Epistemología de La Ciencia
Epistemología de La Ciencia
Epistemología de La Ciencia
EPISTEMOLOGÍA
DE LAS CIENCIAS
Facilitadora: Lic. Melvis González Acosta
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Filosofía
Es un término derivado de dos voces griegas: philos (amor) y sophia (sabiduría), que significa ‗amor por
la sabiduría‘. Esta definición clásica convierte a la filosofía en una tensión que nunca concluye, en una
búsqueda sin término del verdadero conocimiento de la realidad.
Existen diversas definiciones, pero en sentido general la filosofía constituye una tendencia hacia la
concepción unificada de los diversos aspectos del mundo y de la vida, a una síntesis de la explicación
racional del Universo.
Rasgos de la Filosofía
Es posible, sin embargo, ofrecer una descripción de la filosofía como ‗saber racional totalizante, crítico de
segundo grado‘. Veámoslo por puntos:
1) Es una forma de conocimiento que pretende ofrecer explicaciones de los temas que analiza
empleando la razón y los argumentos racionales (a diferencia de la fe o la autoridad).
2) Es un saber de tipo general y totalizante, pues pretende ofrecer respuesta a cuestiones de tipo
general y mantiene siempre una perspectiva totalizante sobre las mismas.
3) Es un saber crítico, pues analiza los fundamentos de todo lo que considera y nunca se limita a
aceptarlos de forma ingenua.
4) Es un saber de segundo grado, que emplea los datos y contribuciones de las ciencias, que son
siempre un conocimiento de primer grado sobre la realidad.
Cabe señalar, asimismo, la existencia de una variedad de análisis filosóficos de determinadas ramas de
la ciencia o de la actividad humana, que constituyen áreas especializadas como son la filosofía de la
historia, la filosofía de la ciencia, la filosofía del derecho o la filosofía de las ciencias sociales, entre otras.
1
Hay quienes consideran que ambos términos son sinónimos, aunque existe una mayoría de autores que reserva el
uso de Gnoseología para designar a la Teoría General del Conocimiento, mientras que el de Epistemología lo
emplean para referirse a la Teoría del Conocimiento Científico o Teoría de las Ciencias.
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Para comprender que a casi ninguna persona le agrada saber de filosofía, busquemos información sobre
un excelente texto ―El mundo de Sofía‖ y lo que opina los lectores luego de leerlo:
Busque toda la información posible sobre el texto al que hacemos alusión, lo ideal sería realizar la lectura
del mismo. Tome notas del autor, contenido, modo en que se aborda, las fuentes consultadas, y a partir
de lo leído haga una valoración general del mismo.
La palabra epistemología se estructura de dos voces griegas: episteme (conocimiento) y logos (teoría).
Se encarga del problema correspondiente a la relación sujeto-objeto, entendiendo que el sujeto es el ser
cognoscente, y el objeto, todo aquello sobre lo que el sujeto conoce y juzga.
3
La epistemología , conocida también como gnoseología o teoría del conocimiento, es una parte de la
filosofía, como la ética o la lógica. A diferencia de estas disciplinas, que son eminentemente normativas
(se interesan por las reglas del comportamiento moral o del razonamiento correcto), la epistemología es
especulativa; es decir, se interesa por entender el conocimiento en sí mismo, como es, no como debería
ser. Además de ser parte de la filosofía, la epistemología es la parte más importante de la teoría de la
ciencia, disciplina intelectual que también incluye otros estudios que tienen a la ciencia por objeto, como
la historia o la sociología de la ciencia. De cualquier forma que la veamos, es una disciplina
eminentemente abstracta, o por lo menos lo ha sido hasta ahora, en el sentido de que sus principios se
reconocen y aclaran por reflexión y no por experimentación u observación. Su objetivo es aclarar las
condiciones en que es posible el conocimiento humano, así como los límites dentro de los cuales puede
darse; en otras palabras, juzga sobre su validez y sobre su alcance. Tiene que ver tanto con el
conocimiento que asociamos con la sensibilidad (normalmente llamado "conocimiento empírico") como
con las dotes asociaciativas del intelecto (normalmente llamadas "conocimiento racional").
2
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3
Claudio Gutiérrez. www.emagister.com. La Epistemología y sus desarrollos recientes.
4
Debemos tener en cuenta que algunos psicólogos, como Jean Piaget, usan el término "epistemología" para referirse al fenómeno
de la génesis del conocimiento en las mentes individuales. Este es, evidentemente, un sentido distinto de epistemología, que
debe distinguirse del que hemos apuntado, a saber, el estudio de la validez del conocimiento. Sin embargo, hay una relación
importante entre estos dos sentidos de la palabra, pues el desarrollo de las mentes individuales procede en líneas generales de
manera análoga al descubrimiento original de las ideas por la humanidad, y el desarrollo individual de las mentes es
normalmente impulsado por el deseo, inherente en las motivaciones humanas, de obtener conocimientos confiables.
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por lo menos a las especulaciones de los sofistas griegos y de Sócrates. A lo largo de la historia de la
filosofía ha dado lugar a las más acerbas luchas intelectuales, pues de lo que se trata es nada menos que
de dirimir la cuestión de la naturaleza del ser humano en cuanto tal, en oposición a los otros animales. En
estas polémicas, si descontamos los infinitos matices producidos por los distintos autores, la contienda
esencial estriba en la oposición entre dos tendencias muy diferentes: el dualismo, que predica una
distinción esencial entre los fenómenos biológicos y los fenómenos intelectuales; y el materialismo, que,
por el contrario, considera todos esos fenómenos como de una misma naturaleza.
Se ha pretendido clasificar el conocimiento a partir de, por lo menos, 3 posiciones, que estudiaremos
separadamente:
Por su POSIBILIDAD,
Por su ORIGEN,
Por su ESENCIA
A esto llamaremos el periodo clásico de la Epistemología, dentro de él conoceremos varias doctrinas, las
cuales probarán dar respuesta a la pregunta que se hace cada posición:
Epistemología, tesis5
A diario nos sorprenden nuevos hechos y conceptos. Poco a poco nos vamos habituando a
denominaciones como ALDEA GLOBAL (MacLuhan, 1990), ERA DEL CONOCIMIENTO (Druckers,
1994), CIUDAD INFORMACIONAL (Castells, 1995), SOCIEDAD DIGITAL (Mercier, 1995). Uno de los
motores básicos propulsores de los conceptos y del desarrollo son las Ciencias y su indetenible avance.
Se dice que a partir de la segunda mitad del siglo XX, los conocimientos se duplican cada década.
En los tiempos que corren son muchos los profesionales que ante el desarrollo de tareas de índole
investigativa se encuentran ante la necesidad de profundizar en el terreno de las reflexiones
epistemológicas de ciertos componentes de la ciencia específica en la cual se desenvuelven. Ante esa
necesidad, sucede con frecuencia que es la primera vez que esos profesionales se enfrentan con una
tarea de tales características, e incluso, suele ser también la primera vez que se enfrentan al propio
término. En calidad de apoyo a esos profesionales debutantes en el terreno epistemológico, la presente
propuesta aborda los rudimentos básicos de toda reflexión epistemológica en la contemporaneidad.
Pretendemos introducir propuestas en forma de tesis breves para estas y otras complejísimas cuestiones
que invaden nuestras vidas en estos predios finiseculares que vivimos.
La Reflexión Epistemológica, desde su estudio hasta su investigación, es un campo del saber que se
alza ante el siglo XXI como novedoso, aparición que proviene como reclamo del vertiginoso avance de
las Ciencias y las tecnologías, y se acompaña incluso de la irrupción de nuevas Ciencias (Bunge, 1995).
Sin embargo, no es la reflexión Epistemológica una actividad nueva del saber. A ella han dedicado
muchos esfuerzos los más connotados pensadores de la historia universal. La introducción del propio
término se asocia al filósofo Ferrier, J.F., quien lo emplea en su libro "Fundamentos de la Metafísica" en
1854. Pero su desarrollo como rama del saber antecede este suceso. Se reconoce a Kant como uno de
los que más aportó en el camino de las reflexiones epistemológicas con sus tratados sobre las razones
del saber y el conocimiento "a priori". En la literatura, incluso, se identifican como revoluciones
epistemológicas la kantiana y la Revolución Copernicana. Esta última referida al vuelco en el
conocimiento del sistema planetario que brindó una explicación científica a los fenómenos naturales
(Urzúa, 1986).
Sin embargo ha sido a las puertas del Tercer Milenio, a consecuencia de la aceleración científico
tecnológica, que ella se ha convertido en objeto de trabajo sine qua non para toda rama del saber,
incluso para todo profesional que aspire a avanzar en el mundo finisecular de las Ciencias. (Briones,
1996).
Se sostiene incluso la tesis de que estamos a las puertas del TERCER MOMENTO que en la historia
universal, marcará una nueva y relevante revolución epistemológica (Sánchez, 1998). Los momentos
anteriores, se identifican como TRADICION ARISTOTELICA y TRADICION GALILEANA. "...La primera
está dominada por la metafísica, sostiene la tesis de que la mente humana o entendimiento gira alrededor
del objeto de conocimiento en busca de explicaciones teleológicas. En la tradición aristotélica da la
impresión de que la causa absorbe toda la actividad intelectual. En la tradición galileana predomina lo
funcional, lo pragmático y mecanicista. Las explicaciones cualitativas y finalistas de Aristóteles no son
suficientes. Es necesario cuantificar, buscar relaciones entre los fenómenos y matematizar". (Sánchez,
1998, p.102).
La Epistemología como ciencia suele entenderse parcialmente a partir de su raíz etimológica, tanto como
5
Estudio del Psicoanálisis y Psicología.
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CONOCIMIENTO o como Teoría de la Ciencia. En el orden de su tratamiento como ciencia hay que
hablar de la Epistemología General como disciplina del saber sobre el conocimiento científico que
desborda los marcos de una ciencia concreta ocupándose de los temas estructurales del universo global
de las Ciencias desde sus problemas comunes. Por otro lado avanzan con gran ímpetu lo que se da en
llamar Epistemologías Regionales ―construidas desde las necesidades propias de cada ciencia
determinada y a partir de un profundo conocimiento de la misma‖ (Flores, 1995, XXXIV).
Por este camino unas ciencias han avanzado más que otras. No hay que olvidar que la Epistemología es
ante todo una disciplina filosófica, que se ha definido como un término que aunque se usa "en diferentes
sentidos, es una rama de la filosofía, rama desde la que se estudia la ciencia como una categoría del
saber científico" (Sánchez, 1998, p.105). Pero de ello no se puede concluir que la propia Filosofía haya
resuelto sus cuestionamientos epistémicos fundamentales, algunos de los cuales para ella son temas
ontológicos sustanciales (Sánchez, 1998). Hoy es evidente el avance de la Epistemología de las Ciencias
Naturales, más concretamente en el campo de la Biología y la Química. También en las llamadas
Ciencias Exactas, como la Matemática. Vemos como avanzan las investigaciones epistemológicas en
Ciencias Sociales tales como la Psicología, la Sociología, e incluso se abren interesantes estudios
epistémicos en el terreno de la Pedagogía (Bedoya, 1989), impactando severamente y con profundas
polémicas por el desarrollo de las llamadas Ciencias de la Educación y más aún por lo que pudiéramos
denominar Epistemología de la Educación Universitaria (Alvarez, 1998).
Otro punto crucial en lo que concebimos como Iniciación Epistemológica Finisecular es el relativo a los
métodos de la investigación científica y en general a los caminos de toda práctica investigativa. El estudio
de la ciencia, sus métodos particulares y generales de la investigación, su objeto, sus interrelaciones, la
intervinculación de un objeto asumido por muy disimiles disciplinas del saber, la definición de las leyes
propias del desarrollo de una ciencia y el vínculo de las mismas con las leyes del desarrollo de otras
Ciencias afines, la precisión de los problemas centrales de una ciencia específica, son todos puntos
cardinales de la Epistemología. Pero cuidado con ignorar que Epistemología tiene que ver raigalmente
con conocimiento. Y por tanto no puede la Reflexión Epistemológica dejar a un lado el CAMINO DEL
CONOCIMIENTO, los pasos, vías, la relación teoría–práctica, conocimiento racional y empírico,
conocimiento objetivo y el conocimiento científico. La Iniciación Epistemológica es, desde la ciencia
específica del profesional, abordar todo el universo de elementos que hemos esbozado. La maduración o
el dominio de una ciencia específica a las puertas del siglo XXI vendrán sólo con el dominio por el
profesional, de este universo de interrogantes epistemológicas esenciales.
Subyace en el universo de cuestiones epistemológicas esenciales el fin humano de toda praxis científica.
Venga de la ciencia que venga, del universo de las Ciencias sociales, naturales, o exactas, tecnológicas,
etc., toda reflexión epistémica debe colocar al hombre y su desarrollo como centro y fin, aunque ello no
se declare explícitamente. Este elemento puede ser considerado como principio epistemológico en el
desarrollo del saber. Cobra relevancia notable ante el siglo XXI, cuando el desarrollo científico ha
impactado en ocasiones el propio hábitat del hombre. Incluso aparecen tendencias tecnológicas que
pueden lastrar la propia esencia del hombre dada en su génesis como resultado de las relaciones
sociales. Una indebida comprensión de esta máxima, que aparece como resultado de la introducción
indiscriminada de los escenarios virtuales en la comunicación y el mundo de las profesiones, puede ser
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un ejemplo del daño referido, que si bien no ataca el hábitat biológico del ser, si destruye su hábitat
sociológico.
De esta suerte los Epistemólogos se ocuparían del estudio bien sea del proceso de descubrimiento o de
la justificación del saber, tesis que incluimos para ilustrar las diferentes nociones que se encuentran en la
literatura.
Sobre ellas han venido erigiéndose nuevas propuestas como la reciente aparición del concepto de
ZONAS DE SENTIDO. (González Rey, 1998).
Por otro lado, Mario Bunge ha propuesto distinguir en la Epistemología las siguientes ramas:
- Lógica de la ciencia: Problemas lógicos y estructura lógica de las teorías científicas.
- Semántica de la ciencia: Análisis e interpretación de las conceptualizaciones científicas.
- Teoría del conocimiento científico: Diferencia con otros tipos de conocimiento.
- Metodología de las Ciencias: Estudio del método general de la investigación científica y de los
métodos y técnicas particulares de cada ciencia.
- Ontología de la ciencia: Análisis de los supuestos metafísicos de la investigación científica.
- Axiología de la Ciencia: Estudio del sistema de valores que guía la investigación.
- Ética de la ciencia: Estudio de las normas morales que se cumplen o se quiebran en la
investigación.
EPISTEMOLOGÍA 11
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6
Bunge, 1980, p.25.
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La filosofía es, entonces, teoría del conocimiento científico o teoría de la ciencia, como reflexión sobre la
conducta práctica (valores), toma el sentido de teoría de los valores y además es una teoría de la
concepción del universo.
Actividad didáctica
Luego de haber leído los textos hasta aquí presentados, agregue como resumen lo que usted considera
falta en esta síntesis de la unidad introductoria.
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Por tanto, puede definirse a la Teoría del Conocimiento como la Teoría del pensamiento verdadero, a diferencia de
la lógica que sería la Teoría del pensamiento correcto.
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Doctrinas filosóficas
DOGMATISMO FILOSÓFICO8
Dogmatismo9, término que hace referencia a la admisión de dogmas. Un dogma es una proposición o
enunciado que debe aceptarse por sí misma. Supone la admisión de dogmas y manifiesta una actitud
carente de crítica. Esta actitud se opone al escepticismo, que niega la posibilidad de alcanzar un
conocimiento cierto de alguna cosa.
Definición
La palabra ―dogma‖ de origen griego significa ‗doctrina fijada‘. Para los primeros filósofos significó
"opinión". El Dogmatismo es una escuela filosófica que: ―Da por supuestas la posibilidad y la realidad del
contacto entre el sujeto y el objeto‖10. Dice que ―los objetos de la percepción y los objetos del
pensamiento nos son dados de la misma manera: directamente en su corporeidad.‖ 11 Pero el
conocimiento para esta corriente no es un problema: ―suponen la capacidad cognoscitiva del hombre y
suponen que la realidad de hecho existe; su preocupación es la naturaleza.‖12
Origen
El Dogmatismo se da en los siglos VII y VI a.C.: ―El Dogmatismo, al ser la actividad propia del hombre
ingenuo es la más antigua y primigenia posición tanto en el sentido psicológico como en el histórico. En
13
el período originario de la filosofía griega domina de un modo casi general.‖
Las reflexiones epistemológicas, no aparecen entre los presocráticos (los filósofos jonios de la naturaleza,
los eleátas, los pitagóricos). Ellos son principalmente teóricos del mundo natural, lo que escriben entra en
la designación genérica sobre la naturaleza. ―Estos pensadores se hallan animados todavía por una
confianza ingenua de la capacidad de la razón humana.‖14
Para ellos el conocimiento no presenta ningún problema, están imbuidos en el ser y absorbidos por la
naturaleza; ella es la realidad que existe por debajo de todas las ―cosas‖, y que, aunque es común a
todas se distingue de ellas. En cambio las ―cosas‖ múltiples más que realidades, son apariencias
mudables, inestables y de duración limitada: ―Esta naturaleza la entienden los presocráticos en un doble
sentido: como ‗substratum‘ inmudable del ser, por debajo de todas las mutaciones y de las cosas, y
también, como fuerza que hace llegar las cosas a ser, como una fuente inagotable de seres.‖15
Representantes
Tales de Mileto 16
8
Síntesis de las principales corrientes filosóficas. www.monografías.com
9
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10
HESSEN, J. Op. Cit. P.31
11
BARRAGAN LINARES, Hernando. Op. Cit. P.32
12
HESSEN, J. Ibid p.32
13
Idem
14
Idem
15
FRAILE, Guillermo. Historia de la Filosofía. Tomo I. Barcelona: BAC. P. 139
16
Nació en Mileto, colonia jónica del Asia menor, en el año 624 y murió en el 546 a.C. Ejerció influencia en su patria. Estudi ó
geometría en Egipto. Su nombre encabeza todas las listas de los siete sabios. Es llamado por Aristóteles el padre de la
filosofía. Tales creó su fama a través de varios inventos prácticos. Predijo un eclipse de sol, que aconteció en una batalla
entre los medos y lidios, aproximadamente en el año 585 a.C.
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Tales cree encontrar el principio básico (arjé), señalando al agua como principio de todas las cosas. Pero
este principio no es sólo el fundamento de las cosas sino el principio de la vitalidad, de todo lo viviente.
―Lo que constituye el mérito histórico del milesio es, sin duda, el concepto de principio originario de todo
17
ser, concepto que fue él el primero en haber definido.‖
Lo anterior es un primer desafío a los dioses; paradójico si se tiene en cuanta la otra tesis del sabio. Esta
segunda tesis de Tales dice que todo está lleno de dioses. Esta tesis está ligada a su opinión sobre los
imanes y el ámbar. Leamos primero lo que nos dice Diógenes Laercio: ―Aristóteles e Hipias dicen que
Tales atribuyó alma a cosas inanimadas, demostrándolo por la piedra imán y por el ámbar.‖19
En principio, lo que Tales afirma es que todos los elementos, tenidos por inertes tienen ―psyché‖, alma.
Pero Tales hizo extensivo este atributo a todo lo inanimado (Tá apsychá). Aristóteles vio en la afirmación
de Tales un cierto animismo (Hilozoísmo) que le impelía a adjudicar espíritus a todas las cosas.
Anaximandro20
17
HIRSCHBERGER, Johannes. Op cit. P.46
18
ARISTÓTELES. Metafísica. 2ª. Ed. Madrid: Gredos, 1990. P.18
19
LAERCIO, Diógenes. Vida de filósofos ilustres. Vol.I. Barcelona: Iberia, 1986. P. 10
20
Nace en Mileto en el año 620 y muere en el 515 a.C. Vive en Mileto, es casi contemporáneo de Tales. Es geógrafo, astrónomo,
matemático y político. Dirigió la expedición de los milesios a Apoconia. Sus amigos en gesto de gratitud le dedicaron una
estatua, descubierta en las excavaciones de Mileto.
21
FRAILE, Guillermo. Op. Cit. P. 144
22
ARISTOTELES. Metafísica. Op. Cit. XII
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Anaximandro considera que: ―El ápeiron queda fuera del cielo, envuelve, contiene, y gobierna todas las
cosas.‖23 Para explicar la formación de las cosas enseña un proceso de separación de contrarios. El
interior de la masa confusa es agitado por un movimiento eterno, creando remolinos, originando así
separación de cada una de las cuales se forman otros mundos.
―Con esta contraposición entre los cosmos limitados y el ápeiron limitado, queda definida la oposición
fundamental entre ―finitud‖ e ―infinitud‖ o limitado que recogerán los posteriores pre-socráticos24‖.
Anaximandro ―creyó que las cosas no nacían de una sola sustancia, como Tales del agua, sino cada una
de sus propios principios particulares. Creyó que estos principios de las cosas singulares eran infinitos y
que daban origen a mundos innumerables y a cuantas cosas en ellos nacen, y sostuvo que estos mundos
se disuelven y nacen otra vez, según la edad a la que cada uno es capaz de sobrevivir.‖25
Anaxímenes26
Anaxímenes concibe el cosmos como un animal viviente, dotado de respiración, dentro del ―Pneuma‖
infinito que lo envuelve todo. De ahí proviene probablemente su concepto de que el aire es el principio
primordial de todas las cosas. Así como nuestra alma, siendo aire, nos mantiene unidos, así también el
aliento y el aire circundan todo el cosmos. Pero no se trata del aire atmosférico, sino de un
―protoelemento eterno‖, divino, viviente, ilimitado, sutil, movilísimo, casi incorpóreo, que es principio del
movimiento y de la vida de todas las cosas.
Es claro pues, que su principio es el aire, del cual por condensación y rarefacción ha salido todo. El aire
enrarecido se torna fuego; condensado, viento, después nubes; luego, aún más condensado agua, tierra,
piedra y de ahí todo lo demás. El aire aparece aquí como algo vivo y divino en la misma línea de Tales y
Anaximandro. Finalmente, para Anaxímenes, las cosas provienen del aire infinito y todas retornan a él.
Pitágoras27
Pitágoras se movió en la dirección del dualismo órfico28, de los cuales tomó la doctrina de la
transmigración de las almas. Por lo cual dice que el alma procede de otro mundo, se ha manchado con el
pecado y ha de llevar ahora, encadenada al cuerpo, una vida de expiación, hasta que logre verse libre del
cuerpo.
Dice que el número es el principio (arjé) de todas las cosas. Con ello se pone el principio de los seres, no
en la materia, como hasta ahora, sino en la forma. El número es lo que da forma, lo que hace de lo
indeterminado algo determinado. Este descubrimiento del número ha sido muy productivo para el
23
Ibid. XIII
24
FRAILE, Guillermo. Op. Cit. P. 145
25
Ibid. P. 181
26
Nació en Mileto en el año 585 y murió en el 528 a.C. Cultivó preferentemente la meteorología. Fue discípulo de Anaximandro.
De Anaxímenes sólo se conoce que haya escrito un libro en prosa, sobre asuntos de la naturaleza desde sus propias
reflexiones.
27
Nació en Samos en el año 570 y murió en el 496 a.C. Hacia los cuarenta años emigró a Crotona, Sur de Italia, donde desplegó
su principal actividad al igual que en Metaponto, donde murió. Se le conoce por “el padre de todas la patrañas”, como lo
llamó Heráclito. Platón nos ha dejado el testimonio de que Pitágoras se hizo acreedor a un enorme respeto por su especial
modo de vida. Su figura está aureolada por la leyenda. Probablemente no escribió. Pero en torno a él reunió un grupo de
hombres, formando una especie de comunidad, que conservó fiel y tenazmente las ideas del maestro y las trasmitió
oralmente. Pitágoras cultivó toda clase de ciencias y personalmente poseyó un marcado temperamento de jefe moral y
político.
28
Orfismo. Religión de misterios de la antigua Grecia, cuya fundación se atribuía a Orfeo, poeta y músico griego mítico, y que se
caracterizaba principalmente por la creencia en la vida de ultratumba y en la metempsícosis. Microsoft® Encarta® 2006. ©
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EPISTEMOLOGÍA 16
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desarrollo de las modernas ciencias de la naturaleza, que viven cada vez más del número. Por lo tanto,
siguiendo con la concepción pitagórica, las relaciones de los cuerpos del universo se expresan a través
de números y se manifiestan ordenadas y proporcionadas. Él pone el fundamento del número en la forma
y en su naturaleza.
Pitágoras, además, plantea la teoría de la eterna marcha circular de todas las cosas, que tuvo su
expresión culminante en la idea del cosmos. En el gran año cósmico se nos revela esa idea de armonía.
Así, el proceso cósmico no es una marcha rectilínea, sino que se desarrolla en grandes ciclos: estrellas y
sistemas cósmicos vuelven siempre a su sitio y el reloj del mundo torna a recorrer el mismo camino de
eternidad en eternidad. Decía: ―yo me volveré a encontrar ante vosotros con mi cayado.‖
Heráclito29
―Todo fluye‖, es el principio. Nada permanece en un ser: ―No puede uno bañarse dos veces en un mismo
río‖, las aguas han pasado, otras hay en lugar de las primeras y aun nosotros mismos somos ya otros.
Para Heráclito, el arjé no sería ni el agua ni el ápeiron, sino el devenir: ―Ningún ser humano ni divino ha
hecho este mundo, sino que siempre fue, es y será eternamente fuego vivo que se enciende según
medida y según medida se apaga30‖. El fuego es para Heráclito no una determinada substancia corpórea,
sino un símbolo de la eterna inquietud del devenir con sus incesantes subidas y bajadas. El devenir es
una cierta tensión entre los contrarios, y esa tensión es la que pone en curso el movimiento. Este devenir
es una sintética pervivencia de los contrarios: ―no comprenden cómo lo discorde no obstante, concuerda.
Es una armónica junto a opuestos como el arco y la lira‖31.
La oposición para Heráclito es algo fecundo, lleno de vida y de fuerza creadora, y en este sentido se ha
de entender su aforismo: ―La guerra es padre de todas las cosas, es de todas las cosas rey‖ 32.
Parménides33
Su obra principal lleva el título ―Sobre la naturaleza‖. Se desarrolla en severos y solemnes hexámetros.
Conforma todo un poema donde muestra el camino al ser, a la verdad y a la opinión.
Para Parménides no hay un devenir, sino un ser, y este ser es compacto, es uno y todo. Sostiene la
unidad del cosmos de una manera extrema, sin cambio, sin movimiento, en prefecto reposo.
Parménides se coloca de un modo consciente en el pensamiento como vía única hacia la verdad. En su
poema enfatiza sobre el peligro de caer en las vías de la experiencia sensible. La distinción entre
conocimiento sensible y conocimiento intelectual es lo que goza de aceptación en todo decurso de la
historia de la filosofía. Toda forma de racionalismo caminará por las vías descubiertas por Parménides.
29
Nació en Efeso, Asia menor, en el año 536 y murió en el 470. De familia real, a la cual renunció para dedicarse a la filosofí a.
Fue llamado “el oscuro” por su forma enigmática y fragmentaria de exponer su doctrina. Los fragmentos y dichos
consignados de su doctrina son como piedras preciosas, raros y llenos de oscuro fuego. El libro que se atribuye a él, por su
contenido principal, se llama “sobre la naturaleza”, y está dividido en tres secciones: sobre el universo – la política – la
teología.
30
HERÁCLITO. Fragmento 30.
31
Ibid. Fragmento 51
32
Ibid. Fragmento 53
33
Nació en Elea en el año 520 y murió en el 460 a.C. Fue discípulo de Jenófanes. Es el auténtico representante de la filosofía
eleática.
EPISTEMOLOGÍA 17
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Parménides toma el mundo de los conceptos por lo auténtico y real. Así vino a confundir el mundo con el
mundo de la realidad, y desde esa base estructuró de manera original su concepto de ser.
En una auténtica filosofía la investigación se mueve siempre entre dos límites; por esto es un error
eliminar totalmente en el ejercicio filosófico el dogma inicial y final de la investigación.
Conclusión
Los filósofos del Dogmatismo están convencidos de que el conocimiento es posible. Por eso lo dan como
un hecho. Suponen que sí se puede dar una relación entre el sujeto cognoscente y el objeto conocido. No
se interesan por hacer una justificación de éste problema, ni determinan la forma como nuestras
facultades conocen, ni la manera como los objetos nos son dados. Según Hessen la concepción del
Dogmatismo, los objetos de la percepción y los objetos del pensamiento nos son dados de una misma
manera: directamente en su corporeidad.
Actividad didáctica # 2
Haga un glosario de los términos nuevos.
Haga el resumen de los aspectos fundamentales de esta filosofía.
Construya luego organizador gráfico de este tema.
Responda las siguientes preguntas:
1) ¿Por qué se dice que los filósofos pre-socráticos no estaban preocupados por el problema
del conocimiento?
2) ¿Cuál fue la fundamental preocupación de los filósofos dogmáticos?
EPISTEMOLOGÍA 18
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ESCEPTICISMO
Escepticismo (en griego, skeptesthai, ―examinar‖). En la filosofía occidental, doctrina que niega la
posibilidad de alcanzar el conocimiento de la realidad, como es en sí misma, fuera de la percepción
humana. Por extensión gradual de su significado, la palabra escepticismo significa también duda de lo
que es generalmente aceptado como verdad. Todo el Escepticismo filosófico está basado en las ideas
sobre el ámbito y la validez del conocimiento humano.
Escepticismo griego
Los sofistas griegos del siglo V a.C. fueron en su mayoría escépticos. Su punto de vista se refleja en sus
máximas ―el hombre es la medida de todas las cosas‖ y ―nada existe, y si algo existe, no puede ser
conocido‖. Así, el sofista Gorgias proclamó que todas las afirmaciones relativas a la realidad son falsas y
que, aunque fueran verdad, su veracidad no podía nunca ser probada. Otro sofista, Protágoras de
Abdera, enseñó que los seres humanos sólo pueden conocer su percepción de las cosas, no las cosas
en sí.
Los principios del Escepticismo fueron formulados por primera vez por los pirronistas, una escuela de la
filosofía griega que tomó el nombre de su fundador Pirrón de Elis. Pirrón, cuyo primer interés era la Ética,
mantuvo que los seres humanos no pueden conocer nada de la naturaleza real de las cosas y que, en
consecuencia, una persona sabia no debía expresar sus opiniones. Timón de Flainte, discípulo de Pirrón,
llevó el Escepticismo a su conclusión lógica al afirmar que se pueden dar razones tan buenas a favor
como en contra de cualquier proposición filosófica.
Los miembros de la Academia Media (la escuela que se desarrolló en el siglo III a.C. a partir de la
Academia de Platón) y de la Academia Nueva (siglo II a.C.) de Carnéades fueron más sistemáticos pero
menos radicales en su Escepticismo que los pirronistas. Carnéades mantenía que ninguna idea podía ser
probada de manera concluyente, pero que algunas podían ser mostradas como más probables que otras.
El escéptico más importante del último periodo de la antigüedad fue el filósofo griego Enesidemo, que
hizo una clasificación de diez razones en apoyo de la posición escéptica y el físico griego del siglo III d.C.
Sexto Empírico, que resaltó la observación y el sentido común en oposición a la teoría.
34
Gorgias:(c. 485-c. 380 a.C.), retórico griego y filósofo sofista. Nacido en Leontini, Sicilia. Es el personaje del título del diálogo
Gorgias de Platón, donde Sócrates discute sobre la retórica falsa y verdadera, y sobre la retórica entendida como el arte de la
adulación. Las obras de Gorgias que han llegado hasta nosotros son El elogio a Helena y La apología de Palamedes. Murió
en Tesalia a la edad de 105 años.
EPISTEMOLOGÍA 19
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Protágoras35
Sus obras principales, de las que sólo perduran algunos fragmentos, fueron tituladas Verdad y Sobre los
dioses. El fundamento de su reflexión fue la doctrina de que nada es bueno o malo, verdadero o falso, de
una forma categórica y que cada persona es, por tanto, su propia autoridad última; esta creencia se
resume en su frase: ―El hombre es la medida de todas las cosas‖. Acusado de impiedad, Protágoras se
exilió, pereciendo ahogado en el transcurso de su viaje a Sicilia. Dos célebres diálogos de Platón, Teeteto
y Protágoras, rebatieron las doctrinas de Protágoras.
Pirrón36
Introductor del escepticismo puro en la filosofía griega, originó la escuela conocida como pirronismo y
está considerado el fundador del escepticismo filosófico. No dejó escritas sus doctrinas, que son
conocidas sobre todo a través de las palabras de su seguidor, el filósofo y escritor de sátiras Timón el
Silógrafo.
Pirrón pensaba que la naturaleza real de las cosas no puede ser en verdad comprendida, y por ello es
imposible alcanzar el conocimiento objetivo. Mantenía que la actitud correcta para el filósofo es la
imperturbabilidad y la suspensión total del juicio, y que en esta actitud se asienta la libertad de la pasión,
la calma de la mente y la tranquilidad del alma, que constituyen las cualidades humanas más altas y
meritorias.
Carnéades37
Había hecho suyas las teorías del escepticismo y afirmaba que ninguna idea podía ser probada de
manera concluyente (lo que imposibilitaba el conocimiento cierto y pleno), aunque pensaba que las
adquiridas por inducción a partir de la experiencia podían ser probables. El político romano Catón el Viejo
pensó que la filosofía era dañina para los jóvenes de Roma y forzó al Senado para que condenara a
Carnéades.
Escepticismo moderno
Durante el renacimiento la influencia del escepticismo clásico se reflejó sobre todo en los escritos del
ensayista filosófico francés del siglo XVI Michel de Montaigne. El mayor exponente del escepticismo
moderno fue el filósofo empirista escocés David Hume. En sus obras Tratado sobre la naturaleza humana
(1739-1740) y Ensayo sobre el entendimiento humano (1748), Hume puso en duda la posibilidad de
demostrar la verdad de las ideas sobre el mundo externo, las relaciones causales, los acontecimientos
futuros, o de las entidades metafísicas, como el alma y Dios. El filósofo alemán del siglo XVIII Immanuel
Kant, a la vez que intentaba superar el escepticismo de Hume, negaba la posibilidad de conocer las
cosas en sí mismas o de alcanzar el conocimiento metafísico. En el siglo XIX, el filósofo alemán Friedrich
Nietzsche negó la posibilidad de la total objetividad y del conocimiento objetivo, en ningún campo. El
filósofo estadounidense del siglo XX Jorge Ruiz de Santayana, pretendiendo haber dado un paso más
allá del escepticismo de Hume, mantuvo en su obra Escepticismo y fe animal (1923), que la creencia en
35
Protágoras (c. 480-c. 411 a.C.), filósofo griego, nacido en Abdera, Tracia. En el 445 a.C. se estableció en Atenas, donde llegó a
ser amigo del estadista Pericles y consiguió gran fama como maestro y filósofo. Fue el primer pensador en llamarse a sí
mismo sofista y en enseñar a cambio de dinero, recibiendo grandes sumas de sus alumnos.
36
Pirrón: (c. 360-c. 272 a.C.), pensador griego. Nació en Élide y estudió con el filósofo griego Anaxarco, un discípulo de
Demócrito. Pirrón acompañó a Alejandro III el Magno en su expedición a Oriente y conoció las enseñanzas de los magos
persas y de los brahmanes hindúes. Pasó gran parte de su larga existencia retirado del mundo.
37
Carnéades: (c. 214-129 a.C.), filósofo griego. Nacido en Cirene (actual Shaĥĥāt, Libia), entró en contacto con el estoicismo en
Atenas. Posteriormente fundó la Academia Nueva, una extensión de la antigua Academia fundada por Platón. En el 155 a.C.
Carnéades fue enviado como miembro de una embajada a Roma.
EPISTEMOLOGÍA 20
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
la existencia de cualquier cosa, incluido en uno mismo, obedece a un impulso natural pero irracional. Se
pueden encontrar rasgos de escepticismo en otras escuelas modernas de filosofía, incluyendo el
pragmatismo, la filosofía analítica y el existencialismo.
David Hume 38
Su pensamiento ejerció una notable influencia en el desarrollo del escepticismo y del empirismo.
Nacido en Edimburgo, estudió con apasionamiento los problemas de la filosofía especulativa. Durante
este periodo escribió Tratado sobre la naturaleza humana (3 vols., 1739-1740), que constituye la síntesis
de su pensamiento. A pesar de su importancia, esta obra fue ignorada por el público pues, como dijo el
propio Hume, ―nació muerta‖, tal vez debido a su estilo abstruso. Esta circunstancia determinó que sus
posteriores trabajos fueran escritos en forma de ensayos más accesibles. En 1748 vieron la luz sus
Ensayos filosóficos sobre el entendimiento humano, obra más conocida por el título de Investigación
sobre el entendimiento humano con que fue reeditada en 1751. Este libro, quizá su obra más conocida,
no es sino un resumen, más claro, de su Tratado.
El pensamiento filosófico de Hume estuvo profundamente influido por las teorías de John Locke y George
Berkeley. Al igual que este último, diferenciaba entre la razón y los sentidos. Pero Hume fue más allá e
intentó probar que la razón y los juicios racionales son tan sólo asociaciones habituales con diferentes
sensaciones o experiencias.
Hume dio un paso revolucionario en la historia de la filosofía occidental al rechazar la idea de causalidad,
argumentando que ―la razón nunca podrá mostrarnos la conexión entre un objeto y otro si no es ayudada
por la experiencia y por la observación de su relación con situaciones del pasado. Cuando la mente, por
tanto, pasa de la idea o la impresión de un objeto, a la idea o creencia en otro, no se guía por la razón,
sino por ciertos principios que asocian juntas las ideas de esos objetos y los relaciona en la imaginación‖.
El rechazo de la causalidad implica también un rechazo de las leyes científicas, que se basan en la
premisa de que un hecho provoca otro de forma necesaria y, como resulta predecible, siempre lo hará.
Según la filosofía de Hume, por tanto, el conocimiento de los hechos es imposible, aunque admitía que
en la práctica las personas tienen que pensar en términos de causa y efecto, y que deben asumir la
validez de sus percepciones para no enloquecer. También admitía la posibilidad de conocimiento sobre
las relaciones entre las ideas, como las relaciones entre los números en matemáticas. Su escéptico
planteamiento también negaba la existencia de la ―sustancia espiritual‖ defendida por Berkeley y de la
―sustancia material‖ defendida por Locke. Yendo aún más lejos, Hume negaba la existencia de una
identidad del yo, argumentando que como las personas no tienen una percepción constante de sí mismas
como entidades diferentes, no son más que ―un conjunto o colección de diferentes percepciones‖.
Friedrich Nietzsche39
Además de por la cultura helénica (en particular por las respectivas filosofías de Sócrates, Platón y
Aristóteles) Nietzsche estuvo profundamente influido por el pensamiento del filósofo alemán Arthur
Schopenhauer, por la teoría de la evolución y por su amistad con el compositor alemán Richard Wagner.
Escritor prolífico, entre sus trabajos filosóficos más importantes cabe señalar los siguientes: El origen de
la tragedia (1872), La gaya ciencia (1882), Así habló Zaratustra (1883-1891), Más allá del bien y del mal
38
David Hume: (1711-1776), filósofo, historiador y economista escocés. Tras su muerte, con carácter póstumo, aparecieron su
autobiografía (1777) y Diálogos sobre la religión natural (1779). Hume había escrito este último ensayo hacia 1750, pero
prefirió ocultarlo por la naturaleza escéptica de su contenido.
39
Nietzsche: (1844-1900), filósofo, poeta y filólogo alemán, cuyo pensamiento está considerado como uno de los más radicales,
ricos y sugerentes del siglo XX. Nació en Röcken, Prusia. En 1889 sufrió una crisis nerviosa de la que nunca se recuperó.
Falleció en Weimar el 25 de agosto de 1900.
EPISTEMOLOGÍA 21
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(1886), La genealogía de la moral (1887), El ocaso de los ídolos (1889), El Anticristo (1896), La voluntad
de poder (1901) y Ecce homo (1908).
Uno de los argumentos fundamentales de Nietzsche era que los valores tradicionales (representados en
esencia por el cristianismo) habían perdido su poder en las vidas de las personas, lo que llamaba
nihilismo pasivo. Lo expresó en su tajante proclamación ―Dios ha muerto‖.
Según sus teorías, las masas (a las que denominaba ―rebaño‖, ―manada‖ o ―muchedumbre‖) se adaptan a
la tradición, mientras su superhombre utópico es seguro, independiente y muy individualista. El
superhombre siente con intensidad, pero sus pasiones están frenadas y reprimidas por la razón.
Centrándose en el mundo real, más que en las recompensas del mundo futuro prometidas por las
religiones en general, el superhombre afirma la vida, incluso el sufrimiento y el dolor que conlleva la
existencia humana. Su superhombre es un creador de valores, un ejemplo activo de ―eticidad maestra‖
que refleja la fuerza e independencia de alguien que está emancipado de las ataduras de lo humano
―envilecido‖ por la docilidad cristiana, excepto de aquellas que él juzga vitales.
Nietzsche sostenía que todo acto o proyecto humano está motivado por la ―voluntad de poder‖. Ésta no
es tan sólo el poder sobre otros, sino el poder sobre uno mismo, algo que es necesario para la
creatividad. Tal capacidad se manifiesta en la autonomía del superhombre, en su creatividad y su coraje.
Aunque Nietzsche afirmó en multitud de oportunidades que todavía no había existido ningún
superhombre, citó a algunos personajes históricos que podrían servir como modelos: Sócrates,
Jesucristo, Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, William Shakespeare, Johann Wolfgang von Goethe, Julio
César y Napoleón I Bonaparte.
La proclama de Nietzsche ―Dios ha muerto‖ fue utilizada por teólogos radicales posteriores a la II Guerra
Mundial (en especial por los estadounidenses Thomas J. J. Altizer y Paul van Buren) en sus intentos por
adecuar el cristianismo a las décadas de 1960 y posteriores.
Conclusión
El Escepticismo toma una actitud contraria al Dogmatismo. El sujeto no puede aprehender el objeto. En
efecto, los sentidos nos engañan, el hombre comete muchos errores, estamos sometidos a las
contradicciones, a la diversidad de opiniones entre los hombres respecto a una misma cosa hace que no
podamos tener ninguna seguridad respecto de nuestros conocimientos; nuestras facultades cognoscitivas
están sometidas al engaño. El sujeto cognoscente depende de factores externos que impiden llegar al
objeto.
Actividad didáctica # 3
Haga un glosario de los términos nuevos.
Haga el resumen de los aspectos fundamentales de esta filosofía.
Construya luego un organizador gráfico de este tema.
Responda las siguientes preguntas:
1) ¿Cuáles son los dos aspectos fundamentales (teórico y práctico) que tiene el Escepticismo?
2) ¿Quiénes son sus principales exponentes?
3) ¿Por qué decimos que la máxima de Gorgias es el nihilismo absoluto?
EPISTEMOLOGÍA 22
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SUBJETIVISMO y RELATIVISMO 40
Subjetivismo es: ―Toda teoría del conocimiento donde el carácter de verdad se hace dependiente en una
forma o, en otra, de la constitución del sujeto que conoce [...] Toda teoría que pueda afirmar que lo que
41
es verdad para un sujeto puede no serlo para otro ‖. El Subjetivismo en general es la reducción de toda
verdad y moralidad a la individualidad psíquica del sujeto particular, siempre variable e imposible de
trascender, sin posibilidad alguna de validez de una verdad absoluta universal. El subjetivismo limita la
validez de la verdad al sujeto que conoce y juzga.
El Relativismo, se asemeja mucho al Escepticismo, pues tampoco admite ninguna verdad absoluta, que
tenga validez universal. Para el Relativismo el conocimiento si es posible, dado que podemos tener algún
grado de certeza. Pero lo que niega de hecho es que podamos llegar a obtener verdades universales,
absolutas, inmutables. En efecto, nuestro conocimiento siempre es relativo, es decir dependiente de
factores y circunstancias especiales. Hay muchas circunstancias que afectan al sujeto cognoscente. La
actitud subjetiva queda formulada así por Protágoras ―El hombre es la medida de todas las cosas de las
que son en cuanto que son y del que no son en cuanto que no son‖. Lo que significa que las cosas son
para cada cual lo que cada cual quiera pensar de ellas. Cada cual elabora su propia verdad.
―Mientras el Subjetivismo hace depender el conocimiento humano de factores que residen en el sujeto
cognoscente, el Relativismo subraya la dependencia de factores externos. Como tales considera la
influencia del medio, del espíritu, del tiempo, la pertenencia a un determinado círculo cultural y los
factores determinantes contenidos en él.‖42
Estas doctrinas filosóficas, al igual que el Escepticismo, aparece en la Antigüedad. La reflexión sobre la
naturaleza había llegado a un callejón sin salida, y no es extraño que el hombre volviera la vista hacia sí
mismo, para preguntarse sobre el sentido de su propia vida, abandonando provisionalmente la
consideración de la naturaleza. En Atenas se establece una vida democrática que le hace propicia para el
pensamiento atento al vivir personal (Subjetivismo), dejando las cosmologías y las cosmogonías.
PRAGMATISMO
Doctrina filosófica desarrollada por los filósofos estadounidenses del siglo XIX Charles Sanders Peirce,
William James y otros, según la cual la prueba de la verdad de una proposición es su utilidad práctica; el
propósito del pensamiento es guiar la acción, y el efecto de una idea es más importante que su origen. El
Pragmatismo fue la primera filosofía de Estados Unidos desarrollada de forma independiente. Se opone a
la especulación sobre cuestiones que no tienen una aplicación práctica. Afirma que la verdad está
relacionada con el tiempo, lugar y objeto de la investigación y que el valor es inherente tanto por sus
medios como por sus fines. Fue la manera dominante de abordar la filosofía en los Estados Unidos
durante el primer cuarto del siglo XX.
Hacia finales del siglo XIX, el Pragmatismo se convirtió en una de las más importantes escuelas de
pensamiento, en particular en Estados Unidos. Continuó la tradición empírica de arraigar el conocimiento
en la experiencia y acentuar los procedimientos deductivos de la ciencia experimental. Charles Sanders
Peirce, que dio nombre a esta corriente, formuló una teoría práctica del conocimiento que definía el
entendimiento de un concepto como el conjunto de las predicciones que pueden ser hechas por el uso de
ese mismo concepto y verificadas por la experiencia futura.
40
Síntesis de las principales corrientes filosóficas. www.monografías.com
41
ORTEGA Y GASSET, José. Obras completas. Tomo IV. Madrid: Alianza, 1983. P. 422.
42
HESSEN, J. Op. Cit. P. 40
EPISTEMOLOGÍA 23
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El Pragmatismo43.
Caracterización general
La doctrina filosófica del Pragmatismo es -como dice William James- un nombre nuevo para viejos modos
de pensar. Sólo que antes de James se usó fragmentariamente y a modo de preludio, y él sistematiza la
doctrina y generaliza su misión.
El Pragmatismo cree que el hombre es incapaz de captar la esencia íntima de las cosas, que la razón
humana es incapaz de resolver los enigmas metafísicos y desvía entonces su atención a los resultados
prácticos, vitales de las ideas y creencias. La actitud del Pragmatismo es de desprenderse de las
primeras cosas, causas, categorías, principios, substancias, y fijarse en los frutos, efectos, resultados
prácticos de las ideas. El Pragmatismo cree que el pensamiento no tiene por finalidad conocer las
verdades metafísicas, sino orientarnos, ajustarnos prósperamente a la realidad. El pensamiento es como
una función vital que tiene su papel en la conservación y preservación de la vida. Introduce un nuevo
concepto de la verdad. Para el Pragmatismo un pensamiento es verdadero cuando es útil y fomentador
de la vida. Este pensamiento pragmatista se enmarca dentro de las filosofías de la vida para las cuales la
vida humana es el valor cimero, siendo todos los otros valores medios útiles para el fomento de la vida: la
verdad es lo útil y conveniente al hombre; el conocer y el pensar son funciones al servicio de la
conservación y promoción de la vida.
Hagamos una objeción inicial a los presupuestos y valoraciones últimas de estas doctrinas vitalistas y
pragmáticas. El fomento de la vida práctica biológica, no puede ser considerado como la finalidad del
hombre. Ajustándonos a un riguroso positivismo, la vida humana se presenta como el fenómeno de que
ciertas actividades inmanentes al organismo, trascienden de él. «La vida -decía Simmel- consiste en ser
más que vida; en ella lo inmanente es un trascender más allá de ella misma».
Ese conjunto de funciones vitales, cuyos productos tienen una consistencia trascendente a la vida, trans-
vital, es lo que constituye la vida espiritual. La vida humana pues no es mera zoología o fisiología, sino
que también es creación de algo trans-biológico –un poema, un sacrificio, una filosofía-. Es decir, que la
vida no tiene un fin inmanente y encerrado en ella misma, no es el valor último al que todos los restantes
están subordinados, sino que ella a su vez se convierte en instrumento de realización de los valores
espirituales de la bondad, la verdad y la belleza, los que constituyen los fines trascendentes de la vida.
El pensamiento empezó siendo un dócil instrumento de la vida, para el servicio y fomento de ésta; pero el
pensamiento ya ha llegado a su mayoría de edad y se puede emancipar de las necesidades prácticas
que lo originaron. El hombre comenzó a pensar para poder comer y ha evolucionado hasta el grado en
que ya hay hombres que comen solamente para poder pensar. Está bien fomentar la vida, pero como
medio de que brote en ella la flor del espíritu.
43
Gustavo Torroella. www.filosofia.org/hem/dep/rcf/n01p024.htm
EPISTEMOLOGÍA 24
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ruda variedad. Caracteriza James del modo siguiente a estos dos tipos filosóficos: el racionalista (tender
minded) es intelectualista, idealista, religioso, optimista, libre arbitrista, monista, dogmático; y el empirista
(tough-minded) es sensacionista, materialista, irreligioso, pesimista, fatalista, pluralista, escéptico. (Como
se ve este contraste repite el problema filosófico medieval de la pugna entre realistas y nominalistas). Sus
mutuos juicios son al modo de las diferencias que se suscitan cuando un turista de Boston se mezcla con
gente de una tribu de Cripple Creek. La mayoría de nosotros, estima James, aspira a las cosas buenas
de uno y otro lado.
Del mismo modo que el pueblo norteamericano en su formación histórica, étnica, [25] abrió sus puertas y
puertos a todos los pueblos y aceptó variadas y diversas inmigraciones, así también la filosofía
norteamericana en formación, dice por boca de James: «Los hechos ¿no han de ser buenos los hechos?
Dadnos, pues, hechos. Los principios también son buenos, dadnos, pues principios también». Se
aceptaban todos los materiales para arquitecturar al pensamiento norteamericano. Ya se vería luego en
la práctica los que resultarían buenos.
Hace James una fina disección de las tendencias espirituales que animan a sus contemporáneos.
«Nunca hubo –dice- tanta mentalidad decididamente empirista como en la actualidad. A pesar de lo cual
nuestra estima por los hechos no ha neutralizado en nosotros toda religiosidad. Nuestro temperamento
científico se halla ungido y urgido por cierta devoción. (Aquí James hace veladamente una confesión
autobiográfica. Aquí aparecen las dos líneas o corrientes que informan su actitud, su pensamiento: por
una parte el cientificismo y realismo de Agassiz, su profesor; por otra parte la religiosidad de su padre
Henry James. Una situación filosófica semejante se da en José de la Luz y Caballero cuyo pensamiento
se integra en parte por la formación juvenil religiosa y en parte por su extenso conocimiento de la física,
química e historia natural).
Ahora se plantea James su problema principal. Si un hombre de este tipo -de tendencia empírica y fondo
religioso- se hace amante de la filosofía, ¿qué habrá que hacer? y se responde: ¡Pedirá hechos! ¡Pedirá
ciencia!, pero también pedirá una religión.
Ahora bien, se pregunta James, ¿qué géneros de filosofía se ofrecen actualmente para satisfacer tales
necesidades? (Nótese ya en la raíz utilitaria de esta pregunta el sesgo que va a tener la filosofía de
James, que brota de esa pregunta, de esa raíz. Se busca una filosofía que satisfaga a nuestras
necesidades, una filosofía que sea útil, que nos convenga, que se ajuste a nosotros. Aquí se busca a la
filosofía como se busca un traje que venga bien, que ajuste a uno. No interesa lo que sea la realidad, sino
lo que sean nuestras vidas. Se considera a la filosofía como un instrumento para la felicidad humana. Se
nota la presencia del utilitarismo anglosajón, y se explica ahora la dedicatoria del libro a Stuart Mill)
Para preparar la respuesta a tan importante pregunta, expone James el actual dilema de la filosofía. «Hay
por un lado –dice- una filosofía empírica que no es bastante religiosa, y por otro lado, una filosofía
religiosa que no es lo bastante empírica para nuestro propósito. Vemos al empirismo unido a la irreligión y
por otra parte, la filosofía racionalista se mantiene apartada de todo contacto definido con los hechos
concretos, las alegrías y las tristezas».
En este punto aparece la solución de James con el ofrecimiento de una filosofía que puede satisfacer
ambas exigencias, filosofía, que lleva el nombre de Pragmatismo -nombre nuevo para antiguos modos
de pensar-. «Puede ser religiosa como el racionalismo (?) -dice James- al propio tiempo, como al
empirismo, le es dado conservar un más íntimo contacto con los hechos». Trata a la religión y a los
hechos con análoga cordialidad.
El método pragmático consiste en tales casos en tratar de interpretar cada noción trazando sus
consecuencias prácticas respectivas. ¿Se deducen diferencias prácticas de que sea cierta tal noción y no
la otra? Si hay diferencias prácticas, esas consecuencias prácticas constituirán el significado de la noción;
si no hay consecuencias prácticas, significando las alternativas prácticamente la misma cosa, toda
disputa es vana.
El método pragmatista surgió en un artículo de Charles Sanders Pierce, publicado en 1878 y titulado:
«How to make our ideas clear». Dice Pierce que hay muchas ideas y términos con los que están
relacionados nuestras creencias, tales como «fuerza», «libre voluntad», «Dios», etc., los cuales no tienen
un significado pictórico, gráfico, imaginario, concebible. ¿Cómo saber el significado de tales términos?
Pierce responde: el significado de las ideas que no tienen imágenes, plasticidad, graficidad, puede ser
descubierto -caso de tener significado- en los efectos y consecuencias prácticas a que conducen.
Nosotros no tenemos idea gráfica, imagen de la electricidad. Sin embargo, sabemos como se comporta la
electricidad. Electricidad es lo que la electricidad hace. Otro ejemplo. Queremos aclararnos el significado
de la idea de «peso». Decir que un cuerpo es pesado, que pesa, significa simplemente que, en ausencia
de fuerzas opuestas, tenderá a caer. Esta es la concepción del peso.
Este método nos quita muchos problemas y rompecabezas inútiles, cómo saber lo que es el peso en sí, o
la electricidad en sí, o la fuerza, o Dios. Consideremos los efectos de esos términos o ideas. [26] Si dos
ideas tienen los mismos efectos, tienen el mismo significado, aunque tengan diferentes nombres.
Para Pierce la mera definición verbal de los términos es insuficiente; hay que apelar a los hechos
resultantes, porque la definición debe capacitarnos para experimentar, verificar en la acción, en la
práctica lo que significa el término. ¡Imaginemos los beneficios incalculables del método pragmático si
aplicamos su rigor al significado de palabras tan usadas como democracia, libertad, patria, honor,
dignidad, etc.!
Resumiendo el método pragmático: para hallar el significado de una idea debemos examinar las
consecuencias a que lleva en la acción. La concepción de los efectos y consecuencias de una idea es la
concepción de su significado. Si no seguimos este método, la discusión será interminable e infructuosa.
(Este método, implica desde luego, la creencia de que toda idea o noción se traduce en hechos, en
experiencia).
Este principio o método de Pierce es también -dice James- el principio metodológico del pragmatismo.
Sorprende advertir cuántas discusiones filosóficas perderían su significado en cuanto se les sometiera a
este método. Para James las cuestiones de verdades abstractas se traducen en diferencias en los
hechos concretos y en la conducta de cada cual.
Precisamente para James toda función de la filosofía debe enderezarse a hallar las definidas diferencias
que serían suscitadas en cada uno de nosotros, en momentos concretos y definidos de nuestra vida, si
fuera cierta ésta o aquélla fórmula del mundo.
Para la metafísica, los nombres tales como el Ser, Dios, Materia, Razón, Absoluto, Energía, son nombres
claves que quien los posee, como sucede en la magia, posee también la clave, el secreto y la solución
del Universo. Una vez en posesión de esos nombres trascendentales, se puede descansar y ya se está al
cabo de la pesquisa metafísica. Pero para el pragmatismo cada palabra no es una solución o meta de la
pesquisa filosófica, sino un programa de trabajo, de verificación. Para el método pragmático, pues, ya no
cabe considerar a ninguna de dichas palabras como finalizantes de la pesquisa, de la búsqueda filosófica;
habrá que obtenerse en cada palabra su valor práctico a caja, su «cash-value». Cada palabra es menos
una solución que un programa de trabajo, de verificación. Así las teorías se hacen instrumentos y no
soluciones de los enigmas.
EPISTEMOLOGÍA 26
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
El pragmatismo conviene con el utilitarismo en hacer hincapié sobre los aspectos prácticos; con el
nominalismo en apelar siempre a los particulares, a la experiencia; con el positivismo en su desdén por
las cuestiones inútiles y las abstracciones de la metafísica y su apego a los hechos.
El pragmatismo es una filosofía futurista ya que comprueba las creencias por las consecuencias que de
ellas se fluyen en el futuro. Se pregunta qué puede prometer para el futuro una creencia. Si trae buenos
resultados, indica que es verdadera. Este énfasis futurista, prospectivista del pragmatismo, nos está
indicando como dice Montague, que esta filosofía responde a la actitud de los moralistas, reformadores y
revolucionarios sociales, preocupados no tanto de saber lo que es la realidad, sino de mejorar nuestras
vidas. Es la actitud esencial a la democracia y a los pueblos jóvenes, porque los pueblos democráticos,
jóvenes y libres tienen que forjar su vida, y el futuro, la esperanza, es materia plástica que se ofrece a su
voluntad, mientras que el pasado está hecho y es incambiable. (Recordemos a Shakespeare en Macbeth:
What is done cannot be undone).
Expondremos las ideas de James sobre el significado de la verdad clasificadas en estos dos grupos y
luego haremos una breve crítica de su concepto erróneo de la verdad.
EPISTEMOLOGÍA 27
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
1) «A medida que las ciencias han ido desarrollándose -dice James-, ha ganado más fundamento la
idea de que la mayor parte, si no todas nuestras leyes son sólo aproximaciones. Los investigadores
han llegado a acostumbrarse a la idea de que no hay teoría que sea una absoluta trascripción de la
realidad; pero que todas pueden ser útiles en su gran cometido de sumariar los hechos antiguos y
conducir a otros nuevos. Marchan al frente de esta lógica científica los señores Schiller y Dewey».
«Las ideas se hacen ciertas por cuanto nos auxilian a establecer relaciones satisfactorias con otros
sectores de la experiencia y resumirla en conceptos. Toda idea sobre la que podamos cabalgar,
toda idea que nos lleve prósperamente de una parte a otra, encadenando éstas satisfactoriamente
con firmeza, simplificándolas y economizando trabajo, es cierta por cuanto puede serlo de modo
instrumental. Esta es la visión instrumental de la verdad enseñada con tanto éxito en Chicago; la
visión según la cual la verdad de las ideas equivale a su capacidad para actuar».
«La verdad según dicen los diccionarios es una propiedad de nuestras ideas y que significa su
conformidad con la realidad. Tal definición es aceptada tanto por pragmatistas como por
intelectualistas, quienes sólo discuten acerca del sentido preciso de los términos «conformidad» y
«realidad».
«La conformidad con una realidad significa en su más amplio sentido, el ser guiado bien
directamente hacia ella o hacía sus alrededores, o bien ponerse en tal relación con ella que la
realidad pueda ser manipulada o algo relacionado con ella».
«Toda idea que nos sirva práctica o intelectualmente para tratar, para actuar, con la realidad, que
se acomoda de hecho a la realidad y adapta nuestra vida a la realidad será una idea verdadera.
Tener pensamientos verdaderos significa otro tanto que poseer instrumentos de acción. Todas las
teorías son instrumentales, es decir modos mentales de adaptación a la realidad, más bien que
revelaciones o respuestas gnósticas a los enigmas del mundo. Y son ciertas las teorías que nos
guían en la experiencia con el éxito».
2) «El pragmatismo a pesar de su devoción con los hechos, no tiene esa propensión materialista en
que se desenvuelve el empirismo. Si las ideas teológicas demuestran poseer un valor para la vida
concreta, las diputará por ciertas el pragmatismo, en el sentido de ser buenas en tal medida». «Si
el absolutismo filosófico nos produce consuelo, ya no es estéril, ya tiene un valor, porque actúa en
una función concreta».
«Comprendo la extrañeza de algunos de vosotros -dice James- al oírme decir que una idea es
verdad en tanto que creemos que es provechosa para nuestra existencia. Admitiréis de buen grado
que es buena por cuanto sea ventajosa. Pero, me diréis, ¿no es un mal uso de la palabra verdad el
decir que las ideas son también verdaderas por ser buenas, provechosas?»
Con esto llegamos al punto capital de la doctrina de la verdad sustentada por el pragmatismo. Cree
James que la verdad es una especie de lo bueno [28] y no como se supone corrientemente una
categoría distinta de lo bueno. (Nótese aquí como el valor preferido por James es la bondad. Aquí
se revela el moralista que en el fondo es, heredero del utilitarismo inglés y preocupado ante todo
por la felicidad y el bienestar humano). «Verdadero es –dice- lo ventajoso en la vía del pensar,
exactamente como lo justo es lo ventajoso en la vía de la conducta». Verdadero es para él cuanto
EPISTEMOLOGÍA 28
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
demuestra ser bueno por vía de las creencias. Es verdad para nosotros lo que es mejor para
nosotros creer.
«Sí hubiera otra vida realmente mejor que ésta, a ella deberíamos encaminarnos, y de existir una
idea que, creída nos sirviera mejor para orientarnos en la vida, sería preferible para nosotros creer
en tal idea...». De modo que la verdad es lo que nos conviene, nos es útil.
¿Cuál de estos dos conceptos es el más profundo pragmático? ¿Por cuál parece James decidirse?
Puede interpretarse este doble significado que atribuye James al concepto de la verdad, a la doble
personalidad que hay en James: una es la personalidad realista y científica del discípulo de Agassiz,
quien le enseñaba dirigirse a la naturaleza y examinar los hechos por sí mismo, la otra es la del hijo del
místico y trascendentalista Henry James.
¿Alcanzó la personalidad de James y su filosofía de la verdad una síntesis, una unidad? ¿Se decidió al
cabo por una de las nociones de la verdad que defendía?
Examinemos el segundo criterio de la verdad que es el que nos ha parecido incorrecto y objetable. ¿Cuál
es el universo verdadero? Responde James: El que se adecua a nuestras tendencias, el que satisface y
conviene a nuestra personalidad, aquel en que puede realizarse, afirmarse nuestro ser, aquel que alienta
nuestras creencias y satisface y complace a nuestros deseos.
Ahora bien, planteemos este problema: es cierto que hay grandes zonas de la realidad que son
independientes de nuestra voluntad y deseos, por ejemplo, las zonas que están bajo la jurisdicción de las
leyes naturales e ideales (los principios de la lógica, los teoremas de las geometría, las leyes de la física,
las fórmulas químicas de los cuerpos, etc.). En estas zonas las cosas son como son, y la voluntad no
puede modificar lo más mínimo la estructura de las cosas.
¿Pero está toda el área de la realidad ya hecha, cuajada, completa y por lo tanto independiente del deseo
y volición humanos? ¿O más bien hay zonas de la realidad plásticas, maleables, haciéndose,
formándose, susceptibles de ser hechas, modeladas por el hombre?
Esa sería la zona de libertad, originalidad y creación humanas. Es la zona en la que el hombre es
heredero de Dios y continúa la obra de la creación divina interrumpida el sábado y continuada por el
hombre este Domingo eterno que es la historia humana. Domingo que simboliza trabajo, creación para el
hombre, y descanso para Dios. Al revés de lo que hacemos.
Ahora bien, si este universo no es algo dado ya hecho, acabado, sino que está en vía incesante de
formación y realización y esa vía es el hombre, la historia, entonces hay que aceptar que nuestros
deseos, creencias y acciones son factores que contribuyen a hacer v modificar al mundo -dentro de esa
zona de la realidad modificable y que constituye nuestra vida: la realidad moral-.
Cree James que el Cosmos no es un sistema cerrado y completo; sino un campo de batalla de corrientes
encontradas y propósitos beligerantes; se nos muestra no como un universo hecho, sino como multi-
verso en formación (como la astronomía señala la incesante formación de mundos nuevos).
El valor del multiverso para James reside en que donde hay fuerzas encontradas y fuerzas y pugna,
nuestra propia fuerza y voluntad pueden pesar y contribuir a decidir la lucha: es un mundo donde nada
está definitivamente establecido y la acción importa porque decide. Si el mundo estuviera ya formado,
EPISTEMOLOGÍA 29
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
nuestros anhelos serían ilusiones; pero en un mundo formándose, incompleto, podemos escribir algo del
drama de nuestras vidas, y nuestras acciones pueden determinar de cierto modo nuestro destino. Como
se ve esta concepción del mundo, relacionada con el segundo concepto de la verdad de James es más
eficaz y apto para construir la realidad y engendrar a la verdad que para descubrirla, señalarla o juzgarla.
Resumamos ya, esta crítica, al concepto de la verdad en James. Vimos que hay dos zonas de la realidad,
una hecha, completa y que no es afectada por nuestra personalidad; es lo que es, independiente de
nosotros y sólo nos cabe constatarla. Creemos que toda idea o proposición que concierna a esta zona de
la realidad ya hecha, [29] independiente de los deseos y acciones humanas, es verdadera en la medida
en que sea comprobada, verificada por el dato objetivo. Aquí tiene plena razón el primer significado de la
verdad de James; y no tiene razón el segundo significado.
Pero vimos que también hay zonas de la realidad que están en vías de formación, de creación -nuestras
vidas- y que en estas zonas nuestra personalidad, nuestros deseos, deciden, crean. Ahora bien,
estimamos que este punto de vista no señala o indica a la verdad, no es criterio para juzgar a la verdad,
sino que es una norma para crear, determinar la realidad y construir la verdad. Por lo tanto, decir que lo
útil, conveniente, y satisfactorio a nuestra personalidad es lo verdadero es un error. Nos conviene creer lo
que nos sea útil y provechoso para nosotros, no porque esto sea verdadero, sino porque esa creencia
puede determinar y construir la realidad y la verdad de nuestras vidas. La creencia pues en lo útil y
provechoso no señala ninguna verdad ya hecha -las verdades de las leyes de la naturaleza- sino que
engendra, crea la realidad y verdad de nuestras vidas, realidad y verdad que no están ya hechas y
acabadas, sino precisamente en vías de formación; por eso la vida humana es libertad, originalidad,
creación.
Hagamos otras consideraciones críticas. Hemos visto ya como el segundo criterio de la verdad de James
sirve más bien para determinar y crear la realidad y engendrar la verdad -más que espejo, es varita
mágica- y que no es apto para juzgar y apreciar la realidad y verdad de lo que ya existe.
Veamos ahora detenidamente como este criterio que confunde lo bueno, útil y conveniente con lo
verdadero no es un criterio correcto para apreciar la verdad. Bueno y útil es el atributo que otorgamos a
los objetos en tanto satisfacen nuestros deseos y necesidades. Verdadero es en cambio, el atributo que
adscribimos a nuestras ideas y juicios, en tanto coincidan con la realidad, en tanto afirmen un hecho y se
demuestra en la verificación, en la experiencia. Ahora bien, son dos vías distintas las recorridas cuando
se quiere realizar un bien o provecho y cuando se busca a la verdad. Cuando queremos realizar un bien
nos esforzamos en cambiar lo real por lo ideal y modificamos el ambiente de acuerdo con nuestros
deseos; pero cuando buscamos la verdad, nos sucede al revés, ya que debemos entonces ajustar
nuestras ideas y juicios a lo real, a la situación objetiva independiente de nosotros.
El error lógico de este segundo concepto de la verdad en el pragmatismo, como bien dice Hocking
consiste en una falsa conversión de «Todas las proposiciones verdaderas son útiles» (lo que es cierto) en
«Todas las proposiciones útiles son verdades» (lo que no es cierto). Esta conversión no es lógicamente
aceptable. De la proposición «Todos los que estamos aquí somos cubanos», no podemos inferir que
«Todos los cubanos somos los que estamos aquí». Sólo hay un caso en el cual es permisible convertir la
proposición. En el caso en que el sujeto tenga la misma extensión que el predicado. Así: «Todos los
triángulos equiláteros son triángulos equiángulos» puede convertirse en «Todos los triángulos
equiángulos son triángulos equiláteros». Esto es porque la idea de triángulo equilátero tiene la misma
extensión que la idea de triángulo equiángulo.
Asimismo si las proposiciones verdaderas y las proposiciones útiles o convenientes fueran de idéntica
extensión, entonces sí podríamos tomar la utilidad o conveniencia como prueba de la verdad. Pero
desgraciadamente, las proposiciones útiles o convenientes no tienen la misma extensión que las
proposiciones verdaderas. Todas las proposiciones verdaderas son indudablemente útiles. Todo lo
verdadero es siempre de un modo u otro, útil a la vida, pues el conocer cómo es la realidad, nos ayuda a
adaptarnos, a ajustarnos mejor a ella. Pero lo inverso no es cierto, a saber, que «Todas las proposiciones
útiles y provechosas son verdaderas». No es cierta esta proposición, pues hay muchas proposiciones
EPISTEMOLOGÍA 30
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útiles y convenientes que no pasan de ser meros deseos humanos sin virtualidad para determinar la
realidad. Así a unos les es más conveniente y consolador por su estructura mental, creer en el monismo,
mientras a otros les es más esperanzador creer en el pluralismo; sin embargo, esos deseos y creencias
convenientes y provechosos para cada cual no influyen en lo más mínimo en que la realidad del mundo
sea una o múltiple. La verdad es pues, independiente de sus deseos.
(Recordemos que hemos visto que hay zonas de la realidad independientes de nuestra voluntad y
deseos, pero que también había zonas de la realidad práctica, maleable en vías de formación,
susceptibles de ser modeladas por el hombre. En esta zona en que la realidad no está hecha todavía y
por lo tanto no hay verdades sobre ellas, nos conviene creer lo que fomente y estimule a nuestra vida, lo
que sea mejor para nosotros, ya que nuestros deseos y creencias pueden contribuir a modelar a la
realidad, a crear nuestro destino).
Puede que no alcancemos la verdad absoluta –piensa- pero sí tenemos que vivir. Podemos suspender
los juicios metafísicos, pero no podemos suspender la urgencia y necesidad de vivir. Entonces el
pragmatismo toma el pensamiento como una función vital que tiene su papel en la conservación y
preservación de la vida. Considera al pensamiento como instrumento para vivir mejor, para adaptarnos y
ajustarnos mejor al medio. Por eso acepta y usa las creencias que demuestren conducir a la promoción y
mejoramiento de la vida. Su profundo error estriba en llamar verdaderos a esos pensamientos y creencias
que simplemente son útiles. Teme el pragmatismo que si los llama simplemente útiles, son pensamientos
«sine nobilis», sin nobleza, y quiere aristocratizarlos llamándolos también «verdaderos». Llámelos usted
«útiles», «buenos», y siga adelante.
Su error está, pues, en que habiendo negado en el fondo a la verdad, en que partiendo de un
escepticismo en el que sólo reconoce el valor de lo útil y conveniente, se asusta a mitad del camino, se
reprime el escepticismo y pretende entonces identificar la utilidad con la verdad. Es como si un individuo
matara de una pareja de hermanos a uno de ellos, y luego arrepentido o intimidado dijera que el que
queda vale por los dos. Así el pragmatismo práctica y realmente destruye a la verdad al referirla a la
utilidad y entonces, temiendo negar un valor tan preciado por la humanidad como lo es la verdad, la
identifica con la utilidad. Lo útil es lo verdadero. Es decir, Juan, el que queda, vale también por Pedro, el
que maté.
Aquí la verdad se menciona, se respeta, pero no actúa, sino que actúa y funciona la utilidad. La verdad
ocupa aquí una posición semejante a la del rey en la monarquía inglesa, quien rige, pero gobierna el
primer ministro. En el pragmatismo rige la verdad decorativamente, pero trabaja, «works», la utilidad, la
conveniencia, que imprime su criterio a la verdad.
Este positivismo determinista desvaloraba al hombre como actividad libre, como voluntad activa. Esto
provocó naturalmente, una reacción. Como producto de esta reacción nacieron las doctrinas vitalistas,
EPISTEMOLOGÍA 31
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Para el intelectualismo del XIX, el mundo de la verdad es un mundo ya realizado, hecho, absoluto. La
verdad ya es lo que es, no es algo que debamos querer para que sea, sino que sólo podemos conocerla
o ignorarla, nunca hacerla. El hombre no puede hacer la verdad, pues ésta está ahí, frente a él, para ser
tomada o dejada. Para el intelectualista, pues, la verdad se antepone, preexiste al pensamiento, y el
pensamiento es antepuesto a la voluntad. En cambio, en la doctrina pragmática se expresa la necesidad
de reafirmar al sujeto, de no considerarlo como un espectador pasivo del mundo, sino como un autor que
contribuya a su formación.
Para el intelectualista la verdad es objetiva, inmutable y eterna; para el pragmatista la verdad es humana,
subjetiva: la verdad y la realidad misma, como vimos, son productos del sujeto. La meta final del
pragmatismo es reafirmar el papel del sujeto frente a la realidad existente, contraponer la verdad
haciéndose, progresiva, a la verdad realizada, inmutable y eterna; y el devenir nuevo y original al ser fijo y
estático.
Como se ve el pragmatismo es la antítesis del intelectualismo, es la afirmación de los derechos del sujeto
en la formación de la realidad, y de la verdad frente a las pretensiones intelectualistas que suponen una
realidad ya hecha y una verdad eterna e inmutable. Nótese como en este sentido, el pragmatismo sigue
la orientación del idealismo que subraya unilateralmente la importancia exclusiva del sujeto en el
conocimiento.
Pero como el pragmatismo es una pura y simple antítesis u oposición al intelectualismo, engendra una
antinomia, una contradicción: a la doctrina extrema del intelectualismo (objetivismo) sigue la doctrina
también extrema del pragmatismo (subjetivismo). Se requiere una concepción sintética, ecléctica, que
solucione esta contraposición, este antagonismo. Es necesario explicar cómo el sujeto y el objeto, el
devenir y el ser, se necesitan recíprocamente y se integran en la realidad.
La filosofía existencialista o «vitalista» (en el sentido de Ortega y Gasset) trata de superar ese choque
secular entre la solución objetivista, intelectualista [31] y la solución subjetivista, pragmática («nombre
nuevo para viejos modos de pensar»), considerando que ambos factores (objeto y sujeto), son dos
aspectos, cada uno de ellos limitado y parcial de una realidad más profunda y comprensiva, que es la
realidad total, existencial.
El sujeto tiene, pues, su papel, su función: no se puede hablar de una verdad absoluta, independiente,
extra-humana; pero por otra parte no podemos negar a la verdad todo carácter objetivo, universal. Ni el
objetivismo, ni el subjetivismo, pues, son soluciones, sino exageraciones. La solución debe venir de esa
filosofía que reconozca el papel y la importancia del sujeto y del objeto y los integre en una síntesis
superior, inquebrantable: la realidad total, existencial.
Conclusiones
El Subjetivismo tampoco acepta la existencia de ninguna verdad universal, pero en cambio si acepta
la existencia de una verdad individual, dependiente de factores internos del sujeto que conoce y
juzga.
El Relativismo coincidente con el Subjetivismo, afirma que no existe ninguna verdad absoluta, pues
toda verdad es relativa y dependiente de factores externos.
El Subjetivismo y el Relativismo: el primero considera que algo puede ser verdadero para una
persona pero no para otras y el segundo piensa que el conocimiento es relativo al contexto cultural.
