La Violencia Contra Las Mujeres No Es Violencia de Género

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 8

DUODA Revista d'Estudis Feministes núm 21-2001

RIVERAGARRETAS
MAR~A-MILAGROS
La violencia contra las mujeres no es violencia de género

En 1997, en las jornadas "Vint anys de feminisme" de Valencia,


Paloma Gomez me pregunto: ''¿Crees que el feminismo ha aumenta-
do la violencia contra las mujeres?" Esta pregunta estaba entonces
en el ambiente politico feminista, el cual reclamaba mediaciones que
desataran un nudo de la luz que el sensacionalismo de muchos
medios de comunicacion habia ido atando. El feminismo se debatia
entonces entre dos respuestas que, en las entrañas, muchas pre-
sentiamos equivocadas: una respuesta decia que no, que lo que
pasaba era que ahora, impulsadas por el feminismo, las mujeres
denunciaban mas 10s maltratos que siempre habian estado ahi; la
otra respuesta decia que si, que el triunfo del feminismo habia
exacerbado la agresividad de 10s hombres.

Unos meses depues salto a la prensa diaria un extraiio debate:


algunas feministas empezaron a hablar de "violencia de genero"
para referirse a la violencia contra las mujeres; algunos hombres les
rebatieron diciendo que la expresion "violencia de genero" bloquea-
ba la capacidad comunicadora de la lengua. Pronto, la expresion
"violencia contra las mujeres" empezo a desaparecer del lenguaje
oficial y del de 10s medios de comunicacion. Finalmente, la frase
"violencia de genero" pas6 a convertirse en politicamente correcta.
Como suele ocurrir con lo politicamente correcto, oculta lo funda-
mental: en este caso, "violencia de genero" oculta que son hombres
Maria-Milagros Rivera. La violencia contra las mujeres no es violencia de genero - -

quienes ejercen la violencia en cuestion, y mujeres quienes la pade-


cemos.

Los debates extraños suelen estar en el lugar de otra cosa: otra cosa
dolorosa o difícil de dilucidar y de poner en palabras en un momento
historico concreto. Es de esta otra cosa de lo que deseo tratar aquí.

Yo sostengo que la violencia contra las mujeres no es violencia de


genero. Entiendo que la violencia contra las mujeres intenta destruir
y destruye las practicas de creacion y recreacion de la vida y la
convivencia humana;' o sea, las practicas de autoridad, guiadas por
el amor, que son, historicamente, mas (mucho mas) de mujeres que
de hombres. La violencia de genero es, en cambio, lucha de poder
entre 10s sexos.

La violencia contra las mujeres se propone destruir y destruye la


apertura a la relacion, la apertura a lo infinito, la apertura a lo otro de
si, que el cuerpo femenino señala: señala, sin determinar nada, pues
una mujer es libre de ignorar ese signo. Por eso, porque solo el
cuerpo femenino se abre a lo otro, la violencia contra las mujeres la
ejercen típicamente hombres: hombres que no soportan las relacio-
nes y 10s vinculos que ella tiende y atiende a su alrededor, incluyén-
dole tambien a el en la constelacion: una constelacion amorosa y
abierta que parece sacar de quicio a esos hombres. Cuenta la
antropologa Ida Magli que, hacia 1974, le llevo a su editor, para que
lo publicara, un libro titulado La mujer abierta; el editor tuvo miedo y
transformo el titulo en La mujer, un problema a b i e r t ~ . ~

La violencia de genero es, en cambio, lucha de poder entre 10s


sexos. Por eso la ha exacerbado el feminismo. Pues el genero, como
escribio en 1986 la historiadora de lengua inglesa Joan W. Scott, es
el "campo en el cual o por medio del cual se articula el poder".3
Ademas de ser -o j e s lo mismo?- una construccion cultural de 10s
roles o papeles supuestamente adecuados para cada uno de 10s dos
sexos en 10s que se presenta en el mundo el cuerpo humano: pues el

38
DUODA Revista d'Estudis Feministes núm 2 1-2001

poder es siempre, en primer lugar, poder sobre 10s cuerpos. Que el


genero es el campo en el cual o por medio del cual se articula el
poder, lo demuestra una experiencia común en el feminismo: el
feminismo nos ha enseñado a muchas -tambien a mi- que, si pres-
cindo de la mediacion del poder, el estereotipo de genero femenino
que se me atribuye se vuelve de pronto insignificante, degenera,
puede dar -inclusa- risa.

