Este documento discute las manifestaciones milagrosas y sanidades mencionadas en la Biblia. Argumenta que (1) Dios sana a creyentes y no creyentes cuando así lo desea, pero no existe un "don de sanidad" en la Biblia; (2) las sanidades mencionadas en la Biblia eran señales de los apóstoles, no un don permanente dado a la iglesia; y (3) Dios permite la enfermedad en creyentes a veces para glorificarse.
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Este documento discute las manifestaciones milagrosas y sanidades mencionadas en la Biblia. Argumenta que (1) Dios sana a creyentes y no creyentes cuando así lo desea, pero no existe un "don de sanidad" en la Biblia; (2) las sanidades mencionadas en la Biblia eran señales de los apóstoles, no un don permanente dado a la iglesia; y (3) Dios permite la enfermedad en creyentes a veces para glorificarse.
Este documento discute las manifestaciones milagrosas y sanidades mencionadas en la Biblia. Argumenta que (1) Dios sana a creyentes y no creyentes cuando así lo desea, pero no existe un "don de sanidad" en la Biblia; (2) las sanidades mencionadas en la Biblia eran señales de los apóstoles, no un don permanente dado a la iglesia; y (3) Dios permite la enfermedad en creyentes a veces para glorificarse.
Este documento discute las manifestaciones milagrosas y sanidades mencionadas en la Biblia. Argumenta que (1) Dios sana a creyentes y no creyentes cuando así lo desea, pero no existe un "don de sanidad" en la Biblia; (2) las sanidades mencionadas en la Biblia eran señales de los apóstoles, no un don permanente dado a la iglesia; y (3) Dios permite la enfermedad en creyentes a veces para glorificarse.
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Las Manifestaciones Milagrosas
Texto: Hebreos 13:8
Introducción Creemos que Jesucristo no cambia, y que Él hace milagros aún. Pero el concepto pentecostal de “milagro”, “sanidad” y “manifestación” que se usa actualmente en muchos círculos evangélicos, no es el concepto de la Biblia. Y aunque Jesús puede hacer milagros, ciertamente que no los hará conforme a la enseñanza de los modernos predicadores. Incluso muchos bautistas de sana doctrina aún creen en el don de sanidad; y muchos creyentes de años han creído en el don de sanidad. Pero vamos a ver que Dios nunca ha dado tal don.
El asunto de las sanidades
Pero es necesario que dejemos claro algunas cosas antes de comenzar a estudiar el asunto de los “milagros” y “sanidades”: Yo creo que Je- sús salva a todo aquel que cree, y sana a todo aquel que esté en su voluntad para glorificarlo. I. Dios y la sanidad. 1. La Biblia enseña que Dios sanó, que Dios sana y que Dios sa- nará; Él no puede hacer más que ser Sanador: “Yo soy Jehová tu Sanador” (Éxodo 15:26). Incluso en la eternidad viviremos por siempre porque Su naturaleza sigue siendo la de sanar (Ap. 22:2) 2. Dios no solo sana a creyentes, Él ha sanado a no creyentes en el pasado, y de seguro que lo hace en el presente. Ejemplos: Abimelec (Gn. 20:17-18); a Naamán (2º Rey. 5:1-19). 3. Dios sana cuando se lo piden,e incluso cuando no se lo piden. a) Sanó a los leprosos que se lo pidieron (Lc. 17:12ss), b) y sanó al ciego de nacimiento que no se lo pidió (Jn. 9:1ss). 4. Dios sana con medios humanos (2º R. 20:7; Jn. 9:6) y sana sin medios humanos (Lc. 7:7). 5. Dios sana porque Él quiere sanar (Lc. 5:13). II. Cómo actúa Dios con la salud y la enfermedad. 1. Dios puede enfermar por su propia voluntad y luego sanar (mano leprosa de Moisés, Éx. 4): A) En este el milagro incluye dos aspectos: enfermar y ser sa- nado. Una enfermedad puede ser un milagro. B) También Moisés enferma y sana porque es un tipo de Cristo, quien carga nuestros pecados, pero al morir queda libre de ellos (por eso la necesidad de meter la mano bajo el brazo). 