La escuela estadounidense del Pragmatismo, fundada por los filósofos Charles Sanders Peirce,
William James y John Dewey a principios del siglo XX, llevó el empirismo aún más lejos al mantener
EPISTEMOLOGÍA 32
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
que el conocimiento es un instrumento de acción y que todas las creencias tenían que ser juzgadas
por su utilidad como reglas para predecir las experiencias.
El conocimiento humano tiene sentido solamente en el campo práctico; la verdad consiste en la
congruencia entre los fines prácticos y los pensamientos. Niega la posibilidad del conocimiento, pero
recuperando el concepto de verdad, que hace a un lado el escepticismo. Lo verdadero, para el
pragmatismo, es lo útil.
Afirma la posibilidad del conocimiento, más el conocimiento queda subordinado a la acción, la que
se convierte en fundamento de la verdad y de la certeza. El hombre antes de ser teórico, es un ser
práctico; de ahí que todo el valor de nuestro conocimiento es en base a la acción. Es verdad lo que
útil y provechoso al hombre.
Actividad didáctica # 4
Haga un glosario de los términos nuevos.
Haga el resumen de los aspectos fundamentales de esta filosofía.
Construya luego un organizador gráfico de este tema.
Responda las siguientes preguntas:
¿Cuáles son las características esenciales de estas doctrinas?
¿Quiénes son sus principales exponentes?
¿Por qué se considera al Pragmatismo como una filosofía subjetiva y pluralista?
¿En qué radica el origen conciliador y ecléptico del Pragmatismo?
¿Por qué se dice que el Pragmatismo tiene orientación futurista?
¿Cuál es el concepto erróneo de la verdad del Pragmatismo?
EPISTEMOLOGÍA 33
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
CRITICISMO
El Subjetivismo, el Relativismo y el Pragmatismo son, fundamentalmente formas de Escepticismo. Como
ya se ha dicho, la antítesis del Escepticismo es el Dogmatismo; pero existe una tercera posición, que
desarrolla la antítesis hasta llegar a una síntesis. Esta posición intermedia entre el Escepticismo y el
Dogmatismo es el Criticismo.
Esta posición comparte con el Dogmatismo una gran confianza en la razón humana; se parte de la
propuesta de que es posible el conocimiento humano, de que existe la verdad, pero mientras esta noción
induce al Dogmatismo a aceptar con ligereza todas las afirmaciones de la razón humana, si poner límites
al conocimiento, el Criticismo, cercano al Escepticismo, propone la confianza en cuanto al conocimiento
humano en general y al mismo tiempo la desconfianza hacia todo conocimiento determinado. El
Criticismo examina todas las afirmaciones de la razón humana y establece criterios rigurosos, cuestiona
los motivos y pide cuentas a la razón humana; su proceder no es dogmático ni escéptico, sino reflexivo y
crítico.
El verdadero fundador del Criticismo es Kant44, cuya filosofía se llama pura y simplemente ―criticismo‖.
Kant llegó a ésta posición a partir del Dogmatismo y el Escepticismo, posturas éstas que considera
exclusivistas; una tiene una confianza absoluta en la razón humana, y la otra una gran desconfianza
hacia la razón pura que se adopta sin previa crítica. Para Kant, el Criticismo supera esos exclusivismos;
se trata de ―aquel método de filosofar que consiste en investigar las fuentes de las propias afirmaciones y
objeciones, y las razones en que las mismas descansan, método que da esperanza de llegar a la
certeza‖.
Esta posición parece madura en comparación con las otras cuando Kant dice lo siguiente, ―El primer paso
en las cosas de la razón pura, el que caracteriza la infancia de la misma, es dogmático. El segundo paso
es escéptico y atestigua la prudencia del juicio ya instruido por la experiencia. Pero es necesario un tercer
caso, el del juicio maduro y viril‖.
Por Criticismo45 se entiende la doctrina, que sostiene la superioridad de la investigación del conocer
sobre la investigación del ser. Esta corriente está convencida de que es posible el conocimiento para el
hombre, acepta que puede llegar a poseer la verdad, puede tener conocimientos que dan certeza, pero
que hace indispensable justificar racionalmente la forma cómo llegamos al conocimiento, es decir, cómo
llegamos al conocimiento y en qué forma se nos da la realidad.
―El Criticismo examina todas las afirmaciones de la razón humana y no acepta nada
despreocupadamente. Dondequiera pregunta por los motivos y pide cuentas a la razón humana. Su
conducta no es dogmática ni escéptica, sino reflexiva y crítica. Es un término medio entre la temeridad
dogmática y la desesperación escéptica‖ 46
44
Kant, Inmanuel: Nació en Konigsberg (Prusia Oriental; hoy Kaliningrado, URSS) en 1724. Y murió en 1804 en la misma
ciudad. Es con Kant con quien comienza una nueva etapa en la filosofía, siendo considerado una figura en la búsqueda de
una visión sistemática y cerrada de la totalidad del ser, partiendo de un principio unitario. El aporte filosófico de Kant es
tardío, empezando por varios años de silencio, inicia su obra crítica con la “La crítica de la razón pura” en 1781, la cual
cuenta además con otras dos críticas de la razón pura práctica (1788), y la de la facultad de juzgar (1790).
45
Síntesis de las principales corrientes filosóficas. www.monografías.com
46
HEESEN, J. Teoría del conocimiento. Buenos Aires: Losada. S.A. 14ed. P‟. 47.
EPISTEMOLOGÍA 34
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Contexto histórico
Ha sido concretamente la Edad Antigua la que ha permitido presentar pequeños brotes de Criticismo, y
dentro de esta época sobresale Platón (Siglo V a.C.) quien distingue varios grados que conducen al
conocimiento, y éstos son tres:
1) El conocimiento sensible.
Este tiene por objeto de conocimiento los seres materiales y éstos se nos dan a través de los
sentidos, por los cuales se puede presentar variabilidad en el logro del conocimiento, por tanto, no es
posible una verdadera ciencia.
Más adelante, sigue a Platón, su discípulo Aristóteles, quien reafirma la posibilidad de un conocimiento;
además, aclara que los sentidos sólo nos engañan accidentalmente, puesto que son hechos para captar
los objetos. Distingue dos tipos de conocimientos: el sensitivo y el intelectivo, los cuales se dan en
constante relación. ―Nada hay en el entendimiento que no haya pasado por los sentidos ―, es decir, los
sentidos suministran el material con que trabaja nuestra mente.
Más tarde, en la época moderna, es Kant el gran representante o fundador de esta corriente criticista, el
cual llegó a esta posición, después de haber pasado por el Dogmatismo y el Escepticismo. La intención
que tuvo Kant con esta corriente, era someter la razón a un análisis detenido para ver sus estructuras y
determinar entonces la forma como conocen. Quiere fundamentar el conocimiento humano determinando
los aportes que hace el sujeto y los aportes que provienen de la experiencia. El sujeto recibe los datos,
los organiza, les da forma, a través de estructuras a priori, tanto de la sensibilidad como del
entendimiento y la razón. La forma ―a priori‖ que es aportada por el sujeto, posee siempre un carácter
necesario y universal.
Luego sigue Hegel, el cual ha formulado en su ―Enciclopedia‖ que la investigación del conocimiento no
puede tener lugar de otro modo que conociendo. Querer conocer antes de conocer es tan absurdo
cuando se parte de todo supuesto, es decir, sin probar una posibilidad misma del conocimiento.
El conocimiento por tanto, no exige solamente quedarse en los procesos mentales o de la razón, sino
también dirigir la mirada al mundo nouménico, que nos ofrece la posibilidad metafísica de nuestras
capacidades.
Por consiguiente, es necesario destacar la importancia que actualmente tiene Kant en cada uno de los
diferentes contextos sociales, que a partir de su crítica abrió a la reivindicación del hombre respecto al
mundo.
El pensamiento de Kant entonces, aportó de esta manera a la educación, pues él, a través de la Crítica
de la razón pura, presentó las posibilidades cognoscitivas en un contexto epistemológico que proyectó a
las facultades del hombre en cuanto ser sensible y racional, pues ambas se integran, dando la primera el
elemento subjetivo y orientada racionalmente hacia un fin (conocimiento objetivo).
EPISTEMOLOGÍA 35
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
La educación actualmente requiere elementos subjetivos que son dados por lo material, lo sensible, para
llegar al conocimiento objetivo que se logra en la propia sustancialidad de las cosas; en este aspecto, los
juicios son fuentes de conocimiento, pues se dan a priori y a posteriori, por tanto, el hombre actual mide
su saber en lo que ya ha conocido como en lo que ya va a conocer, y para esto debe tener una capacidad
de asombrarse, de ver las cosas estéticamente.
Conclusiones
El Criticismo: propone la confianza en cuanto al conocimiento humano en general y al mismo tiempo la
desconfianza hacia todo conocimiento determinado (Kant).
Actividad didáctica # 5
Haga un glosario de los términos nuevos.
Haga el resumen de los aspectos fundamentales de esta filosofía.
Construya luego un organizador gráfico de este tema.
Después de realizar la lectura comprensiva del texto, responda las siguientes preguntas:
1) ¿Qué características definen al Criticismo?
2) ¿Quién es el principal exponente del Criticismo?
EPISTEMOLOGÍA 36
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
RACIONALISMO
Racionalismo viene de la palabra latina ―ratio‖ = razón. En general, es la concepción que ve en el espíritu,
la mente y el entendimiento, el fundamento de toda relación del hombre con el mundo considerada esta
relación como forma superior del pensar humano.
El Racionalismo no es entonces una manera aislada de concebir la realidad, sino que es ante todo la
suma de lo sensible con los conceptos, o mejor, a un concepto equivale una realidad. El hombre es
presentado como animal dotado de logos, razón; un animal capacitado para conocer.
Si en el lenguaje ordinario se denomina racionalista a aquella persona que rehuye de toda creencia
infundada o superstición y que no reconoce más evidencia que la aportada por la sola luz de la razón, en
el contexto de la filosofía este término hace relación a una particular corriente filosófica surgida en el siglo
XVII de manos de René Descartes (La Haye, Francia, 1596-1650) y cuyos máximos exponentes fueron
Baruch Spinoza (Amsterdam, 1632-1677) y G. Wilhelm Leibniz (Leipzig, 1646-1716).
Contexto histórico
La forma más antigua del Racionalismo se encuentra en Platón. Este se halla convencido de que todo
verdadero saber se distingue por las notas de la necesidad lógica y la validez universal. Platón junto con
los eleáticos está penetrado de la idea de que los sentidos no pueden conducirnos nunca a un verdadero
saber, lo único que le debemos a ellos es la "doxa" (opinión). Por ende, tiene que haber un mundo
suprasensible, o mundo de las ideas. Este mundo no es meramente un orden lógico sino a la vez un
orden metafísico, un reino de esencias ideales, metafísicas. Este reino se halla, en relación con la
realidad empírica y las ideas son los modelos de las cosas empíricas, las cuales deben su manera de ser,
su peculiar esencia, a su participación en las ideas. El centro de este racionalismo es la teoría de la
contemplación de las ideas, podemos llamar a esta forma de racionalismo: racionalismo trascendente.
Más tarde llegan Plotino y posteriormente San Agustín, quienes tienen una forma distinta de
Racionalismo. El primero coloca el mundo de las ideas en el Nus cósmico, o sea Espíritu del Universo.
Las ideas ya no son un reino de esencias existentes por sí, sino un autodespliegue del Nus, y nuestro
espíritu es una emanación de este Espíritu Cósmico: ―La parte racional de nuestra alma es alimentada e
iluminada continuamente desde arriba.‖
En la Edad Media, es San Agustín quien recoge esta idea y la modifica en sentido cristiano, donde el Dios
cristiano ocupa el lugar del Nus. Las ideas se convierten en las ideas creatrices de Dios: el conocimiento
tiene lugar siendo el espíritu humano iluminado por Dios.
En la Edad Moderna, alcanzó más importancia, Descartes y luego Leibniz, considerando que las ideas
innatas se dan en cuanto es innata a nuestro espíritu la capacidad de formar conceptos
independientemente de la experiencia, pues el origen de estos principios proceden de la razón. El
principal mérito del racionalismo fue el haber subrayado la importancia de la razón en el conocimiento
humano.
Cabría destacar en primer lugar, la primacía otorgada al problema del conocimiento. Efectivamente, los
filósofos modernos se caracterizan por anteponer la gnoseología a toda otra cuestión; gnoseología que
posee un carácter genético, es decir, se investiga el origen, la génesis de los procesos de conocimiento,
cuyo valor de verdad o falsedad es determinado con posterioridad a su origen.
Racionalistas y Empiristas tendrán que enfrentarse antes que nada con la cuestión del sujeto como
origen de todo conocimiento acerca de lo real y con la cuestión de las posibilidades y límites de tal
conocimiento. Lo obvio es el sujeto que conoce, a partir del cual se construye lo real, el mundo
"extramental": Subjetivismo y gnoseología tienen como consecuencia inmediata la importancia otorgada a
la investigación sobre el método. Se tiene conciencia de una ruptura con el Renacimiento y la seguridad
de que se está haciendo y estrenando un nuevo saber. De la preocupación fundamentalmente filológica
de los renacentistas, de su revolución orientada hacia el pasado, se pasa a una revolución que, desde el
presente, se ordena hacia el futuro desde una perspectiva optimista de progreso.
El paulatino despegue de las ciencias particulares, favorecido por la independencia gradual de toda
investigación respecto a los dogmas de la religión y la tradición hacía necesaria la investigación de un
método que desechara todo aquello que no pudiera diferenciarse rigurosamente ni de lo verdadero ni de
lo falso. El ámbito de la conjetura, de lo probable no puede mantenerse si lo que se pretende es construir
una ciencia cuya característica fundamental sea la certeza, su absoluta indubitabilidad. Por eso, la
preocupación por establecer un método seguro y riguroso fue uno de los intereses primordiales de esta
época.
La utilidad del método estriba no sólo en escapar del error, sino que persigue una intención clara: la
unificación de las ciencias e incluso la creación de una "Mathesis Universalis" o ciencia cierta de carácter
universal que pudiera utilizar un lenguaje simbólico matemático con el que analizar y reducir a lo simple (y
cierto) toda proposición compleja de la ciencia.
En las Regulae ad directionem ingenii (Regla IV) define Descartes el método de la siguiente manera:"Así
pues, entiendo por método reglas ciertas y fáciles, mediante las cuales, el que las observe exactamente
no tomará nunca nada falso por verdadero, y, no empleando inútilmente ningún esfuerzo de la mente,
sino aumentando gradualmente su ciencia, llegará al conocimiento verdadero de todo aquello de que es
capaz."
Por substancia entienden los racionalistas "aquello que existe de tal manera que no necesita de ninguna
otra cosa para existir" (Descartes). Ahora bien, no todos estos filósofos admitieron el mismo número de
ellas ni le otorgaron las mismas características. Descartes afirmó la existencia de tres substancias
distintas (res infinita o Dios, res cogitans o pensamiento y res extensa o substancias corpóreas), lo cual le
condujo al establecimiento de un acusado dualismo que escindió la realidad en dos ámbitos
heterogéneos (lo corporal o material y lo espiritual) irreconciliables entre sí y regidos por leyes
absolutamente divergentes (leyes mecánicas para el mundo físico).
Spinoza afirmó la existencia de una única substancia, "Deus sive substancia, sive natura", que le hizo
desembocar en una postura panteísta: pensamiento y extensión son atributos de Dios, única substancia
existente, por lo que tanto el pensamiento (alma) como las cosas materiales no pueden ser consideradas
sino como sus modos, no como entidades independientemente existentes.
EPISTEMOLOGÍA 39
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Leibniz, sin embargo, adoptó un pluralismo metafísico que afirmaba la existencia de infinitas substancias
simples o mónadas caracterizadas por ser inextensas, simples, impenetrables y dotadas de percepción.
La mónada es una cierta energía, fuerza o entelequia (alma) que sigue el orden inexorable de una
armonía preestablecida por Dios.
El mecanicismo
Aunque no fue adoptado por todos los racionalistas (Leibniz, por ejemplo), el mecanicismo fue el
paradigma científico predilecto para la mayoría de ellos. Según éste, el mundo es concebido como una
máquina, despojada de toda finalidad o causalidad que vaya más allá de la pura eficiencia: todo se
explica por choques de materia en el espacio (lleno) y no existen fuerzas ocultas o acciones "a distancia".
El mundo es como un gigante mecanismo cuantitativamente analizable.
Representantes
René Descartes47
Descartes trató de aplicar a la filosofía los procedimientos racionales inductivos de la ciencia y, más
concretamente, de las matemáticas. Antes de configurar su método, la filosofía había estado dominada
por el escolástico, que se basaba por completo en comparar y contrastar las opiniones de autoridades
reconocidas. Rechazando este sistema, Descartes estableció: ―En nuestra búsqueda del camino directo a
la verdad, no deberíamos ocuparnos de objetos de los que no podamos lograr una certidumbre similar a
las de las demostraciones de la aritmética y la geometría‖. Por esta razón determinó no creer ninguna
verdad hasta haber establecido las razones para creerla. Comenzó sus investigaciones a partir de un
único conocimiento seguro: ―Cogito, ergo sum‖ (―Pienso, luego existo‖). Partiendo del principio de que la
clara consciencia del pensamiento prueba su propia existencia, mantuvo la existencia de Dios. Dios,
según la filosofía de Descartes, creó dos clases de sustancias que constituyen el todo de la realidad. Una
clase era la sustancia pensante, o inteligencia, y la otra la sustancia extensa, o física.
Segunda parte.
Había estudiado un poco, cuando era más joven, de entre las partes de la filosofía, la lógica, y de las
matemáticas, el análisis de los geómetras y el álgebra, tres artes o ciencias que al parecer debían
contribuir en algo a mi propósito. Pero, al examinarlas atentamente, advertí con relación a la lógica que
sus silogismos y la mayor parte de sus preceptos sirven más para explicar a otro cuestiones ya sabidas o
incluso, como el arte de Lulio, para hablar sin juicio de las que se ignoran, que para investigar las que
desconocemos. Y si bien contiene, en efecto, muchos preceptos que son muy buenos y verdaderos, hay
sin embargo, mezclados con ellos, tantos otros perjudiciales o bien superfluos, que es casi tan difícil
separarlos como sacar una Diana o una Minerva de un bloque de mármol en el que ni siquiera hay algo
esbozado. En lo que concierne, por otra parte, al análisis de los antiguos y al álgebra de los modernos,
además de que no se refieren sino a materias muy abstractas, que parecen carecer de todo uso, el
primero está siempre tan circunscrito a la consideración de las figuras, que no permite ejercitar el
47
René Descartes (1596-1650), filósofo, científico y matemático francés, considerado el fundador de la filosofía
moderna.
48
Fuente: Descartes, René. Discurso del método. Estudio preliminar, traducción y notas de Eduardo Bello Reguera.
Madrid: Editorial Tecnos, 1987. Microsoft ® Encarta ® 2006. © 1993-2005 Microsoft Corporation.
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entendimiento sin fatigar excesivamente la imaginación; y en la segunda, hay que sujetarse tanto a
ciertas reglas y cifras, que se ha convertido en un arte confuso y oscuro, bueno para enredar el ingenio,
en lugar de una ciencia que lo cultive. Tal fue la causa por la que pensé que había que buscar algún otro
método que, reuniendo las ventajas de los otros tres, estuviera exento de sus defectos. Y como la
multiplicidad de leyes a menudo sirve de excusa para los vicios, de tal forma que un Estado está mucho
mejor regido cuando no existen más que unas pocas, pero muy estrictamente observadas, así también,
en lugar del gran número de preceptos de los que la lógica está repleta, estimé que tendría suficiente con
los cuatro siguientes, con tal de que tomase la firme y constante resolución de no dejar de observarlos ni
una sola vez.
El primero consistía en no admitir jamás cosa alguna como verdadera sin haber conocido con
evidencia que así era; es decir, evitar con sumo cuidado la precipitación y la prevención, y no admitir
en mis juicios nada más que lo que se presentase tan clara y distintamente a mi espíritu, que no
tuviese motivo alguno para ponerlo en duda.
El segundo, en dividir cada una de las dificultades a examinar en tantas partes como fuera posible y
necesario para su mejor solución.
El tercero, en conducir con orden mis pensamientos, empezando por los objetos más simples y más
fáciles de conocer, para ascender poco a poco, gradualmente, hasta el conocimiento de los más
complejos, y suponiendo incluso un orden entre aquéllos que no se preceden naturalmente unos a
otros.
Y el último, en hacer en todo, enumeraciones tan completas y revisiones tan amplias, que llegase a
estar seguro de no haber omitido nada.
Baruch Spinoza49
La más completa expresión del pensamiento de Spinoza y de su sistema filosófico quedó expresada en
su gran obra Ethica ordine geometrico demonstrata (Ética demostrada según el orden geométrico, 1677,
más conocida por el título abreviado de Ética). De acuerdo con este tratado, el Universo es idéntico a
Dios, que es la ―sustancia‖ incausada de todas las cosas. El concepto de sustancia, que Spinoza
recuperó de los filósofos escolásticos, no es el de una realidad material, sino más bien el de una entidad
metafísica, una base amplia y autosuficiente de toda realidad. Spinoza admitió la posible existencia de
atributos infinitos de la sustancia, pero mantuvo que tan sólo dos son accesibles a la mente humana, a
saber, la extensión, o el mundo de las cosas materiales, y la racionalidad. El pensamiento y la extensión
existen en una última realidad que es Dios, de quien dependen.
La causalidad, en el sistema de Spinoza, puede hallarse entre los objetos individuales (es decir, entre los
cuerpos físicos) en el atributo extensión, o entre ideas individuales en el atributo pensamiento, pero no
entre objetos e ideas. Para explicar las aparentes interacciones causales entre objetos e ideas, propuso
una teoría conocida como paralelismo, según la cual cada idea tiene un complemento físico y, del mismo
modo, cada objeto físico tiene su correspondiente idea.
Explicó la individualidad de las cosas, ya fueran objetos físicos o ideas, como modos particulares de
sustancia. Todos los objetos particulares son las formas de Dios, contenidas en el atributo extensión;
todas las ideas particulares son las formas de Dios contenidas en el atributo pensamiento. Las formas
son natura naturata (naturaleza creada) o naturaleza en la multiplicidad de sus manifestaciones; la
sustancia, o Dios, es natura naturans (naturaleza que crea todo lo que hay) o naturaleza en su unidad
creativa, actuando como el factor determinante de sus propias formas, las cuales son transitorias y su
existencia adopta una forma temporal; Dios es eterno y trasciende todos los cambios. Por consiguiente,
las cosas particulares, ya sean extensión o pensamiento, son finitas y efímeras. Mantuvo, no obstante,
que existía un mundo indestructible. Ese mundo no se puede encontrar en el terreno de las cosas
existentes sino en el de la esencia. El intuitivo conocimiento humano de Dios es la fuente de un amor
49
Spinoza: (1632-1677), filósofo y teólogo holandés, considerado como el exponente más completo del panteísmo durante la
edad moderna.
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espiritual de Dios (amor Dei intellectualis), que a su vez es parte del amor en el que Dios se ama a sí
mismo.
Su concepto de esencia está relacionado de modo muy intenso con el concepto escolástico de
―verdadero‖ y con las ideas arquetípicas formuladas por Platón, aunque se distingue de ambos en
algunos aspectos trascendentes. Spinoza concebía las esencias como hipostatizaciones (entidades
conceptuales) del aspecto universal de todas las cosas. La diferencia fundamental entre las existencias y
las esencias en la cosmología de Spinoza es que, mientras las primeras tienen su ser en el tiempo, las
segundas están fuera del ámbito temporal. Dado que la mortalidad puede pertenecer en exclusiva al
ámbito de las cosas sujetas a la ley del tiempo, el ámbito de las esencias, al no hallarse sometido a las
leyes del tiempo, tiene que ser en consecuencia eterno. No obstante, el campo de las esencias es un
terreno de existencia inmanente.
Cada existencia tiene, como se ha indicado, un carácter universal o esencial, aunque para realizar ese
carácter la cosa existente tiene que trascender su propia forma intrínseca, es decir, liberarse a sí misma
de las limitaciones de su propia estructura. El terreno de las esencias, por este principio, tiene una
especie de ser en el ámbito de las existencias (siendo el primero la inminente causa del segundo) aunque
no comparte su limitación temporal. La causalidad inmanente, de acuerdo con su metafísica, significa
autocausalidad, y aquello que es autodeterminado es libre. Desde este razonamiento, desarrolló su
doctrina de la libertad como un bien que sólo se puede alcanzar en el terreno de las esencias. La
existencia en sendos atributos (extensión y pensamiento) es esclavitud ya que cada cosa existente está
determinada por sus propias series causales y la forma de su ser está determinada por ellas. Sólo en lo
atemporal, en la existencia autocausada, es decir en lo universal y lo inmanente, es posible la libertad
completa; sólo con la identificación con la sustancia, o Dios, se obtiene la inmortalidad y con ella la paz.
Por la profundidad y la grandeza de sus ideas y su notable capacidad de síntesis, Spinoza se sitúa junto
a los mayores pensadores filosóficos de todos los tiempos. Hasta un siglo después de su muerte su
pensamiento no obtuvo reconocimiento y, aunque su sistema no consiguiera seguidores organizados, ha
tenido, tal vez, la más penetrante influencia de todos los filósofos posteriores, con la excepción de
Immanuel Kant. No sólo metafísicos sino también poetas como Johann Wolfgang von Goethe, William
Wordsworth y Percy Bysshe Shelley consultaron y estudiaron sus trabajos en busca de inspiración y su
pensamiento ha influido en el panteísmo poético subyacente de muchas interpretaciones modernas de la
naturaleza.
50
Leibniz: (1646-1716), también conocido como barón Gottfried Wilhelm von Leibniz. Filósofo, matemático y estadista alemán,
considerado como uno de los mayores intelectuales del siglo XVII. Leibniz fue considerado un genio universal por sus
contemporáneos. Su obra aborda no sólo problemas matemáticos y filosofía, sino también teología, derecho, diplomacia, política,
historia, filología y física.
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mejor de los mundos posibles‖, es satirizado como una utopía por el autor francés Voltaire en su novela
Cándido (1759).
Entre las obras filosóficas fundamentales de Leibniz se incluyen Ensayos de Teodicea sobre la bondad
de Dios, la libertad del hombre y el origen del mal (2 vols., 1710), Monadología (1714; publicado en latín
como Principia Philosophiae, 1721), y Nuevo tratado sobre el entendimiento humano (1703; pub. 1765).
Los dos últimos influyeron mucho en los filósofos alemanes del siglo XVIII, incluyendo a Christian von
Wolff e Immanuel Kant.
Conclusiones
El Racionalismo es la postura epistemológica que sostiene que es el pensamiento, la razón, la fuente
principal del conocimiento humano. Sus planteamientos más antiguos los encontramos en Platón, quien
estaba profundamente convencido de que la experiencia no puede llevarnos a un saber autentico; lo que
proporcionan los sentidos no es una Episteme, sino una Doxa, no un saber, sino una mera opinión.
Posteriormente en Plotino y San Agustín, también en Malebranche51, Descartes y Leibniz.
Esta postura sostiene que es el pensamiento, la razón, la fuente principal del conocimiento humano. Para
los racionalistas el conocimiento sólo merece este nombre cuando es lógicamente necesario y
universalmente válido. Cuando juzgamos, a partir de la razón, que una cosa tiene que ser precisamente
como es y no podría ser de otro modo, y que así es siempre y en todas partes, estamos entonces ante un
verdadero conocimiento.
El Racionalismo entiende la vuelta al sujeto como una vuelta a la razón, al tiempo que como una
desvirtuación de la sensibilidad. Conocemos ya la duda sistemática de Descartes, que a través de una
crítica radical a la experiencia sensible, conduce a las últimas condiciones indudables de todo
conocimiento en el sujeto. Esas condiciones de las que depende todo conocimiento, son las ideas o
principios de la razón.
Existe en el sujeto una percepción clara y distinta de los primeros principios del conocimiento que no
tiene nada que ver con la sensibilidad, sino que se realiza de un modo puramente racional. Para el
Racionalismo está claro que la razón ha recibido de Dios sus ideas y verdades innatas.
Actividad didáctica # 6
Haga un glosario de los términos nuevos.
Haga el resumen de los aspectos fundamentales de esta filosofía.
Construya luego un organizador gráfico de este tema.
Prepárese para exponer el tema en clases.
Después de realizar la lectura comprensiva del texto, responda las siguientes preguntas:
1) Ubique al Racionalismo en su contexto socio-histórico.
2) ¿Cómo definiría de un modo general la filosofía racionalista?
51
Para Malebranche las ideas son representaciones claras y distintas, eternas e inmutables. Malebranche concibe que las ideas no
procedan de los objetos ni son producidas por éstos, ya que siendo universales y necesarias, el alma, espíritu cognoscente,
no puede ser su causa eficiente, productora.
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EMPIRISMO
―El Empirismo es un movimiento filosófico cuyas ramificaciones son múltiples. El único rasgo común a
todas ellas es no admitir más que un medio de conocimiento: la experiencia52‖. Para esta doctrina, el
origen de nuestros conocimientos no está en la razón, sino en la experiencia, ya que todo el contenido del
pensamiento, primera ha tenido que pasar por los sentidos. ―Nuestra mente es un papel en blanco y sólo
53
al contacto de los sentidos con las cosas, empieza a grabar impresiones ‖.
No es nada fácil distinguir el Empirismo del Escepticismo, ya que sus fronteras son comunes. El más
exigente de los empiristas modernos, David Hume, se declara escéptico. El Empirismo ―simultáneamente
intenta reducir la razón a la sensibilidad y demostrar que el conocimiento sensible es el único
conocimiento válido54‖.
―Para el Empirismo, la tesis del Racionalismo, de que existen ideas innatas, es totalmente inexacta55‖.
Pues si fuera así no tendría ninguna razón de ser el aprendizaje, y todas las personas estaríamos de
acuerdo en las mismas verdades.
Una de las actitudes que mantienen los empiristas, a pesar de sus diferencias en cada autor, es la actitud
que insiste en los hechos, en oposición a las utopías teóricas, así como a las fantasías y a las
interpretaciones especulativas.
Por parte del Empirismo, el progreso ha consistido en ampliar y profundizar su base hasta encontrar en
algunas experiencias una forma de llegar a la metafísica. ―El extremo opuesto al Empirismo es el
Racionalismo, que cifra todo conocimiento en el puro pensar 56‖.
Representantes
Thomas Hobbes57
―Según Hobbes, hay dos clases de conocimiento: el conocimiento de hecho, que no es sino ―sentidos y
memoria‖ y el conocimiento de la consecuencia que va de una afirmación a otra que es propiamente
ciencia58‖. El conocimiento para Hobbes ―se funda en la experiencia, y su interés es la instrucción del
hombre para la práctica59‖. Su filosofía es empirista porque parte de los fenómenos tal y cual como son
aprehendidos por los órganos de los sentidos.
60
John Locke
Para Locke el origen del conocimiento es la experiencia, para lo cual el afirma: ―Todo cuanto la mente
percibe en sí misma o es objeto inmediato de percepción, de pensamiento o de entendimiento, a todo
52
VERNEAUX, Roger. Epistemología general o crítica del conocimiento. Barcelona: Herder, 1981.p. 43.
53
BARRAGAN LINARES, Hernando. Epistemología. Bogotá: Usta, 1983. P. 47.
54
ANZENBACHER, Arno. Introducción a la filosofía. Barcelona: Herder, 1984. P. 163.
55
Ídem
56
MULLER, Max y HALDER, Alois. Breve diccionario de filosofía. Barcelona: Herder, 1976 p. 130.
57
Hobbes: (1588 – 1679), filósofo y pensador político inglés. Sus obras las escribió en latín y en inglés. De manera especial: De
corpore, De homine, De cive, y el Leviatán, su obra cumbre, en la cual sostiene en filosofía el Materialismo y el Empirismo,
en moral el utilitarismo, y el despotismo en la política.
58
FERRATER MORA, José. Diccionario de filosofía. Madrid: Alianza, 1981 p. 1536.
59
MARIAS, Julián. Historia de la filosofía. Tomo I. Madrid: Revista de Occidente, 1982 p.242.
60
Locke: (1632 – 1704). Filósofo inglés, máximo representante del Empirismo.
EPISTEMOLOGÍA 45
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61
esto llamo yo idea ‖. Para él, idea es todo aquello que pienso y percibo o lo que en nuestra época
llamamos vivencia.
La percepción puede ser de dos clases: ―Percepción externa mediante los sentidos o sensaciones, y
62
percepción interna de estados psíquicos o reflexión‖ . Estas dos operan juntas. También hay dos clases
de ideas: simples y compuestas. Las simples llegan directas de un solo sentido o de varios al mismo
tiempo, así como pueden llegar tanto de la sensación como de la reflexión, o juntas. Las ideas complejas
son el resultado de la actividad de la mente. Las ideas simples dejan huella en la mente, es ésta la razón
por la cual no pueden cambiarse. Las ideas complejas están fundadas en la memoria.
Algunos filósofos han dicho que existen ciertos conocimientos en forma innata, es decir, que están en
nuestra mente y no son fruto de la experiencia. ―Pero según Locke, esto es una gran falsedad porque
todo conocimiento se adquiere a través del uso de las facultades naturales‖64.
George Berkeley65
Berkeley parte de la doctrina establecida por Locke. No cree en las ideas generales, tampoco existe para
él la materia. Aduce que: ―todo el mundo material es sólo representación o percepción mía. Sólo existe
66
el yo espiritual, del que tenemos una certeza intuitiva‖ .
David Hume68
―El punto clave del pensamiento de Hume reside en su teoría de la asociación de las ideas‖69. Es Hume
quien lleva a sus últimas consecuencias la dirección empirista iniciada con Bacon. Para él las ideas son
copias borrosas y sin viveza de las impresiones directas.
Según Hume, tanto la percepción como la reflexión nos aportan una serie de elementos que atribuimos a
la sustancia como soporte de ellos. Pero no limita su crítica a las sustancias materiales sino al propio yo.
Para Hume el conocimiento no puede llegar a alcanzar una verdad metafísica. Tampoco acepta que
61
HIRSCHBERGER, Johannes. Op. cit Pág. 103.
62
MARIAS, Julián. Op. Cit., p. 246.
63
Ibid p. 247.
64
BARRAGAN LINARES, Hernando. Filosofía moderna. Bogotá: Usta, 1984. P. 185.
65
Berkeley: (1685 – 1753). Filósofo y clérigo irlandés. Sus obras principales son: Nuevos ensayos de una teoría de la visión, Tres
diálogos entre Hylas y Filonús, Principios del conocimiento humano, Siris.
66
MARIAS, Julián. Op. Cit. P 249.
67
COPLESTON, Frederich. Historia de la filosofía. Vol III. Barcelona: Ariel, 1986 p.195.
68
Hume: (1711 – 1776). Filósofo historiador y economicista escocés. Sus obras más importantes son: Tratado de la naturaleza
humana, Investigación sobre el entendimiento humano, Investigación sobre los principios de la moral.
69
BALBERTE, José María. Historia del pensamiento. Barcelona: Orbis, 1983 p.47.
EPISTEMOLOGÍA 46
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existan ideas innatas, ya que todos los contenidos de la conciencia provienen de la experiencia. Hume
tiene razón al sostener que el principio de causalidad no se puede reducir al principio de identidad.
De otra parte, se considera que el defecto esencial del empirismo es el privar al hombre de inteligencia y
de razón, limitando todo el conocimiento a los meros objetos concretos de la experiencia. ―En esto es
infiel a los datos más claros de la experiencia. Pues es un hecho que el hombre es capaz de pensar las
70
esencias abstractas de lo sensible, de comprender que son cosas que ve‖ .
El Empirismo, o conocimiento como fruto de la experiencia, abre las posibilidades para que el hombre se
convierta en autodidacta de su propia vida. El hombre que experimenta es un hombre que conoce, que
despeja interrogantes, que descubre el mundo. Cifrar toda la existencia en las experiencia vividas lleva,
en gran medida, a desconocer la historia y los planteamientos hechos hasta el momento, porque así se
tengan por establecidas cosas que pudieron ser fruto de la experiencia, se puede concluir que lo vivieron
otros hombres en otra época, en circunstancias distintas, y hoy se puede experimentar de manera
diferente y llegar a otras conclusiones.
El Empirismo derriba con facilidad conceptos, visiones doctrinales, religiosas y teóricas, reduciéndolas a
nada, porque no son fruto de las sensaciones.
El Empirismo acaba con las prohibiciones, los dogmas, los métodos científicos preestablecidos y se
reafirma en la persona como sujeto capaz del conocimiento. Esta corriente de pensamiento ha
repercutido a nivel social de manera muy trascendente y sentida. De manera positiva ha valorado las
culturas y las ha hecho capaces de la universalidad, ha dimensionado al hombre, no por parámetros
intelectuales sino por criterios de observación y percepción. Recategoriza al hombre haciéndolo más
estético, dinámico, inquieto, pero también puede hacerlo omnipotente, desconocedor de Dios, de lo
espiritual y lo metafísico.
La ciencia misma, que sólo da como válido lo que es producto experimentado y comprobado, hace que lo
que no corresponda a otros patrones, aunque también se sitúe en el campo científico, no sea tan
valorado y tenido en cuenta. El Empirismo ha sabido ganarse el espacio y cuenta con elementos muy
convincentes para seguir siendo motivo válido de especulación y conocimiento.
70
VERNEAUX, Roger. Op. Cit. P 52.
71
FERRATER MORA, José. Op.cit. p. 920.
EPISTEMOLOGÍA 47
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Conclusiones
Desde la antigüedad nos encontramos con ideas empiristas primero con los sofistas y más tarde con los
estoicos y los epicúreos, pero no es sino hasta la época moderna en que John Locke en el siglo XVII
combate decididamente la teoría de las ideas innatas. Se desarrolla en la Edad Moderna con Locke y
Hume, Condillac y John Stuart Mill.
John Locke dijo: ―La noción que a través de los sentidos adquirimos de las cosas exteriores, aunque no
sea tan cierta como nuestro conocimiento intuitivo, merece el nombre de conocimiento‖. Y después
afirmo:‖Ningún conocimiento humano puede ir más allá de su experiencia‖.
El Empirismo a diferencia del Racionalismo, que propone la razón como fuente de conocimiento, sostiene
que el conocimiento procede de la experiencia, del contacto directo con la realidad. Para el Empirismo no
existe un caudal de ideas situado a priori en el pensamiento humano. La conciencia cognoscente no
extrae sus contenidos de la razón, sino de la experiencia. Además sostiene que el conocimiento procede
de la experiencia, del contacto directo con la realidad. Así como vimos que los racionalistas se formaron
principalmente en las matemáticas, los empiristas se formaron en las ciencias naturales.
RACIONALISMO EMPIRISMO
Sistema de pensamiento que acentúa el papel
Resalta el sentido de la experiencia, sobre todo
de la razón en la adquisición del
el sentido de la percepción.
conocimiento.
El conocimiento llega luego de dudar y hallar Lo que determina si los conocimientos son
un principio evidente por una verdad clara y válidos o no, está en la forma como lo
distinta. construyamos.
Estudia los entes abstractos que sólo existen
Estudia los hechos y experiencias.
en la mente humana.
La principal fuente y prueba final del
La principal fuente y prueba del conocimiento es
conocimiento (razonamiento deductivo) está
la percepción, en fin, los sentidos.
basado en principios evidentes y axiomas.
Afirma que la mente es capaz de reconocer la Afirma que todo conocimiento se basa en la
realidad mediante su capacidad de razonar. experiencia.
Se expresa por medio de conceptos lógicos y Requiere de la observación (sentidos), para dar
sistemáticos que al agruparse forman teorías. certeza de su conocimiento.
Demuestran o prueban. Verifican, confirman o niegan una hipótesis.
Exponentes: Descartes, Spinoza y Leibniz. Exponentes: Locke, Berkeley, Hume y Bacon.
―El Racionalismo es la expresión de una razón ―El valor de los conocimientos no depende de su
que encuentra en sí misma el principio de su grado de sustentación, sino de su verificación y
justificación‖. aplicabilidad‖.
Actividad didáctica # 7
Haga un glosario de los términos nuevos.
Haga el resumen de los aspectos fundamentales de esta filosofía.
Construya luego un organizador gráfico de este tema.
Prepárese para exponer el tema en clases.
Después de realizar la lectura comprensiva del texto, responda las siguientes preguntas:
1) Ubique al Empirismo en su contexto socio-histórico.
2) ¿Cómo se define el Empirismo filosófico en términos generales?
3) ¿Cuáles son las diferencias sustanciales del Empirismo con relación al Racionalismo?
4) ¿Quiénes son los principales exponentes?
EPISTEMOLOGÍA 48
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
INTELECTUALISMO
En Filosofía, se denomina Intelectualismo a la actitud de quienes dan al intelecto preeminencia frente a lo
afectivo y frente a lo volitivo. Tendencia a considerar la inteligencia, el entendimiento o la razón como
órgano propio del conocimiento. El Intelectualismo se basa en el supuesto de que la realidad es racional
72
o inteligible y, por lo tanto, susceptible de conocimiento racional exhaustivo .
Del latín intellectus, entendimiento. El término Intelectualismo73 aparece en el S. XIX; parece ser que fue
Schelling el primero que lo utilizó, contraponiéndolo a materialismo; posteriormente fue usado por Hegel,
en un sentido análogo al anterior, en sus Vorlesungen über die Geschichte der Philosophie (Historia de la
Filosofía, III, México 1955, 38), extendiéndose en la 2da mitad del siglo por toda Europa, en especial en
Francia.
Se trata de un término que, dentro del vocabulario técnico filosófico, carece de un significado preciso.
Entre los diversos sentidos que ha recibido señalaremos los siguientes:
1. Como contrapuesto a materialismo; tal es la significación que recibió en su origen, según ya se
ha visto.
2. Como opuesto a practicismo; el intelectualismo representa la inclinación hacia la actividad
intelectual, hacia la vida teórica -bíos theoreticós-, frente a la actividad del negocio, a la vida
práctica -bíos practikós-. Éste es el sentido común y corriente de la palabra intelectual.
3. También se ha considerado al intelectualismo como lo opuesto a experimentalismo, como el uso
de la pura especulación en el campo del saber, prescindiendo del método experimental; éste es
el significado que dio F. Bacon al término intelectualistas (intellectualists), al designar con él a
aquellos filósofos que, erróneamente, despreciaban la aplicación del método experimental.
4. También se ha utilizado el término intelectualismo por todas aquellas doctrinas que niegan al
entendimiento capacidad para adquirir la verdad -el irracionalismo, el pragmatismo, el
intuicionismo bergsoniano-, indicando con él la tesis contraria a la sustentada por ellas.
5. Como intelectualistas se ha designado también a las teorías que mantienen, frente al
voluntarismo metafísico, la existencia en la base de lo real de un principio de tipo racional. En
este sentido puede hablarse de un intelectualismo metafísico.
6. Como intelectualismo psicológico, que defiende el primado, dentro de las facultades anímicas, del
entendimiento sobre la voluntad.
7. Como intelectualismo teológico, mantenedor de que la Voluntad divina no puede contradecir un
orden de esencias.
8. Como intelectualismo epistemológico, doctrina que se opone tanto al
racionalismo como al empirismo.
9. Como intelectualismo ético, defensor del primado absoluto del entendimiento en la esfera de lo
moral, de forma que la moralidad o inmoralidad, el vicio o la virtud, dependen de la sabiduría o de
la ignorancia.
72
Tomado de: Wikipedia, la enciclopedia libre. http://es.wikipedia.org/wiki/Intelectualismo.
73
Tomado de: http://www.canalsocial.net/GER/ficha_GER.asp?id=4616&cat=cultura.
EPISTEMOLOGÍA 49
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de impresiones sensoriales, ha de ser informada por ciertas estructuras mentales o formas a priori, de
manera que se desemboca en una concepción idealista del conocimiento- sostiene que el conocer
humano es realista, ya que, partiendo de los datos sensibles, el entendimiento en virtud de la abstracción,
formará las especie inteligibles en las que se capta la esencia de las cosas materiales y singulares. Como
seguidores de este intelectualismo hay que citar a Aristóteles, Santo Tomás de Aquino y la escuela
tomista.
El Intelectualismo surge como mediador entre el Racionalismo y el Empirismo, sostiene que tanto el
pensamiento como la experiencia intervienen en la producción del conocimiento. Concibe el elemento
racional como derivado del empírico.
Al igual que el Racionalismo sostiene que existen juicios lógicamente necesarios y universalmente
válidos, que se establecen sobre las bases no solamente de objetos ideales, lo que también es admitido
por el Empirismo, sino también sobre objetos reales.
APRIORISMO
En la historia de la Filosofía existe también un segundo esfuerzo de intermediación entre el Racionalismo
y el Empirismo: el Apriorismo74. El cual también considera que la razón y la experiencia son la causa del
conocimiento, pero se diferencia del Intelectualismo porque establece una relación entre la razón y la
experiencia, en una dirección diametralmente opuesta a la de éste. En la tendencia de Apriorismo, se
sostiene que nuestro conocimiento posee algunos elementos a priori que son independientes de la
experiencia; esta afirmación también pertenece al Racionalismo. Si relacionáramos el Intelectualismo y el
Apriorismo con los dos extremos contrarios entre los cuales pretenden mediar, inmediatamente
descubriríamos que el intelectualismo tiene afinidad con el Empirismo, mientras que el Apriorismo, se
acerca al Racionalismo. El Intelectualismo forma sus conceptos de la experiencia; el Apriorismo rechaza
tal conclusión y establece que el factor cognoscitivo procede de la razón y no de la experiencia.
El Apriorismo se maneja en un dirección contraria al Intelectualismo: Para esta corriente nuestra manera
de conocer presenta elementos ―a priori‖; esto es, independientes de la experiencia; esta postura se
comparte con el Racionalismo; pero mientras éste considera los factores a priori como contenidos de
conceptos perfectos, para el Apriorismo los conceptos son formas del conocimiento y solamente reciben
su contenido de la experiencia; es en esta posición que el Apriorismo se separa del Racionalismo y se
acerca al Empirismo.
Los elementos a priori se conciben como recipientes vacíos, que son llenados por la experiencia. Hay un
principio fundamental del Apriorismo que dice: ―Los conceptos desprovistos de las intuiciones están
vacíos; las intuiciones son ciegas sin los conceptos‖. A primera vista, este concepto parece coincidir con
el axioma fundamental del intelectualismo aristotélico- escolástico; puesto que se coincide en admitir un
elemento racional y uno empírico en el conocimiento humano. Sin embargo, se define la relación entre
ambos elementos en un sentido totalmente diferente.
El Intelectualismo concibe el elemento racional como derivado del empírico: todos los conceptos
proceden de la experiencia; el Apriorismo rechaza abiertamente esta derivación al considerar que el
elemento a priori no deviene de la experiencia, sino del pensamiento, es de naturaleza racional. De cierta
manera, esto identifica las formas a priori con los hechos mismos, con la materia empírica, y los asimila al
conocimiento. En el Apriorismo el pensamiento no se considera como una simple capacidad receptiva y
pasiva frente a la experiencia, como en el Intelectualismo, sino como un proceso espontáneo y activo.
Se considera a Emmanuel Kant como el fundador del Apriorismo, y dice: "No hay duda alguna de que
nuestro conocimiento comienza con la experiencia. (...) Mas, si bien, todo nuestro conocimiento comienza
con la experiencia no por eso originase todo él en la experiencia‖.
74
Tomado de: http://www.sonria.com/educa/mod/glossary/showentry.php?courseid=31&concept=conocimiento
EPISTEMOLOGÍA 50
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RACIONALISMO
mientras que el
ámbito- del conocimiento sensible, y la Afirma la exclusiva validez del conocimiento
radical conexión entre ambas formas originado en la razón, con plena
de conocer. independencia y separación del conocer
sensitivo.
El conocimiento humano es realista, ya APRIORISMO
que partiendo de los datos sensibles - Mantiene que cualquier conocimiento
el entendimiento humano- en virtud de comienza en la experiencia sensible; pero no
la abstracción, formará las especies el conocimiento en su totalidad se deriva de
inteligibles en las que se capta la la experiencia, ya que esta, como conjunto
esencia de las cosas materiales y de impresiones sensoriales, ha de ser
singulares. informada por ciertas estructuras mentales o
formas a priori.
a priori, independientemente de la
Comparten estos
experiencia que este adquiere.
criterios.
El factor a priori procede del pensamiento,
de la razón.
APRIORISMO
Actividad didáctica # 8
Haga un glosario de los términos nuevos.
Haga el resumen de los aspectos fundamentales de esta filosofía.
Construya luego un organizador gráfico de este tema.
Prepárese para exponer el tema en clases.
Después de realizar la lectura comprensiva del texto, responda las siguientes preguntas:
1) ¿Cuáles son las características fundamentales de estas doctrinas?
EPISTEMOLOGÍA 52
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
SOLUCIONES PREMETAFÍSICAS
El Objetivismo
El Objetivismo75 es una tesis filosófica relativa a la verdad, y, por lo tanto, al modo de conocer el mundo.
Considera que la verdad es independiente de las personas que la piensan, que el hecho de que una
proposición, teoría o creencia relativa al mundo sea verdadera no depende ni de los motivos psicológicos
que pueda tener la persona o el grupo que la proponga, ni de los mecanismos o procesos que puedan
estar presentes en nuestro cuerpo o nuestra mente cuando la alcanzamos, ni de los factores culturales,
sociales o históricos que hayan podido influir para que alguien pueda pensar dicha proposición, teoría o
creencia.
El Objetivismo considera que la verdad es una y la misma para todos. Esto no quiere decir que quienes
defiendan este punto de vista tengan que considerar que ya de hecho hemos alcanzado dicha verdad. Se
puede defender el Objetivismo y a continuación mantener que el hombre aún no ha alcanzado el
conocimiento. El Objetivismo o absolutismo epistemológico es la tesis opuesta al Relativismo.
Para esta corriente, el objeto es el elemento decisivo entre los dos miembros de la relación cognoscitiva;
entonces el objeto determina al sujeto; el sujeto asume de cierta manera las propiedades del objeto,
reproduciéndolas en sí mismo. Esto supone al objeto como algo totalmente definido que se presenta a la
conciencia cognoscente. En esto reside la idea central del Objetivismo; los objetos están dados como una
estructura completa; la conciencia no hace más que reconstruir esa estructura.
Platón76 es el primero que ha defendido el Objetivismo en el sentido que acabamos de describir. Su teoría
de las Ideas es la primera formulación clásica de la idea fundamental del Objetivismo. Las ideas son,
según Platón, realidades objetivas. Forman un orden sustantivo, un reino objetivo. El mundo sensible
tiene enfrente al suprasensible, y así descubrimos los objetos del segundo en una intuición no sensible, la
intuición de las ideas.
El pensamiento básico de la teoría platónica de las ideas revive hoy en la fenomenología fundada por
Edmund Husserl. Como platón, Husserl distingue también rigurosamente entre la intuición sensible y la
intuición no sensible. Aquella tiene por objeto las cosas concretas, individuales; esta por el contrario, las
esencias generales de las cosas. Lo que Platón denomina idea se llama en Husserl esencia. Y así como
las ideas representan en Platón un mundo existente por sí, las esencias o quidditates forman en Husserl
una esfera propia, un reino independiente. El acceso a este reino reside, repetimos, en una intuición no
sensible. Si ésta fue caracterizada por Platón como la ―intuición de las ideas‖ es designada por Husserl
como una ―intuición de las esencias‖. Husserl emplea también el término ideación, que hace resaltar más
claramente el parentesco con la teoría platónica.
La coincidencia entre la teoría platónica de las ideas y la teoría de Husserl sólo se refiere al pensamiento
fundamental, no al desenvolvimiento particular de este. Mientras Husserl se detiene en el reino de las
esencias ideales y lo considera como algo último, Platón avanza hasta atribuirle una realidad metafísica a
estas esencias. Lo característico de la teoría platónica de las ideas está en definir las ideas como
realidades suprasensibles, como entidades metafísicas. Husserl discrepa también de Platón en que
reemplaza la mitológica contemplación de las ideas que supone la preexistencia del alma, por una
intuición de las esencias dependientes del fenómeno concreto, apoyándose en el cual se realiza. En esto
hay cierta aproximación a la teoría aristotélica del conocimiento.
75
http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiagriega/Presocraticos/Objetivismo.htm
76
Teoría del conocimiento. J. Hessen. Editorial Losada, S. A. Buenos Aires. Vigesimotercera edición.
EPISTEMOLOGÍA 53
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
contrario, el Objetivismo fenomenológico contrae alianza con el realismo epistemológico. Esto prueba que
la solución objetivista es una solución pre metafísica.
El Subjetivismo
El Subjetivismo busca el fundamento del conocimiento en el sujeto, ubicando la esfera de las Ideas y
todo el conjunto de principios del conocimiento en el sujeto, que se convierte así en el punto del que
pende, la verdad del conocimiento. Se debe señalar que cuando se habla de sujeto, no significa un sujeto
concreto, individual, sino un sujeto de índole superior, trascendente.
Su idea central es la de que el sujeto determina al objeto a través de su conciencia, dependiendo del
propio sujeto la verdad del conocimiento. Para el Subjetivismo sólo es relevante lo vivido.
Si para el Objetivismo el centro de gravedad del conocimiento reside en el objeto, el reino objetivo de las
Ideas o esencias es –por decirlo así- el fundamento sobre el que descansa el edificio del conocimiento. El
Subjetivismo, por el contrario, trata de fundar el conocimiento humano en el sujeto. Para ello coloca el
mundo de las Ideas, el conjunto de los principios del conocimiento, en un sujeto. Éste se presenta como
el punto del que pende la verdad del conocimiento humano. Hay que tener en cuenta que con el sujeto no
se quiere significar el sujeto concreto, individual, del pensamiento, sino un sujeto superior, trascendente.
Un tránsito del Objetivismo al Subjetivismo, en el sentido descrito, tuvo lugar cuando San Agustín,
siguiendo el precedente de Plotino, colocó el mundo flotante de las Ideas platónicas en el Espíritu divino,
haciendo de las esencias ideales, existentes por sí, contenidos lógicos de la razón divina, pensamientos
de Dios. Desde entonces la verdad ya no está fundada en un reino de realidades suprasensibles, en un
mundo espiritual objetivo, sino en una conciencia, en un sujeto. Lo peculiar del conocimiento ya no
consiste en enfrentarse con un mundo objetivo, sino en volverse hacia aquel sujeto supremo. De él, no
del objeto, recibe la conciencia cognoscente sus contenidos; por medio de estos supremos contenidos,
de estos principios y conceptos generales, levanta la razón el edificio del conocimiento. Éste se halla
fundado, por ende, en lo absoluto, en Dios.
También encontramos la idea central de esta concepción en la filosofía moderna. Pero esta vez no en la
fenomenología, sino justamente en su antípoda, el neokantismo, donde encontramos dicha concepción.
La escuela de Marburgo es, concretamente, la que defiende el Subjetivismo descrito. La idea central del
Subjetivismo se presenta aquí despojada de todos los accesorios metafísicos y psicológicos. El sujeto -
en quien el conocimiento aparece fundado en último término- no es un sujeto metafísico, sino puramente
lógico. Es caracterizado como una ―conciencia en general‖; se significa con esto el conjunto de las leyes y
los conceptos supremos de nuestro conocimiento. Éstos son los medios merced a los cuales la
conciencia cognoscente define los objetos; esta definición es concebida como una producción del objeto.
No hay objetos independientes de la conciencia sino que todos los objetos son engendrados de esta,
productos del pensamiento.
Mientras en San Agustín corresponde algo real -un objeto- al producto del conocimiento, engendrado
mediante las normas y los conceptos supremos; al concepto, según la escuela de Marburgo, coinciden el
concepto y la realidad, el pensamiento y el ser. También del lado del objeto se rechaza, pues toda
posición de realidad.
Mientras el Subjetivismo descrito llega en el ―platónico cristiano‖ a una síntesis con el Realismo; en los
modernos kantianos aparece en el marco de un riguroso Idealismo. Esto prueba de nuevo que esta
posición no implica de suyo una decisión metafísica, sino que representa una solución pre metafísica.
Actividad didáctica # 9
Haga un glosario de los términos nuevos.
Haga el resumen de los aspectos fundamentales de esta filosofía.
EPISTEMOLOGÍA 54
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
SOLUCIONES METAFÍSICAS
El Realismo77
En filosofía, término utilizado para dos orientaciones doctrinales distintas de la Epistemología. En la
filosofía medieval, el término realismo hacía referencia a una posición que consideraba las formas
platónicas, o conceptos universales, como reales. Esta posición se llama ahora realismo platónico. En la
filosofía de Platón, un nombre común, como cama, se refiere a la naturaleza ideal del objeto, sugerida por
su definición, y esta naturaleza ideal tiene una existencia metafísica independiente de los objetos
particulares de esta clase. Así, la circularidad existe aparte de los círculos particulares, la justicia,
independientemente de los individuos o Estados justos particulares, y la idea de cama,
independientemente de las camas particulares. En la edad media, esta posición fue defendida frente el
nominalismo, que negaba la existencia de tales universales. Los nominalistas afirmaban que los muchos
objetos llamados por un único nombre no comparten nada sino sólo dicho nombre. El término medio entre
estas dos posiciones incluía el realismo moderado, que afirmaba que los universales existen en los
objetos del mismo tipo pero no independientes de ellos, y el conceptualismo, que mantenía que los
universales podrían existir con independencia de los objetos de un tipo particular, pero sólo como una
idea de la mente, no como una entidad metafísica que existe en sí misma.
En la filosofía moderna, el término realismo se aplica a la doctrina que manifiesta que los objetos
comunes percibidos por los sentidos, como mesas y sillas, tienen una existencia independiente del propio
ser percibido. En este sentido, es contrario al idealismo de filósofos como George Berkeley o Emmanuel
Kant. En su forma extrema, llamado a veces realismo ingenuo, se piensa que las cosas percibidas por los
sentidos son en rigor lo que parecen ser. En versiones más complejas, a veces denominadas como
realismo crítico, se da alguna explicación de la relación entre el objeto y el observador que tiene en
cuenta la posibilidad de que tengan lugar ilusiones, alucinaciones y otros errores de la percepción.
Vamos a analizarla como aquella postura epistemológica que afirma que existen cosas reales,
independientes de la conciencia. Esta posición tiene diversas modalidades:
Realismo Ingenuo
Modalidad primitiva, tanto histórica como psicológicamente. Llamado así porque no se encuentra influido
por ninguna reflexión crítica acerca del conocimiento; el problema esencial del sujeto y el objeto no existe
para él; tampoco distingue entre la percepción, que es un objeto de la conciencia y el objeto percibido y el
objeto percibido, no entiende que las cosas no nos son dadas en sí mismas, en su corporeidad, sino sólo
como contenidos de la percepción con los objetos, atribuye a unos las propiedades de los otros... Así las
cosas son exactamente tal y como las percibimos; los colores que percibimos les pertenecen como
cualidades objetivas, lo mismo pasa con su sabor y olor, su dureza o blandura. Son propiedades de las
cosas en sí mismas, independientemente de la conciencia que las percibe.
Realismo Natural
Está influido por reflexiones críticas respecto del problema del conocimiento, lo que se evidencia en que
no se identifica el contenido de la percepción y el objeto, sino que distingue uno del otro. Sin embargo
establece que los objetos responden exactamente a los contenidos de la percepción. Para el defensor del
realismo natural es tan absurdo como para el realista ingenuo que la sangre no sea roja, ni el azúcar
dulce, sino que el rojo y el dulce sólo existan en nuestra conciencia. También para él estas son
propiedades objetivas de las cosas.
Realismo Crítico
Se le llama crítico porque descansa en lucubraciones de crítica del conocimiento .Para esta forma de
realismo no es conveniente que las cosas converjan en los contenidos del la percepción; sino más bien al
77
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EPISTEMOLOGÍA 56
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contrario, que las cualidades o propiedades que percibimos sólo por uno de los sentidos como los
colores, los sonidos, los olores, los sabores, existen únicamente en nuestra conciencia y surgen cuando
determinados estímulos externos actúan sobre los órganos de nuestros sentidos y se configuran como
reacciones de la conciencia, dependiendo naturalmente de ella misma, por lo que no tiene carácter
objetivo, sino subjetivo; sin embargo, es conveniente suponer en las cosas algunos elementos objetivos y
causales que nos den la pauta para explicar la aparición de estas cualidades. El hecho de que la sangre
nos parezca roja y el azúcar dulce ha de estar fundado en la naturaleza de estos objetos.
Las tres formas de Realismo se encuentran ya en la filosofía antigua. El Realismo Ingenuo es la posición
general en el primer periodo del pensamiento griego. Ya en Demócrito (470-370) tropezamos con el
Realismo Crítico. Según Demócrito, sólo hay átomos con propiedades cuantitativas; de aquí se infiere
que todo lo cualitativo debe considerarse como adición de nuestros sentidos. El color, el sabor y todo lo
demás que los contenidos de la percepción presentan además de los elementos cuantitativos del tamaño,
la forma, etc., deben cargarse a la cuenta del sujeto. Esta doctrina de Demócrito no logró, sin embargo,
imponerse en la filosofía griega, una de las principales causas de ello debe verse en la gran influencia
ejercida por Aristóteles. Éste sostiene, al contrario de Demócrito, el Realismo Natural.
Aristóteles es de opinión que las propiedades percibidas convienen también a las cosas,
independientemente de la conciencia cognoscente. Esta doctrina mantuvo su predominio hasta la Edad
Moderna. Sólo entonces revivió la doctrina de Demócrito; la ciencia de la naturaleza fue la que favoreció
esta resurrección. Galileo fue el primero que defendió nuevamente la tesis de que la materia sólo
presenta propiedades espacio-temporales y cuantitativas, mientras que todas las demás propiedades
deben considerarse como subjetivas.
Descartes y Hobbes dieron a esta teoría un fundamento más exacto, y John Locke fue el que más
contribuyó a difundirla con su división de las cualidades sensibles en primarias y secundarias:
Las primarias son aquellas que percibimos por medio de varios sentidos, como el tamaño, la forma,
el movimiento, el espacio, el número.
Las secundarias son aquellas que sólo percibimos por un sentido, como los colores, los sonidos, los
olores, los sabores, la blandura, la dureza; tienen por el contrario carácter subjetivo, existen
meramente en nuestra conciencia, aunque deba suponerse en las cosas elementos objetivos
correspondientes a ella.
Como revela esta ojeada histórica, el Realismo Crítico funda toda su concepción de las cualidades
secundarias en razones tomadas de la ciencia de la naturaleza:
La física es quien se las ofrece en primer término. Concibe el mundo como un sistema de sustancias
definidas de un modo puramente cuantitativo. Nada cualitativo tiene derecho de ciudadanía en el
mundo del físico, sino que todo lo cualitativo es expulsado de él; también las cualidades
secundarias. El físico, sin embargo, no las elimina simplemente. Aunque considera que sólo surgen
en la conciencia, las concibe causadas por procesos objetivos, reales. Así, por ejemplo, las
vibraciones del éter constituyen el estimulo objetivo para la aparición de las sensaciones de color y
claridad. La física moderna considera las cualidades secundarias, según esto, como reacciones de
la conciencia a determinados estímulos, los cuales no son las cosas mismas, sino ciertas acciones
causales de las cosas sobre los órganos de los sentidos.
La fisiología proporciona al realismo crítico nuevas razones. La fisiología muestra que tampoco
percibimos inmediatamente las acciones de las cosas sobre nuestros órganos de los sentidos. El
hecho de que los estímulos alcancen los órganos de los sentidos no significa que sean ya
conscientes. Necesitan pasar primero por estos órganos o por la piel, para llegar a los nervios
transmisores propiamente de la sensación. Estos nervios los trasmiten al cerebro. Si nos
representamos la estructura extremadamente complicada del cerebro, es poco probable que el
proceso que surge finalmente en la corteza cerebral, como respuesta a un estimulo físico, tenga aún
alguna analogía con este estimulo.
Por último, también la psicología proporciona al Realismo Crítico importantes argumentos. El análisis
psicológico del proceso de la percepción revela que las sensaciones no constituyen por sí solas las
percepciones. En toda percepción existen ciertos elementos que no deben considerarse
EPISTEMOLOGÍA 57
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simplemente como reacciones a estímulos objetivos, esto es, como sensaciones, sino como
adiciones de la conciencia percipiente. Si cogemos, por ejemplo, un trozo de yeso, no tenemos
meramente la sensación de blando y la sensación de peso y suavidad determinados, sino que
adjudicamos también al objeto yeso una forma y extensión determinadas y le aplicamos además
determinados conceptos, como los de cosa y propiedad. Estos elementos del contenido de nuestra
percepción no pueden reducirse pura y simplemente a estímulos objetivos, sino que representan
adiciones de nuestra conciencia. Aunque esto no pruebe todavía que estas adiciones deben
considerarse como productos puramente espontáneos de nuestra conciencia y que no exista ningún
nexo entre ellos y los estímulos objetivos; semejantes descubrimientos psicológicos hacen en todo
caso sumamente inverosímil la tesis del Realismo Ingenuo, según la cual nuestra conciencia
reflejaría simplemente como un espejo las cosas exteriores.
El Realismo Crítico apela, pues, a razones físicas, fisiológicas y psicológicas, contra el realismo Ingenuo
y el natural. Estas razones no poseen, sin embargo, un carácter de probabilidad. Hacen parecer la
concepción del Realismo Ingenuo y Natural inverosímil, pero no imposible. Y en efecto, debemos decir
que el realismo natural ha encontrado recientemente una defensa que se funda en todos los medios de la
fisiología y la psicología modernas.
Mucho más importante que la forma en que el Realismo Crítico defiende su opinión sobre las cualidades
secundarias (en la cual discrepa del Realismo Ingenuo y del Natural), es la defensa que hace de su tesis
fundamental, común con el Realismo Ingenuo y el Natural, de que hay objetos independientes de la
conciencia. Los tres argumentos siguientes pueden considerarse como los más importantes que el
Realismo Crítico aduce a favor de esta tesis:
El Realismo Crítico acude a una diferencia elemental entre las percepciones y las representaciones.
Esta diferencia consiste en que las percepciones se tratan de objetos que pueden ser percibidos por
varios sujetos, mientras que los contenidos de las representaciones sólo son perceptibles para el
sujeto que los posee. Si alguien enseña a otros la pluma que lleva en la mano, ésta es percibida por
una pluralidad de sujetos; más si alguien recuerda un paisaje que ha visto, o se representa en la
fantasía un paisaje cualquiera, el contenido de la representación sólo existe para él. Los objetos de
la percepción son perceptibles, pues para muchos individuos; los contenidos de la representación
sólo para uno. Esta interindividualidad de os objetos de la percepción sólo puede explicarse, en
opinión del Realismo Crítico, mediante la hipótesis de la existencia de los objetos reales, que actúan
sobre los distintos sujetos y provocan en ellos las percepciones.
Otra razón es la independencia de las percepciones respecto de la voluntad. Mientras que podemos
evocar, modificar y hacer desaparecer a voluntad las representaciones, esto no es posible en las
percepciones. Su llegada y su marcha, su contenido y su viveza son independientes de nuestra
voluntad. Esta independencia tiene su única explicación posible, según el Realismo Crítico, en que
las percepciones son causadas por objetos que existen independientemente del sujeto percipiente,
esto es, que existen en la realidad.
Pero la razón de más peso que el Realismo Crítico hace valer es la independencia de los objetos de
la percepción respecto de nuestras percepciones. Los objetos de la percepción siguen existiendo,
aunque hayamos sustraído nuestros sentidos a sus influjos y como consecuencia ya no los
percibamos. Por la mañana encontramos en el mismo sitio la mesa de trabajo que abandonamos la
noche anterior. La conciencia de la independencia de los objetos de nuestra percepción respecto de
ésta resulta todavía más clara cuando los objetos se han transformado durante el tiempo en que no
os percibamos. Llegamos en primavera a un paisaje que vimos por última vez en el invierno y lo
encontramos totalmente cambiado; este cambio se ha verificado sin contar para nada con nuestra
cooperación. La independencia de los objetos de la percepción respecto de la conciencia percipiente
resalta en este caso claramente. El Realismo Crítico infiere de aquí que en la percepción nos
encontramos con objetos que existen fuera de nosotros, que poseen un ser real.
El Realismo Crítico trata como se ve, de asegurar la realidad por un camino racional. Esta forma de
defender parece insuficiente, empero, a otros representantes del Realismo, la realidad no puede según
ellos ser probada, sino sólo experimentada y vivida. Las experiencias de la voluntad son, concretamente,
las que nos dan la certeza de la existencia de objetos exteriores a la conciencia. Así como con nuestro
EPISTEMOLOGÍA 58
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intelecto estamos frente al modo de ser de las cosas, a su essentia, existe una coordinación análoga
entre nuestra voluntad y la realidad de las cosas, su existentia. Si fuésemos puros seres intelectuales, no
tendríamos conciencia alguna de la realidad, debemos esta exclusivamente a nuestra voluntad; las cosas
oponen resistencia a nuestras voliciones y deseos, y en estas resistencias vivimos la realidad de las
cosas. Estas se presentan a nuestra conciencia como reales justamente, justamente porque se hacen
sentir como factores adversos en nuestra vida volitiva; esta forma de Realismo suele denominarse
Realismo volitivo. El Realismo Volitivo es un producto de la filosofía moderna, lo encontramos por primera
vez en el siglo XIX con el filósofo francés Maine de Biran.
Todas las formas de Realismo tienen por base la misma tesis: que hay objetos reales independientes de
la conciencia. Sobre la razón o la sinrazón de esta tesis sólo podremos decidir después de haber hecho
conocimiento con la antítesis del Realismo, el Idealismo.
El Idealismo
En filosofía78, el término Idealismo designa las teorías que —en oposición al Realismo— sostienen que
la realidad extramental no es cognoscible tal como es en sí misma, y que el objeto del conocimiento está
preformado o construido por la actividad cognoscitiva. Las distintas variantes de Idealismo postulan
distintos principios que modelan y conforman nuestra imagen del mundo de una manera determinada; la
entidad en sí de lo real permanece en principio incognoscible, aunque la reflexión permita aproximarse
asintóticamente a un conocimiento más refinado, en las teorías del Idealismo subjetivo o trascendental.
En el caso de las teorías del Idealismo objetivo, esta doctrina epistemológica se complementa con la
teoría metafísica de que el objeto conocido no tiene más realidad que su ser pensado por el sujeto;
mediante la autoconciencia de éste, la verdadera esencia del objeto se devela como la actividad subjetiva
de pensamiento como algo real y no abstracto.
El Idealismo distingue, por lo tanto, entre el fenómeno (del griego φαινομαι, fainomai, "mostrarse" o
"aparecer"), que es el objeto en tanto que es conocido (como "aparece" frente a los sentidos y la
inteligencia), y el noúmeno (del griego νοεω, noeo, "comprender" o "inteligir"), que es el objeto tal como
sería en sí mismo.
Filósofos idealistas fueron (en sentido subjetivo) Immanuel Kant y los neokantianos; en sentido objetivo,
Johann Gottlieb Fichte, Friedrich Wilhelm Schelling y Georg Wilhelm Friedrich Hegel, así como las
distintas escuelas hegelianas. El marxismo es idealista en sentido epistemológico, puesto que afirma que
la conciencia (o sea, el conocimiento) depende de la existencia (o sea, las condiciones de vida y las
relaciones sociales de producción), a la vez que radicalmente anti-idealista en sentido metafísico.
Varias formas de teoría científica (sobre todo el esencialismo de Pierre Duhem, el falsacionismo de Karl
Popper y el constructivismo) son idealistas en distinta manera y grado.
En un sentido radicalmente distinto, se denomina a veces idealismo a la teoría platónica de que las
Ideas79 (la forma inteligible de las cosas, comparable a la esencia en el sentido aristotélico del término)
existen separadamente de los objetos en un mundo inteligible.
El Idealismo considera los objetos reales como objetos de la conciencia, o bien los mismos como objetos
ideales; de ahí resulta las dos formas del idealismo:
78
http://es.wikipedia.org/wiki/Idealismo.
79
Véase teoría de las Ideas.
EPISTEMOLOGÍA 59
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El representante clásico de esta posición es el filósofo inglés George Berkeley (1685-1753), quien ha
acuñado la formula exacta para esta posición: esse = percipi, ‗el ser de las cosas consiste en su ser
percibidas‘. Un lapicero no es, según esto, otra cosa que un complejo de sensaciones visuales y táctiles,
detrás de estas no se halla ninguna cosa que las provoque en mi conciencia, sino que el ser de la pluma
se agota en su ser percibido. Berkeley, sin embargo, sólo aplicaba su principio a las cosas materiales,
pero no a las almas, a las cuales reconocía una existencia independiente. Lo mismo hacía respecto de
Dios, a quien consideraba como la causa de la aparición de las percepciones sensibles en nosotros; de
esta forma creía poder explicar la independencia de las últimas respecto de nuestros deseos y voliciones.
El Idealismo de Berkeley tiene, pues, una base metafísica y teológica, esta base desaparece en las
nuevas y novísimas formas de Idealismo subjetivo (el Empiriocriticismo y el Solipsismo).
Intentemos aclarar la diferencia entre estos conceptos con un ejemplo, cogiendo un trozo de yeso:
Para el realista existe el yeso fuera e independientemente de nuestra conciencia.
Para el idealista subjetivo el yeso existe sólo en nuestra conciencia, su ser entero consiste en que lo
percibimos.
Para el idealista lógico el yeso no existe ni en nosotros ni fuera de nosotros; no existe pura y
simplemente, sino que necesita ser engendrado, pero eso tiene lugar por obra de nuestro
pensamiento, formando el concepto de yeso, engendra nuestro pensamiento el objeto yeso. Para el
idealista lógico el yeso no es, por tanto, ni una cosa real, ni un contenido de la conciencia, sino un
concepto. El ser del yeso no es, según él, ni un ser real ni un ser consciente, sino un ser lógico-ideal.
El Idealismo se presenta, según esto, en dos formas principales: como Idealismo subjetivo o psicológico y
como Idealismo objetivo y lógico. Entre ambos existe, como hemos visto, una diferencia esencial, pero
estas diversidades se encuentran dentro de una común concepción fundamental, la tesis idealista de que
el objeto del conocimiento no es nada real, sino algo ideal. Ahora bien, el Idealismo no se contenta con
sentar esta tesis, sino que trata de demostrarla, por ello argumenta de la siguiente manera: la idea de un
objeto independiente de la conciencia es contradictoria, pues en el momento que pensamos un objeto
hacemos de él un contenido de nuestra conciencia; si afirmamos simultáneamente que el objeto existe
fuera de nuestra conciencia, nos contradecimos por ende, a nosotros mismos; luego no hay objetos
reales extra-conscientes, sino que toda realidad se halla encerrada en la conciencia. Este argumento, que
es verdadero argumento capital del Idealismo, se encuentra ya en Berkeley, dice este: ―lo que yo subrayo
EPISTEMOLOGÍA 60
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es que las palabras existencia absoluta de las cosas sin el pensamiento, no tienen sentido o son
contradictorias‖. De un modo enteramente análogo se lee en Schuppe: ―Un ser dotado de la propiedad de
no ser (o de no ser todavía) contenido de la conciencia es una contradictio in se, ‗una idea inconcebible‖.
Con este argumento de la inmanencia, como se le llama, trata el Idealismo de probar que la tesis del
Realismo es lógicamente absurda y que su propia tesis es en rigor lógico necesaria. Pero ya esta
arrogante salida del Idealismo debe hacer desconfiado al filósofo crítico. Y, en efecto, el argumento del
Idealismo no es consistente. Sin duda podemos decir en cierto sentido que hacemos del objeto que
pensamos un contenido de nuestra conciencia, pero esto no significa que el objeto sea idéntico al
contenido de la conciencia, sino tan sólo que el contenido de la conciencia, ya sea una representación o
un concepto, me hace presente el objeto, mientras este mismo sigue siendo independiente de la
conciencia. Cuando afirmamos pues, que hay objetos independientes de la conciencia, esta
independencia respecto de la conciencia es considerada como una nota del objeto, mientras que la
inmanencia a la conciencia se refiere al contenido del pensamiento, que es, en efecto, un elemento de
nuestra conciencia. La idea de un objeto independiente del pensamiento no encierra, pues, ninguna
contradicción, porque el pensamiento, el ser pensado, se refiere al contenido, mientras la independencia
respecto del pensamiento, el no ser pensado, al objeto.
El intento hecho por el Idealismo para demostrar que la posición contraria es imposible, debe
considerarse, según esto, como frustado.
El Idealismo como un método científico es muy cuestionado en la actualidad, porque éste admite que lo
que no puede verse puede ser comprendido; pero para el hombre de hoy lo que rige es "ver para creer",
"ver para entender". El Idealismo contempla que el materialismo reduce el conocimiento, negando la
parte espiritual, intangible; para el materialismo el idealismo es un conocimiento etéreo, abstracto, difícil
o imposible de objetivar.
La idea sigue siendo una parte muy importante dentro de todas las ciencias, que es aceptada y colocada
como importante, incluso fundamental, el problema radica en cómo pasar esas ideas a sustancias
tangibles, cómo objetivarlas sin pasar al materialismo.
Siguen existiendo disciplinas filosóficas, científicas, sociales y religiosas que fundan su conocimiento en
el idealismo, el mundo teórico de estadísticas, consultas y especulaciones, estas disciplinas son cada vez
menos válidas y más cuestionadas e ignoradas.
Podría decirse que el Idealismo es sólo un referente, una meta proyectativa, pero no un medio concreto
de conocimiento y verdad. Hacia el Idealismo apunta el hombre de hoy, pero sabiendo la imposibilidad
de llegar hasta éste, cifra su verdad en el Realismo u otros métodos empiristas o materialistas.
Ciertamente nuestro mundo no es idealista, si bien no se desconoce en absoluto, hay que admitir que no
es la vía de conocimiento que satisface las expectativas y búsquedas del hombre actual.
Actividad didáctica # 10
Haga un glosario de los términos nuevos.
Haga el resumen de los aspectos fundamentales de esta filosofía.
Construya luego el mapa conceptual de este tema.
Prepárese para exponer el tema en clases.
Después de realizar la lectura comprensiva del texto, responda las siguientes preguntas:
EPISTEMOLOGÍA 61
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Fenomenología
Movimiento filosófico80 del siglo XX que describe las estructuras de la experiencia tal y como se
presentan en la conciencia, sin recurrir a teoría, deducción o suposiciones procedentes de otras
disciplinas tales como las ciencias naturales.
Es la doctrina filosófica que estudia lo que aparece, es decir, los fenómenos. Fue iniciada por el filósofo
J.H. Lambert (1728-1777), al investigar sobre el tema de las apariencias. En la modernidad surge en el
siglo XX en Alemania con Husserl. ―La fenomenología es el estudio de la ciencia del fenómeno, puesto
81
que todo aquello que aparece es fenómeno‖ .
La fenomenología es una ciencia de objetos ideales, por tanto a priori y universal, porque es ciencia de
las vivencias. ―Es una ciencia esencialmente nueva, alejada del pensar natural, por lo que tiene de
peculiar y por desarrollarse sólo en nuestros días se llama a sí misma ciencia de fenómenos‖ 82.
En la cuestión del origen del conocimiento se hallan frente a frente con toda rudeza el Racionalismo y el
Empirismo; en la cuestión de la esencia del conocimiento, el Realismo y el Idealismo. Pero tanto en este
como en aquel problema se han hecho intentos para reconciliar a los dos adversarios.
El más importante de estos dos intentos de conciliación tiene de nuevo a Kant por autor. Kant ha tratado
de mediar entre ellos. Su filosofía se nos presentó desde el punto de vista de esta antítesis como un
Apriorismo o trascendentalismo; en la perspectiva de aquella se manifiesta como un fenomenalismo.
Es la teoría según la cual no conocemos las cosas como son en sí, sino como nos aparecen. Para la
fenomenología hay cosa reales, pero no podemos conocer su esencia, sólo podemos saber ―que― las
cosas son, pero no ―lo que‖ son.
La Fenomenología coincide con el Realismo en admitir cosas reales; pero coincide con el Idealismo en
limitar el conocimiento a la conciencia, al mundo de la apariencia, de la cual resulta inmediatamente la
incognoscibilidad de las cosa en sí.
Para aclarar esta teoría del conocimiento, lo mejor es que partamos de una comparación entre la
fenomenología y el realismo crítico. También este enseña, según hemos visto que las cosas no están
constituidas como las percibimos. Las cualidades secundarias, como los colores, los olores, el sabor, etc.,
no convienen a las cosas mismas según la doctrina del Realismo crítico, sino que surgen sólo en nuestra
conciencia. Pero la fenomenología va todavía más lejos: niega también las cualidades primarias, como la
forma, la extensión, el movimiento y, por ende, todas las propiedades espaciales y temporales, y las
desplaza a la conciencia.
El espacio y el tiempo son únicamente, según Kant, formas de nuestra intuición, funciones de nuestra
sensibilidad, que disponen las sensaciones en una yuxtaposición y una sucesión, o las ordenan en el
espacio y en el tiempo, de un modo inconsciente e involuntario.
Pero la fenomenología no se detiene en esto. También las propiedades conceptuales de las cosas, y no
meramente las intuitivas, proceden, según él, de la conciencia. Cuando concebimos el mundo como
compuesto de cosas que están dotadas de propiedades, o sea, cuando aplicamos a los fenómenos el
concepto de sustancia; o cuando consideramos ciertos procesos como producidos por una causa, esto
es, cuando empleamos el concepto de causalidad; o cuando hablamos de la realidad, la posibilidad, la
necesidad, todo esto se funda, en opinión de la fenomenología, en ciertas formas y funciones a priori del
80
Encarta. Microsoft 2007.
81
DARTIGUEZ, André. La Fenomenología. Barcelona: s.e, 1975. p. 9.
82
HUSSERL, Edmund. Ideas Relativas a una Fenomenología Pura y una filosofía Fenomenológica. Buenos Aires: FCE, 1985.
p. 7.
EPISTEMOLOGÍA 63
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entendimiento, las cuales, excitadas por las sensaciones, entran en acción independientemente de
nuestra voluntad.
Los conceptos supremos o las categorías, que aplicamos a los fenómenos, no representan, por
consiguiente, propiedades objetivas de las cosas, sino que son formas lógicas subjetivas de nuestro
entendimiento, el cual ordena con su ayuda los fenómenos y hace surgir de este modo ese mundo
objetivo que en opinión del hombre ingenuo existe sin nuestra cooperación y con anterioridad a todo
conocimiento.
Según esto, en sentir de la fenomenología nos entendemos siempre con el mundo fenoménico, esto es,
con el mundo tal como se nos aparece por razón de la organización a priori de la conciencia, nunca con
la cosa en sí.
El mundo en que vivimos es, dicho con otras palabras, un mundo formado por nuestra conciencia. Nunca
podemos saber cómo está constituido el mundo en sí, esto es, prescindiendo de nuestra conciencia y de
sus formas a priori. Pues tan pronto como tratamos de conocer las cosas, las introducimos, por decirlo
así, en las formas de la conciencia. Ya no tenemos pues ante nosotros, la cosa en sí, sino la cosa como
se nos aparece, o sea, el fenómeno.
Esto es en breves trazos, la teoría de la fenomenología, en la forma en que ha sido desarrollada por Kant.
Su contenido esencial puede resumirse en tres proposiciones:
1) La cosa en sí es incognoscible.
2) Nuestro conocimiento permanece limitado al mundo fenoménico.
3) Este surge en nuestra conciencia porque ordenamos y elaboramos el material sensible con
arreglo a las formas a priori de la intuición y del entendimiento.
Clases de Fenomenología
La Fenomenología está dividida en tres partes principales, que corresponden a las tres fases más
importantes de la conciencia. ―La primera de éstas fases es la conciencia, es decir, la Conciencia del
objeto como cosa sensible que se opone al sujeto; la segunda fase es la de la Autoconciencia, que trata
con gran amplitud el problema de la conciencia social; la tercera fase es la de la Razón, a la que se
presenta como la síntesis o unidad de las fases precedentes en un nivel superior, en otras palabras, la
razón es la síntesis de la objetividad y la subjetividad‖83.
Sin duda que la fenomenología le ha inyectado vida a las ciencias, oxigenando las estructuras que las
caracteriza, pero pasar a cuantificar y a enumerar las consecuencias y efectos de esta disciplina para
nuestro tiempo es sumamente difícil.
Concebir al mundo, las cosas, y el hombre como fenómenos es hacerlos objetos de conocimiento.
Posibilidad de conocimiento, y este es un avance fenomenológico en cuanto que quita el mito y el
carácter sagrado o prohibido a muchos, que antes históricamente no podían ser escrutados e
investigados, esto permite que la ciencia crezca y el acercamiento a la verdad aumente, porque la
fenomenología no tiene prejuicios.
La Fenomenología acaba con las verdades terminantes y definitivas y empieza a darle paso a la
especulación, a la investigación, a la duda, al replanteamiento, en el fenómeno cabe todo esto.
83
COPLESTON, Frederick. Historia de la Filosofía. Tomo VII. Barcelona: Ariel, 1983. p. 145.
EPISTEMOLOGÍA 64
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Teniendo en cuenta que esta fenomenología no tiene fronteras, sino que puede llegar a todas las
disciplinas de conocimiento, se puede concluir que su gran riqueza es la de posibilitar el método científico
en todos los ramos del saber y acercar a la verdad.
Además, hay que entender que la Fenomenología es nueva, apenas aprende a identificarse, se están
descubriendo sus aplicaciones, se está identificando, por lo tanto, hablar de consecuencia en el día de
hoy puede sonar apresurado y carecer de objetividad, porque tales consecuencias apenas se puede estar
gestando.
Actividad didáctica # 11
Haga un glosario de los términos nuevos.
Haga el resumen de los aspectos fundamentales de esta filosofía.
Construya luego el mapa conceptual de este tema.
Prepárese para exponer el tema en clases.
Después de realizar la lectura comprensiva del texto,
1) ¿Cuáles son las preguntas más interesantes que el texto le sugiere?
EPISTEMOLOGÍA 65
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
En los años sesenta se introduce una etapa completamente diferente, con la obra de Thomas Kuhn
(KUHN 62), quien sustituye como centro de interés filosófico la estructura lógica de los enunciados por las
vicisitudes históricas de la ciencia. Introduce la noción de "paradigma científico", a saber: un logro
científico de gran importancia que cambia la manera de hacer ciencia de los practicantes de una
disciplina.
En los años recientes, la labor de los epistemólogos se ha concentrado sobre todo en tratar de separar el
trigo de la cizaña en el producto de muchos decenios de extraordinaria creatividad en el campo. Autores
como Lakatos (LAKATOS 70), Laudan (LAUDAN 84) o Stegmüller (STEGMÜLLER 76) son menos
originales que Carnap, Popper o Kuhn, pero realizan una extraordinaria labor de evaluación de la obra
realizada por la filosofía de la ciencia de este siglo y proponen síntesis o reelaboraciones mayores de
profundidad e importancia, tal vez más cercanas a la verdad que las doctrinas mejor delineadas y
provocativas de aquellos tres grandes.
84
Una rama de la filosofía es la filosofía de la ciencia, que, desde la división hecha por Ferrier en el siglo XIX entre ontología y
epistemología, se encarga del análisis del conocimiento científicamente obtenido. Cada ciencia genera su propia
epistemología o filosofía especial, en base a las características de su quehacer intrínseco. En el caso de la psicología,
según J. R. Kantor (1963 - 1991), han habido tres etapas de desarrollo de sus contenidos epistemológicos: una primera
ocupándose de entidades extraespaciales, como el alma; una segunda en términos de orden organocéntrico-mecanicista,
como las variantes E-R y de procesamiento de información; y una tercera, en que se abordan las interacciones complejas
entre el individuo y su ambiente. Se ha llegado, pues, aparentemente, a un estudio sistémico del objeto de conocimiento.
No obstante, no todas las corrientes de la psicología en vigencia practican ese enfoque sistémico de manera uniforme,
debido a que parten de diferentes opciones epistemológicas en pleno debate.
EPISTEMOLOGÍA 66
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
ubican dentro de la problemática general que enfrentan las ciencias sociales en la producción del
conocimiento, debido a las características del objeto de las mismas.
85
Para cualquier estudiante de Psicología es necesaria una reflexión acerca de la naturaleza del saber
científico para aproximarse a una comprensión de la forma en que esta disciplina se construye como una
ciencia de lo humano.
La conjunción entre los dos términos: Epistemología y Psicología tiene un significado muy profundo
porque refleja la unión entre dos grandes áreas del saber. Pero ¿cuáles son los resultados de esa fusión
entre Epistemología y Psicología? Pues dos grandes áreas de estudio. Al principio, desde la
epistemología estudiamos lo psicológico y después desde la psicología estudiamos el conocimiento. Hay
un eje transversal que es la ciencia. De manera que vamos a estudiar la epistemología de la ciencia y
cuando se refiera a la Psicología es una Epistemología de la Psicología científica. Por otra parte, cuando
abordamos la tarea recíproca, es decir el estudio del conocimiento desde la Psicología, se trata de
presentar la forma en que la Psicología estudia la ciencia, de aproximarse a una Psicología de la ciencia.
En el transcurso se presentan además los enfoques clásicos de la filosofía de la ciencia y las disciplinas
metacientíficas que hoy día abordan la ciencia desde una perspectiva interdisciplinar. Así mismo se da
una importancia crucial a la reflexión sobre los temas de ciencia, tecnología y sociedad deteniéndonos en
cuestiones de tanta relevancia para el psicólogo como la ética de la investigación científica o las
consecuencias negativas del desarrollo tecnológico.
85
Tomado de: GRUPOS 36 y 37. Curso 2008-09. Profesores: Manuela Romo (teoría), Ignacio Bresco (prácticas) e Irina Rasskin
(Prácticas).
EPISTEMOLOGÍA 67
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Ha sido pretensión de los psicólogos asumirse como científicos; desprenderse de los filósofos y desdeñar
el calificativo de literatos. No obstante, es su gran lucha, pendular entre la ciencia y la filosofía. Me refiero
a la filosofía, cuando se habla en tesis que proponen un saber y una práctica inherente a él (Althusser,
1985); me refiero a ciencia cuando se prueba un saber y se utiliza ese saber probado.
El psicólogo como filósofo puede proponer el cambio social, como científico debe probar que se puede
lograr el cambio social. El psicólogo, como muchos otros trabajadores sociales y humanos, ha insistido en
el fetichismo de la ciencia y muestra el miedo que lo acompaña, como ser cognoscente, de no ser
catalogado como científico. ¿Qué malo hay en ser filósofo, en ser literato, en ser místico? Son formas de
saber, ya lo hemos visto, son disciplinas cognoscitivas; por qué no asumirlas, con la misma dignidad con
la que el científico asume la suya. El problema está en hacer de la ciencia un fetiche y asumir que el
saber científico es la única forma de saber respetable; y por tanto, decir que todo es ciencia. Mostrando,
nada más, que tal como el fetichista hace uso del zapato, para lograr su satisfacción sexual, algunos
hacen uso de la ciencia, así, sin mostrar realmente su proceder científico.
En el momento es normal, ver cómo el saber se asume sin analizar su origen, así es posible que exista
un psicólogo que dice ser ferviente admirador del método científico pero que guarda fielmente las fiestas
religiosas; o el que dice asumir la teoría piagetiana pero en sus acciones refleja el más estricto
cumplimiento a la ortodoxa conductual. Y algo más conmovedor, el psicólogo que quiere hacer del ritual
del yagé una psicoterapia moderna, asumiéndose como chamán. La caricatura de nuestra gran ciencia se
plasma en la persona que se acerca al cajero automático con su tarjeta electromagnética, y se persigna
en encomienda al creador para que ojalá le hayan consignado su salario. El problema no está en el
querer ser chamán, religioso, o conductista. El problema lo percibo, en el asumir, el esconder un discurso
en otro, en no entender que se están manejando marcos epistemológicos distintos en un mismo
momento, que necesariamente son disímiles y contradictorios.
Conocimientos hay bastantes, libros hay muchos, autores a montón, incluso hay conocimientos que no
están escritos y autores no publicados. Así en el largo camino epistemológico, y en su consecuencia
disciplinaria, tal vez el mayor obstáculo, en la actualidad, sea esa contaminación; el exceso de
información, al que está sometido el ser cognoscente. Así hemos de señalar cómo hoy se habla de
contaminación visual siendo los avisos publicitarios el ojo del huracán, y en la contaminación
epistemológica los libros y los autores pasan a ser el centro del asunto.
Sí se opta por la Psicología como disciplina científica se debe sopesar que se está asumiendo una
posición epistemológica, con implicaciones de prueba y no de rectitud, de explicación y no de verdad, de
86
Jairo Báez. Psicólogo. Especialista en Instituciones Jurídico Familiares.
87
Recordemos que antes, a la imposibilidad de estructurar un delirio se le llamaba, desde la filosofía, eclecticismo; ahora ya la
psicología y la psiquiatría la llaman escisión esquizofrénica, o muy psicoanalíticamente, relación parcial con el objeto.
EPISTEMOLOGÍA 68
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
La Psicología como ciencia no es una imposición, ni una alternativa, ni una disyuntiva entre varias formas
de saber, sencillamente porque ciencia sólo es una; la Psicología como ciencia es evidente y lógica, es
efectiva y contundente, es coherente y progresiva. Error que puede asumir el psicólogo es seguir
creyendo que existen varias ciencias: Por ejemplo, ciencias físicas y ciencias sociales, ciencias puras y
ciencias aplicadas; y lo más perjudicial para sí mismo, dividir la ciencia psicológica en ciencia cuantitativa
y ciencia cualitativa. Designar parte del método científico, etapas del método, o modalidades en el
método, como ciencias particulares y holísticas, es desconocer el fundamento científico. La cosmovisión
científica no se reduce a contar, tampoco a almacenar o repetir experiencias; la cosmovisión científica
está al tanto de universalizar, y para ello no desconoce la particularidad; son precisamente esas
particularidades las que hacen cuestionar la universalidad reinante. En otros términos, si no se
contrastaran, comprendieran e interpretaran los datos cuantificados, la ciencia no avanzaría y su
pretensión universal no sería su Norte.
Asumiendo la Psicología como ciencia, el llamado a la autoridad filosófica empieza a sobrar, es otro
método, es otra posición; lo mismo sucede con el llamado a otras formas de saber. Por ejemplo, por
siglos se viene trabajando una explicación del sujeto cognoscente, o teorías epistemológicas, desde el
método filosófico; aún hoy es normal llamar a la autoridad de Platón, Aristóteles, Kant, Hegel, Dilthey,
Popper, Habermas, etc., para explicar el ser cognoscente desde la Psicología, cuando desde la ciencia
se tendrían elementos para explicar el ser epistémico. Se ha avanzado bastante en Neuroanatomía,
Neurofisiología, Cognición, Procesamiento de la información etc.; por qué entonces no recurrir a Pavlov, a
Freud, a Lacan, a Lorenz, a Rogers, a Piaget, a Bruner o a Vigotski, entre otras propuestas de la ciencia
psicológica. ¿Será acaso esto síntoma de la bascularidad del psicólogo entre la ciencia y la filosofía?
EPISTEMOLOGÍA 69
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
La Psicología como disciplina científica, no puede desconocer su historia y, en ella, sus ancestros; pero
conocer la historia no conlleva el seguir atado a la tradición y el atavismo. Si conocer la historia de la
Psicología y el método científico es válido, se justifica en la medida que nos permite proyectar el futuro;
siendo así, la historia que la Psicología científica debe asumir no es aquella digna de mostrar, o a lo
sumo, aquella que justificaría nuestro presente; tal como lo asume el Psicoanálisis, la verdadera historia
es aquella, donde fuera de esa que mostramos manipulada, y orgullosamente, se intenta rescatar la parte
obscura, la temida, la no dicha, pero en últimas, aquella que marca, que influye, que determina. Hay
partes de la historia de la Psicología y de la ciencia, como en cualquier historia, que sería mejor no
mencionar; pero son precisamente esas partes las que permiten la independencia del desacierto o, al
menos, la posibilidad de no repetir lo que no se quiere.
Siguiendo con el llamado al orden del Psicoanálisis, el problema con la historia no son los hechos, el
problema es el historiador que los parcializa. De ahí que se necesite del otro como garante de la verdad;
la cual, no será más que la verdad del historiador. Es por eso que, enseñar la historia de la ciencia y el
método científico, partir de un solo libro podría ser peligroso, cuando se quiere que la Psicología sea una
disciplina no dogmática. En cuanto mayor visión del objeto, mayor precisión del mismo; en cuantos más
ángulos se cubran, menor la posibilidad de distorsión. La Psicología con pretensión científica debe tener
claro que el saber está en los libros y no en el libro. Y más allá, que está en todos y cada uno de los que
escriben los libros. Qué buen aporte nos hace Foucault (2001), y que la Psicología debería ponderar al
revisar su historia, cuando señala que ―más allá del sujeto que habla, y del lugar desde donde se habla,
se debería tener presente las reglas que permiten encontrar el discurso, de todo aquello que se habla‖.
A simple vista, un psicólogo es cualquier persona; de hecho, ¿quién no ha tenido la pretensión de ser
psicólogo por naturaleza? Si así fuera, si ser psicólogo es una cuestión de innatismo, ¿qué sentido tiene
el formar psicólogos en la universidad?
La única razón de formar psicólogos en la universidad se justifica en la medida del respeto a la palabra
institucional: El psicólogo universitario debe tener pretensión de universalidad, de asumir que su
conocimiento es tan válido aquí, -país tercermundista-, como allá, cualquier punto donde se encuentre al
hombre. El conocimiento universal es, en últimas, el que marca la diferencia entre el psicólogo innato, a
secas, y el psicólogo universitario.
Y cómo pretender ese saber universal para el psicólogo, si no es a partir del método científico. Ya el mito
tuvo su momento, (todo mito es un mandato psicológico); lo mismo la religión, (proverbios); y por
supuesto la filosofía, (recordemos la Ontología). Es cuestión de método, y es el método el que ha
marcado la diferencia en las ramas de la ciencia física y biológica; por tanto, por qué no asumir que el
método es lo que marcará la diferencia entre el psicólogo innato y el psicólogo universitario.
y Skinner). A este momento del método se le debe anexar el postulado lógico-matemático, que va a
complementar el primero. Hecho que, así mismo, acogen otros, para dar lugar a nuevas escuelas en la
psicología (Hull, Tolman, Freud). Otro avance del método es la acogida de la dialéctica, donde ya no se
espera que los hechos den el fundamento para las construcciones teóricas, sino que se asume que existe
una interacción entre sujeto y objeto, que modifica, complementa y profundiza en el quehacer
epistemológico. Hecho que tampoco ha sido ajeno a la Psicología, (Piaget, Brunner, Vigotski).
Siendo de esa manera, es el método, una forma de acceder al conocimiento ordenadamente y con
supuestos fácilmente identificable, discutible aún y cuando así se haga necesario, el marco de referencia
para hacer un psicólogo universitario.
El psicólogo, que se precie de serlo, a partir de una institución universitaria, debe ser capaz de dar
repuesta a su ejercicio profesional con mentalidad científica y dentro de su método. Esto implica, que no
se anquilosa en dogmas y que está dispuesto a mejorar el estado actual de la Psicología. Si el psicólogo
universitario asume que el saber está en la institución, en un enfoque o en un libro, y que allí debe acudir
para que se lo den, para luego empezar a aplicarlo en su vida profesional, tal vez no se le ha transmitido
el postulado básico universitario del saber, no ha comprendido lo que es la ciencia y por supuesto, no
dejará de ser más que un psicólogo a secas. Por tanto, el psicólogo que no comprende la importancia del
avance científico y de la comunicación entre profesionales, no podrá entender por qué se hace una
revisión bibliográfica (apropiación del estado del arte) y por qué es tan importante escribir (investigar y
comunicar); psicólogo que no comprende la importancia de la validez de su conocimiento no buscará la
forma de confrontarlo y depurarlo (experimentar y comprobar); psicólogo que no se percata de la
ausencia de conocimiento difícilmente se pondrá metas epistemológicas, y psicólogo que no le da valor
instrumental (tecnológico) a su conocimiento, no notará sus falencias ni se preocupará por mejorarlo.
El objeto psicológico
Hoy, el acercamiento entre disciplinas ha propiciado en la psicología la pérdida de su objeto. La
especificidad de la Psicología, en su deseo de ampliar su marco de acción y comprensión, tiende a
confundirse con el mimetismo en otros discursos, llámense sociológicos, antropológicos o filosóficos. Se
han abandonado terrenos que, en su largo recorrido, la disciplina psicológica había ganado. Sin un mayor
análisis y valoración objetiva de los embates que se le hacen a su proceder, son abandonadas teorías y
praxis optando el camino fácil de asumir posturas de otras ramas de la ciencia, como si esta fuera la
solución ante la supuesta falta de credibilidad y resultados. Es sintomático, ver como algunos
profesionales en Psicología pregonan que ante la práctica, las profesiones se confunden; si así fuera
deberíamos pensar en la factibilidad de revivir la vieja licenciatura en humanidades, siendo de esta
manera más rentable para todos y menos engañoso para el estudiante que realmente cree que cada
profesión tiene su propio objeto de estudio e intervención. ¿De qué sirve inscribirse a un centro
universitario para estudiar Psicología si, al salir, en su rol profesional va a hacer lo mismo que un
trabajador social, un sociólogo, un antropólogo o filósofo?
El objeto de la Psicología no niega la relación que pueda tener con otras ramas de la ciencia; no
obstante, encontrar puntos de relación no es lo mismo que asumir el discurso del otro. La especificidad
de las ramas de la ciencia se justifica en el énfasis que se le da desde su campo de acción, por tanto, así
sea el mismo objeto, el énfasis y la visión que se tengan del mismo es lo que ocasionará la praxis y los
derroteros a seguir. Hoy más que nunca, cuando la Psicología intenta incursionar en otros campos, corre
el riesgo de asumir posturas de otras disciplinas, repitiendo el error que cometió cuando creyó que su
objeto era el mismo de la medicina y en particular el de la psiquiatría. La Psicología con su tradición,
avance y diversidad, tiene ya, y aún, elementos para intervenir en esos campos en los que se quiere
ubicar, sin necesidad de hacer uso de discursos extraños y más acordes a otras disciplinas que están
más preparadas para asumirlos. La pregunta que surge es ¿por qué no se ha agotado el discurso
psicoanalítico, el discurso conductual, o el discurso cognitivo? Trabajadores incansables desde la
Psicología están esperando que sus sucesores agoten e innoven sus discursos en los diferentes campos
de aplicación, allí donde se encuentre el hombre presente, sea sociedad, educación, familia, niñez,
adolescencia, etc.; me refiero por ejemplo a Freud, Jung, Adler, Fromm, Horney, Reich, Klein, Winnicott,
EPISTEMOLOGÍA 71
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Lacan, del lado psicoanálitico; a Watson, Skinner, Hull, Tolman, Beck, Staats, del lado conductual; a
Rogers, Maslow, Perls, Frankl, entre los humanistas; a Piaget, Brunner, Wallon, Vigotski del lado
cognitivo-constructivista y otro gran olvidado, y tal vez poco entendido, Konrad Lorenz. Estos son algunos
de los que, los psicólogos, han desechado, siendo sospechoso el motivo por el cual no se tienen en
cuenta cuando de abrir nuevos campos de estudio e intervención se quiere, por parte de la Psicología.
Los psicólogos sociales y los psicólogos educativos ¿Cuándo agotaron los textos sociales de Freud, el
discurso del Otro de Lacan, las variables intervinientes de Tolman, el aprendizaje vicario de Bandura, el
modelo motivacional de Hull, el constructivismo de Piaget, el modelo psicosocial-histórico de Vigotski o la
impronta de Lorenz?
En esa gran diversidad, que ejemplifica la blandura de la Psicología como ciencia, empieza a emerger un
objeto con características determinadas, que podría ser la pista para endurecer la disciplina. El hombre
sigue siendo pivote de la psicología, pero el alma desaparece para darle lugar a la actitud que, en sus
tres componentes básicos: comportamiento, sentimiento y pensamiento, podría ser la unidad de
explicación de su proceder en cualquier ámbito donde entre a interrelacionar. La interrelación no es
solamente con su ambiente social, sino también con su ambiente físico y en su ambiente intrapsíquico. La
referencia al cambio, o al logro, actualmente, se sintetiza en la observación comportamental y el auto-
reporte verbal.
Investigar trata de la consecución de algo nuevo, aunque también se haya planteado la verificación de lo
ya existente. Sin embargo, si fuéramos leales con el concepto tendríamos que ceñirnos a la acepción
primera. Investigar, y más en nuestro medio, debe llevar más al logro de nuevos conocimientos, que a la
verificación de los mismos. Es bien sabido que nuestros conocimientos proceden de un ambiente donde
la tecnología ha permitido su verificación, siendo casi imposible, con nuestra tecnología, poner en
contradicción dichos saberes. Por tanto más allá de la verificación de un saber dado, la única posibilidad
vendría a darse desde la verificación del mismo conocimiento en un nuevo contexto, siendo ya
descartable cierto tipo de estudios verificables, que con frecuencia se encuentran en el ámbito de la
investigación universitaria. Me refiero en la psicología, por ejemplo, a la insistencia de si una sustancia, o
condición influye o no en capacidades como la memoria o el aprendizaje. Ya en la consecución de
nuevos conocimientos en un contexto tan sui generis como el nuestro88, las cosas podrían ser mucho
más constructivas y valiosas, tanto para el estudiante, para la universidad, como para la sociedad misma.
De hecho, si algo valioso tiene el conocimiento es la posibilidad de que sirva mínimamente a quien lo
produce, en este caso el productor es un representante de la sociedad y es la sociedad representada la
que debe beneficiarse de los frutos. Insistiendo, en que si el conocimiento es contextual, la verificación
debería igualmente serlo; no es posible verificar un conocimiento en contextos distintos bajo esta óptica.
La propuesta específica que hago con respecto a la investigación, desde la universidad, es aquella de
que debe apuntar al descubrimiento y creación de nuevos saberes. Investigar debe ser la consecución
del nuevo saber.
Pero la consecución de nuevos saberes no implicaría de hecho, hacer una tábula rasa de lo existente en
otros contextos o en nuestro contexto. Si algo justifica el acercarse a otros conocimientos, sean propios o
extraños, es la medida en que limpia el camino y permite acercarse a un nuevo tema de investigación, a
un tema relevante. Como diría el profesor Carlos Vasco, puede que el problema esté bien planteado pero
si carece de relevancia, no es un problema. Y la relevancia ante todo viene dada en su inexplorabilidad y
88
Hacer eferencia a Colombia.
EPISTEMOLOGÍA 72
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
beneficio que pueda aportar su solución. El descubrir que, aquello que uno creía un problema es
realmente un problema no resuelto es el principio de toda investigación, siendo ahí donde se puede
entender la importancia de conocer el estado del arte. En la actualidad la mayoría de las investigaciones
universitarias carecen de significado, o pierden su significado, porque fácilmente se descubre que el
problema resuelto, ya se había solucionado mucho antes. La poca revisión bibliográfica, -pues este es un
mundo escrito y conocimiento que no se escribe está muerto académicamente- imposibilita la profundidad
en la investigación y la credibilidad en la misma. (Lacónicamente tenemos que confesar que nuestro
mundo universitario está plagado de intelectuales que no leen, que siguen anclados en la tradición oral).
Es ahí a donde debemos apuntar, a la rigurosidad de la revisión bibliográfica; y es bien sabido que en
este momento es mucho lo que se ha escrito, como para lograr una completa o al menos exhaustiva
revisión bibliográfica en seis meses. Si deseamos mejores problemas a resolver, se hace necesario que
las revisiones sean completas o a lo sumo suficientes, y apunto, esto tal vez se logre, cuando el
estudiante dedique, al menos, tres años de su formación universitaria a la revisión de textos que refieran
a la creación de su problema a resolver.
A lo anterior debemos sumar que una investigación no es una petición de principio. Y con los
lineamientos que se manejan en los trabajos de grado, toda indica que lo que se hace aquí es aferrarse a
dicha falacia, encontrar lo que ya encontrado. Plantear un objetivo general en una investigación debe ser
tan general, que realmente permita encontrar algo nuevo. Plantear el final antes de empezar no es
propiamente investigar, a menos que el final sea incierto. Y si es aberrante plantar un objetivo general a
una investigación, pues tal vez el único objetivo válido sería el de investigar; es mucho más pernicioso
plantear objetivos específicos. El objetivo único de una investigación es resolver el problema; determinar
los pasos, procedimientos, tiempos, y movimientos, con seguridad, lo único que conlleva es la solución
parcial o sesgada del mismo. Señalo que podría ser mucho más rentable para todos, describir el proceso
que llevó al desarrollo de la solución de la pregunta, a posteriori. No sé cómo puede decirse lo que se va
a hacer cuando no hay seguridad de lo que se va encontrar. El camino a la solución del problema dicta la
metodología, los objetivos específicos y los instrumentos a utilizar. No es que no se pueda describir los
objetivos específicos, las metodologías, las técnicas y los instrumentos; claro, se haría necesario pero al
final, cuando ya el camino fue recorrido y se está entregando un informe de lo que se hizo. Esto no podría
suceder antes de empezar a investigar. Qué buen ejercicio podría llevar a un estudiante el constatar
cuántas hipótesis (H1) no son verídicas en cada una de las monografías de grado. Si llegará a la
conclusión de que el 70% de las hipótesis (H1) son verídicas tendríamos que confesar que todo lo que
piensa el estudiante universitario es verdad, o que simplemente se está asumiendo la investigación como
una petición de principio.
Actividad didáctica
1) Haga un glosario de los términos nuevos.
2) Resuma los aspectos fundamentales que aborda el texto.
3) Sintetícelos.
4) ¿Cuáles son las interrogantes más sugestivas que se haría del mismo?
5) ¿Cómo se las responde?
6) A qué conclusiones ha llegado ha llegado con la lectura de este texto.
89
Se refiere puntualmente a Colombia. Nota de la facilitadota.
EPISTEMOLOGÍA 74
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
En tal sentido, constituye en primer lugar una ―práctica de vigilancia de las operaciones conceptuales y
metodológicas de una práctica científica‖ (Castells y De Ipola, 1980, p. 43). Así, puede decirse que el
quehacer epistemológico no consiste de algo abstracto e indeterminado. Hay que tener claro que, como
advierte Wolman (1973 - 1979): ―Los filósofos de la ciencia no son filósofos en el sentido tradicional y
tienen muy poco en común con los sistemas metafísicos totalizadores del mundo. Los modernos filósofos
de la ciencia... no pretenden saber más que los científicos cuya obra estudian‖ (p. 66).
Lo que la epistemología busca fundamentalmente es el análisis formal del trabajo útil para la adquisición
y consolidación de conocimientos, sea a través de las relaciones entre las proposiciones y los datos; sea
a través de la correspondencia entre aquellas proposiciones, su ordenamiento lógico y su significado; o la
estructuración teórica y el proceso empírico del investigar. Por ello, no todos los temas abordados por la
filosofía tradicional pueden ni deben ser materia de revisión a la luz de la ciencia, pues muchos no son
sino embrollos verbales. En este caso, la misión de la epistemología es disolver dichos problemas
mediante el análisis lingüístico de las expresiones, tal como lo hacen, por ejemplo, Ryle (1949 - 1967) o
Wittgenstein (1953 - 1988). Se trata, en esos casos, de eliminar errores categoriales (aplicar
indebidamente conceptos que provienen de un contexto a otro distinto) y aclarar la significación funcional
del lenguaje ordinario en situaciones específicas.
EPISTEMOLOGÍA 75
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
La epistemología tiene, pues, una misión precisa. No se puede llamar epistemología a cualquier
concepción o tradición filosófica desarrollada independientemente del conocimiento científico. Así pues,
en principio la fenomenología y el existencialismo deberían quedar fuera de esta denominación. Sólo la
tradición de descuido epistemológico en psicología justifica la actual permisividad hacia semejantes
enfoques. No todos los científicos tienen la suficiente capacidad para ser, a su vez, filósofos de su propia
ciencia, pero si pueden ―estar al día‖ con las concepciones desarrolladas por especialistas y tener un
mínimo de motivación y preparación para poder discriminar entre buenas y malas filosofías. Hoy, como
señala Bunge (1987): ―la concepción del mundo del hombre contemporáneo se funda... sobre los
resultados de la ciencia: el dato reemplaza al mito, la teoría a la fantasía, la predicción a la profecía...
Hace un siglo, quien ignoraba La Ilíada era tildado de ignorante. Hoy lo es, con igual justicia, quien ignora
los rudimentos de la [ciencia]‖ (p. 111).
No puede haber una epistemología de la subjetividad. Al ser definida como filosofía de la ciencia ya está
implicando el análisis de un conocimiento objetivo, vale decir de los productos que sobre la propia
actividad del sujeto se han elaborado en el transcurso de su interacción con el objeto. Esos productos son
cosas, relaciones y propiedades existentes fuera de la representación subjetiva que se haga de ellos.
Cuando se dice que el sujeto (epistémico) es quien configura al objeto (Piaget, 1970 - 1981) se comete
un error de tipo trascendentalista, pues el sujeto está sometido a las mismas leyes que el objeto. Esto
quiere decir que lo que uno, como observador, percibe acerca de la realidad interna o externa al cuerpo
está predeterminado por el influjo del objeto sobre los sentidos. En otras palabras, para simplificar el
asunto, "lo material determina lo ideal".
La obra de Kuhn (1962 - 1982) sobre el carácter no acumulativo del progreso científico y la
inconmensurabilidad de las teorías también introduce una nota de subjetividad e irracionalidad a la
epistemología: el tránsito de un paradigma a otro se produciría como corolario de una revolución
conceptual que sustituye un viejo consenso acerca de ciertas ―verdades‖ científicas por otro nuevo e
incomparable con el anterior. Por consiguiente, no funcionaría el recurso de la ―falsabilidad‖ propuesto por
Popper para distinguir las buenas de las malas teorías, ni tampoco sería útil la discusión entre los
defensores del viejo y del nuevo paradigma, pues ambos hablarían de cosas diferentes. Para Kuhn la
refutabilidad de una teoría sólo se conoce cuando ésta ya fue refutada. El progreso en la ciencia se da
únicamente bajo la suposición de una mayor explicabilidad de los fenómenos a cargo del nuevo
paradigma, pero sin llegar a tener necesariamente una mejor correspondencia con la realidad que
pretende explicar.
Al margen de su gran impacto epistemológico, la perspectiva kuhnniana subvierte las ideas de verdad
objetiva y de progreso del conocimiento, así como descarta criterios de evaluación objetiva de las teorías,
haciendo difuso el límite entre ciencia y pseudociencia (Bunge, 1983). Si fuera como Kuhn la pinta, la
EPISTEMOLOGÍA 76
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ciencia no pasaría de ser una práctica tan intrascendente para la transformación de la realidad como la
magia y la mitología.
Antes que Kuhn, Bachelard (1971 - 1974) había anticipado la noción de "corte epistemológico" para
designar entre otras cosas la revisión y reformulación de los axiomas fundamentales de una ciencia ya
constituida. Esta recurrencia parece hacer plausible la explicación del porqué a veces una concepción
generalizada pierde terreno frente a otra. En psicología se ha querido ver la contraposición entre
conductismo y cognitivismo como la plasmación de las tesis del corte y de la revolución paradigmática,
más la situación actual no muestra un predominio aplastante ni mucho menos a favor de "un nuevo
paradigma", pues la coexistencia de varios enfoques sigue siendo evidente. (L),(L)
Eso no quiere decir que no sea posible una práctica científica progresista independiente de la teoría o de
la especulación filosófica explícita. De hecho, la mayoría de avances empíricos y tecnológicos en todas
las disciplinas humanas parecen haberse dado en condiciones de ignorancia o confusión conceptual
acerca de los presupuestos epistemológicos que directa o indirectamente propiciaron la solución a
muchas demandas sociales (Tomasini, 1994). Sin embargo, la pregunta es ¿cuánto más podría haberse
avanzado de haber tenido en cuenta esos presupuestos? ¿Cuánto tiempo y cuánta teoría y práctica
inútiles podrían haberse ahorrado aclarando problemas conceptuales antes de aplicar? Es, así, una
cuestión de orden para los científicos contemporáneos poner por delante el desarrollo de sólidas
concepciones epistémicas en sus respectivas disciplinas haciéndolas más efectivas en la lucha contra el
atraso y el prejuicio, tal como en el relato de Homero Minerva iba precediendo a Diómedes en su
acometida victoriosa contra Venus y Marte.
El desarrollo de la ciencia es calibrado por Kantor (1963 - 1991) como una progresión de tres etapas:
a) la de la propiedad-sustancia,
b) la de la correlación-estadística, y
c) la del campo integrado.
En psicología la primera etapa incluye entidades transespaciales, la segunda fórmulas estadísticas que
pretenden indicar la relación entre lo físico y lo mental, y la tercera ―la interacción de un individuo con
objetos estimulantes, en condiciones inmediatas precisas y sobre la base de contactos previos del
organismo y los objetos estimulantes‖ (p. 583). Este enfoque filosófico de la tercera etapa supera el
holismo y el atomismo de las explicaciones anteriores para servir a una visión estructural donde el todo
es producto de interacciones formadoras, pero éstas a su vez tienen significación sólo en tanto se
conceptualicen en función global (Montgomery, 2000). Para llegar a esta última etapa fue necesario
mucho esclarecimiento epistémico en cuanto al problema de la confusión entre eventos y constructos.
Gran parte de los errores científicos se originan en dicha confusión. De manera muy simplificada los
eventos son lo que sucede, mientras que los constructos son las interpretaciones de lo que sucede, sean
elaboradas o espontáneas. En cualquier caso, todo conocimiento e interpretación es, en principio,
inseparable del sistema productivo al cual pertenece, y todo sistema productivo está ligado a un medio
ideológico.
EPISTEMOLOGÍA 77
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Una adecuada epistemología evidentemente es que permite distinguir entre eventos y constructos, con el
fin de disminuir el papel ideológico de éstos últimos. Para ello el citado Kantor exige un concienzudo
análisis de las construcciones manipulativa (formulación del problema y plan para atacarlo), descriptiva
(síntesis de las características investigadas y clasificación en una escala de validez y utilidad científica), y
explicativa (construcción sistemática para interrelacionar eventos). En ningún caso puede haber
constructos válidos que se refieran a nociones sin contacto con (o derivación de) los eventos que se
refieren, describen y explican.
Por fortuna el uso de definiciones técnicas, diagramas, coordenadas, tablas de constantes y la continua
interacción concreta con los eventos estudiados propias del ―teórico-práctico‖ facilitan dicha labor. Las
influencias ideológicas y los valores no son factores omnipotentes de los cuales no se puede escapar.
Esas condiciones pueden ser manejadas, cuando el psicólogo científico está preparado
epistemológicamente para asumir la tarea de distinguir los eventos de los constructos.
EPISTEMOLOGÍA 78
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
La Psicología dominante y mayoritaria en los marcos institucionales y académicos cuyos discursos, por
otro lado, van calando poco a poco en otras capas (o mejor dicho en otros discursos) de la sociedad,
justifica su superioridad frente a las ―otras psicologías‖ mediante el estatuto autoimpuesto de ―científica‖.
Es aquí donde, ante el enorme desarrollo científico-técnico acaecido durante este último siglo, ante la
incursión de vocabulario científico en las vidas cotidianas, en fin, ante la ―sustitución de Dios por la
Ciencia‖ como poseedora de la verdad y como omnipotencia, debamos preguntarnos con mucho cuidado
¿qué significa eso de científico? Y después, concretamente, ¿es la Psicología una ciencia?, y si no lo es
¿de qué se trata?
Otras muchas cuestiones pueden surgir (y de hecho surgen) en torno a la Ciencia pero, como en toda
argumentación es necesario seguir una línea definida y marcada, y es lo que haré en el presente artículo.
(…) seguiremos discutiendo presupuestos de la ciencia psicológica y de la ciencia en general, por lo que
NO se deberán tomar los presupuestos de éste como definitivos o inamovibles sino como primeras
aproximaciones según una línea argumentativa.
Para poder abordar el concepto de ciencia trazaré una primera línea consistente en la afirmación:
―epistemológicamente no hay más que dos posibilidades para un discurso con forma teórica: o es ciencia
o es ideología90‖. De esta afirmación surge una dicotomía cuyos elementos debo aclarar:
- Por una parte nos encontramos con el concepto Ideología, el cual, en esta ocasión, adquiere un
sentido epistemológico. Así ideología se identificaría con un conjunto de representaciones
―espontáneas‖ y ―naturales‖ que operan a partir de las apariencias y que se limitan a describir lo
evidente sin que en el transcurso de su discurso se produzca una ruptura, un salto que permita
explicar cómo se producen dichas apariencias. En este sentido, ideología podría asimilarse al
concepto de pre-ciencia planteado por algunos teóricos (Ej. Thomas Khun), pero la gran diferencia
consiste en que esta última mediante la sistematización y la explicación podría linealmente
constituirse en ciencia, y una ideología necesita de una ruptura con el conocimiento aparente que la
constituye (Ej. Ruptura copernicana frente a ideología Ptolomeica).
- Por otro lado nos encontramos con el otro elemento de la dicotomía introducida: el concepto Ciencia.
Así, a grandes rasgos, la ciencia es una forma de saber que, alejándose del conocimiento evidente
que nos muestran los sentidos y las ideas, busca un orden explicativo de esa evidencia mediante la
construcción de un arsenal teórico constituido por objetos, conceptos y teorías, utilizando para ello
una serie de métodos que vendrán determinados por el objeto de estudio al que se refieren. Es ésta,
quizás, la base primordial de la definición de ciencia, pero sabemos que no acaba y que se
complejiza a partir de aquí, (…).
Entra ahora en nuestro cometido, si debemos analizar la Psicología como ciencia en los términos antes
tratados, pasar a una definición aceptable de la misma Psicología. Para ello remitirnos a autores parece
una misión imposible ya que podemos encontrar casi una definición por cada uno de ellos, por lo que si
sacásemos algo en común de muchos de ellos, no sin riesgo y no sin razones, sería: ―La Psicología es la
ciencia que trata de explicar la conducta‖. Pero ¿cómo se concibe entonces la susodicha ―conducta‖?
91
Pues conducta sería ―las respuestas de un organismo a los cambios del medio ‖.
Parece entonces que ya tenemos definición y objeto de estudio de nuestra ciencia psicológica, pero,
¿plantea algún problema al estatuto de cientificidad un objeto de estudio así planteado? Pues como
veremos a continuación, si. El primer problema es que este objeto de estudio no le es propio a la
Psicología, sino que ya pertenece a otra ciencia ya constituida, esto es, a la Biología, y más
concretamente a la Fisiología Funcional, con lo que el límite entre ciencias quedaría difuminado. El
90
(Braunstein, M.; y otros. Psicología: Ideología y Ciencia. México, 1975, Pág. 1.)
91
(Smith y Smith. La conducta del hombre. Buenos Aires. Eudeba, 1963).
EPISTEMOLOGÍA 79
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segundo problema se refiere a que si se hace una transmisión de términos de una disciplina a otra se
producen consecuencias de orden epistemológico importantísimas. Y el tercer problema se refiere a que
la conducta así conceptualizada es un objeto de estudio empírico referente al campo ideológico, es decir,
al plano de lo aparente y que no ha sido producido por la disciplina científica en cuestión. Es por lo que,
desde la línea que venimos marcando, la Psicología no podría considerarse una ciencia.
Pero la Psicología cuyo objeto de estudio es la conducta hace valer, frente a estos problemas, su estatuto
de cientificidad mediante dos tipos de argumentos:
- El primer tipo de argumentos se refieren al método que utiliza, es decir la utilización de la
cuantificación y del método experimental. Este empeño por la cuantificación deriva de la asunción
de la filosofía positivista, que asume, entre otras cosas, que el conocimiento se constituye
linealmente por medio de acumulación de hechos, experiencias, observaciones, etc. (que nos
acercan cada vez más a la verdad) y que estos datos son independientes del ―observador‖ que los
registra. Todo ello se traduce en una necesidad de exhaustividad a la hora de registrar tales datos
concretados en la asignación de cantidades numéricas a los mismos y en el establecimiento de
relaciones matemáticas entre ellos. Esta relación, por una parte, no sólo requiere de la simple
asignación del nombre de los números (2, 5, 70.000, etc.), en este caso, a las conductas, sino que
necesita que se cumpla la regla del isomorfismo, es decir, que existan similaridades estructurales, y
no analogías, entre el comportamiento de los objetos de ambas disciplinas (Psicología y
Matemáticas) que hagan que las leyes que rijan a ambos objetos sean formalmente idénticas. Si se
intenta observar esto en la Psicología nos encontramos con una continua violación de este principio,
dándose, por el contrario una utilización abusiva de la cuantificación y de la matematización, donde
los números, casual o intencionalmente, aparecen sólo con una función nominal, arbitraria, o
culturalmente aceptada92 perdiendo así las propiedades que poseen como número y por tanto
dejando de pertenecer al campo de las matemáticas.
- Por otra parte, si la anterior relación entre Psicología y Matemáticas fuera idílica (algo poco
probable), es decir, si los criterios de isomorfismo se cumplieran, el hecho en sí de utilizar los
modelos matemáticos y la cuantificación no garantiza para nada que de lo que estemos hablando
sea una ciencia, porque, como se desprendía de la definición de ciencia que expuse anteriormente,
el método debe quedar determinado por el objeto de estudio y no al revés.
Algo parecido ocurre con la otra vaca sagrada de la Psicología científica: la experimentación. Así la
Psicología es una ciencia porque es capaz de utilizar el método experimental en su quehacer, es decir, es
capaz de controlar, modificar, predecir, etc. su objeto de estudio. Pero, ¿qué función cumple la
experimentación dentro de la Psicología? ¿Genera conocimiento? ¿Es un método de descubrimiento?
¿Genera criterios para elegir variables a analizar? No, generalmente, se limita a determinar
regularidades. De lo anterior sólo puede encargarse una teoría científica bien articulada.
Como vemos, tanto la cuantificación como la experimentación por sí solos no proporcionan el estatus de
cientificidad, ya que no es el método lo que constituye a una ciencia, sino el proceso de ruptura
epistemológica al que hice mención anteriormente.
Pero como antes dije la Psicología académica e institucional aporta dos tipos de argumentos en defensa
de su estatus científico. (Y el primero). El segundo grupo de argumentos se refieren a que los
numerosos logros técnicos que la Psicología ha conseguido y a las numerosas funciones que cumple en
la sociedad son razones de peso para considerar a la psicología como una ciencia. Estas razones, no
obstante, no aportan nada a favor de la Psicología como ciencia, sino que la presentan como una práctica
técnica, siendo esta última un conjunto de prácticas que implican transformaciones en una materia prima
para obtener un producto, respondiendo a una demanda ajena a la técnica en sí. Así la técnica no está
aislada ni es neutra, sino que es un efecto de tal demanda, que a su vez queda definida por el orden
social imperante. ¿Y cuál es esa demanda de la cual es efecto la Psicología actual imperante? Pues la
necesidad de un tipo de hombre/mujer adaptado/a. Adaptado en el trabajo, en la familia, en la escuela, en
la sociedad, etc., pero, adaptado en el sentido biológico del término, es decir, que acepte su ―entorno‖ y
92
(véase edad cronológica, etc.)
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que se limite a saber responder bien a los estímulos. Porque éste es el ser humano que nos muestra una
Psicología que nos es Psicología sino Biología; una Psicología que no rompe con lo aparente y la explica
sino que lo presenta como la verdad científica, causa y efecto a la vez, realización de lo real; una
Psicología que no es ciencia sino Ideología, ideología en sentido epistemológico, pero que insertada
como práctica técnica en el cuerpo social comienza a cobrar sentido como ideología dentro del discurso
político, esto es, como representaciones deformadas de la realidad que una clase o grupo necesita para
justificar el orden existente de las cosas, un estado de dominación.
Así la Psicología necesita, al menos, tener la apariencia de una ciencia ya que, de esta manera, la
demanda a la cual responde no queda de manifiesto y sus saberes y aplicaciones, por una parte
muestran al ser humano que es necesario mostrar y, por otra, aportan un producto necesario (trabajador
sumiso, ciudadanos consumistas, personas normalizadas, etc.) para mantener el estatus quo.
EPISTEMOLOGÍA 81
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Introducción
El propósito del presente recorrido es aportar ideas que ayuden a esclarecer algunos de los problemas
visibilizados en la producción de discursos y saberes de nuestra disciplina, con el objetivo de contribuir a
la reflexión y desnaturalización de concepciones sobre las que se ha basado su entretejido teórico y
poder hacer visible un espacio epistemológico de la Psicología.
Creemos necesario instalar algunas reflexiones sobre la fragmentación y diversidad del conocimiento
psicológico como así también sobre la controvertida identidad de la disciplina para poder entenderla como
una práctica social y discursiva.
Tenemos la intención de dilucidar algunas de las razones probables por las que la historia de las
producciones teóricas y prácticas realizadas en el campo de la Psicología, como así otros conocimientos
de las ciencias sociales y humanas surgidas en los siglos XIX y XX, han quedado cuestionadas en su
calidad de conocimientos científicos según posturas epistemológicas de su tiempo.
Consideramos además algunas teorías y escuelas psicológicas que construyeron discursos no debatidos
ni cuestionados porque resultaron confiables para los parámetros epistemológicos de su época y
trataremos de analizar algunos motivos de esta aceptación.
Intentamos revisar la construcción de discursos en la Psicología desde posibles conexiones con formas
y/o espacios de poder. En concordancia con este objetivo partimos de la premisa que en distintas épocas
los saberes valorados como científicos estuvieron relacionados con espacios de poder.
En este sentido seguimos al filósofo francés Michael Foucault (1926-1984) quien opinó que los discursos
sustentables existirían por estar avalados por determinadas formas de poder. Los discursos según
Foucault (1973 citado en Terán, 1995, p. 99) están conformados por un conjunto regular de hechos
lingüísticos en determinado nivel y polémicos y estratégicos en otro. Para el autor los saberes no
obtienen verdadero reconocimiento si carecen de dispositivos de poder que los sustenten. Siguiendo esta
línea, el autor aclara que: si bien Saber y Poder son muy diferentes, en la práctica social nunca funcionan
separados el uno sin el otro.
Por otra parte, desarrollamos algunas posturas epistemológicas que discuten sobre la naturaleza de la
ciencia y mantienen entre sí posturas diversas y a veces controvertidas sobre esta temática.
Aclaramos que no pretendemos realizar más que un breve recorrido ya que un análisis exhaustivo
excedería el propósito de este trabajo, que tiene como objetivo aportar algunas reflexiones introductorias
sobre el espacio epistemológico de la psicología.
93
Tomado de: Adriana Sulle. Materialespsi…
EPISTEMOLOGÍA 82
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Identidad de la Psicología
El nacimiento de la Psicología fue producto de la separación del conocimiento filosófico en dos líneas de
pensamiento: una racionalista, sostenida en el dualismo y el intelectualismo y la otra empirista, fundada
en la experiencia y la asociación. La psicología surgió con la convergencia de estos dos enfoques. La
mayoría de los historiadores de la disciplina acuerda que sus inicios fueron en el año 1879, en la
Universidad de Leipzig, Alemania, de la mano de Wilhelm Wundt (1832-1920) quien fundó el primer
laboratorio experimental que tuvo como objeto estudiar los procesos psicológicos básicos. La constitución
de esta Psicología experimental posibilitó investigar en forma directa la relación entre los fenómenos
mentales y los físicos.
Cuando se instituyó la Psicología como disciplina se pensó que sería posible abordar el estudio de los
procesos psicológicos con experimentos que copiaran las técnicas utilizadas por las ciencias naturales
según el positivismo que era paradigma de la ciencia de la época pero, como desarrolla (Colombo, 2000)
hubo diferencias desde los comienzos de esta historia en el uso de métodos. El mismo Wundt tuvo
reservas en la utilización del método de la introspección para la investigación de los procesos
psicológicos superiores como el pensamiento, memoria, sentimientos, etc. pero no lo descartó para los
procesos básicos como la percepción
En esta misma historia encontramos otros autores, uno de ellos Wilheim Dilthey, sostuvo que la
Psicología debía abandonar la búsqueda de leyes generales para abordar los procesos psicológicos del
hombre y que el esfuerzo debía ponerse en lograr una Psicología que capte la complejidad única del
individuo. Dilthey creía firmemente que no podía reducirse la complejidad de la naturaleza humana a
tiempos de reacción medidos cuidadosamente o a relatos introspectivos detallados como pretendía la
psicología experimental.
Si bien ha habido muchos cambios en la historia de la Psicología desde los tiempos de Wundt y Dilthey,
estos dos enfoques han prevalecido generado psicologías explicativas y/ o psicologías descriptivas. Fue
común en las primeras décadas del siglo XX encontrar numerosos trabajos que hacían referencia a esta
diversidad, expresada como ―crisis de la psicología‖ Stern, (1900) que describe las discusiones, objetos,
métodos, status, supuestos teoréticos y relevancia práctica de la psicología. Por otra parte encontramos
autores, como señala Cole, (1999 p. 42) que trataron de ―reconciliar las afirmaciones contrapuestas de la
ciencia natural y la ciencia humana‖ buscando puntos de contacto entre estos enfoques.
Si revisamos las versiones de la historia de la psicología que aparecen en diferentes textos descubrimos
que el vocablo psyché, ha sufrido transformaciones semánticas y se ha encarnado en diferentes objetos,
conceptos y significaciones, aludiendo a distintos fenómenos como: mental, psíquico, conciencia, sentido
interno, cognitivo, inconsciente, conocimiento, etc. Los diferentes sentidos se expresaron en posturas,
enfoques, escuelas, teorías, que en general trataron de objetivar, en mayor o menor medida, el estudio
del campo de lo psicológico.
La psicología de los años 20 y 30 se caracterizó por lo que se llamó la lucha de las escuelas, donde las
producciones se oponían entre sí y cada una aspiraba a ser ―la Psicología‖. Todo esto ocasionó que el
proceso histórico de la psicología estuviera impregnado de polémicas, discusiones, que obraron una
controversia en su identidad, no pudiéndose en muchos caso superar el conflicto instalado en algunos de
sus autores acerca de su ubicación en el campo del conocimiento.
¿Dónde podríamos incluir la psicología, dentro de las ciencias naturales o de las ciencias sociales? Esta
pregunta nos introduce en algunos de los problemas epistemológicos a que se ha enfrentado la disciplina.
Si incluimos a la psicología dentro de la Ciencias Sociales encontramos un problema, en estas ciencias
no existe consenso acerca de la definición de su objeto de estudio e incluso existen diversidades en las
tareas de investigación entre las diferentes disciplinas que las integran: Ciencias de la Educación,
Sociología, Antropología, Historia, Psicología, etc. Si tomamos por ejemplo: el concepto ―hombre‖ como
objeto, es una categoría tan amplia y peculiar, que es abordable desde variadas y múltiples perspectivas:
su cultura, su lenguaje, su pensamiento, su interacción social, su conciencia, etc.
EPISTEMOLOGÍA 83
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Hemos visto que una característica de la Psicología es su pluralidad, diversidad tanto de objetos, como
de métodos, por lo que incluir la psicología dentro de las Ciencias Naturales, significaría acotarla a una
¨unidad¨ cercana a un ideal de conocimiento objetivo y valorado socialmente como científico, pero
plantearía un problema difícil de resolver en el heterogéneo espacio de lo psicológico.
Por otra parte en el caso de la Psicología, parece importante destacar: ¿es posible abordar como objeto
de estudio la conciencia, los procesos psicológicos o la actividad mental, del mismo modo en que se
estudian los seres vivos o los astros? esta pregunta nos conlleva a delimitar brevemente posturas
epistemológicas que nos ayuden a entender los discursos y producción de saberes dentro del
denominado Campo de lo Psi. Con esta expresión se hace referencia al conjunto diverso y heterogéneo
de posturas teóricas, escuelas, marcos epistémicos que surgieron en la Psicología durante el siglo XX
con el propósito de explicar, describir y / o comprender la actividad psicológica.
¿Epistemología o Epistemologías?
Para acercarnos a reflexionar sobre el espacio epistemológico de la Psicología se hace necesario acordar
qué se entiende por epistemología y si es posible hablar de epistemología o de epistemologías.
El epistemólogo Klimovsky, (1994) refiere a la epistemología como un estudio sobre las condiciones de
producción y también de validación del conocimiento que se considera científico. Siguiendo la postura de
Klimovsky entendemos la epistemología como una disciplina que adoptaría una postura de vigilancia
crítica y de observación a todo el campo de producción de la ciencia. La tarea del epistemólogo, sería
examinar de la forma más objetiva posible cada teoría o conocimiento y preguntarse sobre la credibilidad
de lo que afirman los científicos.
Por otra parte es pertinente aclarar que no existe unidad en epistemología pudiéndose adoptar diferentes
posturas. En este sentido se puede hablar de epistemologías con diferentes matices que discuten sobre
la naturaleza de la ciencia manteniendo entre sí posturas diversas y a veces controvertidas. Encontramos
epistemologías convenientes a los modos de producción del conocimiento científico de las ciencias
naturales que abordan objetos directos y empíricos, influenciadas por el Empirismo con pregnancia en el
ámbito de producción anglosajón.
En esta línea abordamos dos posturas: el Positivismo y el Neo Positivismo, que integran las llamadas
Epistemologías naturalistas o explicativas y comparten la idea de que el conocimiento científico es un
saber continuo, acumulativo y lineal, derivado o bien de la observación o de problemas que deben ser
justificados.
Pero además existen posturas epistemológicas que posibilitan abordar formas de conocimiento específico
de las ciencias sociales y humanas, en algunos casos incluyen lo histórico como dimensión y destacan la
importancia de lo subjetivo, como el Historicismo de Dilthey, en Alemania.
Además líneas que proponen el conocimiento de manera indirecta, discontinua, con objetos teóricos,
abstractos y posibles de construir con el pensamiento, como el Racionalismo Dialéctico de Bachelard, en
Francia. Estas últimas posturas son importantes para analizar porque permiten encontrar espacios
epistemológicos y posibilitan formas de validación de producciones y discursos de la psicología como así
también de otras ciencias sociales y humanas.
Positivismo
El término Positivismo fue acuñado por Augusto Comte (1798-1857) y se originó en el rechazo a la
metafísica y la especulación en filosofía, defendiendo la aplicación de los métodos de las ciencias
naturales como los únicos válidos. Permitió una separación entre lo que llamaron conocimiento científico
de lo que no lo era. Definieron una forma de conocimiento científico, cuyas funciones principales eran la
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observación de los hechos, la descripción y la formulación de leyes que expresaran los fenómenos. Se
basaron en la Lógica Inductiva, un saber que generaliza a partir de proposiciones particulares.
La influencia de la Filosofía Positivista en la Psicología de la última mitad del siglo XIX, ha sido
determinante en su desarrollo inicial como ciencia empírica y experimental. Autores como Wundt, Kulpe,
Titchener, son exponentes claros del intento de realización de una psicología según el paradigma
Positivista.
Otro ejemplo de comienzos hasta mediados del Siglo XX, fue el Conductismo. Esta teoría que en
diferentes variantes fue hegemónica en los EE.UU., pretendió ser objetiva, experimental e intentó reducir
la psicología a una ciencia natural. Si analizamos el Conductismo, bajo el prisma de relaciones Saber y
Poder, vemos que su hegemonía se debió a su cercanía al conocimiento considerado confiable por
prácticas sociales de la época urgidas de teorías efectivas que modificaran conductas y permitieran
―adaptar‖ a los individuos a una sociedad en plena transformación capitalista finalizada la primera guerra
mundial.
Neo Positivismo
Entendemos por Neopositivismo a las posturas epistemológicas surgidas a partir del llamado Círculo de
Viena (1930), como críticas al Positivismo. Para estos modelos, la ciencia no parte de la observación,
sino de la resolución de problemas. Estos problemas se definen por el estado de conocimiento de la
ciencia en determinada momento, que aun no tienen respuesta pero que pueden ser explicados con
procedimientos de la ciencia. Frente a un problema el científico elaborará hipótesis como intentos de
solucionar los que se quiere investigar, lo que será necesario contrastar.
Uno de sus principales exponentes fue Karl Popper (1902-1994) quien se apoyó en el Método Hipotético
Deductivo. Su epistemología se basa a grandes rasgos en:
Antiinductivismo: No hay fundamento lógico para derivar enunciados universales de enunciados
particulares, se oponen a la lógica inductiva. Popper propone el método deductivo de la puesta a
prueba y critica el inductivismo
Carácter Hipotético del Conocimiento Científico: El conocimiento científico no puede verificarse
positivamente de forma alguna, todos los enunciados son suposiciones, cuya verdad es una
conjetura provisoria.
Falsacionismo Metodológico: Las teorías científicas al ser hipótesis, deben ser refutables,
falsables para tener estatuto de ciencia. Se reconoce como científica toda proposición susceptible
de ser puesta a prueba. En el caso de que no se puedan refutar, se mantendrán como la mejor
explicación que se puede tener hasta ese momento.
Transcurriendo la segunda mitad del siglo XX, la naciente Psicología Cognitiva, utilizó la analogía ―Mente
Procesador‖ para explicar el funcionamiento mental de forma experimental a través de un modelo posible
de formalizar, conforme a los requisitos de producción del conocimiento científico del Empirismo Lógico,
valorado y considerado confiable por los dispositivos de Saber Poder de la época en el ámbito
anglosajón. Al respecto dice Estanny, A (1999 p. 160) ―La teoría computacional proporcionó una garantía
de que la imaginación teórica no excede los límites de la posibilidad física y las demostraciones
experimentales mostraron un caso convincente de que las ideas computacionales podían aplicarse a los
seres humanos‖.
Historicismo
A fines del siglo XIX surge un movimiento en Europa de fuerte raíz antipositivista que defendió el espacio
de la creatividad, la producción de la cultura, la libertad, la moral, etc, representado por el espiritualismo
alemán, a través de Dilthey (1833-1911) con el Historicismo. Para este autor la investigación de las
ciencias humanas y sociales, era básicamente histórico - cultural. El hombre pasó a ser un punto de
EPISTEMOLOGÍA 85
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
intersecciones múltiples entre la sociedad, la época en que vivía y la historia universal, tal como lo
expresa en su tesis sobre lo que el hombre es, que sólo se lo puede experimentar a través de la historia‖
Esta postura reclamó un enfoque propio para las ciencias sociales, otorgando un papel importante al
sujeto cognoscente que con su experiencia personal forma parte del objeto de investigación inserto en
una perspectiva histórica.
Dilthey fue un crítico de la psicología académica de finales del siglo XIX, representada por Wundt y sus
seguidores, el proponía construir una Psicología Descriptiva que pudiera captar la complejidad de lo
humano con todas su particularidades e idiosincrasias, comprendiendo la vida psíquica desde el terreno
individual. Creía que la psicología podía servir como ciencia fundadora de todas las ciencias humanas. La
empresa de la psicología no debía concentrarse en experiencias de laboratorio ya que estas resultaban
parciales fuera del contexto en que ocurrían, rechaza así los enfoques explicativos que según su opinión
abarcaban solo una parte de la vida mental.
La psicología para Dilthey tenía que estar subordinada a un enfoque histórico social, que se basara tal
como lo describe Cole, M (1999 p. 41) ―en un análisis de los procesos mentales de la vida real, incluidos
tanto los procesos recíprocos entre las personas como los pensamientos de los individuos‖. Este punto
de vista propició una descripción psicológica adecuada y completa que posibilitaba captar la complejidad
de la naturaleza humana desde una dimensión histórica, reconociendo relaciones entre la experiencia
personal del sujeto que conoce y el objeto a conocer.
Podemos observar que en este enfoque la comprensión de la realidad se hace visible a través de lo
histórico, teniendo una gran diferencia con las epistemologías naturalistas desarrolladas en los puntos
anteriores que proyectaban el conocimiento como el producto de una relación pura entre un objeto y un
sujeto imparcial y aséptico.
Definió obstáculos como entorpecimientos y confusiones que aparecen en el acto de conocer que sólo
serán superados con la creación de nuevos conceptos que permiten construir teorías diferentes de las
que se ha partido. Discriminó tipos de obstáculos entre ellos:
a) Experiencia Básica: La observación aparece concreta y accesible, por lo que se cree que
describiéndola se la comprende. El conocimiento empírico está cargado de valoraciones
sensibles que impiden la abstracción. Pero entre la observación y la experimentación no hay
continuidad sino ruptura.
EPISTEMOLOGÍA 86
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
b) Opinión: La asoció con el uso, la utilidad, un acercamiento al objeto que impide su conocimiento,
esto es poder pensarlo en términos abstractos. Para conocer es necesario destruir la opinión y
pensar en términos abstractos.
Otro concepto importante para el autor es el de vigilancia epistemológica, sin la cual es imposible la
actividad científica. Vigilar significó ir de lo real a lo artificial, de la representación a la abstracción.
La epistemología racionalista aceptó como válidos los objetos construidos racionalmente, superando los
obstáculos del pensamiento y del engaño de valerse de la observación y de la experiencia como método
fiable de las ciencias naturales.
Bachelard también introduce el concepto de ruptura epistemológica. Una ruptura se produce cuando en
una teoría se advierten relaciones que no corresponden con ese campo teórico, lo que a veces lleva a
construir una teoría decididamente diferente sin ningún punto en común con la anterior.
Para que se entiendan mejor algunos conceptos de esta teoría lo ilustraremos con el nacimiento del
Psicoanálisis de la mano de Sigmund Freud (1856-1939) En sus primeros momentos Freud fue
advirtiendo dificultades en la neurología para explicar problemas psicológicos en los que estaba
interesado. Experiencias con sus pacientes lo llevaron a superar obstáculos epistemológicos
(provenientes de sus opiniones, experiencias básicas, formación profesional previa) y así poder
configurar algunas primeras nociones que le posibilitaron entender y aliviar a sus pacientes.
Posteriormente lo llevaron a la creación, construcción de conceptos nuevos que no tenían ya ninguna
relación con el discurso médico neurológico del que partió. Así con el tiempo llegó a constituir el universo
teórico del Psicoanálisis.
Conclusiones
Hemos visto como la influencia de posturas epistemológicas se vio reflejada en la pretensión de explicar y
objetivar la producción de conocimientos en la Psicología, aunque el transcurrir de más de un siglo de
historia en su haber, con prácticas, discursos, teorías, escuelas ya es a nuestro entender, infructuoso
plantear polémicas acerca de la cientificidad de la Psicología. La Psicología, según señala Rosa, (2004)
se halla en una encrucijada entre disciplinas diferentes las ciencias humanas, las sociales y las naturales
y sus funciones serían hacer de interfaz entre ellas.
Ubicamos la Psicología como una disciplina productora de saberes y creemos necesario alejarla de la
sospecha acerca de sus criterios de cientificidad según un modelo hegemónico de conocimiento científico
que respondió a dispositivos de saber poder.
La Psicología como otras ciencias sociales, en muchos casos trató de cumplir con requerimientos
epistemológicos considerados confiables y avalados por Dispositivos de Saber Poder. El epistemólogo de
las ciencias sociales Shuster, F (1995 p. 11) al respecto escribe: ―La epistemología (...) de la ciencia
durante mucho tiempo apareció como un esquema prefijado que nos daba recetas para operar
científicamente y siempre se ha recurrido a la epistemología bajo esta guía milagrosa, casi alquímica que
nos convierte en legos e inexpertos científicos‖.
EPISTEMOLOGÍA 87
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Nos parece oportuno como reflexión apelar a un párrafo de Emmanuelle, E (2002 p.49) quien
oponiéndose al modo hegemónico de conocimiento del positivismo que buscó la homogeneidad en la
unidad, la verdad o la falsedad como sistema binario, nos propone como alternativa: ―Resituar hoy el
campo psi sin anhelos de demarcación de ciencia unitaria (...) sino como discurso, como campo de
saberes y prácticas (...) cuyas objetivaciones heterogéneas atraviesan umbrales diversos... ¨
Actividad didáctica
1) Haga un glosario de los términos nuevos.
2) Delimite los aspectos que no llega a comprender por desconocimiento de algún tema.
3) Resuma los aspectos fundamentales que aborda el texto.
4) Sintetícelos.
5) ¿Cuáles son las interrogantes más sugestivas que se haría del mismo?
6) ¿Cómo se las responde?
7) A qué conclusiones ha llegado ha llegado con la lectura de este texto.
EPISTEMOLOGÍA 88
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Carnap, representante del positivismo lógico, era partidario de concebir el conocimiento científico como
una estructura racional que hiciese posible determinar si una hipótesis es apoyada lógicamente por la
evidencia empírica. La epistemología debe reducirse a la distinción entre lo verdadero y lo falso, o sea, a
un plano estrictamente gnoseológico y de esta manera desentenderse de los determinantes sociales e
históricos que influyen sobre la ciencia.
A estos puntos de vista se oponen Kuhn, Feyerabend, Hanson, Toulmin en la década del 60 y otro grupo
de teóricos que surgen a partir de la década del 70, cuyos criterios fundamentales son los siguientes: 1)
la epistemología debe fundamentarse en el estudio de la historia de la ciencia y de los determinantes
sociales del conocimiento científico; 2) la actividad científica no puede ser reducida al estudio de la
cognición y debe incluirse la consideración de los fines y necesidades sociales a los cuales responde la
ciencia; 3) mientras el empirismo lógico se empeña en la búsqueda de la objetividad y en la exclusión de
los factores subjetivos, el pos positivismo destaca la importancia del sujeto y de los factores subjetivos en
la ciencia. (Nuñez, J., 1999).
94
Diego Jorge González Serra. Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona. Revista cubana de
Psicología. v.19 n.2. La Habana 2002.
EPISTEMOLOGÍA 89
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
El tema fundamental de la obra de Foucault es la relación entre saber y poder. El poder produce cosas,
induce placer, forma saber, produce discursos y hay que considerarlo como una red productiva que pasa
a través de todo el cuerpo social y no debe ser considerado solo como el poder represivo del estado. El
poder es condición de la posibilidad de discursos, es constitutivo de su existencia. Esto quiere decir que
el saber de que se enorgullecen científicos o expertos no es objetivo o neutro, sino producto de
relaciones de poder. La voluntad de saber implica un proceso de dominación sobre los objetos y sobre los
hombres. (Olmedo, F. y Rojas, C., 1999)
Aunque el cientificismo positivista ha ejercido una gran influencia en psicología y en los métodos de
investigación de esta ciencia, grandes psicólogos del siglo XX como Freud, Piaget, Maslow, Rogers y
otros han expresado las posiciones no positivistas en psicología.
En las últimas décadas del siglo XX la concepción positivista ha perdido influencia y ha tomado fuerza la
reflexión epistemológica liberada de ese paradigma en psicología y ciencias sociales. Este es el caso,
entre otros, del constructivismo como epistemología, del construccionismo social y de la epistemología
cualitativa. (González, F., 1996, 1997).
La idea central del constructivismo es que el conocimiento es una construcción del investigador y no es
determinado directamente por los datos empíricos. Así se opone radicalmente al positivismo. En cuanto a
su posición respecto a la teoría materialista del reflejo, los constructivistas se dividen en radicales y
críticos. Los radicales son agnósticos, afirman que no es posible conocer una realidad que existe fuera de
la conciencia, mientras que para los constructivistas críticos la realidad es parte de una forma u otra del
conocimiento. Pero ni la una ni la otra forma del constructivismo aceptan que la realidad exista fuera del
conocimiento y lo determine como un reflejo. Los constructivistas niegan que el criterio de verdad radique
en la verificación empírica, pues ven la validación del conocimiento en la propia elaboración teórica, por
ejemplo, mediante la consistencia interna con las estructuras existentes del conocimiento y el consenso
social entre los investigadores. En consecuencia, confieren una importancia fundamental a la
investigación teórica.
El construccionismo social es otra concepción epistemológica anti positivista para la cual la sustancia del
mundo social son las conversaciones, las que define como sistema de actividades conjuntas.
