Divan - Conversaciones Con Enrique Bunbury
Divan - Conversaciones Con Enrique Bunbury
Divan - Conversaciones Con Enrique Bunbury
Javier Losilla
Prólogo
Diván, del árabe diwan y del persa dewan, significa colección de poemas. O de canciones, o sea.
Pero también llamamos así a ese asiento largo y mullido en el que se puede estar cómodamente
tumbado y que generalmente se asocia con el mobiliario de la consulta de los exploradores del
subconsciente. Diván, igualmente y desde ahora, es el título de este libro, una serie de
conversaciones con Enrique Bunbury. Y sólo a los recién llegados habrá que explicarles que el tal
Bunbury fue la voz ( y la jeta) de Héroes del Silencio, banda española que, como el náufrago del
que escribió García Márquez, fue aclamada, si no por las reinas de la belleza, sí por un elevado
número de seguidores en Europa y América. La crítica española, por su parte, no mostró tan
encendido fervor, pero ése es otro mambo que entonaremos en las páginas que siguen.
Bunbury, cerrado el capítulo de Héroes, inició carrera en solitario y la búsqueda de una identidad
sonora, bañándose en ríos de muy diversa procedencia cuyas fuentes guardaba en la recámara de su
memoria. Y en eso está; por ahora, con un par de apuestas en la calle. De manera que, hechas las
presentaciones, pasemos a las conversaciones.
Varias fueron las que él y yo mantuvimos para elaborar este libro. Yo, con la voluntad de un
psicoanalista que hurga sin piedad en todos los pliegues de la personalidad de su cliente; él, con la
resignación de un paciente que acude consentido aunque no entretenido a las sesiones. No
respondió a las preguntas tumbado en un confortable diván, sino sentado en silla de tijera. De
diseño, pero de tijera, a fin de cuentas. Con todo, durante los encuentros siempre tuvo la sensación,
y así se lo hizo saber a sus amigos, de que estaba asistiendo al psicólogo. Elemental parecía, pues,
llamar a este libro como se llama. Y más si tenemos en cuenta la natural inclinación de Bunbury
hacia la cultura árabe.
Conversaciones que, dicho sea ya para evitar frustraciones, no configuran una biografía del autor de
Radical sonora y Pequeño, tarea que para ser rigurosa habría necesitado de prolijas investigaciones
y de informaciones debidamente contrastadas. Aquí lo que se propone es sólo lo apuntado:
conversaciones. Más exactamente: preguntas y respuestas. Y se el entrevistado miente en la parte
que le toca, pues mala suerte. No obstante, y dado que Bunbury no supo del cuestionario hasta los
momentos e contestarlo, hay bastantes probabilidades de que diga la verdad. Es más: tiene uno la
sensación de que incluso ha dicho verdades que pueden resultar molestas.
El psicoanalista no obvió preguntas (cuando menos, conscientemente); el paciente no eludió
respuestas (cuando menos, inconscientemente). Y el resultado es un paseo por la infancia y la
adolescencia del músico; por sus encuentros y desencuentros con las religiones y las drogas; por sus
querencias políticas, sus viajes y sus aficiones; por su visión del negocio del rocanrol, su universo
musical y la avalancha y posterior retirada de Héroes. También por sus devaneos sexuales, claro.
Diríase, resumiendo, que no hay pecado capital del que no hayamos hablado.
Imposible ha sido, evidentemente, transcribir en las respuestas el tono y la intención d su voz, así
que sus ironías o enfados habrán de entenderse en el contexto. De cualquier forma, aunque
aligerándolas para evitar la fatiga al lector, he respetado en la medida de lo posible determinadas
cadencias de su expresión. Por lo demás, debo anotar que Carles Benavent, Abdel Halim Hafez,
Khaled, Charly Musselwhite, Martirio, Joji Hirota, Rizwan Muazzan Qawwali y Uri Cane pusieron
banda sonora a las conversaciones que siguen. Ellos aportaron la música. Bunbury, claro está, la
letra. El firmante ejerció modestamente de arreglista.
Javier Losilla
Zaragoza
Primavera de 2000
Capítulo
Diván/conversaciones con Enrique Bunbury
Pequeño
Like A Rolling Stone. Como un canto rodado, de aula en aula. Rebelde, no sé si
con causa, pero sí sin pausa, Bunbury confiesa que tuvo feliz infancia y
desgraciada adolescencia.
Parece que todos los intentos de que fuese un chico recto y ordenado fracasaron.
Incluso tuvo que enfrentarse a una falsa acusación colegial de tráfico de drogas.
Blandas, por supuesto.
Estudiante de inglés en Irlanda a los nueve años, montó su primer grupo a los
trece.
Precoz escuchador de Beatles, Rolling Stones y Santana y devorador de las
aventuras de Verne y Salgari, gastó sus primeros duros musicales comprando el
álbum It´s Only Rock´N´Roll. Sacaba buenas notas en religión, y jura que nunca
fue miembro de Parchís.
-N aciste en 1967. Ese año tiene lugar la guerra de los seis días entre árabes e israelíes; el
escritor guatemalteco Miguel Ángel Asturias recibe el premio Nobel de literatura; el doctor
Barnad realiza su primer transplante de corazón; mueren el Che Guevara, Otis Redding y
Woodie Guthrie; Gabriel García Márquez publica Cien años de soledad; los Beatles editan
Sgt. Pepper´s y se forman los grupos Blood Sweat And Tears, Bee Gees, Pink Floyd y Traffic.
¿Cuál de estos acontecimientos te interesa más?
- El premio Nobel de Miguel Ángel Asturias.
- ¿Por qué?
- Primero, por mi pasión por Guatemala. He visitado muchas veces el país, interesándome por la
cultura maya. Para mí, Miguel Ángel Asturias representa la corriente conciliadora que aparece en el
siglo xx, con un pie en el indigenismo. Sobre todo, libros como Tres de cuatro soles y esa faceta
revisionista que tiene Leyendas de Guatemala, más que novelas como El señor presidente u
Hombres de maíz. Estas novelas, la verdad, no me gustaron tanto; pero las leyendas y la revisión
que hace del Popol Vuh a través de Tres de cuatro soles me marcó mucho. Es un escritor muy
importante para mí, sobre todo por su forma tan poética de escribir.
- Dejemos la mitología indígena y vayamos con tu infancia. ¿Cómo fue?, que decía el bolero.
- Creo que tuve una infancia muy feliz y una adolescencia muy desgraciada. No sé si fui el típico
rebelde sin causa, pero me enfrenté a todo y a todos. También me marcó mucho porque estiré
demasiado la adolescencia. Realmente, hasta muy entrados Héroes seguí siendo un adolescente. La
verdad es que de la infancia no recuerdo nada, salvo cosas como una pelea con un amigo en el
colegio o que desatornillaba los asientos en la guardería. Nada más. Era un niño sonriente y feliz.
- Todos los colegios por los que pasas son religiosos. ¿Cómo te marca eso?
- Religiosos de línea dura. El colegio Sagrada Familia simpatizaba con el Opus Dei, y el
Montearagón era directamente del Opus. Lo que pasa es que como yo estaba casi de paso no hacían
mucho hincapié en la religión; sabían que iba a durar cuatro días. Y no me trataron en Montearagón
como yo imaginaba, pero en Marianistas, que es donde más estuve, me marcó mucho encontrarme
con una serie de individuos que enseñaban la religión a palos. Y eso que siempre he tenido una
atracción natural por esos temas, aunque a nivel de estudio y no de practicante. De hecho, hacía
unos trabajos de religión magníficos. Sacaba buenas notas por mi interés, pero ponían:
<<Sobresaliente; actitud: negativa>>.
- De ese vía crucis colegial, ¿qué recuerdas con mayor agrado, y qué con más fastidio?
- Con agrado, determinados profesores: los de filosofía de Cima y Montearagón, el que me daba
química y religión en Marianistas… Con algunos profesores tuve muy buena relación: a nivel
personal y en el aspecto de sentir mucha admiración por lo que ellos me transmitían. Ya en la
Sagrada Familia, mi último colegio, realmente me dedicaba a componer. Me iba al parque, a los
pinos, y me llevaba la guitarra. Llegaba tarde a clase, me dormía, estaba trabajando de DJ en El
Bandido… Bueno, también recuerdo con agrado haber hecho algunos amigos que aún conservo. Es
gente que nada tiene que ver con la música y que me ha hecho en algún momento tener un pie en el
suelo. Nunca he sido demasiado práctico y me ha venido bien tener una visión de las cosas más
mundanas. Además, mis primeros grupos los monté en el colegio.
- Te dejas lo negativo…
- Hay sucesos determinados… Del primer colegio al que fui me echaron; en teoría, por tráfico de
drogas. Fue una cosa muy dura, porque tuve que enfrentarme en una reunión con un cura del
colegio y con mis padres. El cura decía que yo había estado pasando hachís a los críos de la clase y
yo les decía a mis padres que no, que era mentira, que ese tío estaba mintiendo. Por supuesto, le
creyeron a él. Fue una situación desagradable, porque te sientes como cabeza de turco de
determinada situación y no cuentas con el apoyo de tus padres.
- Hablaremos más delante de os viajes, que suponen un elemento importante en tu vida, pero
quiero saber si la de viajar es una costumbre que adquieres de crío.
- Empecé a viajar a los nueve años porque mis padres me mandaron a Irlanda para aprender inglés,
con unos intercambios que hacían con niños de ese país. Me fui con mi hermano mayor y estábamos
en casas diferentes. Ahí descubrimos lo que se estaba fraguando con el punk, porque empezamos a
conocer grupos que nos traíamos y que nadie de mi círculo conocía aquí, como Police o The Clash.
Y, además, coincidió que mi hermano era vecino de Adam Clayton, de U2. Él los veía ensayar y
para los dos era como el grupo de nuestros amigos de Irlanda, aunque yo nunca los conocí. Ésa fue
mi introducción en la música de los ochenta, porque hasta entonces yo era sesenta y setenta.
Ésos viajes los hice durante tres años, y era curioso estar en Irlanda siendo tan joven y descubrir
toda esa música. Y creo también que en los viajes me han influido mucho las lecturas de la infancia,
aunque ésta es una reflexión posterior. Pero creo que novelas como las de Emilio Salgari o Julio
Verne, de los que leí todo, en cierto modo han marcado mi afición por viajar y sobre todo por países
exóticos; porque empecé viajando a la India, no a Almería, por ejemplo.
- ¿Ya tenías claro entonces que querías cantar o sólo tocabas un instrumento?
- Era guitarra solista y o cantaba. Realmente no pensaba qué es lo que quería hacer, simplemente
quería estar en un grupo, y me pareció que tocar la guitarra eléctrica era lo normal. Empecé a cantar
cuatro o cinco grupos después de ése. Estuve en uno con mi hermano, que se llamaba Rebel Waltz,
como una canción de los Clash, y ahí cantábamos varios. Yo tocaba la batería. Luego, en Proceso
Entrópico, toqué el bajo, y cuando entré en Zumo de Vidrio, con Juan, canté porque me lo pidió él.
Fue la primera vez que lo hice un poco en serio.
- ¿Cuál fue la primera canción que compusiste, de manera más o menos profesional?
- No sé si fue Héroe de leyenda u Olvidado. Realmente es que muchas cosas las empecé a hacer con
Héroes. Bueno, no, en Proceso Entrópico hice casi todas canciones y eran… muy malas. Era todo
muy pretencioso; íbamos con máscaras, nos basábamos en el cómic underground norteamericano,
proyectábamos diapositivas… Las letras tenían mucho que ver con el espectáculo. Hicimos una
especie de ópera-rock.
Contracorriente
Héroes del Silencio o el buque que nunca se detenía. Había que subirse a
él en marcha, recuerda Bunbury. Un carguero que recogía frutos en Europa
y Latinoamérica, pero también un crucero para saborear los placeres del
éxito. Sin medida, como las grandes estrellas del rocanrol. El camino del
exceso conduce al palacio de la sabiduría, sentenció William Blake, de
quien algo sabe el que fue el timonel del barco que nos ocupa. Días de
vino, rosas y algún que otro escupitajo en Chile. Pero toda borrachera tiene
su resaca, y toda luna de miel, su despertar cansino. Y Bunbury se plantó.
Fue, y cito literalmente, <<un jarro de agua fría>> para el resto de la
tripulación. Y para la facción fundamentalista de los fans del grupo.
Bunbury asume el legado, pero muestra su lado crítico: <<La verdad es
que no me gusta ningún disco de Héroes>>. ¿Contracorriente?
- ¿Qué pasó con esa maqueta?- Beatriz, la hermana de Juan, nos dijo que conocía a Cachi, que
para nosotros era el tótem. <<¡Dios mío, Cachi>>, dijimos. Fuimos a verlo, le llevamos la maqueta
y no nos hizo ni caso. Pero más tarde llamó a Beatriz para que fuésemos a su programa. Y mientras
íbamos hacia la radio tuvimos que pensar qué nombre poníamos al grupo. Lo tomamos de Héroe de
leyenda, una canción que al principio se llamaba Héroe del silencio. Se nos ocurrió justo en la
puerta de Radio Zaragoza. Ahí empezó Cachi a apoyarnos. Estamos hablando de 1985.
- Héroes rompe en Zaragoza con una costumbre muy arraigada en esa época en los grupos de
la ciudad: esperar a que un cazatalentos llegase con un contrato en la mano. Vosotros
empezáis a mover el culo desde el principio, dando guerra por las compañías de discos.
- Recuerdo que escuchábamos lo que habíamos hecho y decíamos: <<Tenemos que hacer un disco
con estas canciones; esto le gusta a la gente y cada vez hay más espectadores en los conciertos>>.
Había como una especie de plan que íbamos improvisando, pero estaba claro que teníamos que
hacer las cosas por nosotros. Incluso manejábamos una vaga idea de pasos a seguir, como buscar un
manager. Conseguimos uno, que se dedicaba a las orquestas de baile y que nos hizo carteles. Pero
no consiguió ni un bolo. Y yo copié de los discos que tenía las direcciones de las compañías y
mandamos las canciones a todas las que había; algunas incluso habían desaparecido cuando
enviamos el material. Recibimos carta de Sony, por ejemplo, donde nos decía que por el momento
no entrábamos en los planes de la compañía, aunque se nos invitaba a que siguiésemos mandando
cosas.
- Empezáis con un maxi (Héroe de leyenda). Parece que la compañía no se fiaba mucho.
- recuerdo que a Ricardo Ortiz, director de marketing de EMI en ese momento, le dije: <<Bueno,
sacamos un maxi, pero pase lo que pase va a haber un elepé, aunque no vendamos 5.000
ejemplares>>. La respuesta fue: <<No, si no vendéis 5.000 copias no hay elepé>>. Nos quedamos
todos como diciendo: <<¡Hostias!, ahora resulta que hay que vender 5.000, y si no, nos echan de la
compañía>>. Nos quedamos chafados. Igual eran menos copias, pero vaya… El hecho es que la
cifra que fuera se vendió concretes. Creo que llegamos a las 30 o 40.000 copias, que era un hito.
- Buen rodaje.
- La verdad es que durante unos cuantos conciertos nos estuvimos curtiendo en todo tipo de
escenarios. Creo que fue en 1987 cuando tocamos en la sala En Bruto y entonces firmamos con
Gustavo Montesano. Con ese concierto convencimos a la compañía de discos. Creo recordar que
fue dentro de un ciclo llamado Zaragoza sobre el escenario, organizado por Mariano Chueca, de
Distrito 14.
Y bueno, en el 86 fue lo del concurso de Salamanca. En la final zaragozana, que se celebró en el
Rincón de Goya, además de nosotros estaban Distrito 14, que entonces se llamaban Pékora Harris;
Los Modos y alguien más que no recuerdo. Ganamos, fuimos a Salamanca y nos quedamos los
terceros. Pero también ahí nos vio gente de EMI.
- Vayamos a asuntos concretos del trabajo de Héroes. Tu forma de escribir, por ejemplo. ¿De
dónde vienen esos textos tan enrevesados que tienen las canciones? ¿Manejas entonces, a la
manera de Jim Morrison, referencias de poetas simbolistas como Mallarmé, Verlaine,
Rimbaud o Valéry?
- Pensaba entonces en autores extranjeros que me gustaban. Un poco por lo que entendía en inglés,
que tampoco era demasiado. Pensaba en Leonard Cohen y en Dylan. En gente así, que consideraba
grandes escritores de canciones y que no me parecían fáciles de comprender. Así que creía que
había dos formas de escribir: cosas como She loves you, yeah, yeah, yeah… o Tutti fruti orruti o,
por el contrario, acercarse un poco a la poesía culta, a la literatura. Y en cierto modo provoqué, sin
grandes conocimientos, que las letras de Héroes fueran así. La verdad es que no sabía escribir letras;
ni de una forma, ni de otra. Pero me salió naturalmente hacerlas así.
- Entre 1988 y 1995 grabáis un maxi, cuatro discos de estudio y tres en directo. ¿Es una
discografía suficiente, o escasa?
- Siempre pensé que íbamos muy lentos. Lo que pasa es que las giras de Héroes desde el principio
influyeron mucho a la hora de estar en las nubes. Porque siendo tan críos hacíamos giras
larguísimas, y, además, enseguida empezamos a tocar por el extranjero. Y veníamos de tocar con
éxito por otros países, llegábamos aquí y éramos estrellas del rock. Y vivimos como estrellas del
rock durante mucho tiempo. En todos los aspectos. Fue la locura y el no darse cuenta de que en el
fondo éramos personas normales y corrientes.
- Tú siempre has sido la imagen, la cara, de Héroes, de tal forma que había una clara
identificación grupo-Bunbury. ¿Cómo llevaba ese detalle el resto de la banda?
- Creo que no lo llevamos bien ninguno: ni ellos, ni yo. Por un lado, porque yo nunca quise que
fuera así. Y de hecho, siempre provoqué ante la compañía y ante los fotógrafos que bajo ningún
concepto se hiciesen fotos mías en solitario. Eso era así hasta límites en los que ya era una postura
artificial: no aceptamos hacer nada en lo que yo pudiera salir solo. La postura normal hubiese sido
asumir que estaba ocurriendo algo, que en cierto modo es lógico y que es lo habitual en cualquier
grupo: que destaquen al cantante. Quizás si lo hubiésemos llevado con naturalidad, eso no hubiese
hecho tanta mella en el grupo, tanto daño.
- Has mencionado que vivíais como estrellas del rock. Cuenta los detalles para envidia del
resto de los mortales.
- Antes de El espíritu del vino empezamos a vender burradas en Europa. Senderos de traición vende
un millón y medio de discos; de ellos, 500.000, en Alemania, que es muchísimo. Pero en Italia
vendemos 200.000; en México, otros 200.000… En casi todos los países es disco de oro. En Bélgica
y en Suiza también íbamos muy bien. Y de que Ricardo Ortiz nos diga que si no vendemos 50…
copias nos echa, pasamos a hablar con los megacapos en Inglaterra y Estados Unidos y somos
objetivo principal de la compañía, a nivel internacional.
Empezamos a vivir una situación que nos parece normal y que creo que es el primer error.
Pensamos que todo lo que nos ocurre es porque somos buenísimos. En esos momentos no tenemos
una vida ajena al rock; todos los días somos estrellas del rock y vestimos como tales. Nos
compramos la ropa en Londres y en Nueva Cork para vestir el uniforme de las estrellas. Y junto a
eso, todos los tópicos: las drogas, el sexo… Realmente no tenemos momentos en los que vivamos
una situación normal, ni nadie tiene entonces novias. Todo lo que hacemos es para el grupo.
- Ejemplos, ejemplos…
- Vamos a grabar el tercer álbum y no tenemos canciones. Pero nos metemos en el estudio.
Decimos: <<Bueno, entramos y ya saldremos con un elepé>>. Y la primera decisión que tomamos
en el estudio es: <<Como no tenemos canciones vamos a hacer un disco doble>>. Era una forma de
pensar que ahora me parece muy rara, ¿no? Nos quedábamos solos en el estudio y queríamos
experimentar condromas y componer canciones bajo sus efectos. Y todos juntos tomábamos drogas.
Nos atiborramos de éxtasis grabando. Además coincidió que estábamos en Navidad y Phil
Manzanera se iba con su familia. Lo mismo hizo el ingeniero de sonido y nos quedamos solos,
grabando canciones que no existían.
Era una época en la que las drogas estaban incluidas en el presupuesto de grabación. No sé, lo
veíamos como algo normal. No pensábamos que pudiera ser de otra forma. <<Somos estrellas del
rock y por supuesto que la compañía nos tiene que pagar las drogas>>. Esa era nuestra forma de
pensar.
- Así las cosas no es difícil imaginar que las giras serían enloquecedoras.
- Lo que pasa es que por otro lado teníamos un lado muy profesional. Entonces, ni siquiera hubo
que poner una norma que era no salir borracho a un concierto. Creo que durante toda la carrera de
Héroes sólo una vez me emborraché antes de un concierto. Y Juan, con todo lo que él ha sido, a lo
mejor, dos; no más. En ese sentido, éramos superprofesionales. Nunca nos emborrachábamos o
tomábamos drogas antes de un concierto.
- Las cifras de ventas de los discos de Héroes en Europa de las que hablabas antes permiten
calibrar el impacto del grupo entre nuestros vecinos; sin embargo, ese éxito se puso a menudo
en cuarentena desde España.
- Creo que fue muy, muy fuerte el impacto, sobre todo si lo comparamos con lo que ha pasado con
otros grupos. Posteriormente, ya ha empezado a haber cosas reales con otras bandas: una gira de
treinta bolos de Celtas Cortos por Francia; Tomatito, que hace giras europeas; Hevia, que ha
actuado por ahí, o Luz Casal, que también he tenido éxito en Francia. Pero hasta entonces,
exceptuando el éxito de Mujer contra mujer, de Mecano, cantada en francés, lo que salía en la
radio, sobre todo a través de Los 40 Principales y de Joaquín Luque, eran cosas como: <<El no va
más de Duncan Dhu en su gira norteamericana>>. Que luego era todo mentira, o al menos eran
datos inflados, y todos os periodistas lo sabían.