La violencia de genero la ejercen muchas veces 10s hombres y,


algunas veces, las mujeres; porque el genero esta separado de la
corporeidad. Es violencia propia de las relaciones instrumentales, o
sea, de las relaciones que se entablan y se mantienen para alcanzar
o para conservar instancias de poder; por ejemplo, para avanzar en
la carrera profesional, para enriquecerse, para poseer una casa
lujosa, para poder adquirir mas bienes de consumo ...

En la vida de una mujer, la violencia por causa de su saber amar


(violencia contra las mujeres) y la violencia de poder (violencia de
genero) pueden mezclarse; pero, casi siempre, ella sabe y siente en
su ser mas intimo cuando la violencia que padece es debida al "amor
de Dios" y cuando es debida al "honor de este m ~ n d o " . ~

El triunfo del feminismo ha puesto en las manos de las mujeres


muchas instancias de poder -de poder social, como se suele decir-
que habian sido patrimonio historico de 10s hombres. El poder de las
mujeres, y el dinero que el poder casi siempre conlleva, han abierto
formas nuevas de friccion, de conflicte y de violencia entre 10s sexos;
formas nuevas de violencia en el trabajo, en la calle, en casa...: esta
violencia es violencia de genero.

La violencia contra las mujeres se da, en cambio, cuando una mujer


ama; y un hombre -su pareja- es incapaz de reconocerle autoridad a
la constelacion de relaciones que ella tiende y atiende amando:
constelacion de relaciones en la que suelen estar sus hijas y sus
hijos; constelacion de relaciones que -hasta que ella, afortunada-
Maria-Milagros Rivera. La violencia contra las mujeres no es violencia de genero-.-

mente, se harta o, desgraciadamente, es asesinada- suele incluirle


tambien a el, al maltratador, que un dia fue, probablemente, amado.
El maltratador suele sentir mermada o amenazada su libertad por 10s
vinculos que ella crea; por eso, suele destruir tenazmente esos
vinculos antes de empezar a torturar a la mujer que 10s crea y 10s
sostiene. Dicen que, en la prostitucion, 10s clientes imaginan que es
posible su ilusion -una ilusion historicamente masculina- de "relacio-
narse" sin establecer vinculo humano alguno, perfectamente libres.

La libertad que un maltratador ve amenazada es el tipo de libertad


propio del hombre occidental modern0 y contemporaneo; o sea, la
libertad individual o individualista, la del sujeto de derechos que,
protegido por la fuerza de la ley, actua en la sociedad, preferible-
mente solo, independiente, desconfiando de la sociedad y confiando
en s i mismo: libre, ante todo, de la relacion primera con su padre
concreto y personal.

Pero esta libertad no es la única que hay. Al lado y mas alla de la


libertad individualista, hay ahora y ha habido siempre en la historia
otra libertad: la que Lia Cigarini y otras de la Libreria de mujeres de
Milan han llamado libertad femer~ina.~ La libertad femenina es liber-
tad relacional, libertad que una mujer prueba y disfruta en relacion
de confianza con otra; otra que da "vinculo, intercambio y medida".
Es la libertad que "a una mujer le corresponde a causa de su ser
mujer y no a pesar de su ~ e x o "La. ~libertad femenina pone en juego
en el mundo la capacidad de ser dos que es propia, por azar o por
gracia pero necesariamente, del cuerpo de mujer. Es la libertad
genuinamente civilizadora.

