medios de transporte. Sin embargo, algunas entidades sí que
están estudiando la inclusión de pólizas estandarizadas para el transporte multimodal, pero ¿crees que es necesario un tipo
de pólizas de este tipo?, o por el contrario ¿será una forma de maximizar los ingresos de las compañías aseguradoras a
través de pólizas simples de contratar pero con una prima más elevada?
2.7.- Identificación de los riesgos asegurables y
necesidades de cobertura.
Lo primero que debemos hacer es tener claro cuáles son los riesgos que queremos asegurar.
En primer lugar tendremos que identificar si necesitamos un seguro para nuestros vehículos o para nuestras mercancías.
Dentro de cada uno de ellos tendremos que decidir qué tipo de seguro se va a contratar:
Pero claro, como bien sabes, dentro de cada uno de los tipos, los riesgos serán muy variados. Por ejemplo, para unas
determinadas mercancías, hay que decidir si contratar el seguro básico o se ampliarán la cobertura a determinados riesgos
que bien por el tipo de transporte, por el compromiso con nuestro cliente, o simplemente por política de la empresa, nos
interesa cubrir.
Además en esta fase inicial de contratación, tendremos que buscar diferentes alternativas. Si alguna vez has tenido que
contratar un seguro, posiblemente hayas buscado diferentes opciones, compañías aseguradoras, etc.
Efectivamente es muy importante buscar distintas alternativas, pero es fundamental que a la hora de realizar la comparación
entre una compañía aseguradora y otra, no solo nos fijemos en el precio o prima.
Es muy importante que se comparen ofertas teniendo en cuenta siempre los mismos riesgos, es decir la cobertura, pero
además es fundamental que se compare la indemnización que supondría el hecho de que ocurra un siniestro.
Es decir, primero identificar el tipo de seguro, después identificar los riesgos que deseamos cubrir, y a la hora de
comparar, además del precio, fijarnos en la indemnización que ofrece cada una de las compañías a las que hemos
solicitado una oferta de seguro.
Entre los gastos, por supuesto, también figura el seguro de las mercancías.
Lo primero es conocer cuáles son cada uno de los incoterms, y después ver a quien corresponde la contratación y pago del
seguro. Desde el 2010 existen 11 términos diferentes, que se agrupan en función del tipo de transporte:
Cada uno de ellos determina a quién le corresponde la contratación y el pago de la prima del seguro:
Es importante que además conozcas algunas características particulares relacionadas con el seguro de alguno de los
términos anteriores.
CIF: Aunque el seguro lo contrata el vendedor, el beneficiario del seguro es el comprador. Es el incoterm que se
utiliza para determinar el valor por el que se ha de asegurar las mercancías.
CIP: Aunque el seguro lo contrata el vendedor, el beneficiario del seguro es el comprador.
DAT: No es obligatoria la contratación del seguro, por lo que se ha de negociar, aunque si se da el caso,
corresponde al vendedor.
DAP: No es obligatoria la contratación del seguro, por lo que se ha de negociar, aunque si se da el caso,
corresponde al vendedor.
3.- Gestión del seguro.
¿Qué tendrá que hacer una empresa para contratar un seguro? ¿En caso de siniestro qué pasos hay que seguir y
qué plazos cumplir? ¿Cuál es el máximo de indemnización que se puede pedir? ¿En todos los medios de transporte
la indemnización es la misma?
En los puntos anteriores has aprendido los aspectos más relevantes del seguro de mercancías cuando se realiza una
operación de comercio internacional: conoces las características del seguro y del contrato de seguro, las diferentes pólizas
según el medio de transporte utilizado, o cómo afecta el incoterms negociado a la hora de realizar la contratación del seguro.
Ahora es el momento de conocer cómo se realiza la contratación de una póliza, la documentación que se necesita, o qué
hacer en caso de que se produzca un siniestro.
Para hacer esta comparación, y posteriormente realizar la contratación, nos regiremos por lo que has ido aprendiendo en esta
unidad.
En primer lugar nos tenemos que preguntar qué incoterm se ha negociado para la operación, puesto que en función del
mismo, seremos nosotros quién tengamos que contratar el seguro o será la otra parte, además de indicarnos el punto hasta el
que se realiza la cobertura o transferencia del riesgo.
A continuación tendremos que reparar en el tipo de transporte que vamos a utilizar, como ya conoces cada tipo de
transporte tiene unas características diferentes y por lo tanto también unas necesidades de cobertura de riesgos distintas.
Además cada uno de los transportes utilizará pólizas y cláusulas distintas según has visto al principio de esta unidad.
Por último tendremos que proporcionar a la entidad aseguradora una serie de datos relativos a la operación que necesitamos
cubrir, es decir, las características del traslado de las mercancías:
Sobre las mercancías: características de la mercancía y su naturaleza, peso, volumen, condiciones de la protección
física de las mismas (embalaje, paletizado, etc.), si requiere de alguna condición particular (por ejemplo transporte
bajo temperatura controlada) o el valor (indicando la moneda en la que está expresado).
Sobre el medio: tipo de vehículo, propietario o armador.
Sobre el trayecto: origen y destino, fecha de salida y de entrega, etc.