Eso hizo que cuando nosotros tuvimos éxito y empezaron a decirlo algunos medios, nadie se lo
creía. De hecho, pasó mucho tiempo hasta que se creyeron que Héroes estaba vendiendo lo que
estaba vendiendo. Y todavía me siguen diciendo: <<Vosotros tuvisteis mucho éxito en Alemania>>.
Como si realmente Héroes sólo fuera Alemania. Héroes tocaba en Paría y llenaba el local. Y en
Bélgica y en Luxemburgo. Tocábamos prácticamente en toda Europa. Exceptuando Inglaterra,
donde no se publicaban nuestros discos, vendíamos muy bien en el resto de Europa, y, sobre todo,
en Europa Central.
- ¡Viva la autocrítica!
- Pero hay una cosa en Héroes del Silencio que es muy importante y es que con ellos se apasionó de
manera ilógica una serie de gente de su generación. Luego imagino que algo verían en nosotros.
Pero es lo único que puedo decir en nuestra defensa; algo de bien. Y creo que esa es nuestra arma
para que dentro de cinco años nos recuerden quienes nos siguieron. Supongo que cuando
reflexionen sobre su vida nos considerarán una parte importante de su juventud.
- No pasemos por alto las siempre tortuosas relaciones entre la prensa española y Héroes.
¿Por qué nunca os tomó muy en serio?
- El único piropo que nos soltaron fue que éramos un grupo muy trabajador. Era la forma de hablar
bien de Héroes del Silencio. Que a mí me irritaba porque pensaba: <<¡Joder!, no creo que seamos
sólo trabajadores; supongo que habrá algo más. Y si no, ¿por qué compran los chavales nuestros
discos?>>. Y, de hecho, alguna canción respaldaría de todo lo que hemos grabado. Pero no sé, no
gustábamos absolutamente nada a la crítica. Supongo que porque le hacíamos un daño que, por
ejemplo, no le ha hecho La Oreja de Van Gogh, que ha vendido más que nosotros. Y no he leído
críticas negativas de ese grupo. O bandas de esa época que también vendían, como La Unión, con
las cuales no se ensañaba tanto. Vaya, había muchos casos. Grupos que considero peores que
nosotros. No creo que lo hiciera con Héroes porque pensara que éramos especialmente malos; creo
que a la crítica parecíamos especialmente estúpidos.
- O chulos.
- Pero una chulería estúpida.
- Descartada la luna de miel con la prensa, ¿qué me dices de las relaciones de Héroes con los
músicos españoles?
- Eran mucho menores de las que tengo actualmente, pero a través de la oficina en la que
estábamos, que era la de Pito, Diez/10 Management, había un poco de clan, de gueto, porque
tocábamos mucho juntos: Gabinete Caligari con Héroes o con Loquillo, incluso con Alaska y
Dinarama. Con esos grupos había mucha relación. Además, en la oficina estaban también Niños del
Brasil y El Norte, que era el grupo con el que todos nos metíamos un poco. ¡Pobrecillo! Con
Gabinete y con Loquillo la relación ha durado hasta hoy.
- ¿Y con grupos extranjeros, con los que coincidisteis en festivales por Europa, hubo alguna
relación especial?
- Había una serie de grupos, o de artistas, a los que yo me acercaba con una devoción especial. Me
acercaba muy, muy fan. Cuando conocí a Leonard Cohen me temblaba el pulso y no sabía qué
decirle. Era para mí una figura venerable. Además, era un individuo de casi sesenta años y yo, un
crío, y pensé: <<¿Qué coño voy a decirle a este hombre?>>.
Sin embargo, con otros hubo más relación porque coincidíamos más veces. Es el caso de Robert
Plant, con el que estábamos alucinados porque nos tomaba como los chavalillos que empiezan, un
poco apadrinándonos. Y cada vez que nosotros íbamos a su concierto y él venía al nuestro. Así que
terminábamos hablando en los camerinos y fue para nosotros algo especial. Obviamente,
empezamos por pedirle un autógrafo, pero el hecho de comenzar a hablar nos llevó a otra relación.
Luego hay cosas más esporádicas en cuanto a coincidir con grupos. Con Black Crowes, que nos
invitaron a una fiesta, o con Aerosmith, con los que nos pasó algo gracioso, porque Beatriz
Valdivia, la hermana de Juan, era muy fan de Aerosmith y se vino con nosotros al concierto de
Finlandia, donde tocábamos con ellos. Y cuando estábamos juntos en el camerino no nos
atrevíamos a acercarnos. Además, iban con guardaespaldas. Bueno, pues la única que lo hizo fue
Beatriz, que agarró del cuello a Steven Tyler, el cantante, y casi le obligó a hacerse una foto con
nosotros. Posteriormente, Steven salió en la MTV con una camiseta de Héroes. Si no llega a ser por
el desparpajo de Beatriz aún estaríamos paralizados en el camerino.
- Decisiones sobre qué hacer, qué tipo de giras, qué canciones meter en los discos y en los
repertorios de directo.
- La mayor parte de las decisiones eran consensuadas. También hubo un momento en la carrera del
grupo, que creo que fue clave, cuando ocurrió lo que ocurrió con nuestro manager: Y, de hecho, el
último año y medio funcionamos así. Ahí tomábamos todos las decisiones, pero creo que yo asumí
más parte de peso. Pero en la época de Pito tomábamos decisiones conjuntas. Siempre.
Hombre, había cosas que las hacía yo, como el repertorio, pero si al grupo le parecía algo mal, pues
lo cambiábamos. Pero otros asuntos los llevábamos Juan y yo: decisiones de tipo artístico como con
quién hacer el disco, cómo hacerlo, en qué condiciones o dónde lo grabamos.
- Más relaciones de Héroes. Con la compañía de discos, por ejemplo. Libertad para hacer las
cosas, presiones… En fin, ya sabes.
- Una anécdota graciosa: mientras grabábamos El mar no cesa, nos enteramos de que por la noche
habían metido trompetas en el disco, sin que nos diéramos cuenta. Unas trompetas de tecladillo.
Fuimos, las escuchamos y me entró la risa cuando las oí. Pensaba: <<Esto no puede estar
sucediendo>>. Creo que ese fue un momento clave. Estábamos grabando en el estudio de Hispavox,
subí al despacho del capo y le dije: <<Bueno, habéis metido esas trompetas, que son una puta
mierda, y no quiero que estén en el disco. Prefiero que el disco no se edite, me vuelvo a Zaragoza y
me dedico a la carpintería, pero no quiero que salga eso>>.
Y vieron que realmente teníamos las cosas lo suficientemente claras para dejarnos decidir. Porque
aunque el primer álbum no quedó como queríamos, cuando el segundo, la compañía ni apareció por
el estudio. Y así, el resto. No escuchaban ni las maquetas. Creo que era una mezcla de confianza y
miedo. Confiaban porque el grupo vendía, pero también porque éramos… ¡uf!
- Un grupo rentable.
- Era rentable aguantarnos. Creo que hemos dado muchísimos dinero a la compañía, y más teniendo
en cuenta que alguno de los contratos –creo que tuvimos tantos como discos- era <<contrato de
lentejas>>. Y un contrato de lentejas que pega el petardazo que dio Senderos de traición tuvo que
ser muy rentable para la compañía.
- En el diario que escribiste durante la gira Avalancha, en 1995, anotas: <<Me doy cuenta de
que cada vez me aíslo más en el autobús, en las decisiones que tomo junto a Tomás… la
verdad es que no me veo formando una banda tipo Rolling Stones, que dure una eternidad.
Soy un culo inquieto, necesito movimiento>>. ¿Era el principio del fin de Héroes?
- Sí. Tengo un recuerdo muy claro de ese concierto, que fue en Sevilla. Me acuerdo hasta de la
fecha, 6 de diciembre, algo raro en mí. Fue el día que empecé a pensar que no quería estar más en el
grupo. Aparte de que se daban una serie de circunstancias que a todos nos hacían infelices. Quizás
porque nunca llegamos a parar y a tomarnos las cosas con calma. El caso es que llegó un momento
en el que musical y personalmente yo no estaba contento, y pienso que habíamos creado una
especie de monstruo: lo que representaba Héroes y el público tipo secta que habíamos creado, algo
con lo que he tenido que enfrentarme en estos años que llevo de carrera en solitario. Ese público
cerril y fundamentalista que cree que Héroes tiene que ser de una forma muy concreta.
En fin, sobre todo se trataba de que el rocanrol tenía sentido para mí como una música que me ha
acompañado a los veinte años y que incluso ahora, a mis treinta, podría acompañarme, por lo menos
algunas cosas; pero no me gustaría verme con cincuenta años haciendo rocanrol dentro de unos
parámetros estrictos. Creo que dentro del rocanrol hay una serie de connotaciones de tipo erótico-
sexual y de rebeldía, que si no las eliminas a determinada edad eres un fantoche. Es un poco contra
lo que tiene que estar luchando constantemente Mick Jagger. Por eso se mantiene en forma y sigue
siendo tan atlético. Perfecto. Pero yo no quiero tener esa lucha conmigo mismo; no quiero ser
juvenil ni atractivo con 56 años. A esa edad no tienes que ser juvenil. Entonces, tengo otra serie de
ídolos que creo que han envejecido más según mis criterios y pienso en Van Morrison, que es
gordo, calvo y viejo.
- Y malhumorado.
- Y malhumorado. Y me veo más con ese aspecto. Bueno, ojalá no tenga ese aspecto. Pero quiero
decir que existe una forma de hacer rock adulto, una forma de desviarse lo suficiente como para no
depender de la rebeldía y del erotismo. Y eso es lo que me gustaría hacer, porque creo que hay otras
fórmulas; me gusta más la rebeldía de un buen letrista. El Lou Reed de Magic And Loss o el Dylan
de los discos fantásticos de los noventa. Prefiero ser así. Incluso salirme de esa vía de <<tengo que
sonar en 40 Principales y tengo que conseguir una esponsorización de Nike para mi gira>>. Porque
ése era el futuro de Héroes. El futuro era stadium rock, espónsor de Nike y McDonald´s, o de San
Miguel y Telefónica, y gira internacional. Y todos vestidos por Jesús del Pozo.
- ¿Fuerzas la separación de Héroes como único camino u ofreces otras alternativas al grupo?
- Después de ese día conflictivo, que creo que fue el del último concierto, me fui a Guatemala y
estuve pensando durante un tiempo. Reflexioné mucho a través de un diario que escribí ahí y
cuando volví ya tenía claro que dejaba el grupo, porque además coincidió con la enfermedad de
Pedro, que lo operaron, y teníamos que ir de gira con otro batería. Era todo muy incómodo. Pedro
siempre ha sido el gran conciliador del grupo.
Entonces le comenté esto a Antonio Estación, que fue un poco la bisagra, y me dijo: <<Hombre,
creo que deberías darles una oportunidad, reunirte con ellos y comentarles las preocupaciones que
tienes, las musicales y las otras>>. Musicales tenía muchas, pero también de forma de actuar: quería
frenar el buque y tomar una serie de decisiones. Hice una reunión en México, que fue donde
empezamos la gira, y propuse todo esto. Y cayó como un jarro de agua fría. Hubo quien lo aceptó
mejor, pero en definitiva no hubo entusiasmo. Y a partir de ahí todo fue de mal en peor. Creo que
fue en Tijuana donde dije que no quería continuar y que cogía un avión de vuelta a España. Me
parece que fue Tomás quien me convenció para continuar la gira.
- En una entrevista que hicimos en 1997, a propósito de la posible vuelta de Héroes, dijiste una
frase realmente contundente: <<Sólo un milagro puede reunir a Héroes y yo no creo en los
milagros>>. ¿Continúas con esa incredulidad?
- La verdad es que creo más en los milagros que en la resurrección de los Héroes.
- ¿Te han presionado tus compañeros para que esa resurrección se produzca?
- A mí nadie me ha llamado para juntar a Héroes; ni la compañía ni el grupo. Quizás porque soy
muy claro en declaraciones como la que mencionabas. Y porque supongo que no hay una dirección
a tomar, un qué hace exactamente con Héroes en el caso de que nos juntásemos.
- Sin embargo, tus compañeros nunca han dado el asunto por zanjado. A raíz de la promoción
de Rarezas, tuve la impresión de que mantenían cierta esperanza en la vuelta.
- De esa promoción me pareció mal que jugaran con la esperanza de los chavales. Creo que dejaron
la puerta muy abierta a esa posibilidad y la realidad es que se necesitan muchas llaves y ganzúas
para abrirla.
- Me consta que mantienes buenas relaciones con Pedro Andreu. Lo ves habitualmente y lo
has invitado a participar en alguno de tus conciertos. ¿Cómo van las cosas con los demás
héroes?
- Con Juan nos vemos de Pascuas a Ramos. La verdad es que ahora no tenemos ningún problema,
ya que el que teníamos se llamaba Héroes del Silencio. Al no formar parte de ese proyecto común
no tenemos nada sobre lo que discutir. Bueno, podemos hablar de música o sobre los pañales y la
educación de su crío, ¿no? Y a Joaquín le quiero muchísimo, lo que pasa es que lleva una vida muy
retirada. En definitiva, creo que Joaquín y Juan echaban de menos una vida casera, más reposada,
más con sus mujeres. Y creo que una vez disuelto el grupo cada uno ha hecho lo que quería hacer.
- Tengo que preguntarte por los proyectos en solitario de Pedro Andreu (Puravida) y de Alan
Boguslavsky (Bogusflow). ¿Qué te parecen sus debuts discográficos?
- No puedo evitar oír un disco de mis compañeros y pensar cómo lo hubiera hecho yo. El disco de
Bogusflow me encanta, es un gran disco. Pero le pongo dos pegas: es demasiado corto y está
cantado en inglés. Esto último, aunque no sabría decir muy bien por qué, para mí es un handicap en
España y en Latinoamérica. Y el hecho de cantar en inglés le acerca demasiado a las influencias,
que creo que quedarían más ocultas si cantara en español. Con lo cual ganaría en personalidad.
Y en el caso de Pedro creo que había material para hacer un disco mejor. Quizás tenía que haber
trabajado más. Tanto la producción como la instrumentación no tienen el suficiente grado de riesgo.
Eso quizás venga porque a Pedro hay un cierto tipo de rock americano con raíces que creo que le ha
influido demasiado. Suena demasiado estándar americano para un país como España. Yo habría
hecho ese disco con mucho más riesgo. Un disco más complejo, instrumental y rítmicamente.
- Cuando inicias carrera en solitario, tras la disolución de Héroes, Alan trabaja contigo como
músico. Luego forma Bogusflow, donde cuenta con Copi y Ramón Gacías, dos e tus
instrumentistas, y abandona tu banda. ¿Le presionaste para que eligiera estar en un sitio o en
otro?
- No, todo lo contrario. Creo que tanto Alan como Copi y Ramón se ponen ellos solos entre la
espada y la pared. Yo no les puse en Bogusflow; en todo caso les abro una ventana. Les digo:
<<Mirad, aquí tenéis una baza. Estoy encantado con vosotros. No sólo aquí tenéis una banda, sino
que vamos a ensayar durante meses, lego grabaré el disco y querré salir de gira>>. Y son ellos los
que, al sacar el disco en unas fechas coincidentes con mi trabajo, estuviera previsto o no sacarlo
entonces, se colocan en una disyuntiva. Por supuesto que puedo retrasar mi disco, pero no puedo
retrasar mi carrera porque ellos estén haciendo eso.
Entonces son ellos los que tienen que tomar una decisión y es Alan quien decide abandonar
Pequeño. De hecho, Copi y Ramón han compatibilizado los dos proyectos. También porque
Bogusflow no les da tanto trabajo. Yo les digo: <<Tenemos estos conciertos>>. Y son ellos quienes
tienen que decidir si vienen o no. Y en el caso de que no vengan a lo mejor tengo que tomar yo la
decisión de buscar a otros, ¿no?
- ¿Cómo se lleva el paso de estar en un grupo donde las decisiones se toman de una manera
más o menos compartida a ser el jefe y tener músicos asalariados?
- Al principio me costó mucho con Radical sonora. Quizás por eso monté una banda y el disco
suena a banda. Por supuesto que he dejado a los músicos un terreno para respirar. Y esa
comunicación está muy bien. Pero ya con Pequeño las cosas cambiaron mucho y asimilé más el
papel de jefe que me toca. Más que nada, porque es mi carrera. En el disco pone Bunbury y
Bunbury soy yo. Y el material viene fundamentalmente de un trabajo personal, aunque haya una
serie de canciones en las que existe una apuesta común con la anda. Pero el proyecto, la dirección y
la producción pasan por mis manos, y, en ese sentido, Pequeño ha estado cerca de la tiranía más
absoluta. Y es posible que siga por esos derroteros.
- Al margen de esa facción fundamentalista de los fans que has mencionado, en general,
¿cómo asumen los seguidores del grupo la ruptura de Héroes?
- Creo que cualquier persona racional asume que un grupo se separe, aunque sienta más o menos
pena. Pero, desde luego, hay un grupúsculo que empieza a buscar culpables y que quiere una cabeza
de turco, que, por supuesto, soy yo. Porque soy el primero que abre la boca, porque soy el primero
que hace declaraciones y porque soy el primero que hace un disco. Y, encima, diferente de lo que
era Héroes. Así que para ellos queda absolutamente claro quién es el culpable: <<Bunbury, que
ahora quiere ser Spaceboy, quería que nuestro grupo idolatrado se convirtiera en una mariconada
tecno>>.
Tenían clarísimo contra quién ir. Y, de hecho, aparecieron en nuestras páginas de internet llamadas
al boicot de Radical sonora, con frases del tipo <<cuanto antes se arruine Enrique, antes volverá
con Héroes>>. Menos mal que mucha gente no les hizo caso. Pero sí que me encontré con parte de
ese boicot en conciertos. En el de Zaragoza, principalmente, donde una serie de gente no aceptaba
que tocase canciones de Héroes del Silencio, algo que me resultó extrañísimo. Pero en ese concierto
tomé la decisión de no tocar más esas canciones en los conciertos por España. Fuera, sí, con una
respuesta mucho más positiva, que es lo lógico y que era lo que yo pensaba que tenía que ocurrir:
que observaran ese guiño hacia el pasado, hacia un grupo que les gustaba y que lo tomaran como
algo para agradecer en vez de algo para criticar.
- Senderos de traición
- Es un disco que refleja exactamente cómo éramos en ese momento y, en ese sentido, creo que es
perfecto. Un disco que no tiene más ambiciones: lo que conseguimos es lo que queríamos hacer. No
es El mar no cesa, que nos habría gustado que sonara de otra manera, ni El espíritu del vino, que en
otras circunstancias habría sido mejor disco. En Senderos de traición están las canciones más
emblemáticas de nuestra carrera –Maldito duende y Entre dos tierras-, y es un disco que nos ha
dado muchas satisfacciones. Precisamente por Entre dos tierras, que en Europa ha vendido muchos
singles y muchos elepés, y que hoy todavía se sigue escuchando en discotecas y clubs de Europa
Central. La saben cantar hasta los alemanes.
- Avalancha.
- Es lo opuesto a El espíritu del vino. En vez de hacer un disco amplio de miras y apuntando a
diferentes terrenos musicales, concretamos. Frente a la discrepancia musical que existía en el grupo,
buscamos esa área común donde trabajar a gusto, que era lo que nos gustaba a todos en conjunto: el
rocanrol. Era el único islote en el que podíamos coincidir. Por eso salió un disco tan ortodoxo.
También, en cierto modo, el hecho de que lo produjese Bob Ezrin eliminó ese sonido europeo que
tenía Héroes y nos americanizó demasiado. Fue el disco con el que entramos definitivamente en
Latinoamérica.
Capítulo
DIVÁN / Conversaciones con Enrique Bunbury
Big Bang
Productor por accidente, editor de una revista que sólo publicó un
número, circunstancial empresario discográfico, compañero de viaje en
álbumes colectivos, director de sus propios videoclips… Bunbury, entre la
urgencia de no poder estarse quieto y la necesidad de tener todo bajo
control, aprovecha el tiempo como si el día tuviese cuarenta y ocho horas.
Y junto al recuento de esas actividades, una mirada al Wilde de La
importancia de llamarse… Bunbury; el recuerdo de una oferta
cinematográfica que nunca consumó, con Ana Álvarez como protagonista,
y los encuentros en El Escorial con Albert Hofmann, a quien debemos el
LSD, y Alexander Shulguin, descubridor del éxtasis. Fue Hofmann,
precisamente, quien regaló en esas jornadas un ácido al cantante, que éste
nunca tomó y que guarda como un trofeo. Un poco seco, claro.
Mitómano que es el muchacho.
-A notemos, antes de pasar a otras cosas, en el haber de un tipo que no puede estar sin
hacer algo, tu faceta como productor. ¿Qué te impulsa a esa actividad?
- Fui a un concierto de Las Novias, en la sala Heaven, de Zaragoza, y me había tomado un ácido. Y
cuando el grupo tocó El novio de la muerte pensé que esa canción era una bomba, aluciné
muchísimo y dije: <<Quiero producir a este grupo, quiero sacarlo adelante>>. Y bueno, gracias a
Pito conseguí un contrato para Las Novias en Polygram y nos metimos en la producción del disco.
En ese momento estábamos haciendo la gira de Senderos de traición y teníamos más de cien
conciertos en España. Pues en medio de esos conciertos iba a los estudios donde podía grabar a Las
Novias. Así quedó… Realmente no se puede grabar un disco en esas condiciones. Tres días hoy,
otros tres dentro de un mes…Aunque no vendieron mal; creo que unas 15.000 copias. Pero era una
época en la que si no pasabas de 40.000 o 50.000 ejemplares no eras nadie.
Luego intenté vender el segundo disco de Las Novias, que lo grabamos antes de ofrecerlo a una
compañía, y no lo conseguí. Así que monté un sello para editarlo.
- Hablaremos de ese sello, pero insisto en tus motivaciones como productor, al margen de
cuándo surgen. El impulso, que te decía.
- No me impulsa nada. Eso es lo que quería decir. Porque luego he colaborado en las producciones
de Niños del Brasil sencillamente porque me pidieron que les echara una mano. Así que en un caso
fue por el tripi y en otro, por amistad. Y cuando surgió colaborar con Amaral fue porque me
gustaba lo que hacían. Todo un poco accidental, vaya. Y ahora con Los Elefantes, de los que ya era
amigo antes de estar interesado en producirles, porque los vi un día en directo y me gustaron las
canciones.
Y es que realmente nunca he tenido la aspiración de producir a otros músicos. En cierto modo,
como me decía mi padre cuando hice lo de Las Novias, era como un master. Y así me lo he tomado
siempre, como una forma de aprender.
- Pero sí produces tus discos. ¿Has llegado a la conclusión de que uno es el mejor productor de
sí mismo?
- No creo que sea el mejor productor para mis discos. Es posible, incluso, que hacerlo no sea lo más
conveniente. Quiero decir que sé que estoy perdiendo determinados aspectos de calidad sonora,
pero lo prefiero así porque sé que estoy ganando personalidad. Y creo que en Pequeño, que hay una
dirección mucho más mía, se ven más claramente que en Radical sonora cuáles son mis gustos
estéticos. En el primer disco hay una influencia exterior excesiva. Y no sólo por culpa de Phil
Manzanera, ya que creo que yo también soy responsable de eso. Pero es un disco de mirada
exterior. Sin embargo, el segundo, que produzco totalmente, está más centrado en mis gustos
personales. De hecho, no hay ni una nota que no coincida con esos gustos. Luego, las canciones, el
sonido y las mezclas serán mejores o peores. Pero musicalmente estoy absolutamente conforme con
el resultado. Aunque creo que puedo hacer producciones mejores.
- Más allá de producciones no buscabas pero sí encontradas están las colaboraciones en discos
colectivos (homenaje a Police, tributos a Rubén Darío y a la copla…). Supongo que las
peticiones para participar en esos álbumes son numerosas. ¿Con qué criterios las seleccionas?
-Durante mi época con Héroes tuvimos muchos ofrecimientos y no participamos en ninguno porque
mover el buque era complicadísimo. Primero, no teníamos tiempo para grabar; segundo, para
ponernos de acuerdo se necesitaban días y días de conversaciones. Y utilizábamos la democracia
dictatorial: todos tenemos voto y todos tenemos veto. Podíamos haber participado en el tributo
latinoamericano a Queen, en el homenaje a Tequila… Este último lo retomé más tarde en solitario,
pero finalmente la canción que hice del grupo. Es sólo un día más, no salió por problemas con la
compañía y porque consideré que podría confundir, ya que el álbum se iba a publicar un poco antes
que Radical sonora y no quería que pareciese que eso es lo que yo iba a hacer en solitario. Luego he
pensado que me excedí con las precauciones.
Pero la verdad es que me gustan ese tipo e discos. Me gustan incluso proyectos que en principio no
me entusiasmaban. Me parece interesantísimo meterse con el repertorio de un individuo, aunque no
sea tu artista favorito. Nadie me ha propuesto hacer una canción de Iggy Pop o de Leonard Cohen.
Nadie quiere hacer tributos a la gente que me entusiasma. Pero aún así me gusta. Es hacer cosas de
encargo, pero a la vez, personales.
- Pues ya que estamos con tus relaciones profesionales con el cine, aunque sean breves y a
través de la música, obligado parece preguntarte si han tenido ofertas para trabajar como
actor.
- La respuesta es sí.
- ¿La dirección?
- Sí, a aspectos en los que controles más el producto final. En definitiva, es lo que más me jode del
actor, aunque quizás haya que tener una vocación que yo obviamente no tengo, pero creo que el
actor tiene tan poco control sobre el producto final que no me interesa ese trabajo. Además,
conforme va pasando el tiempo cada vez tengo menos interés en ser famoso físicamente, en ser
reconocido por la calle. Y creo que para ser actor hay que tener cierta vanidad… física.
- ¿De qué película hablamos cuando hablamos de las ofertas que te hicieron para actuar?
- Me ofrecieron trabajar en Dile a Laura que la quiero. Y una forma de negarme fue decir:
<<Bueno, sólo aparecería en la película si tengo escenas de cama con Ana Álvarez>>. Me dijeron
que no estaba previsto que ella participase en la película. Pero pasó el tiempo, porque la película se
rodó varios años después, y apareció Ana Álvarez. No he visto la película, pero creo que sí hay
alguna escena de cama… que me hubiese tocado. Tuve también tres o cuatro propuestas más para
películas que no sé como se llamaban ni sé si llegaron a rodarse.
- No eres actor ni realizas todavía películas, pero sí has decidido recientemente ser el director
de los videoclips de tus canciones. Habrá que convenir que, entre unas cosas y otras, eres más
artista que Raphael.
- También es algo accidental. No hace mucho, el presidente de la compañía de discos me decía que
no sabía si era bueno que yo tuviese tanto afán por controlar mi carrera. Bueno, dijo <<mi
producto>>. Y yo le decía: <<No, no es que tenga ese afán, es que cuando se me escapa algo de las
manos acaba por disgustarme. Y lo hago porque las cosas queden con una estética acorde con la que
yo tengo>>. La verdad es que me gustaría que los videoclips los rodara otro, porque yo no tengo los
conocimientos para hacerlo, pero otra persona que tuviera un sentimiento afín. Admiro los casos de
The Cure, Bowie o Marilyn Manson. Gente que consigue crear una estética personal a través de una
relación cercana con un director. Me encantaría que eso me ocurriera. De hecho, es lo que perseguí
con mi hermano, pero por circunstancias ajenas a mi voluntad, y creo que incluso también a la suya,
no ha podido ser. Total, que al final me estoy metiendo en berenjenales en los que no sé si
continuaré, porque no tengo tanta ilusión por ese trabajo.
- O sea que algunas cosas las haces más por una necesidad de tener el control que por un afán
de demostrar que sabes hacer de todo.
- Es que soy antirrenacentista. Creo que soy limitado y me gustaría concentrarme en lo que creo que
hago mejor. Eso y tener alrededor un equipo de gente que pudiera suplir todas esas carencias que
tengo. Pero me estoy metiendo en todos los lados.
- Decías que montaste un sello discográfico (A la inversa) para editar el segundo álbum del
grupo zaragozano Las Novias. ¿Qué tal fue la experiencia como empresario?
- En cierto modo, fue como cometer los errores que cometen todos los músicos que tienen una
carrera suficientemente larga. Yo estoy ya muy cerca de cometer casi todos. Montar un sello es un
error porque es un marrón, a no ser que tengas vocación de empresario, que no es mi caso. Un poco
por rentabilizar, se me ocurrió editar el disco Zaragoza vive, pensando que era una idea que alguien
debería haber tenido antes. Es más: siempre pensé que es un trabajo que debía tener continuación.
Ese primer disco era una forma retrospectiva de dar a conocer toda una serie de grupos que en un
momento dado había en Zaragoza, que merecían una consideración. Era también una forma de
aportar mi granito de arena a la memoria histórica, que me parece que es una de las grandes
carencias que existen en España a la hora de juzgar a cualquier músico. Creo que no se valora a un
músico por lo que ha hecho, sino por su último disco. Es más: se alaba a muchos grupos sin tener
idea de dónde vienen. Bueno, el caso es que creo que hace falta un segundo volumen, e incluso un
tercero, de Zaragoza vive.
- Otra aventura fue la edición de la revista monográfica Avalancha Magacine, de la que sólo
se editó un número. ¿Cómo se te ocurre hacerte editor… literario?
- Bueno, Avalancha fue para mí un disco muy reivindicativo. Es más: diría político y social. Era un
momento en el que me parecía imprescindible la acción. Me parecía legítimo que el músico, a
través de todas sus actividades, pudiera despertar inquietudes en su público. Me parecía positivo.
Ahora no estoy tan convencido pero entonces pensaba que un disco lo podía redondear de alguna
forma mostrando lecturas o autores que me habían influido para llegar a escribir cosas como
Avalancha o Iberia sumergida.
No lo hice directamente con los autores que me habían inspirado, pero sí tratamos unos temas que
estaban en el disco; por eso la revista se llamaba Avalancha. Se trataba de decir a los chavales:
<<No os quedéis en Héroes, descubrid que Héroes hemos escuchado a todos estos grupos>>. Si
podíamos hacer eso, estábamos ejerciendo una influencia positiva. Una influencia que era
individualista: edúcate a ti mismo, busca por ti mismo a través de la curiosidad, que creo que es el
motor de la sabiduría. Y buscamos a una serie de colaboradores para hablar de temas que nos
interesaban en ese momento.
Me interesaba especialmente la política, pero es de lo que menos se habla en la revista. También
estaba el asunto de las drogas, aunque para entonces ya se había dicho todo en ese terreno porque se
habían celebrado los cursos de El Escorial con Sánchez Dragó y Antonio Escohotado, a los que
había asistido; había tenido charlas con Hofmann, el descubridor del LSD, que murió poco después,
y con Shulguin, el descubridor del éxtasis. Todo eso me había satisfecho lo suficiente y no quería
seguir con el tema, pero aún así lo introdujimos como un resumen.
- Antes de seguir con otros asuntos, y ya que hemos mencionado Avalancha Magacine, quiero
conocer tu opinión acerca de la bibliografía que habéis generado Héroes y tú: los dos libros
sobre el grupo, escritos respectivamente por Patricia Godes y Arturo Blay, y el volumen que
también Blay elaboró sobre ti.
- No los he leído. Bueno, hace poco leí un capítulo del libro de Blay sobre mí, justo el que habla de
la disolución del grupo. Y de los dos de Héroes también he leído sólo fragmentos. La verdad es que
no estoy tan interesado en mí mismo.
- Pero seguro que con esos fragmentos te has formado una opinión.
- Sí. El libro de Patricia Godes me sentó mal en principio porque estaba muy centrado en los fans y
en cómo vestirse como un Héroe del Silencio. Me parecía un poco frívolo. Aunque ahora le veo la
gracia. Y los de Arturo Blay, no sé; no tengo una opinión muy clara.
- Mas pareces partidario de que un artista busque un nombre que marque las distancias entre
la persona y el creador.
- En aquel momento, quizás más inteligentemente que en la época de Héroes, me parecía que un
músico debía tener una doble vida; una cara pública y una vida privada que consistiría en las cosas
que todo el mundo hacemos: comer, comprar, vestirse, ir al cine o ir al campo. Entonces veía lógico
diferenciar ya desde el principio esas dos facetas, quizás incluso para no confundirme. Aunque la
realidad fue muy distinta, porque la verdad es que en la época de Héroes estuve muy confuso
durante mucho tiempo y realmente vivía como una persona pública constantemente; como Enrique
Bunbury, la estrella del rock. No existía el Enrique Ortiz de Landázuri que yo pensaba que debía
existir. Más tarde ha ocurrido un poco al revés: Enrique Ortiz de Landázuri es el que también se
sube al escenario, pero porque Bunbury se acerca más al tipo de la calle.
- Bien, hablemos de Radical sonora, tu primer disco en solitario. Tengo la impresión de que
tenías escritas las canciones de ese álbum mucho tiempo antes del anuncio formal de la
disolución de Héroes.
- Había muchas que estaban escritas en la gira de Avalancha. Quizás eso es lo que me salvó de no
volverme loco en esa gira, porque, como te he dicho antes, en enero o febrero estaba decidido que el
grupo se separaba, y hasta septiembre, cuando presentamos el disco en directo, no lo anunciamos.
Entonces, durante ese tiempo, mi única diversión era trabajar en un nuevo proyecto, que maduraba
pensando y reflexionando sobre la música. Hacía mi diario en el ordenador y, a la vez que
componía canciones, pensaba en la producción del disco. Y fui grabando canciones en estudios de
Los Ángeles, Guatemala y Puerto Rico. De ahí salió el grueso del disco: Alicia, Encadenados,
Servidor de nadie, Salomé…
- En qué nivel sitúas la ruptura que supone la oferta de Radical sonora respecto a las
propuestas de Héroes?
- Pensaba que era un disco rupturista, pero ahora lo veo como un disco de Héroes. Primero, porque
suena a grupo; no me parece disco de autor. Por otro lado, me parece que hay aspectos muy
rockistas en ese disco que creo haber abandonado en Pequeño; cuando menos la mayor parte de
ellos. Hay también una forma de cantar que está muy cercana a Héroes y que ahora he dejado. Pero
tiene una serie de elementos que han hecho posible Pequeño y los discos que haga en el futuro.
Creo que es un disco de transición, como todo, pero más claramente, porque tiene un pie en el rock,
otro en el mundo árabe, otro en la música electrónica y una clara intención de búsqueda,
experimentación y aprendizaje. Ése es uno de los pilares básicos para seguir adelante.
- Y argumentalmente, respecto a los asuntos de los que tratan las canciones, ¿Radical sonora
supones un corte con el imaginario de Héroes?
- No. Avalancha es un disco social, pero tiene esos toques de individualismo que aparecen luego en
Radical sonora. Y Pequeño no tiene nada que ver con ninguno de los dos: es la toma de conciencia
de las cosas que tengo en común con el resto de los mortales.
Capítulo
DIVAN / Conversaciones con Enrique Bunbury
Alicia…
en el país de las maravillas
Política, religión, drogas y sexo. Cuatro patas para una mesa sobre la que
hablar sin pelos en la lengua. Se autoafirma Bunbury en un cierto yo libertario
contra lo establecido, mientras aporta una reflexión, no por peculiar menos
valiente, sobre un componente social que a él le arrebató un hermano: la
violencia. En la que fue su aproximación a las religiones (las orientales sobre
todo) no descarta un cierto sentimiento de culpabilidad por ser uno de los
privilegiados en un negocio que considera, y anoto sus palabras, una de las
mayores trampas capitalistas: el del rocanrol. Búsqueda espiritual y
divertimento se conjugaron en su relación con las drogas, cuya legalización
defiende. ¿Y el sexo?
Enrolado en su época de Héroes en un maratón erótico juvenil que repasa
ahora a regañadientes, el músico apunta que actualmente ya no está en oferta
en el supermercado de la testosterona. Ver para creer.
- B ien. Partamos de los textos de Radical sonora para adentrarnos en algunas de tus
posturas vitales, como la afirmación de un cierto yo libertario contra lo establecido. ¿Cuándo
desarrollas esa actitud?
- Empieza con El espíritu del vino. Leí el libro Hacia una historia sin estado, de David Friedman, y
el de Fernando Arrabal, Cartas a José María Aznar (con copia a Felipe González). Ambos
defendían posturas cercanas a un anarquismo liberal, proponiendo la desamortización del estado.
Desde el reproche hacia la corrupción y la picaresca naturales del ser humano, pretendían, y lo
suscribo, desarticular el gran poder que se les otorga a los hombres de estado y convertirlos en
administradores de la riqueza del país.
Algunas de sus ideas no acabo de aceptarlas, como su defensa del sufragio censitario, retomando la
concepción platónica de la democracia: determinadas cabezas serían las que tomarían las decisiones
en nombre del pueblo. De todas formas me parecía interesante cuestionar las bases del sistema de
gobierno, sobre todo en un momento clave en España, que coincide con el máximo nivel de
corrupción y robo del PSOE; un momento en el que me parecía determinante la acción. Felipe
González se conformaba con satisfacer las necesidades de sus grandes grupos de votantes:
pensionistas, agricultores y funcionarios.
- No obstante, parece que te sitúas fuera del ámbito de los partidos políticos.
- Sí, porque ningún partido comulga con la desamortización del estado. Que bueno… Fernando
Arrabal llegaba en ese sentido a proponer vender el Palacio de la Zarzuela, sacar a subasta La
Moncloa, que ningún mandatario viviese en casas que pagara el estado y, por supuesto, que los
miembros de la familia real tengan su sueldo como diplomáticos y se paguen con él su casa. Arrabal
también quería vender el Ministerio de Cultura y ahí sí que estoy en cierto modo de acuerdo, porque
la verdad es que me horrorizan las subvenciones. ¿Por qué la cultura la debe subvencionar y dirigir
el estado? Se trata de evitar que la cultura sea partidista. Sólo los artistas que les chupan el culo a
los políticos, los pasilleros, se benefician del sistema. Los demás siempre salimos perjudicados; con
el PSOE y con el PP.
- Siguiendo con los asuntos políticos, lo que no puedes negar, porque lo has hecho público en
entrevistas, es un a postura crítica con eso que llamamos democracia formal. ¿Cuál es tu
ideal, más o menos posible, de organización política?
- Es algo complejo. Antes ya hablaba de posturas, y algunas, como el sufragio censitario, me
parecen realmente fascistas. Pero sí creí durante una época, aunque ahora no lo tengo tan claro, en
las grandes posibilidades de Internet a la hora de crear una hiperdemocracia, que fue uno de los
primeros temores de los Estados Unidos cuando se creó Internet. Consiste, básicamente, en que los
abonados a la red, algo que podía facilitar el estado, podríamos asistir a las sesiones parlamentarias
y votar cualquier proyecto de ley. La verdad es que fue una posibilidad que me pareció muy
interesante, pero no tengo las cosas muy claras.
Sé que la democracia es el mejor de los sistemas políticos y desde luego es preferible vivir en paz
que vivir en una rebelión constante, en una dictadura o en un sistema comunista. Pero también
pienso, por otro lado, que el sistema capitalista tiende a anular al individuo para convertirlo en algo
productivo. O produces o se te margina; tienes que enfocar tu vida a la producción. Eso me parece
inhumano. No obstante, pienso que a partir de la democracia se podían investigar y cuestionar
muchas cosas de nuestros sistemas de vida.
- Es una reflexión que supongo que te produjo ciertas contradicciones cuando ocurrió la
muerte de tu hermano.
. No. Obviamente, no todos en mi familia pensaban igual, pero es que yo estaba entonces en una
época muy orientalista y por supuesto que tenía un concepto del karma y del destino muy arraigado,
cosa que creo seguir teniendo. Y pensaba que el mayor castigo que le podía ocurrir a ese individuo
no era un castigo judicial o legal, no era perseguirlo hasta hundirlo en la miseria y hacerle pasar la
peor de sus pesadillas, sino que su propia vida iba a ser un castigo.
Eso me hacía ver las cosas con más frialdad… O de una forma más clara, no lo sé. Nunca he creído
en el sistema judicial, nunca he creído que realmente ése sea el camino para castigar a alguien que
hace algo así. Incluso a veces he pensado en aquello de ojo por ojo, diente por diente, que creo que
es la base del sistema judicial. Pero, sin embargo, ¡es tan injusto que un individuo que ha cometido
un crimen de esta magnitud o mayor, como los terroristas que matan veinte o treinta personas, a los
treinta años, como máximo, salga de la cárcel! Como ese castigo me parece insuficiente, prefiero
pensar en uno realmente ejemplar: sus propias vidas van a ser desgraciadas, horribles. Y los que
creemos en que es posible la reencarnación pensamos que van a tener un castigo suficiente y
seguro, como reencarnarse en cucarachas. Quiero decir: por mucho que el asesino vaya a la cárcel,
nadie me va a devolver a mi hermano.
- Por ese descreimiento en el sistema judicial, supongo, eludiste formar parte del jurado en un
proceso.
- ¿Quién soy yo para juzgar a los demás? Supongo, además, que este modelo de jurado viene del
modelo norteamericano, y ya ves en las películas cómo trampean la situación. Imagino que eso
ocurre también en los juicios reales. Coger la ley y darle la vuelta. Mil posibilidades que existen.
¿Son atenuantes ir drogado y borracho? No sé. Me hace incluso más gracia lo de Salomón: que
pudiera juzgar alguien realmente sabio o justo.
- No abandonamos aún el terreno político-social, aunque visto ahora desde una perspectiva de
revista de la víscera: ¿qué me dices de aquella audiencia que tuviste con el Príncipe?
- Cada vez tengo que responder menos a esto, pero hubo una época en la que me lo preguntaban
siempre. Y conforme ha ido pasando el tiempo, más claro tengo que no era incoherente entrar en La
Zarzuela, que nos diera un premio el Príncipe y luego declarar a la salida: <<Bueno, yo soy
antimonárquico>>. El hecho de ser antimonárquico no me hace ser un individuo que pone bombas
en La Zarzuela, ni un maleducado; simplemente no creo en la institución monárquica. El hecho de
que no piense de la misma forma… Me imagino que el Príncipe sí es monárquico…
- Siguiendo con los textos de Radical sonora y conectándolos con tu propio estar en la vida,
una canción como Despacio deja entrever una filosofía de la existencia algo conectada con una
cierta espiritualidad no occidental. ¿Estoy en lo cierto?
- Bueno, hay cosas que me gustan de diferentes formas religiosas, espirituales o éticas de ver la
vida, pero a día de hoy con quien más conecto es con los indios americanos: los indígenas, que
siguen viviendo de ciertas formas tanto en Bolivia como en el Amazonas o en Guatemala, e incluso
algunos pueblos indígenas de México. Todos tienen una inclinación hacia el politeísmo y sostienen
que los dioses están en la naturaleza y te rodean. Eso lleva a una infravaloración del individuo que
creo que es muy semejante a lo que sentimos cuando de repente estamos en medio del océano, en
un desierto o en un bosque y nos vemos pequeños.
La naturaleza nos recuerda lo hormiguitas que somos. Y creo que es la gran enseñanza que les ha
dado a los indígenas el estar en contacto permanente con la naturaleza y quizás también el hecho de
consumir ciertas drogas. Creo que les ha ayudado no sólo a ver el objeto físico, sino también a ver
la energía que lo rodea. Prácticas que pertenecen a pueblos distintos de Latinoamérica. Con eso es
con lo que más coincido, y Despacio tiene mucho que ver con eso porque era una canción sobre el
latino de la tierra. Comenté incluso en una conversación que la tierra tiene una nota musical, dentro
de la escala cósmica.
Los orientales creen que hay una escala y que si pudiéramos oír la nota gravísima que crea el
movimiento de los planetas, a la Tierra le correspondería una nota entre si y si bemol. Y ésas son
notas curativas. Por ejemplo, la mayoría de los ragas hindús están entre sí, sí bemol, do. Entonces,
la idea era crear un dub, una música obviamente relajante, en esa nota, pensando que incluso
íbamos a hacer una canción terapéutica, porque dicen que el si cura los dolores de cabeza.
- Todo lo anterior nos lleva directamente al asunto de las religiones a las que te has acercado.
¿Qué buscabas en el hinduismo, el budismo o la santería cubana?
- La verdad es que no lo sé, pero es una inclinación que he tenido desde siempre. Siempre me han
influido las religiones, pero no desde una perspectiva practicante, sino intelectual. Quizás fui
haciendo mi peregrinación vital por varias religiones para coger un poquito de cada una y elaborar
mi filosofía personal. Buscaba, creo, formas de entender la vida que me parecían más satisfactorias
que las que encontraba en la religión que había recibido.
Una de mis grandes frustraciones es no haber podido ir a la universidad, y, por eso, al no tener
estudios superiores, he querido hacer mi propio aprendizaje en la calle, en los viajes… Y eso me
llevó primero a Nepal, país hinduista y budista y luego a la India, donde no entendí nada hasta
varios viajes después, cuando he visto una relación con el politeísmo que me interesa. La verdad es
que del budismo me interesó muy poco. Hay un libro para mí fundamental, que es Sidharta, de
Hermann Hesse, que lo he leído dieciocho o diecinueve veces y cada vez entendí una cosa. Pero con
lo que me he quedado de ese libro es que el budismo lo que predica es que cada uno debemos seguir
nuestro camino para encontrar la forma de llegar a alcanzar el nirvana y que el budismo como
religión organizada es ridículo y no tiene ningún sentido.
- Dado que la historia del rocanrol está llena de contactos entre los artistas y las religiones
orientales, es inevitable preguntarte cuánto había de exotismo de estrella del rock en tu
interés por esos asuntos.
- En otras cosas reconozco abiertamente una conexión con los mitos del rocanrol, pero en el caso de
las religiones no ha tenido nada que ver, ha sido muy anterior a estar en la música.
- De cualquier forma, ¿tienes una explicación para esa tendencia orientalista de los rockeros?
- No he reflexionado sobre eso, pero durante un tiempo, aunque no creo que fuera la razón que me
llevó a la India, con mi forma de ver las cosas y de sentir la vida sentía culpabilidad por ganar tanto
dinero. Y por hacer algo que conecta con tu interior, con tu sensibilidad, pero que es una de las
mayores trampas capitalistas: el rocanrol. Es como estar pensando en una dirección y, sin embargo,
estar dirigiéndote a otra y siendo engullido por aquello contra lo que estás luchando. En ese sentido,
me hace mucha gracia que Sony edite los discos de Rage Against The Machine. Es la demostración
de la capacidad del sistema para engullir a sus propios detractores y sacar un beneficio de ello. Es
algo fantástico; fantástico porque es la mayor de las ironías.
- Durante la conversación ha ido saliendo el asunto de las drogas, pero vamos a tratarlo ahora
con algo más de perspectiva. ¿Te acercas a las drogas de la misma manera que o haces a las
religiones, desde posiciones que podemos llamar intelectuales, o simplemente por el deseo de
pasarlo bien?
- Creo que por ambos motivos a la vez. Por untado, su consumo en Occidente tiene una única
utilidad, que es la vía lúdica, y en cierto modo es posible que por ahí buscase una excusa para
tomarlas de una forma en la que tuviera una coartada intelectual. Eso me hizo interesarme por los
teóricos de las drogas. Pero lo que tengo muy claro es que las drogas no se usan aquí de la misma
manera que en las tribus, con las excusas que yo considero válidas al día de hoy y que creo que van
a seguir siendo válidas: los usos terapéuticos y los religioso-espirituales de conexión con un más
allá que no somos capaces de ver con nuestros ojos. Ninguno de los dos se utiliza en Occidente y
ninguno de los dos los utilizamos los ciudadanos de a pie. Y el que diga lo contrario miente.
- Y desde esa postura de consumidor occidental, ¿qué balance haces de tu propia experiencia?
- Me lo he pasado muy bien. Hombre, he tenido otras experiencia, digamos más introspectivas.
Nunca he sido en una ciudad; siempre en un viaje. En México casi todas. Y la verdad es que cada
vez más voy reduciendo mi campo de drogas, para utilizar sólo algunas y en circunstancias y
lugares muy concretos. El lugar, las personas que te acompañan y sus circunstancias particulares
son muy importantes a la hora de tomar drogas. Cuando alguien en una discoteca intentaba
venderme peyote, pensaba: <<¿Qué haces en una puta discoteca tomando peyote?>> No entendía
nada.
- ¿No estás por el uso de las drogas como estimulantes creativos? Tomarlas antes de un
concierto, por ejemplo.
- Nunca lo he hecho. Creo que alguna vez me emborraché en un concierto. Antes de salir al
escenario y una vez en él. Era mi cumpleaños y nos bebimos entre Alan y yo una botella de coñac.
Fue durísimo. Hicimos un concierto de tres horas y me desmayé cuando terminamos. Fue
extenuante estar sudando y bebiendo coñac. Y otra vez, en un concierto que hicimos en Madrid,
vino Phil Manzanera y me tomé un éxtasis, que me subió casi al final de todo. Justo cuando Phil
entró en el escenario. Me daban ganas de abrazarlo, de besarlo… <<tú eres mi hermano, brother…
>> Una pasada. La verdad es que no le veo mucho sentido.
- No obstante, en ese aspecto profesional da la impresión de que, al margen de que tengas que
ejercer de jefe, se han suavizado las formas en tu relación con algunos elementos del negocio.
Ya no eres aquel chico airado que necesitaba vomitar encima de los periodistas.
- No. Supongo que porque ya ha pasado esa época de mi vida en la que era un rebelde que gritaba
las cosas en vez de decirlas con buenas maneras. Ahora no es que me calle más cosas; digo las
mismas, pero de una forma que molesta menos. Pensaba que lo que caía mal de mí antes era lo que
yo decía; pensaba que era un personaje incómodo y eso lo llevaría también a la música de Héroes.
Pero ahora estoy convencido de que lo que caía mal de mí era cómo decía las cosas. Y eso se
trasladó a una forma de cantar, a una forma de estar en el escenario… A una arrogancia que
molestaba más que la misma música del grupo.
- Más intimidades del diario: mencionas a Salomé, que más tarde daría título a una canción
de Radical sonora. Y justamente en ese disco hay otra pieza en la que haces referencia a una
chica de la que das medias claves: Nueve es su nombre, dice el texto. ¿Salomé y Nueve (nona,
deduzco) son la misma persona?
- No. En el diario, Salomé era una forma de ocultar a una persona y la Salomé de la canción es el
mito femenino de lo que son capaces de pedirnos las mujeres a los hombres, sabiendo, además que
con sus maravillosos encantos lo van a conseguir. Ahí está la Salomé judía, que le corta la cabeza a
Juan Bautista, siendo que le importan una mierda Juan Bautista y Herodes. Es el mito. No me
acuerdo a quién me refiero en el diario, pero imagino, por la época, que puede ser Benedetta. Es que
el disco es muy de mujeres, pues además de Nona aparece alguien más. Debió de ser una época en
la que estaba saliendo de una y entrando en otra, en medio de una promiscuidad… Y en el diario
también aparecen más mujeres… Alguna de la compañía de discos, creo recordar…
- Sí, sobre una señorita de EMI en Hamburgo anotas: <<Sólo quiero follármela>>. En fin…
¿Ya no entras y sales tanto en las chicas?¿Te has calmado?
- La verdad es que sí. Venía de la época de Héroes, una etapa muy promiscua en la que vivía el
rocanrol a tope. Yo no vivía en Zaragoza; vivía en gira, en el buque. Entonces, para tener un poco
de satisfacción sexual y amorosa, para tener un poco de cariño, tenías que subir al buque a alguna.
Que aguantaba en el buque hasta el siguiente puerto. Bueno, algunas aguantaron más. Pero nos pasó
a todos.
- ¿Están muy preocupadas tus fans por si tienes o dejas de tener novia?
- Creo que antes sí, pero ahora no. De cualquier forma, como nunca he hecho manifestaciones
públicas en ese sentido, ni aparezco en fiestas acompañado, no creo que se sepa mucho de mi vida
privada. Tampoco creo que ahora mismo haya interés alguno en saber más. En otros momentos sí
que lo hubo. Llamaban por teléfono a mis padres, a mis abuelos, a mis tíos… Supongo que hay
ídolos juveniles más atractivos. Leonardo Di Caprio, por ejemplo.
- Hombre, creo que Di Caprio les cae un poco más a trasmano que tú. Sigo: ¿Estás por una
relación monógama?
- Sí, pero no creo en contratos matrimoniales que no pueda cumplir. En cierto modo, la historia de
la fidelidad absoluta para toda la vida implica que haya un cariño y un amor absolutos para toda la
vida. Y es algo que me parece ciertamente difícil. Otra cosa es que lo llegues a conseguir. Eso sería
algo muy bello y muy bonito, pero no tengo ninguna certeza absoluta y más con mi forma de vida.
Ya no lo digo por mí, sino porque por estar constantemente viajando y moviéndome llegue un
momento en que me manden a la mierda.
- Estoy convirtiendo esta parte de la conversación en una casa de citas, pero ahí va otra el
diario: <<Apenas recuerdo las caras de las chicas con las que he follado en mi pasado
alcohólico>>. ¿La desmemoria es por exceso de alcohol o por la abundancia de chicas?
- Bueno, creo que eso no es algo único en mí, creo que nos pasa…
- Creo que fue Umbral quien escribió que a las mujeres, como al whisky, hay que ir bien
comido, que si no marean y hacen contigo lo que quieren.
- Bueno, depende del tipo de mujeres. Hay mujeres devorables y mujeres devoradoras. Depende
también de las circunstancias. Esas frases lapidarias no son más que generalizaciones.
- En otra parte del diario describes un encuentro sexual, digno de las mejores películas de
Rocco Siffredi. Parece que te divertías mucho después de los conciertos.
- Sí. Pero tampoco era el único. Creo que en cierto modo forma parte de esa fascinación que crea el
escenario, seas un mago, un cantante, un guitarrista o un actor. Es la erótica del escenario. Porque
no creo que ninguno de nosotros fuera especialmente agraciado. Si no hubiéramos subido a un
escenario no hubiéramos tenido ni un cuarto del éxito que tuvimos con las mujeres. Obviamente.
- Sigues en la carretera, sigues girando y sigues viajando. ¿Te has retirado de esos maratones
sexuales?
- Ya no estoy en oferta. Ahora tengo una banda de diez músicos y varios de ellos entran en las
subastas postconcierto.
- Regreso a la casa de citas del diario. <<Me jodió follar con otra que no fuera Salomé, pero
luego pensé: Qué cojones, eso es sexo duro y crudo…>> ¿Cómo llevaba Salomé tus excesos
sexuales?
- Bueno, esta Salomé lo llevaba muy mal. Pero no porque lo supiera a ciencia cierta, sino porque era
especialmente celosa, como buena italiana. Incluso se le ocurrió proponerme que dejara la música,
ya que le parecía horrible tener que enfrentarse a los celos sabiendo que yo iba por ahí y en un
momento que tenía muchas fans. Eso le molestaba muchísimo, pero no creo que realmente supiera
de la misa la media.
- ¿Ha terminado el sida con los buenos tiempos del sexo en el rocanrol?
- A mí me ha influido más el estar centrado, poner los pies en el suelo y ser más consciente de mi
carrera. También, no pasarme tanto en el terreno de las drogas y del alcohol. Porque en esa época ya
existía el sida y éramos muy conscientes e ello. Pero en estado alterados de inconsciencia, la verdad
es que no tienes muy en cuenta ni la sífilis, ni la gonorrea, ni el sida.
-He observado que en alguna entrevista han hecho referencia a una supuesta ambigüedad
sexual. Tuya, claro.
- Nunca he entendido por qué han alimentado eso. Supongo que es consecuencia de que no he
tenido reparo en ningún momento en hacer entrevistas para revistas gays, porque sí sé que en
determinados ambientes, más en México que en España, ha habido un círculo en el que había
entrado y gustaba. Un círculo en el que lo mismo entraban Camilo Sexto o Raphael, que Enrique
Bunbury. Imagino que es por la cosa del apasionamiento, cuando Héroes, y todo eso. Incluso me
consta que algunas canciones de Radical sonora tuvieron éxito en círculos gays de México. Pero yo
no es que haya dado motivos para que alguien lo que pueda pensar. Creo que todo lo contrario.
Capítulo
DIVAN / Conversaciones con Enrique Bunbury
El viento a favor
Viene a decir Bunbury que la libertad del artista en el negocio del
rocanrol depende fundamentalmente de él mismo. Niega que las
compañías de discos sean el enemigo a combatir, cita a Van Morrison a la
hora de equiparar socialmente el trabajo de un músico con el de un
limpiador de ventanas, asume que el dinero no da la felicidad pero aplaca
los nervios y reclama para los creadores un papel, aunque sea liviano, en el
escenario de la agitación social. Con todo, avisa de que lleva camino de
convertirse en un escéptico. Y eso que ha tenido y tiene el viento a favor.
- Agarro al vuelo, de todo lo que has dicho, el asunto de los medios de comunicación para
recordarte que, pese a todo, tú necesitas a los medios y ellos te necesitan a ti. En ese sentido,
¿qué pautas de relación estableces?
- De todos los medios de comunicación existentes en cada momento que he vivido como músico,
siempre ha habido algunos con los que he conectado más que con otros. Ahora no busco el
enfrentamiento, aunque en el pasado sí lo busqué. Mi gran problema es ahora mismo con los medios
comerciales, con los que no llego a tener un acuerdo claro, quizás porque no entienden del todo lo
que estoy haciendo. Me gustaría que la radio comercial hablara en unos términos más razonables.
- O sea, que hay circo, pero no se deben cargar las tintas ni en los payasos ni en los domadores
de fieras.
- Es que, por un lado, entiendo que el rocanrol no es arte; creo que lo que estamos haciendo tiene
más de entretenimiento que de otra cosa. Y creo que dentro de ese entretenimiento lo que puedes
hacer es estimular. Nada más. Por eso pienso que hay gente que está exigiendo demasiado a la
música en general, por el hecho de que existen artistas más alternativos que Back Streets Boys, por
ejemplo. Y lo que defiendo son los lugares intermedios: estímulo y circo. Ahí he visto siempre a
David Bowie, a Elvis Presley o a gente como El Vez o La Lupe. Incluso los Doors estarían ahí,
aunque seguramente Jim Morrison no lo aceptaría.
Y es que, por otra parte, es pretencioso intelectualizar el rocanrol. Lou Reed es lo más intelectual;
es más: lo mejor que ha hecho se encuentra en su época cabaretera: Transformer, Berlin, Rock And
Roll Animal… Y cuando hace cosas como Magic And Loss, aunque los resultados me gusten, no es
realmente el Lou Reed magistral. Y cuando hace una gira con las letras en el atril y las gafitas y
hace un show soso, no es más que eso: un sosainas.
- Pero, ¿en la medida en que uno vende más discos, por ejemplo, tiene más poder de decisión?
- Si, pero a la vez el que más vende s el que menos exige. Corrijo: es el que menos se exige, porque
está más interesado en el dinero. Y es que cuanto más vendes y más conoces el negocio, más sabes
por dónde se saca el dinero. El dinero no siempre viene por unas ventas mayores, sino por una
mayor comprensión del negocio. Y es difícil que un artista que haya vendido mucho llegue a la
conclusión de que lo mejor es tener una carrera de largo recorrido, manteniéndote en tu sitio.
Últimamente hasta entiendo a Prince, que es difícil. Quiero decir que Prince ha tomado una decisión
en la que está en un lugar de independencia, que no la utiliza artísticamente, pero que a nivel
económico le está resultando más rentable que estar en una compañía multinacional. Lo ideal sería
que además hiciera unos discos que te cagas.
- Y en relación con el trabajo del artista, ¿qué me dices de esa tiranía? Me refiero a cosas
como atornillar para que un disco se haga de una manera determinada, por ejemplo.
- He conocido a artistas que me han dicho que eso ocurre. Yo no le he vivido nunca en carne propia.
En ningún momento, salvo aquel detalle que te comentaba de la pretensión de meter trompetas en el
primer disco de Héroes. Pero cuando solucionamos aquello, nunca la compañía se ha entrometido
en el repertorio, ni en la dirección; es más: en algún momento he tenido ofertas de medio para hacer
algo sobre lo que tenía dudas y ha sido la compañía la que me ha aconsejado que dijese que no,
porque no sería bueno par mi carrera o mi imagen. Algo de lo que me he alegrado, porque he visto
que la compañía no quería vender mis discos a cualquier precio.
- Retomo ese concepto de circo del que hablábamos antes, para constatar que el artista tienen
también ciertos caminos para dignificar la parte más pedestre del negocio. Por ejemplo, en
una ocasión te negaste a cobrar tras una actuación porque pensaste que no habías hecho un
buen concierto. ¿Fue la única vez?
- Recientemente estuve a punto de hacerlo de nuevo en una conferencia que di en Andalucía. En la
ocasión que mencionas me quedó un sabor agridulce, porque pensé que era lo correcto, lo que tenía
que hacer; pero también dudé, porque hubo gente que me dijo que ese concierto le había parecido la
hostia. Y es que a veces tengo una manera muy cerrada de ver los conciertos y pienso que hago una
mierda, cuando a la gente no le parece así. Es una visión que está muy influida por las
circunstancias vitales que me rodean: algo que me haya ocurrido en días anteriores, lo que pasa en
ese momento por mi cabeza…
Hay veces que tengo esa sensación de haber hecho el peor concierto de mi vida y sin embargo, en el
peor de los casos siempre hago conciertos profesionales. Aunque la profesionalidad es el nivel más
bajo de emotividad. Cumplir, vaya. Lo que me ocurrió con la conferencia es que no estuve muy
acertado, por falta de práctica, y pensé debería renunciar a mi caché; pero a la vez me dije: <<Si no
acepto el dinero, lo que va a pasar es que el de la diputación se lo va a meter en el bolsillo; así que
cobro, se lo doy a una ONG y tengo conciencia tranquila; más que sabiendo que va a ir a su
bolsillo>>.
- No obstante, parece que actitudes como ésas no son muy habituales en el negocio. Y no es mi
intención presentarte como San Enrique Bunbury.
- Es que, por un lado, me gustaría que cada concierto fuese la hostia y eso me crea muchas
frustraciones porque no puede ser así. Cuando estás haciendo ochenta bolos en una gira, obviamente
habrá diez que no te salgan emotivos. Y estoy poniendo muy alto el listón. Sé que no es posible que
los ochenta sean estupendos, pero eso no significa que no me joda; me jode y mucho. Pero no
puedes contratar pensando en qué día la luna te va a influir de una manera determinada. Creo, no
obstante, que lo ideal sería hacer menos actuaciones, porque entonces podría concentrarme para dar
conciertos que me salieran del alma. No sé… La verdad es que ya no tengo idea de nada.
- Cito al capo Michael Corleone, en El Padrino: <<El desprecio de los ricos por el dinero es
sólo una excusa para privar de él a los pobres>>. ¿Asumes la afirmación?
- Van Morrison, en Clearing Windows, comparaba su trabajo con el de limpiar ventanas. Y para él
ambas cosas eran lo mismo: una forma de vida. Incluso en una de las pocas entrevistas que ha
concedido últimamente comentaba que se toma la música como un trabajo de servicios. Cuando lo
leí por primera vez me pareció ofensivo, porque pensaba que no era posible que un individuo que
me estaba ofreciendo tanto llegara a su casa e hiciese una canción como quien pone una baldosa.
Pero reflexionando sobre eso pensé que tenía mucho mérito el hecho de que esa actitud diese
resultados tan maravillosos.
Ahora yo también me tomo así las cosas. Lo que hago es un trabajo; en el que pongo quizás más
emociones que el que pone una baldosa, pero no lo valoro más. No creo que mi trabajo tanga que
estar socialmente mejor visto.
- Te has zafado elegantemente de la pregunta, así que seré más directo: ¿Qué importancia das
al dinero?
- Es importante porque cuando estoy reflexionando sobre el próximo disco no hago giras y durante
ese tiempo no puedo vivir del aire. Entonces, sí, es importante conseguir que pueda mantener un
ritmo creativo y que no tenga que depende de meterme a pinchar discos en una discoteca. Eso me
facilita tener la mente serena y tranquila para hacer canciones sin otro tipo de preocupaciones.
Pero tampoco aspiro a más. Me hubiera gustado, como decía Fernando Fernán Gómez, tener una
vida de lujo, con mayordomos y todo eso, pero como no la he conseguido y soy consciente de ello,
lo que intento es vivir de una forma más o menos equilibrada. Me encantaría tener un palacio, pero
para conseguirlo tendría que hacer otro tipo de música. Lo que tengo me hacer vivir muy bien y no
aspiro a mucho más.
- Creo que fue Mistinguette quien dijo que el dinero no da la felicidad pero aplaca los nervios.
- Exacto. Estás tranquilo para hacer lo que realmente te interesa. Además tengo vicios caros; ése es
mi gran problema. Me gusta comprar discos y son muy caros. Y los instrumentos, también. Así que
no puedo dejar de grabar.
- No sé si, sujeta como está a muchos avatares la duración de la carrera e un artista, piensas
en el futuro. Quiero decir que si te has ocupado, como hacen algunos colegas tuyos, de hacer
inversiones, jugar en bolsa, comprar terrenos, montarte un hotel…
- La verdad es que a lo mejor estoy hablando muy modestamente, pero siempre me ha llevado mi
padre los asuntos económicos y realmente no tengo ni puta idea de cuánto dinero tengo. Lo único
que le he dicho a mi padre es que si en algún momento tengo problemas, que levante la mano.
Afortunadamente no los tengo. Pero mi padre es empresario y tiene esa visión de futuro, así que
supongo que tengo dinero invertido en algún lado. Pero no podría decirte en qué.
- Cuando hablábamos de tu época de Héroes abordamos el asunto del éxito y del fracaso.
Ahora, con la experiencia acumulada, ¿cómo juzgas ambas situaciones?
- El éxito tiene dos visiones: una personal y otra externa. La visión externa es la impresión que
tienen los demás de la recepción de tu trabajo. Parece ser que a día de hoy es imprescindible que
cuando publicitas un disco tengas que decir cuántas copias lleva ya vendidas. Eso es el éxito para
los demás. Para mí, es conseguir una serie de objetivos artísticos. Y, en ese sentido, creo que con
algunos discos he tenido más éxito que con otros. Además, cada vez que saco un disco me parece
que el éxito ya está en haberlo terminado, porque es el resultado de trabajar año y medio o dos años
con un objetivo.
Y fracaso sería que estuviese luchando durante muchísimo tiempo por un disco y que no consiga los
objetivos artísticos que considero necesarios. Lo demás son juicios de valor que no dependen de mí.
No puedo hacer nada para que la gente compre el disco. Es algo que se me escapa de las manos.
También existe en esa opinión sobre un disco el juicio final que da el tiempo; en ese sentido hay
discos que en su momento me parecieron muchísimo mejores de lo que me parecen ahora.
- Para llegar a esas conclusiones has ido dejando en el camino algunos mitos propios del
negocio del rocanrol, parece.
- Creo que hemos llegado a un buen equilibrio entre la industria y yo. Como pensaba Buñuel, lo
peor que puede ocurrir es hacer algo, un disco en este caso, con el que hagas perder dinero a todo el
mundo. Y eso lo tengo claro: no me gusta hacer perder dinero a nadie. Ahora soy muy consciente de
lo que me gasto en un disco, sobre todo cuando el dinero no es mío. Quiero hacer ganar dinero a la
compañía; también porque sé que si ella gana dinero, lo gano yo. Quiero que todo el mundo esté
contento y así poder seguir manteniendo mi ritmo creativo y pagarme las angulas y que mi manager
no me abandone.
En tiempos pensaba que el éxito consistía en vender miles de copias. Ahora no creo tanto en eso,
porque para una compañía independiente vender diez mil copias puede ser un verdadero éxito,
siempre y cuando no te hayas gastado más de no sé cuánto dinero. Eso es aplicable a todo tipo de
discos y a cualquier clase de trabajo artístico.
- Otro elemento del circo es ese fenómeno a menudo denostado que son los/las fans. ¿Qué
papel cumplen para ti?
- He cambiado mucho con respecto a eso. En tiempos de Héroes me parecía algo absolutamente
necesario, quizás porque yo también era fan y adolescente. Hoy valoro más cómo soy fan de otra
gente y me gustaría que los que puedan seguir mi música tuvieran esa actitud. En su momento fui
un fan dispuesto a robarle el kivi a David Bowie y actualmente soy un seguidor que mantiene las
distancias con el artista: siguiendo su carrera, siendo muy consciente de dónde está, valorando su
obra en general.
- <<Me gusta la vida en la carretera, aunque par algunos músicos es la parte más dura del
trabajo>>. Es otra anotación de tu diario. ¿Suscribes actualmente esa afirmación?
- Cuando no estoy en la carretera siempre digo que no voy a hacer giras. Pero luego me meto en la
furgoneta, me subo a un escenario y me vuelvo loco. Me gusta mucho estar en un escenario, aunque
actualmente aprecio eso de manera distinta que hace unos años. Ahora me gusta más estar en un
estudio de grabación; me gusta más la parte creativa que la interpretativa.
- Cuando se le pregunta a un músico sobre las sensaciones que tiene en un escenario, frente a
un buen número de personas, las respuestas no pasan de una colección de sonoros tópicos.
Dame pistas algo más concretas de lo que pasa cuando estás ahí arriba.
- A lo mejor suena un poco despectivo para el público lo que voy a decir, pero encima de un
escenario en lo último que pienso es en los espectadores. De hecho, la mayor parte de mis
insatisfacciones encima de un escenario son por culpa del público. Porque a veces me saca de mi
estado… no voy a decir de éxtasis o de orgasmo, pero sí de concentración. El escenario me facilita
interpretar los temas como más me gusta: en una sola toma; lo contrario de cuando estoy grabando
y tengo que repetir muchas veces para conseguir que una canción quede bien.
El escenario me permite concentrarme de una manera total para intentar lograr una versión
definitiva de una canción. No sé como expresarlo…
- Pero supongo que a la vez que consigues esa concentración casi extática, tienes que ejercer
cierto control, digamos técnico. ¿Cómo se logra el equilibrio?
- Dejarte influir por la forma de sentir única de ese momento es lo que te permite cerrar una versión
definitiva. Incluso aprovechando tu malestar o tu bienestar. Las letras, por ejemplo, dependiendo de
si estás enfadado o contento, adquieren significados distintos. Utilizas lo que dices par encauzar tu
rabia o tu alegría.
En mi caso hay mucho de dejarme llevar y quizás ése haya sido uno de mis problemas encima de un
escenario. Tengo ese aspecto pasional de Raphael. Hay además una anécdota suya muy buena:
presentando su biografía le preguntaban si ensayaba delante del espejo los movimientos que hace en
escena y respondía: <<¿Crees que si ensayara frente a un espejo haría lo que hago?>>. En el fondo
me pasa un poco eso. No hay nada de control. Es dejarme llevar absolutamente, sabiendo que hay
unos ensayos previos para controlar una serie de cosas como el principio y el final de una canción.
Todo lo demás depende de unas circunstancias psicológicas.
- ¿Y el aspecto físico? ¿Un artista necesita de una imagen que lo haga reconocible?¿Qué
elementos proporcionan el retrato final?
- Me parece que todo va unido. La música me hace sentir de una forma a nivel personal y estético.
Creo que eso me exige subirme a un escenario y ofrecer, digamos, el paquete completo.
-Insisto en un asunto que ya ha salido en otro momento de la conversación: el del papel del
artista. ¿Agitador, entretenedor, ángel, demonio…?
- Tan exagerado es decir que una canción puede ocasionar una revolución como afirmar que no
cambia nada las cosas, infravalorando el pode de la música. Creo que hay puntos intermedios, que
la realidad nos ha mostrados, y que existen canciones que por lo menos hacen reflexionar. Igual que
una película. De hecho, ha habido canciones que han logrado que mucha gente reflexionara sobre
algo y que pueblos enteros reaccionaran contra determinadas situaciones políticas y sociales.
Canciones de Dylan o de Lennon han causado que la gente responda ante algunas cosas. O por lo
menos que tomara conciencia de ellas. Lo contrario sería infravalorar el poder de la canción.
¿Pensar que una canción ha cambiado el mundo? Al día de hoy tenemos la respuesta: no lo ha
cambiado. Pero si ha obligado a reflexionar, ya es algo positivo. ¿La obligación del artista? Allá
cada uno. Yo pienso que si está en mi mano hacer reflexionar a la gente sobre algo, lo voy a hacer.
¿Mesiánico? No tanto. Hay ejemplos en el cine, en la literatura y el arte, con el Guernica, por
ejemplo. Y existe el extremo, que es el panfleto, en el que intentaré no caer.
- Abundemos en el papel del artista y en su relación con el receptor. <<No creo que una
actividad artística deba ser sopesada a cada momento por la audiencia. ¿Dónde estamos
dejando la creación?¿La dejamos al servicio de la respetabilidad, la escucha fácil, cómoda,
universal?>> Son tus palabras.
- Es una época, con la que coincido ahora, en la que pensaba que no son los políticos los que deben
pensar en la utopía. Creo que somos los poetas, los músicos o los pintores los que debemos ser
utópicos e imaginar mundos mejores. Y que debemos reflexionar sobre ello, planteando cuestiones
que pueden estar acordes o no con la sociedad que nos rodea. Y aunque siempre estás expuesto a
una manera de decir que no queremos gobernantes faraónicos, que estén pensando en mundos
mejores; queremos gobernantes que sean pragmáticos y administradores. Y dejar que los artistas
piensen fórmulas para pinchar un poco.
- Pero hablando del hecho artístico, ¿es una manera de decir que más allá de los intereses de
la audiencia un creador debe responder por encima de todo a sus impulsos?
- Ni lo he comentado, porque me parece obvio. La peor de las dictaduras con respecto a un creador
es la opinión pública. Estar siempre pendiente de la respuesta que origina tu música hace que evites
investigar en lugares en los que nadie te ha llamado o en los que nadie espera que estés. Si hubiera
estado pendiente de eso, todavía andaría haciendo Entre dos tierras. Yo habría perdido mucho, y,
arrogantemente, pienso que los oyentes de mis discos, también.
Capítulo
DIVÁN / Conversaciones con Enrique Bunbury
Robinson
<< M e gusta estar dando bandazos>>, afirma Bunbury frente a la crítica
de que no sabe muy bien qué está buscando. Dicho lo cual, reescribe el
concepto de corner, entra saco en sus muchas músicas favoritas, se declara
admirador de María Callas y Calamaro y da pistas sobre cuántos discos
compra al año. Lector más compulsivo que metódico, tiene a Fernando
Arrabal en su Top 10 de ensayistas, y al Buñuel de las películas
mexicanas, en el de directores de cine. No le gusta Tarantino. Sí le
apasiona Carl Theodor Dreyer. Se coloca en el saco de los vegetarianos
éticos y echa de menos las morcillas de transfusión. Así las cosas creo que
no hay que hacerle mucho caso cuando en Robinson, una de sus canciones,
dice que sólo tres cosas se llevaría a una isla desierta.
- Pero ese nivel de disciplina no garantiza que las cosed te salgan de una manera fluida.
¿Compones con rapidez?
- Creo que tengo facilidad para hacerlo, pero tengo que estar suficientemente concentrado. La
última vez que me puse a componer, cuando Pequeño, hice veintidós canciones, además de una
banda sonora, que aún no ha salido. Supongo que eso significa que tengo facilidad par componer.
Pero creo también que es porque durante mucho tiempo estoy recopilando datos y tomando notas.
Acumulo mucho material: ideas, armonías… Lo que más me cuesta últimamente es hacer letras.
También soy consciente de que componer una canción es un proceso complejo. Si ahora me dices
ponte y haz una canción, seguro que no me sale nada. Para escribir canciones tengo que aislarme
del mundo.
- Si con Radical sonora sólo te aproximas al trabajo que querías desarrollar en solitario, con
Pequeño el acercamiento es mayor. ¿Qué proceso te ha llevado a mejorar los resultados?
- La reflexión que me ha hecho encauzar mi carrera en solitario hacia estos derroteros parte de una
frustración: no poder hacer determinadas cosas en Héroes. Pero también es el resultado de que
entonces ya sabía que tenía una serie de inquietudes a las que debería darles salida. Esas inquietudes
están relacionadas con músicas que me entusiasmaban y que no entraban dentro del proceso
compositivo de Héroes. Músicas que llevaba escuchando desde hacía muchísimo tiempo. No es que
quisiera mimetizarme con esas músicas, sino que creía que a través de ellas podía encontrar un
lugar personal, único y diferencial que me molestaba que no encontrásemos en Héroes. Y eso que,
mirándolo con distancia, creo que con Héroes conseguimos algo interesante: ser un grupo personal
dentro de un estilo como el rocanrol, en el que es difícil lograr personalidad. De hecho, aunque lo
intentaron muchos, hay pocos grupos que hayan seguido el camino de Héroes y de ésos casi
ninguno ha conseguido reconocimiento.
Pero el hecho de haber salido tanto por ahí fuera con Héroes me hizo ver que yo, como músico,
podía ofrecer algo más. Y ese algo más dependía de una reconciliación conmigo mismo, en todos
los niveles. Una bajada a tierra, por un lado, en lo que se refiere a los textos y a forma de cantar, y,
por otro lado, una asimilación de quién soy como músico español, con una serie de influencias
reales y no impostadas. Sí, vengo del rocanrol y me interesa el rocanrol, pero tengo una serie de
influencia muchísimo más cercanas que nunca han salido a la luz. En algunos momentos, por
vergüenza, y en otros, porque no eran aceptadas en el grupo.
- ¿Es el hecho de desconocer ese interés que mantenías por determinadas músicas lo que ha
llevado a algunos colegas tuyos a decir que estás dando bandazos, buscando no se sabe qué?
- Me gusta la palabra bandazos y me gusta estar dando bandazos. Eso significa que estoy mirando
por aquí y por allá y buscando algo que quizás aún no he encontrado. Es más: lo reconozco; no lo
he encontrado. Pero no son bandazos sin sentido. Por otro lado, es posible que quien no conozca
mis gustos pueda pensar que todo esto es artificial. Pero si hay algo que me repugna del arte, y es
una manera de hablar, es que dependa de las explicaciones: que un disco dependa de todo un
discurso, que yo tenga que decir todo esto para que Pequeño sea mejor que si no lo digo.
Creo que una obra se tiene que sostén por sí sola. Una canción es buena o es mala y no depende de
que yo tenga todo un discurso detrás. ¿Qué más da cómo he llegado a la conclusión que es la
canción? Lo importante es que la conclusión te guste o no.
- Cuando inicias carrera en solitario, y sobre todo a partir de Pequeño, dejas ser estrictamente
un roquero para entrar más en el terreno del intérprete de canciones, del crooner, dicho sea a
lo anglo. ¿Cómo te preparas para ese cambio que implica nuevas actitudes escénicas, formas
de interpretar distintas, etcétera?
- No creo que haya tenido una preparación artificial en el sentido de obligarme a abandonar
determinadas maneras de hacer las cosas. No ha ocurrido así. Creo que después de doce años con
Héroes, en los que durante ocho no había parado y no tenía los pies en la tierra, pasó que empecé a
tener un pie en la tierra. Y eso me hizo cambiar la perspectiva respecto a la música.
Lo que no me interesaba eran determinadas actitudes que había tomado: no importaba menos la
conquista del mundo mundial y del espacio exterior y más la creación, hacer discos que me
aportaran algo. Y empezó a importarme mucho menos la exposición externa, algo que con Héroes
era pura sobreactuación. Eso me ha hecho llegar adonde estoy ahora y me permitirá llegar más
adelante, para lo que aún me falta mucho. Hay reflexiones sobre la forma de cantar y de
instrumentar los discos, y eso significa, por lo que a la instrumentación se refiere, que no me
interesan determinadas fórmulas básicas, de las que no reniego pero que no me sirven en estos
momentos.
Son reflexiones que me llevan hacia la investigación: primero hacia la electrónica, porque quería
mirar hacia fuera, y luego, hacia algo más orgánico, con referencias más cercanas. Pero no porque
quisiera transmitir a los demás una visión de mí, sino porque quería limar asperezas y concretar
respecto a lo que soy y siento. Necesito esa investigación, necesito esa concreción, necesito esa
sutileza y necesito esa ubicación de músicas.
- He mencionado el apelativo crooner, que el diccionario Webster aplica a quien canta con un
sentimiento exagerado. ¿Ofreces una revisión de ese concepto?
- Otros diccionarios describen a un corner como un baladista. Hombre, desde luego que es un
cantante melódico-pasional. Pero exagerado… ¿Son exagerados Bing Crosby o Sinatra? Son
exagerados Scout Walter, Nick Cave y Bunbury. ¿Pero lo es Leonard Cohen? Yo diría que no. Nino
Bravo, desde luego; Raphael, sin ninguna duda. No sé. Insisto en lo de melódico-pasional, no
necesariamente exagerado.
- Creo que Pequeño Cabaret Ambulante, el nombre que le has puesto a la gira de presentación
de tu segundo disco, define mejor que el título del álbum el espíritu que impregna las
canciones. ¿Cuál es tu idea del cabaret?
- Café cantante-porteño-arrabalero. Porteño siempre nos lleva a Buenos Aires, pero tenemos aquí el
ejemplo de Barcelona. O podemos ir a Cádiz o a Tánger, en Marruecos. Lugares que
internacionalmente han sido un punto de inflexión y que han recibido muchas influencias externas,
de forma que se han convertido en lugares bastardos, que no tienen una personalidad concreta.
Incluso tienen unos barrios que han acogido diferentes grupúsculos étnicos, diferentes guetos que
confieren a la ciudad una riqueza especial. Hamburgo podría ser otro lugar. A eso me refiero
cuando hablo de cabaret: el lugar en el que se reúne el nómada soltero, interesado por recibir
influencia externa femenina y musical.
Es el lugar que tiene un pie en lo popular y otro en lo ideológico. Son los sitios que más me
interesan. Pero es por la confluencia de diferentes culturas, que de repente nacen de esa ciudad un
ente bastardo. Un ente con personalidad ajena a lo que es el resto del país. Y, sin pertenecer a
ninguna de esas ciudades, me siento así.
- Me gustaría hacer un repaso sucinto a una serie de músicas y de intérpretes cuya influencia
es notoria en tu trabajo reciente; son referencias que en muchas ocasiones no están conectadas
con el rock. La música árabe, por ejemplo.
- Sobre la música árabe hay mucho que hablar. Lo que primero me gustó fue la música hindú, y a
comienzos de los años noventa voy a la India y a Nepal por primera vez, con el objetivo de comprar
discos y de buscar información. Luego fui a aprender a tocar el sitar y estuve un mes y medio en
Benarés con un profesor. Y me interesé más tarde por la música árabe, al descubrir ciertas
conexiones con la hindú. Lo hice a través de los clásicos árabes de los años cincuenta y sesenta:
gente como Oum Kalsoum, Abdel Halim Hafez o Farid El Atrache. Principalmente la música
egipcia, que es la música digamos más clásicas; me interesa menos la música pop árabe.
Me pasa lo mismo con la música pop hindú, que me parece hortera, directamente. Es esa faceta que
también tienen los gitanos, que me encantan cuanto más profundos son y tienen un nivel de
introspección fabuloso, pero cuando se ponen horteras son los más. Como los negros, que a la hora
de ser horteras se ponen los cadenones y son capaces de hacer las músicas más festivas para bailar y
pasar un buen rato, pero que son las que menos me interesaron en un momento dado. Pero a lo que
vamos: primero estuve en Jordania, y luego, en Túnez y Marruecos, y empecé a interesarme poco a
poco por la música. Fui comprando discos… Y empecé a sentir que era parte e mí. Es algo
inexplicable, por mucho que busque excusas históricas como que Zaragoza fue el último bastión del
imperio árabe en España, etcétera. Es algo más genético. La música me llega o no me llega y ésa me
llegó de una forma especial. Y desde entonces, dependiendo de la ocasión, he ido a Marruecos hasta
tres veces al año. Y es que creo que Marruecos ES como un punto intermedio: el lugar donde la
cultura árabe adquiere un carácter más amable, donde conviven a la vez el fundamentalismo y la
democracia. Así como Túnez ha abrazado absolutamente el turismo, en Marruecos existen los
árabes que desprecian al turista y los que se quieren aprovechar de él. Es una dualidad que me
gusta, quizás por mi carácter. He llegado, o casi, a disculpar el fundamentalismo árabe, a través de
filósofos como Roger Garaudy, que se hizo islamista.
- Sigamos. Bambino.
- Del pueblo gitano lo que menos me interesa es el lado más festivo, que veo encuadrado en el
mundo de la rumba, sobre todo. Quizás influido por la rumba catalana y dentro de ella por la que,
con todos los respetos, considero más vacía y que es la de Peret y la de Antonio González. Y mi
descubrimiento de Bambino viene porque veo que se podía hacer rumba con un carácter dramático,
que es el que siempre me ha interesado dentro de cualquier estilo musical. Y es más: que a través de
una forma de hacer música, que es la de Bambino, puedes recrear sonidos latinoamericanos. Es mi
forma de ver la música por encima del estilo del que proviene una canción, que es lo que hace
Bambino: toma canciones de autores españoles o latinoamericanos, las transforma y crea su propio
sonido. Su sello. Es la rumba dramática.
- Scott Walter.
- Me interesa a través de Marc Almond, de quien últimamente estoy revisando alguno de sus discos.
Y, bueno, Scout Walter es el cantante con un pie en el cabaret, con un pie en Italia y con un pie en
el pop y el rock.
En el fondo, estoy hablando de gente muy influida por Kart Weill.
- Tom Waits.
- Lo descubrí en 1987 con Frank´s Wild Years y de ahí pasé a lo anterior. O sea que empecé por lo
difícil, en teoría, porque Frank´s Wild Years, Rain Dogs y Swordfishtrombones son como los tres
discos más complejos de los ochenta, de la etapa más complicada de Waits. Y me pareció
asombrosa la apuesta de vanguardia que tenían, pero sin perder de vista lo tradicional.
Incomprensible para los ochenta. Es una asimilación de la música tradicional norteamericana,
intentando verla desde una perspectiva europea. Una visión intelectualizada de la música tradicional
norteamericana.
- Leonard Cohen.
- Siempre lo he visto muy mediterráneo, por eso me llama la atención. Quizás le influyó mucho el
tiempo que pasó en Grecia. Su música es como para bailarla con los brazos abiertos. Y luego me ha
parecido siempre el mejor letrista de la historia del pop, del rock o de lo que sea. Tenía el grado de
poesía, de ironía, de descripción y de narración ideal. Una mezcla perfecta en un solo texto. Muy
por encima de Dylan, de quien a veces pienso que como letrista está sobrevalorado. Y que me
perdonen los dylanianos.
- Elvis Presley.
- Todo lo que es el rocanrol. Lo ha hecho todo: incluso ser mediterráneo antes que nadie. Fue el
primero que miró hacia Italia, cogió canciones italianas y las adaptó. Fue el primer crooner del rock
y el primero que fue incluso étnico, con la mirada hacia Hawai. Luego, lo que más se le puede echar
en cara es la vacuidad de los textos. Pero también ésa era la grandeza del rocanrol: una música
sensual o animal para mover las caderas. Y por otro lado es, incomprensiblemente, una música de
rebelión. Elvis es lo que yo entiendo por rocanrol: rebeldía y sensualidad. Habría cerrado el círculo
perfecto con unos textos maravillosos. Que luego los llega a tener, con cosas como In The Ghetto,
en las que empieza a haber una mayor conciencia del texto.
Y como intérprete es único. Si tuviera que destacar tres voces del siglo xx, serían las de Elvis, Frank
Sinatra y María Callas. Bueno, también estarían Camarón y Nusrat Fateh Ali Khan.
- Y has seguido muy de cerca eso que aquí llamamos rock latino.
- De todos los países que he visitado en Latinoamérica, siempre he vuelto con mil discos. He estado
muy al tanto desde el primer disco de Café Tacaba, de lo que estaban haciendo entonces Fabulosos
Cadillacs… Estoy hablando del año noventa y me quedaba alucinado al ver la poca respuesta que
tenía ese material en España. Nadie entendía ni jota. Incluso el discurso que yo tenía entonces era
que había que estar allí para entenderlo. Luego ha empezado a entrar poco a poco todo ese material
y la gente lo ha asumido sin haber estado necesariamente en esos países. Pero me parecía
imprescindible haber estado en México para entender a Café Tacaba, por ejemplo.
Esa pasión es la que me hizo intentar empezar a traer grupos para aquí, algo que me resultaba
dificilísimo. Convencer a los directivos de las compañías discográficas que los editaban fue la
primea dificultad. Y, de hecho, trajimos a Aterciopelados, de Colombia.
- Has mencionado antes a María Callas. ¿Eres buen escuchador de ópera y de música clásica
en general?
- Soy un cateto de la música clásica. Lo que ocurre es que me apasiona María Callas y tengo todos
sus discos. Hombre, una ópera entera me cuesta mucho tragarla, pero las arias sí las escucho. Y
también me gusta mucho Wagner. Sí, lo que más me gusta es la ópera.
- Más allá de las referencias que te he propuesto, y aunque sea de manera telegráfica, dame
algunos nombres más de músicos que estén en tu lista de favoritos.
- ¡Uf! La verdad es que hablar e los Beatles es un poco tonto, pero es un material que siempre viene
bien revisar periódicamente. Sobre todo, los discos que hicieron entre 1966 y 1970. De esos años
puedo mencionar también a Dylan, Led Zeppelin, Rolling Stones, Hendrix o Santana. Gente básica
para mí en un principio. De los setenta me quedo con Captain Beefheart, Van Morrison, Tim
Buckley, David Bowie, Black Sabbath, Crutis Mayfield, James Brown, Frank Zappa, King
Crimson, Miles Davis… Bueno, en realidad, de Davis me gustan todas sus épocas. De los ochenta
destaco a Prince, el afterpunk, los Smiths, Cocteau Twins, Paolo Conte...
- Parece que no se te puede acusar de que no escuchas música. ¿Cuántos discos compras al
año?
- Pues no lo sé, pero entre cuatrocientos y setecientos.
- La tradición dice que, en general, los músicos de rock españoles no compran música. O
cuando menos que no la escuchan. ¿Compartes esa apreciación?
- Hay veces que pienso que no es necesario escuchar tanta música como escucho yo. Creo que la
pasión por componer canciones y la pasión por escuchar, que en mí confluyen, son diferentes y no
tienen que ir juntas obligatoriamente. Conozco a muchos músicos que no escuchan música o que
escuchan prácticamente lo mismo, que tienen una colección básica y a ella van y vienen,
comprando en compacto lo que ya tienen en vinilo. Y lo llego a entender, porque hay gente que
sobre eso puede componer grandes canciones.
- Creo que ha quedado claro a lo largo de varias respuestas que la lectura es una de tus
aficiones. La pregunta del millón es si eres un lector compulsivo o de método.
- Se puede decir que soy compulsivo, pero nada metódico. Tal vez lo que menos lea sea novela;
sobre todo, me interesan ensayos, lecturas sobre música, poesía, biografías, teatro… También he
comenzado con pintores, pues me interesa el enfoque artístico, la forma de abordar su obra. Dentro
de mis escasos conocimientos de pintura, me apasionan los artistas mexicanos: Diego Rivera, Frida
Kahlo, Posada… También algunos españoles, como Barceló y Sicilia, y la portuguesa Paula Rego.
Raramente leo novelas, aunque de vez en cuando aparece alguna pasión como Sábato, Bukowsky,
Miguel Ángel Asturias, Unamuno, Mircea Eliade o Arrabal.
- Arrabal es uno de los autores que mencionas en esa casa de citas, como yo había llamado a
tu diario de la gira Avalancha. De ese escritor estabas leyendo entonces La torre herida por el
rayo. También anotas otra lectura: una biografía de Pablo Neruda.
- Arrabal es un autor del que creo que, exceptuando su penúltimo libro, he leído todo. Cuando
alguien me apasiona me meto a fondo con él. Y en el caso de Neruda es que me ha resultado un
poeta muy fácil de leer. Pero no es de los que realmente me hayan apasionado. Me apasionó mucho
más Benedetti y en esta última etapa, Ángel González, Gil de Biedma, Miguel Labordeta… La
poesía de la experiencia, digamos.
- Fernando Sánchez Dragó también ha sido uno de tus favoritos. ¿Aún está en tu lista?
- Creo que he leído todo lo que ha escrito y hay muchas cosas en las que coincido con él. En otras
no, claro. Es más: coincido hasta con sus detractores. Pero, a diferencia de ellos, creo que entiendo
lo que quiere decir Sánchez dragó cuando se mete en esos terrenos pantanosos que pueden herir
susceptibilidades. He tenido ocasión de halar algunas veces con él y la verdad es que me parece un
tipo con el que tengo ciertas conexiones; principalmente, la pasión por el viaje y una tendencia
hacia lo espiritual, desde la perspectiva académica. Y también creo que a través de su interés por las
religiones orientales ha hecho un camino de ida y vuelta y ha retomado lo que más le interesa del
cristianismo místico, algo que actualmente también a mí me atrae.
También a nivel político… Dragó ha sido muy criticado, e incluso acusado de facha y de apoyar a
la derecha. Pero desde mi perspectiva, hubo un momento en España en el que el voto útil era echar
al PSOE y había que tomar partido. Yo lo hice desde una actitud más libre, pidiendo a la gente que
votase a quien fuera, menos al Partido Socialista, y él quizás se enfocó mucho más hacia el Partido
Popular, que no me parece un partido facha en estos momentos.
Pero vaya, todavía hoy hay gente que se echa para atrás cuando le comento que me gusta Sánchez
Dragó. Y Gárgoris y Habidis, su obra que más me gusta, no es política en absoluto, como tampoco
lo son el resto de sus obras de ficción. Creo, además, que casi nadie de los que le critican conoce la
obra de Sánchez Dragó. Pienso que todo el mundo lo juzga por sus opiniones televisivas y quizás
por su arrogancia o egolatría, que creo que la muestra abiertamente en algunos momentos, pero no
creo que eso le haga perder puntos intelectualmente.
- Deduzco por la lectura el muy mentado diario que has escrito poesía. No sé si sigues
haciéndolo.
- Sí, incluso llegué a presentarme a un concurso. Luego, cuando ha pasado el tiempo, no me gustó
nada lo que había escrito. Y tampoco tengo un concepto muy bueno sobre mí como escritor. En
definitiva, ahora prefiero concentrarme en intentar ser tal vez un buen escritor de canciones. Y me
refiero ahora a los textos, algo que creo que no he conseguido y que espero lograr en el futuro.
Algún día haré un disco cuyos textos sean realmente buenos. Pero la poesía la he desechado
definitivamente.
- Has apuntado hace ya no sé cuántas respuestas que eres buen lector de teatro. ¿También
eres un espectador fiel?
- Me jode mucho el hecho de que desde hace dos o tres años sólo voy al teatro esporádicamente...
Casi voy más por obligación, porque son obras que hace gente que conozco. Pero esa pasión que
tenía a los dieciocho o diecinueve años, que me llevaba al teatro todas las semanas como ahora voy
al cine, la he dejado bastante de lado. Me apena no ir al teatro tanto como iba antes.
- Ya sabemos que Antonio Buero Vallejo está entre tus autores preferidos. ¿Alguno más?
- Arrabal. De hecho, entré en Arrabal a través de su teatro. También, alguna de las primeras obras
de Antonio Gala, como Séneca o el beneficio de la duda, que me impactó muchísimo, y Brecht,
Artaud, Beckett, Ionesco, Ibsen, Tagore y el teatro hindú. Incluso norteamericanos como Tennessee
Williams y Sam Shepard. Casi todo es teatro que hace referencia al desorden psicológico, que es
común denominador en Buero, en el teatro del absurdo y en Williams.
- Pues ya que te he dado tanto la lata con el diario, la pregunta es ineludible: ¿Sigues
escribiendo diarios?
- No. Los he escrito en determinadas etapas. En giras, en vacaciones… Una vez que hice la ruta
maya escribí uno, aunque mejor lo llamaría cuaderno de campo, donde hacía anotaciones y a la vez
reflexionaba sobre mis propios problemas. Eso lo he hecho en tres o cuatro ocasiones. Bueno, hice
un diario de la grabación de Avalancha, que por el bien de todos espero que no se publique nunca.
Ahora no escribo nada desde hace tiempo. Claro que salí escarmentado cuando le pasé al club de
fans parte del diario europeo. No sé por qué lo hice, pero lo cierto es que luego me sentí un poco en
pelotas.
- Te agradezco que lo hicieses, pese a la desnudez, porque me ha venido muy bien. Por cierto:
¿Qué contiene ese diario de la grabación de Avalancha que has mencionado?
- Es que esa grabación fue muy conflictiva. Y más por lo que rodeaba al grupo que por su propia
situación. Hubo muchos problemas con la compañía y con el productor. Bueno, y con el manager,
porque le habíamos pedido a Pito que no siguiera llevando nuestros asuntos. Había muchas cosas
conflictivas. Es el tipo de diario con el que pueden saltar chispas, porque hay mucha gente
implicada y asuntos un tanto escabrosos.
- En un arranque de entusiasmo, anotaste en el diario que nos viene ocupando, y que a partir
de ahora llamaremos diario del arrepentimiento, que el museo parisino D´Orsay era
<<seguramente el mejor museo del mundo>>. ¿Fascinado por los impresionistas?
- Son pasiones que surgen y con el D´Orsay he tenido esa pasión. En la época que tuve la novia
italiana muchas veces nos encontrábamos en París, como terreno neutral, y me gustaba mucho ir a
museos. Y además de la pintura contemporánea, que me interesa, y de la escultura, que me interesa
aún más, porque la escultura me parece un milagro, había salas de artes decorativas. Me gustaban
mucho porque he tenido cierta pasión por la carpintería. Son cosas que me llaman la atención
porque soy muy manazas.
- ¿Coleccionas arte?
- Tengo cuadros, pero nunca me he tomado muy en serio lo de comprar pintura; entre otras cosas,
porque me molesta guardar objetos en casa y porque cambio mucho de residencia.
- Bueno, pues ya que estamos con la cosa de las aficiones, hablemos de deporte. Francamente,
no te imagino en pantalón corto correteando por un parque o jugando al tenis, pero, por otra
parte, veo que te mantienes en buena forma.
- Premeditadamente no hago deporte. Me gusta el senderismo y escalar montañas y me gusta la
natación. Pero son cosas que las hago por sí mismas y no por mantenerme en forma. Y no practico
todos los fines de semana, por ejemplo. Las cosas que tienen que ver con el mar también me gustan.
En definitiva, cualquier deporte que tenga relación con la naturaleza, aunque no planteado como
obligación.
- No te preparas especialmente para las giras, pues.
- No. Quería buscar un profesor para aprender bailes de salón, porque me gusta mucho bailar, pero
al final no lo hice.
- Hay quien distingue entre vegetarianos totales y parciales. ¿En qué categoría te encuentras?
- Para mí, se es vegetariano o no se es. En todo caso, distinguiría la actitud del vegetariano ético,
que es como me considero, de la del vegetariano dietético, que es quien no come animales por estar
más sano o porque considera que le viene bien en un determinado momento de su vida. Desde
luego, el vegetariano ético sólo tiene una directriz: no matar a ningún animal. Así, es obvio que
puedes comer huevos o beber leche.
Entran incluso las morcillas de transfusión.
- ¿Morcillas de transfusión?
- Lástima que no existan.
Capítulo
DIVÁN / Conversaciones con Enrique Bunbury
El extranjero
El escritor y nómada Bruce Chatwin nos informa de un proverbio árabe:
Quien no viaja no conoce el valor de los hombres. Y Javier Reverte, otro
irreductible trotamundos y no menos apasionante cronista, nos proporciona
uno chichewa: Viajar es bailar. Bunbury es viajero dispuesto tanto a conocer
el valor de sus semejantes como a danzar en las montañas de Nepal, donde
tiempo ha apadrinó a una niña. Fascinado por México y devoto del Zagreb,
piensa en Antigua, Guatemala, como en su lugar de retiro.
Pero mientras la jubilación llega, y parece que aún tardaré, apunta a Cádiz
como residencia transitoria, reflexiona sobre la mala conciencia del rocanrol,
sitúa el valor de la comunicación por encima del concepto de patria y elogia
la jardinería municipal que adorna las calles de la ciudad en la que nació y
vive. El amor es ciego, Ray Charles es ciego, Steve Wonder es ciego… canta
Caetano Veloso en El Extranjero. Bunbury, extranjero en medio mundo, no
viaja con ojos anublados y observa, dice. Busca argumentos para sus discos
y para su vida.
- <<C uando me voy por ahí con la mochila es cuando más lejos me siento del personaje
Bunbury, y más cercano a lo que soy en el alma y el corazón>>, me decías en una entrevista.
¿Son los viajes, y abordamos una práctica fundamental para ti, una manera de buscarte o de
encontrarte a ti mismo?
- Me siento más yo mismo cuando estoy en movimiento y estoy viajando, quizás porque elijo
determinados países en los que no soy conocido y puedo hacer lo que quiero en cada momento, sin
pensar que alguien puede estar observándome. Para un tipo como yo, al que le gusta observar, ser
observado es un lastre horrible. Por un lado, tomo los viajes como n placer personal, como una
búsqueda o una reconciliación conmigo mismo, y, por otro, últimamente los hago con afán creativo;
es decir: los discos los hago en los viajes. Cuando me embarco en un nuevo proyecto, agarro la
mochila y me voy. Y hasta que no tengo pensado el disco no vuelvo. Los viajes me facilitan mirar
hacia dentro y me evitan mirar hacia fuera: la televisión, los amigos, la radio… Si me voy a
Marruecos, por ejemplo, tengo poco contacto con lo que está ocurriendo en mi país, la industria
musical me parece como un monstruo lejanísimo.. Sólo me queda cerca la realidad humana, aunque
ésta no difiera mucho de un país a otro. Es el yo interno lo que me impulsa a viajar, además, claro
está, del hecho de conocer otras culturas y todo eso.
- Siempre he creído que era una broma eso de jubilarte en Antigua, pero parece que vas en
serio. ¿Por qué esa ciudad?
- Tiene unas casas de tipo castellano, preciosas, cada una pintada de un color, con patio interior y
jardín. Es una ciudad que ha sido derruida por terremotos varias veces en los últimos cinco siglos.
Era la antigua capital de Guatemala y es lo opuesto a la capital actual, Guatemala City, una de las
ciudades más feas que he visto en mi vida. Y Antigua ha quedado como una ciudad dormitorio para
artistas y gente que tiene una vida creativa e interesada por cierto indigenismo. Hay mucho
extranjero. Jetas de todo el mundo, entre lo que quiero que me consideren. Es el lugar ideal para no
hacer nada y dedicarme a la contemplación o a escribir una novela que nunca se vaya a publicar.
-Ese asunto de la solidaridad podemos enlazarlo con los viajes en el sentido de que viendo
mundo descubres grandes maravillas pero también tremendas miserias. Frente a la
hermosura mitológica, la pobreza histórica.
- Estás hablando de una miseria económica, junto a una riqueza espiritual. Es lo opuesto a lo que
tenemos aquí. Por un lado, en el mundo rico, quien más quien menos, aunque no tenga trabajo,
dispone de un techo para cobijarse; pero, por otro lado, por mucho que luchemos para conseguir
determinados elementos de bienestar, nunca alcanzamos esa riqueza espiritual, esa alegría que
tienen pueblos como el cubano o el nepalí. Lugares en los que dices:<<¿Cómo pueden tener tanta
alegría, viviendo en esta miseria?>> Tienen un elemento espiritual en sus vidas que tiene un valor
muchos mayor del que nosotros le damos. Nuestra aspiración se reduce a comprar cada vez más
cosas, al consumo.
- Pero cabrea comprobar que no se hace nada por evitar la miseria. Con la riqueza espiritual
no se come.
- Me produce cabreo pensar que mientras hay gente que se muere de hambre, nosotros podamos
morir de gula. A veces alguien me dice que mis canciones pueden ayudar a alguien que nos e
encuentre muy bien en un momento determinado, pero me parece que todo es muy egoísta en el
rocanrol y que es una vida de excesos. Ver un escenario de rocanrol es...
- El viaje nos lleva a tu canción El extranjero, donde cantas <<ni patria ni bandera/ni raza ni
condición>>. Albert Camus dijo que el idioma es nuestra patria. ¿Es la tuya tu idioma?
- En el plano artístico asumo totalmente que mi patria es mi lengua. Pero por otro lado, pienso que
la lengua sólo es un vehículo de comunicación que me sirve para intentar entenderme con el
prójimo. Y si el prójimo no entiende español y yo tengo que hablar euskera, pues hablo euskera, no
pasa nada. Bueno, sí que pasa, porque no tengo ni puta idea de euskera. Pero pongamos inglés o
incluso francés, que lo hablo mal, y que tengo que utilizarlo cuando voy a pueblos de Marruecos en
los que no hablan ni español ni inglés:<<Oui, madame, monsieur…>>>Pero bueno, creo que, en lo
artístico, utilizando mi lengua puedo hablar mucho más de lo que me rodea y de aquello a lo que
pertenezco, porque es el resumen de todo lo que soy.
- Ultima referencia al manoseado diario: <<Cada vez tengo más ganas de irme a vivir a Los
Ángeles>>, anotas. ¿Ya se te han ido las ganas?
- Los Ángeles es la única ciudad en los Estados Unidos en la que realmente puedes llevar una vida
anglosajona y una vida latina, por separado y mezcladas. Allí, depende de dónde me meta, puedo
llevar una vida como en México DF: escuchar radios en español, comprar periódicos en español y
estar rodeado de gente que considero cercana a mí. Pero, por otro lado, creo que Los Ángeles es una
ciudad de oportunidades, en la que todo el mundo está luchando por conseguir algo. Eso hace que la
ciudad sea dura, pero también que ofrezca muchos servicios.
Es el lugar donde el rock en español se ha hecho un hueco y desde donde saldrá disparado si llega la
ocasión. Eso es lo que me fascinó de Los Ángeles. Fue en un mo9mento en el que Héroes estaba
muy fuerte en toda Latinoamérica y a punto de entrar en Estados Unidos, y si el grupo hubiera
continuado nos tendríamos que haber ido a Los Ángeles. Juan y yo estábamos decididos. Había que
estar ahí.
- <<Y en Zaragoza, un cañón>>, decía la jota, y La Estación del Silencio, bar que es como tu
casa y que muchos seguidores de Héroes han pensado siempre que era propiedad del grupo.
- El nombre de La Estación del Silencio surgió antes de que nosotros sacáramos el primer disco y en
cierto modo pensamos que el bar iba a ayudar a la carrera del grupo. Ha sido al revés, pero entonces
creíamos que un bar que se llamase así nos serviría de apoyo. Pero nunca ha sido nuestro. Sí es un
bar con cierto encanto, en el que se reúne un montón de gente relacionada con la música.
- Ahora, gracias al desarrollo de las comunicaciones, parece que ya no es necesario vivir en los
centros e poder para hacer lo que quieres o necesitas.
- Creo que estando en Zaragoza o en Bollillos del Condado puedes trabajar en España si tienes un
nombre hecho. Pero echo de menos no estar viviendo temporadas en Latinoamérica, porque me
gustaría trabajar mucho más ahí. Y además sé que tengo la posibilidad; no es una utopía. Pero cada
vez tengo menos tiempo, menos ganas de hacer giras y más ganas de hacer discos. Es también un
momento muy bueno para trabajar en Latinoamérica y en Estados Unidos, y creo que el público
norteamericano tiene mucha memoria y sabe quién eres, recuerda tu trayectoria, te tiene presente y
no es tan despectivo con un artista cuando éste crece y hace discos diferentes. Como que no te juzga
constantemente por tu último single.
Capítulo
DIVÁN / Conversaciones con Enrique Bunbury
De mayor
Fin del recorrido. Tiempo para pulsar el porvenir inmediato. El futuro,
dijo alguien, es sólo un tiempo verbal. El futuro, maña, o sea, para
Bunbury es un disco de tangos. ¿Gardel redivivo? ¡Quia! Parece que
pretende dar nueva visión europea de la cosa porteña clásica. Avisa
también de un próximo álbum recopilatorio de Héroes, pone en guardia
respecto a cómo cambiará el argumento textual de sus próximas canciones
y parafrasea a Pessoa con una autodefinición. Pasen, lean y adiós. Muy
buenas.
-H ablemos de proyectos a corto plazo, más allá de la salida de Pequeño en Estados Unidos
y Latinoamérica, donde ya está rodando cuando este libro se publique. Creo que piensas
editar dos álbumes simultáneos en otoño de 2000.
- Sí, pero ha habido algún cambio de planes. En realidad, estoy manejando varios proyectos que ya
he ofrecido a la compañía de discos. Con toda seguridad, antes del verano saldrá un álbum en
directo, acompañado de un documental sobre la gira Pequeño Cabaret Ambulante. Cuando vuelva
de las presentaciones por América me embarcaré en la producción del álbum de Los Elefantes, un
grupo magnífico de Barcelona. A partir de julio, volveré a la carretera en España, tal vez Francia y
Portugal. Y en septiembre, otra vez a Latinoamérica. Además, Emi-Odeón planea sacar en
navidades un grandes éxitos de Héroes y aún me quedan colgados el proyecto de tangos y mi
próximo álbum con material propio.
- Así que si no tenemos en cuenta el disco de tangos, tu nuevo álbum con material propio va a
tener que esperar.
- Pues sí. Todavía no me lo quiero plantear, ya que para hacerlo tengo que desaparecer del mapa,
ubicarme en Andalucía y componer con calma. Además, quiero concentrarme mucho en los textos,
porque supondrán un giro importante respecto a lo que he hecho hasta ahora. No creo que vayan a
tener mucho en común con los de mis dos discos en solitario.
- ¡Qué jeta!
- El proyecto es muy bonito, pero los artistas son un rollo y es muy complicado trabajar con ellos.
Me entusiasma tanto, que no quería que se me fuera de las manos. Lo bonito está en abordar los
tangos de una manera no ortodoxa. Por ejemplo: no quiero oír un bandoneón por ningún lado. Me
interesan mucho el jazz, los conceptos de Piazzolla y lo que ha hecho Juan Carlos Cáceres con la
instrumentación gitana. Lo que quiero es buscar fórmulas diferentes de hacer el tango. Sé que es
una música argentina, pero Barcelona y Madrid, como París, enriquecieron el tango. Así que quiero
dar una visión española, sin utilizar dejes ni usar el lunfardo. Aunque luego en Argentina me tiren
piedras y de todo. Me gustaría, modestamente, poner un granito de arena para que el tango no se
quede anquilosado en los cánones des estereotipo del pasado.
- Y en medio de todos esos líos, para no aburrirte, has participado en un disco colectivo de
homenaje a Serge Gainsbourg.
- Sí. Es un álbum que saldrá en el mes de octubre. He hecho una versión de Réquiem para un
cabrón. Nick Cave, Pulp, Pizzicato Five y Najwajean, entre otros, también están en ese disco.
- Despedida y cierre. <<No sé aún si soy un poeta o un sentimental>>, escribió Pavese. ¿Qué
dirías de ti?
- No sé si soy un mediocre o un apañao.
instrumental
Siempre en la oscuridad
la voz no tiene sentido
el silencio lo es todo
pero en su propio olvido
en sus ojos apagados
hay un eterno castigo
el héroe de leyenda
pertenece al sueño de un destino
Encerrado en el tiempo
ha perdido el valor
para escapar de su celda
el héroe sin ilusión.
en sus ojos apagados
hay un eterno castigo
el héroe de leyenda
pertenece al sueño de un destino
en sus ojos apagados
hay un eterno castigo
el héroe de leyenda
pertenece al sueño de un destino
te puedes vender,
cualquier oferta es buena
si quieres poder.
qué fácil es,
abrir tanto la boca para opinar
y si te piensas echar atrás
tienes muchas huellas que borrar
déjame, que yo no tengo la culpa de verte caer
si yo no tengo la culpa de verte caer.
pierdes la fe,
cualquier esperanza es vana
y no sé qué creer;
pero olvídame que nadie te ha llamado
y ya estás otra vez
déjame, que yo no tengo la culpa de verte caer
si yo no tengo la culpa de ver que…
entre dos tierras estás
y no dejas aire que respirar
entre dos tierras estás
y no dejas aire que respirar.
déjalo ya,
no seas membrillo y
permite pasar
y si no piensas echar atrás
tienes mucho barro que tragar,
déjame, que yo no tengo la culpa de verte caer
si yo no tengo la culpa de ver que…
entre dos tierras estás
y no dejas aire que respirar
entre dos tierras estás
y no dejas aire que respirar.
déjame, que yo no tengo la culpa de verte caer
si yo no tengo la culpa de ver que…
entre dos tierras estás
y no dejas aire que respirar
entre dos tierras estas
y no dejas aire que respirar.
sal
he de encontrar
una senda que me lleve a un lugar
y no me siento capaz de iniciar
nueva vida sin más.
quisiera emprender
la aventura que no me haga volver
dejar de una vez
lo que yo mismo no puedo entender.
Por una vez lo que siempre soñé hacer
prométeme construir una senda
por una vez lo que siempre soñé hacer
prométeme construir una senda
que pueda recorrer.
detrás de un disfraz
tartamudo ante la adversidad
por un hilillo de voz
se va lo poca razón
que nos permite tu escaso valor
y he de cruzar
dar el paso hacia una vida anterior
si hay destellos de magia
entre los besos de la traición.
por una vez lo que siempre soñé hacer
prométeme construir una senda
por una vez lo que siempre soñé hacer
prométeme construir una senda
que pueda recorrer.
por una vez o que siempre soñé hacer
prométeme construir una senda
por una vez lo que siempre soñé hacer
prométeme construir una senda
que pueda recorrer.
no es la primera vez
que me encuentro tan cerca
de conocer la locura
y ahora por fin,
ya sé que es
no pode controlar ni siquiera tus brazos
y sientes que están
completamente agotados,
y no entiendes por qué.
antes o después, debería intentarlo
someterme a su hechizo
olvidando mentir,
en otro nivel, no querer recordar
ni siquiera el pasado
que sientes que está
completamente agotado
y no entiendes por qué.
vámonos de esta habitación
al espacio exterior
se nublan los ojos
todo de un mismo color,
mientras todo da igual
mientras todo da igual…
ganar o perder,
sé que nunca me importa,
lo que embruja es el riesgo y no dónde ir
y subes otro nivel, y no puedes llegar
ni siquiera a tocarlo.
y sientes que estás,
completamente agotado
y no entiendes por qué.
vámonos de esta habitación
al espacio exterior
se nublan los ojos
todo de un mismo color,
y mientras vámonos de esta habitación
al espacio exterior
se nublan los ojos
todo de un mismo color
mientras todo da igual
y ahora vámonos de esta habitación
al espacio exterior
se nublan los ojos
todo de un mismo color
y mientras vámonos de esta habitación
al espacio exterior
se nublan los ojos
todo de un mismo color
mientras todo da igual…
nueve, ocho, siete, seis, cinco….
entra despacio,
que nadie oiga tus pasos,
mientras tanto
si los nervios no traicionan,
todo irá bien.
y dejemos los besos para los enamorados
y pensemos en lo nuestro
que por eso te he pagado
aunque es noche
seas sólo mercancía para mí.
dejo en tus manos
lo que hemos acordado
la lluvia de hace un rato
ahora sólo necesito descansar.
y dejemos que los sueños
se apoderen del deseo
recordemos que lo nuestro
se me olvidará al momento
aunque esta noche
sea sólo unos billetes para ti.
pienso en los años
que llevas guerreando
con un nombre por bandera
ahora sólo quiero oírlo una vez más
y dejemos que lo cierto sea lo que imaginamos
recordemos que lo nuestro
todavía no ha acabado
aunque por esta noche…
…por esta noche…
nos podemos despedir.
me empequeñece la altura
y no lo puedo evitar
se me atascan las ideas,
amontonadas
en mi tesoro y me esperan
ayer teñí de color sangre mis sueños
y no queda nada sagrado
que me divierta ya.
conseguiré esa sonrisa
si la puedo comprar,
será de mis favoritas
acumuladas
en mi tesoro y me esperan,
ayer teñí de color sangre mis sueños,
y no queda nada sagrado que me
divierta ya.
ayer teñí de color sangre mis sueños,
y no queda nada sagrado
que me divierta ya.
instrumental
un huracán de palabras
en la ronda a tabernas
orfeón cotidiano, entóname el plan
salpica la sangre, de espuela enloquece
si no hay paraíso ¿dónde revientas?
es cierto:
camino de exceso, fuente de saber
un plato de desprecio ahoga el veneno
mientras dure el dinero y dure el empeño
ladrillo a ladrillo quedan años después
si estás dispuesto a afrontar la escena
no es de William Blake
¿estás dispuesto a devorar estrellas
que sacien tu sed?
escucha:
apenas afino melodías de perdedor
los cielos han gastado mi último suspiro
quedaron atrás todos los enemigos
y aún me queda la duda de un futuro mejor
si estás dispuesto a afrontar la escena
no es de William Blake
¿estás dispuesto a devorar estrellas
que sacien tu sed?
el camino del exceso…el camino del exceso…
el camino del exceso…di!: el camino del exceso
quemamos con malas artes el espíritu del vino
y no va a regresar, no, no va a regresar
el camino del exceso…el camino del exceso
el camino del exceso…di!: el camino del exceso…
quemamos con malas artes el espíritu del vino
y no va a regresar, no, no va a regresar
y quemamos con malas artes el espíritu del vino
y no va a regresar, no, no va a regresar.
instrumental
empezar porque sí
y acabar no sé cuando
el azul me da cielo
y el iris los cambios
los astros no están más lejos
que los hombres que trato
repito otras voces
que siento como mías
y se encierran en mi cuerpo
con rumor de mar gruesa
te he dicho que no mires atrás
porque el cielo no es tuyo
y hay que empezar despacio
a deshacer el mundo
el aliento de la tierra
y su calma serena
y la sombra de la tarde
que es una mano que tiembla
la música me abre secretos
que ahora están dentro de mi
al final después de todo,
no somos tan distintos
un oasis en desierto
donde queda la paciencia
te he dicho que no mires atrás
porque el cielo no es tuyo
y hay que empezar despacio
a deshacer el mundo, sí!
ponme fuera del alcance
del bostezo universal
nos veremos en el exilio
o en una celda
ponme fuera del reposo
en mi historia personal
soy un ave rapaz: mirad mis alas!
he dicho que no mires atrás
porque el cielo no es tuyo
y hay que empezar despacio
a deshacer el mundo, sí!
al inocente lo linchan
al son de la calumnia
en la odisea del rencor
el gran inquisidor
y el hombre guarecido,
el hombre guarecido
en el leal, leal cobijo
de la soledad
la corona se prende
después de la victoria
esa no será la historia
de mi generación
el placer es un abismo,
el orgasmo un alivio
contra las farsas,
falsas de control
de la gente mayor.
como si aquel instante
fuera a ser el primero
del resto de sus vidas
días de borrasca
víspera de resplandores.
cuando el futuro es improbable
cuando pensar no es suficiente
y cuando aquello
que en teoría no puede
halla sucedido…
como si aquel instante
fuera a ser el primero
del resto de sus vidas
días de borrasca
víspera de resplandores..
como si aquel instante
fuera a ser el primero
del resto de sus vidas
días de borrasca
víspera de resplandores.
Virus
Como un virus que se extiende
y se contagia de tumor a suspiro
como un hongo crece sin mi permiso
y desarmado dejo que me envenene
y yo he esculpido en cenizas
viendo llegar por la cantera
disolviendo el mineral del alma.
Como un rayo de luna sobre los mares
pasa por el abismo de mis miserias
como si fuera de hebras de mi debilidad
me alimentara y fortaleciera
y yo esculpido en cenizas
viendo llegar por la cantera
disolviendo el mineral del alma.
Como un virus que se extiende
y se contagia de tumor a suspiro!
Como no me da tregua
pensé en mutilarme
y será sin pecado segmentada la carne
como novios titanes
como en conspiración
ningún sacrificio será bastante.
y yo he esculpido en cenizas
viendo llegar por la cantera
disolviendo el mineral
y yo he esculpido en cenizas
viendo llegar por la cantera
disolviendo el mineral del alma.
como un virus que se extiende
y se contagia de tumor a suspiro!
Babel
Alguien jodió las calles
con prohibiciones de higiene mental
quien separó los colores,
fabricó las casillas que has de ocupar
Babel dividió el planeta
encerró en sus mazmorras
el nervio del sur
aquel que cerró las puertas
levantando muros que no saltes tú.
Alguien tomó en sus manos
las manos de todos, confirmó su ley.
quien enseñó la doctrina sabiduría
que no nos quita la sed
Babel plantó banderas,
plantó los signos en distintas lenguas
aquel que nos da tabaco y vino agrio
que nos entretenga
Babel olvidó que el hombre es el lobo
el hombre que me va a devorar
y ya no espero otra cosa
que te vayas con otra para no regresar.
Babel olvidó que el hombre es el lobo
el hombre que me va a devorar
y ya no espero otra cosa
que te vayas con otra para no regresar…
babel olvidó que el hombre es el lobo
el hombre que me va a devorar
y ya no espero otra cosa
que te vayas con otra para no regresar.
Babel olvidó que el hombre es el lobo
el hombre que me va a devorar
y ya no espero otra cosa
que te vayas con otra para no regresar.
Au! ...
… y para siempre
no me tienes que impresionar
ni que seguir la corriente
voy a quedarme aquí
en la orilla del presente.
con la voz amarga y
el corazón derrotado
estoy plantando barreras
a la sombra de mis pasos
la derrota no es una opción
y ya no hay excusa
y para siempre
me parece mucho tiempo
donde el hombre se asfixia
escribe un testamento
lágrimas de vinagre
y de chile negro.
el suplicio de estar contigo
eres la alquimia de mi veneno
los presagios confirmados
por el bando de los vivos.
la derrota no es una opción
y ya no hay excusa
y para siempre
me parece mucho tiempo.
hoy nacen las dudas
lo mismo será mañana
si es ley en tus entrañas
ser savia para mi locura.
la influencia de la ira
y los impulsos de la lengua
no tengo toda la vida
y aún hay cajas con sorpresa
la derrota no es una opción
y ya no hay excusa
y para siempre
me parece mucho tiempo.
Medicina húmeda
Permanece atenta
a los rasgos de la muerte
por amor al transparente
de la cárcel de los bosques
Vida, lo que fue real
las plantas generosas, quizás
no te dejen ir donde
las caras se desdoblan
lo que el ojo no ve
se cumple de enfermedad
y curándose en un rostro
el águila devora a la serpiente
Europa se aburre
Balbucea en vez de hablar
y debería parar
de fabricar sus tinieblas
(…) Sabina dice mi Dios es azul
las constelaciones dicen
(…)
Vida, lo que no es real
las plantas generosas
quizás no te dejen ir
donde las caras se desdoblan
los espectros conocidos
con nombre de gravedad
(…)
(…)
Europa se aburre
balbucea en vez de hablar
y debería parar
de fabricar sus tinieblas.
Europa se aburre
balbucea en vez de hablar
y debería parar
de fabricar sus tinieblas.
El cuadro
Mis ojos van al cuadro
algo se ha iluminado
y en su interior las figuras danzan
me miran fijamente y se agrandan
Mi cuerpo pesa menos
y siento que me elevo
las pistolas de Warhol sin munición
se nubla en mi cerebro la situación.
Rodeado por miradas algo difuminadas
y admito los colores de su interior
y sufre mi figura la transformación.
Y aquellos ojos blancos
me vuelvo hacia su lado
me obligan a sentirme así
están tras de ti.
No más lágrimas
Silencio he oído una voz
es posible que alguien se acuerde de mi
no puedo trágica luz
siento tus ojos ocultos en nombres
oh! tantos nombres…
aunque el aire no sepa que ocurre
el viento se lleva lo que acontece
Silencio he oído un rumor
creí encontrarme un abismo
el miedo justo a tiempo
sólo un segundo escarbando
en vacío, oh! tan vacío…
Aunque el aire no sepa que ocurre
el viento te arrastrará…
te arrastrará
no puedo oír tu voz siempre lejana
oh! no! tan lejana
No, quiero oír tu voz siempre quebrada
oh no.
no puedo dormir con esas lágrimas
goteando encima de mi.
no puedo dormir con esas lágrimas
goteando encima de mi
no puedo dormir con esas lágrimas
goteando encima de mi
no puedo dormir con esas lágrimas
goteando encima de mi.
La chispa adecuada
las palabras fueron avispas
y las calles como dunas
cuando aún te espero llegar
de un momento a otro
en un ataúd guardo tu tacto
y una corona con tu pelo enmarañado
queriendo encontrar
un arco-iris infinito.
No sé distinguir entre besos y
raíces
no sé distinguir lo complicado
de los simple
Mis manos que aún son de hueso
y tu vientre sabe a pan
la catedral que es tu cuerpo
no será del enemigo
eras verano y mil tormentas,
yo el león
que sonríe a las paredes
que he vuelto a pintar del
mismo color.
no sé distinguir entre besos y
raíces
no sé distinguir lo complicado
de lo simple
y ahora estás es mi lista
de promesas a olvidar
todo arde si le aplicas
la chispa adecuada.
la chispa adecuada…
la chispa adecuada…
la chispa adecuada…
la chispa adecuada
escribe, cuéntalo bien
mi pensamiento
que cruzamos océanos
de tiempo
dibujando un garabatos
de mis fantasías
poco están cuando lo necesitas.
el fuego que era a veces propio
la ceniza siempre ajena
blanca esperma resbalando
por la espina dorsal
ya somos más viejos y sinceros
y qué más da
si miramos la “laguna”
como llaman a la eternidad
de la ausencia.
no se distinguir entre besos
y raíces
no sé distinguir lo complicado
de lo simple
y ahora estás mi lista
de promesas a olvidar
todo arde si le aplicas
la chispa adecuada.
la chispa adecuada…
…la chispa adecuada
si le aplicas, si le aplicas,
la chispa adecuada.
Acústica
instrumental
Morir todavía
lo más pequeño es un misterio
y lo sagrado tan sencillo
el llanto de los nopales
junto al húsar de la muerte
cuando el coyote llamó a tu puerta
aulló notas malvenidas
las sombras arrebatadas
para el sueño de los justos
no se puede encerrar
el sol bajo una campana
no se puede aplazar
la hora señalada
puede ser uno de estos días
tu última batalla
o que las larvas nos hagamos adultas
y no entremos por la cerradura
el corazón pasando un túnel
oscuro como un naufragio
morir todavía y no después buscando sin remedio.
no se puede encerrar
el sol bajo una campana
no se puede aplazar
la hora señalada
el laberinto del sueño
donde se pierden
los demonios de la memoria.
no se puede encerrar
el sol bajo una campana
no se puede aplazar
la hora señalada
el laberinto del sueño
donde se pierden
los demonios de la memoria
el laberinto del sueño
donde se pierden
los demonios de la memoria.
Hologramas
Imaginas cosas que nunca verás
a veces piensas que son reales
imágenes que los demás no verán
porque son hologramas en proyección
Y ahora que tu mente me pertenece
jamás podrás volver a huir
ahora que seguro desaparece
tu nombre volverá a mi
delante de tus ojos
se estrellan mis enojos
ahora que los pájaros
vuelven a llorar
podrás imaginar.
Nuestros nombres
qué extraño
aprieta el deseo
y que lejano
aparece el acuerdo
a kilómetros es inalcanzable
esa mirada me encantaba.
y aún abriendo
en canal el ensueño
y con los ojos siempre abierto
por aguantar brindo en silencio
y no sabemos ni nuestros nombres
no ignoramos nuestros excesos
pero tu sola presencia
me enferma y vacía
y con un grito de esperanza
te digo adiós.
dime:, ¿querrías tu pintar
una casa con alas?
amanecer unos guiños confusos
dar la vuelta con miedo a mirar atrás.
no sabemos ni nuestros nombres
no ignoramos nuestros excesos
pero tu sola presencia
me enferma y me vacía
y con un grito de esperanza
te digo adiós.
al saber, como vacía,
y con un grito de esperanza
te digo adiós
y aún abriendo en canal el ensueño
y con los ojos siempre abiertos
por aguantar brindo en silencio
y no sabemos ni nuestros nombres
no ignoramos nuestros excesos
pero tu sola presencia
me enferma y me vacía
y con un grito de esperanza
te digo adiós.
y cada día le pregunta a su noche
que es lo que haría
en su mismo disfraz
asentir sin haber comprendido
que aquellas manos te asediaban
dime: ¿querrías tu pintar
una casa con alas?
Héroe de leyenda
siempre en la oscuridad
la voz no tiene sentido
el silencio lo es todo
pero en su propio olvido
en sus ojos apagados
hay un eterno castigo
el héroe de leyenda
pertenece al sueño de un destino
encerrado en el tiempo
ha perdido el valor
para escapar de su celda
el héroe sin ilusión.