Cuando a la violencia contra las mujeres se le llama violencia de


genero, se hace una cesion enorme de simbolico de la madre a 10
que queda del patriarcado, alimentandolo. La cesion de simbolico
esta en el olvido del amor, sustituido ahora por el lenguaje con
poder.
DUODA Revista d'Estudis Feministes num 21-2001

Pienso que esta cesión de simbólico es una de las muchas que se


han ¡do dando en 10s paises capitalistas a lo largo del siglo XX,
como, por ejemplo, cuando llaman "clientes" a 10s y las pacientes de
un hospital, o "usuarios" a las alumnas y alumnos de un aula: cuando
estoy enferma, yo deseo ser cuidada y atendida en mi padecimiento;
cuando soy alumna, confio en que sea nutrida mi alma (que es, por
lo demas, lo que significan las palabras alma y alumna, ambas de la
raiz de "nutrir") en una relación de autoridad, no de poder.7 Alma
mater-uno de 10s nombres que se ha dado durante siglos la univer-
sidad- significa, precisamente, madre nutricia: sin duda en recuerdo
del origen de mucho del conocimiento universitario, usurpado a la
mad~e.~

Mucho simbólico de la madre -es decir, mucho sentido libre del


amor, de la relación y de la lengua- ha sido sacrificado durante el
siglo XX en el altar de "10 social"; unas veces porque se ha confundi-
do el simbolico de la madre con ciertos dogmas y discursos de
algunas iglesias constituidas, otras veces porque el afan de poder ha
deslumbrado a muchos. Ha sido un sacrificio innecesario y terrible,
porque 10s ideales de justicia social que triunfaron en Occidente con
la Revolución Social de octubre de 1917 son de indole distinta -ni
compatible ni incompatible- con el orden simbólico de la madre.g

Ceder simbólico de la madre a lo que queda del patriarcado empo-


brece la vida y oculta, designificandolas, relaciones humanas feme-
ninas. 'Es, quiza, un delito simbólico?

notas:

1. Esta expresion o invencion simbolica en: Marta Bertran Tarrés, Carmen


Caballero Navas, Montserrat Cabré i Pairet, Maria-Milagros Rivera Garretas y
Ana Vargas Martinez, De dos en dos. Las practicas de creacion y recreacion
de la vida y la convivencia humana, Madrid, horas y HORAS, 2000.

2. Ida Magli, Viaje en torno al hombre blanco. Notas sobre mi itinerari0 a la


antropologia y en la antropologia, "Duoda" 4 (1993) 83-124; p. 100.
Maria-Milagros Rivera. La violencia contra las mujeres no es violencia de genero --

3. Joan W. Scott, Gender. A Useful Category of Historical Analysis, "The


American Historical Review" 91 (1986) 1053-1075; p. 1069 (trad. en James
Amelang y Mary Nash, eds., Historia y genero, Valencia, Alfonso el Magnáni-
mo, 1990, 23-56). Vease tambien: Joan Hoff, Gender as a Postmodern
Category of Paralysis, "Women's History Review" 3 (1994) 149-168.

4. Tomo prestadas estas expresiones geniales del relato que hizo en el siglo
XII Hildegarda de Bingen de su relacion con Ricarda de Stade (Hildegard von
Bingen, Vida y visiones, introd. y trad. de Victoria Cirlot, Madrid, Siruela,
1999).

5. Lia Cigarini, La política del deseo. La diferencia femenina se hace historia,


trad. de Maria-Milagros Rivera Garretas, Barcelona, Icaria, 1996, 215-219.
Tambien: Libreria de mujeres de Milan, No creas tener derechos. La genera-
cion de la libertad femenina en las ideas y vivencias de un grupo de mujeres,
trad. de Ma Cinta Montagut Sancho con Anna Bofill, Madrid, horas y HORAS,
1991.

6. Lia Cigarini, Libertad femenina y norma, "Duoda" 8 (1995) 85-107; p. 88 y 1


86.

7. Sobre la autoridad y su raiz femenina, vease Diotima, Oltre I'uguaglianza.


Le radici femminili dell'autorita, Napoles, Liguori, 1995.

8. Sobre la usurpacion a la madre, vease Luisa Muraro, El orden simbólico de


la madre, trad. de B. Albertini, M. Bofill y M.-M. Rivera, Madrid, horas y
HORAS, 1994, 101-105.

9. He tocado este asunto en Come in un romanzo storico, en: Annarosa


Buttarelli, Luisa Muraro y Liliana Rampello, eds., Duemilaeuna. Donne che
cambiano I'ltalia, Milán, Pratiche Editrice, 2000, 279-283.
- DUODA Revista dlEstudis Feministes núm 2 1-2001
No estar sola cuando se esta triste
2001
Marisa Ordoñez

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy