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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA LA LIBERTAD -

Sistema de Notificaciones Electronicas SINOE


SEDE COVICORTI SECTOR NATASHA ALTA,
Secretario:MENDOZA PARDO Lucia Veronica FAU 20159981216 soft
Fecha: 29/10/2020 17:08:12,Razón: RESOLUCIÓN JUDICIAL,D.Judicial:
LA LIBERTAD / TRUJILLO,FIRMA DIGITAL

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA LIBERTAD


PRIMER JUZGADO TRANSITORIO LABORAL DE TRUJILLO

EXPEDIENTE Nº : 05858-2019-0-1601-JR-LA-08
DEMANDANTE : ANTONIO BALTAZAR CASTILLO
DEMANDADO : MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE EL PORVENIR
MATERIA : DESNATURALIZACIÓN DE CONTRATOS Y OTROS
JUEZ : EDITH DEL PILAR FERNANDEZ ROSAS
SECRETARIO : LUCIA MENDOZA PARDO

SENTENCIA Nº -2020-1JTTT-NLPT
RESOLUCIÓN NÚMERO: SIETE.-
Trujillo, dieciocho de setiembre del año dos mil veinte.-

VISTOS.- La señora Juez Supernumeraria del Primer Juzgado Especializado Laboral


Transitorio de Trujillo, emite la siguiente sentencia, en primera instancia:

I.PARTE EXPOSITIVA:
1. ARGUMENTOS DE LA PARTE DEMANDANTE. Mediante escrito de demanda de
fojas 65-84, subsanada mediante escrito de fojas 88, la demandante manifiesta
básicamente lo siguiente:
1.1. Datos de laboralidad. Señala que labora a favor de la demandada desde el
01 de febrero del 2007 con vinculo vigente en la actualidad, desempeñado
el cargo de Vigilante, siendo su última remuneración percibida la suma de
S/ 1,200.00.
1.2. Reconocimiento de relación laboral a plazo indeterminado bajo el
régimen laboral de la actividad. Por desnaturalización de la contratación
civil de locación de servicios y de la contratación modal a la que estuvo
sujeta formalmente el demandante. Consecuentemente, peticiona su
Inclusión en planillas de la demandada, como obrero permanente.
1.3. Incremento de remuneraciones. Derivado de los pactos colectivos de los
años 2004, 2006 y 2011.
1.4. Gratificaciones (incluida la bonificación extraordinaria 9%). Señala
que la demandada le ha cancelado este concepto de forma diminuta.
1.5. Compensación por tiempo de servicios. Señala que la demandada no ha
cumplido con el pago de este concepto.
1.6. Vacaciones no gozadas e indemnización. Señala que la demandada le
viene otorgando descanso vacacional desde el año 2008; no obstante,
refiere que no ha cumplido con pagarle este concepto respecto del año
2007.
1.7. Bonificación vacacional. Refiere que la demandada le canceló este
concepto en base a una remuneración diminuta.
1.8. Asimismo, solicita el pago de intereses legales y honorarios
profesionales.

2. ARGUMENTOS DE LA PARTE DEMANDADA. Por su parte, la demandada contesta


la demanda mediante escrito de folios 139-145, niega los hechos alegados por el
demandante y solicita se declare infundada la demanda, en base a los argumentos
siguientes:
2.1. Sobre los datos de laboralidad. Coincide con el actor respecto a que éste
desde el 01 de febrero del 2007 al 30 de junio del 2007 prestó servicios
mediante contratación civil de locación de servicios; y a partir del 01 de
julio del 2017 hasta la actualidad se encuentra sujeto a contratación modal
bajo el régimen laboral de la actividad privada; también, señala que el actor
realiza las labores de Vigilante.
2.2. Sobre el reconocimiento de relación laboral a plazo indeterminado
bajo el régimen laboral de la actividad. Refiere que, en el primer
período, el demandante prestó servicios independientes a favor de la
demandada, con arreglo a las disposiciones del Código Civil, no habiendo
concurrido los tres elementos típicos de la contratación laboral.
2.3. Sobre el reintegro remunerativo (remuneración suficiente
convencional). Señala que al actor nunca se le ha pagado menos de lo
establecido por ley. Así, refiere que durante el período que fue locador de
servicios se le canceló la suma de S/,600.00; y desde que se encuentra
sujeto a un contrato de trabajo bajo el régimen laboral de la actividad
privada se le cancela una suma justa y equitativa, siendo que en la
actualidad percibe una remuneración ascendente a S/.1, 200,00, esto es,
superior a una RMV.
2.4. Sobre los beneficios convencionales (remuneración normativa no
legal). Respecto a los convenios colectivos de los años 2004 y 2006, refiere
que el actor no le corresponden los beneficios derivados de dichos
convenios, en tanto estos fueron suscritos con anterioridad a la fecha de
inicio de labores del actor (01 de febrero de 2007); asimismo, indica que de
conformidad con lo establecido en el artículo 43 del TUO de la ley de
Relaciones Colectivas Labores “La convención colectiva de trabajo tiene
como una sus características que rige durante el período que acuerden las
partes. A falta de acuerdo, su duración es de un (1) año”; en ese sentido,
siendo que en los convenios colectivos en mención no se estableció la
vigencia de los beneficios contenidos en éstos, entonces su duración fue de
un año respectivamente (2004 y 2006), no siendo aplicables al actor.
Respecto del convenio colectivo del año 2011, señala que el actor viene
percibiendo el incremento dispuesto en el referido convenio.
2.5. Agrega que al actor no le asiste el derecho a percibir beneficios derivados
de convenios colectivos, ya que no cumple con el requisito indispensable
de encontrarse sindicalizado.
2.6. Sobre las gratificaciones (incluida la bonificación extraordinaria 9%).
Señala que durante el período en el que el actor prestó servicios bajo una
contratación civil de locación de servicios no le asiste este derecho; y a su
vez refiere que desde que se encuentra sujeto a un contrato de trabajo bajo
el régimen laboral de la actividad privada ha cumplido con la totalidad del
pago por concepto de gratificaciones.
2.7. Sobre la bonificación vacacional. Señala que durante el período en el que
el actor prestó servicios bajo una contratación civil de locación de servicios
no le asiste este derecho; y a su vez refiere que desde que se encuentra
sujeto a un contrato de trabajo bajo el régimen laboral de la actividad
privada, el actor ha gozado de este derecho.
2.8. Sobre las vacaciones no gozadas e indemnización. Indica que durante el
período en el que el actor prestó servicios bajo una contratación civil de
locación de servicios no le asiste este derecho. Asimismo, refiere que desde
el inicio del vínculo laboral del actor se le canceló este concepto conforme a
ley.
2.9. Sobre la CTS. Indica que durante el período en el que el actor prestó
servicios bajo una contratación civil de locación de servicios no le asiste
este derecho; asimismo, refiere que se le canceló este concepto conforme a
ley.

3. TRÁMITE PROCESAL RELEVANTE:


3.1. A fojas 89-92 obra el auto admisorio, a través del cual se notifica a la parte
demandada, la demanda y sus anexos, conforme se verifica de las cedulas
de notificación de fojas 94-95.
3.2. A folios 146-147 obra el Acta de Audiencia de Conciliación, en cuyo registro
físico y audio-visual, se verifica que esta se lleva a cabo con la participación
de ambas partes procesales; sin que se arribe a acuerdo conciliatorio
alguno; por lo que se procede a precisar las pretensiones que son materia
de juicio. En dicho acto, la parte demandada presenta su escrito de
contestación de demanda y anexos obrantes a fojas 139-145, se corre
traslado a la parte demandante y se señala día y hora para la realización de
la audiencia de juzgamiento, quedando citadas las partes en dicho acto.
3.3. Posteriormente, se lleva a cabo la audiencia de juzgamiento, mediante la
plataforma virtual Google Hangouts Meet, con la participación de ambas
partes, conforme se verifica del Acta de registro fojas 347-349.
Inmediatamente, se inicia la etapa de confrontación de posiciones, la
Juzgadora señala que los hechos no sujetos a actuación probatoria, se
enuncian las pruebas admitidas, se actúan las pruebas admitidas, se
conceden los alegatos finales; y finalmente, se da por cerrado el debate, la
señora Juez reserva el fallo, informando en dicho acto que la notificación de
la sentencia se efectuará mediante casilla electrónica de conformidad con
la Resolución Administrativa Nº173-2020-CE-PJ, la misma que se
desarrolla a continuación:

II. PARTE CONSIDERATIVA:

1. HECHOS NO NECESITADOS DE ACTUACIÓN PROBATORIA. Durante audiencia


de juzgamiento (minuto 00:15:40 del audio-video), se señalaron los siguientes
hechos no necesitados de actuación probatoria: i) Existencia de la prestación
personal de servicios; ii) Desde el 01 de febrero del 2007 al 30 de junio del 2007
el demandante ha estado sujeto formalmente a contratos de locación de servicios,
y desde el 01 de julio del 2007 a la actualidad ha estado sujeto a contratos
modales bajo el régimen laboral de la actividad privada; iii) El demandante, tanto
en el período de locación de servicios como durante el período sujeto a
contratación modal, ostenta el cargo de Vigilante en las instalaciones municipales;
iv) Última remuneración: S/1,200.00; v) El demandante ostenta la calidad de
obrero.

2. RECONOCIMIENTO DE RELACIÓN LABORAL A PLAZO INDETERMINADO BAJO


EL RÉGIMEN LABORAL DE LA ACTIVIDAD PRIVADA. En cuanto al fondo de la
controversia, resulta necesario remarcar que, como se advierte de la postulación
escrita contenida en la demanda, la parte actora alega la existencia de un contrato
de trabajo sujeto a las normas del Régimen Laboral de la Actividad Privada –
Decreto Legislativo N° 728 y normas concordantes- por la invalidez de los
contratos de locación de servicios y de los contratos de trabajo modales que
suscribió con la demandada. Por su parte, la entidad demandada, en su escrito
postulatorio de contestación de demanda, reconoce la existencia de una relación
contractual con el demandante; empero precisa que desde el 01 de febrero del
2007 al 30 de junio del 2007 el actor prestó servicios mediante una contratación
civil de locación de servicios válida; y a partir del 01 de julio del 2017 hasta la
actualidad se encuentra sujeto a un contrato de trabajo modal válido bajo el
régimen laboral de la actividad privada. Habiendo expuesto las tesis defensivas de
ambas partes, ahora corresponde analizar y determinar la naturaleza del vínculo
contractual existente entre partes, lo que se hace a continuación:
2.1. Sobre la contratación civil de locación de servicios, por el período del
01 de febrero del 2007 al 30 de junio del 2007. Del escrito postulatorio, se
verifica que el actor alega la existencia de una prestación personal de
servicios brindada a favor de la demandada, en el marco de un contrato de
trabajo; en consecuencia, si el demandante pretende se le reconozca y
otorgue una serie de derechos propios de toda relación laboral, tiene que
probar que en efecto existió tal prestación de servicios, pues, es a partir de
dicho hecho que resultan exigibles los subsecuentes derechos1. Ello, en base a
lo regulado en el artículo 4° del Decreto Supremo N° 003-97-TR, Texto único
Ordenado del Decreto Legislativo N° 728, Ley de Productividad y
Competitividad Laboral –en adelante LPCL- y el artículo 23.2. de la Nueva Ley
Procesal del Trabajo –en adelante NLPT-, que recoge la presunción de
laboralidad, al establecer: “Acreditada la prestación personal de servicios,
se presume la existencia de vínculo laboral a plazo indeterminado, salvo
prueba en contrario”. Así pues, resulta importante anotar que no existe
conflicto entre la norma sustantiva y adjetiva, en la medida que ambas
entienden que el contrato de trabajo se configura por la confluencia de tres
elementos esenciales, que son: la prestación personal de servicios, la
remuneración y la subordinación. La norma sustantiva es la que ha fijado
la necesaria presencia de ellos para la existencia del contrato de trabajo, y la
norma adjetiva no los niega, solo presume la aparición de la subordinación y
la remuneración ante la cercana probabilidad de su existencia2.
2.2. En el caso de autos, la demandada ha reconocido que el actor prestó
servicios a su favor; en este escenario, tenemos como primera conclusión que
la demandada ha reconocido la existencia de la prestación personal de
servicios, con lo cual el demandante ha satisfecho su carga probatoria,
correspondiendo por tanto a la demandada desvirtuar la referida presunción
de laboralidad (acreditando que la contratación sostenida con el demandante
ha sido una de naturaleza civil como lo alega), pues conforme al glosado
artículo 23.2 de la NLPT, la referida presunción mantiene su vigencia
mientras la demandada no demuestre lo contrario.
2.3. Así pues, lo antes señalado guarda correspondencia además con la regla
general de probanza contenida en el artículo 23.1 de la NLPT que establece
que la carga de la prueba corresponde a quien afirma hechos que configuran
su pretensión, o a quien los contradice alegando nuevos hechos; sin embargo,
en el presente caso, la demandada no ha desvirtuado la referida presunción
de laboralidad, esto es no ha acreditado que los servicios del demandante se
dieron en el marco de contratos de locación de servicios y bajo el
cumplimiento de los requisitos legalmente establecidos para su
configuración, pues, no ha hecho el mínimo esfuerzo probatorio por acreditar
el carácter autónomo de los servicios prestados por la demandante.
2.4. Por el contrario, el demandante ha aportado al proceso el contrato de
servicios no personales de fojas 04, del que se evidencia que fue contratado

1ÁVALOS JARA, Oxal Víctor. Comentarios a la Nueva Ley Procesal del Trabajo. Jurista Editores E.I. R.L. 2016. Pág. 356.
2Op. Cit. Pág. 358.
“para que preste servicios de apoyo como vigilante del Club del Pueblo, de
acuerdo al Manual de Organización y Funciones u otras funciones o
encargos que se le asigne”; como se puede apreciar el demandante tuvo como
funciones las contenidas en el Manual de Organización y Funciones, de lo que
se deriva que son las propias e inherentes a los trabajadores de las entidad
(lo que descarta la existencia de la prestación de servicios en el marco de un
contrato civil); por otro lado, se consigna labores de “apoyo” lo que evidencia
la sujeción de dichas actividades a un principal, que vendría ser su Jefe
Inmediato, ello sin contar con que en el contrato se describe la puesta a
disposición de la actividad a favor de la entidad demandada y no una labor en
específico (dado que se consignan “otras funciones o encargos que se le
asigne”), que determine su temporalidad, que es otra de las características
propias del contrato de locación de servicios.
2.5. Lo antes anotado, resulta congruente con el Informe Nº012-2007/ACP-MDP
obrante a fojas 05, a través del cual informa a la demandada las labores
realizadas durante el mes de abril de 2007, lo que constituye un indicio de
laboralidad, en tanto refleja la facultad de control y fiscalización de la
demandada respecto de los servicios prestados por el actor; asimismo, del
contrato de locación de servicios de fojas 04 se verifica que la entidad edil
debía cumplir con pagar al actor la suma total de S/1,200.00, en dos armadas
de S/.600.00, ello considerando que el contrato fue suscrito por una vigencia
de dos meses; lo cual permite concluir que en la realidad las sumas dinerarias
otorgadas al actor corresponden a uno de los elementos esenciales de la
relación laboral, esto es, la remuneración otorgada por la entidad edil –en
calidad de empleadora- por las labores prestadas por el actor – en calidad de
trabajador.
2.6. En conclusión, al no haberse desvirtuado la presunción de laboralidad
contenida en el artículo 23.2 de la NLPT y en virtud al principio de primacía
de la realidad, según el cual deben primar los hechos acaecidos en el plano de
la realidad, por encima de las formalidades que obren en los documentos, se
determina la existencia de un contrato de trabajo a plazo
indeterminado entre las partes, desde el 01 de febrero de 2007 hasta el
30 de junio de 2007.
2.7. Sobre la posterior contratación modal, por el período de julio 2007 a la
actualidad. Habiendo quedado determinado que el demandante ostentaba
un contrato de trabajo a plazo indeterminado, bajo el régimen laboral de la
actividad privada, desde el 01 de febrero del 2007; es de señalar que ésta
contratación a plazo indeterminado, no podía ser variada por una
contratación mejor favorable para el trabajador como lo es el contrato de
trabajo modal, pues a la luz de los propios principios y valores recogidos
expresa o implícitamente por nuestra Constitución del Estado, tales como el
de irrenunciabilidad de derechos3(artículo 26.2), el de primacía de la
realidad4, el principio protector5 (artículos 22, 23) y el de continuidad

3 Este principio, según la doctrina más avisada, se enuncia o manifiesta como “la ineficacia de la privación voluntaria por el
trabajador de derechos laborales reconocidos a nivel legal o convencional” (FERRO DELGADO, Víctor. “El principio de
irrenunciabilidad en la interpretación constitucional”. En AA.VV. “LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO EN EL
DERECHO PERUANO LIBRO HOMENAJE AL PROFESOR AMÉRICO PLÁ RODRÍGUEZ”. Sociedad Peruana de Derecho del
Trabajo; Lima-Perú, 2004; Página 111). Se trata de un “límite a la autonomía individual por la que se impide a un sujeto, con
legitimación y capacidad adecuada, efectuar total o parcialmente actos de disposición sobre un derecho determinado” (OJEDA
AVILÉS, Antonio. “LA RENUNCIA DE LOS DERECHOS DEL TRABAJADOR”. Editado por el Instituto de Estudios Políticos;
Madrid-España, 1971; Página 131); en suma, es “aquella imposibilidad jurídica de privarse voluntariamente de una o más ventajas
concedidas por el derecho laboral en beneficio propio” (PLÁ RODRÍGUEZ, Américo. “LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL
TRABAJO”. Tercera Edición Actualizada, Ediciones Depalma; Buenos Aires-Argentina, 1998; página 118).
4 Este principio constituye un elemento implícito de la Constitución Laboral, según lo ha establecido el Tribunal Constitucional,

entre otras, en las sentencias recaídas en los expedientes números 503-99-AA/TC, 0091-2000-AA/TC, 1869-2004-AA/TC, 2371-
2004-AA/TC y 1259-2005-AA/TC. En el mismo sentido puede verse la sentencia casatoria número 2185-2005 Puno. Y en
(artículo 27)6, el contrato de trabajo a plazo indeterminado no puede ser
alterado y/o novado a una forma contractual menos favorable para el
laborante, no solamente porque ello atentaría de manera frontal contra lo
previsto por el ordinal 2 del artículo 26 de la Carta Magna, al importar una
renuncia al estatuto de protección laboral que se halla estructurado y
contenido en la Constitución Laboral, sino además porque implica un abierto
desconocimiento de una situación real preexistente (contrato de trabajo a
plazo indefinido) y, con ello, de una de las piedras angulares en las que se
cimienta y edifica el Derecho del Trabajo como disciplina jurídica: su carácter
y naturaleza tuitiva. En consecuencia, como la contratación modal le es
inoponible al demandante por ostentar un contrato de trabajo a plazo
indeterminado desde el 01 de febrero del 2007, se concluye que desde
dicha fecha a la actualidad, el demandante es un trabajador sujeto a un
contrato de trabajo a plazo indeterminado, en su condición de obrero,
bajo el régimen laboral de la actividad privada; ello en virtud a que las
actividades realizadas por el accionante en el cargo de Vigilante (hecho
pacífico entre las partes), se asimilan a las de un obrero, por primar en el
desarrollo de estas el despliegue físico antes que el intelectual, lo que incluso
constituye un hecho pacífico entre las partes, resultando importante
determinar esta diferenciación ya que de ella depende el Régimen a
aplicársele al demandante, ello de conformidad con lo establecido por el
artículo 37 de la Ley Orgánica de Municipalidades, según la cual solo los
obreros se encuentran adscritos al régimen laboral privado (Decreto
Legislativo 728).

3. SOBRE LO ESTABLECIDO EN EL DECRETO DE URGENCIA N° 016-2020. Dado


que en el caso de autos el accionante ha solicitado el reconocimiento de su vínculo
laboral en el régimen laboral de la actividad privada; corresponde emitir
pronunciamiento en torno a lo regulado por el Decreto de Urgencia N° 016-
2020, el mismo que ha establecido ciertas reglas que deben ser observadas
por el Juzgador previo a declarar el reconocimiento del vínculo laboral u
ordenar la reposición de trabajadores que prestan servicios a favor del Estado. En
principio debe indicarse que el segundo párrafo del artículo 138 de la
Constitución Política del Estado reconoce el control difuso como control judicial
de la constitucionalidad de las normas, en virtud del cual se convierte a los jueces
en los principales contralores de la legalidad constitucional, quienes deben aplicar
dicha facultad sólo cuando exista un conflicto real y concreto de intereses en el
cual debe discernirse la compatibilidad o incompatibilidad constitucional de una
norma inferior. Siguiendo esa línea, el artículo 14 del Texto Único Ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial, aprobado por Decreto Supremo N° 017-93-JUS,
establece que "De conformidad con el Art. 236 de la Constitución, cuando los
Magistrados al momento de fallar el fondo de la cuestión de su competencia, en
cualquier clase de proceso o especialidad, encuentren que hay incompatibilidad en
su interpretación, de una disposición constitucional y una con rango de ley,
resuelven la causa con arreglo a la primera. (...)". Ello es así, en la medida en que el

doctrina dicho principio se expresa cuando “en el caso de discordancia entre lo que ocurre en la práctica y lo que surge de
documentos o acuerdos, debe darse preferencia a lo primero, es decir a lo que sucede en el terreno de los hechos” (PLÁ RODRÍGUEZ,
Américo. Op. Cit.; página 313).
5 En palabras de la Corte Suprema de la República, vertidas en la casación número 2120-2003 Huánuco, constituye un principio

superlativo dentro de la escala axiológica que impregna al Estado de Derecho, que obedece a la condición hiposuficiente del
trabajador frente a su empleador. En el mismo sentido véase la sentencia recaída en el expediente número 1124-2001-AA/TC.
6 El Tribunal ha reconocido la presencia de este principio en el citado artículo 27 de la Carta Magna, desde hace varios años; así

puede verse la sentencia recaída en el expediente número 1874-2002-AA/TC, entre otras, y más recientemente la sentencia
recaída en el expediente número 000357-2011-PA/TC del 13 de Junio de 2011.
juez laboral también es un juez constitucional, quien en dicha condición, conforme
lo señalado por el propio Tribunal Constitucional, constituye el "primer nivel de
protección de los derechos fundamentales (...) a través de los procesos judiciales
ordinarios."7; lo cual se justifica -además- en la naturaleza de la pretensión
discutida, cual es el carácter alimentario de los créditos laborales que se
desprenden de demandas en las que se pretende el reconocimiento de una relación
laboral, y que amerita una especial protección por parte del Estado al encontrarse
en discusión derechos fundamentales como el derecho al trabajo y el derecho a
una remuneración justa y equitativa.
4. En este orden de ideas, para ejercer el control difuso de normas, la Corte Suprema
ha establecido una serie de parámetros en el Expediente N° 1618-2016 Lima
Norte (cuatro reglas – fundamento 2.5 del expediente en mención), según el cual
debe analizarse el examen de validez, legitimidad y constitucionalidad de la
norma invocada y el juicio de relevancia (señalando cuál es la norma aplicable al
caso), así, se establece:
“i. Partir de la presunción de validez, legitimidad y
constitucionalidad de las normas legales, las que son de
observancia obligatoria conforme lo prevé el artículo 109 de la
Constitución Política, gozan de legitimidad en tanto hayan sido
promulgadas conforme al procedimiento previsto en la Constitución;
debiendo suponer a priori que la norma no viene viciada de
ilegitimidad, en ese orden, quien enjuicie la norma esgrimiendo
infracción a la jerarquía de la norma constitucional, debe cumplir
con la exigencia de demostrar objetivamente la inconstitucionalidad
alegada.
ii. Realizar el juicio de relevancia, en tanto solo podrá inaplicarse
una norma cuando es la vinculada al caso, debiendo los jueces
ineludiblemente verificar si la norma cuestionada es la aplicable
permitiendo la subsunción de las premisas de hecho en los supuestos
normativos, constituyendo la regla relevante y determinante que
aporta la solución prevista por el ordenamiento jurídico para
resolver el caso concreto; en tanto la inaplicación permitida es sólo
respecto de la norma del caso en un proceso particular.
iii. Identificada la norma del caso, el juez debe efectuar una labor
interpretativa exhaustiva, distinguiendo entre disposición y norma,
siendo el primero el texto o enunciado legal sin interpretar, y la
norma es el resultado de la interpretación, por lo que siendo el
control difuso la última ratio, que se ejerce cuando la disposición no
admite interpretación compatible con la Constitución, es obligación
de los jueces haber agotado los recursos y técnicas interpretativas
para salvar la constitucionalidad de la norma legal; por el contrario
el uso indiscriminado acarrea inseguridad jurídica en relación a la
aplicación de las normas, vulnerando el orden del sistema normativo.
iv. En esencia el control difuso es un control de constitucionalidad en
concreto que conlleva la inaplicación al caso particular, por lo que es
exigencia ineludible iniciar identificando los derechos
fundamentales involucrados en el caso concreto, el medio
utilizado, el fin perseguido, el derecho fundamental intervenido
y el grado de intervención, para así poder aplicar el test de
proporcionalidad u otro de igual nivel de exigencia, examinando si

7 Expediente N.º 04108-2009-PA/TC, f.j.7


la medida legal en cuestión, supera el examen de idoneidad (de
medio a fin), el examen de necesidad (de medio a medio), y el examen
de proporcionalidad en sentido estricto (cuanto mayor la intensidad
de la intervención o afectación del derecho fundamental, debe ser
mayor el grado de satisfacción u optimización del fin
constitucional).”
4.1. Así las cosas, analizaremos cada uno de estos aspectos a fin de descartar el
uso arbitrario del control difuso, precisándose que la norma sobre la cual se
procederá a efectuar el análisis es el artículo 3 del Decreto de Urgencia N°
016-2020, publicado en el Diario Oficial El Peruano con fecha 23 de Enero de
2020, y según el cual:
“Artículo 3. Ingreso por mandato judicial a las entidades del Sector
Público.
3.1 Los mandatos judiciales que ordenen la reposición, la
reincorporación o el reconocimiento de vínculo laboral en entidades
del Sector Público comprendidas en el inciso 1 del numeral 4.2 del
artículo 4 del Decreto Legislativo Nº 1442, con independencia del régimen
laboral al que se refiera la demanda, el motivo de la desvinculación del
demandante o la forma en la que ésta se haya realizado, deben observar,
bajo responsabilidad, las siguientes reglas:
1. Sólo puede efectuarse en la entidad del Sector Público que fue parte
demandada en el proceso judicial.
2. Sólo procede en una plaza a tiempo indeterminado cuando la
persona haya ingresado por concurso público en una plaza
presupuestada, de naturaleza permanente y vacante, de duración
indeterminada; y, se trate del mismo régimen laboral en el cual fue
contratada.
3. Para el caso de reconocimiento de vínculo laboral dispuesto por
sentencia judicial, el demandante debe ser incorporado al régimen
laboral vigente que corresponda a la Entidad. El cambio de régimen
laboral únicamente procede mediante un nuevo concurso público. (…)”
(el negreado es nuestro)
4.2. Sobre la presunción de constitucionalidad de la norma inaplicada.
Conviene anotar en principio que el Decreto de Urgencia N° 016-2020 ha
cumplido con ser publicado en el Diario Oficial “El Peruano” el 23 de Enero
de 2020; superando el control de producción normativa conforme el
procedimiento constitucional del artículo 108, por ende la norma se
encuentra vigente y es de carácter obligatorio conforme al artículo 109 de la
Constitución Política del Estado. Debiéndose acotar además que, si bien el
artículo 118 inciso 19 de la Carta Magna prescribe que “Corresponde al
Presidente de la República: (…) 19. Dictar medidas extraordinarias, mediante
decretos de urgencia con fuerza de ley, en materia económica y financiera,
cuando así lo requiere el interés nacional y con cargo de dar cuenta al
Congreso. El Congreso puede modificar o derogar los referidos decretos de
urgencia.” (el negreado es nuestro), una correcta interpretación de dicho
dispositivo constitucional con lo previsto en el artículo 135 del mismo cuerpo
normativo, según el cual “(…) En ese interregno, el Poder Ejecutivo legisla
mediante decretos de urgencia, de los que da cuenta a la Comisión Permanente
para que los examine y los eleve al Congreso, una vez que éste se instale.”, nos
permite colegir que lo que –en rigor- contempla el segundo párrafo del
artículo 138 de la Constitución Política del Estado es un supuesto de
excepción a la regla general contenida en el inciso 19 del artículo 118 antes
anotado, el cual se funda en un estado de necesidad originado en la
inexistencia de Congreso que ejerza funciones legislativas, las cuales ahora –
en el interregno- son realizadas por el Ejecutivo a través de Decretos de
Urgencia; de allí que entonces, sea válido que dicha norma haya regulado
materias ajenas a las económico financieras, como es la laboral.
4.3. Sobre el juicio de relevancia, el artículo 3.1. del Decreto de Urgencia N°
016-2020, glosado líneas arriba, contiene hasta tres requisitos exigibles a
efecto de, entre otros supuestos, reconocer la existencia de una relación a
tiempo indeterminado; las cuales se relacionan con el caso concreto, cuya
pretensión es –justamente- se declare la existencia de un contrato de trabajo
a tiempo indeterminado bajo el régimen laboral de la actividad privada
(Decreto Legislativo N° 728) entre las partes, una de las cuales se encuentra
dentro del supuesto contemplado en el inciso 1 del numeral 4.2 del artículo 4
del Decreto Legislativo Nº 1442; superándose entonces así, el juicio de
relevancia; en la medida en que, la norma en mención refiere su aplicación
obligatoria en los mandatos judiciales que ordenen pretensiones como la
incoada en autos.
4.4. Sobre la labor interpretativa conforme a la Constitución, tenemos que:
A. Anótese en principio que el artículo 3.1. en análisis, contempla como
escenario de aplicación de la norma, a los “mandatos judiciales” en los que
se resuelven pedidos de reposición, reincorporación o reconocimiento
de vínculo laboral; es decir, claramente alude a las sentencias con
pronunciamiento sobre el fondo en las cuales se haya dispuesto amparar
las pretensiones antes aludidas; incidiendo en que, en el ejercicio de la
potestad jurisdiccional, la observancia de los requisitos contemplados en
dicha norma, son “bajo responsabilidad”, lo que determina su
obligatoriedad al momento de dilucidar la Litis sometida a la competencia
del Juez Laboral. Precisándose que, dichos “requisitos” son exigidos
únicamente en aquellos procesos judiciales en los cuales intervengan
entidades del Sector Público comprendidas en el inciso 1 del numeral 4.2
del artículo 4 del Decreto Legislativo Nº 14428.
B. Ahora bien, conforme lo establece el artículo 1 del Decreto de Urgencia
016-2020, dicha norma tiene por objeto establecer medidas en materia de
Recursos Humanos, a efectos de regular el ingreso de los servidores a las
entidades del Sector Público y garantizar una correcta gestión y

8 “Para efectos del presente Decreto Legislativo, el Sector Público incluye (…)
Sector Público No Financiero:
a. Entidades Públicas:
i. Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
ii. Ministerio Público, Jurado Nacional de Elecciones, Oficina Nacional de
Procesos Electorales, Registro Nacional de Identificación y Estado Civil,
Consejo Nacional de la Magistratura, Defensoría del Pueblo, Tribunal
Constitucional, Contraloría General de la República y Superintendencia de
Banca, Seguros y Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones.
iii. Universidades Públicas.
iv. Gobiernos Regionales.
v. Gobiernos Locales.
vi. Organismos públicos de los niveles de gobierno regional y local.
b. Empresas Públicas No Financieras:
i. Empresas Públicas No Financieras del Gobierno Nacional, de los Gobiernos
Regionales y de los Gobiernos Locales, fuera del ámbito del Fondo Nacional de
Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado (FONAFE).
ii. Empresas Públicas No Financieras bajo el ámbito del FONAFE.
c. Otras formas organizativas no financieras que administren recursos
públicos, tales como:
i. Caja de Pensiones Militar Policial.
ii. Seguro Social de Salud (EsSALUD).
iii. Administradores de Fondos Públicos.”
administración de su Planilla Única de Pago; medidas que sin embargo, -a
través de Cuarta Disposición Complementaria Final- se pretende aplicar
de manera inmediata a los procesos judiciales en trámite, a efectos de
evitar la reposición, la reincorporación o el reconocimiento de vínculo
laboral en entidades del Sector Público, de personal que ya se encontraba
prestando servicios en entidades del Estado antes de la emisión de la norma
en referencia, afectando con ello su derecho fundamental al trabajo
(artículo 22 de la nuestra Carta Magna), así como el derecho que tiene
toda persona a que ninguna relación laboral limite el ejercicio de los
derechos constitucionales, ni desconozca o rebaje la dignidad del
trabajador (artículo 1 y 23 de nuestra Carta Magna); lo que resulta
particularmente grave si tenemos en cuenta que el artículo 103 de
nuestra Carta Magna establece que la ley, desde su entrada en vigencia,
se aplica a las consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas
existentes y no tiene fuerza ni efectos retroactivos; debiendo considerarse
que la norma en referencia debe ser interpretada -en materia laboral-, a la
luz del principio de irrenunciabilidad de derechos reconocidos por la
Constitución, establecido por el artículo 26, inciso 2 del mismo cuerpo
normativo, que precisa que en la relación laboral se respeta el carácter
irrenunciable de los derechos reconocidos por la Constitución y la Ley;
por lo que en este contexto, el derecho del trabajador a gozar de un
contrato laboral de naturaleza indeterminada, luego de determinarse la
invalidez de la contratación precaria a la que haya sido sometido,
constituye un derecho irrenunciable al cual no le resultan aplicables los
requisitos contemplados en el artículo 3.1. del Decreto de Urgencia N°
016-2020, por tratarse de una situación jurídica preexistente a la vigencia
del mismo, razón por la cual este decreto de urgencia de ninguna manera
puede afectar a los prestadores de servicios de entidades públicas que -al
momento de la publicación de la norma en referencia-, ya venían
laborando bajo un contrato modal o de locación de servicios
desnaturalizado.
C. Así pues, si bien resulta importante y sumamente necesario que el Estado
establezca un régimen de ingreso al Sector Público que permita que las
entidades del Estado cuenten con el personal idóneo para el desempeño
de la función pública, basado en la meritocracia, a fin de lograr tener
entidades públicas eficientes en beneficio de la población; cierto es
también que cualquier medida que se adopte al respecto, no debe soslayar
los derechos fundamentales de la persona y en general los principios
esenciales del Derecho del Trabajo, que es precisamente lo que ocurre con
el mentado artículo 3.1., el mismo que colisiona abiertamente no solo
contra los derechos fundamentales del trabajador a los que hemos hecho
referencia, sino además contra los propios principios y valores recogidos
expresa o implícitamente en nuestra Carta Magna, tales como el de
irrenunciabilidad de derechos9 (artículo 26.2 de la Const. P.P.), el de

9 Este principio, según la doctrina más avisada, se enuncia o manifiesta como “la ineficacia de la
privación voluntaria por el trabajador de derechos laborales reconocidos a nivel legal o convencional”
(FERRO DELGADO, Víctor. “El principio de irrenunciabilidad en la interpretación
constitucional”. En AA.VV. “LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO EN EL DERECHO PERUANO
LIBRO HOMENAJE AL PROFESOR AMÉRICO PLÁ RODRÍGUEZ”. Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo; Lima-Perú, 2004;
Página 111). Se trata de un “límite a la autonomía individual por la que se impide a un sujeto, con legitimación y capacidad
adecuada, efectuar total o parcialmente actos de disposición sobre un derecho determinado” (OJEDA AVILÉS, Antonio. “LA
RENUNCIA DE LOS DERECHOS DEL TRABAJADOR”. Editado por el Instituto de Estudios Políticos; Madrid-España, 1971;
Página 131); en suma, es “aquella imposibilidad jurídica de privarse voluntariamente de una o más ventajas concedidas por el
primacía de la realidad10, el principio protector11 (artículo 22 y 23 de
la Const. P.P.) y el de continuidad laboral12 (artículo 27 de la Const. P.P.);
que determinan su inconstitucionalidad y por ende su inaplicación.
D. Así, respecto al derecho al trabajo, anótese en principio que el contenido
esencial del derecho al trabajo contemplado en el artículo 22 de la
Constitución Política del Estado, importa dos aspectos; el primero, el de
acceder a un puesto de trabajo, por una parte y, por otra, el derecho a no
ser despedido sino por causa justa, esto es, la estabilidad laboral,
precisando que cuando hacemos referencia en el presente caso a
estabilidad laboral, nos referimos a una estabilidad laboral relativa, más
no absoluta, pues es lícito el despido relacionado con la capacidad y
conducta del trabajador. Así, en el primer caso, conforme lo anotado por el
Tribunal Constitucional, “supone la adopción por parte del Estado de una
política orientada a que la población acceda a un puesto de trabajo; (…) El
segundo aspecto del derecho trata del derecho al trabajo entendido como
proscripción de ser despedido salvo por causa justa.”13. Así entonces, en su
manifestación del derecho a la estabilidad laboral, entendida como la
proscripción frente al despido, el contenido esencial del derecho al
trabajo se encuentra íntimamente ligada al principio de continuidad,
el cual profesa su preferencia por los contratos de duración indefinida, o
dicho de otro modo, la denominada “estabilidad de entrada”, tal y como ha
sido recogido en el numeral 3 del artículo 2 del Convenio N° 158 de la OIT
que señala “Se deberán prever las garantías adecuadas contra el recurso a
contratos de trabajo de duración determinada cuyo objeto sea eludir la
protección que prevé el presente convenio.”, norma que debe ser
concordada con el numeral I.3.2) a) de la Recomendación 166 de la OIT,
según la cual las legislaciones nacionales deben “(…) limitar la utilización
de los contratos de duración determinada a los casos en que a causa de la
índole del trabajo que haya de realizarse, a causa de las condiciones que
deba realizarse o en razón de los intereses del trabajador, la relación de
trabajo no pueda ser de duración indeterminada.”, y si bien dichas
disposiciones no han sido ratificadas por el Perú, constituyen elementos
normativos referenciales a efecto de comprender los alcances del
contenido esencial del derecho al trabajo en su manifestación del derecho
a la estabilidad laboral.
E. En efecto, el derecho al trabajo garantiza –en virtud al Principio de
continuidad- que éste se manifieste como una contratación a plazo
indeterminado o permanente, pues no puede perderse de vista que
“constituida la relación laboral, el derecho al trabajo despliega sus efectos a
través de dos derechos derivados del mismo: i) a la ocupación efectiva y ii)

derecho laboral en beneficio propio” (PLÁ RODRÍGUEZ, Américo. “LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO”. Tercera
Edición Actualizada, Ediciones Depalma; Buenos Aires-Argentina, 1998; página 118).
10 Este principio constituye un elemento implícito de la Constitución Laboral, según lo ha establecido el Tribunal Constitucional,

entre otras, en las sentencias recaídas en los expedientes números 503-99-AA/TC, 0091-2000-AA/TC, 1869-2004-AA/TC,
2371-2004-AA/TC y 1259-2005-AA/TC. En el mismo sentido puede verse la sentencia casatoria número 2185-2005 Puno. Y en
doctrina dicho principio se expresa cuando “en el caso de discordancia entre lo que ocurre en la práctica y lo que surge de
documentos o acuerdos, debe darse preferencia a lo primero, es decir a lo que sucede en el terreno de los hechos” (PLÁ
RODRÍGUEZ, Américo. Op. Cit.; página 313).
11 En palabras de la Corte Suprema de la República, vertidas en la casación número 2120-2003 Huánuco, constituye un principio

superlativo dentro de la escala axiológica que impregna al Estado de Derecho, que obedece a la condición hiposuficiente del
trabajador frente a su empleador. En el mismo sentido véase la sentencia recaída en el expediente número 1124-2001-AA/TC.
12 El Tribunal ha reconocido la presencia de este principio en el citado artículo 27 de la Carta Magna, desde hace varios años; así

puede verse la sentencia recaída en el expediente número 1874-2002-AA/TC, entre otras, y más recientemente la sentencia
recaída en el expediente número 000357-2011-PA/TC del 13 de Junio de 2011.
13 STC 00263-2012-AA/TC, fundamento 3.3.1.
al ascenso.”14, éstos como expresiones concretas del principio-derecho a
la dignidad humana, la cual constituye el fin supremo de la sociedad y el
estado, en virtud a lo establecido en el artículo 1 de nuestra norma
normarum15 y por ende la piedra angular de los derechos fundamentales
de la persona humana; siendo que, las disposiciones, reglamentos o
leyes que emitan las instituciones del Estado deben erigirse sobre la
base denominada "dignidad de la persona humana", pues es esta la
razón y el porqué de la existencia de un ordenamiento jurídico.
F. Precisamente, dentro de las expresiones del derecho a la dignidad de la
persona humana encontramos el principio pro homine o pro persona, el
cual no sólo resulta ser un criterio de interpretación en su vasto sentido,
sino también una forma de exigir a la autoridad competente, en este caso
el Poder Judicial, la aplicación de la norma más favorable para la solución
del problema que pretende hacer valer en el proceso, pues más allá de lo
que establezca la norma positiva, no debe perderse de vista el sentido de
justicia del cual deben estar investidos los Magistrados.
G. En el caso concreto, el Decreto de Urgencia colisiona con el derecho al
trabajo, pues considerando la pretensión postulada –reconocimiento de
vínculo laboral a plazo indeterminado- lo que pretende el trabajador es
el reconocimiento de una situación jurídica preexistente que la entidad
pública se ha negado a reconocer y que en el marco del proceso laboral
tampoco ha logrado desvirtuar, dado que el demandante ha acreditado la
existencia de la prestación personal de servicios, sin que la demandada
haya satisfecho su carga probatoria en el proceso en torno a acreditar que
la contratación a la que fue sometido el trabajador era una contratación
válida; por lo que en este escenario, la aplicación de las exigencias
contempladas en el artículo 3.1. del Decreto de Urgencia N° 016-2020
significaría desconocer el derecho del trabajador al acceso al empleo, en
las condiciones reales para las que fue contratado (sujeto a un contrato
realidad de naturaleza laboral de duración indeterminada), afectando
con ello el principio de primacía de la realidad, al establecer además
condiciones adicionales para la aplicación del mismo, que no le fueron
exigibles al trabajador al momento de su contratación, pretendiendo
validar así a través de una norma la negligencia de la entidad pública de
no haber convocado a concurso público de méritos de manera previa para
la contratación del trabajador y por ende vulnerando también el principio
de interdicción de la arbitrariedad16.

14 BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. “La Cláusula de Estado Social en la Constitución. Análisis de los derechos
fundamentales laborales”, Fondo editorial de la PUCP, 2011, pág. 341.
15 Proverbio latín que significa "norma de normas" y hace referencia a la Constitución Política del Estado.

16 Denominada también la “teoría de los actos propios” y que en el caso de autos

se manifiesta cuando la entidad pública demandada ha contratado al trabajador


bajo una contratación precaria (llámese contratos modales; o de locación de
servicios, al que le han sucedido contratos CAS), sin haber convocado a concurso
previo y que sin embargo, posteriormente, a través de un D.U. es el propio
Estado, quien pretende beneficiarse de su propia inconducta, reñida con la Ley
(artículo 5 de la Ley Marco del Empleo Público N° 28175), pretendiendo
desconocer, precisamente bajo la invocación de no haber ingresado por concurso
público, los derechos de los trabajadores, buscando con ello evitar los efectos
jurídicos de la declaratoria de invalidez de la contratación fraudulenta utilizada,
H. A ello se suma el que con el Decreto de Urgencia se pretende negar el
derecho del trabajador no solo al acceso al trabajo en las condiciones
reales para las que fue contratado, al impedírsele el reconocimiento del
vínculo laboral realmente ostentado al interior de la entidad, sino además
a mantenerse en dicha condición en el tiempo -afectando el principio de
continuidad laboral-, el cual, como lo hemos indicado profesa la
preferencia por los contratos de duración indefinida; máxime cuando en
el caso de autos se trata de un trabajador que la propia entidad contrató y
que –entendemos- razonablemente ha pasado el filtro de idoneidad en el
puesto para el cual fue contratado, pues solo así se justifica que haya
continuado laborando superado el periodo de prueba (artículo 10 de la
LPCL); derechos y principios que de conculcarse evidentemente
implicarían afectar también el principio-derecho a la defensa de la
dignidad humana, la cual constituye el fin supremo de la sociedad y el
Estado, pues nos encontraríamos frente a un trabajador que pese a
ostentar un contrato de trabajo realidad, no se podría declarar su
reconocimiento jurisdiccionalmente, condenándolo a una situación de
precariedad indefinida en el tiempo.
I. Finalmente, y a mayor abundamiento, con la redacción del artículo en
análisis también se ve lesionado el principio de progresividad en materia
de derechos económicos, sociales y culturales (dentro de los cuales se
encuentran los derechos laborales), contemplado en el artículo 26º de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos y en el artículo del 2.1
del Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales. En
efecto el artículo 26 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos prevé que “Los Estados Partes se comprometen a adoptar
providencias, tanto a nivel interno como mediante la cooperación
internacional, especialmente económica y técnica, para lograr
progresivamente la plena efectividad de los derechos que se derivan
de las normas económicas, sociales y sobre educación, ciencia y cultura,
contenidas en la Carta de la Organización de los Estados Americanos,
reformada por el Protocolo de Buenos Aires, en la medida de los recursos
disponibles, por vía legislativa u otros medios apropiados” (el negreado es
nuestro); asimismo, el artículo 2.1 del Pacto Internacional de los Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, establece que “(…) cada uno de los
estados Partes en el presente Pacto se compromete a adoptar medidas,
tanto por separado como mediante la asistencia y la cooperación
internacionales, especialmente económicas y técnicas, hasta el máximo de
los recursos de que disponga, para lograr progresivamente, por todos los
medios apropiados, inclusive en particular la adopción de medidas
legislativas, la plena efectividad de los derechos aquí reconocidos.” (el
negreado es nuestro). Y es que, en función a este principio, es el Estado
quien debe asegurar el respeto por un contenido mínimo esencial de los
derechos laborales, garantizando condiciones dignas para el trabajador,
además de adoptar políticas estatales –traducidas en normas- que no
vayan en detrimento de los derechos laborales ya existentes, tal como es,
el del derecho a la estabilidad en el empleo, conforme lo explicitado en el
numeral 3.3.4.; sino que, gradualmente, se proyecte una mejora en la
regulación de los mismos. De allí que se considere entonces que, “la noción

validando a través de un D.U. que la entidad pública contradiga sus propios


actos y se beneficie de su propia inconducta.
de progresividad abarca dos sentidos complementarios: ―por un lado, el
reconocimiento de que la satisfacción plena de los derechos (…) supone una
cierta gradualidad. De allí que la noción de progresividad implique un
segundo sentido, es decir, el progreso, consistente en la obligación estatal de
mejorar las condiciones de goce y ejercicio de los derechos económicos,
sociales y culturales.”17 Sin embargo, con la promulgación del Decreto de
Urgencia se ha generado regresividad en el derecho al trabajo, al
establecer que por sobre este derecho debe primar el principio de
meritocracia, criterio que –conforme se ha abordado precedentemente-
lesiona derechos fundamentales cuya defensa irrestricta está por encima
de la reorganización estatal de recursos humanos basados en méritos,
merced además de ser incompatible con las propias obligaciones
internacionales asumidas por el Estado Peruano en los tratados
internacionales antes aludidos; sobre todo cuando no se aprecia que la
redacción del artículo 3.1. del Decreto de Urgencia N° 016-2020 prevea
alternativas posibles –y menos lesivas al derecho al trabajo-, si lo que se
busca es garantizar la eficiencia en la administración pública; no
encontrándose justificación alguna de la medida adoptada, sino una
genérica alusión –en los considerandos del Decreto de Urgencia- al
“Principio de Equilibrio presupuestario”, sin mayor sustento.
J. En tal escenario entonces, esta Juzgadora estima que dada la redacción
contemplada en el artículo 3.1. del Decreto de Urgencia N° 016-2020, no
es posible efectuar una interpretación constitucional de la misma, con el
fin de delimitar sus alcances y evitar su inaplicación; de allí que sea
necesario evaluar si la misma supera el test de proporcionalidad que a
continuación se analizará.
4.5. Sobre el test de proporcionalidad, anótese en primer término que, según
reiterada jurisprudencia emitida por el Tribunal Constitucional, éste “incluye,
a su vez, tres subprincipios: idoneidad, necesidad y ponderación o
proporcionalidad en sentido estricto. En cuanto al procedimiento que debe
seguirse en la aplicación del test de proporcionalidad, hemos establecido que la
decisión que afecta un derecho fundamental debe ser sometida, en primer
término, a un juicio de idoneidad o adecuación, esto es, si la restricción en el
derecho resulta pertinente o adecuada a la finalidad que se busca tutelar; en
segundo lugar, superado este primer análisis, el siguiente paso consiste en
analizar la medida restrictiva desde la perspectiva de la necesidad; esto supone,
como hemos señalado, verificar si existen medios alternativos al adoptado por
el legislador. Se trata del análisis de relación medio-medio, esto es, de una
comparación entre medios; el medio elegido por quien está interviniendo en la
esfera de un derecho fundamental y el o los hipotéticos medios que hubiera
podido adoptar para alcanzar el mismo fin. Finalmente, en un tercer momento
y siempre que la medida haya superado con éxito los test o pasos previos, debe
proseguirse con el análisis de la ponderación entre principios constitucionales
en conflicto. Aquí rige la ley de la ponderación, según la cual “cuanto mayor es
el grado de la no satisfacción o de la afectación de un principio, tanto mayor
tiene que ser la importancia de la satisfacción del otro.”18 Así entonces, se
tiene:
a) Análisis de idoneidad: al establecer el artículo 3.1. del Decreto de
Urgencia N° 016-2020 que, el ingreso a las entidades del Sector Público se

17 ABRAMOVICH, Víctor y COURTIS, Christian. “Los derechos sociales como derechos exigibles”. Madrid. Trotta. 2002. pág. 93

18 STC 579-2008-PA/TC, fundamento N° 25.


realiza a través de concurso público, constituye en sí misma, una medida
idónea frente al objetivo que se quiere alcanzar, cual es el regular el
“ingreso” a una entidad del sector público; conforme señala además el
artículo 1 de la norma en mención “El presente Decreto de Urgencia tiene
por objeto establecer medidas en materia de los Recursos Humanos a efecto
de regular el ingreso de las servidoras y los servidores a las entidades del
Sector Público (…)”, siendo que, para tal efecto se pretende establecer
mecanismos para fortalecer y modernizar el sistema administrativo de
gestión de recursos humanos, invocando para ello el “Principio de
exclusividad” contemplado en el inciso 2 del artículo 2 del Decreto
Legislativo N° 1442.
b) Análisis de necesidad: En esta fase, se deberá evaluar si no existen
medidas alternativas igualmente eficaces o que sean menos gravosas que
se dirijan a obtener el mismo fin. En el caso que nos ocupa, atendiendo al
objetivo de la norma, cual es regular el “ingreso” de personal al Estado,
estableciendo que sea sólo aquel que ha accedido a través de concurso
público de méritos, en una plaza a tiempo indeterminado de naturaleza
permanente y vacante, dentro de su régimen laboral originario; exigencias
aplicables no solo a quienes recién pretendan laborar en el Estado
con posterioridad a la norma, sino que –principalmente- a aquellos
que ya habían incorporado a su patrimonio de derechos subjetivos el
de reconocérseles una relación laboral a tiempo indeterminado, por
el uso fraudulento de contrataciones modales o civiles; resulta ser
una medida sumamente gravosa para el segundo de los supuestos
mencionados, y es el que ocupa nuestro análisis en la presente sentencia,
en la medida en que existen otras formas mediante las cuales se puede
lograr el objetivo propuesto por la ley. En efecto, una medida que puede
conciliar los intereses antes mencionados es aquella que, a fin de sincerar
la planilla estatal, establezca un “antes” y un “después” en la regulación
sobre el ingreso de personal a entidades estatales; estableciendo una
situación diferenciada respecto de aquellos trabajadores con contratos
precarios previos a la promulgación de la norma y definir a partir de allí, la
prohibición en la contratación si es que no se cumplen con los requisitos
establecidos en el artículo 3.1. del Decreto de Urgencia N° 016-2020,
posibilitando una progresión en el modo de cumplir los adeudos laborales
derivados de la misma en el marco del equilibro presupuestal y la
razonabilidad que emana de la naturaleza misma del crédito laboral –
eminentemente alimentaria-; planteando la implementación de controles
más estrictos a observarse en materia de ingreso y contratación de
personal, y la responsabilidad administrativa que emana de los órganos
responsables de cumplir ello. Con esta medida alternativa, es posible
advertir que, existe la posibilidad de controlar el gasto público en materia
de ingreso –entiéndase- contratación de personal, sin tener que adoptarse
alguna medida que, como la analizada en este proceso, impida el
reconocimiento de una situación de hecho preexistente a la promulgación
de la norma, lo cual permitiría armonizar la necesidad de contar con
personal calificado y fiscalizar los gastos vinculados con este rubro.
Precisándose que, aun cuando se reconozca la calidad de indeterminado
del vínculo laboral, ello no impide en modo alguno, a efecto de privilegiar
la meritocracia, el establecer controles constantes sobre la capacidad del
personal que labora en el Estado. De tal manera, al no haberse superado el
análisis de necesidad, la norma resulta inconstitucional, por lo que, aun
cuando no correspondería pasar al análisis de la ponderación o
proporcionalidad en sentido estricto, esta Juzgadora estima razonable
esbozar un razonamiento respecto a por qué, tampoco, se supera dicho
filtro.
c) Análisis de ponderación o proporcionalidad en sentido estricto: El
tercer paso del test de proporcionalidad consiste en establecer el peso o
importancia de los principios jurídicos en conflicto. Dicha operación debe
hacerse aquí siguiendo la ley de la ponderación conforme a la cual, “Cuanto
mayor sea la afectación en el ámbito del derecho al trabajo, mayor debe ser
el grado de satisfacción o cumplimiento de los objetivos constitucionales
propuestos con la ley a favor de la carrera administrativa y presupuesto
público”. Para hacer más racional dicha operación resulta relevante
contrastar los grados o intensidades de afectación en el ámbito del
derecho al trabajo con los grados o niveles de satisfacción que se logra en
los bienes u objetivos constitucionales que persigue la intervención por
parte de la ley y su aplicación en el caso concreto. Así las cosas, conforme
lo establecido por el Tribunal Constitucional, existe una escala triádica
para asignar dichos valores, indicándose que “la valoración de
las intensidades puede ser catalogada como: grave, medio o leve, escala que
es equivalente a la de: elevado, medio o débil. Por esta razón, la escala
puede también ser aplicada para valorar los grados de realización [grados
de satisfacción] del fin constitucional de la restricción”19. En tal medida,
cuando sea posible establecer de manera racional que una medida de
restricción de baja o leve intensidad logra niveles de satisfacción altos o
elevados, la conclusión que resulta es que el medio empleado (ley) ha
pasado el test de proporcionalidad y debe considerarse que estamos ante
una restricción legítima desde la perspectiva constitucional. En el caso
concreto se verifica que con los requisitos exigidos en el artículo 3.1 del
Decreto de Urgencia N° 016-2020, se invade el contenido esencial del
derecho constitucional al trabajo, en la medida en que impide al
trabajador percibir y gozar de los derechos que emanan del vínculo
jurídico que sostuvo –en la realidad- con una entidad estatal, siendo una
intervención de intensidad elevada, que –como reiteramos- va en contra
incluso del principio constitucional de irrenunciabilidad de derechos, pero
que además valida una conducta reprochable por parte del Estado al
mantener en el tiempo una modalidad de contratación fraudulenta o
desnaturalizada, precarizando la prestación de servicios en el Estado, y
originando –potencialmente- que se mantengan dos realidades distintas
en un mismo ambiente físico, cual es, aquellos que sí están en planillas
frente a otros que, por no cumplir con requisitos no establecidos al inicio
de la prestación de sus servicios, les impiden se les reconozca la
verdadera condición adquirida: el de trabajador con contrato a tiempo
indeterminado.
d) De otro lado, el grado de realización o satisfacción del objetivo
propuesto por el legislador que, en este caso, es establecer medidas en
materia de los Recursos Humanos, a efectos de regular el ingreso de los
servidores a las entidades del Sector Público, y con ello garantizar una
correcta gestión y administración de la Planilla Única de Pago del Sector
Público, exigiendo que solo ingresen aquellos que hayan cumplido con un
concurso público de méritos, en una plaza a tiempo indeterminado de
naturaleza permanente y vacante, dentro de su régimen laboral originario,

19 STC 0045-2005-PI/TC, Fundamento Nº 35.


resulta ser bajo, fundamentalmente porque se busca cautelar un bien (los
recursos del Estado en materia de personal) que aunque resulta
importante en el marco del equilibrio presupuestal orientado a una
adecuada asignación de los recursos públicos para lograr el desarrollo del
país con un manejo responsable de la economía; ciertamente ello,
sopesado con la relevancia que adquiere la defensa de los derechos
fundamentales (entre los que encuentra el derecho del trabajo),
propugnado por nuestra Carta Magna, no resulta ser suficiente en sí
mismo para validar el sacrificio de un derecho fundamental y desconocer
su vinculatoriedad vertical –Estado y ciudadano-, pues impide el ejercicio
y goce pleno de los efectos que emanan el contrato de trabajo realidad que
ha venido desarrollándose al interno de la entidad estatal, y precariza la
condición del prestador de servicios al mantenerlo –y prohibirse- el
reconocimiento de una situación de hecho.
e) Y es que, tampoco resulta válido acudir al Principio de exclusividad de la
Gestión Fiscal de los Recursos Humanos del Sector Público, invocado en la
parte considerativa del Decreto de Urgencia N° 016-2020; ello por cuanto
el inciso 2 del artículo 2 del Decreto Legislativo N° 1442, define al
Principio de exclusividad como “la competencia exclusiva y excluyente de la
Dirección General de Gestión Fiscal de los Recursos Humanos del Ministerio
de Economía y Finanzas para emitir opinión vinculante en materia de
ingresos correspondientes a los recursos humanos del Sector Público,
así como para desarrollar normas sobre dicha materia, en lo que
corresponda, de conformidad con lo establecido en el artículo 8.” (el énfasis
es nuestro), entendiéndose como “ingresos” a “los conceptos financiados
por Fondos Públicos para el personal activo en materia de ingresos de
personal, aportes y cualquier otro concepto económico o no económico
que recibe el personal, de los diferentes regímenes administrativos,
contractuales y de las carreras especiales; de los pensionistas de los
diferentes regímenes previsionales a cargo del Estado; así como otros gastos
por encargo. Todos los anteriores otorgados en el marco de una norma con
rango de Ley del Gobierno Central y/o con Decreto Supremo e incluidos en el
Catálogo Único de Conceptos de Ingresos. Incluye gastos generados por
negociación colectiva y/o laudo arbitral, en lo que corresponda, además de
las cargas sociales.” (artículo 3 inciso 4 de la misma norma), y más claro,
luego, refiriéndose a “ingresos de personal”, define “Son las
contraprestaciones en dinero, permanentes o periódicas o
excepcionales u ocasionales, que realizan las entidades del Sector
Público al servidor público bajo cualquier modalidad de contratación,
las mismas que comprenden compensaciones, entregas, valorizaciones,
bonificaciones, asignaciones, retribuciones, incentivos, beneficios de
cualquier naturaleza y pensiones, otorgados en el marco de una norma con
rango de Ley del Gobierno Central y/o con Decreto Supremo e incluidos en el
Catálogo Único de Conceptos de Ingresos” (artículo 3 inciso 5 de la misma
norma). Nótese entonces que la regulación en la que interviene el
Ministerio de Economía y respecto de la cual se le ha atribuido una
competencia “exclusiva”, pues nadie más se encuentra facultado para ello;
refiere, básicamente, al de dictar pautas –y restricciones- respecto a
cuánto debe percibir un servidor público –activo o cesado-; dicho de otro
modo, establecer los montos dinerarios que el Estado está habilitado para
gastar en materia de personal activo y cesado; mas no, se ha reservado
dicha facultad para prohibir que el Estado –a través del órgano
competente-, reconozca situaciones de hecho derivadas del actuar
negligente en materia de contratación de personal.
5. Siendo ello así, estando a la existencia de una inconstitucionalidad manifiesta en el
artículo 3.1. del referido Decreto de Urgencia, resultará de aplicación el segundo
párrafo del artículo 138 de la Constitución Política del Estado de 1993, que
establece: “En todo proceso, de existir incompatibilidad entre una norma
constitucional y una norma legal, los jueces prefieren la primera.
Igualmente, prefieren la norma legal sobre toda otra norma de rango inferior.”,
debiendo entonces inaplicarse en el caso de autos.
6. De otro lado, también corresponde emitir pronunciamiento respecto de lo
regulado en el artículo 3.3 inciso 1) de dicha norma, la cual señala “Cuando no sea
posible proceder conforme a lo establecido en el numeral 3.1 del presente artículo, se
toman en cuenta las siguientes reglas: 1. Dentro de un proceso judicial en trámite
sobre reposición, reincorporación o reconocimiento de vínculo laboral, el juez de
oficio o a pedido de parte dispone la indemnización prevista en el inciso 3 del
presente numeral 3.3. (…)” (el negreado es nuestro). Así, si se aplicase en estricto
lo que establece el artículo 3.3., no sería posible reconocer una relación a tiempo
indeterminado (pretensión materia de demanda) y por ende tampoco la
reposición, al no cumplirse los requisitos establecidos; por lo que, correspondería
aplicar el inciso 1) del artículo 3.3., que exige en un proceso en trámite, que el Juez
otorgue una tutela indemnizatoria “de oficio” –en vez de lo peticionado en autos-,
verificándose que la norma no delimita el o los supuestos a los que debe aplicarse
la referida indemnización, esto es no la limita únicamente a los supuestos de
reposición o reincorporación, sino que la contempla incluso para el pedido de
reconocimiento de vínculo laboral, lo que claramente vulnera el principio de
irrenunciabilidad de derechos del trabajador; dado que podríamos
encontrarnos ante un servidor público que mantenga la prestación de sus
servicios a favor de la entidad y únicamente reclame el reconocimiento de su
vínculo laboral (como sucede en el caso de autos) -a efectos de poder acceder al
pago de sus beneficios económicos-, pedido frente al cual la norma establece que
el Juez, de oficio, disponga el pago de una indemnización, que además excluiría la
posibilidad de ordenar el reconocimiento de su vínculo laboral, lesionando su
derecho fundamental al trabajo, pues se impide reconocer al demandante la
existencia de una situación de hecho en su real dimensión (vínculo laboral a plazo
indeterminado), convalidando una contratación fraudulenta que dista de la
verdadera prestación de servicios, lo que evidentemente vulnera además el
principio de primacía de la realidad, en virtud al cual el trabajador debe gozar
de todos los derechos que le asisten a la real naturaleza de su contratación, por
encima de las formalidades que contemplen los documentos; y lo que es peor,
privándolo del acceso a los derechos que en virtud a su verdadera contratación le
asisten; es más el demandante podría eventualmente continuar prestando
servicios a favor del Estado de manera precaria e indefinida en el tiempo, pese a
que en los hechos y con anterioridad a la emisión de la norma en cuestión, ha
ostentado un contrato de trabajo a plazo indeterminado. En este contexto, la
juzgadora determina que, dicha disposición tampoco corresponda ser
aplicada en el caso de autos; porque el supuesto que habilita dispensar “de
oficio” una tutela resarcitoria requiere que –previamente- se haya determinado la
aplicación del artículo 3.1. en el caso concreto, lo cual, conforme lo expuesto en los
considerandos precedentes no es posible en el caso de autos por su manifiesta
inconstitucional, según los argumentos desarrollados en los considerandos que
anteceden; de tal suerte que, por correlación, tampoco esta Juzgadora se
encuentra habilitada a reconocer una indemnización por despido arbitrario en vez
del reconocimiento de vínculo laboral solicitado en el presente proceso. De
otro lado, y aun cuando el artículo analizado 3.3. inciso 1) no corresponda ser
aplicado, esta Juzgadora no puede dejar de advertir que el mismo lesiona,
además de los principios de irrenunciabilidad de derechos del trabajador y
el principio de primacía de la realidad; el principio de congruencia procesal,
que exige al Juez pronunciarse únicamente por lo solicitado por las partes; y
que “garantiza que el juzgador resuelva cada caso concreto sin omitir, alterar o
exceder las pretensiones formuladas por las partes.”20; y es que, no existe duda que
el desviar la decisión de lo postulado en un proceso, no solo genera indefensión en
la contraparte, quien no tuvo la oportunidad de defenderse respecto a lo que va a
“decidir” el Juez; sino que constituye una vulneración al derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva y derecho a la motivación, respecto de los cuales aquél es
parte componente; ello por cuanto no se garantiza la participación del
demandante en la utilización de los diversos mecanismos procesales (jurídicos)
que habilita el ordenamiento jurídico dentro de los supuestos establecidos para
cada tipo de pretensión y proceso judicial en el que se debata éste (piénsese por
ejemplo, al cuestionamiento de la composición utilizada en el cálculo de la
indemnización, o la condición de “confianza” del cargo que ocupa, entre otros);
sino que además, tampoco le permite obtener del órgano jurisdiccional una
respuesta razonada respecto a lo peticionado, pues –finalmente- se le estaría
otorgando algo no peticionado. En tal escenario, de permitirse que el Juez “de
oficio” dispense una tutela resarcitoria en vez de la restitutoria solicitada, o de una
declarativa (reconocimiento del vínculo laboral), implicaría suplir la posición de la
parte accionante y decidir por ésta respecto a lo que pretende obtener al iniciar
un proceso judicial; sin darle la oportunidad de reevaluar la continuidad –en
ejecución- de un proceso judicial, con el costo que ello implica, sobre todo cuando
se trata de ejecutar decisiones materializadas en una orden de pago contra el
Estado, la cual per se se encuentra regulada21 estrictamente al cumplimiento de
ciertas normas que, no se tienen en mandatos judiciales de hacer. A mayor
abundamiento, nótese que si bien en la STC N° 05057-2013-PA/TC, publicada en
el Diario oficial El Peruano el 5 de Junio de 2015, conocido como el Caso Huatuco,
el Tribunal Constitucional estableció en los fundamentos 18, 20, 21, 22 y 23, con
carácter de precedente, que en los casos en que se verifique la desnaturalización
del contrato temporal o civil, no podría ordenarse la reposición a plazo
indeterminado cuando se evidencie que la parte demandante no ingresó en la
Administración Pública mediante un concurso público de méritos para una plaza
presupuestada y vacante de duración indeterminada; y determinó que las
pretensiones de dicha naturaleza debían ser declaradas improcedentes (procesos
que se encontraban en trámite a la fecha de emisión del dicho precedente);
sin embargo, en la misma sentencia ordenó la reconducción del proceso a la vía
judicial correcta (ordinaria, cuando ésta se encontraba tramitándose como
proceso abreviado), determinando que debía ser el demandante quien solicite la
indemnización que corresponda, para lo cual debía otorgársele un plazo para que
“adecúe” su demanda –con esta nueva pretensión-; más no dispuso de manera
obligatoria que con la “reconducción” del proceso, automáticamente se dispense
de oficio una tutela resarcitoria; lo cual, en la línea de razonamiento antes
20 STC N° 7022-2006-PA/TC, Fundamento 9.
21 En la Ley del Proceso Contencioso Administrativo –Ley N° 27584-, las disposiciones relativas al
cumplimiento de obligaciones de dar suma de dinero, se encuentran en el artículo 42°, siendo
que, específicamente en el numeral 4° se establece: “Transcurridos seis meses de la notificación
judicial sin haberse iniciado el pago u obligado al mismo de acuerdo a alguno de los procedimientos
establecidos en los numerales 42.1, 42.2 y 42.3 precedentes, se podrá dar inicio al proceso de ejecución de
resoluciones judiciales previsto en el Artículo 713 y siguientes del Código Procesal Civil. (…)”
expuesto, resulta coherente, pues finalmente el ejercicio del derecho de acción le
es atribuido a las partes y no al Juez, quienes pueden decidir continuar –o no-
con un proceso inicialmente entablado con una pretensión distinta, lo que
determina inaplicar la norma en referencia también en este extremo.

7. SOBRE LA PRETENSIÓN DE INCREMENTOS REMUNERATIVOS. Derivados de


los convenios de los años 2002, 2004, 2006 y 2011.
7.1. Respecto de los incrementos remunerativos derivados de los convenios
colectivos de los años 2002, 2004 y 2006. En principio, es de señalar que
los incrementos solicitados por el actor encuentran sustento en los convenios
colectivos de los años 2002, 2004 y 2006, obrantes respectivamente a folios
42-44(ítem 2.1), 50-51 (ítem 2.1) y 54-55 (ítem 2.1), en los cuales se regula
expresamente los incrementos y/o aumento de remuneraciones.
a) Ahora bien, a dichas cláusulas (contenidas en el ítem 2.1. de los convenios
de los años 2002, 2004 y 2006), no se les otorgó vocación de
permanencia, por lo que en virtud a lo establecido por el Decreto Ley Nº
25593, del 26 de junio de 1992, específicamente, en su artículo 43, literal
c), el cual luego de sus modificatorias quedó redactado en los siguientes
términos: “La convención colectiva de trabajo tiene las características
siguientes: (…) c) Rige durante el período que acuerden las partes. A falta de
acuerdo, su duración es de un (1) año”. Ello quiere decir que, si en el
convenio no se pacta expresamente su permanencia, en todos los
casos, su vigencia es de máximo un año, y, superado este plazo los
derechos pactados estarán caducos.
b) Asimismo, lo señalado en los citados acuerdos, en torno al respeto de los
derechos adquiridos no puede entenderse como una cláusula que
signifique vocación de permanencia, dado que, en los convenios de los
años 2002, 2004 y 2006, básicamente, y con mucha similitud, se señala lo
siguiente: “La Municipalidad Distrital de El Porvenir, se conviene en respetar
todos los beneficios y derechos adquiridos por los servidores municipales
sindicalizados: empleados y obreros, en todos los aspectos obtenidos, según
pactos colectivos y cuyo origen esté determinado por cualquier otro
dispositivo legal, administrativo expedido en beneficio del trabajador que no
fuera modificado por la presente negociación”, vale decir, no se dotó de
carácter permanente a los beneficios pactados en los citados acuerdos, sino
que, la entidad demandada se obligó a respetar los derechos adquiridos a
cada uno de esos años para los trabajadores municipales, lo que quiere
decir que, la empleadora se obligó a continuar pagando los derechos
pactados antes del año 2002 para los trabajadores que hubieren ganado
los mismos hasta el año 2001, cuando menos, y así sucesivamente, por
citar un ejemplo, periodos en los que el actor no tenía vinculo laboral con
la demandada, dado que su relación laboral inició el 01 de febrero de
2007.
c) En ese sentido, la pretensión de pago de los incrementos
remunerativos derivos de los convenios colectivos de los años 2002,
2004 y 2006 no resulta amparable, ello en tanto el sustento jurídico de
tales derechos está caduco.
7.2. Respecto del incremento remunerativo derivado del convenio colectivo
del año 2011. Pues bien, en la cláusula 11 del Acta de Conciliación de Trato
Directo del Pliego de Reclamos correspondiente al año 2010-2011, obrante a
fojas 57-63, se acordó que: “A partir del 01 de Enero del 2011, LA
MUNICIPALIDAD, incrementará a todos y cada uno de los servidores de LA
MUNICIPALIDAD, comprendidos en los regímenes laborales del Decreto
Legislativo N° 276 “Ley de Bases de la Carrera Administrativa y de
Remuneraciones del Sector Público” y el Decreto Legislativo N° 728 “Ley de
Productividad y Competitividad Laboral”; sus respectivas
remuneraciones en la suma de S/. 200.00 (DOSCIENTOS y 00/100 NUEVOS
SOLES) MENSUALES. Se deja expresamente establecido que el incremento de
remuneraciones a los obreros se les aplicara en el rubro de COSTO DE VIDA, en
tanto que a los empleados en el rubro de TRANSITORIA PARA
HOMOLOGACIÓN”; es decir, a partir de enero del año 2011 la entidad edil
demandada otorgaría a los trabajadores un incremento remunerativo
mensual equivalente a S/200.00, siendo incluido dicho incremento en el
concepto costo de vida de los trabajadores, si su condición fuese la de obrero;
asimismo, se precisa que conforme se advierte de lo consignado en la
cláusula 20 del aludido convenio (fojas 62), la vigencia del derecho amprado
es de duración peramente. Así las cosas, se verifica que el incremento
remunerativo es aplicable al demandante, pues cumple con el requisito
para su otorgamiento, esto es, tiene la condición de trabajador obrero sujeto
al régimen laboral privado. Por su parte, la entidad edil demandada ha
presentado al proceso las planillas de pago de sus trabajadores (obrantes a
fojas 151-296), en las que figura el actor y de cuyo contenido se verifica que
desde febrero de 2011 la demandada viene cumpliendo con el pago a favor
del actor del incremento remunerativo mensual de S/.200.00 derivado del
convenio colectivo del año 2011, pagos que han sido reconocidos por el
propio actor durante audiencia de juzgamiento (minuto 00:05:17 de la
continuación de audiencia de juzgamiento); y si bien los planillas de pago
únicamente han sido presentadas hasta diciembre de 2019, lo cierto es que
de su contenido se aprecia una de conducta de ininterrumpido y continuado
cumplimiento por parte de la demandada respecto a este derecho a favor del
actor; por lo que, de manera razonable la Juzgadora determina el
cumplimento del pago de este incremento por parte de la demandada,
desde febrero de 2011 hasta la actualidad, siendo unicamente
amparable este derecho respecto del mes de enero de 2011 en la suma
de S/.200.00, cuyo pago no ha sido acreditado por la demandada. Por otro
lado se verifica que este concepto forma se encuentra consignado como parte
de su remuneración en las planillas de pago.

8. SOBRE LAS PRETENSIONES DE PAGO Y REINTEGRO DE BENEFICIOS SOCIALES.


Ahora bien, en cuanto a los derechos reclamados por la demandante consistentes
en pago y reintegro de: compensación por tiempo de servicios, gratificaciones
(incluida bonificación extraordinaria 9%) y vacaciones no gozadas e
indemnización, desde el 01 de febrero del 2007 (fecha de inicio) hasta agosto de
2020 (ello considerando que el actor ostenta vínculo laboral vigente además en
su escrito de demanda de fojas 66 solicita la reserva de la cuantía); anótese que la
parte demandada no ha podido acreditar el pago íntegro de sus obligaciones
laborales; por lo que, considerando que supra se ha determinado que al actor le
corresponden los beneficios del régimen laboral de la actividad común y en virtud
de lo establecido por el literal a) del artículo 23.4 de la NLPT, que le impone el
deber de demostrar el pago de los derechos laborales que le asisten al trabajador
debe ordenarse su abono, conforme al sustento siguiente:
8.1. Reintegro de gratificaciones. El artículo 1° de la Ley Nº 27735,
establece que constituye derecho de los trabajadores sujetos al régimen
laboral de la actividad privada, percibir dos gratificaciones en el año, una con
motivo de Fiestas Patrias y otra con ocasión de la Navidad; asimismo, el
artículo 2° de la Ley antes glosada prescribe que el monto de cada una de las
gratificaciones es equivalente a la remuneración que perciba el trabajador en
la oportunidad en que corresponde otorgar el beneficio; para este efecto, se
considera remuneración, a la remuneración básica y a todas las cantidades
que regularmente perciba el trabajador en dinero o en especie como
contraprestación de su labor, cualquiera sea su origen o la denominación que
se le dé, siempre que sea de su libre disposición; por su parte, el último
párrafo del artículo 6° de la Ley antes mencionada establece que: “En caso
que el trabajador cuente con menos de seis meses, percibirá la gratificación en
forma proporcional a los meses laborados (…)”. En el caso de autos, el actor -
respecto del período en el que se encontró sujeto formalmente a una
contratación civil de locación de servicios- pretende el pago íntegro de este
beneficio (minuto 00:09:00 de la continuación de audiencia de
juzgamiento); y, respecto del período en el que se encontró sujeto a una
contratación modal, unicamente pretende el pago de este derecho por
incidencia de los incrementos remunerativos solicitados (minuto 00:09:00
de la continuación de audiencia de juzgamiento). Al haberse determinado
que el actor se encuentra sujeto a un contrato de trabajo a plazo
indeterminado dentro del Régimen Laboral Privado con la demandada,
entonces le corresponde percibir este concepto; por su parte, la emplazada
no ha acreditado haber cumplido con el pago total de este derecho, conforme
lo establece el parágrafo a) del inciso 23.4 de la NLPT; en consecuencia, esta
pretensión debe ser amparada; empero únicamente respecto del período
en el que el actor se encontró sujeto a una contratación precaria de locación
de servicios, esto es, desde el 01 de febrero de 2007 hasta junio de 2007; y
también, respecto de las gratificaciones de julio de 2011, por incidencia del
incremento remunerativo de S/.200.00 (correspondiente al mes de enero de
2011) amparado en este instancia; ello teniendo en consideración lo
peticionado por el actor durante audiencia de juzgamiento. Se precisa que se
liquida lo correspondiente a la bonificación extraordinaria derivada de
la Ley N° 2935122 –por haberla peticionado la parte demandante-, según lo
establecido en el artículo 323 de la norma referida, que equivale a la
aportación que el empleador realizaría al Seguro Social de Salud, es decir, al
nueve por ciento (9%) de los pagos determinados por gratificaciones. Se
precisa que la remuneración computable para el cálculo de los beneficios
sociales se establece, del 01 de febrero de 2007 al 30 de junio de 2007, en la
suma mensual de S/.600.00 (véase el contrato de locación de servicios de
fojas 04). El procedimiento liquidatorio, arroja un adeudo a favor del actor
ascendente a la suma de S/.718.00, por concepto de gratificaciones,
conforme se aprecia de la liquidación siguiente:
AÑO GRATIFICACIÓN BONIFICACIÓN PAGOS A
EXTRA 9% REINTEGRAR
Jul-07 500.00 - - 500.00
TOTAL 500.00

AÑO GRATIFICACIÓN BONIFICACIÓN A


EXTRA 9% REINTEGRAR
Ene-11 200.00 18.00 218.00

22
Vigente desde el 02 de junio de 2009.
23 Este artículo señala que: “El monto que abonan los empleadores por concepto de aportaciones al Seguro Social
de Salud (Es Salud) con relación a las gratificaciones de julio y diciembre de cada año son abonados a los
trabajadores bajo la modalidad de bonificación extraordinaria de carácter temporal no remunerativo ni
pensionable”.
TOTAL 218.00

8.2. Reintegro de compensación por tiempo de servicios. Este derecho se


calculó como lo prevé en los artículos 2, 9, 16, 18 y 21 de la Ley de
Compensación por Tiempo de Servicios Decreto Legislativo número 650,
cuyo Texto Único Ordenado fue aprobado por el Decreto Supremo número
001-97-TR-en adelante LCTS-. Sobre este extremo precísese que, a la
remuneración ordinaria mensual, se debe de adicionar un 1/6 de la
gratificación respectiva según el período a liquidar, lo que arroja la
remuneración computable, entonces, sobre la base de ésta se efectúa el
cálculo a razón de los meses y días que se han laborado en cada semestre
liquidado. En el caso de autos, el actor -respecto del período en el que se
encontró sujeto formalmente a una contratación civil de locación de
servicios- pretende el pago íntegro de este beneficio (a partir del minuto
00:05:40 de la continuación de audiencia de juzgamiento); y, respecto
del período en el que se encontró sujeto a una contratación modal,
unicamente pretende el pago de este derecho por incidencia de los
incrementos remunerativos solicitados (a partir del minuto 00:05:40 de la
continuación de audiencia de juzgamiento). Al haberse determinado que
el actor se encuentra sujeto a un contrato de trabajo a plazo indeterminado
dentro del Régimen Laboral Privado con la demandada, entonces le
corresponde percibir este concepto; por su parte, la emplazada no ha
acreditado haber cumplido con el pago total de este derecho, conforme lo
establece el parágrafo a) del inciso 23.4 de la NLPT; en consecuencia, esta
pretensión debe ser amparada; empero únicamente respecto del período
en el que el actor se encontró sujeto a una contratación precaria de locación
de servicios, esto es, desde el 01 de febrero de 2007 hasta junio de 2007; y
también, por incidencia del incremento remunerativo de S/.200.00
(correspondiente al mes de enero de 2011) amparado en este instancia; ello
teniendo en consideración lo peticionado por el actor durante audiencia de
juzgamiento. Se precisa que la remuneración computable para el cálculo de
los beneficios sociales se establece, del 01 de febrero de 2007 al 30 de junio
de 2007, en la suma mensual de S/.600.00 (véase el contrato de locación de
servicios de fojas 04). Se deja constancia que atendiendo a que el
demandante mantiene vínculo laboral vigente con su empleadora, debe
disponerse que el monto de la compensación por tiempo de servicios sea
depositado en su cuenta CTS respectiva y en la entidad financiera que
corresponda. El procedimiento liquidatorio, arroja un adeudo a favor del
actor ascendente a la suma de S/.678.00, por concepto de CTS, conforme se
aprecia de la liquidación siguiente:

PERIODO REM 1/6 REMUNER IMPORTE


CTS GRATIF COMPUT CTS
Feb- 07 - Abr-07 600.00 - 600.00 300.00
May-07 - Jun-07 600.00 83.33 683.33 341.67
TOTAL 641.67

PERIODO REM 1/6 REMUNER IMPORTE


CTS GRATIF COMPUT CTS
Ene-11 200.00 18.00 218.00 36.33
TOTAL 36.33

8.3. Vacaciones no gozadas e indemnización. El demandante, en su escrito


de demanda de foja 79 y durante audiencia de juzgamiento, señala que la
demandada le viene otorgando descanso vacacional desde el año 2008; no
obstante, refiere que no ha cumplido con pagarle este concepto respecto del
año 2007. Pues bien, considerando la causa de pedir expuesta por el actor,
corresponde desestimar su pretensión, ello en tanto, al haber el actor
ingresado a laborar a favor de la demandada en febrero de 2007, adquirió el
derecho al goce de las mismas en febrero del 2008 y tenía como plazo para su
goce hasta febrero de 2009; por lo que, resulta correcto que la demandada le
venga otorgando descanso vacacional desde el año 2008, esto es, a partir de
que el actor cumplió un año de labores, de conformidad con lo establecido
por ley.

8.4. Reintegro de bonificación vacacional. Al respecto, el derecho al pago


de la bonificación vacacional se encuentra regulado en la cláusula 12 del
convenio colectivo del año 2011 obrante a foja 60, en el que se establece: “La
partes acuerdan que se otorgará de forma permanente una bonificación
vacacional hasta por una remuneración integra total por cada uno de los
actuales servidores de LA MUNICIPALIDAD, comprendidos en los regímenes
laborales del Decreto Legislativo Nº276 “Ley de Bases de la Carrera
Administrativa y Remuneraciones del Sector Público y del Decreto Legislativo
Nº728 (..)”.
a) Pues bien, en el caso de autos, el actor refiere que la demandada le
canceló este concepto en base a una remuneración diminuta, esto es, no se
le pagó en base a la remuneración suficiente alegada por su persona,
conformada -según su teoría del caso- por los incrementos remunerativos
derivados de los convenios colectivos de los años 2002, 2004, 2006 y
2011, que también han sido pretendidos en el presente proceso. En ese
sentido, considerando que en esta instancia se han desestimado los
incrementos remunerativos respecto de los convenios de los años
2002, 2004 y 2006, entonces tampoco corresponde el reintegro de la
bonificación vacacional en ese extremo. Y respecto del incremento
remunerativo derivado del convenio del año 2011, a fojas 324-327 obran
las planillas de pago pago de sus trabajadores, en las que figura el actor y
de cuyo contenido se verifica que la demandada viene cumpliendo con el
pago a favor del actor de la bonificación vacacional en la suma de
S/.1,200.0, esto es, considerando dentro de la remuneración computable
para este derecho el incremento de S/.200.00 derivado del convenio
colectivo del año 2011, y cuyo pago ha sido reconocido por el propio actor
durante audiencia de juzgamiento (minuto 00:05:17 de la continuación
de audiencia de juzgamiento); y si bien las planillas de pago respecto del
concepto bonificación vacacional únicamente han sido presentadas por los
años 2012, 2013, 2014, 2015 y 2019, lo cierto es que de su contenido se
aprecia una de conducta de constante y continuo cumplimiento por parte
de la demandada respecto a este derecho a favor del actor; por lo que, de
manera razonable la Juzgadora determina el cumplimento del pago del
correcto de la bonificación vacacional por parte de la demandada,
esto es, teniendo en consideración el incremento remunerativo de
S/200.00; por lo tanto, esta pretensión deviene en infundada.

6. SOBRE LA PRETENSIÓN DE INCLUSIÓN EN PLANILLAS DE LA DEMANDADA.


Al respecto, habiéndose determinado que el actor desde su fecha de ingreso (01
de febrero del 2007) se encontró sujeto a un contrato de trabajo a plazo
indeterminado, conforme a las normas del régimen laboral de la actividad
privada; entonces, corresponde disponer su inscripción y registro en el libro de
planillas de obreros permanentes de la demandada, bajo el régimen laboral de la
actividad privada, ello de conformidad con la obligación legal contenida en el
artículo 3° del Decreto Supremo Nº 001-98-TR, modificado por el Decreto
Supremo N° 017-2001-TR, según el cual: “Los empleadores deberán registrar a sus
trabajadores en las planillas, dentro de las setenta y dos (72) horas de ingresados a
prestar sus servicios (…)”. Por las razones expuestas, se ordena la inclusión del
demandante en las planillas de la demandada, como obrero permanente
sujeto al régimen laboral de la actividad privada, con el cargo de Vigilante,
consignando como su fecha de ingreso el 01 de febrero de 2007. Por otro
lado, en cuanto al reconocimiento de la remuneración suficiente convencional
en las planillas de pago, en esta instancia se ha amparado únicamente le pago
del incremento remunerativo correspondiente al convenio colectivo 2011, el
mismo que se advierte figura como tal en sus boletas de pago (y en las planillas
obrantes en autos), por lo que en este extremo el pedido deviene en
improcedente. Ahora bien, respecto a los incrementos correspondientes a los
convenios colectivos 2002, 2004 y 2006, estos no han sido amparados por lo que
tampoco corresponde su incorporación como parte de la estructura remunerativa
del actor en las planillas de pago; y respecto de los demás conceptos consignados
en el literal B.1 de la demanda (fojas 65), se advierte que los mismos ya figuran en
las planillas y boletas de pago, por lo que en estos extremos la demanda también
deviene en improcedente.

7. MONTO TOTAL A PAGAR. Resumiendo, el monto total determinado a favor de la


parte demandante asciende a S/.1,596.0024(incluye el depósito de CTS), por los
siguientes conceptos:

RESUMEN IMPORTE

Incremento 2011 200.00


Gratificaciones 718.00
Sub Total 918.00
CTS 678.00
TOTAL 1,596.00

8. EN LO RELATIVO A LOS HONORARIOS PROFESIONALES. Debe señalarse que en


el caso de autos la defensa desplegada por el abogado del demandante fue
satisfactoria, se apreció una participación activa por parte de la defensa del
accionante en la audiencia de juzgamiento; no obstante, el resultado obtenido ha
sido favorable parcialmente. En ese sentido, en forma prudente y razonable, en
virtud a la participación que ha tenido el abogado de la parte demandante en el
transcurso del proceso y al resultado obtenido, se establece el pago de los
honorarios profesionales en la suma de S/.300.00, más el 5% de dicha suma
destinada para el Colegio de Abogados de la Libertad, haciéndose presente que el
pago de los honorarios profesionales se realizará en ejecución de sentencia.
Asimismo, debe ordenarse el pago de los intereses legales también en ejecución
de sentencia.

POR ESTOS FUNDAMENTOS, ACTUANDO A NOMBRE DE LA NACIÓN, SE


RESUELVE:

24 Nos referimos a esta cantidad en forma general (bruta); sin perjuicio de que, en ejecución de sentencia, pueda

ser objeto de las afectaciones y/o retenciones por cargas sociales y/o tributarias a las que hubiera lugar.
1. DECLARAR FUNDADA EN PARTE la demanda incoada por ANTONIO
BALTAZAR CASTILLO contra la MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE EL
PORVENIR, sobre desnaturalización de contratos y otros.
2. DECLARAR la existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado entre
las partes, sujeto al régimen laboral de la actividad privada, desde el 01 de
febrero de 2007 (el demandante ostenta vínculo laboral vigente).
3. ORDENO que la demandada inscriba al actor en el libro de planillas de
trabajadores obreros permanentes sujetos a contrato de trabajo a plazo
indeterminado dentro del régimen laboral privado, consignando como su fecha
de inicio el 01 de febrero del 2007, con las precisiones efectuadas en el
considerando 6. de la presente sentencia.
4. ORDENAR que la parte demandada pague directamente a favor del accionante la
suma de S/.918.00 (NOVECIENTOS DIECIOCHO CON 00/100 SOLES), por los
conceptos resumidos en el punto 6. de esta sentencia, más intereses legales que
serán liquidados en ejecución de sentencia.
5. ORDENAR –dado que el vínculo laboral se encuentra vigente- que la demandada
cumpla con depositar la CTS en la cuenta bancaria que corresponda al actor la
suma ascendente a S/.678.00 (SEISCIENTOS SETENTA Y OCHO CON 00/100
SOLES), por concepto de compensación por tiempo de servicios.
6. INFUNDADAS las pretensiones de pago de vacaciones no gozadas e
indemnización vacacional y reintegro de bonificación vacacional.
7. Sin multa, sin costas, y se fija los honorarios profesionales en la suma de
S/.300.00.00 (SOLES), más el 5% para el Colegio de Abogados.
8. Consentida que sea la presente sentencia, archívese en el modo y forma de ley.
9. Notifíquese conforme al ordenamiento legal vigente.

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