Además de todo esto hay que determinar el tipo de póliza que vamos a utilizar para cubrir el traslado: abierta, flotante, sobre
volúmenes…
No se nos puede olvidar que lo que determinará la indemnización es el valor de la mercancía, y ese valor lo declaramos
nosotros bajo nuestra propia responsabilidad. A este valor se le denomina capital asegurado.
Podemos decir, que el capital asegurado es el valor atribuido por el titular de un contrato de seguro a los bienes cubiertos
por la póliza y cuyo importe es la cantidad máxima que la compañía aseguradora está obligada a pagar, en caso de
siniestro.
Hay ocasiones en las que el capital asegurado no se corresponde con el valor real, bien porque el tomador o tomadora del
seguro considera que es mayor, y en otras porque considera que es menor. En estos casos estamos hablando
de sobreseguro (cuando es mayor) y de infraseguro (cuando es menor).
Pero aunque hayamos contratado un seguro sobre una mercancía por un valor superior al real, en caso de siniestro la
compañía no nos pagará una indemnización superior al valor real, sin embargo si lo contratamos por un valor inferior, la
compañía de seguros sólo indemnizará el daño causado en la misma proporción en la que aquella cubre el interés asegurado.
Por lo general, la contratación del seguro de mercancías en transporte internacional ha de realizarse en las
condiciones FPA (libre de averías particulares), y cubrir el valor CIF, más un l0 %.
3.2.- Actuación en caso de incidencia o siniestro.
Cuando ocurre un siniestro, como puedes imaginar, hay que acreditar o probar a la entidad aseguradora que dicho siniestro
ha ocurrido y las circunstancias en las que ha ocurrido.
Copia de la hoja de ruta, que permite acreditar por cuenta de quién viaja la mercancía.
Copia del alabarán de entrega, que sirve para confirmar que la mercancía ha sufrido el siniestro durante el transporte y
no una vez realizada la entrega. En este documento han de figurar las reservas por disconformidad que el destinatario de
la mercancía haya realizado a la hora de la entrega, excepto en el caso de que la expedición sufra pérdida o avería total y
la entrega no se efectúe (lógicamente en este caso no es necesario indicar la disconformidad).
Presupuesto o factura pro-forma, que sirve para cuantificar el importe de la indemnización. En este documento se ha de
reflejar las unidades, el tipo de mercancías debidamente descritas, el importe o valor de las mismas, etc.
Factura comercial, es el documento que justifica que el cargo efectuado se ajusta a la pérdida real que ha sufrido el
perjudicado sin que exista lucro por su parte. Nos referimos a las facturas del remitente hacia el consignatario
correspondientes a la expedición de la mercancía siniestrada.
Certificado de averías, que sirve para certificar la naturaleza de los daños, las causas, etc. Es un documento que se
redacta exponiendo hechos, motivos y circunstancias que han dado lugar al siniestro.
En otros casos, lo que ocurre es que ha habido robo, hurto o expoliación, por lo que además habrá que presentar copia de
la denuncia presentada ante la autoridad competente.
Lo que acabas de ver es la documentación más habitual en el transporte terrestre, pero cuando el transporte se ha realizado
por otros medios (aéreo o marítimo), la documentación es algo diferente.
Así, en el caso de otros transportes se requerirá la documentación de contratación del transporte (conocimiento de embarque
marítimo o aéreo), además de la lista de embarque (packing list) y la documentación específica de estos transportes.
Por ejemplo, en el caso de transporte marítimo será necesaria la “protesta de mar” que es un documento en el que el
capitán del buque expresa las condiciones en las que se ha producido un siniestro (abordaje, naufragio, avería…) y en la que
expone que queda exento, tanto él como la tripulación, de responsabilidad.
Afortunadamente las tecnologías de la información y la comunicación hoy día permiten la comunicación inmediata de
cualquier siniestro, y además mediante Internet y con la ayuda de las aplicaciones informáticas enviar desde cualquier parte
del mundo la documentación necesaria en formato imagen.
Vamos a ver, para cada uno de los tipos de transporte, cuáles son los límites de indemnización y el plazo para realizar la
reclamación de dicha indemnización.
Antes de eso, hay que recordar que por lo general los seguros en comercio internacional cubren el riesgo o valor asegurado
tanto en el caso de avería como en el caso de retraso.
Además, como ya viste en la unidad cuatro, en comercio internacional se establece como unidad de medida los derechos
especiales de giro (DEG) también conocidos por sus siglas en inglés (SDR), que es una unidad de medida del fondo
monetario internacional.
Plazos y límites de las indemnizaciones en el transporte internacional.
Antes de 21 días
Plazo en el caso 21 días después 60 días después (desde la puesta a
No hay plazo.
de retraso de la entrega. de la entrega. disposición de la
mercancía).
Antes de 21 días
Plazo en el caso 21 días después 60 días después (desde la puesta a
No hay plazo.
de retraso de la entrega. de la entrega. disposición de la
mercancía).
El mayor de los
importes
Indemnización 8,33 DEG por 17 DEG por cada siguientes: 17 DEG por cada
máxima en caso cada kilogramo kilogramo de 666,67 DEG por kilogramo de
de avería o de mercancía mercancía que bulto o unidad o mercancía que
pérdida que falte. falte. 2 DEG por falte.
kilogramo de
peso bruto.