Para todos los autores construccionistas el mundo social no es una realidad que exista por sí misma, sino
la trama actual de nuestro sistema de acciones, o sea, vivimos en un mundo que permanentemente
construimos. El construccionismo social es agnóstico pues afirma que el sentido de objetividad es un
logro social, o sea, para considerar algo verdadero es necesario que los otros hayan llegado a igual
conclusión. La objetividad se alcanza mediante una coalición de subjetividades. La teoría no es un reflejo
de lo externo, sino uno de los elementos constitutivos de la realidad social en que ella se construye.
Enfatiza el papel activo de la teoría en la construcción de la realidad.
Entiende que el conocimiento no se verifica en los hechos. No acepta la validación empírica como
legitimación del conocimiento. La ciencia es resultado de la negociación entre sus actores en sus
discursos interactivos. La adecuación del conocimiento se alcanza en su coherencia, su utilidad, su
inteligibilidad, y en las operaciones que permite realizar, pero no en su verificación empírica.
En dos recientes libros Fernando González (1996; 1997) ha expuesto de manera explícita sus
concepciones epistemológicas. La epistemología cualitativa desarrollada y expuesta por F. González es
una concepción constructiva e interpretativa de la producción del conocimiento que ha surgido
íntimamente unida a la investigación psicológica de la personalidad realizada por él. Pensamos que por
ello resulta una elaboración personal de este autor que refleja las condiciones concretas de su labor
científica.
Su punto de vista fundamental es que el conocimiento psicológico no puede ser un reflejo directo, una
copia isomórfica y lineal de los datos empíricos y cuantitativos, dispersos e inconexos, sino que debe ser
una interpretación y construcción del investigador, el cual, apoyándose en todos los datos y métodos
(entre los cuales tiene una importancia fundamental la comunicación con el sujeto investigado) descubre
la estructura o configuración de la subjetividad y el sentido de cada dato o elemento.
Las concepciones de F. González (1996, 1997) expuestas en estos libros han despertado en nosotros el
deseo de reflexionar acerca de cuestiones fundamentales de la epistemología psicológica que
abordaremos en este trabajo.
La epistemología marxista surgió a mediados del siglo XIX y su primer documento de mayor importancia
se encuentra en las tesis de Marx sobre Feuerbach (Marx, C., 1955 p.397) en cuya segunda tesis se
afirma algo decisivo y rotundo: "El problema de si al pensamiento humano se le puede atribuir una verdad
objetiva, no es un problema teórico sino un problema práctico. Es en la práctica donde el hombre tiene
que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento. El litigio
sobre la realidad o irrealidad de un pensamiento aislado de la práctica, es un problema puramente
escolástico." En esta tesis Marx afirma que es posible la verdad objetiva, o sea, el conocimiento de la
realidad y que su criterio de validez está en la experiencia práctica. Estos postulados de Marx fueron
totalmente apoyados por otra gran obra de la epistemología marxista que fue Materialismo y
Empiriocriticismo de V.I. Lenin (1956). Pero el énfasis en la experiencia práctica como criterio de verdad
no niega la gran importancia que el marxismo confiere a la teoría y que se expresó en el empeño que
pusieron Marx, Engels y Lenin en el método dialéctico de pensamiento, en la lógica dialéctica. La unidad
de teoría y práctica es un principio cardinal de la epistemología marxista.
La psicología soviética, en la persona de destacados psicólogos entre los cuales tienen la primacía L.S.
Vigotski y S.L. Rubinstein, asumió la tarea de expresar en la investigación psicológica estos principios
epistemológicos del marxismo.
S.L. Rubinstein (1964) fue partidario de emplear tanto los métodos de la auto observación (cuestionarios,
entrevistas, etc.) como los de la observación externa, entre los cuales confirió importancia al método
experimental. Los datos de la vivencia deben ser interpretados en función de los de la observación
externa. A su vez esta última debe ir dirigida al descubrimiento de su contenido psicológico interno. Tanto
la vivencia interna como la observación externa son datos fenoménicos iniciales a partir de los cuales la
investigación psicológica descubre su auténtico objeto. Así fundamentó teóricamente la unidad del
método experimental con el clínico.
La epistemología marxista en psicología fue también desarrollada en Francia, en los trabajos del
psicólogo Henri Wallon (1963) y otros investigadores. En Latinoamérica debe señalarse, entre otros, la
obra de Alberto Merani (1968). En Cuba el libro "Experimentos e Ideología" de Diego González Martín
(1960) fue la primera obra de la psicología marxista cubana.
Hace más de quince años publicamos un libro (González, D.J. 1984) sobre epistemología psicológica
inspirado en la filosofía marxista leninista, pero nuestro propio trabajo actual y recientes publicaciones
sobre este tema nos obligan a volver a él.
Respondiendo a los puntos de vista de la epistemología marxista y también al énfasis puesto en el ideario
de José Martí (véase González, D.J., 1999) en el rol activo y creador de la subjetividad y de la moral,
hemos planteado una posición epistemológica que llamamos la psicología del reflejo creador. (González,
D.J., 1997, 2,000). Nuestro criterio fundamental es que la psiquis humana y el conocimiento científico son
un reflejo de la realidad objetiva, pero también una creación subjetiva de sí mismos, de la realidad
EPISTEMOLOGÍA 91
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
percibida y pensada y de la cultura; a la vez que establecemos un estrecho vínculo entre la epistemología
y una ética orientada a la formación masiva de un ser humano espiritualmente superior en altruismo,
creatividad, independencia, conocimientos y voluntad.
III. Las tres grandes orientaciones teóricas de la epistemología en los siglos XIX y
XX.
En todas sus variantes, las POSICIONES EPISTEMOLÓGICAS ANTI POSITIVISTAS, que rechazan el
empirismo positivista de manera absoluta, muestran, sin embargo, las siguientes características
generales:
conciben que el conocimiento está basado en la interpretación del sujeto (individual o/y social);
niegan que el conocimiento sea un reflejo o copia de la realidad objetiva que existe fuera de la
conciencia;
plantean que la elaboración teórica o interpretación a partir de los hechos resulta fundamental y es la
que le confiere sentido a estos últimos;
otorga especial preferencia e importancia a la investigación cualitativa, aunque algunos teóricos son
partidarios de combinarla con la cuantitativa; y
los anti positivistas, por lo general, expresan las posiciones del humanismo idealista centrado en la
problemática espiritual y social del ser humano.
Como puede observarse el humanismo científico sintetiza, supera críticamente e integra a un nivel
superior lo valioso, tanto del positivismo como de las posiciones anti positivistas. El marxismo defiende
que el conocimiento tiene un contenido objetivo y se verifica en la práctica (coincide con el positivismo en
la importancia de la verificación empírica y la predicción científica), pero también destaca la necesidad de
la interpretación teórica, la unidad de ciencia e ideología, de la verdad absoluta y relativa y el carácter
histórico y social del conocimiento, con lo cual puede desarrollar igualmente los aspectos contenidos en
la epistemología anti positivista. De aquí las enormes potencialidades del pensamiento marxista leninista
en cuanto a la asimilación crítica de lo valioso que aporta una y otra corriente de la epistemología.
El positivismo y el anti positivismo coinciden en rechazar la teoría materialista del reflejo la cual afirma
que el conocimiento científico es una imagen de la realidad objetiva que existe fuera de la conciencia y en
esto se contraponen al humanismo científico. Sin embargo, el positivismo y el anti positivismo difieren
fundamentalmente en cuanto al énfasis que el primero pone en la verificación empírica y que el segundo
hace en la interpretación teórica.
Esta es una problemática central de la epistemología. Para el positivismo el criterio de la verdad está en
la verificación empírica, en la correcta y precisa generalización de los hechos. Para el anti positivismo la
verdad está en la calidad o naturaleza de la interpretación teórica. Para el marxismo la verdad está en la
correspondencia entre la teoría y los hechos de la práctica que Lenin (1964, p. 165) precisó diciendo: "De
la percepción viva al pensamiento abstracto, y de éste a la práctica: tal es el camino dialéctico del
conocimiento de la realidad objetiva".
En desacuerdo con el positivismo y el criterio de la práctica F. González (1996, 1997) se opone a que la
validación de toda teoría o hipótesis se encuentre en los hechos, o sea, en la verificación empírica. Para
este autor el saber se legitima en su propia construcción, las teorías no se validan ni se verifican en su
momento empírico. Las comprobaciones que se logran a nivel empírico no siempre representan un
criterio de validez de una teoría, pues las teorías solo son objetos de validez histórica, sobre la base de
su utilidad para el avance del conocimiento en un área concreta. Ve la correlación entre lo empírico y lo
teórico solo en el plano de la elaboración teórica, donde la construcción interpretativa tiene un rol activo y
creador y lo empírico es fundamentalmente un punto de partida.
Por nuestra parte pensamos que el sentido moral y humano de la ciencia es la predicción del decurso de
la realidad que nos permite cambiarla o adaptarnos a ella. Por ello el criterio de veracidad de la teoría
está, en última instancia, en la prueba, en la verificación empírica, en los hechos. Desde el surgimiento de
la ciencia esto es lo que la distingue de cualquier otra forma de la conciencia social. La diferencia entre
ciencia y religión, entre ciencia, de un lado, y literatura, pensamiento moral o político, etc. etc. del otro,
está en el carácter comprobado del pensamiento científico. Los conocimientos científicos son
fundamentados en hechos, en pruebas, han sido comprobados por la experiencia. Y debemos reconocer
la diferencia que existe entre la elaboración teórica y la verificación empírica y la necesidad de ambas. En
la elaboración teórica los hechos son el punto de partida y su interpretación engendra la hipótesis. Este
es el camino que marcha de la contemplación viva al pensamiento abstracto. Por el contrario, en la
investigación empírica las elaboraciones teóricas constituyen el punto de partida y son los hechos los que
EPISTEMOLOGÍA 93
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
le confieren o no el carácter de verdad. Este es el camino que va del pensamiento abstracto a la práctica.
La elaboración teórica es relativamente independiente de la verificación empírica, pero en última instancia
es reafirmada o rechazada por ella. No es correcto convertir el modelo de la elaboración teórica en el de
toda la ciencia y rechazar el modelo de la verificación empírica, pues el conocimiento científico surge en
la unidad dialéctica de ambos. Son necesarias tanto la construcción teórica como su verificación
empírica. Si repudiamos la construcción teórica caemos en las posiciones del positivismo. Pero si
rechazamos la verificación empírica simplemente nos vamos en la dirección del anti positivismo.
Para nosotros el conocimiento humano es un reflejo creador. Es reflejo porque parte de los hechos y se
confirma en ellos. Pero es creador porque requiere de una interpretación, de una construcción o creación
teórica que no es dada directamente por los hechos, sino elaborada por la subjetividad del científico. El
investigador crea la hipótesis, crea la teoría, pero los hechos se encargan de verificarla o refutarla.
En la contestación a esta pregunta los positivistas y los anti positivistas coinciden por lo general en dar
una respuesta negativa. Marx y Martí dan una respuesta positiva, es decir, la ciencia, el ser humano,
puede conocer la realidad objetiva que existe fuera de la conciencia. Los positivistas en todas sus
variantes y los anti positivistas por lo general rechazan el concepto leninista de materia como "la realidad
objetiva dada en las sensaciones que es copiada, fotografiada, reflejada por las sensaciones, pero que
existe independientemente de ellas". Para Lenin la materia es "la realidad objetiva que existe fuera de la
conciencia". (Véase Lenin, V.I. 1956, p. 109 y 234).
Como ejemplo de las posiciones positivistas tenemos el monismo neutral de Mach y Avenarius. Para ellos
los "elementos" que componen el mundo son físicos en una relación y psíquicos en la otra. Son a la vez
físicos y psíquicos.
Según nuestro criterio los objetos físicos, materiales, que nos rodean, existen fuera de la conciencia y no
existen afuera y adentro, no son materiales e ideales a la vez, pues no son creados por la conciencia,
sino que existen fuera e independientemente de ella. Los conceptos de externo (lo físico o material) e
interno (lo psíquico o ideal) surgen en virtud de una diferencia cualitativa que establecemos entre los
objetos materiales y los "objetos" ideales o psíquicos.
Las propiedades de los objetos materiales (percibidas o pensadas o no) se manifiestan en las
interacciones o cambios de dichos objetos y en consecuencia le pertenecen a ellos, son reales y
objetivas. Por ejemplo, una silla sirve para sentarse; un árbol puede cortarse y hacer con él leña; el sol
emite radiaciones, calor, luz; los electrones se manifiestan en la corriente eléctrica; los fotones en la luz;
la descomposición del núcleo atómico se evidencia en la radio actividad; etc. Por el contrario, aquellas
propiedades de los "objetos" ideales que son dadas en los procesos psíquicos como pertenecientes a
dichos objetos no se manifiestan en las interacciones y cambios de estos objetos y por tanto no le
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Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
pertenecen, son irreales y subjetivas. Por ejemplo, el "árbol" que nos representamos mentalmente no se
puede cortar ni de él hacer leña; igualmente el "sol" que aparece en nuestra imaginación no nos envía
radiaciones, calor, luz, etc.: la "mesa" que está contenida en el concepto de mesa no nos sirve para
apoyarnos y comer sobre ella; el "electrón" que está contenido en nuestro concepto jamás se manifestará
en la corriente eléctrica, etc. etc.
La materia es la realidad objetiva de los objetos materiales que son dados en nuestras sensaciones. La
materia es la realidad objetiva pura, separada de lo irreal y subjetivo, pues no los contiene, aunque en la
relación cognoscitiva es dada al ser humano en íntima unidad con lo subjetivo, pero esta unidad es una
contradicción o mediación externa de dos polos perfectamente separables: lo objetivo y lo subjetivo. Y
cuando decimos separables nos referimos al hecho indiscutible de que la naturaleza existió antes de la
subjetividad del hombre, de que dejamos de percibir un objeto o de pensar en él y sabemos que sigue
existiendo fuera e independientemente de nosotros.
Lo psíquico, la conciencia, es la realidad objetiva de los "objetos" ideales y consiste en ser imágenes
producidas por el cerebro que regulan la actividad y se expresan en ella y en sus productos. Pero esta
realidad objetiva está esencial e íntimamente unida a lo irreal y subjetivo que es el contenido de la
imagen. Lo ideal, la conciencia, es la unidad inseparable de la realidad objetiva (la imagen) y la irrealidad
subjetiva (el contenido de la imagen). Aquí la unidad de lo real y lo irreal, de lo objetivo y lo subjetivo, es
una contradicción interna en la cual sus polos son inseparables y están esencialmente unidos.
Lo psíquico es la realidad (la imagen producida por el cerebro que regula la actividad) íntima e
indisolublemente unida a lo irreal (el "objeto" representado en la imagen). Ser una imagen constituye la
realidad de lo psíquico, pero la imagen tiene inexorablemente como contenido un "objeto" irreal. En esto
radica la naturaleza ideal de la imagen, de lo psíquico, en la unidad indisoluble de lo real y lo irreal.
Los fenómenos psíquicos son ideales y subjetivos y a la vez una realidad objetiva tan cierta e importante
como el mundo material que nos rodea. Sin embargo, la diferencia cualitativa e irreductible entre lo
material y lo ideal es dialéctica. Entre ambos se produce una mediación que se da en el conocimiento
perceptual, en los objetos materiales percibidos e interpretados racionalmente, los cuales están
compuestos por dos partes perfectamente separables que son el objeto material y su reflejo perceptual e
interpretación racional que se presentan al sujeto en íntima fusión, como si fuesen el mismo objeto
material. Aquí se aprecia la naturaleza del conocimiento perceptual como un reflejo creador. El
conocimiento perceptual es un reflejo o imagen del objeto material que existe fuera e independientemente
de la conciencia y que surge en la actividad, pero en la medida en que se fusiona a él, lo crea, en cuanto
objeto percibido e iluminado por la conciencia.
En el contexto de esta comprensión teórica debemos diferenciar la realidad objetiva de la realidad para la
ciencia. La realidad para la ciencia es aquella parte o aspecto de la realidad objetiva que es reflejada y
contenida en el conocimiento científico, el cual se presenta irrealmente como si fuese dicha realidad y en
el lugar en que ella se encuentra, y que, por lo tanto, en la relación gnoseológica, para la cognición
humana, la realidad objetiva siempre está inseparablemente unida a éste conocimiento científico, a su
carácter relativo, aproximado, parcial y a los errores o falsedades que contiene en un determinado
momento histórico. Por lo tanto, la realidad para la ciencia es la unidad (indisoluble en el conocimiento,
pero no en el mundo existente) de una parte de la realidad objetiva y su reflejo subjetivo, aproximado, en
el conocimiento científico, el cual se presenta irrealmente como si fuese la misma realidad que refleja. La
realidad para la ciencia es la unidad indisoluble, en la relación gnoseológica, de la realidad objetiva más
su conocimiento científico que se presenta irrealmente como si fuese dicha realidad.
La ciencia no crea su objeto en cuanto realidad objetiva, por el contrario, lo refleja, lo copia, pero sí crea
su objeto en cuanto realidad para la ciencia. La ciencia no crea la realidad objetiva, sino que la refleja, la
copia, la descubre; sin embargo, sí crea la realidad para la ciencia.
Trataremos de ilustrar lo dicho de la siguiente manera. La realidad objetiva desconocida por la humanidad
es el mundo en la oscuridad, aunque se manifiesta en los hechos que sí son visibles o que pueden llegar
EPISTEMOLOGÍA 95
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a serlo. Existe, pero no la vemos. A partir de los hechos que se le ofrecen y que él obtiene, el científico
elabora un reflejo cognoscitivo, una representación, un sistema de conceptos, una teoría, que actúa como
si fuese un reflector que ilumina una nueva porción de la realidad objetiva. Ahora, en virtud del reflejo
cognoscitivo, sí la vemos, pues está iluminada. Así surge la realidad para la ciencia, que es aquella parte
de la realidad objetiva que está iluminada por el reflector de nuestro conocimiento. Ahora bien, dicho
reflector contiene impurezas, limitaciones y manchas, que nosotros vemos como si fuesen la realidad
misma y no lo son, pues pertenecen al reflector que la está iluminando.
En conclusión, no podemos aceptar que el objeto real, material, existe afuera y adentro y que es
construido por el sujeto. Nos oponemos al constructivismo epistemológico. El objeto material no es
engendrado por el sentido, por la interpretación psicológica que le otorga la subjetividad del científico o de
cualquier sujeto. El objeto material (y también la realidad psíquica de otra persona) existen fuera del
sujeto y se reflejan en él, dando lugar al conocimiento. Desconocer que el objeto físico es externo a la
conciencia y que la determina en cuanto imagen, lleva a no considerar cómo el mundo de las cosas y de
su distribución entre los seres humanos determina en última instancia la conciencia, lleva a ignorar la
actividad con objetos materiales como determinante de la psiquis y en consecuencia constituye una
negación del materialismo histórico.
Para F. González (1997 p. 132) "la categoría sociedad es similar a la de personalidad" y todo lo que en la
sociedad acontece "en el orden institucional, económico y político, se expresa en el nivel de constitución
de la subjetividad social". Para nosotros, la superestructura social (las instituciones y la conciencia social)
se encuentran al nivel de la personalidad, aunque ambas son diferentes, la superestructura es social y la
personalidad es individual; y para nosotros, todo lo que en la sociedad acontece opera en el contexto de
la interacción entre el ser y la conciencia social, entre la base y la superestructura.
Engels (1955, 493 - 494) reconoció que Marx y él no estudiaron adecuadamente la génesis de las ideas
sociales. Posteriormente el economicismo y el mecanicismo han lastrado el pensamiento marxista. Se
impone la tarea de desarrollar una teoría marxista de la subjetividad en sociología y psicología, pero esto
no autoriza a renunciar a las verdades fundamentales del materialismo histórico que indican con fuerza
que la vida material de la sociedad se refleja en la superestructura y condiciona en última instancia el
decurso de las ideas e instituciones sociales. La superación del economicismo y del mecanicismo no
puede llevarnos al extremo opuesto de verlo todo sólo a partir del auto movimiento de la subjetividad
social.
VI. ¿Existe una diferencia total y excluyente entre el método de las ciencias
naturales y el de las sociales?
Para el positivismo el modelo científico único debe ser el de las ciencias naturales. Sin embargo, para
otros pensadores no positivistas como Dilthey y Windelband existe una diferencia cualitativa entre la
metodología de las ciencias naturales y sociales.
Guillermo Dilthey (1833 - 1911) historiador alemán, planteó que hay una diferencia fundamental entre las
ciencias naturales y las sociales, a las cuales llamó ciencias del espíritu, y que obliga a diferentes
métodos de investigación. Las ciencias naturales buscan la explicación y las causas de los fenómenos.
En las ciencias sociales se requiere de la comprensión del espíritu humano a partir de la auto
observación, de la observación de las propias vivencias, es decir, de una interpretación del otro a partir
de nuestras propias vivencias, pues la lectura de ese mundo histórico hemos de hacerla en nuestro
propio espíritu. Dilthey propuso una psicología comprensiva liberada del carácter esencialmente
hipotético de la psicología científico -natural. Aquí se perfila una nota diferencial muy relevante entre la
psicología explicativa y la comprensiva. La comprensiva arriba a hipótesis que completan sus
indagaciones. La explicativa comienza con las hipótesis.
EPISTEMOLOGÍA 96
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F. González (1996, 1997), destacando la diferencia fundamental entre ciencias de la naturaleza y ciencias
del hombre, expresa que las ciencias sociales trabajan con un objeto que simultáneamente es sujeto del
proceso en que se produce el conocimiento sobre él; por tanto, la comunicación con dicho sujeto tiene un
papel esencial para las ciencias sociales y constituye el espacio dentro del cual el sujeto estudiado va
madurando y construyendo de forma cada vez más compleja su expresión, lo que es condición esencial
para el conocimiento que se construirá. Así aprecia el método de la psicología y la ciencia social como un
proceso progresivo de comunicación.
En oposición al positivismo y a Dilthey, y Windelband pensamos que entre el método de las ciencias
naturales y el de las sociales existen similitudes fundamentales (como son la unidad dialéctica de la
interpretación teórica con la verificación empírica, de lo individual y lo general y otras) e importantes
diferencias, pues en las ciencias sociales existe el valioso dato de la vivencia, de la comunicación, de la
introspección, de la auto observación. Pero no es posible establecer una diferencia absoluta entre la
naturaleza y la sociedad. Para Marx (1965, p. 109) "la sociedad es la unidad consumada en sustancia de
hombre y naturaleza". Por lo tanto, para las ciencias sociales y para la psicología tan importante es la
comunicación como la observación objetiva de la conducta, de las reacciones fisiológicas y de las
circunstancias externas que influyen sobre el ser humano. Es en la unidad de ambos datos (el que aporta
la comunicación y el de la observación externa) donde radica el método de las ciencias sociales y de la
psicología. Y como dice Rubinstein (1964) ambos son puntos de partida fenoménicos a partir de los
cuales es necesario descubrir la realidad esencial que en ellos se expresa.
El filósofo neo kantiano G. Windelband (1848 -1915) distingue entre ciencias de la naturaleza y ciencias
sociales o del espíritu, no por su objeto de estudio, sino por su método. La misma realidad empírica
puede ser considerada como naturaleza o como historia. Es naturaleza si la consideramos con respecto a
lo universal y a lo general, se convierte en historia si la estimamos con respecto a lo particular y a lo
individual. Así distingue entre ciencias nomotéticas que son las ciencias naturales, las cuales emplean el
método generalizador que consiste en formar conceptos generales y formular las leyes, y ciencias
ideográficas, que son las ciencias históricas que se interesan por los acontecimientos singulares en su
originalidad no repetida. Las ciencias naturales utilizan el método "generalizador", la historia describe los
hechos históricos singulares utilizando el método "individualizador".
Coincidiendo con Windelband en este aspecto, F. González (1996, 1997) destaca lo individual que, según
dice, tiene una significación fundamental dentro de las ciencias humanas. Para él lo singular representa
un momento esencial en el curso de la construcción del conocimiento para las ciencias del hombre. Cada
caso es consistente en sí mismo, es una unidad de análisis, en cuya unicidad comienza el proceso de
construcción de lo general, proceso esencialmente cualitativo que avanza dirigido por el investigador. Es
partidario de ir de lo individual al descubrimiento de lo general y no a la inversa.
Por el contrario, nosotros pensamos que es necesario marchar en ambas direcciones, de lo individual a lo
general y viceversa, pues la unidad de lo individual y lo general es un hecho fundamental tanto para las
ciencias naturales como para las sociales. No sería posible investigar lo individual si no partimos de los
conocimientos generales que tenemos y de las técnicas de diagnóstico que han sido elaboradas, más
bien es necesario utilizar nuestros conocimientos generales y técnicas de diagnóstico en el estudio de
cada individuo y someterlos cada vez a su verificación o superación sobre la base de su aplicación a la
comprensión del caso individual. Así, en la investigación de la personalidad de un sujeto es necesario
utilizar nuestros conceptos y concepciones generales y las técnicas de diagnóstico, que también se
basan en generalizaciones, y a partir de la diversidad de datos que tenemos sobre ese sujeto, descubrir
su individualidad. A su vez, ciertamente, a partir de lo individual se perfecciona y construye lo general.
EPISTEMOLOGÍA 97
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F. González (1996, 1997) destaca como objeto central de la psicología el descubrimiento de la estructura
o configuración subjetiva y en consecuencia del sentido personal que las cosas tienen para el sujeto. Su
énfasis en la teoría configuracional de la personalidad recuerda las concepciones de Dilthey y Spranger
quienes fueron partidarios del primado del todo sobre las partes y del descubrimiento del sentido. Ellos
emplearon el término comprensión, F. González emplea el término interpretación o construcción para
denotar lo mismo, o sea, el descubrimiento en un plano teórico de la configuración y del sentido. Según F.
González el individuo es un determinante del propio curso de sus experiencias mediante la construcción
de sus creencias y representaciones, de la toma de decisiones en el enfrentamiento a sus conflictos. Dice
que lo social, como la cultura, dejan de ser dimensiones externas para convertirse en internas, en formas
organizadas en las diferentes configuraciones subjetivas del sujeto individual. En el plano social o cultural
solo es relevante aquello que, por su sentido, puede ser integrado a la experiencia del sujeto, de actuar
como un elemento de sentido para sus configuraciones actuales. Una vez ubicado en términos de la
experiencia, lo asimilado puede tener una acción modificadora dentro de la propia subjetividad en la que
se configuró. Así, afirma que los determinantes económicos "actúan sobre la población en dependencia
de su sentido subjetivo, no como "cosa en sí"". (González, F. 2000, p.67). Estos son sus criterios.
De todo lo dicho se puede concluir el énfasis que este autor pone en la determinación interna o auto
determinación de la personalidad y del psiquismo a partir de las interpretaciones y del sentido que el
sujeto le confiere a la realidad. Por el contrario, entendemos que si bien es cierto y positivo destacar que
la estructura del psiquismo y de la personalidad determina el sentido, también debe reconocerse la
dirección contraria, o sea, cómo la acumulación de elementos o contenidos psíquicos procedentes del
reflejo del mundo externo, social, llega a transformar la estructura y en consecuencia, el sentido. Para
nosotros el determinismo del psiquismo y de la personalidad es externo e interno. El psiquismo humano y
su estructura es un producto y un reflejo de la vida material y espiritual de la sociedad, ahora bien, ella
asume un rol activo y creador en su propia construcción. Destacar sólo la auto determinación de la
personalidad y del psiquismo es decir una parte de la verdad y no la verdad completa.
EPISTEMOLOGÍA 98
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
A partir de todos estos criterios F. González (1996, 1997) concibe el estudio de caso y la investigación
empírica cualitativa como separada de la cuantitativa y contrapuesta a ella. Pues afirma que "la
contradicción entre lo cualitativo y lo cuantitativo a nivel epistemológico...la consideramos irreconciliable"
(F. González, 2000, p. 68). Sus concepciones epistemológicas le llevan a la posición de defender la
investigación empírica cualitativa como el modelo fundamental de la investigación psicológica y social.
Los positivistas son defensores de la investigación cuantitativa. Los anti positivistas lo son de la
investigación cualitativa.
Por el contrario, nuestro punto de vista consiste en enfatizar la necesaria unidad dialéctica, a nivel
epistemológico, de la investigación empírica cuantitativa y la cualitativa y la importancia de las dos en la
investigación psicológica. Pero este criterio supone superar la concepción positivista de la metodología
cuantitativa y la comprensión anti positivista de la metodología cualitativa.
Ambas son valiosas y necesarias, según sea el objeto de la investigación. Si se aspira a descubrir lo
general y particular se requiere una metodología cuantitativa; si se quiere revelar la naturaleza esencial
de una estructura psíquica compleja o la condición única de un sujeto individual o colectivo se debe
emplear una metodología cualitativa. Pero además, la metodología cuantitativa debe contener dentro de
sí rasgos de la cualitativa y llevar a ella y la metodología cualitativa ha de incluir en sí misma elementos
de la cuantitativa y conducir a ella.
Es un error pretender que la ciencia psicológica emplee sólo la cuantitativa o sólo la cualitativa y
despreciar lo específico de la una o de la otra. Y también es un error separarlas o diferenciarlas de
manera absoluta estableciendo un rechazo entre ambas.
En consecuencia, consideramos que es positivo que unas investigaciones empleen sólo la metodología
empírica cuantitativa tal y como la hemos concebido, mientras que otras utilicen únicamente la cualitativa,
de la manera que hemos dicho, y habrá otras que las empleen a ambas, según sea el objeto de la
investigación.
Para concluir diremos que tanto la epistemología positivista como la anti positivista contienen elementos
valiosos, pero que sólo el desarrollo de la epistemología marxista en nuestra ciencia, que concebimos
como la psicología del reflejo creador (González, D.J. 1997, 2000), puede superarlos críticamente e
integrarlos armónicamente conduciendo al despliegue máximo y más fructífero de nuestra labor científica.
Actividad didáctica
1) Haga un glosario de los términos nuevos.
2) Delimite los aspectos que no llega a comprender por desconocimiento de algún tema.
3) Resuma los aspectos fundamentales que aborda el texto.
4) Sintetícelos.
5) ¿Cuáles son las interrogantes más sugestivas que se haría del mismo?
6) ¿Cómo se las responde?
7) A qué conclusiones ha llegado ha llegado con la lectura de este texto.
EPISTEMOLOGÍA 100
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Hoy día es muy frecuente el uso de la noción ―paradigma‖ en las comunidades científicas, tanto en el
ámbito de las ciencias naturales como en el campo de las ciencias sociales; casi podría decirse que su
utilización se ha extendido a nuevas áreas jamás sospechadas por los propios gestores de la noción en
comento, y a juzgar por la repetición casi mecánica del concepto, en muchos medios de comunicación; es
evidente que su uso se ha popularizado y tanto los exponentes de las comunidades científicas como los
académicos y hombres públicos, la utilizan con frecuencia. ¿Pero que entendemos, por dicho concepto?
Independientemente de definiciones más especializadas, como las de Thomas Kuhn y otros, que
analizaremos en su momento, los paradigmas constituyen esquemas que involucran conceptos
epistemológicos, teóricos, normativos, operativos y metodológicos, y en su conjunto posibilitan la
existencia de reglas y otros supuestos de la actividad de las comunidades científicas. En rigor, un
paradigma es un conjunto de compromisos básicos, principalmente axiológicos, instrumentales y
metodológicos que son compartidos y respetados por los miembros de una comunidad científica. Dichos
paradigmas, en el universo de las ciencias sociales, prácticamente ocupan una posición intermedia entre
las concepciones generales, propuestas por las distintas escuelas filosóficas y los diseños de
investigación-evaluación utilizados en los diversos estudios sociales.
Ahora bien, si partimos de un supuesto como el que sustenta el epígrafe de esta comunicación; es decir
si otorgamos el estatuto de factum indubitable, acerca de que la epistemología actúe como un supra
paradigma de la psicología, entonces queda de manifiesto que ésta queda subsumida dentro de un
marco teórico interesado por los principios antropológicos y los criterios de validación del conocimiento de
dicha disciplina. Empero, no sólo en cuanto a los criterios de validación del conocimiento aportado por la
psicología, sino que también en el plano simplemente lógico, es inevitable pensar en la posibilidad de que
la epistemología sea un paradigma directriz de la psicología, puesto que esta joven disciplina no puede
abstenerse de los grandes principios del pensamiento, de las leyes que rigen la intelección humana. Por
ello, entonces, estamos obligados a traer a presencia las virtudes que dejen de manifiesto que la
epistemología actúa como eje revisor o crítico de la psicología, desde el punto de vista de los
fundamentos de ésta última.
La epistemología como se sabe, es una disciplina que estudia la génesis, el desarrollo y los resultados
del conocimiento científico. Es una ciencia que estudia a la ciencia. Por tanto, apunta a un análisis
cualitativo y holístico sobre la ciencia, sobre los aspectos normativos de ésta, principalmente sobre los
criterios de validez de la apropiación cognoscitiva de la ciencia. Este tipo de preocupaciones por cierto,
alude al análisis de tópicos de carácter metodológico, a los aspectos vinculados a los supuestos últimos
de la validez y de la objetividad de los conocimientos que va recabando la ciencia en general y la
psicología en particular; y en general focaliza también la atención sobre el cuerpo de reglas y
procedimientos que la ciencia, como estructura operativa y como institución, utiliza para cumplir su tarea:
nombrar, describir, explicar y predecir. Y por cierto, en el caso de la psicología, habría que agregar
también, revertir, en el bien entendido de que la psicología principalmente de la conducta, puede revertir
conductas negativas o de autoagresión de un sujeto, por ejemplo.
Entonces, ¿cómo una ciencia que tiene por objeto de estudio, la vastedad del universo cognoscitivo de la
episteme, puede constituirse en paradigma de la psicología? Nuestra hipótesis es la siguiente: no es que
la epistemología por ser un mega universo disciplinario, sea el paradigma de la psicología; sino mas
bien, es por la condición de marco teórico, lógico, metodológico y filosófico imprescindible, centrado en
el análisis de conceptos, que la epistemología le permite a la psicología, contar con un acopio de análisis
y enfoques críticos sobre las principales categorías en que descansa esta disciplina. Así, nociones tales
95
Zenobio Saldivia M. Universidad Tecnológica Metropolitana. Santiago de Chile. Revista de Aulas
de Letras.
EPISTEMOLOGÍA 101
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
como la idea de explicación científica, la objetividad, los criterios de validez, el ámbito del
descubrimiento y otras, como se ha señalado con antelación, son pensados también en la psicología. Y
en este sentido, la comunidad de los estudiosos de la conducta, queda así con la posibilidad de aplicar
estos cuestionamientos y otros que emerjan de la propia creatividad del psicólogo, a los conceptos, y a la
estructura argumentativa en general de algunos paradigmas específicos vigentes en su propio campo
disciplinario. Ello, con el objeto de encontrar un rango mínimo de certezas en la tarea de explicar los
fenómenos de la conducta de las personas.
Es en este marco de interpretación, por tanto, es donde debemos preguntarnos acerca de las virtudes o
bondades de la epistemología. Y situados desde esta perspectiva, queda claro una primera propiedad de
la epistemología: su carácter de actuar como un reservorio filosófico; esto es, que cumple con el rol
sintetizador de los distintos saberes y formas discursivas y significa que está en condiciones de sintetizar
el conocimiento que fluye de las distintas áreas de la cultura; es decir, que la epistemología por su
naturaleza no comprometida con el mundo experimental, actúa como un amplio universo intelectual,
como un gran cuerpo de ideas, o -metafóricamente hablando- una tierra nueva y distante con otra flora y
otra fauna que abre horizontes al profesional de la psicología. Ello se comprende toda vez que la
epistemología en tanto ciencia que se estudia a la episteme, también ha venido recibiendo los aportes de
nuevos constructos explicativos sobre la idea de ciencia y acerca de la validez en que descansa esta
forma de ejercicio de la racionalidad. Esto ofrece nuevas perspectivas para el autoanálisis de la propia
psicología en lo referente a la consistencia de su quehacer, en cuanto a una mirada crítica de la validez
de sus instrumentos, o en cuanto a una reactualización de sus nociones tradicionales tales como:
personalidad, normalidad, conducta, infancia, adolescencia y otras.
El gran difusor del concepto de paradigma, en el sentido utilizado en ciencias, es Thomas S. Kuhn96,
quien en su obra The Structure of Scientific Revolutions (1ra Edición, 1962, Chicago), lo utiliza para dar
cuenta de una o más realizaciones científicas pasadas, que alguna comunidad científica particular
reconoce durante cierto tiempo como fundamento teórico- práctico de todo su quehacer posterior. El
mismo autor, sin embargo, le atribuye más tarde otros significados; entre estos, los siguientes:
considerarlo como un marco teórico que posibilite la elección de problemas y la selección de técnicas con
las cuales analizar a los mismos. En algunas ocasiones, incluso parece darle al término en cuestión un
sentido muy amplio, como una visión general del mundo. En otras, parece presentarlo como un conjunto
de valores, métodos y técnicas de la actividad científica. En el mismo libro, pero en una segunda edición,
Kuhn reconoce la imprecisión terminológica del concepto y sugiere entenderlo como ―matriz disciplinaria‖.
En otro lugar, sugiere entenderlo como ―un logro científico fundamental, que incluye una teoría y alguna
aplicación ejemplar a los resultados de la experimentación y la observación97‖.
De tales acepciones queda claro que la idea de paradigma en este autor, apunta a la participación de los
miembros de una determinada comunidad científica en una misma estructura teórica, en una idéntica
constelación de compromisos del grupo, y en un determinado universo de ejemplos de resolución de
problemas presentados en una disciplina. En este sentido, según Kuhn, no habría un solo paradigma
propio de la comunidad científica internacional, sino varios que pueden estar siendo utilizados en los
distintos campos, e incluso en una misma disciplina, como una especie de corpus de apoyo para la
resolución de los problemas. Pero lo más relevante de esta concepción de Kuhn, es que los paradigmas
no están fijos, sino que están en un proceso de transición. El cambio generalizado en la comunidad
científica, de un paradigma por otro, constituye una revolución científica y marca un nuevo hito en el
desarrollo de la ciencia en general.
Los paradigmas guían a los miembros de la comunidad científica, en su tarea rutinaria de la ciencia
normal, indicando los caminos de acción y posibilitando la identificación y la interpretación de reglas que
96
Nosotros hemos utilizado la versión: La estructura de las revoluciones científicas, de la Ed. Fondo
de Cultura Económica, México, 2000.
97
Cf. Kuhn, Thomas S.: “Los paradigmas científicos”; Barnes, B. et al.: Estudios Sociales de la Ciencia, Alianza
Editorial, Madrid, 1980, p.89.
EPISTEMOLOGÍA 102
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
pueden abstraerse de la práctica en que están insertos. El paradigma específico que adquiere una
comunidad científica mediante la preparación previa, les proporciona las reglas del juego y describe los
elementos constitutivos con los que se ha de jugar98. Ahora, si hacemos extensivo estas nociones al
ámbito de la psicología, entonces podemos colegir que Kuhn estaría recordando a los profesionales de la
psicología, que éstos cuentan ya con diversos modelos explicativos que les proporcionan cierta confianza
en la búsqueda de la anhelada validez, para asumir la tarea de observar y explicar las conductas
individuales; entre estos el psicoanálisis, el gestaltismo, el conductismo, el constructivismo, la logoterapia
y otros. Por cierto, la noción de paradigma en el sentido kuhniano, no puede valorar o determinar la
supremacía de uno sobre otros, toda vez que ello sería equivalente a homologar énfasis distintos del
comportamiento humano, a emparentar resultados observables distintos de los individuos, o a
concentrarnos en motivaciones personales distintas.
Por otra parte, si se pretende privilegiar un modelo explicativo propio de la psicología y atribuirle a éste
un alcance explicativo mayor y que también al mismo tiempo sea factible de aplicar en la mayoría de las
tareas de la psicología; caemos en el riesgo de un reduccionismo epistemológico, puesto que las
categorías centrales constitutivas de un modelo explicativo y que forman su eje directriz, no
necesariamente son válidas para explicar las conductas de sujetos determinados con su particular
realidad personal y sus propias vivencias históricas, familiares y sociales. Así, las categorías de ―vida
onírica‖, ―asociación libre de ideas‖, y otras propias del psicoanálisis; no serían las más apropiadas para
la conducción de un análisis de ciertos conflictos de un sujeto que tenga escasa fantasía y que de
ordinario no recuerda sus sueños. Empero ello podría ser el complemento de un proceso de análisis de
las dificultades interpersonales, que pudiera tener un sujeto; en el cual el especialista, dentro de un
proceso de terapia amplio y emergente, frente a un sujeto imaginativo, con una rica vida interior y de alto
nivel intelectual; emplee el diálogo, el análisis de los sueños, estados de trance y algún fármaco como un
ansiolítico u otros. Lo anterior, pretende ilustrar como un modelo en psicología clínica, tiene una cierta
fuerza que radica en su consistencia interna y un alcance explicativo que depende tanto de la realidad
personal del observador como del observado, así como también de la confianza que en el ejercicio de la
profesión, despierta entre sus pares, la utilización del mismo. Por otra parte, del ejemplo precedente, se
desea colegir también que es perfectamente factible la convivencia de distintos paradigmas en una
disciplina, especialmente en ciencias de la conducta; sin que ello signifique la depredación de otro o de
los otros en boga.
Por cierto, dentro del universo de enfoques sobre la ciencia hay también posiciones radicalizadas y muy
críticas sobre la forma de adquisición de los conocimientos; es el caso de Paul Feyerabend y su conocida
tesis: ―todo vale en el conocimiento científico‖, popularizada a partir de la publicación de su texto: Contra
el Método. Para este autor, en síntesis, la denominada racionalidad científica en que descansa el método
científico, con sus cánones y parsimonia obligatoria, no corresponde a un espíritu verdaderamente crítico
y pluralista que debería existir en el proceso de investigación científica, y que por tanto, esa forma
tradicional de ejercer la racionalidad científica, no es el pilar en el que descansan los nuevos
descubrimientos. Ello, toda vez que para Feyerabend, el conocimiento nuevo sólo se alcanza, justamente
cuando los científicos se alejan de los elementos constitutivos del paradigma en uso en una disciplina y
de una identificación con el éxito y el progreso científico; esto es cuando audazmente abandonan los
procedimientos, métodos, reglas, criterios y valoraciones, propias del ámbito de la justificación dentro de
la investigación científica. A su juicio, la aprehensión cognoscitiva acontece más bien al recurrir a una
metodología que va más allá del paradigma vigente en las distintas ciencias particulares, y que permita
arribar a nuevas teorías sobre el fenómeno o sobre el objeto de estudio específico; probando así,
caminos insospechados, hipótesis aparentemente descabelladas, procedimientos alternativos de
inducción y contraindución, y en general recurriendo a cualquier procedimiento que la imaginería del
observador sea capaz de construir. De aquí su expresión: ―todo vale‖. Por eso, dentro de la serie de
ejemplos históricos con los que pretende ilustrar su tesis, recuerda a la revolución copernicana o el
atomismo griego. Y confronta también los estilos de trabajos de astrónomos y físicos para dejar de
manifiesto que no usaban toda una metodología uniforme: ―Ni Galileo, ni Kepler, ni Newton utilizaban
métodos específicos bien definidos. Son más bien eclécticos, oportunistas. Naturalmente cada individuo
98
Ibídem., p.94.
EPISTEMOLOGÍA 103
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
tiene un estilo de investigación que da a sus trabajos una cierta unidad; pero el estilo cambia de un
individuo a otro y de un área de investigación a otra99‖. Así como también señala Feyerabend, que los
astrónomos de formación escolástica por ejemplo, se negaban a usar el telescopio y cuando los menos,
procuraban utilizarlo, no veían nada; no veían las manchas solares, no veían las protuberancias de la
100
luna, ni las lunas de Júpiter . Lo anterior es comprensible, puesto que estos astrónomos estaban
enfrentando los observables a partir del antiguo paradigma geocéntrico de Ptolomeo, y no desde el punto
de vista de un Modelo heliocéntrico, como el que sostenían Copérnico y Galileo. Y por otra parte, es
comprensible también dicha situación, toda vez que tal como hoy sabemos, cualquier instrumento
científico requiere entrenamiento previo, requiere un acucioso dominio previo para interpretar
adecuadamente los puntos, líneas, contornos y centros de focalización de los ángulos o perspectivas
desde donde se aborda al observable.
Por tanto, es de esperar que el profesional de la psicología, sea justamente un exponente de los
trabajadores sociales, o un tipo de servidor público, que se caracterice por dar explicaciones cuidadosas,
no apresuradas y que sin romper su compromiso científico y ético, le permita ir más allá del paradigma
específico que en este momento pueda estar en boga y logre el adecuado equilibrio de su oficio que se
desliza entre los criterios de amplitud de las humanidades y la objetividad de la ciencia. O dicho de
manera más escueta, que tenga presente que la ciencia antes que objetiva, es social.
Piaget define la epistemología genética como ―el estudio de la constitución de los conocimientos
102
válidos ‖ o como "una disciplina que estudia el paso de un conocimiento de menor validez a otro de
mayor validez103". En este sentido la epistemología genética aborda el estudio de las condiciones de
validez formal (la estructura lógica de los conocimientos) y las condiciones de hecho (las acciones
específicas), relativas tanto al aporte del sujeto como del objeto en la estructuración del conocimiento. En
99
Cf. Feyerabend, Paul: Contra el método, Ariel, Barcelona, 1981; p. 48.
100
Ibídem.; p.49.
101
Cf. Itzigsohn, José et al. : Estudios sobre psicología y psicoterapia, Ed. Proteo, Bs. Aires, 1984, p.87.
102
Cf. Piaget, Jean: Logique et connaissance scientifique, Gallimard, París, 1967; p.6.
103
Ibídem.
EPISTEMOLOGÍA 104
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
la práctica, esta disciplina ya consolidada como institución social desde 1955, actúa como una ciencia
abarcadora y posee un vasto rango explicativo. Incluye entre sus objetos de estudio; la génesis y
evolución del conocimiento individual y el origen y desenvolvimiento del conocimiento científico; como
también, en tanto cuerpo teórico, incluye las distintas nociones y teorías que Piaget ha formulado para
explicar el desarrollo del conocimiento. Entre estas, la Teoría del isomorfismo biología lógica, la teoría de
la equilibración, la Teoría evolutiva de la inteligencia y la teoría del Círculo de las ciencias. Y en la
práctica, utiliza el método de la psicogénesis y el método histórico crítico, sumado a la colaboración
interdisciplinaria. Con estos elementos en su conjunto, la epistemología genética actúa entonces como
una supradisciplina, tanto por su fundamentación teórica y su apoyo empírico y actúa también como
paradigma directriz para el trabajo en las distintas áreas de la psicología, de las ciencias de la conducta
en general, e incluso en los campos de la historia de las ciencias, e historia de las ideas y en biología y
otras, que quedan ubicadas dentro de lo que hoy se denomina ―ciencias cognitivas‖.
Desde este punto de vista, por tanto, se concibe el desarrollo del conocimiento como un proceso que
incluye estadios en permanente construcción, donde cada situación previamente conectada a otra
anterior, está pronta a transformarse en un nuevo período evolutivo de mayor riqueza cognoscitiva. Y
parte de un supuesto previo que podemos considerar como un factum evolutivo; esto es que si un sujeto
alcanza un determinado hito evolutivo y el dominio de las estructuras lógico operativas de dicho período,
necesariamente tiene que pasar al siguiente, que lo deja en una nueva situación de mayor equilibrio y
riqueza cognitiva para adaptarse al medio y para asimilar del mismo los elementos más apropiados para
su mejor interacción con el medio y con los otros. Así, siempre dentro de una marcha ascendente hacia
el progreso y el mayor equilibrio, entendido éste como un nivel de mayor dominio de estructuras
operativas y conductuales que adquiere el sujeto para enfrentar los nuevos posibles. Luego, desde la
perspectiva constructivista piagetana, todo el proceso de elucidación del desenvolvimiento cognitivo y los
observables previamente seleccionados y que concitan la atención del investigador, para su análisis
posterior; apunta a las estructuras. Así, la tarea de los psicólogos situados en las distintas áreas de su
profesión, imbuidos del paradigma constructivista, sería equivalente a una tarea sistemática que apunte a
explicar la génesis y el dinamismo de las estructuras en los individuos o en los cuerpos disciplinarios.
Lo anterior, permite comprender por qué este Modelo explicativo del desarrollo cognitivo, es conocido
también como un Modelo de equilibrio aplicado al desarrollo mental, o como una concepción del equilibrio
105
en el desarrollo . Se denomina así, puesto que da cuenta del proceso de intercambio continuo de un
organismo con su medio, caracterizado por constantes interacciones sujeto - objeto que posibilitan los
diversos estadios de equilibrio y las diferencias cualitativas entre dichos estadios.
Por tanto, se observa que este paradigma, tiende a la explicación global del desenvolvimiento del
conocimiento y su máxima pretensión es organizar los fundamentos científicos de dicha forma de
aprehensión. En este sentido, la epistemología piagetana, continúa la labor de la epistemología
104
Piaget, Jean: Psicología y epistemología, Ariel, Barcelona, p. 13.
105
Cf. Flavell: La psicología evolutiva de Jean Piaget, Paidós, Bs. Aires, 1968; p. 37.
EPISTEMOLOGÍA 105
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
En la actualidad, las investigaciones en ciencias sociales tienden a seguir algunos de estos significados
aquí analizados, en el empleo de la noción de paradigma. Claro está, en todo caso, que los distintos
estudiosos de las disciplinas sociales, muestran algunas correlaciones entre sí y también algunas
divergencias en cuanto al empleo de dicho término. De este modo, la función final de la investigación
social varía en su énfasis, dependiendo del paradigma al cual se adscriben consciente o
inconscientemente los investigadores.
Más recientemente, el término ―paradigma‖ se populariza aún más, con la difusión del vídeo
―Descubriendo el futuro‖ (1984), del futurólogo Joel Barkel; quien, presentando amenamente diversos
ejemplos de innovaciones tecnológicas e industriales, tales como los relojes digitales y la fotocopiadora,
lo hace extensivo al ámbito tecnológico, al campo de la industria, de la mercadotecnia y de la gestión
empresarial en general; que se habrían implantado en el mercado internacional, como consecuencia de la
audacia en la introducción de una novedad en el procedimiento o en los campos mencionados; empero
como este sentido escapa a los intereses de los profesionales de psicología, nos limitamos sólo a dar
cuenta de su existencia.
La función final en rigor, se centra en el nivel de conocimiento que se desea alcanzar. Así por ejemplo,
desde la perspectiva del paradigma marxista, la función final de la investigación social es explicar la
estructura y las leyes del desarrollo de la sociedad, y en este contexto, la casuística que se estudie en
psicología tendría principalmente su génesis en las particularidades de la interacción estructura y
superestructura de la sociedad. Y si se considera el paradigma analítico-explicativo la función final de la
investigación social sería la obtención de una descripción y explicación de la dinámica social. Y si se
considera el paradigma cualitativo-interpretativo, la función última de la investigación social sería
principalmente la interpretación de la conducta del individuo en su interacción con los agentes sociales.
Lo anterior, es conveniente tenerlo presente para cualquier estudio de carácter social, toda vez que la
descripción y explicación que un autor logre alcanzar sobre la realidad social, estará por tanto
comprometido con el Modelo explicativo utilizado, constituyendo así una aproximación entre teoría-
hipótesis- hechos, que puede tener más o menos alcance explicativo que otras, pero nunca será la
definitiva.
Tal vez el uso exacerbado que hoy se hace de la noción de paradigma, en los distintos campos, incluso
más allá de las ciencias sociales; nos recuerde justamente eso: que la validez de la explicación que
podamos obtener sobre un campo acotado, en este caso la psicología, tiene alcance sólo dentro de los
conceptos básicos implícitos de la teoría elegida.
106
Popper, K.: La lógica de la investigación científica, Técnos, Madrid, 1971; p. 16.
107
Cf. Briones A., Guillermo: “Epistemología de la investigación”, Módulo I, Curso Educación a distancia: Métodos
y Técnicas avanzadas de investigación aplicadas a la educación y a las Cs. Sociales., Stgo., 1989.
EPISTEMOLOGÍA 106
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Generalmente también, la preocupación por el tema de los paradigmas, trae a la discusión interrogantes
que son de clara naturaleza epistemológica (principalmente de índole metodológico - descriptivo) y que
sobrepasan los límites de los acotados campos científicos. En general son preguntas como las siguientes
¿qué criterios utilizan los científicos para elegir una teoría y abandonar otra?, ¿por qué medios las
ciencias obtienen el conocimiento?, ¿cuál es la noción de verdad en ciencias?, y otras referentes por
ejemplo a la clasificación, y a los aspectos éticos de las ciencias. Extrapolando esas inquietudes bien
podemos preguntarnos, acerca de los criterios que usan los psicólogos para abandonar una teoría (por
ejemplo conductista o gestaltista), y privilegiar un enfoque rogeriano u holístico, por ejemplo. Tales
cuestiones no son posibles de responder únicamente desde el terreno de los hechos, o de la casuística
del ejercicio de la profesión del psicólogo, o de la simple armazón teórica de la psicología como disciplina
social y experimental. Por tanto, se requiere de un análisis epistemológico amplio, o de una metateoría
sobre el aparataje cognitivo de las ciencias, por así decirlo. Y aquí otra vez, está la epistemología como
norte para el psicólogo contemporáneo.
Por lo anterior, se estima que la epistemología, como disciplina, está vigente como otro camino más,
para la búsqueda y comprensión de la validez del conocimiento específico aportado por la psicología y
para la interpretación del mismo, inserto en el dominio del conocimiento universal. Está también para
recordarles a los psicólogos y a otros profesionales vinculados a las ciencias de la conducta, que si bien
son los métodos científicos los que nos proporcionan objetividad, tal objetividad no es algo interno a los
mismos. La objetividad no está en los métodos; está en los "informes" acerca de los hechos que éstos
nos proporcionan, es a partir de aquí donde resulta la armonía universal en la comunidad científica como
ya lo señalara en su tiempo Poincaré108. Luego, queda claro que no basta revisar la metodología
empleada en las ciencias de la conducta, también importa sopesar continuamente las estructuras y las
normas portadoras del correlato con la realidad; en este caso, la correlación de los informes que hablan
de determinadas conductas y expresiones del sujeto, con el sujeto real, con el ser humano.
Actividad didáctica
1) Haga un glosario de los términos nuevos.
2) Delimite los aspectos que no llega a comprender por desconocimiento de algún tema.
3) Resuma los aspectos fundamentales que aborda el texto.
4) Sintetícelos.
5) ¿Cuáles son las interrogantes más sugestivas que se haría del mismo?
6) ¿Cómo se las responde?
7) A qué conclusiones ha llegado ha llegado con la lectura de este texto.
108
Poincaré, Henri: La valeur de la science, Flamarión, parís, 1970; p. 184.
EPISTEMOLOGÍA 107
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
1. La referencia epistemológica
Debemos comprender los límites de la psicología científica y de la clase de conocimiento que nos
proporciona este saber. Para ello nos apoyaremos en algunas nociones de epistemología.
110
Los científicos desarrollan su actividad investigadora en el marco de un sistema .
Si quieren comunicarse, los científicos deben utilizar un lenguaje común. Los términos o palabras que
utilizan representan conceptos teóricos, conceptos que deben tener una relación bien definida con la
realidad empírica. Si con los conceptos naturales (los conceptos que empleamos en nuestra vida
cotidiana para referirnos a la realidad observable; p. ej., "mesa", "rojo", "bombero"...) ocurre que con
frecuencia no llegamos a un acuerdo en nuestras descripciones de las cosas, se ve con claridad que más
complejo será el lenguaje teórico, el lenguaje que consta de "conceptos teóricos" con los que los
científicos se refieren a realidades no observables pero que es necesario postular para entender los
fenómenos (fenómeno = aquello que se muestra a los sentidos, lo que podemos percibir).
Y es precisamente en este segundo punto en donde encontramos gran diversidad en la psicología (por
ejemplo los modelos conductistas y los cognitivistas).
El positivismo lógico (una forma de empirismo con mucho éxito en la primera mitad del siglo XX) creyó
que todos los términos de la ciencia debían definirse operacionalmente (definición operacional:
definición de un concepto indicando cómo se puede cuantificar o medir la realidad a la que se refiere) y
que deberíamos utilizar únicamente términos observables (términos que se refieren a realidades de las
que cabe tener percepción). La nueva epistemología es más flexible pues admite también que es
legítimo en ciencia el uso de términos inobservables (por ejemplo, en psicología términos referidos a
estados mentales).
Algunos ejemplos de teorías epistemológicas actuales:
Representalismo (Hempel): las teorías deben conformarse con explicar regularidades entre
fenómenos para alcanzar una comprensión más profunda de las relaciones existentes entre ellos.
109
Resumen del manual "FUNDAMENTOS DE LA PSICOLOGÍA". José Luis Martorell y José Luis Prieto
Editorial Centro de Estudios Ramón Areces. Colección de Psicología. Capítulo 4. El método científico de la
Psicología. (Se puede ampliar este tema con la obra La filosofía contemporánea, de Vicente Viqueira).
110
Sistema científico: lenguaje o conjunto de reglas y enunciados que transmite conocimientos.
EPISTEMOLOGÍA 108
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Estos últimos puntos de vista parecen negar la posibilidad de alcanzar un conocimiento verdadero del
mundo y prefieren hablar de teorías fundamentadas, coherentes, útiles,...
Dadas las extraordinarias dificultades para alcanzar un conocimiento objetivo de la realidad (recordar
esto: los mismos hechos empíricos pueden apoyar posiciones teóricas diferentes; las observaciones
pueden estar contaminadas por la teoría). Se pueden utilizar los siguientes criterios para decidir la
bondad de una teoría científica:
Simplicidad
Fiabilidad predictiva
Coherencia interna (evitar la inconsistencia lógica)
Coherencia externa (compatibilidad con otras teorías)
Poder unificador (capacidad para unir otras áreas de conocimiento)
La ciencia empírica utiliza la contrastación empírica, sin embargo el conocimiento filosófico prescinde
de la referencia a la experiencia y utiliza criterios puramente racionales (por ejemplo, la lógica el criterio
de la corrección formal de sus argumentaciones).
EPISTEMOLOGÍA 109
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Las ciencias de la naturaleza deben tener coherencia interna (no deben incluir conocimientos
incompatibles o contradictorios entre sí) y coherencia externa (no deben incluir conocimientos
incompatibles o contradictorios con la experiencia).
Es el método de las ciencias empíricas, y se llama así porque aspira a ofrecer hipótesis explicativas de
los fenómenos y a confirmar dichas hipótesis contrastando con la experiencia las afirmaciones o
predicciones que de dichas hipótesis se puedan deducir. Con este método conseguimos que la ciencia no
sea una mera acumulación de datos relativos a la experiencia sino una construcción o interpretación
racional de los mismos.
El orden lógico (que no siempre coincide con el real) de dichas fases sería el siguiente:
Observación hipótesis deducciones contrastación
La observación
Definición: registro de los hechos que deseamos explicar. Siempre se refiere a fenómenos (a lo que se
ofrece a la percepción).
Tipos:
Atendiendo a su relación con las intenciones del científico:
Ocasional: ocurre con independencia de la intención del científico; es casual; a veces da lugar a
importantes descubrimientos.
Sistemática: es la más habitual en la ciencia. El científico la programa y la realiza con una
finalidad.
La deducción de conclusiones: son enunciados o formulaciones más concretos que las hipótesis, y
llegamos a ellos mediante razonamiento deductivo. Una hipótesis queda más verificada cuantas más
confirmaciones tengamos de las conclusiones que de ellas deducimos. Se confirman mediante
contrastación empírica.
EPISTEMOLOGÍA 110
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La contrastación: procedimiento para verificar las afirmaciones que pretenden ser científicas. En el caso
de las ciencias empíricas consiste en la "reducción inductiva": implica una reducción porque las
predicciones de la hipótesis se reducen a los hechos de la realidad; y es "inductiva" porque afirmamos la
verdad de la hipótesis (una afirmación general sobre los fenómenos) cuando las predicciones o
conclusiones (afirmaciones más particulares) a las que da lugar se cumplen (se debe recordar que la
inducción es el paso de lo particular a lo general).
Características:
Procedimiento:
Características:
EPISTEMOLOGÍA 111
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
con este método medimos la relación entre variables mediante el coeficiente de correlación,
que describe el grado en que dos variables varían de modo concomitante. Si lo hacen en el
mismo sentido (más de una viene acompañado de más de otra, o menos de una menos de otra)
la correlación será positiva; si lo hacen en sentido contrario (más de una menos de otra, menos
de una más de otra) la correlación será negativa. Atención: la existencia de correlación entre
dos variables (entre dos fenómenos) no implica relación causal entre ellas.
Uso:
este método se emplea cuando no es posible aplicar el método experimental porque las variables
no son directamente manipulables al ser constructos hipotéticos (realidades no observables)
como la inteligencia, la personalidad... El método correlacional emplea la técnica matemática de
análisis factorial y es de uso común en psicología diferencial.
Características:
No confundir esta observación (que siempre es activa) con la observación (que suele ser pasiva)
como primer paso del método hipotético-deductivo.
Requiere el uso de técnicas observacionales para comprobar los efectos de una variable.
Es siempre sistemática y activa.
Puede ser equipada (cuando emplea instrumentos en la observación) o simplemente preparada,
con un cuaderno de notas, por ejemplo. Y puede darse en un ambiente natural (como en
etología) o en un ambiente seleccionado (como en clínica).
Permite la observación de campo, de los fenómenos tal y como se dan fuera del laboratorio (en la
naturaleza o en la ciudad).
Excluye la manipulación de variables propia del experimento.
Procedimiento:
o Según el tiempo:
- Continuo: se anotan todos los casos en que se da una categoría de conducta.
- Temporal: sólo se toman muestras periódicas.
- Instantáneo: se anota si la conducta ocurre o no cuando lo señala un temporizador.
o Técnicas de registro
- Escalas de evaluación o "rating scales": cuestionarios que rellena el observador sobre
la conducta que observa. Evalúa de forma cualitativa según una serie escalonada de
alternativas (siempre, con frecuencia, alguna vez, nunca,...). Puede ser de un individuo
o de un grupo.
- Protocolos de anotaciones o "chek lists": dan información más concreta y precisa. Las
conductas a observar debe definirse de modo operativo y sin ambigüedad y los
periodos de observación deben estar exactamente determinados.
o Instrumentos de registro:
- pueden ser de muchos tipos: cintas de video y audio, cuadernos, plantillas de registro,
instrumentales controlados por ordenador,...
o Usos:
- para registrar conductas de tipo verbal, no verbal, espacial...
Psicoanalíticas
Filosóficas
Humanistas
Científico-experimentales, a la manera de las ciencias naturales. Aquí se incluye la psicología
académica.
Dificultades de la psicología
No es una ciencia avanzada: no hay acuerdo entre las muy diversas teorizaciones.
Le resulta muy difícil explicar unos hechos por otros hechos, como sin embargo ocurre en las
ciencias positivas o naturales.
Ni siquiera hay acuerdo entre los científicos en la descripción de los fenómenos psicológicos, a
los que además algunos les exigen que sean públicamente observables. Esto implica que es
difícil garantizar la autonomía (el no estar influidos por una teoría) de los hechos en Psicología.
En la construcción del conocimiento psicológico científico parece inevitable contar con ciertas
presuposiciones (teorías o preconcepciones, generalmente de tipo filosófico, que tenemos sobre
las cosas).
Método observacional111
Cuando hablamos de método observacional nos referimos no tanto a la observación con la que comienza
la investigación científica como a uno de los métodos de los que dispone el científico para la
comprobación de sus hipótesis. Aunque toda verificación de una hipótesis científica (también la
verificación experimental y la correlacional) implica algún tipo de observación, generalmente se habla de
método de verificación observacional cuando se intenta verificar una hipótesis o recabar datos de la
realidad sin introducir ningún tipo de artificio, sin ejercer un control sobre las variables independientes o
sobre los sujetos a estudiar, simplemente observando las conductas que espontáneamente ejecutan los
sujetos.
La observación que se realiza en este método es observación sistemática, y con ella podemos medir una
111
Tomado de DICCIONARIO DE PSICOLOGÍA CIENTÍFICA Y FILOSÓFICA. Explicación de los principales
conceptos, tesis y escuelas en el área de la Psicología.
EPISTEMOLOGÍA 114
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Actividad didáctica
Este texto concluye el capitulo referido a la validación científica de la Psicología, por lo que será
necesario que integre todos los conocimientos que ha resumidos en este apartado y vaya configurando
un perfil crítico de lo visto hasta ahora. Sistetice los conocimientos y llegue a su proipia conclusión.
EPISTEMOLOGÍA 115
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Las causas de la resistencia a lo cualitativo dentro de la psicología tiene que ver con la fuerte influencia
que históricamente ha tenido sobre ella el paradigma positivista, el cual se arraigó profundamente a nivel
metodológico por la hegemonía de la psicología experimental y de los test psicométricos, sobre cuyas
bases se desarrollaron la investigación y la práctica psicológicas prácticamente en todas las esferas, con
excepción de la psicología clínica, que fue el escenario dentro del cual aparecieron y se desarrollaron las
diferentes escuelas dinámicas, desde el psicoanálisis hasta el humanismo.
El desarrollo de las diferentes escuelas dinámicas dentro de la psicología clínica representó una ruptura
con las posiciones dominantes de la psicología experimental y psicométrica, a pesar que dentro de las
escuelas dinámicas el interés explícito por el desarrollo de los temas metodológicos se expresó
principalmente en el humanismo, en los trabajos dedicados al tema de Allport, Maslow y Rogers, quienes
explícitamente critican las posiciones dominantes dentro de la psicología positivista, sin embargo, ya la
obra de Freud presentaba un conjunto de supuestos que, a pesar de que Freud no los desarrolla para
abrir un cuestionamiento explícito de carácter epistemológico y/o metodológico, son profundamente
cuestionadores de los principios que sustentan el mainstream de la psicología empiricista
norteamericana.
112
Fernando Luis González Rey. Revista cubana de Psicología. v.17 n.1 La Habana 2000.
113
González Rey, F. - Epistemología cualitativa y subjetividad. Editorial Pueblo y Educación. Habana. 1997.
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La fuerte influencia del positivismo dominante en la psicología norteamericana, llevó a una reacción en la
psicología social europea, cuyos exponentes mayores dentro de la era moderna han sido Tajfel y
Moscovici. En opinión de diversos autores, como Farr y Munne, Tajfel no pudo trascender las limitaciones
de la psicología norteamericana en su tratamiento de lo social. Moscovici, sin embargo, intenta superar el
individualismo y el interaccionismo dominantes en la psicología social y desarrollar esta para explicar los
fenómenos sociales en sí, su trama constitutiva, por lo que se propone un enfoque donde lo social esté
en el centro de la construcción teórica.
En su intento por lograr lo anterior en el contexto epistemológico de aquel momento, Moscovici opta por
seguir la tradición de Durkheim para el desarrollo de la psicología social, lo cual, si bien fue un momento
importante para el desarrollo de una psicología social alternativa en aquel momento, capaz de construir
teóricamente formas de constitución del propio tejido social, visto desde el momento actual, considero
que se ha convertido en un punto débil en relación al propio objetivo del autor de desarrollar una teoría de
lo social para la psicología.
En este sentido Moscovici ha escrito (1986): "Como es fácil de imaginar, no existe unanimidad en este
punto. Pero creo que en la actualidad tras el abandono del conductismo, el número de aquellos que
estarían de acuerdo con la definición que establecí en 1970 sería más elevado: y yo formularía, escribía
entonces, como objeto central, exclusivo de la psicosociología, todos los fenómenos relacionados con la
ideología y la comunicación, ordenados según su génesis, estructura y función" (Pag. 19). En esta
definición se enfatizan los fenómenos de la ideología y la comunicación como fenómenos en sí, y se
destacan los aspectos de su génesis, estructura y función" lo que aumenta todavía más la sospecha de
una parcialización de lo social en la que quedarían fuera otros muchos fenómenos importantes de la
realidad social, entre ellos, los de su constitución diferenciada y única a nivel individual.
mantiene en la dicotomía "dentro-fuera", que es una de las cuestiones esenciales a ser superadas con el
desarrollo de una teoría de la subjetividad, la que en nuestra opinión nunca quedaría reducida a lo
simbólico.
El debate que actualmente tiene lugar entre los seguidores de la teoría de las representaciones sociales y
los representantes del construccionismo social, ha servido, en mi criterio, para desarrollar el propio
concepto de representación social y sobre todo para entrar en tópicos poco analizados en la literatura
sobre el tema. Uno de los aspectos que de una u otra forma ha estado presente en varios de los autores
que siguen las posiciones de las representaciones sociales está relacionado a la cuestión de lo social y lo
individual dentro de este enfoque. (Jovchelovitch. S., Markova I. y Joffe. H., entre otros), lo que
explicamos por la importancia teórica y epistemológica de este aspecto, en un momento donde la teoría
de las representaciones sociales se encuentra ante una confrontación que consideramos será muy
productiva para el desarrollo de la psicología social, por lo que representa en términos de pensamiento y,
por tanto, de ruptura con rutinas y afirmaciones verificacionistas.
Markova señala (1996): "Generalmente los fenómenos sociales relativamente establecidos, tales como
formas habituales de pensamiento, representaciones sociales, lenguajes, tradiciones y paradigmas
científicos, todos son parte de un medio social en el cual las personas viven. Al mismo tiempo este medio
es reconstituido a través de actividades individuales, tales como lenguaje, pensamiento y acciones. Esos
dos constituyentes de los fenómenos socio- culturales, el social y el individual son interdependientes. Si
esa interdependencia no existiera por la actividad de los individuos, el ambiente social no pertenecería a
nadie, y por lo tanto, no existiría como ambiente. (Pag178).
La integración dialéctica de los social y lo individual presentada en su complejidad es resaltada por las
dos autoras citadas, sin embargo, es interesante que tanto una como otra al considerar al sujeto no
hacen referencia a su dimensión constitutiva en lo afectivo, Markova enfatiza el lenguaje, el pensamiento
y las acciones, mientras que Jovchelovitch destaca entre los mediatizadores del sujeto la acción, el
mundo y los otros, no señalando la propia subjetividad individual como un mediatizador permanente de
ese sujeto. La personalidad, aunque se desarrolla de forma permanente a través de la propia acción del
sujeto, es un elemento de sentido constitutivo de cada una de las acciones emprendidas por él.
114
Gonzalez Rey. F. - Problemas Epistemológicos de la Psicología. Colegio de Ciencias y Humanidades. UNAM.
México. 1993.
EPISTEMOLOGÍA 118
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
La reducción de la categoría personalidad al significado que tuvo dentro de las escuelas de orientación
intrapsíquica, como entidad interna, determinista y universal, es un prejuicio similar al de no considerar al
individuo en la construcción de lo social. La personalidad es la expresión subjetiva de la constitución
histórica de la individualidad, por tanto, ignorarla, puede conducir al desarrollo de una posición
cognitivista y externalista en la presentación de la relación entre lo social y lo individual.
Esto nos lleva a otra dicotomía del pensamiento psicológico tradicional que ha estado muy presente en la
psicología social; la dicotomía entre lo afectivo y lo cognitivo, la que de forma implícita ha estado presente
también en el desarrollo de las representaciones sociales. El poco desarrollo de la parte emocional de las
representaciones sociales no ha sido una casualidad, sino el resultado no intencionalmente asumido del
peso de la cognición en la psicología occidental, el cual, aunque ha sido criticado de forma explícita por el
propio Moscovici, Jodelet y muchos otros autores, no deja de tener una presencia en la construcción
teórica de las representaciones sociales.
La cuestión de la integración de las dicotomías señaladas a nivel teórico, nos coloca ante la posibilidad
del desarrollo de una psicología social más compleja, abarcadora y dinámica, que no cosifique su objeto y
sea capaz de mantener una producción teórica permanente sobre los diferentes procesos que
caracterizan la simultaneidad y diversidad de la subjetividad social.
115
Joffe Helene - The shok of the New"A psycho dynamic Extension of Social Representational Theory. In Journal
for the Theory of social Behavior. Vol. 26. No. 2. 1996
EPISTEMOLOGÍA 119
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El hecho de reconocer que las construcciones del hombre y, por tanto, de los investigadores, son parte
constitutiva de la realidad social, y de que la producción científica es una forma de construcción social,
definida entre otros factores por los sistemas de relaciones que caracterizan el marco social e histórico de
la producción del conocimiento, no necesariamente conducen a sustituir la realidad como constitutiva del
conocimiento, ni al sujeto en su constitución histórica y diferenciada en relación al discurso socialmente
constituido, aspectos explícitamente rechazados por los autores construccionistas.
La cuestión de lo cuantitativo y lo cualitativo que ha dado título a nuestro trabajo, es un tema muy actual
dentro de la investigación psicológica, el cual ha aparecido desde ángulos diferentes y respaldado por
aproximaciones epistemológicas también diferentes. Desde nuestro punto de vista, lo cualitativo no se
define por la utilización de instrumentos cualitativos en la investigación, sino por un proceso
esencialmente diferente de producción de conocimiento que aparece ante la necesidad de investigar un
objeto diferente; la subjetividad. La subjetividad se caracteriza por la definición de otra forma de lo real,
que se nos presenta en el nivel de lo simbólico, los procesos de significación y de los sentidos subjetivos,
tanto a nivel del sujeto individual como en las diferentes formas y niveles de la constitución social.
El tema de la subjetividad lo hemos tratado más a profundidad en publicaciones anteriores, por lo que no
profundizaremos en él en el presente artículo, destacando solo su significación en el desarrollo de una
epistemología alternativa con sus consecuentes implicaciones metodológicas. En este sentido,
desarrollamos nuestro planteamiento sobre la investigación cualitativa en los marcos de lo que hemos
denominado epistemología cualitativa, o sea, partiendo del reconocimiento del carácter cualitativo de los
procesos más generales de construcción del conocimiento.
La epistemología cualitativa se apoya en un conjunto de principios generales, entre los cuales queremos
resaltar tres por su significación para la psicología social: El carácter constructivo -interpretativo del
conocimiento, el papel de lo singular en este proceso y el carácter interactivo de la producción de
conocimiento. Estos tres principios van a tener un lugar esencial en nuestra comprensión y forma de
utilización de la investigación cualitativa.
Los indicadores se van integrando entre sí a través de la interpretación del investigador, quien va
produciendo construcciones teóricas que, sin estar explícitas en ellos, los incorporan como momento
constitutivo de la propia construcción, dentro de la cual realidad y subjetividad se hacen inseparables, a
116
Para más información sobre los principios epistemológicos mencionados consultar el libro del autor
Epistemología cualitativa y subjetividad.
EPISTEMOLOGÍA 120
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pesar de que tanto una como otra se reafirman en la continuidad de su propio curso, lo que conduce a
diferentes contradicciones del proceso de construcción teórica, que intenta seguir el vínculo entre las
ideas y la realidad a través de los indicadores producidos por la investigación.
La realidad social no puede estudiarse solo por sus manifestaciones más generales, como pueden ser los
diferentes discursos dominantes en diferentes esferas de la vida social, sino también por la forma
diferenciada y única en que los procesos sociales aparecen en la expresión de los sujetos individuales,
así como por las diferentes tramas sociales que caracterizan las relaciones entre los individuos El estudio
de los sujetos individuales posee un enorme potencial de generalización, definido no por las
coincidencias de expresión entre ellos, sino por la especificidad de esta expresión ante un momento de la
construcción teórica especialmente sensible a aquella expresión, la que de inmediato adquiere sentido
dentro de la generalización teórica.
En la investigación social los fenómenos no existen de forma estandarizada en la expresión del sujeto,
sino de manera diferenciada, así, el conformismo puede aparecer tanto en una subordinación inmediata a
la opinión del otro, como en una identificación acrítica con el otro, o como una preocupación desmedida
por aquel. Desde una concepción de la subjetividad, a ninguno de los comportamientos mencionados se
le pueden atribuir de forma directa un sentido conformista, pues el sentido de un comportamiento
concreto solo aparece en relación con otras manifestaciones directas o indirectas del sujeto asociadas a
él.
El exceso de formalización ha sido una de las cuestiones que más ha afectado el desarrollo de la
psicología social, cuya investigación ha dejado intactas zonas muy relevantes para la producción de
información social, como por ejemplo la escuela y las diferentes formas de expresión del proceso salud
enfermedad, las cuales formalmente se han asociado más con las esferas de la psicología educativa y de
la salud, las que lejos de ser vistas en estrecha interrelación con la psicología social, se han estudiado
como esferas diferentes. Esta situación ha impedido el aprovechamiento recíproco de resultados de
investigación y de la propia producción teórica.
La investigación cualitativa que defendemos sustituye la respuesta por la construcción, la verificación por
la elaboración y la neutralidad por la participación. El investigador entra al campo con lo que le interesa
investigar, lo cual no supone el cierre del diseño metodológico solo a aquellas informaciones
directamente relacionadas con el problema explícito a priori en el proyecto, pues la investigación implica
la emergencia de lo nuevo en las ideas del investigador, proceso donde marco teórico y realidad se
integran y contradicen de formas diversas en el curso de la producción teórica.
EPISTEMOLOGÍA 121
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Debemos recordar que el objeto de la antropología social es el estudio de culturas diferentes, las cuales
resultan verdaderamente inaccesibles si se les observa desde afuera, precisamente porque el sentido de
los comportamientos no aparece en la apariencia. Uno de los aspectos que diferencia nuestra propuesta
de la investigación etnográfica, a pesar de los múltiples puntos de contacto entre ambas, es que la
etnografía enfatiza la recolección a nivel empírico, pretendiendo con ello llegar con absoluta legitimidad al
fenómeno estudiado tal y como es, mientras que nosotros defendemos el proceso de conocimiento como
un proceso de construcción progresiva, donde el desarrollo del marco teórico es condición esencial para
llegar a zonas de sentido sobre el fenómeno estudiado. Entendemos por zonas de sentido aquellos
momentos de la producción del conocimiento donde manifestaciones diferentes de lo estudiado
adquieren inteligibilidad en los términos de la construcción teórica utilizada.
La investigación la vemos como un continuum, sin separaciones. Rígidas entre las etapas, proceso que
es orientado por las necesidades de la producción teórica. Lo empírico es un momento del desarrollo
teórico, no un aspecto externo que orienta la producción teórica desde afuera como proceso de
verificaciones sucesivas.
Además de la necesidad de producir informaciones diferenciadas a través del estudio de casos, estos nos
ofrecen información sobre procesos que se producen de forma automizada en el comportamiento social,
sobre los cuales el propio protagonista no tiene conciencia, sin embargo, en la continuidad de la
comunicación con él, aparecen de forma indirecta indicadores que nos ayudan en la comprensión de
aquel nivel del comportamiento social. Las estructuras de sentido de las expresiones individuales en el
contexto social constituyen redes complejas de elementos dinámicos diversos que están muy lejos de
aparecer solo en una de las formas particulares de expresión del sujeto.
Hemos utilizado el concepto de subjetividad social precisamente para dar cuenta de la complejidad
constituida en cada uno de los sentidos subjetivos de la vida social, aspecto que con frecuencia se
subordina a aspectos económicos, políticos o de otra naturaleza, sin comprender que aquellos actúan
sobre la población en dependencia de su sentido subjetivo, no como "cosa en sí". La multiplicidad de
niveles y de escenarios de la vida social determina el desarrollo de múltiples elementos de sentido que
actúan simultáneamente en la acción social del sujeto, quien constituye el escenario de su propio
desarrollo subjetivo.
El proceso de construcción teórica en el estudio de casos tiene un carácter singular, por tanto, cada caso
constituye un escenario único en la producción de conocimiento, y la información producida alcanza su
relevancia no por un proceso comparativo, sino por lo que aporta cualitativamente al curso de la
producción teórica. El análisis de casos no se puede realizar por la asimilación directa de manifestaciones
parciales del sujeto estudiado a las categorías generales aportadas por la teoría, lo cual ha sido una
práctica muy extendida en la psicología dinámica. La expresión concreta del sujeto adquiere sentido para
la construcción teórica solo en el contexto de su estudio integral.
El diálogo entre el investigador y el sujeto se alimenta de toda una dinámica subjetiva desarrollada entre
ambos, que puede favorecer o dificultar la expresión espontánea en el curso de la investigación. El sujeto
estudiado deja de ser un sujeto de respuesta, como expresamos antes, precisamente porque no es en
nuestras preguntas donde depositamos la esperanza de obtener lo que nos interesa, sino en la
construcción permanente y progresiva de él/ella, quien se adentra cada vez más en aspectos relevantes
de su experiencia social que no necesariamente están organizados de forma acabada en sus
construcciones conscientes en el momento inicial del estudio.
Otro momento importante del proceso de producción de información es el estudio de las redes en las que
los sujetos desarrollan su actividad social: el estudio de los códigos dominantes en los diferentes
sistemas de relaciones sociales en los que aquel participa, de los discursos, de los códigos implícitos de
control de la expresión, etc., todo lo cual proporciona indicadores que se integran a aquellos definidos en
el estudio de casos.
En nuestra concepción establecemos una diferencia entre técnica e instrumento; la técnica se acompaña
de categorías a priori y procedimientos totalmente definidos para el análisis de la expresión del sujeto,
mientras que el instrumento es simplemente un medio para estimular su expresión, el cual adquiere
sentido en el proceso de análisis integral de sus manifestaciones en el curso de la investigación o el
diagnóstico. El instrumento es simplemente el medio que sirve para inducir la construcción del sujeto, por
tanto, no representa una vía directa para la producción de resultados finales, sino un medio para la
producción de indicadores.
instrumento sintetiza los tres principios de la epistemología cualitativa antes señalados. En este nivel no
hay contradicción entre lo cualitativo y lo cuantitativo, siempre que no se quiera definir como cuantitativo
un modo particular de utilización de los instrumentos, lo que representa más una definición
epistemológica que un reconocimiento del valor de lo cuantitativo para el conocimiento.
Lo cuantitativo es importante en tanto informa sobre lo estudiado mejor que lo cualitativo. Existen
fenómenos más asequibles a modelamientos cuantitativos y también tipos de relaciones que sólo
aparecen en dimensiones cuantitativas, lo cual lejos de ser contradictorio con lo cualitativo, representa un
momento esencial en el curso de la producción del conocimiento. Rechazamos lo cuantitativo a nivel
epistemológico porque representa una imposición sobre fenómenos que sólo aparecen ante la
construcción cualitativa.
Como señala García Rosas (1973): "Esta oposición entre lo científico y lo especulativo acabó tomando la
forma de una dicotomía entre lo cuantitativo y lo cualitativo. Esta oposición es sobre todo ingenua. No es
posible colocar de un lado lo cuantitativo y de otro lo cualitativo dicotomizando la realidad como si fuese
el cielo y el infierno: el cielo de la regularidad, de la precisión de lo unívoco, contra el infierno de las
significaciones múltiples e imprecisas (pag 20). Al haber sido asociado lo cualitativo con la especulación,
se ignoró la naturaleza de lo estudiado y se asumió lo cDanfiiativo no como un momento necesario de la
aproximación metodológica, sino como un invariante de la aproximación epistemológica.
La definición de instrumentos cuantitativos en psicología, entendiendo por ello los test o determinado tipo
de procedimiento estandarizado, confiable y validado, es el mejor ejemplo de la confusión al entender lo
cuantitativo como un momento necesario de la producción del conocimiento y entenderlo como
legitimación de una forma de producir conocimiento, lo cual llevaría a considerarlo a nivel epistemológico,
como ocurre en estas técnicas, lo cual ubica lo cuantitativo a nivel epistemológico.
La abstracción del sujeto que pretenden las técnicas cuantitativas tradicionales representa ante todo un
planteamiento epistemológico, que de forma alguna debe capitalizar el sentido de lo cuantitativo para la
investigación psicológica. La contradicción entre lo cualitativo y lo cuantitativo a nivel epistemológico,
dentro de las tradiciones de producción del conocimiento psicológico, si la consideramos irreconciliable.
Los instrumentos, a diferencia de las técnicas, no constituyen un fin en sí mismos. Los indicadores
producidos por la expresión del sujeto ante un instrumento concreto, se integran a otros indicadores
aparecidos por otras vías diferentes, todos los cuales son seguidos y construidos por el investigador. Con
frecuencia ocurre que información a la que no se le atribuyó el carácter de indicador en la evaluación
inicial de un instrumento, adquiere este carácter por la aparición de nuevos indicadores en otros
instrumentos.
La expresión del sujeto ante los instrumentos es un proceso de comunicación, por lo tanto, en la propia
relación que se establece durante la aplicación de estos se producen con frecuencia informaciones tan
importantes como las que se expresan por las construcciones ante los instrumentos. Lo mismo ocurre
con las observaciones del investigador sobre la ejecución de los sujetos en el curso de la aplicación de
los instrumentos.
Consideramos dos grupos esenciales de instrumentos: los interactivos y los de expresión personal, entre
los interactivos tenemos las dinámicas de grupos, el psicodrama, las dinámicas de pareja, la presentación
de situaciones para estimular la discusión grupa¡, conferencias, películas, reuniones informales en el
curso de la investigación, etc., mientras que los instrumentos de expresión personal son aquellos que
deben ser construidos por el sujeto individual, los cuales pueden ser abiertos y poco estructurados, como
las composiciones, láminas, etc., abiertos semiestructurados, como el completamiento de frases
conflictos de diálogos, etc., e instrumentos cerrados, como los cuestionarios con este carácter.
Ninguno de los instrumentos mencionados son exclusivos de un área particular de la psicología, por
tanto, la psicología social debe trabajar con todos. Los instrumentos de expresión individual nos dan
información irrepetible sobre el sentido de algunos procesos sociales para individuos concretos, lo cual es
un ángulo esencial para evaluar la significación y la dinámica de dichos procesos en la constitución actual
de la sociedad.
En el estudio de las muestras significativas a nivel de una comunidad, una institución, familia, o cualquier
nivel de la subjetividad social que se pretenda estudiar, por lo general el único criterio empleado es la
opinión directa de la población frente a preguntas estructuradas, posibles de ser codificadas y
organizadas bajo criterios estadísticos en términos de su significación poblacional. Este procedimiento
define una orientación metodológica totalmente instrumentalista y cuantitativa en la base del trabajo con
las muestras poblacionales.
EPISTEMOLOGÍA 125
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La investigación social es un proceso activo donde el grupo estudiado se va definiendo dentro del propio
proceso de investigación a través de las dinámicas interactivas que van apareciendo entre los sujetos
estudiados, algunas de las cuales tienen que seguirse y ampliarse por la significación que adquieren en
términos de lo estudiado. La investigación como proceso constructivo interpretativo es, como hemos
afirmado más arriba, un proceso activo, lleno de interrogantes, conjeturas y caminos alternativos, que
exige de decisiones del investigador vinculadas con todos los aspectos del proceso, las que afectan
desde la definición del problema, hasta la creación de nuevos instrumentos sobre la marcha, o de
estudiar nuevos sectores o redes de población dentro del grupo investigado.
El carácter invariable y apriorístico de la muestra a estudiar, reproduce el sentido estático que caracteriza
a las unidades usadas para la construcción del conocimiento en la perspectiva epistemológica
cuantitativa. Este carácter estático viene dado por considerar a los sujetos de estudio como "entes" de
respuestas que quedarían definidas por los atributos del instrumento y no por la constitución particular del
sujeto estudiado, configurada en el sentido de su expresión individual.
La muestra como grupo estudiado que nos permite la construcción de lo social, no existe como conjunto
de sujetos, sino como sujetos organizados en sistemas de relación, donde el sistema deviene un
elemento de información tan importante como el sujeto. Es imposible el estudio de la subjetividad social
fuera de sus sistemas de relaciones constitutivos, los cuales no aparecen totalmente a priori en el
momento de elaborar el diseño de investigación, sino que van apareciendo gradualmente en la medida en
que maduran las relaciones del investigador dentro del grupo social estudiado.
Como señala a. Cicourel (1990): "Así, al proponerse estudiar una agencia gubernamental, adoptando la
observación participante junto con el uso extenso de entrevistas estructuradas y no estructuradas, se
debe tener en mente que ganar acceso a los sujetos en su vida cotidiana, desarrollar las relaciones
sociales necesarias con los que serán entrevistados, así como evaluar la importancia de fuentes de datos
oficiales y no oficiales, son aspectos problemáticos de la situación de investigación cuyo estudio puede
contribuir para nuestro conocimiento tanto de la metodología como de las propiedades teóricas de la
organización social (pág. 103).
El acceso a la vida cotidiana de los sujetos estudiados es un aspecto esencial para la producción de
información sobre cualquiera de los aspectos a estudiar en la subjetividad social. La subjetividad social no
se puede abordar de forma descriptiva y fraccionada; ella representa un sistema dinámico en movimiento
permanente con múltiples alternativas en el curso de su desarrollo, las cuales sólo pueden ser estudiadas
en la multiplicidad de sus formas constitutivas dentro del propio movimiento de su organización.
La investigación cualitativa en psicología social presupone ir abriendo de forma gradual los diferentes
sistemas de relación en los que se manifiesta lo estudiado, e integrar en el sentido que ellos tienen para
los sujetos estudiados los diferentes aspectos que participan de la vida de estos sistemas, materiales,
sociales, políticos, etc., dentro de su constitución en formas de la subjetividad social.
Dentro del marco en que hemos presentado la relación entre lo cualitativo y lo cuantitativo, las divisiones
entre lo social y lo individual y lo afectivo y lo cognitivo no tienen razón de ser, pues los procedimientos
para la producción de información nos permiten el acceso de forma simultánea a los elementos
constitutivos de estas dicotomías, los cuales quedan integrados en la definición asumida de subjetividad.
La cuestión de los problemas de investigación pierden su especificidad disciplinar, la cual solo va a
aparecer como consecuencia del universo teórico en que encuentran su significación las construcciones
procedentes del momento empírico de la investigación. En este sentido las líneas de diferentes esferas
de la psicología convergen en momentos diferentes de la construcción teórica, lo cual debe dar paso a
articulaciones interdisciplinarias totalmente ausentes hoy.
Actividad didáctica
1) Haga un glosario de los términos nuevos.
2) Delimite los aspectos que no llega a comprender por desconocimiento de algún tema.
3) Resuma los aspectos fundamentales que aborda el texto.
4) Sintetícelos.
5) ¿Cuáles son las interrogantes más sugestivas que se haría del mismo?
6) ¿Cómo se las responde?
7) A qué conclusiones ha llegado ha llegado con la lectura de este texto.
EPISTEMOLOGÍA 127
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Lo que me propongo hacer aquí es repasar brevísimamente tres aproximaciones muy genéricas al
estudio de la ciencia para, de alguna manera, insinuar que es muy posible que los psicólogos tengamos
algunas cosas que decir como tales, respecto al conocimiento científico. Es sumamente frecuente que
cuando se relacionan los espacios conceptuales de "ciencia" por una parte y "psicología" por otra, sea
para discutir acerca de la muy densa problemática de la psicología como ciencia. Dicho de otra manera,
que como psicólogos científicos nos interese, e incluso nos obsesione, la cientificidad de la psicología, o
cómo hacer que la psicología sea científica, cómo construir el conocimiento psicológico a partir de, y en el
seno de, el método científico, hasta qué punto toda la psicología es científica, qué áreas o teorías no lo
son y por qué, etc. Sin renunciar a ese tema y a esa problemática, es posible tomar la relación entre
"ciencia" y "psicología" por otro lado, exactamente, por el otro lado, es decir, es posible interesarse no por
el método científico de la psicología, sino por la psicología del quehacer científico. En mi opinión hay
múltiples razones para esa inversión y ampliación del tema. El trabajo desarrollado en las últimas
décadas acerca de la ciencia hace que resulte patente la insuficiencia de, como decíamos, caracterizar la
ciencia como el producto de la aplicación rigurosa y sistemática del método científico. No ya teorías
particulares, sino disciplinas o subdisciplinas enteras se ocupan ahora mismo de estudiar ese gran
producto y fenómeno que llamamos ciencia. Junto a la más tradicional y asentada Filosofía de la ciencia,
prospera la investigación sobre Historia de la ciencia, y en las últimas dos o tres décadas se ha estado
llevando a cabo un intenso programa de estudio de Sociología de la ciencia.
Aunque más tímidamente, y con menos impacto hasta el momento, ha surgido también el interés y el
trabajo para elaborar una Psicología de la ciencia. Precisamente esa ampliación de nuestros intereses
que propongo, desde los problemas de la psicología como ciencia al desarrollo del conocimiento
psicológico del quehacer científico, no haría más que sumarse a ese proyecto. Así, no tiene por qué
haber mayor problema, ni desde luego contradicción, para los psicólogos, entre intentar ser científicos -la
disquisición y el empeño tradicional de la disciplina- y contribuir con nuestras propias herramientas
conceptuales y de investigación a dilucidar cómo se hace la ciencia.
Es muy posible, anticipo, que ese doble empeño pudiera contribuir a allanar, en el sentido de
comprender, de hacer más diáfanos, tanto el concepto de "ciencia" como el concepto de "psicología". Y,
de rebote, a resituar y redefinir la problemática epistemológica de nuestra disciplina, que no es poca.
Un psicólogo británico, Nicholas Humphrey, escribió no hace tanto tiempo lo siguiente: "Que nadie
suponga que la psicología natural -o la psicología con cualquier otro título- no es cosa
extraordinariamente difícil.
Filósofos y científicos que, con todas sus teorías y métodos experimentales han estado tratando durante
un siglo, más o menos, de desarrollar su propia ciencia del comportamiento humano, han descubierto que
la tarea resulta perturbadora y humillante. No hay ni habrá nunca principios newtonianos del
comportamiento humano." (Humphrey, 1983-1987).
117
FERNANDO GABUCIO. Doctor en psicología. Profesor titular de la Universitat de Barcelona. Tomado de
Epsys. Revista de Psicología y Humanidades.
EPISTEMOLOGÍA 128
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Tenemos que encontrar una calificación de lo que es la actividad investigadora de la psicología que
extirpe esos dos términos, "perturbadora y humillante", y la única manera posible es entendiendo por qué
viene siendo así, por qué no puede haber principios newtonianos del comportamiento humano, qué
rasgos constitutivos tienen los principios newtonianos de la física y qué impide que los haya en relación al
comportamiento. Hacer esto requiere, evidentemente, salir del estado de "envidia de la física" en que
buena parte de la psicología parece haberse instalado. Eso, a su vez, requiere una "epistemología
comparada" que no dé simplemente por supuesto que cierta imagen de la física, probablemente del siglo
XIX, determina lo que la psicología debería ser -de forma análoga a como la tradición comparada da por
supuesto que el ser humano constituye la forma máxima y suprema de la evolución-. Que la psicología
resulte "perturbadora y humillante" debería ser en todo caso algo personal y no institucional o disciplinar.
Si se plantea como disciplinar es porque carecemos de una adecuada comprensión de cómo funciona la
ciencia, toda la ciencia o, mejor, el entramado de las ciencias. En absoluto propongo que la clave
principal, y mucho menos única, de esa comprensión radique en las futuras realizaciones de la psicología
de la ciencia. Pero sí que planteo que ésta puede contribuir a la "naturalización de la epistemología". Al
fin y al cabo, el problema del conocimiento seguirá abierto, también, en la medida en que no se resuelva
el del conocimiento psicológico -entre otros, por supuesto-. Las tres aproximaciones a las que me referiré
son las siguientes:
En primer lugar la que sostiene que la via regia para la elaboración del conocimiento científico
consiste en el uso y aplicación del método científico, punto de vista que casi me atrevería a
calificar de estándar en el marco de la psicología, tal como la representa, por ejemplo, Mario
Bunge (1980).
En segundo lugar se encontraría la aproximación que suele autodenominarse construccionismo
social, que, como su propio nombre indica, subraya, en muy buena medida contra la idea de
método científico, el carácter social de la actividad científica y el carácter construido del
conocimiento resultante. Kurt Danziger es un excelente representante de esa aproximación en lo
que a la psicología se refiere (1990).
En tercer y último lugar, pero de manera menos unitaria y perfilada, podría hallarse una posición
que llamaré constructivismo, y que se situaría a caballo de algunos constructivismos filosóficos y
la incipiente psicología de la ciencia. Aquí, como decía antes, no hay una posición con una
etiqueta sociointelectual definida, no hay escuela unitaria -seguramente, en parte, por algunos de
los propios presupuestos epistemológicos subyacentes-. Tomaré como un nombre inicial de
referencia el del filósofo norteamericano Hilary Putnam (1987-1994).
Para Mario Bunge (1980) el asunto está claro. La ciencia moderna se inicia con Galileo, y Galileo, aunque
no explicite ningún método científico, lo que hace en su trabajo es proponer hipótesis y someterlas a
comprobación experimental. Hacer ciencia, a pesar de que se haya sofisticado en varios aspectos, sigue
siendo hacer lo que Galileo hizo -así descrito-. Y eso puede describirse como una "formulación
actualizada del método científico". Se procedería de acuerdo con el método científico cuando se siguen
una serie de pasos en el intento de hacer avanzar el conocimiento:
Nadie negará que ésta es una manera útil y práctica de exponer algunos de los elementos de los que
consta la investigación científica. Pero lo que aquí está en juego es si ésta es una manera adecuada y
suficiente de caracterizar lo que es hacer ciencia. Tener escrita la receta de un plato sabroso no convierte
EPISTEMOLOGÍA 129
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
a nadie en un gran cocinero, y tener escrita la receta del método científico no convierte a nadie en un
gran científico. Eso, desde luego, lo reconoce hasta el propio Bunge. Aunque John Stuart Mill lo expresó
con mayor crudeza: no existe un método general que no conduzca "en conjunción con la estupidez
universal" a malos resultados (citado por Putnam, 1987-1994). Por eso, por parte de Bunge, una vez
expuestos los pasos del método, vienen las salvedades y las aclaraciones:
a. "Es una actitud más que un conjunto de reglas para resolver problemas"
b. "para llevar adelante una investigación es menester 'entrar en materia'" -apropiarse de ciertos
conocimientos, advertir qué se ignora, escoger qué se quiere averiguar, etc. -.
c. "el trabajo reglado, o a reglamento, no se distingue por su creatividad" .
d. "hay también un sinnúmero de tácticas o métodos especiales característicos de las distintas
ciencias y tecnologías particulares […] no basta leerlas en un manual: hay que vivirlas para
comprenderlas"
e. "el método no suple al talento, sino que lo ayuda […] la persona de talento crea nuevos métodos,
no a la inversa"
f. "puesto que el método científico es la manera de conducir investigaciones científicas, no puede
aprenderse separadamente de éstas"
Sería muy fácil en este punto "llevar el agua a mi molino" y decir que todos esos "aspectos" con los que
se matiza la caracterización del método, de la supuesta manera de hacer ciencia, son básica y
eminentemente factores psicológicos, factor humano. Si los reducimos a una lista de sustantivos, lo que
nos queda es la importancia, para hacer ciencia, de: la actitud, el conocimiento previo, el talento y la
creatividad, el aprendizaje, la vivencia y la comprensión.
Volveré a citar en este punto a Nicholas Humphrey, porque resulta oportuno. Él dice: "Pero digan lo que
digan los sumos sacerdotes, desde Bacon hasta Popper -no incluye a Bunge-, acerca de cómo debiera
pensar la gente, nunca se han acercado siquiera a describir cómo piensa la gente" (op. cit.). Eso, añadiré,
es una tarea ingente, difícil, para la psicología.
Si tuviéramos, entonces, que decir qué significa definir la ciencia como la aplicación del método científico,
podríamos extraer las siguientes notas dominantes:
1. Se postula un procedimiento universal —en lo que a ámbitos de conocimiento se refiere; incluye a
todas las ciencias y a la filosofía, para Bunge—, y único.
2. Parece pivotar exclusivamente sobre un fundamento de racionalidad.
3. Se describe con carácter de actividad individual, y no social.
4. Se concibe como fijo, estable, ahistórico.
5. Funciona de cara a "la verdad".
6. Se concibe en términos de racionalidad técnica: lo que está en juego no son los fines perseguidos
sino únicamente los medios para alcanzarlos. Hechos y valores se desligan por completo
7. Suele llevar aparejada la idea de progreso constante.
No es extraño que hayan surgido alternativas a esa consideración del quehacer científico.
Una de ellas, decíamos, es la que representa Kurt Danziger (1990). Algunas de las notas distintivas de
esta forma de acercarse a la práctica de la ciencia, y hay que darse cuenta de que esto, así formulado, es
ya una renuncia deliberada a caracterizar la ciencia en términos de un método, se entienden bien por
contraste con las anteriores.
En primer lugar, y por oposición al punto 1 de los anteriores -método como procedimiento universal-
Danziger no se ocupa de la ciencia, en el sentido de ocuparse de toda ciencia o de la ciencia en general.
En segundo lugar -y por oposición al punto 3, que concibe el método como ahistórico-, tampoco se ocupa
de la psicología en general, sino de la historia de la disciplina desde los inicios de la investigación
empírica o, como él enuncia, desde que "sus practicantes -de la psicología- se comprometieron
decididamente con métodos prácticos de producción de datos".
EPISTEMOLOGÍA 130
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
En tercer lugar -y por desacuerdo directo con la noción de método científico-, afirma que "el concepto de
práctica investigadora es más amplio que el de metodología" -que sería, comparativamente, una
abstracción de ciertos aspectos que operan en la práctica investigadora-.
En cuarto lugar -y por oposición al supuesto expresado en el punto que entiende el uso del método como
un asunto individual-, defiende que "la práctica investigadora es más una práctica social; los
investigadores individuales actúan dentro de una red determinada por los consumidores potenciales de
los productos de su investigación, y por las tradiciones de prácticas aceptadas que prevalecen en el
campo."
En quinto lugar -y frente a los supuestos del papel de la racionalidad y de la verdad en la empresa
científica-, se afirma lo siguiente: "Lo que une a los científicos no es simplemente la posesión de unas
mismas facultades lógicas o la confrontación ante una misma naturaleza externa. Sus lazos sociales son
mucho más complejos. Están relacionados mediante lazos de lealtad, poder y conflicto. Comparten tanto
intereses como facultades lógicas, y ocupan posiciones en estructuras sociales más amplias. En ese
mundo social la distinción neta entre racional e irracional se rompe."
En sexto y último lugar -y frente al supuesto de la racionalidad técnica-, Danziger opina que "los cambios
más significativos en la historia de la práctica científica en psicología fueron cambios en los fines más que
mejoras en los medios". La aproximación de Danziger a las prácticas de investigación de la psicología es,
comparada con la de Bunge, claramente más psicosocial, y, por tanto, más psicológica.
Pero hay que distinguir el grano de la película de las imágenes que se toman con ella. Aunque hayamos
resumido en un conjunto limitado de rasgos ambos enfoques, lo que estamos diciendo en cada caso es
muy diferente. En el caso de Bunge y la idea de ciencia definida por el uso del método científico, lo que
se ha expuesto es lo fundamental de esa concepción. En el caso de Danziger y su defensa del estudio de
las prácticas investigadoras, lo que se ha entresacado es meramente el preámbulo del trabajo. Eso tiene
poco valor sin el detallado estudio histórico que le sigue, sin la descripción pormenorizada de las
diferentes prácticas de investigación psicológica producidas a lo largo de este siglo -cosa en la que aquí,
por razones obvias, no podemos entrar-.
Antes decíamos que parece poco discutible que la descripción de los pasos del método científico que
Bunge proporciona resulten una manera útil y práctica de exponer algunos de los elementos de los que
consta la investigación científica. Y decíamos también que, en cambio, es más que dudoso que sean una
manera adecuada y suficiente de caracterizar lo que es hacer ciencia. Pues bien, ahora estamos en
condiciones, en relación a Danziger, de decir exactamente lo contrario. Es posible que no funcione bien
como ayuda práctica para emprender una investigación empírica concreta, ni lo pretende, como puede
suponerse. Lo que pretende es ayudar a entender la disciplina desde una perspectiva histórica y
psicosocial. Por el contrario, debería haber también pocas dudas acerca de que proporciona una
descripción -no en lo que aquí se ha recogido, pero sí en el conjunto de la obra citada- más adecuada de
lo que ha sido hacer psicología en este siglo de lo que Bunge o cualquier otra aproximación basada en la
idea de método científico pueda ofrecer. Como seguramente se intuirá, lo que aquí está en juego es un
episodio más de la confrontación entre aproximaciones, en este caso a la ciencia: nomotética, formal,
procedimentalista por un lado –Bunge-, o histórica, más idiográfica, sustantiva, de contenido -Danziger-,
por otro. Se podría argumentar que la segunda es más exigente desde un punto de vista cognoscitivo.
Pero debemos dar el último paso que nos proponíamos y entrar en esa tercera aproximación que de
manera algo inespecífica he llamado constructivista. Aunque no la vaya a desarrollar, conviene que diga
que comparte más, creo, con la aproximación psicosocial de Danziger que con la de Bunge.
Nos puede servir de arranque la siguiente afirmación de Hilary Putnam (1987-1994), que no debiera
resultar tan extraña después de lo ya dicho: "Mi propia concepción, para ser francos, es que no hay tal
cosa como el método científico. El estudio de casos de teorías particulares en física, biología, etc., me ha
convencido que ningún paradigma puede ajustarse a todas las diferentes investigaciones que discurren
bajo el nombre de 'ciencia'." De entre los varios argumentos en los que descansa esa apreciación, vamos
EPISTEMOLOGÍA 131
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Hay que tener en cuenta que de lo que aquí estamos hablando no es ajeno a algunas de las cuestiones
planteadas antes. La analogía es parte de la respuesta a la pregunta acerca del origen de las ideas. ¿De
dónde vienen las ideas? Recuérdese que el tercer paso del método científico, según la formulación de
Bunge, era "buscar los conocimientos y/o instrumentos relevantes al problema", el cuarto era la "tentativa
de solución del problema con ayuda de los medios identificados", y el quinto consistía en "inventar
nuevas ideas -hipótesis, teorías o técnicas-, o producir nuevos datos empíricos que prometan resolver el
problema". Estos son seguramente los momentos en los que más claramente se requieren el talento y la
creatividad que Bunge proclama. Y no se trata de que la analogía sea la única respuesta o la única
posibilidad de llevar adelante esas tareas. Pero basta con que admitamos que es un recurso cognoscitivo
relevante para que se nos plantee un problema: no tenemos "ningún criterio para distinguir las analogías
buenas de las malas", es decir, no tenemos ningún criterio para llevar adelante con rigor científico,
permítaseme la ironía, algunos pasos cruciales del "método científico". Este problema podría intentar
solucionarse, propone Putnam, con "más de lo mismo", es decir, más rigor y criterios metodológicos. Lo
formula así: "Una manera de sortear la dificultad podría consistir en complementar las explicaciones
formales actuales del método científico con un conjunto añadido de reglas que determinarían qué
analogías son razonables […]. Y continúa: "Pero no parece existir ninguna razón para pensar que tales
reglas serían de ninguna forma más simples que una descripción completa de la psicología total de un
ser humano idealmente racional." Pero esta posibilidad, que así formulada ya es considerada inviable por
su autor, y que funciona más bien como tope insuperable de su argumentación, se complica todavía más,
se mire por donde se mire. En primer lugar, y dicho con contundencia, no hay evidencias psicológicas a
favor de "un ser humano idealmente racional". Esa idea, que es más bien un presupuesto, viene siendo
sustituida en la investigación psicológica sobre procesos de pensamiento, que se pretende que incluyen
el pensamiento científico, por la de un sujeto psicológico con una racionalidad limitada (véase, por
ejemplo, Faust, 1984; Giere, 1988; o Legrenzi, 1998-2000; o, en otro sentido, Barrow, 1998-1999). Pero,
en segundo lugar, si tenemos en cuenta las consideraciones psicosociales de Danziger, nos vemos
obligados, con él, a admitir, como ya hemos comentado, que en el "mundo social la distinción entre
racional e irracional se rompe" (op. cit).
Putnam concluye lo siguiente: "La esperanza de tener un método formal, capaz de ser aislado a partir de
nuestros juicios sobre la naturaleza del mundo, parece haberse frustrado. Y si ensanchamos la noción de
un método de manera que una formalización de la psicología completa de un ser humano idealmente
racional cuente como un 'método', no hay razón para pensar que un 'método' en ese sentido deba ser
independiente de los juicios del ser humano sobre metafísica, estética o cualquier otra cosa." De acuerdo
con la intención, y con la tesis de esta presentación, reformularé esa conclusión en otros términos: que se
haya frustrado nuestra confianza para hacer ciencia, y para hacer psicología, en la posesión de un
método no sólo no impide, sino que alienta nuestra expectativa de entender psicológicamente en qué
consiste hacer ciencia, e incluso, simplemente, nuestra intención de entender psicológicamente. Como
reza el título, quizá sea más interesante y prometedora la psicología de la ciencia que los problemas del
método de la psicología.
EPISTEMOLOGÍA 132
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Actividad didáctica
8) Haga un glosario de los términos nuevos.
9) Delimite los aspectos que no llega a comprender por desconocimiento de algún tema.
10) Resuma los aspectos fundamentales que aborda el texto.
11) Sintetícelos.
12) ¿Cuáles son las interrogantes más sugestivas que se haría del mismo?
13) ¿Cómo se las responde?
14) A qué conclusiones ha llegado ha llegado con la lectura de este texto.
EPISTEMOLOGÍA 133
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Uno de los propósitos básicos de su enfoque será la unificación del campo total de la psicología de una
manera lógicamente coherente, mediante la utilización de un lenguaje común. Para lograr tal propósito
utilizará a las Ciencias Naturales, en especial a la física, como marco de referencia a partir del cual
formulará sus principales conceptos.
Para lograr situar el aporte de Lewin a la Psicología Social será necesario partir del diagnóstico que el
autor efectúa de la psicología de la época. Así dirá que gran parte de la psicología se halla en una así
llamada ―época especulativa‖ en la medida que ―...se creyó que algo peculiar subyacía como fuente
escondida de energía y se le dio el nombre de asociación. Nuevos investigadores sondearon en lugares
un poco diferentes, y encontraron algo que llamaron instinto. Un tercer grupo de exploradores informó
acerca de otra entidad descubierta, la libido. Y todos pretendieron haber encontrado el fundamento sobre
el que se apoyaba la tierra.‖. Se enuncia ya en esta cita una crítica a dar cuenta de lo que ocurre a partir
de un único concepto, o a partir de la clasificación y el ordenamiento de los objetos de acuerdo a la
posesión de ciertas características consustanciales, imprescindibles para su identidad, se podría decir la
esencia de una cosa, la cual sería la causa de un determinado evento o suceso. Este modo de proceder,
planteará Lewin, será propio de un pensamiento de tipo aristotélico en psicología, el cual es preciso
abandonar para garantizar la aceptabilidad de la ciencia psicológica. Planteará que un tránsito así fue
realizado en la física moderna, al dejar de lado otros tipos de pensamiento que impedían su
desenvolvimiento como ciencia.
El punto débil según Lewin de las teorías que sustentan tales conceptos es que al sondear las
profundidades de los individuos, no son capaces de probar una conexión real entre estas hipótesis
subyacentes y lo que ocurre en la superficie. El conductismo, empezará a explorar ya no lo subyacente
sino la superficie de la conducta, en búsqueda de hallar nuevos fenómenos, de descrirlos y medirlos, pero
según el autor tampoco será satisfactorio.
―...después de todo, el psicólogo observaba seres humanos: niños necesitan ayuda y educación;
delincuentes, orientación; individuos angustiados quieren curarse. Contar medir y clasificar sus
padecimientos no cambia mucho el aspecto de esas condiciones.‖ No basta con medir el orden de los
estímulos y las respuestas en la conducta, así como tampoco sus condicionamientos... la teoría debe
formularse en búsqueda de la resolución de problemas sociales. Por lo tanto, puede verse una
implicación mutua de la teoría y la práctica.
Lewin planteará que el principal problema metodológico de la psicología será: ¿cómo descubrir los
hechos que están ―detrás‖ o ―debajo de la superficie‖ sin caer en las falacias de la época especulativa?
Frente a esa pregunta, Lewin recurrirá al interjuego entre la observación de los hechos psicológicos y la
construcción de conceptos que permitan explicar esos hechos y al mismo tiempo predecir otros. Así dirá
―...hemos tratado de representar relaciones dinámicas entre los hechos psicológicos por medio de
constructos matemáticos en un nivel suficiente de generalidad‖. Tal procedimiento será llamado ―método
de la aproximación gradual‖, en la medida en que sólo gradualmente y en paralelo con el trabajo
experimental se intentará la especificación de tales constructos. Cabe resaltar que ya no se trata de
representar a través de la teoría el objeto ―en sí mismo‖ sino que los objetos y los conceptos con los que
se relaciona. La teoría ya no dará cuenta de objetos, sino de relaciones entre ellos. Este énfasis será de
118
Juan Carlos Saumontt, Psicólogo. Material Utilizado en el Seminario de Psicología Social de la Escuela de
Psicología de la Universidad Bolivariana. Santiago de Chile, 2002.
EPISTEMOLOGÍA 134
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Para realizar esto, Lewin planteará que la psicología no podrá intentar explicarlo todo con un concepto
único ―... debe emplearse una variedad de constructos interrelacionados de una manera lógicamente
precisa‖. Se exige de esta forma un nivel de precisión aún mayor con respecto a las propiedades
conceptuales de los constructos, el que estos constructos estén ―interrelacionados de una manera lógica
precisa‖ se sustentará en que la representación final de ellos debe ser estrictamente matemática. Podría
uno preguntarse ¿Cuál es el propósito de Lewin al realizar tal exigencia de formalización? ¿ qué
papel cumple apelar a un lenguaje común como es el lenguaje de las matemáticas en la representación
de los hechos?
El constante recurso por parte de Lewin a la matematización y a conceptos provenientes del ámbito de la
física, como una utilización de una epistemología comparada de las ciencias, la cual tendría como
objetivo el servir de ayuda a la solución de problemas metateóricos, buscando un marco común de
referencia en el intento de delimitar la especificidad de cada una de las ciencias. De esta forma, no
existirá una apelación al método como una forma de diferenciar las distintas ciencias, ya que ―la
singularidad del método normalmente se desprende de la naturaleza de los objetos de investigación y del
correspondiente estadio del desarrollo de la ciencia en cuestión‖.
Así, una ciencia más que caracterizarse por la posesión de un objeto y método específico será entendida
como una jurisdicción de problemas, la cual puede necesitar diferentes universos de discurso, de
construcciones y de leyes, con lo cual cualquiera de ellos puede referirse a un mismo universo de
objetos. Así, la psicología no se caracterizará por tener como objeto a ―la mente‖, así como tampoco la
sociología a ―la sociedad‖, ambas compartirán un conjunto de problemáticas que deben hacer frente
según herramientas conceptuales específicas. De este modo, dirá ―... no hay ya necesidad de que
subsista la tradicional oposición entre psicológos y sociólogos‖.( p. 118, K.Lewin ―teoría del campo y
experimentación en Psicología Social‖). A partir de ahí, la Psicología Social queda situada en un lugar
de privilegio, intentando postularse como un enfoque general en el ámbito de las ciencias sociales, el cual
ofrecerá al mismo tiempo herramientas conceptuales específicas para la solución de los problemas
concretos de un área vasta y diversificada.
Incluso postulará a los hechos sociales como presentando el mismo nivel de realidad que los hechos
físicos. Para ello, se remitirá nuevamente a la física, diciendo que antes de la invención de la bomba
atómica un físico promedio no estaba dispuesto a aceptar que los hechos sociales tenían el mismo grado
de realidad que un objeto físico, pero... ―la bomba ha mostrado con dramática intensidad el grado en que
EPISTEMOLOGÍA 135
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
los sucesos sociales son, al mismo tiempo, el resultado y las condiciones de la ocurrencia de los hechos
físicos‖.
Es interesante esta operación de analogación entre la realidad física y la realidad social, ya que permite
llegar a pensar a las relaciones sociales como teniendo la misma materialidad que los hechos físicos. Es
decir, la existencia de leyes a nivel social tendría la misma fuerza que, por ejemplo, la ley de gravitación.
Ahora bien, Lewin intentará dar cuenta de la realidad social a partir de su teoría del campo. La noción de
―campo‖ será definida como ―una totalidad de hechos que coexisten y que se conciben como
mutuamente dependientes‖. Así, la conducta de un individuo en determinado momento deberá
entenderse a partir de la totalidad de los hechos coexistentes. Cabe remarcar a partir de lo dicho, que la
pregunta por la causa de un determinado evento o conducta ya no podrá entenderse a partir de la
esencia de una cosa o desde su pertenencia a una clase sino que sólo a partir de la coexistencia de
distintos hechos. El que cualquier parte del campo dependa de todas sus otras partes, dará cuenta del
carácter dinámico de éste. Estas interrelaciones no podrán representarse sin acudir al concepto de
espacio, eso sí, ya no de espacio físico sino de espacio psicológico, acuñando el concepto de ―espacio
vital‖, el cual incluirá a la persona y al ambiente psicológico. La conducta será siempre una función de
este espacio vital, el cual es resultado de la interacción de la persona y el ambiente. Este espacio vital
estará en continuo cambio, pudiendo ser representado como un campo de fuerzas. De este modo, el
constructo de fuerza adquiere un papel central para explicar lo que ocurre en el espacio vital. Las fuerzas
psicológicas corresponden a relaciones entre regiones del espacio vital, existiendo determinadas
valencias, ya sean positivas o negativas dependiendo si una determinada región meta del espacio vital
es atractiva o repulsiva.
Lewin utilizará una serie de conceptos como el de fuerza, valencia, tensión, etc. para representar lo que
ocurre en distintas situaciones de orden social. Estos conceptos expresarán el carácter dinámico del
―campo social‖. Se pasará de este modo con Lewin de una descripción de los agregados sociales a la
consideración de una suerte de dinamismo. Ahora bien, este dinamismo será entendido como una
interacción en que los términos tienen una existencia previa a la relación que se produce entre ellos, lo
cual conserva a las entidades entre las cuales se producen las relaciones. Se podría decir que si la
psicología con un modo de pensar aristotélico se ocupaba de la descripción y clasificación de las
entidades, la psicología postulada por Lewin se ocupa de estas entidades pero ahora ―en relación o
interacción‖. Con una posición así se deja de lado la posibilidad de entender las relaciones como
constituyentes en la producción de los términos, con lo cual las relaciones pasarán a ser cosificadas
como entes. De esta forma, cabría preguntarse ¿el carácter dinámico aseverado es propio de la realidad
social o del conjunto de constructos y fórmulas que la representan?. Parece ser que la importancia
concedida por Lewin a las relaciones más que a los objetos tiene que ver no tanto con el carácter
determinante de las relaciones sociales sino con las relaciones posibles de postular al interior de la teoría
del campo, siendo entendidas de este modo como meras pautas formales de correlación entre entidades
abstractas. De este modo, Lewin cae presa del formalismo en su particular intento de dar cuenta de la
realidad social. Su apelación constante al lenguaje de las matemáticas expresa en alguna medida la
creencia en que la dimensión cuantitativa sería inherente al orden de los fenómenos, desconociendo que
la cuantificación sólo es posible cuando se dispone del número como objeto formal, el cual es producto
de la práctica científica y no inherente a los fenómenos.
Actividad didáctica
1) Haga un glosario de los términos nuevos.
2) Delimite los aspectos que no llega a comprender por desconocimiento de algún tema.
3) Resuma los aspectos fundamentales que aborda el texto.
4) Sintetícelos.
5) ¿Cuáles son las interrogantes más sugestivas que se haría del mismo?
6) ¿Cómo se las responde?
7) A qué conclusiones ha llegado ha llegado con la lectura de este texto.
EPISTEMOLOGÍA 136
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Los problemas que Piaget se plantea pertenecen a la teoría del conocimiento que es uno de los temas
centrales de la filosofía tradicional. El objeto de la filosofía es la totalidad de lo real, de la realidad exterior
y del espíritu, y de las relaciones entre ambos, y su método es el análisis reflexivo (se refiere a la
totalidad). Los científicos en cambio, toman como objeto de estudio aspectos particulares de lo real. Kant
plantea que las formas o categorías son primordiales al conocimiento, son formas aprioris de la
sensibilidad, estas formas previas permiten clasificar y ordenar (organizar) y solo de esta manera se
puede conocer. Hay un espacio y tiempo dado donde uno percibe, pero para Piaget es por medio de la
interacción que se construyen las categorías. Piaget va a construir una psicología nueva, convencido de
que la génesis de la adquisición de ciertas nociones le darán informaciones pertinentes para servir de
base a una epistemología científica. El punto de partida para Piaget es unir el problema del conocimiento
al de la organización biológica. Piaget considera que el conocimiento es un proceso y no un hecho, como
consideraban los epistemólogos tradicionales.
Todos los epistemólogos han planteado cuestiones de hecho adoptando de esa manera posiciones
psicológicas implícitas pero sin una verificación efectiva, mientras que esta debe imponerse si seguimos
un método riguroso. El conocimiento esta en continuo devenir y no se desarrolla al azar, constituye una
evolución y como no existe en ningún dominio cognoscitivo un comienzo absoluto en un desarrollo este
debe examinarse desde los estadios llamados de formación. Como esta formación consiste entonces en
un desarrollo a partir de condiciones anteriores se correría el riesgo de una regresión si fin (volcarse a la
biología).
acción y gradualmente interioriza esas coordinaciones. Cuando más y mejor coordinación, mas los
esquemas y sus coordinaciones se interiorizan.
La complejización del objeto es correlativa con la complejización y organización del sujeto; solamente la
coordinación de los esquemas de acción permitirá dar unidad a los objetos, a través de la unidad de la
acción. En la acción elemental no puede hablarse todavía, en sentido estricto, ni de un sujeto, ni de un
objeto. Por medio de la acción los objetos eran incorporados por el sujeto a esas categorías: serán
asimilados a los esquemas de acción. La asimilación designa la acción del sujeto sobre el objeto. Un
objeto externo es asimilado por el sujeto cuando es incorporado y modificado por ese mismo acto
(modificación a la función e incorporación a los esquemas de acción previos). Los esquemas tienen
necesidades de acomodarse continuamente a las cosas, esta acomodación es un mecanismo
antagónico pero complementario: ella designa la acción de sentido contrario, del objeto sobre el sujeto; la
modificación que el sujeto experimenta en virtud del objeto.
La Inteligencia es ante todo adaptación, la adaptación intelectual es una puesta en equilibrio progresivo
entre un mecanismo asimilador y una acomodación complementaria. Ello nos conduce a la función de
organización, son dos procesos de un mecanismo único, siendo la organización el aspecto interno del
ciclo cuyo aspecto exterior lo constituye la adaptación.
Al investigar cómo, desde el recién nacido, se va formando el sujeto epistémico Piaget encontró que ese
recorrido podía dividirse en cuatro grandes etapas o periodos, definidos cada una de ellos por una
estructura propia, pero cada una de ellas cumple con 3 características: son autorreguladoras, es un
sistema de transformaciones y hay leyes de totalidad. Los criterios que utilizo para dividir en estos
periodos fueron principalmente dos: si hay o no capacidad para representar y si hay o no capacidad para
las coordinaciones reversibles. Piaget plantea una sucesión de estadios que es imprescindible porque
cada estructura es punto de partida de la siguiente estructura y complejización de la anterior. Los 4
periodos en que se clasifico el progreso del descentramiento del infante son: el Senso-motor; el Pre-
operatorio; el de las Operaciones Concretas y el de las Operaciones Formales. Las estructuras no son
observables en cuanto a tales, lo único que se observa son las conductas efectivas, concebidas como
manifestaciones de esa estructura. La inteligencia ―es la forma de equilibrio hacia la cual tienden todas
las estructuras‖ y es necesario buscar su modo de formación en los mecanismos senso-motores más
elementales.
En el Primer Subestadio (0 a 1 mes de vida del sujeto epistémico) hay una organización adaptativa
innata. Los reflejos congénitos son la materia primas para formar los esquemas de acción. A partir de
aquí surge un principio de asimilación reproductora en orden funcional (ejercicio) de asimilación
generalizadora (extensión del esquema reflejo a objetos nuevos) y de asimilación de reconocimiento
(discrimina las situaciones, reconoce y rechaza).
un modo de Reacción Circular Primaria que recae sobre el propio cuerpo. (ej: succión del pulgar).
Reacción Circular es cuando el primer movimiento que se ejecuta, seguido de su resultado, constituye
una acción total, que crea una nueva necesidad en cuanto a los objetos, sobre los cuales recae aquella
acción, vuelven a su estado primitivo; esos objetos se asimilan entonces a la acción precedente lo que
determina su reproducción. Las dos primeras fases se caracterizan por la coexistencia de grupos
heterogéneos y prácticos, el universo infantil está formado por cuadros susceptibles de reconocimiento,
pero sin permanencia sustancial, es decir cuadros móviles, que aparecen y desaparecen.
En el Quinto Subestadio (12 a 14 meses) hay conductas de soporte, creación de medio nuevos, el bebe
percibe que un objeto puede ser alcanzado por un medio. Constitución de los grupos objetivos de
desplazamiento, la noción de desplazamiento de los objetos unos en relación con los otros, situados en
un medio homogéneo. Relaciones espacio- temporales. Se dan Reacciones Circulares Terciarias que es
una asimilación reproductora con acomodación diferencial e intencional. 3 leyes fundamentales: la
identidad (algo es lo que es y no puede ser otra cosa de lo que es, es igual a sí mismo); reversibilidad
(que una acción se pueda anular por otra por el mismo camino); y asociatividad (utilizar más de un
camino para llegar a algo, coordinación de caminos alternativos). El niño construye hitos (registros) para
entender la percepción del tiempo (ayer todo lo anterior, mañana todo lo que sigue).
En el Periodo de las Operaciones Formales se coordinan las dos reversibilidades (inversa y reciproca)
a la vez. Se accede a este periodo a los 13 o 14 años y es el último periodo de la construcción del niño
como sujeto epistémico estudiado por Piaget.
EPISTEMOLOGÍA 140
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
En el marco epistemológico durante este siglo, se impuso como paradigma de ciencia el patrón
positivista, con un marcado carácter empirista, erigido sobre las bases de los avances logrados a
principios de siglo por las denominadas ciencias físico-naturales. Sobre el panorama epistemológico
existente en la psicología contemporánea González, F. (1997) plantea: ―Entre las tendencias que se
expresa de una forma u otra en el debate epistemológico que tiene lugar hoy en la psicología están la
fenomenología, el constructivismo, la epistemología de la complejidad, la psicología de orientación
marxista, el construccionismo social, y el positivismo que continua teniendo una fuerte influencia en
nuestra ciencia‖. No obstante, en función del objeto de estudio, en el análisis epistemológico actual se
deben valorar las orientaciones teórico metodológicas de los representantes de las orientaciones más
fuertes que coexisten en el desarrollo actual de la psicología: la psicología de la personalidad y la
psicología cognitiva, por lo que estas representan con respecto al conocimiento psicológico y en las
cuales, desde distintos puntos de vista, van surgiendo elementos de contacto que proyectan una visión
diferente en el proceso de producción del conocimiento en la ciencia psicológica.
No es justo hablar de epistemología en psicología sin mencionar la obra de Jean Piaget, el cual en los
años 30 promovió el enfoque epistemológico de la psicología. Alrededor de esta fecha creó el Centro de
Epistemología Genética. Piaget planteaba en su epistemología genética la existencia de una continuidad
entre lo biológico y lo psicológico en el desarrollo del ser humano, haciendo énfasis en la construcción de
determinadas estructuras cognoscitivas, y la adquisición por parte del individuo de un conjunto de
operaciones lógico-matemáticas que posibilitan el conocimiento de la realidad.
Piaget, es considerado uno de los iniciadores del enfoque constructivista en la psicología, el cual tiene
como antecedentes la obra de Enmanuel Kant. Es básico en sus concepciones su preocupación
alrededor de cómo se construye el conocimiento. Son clásicas sus interrogantes de: ¿Cómo
conocemos?, ¿Cómo se traslada el sujeto de un estado de conocimiento inferior a otro de orden
superior?, ¿Cómo se originan las categorías básicas del pensamiento racional? Su posición
epistemológica es considerada constructivista, interaccionista, relativista caracterizada por los aspectos
siguientes: papel activo del sujeto en la construcción del conocimiento; papel de las acciones del sujeto
frente al objeto en el cual se produce una interacción entre ambos; el conocimiento es construido por el
sujeto cognoscente a partir no sólo de la experiencia sensorial y los objetos son conocidos en función de
las capacidades cognitivas que posee en un momento determinado el sujeto cognoscente.
Piaget, J. (1971) plantea la existencia de tres tipos de conocimiento: el físico, el lógico matemático y el
social. El físico pertenece al conocimiento sensorial de los objetos, o sea, la fuente se encuentra en
estos; el lógico matemático se produce a partir de las reflexiones y abstracciones que construye el sujeto
cognoscente, encontrándose la fuente de este conocimiento en el sujeto, y el conocimiento social lo
divide en convencional y no convencional; en el convencional la fuente del conocimiento se encuentra en
119
Zayas Agüero y Baez Santana. Contribuciones a las Ciencias Sociales, noviembre 2009,
www.eumed.net/rev/cccss/06/zabs.htm
EPISTEMOLOGÍA 141
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
el criterio de las otras personas y el no convencional se deriva del significado construido y apropiado por
el sujeto en su relación con otros individuos. Especial trascendencia metodológica revisten los métodos
en la obtención del conocimiento planteados por Piaget, J. (1971) y dentro de ellos incluye los siguientes:
método histórico crítico; el método del análisis formalizante y el método psicogenético (Palop, P., 1981).
Esencial resulta en el estudio ontogenético, el método clínico-crítico, el cual consideramos de gran valor y
que en gran medida coincide con nuestra concepción del abordaje metodológico del objeto en el proceso
de construcción del conocimiento sobre los candidatos en la selección de personal. Este método tiene
entre sus características más distintivas las siguientes: realización de entrevistas flexibles que incluyen la
formulación de problemas a resolver, análisis cualitativo de las respuestas sobre la base de un modelo
teórico de interpretación, acercamiento al sujeto en vez de alejarse como en el conductismo. El
examinador se aproxima al sujeto con la finalidad de conocer la competencia cognitiva del examinado y la
objetividad se alcanza en la medida en que más nos aproximamos al sujeto.
Entre los sistemas teóricos que integran el panorama epistemológico de la psicología contemporánea
está el psicoanálisis que tiene sus fundamentos filosóficos en el irracionalismo. Antes de S. Freud, ya G.
Leibniz había introducido la noción del inconsciente en Filosofía; E. Kant y F. Schelling se habían
detenido en ella y E. Von Harmann escribió La filosofía del inconsciente.
Desde el punto de vista metodológico resulta de interés para la selección de personal el empleo del
método clínico en el conocimiento del sujeto.
Otra teoría psicológica relevante es la gestalt, que tiene sus raíces epistemológicas en el racionalismo,
reflejada en la base de su concepción psicológica. Desde el punto de vista metodológico sus posiciones
enfatizan la necesidad de cierta flexibilidad sobre la base de la experimentación. En esta dirección
plantean: ―La ocupación inmediata de la psicología la constituyen los problemas preliminares; ella debe
establecer primero los modos generales de reacción; debe trazar un primer bosquejo de sus problemas
tal como lo hicieron hace tiempo la física.‖
Este sistema teórico sobre la base de su concepción holística plantea una posición metodológica
multicausal. Otros aspectos relevantes que caracterizan esta concepción son las formulaciones de Roger,
C. (1964), cuando plantea la distinción de tres tipos de formas de obtención del conocimiento: el
conocimiento subjetivo construido sobre la base de la experiencia interior y la autobservación, el
conocimiento objetivo basado en el método experimental de verificación cuantitativa y el conocimiento
interpersonal o fenomenológico, planteando formas de verificar el conocimiento a partir de la observación
de la realidad y el acuerdo intersubjetivo. El conocimiento subjetivo se basa en la formación de hipótesis
teniendo en cuenta la experiencia interior y plante: ―hasta la ciencia más rigurosa tiene su origen en él.
Sin la hipótesis interna creativa toda la maquinaria de verificación externa sería inútil‖. Al conocimiento
interpersonal o fenomenológico lo sitúa entre el conocimiento objetivo y el conocimiento subjetivo y
señala: ―Para validar este tipo de conocimiento, podemos seguir varios caminos, preguntar al otro sobre
su experiencia, observar sus gestos y su modo de reaccionar, y finalmente y sobre todo crear un clima
empático entre los dos que permita al otro mostrarnos su marco de referencia interno, el cual significa
para él, el mejor método.‖
La psicología cognitiva tiene sus fundamentos epistemológicos según Gardner, H., (1987) y Riviere, P.
(1987) en el racionalismo, ya que prioriza los aspectos internos (ideas, conceptos, planes) sobre los
externos en el estudio del conocimiento del ser humano.
Entre las principales estrategias metodológicas empleadas por este movimiento según de Vega, M (1984)
se encuentran: la instrospección, la que han usado de forma limitada; la investigación empírica en
estudios sobre cronometría mental, aprendizaje verbal, estudios sobre atención, percepción, memoria,
inteligencia realizando estas experiencias tanto en condiciones de laboratorio como en el ambiente
natural; las entrevistas y el análisis de protocolos verbales por medio de técnicas como expertos-novatos
y la solución de problemas, y la simulación donde las computadoras han desempeñado un papel
relevante. ―Como recurso metodológico emplean la interferencia en función de poder estudiar los
procesos observables por vía directa, ya que plantean que para comprender la naturaleza de los
procesos cognitivos (estructuras y planes) es necesario observar los comportamientos del sujeto y
realizar luego análisis sistemáticos durante la investigación para llegar a la descripción y explicación
detallada de los mismos.‖
genética y socio-cultural en los estudios psicológicos. En esta dirección plantea: ―Para comprender
objetivamente los procesos de desarrollo de la conciencia humana (así como las formas del psiquismo
animal), es necesario indagar los distintos dominios genéticos que se entrecruzan en el marco
ontogenético, dentro de los que se incluyen el filogenético y el histórico cultural.‖ ( Vigotsky, L., 1979)
Por otra parte, Vigotsky propuso tres métodos fundamentales en el estudio de los sujetos: el método del
análisis experimental-evolutivo, donde se produce la intervención especial por parte del experimentador
en el proceso evolutivo para observar cómo se dan los cambios en los procesos; el método de análisis
genético-comparativo sobre la base del estudio de sujetos con deficiencias en el desarrollo y compararlos
con sujetos que han tenido un desarrollo normal y el método microgenético donde se realiza un estudio
longitudinal a corto plazo. Son considerados de gran valor y los integramos en nuestro procedimiento
metodológico con vistas a desarrollar procesos de selección de personal.
Consideraciones epistemológicas
Dentro del análisis de los problemas epistemológicos de la psicología González, F.(1993, 1997), quien ha
sintetizado y proyectado posiciones que encuentran receptividad en el concierto teórico y metodológico
actual, propone en este ámbito lo que denomina como epistemología cualitativa. En esta dirección el
mencionado autor plantea la siguiente definición: ―La epistemología que proponemos la denominamos
epistemología cualitativa, donde lo cualitativo caracteriza el proceso de producción de conocimientos,
pero no se define por el uso exclusivo de métodos cualitativos.‖ Añadiendo además: ―Negar la posición
empirista dominante en el paradigma positivista, de que las distintas formas de conocimiento mantienen
una relación isomórfica con la realidad, no supone la negación de la relación entre conocimiento y
realidad sino nuevas formas de expresión‖. Esta posición niega, tanto la tradición correspondentista como
las posiciones constructivistas extremas, agnósticas e irracionales. Se coincide en el presente trabajo,
con una gran parte de las formulaciones de F. González pero el término cualitativa que imprime a su
propuesta epistemológica, tendencia actual que realmente caracteriza el proceso de investigación en las
ciencias sociales y en particular en la psicología, por su amplitud se pueden esconder en dicho término
las más disímiles posiciones que llegan hasta el irracionalismo y el agnosticismo.
Posiciones positivistas
Derivado de los avances de las ciencias naturales y el empleo del método experimental, desde finales del
siglo XIX, se estableció el paradigma positivista como modelo de la investigación científica. Estos
aspectos condujeron a una transferencia y asimilación acrítica de estos modelos y métodos a las ciencias
sociales.
Un principio básico en la metodología de las ciencias es la relación existente entre el objeto y el método,
en el cual este último no se restringe a la aplicación de un grupo de instrumentos externos al objeto, sino
que estos tienen que tener como cualidad fundamental la propiedad de revelar la esencia, el movimiento
y la estructura interna del objeto, y es obvio que entre el objeto de las ciencias naturales y las ciencias
sociales existen diferencias sustanciales, aunque en algunos aspectos existan elementos comunes. En el
caso particular de la ciencia psicológica su principal objeto de estudio es a la vez un sujeto activo que se
caracteriza por su capacidad de reflejar y transformar el medio y a sí mismo, por lo que es un objeto
altamente dinámico, complejo y flexible, requisitos que deben reunir los métodos que se empleen.
Entre las principales características del paradigma positivista se encuentran la orientación nomotética de
la investigación, la formulación de hipótesis, su verificación y la predicción a partir de las mismas, la
sobrevaloración del experimento, el empleo de métodos cuantitativos y de técnicas estadísticas para el
EPISTEMOLOGÍA 144
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
procesamiento de la información, así como niega o trata de eliminar el papel de la subjetividad del
investigador y los elementos de carácter axiológico e ideológicos presentes en la ciencia, como forma de
la conciencia social, pretendiendo erigirse como la filosofía de las ciencias. Debido a estos últimos
elementos planteados y la situación creada alrededor de los resultados contradictorios de los diferentes
experimentos, este paradigma comenzó a ser minado dentro de las ciencias sociales.
Un ejemplo claro del instrumentalismo y pragmatismo de las posiciones positivistas, es el abuso y empleo
inadecuado de una técnica tan valiosa en el procesamiento de información como el análisis factorial, el
cual consiste en seleccionar una serie de variables, bajo unos supuestos previos de relaciones entre los
mismos, e intenta reducir dichas variables a un número menor de factores o variables complejas, que
aglutinan toda la información contenida en el total de variables. Esta técnica ha sido la base de la
construcción de diferentes técnicas psicológicas que van desde el estudio de la inteligencia como en
pretensiones de evaluar la personalidad de forma integrada, y como señala Atkinson, R. (1993) fue la
tendencia predominante en el estudio de la inteligencia hasta los años 60.
Mediante este procedimiento se pretende ―matematizar‖ la estructura interna del hombre y en específico
de las funciones psicológicas, cual si al estilo Pitagórico la esencia de la naturaleza humana fuera
numérica, aplicándose operaciones matemáticas a cualidades humanas de diferente orden, cual si
sumáramos objetos distintos desconociendo que características reviste ese producto final. En
consecuencia se aplica un método de esa índole al análisis de las cualidades humanas, cuando la
naturaleza del hombre es biológica y social. Ejemplos evidente de estos aspectos son las formulaciones
de estudiosos de la inteligencia, entre ellos Spearman, quien plantea que el estudio de la inteligencia se
desarrolló al margen de un tratamiento teórico, y en gran medida algunos de los conceptos y las
formulaciones teóricas planteadas son un producto directo del análisis factorial. En esta dirección está
orientada la definición que Vernon, Ph., (1956) brinda sobre el término habilidad, planteando: ―La palabra
habilidad se refiere a un grupo de ejecuciones que correlacionan recíprocamente en un grado elevado y
que, como tal grupo, son distintas (o tienen correlaciones fijas) de las ejecuciones que no pertenecen al
grupo.‖ O sea que las habilidades dependen de las correlaciones estadísticas, y no son un producto de
las interacciones sujeto-objetos-sujetos en el desarrollo de la actividad. Resulta aún más evidente el
pragmatismo y el instrumentalismo de estos exponentes del positivismo cuando señalan: ―Los factores se
aislan, pues, mediante un proceso de deducción lógica, sobre el examen estadístico de las correlaciones
entre las habilidades. No se captan en la observación entidades reales (procesos, fenómenos funciones,
aptitudes, poderes o rasgos); se extraen mediante el análisis estructural objetivo.‖ (Heibredder, E., 1971)
A pesar de lo acertado de las imputaciones que se realizan al positivismo, no es menos cierto que existen
elementos valiosos dentro del arsenal metodológico creado que son de gran utilidad. Por otra parte, las
polarizaciones, las absolutizaciones, sólo para diferenciarse de lo existente, no hace más que producir
posiciones reactivas, que en el mejor de los casos por oposición adquieren los mismos defectos de lo que
se critica, en un polo opuesto; por ello se entiende que sin asumir posiciones eclécticas, se puede
asimilar, enriquecer, a la luz de nuevas concepciones, productos de valor tanto de carácter teórico como
metodológico de las formulaciones provenientes de cualquier posición epistemológica, siempre y cuando
sea la vertiente más adecuada para la obtención del conocimiento, según la situación de que se trate.
Existen ejemplos edificantes en esta dirección, tales como la reformulación del test de Rotter, instrumento
construido sobre la base de preceptos psicoanalistas, por F. González, quien lo proyectó como una
técnica abierta de gran valor en el estudio de la personalidad. Además, es uno de los postulados de este
trabajo, que el proceso del conocimiento tiene una continuidad, y el conocimiento anterior sirve
EPISTEMOLOGÍA 145
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
inevitablemente como base del nuevo conocimiento aunque sea como referente de negación, de ahí que
el surgimiento de una nueva teoría no puede desconocer totalmente la precedente. Por tanto, no se
considera aconsejable renunciar al empleo de elementos de valor surgidos en el seno de una corriente
por simple oposición o diferenciación.
Paradigma cualitativo
Las críticas efectuadas al positivismo condujeron a la elaboración de nuevos modelos y estrategias más
flexibles y adecuadas a las características del objeto; así surge el paradigma cualitativo dentro de la
investigación científica, sobre la base de las posiciones constructivistas derivadas de los postulados
filosóficos de E. Kant, la fenomenología y las formulaciones epistemológicas de J. Piaget; los trabajos
desarrollados en la etnografía y en el caso de la psicología las formulaciones de la psicología humanista,
en ocasiones asumiendo posiciones extremas que adquieren los mismos defectos en sentido opuesto de
las teorías que critican. Así adquieren realce la hermeneútica y el interaccionismo y se erigen paradigmas
como el interpretativo, que orienta su atención hacia el estudio de las acciones humanas y la vida social -
haciendo énfasis en la comprensión, la acción y los significados y destacando el conocimiento ideográfico
y el acuerdo intersubjetivo como método-, y el sociocrítico que trata de dar solución a las deficiencias del
modelo positivista y el interpretativo, haciendo énfasis en el papel de la teoría y la práctica en la solución
de problemas y en el carácter transformador de las ciencias, e incorpora elementos axiológicos e
ideológicos.
su nivel de autodeterminación (Anderson, G., 1991). Dentro de este complejo panorama epistemológico
se encuentra el debate y el nivel actual del desarrollo de la ciencia psicológica.
En cuanto a los métodos empleados debe también tenerse en cuenta que aunque el conocimiento
psicológico es uno, y tiene como base la psicología general, no tiene la misma finalidad, ni el proceso
objeto de investigación es igual, en el estudio del conocimiento de las cualidades y regularidades del
sujeto en particular, que su comparación con otros, y esto es un aspecto que caracteriza el proceso de
selección de personal, ya que entran elementos tales como la comparación, la diferenciación y la
medición, las que en el caso de las ciencias sociales algunos especialistas prefieren denominarlas como
evaluación, debido a las particularidades de este proceso en correspondencia con las características,
composición, estructura y complejidad del objeto, que a su vez es un sujeto activo.
La selección de personal exige una combinación del empleo de los métodos cuantitativos y cualitativos,
de la orientación ideográfica y nomotética, en correspondencia con los objetivos, las características de la
tarea investigativa, el momento de la investigación y las particularidades del objeto. Resulta necesario
priorizar la orientación ideográfica y el empleo de las técnicas cualitativas en el proceso de construcción
de las cualidades de cada sujeto, empleando métodos cuantitativos como un elemento de aproximación,
de ordenamiento, de clasificación, dentro de determinado rango en que se mueven las cualidades, e
introducir la orientación nomotética, incrementando el empleo de los métodos cuantitativos al realizar la
comparaciones entre los candidatos.
La construcción del conocimiento y la elaboración de teorías no es un proceso directo que realice ningún
instrumento, sino que pasa por la construcción del investigador sobre la base de la teoría. El proceso de
conversión de la información cuantitativa a la teoría y viceversa, es un proceso cualitativo orientado por la
teoría. Los métodos, técnicas e instrumentos deben ser interpretados e integrados para su explicación en
términos de categorías cualitativas.
El proceso de selección lleva implícito la comparación entre las cualidades de los candidatos, por lo que
es necesario establecer categorías, asignar valores en cuyo ordenamiento tienen un papel fundamental
las matemáticas y la estadística.
Paradigma integrativo
como hilo conductor de la investigación cuando planteaba: ―El mismo experimento que a primera vista
engendra una opinión, si se analiza mejor nos enseña lo contrario.‖
Se significa este enfoque como integrativo, pues se mantiene el criterio de que en la investigación en las
ciencias sociales existe un predominio de los elementos de orden cualitativo, ya que la cualidad refleja la
esencia de los diferentes objetos, procesos y fenómenos, lo que constituye el elemento central de toda
construcción teórica como punto de partida y producto del conocimiento, y contiene dentro de sí los
elementos cuantitativos como expresión de cierta cantidad de determinada cualidad. En esta dirección,
Beltrán, M. (1995) plantea: ―Creo que basta con afirmar el método cualitativo junto al cuantitativo, dejando
que sea el objeto de conocimiento el que lo justifique y reclame en función de sus propias necesidades‖.
Por otra parte, no es procedente desconocer la ley de la dialéctica sobre la transformación de cambios
cuantitativos en cualitativos, pues tiene un valor general aplicable a la teoría del conocimiento.
En la construcción del conocimiento sobre los candidatos en la realización de los procesos de selección
de personal, se pueden distinguir fundamentalmente dos paradigmas: el factorialista eminentemente
positivista, pragmático, empirista y cuantitivista; el cualitativo, el cual surge en respuesta a las críticas que
se realizan al paradigma anterior y que se erige fundamentalmente sobre la base de métodos y técnicas
de esas características, tales como las entrevistas, curriculums y otros, rechazando el empleo de
métodos cuantitativos, como ejemplo de este paradigma se pueden citar los modelos de Swan, W.(1997)
y Stanton, E. (1989), y se puede hablar de la emergencia de un paradigma integrativo de carácter
dialéctico, como sistema abierto que tenga como principios en el proceso de construcción del
conocimiento: la relación objetividad-subjetividad; la cognoscibilidad del mundo y su constante desarrollo;
la concatenación e interrelación de los fenómenos; el carácter constructivo-reflejo del conocimiento; el
enfoque histórico-social en el estudio de los distintos objetos, fenómenos y procesos; el papel orientador
de la teoría, como principio y producto en el proceso de construcción del conocimiento, y los métodos
como medios en la producción del mismo.
Consideraciones finales
Se puede resumir este aspecto, no concluir, porque esta problemática resulta un espacio abierto, no
agotable en un trabajo de esta naturaleza, señalando la existencia de una pluralidad epistemológica en la
psicología en el estudio de su objeto, caracterizado en la actualidad, desde el punto de vista teórico y
metodológico, por el reconocimiento de la subjetividad en el desarrollo de las investigaciones, el carácter
constructivo del conocimiento, el predominio de los enfoques cualitativos tendiendo al empleo de métodos
más flexibles en correspondencia de las características y complejidad del sujeto, pues como ya fue
señalado el instrumental metodológico que se emplee tiene que poseer como elemento fundamental la
característica de poder reflejar la esencia y la dinámica del movimiento del objeto. Se puede señalar,
además, una tendencia evidente al enfoque holístico, reconocimiento del papel activo del sujeto en la
construcción.
Los aspectos epistemológicos y teóricos desempeñan un papel esencial en este proceso, toda vez, que el
modo y las vías empleadas en la obtención del conocimiento determinan su veracidad y capacidad
transformadora, aspectos fundamentales que caracterizan las ciencias.
EPISTEMOLOGÍA 148
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Es esencial en este proceso el principio metodológico que plantea la dependencia de los métodos de las
características del objeto, por lo que al ser el principal objeto del proceso de selección de personal la
interrelación hombre-trabajo y revestir este elevados niveles de complejidad, abogamos por el enfoque
multimétodico, multitécnicas en el abordaje del mismo.
Actividad didáctica
1) Haga un glosario de los términos nuevos.
2) Delimite los aspectos que no llega a comprender por desconocimiento de algún tema.
3) Resuma los aspectos fundamentales que aborda el texto.
4) Sintetícelos.
5) ¿Cuáles son las interrogantes más sugestivas que se haría del mismo?
6) ¿Cómo se las responde?
7) A qué conclusiones ha llegado ha llegado con la lectura de este texto.
EPISTEMOLOGÍA 149
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Epistemología (del griego: episteme, conocimiento, y logia, tratado), que significa doctrina de los
fundamentos y métodos del conocimiento científico. La pregunta puntual que es necesario resolver para
darle vía libre a este tratado es: ¿cuáles son los fundamentos y cual o cuales los métodos utilizados por
la psicología humanista?
Y para poder resolver este intríngulis se hace necesario aclarar que la denominada ―tercera fuerza‖ (por
el orden cronológico de su aparición, posterior al psicoanálisis y al conductismo) tiene como base
estructural de sus fundamentos y de sus métodos una coyuntura en el devenir de la historia y por lo tanto
en el de la ciencia misma; con esto se quiere plantear que el desarrollo, aparición y surgimiento de este
movimiento (corriente) dentro de la psicología se debe gracias a las circunstancias que en su momento
se presentaban en la sociedad, una profunda crisis al interior de la humanidad por los últimos
acontecimientos vividos que de una u otra manera tocaban a la filosofía y a la ciencia misma.
Es pertinente aclarar que para poder darle sustentación a las bases epistemológicas de la psicología
humanista se hace estrictamente necesario retomar algunos aspectos históricos fundamentales en el
desarrollo de este discurso teórico, teniendo muy en claro las diferencias abismales que existen entre uno
y otro concepto.
Para comenzar con los planteamientos históricos es necesario remontarse hasta los siglos XVII y XVIII,
períodos fundamentales en el devenir del conocimiento humano, donde se retomaron las ideas
principales de algunos pensadores como Descartes y Hobbes para que posteriormente se erigiera el
período denominado ilustración, que estructuro sus aportes básicos en dos modelos aparentemente
―nuevos‖ el racionalismo (el conocimiento se obtiene por medio de la razón) y el empirismo (el
conocimiento se obtiene por medio de la experiencia). Es aquí donde se hace necesario nombrar a
ilustres personajes de la cronología científica y filosófica como fueron: Spinoza, Leibniz y por otro lado:
Locke y Hume. Es importante recalcar que durante este período fueron muchos los nuevos
descubrimientos y las tendencias a la exploración de lo desconocido, es así como se hace relevante la
figura de Isaac Newton, quien propone la ley de la gravitación universal y se presenta un hecho histórico
en el devenir del conocimiento ― la concepción clásica de la ciencia, su origen, desarrollo, influencia en la
cultura, crisis y colapso se pueden observar mejor siguiendo la que ha sido considerada como la ciencia
por excelencia y a la que todas las demás “debían” imitar: la física. Su desarrollo triunfal comienza con
Francis Bacon y Galileo, se consolida en Newton e impera gloriosamente hasta comienzos del siglo XX,
121
cuando entra en crisis con la demolición de la causalidad y el determinismo .‖ Es así como los principios
de medida y cuantificación es decir el paradigma mecanicista propuestos por Newton impregnan el
desarrollo de la ciencia y a muchos de los teóricos que en ese momento y en adelante trataron de
desarrollar sus postulados y teorías. Es así como se puede demostrar que este paradigma impregno el
desarrollo de los modelos históricos en psicología como los utilizados por Condillac en el siglo XVIII y
posteriormente por los asociacionistas ingleses Mill y Bain, los alemanes Wundt y Helmholtz. Pavlov y
sus seguidores en Rusia y Watson y sus discípulos en Norteamérica. Queda entonces de esta manera
demostrado que las teorías desarrolladas bajo estos preceptos buscaban por cualquier forma sostener
los principios anteriormente planteados, es así como se construye un paradigma que se vuelve un
determinismo y una ―camisa de fuerza‖ para quienes son sus fieles seguidores y no logran mirar más allá
de dichos planteamientos.