2. La sanidad física solo sirve para demostrar que Jesús es Dios. A) La enfermedad física es causa del pecado de Adán (muriendo morirás). Sin pecado no existiría la enfermedad. B) Dios “sana” nuestras enfermedades en la cruz (Isa. 53), una referencia a nuestra condición espiritual de muertos. No es una promesa a sanar toda enfermedad física. C) El creyente tiene la promesa de ser libre de todas las en- fermedades en la resurrección, pero no hay una promesa àra que esta vida. 3. ¿Podemos jugar con nuestra salud? A) Dios ha dado leyes de salud en su Palabra, tal como en el Antiguo Testamento (por ejemplo, Lv. 11). B) Dios nos advierte de cuidar nuestra salud yendo al médico (Mt. 9:12). C) Dios nos advierte de usar la medicina en oración (Stg. 5:14). III. ¿Existe el “don de sanidad”? 1. El “don (singular) de sanidad” no existe en la Biblia. No en- contramos en ninguna parte de la Escritura que exista el don de sanidad. “Es una capacidad sobrenatural de poder sanar a la gente que está enferma”. 2. Jesús no tenía el “don de Sanidad”; Él era salud en sí mismo, y cuando sanaba solamente daba algo de sí mismo (Lc. 8:46). 3. Los Apóstoles no tenían “el don de Sanidad”, ellos tenían “autoridad para sanar” (Mr. 3:15). Es decir, en ellos no ha- bía ninguna capacidad mayor, solamente tenían una autoridad delegada del poder de otro; quien sanaba era Jesús, ellos so- lamente eran los medios para sanar. 4. La “autoridad de sanar” era exclusiva de los Apóstoles y nun- ca fue dada a la iglesia (Mat. 10:5-8). A) Jesús da los cinco dones de señal apostólica después de su resurrección (Mr. 16:17-20), que incluye la sanidad. B) Estas señales se hicieron en Corinto (2ª Cor. 12:12). 5. En 1ª Corintios 12 no se habla del “don de sanidad”, se habla de “dones (plural) de sanidad”, porque no habla de una habi- lidad en una persona, sino la recepción de la sanidad en mu- chas personas enfermas. A) Las sanidades de 1ª Corintios son para ser una “señal” a los judíos (1ª Cor. 1:22-23). B) Las sanidades están en el orden de los “ministerios” más que de los “dones”: 1. Los dones de 1ª Corintios 12 se dividen en tres: dones (v. 4), ministerios (v. 5) y operaciones (v.6). 2. En la lista hay 9 dones: (1) palabra de sabiduría (2) palabra de ciencia (3) fe (4) dones de sanidades (5) hacer milagros (6) profecía (7) discernimiento de espíritus (8) diversos géneros de lenguas (9) interpretación de lenguas 3. Si hay tres designaciones, equivaldría a que cada desig- nación tiene tres “dones”, quedando así: (1) Palabra de sabiduría, palabra de ciencia y fe, son dones (la persona los recibe de forma permanete). (2) Dones de sanidades, hacer milagros y profecía, son ministerios (la persona los recibe una sola vez o varias veces como un servicio). (3) Discernimiento de espíritus, diversos géneros de idiomas e interpretación de lenguas, son operaciones (son dados en circunstancias y momentos específicos y determinados). 4. Las sanidades las recibe el enfermo, como la ciencia lo recibe el ignorante, y las lenguas quien no sabe un idioma. 6. Como las sanidades eran dones apostólicos, la “autoridad de sanar” termina con el último apóstol. Los creyentes reciben “sanidades” cuando Dios las hace de forma libre y soberana sobre la vida de los creyentes. IV. Dios permite la enfermedad en muchas ocasiones. 1. A Pablo se le dio un aguijón en la carne (2ª Corintios 12), y afirma que él si se enferma (2ª Cor. 11:29). 2. A timoteo no se le sanó de su enfermedad gástrica (1ª Tim. 5:23). 3. Pablo dejó a Trófino enfermo en Mileto (2ª Ti. 4:20). 4. Jacobo da por un hecho que los creyentes enferman (Stg. 5:14) 5. Se dice que la oración de fe “salvará” (no sanará) al enfermo (Stg. 5:15).