120
Poiésis. Revista electrónica de Psicología social. Número 13. Junio de 2007.
121
MARTINEZ, Miguel. La Psicología Humanista. Fundamentación epistemológica, estructura y método. Editorial
Trillas. México 1982. (Página 39).
EPISTEMOLOGÍA 150
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Por otro lado se estaba desarrollando la visión darwiniana del hombre, una visión que plantea que este
organismo no está dominado por fuerzas externas a él, sino que es autopropulsado, por sus propias
metas pero que también se ajusta al ambiente en el cual vive. ―Pero quien ha llegado a ser el más exitoso
de los darwinianos de este siglo (XX) es, sin duda alguna, Freud con su doctrina psicoanalítica basada en
los instintos primitivos como fuentes primarias de la motivación humana 122”. De esta manera se plantea
el segundo paradigma determinante en la evolución de las teorías y modelos que tratan de estudiar y
abordar la vida psíquica del hombre, en este caso lo que queda establecido y predeterminado es que la
estructura humana esta comandada por fuerzas ajenas a su voluntad.
Estas dos formas de interpretación son las que predominan en el discurso teórico de las ciencias
humanas, específicamente en los estudiosos de la ―psique‖ humana hasta mediados del siglo XX. Frente
a estas posiciones posteriormente aparecerá una nueva propuesta, que nace como reacción y
contraposición en algunos casos frente a estas formas de interpretación, consideradas en su momento
como mecanicistas, elementaristas y reduccionistas; de esta manera la psicología humanista va a
proponer el siguiente cuestionamiento: ¿cuál es la mejor forma para abordar este objeto de estudio que
es el ser humano y todas sus dimensiones? La respuesta a este interrogante se desarrollará más
adelante.
Todos estos acontecimientos marcaron de una manera definitiva la historia de la especie y se dio como
resultado y consecuencia de los mismos el hecho de que en los Estados Unidos de Norteamérica
apareciera una nueva filosofía que cuenta en su interior con una nueva visión de los seres humanos y de
su realidad.
122
MARTINEZ, Miguel. La Psicología Humanista. Fundamentación epistemológica, estructura y método. Editorial
Trillas. México 1982. (Página 68).
123
QUITMANN, Helmut. Psicología Humanística. Conceptos fundamentales y trasfondo filosófico. Editorial
Herder. Barcelona 1989. (Página 24).
EPISTEMOLOGÍA 151
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Todas estas personalidades y discursos se unieron alrededor de una nueva visión, denominada la
psicología humanista, que encuentra en Abraham Harold Maslow su más importante representante en
este momento de la historia, pero que es en realidad su trasfondo filosófico existencialista lo que los
unifica con una nueva visión metodológica donde: ―lo importante son las realidades a estudiar y los
métodos se deben acomodar según las experiencias que se quieren abordar‖.
Es así como se resuelve la pregunta planteada al principio de este tratado. Queda claro que las bases
epistemológicas de la psicología humanista son la filosofía existencialista y la fenomenología. Es dentro
de estas dos teorías donde se le da respuesta a las preguntas: ¿cuál es el objeto de estudio? Y ¿cuál es
el método de estudio de este nuevo enfoque psicológico?
Para responder a estas preguntas es entonces necesario citar algunos de los postulados básicos de la
filosofía existencialista y de la fenomenología. La primera consiste en un discurso teórico que busca
contemplar la existencia, explorar la vida del ser humano, profundizar en la existencia individual de las
personas y que tiene muy claro que es el ser humano el único organismo que se preocupa y se pregunta
por su propia existencia. Es de esta manera como la filosofía existencialista busca una ruptura con el
resto de las tradiciones filosóficas que la anteceden y los siguientes son algunas de sus declaraciones y
postulados centrales, desarrollados por diferentes autores: - miedo y libertad, - elección y decisión, -
responsabilidad, - condición de presente, - estar en el mundo. La filosofía existencialista se caracteriza
por un mirar al interior de la vida humana y preguntarse por la esencia misma de los individuos, lo que
busca es una reflexión y análisis sobre la existencia y todos sus matices, como son en realidad, y todas
aquellas vicisitudes a las cuales se enfrentan los seres humano en su trasegar.
Por otro lado, esta nueva visión denominada teoría humanista, plantea que para estudiar las experiencias
humanas es necesario utilizar diferentes métodos, cada uno de los cuales debe ser fiel a la realidad
abordada. Para esto propone que se deben estudiar los seres humanos individual y colectivamente en
sus respectivos ambientes, para aproximarse y describir la autentica realidad humana y el enfoque
ecológico es el más adecuado para esto. También plantea que se debe utilizar el método
fenomenológico, ya que este permite abordar las realidades que solo pueden ser captadas desde el
marco interno de referencia del sujeto y al mismo tiempo este permite que estas realidades se
manifiesten por sí mismas. En resumen la fenomenología es el estudio de los fenómenos tal cual como
son experimentados, vividos y percibidos por el hombre. Por último se propone la utilización del diálogo
como método, ya que en la psicología es fundamental para poder desarrollar la relación terapéutica, el
encuentro persona – persona, la relación yo – tu y este es un eje central de la psicología humanista,
donde se cambian antiguos conceptos y referentes de los anteriores paradigmas. Aquí son dos
existencias iguales las que se encuentran, donde sus actitudes son fundamentales y el proceso se
constituye en una experiencia de crecimiento humano y para que esto se pueda dar, se necesita del
diálogo como método.
124
QUITMANN, Helmut. Psicología Humanística. Conceptos fundamentales y trasfondo filosófico. Editorial
Herder. Barcelona 1989. (Página 47).
125
Ídem. Página 47.
126
Ídem. Página 48.
EPISTEMOLOGÍA 152
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Actividad didáctica
1) Haga un glosario de los términos nuevos.
2) Delimite los aspectos que no llega a comprender por desconocimiento de algún tema.
3) Resuma los aspectos fundamentales que aborda el texto.
4) Sintetícelos.
5) ¿Cuáles son las interrogantes más sugestivas que se haría del mismo?
6) ¿Cómo se las responde?
7) A qué conclusiones ha llegado ha llegado con la lectura de este texto.
EPISTEMOLOGÍA 153
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Introducción
Considero oportuno abordar esta temática debido a que, en general, se tiene el preconcepto de que las
escuelas psicológicas existenciales, cuando se llevan a la práctica serían un tanto improvisadas o sin una
metodología específica o sin una fundamentación suficiente. Según mi experiencia, así es vista la
psicoterapia existencial, desde fuera, en el marco de los abordajes psicoterapéuticos. Por supuesto, no
escapa a este orden de cosas, la logoterapia de Viktor E. Frankl.
Por otra parte, un tema que siempre llamó mi atención al leer o participar de algún seminario sobre
diferentes escuelas psicoterapéuticas, es el insuficiente, si no inexistente, planteo antropológico. Se
buscan los aspectos prácticos, la primera pregunta en general es referida a la aplicación. Con ello quiero
decir que no se tiene en cuenta la perspectiva ontológica, hay un desinterés en este aspecto, estimo que
éste es un signo de decadencia de la cultura actual. No se plantea con qué idea de persona y de mundo
se trabaja, siendo que es una cuestión fundamental, como mostraré luego con un ejemplo. No sucede lo
mismo en logoterapia, dentro de la cual el planteo antropológico es lo que antecede a la propuesta
terapéutica. Jaspers en su Psicopatología General (1942, 1993) se refiere a esta problemática, la
denomina ―radicales aclaraciones‖. En distintas oportunidades en que así he presentado la logoterapia, la
ansiedad, fruto de una formación excesivamente técnica, hace que se pase, sin reparar en la importancia
de la idea de persona, a los aspectos prácticos a través de la clásica pregunta ¿cuál es la técnica que se
utiliza?
Desde el comienzo de esta presentación quiero dejar aclarado que en lo que sigue, este trabajo de
aproximación epistemológica se vincula más que nada, a los cuadros denominados comúnmente
neuróticos o, en un lenguaje comprensivo logoterapéutico, reacciones vivenciales anormales, dejando el
campo de las psicosis para una atención preponderantemente farmacológica, con ayuda de psicoterapia.
En estas circunstancias, lo más conveniente, para Frankl (1905-1997) el creador de la logoterapia, es que
la medicación sea incluida y encaminada por una psicoterapia simultánea. Esta aclaración tampoco
quiere decir que no haya casos de neurosis que no necesiten de la ayuda de psicofármacos. Esto se
determinará a través de cada diagnóstico en particular.
Un caso ilustrativo
Un ejemplo que pone en evidencia la importancia de los conceptos antropológicos creo poder mostrarlo,
tangencialmente, a partir de una consulta que realizó una joven de 28 años, soltera, como consecuencia
de un estado depresivo que padecía, según refiere, desde hace más de cinco años y cuyo origen ubicaba
a partir de la muerte de su padre, aunque investigando su historia, fue ya una adolescente con rasgos
depresivos. Desde entonces está medicada con diferentes psicofármacos y ha transitado por varias
psicoterapias, sin mayor éxito. Entre otros motivos que según ella contribuye a mantener su depresión,
figura el alcoholismo de la madre, que por el hecho de convivir la afecta bastante. Expresa que la madre
llega a la bebida como consecuencia del abandono por parte del padre, quien se enamoró y se fue con
otra mujer que conoció en el hotel en que vinieron a vivir a Buenos Aires, hace alrededor de 9 o 10 años.
El traslado se produjo por problemas económicos que tuvieron en la Provincia de Santa Fe. Expresa con
127
Oro, Oscar Ricardo. (2002). Epistemología y psicología. Un aporte desde la psicología comprensiva y la
logoterapia. NOUS, (6), 9-22. Oscar Ricardo Oro es Doctor en Psicología clínica y Presidente de la Fundación
Argentina de Logoterapia. oro@interlink.com.ar
EPISTEMOLOGÍA 154
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bastante precisión la situación de vergüenza y oprobio que vivieron ella y la madre, frente a la relación del
padre con la pasajera del hotel. En la desesperación la madre acude a una consulta y es tratada con
psicofármacos y luego aparece el alcohol, como una forma de potenciar el efecto de la medicación, según
cuenta la hija. Hasta aquí la versión de la consultante, no pienso que sólo sea el alcohol para el fin
mencionado, creo que también pudo haber sido para soslayar la angustia que le produce la situación que
está viviendo.
El abordaje epistemológico
Frente a planteamientos de este tipo, estimo conveniente acudir a la epistemología y utilizando el adjetivo
correspondiente, abordar el tema desde el punto de vista epistemológico. Con ello quiero expresar el uso
de una noción amplia del concepto, o sea más que nada siguiendo la etimología griega, donde epi
significa ponerse en puntas de pie. Es decir, tener una perspectiva desde lo alto para mejor visualizar un
determinado campo de problemas. Esta metáfora de la altura se hace realidad, por ejemplo, cuando
contemplamos una pequeña ciudad desde una montaña cercana o una visión desde un helicóptero.
La epistemología podemos concebirla, siguiendo a Bleyle (1962), como un estudio crítico, pero no como
se utiliza vulgarmente de abrir juicios positivos o negativos o también de censurar desfavorablemente,
―sino en el de ser una actitud cuidadosa y reflexiva que trata de superar (como quería Platón) la etapa de
una simple creencia, de una vaga opinión. Platón decía que esa actitud lleva a una visión más ―alta‖, a un
saber que se yergue sobre el saber vulgar: a la intuición intelectual o episteme‖ (p. 2).
De esta forma, en el plano intelectual podemos tomar como sinónimos epistemología y filosofía de la
ciencia. El siguiente esquema puede clarificar la ubicación de la epistemología en el aspecto científico y
se corresponde con la perspectiva que se plantea en este trabajo.
El esquema que precede, aunque reduce tanto las escuelas psicológicas como los motivos de consulta,
sin embargo puede resultar útil para comprender la implementación de la epistemología, en sentido
amplio, en nuestro campo de la psicoterapia.
EPISTEMOLOGÍA 155
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Por otra parte, es necesario tener presente lo que se denomina la triple adecuación metodológica entre
acto, método y objeto de conocimiento (Núñez, 1980) como así también la captación de la totalidad del
objeto de estudio, en nuestro caso referido a la persona que consulta por dificultades psicológicas.
Para una mejor comprensión, podemos aclarar que en el esquema, A) se refiere a lo teórico en general y
B) se refiere a nuestra actividad. Es un planteo necesario en psicología, más aún en psicoterapia, por la
gran diversidad de escuelas que existen, incluso contradictorias entre sí, acerca de los actos de
conocimiento, métodos de conocimiento y naturaleza del objeto de estudio.
Si observamos la época histórica de la constitución de la ciencia psicológica -lo cual no implica ignorar su
largo pasado- vemos que ello ocurre a fines del siglo XIX, más precisamente en 1879, en Leipzig,
Alemania, con Wundt y su orientación es empírica, siendo el acto de conocimiento la explicación causal,
el método la inducción y el objeto de estudio concebido como un objeto natural.
Podemos ver que en esta psicología subyace una coherencia lógica, es decir, existe una triple
adecuación entre acto, método y objeto de investigación, pero no una coherencia epistemológica, tal
como la que venimos proponiendo, dado la insuficiencia del enfoque para la captación de la totalidad y
originalidad del objeto, debido a que no es solo un objeto natural sino también histórico, social, cultural y
espiritual y que tampoco es solo objeto, sino sujeto y de allí la insuficiencia de esta psicología en el
examen o confrontación epistemológica.
Considero que Jaspers nos puede aportar luz sobre esta temática. Al igual que Frankl, propone la idea de
persona como un ser que integra lo biológico, lo psicológico y lo espiritual y, dado que normalmente vive
en comunidades, es un ser social. Por otra parte, vivimos en un mundo triple, es decir, nos encontramos
con los otros, con las cosas y dialogamos con nosotros mismos. En la Introducción de su texto de
Psicopatología General, Jaspers (1993) expresa: ―El hombre, aunque físicamente integrable en la serie
zoológica de las formas, es sin embargo corporalmente único: no sólo por la marcha erecta y otros
caracteres particulares sino quizá por su constitución somática específica, que ofrece, dentro del conjunto
de todas las formas de la vida, más posibilidades y está menos especializada que cualquier otra forma de
vida, y ciertamente el cuerpo, como expresión de la esencia humana, lo distingue de todos los animales.
Psíquicamente hay un salto más completo. No hay en los animales risas ni llanto, la inteligencia del mono
no es espíritu, no es pensamiento auténtico, sino solo aquella atención ágil que en nosotros es una
condición de nuestro pensar, pero no es éste mismo. Como rasgo básico del hombre se tiene desde los
orígenes: la libertad, la reflexión, el espíritu. El animal tiene su destino natural, cumplido automáticamente
por las leyes naturales, el hombre en cambio tiene un destino que puede cumplir por sí mismo. Pero en
ninguna parte es el hombre un ser puramente espiritual, pues hasta en las últimas ramificaciones de su
espíritu es movido por necesidades naturales…‖ (p. 23). El esfuerzo de integración de los diferentes
estratos de la persona y el medio, resulta, cuanto menos, la característica fundante de la perspectiva
comprensiva y logoterapéutica.
Creo que queda claro que no estoy planteando la alternativa de una explicación causal de las consultas
psicológicas, objetivando a las personas, es decir una actitud técnico racional, o una comprensión
afectivo-emocional, dejando de lado lo objetivo racional. No es este mi punto de vista sino, en todo caso,
creo que sería conveniente para el consultante, cambiar la ‗o‘ disyuntiva por una ‗y‘ copulativa. En alguna
medida esto lo expresa acertadamente Lain Entralgo (1968) en su libro El estado de enfermedad cuando
dice que la visión de la realidad según el ―O esto o lo otro‖ debe ser excluida en la descripción de las
realidades complejas. Y las enfermedades psíquicas lo son de manera notable. Frente a ellas el esquema
mental de ―esto o lo otro‖ debe ser suplantado por el esquema de ―esto y lo otro‖. Y en el caso de las
personas no se dirá por ejemplo que una actividad es somática o psíquica ni que una realidad es material
o espiritual… toda actividad humana es complementariamente somática y psíquica y toda realidad
humana es material y espiritual. Lo que estoy proponiendo es la necesidad de integrar distintos aspectos
EPISTEMOLOGÍA 156
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
del ser persona. Y si como expresamos anteriormente, la idea de persona que subyace en la Psicología
Comprensiva y en la Logoterapia es la de un sujeto con dimensiones biológicas, psicológicas, sociales y
espirituales, no sería conveniente intervenir solo en aspectos parciales. Lo que llega a la consulta es la
totalidad, cristalizada en una determinada personalidad, pero las categorías señaladas siguen estando
presentes. Es ese todo unitario y jerarquizado el que busca nuestra ayuda y no debemos reducirlo a
aspectos parciales, porque podemos producir, entre otras cosas, neurosis iatrógenas. Volveré más
adelante sobre esta entidad nosológica.
Nuestro quehacer terapéutico lo encuadro en el antiguo adagio latino "primum non nocere", como punto
de partida. Para ello uno de los aspectos básicos que considero debemos tener en cuenta es llevar a
cabo nuestra profesión a conciencia, lo cual no quiere decir sin ciencia. Quiere decir poner énfasis en la
responsabilidad personal, que es una de las principales normas de la logoterapia y que en nuestra época
de libertad sin cortapisas, no tiene mucha prensa. Sobre este tema resulta esclarecedor consultar el
trabajo de Espinosa (1992) sobre el ejercicio de la psicoterapia. Allí expresa a través de la pregunta
―¿Qué significa ‗ser moral‘ hoy?‖ la necesidad de una ética de la responsabilidad, que es una ética del
servicio, de ayuda al semejante, más que una ética ―moralizante‖ o ―adoctrinadora‖. De su propuesta se
desprende que en el ejercicio de nuestra profesión podemos encontrar la mejor oportunidad para
concretar las exigencias de una ética de la responsabilidad.
Dije más arriba que el enfoque espistemológico también nos habla de la triple adecuación metodológica y
de la captación de la totalidad del objeto de estudio. Aquí podemos hablar simplemente de una actitud
epistemológica, abierta a su propia revisión. Sin ahondar en este momento en lo metodológico, podemos
tener presente lo que afirmamos en trabajos anteriores presentados en diferentes ámbitos, acerca de la
necesaria claridad en cuanto a nuestro objeto de estudio: la persona. Frankl denomina visión de conjunto
al planteo humanista que evita el reduccionismo psicofísico, dado que este conduce a una práctica
esquemática. Hay una cita de Nietzsche en Teoría y terapia de las neurosis (Frankl, 1992) que me parece
muy acertada y se ajustaría al caso que parcialmente presenté al comienzo de esta exposición. Dice que
algunos terapeutas se esfuerzan por cortar con benevolencia todas las congojas del alma y todos los
remordimientos de la conciencia. Al respecto, resulta interesante la observación de Mahoney (1988)
cuando expresa que ―…los clientes requieren nuestra asistencia para reducir y controlar la pena y la
debilidad de sus conflictos personales, creo que nuestra intención más humana se dirige a ofrecer esa
asistencia…/… Me pregunto a veces si, en nuestros intentos para reducir rápidamente los problemas
emocionales, no estamos precipitándonos a reducir a silencio al mensajero mucho antes de que
comprendamos el mensaje…‖ (p. 49). Si reflexionamos sobre las observaciones del filósofo y del
psicólogo actual, vemos que cien años después nos estamos planteando problemas similares. Es decir,
el problema sigue vigente; el enfoque crítico y honesto de Mahoney permite esta oportuna revisión de
nuestra tarea terapéutica. Tengamos presente que este autor ubica cronológicamente la logoterapia
como la sexta escuela de psicología cognitiva, junto con la teoría de los constructos de Kelly, la terapia
emotiva racional de Ellis, la terapia cognitiva de Beck, no obstante que a menudo es clasificada como
terapia existencial. Y es cierto lo expresado por Mahoney (1997), la logoterapia integra o enmarca los
conceptos de la psicología cognitiva.
Con este último concepto quiero expresar aquellos casos en que por tratarse de neurosis noógenas,
según fuera presentada en el texto antes mencionado, se hace necesario este abordaje específico. Debo
aclarar que esta nosología no era de uso habitual y se corresponde con la idea de persona apuntada
anteriormente. Con el paso del tiempo encuentro cada vez más colegas que hacen uso de esta
denominación, para referirse a aquellos casos de conflictos de valores, malestar ante falta de sentido,
ante el sufrimiento que producen algunas situaciones de pérdida de seres queridos, de enfermedades
EPISTEMOLOGÍA 157
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
que no tienen una solución, incluso en situaciones de desempleo. El objetivo general frente a este tipo de
padecimiento, consiste en ayudar al consultante en la búsqueda de los valores que le permitan superar la
situación y en otros casos adoptar una actitud adecuada ante el sufrimiento inevitable. Sin embargo esta
perspectiva necesita de dos aclaraciones:
La primera hace referencia a que no se trata de un traspaso de los valores del terapeuta al paciente ni de
una técnica de sugestión. Sí se trata de poder utilizar con sentido terapéutico la mencionada dimensión
espiritual, que es la que permite el autodistanciamiento de las situaciones planteadas anteriormente.
Podemos decir que se trata de poner en juego los valores de actitud, que no son tanto una escala sino
más bien diferentes formas de enfrentar la vida, teniendo en cuenta las diversas situaciones y
acontecimientos vitales que se van presentando a lo largo de nuestra existencia.
Podemos preguntarnos ¿qué sucede cuando no se atiende la dimensión espiritual del consultante? Este
es un punto álgido en logoterapia por su concomitancia con la religión. Frankl denominó esta tarea ―cura
médica de almas‖ y la describió en un libro que lleva ese título. Estimo, sin embargo, que es acertada la
traducción que hace Bazzi (1989), cuando habla de ―asistencia espiritual laica‖ y es la que está
encaminada a que el paciente logre una actitud adecuada frente a las situaciones límites de enfermedad
y sufrimiento. La expresión original de Frankl (1980) tiene mucho sentido en el contexto alemán pero no
así en el español. El libro se tradujo como Psicoanálisis y existencialismo, precisamente para zanjar esta
dificultad. Y el contenido específicamente se refiere a ir más allá del psicoanálisis, es decir, un abordaje
desde el análisis existencial.
Precisamente, en la actualidad, disponemos tanto de técnicas propias como el Logo Test, la Escala
Existencial o el PIL Test (Porpouse in Life Test) como de otras técnicas de autores ajenos a la
logoterapia, como por ejemplo el test de Bender, el TAT (Test de Apercepción Temática) de Murray o el
Test de Kohlberg, que si bien fueron creados con otros fundamentos, pueden utilizarse con beneficio.
Una actitud responsable por parte del terapeuta podría distinguir, por ejemplo, en el caso de equivalentes
distímicos depresivos, que estaría mal indicada una logoterapia porque por un lado sería una pérdida de
tiempo y dinero y por otra parte también podría ser contraindicada, porque aumentaría la angustia del
paciente con el consecuente empeoramiento depresivo.
En cuanto a las técnicas de intervención que utiliza la logoterapia, sucede algo similar a lo expresado
acerca de los test psicológicos. Tiene técnicas propias, tales como la intención paradojal, el común
denominador y la derreflexión, creadas por Frankl, algunas de las cuales son usadas por otras escuelas
terapéuticas y el diálogo socrático. Por otra parte, no olvidemos que la intención paradojal de Frankl es
considerada por Mahoney como distinta de la prescripción de síntomas de Watzlawick, aparte de ser muy
anterior la propuesta de Frankl.
Primero lo primero
Si bien este es el título de un inteligente texto de S. Covey (1997) sobre el manejo del tiempo, con
trasfondo frankliano, me parece ilustrativo como premisa psicoterapéutica. Junto con la idea de persona y
de mundo tengamos presente que antes mencioné la frase latina sobre que lo primero es no hacer daño.
EPISTEMOLOGÍA 158
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Precisamente sobre esta temática que en medicina se denomina iatrogenia, Frankl ha acuñado el término
de ‗neurosis iatrógenas‘, dentro de la señalada nosología logoterapéutica presentada en Teoría y Terapia
de la Neurosis (cfr. Frankl, 1992). Con esa denominación se refiere Frankl a aquellos estados neuróticos
en los que luego se comprueba que el médico (iatros) es el que involuntariamente ha inducido a que el
paciente, portador de su angustia de expectativa, fije un síntoma. Esto lleva a la necesidad, tanto de
médicos y más aún de psicólogos, del cuidado que debemos tener en las expresiones vertidas ante el
paciente. Así como Lain Entralgo (1968) escribió un texto que tituló "La cura por la palabra", estimo que
sería indicado pensar en un enfermar por la palabra. Y así podríamos hablar de una ―psicogenia‖, lo cual
no es atribuirle ninguna ‗genialidad‘ al psicólogo.
También hacer perder el tiempo a un paciente, cuando después de cierto número de entrevistas, no se
obtienen beneficios tangibles, debe ser dialogado y buscar otras alternativas. No olvidemos que no
abordar abiertamente estos temas, puede hacer que el paciente se convierta en un descreído de los
beneficios de la psicoterapia y la deje de lado como alternativa de mejora o de desarrollo de su
personalidad.
Para concluir con este enfoque crítico, quiero expresar que el encuentro psicoterapéutico es una
ecuación con dos incógnitas: la personalidad del paciente y la personalidad del terapeuta. Sobre esta
última la psicología tiene una deuda pendiente: profundizar en su formación, porque es el principal
método terapéutico. Si los seres humanos somos únicos e irrepetibles, este encuentro también será
único, por lo cual las generalizaciones se hacen más difíciles. Sin embargo tenemos que establecer no
solo si una determinada psicoterapia es posible, sino si es la más indicada teniendo en cuenta el costo-
beneficio y también el riesgo beneficio.
En el primer caso, entre dos posibles psicoterapias elegir la más corta sin que ello signifique menor
calidad. En cuanto al riesgo, si bien los hay de muy diferentes tipos, quisiera solo aportar uno que no he
visto citado: el de la psicoadicción. Según mi parecer se trata de personas que se hacen dependientes de
la psicoterapia, sin que exista una alteración psicológica que lo justifique. Estimo que las psicoterapias
tendrían que tener un tiempo acotado y establecido de común acuerdo, en el momento de iniciar un
tratamiento o a partir del diagnóstico, aunque luego se pudiera establecer un nuevo contrato. De esta
forma el entrevistado sabe que los encuentros tienen previsto un término, que no se eternizarán. Aunque
por supuesto, se debería también informar que, de común acuerdo y con un objetivo claro, se puedan
prolongar.
Cabe señalar que el enfoque epistemológico no es sencillo de aplicar. Retomando lo que dice Bleyle
(1968), la epistemología ―es la disciplina del enfoque, del ‗punto de vista‘, nadie puede llegar a ser
epistemólogo si no ensaya por sí mismo pensar sobre ciertos problemas…‖ (p. 3). Considero que es un
camino fructífero, como una forma de racionalizar los conocimientos psicoterapéuticos y sus marcos de
referencia. Desde ese lugar estamos en mejores condiciones de realizar una práctica más responsable.
Acaso contribuya a una más clara actitud acerca de qué indicar y qué no frente al complejo problema de
las consultas en psicología, una formación psicológica más completa, que incluya la posibilidad de
contrastar críticamente diferentes enfoques, teorías, argumentaciones. Precisamente Popper (1997)
expresa que las funciones superiores del hombre son las argumentadoras y críticas. El pensar crítico nos
vacuna contra el pensar dogmático. Ello le permitirá al psicólogo ir formando su propia visión de conjunto,
su capacidad propia de juicio, su propia síntesis, que por supuesto permanecerá abierta a su posible y
necesaria evolución. Al respecto es oportuno traer algunos conceptos de Brie (1997) en su crítica a la
excesiva especialización – también la ha realizado Gadamer en otro contexto – de los saberes
profesionales, que conspira gravemente contra el espíritu de síntesis.
EPISTEMOLOGÍA 159
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Este concepto es considerado como la capacidad relacionante, que conduce a una relación totalizante,
que es precisamente de lo que carece el especialista, le falta riqueza de relación. No está en discusión la
necesidad de un saber especializado para el progreso humano, pero está el peligro que señaló Ortega y
Gasset con mucha precisión, sobre la falta de visión de conjunto. Esta semana encontré una cita del
literato, poeta y director de cine ruso, Evtushenko (2003), que dice ―El amor por la poesía vuelve a las
personas de todas las profesiones más perspicaces, más capaces de entender las cosas‖.
Conviene aclarar que síntesis no es resumen, este es como el primer balbuceo, en cambio la síntesis se
logra con la madurez intelectual, por supuesto que de manera independiente de la edad del profesional. Y
esto es posible en nuestra tarea con el pensar epistemológico: ir de las teorías a la práctica y de la
práctica a las teorías. Estudiar y analizar las diferentes teorías. Esta actitud puede conducir a que la
psicología, abierta a su propia revisión, se aleje del aspecto de ―lecho de Procusto‖ que presenta en la
actualidad, por lo menos en nuestro medio. Nuestra formación debe integrar conocimiento científico y
personalidad moralmente madura. Jaspers expresa que la auténtica cientificidad y esta personalidad son
inseparables. No hay cientificidad segura cuando la última falla, y, a su vez, la personalidad no basta
cuando no se posee una formación científica; buenas personas pero sin suficiente formación científica,
tampoco son buenos terapeutas.
Actividad didáctica
1) Haga un glosario de los términos nuevos.
2) Delimite los aspectos que no llega a comprender por desconocimiento de algún tema.
3) Resuma los aspectos fundamentales que aborda el texto.
4) Sintetícelos.
5) ¿Cuáles son las interrogantes más sugestivas que se haría del mismo?
6) ¿Cómo se las responde?
7) A qué conclusiones ha llegado ha llegado con la lectura de este texto.
EPISTEMOLOGÍA 160
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
La educación es un crisol discursivo. Para abonar su explicación debe recurrirse a una serie de
disciplinas básicas que dan cuenta de ella: las ciencias de la comunicación, la sociología, la Lingüística,
la teoría de las ideologías, la psicología.
La educación es una práctica. Carece de estatuto epistemológico autónomo; por ello debe ser analizada
desde disciplinas generales de diferente orden (lo cual no la pone "por debajo" ni "por encima" de tales
disciplinas, sino en un espacio diferente, el de las funciones sociales).
Desde este punto de vista, tiene sentido para la educación hacerse la pregunta, válida originalmente en el
ámbito de la psicología, de cuál es la fundamentación de ese conglomerado conceptual reunido bajo el
título de "psicología social". En tanto se realizan aplicaciones de ésta a la educación, es importante estar
atentos a las silenciadas carencias de su constitución, que luego tendrán efectos en la acción educativa,
no sólo como "huecos" ignorados en la problemática, sino también como positividades equívocas.
Es dable realizar observaciones desde una epistemología (a ser formulada y fundamentada) sobre la
psicología social; no, en cambio, presentarlas a partir de la epistemología con que la misma psicología
social supuestamente cuenta. Esto, dado que en los textos de psicología social la reflexión en cuanto a
una teoría de la construcción del conocimiento o está por completo ausente129 o se limita a una mera
glosa de aspectos metódicos que, en la tradición positivista, pretenden ubicar en el método las garantías
del conocimiento científico, sin interrogarse debidamente acerca de la relación entre teoría y método, y
entre éste y el objeto particular de cada disciplina130.
Hay, por tanto, que plantear desde la epistemología el problema de la psicología social y con esta óptica
realizar un análisis riguroso de los presupuestos, generalmente implícitos, existentes en el discurso y la
práctica de este campo de actividad científica. Como ya formulara Freud, toda psicología es
necesariamente social. No sólo por el hecho, que afecta a toda disciplina científica, de estar socialmente
construida, sino por lo atinente a su objeto de tratamiento: en tanto el hombre no es otra cosa que "el
conjunto de sus relaciones" (Marx, Tesis sobre Feuerbach) resulta impensable cualquier consideración
respecto de la conformación de su psiquis que sea manejable fuera de tales relaciones. La psicología
denominada "individual" pone el acento en el efecto subjetivo de una multideterminación social: es
psicología no del "individuo" pensado metafísicamente como expresión de una particularidad radical e
inefable, sino del sujeto sujetado, producido a partir de determinadas situaciones sociales. En este
131
sentido, la expresión "psicología social" carecería de significado preciso , ya que el adjetivo "social"
132
nada agregaría a lo implícito en la palabra "psicología ".
Se plantea, entonces, el problema del estatuto epistemológico de supuesta autonomía que en general se
adjudica de manera no tematizada, y en otros casos en forma explícita133 a la psicología social. ¿Estamos
frente a una disciplina independiente, con un objetivo y un método que le sean propios?
128
ROBERTO A. FOLLARI. Investigador educativo en la Comisión de Apoyo y Desarrollo Académico, Unidad
Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana.
129
ARONSON, ELLIOT, Introducción a la Psicología Social, Alianza Editorial, Madrid, 1979.
130
Para una crítica del método en la historia de las ciencias, ver Feyerabend, P.: Contra el método, Ed. Ariel;
ejemplos de lo señalado en psicología social son Klineberg, O.: Psicología Social, F.C.E., México, 1975; Asch,
S.: Psicología Social, Ed. Eudeba, Buenos Aires, 1964, etc.
131
Lo cual es, para la ciencia, un problema central a partir de las investigaciones de Ludwig Wittgenstein.
132
Este problema ha sido advertido por algunos psicólogos sociales, por ejemplo Klineberg, op. cit., p. 16.
133
Ver LAMBERT, WILLIAM y WALLACE LAMBERT, Psicología sociale, Aldo Martello Editore, Milano, 1964,
pp. X y XI.
EPISTEMOLOGÍA 161
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Sería útil caracterizar en qué sentido puede hablarse dentro del campo científico, de objeto de una
disciplina:
"No son -dice Max Weber- las relaciones reales entre 'cosas' lo que constituye el principio de delimitación
de los diferentes campos científicos, sino las relaciones conceptuales entre problemas. Sólo allí donde se
aplica un método nuevo a nuevos problemas y donde, por lo tanto, se descubren nuevas perspectivas
nace una ciencia nueva." (Max Weber, "Essais sur la theorie de la sciencia", citado por P. Bordieu y otros,
El oficio de sociólogo, Ed. Siglo XXI, Buenos Aires, 1975, p. 51.)
Estas cifras nos permiten pensar la diferencia entre objeto empírico y objeto de conocimiento, anotando
que este último no surge como una copia de las apariencias de aquél, sino como un punto de vista
particular acerca de su análisis. La división entre ciencias no reproduce, por ello, la división empírica; ésta
opera como obstáculo epistemológico135 para la construcción del objeto de la ciencia. El mismo objeto
empírico (la familia, por ejemplo) puede ser tratado por diferentes disciplinas, como la psicología o la
sociología; tenemos en ambos casos el mismo objeto empírico presente, pero dos objetos teóricos
diferentes: la familia desde el punto de vista de la historia de las sociedades y los modos de producción
por una parte, y la familia como reproductora y conformadora de las características del inconsciente por
otra. El término "familia" designa en cada ocasión fenómenos diversos, en tanto el punto de vista de la
interrogación es diferente, orientado por una problemática general diferente, dentro de la cual se inscribe
en cada caso el fenómeno "familia" en una interconexión a un corpus teórico orgánico específico.
Por lo señalado, podemos convenir en que la psicología social no puede fundarse en la referencia a cierto
tipo de hechos que fueran propios de su campo, ya que tal referencia no garantiza la construcción de un
objeto teórico específico, a la vez que los mismos hechos podrían ser objeto de conocimiento de
disciplinas diversas. En todo caso, si tales hechos fuesen exclusivos al tratamiento de esta disciplina 136,
tal cosa no garantiza que se haya constituido un punto de vista teórico particular, que permita fundar una
ciencia independiente.
¿Puede la psicología social conformar teorías propias en la interpretación de los fenómenos a los que se
refiere? Se trata de dar cuenta psicológicamente de ciertos fenómenos que ocurren a nivel de grupos,
clases o grandes sectores sociales137. Nos encontramos, entonces, con la aplicación a un campo
empírico determinado de las teorías surgidas en torno a lo psíquico, estamos ante una aplicación de la
psicología a determinados hechos.
134
BORDIEU, et al., op. cit., p. 52.
135
Ver BACHELARD, G.: La formación del espíritu científico, Ed. Siglo XXI, México, 1979, pp. 27 y ss.
136
Es notorio que no es así; temas como "comunicación" o "grupos" son trabajados también por la sociología,
variando en cada caso "lo que se desee analizar" de tales temas.
137
No afirmo que corresponda a nuestra disciplina dar cuenta de "hechos sociales", porque sólo un empirismo
extremo dejará de advertir que cuando se está solo también se está implicado socialmente; en el lenguaje con
que se piensa, en la ideología, en las consecuencias sociales de los propios actos, en la vestimenta que usamos y
la arquitectura que nos rodea, en el "sentido" socialmente asignado a todo ello, etc. Siendo así, todos los hechos
en que el hombre está implicado son sociales.
EPISTEMOLOGÍA 162
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Esto puede verse claro en la imposibilidad, por parte de la psicología social, de conformar puntos de vista
originales, teorías nuevas, en relación a los temas tratados. Por todo lo antes dicho resulta claro que esta
138
denominación es equívoca y debiera revisarse. Se asume la teoría de la Gestalt , o una fenomenología
139 140
matizada , o un "behaviorismo" definido , o una posición ecléctica con predominancia
experimentalista141. Las teorías frente a las cuales nos hallamos son las teorías que encontramos en el
concierto de este conglomerado indefinido denominado "psicología".
Sería por demás erróneo suponer que las teorías referidas surgen como una "necesidad interna" del
mundo de los hechos analizados. Como ha señalado Bachelard, los hechos nada dicen si no se los
interroga metódicamente; la forma de la interrogación es anterior a la toma del dato, y condiciona la
manera en que éste se presenta. De tal modo, no existen datos puros, sino siempre -ya- situados en una
perspectiva determinada para obtenerlos142. Por tanto, las teorías anteceden en realidad a los hechos
descritos por los manuales de psicología social, y este anteceder tiene, en nuestro caso concreto,
referencia diversa a la polémica entre las distintas corrientes que atraviesan el campo de la psicología.
Creemos con lo anterior haber fundamentado la no-autonomía de la psicología social como ciencia, y su
estatuto de constituir una aplicación de la psicología general. Esto nos lleva a un segundo nivel de
problemática, en relación a los criterios de construcción teórica que nos permitan pensar cuál es el status
científico de la psicología.
En nuestro caso, optamos por dar a ese término un sentido más amplio que propondremos luego; por el
144
momento, preferimos hablar de "sentido común", aunque deba aceptarse como propone Lécourt : que
la construcción de sentido está siempre socialmente condicionada.
Althusser ha expuesto detalladamente las condiciones de la "ruptura epistemológica" para el caso del
138
ASCH, S., op. cit.
139
MAISONEUVE, J., Psicología social, Ed. Paidós, Buenos Aires, 1973.
140
KLINEBERG, O., op cit.
141
La compilación de J. Piaget y P. Fraisse, Psicología Social, Ed. Paidós, Buenos Aires, 1969; también H.
Lindgren, Introducción a la Psicología Social, Ed. Trillas, México, 1975.
142
BACHELARD, G., op. cit.; P. BORDIEU y otros, op. cit.
143
SASTRE, C., La Psicología, red ideológica, Ed. Tiempo Contemporáneo, Buenos Aires, 1975; N.
BRAUNSTEIN y otros: Psicología, ideología y ciencia, Ed. Siglo XXI, México, 1977.
144
LECOURT, D., Para una crítica de la epistemología, Ed. Siglo XXI México, 1980.
EPISTEMOLOGÍA 163
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
materialismo histórico145, asumiendo de manera implícita por momentos y a veces explícita, que se trata
de las condiciones generales de producción de conocimiento por cualquier ciencia. Podemos aplicar esas
condiciones al caso de la psicología, operación que el mismo autor realiza elusivamente en diversos
párrafos de su obra.
En el campo de la psicología este cambio de problemática, esta "ruptura" teórica con el sentido común
instalado en la mera descripción, se ofrece más clara y precisable que en otras disciplinas: es Freud, con
su descubrimiento del inconsciente y la teoría correspondiente, el psicoanálisis, el que abre un campo de
interpretación holística de los fenómenos psíquicos. El inconsciente aparece como el metaempírico, sin
embargo dotado de una realidad concreta, que da razón de una serie de fenómenos de otro modo
inexplicables (el lapsus, el chiste, el acto fallido, la alucinación, los sueños, el delirio). La ruptura es
rotunda, tanto respecto del sentido común, que no recaba más allá del dato inmediato, como cuánto de la
psicología anterior, relativa a los elementos de conciencia o a lo manejable según el método
experimental: nos ubicamos en un campo decididamente nuevo.
A su vez, como explica Bordieu y es planteado desde Aristóteles, el método depende estrictamente del
objeto del caso; Freud no acepta seguir los procedimientos de la medicina o la biología para trabajar con
sus pacientes; el inconsciente plantea sus propias exigencias. Se accederá al sentido (inconsciente) de
los actos y representaciones humanas a partir de lo propio del hombre: la palabra, vía regia de acceso al
mundo simbólico del lenguaje, exclusivo del ser humano (a este respecto ha abundado la escuela de
Jacques Lacan, retomando los descubrimientos de la Lingüística saussuriana en cuanto a la distinción
significante-significado y a la autonomía parcial de la cadena significante, elementos específicos del
lenguaje humano que desautorizan la posibilidad de referirse al "lenguaje" de los antropoides o las abejas
estrictamente como "lenguaje". (Pueden verse las reflexiones sobre psicoanálisis y lenguaje en André
Green y otros, Estructuralismo y psicoanálisis, Nueva Visión, Buenos Aires, 1971). Hay en el psicoanálisis
una construcción del objeto y el método de acceso al mundo psíquico. Esto no ocurre, por lo menos en
medida comparable, con ninguna otra corriente de la psicología.
145
ALTHUSSER, L. y E. BALIBAR, Para leer El Capital, Ed. Siglo XXI, México, 1969; ALTHUSSER, L., La
revolución teórica de Marx, México, 1968.
146
(19) Respecto de la epistemología piagetiana y sus fundamentos de "continuidad" entre las disciplinas, que se
oponen a la noción de "ruptura", hemos realizado una crítica en nuestro trabajo "Interdisciplinariedad". UAM
Azcapotzalco, mimeo, 1980, cap. 2; también puede verse VENN, C. y WALKERDINE, V., "La adquisición y
EPISTEMOLOGÍA 164
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Finalmente el "behaviorismo", de fuerte peso en la psicología social, plantea como su plan explícito
precisamente el contrario a la fundación de un objeto teórico: empirismo absoluto, supone que la remisión
"pura" al dato, carente de interpretación alguna, permitiría una visión realmente científica. Habría que
limitarse a lo que el sujeto hace o dice. De este modo, queda planteada la tarea imposible de llegar a los
datos sin interpretarlos, por un lado; por otro, se renuncia a la función esencial del científico, la
explicación racional de las conexiones reales que articulan lo empírico como tal.
Hemos repasado, menos que sumariamente, las principales teorías que coexisten con el psicoanálisis en
el campo de la psicología. Si asumimos que la ciencia se caracteriza por la instauración de una
problemática coherente, se aceptará que todas estas teorías no pueden coexistir sin opciones reales y
mutuas incoherencias que exigen ser suficientemente tematizadas.
De allí que no podamos aceptar a la psicología sino como un conglomerado no unívoco desde el punto
de vista teórico, y por ello lleno de incongruencias y puntos ciegos; la psicología no es un conjunto de
leyes y conceptos coherentes, sino una especie de collage teórico que debe ser decantado.
Si aceptamos que la teoría psicoanalítica cumple con las condiciones definidas acerca de la producción
de conocimientos científicos, entre ellas la fundación de un objeto metaempírico y el alto nivel de
explicación en relación a los fenómenos del campo, aceptaremos partir de ella como la base de una
psicología científica, que se estructuraría desde las nociones centrales de inconsciente y aparato
psíquico.
A su vez, es pertinente rechazar cualquier hipótesis "ecléctica" acerca de esta disciplina, dado que la
mezcla de problemáticas diferentes impide la consistencia interna del discurso científico y deja en la
ambigüedad la identidad de su objeto particular.
Siguiendo lo anterior, asumiremos a la teoría psicoanalítica como "suelo" estructural de una psicología en
construcción; ella ofrece el marco teórico del aparato psíquico desde el cual se conforma la subjetividad
humana. Esto no niega totalmente lo propuesto por otras teorías, pero lo subordina al orden de conceptos
del psicoanálisis, evitando el eclecticismo inorgánico y a la vez proponiendo una jerarquía teórica a los
diferentes conceptos y descubrimientos. Por ejemplo, la teoría piagetiana de la inteligencia o los trabajos
gestálicos sobre percepción, podrían ser reestructurados dentro de los marcos explicativos propuestos
por la teoría que abriera Sigmund Freud.
La psicología tal cual hoy la conocemos, como yuxtaposición o adición de posiciones diferentes y no
articulables, no tiene por tanto status de ciencia. Proponemos (como lo han hecho Sastre o Braunstein en
los textos aludidos) que la psicología es ciencia en construcción, con una columna verbal que es el
psicoanálisis y con un objeto propio que es el aparato psíquico conformado a partir del inconsciente.
Demos unos cuantos ejemplos: uno de los intentos es realizar una psicología social ecléctica, donde
todas las teorías coexisten sin proponer a ninguna como ordenatoria de las otras. Allí el psicoanálisis es
una teoría más (generalmente de las menos consideradas) que ofrece apoyo en ciertos temas
específicos. Es el caso del Manual de Psicología Social de T. Newcomb, Ed. Eudeba, Buenos Aires,
1972, 2 tomos; o del trabajo de Lambert ya citado, donde coexisten sin oposición Freud y Skinner.
En otros casos, se asumen definiciones "behavioristas" que muestran con claridad su carácter puramente
ligado al sentido común y provisto de serios errores de construcción teórica. Dice Klineberg:
producción del conocimiento: reconsideración de la teoría de Jean Piaget", en Dialéctica, Núm. 6. Universidad
Autónoma de Puebla, marzo 1979, pp. 77 y ss.
EPISTEMOLOGÍA 165
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
"Se ha definido la psicología como el estudio científico de las actividades del individuo. La psicología
social puede definirse como el estudio científico de las actividades del individuo influido por otros
147
individuos ".
Es notorio que Klineberg supone que el campo de una disciplina se define por un cúmulo de hechos
propio: las actividades del individuo. De más está decir que éstas pueden ser perfectamente analizables
por el materialismo histórico, desde el punto de vista de las instancias sociales, los roles institucionales,
los enfrentamientos sociales, etc. "Lo que el individuo hace" puede ser trabajado desde ciencias muy
diferentes. A su vez, el concepto de "individuo", unidad primigenia de lo social según la ideología liberal,
aparece en dos ocasiones. La segunda desnuda su carácter equívoco a plenitud, ya que la psicología y la
psicología social son diferenciadas en cuanto esta última analizaría "actividades del individuo influido por
otros individuos". Es notoria la imposibilidad de sostener esta distinción entre psicología y psicología
social. ¿Acaso la psicología se encarga del individuo no influido por otros?, ¿dónde existirá un tal
individuo? Por otro lado, ¿sólo "individuos" nos influyen socialmente?, ¿la sociedad no nos condiciona
como un todo a través de su modo de producción, de la ideología, etc., que no sólo provienen de "otros
individuos" sino de estructuras objetivas que están más allá de éstos?
Para no resultar incoherente, Klineberg continúa con otros errores teóricos del mismo tamaño, hablando
de "conducta social de los animales" (¿es la de los animales una "sociedad" en sentido lato?, ¿hay en
ella Estado, división del trabajo, diferencias de clase?), discutiendo si existe una "cultura animal", etc. 148.
También es paradigmático el libro de Hollander149, donde se señala que "la influencia social constituye el
interés central de la psicología social"... "la influencia social se manifiesta cada vez que un individuo
responde a la presencia real o implícita de otro u otros". Nuevamente la influencia social se supone
demarcable empíricamente, según las reglas del método asumido; no se concibe al problema como de
estructuras o formaciones sociales en su conjunto, sino de "otro u otros". Se agrega: "en primer lugar, la
influencia social puede estar relacionada con el efecto recíproco de una persona sobre otra en la
interacción social150"; una vez más, en esta fase se recurre al empirismo más ingenuo, ligando la
influencia de otros al fenómeno de la interacción, al "entrar en contacto" con otro; como si las fantasías
ligadas al ideal del yo, por ejemplo, no se constituyesen por imágenes sociales idealizadas de roles
sociales lejanos y desconocidos,sublimadosprecisamenteportal desconocimiento. Posteriormente
Hollander se refiere a la influencia de los grupos sobre el individuo o de grupos entre sí, pero nunca a la
determinación por la totalidad social, sus instancias y estructuras, sobre la subjetividad y el mundo
intrapsíquico.
147
KLINEBERG, O., op. cit., p. 15.
148
KLINEBERG, O., op. cit., pp. 30-39.
149
HOLLANDER, E., Principios y métodos de psicología social, Amorrortu Buenos Aires, 1976.
150
Subrayado en el original.
EPISTEMOLOGÍA 166
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Hemos aludido al orden del discurso de la psicología en general y a sus efectos, por aplicación, en la
psicología social. No hemos hecho referencia precisa, sin embargo, a las condiciones históricas de
producción de ese discurso, que según ha mostrado la dialéctica a través de la fusión del ser social y la
151
conciencia social son las determinantes de las características de ese discurso.
Existe un excelente texto de Didier Deleule que explica extensamente este proceso de producción de la
psicología152, intrínsecamente ligado a las necesidades del aparato productivo y del aparato de Estado
del capitalismo en su fase de concentración monopólica a fines del siglo pasado y comienzos del
presente. Apelando a las conocidas tesis de Marcuse acerca de la ciencia y la tecnología como las
formas de dominación características de la sociedad contemporánea153, desglosa diferentes items de la
psicología demostrando su servicio directo, no a nivel de aplicación de los conocimientos sino de génesis
de éstos, a las necesidades del aparato de dominación social.
No resulta particularmente difícil hacer notar la validez de sus tesis: por ejemplo el concepto de
"adaptación", extraído de las ciencias naturales, cumple un rol fundamental de afirmación de los
comportamientos normativos dominantes, dado que todo aquel que innove y se diferencie de la mayoría
será calificado de inadaptado y por ello de anormal, ya que la adaptación ha sido propuesta como criterio
de normalidad. Por otro lado, la noción de "ambiente" que le está ligada como medio en que los sujetos
se desarrollan, conlleva una evidente alusión del problema característico del medio social, que no es un
"ambiente natural" al cual el sujeto se enfrenta, sino una forma social determinada y construida por los
hombres, que naturalmente es histórica y modificable. Al hablarse de "ambiente" se escamotea el
problema sociopolítico proponiendo como modelo de los comportamientos humanos los de los animales,
entre los cuales esos problemas simplemente no existen.
Otro caso es el de los "test", cuya construcción estuvo ligada estrechamente a las necesidades del
aparato militar norteamericano en la Primera Guerra Mundial (garantizar la inteligencia y lealtad de los
soldados) y del aparato educativo-técnico (garantizar que la escolaridad fuese otorgada a los más
dotados).
Los "test" estuvieron, y aún están, al servicio de la selección de las personas según aptitudes que no son
naturales sino fruto del aprendizaje y por tanto de condiciones sociales particulares, y son la justificación
de la repartición desigual de las posibilidades sociales.
Otro caso es el de los estudios sobre grupos, modos de conducción de éstos, liderazgo, etc., cuya
relación a necesidades de efectividad empresarial o de control militar son claramente discernibles.
Hecha esta apreciación general sobre el surgimiento de la psicología, siguiendo a Deleule, veremos
ahora cómo en el caso concreto de la psicología social aparecen este tipo de temas y de tratamientos
signados por las necesidades de control social desde el poder económico, político o militar.
154
Encontramos en Klineberg, por ejemplo, un capítulo sobre "Psicología y relaciones internacionales ".
151
Cf. LUKACS, G., Historia y conciencia de clase, Ed. Grijalbo, México varias ediciones; HABERMAS, J., Teoría
analítica de la ciencia y dialéctica, reproducido por Ed. Grijalbo, México.
152
DELEULE, D., La psicología, mito científico, Ed. Anagrama, Buenos Aires, 1972.
153
MARCUSE, H., El hombre unidimensional, Ed. Jaoquín Mortiz, México, 1969.
154
KLINEBERG, O., op. cit., pp. 512 y ss.
EPISTEMOLOGÍA 167
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
El texto de Hollander aborda de manera desprejuiciada toda una serie de temas en que la determinación
sociopolítica es evidente, pero nunca es enunciada, dando al estudio una pretensión de "neutralidad
científica", cuando en estado práctico está tomando partido: desde los items decididamente políticos,
como relaciones internacionales, diferencias de clase, elecciones, etc., a otros como "adaptación", del
que ya hemos hablado; "desviación", que es su par homólogo-opuesto en la misma falsa problemática;
"valores" y "actitudes" (que reemplazan, también aquí, al problema de la producción social de sentido, la
ideología y la construcción simbólica del superyó), "diferencias individuales" (no diferencias entre "sujetos
producidos"), "movilidad social" (como opuesta a la idea de la supresión global de las diferencias de
clase), etc.
Este análisis podría seguirse en casi todos los manuales. En Lindgren resulta esclarecedor el capítulo
sobre "movilidad ascendente" que, además de obviar significativamente la "movilidad descendente",
propone un subtema como "el propio esfuerzo y la clase baja", destinado a perpetuar, con título de
ciencia, el mito del "self-made-man", además de los efectos ideológicos del tenor valorativo de los
términos usados ("alta" y "baja").
En el texto de Moscovici161 hay un capítulo destinado al problema del poder; allí la necesidad del análisis
social es evidente. Sin embargo, el libro escrito en francés no lleva referencia alguna a la rica obra de
Michel Foucault sobre el tema, ni al materialismo histórico que ofrece una teorización rigurosa del tema,
ni al psicoanálisis, que daría importantes aportes al problema de la introyección subjetiva de la estructura
del poder.
155
Análisis de dudosa eficacia dadas las condiciones de su producción de conocimiento y reproducción de
reconocimiento-desconocimiento.
156
No otra cosa son las relaciones sociopolíticas ver GLUCKSMANN, A. El discurso de la guerra, Ed. Anagrama,
Buenos Aires, 1971.
157
Los manuales de psicología social emanan en un porcentaje abrumador de los países capitalistas avanzados:
EE.UU. y Europa.
158
HARNECKER, M.: Los conceptos fundamentales del materialismo histórico. Ed. Siglo XXI, México, varias
ediciones.
159
ARONSON, E., op. Cit., pp. 64 y ss.
160
Ibid., pp. 318 y ss.
161
MOSCOVICI, S., op. cit., pp. 45 y ss.
EPISTEMOLOGÍA 168
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
No es casual la exclusión de estas teorías: son las que han surgido en contra, o cuando menos al
margen, del poder establecido. Ya señalamos que esta psicología aplicada que es la psicología social no
asume el objeto teórico aportado por el psicoanálisis (el inconsciente, cuya lógica del deseo no es
funcional al aparato productivo ni a los propósitos de subordinación de los sujetos a un "orden").
Deberemos agregar que, siendo una aplicación de la psicología a fenómenos de grupos o clases o
sectores sociales, el único modo de ser riguroso es que Los fenómenos a los que se aplique el análisis
(que, como ya hemos señalado, no pueden tomarse "en bruto", de una forma epistemológicamente
neutra) sean estructurados bajo un punto de vista teóricamente estricto. En este campo, el materialismo
162
histórico propone los instrumentos básicos de una teoría social estructural ; en ninguno de los textos
reconocidos en psicología social en Occidente se le asigna el lugar que le corresponde, quedando el
campo de lo social librado a la ideología espontánea o consciente de los autores, habitualmente la
ideología dominante, que nunca se explicita a sí misma163. El señalado es un problema central en torno al
sesgo ideológico que exhibe el discurso de la psicología social.
La psicología social contiene, por lo antedicho, una fuerte carga ideológica. ¿Qué queremos decir con
esto? Consideraremos de una manera particular la diada epistemológica ciencia-ideología, que ha tenido
tan fuerte influencia en los últimos años a partir de las obras precitadas de Althusser. En otro trabajo164 he
planteado detalladamente mi posición al respecto, resumida en la no aceptación de ciencia e ideología
como pareja de opuestos, pudiendo la segunda estar presente en la primera; en la comprensión de la
ideología como conjunto de significaciones que porta un sujeto social, con efectos tanto de conocimiento
como de desconocimiento y ocultación (se opone a la noción de la ideología sólo como falsa conciencia,
tal como aparece en Althusser); en asumir que la ideología está ligada estrictamente al lugar ocupado
socialmente y en la lucha de clases; y en afirmar que no existe "ideología" sino "ideologías" según clases
sociales. Es notorio, para quienes conocen el tema, que esta posición se sustenta en las versiones
"historicistas" del marxismo y no en las filosóficamente más cercanas al estructuralismo165.
Proponemos que el hecho de que una ciencia está bien construida como tal no impide la portación en su
discurso (y más aún en su práctica de producción y difusión de conocimientos y en sus consecuencias
tecnológicas) de elementos de ideología. En el caso de la psicología social, es notoria la falta de
cientificidad por todos los argumentos que hemos ido exponiendo. Pero no es esto, a nuestro juicio, lo
fundamental para hacer notar su carga ideológica, sino el rol claramente ligado a las necesidades de
dominio de la clase hegemónica que funda sus temas y los modos de trabajarlos. Dicho de otra manera,
el problema ideológico radica menos en la falta de un estatuto científico suficientemente fundado, que en
la evidente trabazón existente entre los intereses de los sectores sociales en el poder y las propuestas
teóricas, metodológicas y discursivas de la psicología social. Estamos ante un campo ideológico en el
sentido fuerte de esta palabra, campo de lucha por el dominio de las significaciones sociales a los fines
de perpetuar determinadas formas de organización social.
Esta ordenación de la psicología social a partir de la ideología y del sentido común es la que determina la
pobreza teórica de la disciplina; sus formulaciones básicas son escasas y repetitivas. El parecido entre sí
de los textos resulta llamativo, así como la escasa originalidad de los planteamientos. Estamos en un
área sumamente estéril desde el punto de vista de la innovación hacia nuevas opciones temáticas y
enfoques; las similitudes, por ejemplo, entre Asch y Lidgren o Hollander son tales que sus textos serían
en buena medida intercambiables. Para patentizar lo dicho, pueden revisarse las bibliografías y los
experimentos citados en cada caso, y se comprobará que el grado de saturación del campo es enorme,
162
La fundamentación a fondo de éste escapa a la magnitud del presente trabajo.
163
Cabe señalar que al hablar de materialismo histórico no lo hacemos sobre las vulgarizaciones mecanicistas de
éste, sino respecto de la construcción de los autores más sólidos: Marx, Gramsci, Lukács, etc.
164
FOLLARI, R., "Política y ciencia en psicología", en Dialéctica Núm. 6, Universidad Autónoma de Puebla, junio,
1979, pp. 145 y ss.
165
Por ejemplo, se acerca a la posición gramsciana expuesta por H. Portelli en Gramsci y el bloque histórico,
México, Ed. Siglo XXI, 1977.
EPISTEMOLOGÍA 169
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
que el reconocimiento mutuo entre un limitado número de autores es constante; naturalmente, esto
conspira contra cualquier ruptura teórica o metodológica.
Por esto mismo es oportuno, para terminar, hacer mención de los escasos esfuerzos de alternativas en
esta disciplina. Algunos, como el de Fromm, si bien contienen excelentes análisis del comportamiento y la
estructuración social del norteamericano medio166, representan enfoques básicamente sociológicos, que
sin duda no configurarían una psicología aplicada167. Otros, como los que muestran algunas revistas
soviéticas, responden a una versión teórica y metodológica muy cercana a la de los EE. UU.; la
explicación de este paralelo en la supuesta oposición puede rastrearse perfectamente en los análisis de
168
la escuela de Frankfurt .
Quizá el esfuerzo más decisivo haya sido el de E. Pichon Riviere169, psicoanalista argentino de una línea
teórica que se difundió en la década de los 60. Pichon Riviere intenta fundar la psicología social desde el
psicoanálisis, pero de un modo muy diferente al que nosotros hemos propuesto. El no intenta trabajar
psicoanalíticamente, por ejemplo, el tema de las masas o el de la comunicación, o de la disonancia
cognitiva o percepción; plantea un espacio estructurado fundamentalmente en el trabajo de grupos,
orientado según la técnica de grupos operativos por él ideada.
De tal manera, la perspectiva de Pichon se centra en una técnica concreta de intervención social e
institucional; en este sentido ofrece una salida práctica interesante y sugestiva para la psicología social.
Pero en el plano teórico, no define por qué "salir" del psicoanálisis para "llegar" a la psicología social, en
una oposición de ambos términos poco comprensible; limita el ámbito de la psicología social a una serie
de fenómenos de microgrupo y a la interpretación del arte, dejando un campo considerable de análisis
fuera de la mira, y comete serios errores teóricos en la fundamentación, al proponer un materialismo
ingenuo y poco riguroso, y al mezclar eclécticamente categorías del psicoanálisis con otras de la Gestalt
y aun del "behaviorismo170".
Dado todo lo anterior, y a la vez considerando el hecho de que una modificación práctica (la
"intervención", actualmente puesta en boga en sociología por Lourau y Lapassade) no implica per se
cambios teóricos homologables, no encontramos en el intento de Pichon condiciones para plantear una
nueva psicología social.
Actividad didáctica
1) Haga un glosario de los términos nuevos.
2) Delimite los aspectos que no llega a comprender por desconocimiento de algún tema.
3) Resuma los aspectos fundamentales que aborda el texto.
4) Sintetícelos.
5) ¿Cuáles son las interrogantes más sugestivas que se haría del mismo?
6) ¿Cómo se las responde?
7) A qué conclusiones ha llegado ha llegado con la lectura de este texto.
166
FROMM, E., Psicoanálisis de la sociedad contemporánea, Fondo de Cultura Económica, México, 1956.
167
Hay quien ha encontrado en Fromm la posibilidad de una psicología social diferente; pero cabe aclarar que ése
no era el propósito del autor recientemente fallecido.
168
MARCUSE, H., op. cit.
169
PICHON RIVIERE. E., Del psicoanálisis a la psicología social, Ed. Nueva Visión, Buenos Aires, 1974, 3 tomos.
170
Ver por ejemplo BLEGER, JOSE, Psicología de la conducta, Ed. Nueva Visión, Buenos Aires, 1972.
EPISTEMOLOGÍA 170
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Introducción
La epistemología o filosofía de la ciencia, es la rama de la filosofía que estudia la investigación científica y
su producto: el conocimiento científico. La epistemología es por sí un área imprescindible en el saber,
tanto conceptual como profesional; de ahí la importancia de averiguar qué es y para qué sirve o podría
servir.
Hace apenas medio siglo la epistemología era sólo un capítulo de la teoría del conocimiento o
gnoseología; presentándose solo problemas tales como la naturaleza del conocimiento científico, en
contraposición al vulgar, la clasificación de la ciencia, y el problema de la inducción a partir de la
observación, siendo esto lo que se puede llamar el periodo clásico de la epistemología. Hasta ese
momento no se habían detectado problemas tales como los semánticos, los ontológicos, axiológicos,
éticos y de otro tipo que se presentan en el curso de una investigación científica.
Según bibliografía consultada acerca de esta temática, vista desde la psicología, la epistemología puede
entenderse en dos sentidos:
a) como una reflexión sobre el conocimiento que adquiere el psicólogo sobre un objeto, y
b) como una reflexión sobre el conocimiento que adquiere el psicólogo sobre un sujeto capaz de
representarse los objetos.
En el primer sentido la epistemología se limita a describir hechos, mientras que en el segundo da un paso
más: busca interpretarlos. La epistemología debe centrarse en el estudio de los métodos que usa la
psicología, y en la forma en la cual intenta explicar las conductas.
La psicología como ciencia que estudia la subjetividad del hombre se encuentra unida a muchas ramas
del saber humano. Cuestión esta que se refleja en las principales aristas investigativas actuales que no
ven a la psicología desligada de otras ciencias, teniendo puntos de contacto que permiten completar la
visión de los problemas abordados. Tal es el caso de la pedagogía, la biología, la sociología, la filosofía,
las neurociencias, e incluso la computación; permitiéndonos constatar la importancia y necesidad de la
171
www.monografias.com. Autoras: Lic. en Psicología: Malena Abreu Sintes. malena@eftshlg.co.cu y Lic. en
Psicología: Lisneth Rodríguez Hernández. lrodriguez@eftshlg.co.cu.
EPISTEMOLOGÍA 171
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
integración del conocimiento. Esta integración es posible a través del reconocimiento de la complejidad
de las sociedades y el mundo en general. La misma solo existe cuando son inseparables los elementos
diferentes que constituyen un todo, (como el económico, el político, el sociológico, el psicológico, el
afectivo, el mitológico) y que existe un tejido interdependiente e interactivo entre el objeto del
conocimiento y su contexto, las partes y el todo, el todo y las partes; por esto, la complejidad es la unión
entre la unidad y la multiplicidad. En síntesis la complejidad nos lleva a la comprensión de los diferentes
puntos de vista, a superar las visiones unilaterales, unidimensionales y convergentes.
Los desarrollos propios a nuestra era planetaria, nos enfrentan cada vez más, y de manera cada vez más
ineluctable a los desafíos de la complejidad, y aunque se ha venido haciendo énfasis sobre esta
problemática ―todavía estamos ciegos ante el problema de la complejidad (...) Sólo el pensamiento
complejo nos permitirá civilizar nuestro conocimiento‖172
―En la explicación del sujeto psicológico real, la psicología necesita de la integración interdisciplinaria,
pues sólo en ella podría comprender el sentido de las manifestaciones sociales del sujeto que, apoyadas
y configuradas en la personalidad, solo pueden ser aprehendidas en el estudio de su historia social‖173
Partiendo de las concepciones desarrolladas por Fernando González Rey sobre este tema consideramos,
en contraposición con el paradigma positivista, que la teoría es una elaboración que le atribuye sentido a
lo empírico, trascendiendo el plano de los hechos y penetrando en el de sus relaciones. En la concepción
positivista se privilegia el método como elemento que garantiza captar la realidad de manera pura,
excluyendo toda participación de la subjetividad del investigador como sujeto del conocimiento. Este
elemento si bien podía ser incorporado en el modelo de las ciencias puras o naturales, no es pertinente
extenderlo a las ciencias del hombre sobre todo porque las mismas tienen un carácter histórico, ya que la
acción intelectual del científico como sujeto del conocimiento expresa la época en que vive y su posición
ante el mundo por lo que se construye sobre estos elementos cosmovisivos.
―Representarse la ciencia como algo puro, es negar su carácter de proceso objetivo que, en calidad de
tal, se regula por la interacción activa del hombre, portador de su condición histórica, con un objeto
igualmente histórico y cambiante, integrado de forma simultánea en múltiples sistemas de relaciones de
la realidad. La condición histórica del sujeto cognoscente no es una limitante para el conocimiento, sino
174
una condición de este‖ .
descubrir la realidad de forma pura: ―La objetividad se apoya en mi capacidad como sujeto cognoscente,
desde una forma de organización, que es la ciencia, para que los resultados reportados por los
instrumentos puedan encontrar una representación conceptual que tenga valor explicativo sobre el
175
comportamiento del objeto ‖.
Una cuestión que distingue a las ciencias sociales es que no puede escapar a la intencionalidad como
característica distintiva del hombre y de la sociedad. El objeto de las mismas es a la vez un sujeto
productor de leyes, es decir, las regularidades sociales e individuales operan a través de un sujeto activo
cuya acción modifica de forma intencional o no dichas leyes. Estas ciencias por tanto deben tener una
permanente interpretación y tener en cuenta la necesidad de la interrelación de lo objetivo y lo subjetivo
como cuestión que garantice progresivamente la objetividad del conocimiento científico.
―En las ciencias sociales y la psicología, el momento objetivo del conocimiento está indisolublemente
relacionado con el subjetivo, pues no existen recursos metodológicos reales para lograr los niveles
relativos de separación que ambos momentos han tenido en las ciencias naturales. Por el tipo de
conocimientos, los aspectos ideológicos, cosmovisivos y filosóficos, forman parte necesaria de la
construcción de lo particular‖176.
Otras de las cuestiones relativas al conocimiento psicológico de validez desde el punto de vista
epistemológico es la relación entre lo empírico y lo teórico.
Nuestra concepción se opone al punto de vista positivista que privilegia lo empírico como momento y
espacio de la verdad científica cuya máxima expresión es el dato, mientras que lo teórico solo lo
conceptualiza y organiza, por lo que en este nivel no se construyen conocimientos. Consideramos que el
dato solo tiene sentido dentro de un marco teórico y que lo teórico y lo empírico son dos momentos del
conocimiento humano indisolublemente ligados que tienen como base la teoría general en que se
inscriben.
En la psicología para afirmar el carácter científico de lo teórico sobre lo empírico se ha abogado por la
capacidad de predicción. Sin embargo la cientificidad de la teoría no está dada por su capacidad de
175
Idem p.9
176
Idem p.12
EPISTEMOLOGÍA 173
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
El momento inicial en la formación de una teoría psicológica general debe partir de la necesaria
construcción de una teoría de la personalidad que facilite su desarrollo. Esta categoría psicológica ha sido
devaluada en sus potencialidades epistemológicas por dos factores: estar estrechamente vinculada con
escuelas tradicionales de la psicología que a pesar de tener una práctica clínica, carecían de un marco
metodológico sólido orientado a la investigación y por la presencia de sistemas teóricos cerrados.
Dicha metodología permitiría captar la vida psicológica en su integridad. Partiendo de este propósito la
personalidad, como objeto de estudio de la psicología, no se puede ver de manera estática o rígida, sino
que es necesario tener una representación dinámica que nos permita comprenderla en su totalidad.
Refiriéndonos a dicha categoría desde su carácter dinámico, urge encontrar una definición precisa en el
planteamiento metodológico para su estudio.
En este sentido la relación entre lo teórico y lo metodológico es necesario abordarla desde la integración
configuracional en el comportamiento del sujeto, considerándola como la alternativa metodológica para el
estudio de la personalidad. Esto significa que los elementos psicológicos no tiene un valor por sí solos,
sino en su integración en configuraciones de la personalidad.
La interpretación es, por tanto, un recurso metodológico esencial que permite conocer la configuración
irrepetible de la personalidad en un caso concreto, como organización específica que no se agota en un
caso individual.
Se requiere además para el estudio psicológico una pluralidad de técnicas que impliquen de diferentes
maneras al sujeto de forma tal que este se exprese tanto en lo afectivo como en lo cognitivo. Esta
cuestión nos ubica en un problema metodológico específico de la ciencia psicológica por el doble carácter
del investigador en relación al objeto que estudia.
―Primero, no hay instrumento para estudiar al hombre como personalidad, que funcione fuera de un
sistema de comunicación y, (....) el material relevante que el instrumento nos brinda, lo sintetiza el
hombre a través de su interpretación.
Segundo, el investigador es sujeto del proceso del conocimiento, pero simultáneamente es objeto, pues
su propia naturaleza es su objeto de estudio‖177.
Hasta aquí hemos hecho referencia a algunos problemas epistemológicos de la ciencia psicológica que
poseen actualidad e importancia para el desarrollo de esta ciencia. Esto nos ofrece una visión, aunque no
177
Idem pp.34-35
EPISTEMOLOGÍA 174
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Actividad didáctica
Haga un glosario de los términos nuevos.
Redacte un resumen de los aspectos fundamentales que trata el texto.
Construya luego un organizador gráfico de este tema.
Responda las siguientes preguntas:
1) ¿Para qué sirve o podría servirle la Epistemología a la Psicología?
2) ¿Cómo es entendida la Epistemología desde la Psicología?
3) ¿Cómo interpreta Ud. la siguiente frase: ―la condición histórica del sujeto cognoscente no
es una limitante para el conocimiento, sino una condición de este‖?
4) ¿Cómo se logra la objetividad en las ciencias consideras subjetivas?
5) ¿Por qué la investigación en Psicología rechaza el paradigma positivista?
6) ¿Cuáles son los factores que, según el autor, han atentado contra la elaboración del
aparato metodológico de la Psicología?
EPISTEMOLOGÍA 175
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Introducción
Investigar es teorizar (Díez & Moulines, 1997). Los científicos intentan construir explicaciones capaces de
trascender los límites de lo particular y concreto que caracteriza la experiencia. En este sentido, ensayan
un acceso justificable a un conocimiento general que pueda aplicarse a situaciones particulares. No
obstante, este movimiento del pensamiento humano por diferentes niveles de generalidad que caracteriza
a la investigación científica establece una problemática, que es la que impone la distancia entre lo general
y lo particular, entre lo teórico y lo empírico. La epistemología se ha constituido como el campo específico
para la discusión de tal problemática. La tarea propia de la epistemología es el estudio del conocimiento
científico, del descubrimiento y de la justificación de sus teorías (Bunge, 1980). La epistemología se
compone de un conjunto de disciplinas que estudian el problema del conocimiento científico desde
múltiples perspectivas. El propósito de este trabajo es revisar los aportes epistemológicos en lo referente
a la evolución de la ciencia, en general, y de la psicología (Hunt, 2005; Lovett, 2006), en particular.
178
Guillermo Macbeth Doctor en Psicología. Becario postdoctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
Técnicas (CONICET) en el Instituto de Investigaciones Psicológicas de la Universidad del Salvador (IIPUS). Nuria
Cortada de Kohan Profesora Honoraria de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Miembro de la Comisión de
Doctorado de la Facultad de Psicología y Psicopedagogía de la Universidad del Salvador (USAL). Eugenia
Razumiejczyk Licenciada en Psicología. Becaria doctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(CONICET) en el Instituto de Investigaciones Psicológicas de la Universidad del Salvador (IIPUS). Instituto de
Investigaciones Psicológicas de la Universidad del Salvador (IIPUS) Marcelo T. de Alvear 1314 (C1058AAV) Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
EPISTEMOLOGÍA 176
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
El problema de la demarcación
El problema de la demarcación fue introducido en epistemología por Karl R. Popper (1934, 1959). La
discriminación entre ciencia y no ciencia solo puede darse a partir de una razonable justificación de los
criterios ideales de demarcación entre una y otra. Así, los conocimientos científicos pueden identificarse
por su falsabilidad, es decir, por su condición de ser falsables, por sostener proposiciones que pueden
resultar erróneas al ser puestas a prueba en estudios empíricos (Popper, 1945). De este modo, el criterio
exige que las teorías científicas incluyan siempre una exposición al error, condición sin la cual quedan
excluidas de la ciencia. Si ningún hecho es capaz de contradecir una teoría, entonces se trata, en ese
caso, más de una ideología que dé una explicación científica.
Las teorías científicas son siempre provisoras, de modo que se encuentran expuestas a ser
reemplazadas por nuevas teorías que expliquen hechos que ellas no pueden explicar. El conocimiento
científico es, de este modo, falible y abierto, en movimiento permanente. La falsabilidad obligatoria de las
proposiciones científicas implica que la ciencia empírica es siempre conjetural o aproximada, nunca
verificada definitivamente. El crecimiento del conocimiento científico está dado por una sucesión
permanente y compleja de conjeturas y refutaciones (Popper, 1963). Si bien se postula la imposibilidad
de acceder a un conocimiento absolutamente cierto y seguro, se establece, a su vez, la posibilidad de
crecimiento y mejora del acceso humano al conocimiento de la realidad.
Considerado como el más grande de los filósofos del siglo XX. Sus reflexiones contribuyeron en forma
directa al renacimiento del liberalismo político, al romper con la perspectiva hegeliana, y como
consecuencia liquidar las ideas fundamentalistas. Refutó las teorías marxistas y el psicoanálisis, por
considerarlos ideologías no científicas.
Estudió matemáticas, música, física y psicología en la Universidad de Viena. Fue profesor universitario de
filosofía, lógica y epistemología. Filósofo sistemático, ―falsacionista crítico‖ en epistemología y
―antiperfeccionista‖ en política. Su filosofía se basa en la idea de la existencia de tres mundos: el primero
es la representación material; el segundo, el subjetivo y el tercero, constituido por el conocimiento
objetivo.
Planteó: ―Jamás podremos verificar la verdad de una teoría. Pero sí es posible, en cambio, falsearla; eso
significa que las teorías científicas son contrastables, pero no demostrables‖.
Propone una nueva forma de organizar la sociedad, en la que se reconoce que no hay verdades totales y
nuestra comprensión del mundo es intrínsecamente imperfecta. Según Popper, una sociedad perfecta es
inalcanzable. Hoy las sociedades son mejores. Pero nada garantiza que lo sean en el futuro.
179
Tomado de “Sophía y Pensamiento”. www.monografias.com
EPISTEMOLOGÍA 177
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Si queremos conformar una sociedad razonable y democrática, dice: ―Es indispensable que aprendamos
a distinguir con claridad cuándo un conocimiento es científico y cuándo es sólo creencias o convicciones
políticas o religiosas no fundamentadas‖. A esto llamó Popper ―problema de la demarcación‖ y a ella
dirigió gran parte de sus esfuerzos intelectuales.
La psicología cognitiva
La investigación en psicología cognitiva es predominantemente hipotético-deductiva (Lovett, 2006). Sus
teorías y explicaciones son consideradas provisorias, falibles y aproximativas (Henriques, 2003). Sus
estudios empíricos se conducen en conformidad con la lógica de la investigación popperiana. La lógica de
sus diseños experimentales intenta siempre ofrecer evidencia controlada que apoye la falsedad de la
hipótesis nula (Nickerson, 2000), es decir, de la negación de la hipótesis inicial cuya veracidad el
investigador está intentando estimar. Sus progresos no consisten en verificar hipótesis (que son
derivados inferenciales deductivos de teorías) sino en la identificación y el refinamiento de explicaciones
posibles capaces de modelar los procesos cognitivos. La investigación cognitiva se concreta en el
rechazo o no rechazo de la hipótesis nula en estudios experimentales. De ser rechazada, se considera
que la conjetura sigue vigente; en caso contrario, la hipótesis inicial es errónea y deben ensayarse otras
explicaciones. Por lo tanto, como la hipótesis inicial nunca puede ser definitivamente verificada, lo único
que puede hacer el investigador cognitivo es demostrar que la conjetura contraria a la suya es falsa.
El método hipotético-deductivo
El método hipotético-deductivo es, pues, un procedimiento general de investigación que le concede gran
importancia a la teoría, como el método deductivo, pero que a la vez exige la participación crítica de los
estudios empíricos, como la contrastación experimental de las consecuencias observacionales que se
deducen de sus hipótesis (Haig, 2005). Esta contrastación no tiene el mismo sentido que la verificación
de la hipótesis en el método inductivo. Popper insiste en el carácter crítico de esta visión a la que
denomina racionalismo crítico (Popper, 1959; Schuster, 2004). Si bien Popper sostiene su epistemología
en rigurosos estudios lógicos e históricos de la ciencia, señalan sus discípulos que no le ha concedido a
180
POPPER. Miseria del historicismo. Editorial alianza. 1973
EPISTEMOLOGÍA 178
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
las cuestiones históricas y sociológicas el lugar preponderante que merecen. Uno de sus discípulos,
Thomas Kuhn, se interesó por el problema del progreso de la ciencia y elaboró una teoría de las
revoluciones científicas que ha tenido gran influencia en las ciencias sociales, en general, y en la
psicología, en particular.
Uno de los factores de vigencia de los paradigmas es la conformidad de las autoridades que componen la
comunidad científica dominante en el periodo histórico, de este modo,
la epistemología de Kuhn deriva en una sociología de la ciencia más que en una filosofía o en una
normativa lógica de tipo popperiano. Sólo durante las revoluciones científicas se hace evidente el
paradigma. Las revoluciones científicas consisten en la crisis y el derrocamiento de paradigmas que han
perdido poder explicativo, con la consecuente emergencia de un nuevo modelo de ciencia que le indique
a los científicos otra vía de explicación del mismo fenómeno estudiado, es decir, qué se debe investigar y
de qué manera. Sostiene Kuhn (1962) que los diferentes paradigmas resultan inconmensurables entre sí,
es decir, que constituyen visiones radicalmente incompatibles de la disciplina, e incluso del mundo. Por
ejemplo, una revolución como la copernicana, por la cual se abandonó el geocentrismo para ser
reemplazado por el heliocentrismo a partir de las investigaciones del astrónomo polaco Copérnico (1473-
1543), implicó una reforma radical no sólo dentro de la astronomía, sino también en lo que respecta a la
concepción general del mundo (Kuhn, 1957). Sostiene Kuhn (1962) que este tipo de cambios de grandes
alcances que afectan a los fundamentos de nuestra representación de la realidad se pueden descubrir
claramente en el estudio histórico de cualquiera de las grandes revoluciones científicas. Señala a modo
de ejemplo el descubrimiento de los rayos X por Roentgen, el controvertido descubrimiento de la
electricidad, y sobre todo, la irrupción de la física relativista einsteiniana en el contexto de la sólida
tradición newtoniana de la física de comienzos del siglo XX (Kuhn, 1962).
Conductismo y cognitivismo
El reemplazo del conductismo por el cognitivismo en psicología puede describirse desde una perspectiva
kuhniana (De Vega, 1984). La visión de la ciencia psicológica mostró en ese momento un cambio total.
Se modificaron los métodos de investigación e, incluso, se concibió de otro modo el objeto mismo de
estudio de la psicología; se abandono la investigación del comportamiento a favor del estudio de la mente
(Crowther-Heyck, 1999). Sin embargo, otros sostienen que la psicología cognitiva no es, en realidad, una
ruptura de tipo kuhniana con la psicología conductista. Por ejemplo, en Europa, las representaciones ya
se venían estudiando desde antes de la década de 1950 sin ninguna revolución: los trabajos de Piaget y
Vigotsky son previos al cambio de paradigma en el ámbito anglosajón, donde sí pudo observarse un
episodio histórico similar a lo que Kuhn denomina revolución científica. De este modo, la historia de la
psicología no parece coincidir plenamente con la descripción que hace Kuhn del desarrollo de las
ciencias naturales, por ejemplo, la física y la química.
EPISTEMOLOGÍA 179
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Los modelos de qué y cómo debe investigarse en una disciplina en un determinado momento histórico
poseen, según Lakatos, dos niveles de organización que pueden diferenciarse claramente. Estos niveles
de los programas pueden representarse concéntricamente, uno es central y el otro es periférico. En el
centro de los programas de investigación científica se encuentran las tesis fundamentales que convocan
el esfuerzo de los investigadores. Este nivel es jerárquico y difícil de modificar, a diferencia del nivel
periférico que funciona a modo de cinturón protector del núcleo central de los programas de investigación.
Dicho cinturón protector está compuesto por postulados metodológicos y tesis de menor jerarquía que
pueden llegar a falsarse sin obligar a desechar las tesis nucleares. De este modo, resulta beneficioso
para el desarrollo de la ciencia que el núcleo central reciba esta salvaguarda del cinturón protector ya que
son muchas las circunstancias que pueden llevar a desechar tempranamente conjeturas centrales de
valor potencial para el futuro. Los avances significativos que se observan en la historia de las ciencias
pueden entenderse como el reemplazo de programas regresivos por programas progresivos de
investigación. Esta visión de la historia de la ciencia es más compatible con la psicología del siglo XX que
la propuesta por Kuhn. El movimiento cognitivo puede ser entendido como un programa progresivo de
investigación que vino a reemplazar al programa regresivo del conductismo de la primera mitad del siglo
XX.
Conclusiones
Con Kuhn y Lakatos la epistemología se desplazó desde un énfasis popperiano en la lógica de la ciencia
hacia la historia y la sociología de la ciencia. Con tal movimiento se reconfiguraron las nociones
fundamentales de la epistemología general y de las epistemologías regionales (Bunge, 1980) como
ocurre, por ejemplo, con la epistemología de la psicología. Es decir, la noción misma de ciencia adquiere
aspectos diversos según se la considere desde un marco epistemológico popperiano, kuhniano o
lakatosiano. Esta situación ha sido fuertemente criticada por algunos filósofos, sobre todo por neo-
positivistas como Stove (1982, 1993), desde fuera de la epistemología, o por anarquistas como
Feyerabend (1975, 1982) desde dentro de la epistemología. Más allá de las objeciones y contra-
objeciones que constituyen el campo de investigación específico de esta disciplina filosófica, es razonable
sostener que el conocimiento científico puede ser siempre efectivamente diferenciado de otros tipos de
conocimientos (Bunge, 1969, 2003). Sin embargo, resulta evidente que la psicología, en general, posee
plena conciencia de su fragmentación epistemológica (Ardila, 1972, 2002; Bunge & Ardila, 2002;
Macbeth, 2004; Serroni-Copello, 1989). Las cuestiones metodológicas, por ejemplo, la polémica entre lo
cuantitativo y lo cualitativo (Ardila, 2002), la histórica división acusada por Lee Cronbach (1957) hace
varias décadas entre investigadores correlacionales y experimentales (Eysenck, 1997; Stelmack, 1997) o
la cada vez más consolidada perspectiva meta-analítica (Schmidt, 1992), han generado un estado
creciente de fragmentación interna en la psicología (Slife & Williams, 1997). No se trata aquí, en sentido
estricto, del problema de la especialización que habitualmente genera irremediables fragmentaciones en
las ciencias empíricas más desarrolladas. El problema en psicología es aún previo a la típica diáspora de
especialistas, y de mayor alcance. Es por ello que la crisis epistemológica de la psicología puede
entenderse mejor no sólo como una cuestión institucional, histórica o sociológica, sino también como un
problema lógico o metodológico, en el sentido de Popper (1934, 1959).
EPISTEMOLOGÍA 180
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Si bien resulta deseable la superación de la fragmentación en psicología (Yanchar & Slife, 1997), su
constatación no es de ninguna manera indicativa de minoría epistemológica (Krantz, 2001). Nótese a
modo de ejemplo que la física actual, modelo clásico de ciencia avanzada, también presenta problemas
de unificación. En efecto, la física está actualmente fragmentada y en busca de una teoría unificada. La
física de las grandes magnitudes es diferente de la física de las pequeñas magnitudes y diferente, a su
vez, de la física de las magnitudes intermedias. Si bien se obtienen resultados aproximados por el empleo
de fórmulas deducidas de sistemas como el de Einstein (para las grandes magnitudes) y el de Newton
(para las magnitudes intermedias), sus postulados básicos son diferentes e irreconciliables. Es un
presupuesto newtoniano que las rectas paralelas nunca se cruzan, aún cuando se extiendan
infinitamente. Este presupuesto no se cumple en los espacios einstenianos, donde las paralelas
efectivamente se cruzan en algún punto del infinito (Nagel & Newman, 1958). En este contexto amplio,
resulta razonable señalar que la investigación psicológica, en general, y la investigación cognitiva, en
particular, poseen una identidad claramente científica (Smedslund, 2002). Sus estudios emplean,
básicamente, métodos hipotético-deductivos que generan teorías falsables. Sus procedimientos no
difieren fundamentalmente (aunque sí en sofisticación y tecnicismo) de los empleados en las ciencias
naturales que, por lo general, se toman como modelo de ciencia, tales como la física, la química o la
biología. Sus aportes presentan todas las características que usualmente se emplean en epistemología
para categorizar a una disciplina como científica. Señala Ardila (2002), en este contexto, que la
psicología futura presentará un énfasis aún mayor en la ciencia y una búsqueda de integración en torno a
un paradigma unificador (Yanchar & Slife, 1997), como características epistemológicas preponderantes
para las próximas décadas.
Actividad didáctica
Haga un glosario de los términos nuevos.
Redacte un resumen de los aspectos fundamentales que trata el texto.
Construya luego un organizador gráfico de este tema.
Responda las siguientes preguntas:
1) ¿Argumente por qué –según Popper- el método inductivo es erróneo?
2) A qué denomina Popper ―falsación‖.
3) ¿Cómo se establece la asimetría entre verificación y falsación?
4) Según Popper, qué requisitos deben cumplir las tedorias para ser consideradas cientificas.
5) Explique la teoria de las revoluciones cientificas de Thomas Kuhn.
6) Explique la teoria de los programas de investigación cientifica de Imre Lakatos.
7) Cómo entender que la Epistemología se desplazo de un énfasis en la lógica de la ciencia
(Popper) a un énfasis en la historia y la sociología de la ciencia (Kuhn y Lakatos).
EPISTEMOLOGÍA 181
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Hay muchas maneras de plantearse la cuestión de las relaciones entre epistemología y psicología. La
más obvia, y que seguramente funciona como pretexto para esta reflexión, tiene que ver genéricamente
con la cuestión del estatuto científico de la psicología: veamos primero qué nos dicen los epistemológos
que es la ciencia, decidamos si nos parece sensato, en esos términos, pensar en la psicología como una
ciencia y procedamos a actuar entonces como científicos, o bien dejémonos llevar por la molicie
epistemológica y renunciemos a las ganancias. Yo creo que esta forma de proceder es, como mínimo,
ingenua, y, si me apuran, falaz. La razón más obvia es que la misma psicología está de hecho implicada
históricamente en la definición de lo que es o no es ciencia. Por si esto fuera poco, la psicología tiene,
entre otras, la obligación de estudiar en qué consiste conocer, en general, y en qué consiste conocer
científicamente en particular.
Ahora bien, la psicología es en cierto modo, y como he propuesto en otras ocasiones (ver Blanco, 2002;
cap. 1), una disciplina ―epistemológicamente atormentada‖, monstruosa y bicéfala. La razón de este
tormento epistemológico tiene que ver con el hecho de que el sentido histórico de la psicología pasa por
la construcción de antropologías naturalistas que permitan tramitar el problema de la subjetividad desde
la neutralidad fáctica propia de las ciencias naturales. Lo hace desde el principio, y ahí está para
reivindicarlo la obra del mismo Wundt, moviéndose agónicamente entre los polos de la naturaleza y la
cultura, entre la voluntad de explicar la subjetividad y el impulso irrenunciable de comprenderla. Esta
vocación histórica de la psicología la convierte en un territorio inestable y frágil, de geometría variable. La
crisis en la que la psicología se desenvuelve desde sus orígenes no puede ser entendida como un estado
de transición, como un período de inmadurez epistemológica que llegará a ser superado si la disciplina
consigue someterse a la lógica de las ciencias naturales. La crisis es, por definición, el estado natural de
la psicología, como supo ver Husserl en La Crisis de las Ciencias Europeas (Husserl, 1991). La
psicología es el territorio cultural en el que se dirime racionalmente la cuestión de los límites formales de
la subjetividad, una cuestión que sólo podría quedar cabalmente zanjada en una sociedad medieval, en la
que la propia noción de sujeto careciese de sentido.
Un problema nuclear para el desarrollo de esta tarea histórica de la psicología, y ahora se entenderá
mejor esta aclaración de principios, es justamente el problema de las garantías del conocimiento. La
psicología surge como actitud disciplinar a partir de la constatación de que nuestra sensación de habitar
un mundo objetivo es una construcción, digámoslo así, mental. Este fue el caballo de batalla de los
primeros empiristas. Recordemos el célebre esse est percipi de Berkeley. En efecto, ser es ser percibido,
de manera que la única forma de establecer los límites del mundo consiste paradójicamente en
establecer los límites de nuestra mente, una idea que, como veremos un poco más abajo, se convirtió a
la larga en el fundamento mismo del operacionalismo. Este es, en mi opinión, el núcleo de la agenda
histórica de la psicología. La obsesión de Kant, y a la postre de la mayor parte de la ―psicología‖ de la
segunda mitad del siglo XIX, es conciliar la certidumbre de vivir en un mundo representado, construido,
que sólo existe en el dominio despejado de la conciencia individual, y la sensación de cierre, de
objetividad, de certidumbre, que se derivaban de las grandes construcciones científicas de la ilustración.
En otros términos, la pregunta es: ¿cómo puede, incluso cómo debe, proceder una construcción subjetiva
de la objetividad?
Si el argumento que estamos desarrollando se entiende, se entenderá también que no podemos proceder
a rastrear las relaciones entre psicología y epistemología dando por supuesto que se trata de disciplinas
independientes. Que no podemos sentarnos a esperar a que el epistemólogo de moda, hace algunos
años Feigl, después Kuhn o Toulmin, y ahora, por ejemplo, Latour, nos diga si lo que hacemos es o no
es ciencia y cómo tenemos que actuar para conseguir el visado. Por lo demás, y esto es muy importante,
toda epistemología lleva en el corazón una idea del sujeto psicológico. Es decir, la psicología es, a veces
181
Florentino Blanco. Universidad Autónoma de Madrid.
EPISTEMOLOGÍA 182
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Aunque la idea de la ciencia como fenómeno final a explicar está de alguna forma en los orígenes de esta
tradición, la figura que parece recoger de manera más explícita esta preocupación por las condiciones
psicológicas del conocimiento científico es seguramente Jean Piaget. Piaget, y en buena medida también
su más ilustre antecesor, Baldwin, intentan describir la dimensión epistémica del desarrollo ontogenético
sin perder nunca de vista que lo que realmente interesa es dar cuenta científicamente de la propia
ciencia, considerada ahora en su génesis. Por supuesto, se entiende que el ejercicio de la ciencia es
fundamentalmente la consecuencia del despliegue, abierta o encubierto (operaciones), de competencias
funcionales inherentes a la naturaleza humana. El motor de ese despliegue es, claro está, la maduración
biológica. El conocimiento científico es, por definición, biológicamente necesario (ver Piaget, 1969). Las
circunstancias sociales, culturales o biográficas son meras condiciones de posibilidad para que la razón
cumpla con su razón de ser. Entre los tanteos exploratorios del bebé y la demostración de la teoría
especial de la relatividad sólo hay una diferencia de grado. Einstein y el bebé están haciendo
básicamente lo mismo: son meras instancias para que la razón siga siendo ejercida. Podría valer en este
caso una frase célebre entre los especialistas en genética: ―una gallina es sólo la forma que un huevo
tiene de producir otro huevo‖.
En cualquier caso, lo que nos importa, de momento, es que, desde esta perspectiva constructivista, la
psicología se convierte en el espacio disciplinar más adecuado y más legítimo para reflexionar sobre la
naturaleza de la actividad científica. Hemos intentado hacer ver que esta conclusión no es del todo
gratuita si uno contempla las cosas a una cierta distancia y desde una cierta perspectiva. En buena
medida es el resultado más lógico de un proceso de naturalización progresiva del sujeto de conocimiento,
un proceso que tiene, visto desde dentro, su piedra angular en la epistemología kantiana, y, simplificando
un tanto el proceso, sus puntos de apoyo más sólidos en la antropología humanística del renacimiento y
su desarrollo a través del espíritu de la Reforma protestante. Pero antes conviene que digamos algo más
sobre la forma en que la presunción de un espacio psicológico ha contribuido y contribuye a la
consolidación de la imagen oficial de la ciencia.
Para empezar, por ejemplo, la idea de ―operacionalización‖ de Feigl (1981), que representa en cierto
sentido el límite ―metodológico‖ del neopositivismo, prescribe que la única garantía de un enunciado
EPISTEMOLOGÍA 183
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
protocolario radica en la posibilidad de ligarlo a la operación de la que emerge, de tal manera que quede
sometido radicalmente a la replicabilidad y a la crítica intersubjetiva. Aunque parezca paradójico, la
psicología correlativa a semejante perspectiva es, aunque implícitamente, marcadamente constructivista.
Tradicionalmente se asumiría que la adscripción del positivismo lógico a la tradición empirista y, por tanto,
a una psicología asociacionista, debería llevar lógicamente a un sujeto psicológico transparente, que
funcionase como una especie de estabilizador pasivo de experiencias, siguiendo normas universales y
compartidas con otras especies. La necesidad de especificar la operación que da lugar al enunciado
protocolario surge, por el contrario, de la sospecha de que sólo así es posible controlar la compulsiva
tendencia del ser humano a ir más allá de la información dada, por ponerlo en términos brunerianos. Por
así decirlo, operacionalizar un hecho es constatar que la vocación universal de la ciencia exige una
estructura normativa incluso para la misma observación. Es decir, no radica en el carácter puramente
especular de la conciencia cuando se expone a las cosas.
En una dirección semejante debemos entender entonces la preocupación inicial de Wittgenstein por
deshacerse de las ―cosas‖ y tomar como punto de partida los ―hechos‖. Cuando Wittgenstein dice que la
lógica es un reflejo del mundo, está asumiendo ya que la lógica introduce normas para formular
adecuadamente, esto es, normativamente, los hechos. Esto es, Wittgenstein no dice que la conciencia,
digamos el ―contacto fenoménico con las cosas‖, refleje el mundo. Sólo podemos reflejar el mundo si
disponemos de algunas reglas para construir-formular adecuadamente los hechos. Yo creo que la única
diferencia sustantiva entre esta forma de entender el papel del lenguaje y la que aparece en el llamado un
tanto arbitrariamente ―segundo Wittgenstein‖ (ver, por ejemplo, Reguera, 1990) radica en la
generalización de la noción de regla a otros juegos del lenguaje, más allá del juego de la lógica
matemática. Lógicamente la noción de adecuación se debilita o se extiende hacia la idea de relevancia de
las reglas y, por tanto, del juego, en relación a las distintas formas de vida.
Esta manera de ver las cosas, permite leer de una manera alternativa, y un poco menos interesada, el
supuesto error histórico del neopositivismo, su realismo ingenuo, su obsesión objetivista, su materialismo
recalcitrante, su fobia a la metafísica, su candidez ética, y así sucesivamente, actitudes que a veces se
toman como la fuente de todos los males ―deconstructivos‖ que ahora, también supuestamente, padece la
ciencia, la razón, la verdad y demás valores asociados. Se entiende que la ciencia y sus defensores
están de alguna forma pagando injustamente un error que cometieron, debido a una comprensible
combinación de candidez y entusiasmo adolescente, los neopositivistas (ver Sánchez, 1999). De aquellos
lodos juveniles, dicen, vienen ahora los fangos del sociologismo, el relativismo y demás formas de
irracionalismo.
Una consecuencia obvia de esta lectura consiste en entender que las sucesivas teorías de la ciencia, y
psicologías asociadas, han ido corrigiendo, a veces excesivamente, los errores del positivismo lógico, una
lógica, que ya con maneras de expiación, se generaliza a la propia evolución ―interna‖ del neopositivismo.
La moderación progresiva de autores neopositivistas como Ayer o Carnap suele ser descrita a veces con
la lógica de un proceso de expiación o arrepentimiento de los pecados o excesos de soberbia juveniles.
No obstante, este sujeto psicológico implícito en la posición positivista no es reconocido como sujeto
propio por Feigl (1981), que, en un movimiento retóricamente comprensible, incluye el conductismo entre
los factores que dan lugar históricamente al positivismo lógico, o empirismo lógico, en sus propios
términos. Pero en realidad, del conductismo al positivismo lógico le interesa su capacidad para confirmar
la viabilidad empírica de una forma de explicar decididamente ajena a la idea clásica de causalidad. Un
tipo de explicación funcional que viene a confirmar históricamente la venerada posición de Hume. Del
conductismo le interesa a Feigl su estética, su renuncia aparentemente radical y fácil al prejuicio teórico, y
su espíritu abiertamente antimetafísico, pero nunca aceptaría, suponemos y por lo que hemos visto, como
sujeto de conocimiento el sujeto que trae a la mano la psicología conductista. La paradoja del científico
conductista es que jamás aceptaría que el hecho de afirmar que ―las respuestas que van seguidas de
consecuencias positivas tienen más probabilidad de aparición en circunstancias semejantes‖ dependa, al
menos exclusivamente, del hecho de haber sido reforzado por afirmarlo en circunstancias semejantes.
Por el contrario, seguramente no dudaría en sugerir que los prejuicios mentalistas de los alumnos recién
ingresados en la facultad de psicología son la consecuencia de un proceso de reforzamiento cultural
EPISTEMOLOGÍA 184
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
masivo, basado en un dualismo inadmisible, antiguo y supersticioso. Por otro lado, me parece que este
tipo de inconsistencias nos permiten intuir el carácter eminentemente práctico (como opuesto a teórico,
no como su par dialéctico) de la psicología.
Indudablemente, el racionalismo crítico popperiano también tiene un lugar para un sujeto psicológico que
va siendo al tiempo liberado y arrinconado en el cajón de sastre del contexto de descubrimiento, en lo
que toca a su contribución a la construcción de conocimiento científico. Un sujeto psicológico que actúa
desde la conciencia de que nada es definitivo, que objetiva su impulso de seguir instalado en el mundo
revelado de lo verificable en la dura prueba del modus tollens, de la falsación, de la búsqueda de las
zonas de sombra, un sujeto, parafraseando a Javier Monserrat, especulativamente creativo,
infradeterminado y estructuralmente abierto, tal vez demasiado abierto a veces para nuestro gusto
(Popper, 1962; 1973).
La evolución de la teoría de la ciencia a partir de la propuesta liberal de Popper, que buscaba aún sus
garantías en el formalismo lógico, en la consistencia deductiva de las teorías, pasó por la apertura
progresiva de la caja negra en la que Popper había convertido su concepto de contexto de
descubrimiento. El sujeto psicológico fue convertido en un factor constructivo con el análisis del proceso
de formalización perceptiva de los hechos en Hanson (1977). Las teorías de Hanson son en realidad
estructuras motivacionales con selectividad alimentaria, hambrientas de sus propios hechos, factotróficas,
si se nos permite la licencia. Nuestra percepción ―cierra‖, por así decirlo, la infradeterminación informativa
de las ―cosas‖ para convertirlas en ―hechos‖, en virtud de, o motivada por, su prejuicio teórico. Es difícil,
desde luego, pensar en la concepción de la ciencia de Hanson sin pensar en las alternativas teóricas que
a finales de los años cincuenta empiezan a cristalizar en la cultura psicológica norteamericana, sin tener
en cuenta, más concretamente, el espíritu de lo que se dio en llamar new look en psicología de la
percepción, una nueva aproximación que enfatizaba el peso de los prejuicios o expectativas del sujeto en
la formalización perceptiva de la experiencia (Bruner, 1974).
Algo parecido sucede con las ideas de Feyerabend o Toulmin al respecto. Pero es Thomas Kuhn quien
más éxito va a alcanzar en ese proceso de liberación y reconocimiento del sujeto psicológico como factor
decisivo en el proceso de construcción de conocimiento científico. Podemos decir que Khun extrae al
sujeto psicológico de su confinamiento en la jaula de oro del contexto de descubrimiento para convertirlo
en el locus del cambio histórico en ciencia. En mi opinión, lo que se le hace urgente a Kuhn es disponer
de un espacio de atribución que le permita localizar y, si fuera posible formalizar, los motivos (y no tanto
las causas) de la excitación que lleva a los cambios rupturales, saltativos, revolucionarios, o del sosiego
de la ciencia normal. Me gustaría subrayar que la idea de formalizar es relativamente secundaria a la idea
de localizar. Es primario para Kuhn que exista un espacio de atribución psicológico, motivacional, sobre
todo, y no tanto disponer de una teoría psicológica formal. Hay algunas pruebas más o menos firmes que
apoyan esta idea.
Para empezar, es cierto que Kuhn (1975) asume explícitamente la influencia que ejercieron sobre él
algunos conceptos psicológicos, aunque parece que más como apoyos o confirmaciones que como
factores realmente constructivos (ver también Solís y Soto, 1998). La psicología forma parte de aquellos
―[...] campos en los que [...] la investigación descubre problemas similares a los que la historia presentaba
ante mi atención‖ (pgs. 10-11). A Kuhn le interesan Piaget y la Gestalt porque proporcionan, cada uno a
su manera, pruebas que confirman su idea general del mundo como representación, y al mismo tiempo
subrayan el carácter sistémico, global y organizado de la representación. Parece que algunas de las
ideas que maneja son compatibles con algunos prejuicios psicológicos muy generales, pero no me
atrevería a ir mucho más allá.
Una de las razones por las que la psicología formal no tiene un peso importante en la obra de Kuhn
radica en el hecho de que sus referencias son siempre tomadas de psicologías del individuo (más
cercanas a los problemas filosóficos que se plantea o a la manera de plantearlos), cuando resulta
evidente que lo que necesita, en todo caso, para bien o para mal, es una psicología social. Por ejemplo,
el uso del ―espíritu‖ gestáltico de la reestructuración súbita del campo para apuntalar la idea del carácter
saltativo y ruptural de los cambios conceptuales revolucionarios, le hubiera resultado más útil, al margen
EPISTEMOLOGÍA 185
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
de su valor teórico, de haberlo recuperado, por ejemplo, a partir del trabajo de Kurt Lewin, mucho más
preocupado por disponer el comportamiento del individuo en el campo vectorial de los motivos colectivos
(A. Blanco, 1988).
Un indicio más que no suele ser tenido en cuenta cuando los psicólogos se plantean la relevancia de la
noción de paradigma para explicar el desarrollo histórico de la psicología, e independientemente de la
relevancia del planteamiento, es que el propio Kuhn sugiere que se le hizo necesario el concepto de
paradigma justamente como criterio para discriminar entre ciencias naturales y ciencias sociales. De
manera que, por definición, y si fuésemos fieles a lo que Kuhn (1975) sugiere en el prefacio a La
Estructura de las Revoluciones Científicas, o, en todo caso, a lo que parece una lectura bastante obvia de
lo que escribe, la psicología no podría ser considerada en ningún caso una ciencia paradigmática.
Después de un año (1958-59) en el Centro de Estudios Avanzados de la Conducta, comenzó a
percatarse de las notables diferencias de fondo que existían entre las comunidades de científicos
naturales y sociales.
―Principalmente, me asombré –señala- ante el número y alcance de los desacuerdos patentes entre los
científicos sociales, sobre la naturaleza de los problemas y métodos científicos aceptados [...], las
controversias sobre fundamentos que, en la actualidad parecen endémicas, por ejemplo, entre los
psicólogos o los sociólogos. Al tratar de descubrir el origen de esta diferencia, llegué a reconocer el papel
desempeñado en la investigación científica por lo que, desde entonces, llamo ―paradigmas‖ (Pág. 13).
Bajo mi punto de vista, a Kuhn le llega, por razones que tienen que ver tal vez con el contexto académico
en el que se mueve, una psicología cognoscitiva que entiende que el lugar donde se hace relevante el
problema epistemológico es el individuo, un prejuicio que comparte con la teoría de la ciencia tradicional,
en la que la comunidad científica es entendida como una mera suma de individuos o como un modo
indirecto de poner límites o corregir los sesgos o intereses individuales. Por eso las comunidades
científicas de Kuhn parecen comportarse como individuos, es decir, tienen deseos, motivos, metas,
juzgan, tienen creencias, solucionan problemas, etc. Por la misma razón, o bien necesita lo que
podríamos llamar un sujeto de atribución propio de la psicología popular occidental o bien una psicología
social sensible al tipo de regularidades y fenómenos que el grupo introduce en la esfera de problemas
que le interesan. Su teoría quiere ser más una psicología social de la ciencia que una sociología de la
ciencia. O si no veamos como cierra su Posdata a la edición de 1969 de La Estructura de las
Revoluciones Científicas:
Aunque, como veremos al final de este apartado, sí hay una psicología de la ciencia sensible a su
dimensión social, y que en cierto modo se ha preocupado por dar respuesta a las preguntas de Kuhn, lo
cierto es que el camino de vuelta de la teoría de la ciencia a la psicología ha tenido un especial impacto
sobre formas de hacer psicología más centradas en el individuo. Ya hemos mencionado la influencia de
la teoría de la ciencia de cuño kantiano sobre la tradición funcionalista (Baldwin, Piaget) o del positivismo
sobre el conductismo (el trabajo de Hull constituye un ejemplo inmejorable).
teorías de la ciencia al uso. Tal es el caso del propio Kuhn en el trabajo de Gibson (1985), del
racionalismo crítico de Popper (Berkson y Wettersten, 1984) o de la lógica de los programas de
investigación de Lakatos en los modelos de aprendizaje de conceptos científicos de Carey (1985) o de
Pozo (1987).
El modelo de Pozo (1987) me parece especialmente interesante como ejemplo de esta forma de trabajar,
tanto por su capacidad de integrar resultados como por su consistencia conceptual con la filosofía de la
ciencia de Lakatos. También lo es por su forma magistral de integrar formalmente, retóricamente, las
tradiciones a las que se debe. Merece la pena que le dediquemos un poco de atención.
Dos de las teorías sobre el desarrollo científico más influyentes entre lo que se dio en llamar nuevas
filosofías de la ciencia, la teoría de Kuhn y la de Lakatos, defendían la existencia de dos formas básicas
de cambio conceptual. Para Kuhn (1975) existía un cambio gradual y acumulativo durante los períodos
paradigmáticos o de ciencia normal, y un cambio ruptural, saltativo o revolucionario entre paradigmas.
Por su parte, Lakatos (1983) distinguía también entre una versión débil y una versión fuerte del cambio
conceptual. El cambio o reestructuración débil afectaría solamente a lo que Lakatos denominaba cinturón
protector de la teoría y su función sería justamente preservar el núcleo teórico frente a los intentos de
falsación. Por su parte, la reestructuración fuerte implicaría una auténtica revolución conceptual, con
cambios sistémicos y significativos, incluso en lo que la teoría define como hechos.
La idea de Pozo, inspirándose en Carey (1985), es utilizar alegóricamente la teoría de Lakatos para
intentar entender mejor las transiciones sucesivas que se van produciendo en el proceso de instrucción
científica. En realidad, la dinámica de reestructuraciones que describe Lakatos ocurre en el dominio
despersonalizado de las teorías, no en el de los científicos, individuales o agrupados en comunidades. Es
una dinámica de las teorías y no de los agentes científicos. Por eso decimos que Pozo hace un uso
alegórico de la filosofía de Lakatos. Reconozcamos que, desde un punto de vista histórico, la estrategia
de Lakatos fue meter como pudo dentro lo que Kuhn había dejado afuera, a la intemperie, relativizado,
sometido al burdo interés. Y a un psicólogo interesado en conocer las condiciones cognitivas, internas,
del aprendizaje este movimiento le tiene que resultar forzosamente interesante. Sin embargo, sigue
habiendo en Lakatos, como en Kuhn un problema con la agencialidad, es decir, sigue sin aparecer un
compromiso explícito con la cuestión de en quién o en qué recae la responsabilidad del cambio. Se trata,
por supuesto, de un problema con el que los psicólogos tampoco nos solemos enfrentar a menudo.
En cualquier caso, lo más interesante de la estrategia de Pozo es que, para hacer viable la alegoría,
asume un isomorfismo entre las estructuras y procesos que cursan, por así decirlo, en la cabeza del
estudiante y los que se dan en la esfera, funcionalmente autónoma, de las teorías científicas, lo que tiene
sus ventajas y, seguramente, sus inconvenientes. Una de sus ventajas es que de ese modo resulta
posible asumir una continuidad cualitativa entre ambos tipos de procesos (personales-didácticos vs.
teórico-científicos), si se entiende, como es el caso, que ambos pertenecen a la clase general de los
procesos cognitivos. En puridad, resulta muy arriesgado asumir esa continuidad. No hay ninguna razón
aparente que nos permita suponer que la dinámica del cambio que se da entre la concepción popular de
la gravedad y su concepción científica tenga algo que ver con el cambio conceptual que se daría en
Newton, antes y después de la caída de la manzana, máxime si Newton es entendido como una mera
ocasión para que el desarrollo teórico de la física siga su curso.
Por otro lado, un inconveniente inevitable ligado a la ventaja anterior es que la ciencia y la instrucción
quedan sometidas a una suerte de impunidad cultural y política un poco difícil de asumir, puesto que su
lógica es siempre ajena a sus condiciones de implantación. Se convierten, como parece que quiere
nuestra cultura, en realidades ahistóricas, o incluso, en auténticos tribunales de la historia. De esta
manera, por ejemplo, las teorías psicológicas del aprendizaje quedan fuera de toda sospecha, como lo
está la propia ciencia que se encargan de reproducir en sus procedimientos y en sus conclusiones.
Hasta ahora hemos visto, a través de algunos ejemplos, cómo ciertos puntos de vista cuyo objetivo
primordial es comprender la ciencia llevan irremediablemente una psicología adosada. Pero, como hemos
señalado más arriba, el camino inverso, esto es, el que va de la psicología a la ciencia no se agota con lo
EPISTEMOLOGÍA 187
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La mayor parte de las psicologías tradicionales, e, incluso las no tan tradicionales, han proyectado su luz
sobre los científicos, con resultados desiguales, desde el psicoanálisis (por ejemplo, el célebre trabajo de
Freud sobre Leonardo) hasta el conductismo (ver Rosa, Huertas, y Blanco, 1996). Lo cierto es que, en
general, cualquier ejercicio de psicologización de la vida o la obra de un científico parte con el lastre
engorroso de tener que distanciarse retóricamente del sentido común para tener algún tipo de ventaja
simbólica respecto a él, pero, al mismo tiempo, no puede caer en el error de hacerlo demasiado
abiertamente porque entonces corre el riesgo de resultar poco popular. Por estas razones, lo más
habitual es hacer un uso justificacionista de las categorías teóricas formales, forzando en cierto modo la
selección de datos en su dirección. En el fondo, estas psicologías de la ciencia de corte casi hagiográfico
conservan en muchos casos el olor de las caracteriologías tradicionales, que encontraban una forma
eficaz de conseguir popularidad aplicando sus procedimientos a personajes famosos. Las categorías que
se ponían, y se siguen poniendo, en juego son tan ambiguas que resulta muy fácil extraer del análisis las
conclusiones más favorables al analista. Algo de esto hizo con el rey Felipe II Juan Huarte de San Juan
en su Examen de Ingenios, o Mariano Cubí, el más ilustre representante de la frenología en España, con
personajes populares de su época.
En virtud de sus relaciones con el sentido común, la contribución de esta forma de entender la psicología
de la ciencia a la socialización del discurso oficial sobre la ciencia, y al margen de su nivel de
consistencia interna o teórica, es extremadamente importante. Con este fin, los psicólogos de la ciencia
han tenido que someterse a una especie de agiornamento retórico forzoso, humanizando, naturalizando o
desmitificando algunas de las categorías centrales de la antropología científica. Este proceso es
especialmente llamativo, por ejemplo, en el caso de categorías como genialidad y creatividad, categorías
que en forma de rasgos se suelen presumir de cualquier científico famoso. La psicología ha hecho un
enorme trabajo de actualización y, pongamos, democratización de estas categorías un poco oscuras, y a
las que parece que nuestra cultura no puede renunciar fácilmente. Yo creo que ambas están relacionadas
EPISTEMOLOGÍA 188
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
histórica y culturalmente con la distinción clásica entre ars e ingenium. En este sentido, resultaría un poco
ingenuo (tal vez no tanto) pensar que la psicología ha conseguido corroborar científicamente la viabilidad
de esta distinción, como una distinción que permite referirse rigurosamente a objetos o cualidades que-
están-ahí-afuera. Sería, en cierto modo, como pensar que la genética ha confirmado científicamente el
famoso adagio popular ―de tal palo, tal astilla‖, o que la metereología (agujero de ozono, calentamiento
progresivo, desertización) ha confirmado la creencia tan extendida como infundada según la cual ―ahora
en invierno nieva/llueve menos‖, ―ya no hay inviernos‖, etc. Tenemos que pensar más bien que se trata
de categorías que se han hecho culturalmente fuertes y de cuya vigencia dependen, a su vez, un buen
número de distinciones sociales, instituciones, grupos e incluso, como vemos, profesiones.
En esta dirección podemos ir intuyendo de qué formas concretas la psicología puede, y suele, hacerse
culturalmente relevante. En este caso particular la psicología de la ciencia corrobora desde su estatus de
ciencia, y, por tanto, desde el poder que se le atribuye, desde la neutralidad, el desinterés, e, incluso, la
abnegación de ―más de un siglo de duro trabajo en el laboratorio‖, la vigencia de categorías que no son
estrictamente ―neutrales‖ (genialidad, creatividad, eficacia) en el sentido en el que lo es, por ejemplo, la
noción física de ―inercia‖.
Pero lo cierto es que muchos psicólogos piensan así. Resulta, aunque su autor no lo vea normalmente de
este modo, un poco inquietante comprobar, por ejemplo, que la célebre cita literaria que encabeza un
capítulo sobre aprendizaje vicario contiene una definición más clara, intuitiva y precisa que la que
inmediatamente después intenta sacar adelante el propio capítulo. Si el lector no acaba de entender por
qué razón debería resultar inquietante, imagínese sencillamente que semejante fenómeno se diese, por
ejemplo, en un manual de oftalmología, endocrinología o ingeniería civil.
En cualquier caso, el trabajo de este tipo de psicología de la ciencia refuerza o lubrica los engranajes que
se encargan de reproducir y transformar la cultura en la dirección adecuada. Y en tal sentido, el desarrollo
semántico de categorías como genialidad o creatividad sigue un curso muy parecido al de categorías
como fe, compromiso, solidaridad, o ciencia, por qué no.
En todo caso, en los últimos años están apareciendo psicologías de la ciencia que han asumido el reto
explícito en el programa de Kuhn, es decir, entrar en la lógica de la comunidad, del grupo, entendiendo
que la actividad científica nunca es, por definición, una actividad individual (ver Rosa, Huertas y Blanco,
1996). En todo caso, la etiqueta no garantiza por sí misma que las preguntas de Kuhn vayan a tener
respuestas. Hay psicologías sociales de la ciencia que se han limitado a colonizar semánticamente el
campo de la actividad científica guiadas por la agenda de problemas de la psicología social tradicional
(liderazgo, cohesión, conflicto), y sin asumir, por ejemplo, algún tipo de prejuicio relativo a la sociología
del conocimiento desde la que la actividad científica debería cobrar sentido. Tal es el caso de la
respuesta explícita a Kuhn que encontramos en el trabajo de Lodahl y Gordon (1972), un trabajo que
EPISTEMOLOGÍA 189
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
encuentra, por ejemplo, una clara correlación entre el nivel de estabilidad de un paradigma y el nivel de
conflicto en la toma de decisiones grupales. Algo semejante ocurre con la forma en que el propio
Moscovici (1993) entiende la psicología de la ciencia. En todos estos casos se asume que el
conocimiento es un fenómeno individual e interno que supone estar en posesión de algo. La realidad
social, en todo caso, dispone el paisaje por el cual el conocimiento discurre antes de ser apresado por
mentes individuales, movidas por valores, creencias, actitudes, etc.
Frente a esta psicología social de la ciencia que llamaremos tradicional para entendernos, aparece otra
vinculada a este no tan nuevo, pero sí más sofisticado y extendido, complejo post (postmoderno,
postestructural, postwittgensteiniano), una psicología social de la ciencia, que a pesar de no querer
prescindir de su filiación psicológica, juega justamente a problematizar, despsicologizar, colectivizar y
repoblar políticamente la realidad científica (ver, por ejemplo, Domènech, 1998). Su matriz está
precisamente en la convergencia entre la sociología del conocimiento de Berger y Luckman (1984), la
etnometodología de Garfinkel (1967), y lo que genéricamente, abusando un poco del lector, podríamos
denominar teorías críticas (construccionismo social, psicoanálisis crítico, psicología social crítica,
deconstruccionismo). Tomás Ibáñez y Lupicinio Iñíguez han editado recientemente Critical Social
Psychology (Ibáñez e Iñíguez, 1998), un volumen extremadamente útil para entender la fluidez y el
carácter un poco isotrópico y quineano, por utilizar una feliz expresión de Fodor, de esta nueva actitud
teórica. Desde mi punto de vista, la psicología social crítica sólo tiene un problema verdaderamente
importante, a saber, su obstinación por seguir reconociéndose como psicología, y, por esa misma razón,
su necesidad perentoria de definirse como alternativa a otra psicología, legitimando así, aunque sólo sea
formalmente, la pertinencia de seguir psicologizando la subjetividad. Entre las consecuencias a veces
poco agradables de este encadenamiento de circunstancias se encuentra la preocupante tendencia a
buscar alianzas filosóficas o teóricas a veces bastante gratuitas, y también ciertas estereotipias
ilustradas, bien comprensibles, por otro lado, en sus ejercicios de demonización de la denominada, en
ocasiones un poco precipitadamente, ciencia positiva. No puede ser, por ejemplo, que el método
experimental resulte intrínsecamente perverso como estrategia de investigación en psicología, o que se
asocie arbitrariamente con el individualismo, con la exageración del valor de los números, etc.
Retomando un argumento que se nos está alargando ya demasiado, podemos decir que las complejas
relaciones culturales entre la psicología y la epistemología se extienden desde el compromiso radical de
las psicologías que incorporan reflexivamente una idea de ciencia autoinclusiva, hasta las psicologías de
la ciencia más hagiográficas, legitimistas y sensibles a las necesidades culturales más obvias. En todos
los casos, la asunción general según la cual es posible naturalizar la imagen de la ciencia convirtiéndola
en un objeto que cabe dentro del proyecto de la psicología consigue algunos efectos que merece la pena,
como hemos visto, tener presentes. Cuando la psicología defiende científicamente la idea de que la
ciencia es el proyecto límite de la naturaleza, a través del despliegue de la razón, cierra un bucle
histórico. Acaba, por así decirlo, con el misterio. Certifica el destino del hombre y convierte, por la misma
razón, el sistema de valores que guía el desarrollo de la cultura occidental en el único pensable. Por esta
vía, la psicología se coloca en el corazón de la máquina cultural, creando un espacio que proyecta, refleja
y refracta imágenes del hombre fundamentales para definir en cada momento la dirección, el ethos
necesario para que las cosas vayan por donde deben ir.
Conclusiones:
Desde el punto de vista de la relación que guarda la psicología con la Epistemología lo fundamental es la
comprensión de que:
La epistemología debe centrarse en el estudio de los métodos que usa la psicología, y en la forma en la
cual intenta explicar las conductas.
EPISTEMOLOGÍA 190
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Actividad didáctica
Haga un glosario de los términos nuevos.
Redacte un resumen de los aspectos fundamentales que trata el texto.
Construya luego un organizador gráfico de este tema.
1) ¿Cuáles serían las dos preguntas más interesantes que se haría sobre este tema?
2) ¿Cuáles serían sus interrogantes fundamentales sobre la relación Epistemología de las
Ciencias & Psicología.
3) ¿Cuál es su conclusión general de esta última unidad?
EPISTEMOLOGÍA 191
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
COMPETENCIA:
Generar sistemas de conocimiento teóricos-técnicos que estudien el estado de los conflictos y
necesidades psicológicas de la Salud Mental de la sociedad ecuatoriana dentro de un marco de respeto a
diferentes criterios y variantes modos de pensamiento con el objetivo de incrementar su saber.
1er ELEMENTO:
Distinguir las doctrinas filosóficas relacionadas con la teoría del conocimiento.
PRODUCTO:
Disertación sobre la novela ―El Mundo de Sofía‖, Jostein Gaarder.
INSTRUCCIONES:
1) Busque toda la información posible sobre el autor y su obra.
2) Realice la lectura comprensiva del mismo.
3) Tome notas del autor, contenido, modo en que se abordan los contenidos y las fuentes
consultadas.
4) Realice la lectura comprensiva de la novela ―El Mundo de Sofía‖, Jostein Gaarder.
5) Haga una cronología histórica del recorrido que hace Sofía.
6) Tome notas de los pensadores que aparecen y/o mencionan en ella: refiérase a cuáles
fueron sus aportes a la historia de la filosofía.
7) ¿Refiérase al método de enseñanza que desarrolló Sócrates?
8) La conversación final entre Sofía y Alberto encierra claves del tema central:
- Somos las ideas, los patrones eternos…
- Viviremos por siempre, es el Mundo de las Ideas, el mundo de Platón.
Interprételas en su máxima expresión.
9) Si además de leer el texto, usted pudo ver el filme, responda: ¿Qué análisis puede
hacerse de la conversación del astronauta ruso con el cirujano católico? ¿Qué
significado tiene en el filme la aparición de personajes como: el Zorro, Guillermo Tell,
Pinocho, los 3 mosqueteros, etc.…?
10) Estudie el enfoque le da el texto a las doctrinas y compárelo con el criterio que hemos
manejado en clases. ¿A qué conclusión ha arribado?
11) Haga una valoración general de la misma a partir de lo leído y el criterio que usted se ha
formado.
12) ¿En qué ha enriquecido su conocimiento el desarrollo de este tema y en particular la
comprensión del libro/filme?
RECURSOS:
Bibliografía y/o web grafía sobre Historia de la Filosofía.
Novela ―El Mundo de Sofía‖, Jostein Gaarder.
Filme homónimo.
EPISTEMOLOGÍA 192
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
COMPETENCIA:
Generar sistemas de conocimiento teóricos-técnicos que estudien el estado de los
conflictos y necesidades psicológicas de la Salud Mental de la sociedad ecuatoriana
dentro de un marco de respeto a diferentes criterios y variantes modos de pensamiento
con el objetivo de incrementar su saber.
2do ELEMENTO:
Analizar la Teoría del Conocimiento desde la Posibilidad, el Origen y la Esencia.
PRODUCTO:
Conceptualización sobre la relación de las doctrinas filosóficas con el contexto histórico
en que se desarrollaron y la importancia de las mismas como teorías del conocimiento.
INSTRUCCIONES:
1) Busque información sobre el Helenismo o periodo Helénico.
2) Resuma las características fundamentales de este periodo.
3) Lea sobre las siguientes escuelas filosóficas:
- Estoicismo
- Cinismo
- Epicureísmo
4) Resúmalas, ordenándolas cronológicamente.
5) Responda por qué estas escuelas filosóficas más que doctrinas aprendidas eran asumidas
como una forma de vida.
6) Busque información sobre la teoría del conocimiento en los siglos XV-XIX.
7) Haga un resumen sobre la teoría del conocimiento en los siglos XV-XIX.
8) Respóndase a las siguientes preguntas:
- ¿Qué importancia tuvo el Renacimiento para la Epistemología?
- ¿Por qué se considera a Descartes como el fundador de la filosofía
moderna? Cuáles fueron sus aciertos y limitaciones.
- ¿Cuáles fueron los aportes de Kant a la teoría del conocimiento?
9) Construya una respuesta exhaustiva a la relación del contexto histórico-social-filosófico con
las principales Teorías del Conocimiento.
RECURSOS:
Módulo auto-instruccional.
Del pensamiento griego a la modernidad. http://profeblog.es/paco/filosofiaii/del-
pensamiento-griego-a-la-modernidad/
El idealismo alemán. http://www.scribd.com/doc/20187089/El-Idealismo-Aleman
Comparación entre la teoría del conocimiento Kant y la teoría de la realidad de Descartes.
http://filosofiasc.galeon.com/cmp1kantdes.pdf
EPISTEMOLOGÍA 193
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
ANEXOS
Anexo # 1: Las funciones de la razón: el escepticismo antiguo y la
filosofía como forma de vida182
En el Libro III de sus Esbozos Pirrónicos, Sexto Empírico escribió: ―El escéptico, por ser un amante de la
humanidad, quiere curar en lo posible la arrogancia y el atrevimiento de los dogmáticos, sirviéndose de la
Razón‖183. ¿En qué cree el escéptico, si no cree en la capacidad de la razón para descubrir la verdad? Mi
tesis es que el escepticismo antiguo ha sido malinterpretado, pues ha sido juzgado con los cánones de la
filosofía moderna, que son cánones adecuados para juzgar teorías del conocimiento; pero el
escepticismo antiguo no es una teoría del conocimiento: es una doctrina que busca la suspensión del
juicio como medio para llegar a la tranquilidad del alma. El escéptico busca una sabiduría práctica, no una
sabiduría teórica. Para el escéptico (como en general, para toda la filosofía antigua), la filosofía no es una
doctrina sobre la verdad, sino una forma de vida184.
Para desarrollar esta tesis procederé, en primer lugar, a trazar una breve historia del escepticismo,
tratando de mostrar cuáles eran las razones que movían a los escépticos. Este esbozo nos proporcionará
una imagen general del espíritu de la filosofía antigua, muy diferente del espíritu que anima a la filosofía
hoy en día. En segundo lugar, procederé a defender una tesis derivada de la principal: que el uso que
hacían los escépticos de la razón, es un uso legítimo, aunque tenga muy poco que ver con lo que hoy en
día se considera que es la función esencial de la razón. Por último, trataré de hacer ver que en el espíritu
de la filosofía antigua podemos encontrar solución a uno de los problemas que enfrentamos los filósofos
hoy en día: la unidad entre pensamiento y vida.
Sexto Empírico hace a Pirrón de Elis (c. 365-275 a.C.) el fundador de una versión distinta del
escepticismo. De acuerdo con Sexto, existen tres tipos fundamentales de filósofos: los dogmáticos, que
creen haber descubierto la verdad; los académicos (escépticos negativos), que no creen que la verdad
185
pueda ser descubierta; y los escépticos (positivos), que continúan investigando . De hecho, la
182
Moris Polanco. Universidad Francisco Marroquín. Ponencia presentada en el Tercer Congreso Nacional de Filosofía,
Antigua Guatemala, 22-24 de octubre de 2002. www.monografias.com
183
Sexto Empírico, Esbozos Pirrónicos. Introducción, traducción y notas de Antonio Gallego Cao y Teresa Muñoz
Diego (Madrid: Gredos, 1993), III, 280 (p. 333).
184
Agradezco los comentarios que sobre este punto me hiciera Clynton R. López el 21/08/02.
185
San Agustín también pensaba que el esfuerzo por descubrir la verdad no debe nunca darse nunca por concluido en
esta vida: “Cuando el hombre cree acabar, entonces principia” (De Trinitate, IX, I, 1, citado en J. I. Saranyana,
Historia de la filosofía medieval, Pamplona: Eunsa, 1989, p. 57).
EPISTEMOLOGÍA 194
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
etimología apoya la visión de Sexto, por cuanto la raíz griega skepsis significa investigación o indagación;
no tiene una connotación negativa, como la tiene la palabra escéptico hoy en día. También es interesante
señalar la conexión entre el pensamiento de Pirrón y el budismo hindú, pues, según la tradición, Pirrón se
volvió escéptico al volver de su viaje a la India, en la expedición conquistadora de Alejandro Magno. A
Pirrón se deben conceptos que más tarde fueron adoptados por las escuelas helenísticas, como epoché
(suspensión del juicio), y ataraxía (tranquilidad del alma).
Situémonos, por un momento, en el año 273 a.C. Dos años antes ha muerto Pirrón. Arcesilao ha tomado
posesión de la Academia, gracias a que el otro fuerte candidato, Socrátides, ha decidido no dar batalla.
Epicuro tiene sesenta y un años, y morirá dos años más tarde; Zenón de Citio, el fundador de la Stoa, es
cinco años menor que Epicuro y le sobrevivirá ocho. Estamos en los inicios del Helenismo. Las escuelas
más influyentes ya no son la Academia y el Peripatos, sino el epicureísmo y el estoicismo. Ahora bien,
estas dos escuelas son materialistas. La proposición fundamental de la física estoica, por ejemplo, es que
nada incorpóreo existe186. Los epicúreos, por su parte, adoptan el atomismo de Demócrito, modificando la
doctrina de la caída uniforme de los átomos para poder explicar la libre determinación del individuo. Tan
importante es este hecho –el materialismo declarado de las escuelas helenísticas– que San Agustín, seis
siglos y medio más tarde, interpreta la reacción escéptica de la Academia Media como una defensa
contra la amenaza que representa el materialismo. Era preferible no creer en nada (suspender el juicio) a
ser materialistas dogmáticos. San Agustín va más allá, y sostiene que en sus enseñanzas esotéricas
(hacia el interior de la institución) la Academia seguía siendo fiel a Platón187.
El materialismo de los estoicos y epicúreos, por extraño que parezca, también tenía una finalidad ética.
Ambas escuelas ofrecían liberar al alma de la ansiedad y la angustia mediante la creencia dogmática en
la veracidad de las impresiones sensoriales188. Para los estoicos, la phantasia kataleptiké, o
representación mental que cumple con los requisitos de claridad, consenso, probabilidad y
sistematicidad189 es verídica, pues es una copia de la realidad tal como es. Sabiendo cómo son las cosas
en realidad, seremos capaces de distinguir entre lo que podemos cambiar y lo que no podemos cambiar;
entre lo que depende de nosotros y lo que no depende de nosotros; entre lo es valioso y lo que
solamente parece valioso. Los epicúreos, por su parte, creían que las cosas emanan idola o imágenes,
especie de átomos que, a la manera de una caparazón, conservan la forma de las misas y nos permiten
conocer la verdadera esencia de las cosas190.
Tanto Arcesilao como Carnéades atacaron la katalepsis estoica y la teoría de los ídolos de los epicúreos,
desarrollando argumentos netamente escépticos, pero muy eficaces. La esencia de sus argumentaciones
es que todo conocimiento es mediado y que, por lo tanto, no es infalible. Pero el hecho de que no
podamos llegar a conocer la realidad tal como es no implica que no tengamos un criterio para actuar:
podemos actuar, decía Arcesilao, con base en lo razonable (to eulogon), lo que es razonable pensar o
creer. Carnéades, por su parte, propone como criterio de actuación to phitanon, lo probable, adoptando
una postura que muchos han interpretado como falibilista o pragmatista. Parece ser que Carnéades
186
“Stoicism”, en The Internet Encyclopedia of Philosophy (http://www.utm.edu/rsearch/iep/s/stoicism .htm),
21/08/02.
187
Véase G. MacDonald Ross, reseña de Augustine J. Curley, Agustine’s Critique of Skepticism: A Study of Contra
Academicus, en Reviews (http://atschool.eduweb.co.uk/cite/staff/philosopher/reviews/August.htm), 21/08/02.
Para Agustín, la crítica del escepticismo al materialismo estoico y epicúreo tenía otro efecto inesperado, pero
bienvenido: hacer ver que la verdad no se encuentra en las representaciones mentales de las cosas exteriores, sino
en el interior del hombre. Ahí encontramos nuestra más profunda verdad, ahí encontramos a Dios.
188
Bernard Wills, “Ancient Scepticism and the Contra Academicos of St. Agustine”, en Animus
(http://www.mun.ca/animus/1999vol4/wills4.htm), 21/08/2002.
189
“Stoicism”, en S. Blackburn, The Oxford Dictionary of Philosophy (Oxford: Oxford University Press, 1996), p.
363. Nótese la similitud de las características exigidas al conocimiento verdadero con lo que propone Descartes
en su Discurso del método.
190
Cicerón, “Del sumo bien y del sumo mal”, en Cicerón y Séneca, Tratados morales (México: W. M. Jackson,
1973), p. 10.
EPISTEMOLOGÍA 195
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
estaba inspirado por el ideal socrático de librar a los otros de la ilusión de creer que han alcanzado la
sabiduría o el conocimiento191.
A pesar de estar más próximo a los académicos que a los estoicos y epicúreos, Sexto Empírico acusará
más tarde a los primeros de ser, a su modo, dogmáticos, y de cometer un error fundamental: olvidar que
la meta es la tranquilidad del alma. Ahora bien, la tranquilidad del alma no se alcanza como resultado de
renunciar a la búsqueda de la verdad, sino como resultado de renunciar a la creencia de que la posesión
de la verdad nos dará la tranquilidad. Existe una diferencia sutil, pero importante. Puede decirse que el
escepticismo académico es el reverso del objetivismo estoico y epicúreo (y, en nuestros días, del
realismo científico), pero que ambos continúan presos de una imagen: la imagen o el sueño del
conocimiento absoluto. Unos creen alcanzar la tranquilidad mediante su posesión; los otros, están
convencidos de que es imposible alcanzar la verdad, y caen en el nihilismo. ¿Qué pasa si abandonamos
la imagen del conocimiento absoluto? En el terreno epistemológico, estamos muy cerca de la posición
defendida en la actualidad por Hilary Putnam. En el terreno ético, puede descubrirse una conexión con el
budismo Zen. No puedo desarrollar aquí la primera afirmación, pues me alejaría demasiado de este
esbozo de los orígenes del escepticismo. En cuanto a lo segundo, sólo me permitiré citar a Thorsrud: al
igual que el pintor Apeles que logró representar la espuma de la boca de un caballo sólo cuando renunció
a hacerlo y tiró, disgustado, la esponja con pintura sobre su cuadro, ―la deseada tranquilidad sólo llega
indirectamente, no renunciando a la búsqueda de la verdad, sino renunciado a la idea de que debemos
adquirir la verdad para alcanzar la tranquilidad. Es un punto sorprendentemente similar a lo que sostiene
el budismo Zen: uno no puede adquirir, proponiéndoselo, un estado de paz y tranquilidad, sino que debe
dejar que suceda como resultado de renunciar al empeño‖192.
Las diferencias y disputas entre escépticos y académicos no deben ocultarnos, sin embargo, un hecho
fundamental: a ambas escuelas les interesa mostrar, por decirlo de alguna forma, los beneficios que se
derivan del reconocimiento de nuestras limitaciones epistémicas193. Este es el uso de la razón en contra
de las pretensiones (ilegítimas) de la razón, que más adelante, como bien sabemos, va a desarrollar
Kant.
191
H. Thorsrud, “Ancient Greek Skepticism”, The Internet Enciclopedia of Philosophy,
http://www.utm.edu/research/iep/a/skepanci.htmp, consultado el 18/08/2002, p. 6.
192
Thorsrud, p. 17. La anécdota del pintor Apeles es referida por Sexto Empírico, en sus Esbozos Pirrónicos.
193
Thorsrud, p. 19.
194
Epicuro, Fragmentos, 54. Citado en Denise, Peterfreund y White, Great Traditions in Ethics (Belmont, Ca.:
Wadsworth, 1996), p. 50.
195
Véase, por ejemplo, su Ética Nicomáquea, Libro X, 1177a12, 1178a8. Admito que no todos estarán de acuerdo
con esta interpretación de Aristóteles, pues el estagirita, en diferentes lugares (incluso el aquí citado) defiende la
actividad contemplativa como fin en sí mismo, desprovista de utilidad práctica. Ciertamente, existe una
diferencia clara entre la filosofía aristotélica y la filosofía de las escuelas helenísticas, que eran, ante todo,
filosofías de salvación. Pero incluso manteniendo estas diferencias, me parece a mí que Aristóteles está más
próximo a Zenón o a Epicuro que, digamos, a Berkeley o Hume.
EPISTEMOLOGÍA 196
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
pues, ―la teoría nunca es considerada como un fin en sí mismo; está clara y decididamente puesta en
servicio de la práctica‖196.
Esta visión moral de la sabiduría es la que predomina a lo largo de toda la Edad Antigua. No será sino
hasta finales de la Edad Media y comienzos de la Moderna cuando cambie la concepción de la filosofía
como forma de vida, y se convierta en un saber puramente teórico. A este respecto, son significativas
estas palabras de Kant: Desde hace mucho tiempo, una Idea oculta de la filosofía estuvo presente entre
los hombres. Pero no la comprendieron, o la consideraron una contribución a la erudición. Si tomamos a
los antiguos filósofos griegos, como Epicuro, Zenón, Sócrates, etc., descubriremos que el objeto principal
de su ciencia fue el destino del hombre y los medios para alcanzarlo. Se mantuvieron pues mucho más
fieles a la verdadera Idea del filósofo, que lo que ha sucedido en los tiempos modernos, en los que se
encuentra al filósofo sólo como artista de la razón.
— ¿Cuándo vas por fin a empezar a vivir virtuosamente? -decía Platón a un anciano que le contaba
que escuchaba lecciones acerca de la virtud-. No se trata de especular constantemente, sino que
hay que pensar asimismo de una buena vez en la aplicación. Pero hoy en día se considera soñador
al que vive de una manera conforme a lo que enseña197.
Me parece que el escepticismo antiguo preveía de alguna forma el peligro de lo que hoy en día
podríamos llamar la profesionalización de la filosofía, y por eso insistía tanto en volver a Sócrates. La
filosofía podía volver a caer, si no se hacía vida, en ejercicio sofístico. Sofistas los hubo en la era de
Pericles y también en el siglo I de nuestra era, como atestiguan estas palabras de Séneca: ―Considero
que nadie prestó peor servicio al género humano que aquellos que enseñaron la filosofía como ejercicio
mercenario‖198. Son los que ―transforman el amor a la sabiduría en amor a las palabras‖ 199. Era
importante, por ello, insistir, como hacía Porfirio (platónico del siglo III), en que ―la contemplación beatífica
no consiste en la acumulación de argumentos o en un depósito de conocimientos aprendidos, sino que
(...) la teoría debe hacerse vida y naturaleza‖200.
Tanto para escépticos como para platónicos, estoicos y epicúreos, por lo tanto, la filosofía era una forma
de vida: doctrina hecha vida, no doctrina simplemente aprendida. Nos enfrentamos ahora con un punto
delicado; algo que nuestra mentalidad moderna rechaza como por instinto. Para los antiguos filósofos, los
dogmas y los principios metodológicos de su escuela no eran discutibles, ¡incluso los del escepticismo!
En la antigüedad, sostiene Pierre Hadot, ―filosofar era seleccionar una escuela, convertirse a su forma de
vida, y aceptar sus dogmas‖ 201. Se filosofa buscando una mejor comprensión de los dogmas, no
buscando encontrar (como pretende Descartes) unos fundamentos indudables. Los antiguos –sobre todo
los escépticos– sabían que el ideal moderno es inalcanzable, pues siempre partimos de certezas y de
202
creencias. ―El deseo es el que engendra el pensamiento‖ , afirmó Plotino en el siglo III. Es un mito la
pretensión del conocimiento libre de supuestos y de intereses prácticos, como ahora sabemos gracias a
203
Wittgenstein y a William James .
196
P. Hadot, “Forms of life and forms of discourse in ancient philosophy”, Journal of Critical Inquiry, 16 (1990).
197
Kant, Vorlesungen über die philosophische Encyclopädie, citado en P. Hadot, ¿Qué es la filosofía antigua?
(México: Fondo de Cultura Económica, 2000), pp. 9 y 289.
198
L. A. Séneca, Epístolas morales a Lucilio, CVIII, 36.
199
Séneca, citado en Barry Gewen, “Looking to the Ancients, Pierre Hadot Says Philosophy Should Be a Way of
Life”, en http://nytimes.com, 18/08/02.
200
Citado en Hadot, “Forms of life and forms of discourse in ancient philosophy”, p. 2.
201
P. Hadot, “Forms of life and forms of discourse in ancient philosophy”, p. 2.
202
Plotino, Enéadas II, 9 (33), 15, 39, citado en P. Hadot, ¿Qué es la filosofía antigua?, p. 9.
203
Incluso la teoría platónica de las formas puede verse a la luz de los intereses prácticos: si decimos que los objetos
y las estructuras del mundo son reflejos de nuestras ideas (no de las ideas), es claro que lo que hacemos en el
mundo es consecuencia de lo que pensamos, y cómo nos va en el mundo es resultado de lo que pensamos. Hay
un cierto consecuencialismo aquí: las teorías se juzgan en función de sus resultados prácticos: verdadero es lo que
me hace feliz. ¿Existe un criterio objetivo, una idea de las cosas que no dependa de lo que nosotros pensemos de
las cosas? Pensar que sí existe tal criterio puede tener un efecto saludable. Es la postura que, en mi opinión, se
EPISTEMOLOGÍA 197
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Nos hacemos una buena idea de lo que significaba ser filósofo en la Edad Antigua con los rasgos que
señala Hadot: preocupación por el destino individual y por el progreso espiritual, afirmación sin
transigencias de las exigencias morales, invitación a la meditación [sobre todo, de los dogmas de su
204
escuela], invitación a buscar la paz interior . No es de extrañar, pues, que el cristianismo de los
primeros siglos fuera considerado como una nueva filosofía; era una nueva forma de vida, sólo que con
una nueva pretensión: la de ser una forma de vida revelada. Una concepción de la filosofía como la
moderna, que antepone la razón a la fe, o que incluso las contrapone, habría sido totalmente rechazada
por el cristianismo. Pero una concepción de la filosofía como la que hemos visto que tenían los antiguos,
no ofrecía reparos para el cristiano. Se trataba, solamente, de mostrar que los dogmas revelados eran
superiores a los dogmas de las escuelas paganas. Pero el principio fundamental de acuerdo entre el
cristianismo y la filosofía antigua radicaba en esto: la filosofía es fe que busca comprensión, según
descubrió San Agustín. Se busca comprender lo que se ama, lo que previamente se ha aceptado con
amor incondicional. El ejercicio de la meditación no tiene otra finalidad que esa: conocer más, para amar
mejor y mejor cumplir la voluntad del amado, o de lo amado.
Decía más arriba que esta concepción de la filosofía es totalmente extraña a la mentalidad moderna y
contemporánea. Queda por defender la tesis de que es una concepción legítima de la filosofía. Me parece
que aquí tocamos fondo: no podemos juzgar una concepción de la filosofía con los parámetros de otra
concepción de la filosofía. La filosofía moderna parte de unos supuestos; la filosofía antigua parte de
otros. ¿Qué supuestos son mejores? La pregunta no tiene sentido, pues no existen metacriterios
ahistóricos, por así decirlo, que nos permitan juzgar cualquier concepción dada de la filosofía. Pero si
esto es así, entonces el sueño de la modernidad de alcanzar el conocimiento perfecto, el punto
arquimédico desde el cual juzgar todas nuestras pretensiones de verdad, se viene abajo, y el filósofo
antiguo obtiene su revancha: sólo existen formas de vida, que tratamos de justificar de peor o mejor
manera. Es preferible creer en los mitos, sabiendo que son mitos (pero reconociendo su importancia para
configura nuestras vidas), a creer en los mitos creyendo que son verdad (y forzando a los demás a creen
en ellos).
La reparación de la ruptura
A manera de conclusión, podemos preguntarnos si es válido recuperar el espíritu de la filosofía antigua y
qué relevancia puede tener para nuestros tiempos. Siendo realistas, diremos que lo que hoy en día se
hace son trabajos académicos sobre la filosofía antigua, pero que nadie, o casi nadie, se plantea vivir
como lo hicieron los filósofos antiguos.
Considero que una recuperación aceptable, apropiada a nuestros tiempos, del modelo de filosofía que
tenían los antiguos, pasa necesariamente por Kant. Fue Kant quien sostuvo que ―todo interés es
finalmente práctico y (...) hasta el de la razón especulativa no es más que condicionado y sólo está
completo en el uso práctico‖205. Demasiada importancia se le ha dado a la Crítica de la razón pura,
olvidando, como señala Hadot, que ―todo el edificio de la filosofía crítica kantiana no tiene sentido salvo
desde la perspectiva de la sabiduría, o más bien del sabio, pues Kant siempre tiende a imaginar la
encuentra en estas palabras de C. S. Lewis, “No se puede explicarlo todo (...) No se puede „ver a través de las
cosas‟ indefinidamente. El punto de ver a través de algo es, precisamente, ver algo. Es bueno que la ventana sea
transparente, porque la calle o el jardín que están más allá de la ventana son opacos. ¿Qué pasaría si también
viéramos a través del jardín? No tiene ninguna utilidad tratar de „ver a través‟ de los primeros principios. Si se ve
a través de todo, todo es transparente; pero un mundo totalmente transparente es un mundo invisible. Ver a través
de todo es lo mismo que no ver” (The Abolition of Man, New York: Touchstone, 1996, pp. 86-87). Compárese
esta postura con la de Wittgenstein, en el famoso pasaje de las Investigaciones Filosóficas, 217: “he llegado a
roca dura y mi pala se dobla (...). Así simplemente es como actúo.
204
P. Hadot, “Forms of life and forms of discourse”, p. 3.
205
I. Kant, Crítica de la razón práctica, citado en P. Hadot, ¿Qué es la filosofía antigua?, p. 292.
EPISTEMOLOGÍA 198
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
sabiduría con la figura del sabio, norma ideal, que nunca se encarna en un hombre, pero conforme a la
cual el filósofo intenta vivir‖206.
Todo esto apunta reflexionar sobre los usos de la razón. El filósofo antiguo lo sabía muy bien: debemos
207
usar la razón, sobre todo, ―para descubrir el destino del hombre y los medios para alcanzarlo‖ . El
hombre moderno necesita recuperar el sentido del misterio que manifiesta Kant en nota hacia el final de
la primera Crítica: Las observaciones y los cálculos de la ciencia astronómica nos han enseñado muchas
cosas dignas de admiración, pero lo más importante es que nos han descubierto un abismo de la
ignorancia que, sin esos conocimientos, la razón no hubiera podido nunca imaginarse como algo tan
grande. La reflexión sobre esta ignorancia debería producir un gran cambio en la estimación de los
propósitos por los cuales debemos emplear la razón208.
206
P. Hadot, ¿Qué es la filosofía antigua?, pp. 287-88.
207
I. Kant, Vorlesungen über die philosophische Encyclopädie, citado en P. Hadot, ¿Qué es la filosofía antigua?
(México: Fondo de Cultura Económica, 2000), p. 289.
208
I. Kant, Crítica de la razón pura, B604 (nota).
EPISTEMOLOGÍA 199
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
1. ¿Rojas o ultravioletas?
Las amapolas en flor que el viento no para de columpiar en un campo ufano, ¿son rojas o
ultravioletas? Indiscutiblemente y evidentemente, para los hombres son rojas: las vemos rojas. Pero
para una abeja que en este ufano campo busca su polen, ¿serán también rojas? La respuesta que
los humanos podemos dar a esta pregunta es negativa: para las abejas estas amapolas no serán
rojas sino ultravioletas.
Los humanos vemos las amapolas rojas; las abejas, ultravioletas. ¿Pero cómo son las amapolas en
realidad? Los humanos, con nuestras refinadas herramientas, ¿podemos ver o captar de algún
modo el mundo real? Todos los animales vivimos en el mismo mundo real, en el mismo montaje de
átomos, fotones, neutrinos, campos gravitatorios y electromagnéticos, etc., pero este mundo real no
es visible, ni captable, ni intuible, ni experimentable, ni perceptible por ningún animal. Cada especie
animal ha desarrollado receptores que captan ciertos rasgos del mundo real, precisamente aquellos
rasgos la captación de los cuales es relevante para la supervivencia y reproducción de estos
animales. (MOSTERN Grandes temas de la Filosofía actual). En el mundo real no hay colores, sino
sólo absorción y reflejo de fotones de muy diversa frecuencia: los humanos captan los fotones de
frecuencia correspondiente al rojo pero no captan los fotones de frecuencia correspondiente al
ultravioleta.
La abeja no puede percibir sino aquello que su aparato nervioso-sensorial determina a priori. Los
humanos sólo podemos percibir aquello que nuestro aparato nervioso-sensorial nos
determina a priori; sin embargo, hay muchas cosas que sabemos y no percibimos, que caen fuera
de nuestro mundo perceptual pero no conceptual.
Nuestro aparato nervioso-sensorial sólo nos permite responder a un sector muy reducido del
inmenso campo de energía electromagnética, o sea, el espectro visible (los colores) constituye
una pequeña parte del espectro electromagnético. Y no sólo el ojo humano, nuestro receptor visual,
tiene unas limitaciones determinadas a priori, sino que todos los receptores de nuestro aparato
nervioso-sensorial tienen los propios a priori. Los olores que capta un perro no son los olores que un
humano capta: su mundo olfativo es mayor que mi mundo olfativo. Los leves ruidos que capta una
lagartija me resultan completamente imperceptibles: su mundo auditivo no es mi mundo auditivo, los
suyos a priori no son los míos.
209
http://www.xtec.es/~lvallmaj/palau/kantepi2.htm
EPISTEMOLOGÍA 200
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
empiristas -pensemos en Hume (Escocia, 1711-1776)- insistían en la fuerza de los hechos puros:
sólo es fiable aquella idea que tiene detrás una impresión captada sensorialmente.
Ésta, metafísicamente, será la concepción del gran ilustrado Immanuel Kant (1724-1804). Para Kant,
formado en la física de Newton, ni la posición racionalista ni la posición empirista explica la realidad
de los enunciados de la física newtoniana; es preciso superar ambas posiciones. El conocimiento
humano es resultado de una interacción entre experiencia y razón. La experiencia es
imprescindible: aporta datos, elementos materiales; la razón estructura estos datos, las hace
inteligibles, las interpreta. Razón y experiencia encajan en el proceso de conocimiento.
Pero, aunque todo nuestro conocimiento comience con la experiencia, no por ello procede todo él de
la experiencia. En efecto, podría ocurrir que nuestro mismo conocimiento empírico fuera una
composición de lo que recibimos mediante las impresiones y de lo que nuestra propia facultad de
conocer produce simplemente motivada por las impresiones a partir de sí misma. En tal supuesto, no
distinguiríamos esta adición respeto de esta materia fundamental hasta tanto que un prolongado
ejercicio nos hubiese hecho fijar y nos hubiese adiestrado para separarla.
Lorenz, en el marco de la teoría evolutiva del conocimiento y partiendo de Kant, habla de unos a
priori biológicos. Todos los seres vivos están dotados de determinadas estructuras innatas.
Ningún ser vivo es, en el momento de su nacimiento, un "recipiente vacío", una "tabula rasa", sino
que viene equipado con "disposiciones" específicas que hacen posible el aprendizaje individual.
Ahora bien, estos a priori son considerados como un resultado de un proceso evolutivo: son a
priori de nuestra percepción, pero tienen un origen a posteriori, son a posteriori de la evolución. Para
Lorenz, las estructuras innatas son, a diferencia de Kant pero no lejos de él, frutos de la evolución;
son resultados de la selección natural; ésta, entre todos los "productos de partida" ha dado
preferencia a aquéllos que capacitan al organismo para la lucha y la supervivencia.
Si bien Kant negaba la posibilidad de conocer las cosas en sí mismas, Lorenz, y con él la mayor parte
de los naturalistas actuales, acepta una cierta relación entre la cosa o existente en sí y la forma
de mi sensibilidad o mi a priori. ―La forma ha surgido a lo largo de miles de años de filogenia
humana, en la confrontación cotidiana con las leyes reguladoras del existente en sí y como una
adaptación a él, lo cual ha otorgado genéticamente a nuestro pensamiento una estructuración
ampliamente correlativa a la realidad del mundo externo‖. (Konrad Lorenz La teoría kantiana del
SABER HACER
1. Asistir a
clases
2. Sentarse
cerca del
profesor
3.1 Observar Tener la
mente alerta
¿De qué
3.2 Preguntar habla el
profesor?
¿Qué
Causas causa el
Ser buen problema?
estudiante Propósito
Objetivos
= de la clase
tiempo 3.3 Enfocar Relación
Concentrarse
dedicado entre sí:
3. Pensar Patrones
al función,
estudio211 agresivame forma, etc.
nte Estudiar
Enfoque sobre
prioridades
Explicar el Ayudan a
Aclarar
tema profundizar
Desarrolla al Ilustrar en la
Aplicar
máximo el hechos exploración.
3.4 Explorar aprendizaje, Más
haciendo efectivo si
preguntas Visualizar leemos con
Atar
de: patrones anterioridad
el tema de
clase.
210
Video didáctico de Nueva Vida 2000. Conductor:
211
Regla 80/20: el 80% de lo que necesitamos saber lo obtenemos del 20% de lo que hacemos.
202
EPISTEMOLOGÍA 203
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Plan de acción
1) ¿Qué puedes aplicar de inmediato?
2) ¿Cómo tomarle gusto al estudio?
3) Respóndete a la pregunta: ¿por qué lo estoy haciendo?
203
EPISTEMOLOGÍA 204
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Aprender a aprender
204
EPISTEMOLOGÍA 205
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
El proceso de lectura
Es un proceso de estudio crítico - constructivo que, sin perder de vista la totalidad, establece
tres etapas:
1. La pre-lectura:
O lectura de reconocimiento es la revisión rápida del material que se va a leer, con el
propósito de obtener un marco de referencia global acerca del tema, estructurar las partes
del contenido y darles un valor interpretativo inicial muy útil para la posterior asimilación.
Confrontación con el Texto Escrito: una vez que se haya logrado un nivel de motivación por
parte de los estudiantes y sientan la necesidad de consultar una fuente bibliográfica, se les
presenta el texto a leer, proporcionándolos algunas referencias sobre el documento, tales
como: quien es el autor, su ubicación socio-económica, la época, en qué circunstancias y en
qué lugar fue escrito.
2. La Lectura:
Es la lectura detallada a la cual se debe asignar el mayor tiempo posible, pues se trata de
escudriñar, en una especie de búsqueda indagativa, los conceptos particulares dispersos en
el texto.
La lectura global: es hacer una lectura de corrido de todo el documento, para tomar contacto
con los contenidos, saber de qué se trata y captar una idea general. Esta lectura puede
hacerse a bastante velocidad forzando a la mente a ceñirse exclusivamente a lo esencial.
205
EPISTEMOLOGÍA 206
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
La estructuración: consiste en relacionar y organizar todas las palabras clave y todas las
ideas principales seleccionadas, a través de organizadores gráficos, (mapas conceptuales,
mapa categorial) con el fin de tener sobre el tapete una visión gráfica del pensamiento del
autor que permita la comprensión de la lectura.
3. La Pos-Lectura:
Es el repaso de los ítems más importantes, la reconsideración de los detalles más
significativos y la reconfirmación de la estructura general del tema leído. Todo esto conduce
a la evaluación interpretativa, a la aparición de las conclusiones y al logro del nivel óptimo
de comprensión.
206
EPISTEMOLOGÍA 207
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Exploración: consiste en saber de qué va el texto antes de ponernos a trabajar en el. Haz una
primera lectura rápida para coger una pequeña idea de qué va.
Preguntas: en esta fase nos planteamos una serie de preguntas, fundamentales acerca del
texto que creemos que tenemos que saber responder después de la lectura. Podemos
transformar en preguntas los encabezamientos y títulos.
Lectura: esta es la fase propia de la lectura, que debe ser con el ritmo propio de cada uno,
haciendo una lectura general y buscando el significado de lo que se lee. Si es necesario, busca
en el diccionario las palabras que desconoces. En una sesión de estudio aquí introduciríamos el
subrayado, las notas al margen, etc.
Respuestas: una vez terminada la lectura analítica anterior, pasa a contestar las preguntas que
te planteabas anteriormente y si es necesario hazte alguna pregunta más específica, concreta o
puntual sobre el texto y su contenido.
Revisión: consiste en una lectura rápida para revisar el texto, o tema, leído. Se ven los puntos
que no quedaron claros y se completan las respuestas. Aquí, en una sesión de estudio,
introduciríamos los esquemas y resúmenes.
207
EPISTEMOLOGÍA 208
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Resúmenes
El resumen212 consiste básicamente en la reducción a términos breves y concisos de lo esencial de un
asunto o materia. La capacidad de resumir va ligada, por lo tanto, a la capacidad de comprender con
precisión lo que se considera esencial. En cuanto tal, es el paso previo a todo análisis y comentario de
texto, por cuanto nos garantiza que hemos comprendido con exactitud lo esencial de aquello que
tenemos, posteriormente, que analizar o comentar.
Cómo resumir
1) Leer el texto tantas veces como sea necesario.
2) Repensar el texto y "medirnos" con él, hasta estar seguros de haberlo comprendido.
3) Discernir la importancia de cada elemento.
4) Elegir qué elementos debemos sacrificar y cuáles destacar.
5) Expresar, por último, lo que hemos comprendido.
Cuestiones prácticas
1) Hemos de plantearnos preguntas elementales en torno al texto:
¿De qué se trata? ¿De qué trata exactamente?
¿Por qué se ha escrito? ¿Qué quiere explicarme el autor?
¿Qué pone de relieve? ¿En qué insiste?
2) Subrayar desde la primera lectura palabras y expresiones consideradas importantes, así como establecer
divisiones en el texto o enlaces entre sus partes es negativo. Si tales notas precipitadas fueran erróneas,
lo que es muy probable, nos ocultarían el sentido del texto en ulteriores lecturas.
3) Es más efectivo y seguro leer antes el texto dos o tres veces con atención, sin subrayar ni anotar nada.
4) A continuación, sin volver a mirar el texto, reflexionar sobre el mismo, intentando expresar su idea central,
su punto de partida, su encadenamiento lógico... escribiendo todo ello, si es necesario, en un papel
distinto del que vamos a utilizar.
5) Proceder a una nueva lectura del texto subrayando, en este caso, más que las ideas centrales (que ya
hemos asimilado y no se nos olvidarán) aquellas ideas importantes que no deben ser excluidas del
resumen, pero procurando no subrayar frases enteras, a menos que lo consideremos indispensable, en
cuyo caso debemos ponerlas entre comillas y subrayarlas.
6) Si el texto es largo podemos realizar un esquema del mismo en un papel aparte, pero no sobre el mismo
texto; hemos de recalcar la división y encadenamiento de sus partes.
7) Si el texto es corto podemos iniciar la redacción del resumen directamente. Ellos planteará problemas, sin
duda, que deberemos resolver en el curso de la redacción misma.
8) Hay que respetar la extensión máxima del resumen según las instrucciones recibidas 213.
9) Recordemos, por último, que uno de los sentidos pedagógicos del resumen de un texto es habituarnos a
comprender exactamente el pensamiento de otra persona.
Desarrollemos ahora paso por paso para tener la certeza de haber comprendido bien. Veamos:
1) Leer:
El primer paso para hacer un buen resumen, es realizar una buena lectura. Para esto, se debe
comprender todas las palabras del texto y, si hace falta, utilizar el diccionario.
2) Subrayar:
En un texto corto, conviene subrayar la idea principal de cada párrafo.
212
http://www.webdianoia.com/estudiar/resumen.htm
213
En el resumen del texto de clase esto no aplica.
208
EPISTEMOLOGÍA 209
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Ejemplo:
En la mitología romana, Plutón era el nombre del hermano de Júpiter y Neptuno. Cuando los tres
dioses se repartieron el mundo a Júpiter le correspondió reinar sobre el cielo y la tierra; a Neptuno,
los mares y a Plutón, el hades, un mundo subterráneo a donde iban a parar las almas de los
muertos. En honor a este dios, se puso el nombre de Plutón al cuerpo celeste descubierto el 18 de
febrero de 1930, por el astrónomo estadounidense Clyde William Tombaugh.
Su escaso tamaño, que hacía que casi no se lo pudiera ver con el telescopio por lo que era difícil
que se determinara su dimensión real. Actualmente, se sabe que tiene 2.300 Km. de diámetro, es
decir, que es más pequeño que la Luna de la Tierra.
Presentaba una órbita inclinada con respecto a los otros planetas. Además, esta órbita cruzaba la de
Neptuno, lo que hacía que, algunas veces, Plutón estuviera más cerca del Sol que el propio
Neptuno.
Su satélite, Caronte, frenó sus rotaciones, lo que causó que éste y Plutón siempre presentaran la
misma cara el uno al otro y se movieran como unidos por un hilo.
En un texto más largo, como un libro, puedes sacar las ideas principales de cada capítulo.
3) Realizar un esquema:
Ejemplo:
Plutón fue descubierto el 18 de febrero de 1930, por el astrónomo estadounidense Clyde William
Tombaugh.
Presentaba características peculiares que lo diferenciaban de los otros:
1) Su escaso tamaño
2) Una órbita inclinada
3) Su satélite, Caronte, y Plutón siempre presentaran la misma cara el uno al otro.
4) Redactar:
Con tus propias palabras explica brevemente las ideas principales que has anotado. Puedes escribir
primero un borrador. Si es posible, elimina el dato innecesario y pasa a limpio.
Ejemplo:
Plutón fue descubierto en 1930, por el astrónomo estadounidense Tombaugh. Tenía algunas
características especiales como su escaso tamaño, una órbita inclinada y el que, con su satélite
Caronte giraban como unidos por un hilo.
Lo que no es un resumen
Un resumen no es un esquema, ni un conjunto de notas ordenadas, sino una abreviación del texto original
que debe presentarse con una redacción clara, lógica y bien encadenada.
Tampoco es un mosaico, es decir, una colección de fragmentos arrancados del texto: se trata, más bien,
de asumir el pensamiento del autor y expresarlo uno mismo como si fuera el autor. No obstante, siempre
que sea necesario, podrá reproducirse literalmente cualquier frase o fragmento colocándola entre
comillas. (En los textos breves, lógicamente, puede llegar a ser realmente complicado evitar reproducir
literalmente frases del texto.)
El resumen tampoco es una reducción mecánica proporcional, es decir, un conjunto de "sub-resúmenes"
correspondiendo cada uno de ellos a una de las partes en las que se puede dividir el texto original. Se
209
EPISTEMOLOGÍA 210
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
trata de destacar lo esencial, por lo que se ha de evitar colocar al mismo nivel lo que en el texto es
accesorio o secundario.
Un resumen tampoco es un comentario, por lo que ha de evitarse expresar en él la opinión que nos
merezca el texto. Se trata de ser fiel al significado del texto, de someterse completamente, por un tiempo,
al pensamiento del autor. Toda objeción o crítica, así como todo signo de admiración por el autor o el
texto, deben ser evitados en el resumen de un texto.
Un resumen no es un análisis, es decir, una explicación del pensamiento del autor y de sus afirmaciones,
acompañada de introducciones y expresiones explicativas ("El autor cree...", "según X..."), sino una simple
sustitución en cuanto a la extensión del texto. Por ello, mientras en el análisis hablamos en nombre
propio, en el resumen tomamos el lugar del autor.
El resumen debe ser claro y bien redactado. Puede ocurrir que tengamos que resumir un texto
literariamente defectuoso, aunque plagado de excelentes ideas. En ese caso debemos evitar contagiarnos
de los defectos del texto utilizando un castellano oscuro e incorrecto.
CONCLUSIÓN:
Saber resumir es necesario para el día a día.
Es algo muy común para sintetizar un texto de un libro, de los apuntes o de cualquier material escrito.
Es de máxima utilidad en el estudio y en la exposición de conocimientos a la hora de hacer un examen.
El resumen ha de recoger la información esencial de cualquier texto.
Lo más aconsejable es la utilización de muchos puntos y apartes y frases cortas.
214
Recuerda que el resumen es distinto del comentario, por lo tanto, no hace falta que escribas tus opiniones en este tipo de
texto.
210
EPISTEMOLOGÍA 211
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Disertación
Métodos de disertaciones215
Existe en algunas escuelas europeas, especialmente francesas, un método para que el alumno
investigue y ponga en juego sus habilidades críticas. En este procedimiento los alumnos tienen que
defender sus puntos de vista a partir de una aseveración hecha. Por ejemplo, el maestro puede pedir a
un equipo de alumnos que desarrollen el siguiente enunciado: "Los políticos nunca pueden decir la
verdad". Otros ejemplos de enunciados son "México no debería participar en el TLC" (Tratado de Libre
Comercio) o bien, "Los indígenas de México deben ser insertados en la nación como cualquier otro
ciudadano que sufre carencias". Ante estas aseveraciones, y después de haber investigado lo suficiente,
el alumno tiene tres opciones:
Defender la tesis,
Contradecir la tesis,
Matizar la tesis y condicionarla.
Esto supone fases previas de aprendizaje que básicamente son las que abajo se describen:
1) Presentar un modelo de cómo podría ser la disertación. Para ello se pueden utilizar artículos de
fondo de periódicos o revistas especializadas que sean amplios y bien estructurados. Éstos
pueden discutirse en clase.
2) Analizar de manera rigurosa la validez de los argumentos de algunos ejemplos o casos, para ello
deben tomarse en cuenta:
a) Los supuestos y la validez de ellos.
b) Las premisas y las conclusiones.
c) La relevancia de la información aportada en las premisas.
d) La validez de las inferencias.
e) Las falacias o prejuicios que pueden existir en torno a la tesis defendida (que pueden estar
en el artículo o bien ser expresadas por los alumnos).
f) La existencia de argumentación contraria para prever objeciones importantes216.
3) Una vez que le quede claro al alumno la dinámica del proceso, los alumnos deben hacerse
preguntas acerca de la tesis que les toca desarrollar. Por ejemplo, para la primera tesis podrían
efectuarse las siguientes:
¿Siempre se debe decir la verdad? ¿En qué casos no? ¿Qué nos dice la moral al respecto?
¿Cuál es el fin de la política? ¿Qué sucede en la realidad con los discursos de los políticos?,
etcétera
4) Una vez hecho lo anterior, los estudiantes deben buscar la información pertinente en libros y
artículos que respondan a esas preguntas o que se relacionen con la disertación en general
(autores que hayan disertado ya sobre el asunto, en cuyo caso deben ser analizados de acuerdo
a lo sugerido en el punto 2. El profesor por su parte, puede aportar alguna bibliografía básica.
5) Con la información obtenida y los criterios personales de los alumnos, éstos deben sentarse a
deliberar el rumbo de su defensa.
215
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Coordinación de innovación educativa. 2001-2008.
216
Véase de McEntee de Madero (1995) en su libro de expresión oral, capítulo 7 El discurso para convencer. Pueden
consultarse también libros de Lógica para analizar falacias.
211
EPISTEMOLOGÍA 212
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
6) Los estudiantes redactan su disertación de manera ordenada tomando en cuenta todos los
elementos del punto 2. Al finalizar el trabajo, los alumnos disertan ante el grupo y se someten a
las preguntas y críticas de todos. Como puede observarse, con esta metodología los alumnos
desarrollan habilidades tales como investigar por cuenta propia, saber argumentar y descubrir
sofismas, trabajar en equipo y aprender, discutir de manera provechosa, así como prever
objeciones (lo cual es la base de la autocrítica).
Su utilidad es muy amplia en las ciencias sociales y aun en algunos tópicos de las ciencias "duras". Por
otra parte, si los tópicos de la disertación son relevantes y se supervisan las preguntas que al respecto
elaboran los alumnos, el procedimiento implicará que el participante estudie varios tópicos señalados en
el programa de estudios. Los criterios de calidad deben fijarse y comunicarse con antelación para evaluar
los trabajos.
217
La realización de una disertación conlleva :
1) La problematización
2) Marco lógico
3) La redacción.
4) Por último, debes tener en cuenta que tendrás éxito en tu exposición oral si sigues la siguiente
recomendación:
¡ENSAYAR, ENSAYAR, ENSAYAR Y ENSAYAR!
217
En clases explicaremos las particularidades de este proceso.
212
EPISTEMOLOGÍA 213
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Trabajos de investigación218
Pocas veces los trabajos son suficientemente valorados por los estudiantes. Para muchos, hacer un
trabajo resulta un tremendo esfuerzo, una labor insoportable. Nos preguntamos por su utilidad, no
sabemos por dónde empezar, todo son dificultades, y acostumbramos a dejar su realización para última
hora.
Lo más difícil es empezarlos, empezar a buscar toda la documentación necesaria, y esto es porque
realmente es una tarea con la que los estudiantes se encuentran poco familiarizados. En realidad
documentar un trabajo es una tarea mucho más entretenida que recitar las lecciones, el único
inconveniente es que luego hay que redactar toda la información, y es ahí donde la gran mayoría de los
estudiantes fallan.
De una u otra forma, tenemos que enfrentarnos al hecho de que necesitamos hacer trabajos como una
de las tantas tareas académicas. Por ello, conviene que reflexionemos sobre la importancia y el valor que
tienen en nuestro proceso de aprendizaje:
Por un lado, junto con los exámenes y los controles constituyen un método de evaluación que
colabora eficazmente con el estudio. Muchos alumnos no repasarían ni ampliarían los temas de
clase si no tuvieran que realizar este tipo de trabajos.
Por otro lado, los requisitos necesarios para elaborar un buen trabajo como son la reflexión, en
análisis personal, la consulta, la creación… hacen de esta tarea una auténtica técnica de estudio
que contribuye a facilitar nuestra formación intelectual.
Para realizar los trabajos, normalmente solemos utilizar, o nos valemos del siguiente material:
- Enciclopedias y diccionarios
- Apuntes de clases
- Libros de textos
- Trabajos realizados anteriormente por otros alumnos
- Páginas Web dedicadas a la documentación
- Artículos de revistas culturales
- Críticas sobre el tema en cuestión
En caso que el tema sobre el que tratará el trabajo lo elija el profesor, lo que debemos hacer es empezar
en cuanto nos lo asignen y no perder tiempo –que como ya se sabe- suele ser el principal defecto de los
estudiantes, que dejan este tipo de tarea para los últimos días.
Cuando nos dan la oportunidad de ser nosotros los que elegimos el tema de nuestro trabajo, ante todo
debemos elegir un tema que realmente nos interese. Los trabajos monográficos no tienen por qué ser
aburridos, si el tema nos resulta interesante y buscamos que nuestro trabajo tenga el máximo atractivo de
cara a los lectores, la tarea se convertirá en una aventura.
En el fondo, el tema más interesante del mundo es sólo un conjunto de hechos y datos, por lo que
tenemos que plantear alguna pregunta crítica para conseguir dar a nuestra investigación el propósito y la
dirección que necesita para que resulte mucho más interesante, y lo que es más, de esta forma no sólo
conseguiremos darle un mayor atractivo, sino que se facilitará nuestra investigación. Si no logramos
responder a esa pregunta crítica no debemos preocuparnos, ni considerar que hemos fracasado, ya que
la búsqueda de esa respuesta es más importante en sí que la propia respuesta.
218
León Gross, Ebee. Técnicas de Estudio. Editorial LIBSA, 2004.
213
EPISTEMOLOGÍA 214
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
A continuación presentamos un gráfico de cómo puede rellenarse este tipo de tarjetas, sólo como una
sugerencia. En el anverso podría quedar de la siguiente forma:
Y en el reverso:
Otras sugerencias: anotar siempre la página del libro que te interese, escribir las notas con tus propias
palabras y realizar anotaciones breves pero detalladas.
214
EPISTEMOLOGÍA 215
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Tipos de trabajos
Podemos agrupar los trabajos de investigación de la siguiente forma:
¿Qué?
¿Qué me están pidiendo que haga exactamente?
¿Qué datos tengo o qué conozco sobre el tema?
¿De qué fuentes de información puedo disponer?
¿Cuándo?
¿Cuándo es la fecha de entrega del trabajo?
¿Cuándo puedo planificar el trabajo?
¿Cuándo puedo elaborarlo?
¿Cómo?
¿Cómo ordenar las ideas en un guión o esquema inicial?
¿Cómo hacer el trabajo en equipo?
¿Cómo tengo que presentarlo?
¿Cómo puedo elegir el tipo de trabajo y la forma de presentarlo?
- Índice
215
EPISTEMOLOGÍA 216
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Siempre debe llevar un índice al comienzo del trabajo para facilitar el encuentro con la temática del
mismo. Debe contener los títulos y subtítulos bien diferenciados.
- Resumen
Como su nombre lo indica es el extracto del trabajo. Sintetiza los aspectos que son abordados en el
mismo como idea general. Importante aclarar que se ubica posterior al índice, pero es lo último que
se escribe, -como es lógico- sólo podemos generalizar sobre algo, luego esté concluido.
- Introducción
Se hace una presentación del trabajo donde de forma muy resumida se abordan los aspectos
principales en los que se basa el trabajo. Las características que debe poseer una introducción son:
a. Debe estar bien escrita, pues es lo primero que juzga el lector.
b. Debe contener la información de forma condensada.
c. Debe hacer más sencilla la posterior lectura del trabajo.
- Desarrollo
Constituye la parte esencial del trabajo. En ella van recogidos y redactados los capítulos o
apartados del mismo. El desarrollo de un trabajo se puede realizar de las siguientes formas:
Lineal: es la más habitual, se exponen los datos, hechos o acontecimientos linealmente.
Inductiva: se exponen los datos o ideas, y de ellos se deriva una tesis.
Deductiva: se comienza el desarrollo con la tesis como punto de partida, y después se desgranan
las ideas utilizadas para justificarlas.
Paralela: se realiza el desarrollo de las ideas en un mismo nivel de interés o importancia.
Circular: se parte de una tesis, se exponen las ideas que la justifican para volver luego a la tesis.
- Conclusión
En ella se recogen las conclusiones, recapitulando todo lo dicho anteriormente. La conclusión es el
final del trabajo, la terminación, donde se produce la resolución que se toma sobre esa materia en
concreto.
Las conclusiones pueden realizarse a través de nuestras propias ideas, o basándonos en las ideas
de otros autores. En tal caso, hay que citarlos.
- Bibliografía
Es la descripción de libros, sus ediciones, etc. Es la relación o el catálogo de libros o escritos
referentes a una materia determinada. Todo trabajo de investigación debe llevar una bibliografía,
para ello se escriben los libros utilizados para realizar dicho trabajo.
Incluye: apellidos del autor, nombre, título del libro, editorial, ciudad donde se editó, año de
publicación y número de páginas.
Investigar sobre un tema determinado, realizar actividades intelectuales y experimentales con el propósito
de hacer posteriormente un trabajo sobre él, es una de las tareas que más conocimientos nos van a
aportar.
216
EPISTEMOLOGÍA 217
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Ensayo219
Ensayo, composición literaria que tiene por objeto presentar las ideas del autor sobre un tema y
que se centra, por lo general, en un aspecto concreto. Con frecuencia, aunque no siempre, el
ensayo es breve y presenta un estilo informal. El género se diferencia así de otras formas de
exposición como la tesis o la disertación.
El Ensayo es un sistema de escritura híbrido, porque exige del autor indagar, investigar con
detenimiento sobre el tema a expresar y, sobre todo, calidad en la argumentación de las tesis.
Los buenos ensayos se cuidan de lo que dicen y cómo lo dicen. Como técnica hay que seguir
algunos pasos en su elaboración.
De acuerdo con Fernando Vásquez Rodríguez, "El ensayo, diez pistas para su composición"
presentamos una síntesis en forma propositiva del documento citado:
Tipos de Ensayo:
Filosófico: desarrolla temas filosóficos como intento racional de explicación del universo.
Descriptivo: se nutre del tema, como indica su nombre.
Crítico: enjuicia hechos artísticos, sociológicos, etc.
Personal: fundamenta el carácter y la personalidad del autor
Características fundamentales:
- Contiene desde reflexiones sobre temas diversos hasta comentarios de experiencias
personales u opiniones críticas.
- Puede tratar diversos temas. Muy variado.
Estructura de un ensayo:
Generalmente el este consta de tres partes:
219
http://www.slideshare.net/ucbwebmaster/cmo-escribir-un-ensayo/ . Universidad Central de Bayamón Biblioteca Dra. Margot
Arce de Vázquez. Preparado por: Melvin J. Navarro González Bibliotecario Profesional.
217
EPISTEMOLOGÍA 218
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
2) Desarrollo: Los párrafos que desarrollan el tema llaman párrafos de desarrollo. La mayor
parte de un ensayo está escrito en párrafos de esta categoría. Cuando un escritor(a)
termina de discutir una idea y va a empezar con otra, frecuentemente utiliza un párrafo
corto u oraciones de transición para entrelazar las mismas de forma tal que faciliten la
coherencia y unidad de los párrafos.
Paso 1: Antes de escribir el ensayo, elige el tema que deseas desarrollar a través de él.
Identifica cuál es el punto de vista que deseas desarrollar en el texto. Organiza un esquema con
la idea principal y Busca datos, citas, información, noticias o cualquier antecedente que apoye
o sirva para demostrar la idea central de la argumentación de tu escrito. Identifica el tema que
vas a desarrollar.
Paso 2: Comienza a escribir. Organiza tu escrito sin olvidar una estructura mínima: introducción,
desarrollo y conclusión o cierre. Si lo deseas y tu tema lo permite, puedes comenzar con una
anécdota, una pregunta o una vivencia personal, o esbozar la hipótesis que deseas confirmar.
Recuerda mantener tu estilo que te identifique o le dé un rasgo particular. Utilizar un estilo
personal, algo a tener en cuenta el uso de palabras que estén en el vocabulario adecuado,
académicamente aceptadas y que sean respetuosas. Recurre a los conectores220 para unir un
párrafo con otro.
Paso 3:
Después de escribir el borrador verifica si las ideas expresadas resultan claras y si se mantiene
un hilo conductor y secuencia lógica. Si las ideas expresadas mantienen coherencia y están
correctas. Revisa tu ortografía, la acentuación y la puntuación, y el estilo personal.
Paso 4: Busca opinión. Comparte el ensayo con otras personas para obtener sugerencias.
Vuelve a leerlo para saber si necesitas hacer cambios.
220
Una idea de conectores espaciales (detrás, junto a), temporales (más tarde, al poco tiempo), de razonamiento lógico (a
continuación, por último, no obstante, en conclusión), etc.
221
http://www.plataforma.uchile.cl/fg/contenido/herramientas/textos/como_escribir.htm
218
EPISTEMOLOGÍA 219
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
A continuación te entregamos una propuesta de cómo realizar un ensayo. A pesar que no existe
"una sola" forma de escribir un ensayo, creemos que esta guía te puede facilitar las cosas, ya
que en ésta te entregamos no tan solo los aspectos formales para escribirlo, sino además un
esquema de análisis, desarrollo y elaboración.
1) Trabajo preparatorio
En general, los trabajos con características de ensayos o monografías te los solicita el
profesor al final de una unidad o de un semestre. Por lo tanto, casi siempre, esto viene
encomendado por una pregunta o un tema a partir del cual debes desarrollar el trabajo. Esta
pregunta puede plantearla el profesor o en el caso que sea un tema libre tú mismo deberás
construir la pregunta. En consecuencia, deberás reconocer o elaborar una pregunta para
comenzar tu trabajo preparatorio y posterior definición de las tareas a seguir.
2) Identificación de la Pregunta
Identificar la pregunta, de manera formal, permite determinar la forma de respuesta
esperada de tu parte. Para hacerlo, utiliza tablas similares a esta:
2.1 Cuando la pregunta implica una respuesta afirmativa o negativa (sí, no), el tema plantea
una tesis implícita a discutir, un concepto para caracterizar otro.
Ejemplos:
- ¿Está lindo el día?
- El hombre, ¿es libre?
2.2 Cuando el tema o la pregunta implica una noción de poder, deber, etc.
Ejemplo:
- ¿Puede uno estar muchos días sin comer ni beber?
- ¿Puede uno decir que el hombre está sometido al Estado?
2.3 Cuando la pregunta implica una respuesta determinada. El tema está determinado por el
pronombre interrogativo utilizado.
Ejemplo:
- - ¿Qué hora es?
- - En un comienzo, ¿el hombre se daba él mismo las leyes?
Debes preguntarte también qué tipo de interrogación introduce la pregunta. He aquí, como
ayuda, un cuadro con distintos sentidos para diferentes preguntas:
- ¿Puede uno...? ¿Es uno capaz de...? (Capacidad.)
- ¿Eso tiene el sentido de...? (Posibilidad lógica.)
- ¿Uno tiene el derecho de...? (Legitimidad, moral y / o jurídica.)
- ¿Es necesario...? Pregunta por la necesidad (lógica, física o biológica).
- Pregunta por la obligación (moral o jurídica).
219
EPISTEMOLOGÍA 220
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Debes considerar los matices que pueden estar comprendidos en la pregunta: lo que en
realidad puede significar el acceso a la pregunta.
Tipos de matices:
- necesariamente,
- esencialmente,
- siempre,
- solamente,
- forzosamente,
- verdaderamente,
Podrías considerar otros y no debes descuidar nunca estos aspectos ya que ellos orientan
el cuestionamiento hacia sentidos distintos.
220
EPISTEMOLOGÍA 221
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
4) Encontrar el Problema
Haciendo variar el tema podrás encontrar el problema que se plantea. Una vez que
encuentres una contradicción, no hay que tenerle miedo, eso significa que encontraste el
problema y que te encuentras en el centro mismo de la reflexión.
Una vez que das con el problema no tienes que intentar esquivarlo, ya que justamente es
por lo que se te está preguntando, y debes afrontarlo.
Siempre existe un problema que se esconde tras el tema de una pregunta ( si no fuese así,
el profesor no te lo plantearía como requerimiento). Para encontrar este problema busca la
aporía (esto es, la dificultad lógica que representa un problema especulativo), o la
contradicción; necesariamente debe haber una.
Para encontrar la contradicción que constituye el problema, debes hacer variar los términos:
es el análisis semántico del tema lo que ilumina la variedad de sentido de los términos y lo
que te permitirá dar con la identificación acotada de la pregunta.
5) Problematizar
Una problemática es un problema preciso planteado por el tema .Debe servir para:
Centrar la reflexión sobre un problema preciso, si es superada por la globalidad del
tema, será demasiado vasta.
221
EPISTEMOLOGÍA 222
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Evitar los temas fuera de lugar desde nuestro planteo, consiste exactamente en evitar
tratar un problema que no está estrictamente conforme al enfoque de la pregunta.
Mantener un hilo conductor para la reflexión, para permitirte constituir un plan
pertinente.
HUMANIDADES CIENCIAS
El profesor de filosofía propone El profesor de matemáticas entrega
preguntas. problemas. Y el alumno debe
solucionarlos ya que estos están
expuestos.
Una actitud mental. Juega el juego. Intenta siempre enfrentar el problema como si éste
constituyera un verdadero problema, esencial, inteligible a pesar de si parece a primera
vista complejo, extraño, poco actual o inactual.
6) El Problema en la Pregunta
El discernimiento del verdadero problema es el mejor signo de la verdadera comprensión
del tema.
222
EPISTEMOLOGÍA 223
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
En síntesis, las preguntas que siempre debes hacerte ante una tarea como la que
intentamos son:
- ¿De dónde viene el problema?, ¿Cuál es su origen?, ¿Porqué se nos interroga por...?
- ¿En qué términos se plantea el problema verdaderamente?
- ¿Qué sentido dar a los términos para que el problema se constituya como tal?
7) Formulación de un Problema
Esta formulación debe ser corta, sintética y precisa.
- Formula la paradoja que el tema puede presentar implícitamente (¿Podemos ser
malos?) o explícitamente (¿podemos forzar a alguien a ser libre?). Tú mismo tienes
que encontrar las paradojas, durante la realización del trabajo, presentándolas como
"apariencias de contradicción": Debe constituirse exactamente en el estímulo, su
interés consiste entonces en ir más allá de las contradicciones gracias a una mejor
comprensión del sentido de los términos.
- Trabajar la contradicción, la oposición entre doctrinas. Esto puede ser abierto, claro y
evidente en una primera mirada (puedes decir: "tal como dice Platón, o Nietzsche a
propósito de...", "en tanto que esto es lo contrario de...") o latente, en potencia (por
ejemplo, definir la imaginación como facultad de anticipación en contradicción con la
hipótesis de una imaginación reproductiva).
- Asegurar el paso de la apariencia a la esencia, del fenómeno al ser, de lo falso (de la
ilusión, de la opinión, del error) a lo verdadero (aquello que la ciencia determina por la
demostración, la verificación, la rectificación; o la filosofía por la crítica, la
interpretación y la argumentación).
- Hacer jugar los diferentes sentidos al interior de una misma noción. Algunos términos
ofrecen la ocasión de dar al tema una verdadera profundidad y una flexibilidad de
juego muy apreciable.
8) Elaboración de un Plan
El plan sólo permite asegurarnos de una estructura para nuestras ideas, un orden y una
animación presentada como flexibilidad para los distintos ángulos de reflexión.
223
EPISTEMOLOGÍA 224
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Para una mejor ayuda, te presentamos algunos tipos de planes; aunque existen muchos;
esto te pude dar una idea de cómo enfrentar el problema. El plan que elijas dependerá de la
pregunta y de problematización que elabores. Algunas preguntas o problemas apelan más a
un tipo de plan que a otro o puede ser que tú te sientas más cómodo con uno preciso. A
pesar de que tú mismo debes encontrar tu propia forma de resolución, a continuación
veremos cómo se estructura un plan.
224
EPISTEMOLOGÍA 225
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Este tipo de plan es el más cómodo para una pregunta por una respuesta
negativa o afirmativa. Pero quizá el más difícil de lograr.
Debes prestar atención a no poner en la misma sección las dos tesis, ya que
estas son contradictorias.
225
EPISTEMOLOGÍA 226
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Ejemplo:
¿Qué es la tolerancia?
¿Por qué debemos ser tolerantes?
¿Podemos tolerar todo? O ¿Existiría lo intolerable?
Ejemplo:
¿Podemos ser indiferentes a la verdad?
a) El hombre no puede ser indiferente a la verdad, ya que se define como
poseedor de razón, que justamente es la facultad para buscar lo verdadero.
b) El hombre no tiene derecho a ser indiferente a la verdad, ya que tal
indiferencia vendría a negar todo valor.
c) Vuelco: el hombre se interesa en lo verdadero en tanto que valor relativo (si
lo verdadero le es útil). Permanece indiferente a lo verdadero si no le aporta
nada.
Aquí las dos primeras partes juegan con el doble sentido de la pregunta
"¿puede uno...?" La tercera parte está inspirada en el plan de encadenamiento
de preguntas: si yo sostengo que el hombre no puede ser indiferente ante la
verdad, entonces la pregunta sería: ¿por qué el hombre busca con tanta
vehemencia la verdad? Un vuelco interesante es mostrar cómo el hombre no
busca la verdad de forma desinteresada sino porque le es útil.
10.1 Composición
El ensayo debe comprender:
- Introducción
226
EPISTEMOLOGÍA 227
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
- Desarrollo (que en general debe contar con por lo menos dos o tres partes,
equilibradas entre sí)
- Conclusión.
10.3 Estilo
Exprésate simple y claramente, poniendo atención a la puntuación, ortografía,
redacción y gramática.
Si utilizas términos complejos y eruditos, debes explicarlos con claridad
sistemáticamente.
No utilices un estilo y vocabulario informal.
Intenta evitar cualquier abreviación, que pueda implicar confusión.
10.4 Extensión
En un principio ninguna extensión te será impuesta, aunque en general los profesores
precisan un mínimo de páginas que debes cumplir.
Sé preciso en tu vocabulario, riguroso en la expresión de tus reflexiones y equilibrado
en la composición de las estructuras.
227
EPISTEMOLOGÍA 228
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
10.5 Presentación
Debes considerar espaciados regulares entre la introducción, desarrollo y la
conclusión.
Deja entre dos y tres líneas entre cada una de las partes del desarrollo.
Separa las ideas con puntos aparte en el desarrollo.
10.6 Introducción
La introducción debe responder a tres exigencias:
1. Presentar claramente el tema. Deberás reproducir literalmente la pregunta
enunciada por el profesor para el trabajo. Se trata de designar el campo preciso
de interrogación dentro del cual el tema se inscribe. Tú puedes en esta etapa
partir por un buen ejemplo (no una anécdota personal), una opinión
corrientemente admitida por el tema, o una crítica paradojal incisiva.
2. Someter el tema al cuestionamiento: problematizar.
3. Enunciar el plan del trabajo y la estructura de la reflexión que llevarás a cabo.
10.7 Desarrollo
Procede por cuestionamiento: las preguntas están allí para descomponer el problema.
Dos o tres preguntas serán suficientes: hay que recordar que respuestas claras y
decisivas -aun si nos reenvían a una cuestión que no tiene solución (aporía)-, deberán
ser aportadas a estas preguntas, particularmente como conclusión. Por lo tanto la
interrogación no debe ser puramente formal o gratuita, simple decoración o
concesiones, sino que debe ser operatoria, o sea constituir el orden de una tarea
realizable dentro de los límites del ensayo, correspondientes a la exigencia reflexiva
del tema. Si tu cuestionamiento debe ser puramente formal, deberás buscar otras
formas de exponer el plan.
Evita sistemática y definitivamente las trivialidades del tipo: ―siempre los hombres...",
"el problema que trataré es el más importante de la filosofa y la ciencia...". etc.
10.8 Conclusión
Debe resumir los logros obtenidos en el desarrollo del trabajo, es una sección que
debe recibir una especial atención en los momentos de afinamiento terminal, cuidando
la coherencia entre lo desarrollado y lo resumido en esta sección de tu trabajo.
10.9 Bibliografía
Consiste en mencionar por orden alfabético los autores, los textos (libros, artículos,
documentos) que fueron revisados para la elaboración del trabajo, indicando la ficha
bibliográfica completa (autor, nombre del libro, lugar de edición, editorial, año, capítulo
y/o páginas) de cada texto.
11) Conclusión:
228
EPISTEMOLOGÍA 229
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
científico propuesto, significa elaborar una reflexión que busque responder explícitamente a
las cuestiones implicadas en el tema.
229
EPISTEMOLOGÍA 230
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
SABER SER
La formación por competencia pone énfasis en lo actitudinal que en lo fundamental lo centraremos en
conocer conocerse uno mismo, los valores y talentos fundamentales en la vida de cualquier persona y
profesional, y algunas herramientas de comunicación imprescindibles para desarrollar buenas relaciones
interpersonales.
Autoanálisis222
El método de autoanálisis no es nuevo en psicología. En el siglo XIX ya se utilizaba como procedimiento
mediante el cual podíamos ser capaces de atender conscientemente nuestros pensamientos,
sentimientos y emociones, y sobre todo de controlar las conductas que no se ven externamente,
conductas que no podemos o no queremos delegar a un observador externo.
A pesar de las ventajas del autoconocimiento no ha faltado la actitud escéptica de algunos autores, como
por ejemplo Nietzsche, que pensaba que el hombre tiene cierta propensión a enmascararse incluso ante
sí mismo, hecho que ha quedado confirmado por el psicoanálisis. Por lo que se ha llegado a la conclusión
que el autoconocimiento no debe ir ligado a sistemas teóricos, y ha de comenzar con el examen de
nuestra propia trayectoria vital, analizando las situaciones de nuestra vida y las circunstancias de nuestro
desarrollo personal.
Dado que los seres humanos podemos manifestarnos tal y como somos, pero también podemos
encubrirnos, existe la posibilidad del autoengaño. El autoengaño puede llevarnos a tener dificultades para
adaptarnos a la realidad, por tanto, es importante que tratemos de solucionar nuestros problemas
internos, nuestros conflictos individuales antes de tratar de conocernos a nosotros mismos.
Cuando utilizamos este método, debemos tratar de que nos proporcione información concreta, no
únicamente información de aspectos generales, es decir, no debemos centrarnos en responder
solamente a la pregunta ¿qué tal estudiante soy?, sino que debemos fijarnos en todas las respuestas que
hemos dado, ya que nos van a servir para modificar conductas inadecuadas en caso de que existan.
Además, nadie nos va a conocer mejor que nosotros mismos, por lo que solamente nosotros vamos a
entrar de lleno en nuestros propios pensamientos y vamos a poder responder a todas las cuestiones
relacionadas con nuestros hábitos y preferencias.
Es posible que no nos resulte tan sencillo como esperamos porque realmente no hemos sido educados y
entrenados para realizar este proceso de autoanálisis, ya que desde pequeños nos enseñan a dar las
respuestas ―que hay que dar‖, en lugar de enseñarnos las preguntas que debemos hacernos sobre
nosotros mismos.
222
Tomado de: León Gross, Ebee. Técnicas de estudio. 2004, Editorial LIBSA.
230
EPISTEMOLOGÍA 231
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Es importante que reflexionemos sobre lo que nos gustaría hacer, lo que somos capaces de hacer y
sobre lo que hacemos realmente:
Me gustaría hacer:
Soy capaz de hacer:
Realmente estoy haciendo:
Para muchos de nosotros ―me gustaría hacer‖ es solo un sueño, algo en lo que pensamos sin tener en
cuenta los esfuerzos que ello puede conllevar, es solo un valor deseado, algo por lo que probablemente
no estamos dispuestos a luchar, por tanto, terminamos olvidándonos de lo que realmente nos hubiera
gustado hacer.
Un primer paso para saber lo que queremos conseguir, tanto personal como académicamente, puede ser
la realización de un listado de aquellas cosas que deseamos, y cuáles son los motivos223 que nos llevan a
intentar alcanzarlas.
Ante cada ―quiero conseguir‖ tenemos que plantearnos varias razones por las que queremos hacerlo, con
el fin de confirmar lo antes posible que las respuestas son realmente convincentes.
Si no logramos encontrar respuestas convincentes de nuestras metas, quizás debamos olvidar ese
objetivo o ese deseo.
Una vez que estamos empezando a conocernos a nosotros mismos y a saber lo que nos gustaría hacer,
tenemos que empezar a valorar nuestras capacidades. Probablemente hasta ahora no hemos tenido
muchas oportunidades para confirmar o descubrir hasta dónde pueden llegar nuestras capacidades
potenciales, ya que las situaciones que nos tocan en la vida nos van condicionando y hacen que vivamos
determinadas situaciones, o por el contrario impiden que vivamos otras tantas.
No es fácil conocer y delimitar las capacidades personales que cada uno tiene, ya que estamos limitados
por el tiempo y por el espacio físico, y no podemos probar todas las posibilidades y opciones con que
contamos, pero nos va a resultar mucho más sencillo delimitar las capacidades necesarias para lo que
queremos conseguir, para nuestra meta, y establecer nuestro objetivo.
Meta: Capacidades:
Meta: Capacidades:
Meta: Capacidades:
Una vez que hemos valorado cuáles son nuestras capacidades para desarrollar con éxito aquello que
queremos, solo nos falta elegir las acciones adecuadas para lograr conseguir nuestra meta.
223
Un motivo es una fuerza que nos impulsa, una causa o razón que nos mueve para una cosa, una necesidad o un deseo que
activa el organismo y dirige sus acciones hacia un objetivo determinado o meta.
231
EPISTEMOLOGÍA 232
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
El siguiente cuestionario sirve especialmente para comprobar si la forma que tenemos de estudiar es la
más apropiada. Nos será también útil para clasificar los aspectos y cuestiones que habremos de mejorar
según las circunstancias y características de cada uno. Tratemos de no engañarnos e intentemos
responder con la mayor sinceridad posible, para ello no debemos emplear demasiado tiempo en pensar
las respuestas, en aras de que los resultados se ajusten lo máximo posible a la realidad.
Sii AV Nii
1. Consigo tener tiempo para el estudio, el reposo y el ocio.
2. Procuro estudiar siempre con una buena iluminación.
3. Tomo apuntes en clases de las explicaciones.
4. Incluyo todas las asignaturas en mi horario de estudio.
5. Reviso y clasifico el material que voy a utilizar antes de ponerme a estudiarlo.
6. Evito estudiar en un sofá o en la cama
7. Realizo mi propia planificación.
8. Hago un pequeño descanso cada hora que llevo estudiada.
9. Comparo mis apuntes con lo de otro compañero.
10. Llevo al día todas las asignaturas.
11. Busco un lugar silencioso para estudiar.
12. Estudio en un lugar con buena temperatura, donde no pase frio ni calor.
13. Utilizo un diccionario a la hora de estudiar.
14. Respeto las horas de sueño la noche antes a un examen.
15. Confirmo lugar, fecha y hora de los exámenes, con suficiente antelación.
16. Distribuyo el tiempo que le voy a dedicar a cada pregunta del examen.
17. Estudio de forma activa, subrayando, resumiendo, etc.
18. Consulto otras fuentes de datos, además de mi libro de texto o los apuntes.
19. Procuro entregar mis trabajos con buena presentación.
20. Memorizo las materias.
21. Evito dejar todo para el día antes del examen.
22. Preparo con antelación todos los utensilios que puedo necesitar para un examen.
23. Utilizo abreviaturas en mis apuntes.
24. Mantengo un horario fijo para los estudios.
25. Realizo una lectura rápida del tema antes de comenzar a estudiarlo.
26. Pregunto al profesor cuando no entiendo algo.
27. Para estudiar, aprovecho las horas en las que más puedo rendir.
28. Presto atención en clases y me mantengo activo preguntando.
29. De las explicaciones del profesor, anoto lo que este remarca que es importante.
30. Consigo estudiar sin quitarme horas de sueño ni trasnochar demasiado.
31. Dejo un día de descanso y estudio el resto de la semana.
32. Estudio siempre en el mismo sitio.
33. Hago un primer repaso antes aprenderme un tema.
34. Realizo exposiciones orales de lo que he estudiado.
35. Realizo resúmenes de lo que voy estudiando.
36. Repaso todo lo escrito antes de entregar un examen.
37. Redacto los resúmenes con mi propio lenguaje.
38. Trato de fijar solo las ideas principales.
39. Completo en casa mis apuntes.
40. Obtengo las calificaciones que espero.
41. Anoto los conceptos que no entiendo para preguntarlos posteriormente.
232
EPISTEMOLOGÍA 233
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Corrección
Una vez que hayamos contestado a todas las preguntas, tenemos que sumar todas las viñetas marcadas
en cada columna y anotarlas en la fila ―número de respuestas‖, después multiplicaremos por el número
que se indica y sumaremos los valores resultantes eb cada una de las columnas para llegar a obtener la
suma total.
Número de respuestas:
x6 x4 x2
Suma total:
Posteriormente, consultando la siguiente tabla sabremos qué tipo de estudiante somos, y cómo es
nuestra forma de estudiar. De este modo, estaremos empezando a conocernos de verdad a nosotros
mismos.
La finalidad que persigue este cuestionario, además del conocimiento de uno mismo, es la posterior
reflexión de los resultados de la exploración, que nos llevará a la maduración personal y a la
potencialidad de nuestras capacidades de estudio, así como de la futura proyección profesional.
Tenemos que centrarnos fundamentalmente en las áreas en las que obtenemos puntuaciones más bajas,
en nuestro, en nuestro lado débil y poner el máximo énfasis e interés en conocer, aplicar y analizar las
técnicas que en este libro se desarrollan para estas áreas en concreto.
233
EPISTEMOLOGÍA 234
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Valores
En sentido humanista, se entiende por valor lo que hace que un hombre sea tal, sin lo cual perdería la
humanidad o parte de ella. El valor se refiere a una excelencia o a una perfección. La práctica del valor
desarrolla la humanidad de la persona, mientras que el contravalor lo despoja de esa cualidad.
Desde un punto de vista socio-educativo, los valores son considerados referentes, pautas o
abstracciones que orientan el comportamiento humano hacia la transformación social y la realización de
la persona.
COMPROMISO
―Comprometerse va más allá de cumplir con una obligación, es poner en juego nuestras capacidades
para sacar adelante todo aquello que se nos ha confiado.‖
Casi siempre, la falta de compromiso se debe a descuidos un tanto voluntarios, pero principalmente a la
pereza, la comodidad y al egoísmo. No basta con cumplir con lo previsto, lo estipulado, lo obvio... todo
compromiso tiene muchas implicaciones, pensemos un instante en aquellos que son los más importantes
que tenemos:
Como hijos: Además de la sinceridad, la obediencia, la ayuda en el hogar y el esfuerzo en los estudios,
los padres también necesitan cuidados, detalles de cariño y pequeños servicios, los cuales no piden y sin
embargo, estarían muy agradecidos de recibirlos.
Como amigos: ¿Nuestras amistades son ―utilitarias‖?, es decir, si sólo recordamos a los amigos cuando
algo se nos ofrece. La amistad se cultiva.
Como ciudadanos: Evitar la indiferencia, no podemos quejarnos de la situación actual del país sin hacer
algo para cambiarlo.
Como estudiantes: Un estudiante comprometido es aquel que cumple con sus obligaciones haciendo
un poco más de lo esperado al grado de sorprendernos, porque vive, piensa y sueña con sacar adelante
su estudio y todo aquello en lo que ha empeñado su palabra.
La persona comprometida es generosa, busca como dar más afecto, cariño, esfuerzo, bienestar... en
otras palabras: va más allá de lo que supone en principio el deber contraído. Es feliz con lo que hace
hasta el punto de no ver el compromiso como una carga, sino como el medio ideal para perfeccionar su
persona a través del servicio a los demás.
RESPONSABILIDAD
―La responsabilidad es una obligación, ya sea moral o incluso legal de cumplir con lo que se ha
comprometido.‖
234
EPISTEMOLOGÍA 235
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Ser responsable es asumir las consecuencias de nuestras acciones y decisiones. Ser responsable
también es tratar de que todos nuestros actos sean realizados de acuerdo con una noción de justicia y de
cumplimiento del deber en todos los sentidos.
Los valores son los cimientos de nuestra convivencia social y personal. La responsabilidad es un valor,
porque de ella depende la estabilidad de nuestras relaciones. La responsabilidad vale, porque es difícil de
alcanzar.
TOLERANCIA
―Hablar de tolerancia es hablar del respeto a la diferencia de ideas y posturas respecto de algún tema, o
de la vida misma.‖
El pluralismo, la diversidad y la tolerancia son valores irrenunciables, que asumen la forma de un ideal al
que aspirar, a partir del hecho evidente de que somos distintos, y hemos de respetarnos como somos,
con opiniones, estilos de vida y valores diferentes.
Debemos aprender a convivir con gentes de distintas culturas, tradiciones y religiones, esto nos ha
enseñado que esa pluralidad no es una pérdida, sino todo lo contrario, una ganancia. Debemos aprender
a respetar y a convivir con quienes no piensan como nosotros, es decir, debemos propiciar la sensibilidad
hacia la dignidad de la persona y su libertad.
El respeto al pluralismo y a la diversidad forma parte esencial de toda verdadera cultura, por tener
profundas raíces en la misma racionalidad humana. Así es como llegamos al concepto de intolerancia.
Fácilmente, ante alguien que no piensa, no actúa, no vive o no cree como nosotros podemos adoptar una
actitud agresiva. Esta actitud, cuando es tomada en contra de nuestras ideas se percibe como un
atropello a uno de nuestros valores fundamentales: la libertad. La intolerancia puede ser tan opresiva,
que haga prácticamente imposible la convivencia humana.
OBJETIBIDAD
“La Objetividad es el valor de ver el mundo como es, y no como queremos que sea.”
235
EPISTEMOLOGÍA 236
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Los seres humanos somos una compleja mezcla de sentimientos, raciocinio, experiencia y aprendizaje.
Todos estos elementos pueden brindar a una persona una percepción de la realidad que puede estar
equivocada.
Cuando una persona no es objetiva, se centra en las circunstancias y no en los problemas. Observa las
cosas superficiales, pero no el fondo.
Ser objetivo, exige de nosotros ver los problemas y las situaciones con un enfoque que equilibre
adecuadamente emoción y razonamiento. Por ello el valor de la objetividad es tan importante, porque nos
permite dar su justo peso a los acontecimientos y obrar de una forma coherente.
Una de las formas más eficientes de vivir el valor de la objetividad es viendo los problemas y las
situaciones desde todos los puntos de vista. En este proceso el escuchar la opinión de gente madura y
desinteresada nos permite observar las cosas con menos apasionamiento y con mayor objetividad. La
objetividad nos permite tomar decisiones más eficientes, mejora nuestras relaciones humanas. La
objetividad nos permite ser más justos con quienes nos rodean y siempre nos abre las puertas. La lucha
por ser objetivos implica el ceder un poco ese ―Yo‖ que a veces nos pesa tanto.
Para vivir este valor siempre es conveniente escuchar atentamente, pedir consejo y considerarlo
seriamente, no precipitarse en los juicios; quien es objetivo razona, observa, escucha y concluye en base
a información. Una persona objetiva siempre es apreciada porque genera a su alrededor un sentido real
de paz y de justicia. El valor de la Objetividad, además de ahorrarnos muchos dolores de cabeza, puede
hacernos mejores personas.
RESPETO
Hablar de respeto es hablar de los demás. Es establecer hasta donde llegan mis posibilidades de hacer o
no hacer, y dónde comienzan las posibilidades de los demás. El respeto es la base de toda convivencia
en sociedad.
El respeto también es una forma de reconocimiento, de aprecio y de valoración de las cualidades de los
demás, ya sea por su conocimiento, experiencia o valor como personas.
AUTODOMINIO
”Formar un carácter capaz de dominar los impulsos propios de su forma de ser para hacer la vida más amable a los
demás.”
Este valor nos ayuda a controlar los impulsos de nuestro carácter y nos estimula a afrontar con serenidad
los contratiempos y a tener paciencia y comprensión en las relaciones personales.
El autodominio debe comprenderse como una actitud que nos impulsa a cambiar positivamente nuestra
personalidad. Cada día que buscamos ejercer ese señorío sobre nosotros mismos, automáticamente
nuestro carácter comienza a madurar por la serenidad y paciencia que imprime este valor.
APRENDER
”El valor que nos ayuda a descubrir la importancia de adquirir conocimientos a través del estudio y la reflexión de
las experiencias cotidianas.”
236
EPISTEMOLOGÍA 237
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
El valor de aprender tiene como finalidad la búsqueda habitual de conocimientos a través del estudio, la
reflexión de las experiencias vividas y una visión profunda de la realidad.
El valor de aprender nos convierte en personas que tienen más herramientas para avanzar en la vida y
para ser mejores seres humanos.
Para crecer en este valor, necesitamos tener en mente que aprender algo nuevo no es pérdida de tiempo,
es una forma de alcanzar la superación personal. Para reforzar el valor de aprender puedes hacerte el
hábito de leer al menos un libro por mes, terminar la universidad, inscribirte a algún diplomado, empezar
una maestría, cursar un doctorado, escuchar noticieros, leer el periódico y acercarte a medios que te
proporcionen información sobre la realidad que te rodea, comprar revistas sobre temas adicionales a tu
profesión u oficio, etc.
SACRIFICIO
“Siempre es posible hacer un esfuerzo extra para alcanzar una meta”.
El valor del sacrificio es aquel esfuerzo extraordinario para alcanzar un beneficio mayor, venciendo los
propios gustos, intereses y comodidad.
Debemos tener en mente que el sacrificio es un valor muy importante para superarnos en nuestra vida
por la fuerza que imprime en nuestro carácter. Compromiso, perseverancia, optimismo, superación y
servicio, son algunos de los valores que se perfeccionan a un mismo tiempo, por eso, el sacrificio no es
un valor que sugiere sufrimiento y castigo, sino una fuente de crecimiento personal.
El verdadero valor del sacrificio consiste en sobrellevar algunas situaciones intentando poner buena cara,
sin quejas ni remilgos. El espíritu de sacrificio no se logra con las buenas intenciones, se desarrolla
haciendo pequeños esfuerzos. Todo aquello que vale la pena requiere de sacrificio, pues querer
encontrar caminos fáciles para todo, sólo existe en la mente de personas con pocas aspiraciones. Quien
vive el valor del sacrificio, va por un camino de constante superación, haciendo el bien en todo lugar
donde se encuentre.
COMUNICACION
”Una buena comunicación puede hacer la diferencia entre una vida feliz o una vida llena de problemas .”
La comunicación es indispensable para procurar y mantener las buenas relaciones en todos los ámbitos
de nuestra vida, particularmente en la familia, el estudio y con las personas más cercanas a nosotros.
La buena comunicación tiene algunas características que todos conocemos: escuchar con atención, no
acaparar la palabra, evitar interrumpir, utilizar un lenguaje propio y moderado, lo cual demuestra
educación y trato delicado hacia las personas. Pero este valor tiene elementos fundamentales e
indispensables para lograr una verdadera comunicación como son: el interés por la persona; saber
preguntar, el punto es no quedarnos con la duda; aprender a ceder, sinceridad ante todo, expresar lo que
pensamos, sobre todo si sabemos que es lo correcto, etc.
PRUDENCIA
237
EPISTEMOLOGÍA 238
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
”Adelantarse a las circunstancias, tomar mejores decisiones, conservar la compostura y el trato amable en todo
momento, forjan una personalidad decidida, emprendedora y comprensiva.”
La prudencia es el valor que nos ayuda o reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir
nuestras palabras y acciones, teniendo como resultado un actuar correcto en cualquier circunstancia.
El valor de la prudencia no se forja a través de una apariencia, sino por la manera en que nos
conducimos ordinariamente. Posiblemente lo que más nos cuesta trabajo es reflexionar y conservar la
calma en toda circunstancia; la gran mayoría de nuestros desaciertos en la toma de decisiones, en el
trato con las personas o formar opinión, se deriva de la precipitación, la emoción, el mal humor, una
percepción equivocada de la realidad o la falta de una completa y adecuada información.
La falta de prudencia siempre tendrá consecuencias en lo personal y colectivo, según sea el caso. El ser
prudente no significa tener la certeza de no equivocarse, por el contrario, la persona prudente muchas
veces ha errado, pero ha tenido la habilidad de reconocer sus fallos y limitaciones aprendiendo de ellos.
Sabe rectificar, pedir perdón y solicitar consejo.
El valor de la prudencia nos hace tener un trato justo y lleno de generosidad hacia los demás, edifica una
personalidad recia, segura, perseverante, capaz de comprometerse en todo y con todos, generando
confianza y estabilidad en quienes le rodean, seguros de tener a un guía que los conduce por un camino
seguro.
CRITICA CONSTRUCTIVA
”Hacer una crítica constructiva para ayudar a los demás es una actitud madura, responsable y llena de respeto por
nuestros semejantes.”
A través de la crítica constructiva se desarrollan otros valores: lealtad, honestidad, sencillez, respeto,
amistad... Con esta referencia sería absurdo cerrar nuestro entendimiento y pasar por alto la importancia
de vivir este valor, pues nadie puede jactarse de tener un buen juicio crítico, si no ha logrado establecer
un equilibrio entre la manera como acepta las críticas y la forma e intención con que las expresa.
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EPISTEMOLOGÍA 239
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Talentos
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EPISTEMOLOGÍA 240
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Saber escuchar
Existen varios obstáculos que impiden escuchar de una manera eficaz, de los más atinados a nuestra
realidad son:
Diferencias en la percepción,
Distraerse, soñar,
Creer en la superioridad de nuestras ideas con respecto a las del interlocutor.
A escuchar se aprende escuchando. Hay que practicar la habilidad de escuchar con el objetivo de lograr
convertirlo en un hábito o en una costumbre.
El no saber escuchar con atención es con frecuencia la razón principal de los problemas que surgen en
nuestros estudios y en la vida familiar. Cuando no escuchamos con atención pueden pasarse por alto
determinadas palabras o frases, que luego crean malos entendidos, discusiones y conflictos.
La habilidad de escuchar bien, esto es, escuchar con comprensión y cuidado es uno de los
comportamientos más preciados y difíciles de encontrar. Por medio de esta habilidad nos hacemos
conscientes de lo que la otra persona está diciendo y de lo que está intentando comunicarnos. A través
de ella ―damos información‖ a nuestro interlocutor de que estamos recibiendo lo que nos dice.
Implica estar psicológicamente disponible y atentos a los mensajes de nuestro interlocutor. Esto es un
componente importante de la habilidad, pues muchas personas parece que escuchan pero en realidad
están distraídas y van unos pasos por delante de ti. Están ocupadas con lo que van a decirte y les han
pasado desapercibidas muchas cosas importantes: el estado emocional en que te encontrabas o el deseo
y la impaciencia que mostrabas por transmitir aquello que estabas diciendo.
¿Cómo?
1. Con disposición psicológica
Haciendo del mundo una tabla rasa mientras estamos escuchando: lo único que existe es nuestro
interlocutor.
240
EPISTEMOLOGÍA 241
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Pensando que podremos conducirnos mejor cuanta más información tengamos: debemos estar
ávidos de información.
2. Observando a tu interlocutor para:
Identificar el contenido de sus expresiones verbales.
Identificar sus sentimientos.
Identificar el momento en que nuestro interlocutor desea que hablemos y terminemos con nuestro
papel de escuchar.
3. Con gestos y con el cuerpo
Asumiendo una postura activa.
Manteniendo contacto visual
Adoptando expresión facial de ―atención‖.
Adoptando incentivos no verbales para el que habla: mover la cabeza, hacer movimientos con las
manos, etc.
Tomando notas (si procede).
Usando un volumen y tono de voz adecuados.
4. Con palabras
Adoptando incentivos verbales para el que habla: ―ya veo‖, ―Dios mío‖, etc.
Parafraseando o utilizando expresiones de resumen: ―Si no te he entendido mal…‖, etc.
5. Evitando hacer otras cosas mientras escuchamos
No interrumpir al que habla.
No juzgar.
No ofrecer ayuda o soluciones prematuras.
No rechazar lo que la otra persona está sintiendo. Por ejemplo: ―no te preocupes, ―calma‖, etc.
No contar tu historia mientras la otra persona necesita hablarte.
No contra argumentar. Por ejemplo: si la otra persona dice ―me siento mal‖, no responder ―yo
también‖.
Evitar el ―síndrome del experto‖: cuando alguien te plantea un problema, y uno ya tiene las
respuestas, antes incluso de que esa persona esté a la mitad de la exposición.
¿Cuándo?
Más importante que saber escuchar es saber cuándo hay que escuchar. Hemos de recordar que
escuchar tiene efectos recompensantes para quien nos habla y podemos inadvertidamente fomentar o
fortalecer algunos comportamientos que deseamos reducir en nuestro interlocutor.
241
EPISTEMOLOGÍA 242
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
los sentimientos de nuestro interlocutor e informarle que ―nos hacemos cargo‖ de los mismos. ―meterse
en su pellejo‖ sin embargo, no significa convertirse en un ―colega‖, ni aceptar, ni estar de acuerdo con la
posición de tu interlocutor. Es, sencillamente, ―dar cancha‖ y reconocer los sentimientos de tu interlocutor.
¿Cómo?
1. Observando cómo se siente el interlocutor y escuchando lo que dice.
Es el cuerpo, la cara, los gestos, y no tanto con las palabras, como se transmiten los
sentimientos.
Obsérvalos con sumo cuidado y atención si deseas identificar el sentimiento que te está
transmitiendo tu interlocutor.
2. Con los gestos y con el cuerpo
Adoptando comportamientos no verbales semejantes a los del interlocutor.
Manteniendo contacto visual y adoptando una expresión facial apropiada a los sentimientos que
transmite tu interlocutor.
3. Con las palabras.
Pronunciando una expresión de reflejo o empatía.
- Comprendo lo que me dices.
- Te estoy escuchando y te noto…
- Puedo entender que te sientas así.
¿Cuándo?
Cuando el interlocutor(a) te está expresando un problema y está afectado(a) por el mismo.
Cuando el interlocutor(a) muestra satisfacción u otra emoción positiva en los escenarios de
comunicación.
Cuando observas un cambio brusco de tu interlocutor(a) en sus palabras o en sus gestos
(comienza a llorar, detiene su conversación bruscamente, comienza a hablar más alto y de modo
irritado, se levanta y golpea con el puño, etc.) que denota que está bajo los efectos de un
sentimiento o emoción importante.
Cuando percibes en tu interlocutor(a) expresiones que denotan oposición, escepticismo, ironía u
hostilidad.
Existen situaciones en las que resulta difícil empatizar. Es en estas situaciones en las que se suscitan
muy automáticamente respuestas contrarias a la empatía. Si alguien acude a nosotros ―fuera de sí‖ e
insultando es muy probable que nos suscite también hostilidad. Es precisamente en estas situaciones en
las que conviene recordar:
1) Que escuchar y empatizar no es dar la razón.
242
EPISTEMOLOGÍA 243
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
2) Que cualquier persona siempre tiene ―razones‖ para sentirse o actuar como actúa. Otra cosa muy
diferente es que estés o no de acuerdo. Empatizar no implica estar de acuerdo. Es sencillamente
reconocer que puede tener motivos para actuar como actúa o para sentirse como se siente.
243
EPISTEMOLOGÍA 244
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Trabajo en equipo224
De las diferentes definiciones de trabajo en equipo, nos pareció apropiado adoptar las
siguientes:
―Número reducido de personas con capacidades complementarias, comprometidas con un
propósito, un objetivo de trabajo y un planeamiento comunes y con responsabilidad mutua
compartida225".
226
"Un equipo es un conjunto de personas que realiza una tarea para alcanzar resultados ".
Existen distintos aspectos necesarios para un adecuado trabajo en equipo, entre ellos
podemos mencionar:
Liderazgo efectivo: que tenga en cuenta los intereses de los integrantes e incentivando a
las personas para poner en práctica la estrategia.
Promover canales de comunicación: eliminando las barreras comunicacionales y
fomentando una adecuada retroalimentación.
Existencia de un ambiente de trabajo armónico: permitiendo y promoviendo la
participación de los integrantes de los equipos, donde se aproveche el desacuerdo para
buscar una mejora en el desempeño.
Formación de equipos
Para que un grupo se transforme en un equipo es necesario favorecer un proceso en el cual se
exploren y elaboren aspectos relacionados con los siguientes conceptos:
1) La cohesión se refiere a la atracción que ejerce la condición de ser miembro de un
grupo. Los grupos tienen cohesión en la medida en que ser miembro de ellos sea
considerado algo positivo y los miembros se sienten atraídos por el grupo. Para
desarrollar la cohesión para las tareas, resulta útil realizar actividades que permitan a
los miembros del grupo evaluar sus respectivas habilidades, fortalezas y debilidades.
2) La asignación de roles y normas: Con el transcurso del tiempo, todos los grupos
asignan roles a sus integrantes y establecen normas aunque esto no se discuta
explícitamente. Las normas son las reglas que gobiernan el comportamiento de los
miembros del grupo. Cuando se trabaja en el aula con grupos, en muchas
224
WWW.MONOGR AF IAS.COM. Trabajo enviado por: Víctor Espinosa. vicyros@LatinMail.com
225
Katzenbach y K. Smith.
226
Fainstein, Héctor.
244
EPISTEMOLOGÍA 245
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
oportunidades los roles y las normas que rigen su funcionamiento son impuestas por el
docente. Sin embargo, puede resultar positivo realizar actividades en las cuales se
discutan y acuerden los roles y normas del grupo para garantizar su apropiación por
parte de los integrantes. En este sentido, muchos docentes proponen a los grupos que
elaboren sus propias reglas o establezcan un "código de cooperación". Respecto de los
roles, algunos sugieren que los alumnos identifiquen cuáles son los roles necesarios
para llevar adelante un tarea y se encarguen de distribuirlos entre los miembros del
equipo.
4) La definición de objetivos: Es muy importante que los integrantes del equipo tengan
objetivos en común en relación con el trabajo del equipo y que cada uno pueda
explicitar claramente cuáles son sus objetivos individuales. Para ello se sugiere asignar
a los grupos recién formados la tarea de definir su misión y sus objetivos, teniendo en
cuenta que los objetivos compartidos son una de las propiedades definitorias del
concepto "equipo".
Un líder de equipos de trabajo debe ser una persona tranquila, sensata y que se preocupe por
su tarea. El líder ideal tiene el apoyo de los miembros de su equipo en cada dimensión de su
actividad. Su comportamiento debe responder a las siguientes pautas:
1. Iniciación: el líder inicia, facilita o resiste nuevas ideas y prácticas.
2. Calidad de socio: el líder se mezcla con el grupo, interactúa e intercambia servicios
personales con los miembros.
3. Representación: el líder defiende al grupo contra el ataque, manifiesta los intereses del
grupo y actúa en nombre de éste.
4. Integración: el líder subordina el comportamiento individual, estimula una atmósfera
agradable, reduce los conflictos y promueve al ajuste individual al grupo.
5. Organización: el líder estructura su propio trabajo, el de los otros miembros y las
relaciones entre ellos en realización de las tareas.
245
EPISTEMOLOGÍA 246
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
6. Dominio: el líder limita el comportamiento de los miembros o del grupo en acción, toma
decisiones y expresa opiniones.
7. Comunicación: El líder suministra y obtiene información de los miembros, y muestra
conocimientos de cualquier materia relacionada con el grupo.
8. Reconocimiento: el líder expresa aprobación o desaprobación de la conducta de los
miembros del grupo.
9. Producción: El líder fija niveles de esfuerzo o cumplimiento y estimula a los miembros
en cuanto a su rendimiento.
246
EPISTEMOLOGÍA 247
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
programa objetivo, con una clara y precisa definición de objetivos y con metas
alcanzables.
Interés por alcanzar el objetivo: Debe haber interés por alcanzar el objetivo común y
estar de acuerdo en éste, considerando las motivaciones de cada miembro del grupo.
Crear un clima democrático: Es importante lograr un clima democrático propicio, en
donde cada persona pueda expresarse libremente sin ser juzgado por sus compañeros,
y donde cada idea pasa a ser del grupo, por lo tanto el rechazar una idea no significa
rechazar a la persona.
Ejercitar el consenso en la toma de decisiones: En la medida que se escuchan las
opiniones de todos, se obtiene el máximo de información antes de decidir, y los
integrantes se convencen con argumentos más que con votaciones.
Disposición a colaborar y a intercambiar conocimientos y destrezas: El último requisito
que es importante lograr para un buen trabajo en equipo es el desarrollo de la
disposición a colaborar y a intercambiar conocimientos y destrezas. Esto implica contar
con tiempo necesario para que cada integrante pueda mostrar a los otros lo que sabe y
esté dispuesto a entregar los conocimientos que posee para que los demás también lo
aprendan.
2) Liderazgo no efectivo de equipos: Los miembros de equipos recién formados son como
los imanes del mismo polo y se repelen. Se sienten incómodos porque están
acostumbrados a trabajar solos y a que el éxito sólo dependa de ellos. El líder debe
variar su estilo de liderazgo de acuerdo al grado de madurez del equipo.
Practicar un análisis de tareas y tiempos del equipo puede ser sumamente útil. Nos ayudará a
ver en que gasta el tiempo total que se dispone, a comprobar si existe duplicación de
esfuerzos, y a reflexionar sobre como asignar mejor el tiempo a cada cual y como armonizar las
acciones del equipo.
247
EPISTEMOLOGÍA 248
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Todos deben conocer las respuestas a estas preguntas, pues de lo contrario se avanzará a
ciegas.
Se solicita a los integrantes del equipo que enumeren todas las tareas que forman parte de su
trabajo: esta lista inicial incluirá todo, de modo que se les solicitará que la completen a la
siguiente semana con lo que puedan haber recordado que faltaba. Luego se combinan todas
las listas individuales preparando una lista general de tareas: esta lista mostrará las tareas que
realiza cada uno. Cuando quede lista, entregar a todos los miembros del equipo una copia del
informe final: se pedirá que la revisen con cuidado y luego se reúnan para intercambiar
sugerencias sobre el modo de mejorar el flujo de tareas. Conviene centrar el debate en lo que
se hace, dónde, cuándo y cómo se hace, quien lo hace, cuánto tiempo exige y cuál es el valor
de lo producido.
¿Por dónde hay que empezar? La clave es la autodisciplina, implica hacer lo que sabemos que
debemos hacer, nos guste o no nos guste. La administración del tiempo en equipo se basa en
decisiones, no en sentimientos; la autodisciplina consiste en atenerse a las propias decisiones
y llevarlas a cabo. Con disciplina eliminamos las actitudes negativas que nos invaden y
conseguimos controlar mejor el tiempo.
Aprender a trabajar de forma efectiva como equipo requiere su tiempo, dado que se han de
adquirir habilidades y capacidades especiales necesarias para el desempeño armónico de su
labor. Los componentes del equipo deben ser capaces de:
Gestionar su tiempo para llevar a cabo su trabajo diario además de participar en las
actividades del equipo;
Alternar fácilmente entre varios procesos de pensamiento para tomar decisiones y
resolver problemas, y
Comprender el proceso de toma de decisiones comunicándose eficazmente para
negociar las diferencias individuales.
Beneficios:
Disminuye tu carga de trabajo, ya que los demás también colaboran.
Tienes mejores resultados, ya que dos o más lo hacen mejor que uno.
Aprendes a escuchar y a respetar a los demás.
Te permite organizarte de una mejor manera.
Mejora la calidad de tu comercio.
Recomendaciones
1) Enlista y divide las tareas tuyas y las de los demás.
2) Escribe qué hacer para cubrir cada una de las funciones y cuáles son las
responsabilidades que se tienen.
3) Escribe reglas básicas del trabajo en equipo y cómo coordinar los esfuerzos. En estas
reglas puedes tomar como referencia cosas básicas y marcar claramente: ¿qué hacer
cuando alguien no las cumple?
4) Algunas ideas en las que puedes basar tus reglas para el equipo son: ·
- Horario.
- Puntualidad.
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EPISTEMOLOGÍA 249
Facilitadora: Lic. Melvis Glez Acosta
Todos estos problemas son retos que tendrá que resolver el equipo, recuerda que son un
equipo y no pueden trabajar bien si alguien no se siente parte del mismo.
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