En sus ojos apagados
hay un eterno castigo
el héroe de leyenda
pertenece al sueño de un destino.
en sus ojos apagados
hay un eterno castigo
el héroe de leyenda
pertenece al sueño de un destino
en sus ojos apagados
hay un eterno castigo
el héroe de leyenda
pertenece al sueño de un destino.
ha pasado el tiempo
tengo casa al otro lado del mar pero algunos momentos serán difícil de olvidar
“la estación del silencio”
junto a algún que otro bar
la ruta de los sueños
que parece imposible de alcanzar
no, no, no, negativo
no, no, no, definitivo
no, no, no, negativo
no, no, no, decididamente,
decisivamente, definitivamente no.
las noches desvelado,
drogas consumidas
mujeres que me acompañaron
así el dinero gastamos,
guitarras compramos
canciones que tanto cantamos
no la cambio por otra
aunque no sea gran cosa.
no, no, no, negativo
no, no, no, definitivo
no, no, no, negativo
no, no, no, decididamente,
decisivamente, definitivamente no
programas de cachi en la radio,
“menos quince” y “disco actualidad”
discos de elvis y bowie rayados
“interferencias”, la “muestra” y además
las noches del “b.v. 80”
escapando a tocar
a todos quiero gritar,
a todos quiero gritar
no la cambio por otra
aunque no sea gran cosa
no, no, no, negativo
no, no, no, definitivo
no, no, no, negativo
no, no, no, negativo
no, no, no, decididamente,
decisivamente, definitivamente no.
me pides lo imposible
y yo te lo concedo
de vuelta yo te ruego así
respondes que me olvide
los días pasan
y yo me quedo
aunque sepan tu nombre
no te conocen
si apareces esta noche
esta noche te quedas
¿por qué a la luz me desprecias así?
quizás a ti no te importe
que bien amarre lo que nos une
mientras pueda respirar
aquí te espero
Salomé
quieres que rueden cabezas
quieres buscar al infame
quieres que sea el verdugo así
quieres que sea el culpable
aprendo los lazos del instinto
los días a tu lado son profesores
Salomé
mataré si debo
te ayudaré si puedo
sólo dime qué he de hacer
y si recuerdas tu sueño
dime: ¿estoy en él?
caprichos, manías
contradicción o atrevimiento
descaro, groserías
oposición y menosprecio
servidor de nadie soy
extravagancia, irreverencia
desobediencia o impertinencia
insolencia, desvergüenza
rarezas y existencia
servidor de nadie soy
a los tabúes establecidos
por mediocres y poderosos
rechazo y me burlo
me tomarán por loco
servidor de nadie soy
servidor de nadie soy.
saber es sabor
de colores primordiales
de ondas calladas
olores elementales
y aún quieres desoír
instrucciones de natura
e infringir e infringir
las leyes del instinto, ¿qué locura!
despacio
voy despacio
la llamada del cobre
de la bóveda celeste
el azafrán y el polen
a la hora del poniente
despacio
voy despacio
polen, reverberación
polen, fascinación
polen, estado neutro
polen, que acudes al centro
polen, prolonga mi vida
polen, huidiza pendiente
polen, el abismo de siempre
y esos ojos quebrados de vidrio
danzando como un tío vivo
edredón de nubes
tranzado en algodón
enciende las luces, llévanos
polen
polen, eco callado
polen, siempre a tu lado
polen, hipnosis en vela
polen, de quién sospechas
sopla el viento encarcelado
en mis pulmones
acumulando desórdenes
lengua de fuego, dulce sueño
venid y decidme qué deseo…¡poleeen!
polen
hilaré un lazo sagrado
entre la chica, la ciudad y yo
así rimarán nuestros pasos
y la intensidad será la solución
oro es su piel
nueve es su nombre
y pongo a sus pies mis venas
para que mi sangre sirva de limosna
lo que abrevien las distancias
lo engrandezca mi memoria
lo demás son los otros
ajenos a nuestra máscara perfecta
por lo menos ya no estamos tan solos
rompe mis ataduras y me liberas
oro es su piel
nueve es su nombre
y pongo a sus pies mis venas
para que mi sangre sirva e limosna
y lo que abrevien las distancias
lo engrandezca mi memoria
acusaciones y reservas
la callada por respuesta
me abandono en la tristeza
insociable en mi destierro
me apoyo en lo que tengo
quien sabe no habla
quien habla no sabe
afirmaciones tan extremas
mi postura predilecta
hilvanando más sentencias
la discreción delimita
lo que el corazón sabía
la opinión general
es siempre la peor
tiranía
cerrar o abrir
entrar o salir
confundir o iluminar
lo mismo me da
insociable en mi destierro
me apoyo en lo que tengo
quien sabe no habla
quien habla no sabe
no lo sabe
cerrar o abrir
entrar o salir
confundir o iluminar
lo mismo me da.
holka
Me calaste hondo,
y ahora me dueles,
si todo lo que nace
perece del mismo modo,
un momento se va y no vuelve a pasar.
Y decían que bonito era vernos pasear
queriéndonos infinito pensaba:
“¿siempre será igual?”
¿cómo lo permitimos,
qué es lo que hicimos tan mal?
fue este orgullo desgraciado
que no supimos tragar.
Y engáñame un poco al menos,
di que me quieres aún más,
que durante todo este tiempo
lo has pasado fatal,
que ninguno de esos idiotas
te supieron hacer reír,
y que el único que te importa
es este pobre infeliz.
Me calaste hondo
y ahora me dueles
un momento se va
y no vuelve a pasar.
Y el día que yo me muera
y moriré mucho antes que tú
sólo quiero que una pena
se llore frente a mi ataúd
que esta herida de mi alma
no llegó a cicatrizar
y estará desesperada
hasta que te vea llegar.
Me calaste hondo,
y ahora me dueles
si todo lo que nace
perece del mismo modo,
un momento se va
y no vuelve a pasar,
un momento se va
y no vuelve a pasar,
un momento se va.
Una barca en el puerto me espera,
no sé donde me ha de llevar,
no ando buscando grandeza,
sólo esta tristeza deseo curar.
Me marcho y no pienso en la vuelta
tampoco me apena lo que dejo atrás,
sólo sé que lo que me queda,
en un solo bolsillo, lo puedo llevar.
Me siento en casa en América,
en Antigua quisiera morir,
parecido me ocurre con África,
Asila, Esaurira y el Rif.
Pero haya donde voy,
me llaman el extranjero,
donde quiera que estoy,
el extranjero me siento…
También extraño en mi tierra
aunque la quiera de verdad,
pero mi corazón me aconseja
los nacionalismos que miedo me dan.
Ni patria, ni bandera,
ni raza, ni condición,
ni límites ni fronteras,
extranjero soy.
Porque haya donde voy,
me llaman el extranjero,
donde quiera que estoy,
el extranjero me siento,
porque haya donde voy,
me llaman el extranjero.
Si ya no puede ir peor,
haz un último esfuerzo,
espera a que sople el viento,
a favor.
Ya sólo puede ir mejor,
y está cerca el momento,
espera a que sople el viento,
a favor.
Otra vez te has vuelto a equivocar,
siempre piensas la culpa
es de los demás,
y no tienes más remedio que de nuevo,
empezar.
Otra vez la has vuelto a fastidiar,
siempre tienes que quedarte atrás,
todavía te queda un buen trecho,
y les tienes que alcanzar.
Si ya no puede ir peor,
haz un último esfuerzo
espera a que sople el viento,
a favor.
Otra vez fuera de lugar,
siempre estás donde no debes estar,
muy cerca o muy lejos,
no estás atenta,
y se vuelve a escapar.
Otra vez perdiste tu oportunidad,
siempre enfrentándote y al final,
vencido por el miedo,
caes al suelo,
y te dejas pisar.
Si ya no puede ir peor,
haz un último esfuerzo
espera que sople el viento,
a favor.
sácame de aquí
no me dejes sólo
o todo el mundo esta loco,
Dios está sordo
Dicen que si continúas,
a algún lugar llegarás.
Debe de hacer falta, bastante caminar.
No soy mala hierba,
sólo hierba en mal lugar
Cabeza de calabaza,
el martes de carnaval.
Hubo un momento en que pudimos decir que no, que lo sentimos
nos debimos confundir
escribiremos nuevas reglas,
esta es la primera de ellas
está prohibido prohibir.
Sácame de aquí
no me dejes sólo
o todo el mundo está loco,
Dios es sordo.
Sácame de aquí
no me dejes sólo
no entiendo que nos pasa a todos
hemos perdido la razón.
nos hemos equivocado
teniendo toda la razón
aún podemos ser libres
dentro de una canción
hubo un momento en que pudimos
decir que no, que lo sentimos
nos debimos confundir
escribiremos nuevas reglas
esta es la primera de ellas
está prohibido prohibir.
sácame de aquí
no me dejes sólo
o todo el mundo está loco,
Dios es sordo.
Sácame de aquí
no me dejes sólo
no entiendo que nos pasa a todos.
hemos perdido la razón.
un enjambre de estrellas
para que no te pierdas
Talismanes contra toda clase de males.
Y un christmas e Navidad
que sepamos donde estás
desplegamos los mapas de todos los sueños
nos volvemos a encontrar
en un punto entre San Cosme y San Damián
los lobos hacen jauría
que es poesía de voracidad-
Y es tan frágil la voz,
y es tan débil que soy
como una urna de cristal
que se va a quebrar.
como un verano que pasó
que empiezo a echar de menos
como una cucharada de sal
que se disuelve en zig-zag en el mar.
y es tan frágil la voz
y es tan débil que soy
como una urna de cristal
que se va a quebrar.
La dictadura de la belleza
de la mentira y de la edad
y el dulce sabor de éxito en televisión
todos somos artistas de mierda,
en potencia.
himnos de esclavos
himnos de villanos
sólo los hijos no concebidos
pueden respirar tranquilos
hay cosas menudas que defender
un gato y una mujer
la fábrica de Jim Bean
depende en parte de mí.
Mundo feliz para ti y para mí
la misma vaina, distinto collar
muchas gracias por colaborar
ha sido todo un placer.
Si te quitas la vida
procura no poner todo perdido
y añade cual es tu dolor
en desguaces suspiros
escudos ikurriñas
logotipos de grupos de rock
esvásticas y banderas
tendrás lo que quieras.
mundo feliz para ti y para mi
la misma vaina, distinto collar
muchas gracias por colaborar
ha sido todo un placer.
a placer..
.puedes tomarte el tiempo necesario
que por mi parte yo estaré esperando
al día en que te decidas a volver
y ser feliz como antes fuimos
sé muy bien que como yo
estarás sufriendo a diario
la soledad de los amantes
que al dejarse están luchando
cada quien por no encontrarse
y no es por eso,
que haya dejado de quererte un solo día
estoy contigo,
aunque estés lejos de mi vida
por tu felicidad a costa de la mía
pero si ahora tienes tan sólo
la mitad del amor que aún te tngo
puedes jurar que al que te quiere lo bendigo,
quiero que seas feliz…
aunque no sea conmigo
y no es por eso,
que haya dejado de quererte un solo día
estoy contigo
aunque estés lejos de mi vida
por tu felicidad a costa de la mía
pero si ahora tienes tan sólo
la mitad del amor que aún tengo
puedes jurar que al que te quiere lo bendigo
quiero que seas feliz…
aunque no sea conmigo.
Dicen que estás muerta, las calles desiertas del olvido nunca sabrán que sigo el rastro de tu amor.
Sus amplias avenidas le sirven de guarida a tu corazón, nunca sabrán que sigo el rastro de tu amor, nunca sabrán que
sigo el rastro de tu amor.
¿Dónde estás, quiero verte, dónde estás? ¿Dónde estás, reina de mi soledad? ¿Cuándo vas a quererme, cuando vas a
despertar del sueño de tu libertad, a despertar del sueño de tu libertad?
Nena, he pasado tanto, tanto tiempo buscándote y la ciudad es tan grande pero tu amor tan pequeño.
Los ángeles del cielo prendados de tu pelo patrullan por la ciudad, nunca sabrán que me partiste el corazón.
¿Dónde estás, dónde duermes, dónde estás? ¿Dónde estás, princesa de mi soledad? ¿Cuándo vas a quererme, cuándo
vas a renunciar al sueño de tu libertad? Mostrando dónde estás.
¿Dónde estás, quiero verte, dónde estás? ¿Dónde estás, dónde duermes, dónde estás? ¿Dónde estás, quiero verte,
dónde estás? ¿Dónde estás, dónde duermes, dónde estás.
Yo te quiero tanto que nunca he podido llegar a explicarme cuál es la razón. Parezco el alejo de un pájaro herido que
busca la sombra de tu corazón.
Si tú me quisieras como yo te adoro, el séptimo cielo sería de los dos. Por eso a tus plantas tu cariño imploro igual que
un milagro se implora de Dios.
Y al sentir que me quema esta ansiedad febril con el alma en los labios te vuelvo a decir…
Si tu me quisieras como yo te quiero por toda la vida no habría de quedar amor para nadie en el mundo entero ni sobre
la tierra ni abajo del mar…
Y al sentir que me quema esta ansiedad febril, con el alma en los labios te vuelvo a decir: si tú me quisieras como yo te
quiero por toda la vida no habría de quedar amor para nadie en el mundo entero ni sobre la tierra ni abajo del mar.
Luna menguante contigo se van las fuerzas que en parte el sol me da la luna menguante oculta entre nubes hasta que te
marches no pienso salir de esta locura que viene y se va, si es un espejismo es demasiado real.
Luna menguante me he vuelto a perder esperaré a que alguien me encuentre al amanecer. Luna menguante amante
traidora escondes la llave de mi porvenir de esta locura que viene y se va si es un espejismo es demasiado real.
Fácil resulta echarle la culpa a la luna de lo que me ocurra lo que me preocupa si de eso se ocupa uno mismo y ya está.
Queríamos cambiar el mundo porque no estábamos de acuerdo como casi ninguno al menos eso es lo que espero
queríamos tantas cosas que siempre las retrasábamos sustituyéndolas por otras de las que ahora somos esclavos ahora
que el año se acaba y otro poco de nosotros se nos escapa, es momento de renovar las promesas no cumplidas.
Queríamos irnos al sur, al sol que más calienta tocar rancheras y tangos y blues mezclador en mar y tequila y apurar
cada trago creyéndonos inmortales y que sólo pasaran los años para los demás ahora que el año se acaba y otro poco de
nosotros se nos escapa es momento de renovar las promesas no cumplidas
Un hombre en el espacio busca la perspectiva de la distancia un hombre en el espacio compra billete de ida no volverá a
casa. Hay alguien ahí, alguien me puede decir si alguien me ha echado en falta en todo este tiempo un hombre en el
espacio pone su nombre a galaxias con ellas habla un hombre en el espacio llegó puntual a una cita que se retrasa.
Hay alguien ahí, alguien me puede decir si alguien me ha echado en falta en todo este tiempo hay alguien ahí, alguien me
puede decir si alguien me ha echado en falta en todo este tiempo.
Demasiado complicado es este mundo, aturdido y abrumado me voy, soy un hombre en el espacio exterior y como un
caballero me despido.
Un hombre en el espacio. Un hombre en el espacio. Un hombre en el espacio. Un hombre en el espacio.
En este tiempo que no sirve al menos para mí, como podré sobrevivir si tengo lo que me permiten conseguir, nadie sabe
nada de nadie aunque todos insisten en creer que esto consiste en hace como si fuéramos exactamente iguales, nunca
tuve nada no me queda nada sólo encuentro oposición si cambio de dirección, nunca tuve nada, no me queda nada.
A esta suerte arbitraria quise hacer algo hermoso seguro que era vulgar, me fui a otro lugar que pensé más generoso,
me entrego a lo que decías en estos momentos no me va a importar tanto que vete ganar en la caída no puede dolerme
más.
Nunca tuve nada, no me queda nada. Sólo encuentro oposición si cambio de dirección. Nunca tuve nada, no me queda
nada.
A esta siete arbitraria.
Camino hacia la medina, me dijo un amigo marroquí: que haces siempre tan serio así te vas a aburrir, que no te dé miedo
te tienes que divertir, ten por cierto que lo que te cuento no lo digo por decir, cuando menos lo esperes se acabó el
tiempo, añade a la vida un poco de juego.
Camino hacia le medina me dijo un amigo marroquí: a que viene tanto lamento para qué tanto sufrir, acaso crees que te
miento yo llevo ya años así, y recuerda lo que te advierto eso tuyo no es vivir si apenas tenemos un instante un
momento añade a la vida un poco de juego, merece la pena el intento y los regalos hay que agradecerlos y ahora
despierta de este largo letargo y echa un trago de este remedio que cuando menos lo esperes se acabó tu tiempo
añade a la vida un poco de juego.
La gente tiene estrellas que no son las mismas, para unos son guías, para otros luces pequeñas, pero para mí sólo son
problemas, todo son problemas y par ti mi reina tendrás una estrella como nadie, como nadie la tenga.
Hermanos, hermanos de la tregua supera el fruto de la ciencia, su rigor y s belleza como guirnaldas de violetas me
dictaron las estrellas que para ti mariposa de menta siempre habrá de ellas como nadie la tenga, como nadie la tenga.
Necesito saber si hay un cielo que cubre la tierra y el mar, necesito saber si un astro celeste nos juzgará.
Necesito un punto en que mi alma y cuerpo se puedan apoyar, necesito un silencio, alguien que comprenda que sepa
escuchar.
Porque la vida se me va y del pasado no voy a vivir,
Huir con mi tiempo yo quiero sentir.
Porque la vida se me va y del pasado no voy a vivir, huir con mi tiempo yo quiero sentir.
Necesito agarrarme a la cola del viento para poder volar, necesito que mañana descubra el misterio una nueva canción,
Necesito saber si hay un cielo que cubre la tierra y el mar, necesito saber si una corte celeste nos juzgará.
Porque la vida se me va y del pasado no voy a vivir, huir con mi tiempo yo quiero sentir.
Han caído los dos cual soldados fulminados al suelo, y ahora están atrapados los dos en la misma prisión. Vigilados por
el ojo incansable del deseo voraz sometidos a una insoportable tensión de silencio.
Han caído los dos bajo el punto de vista exclusivo, iniciando una guerra en que nadie pudo vencer jamás, ella sabe lo que
el hombre espera sin haberlo aprendido y él encuentra sentido a un enigma que no le dejaba existir, y antes eran dos
barcos sin rumbo y hoy son dos marionetas que van, persiguiendo una luz cegadora por la línea del tiempo, han caído los
dos en la boca de un dios tenebroso, que sonríe mostrando sus dientes ea cero.
Han caído los dos cal soldados fulminados al suelo y ahora están atrapados los dos en la misma prisión, vigilados por el
ojo incansable del deseo voraz sometidos a una insoportable tensión de silencio, antes eran dos barcos sin rumbo hoy
son dos marionetas que van persiguiendo una luz cegadora por la línea del tiempo, han caído los dos en la boca de un
dios tenebroso que sonríe mostrando sus dientes de acero.
Y ella sabe lo que el hombre espera sin haberlo aprendido y él le encuentra un sentido al enigma que no le dejaba
existir.
Escucha este sonido será para ti es el más terrible que encontré, espero que te guste seguro que sí, es el réquiem para
un cabrón. La he compuesto especialmente para ti y a la memoria de tu perversidad, un bonito tema una casualidad si se
parece a ti pobre cabrón.
Vuelve otra vez la música a sonar, apréndetela, apréndetela, supongo que no quedará para dudar es el réquiem par un
cabrón, no mires a nadie busca en tu interior es el réquiem para un cabrón, si quieres aceptarlo a mi me da igual la
volveré a cantar pobre cabrón.
Escucha este sonido sena par ti es el más terrible que encontré, espeto que te guste seguro que sí, es el réquiem para
un cabrón, la he compuesto especialmente para ti y a la memoria de tu perversidad un bonito tema una casualidad si se
parece a ti pobre cabrón.
Señora, amor es violento y cuando nos transfigura nos enciende el pensamiento, la locura.
No pidas paz a mis brazos que a los tuyos tienen presos, son de guerra mis abrazos, son de incendio mis besos, sería
vano intento el dormir mi mente oscura, si me enciende el pensamiento la locura.
Clara está la mente mía, de llamas de amor, señora, como la tienda del día o el palacio de la aurora y al perfume de tu
ungüento te persigue mi ventura y me enciende el pensamiento, la locura.
Señora, amor es violento y cuando nos transfigura, nos enciende el pensamiento, la locura.
Mi gozo, tu paladar, rico banal conceptúa, como en el santo cantar.
La delicia de tu aliento, en tan frío va a su altura y me enciende el pensamiento, la locura.
Vuelve sólo a casa, es tarde y además hace mucho frío y tú sin abrigar caminando piensas te gustaría encontrar algo
diferente, distinto de verdad.
Es un sentimiento todo te da igual es como un vacío que no vas a llenar gastando tu tiempo con la sensación de que vas
camino, si tú vas camino a la insatisfacción, dime que estoy muy triste y no tiene razón, dando por contento nada
especial pasó.
Hoy es sólo un día más.
Hoy es sólo un día más.
Mira tus bolsillos, buscas hasta el fondo, y no hay nada de dinero, cigarrillos, algo para fumar, con la mente en blanco y
con la mirada perdida, cruzas poco a poco, paso a paso por la ciudad dormida, tiene que haber alguien que esté
pensando en ti, ver de qué sirve si tú estás aquí.
Hoy es sólo un día más.
Hoy es sólo un día más.
Hoy es sólo un día más.
Hoy es sólo un día más.
Hoy es solo un día más.
Hoy es sólo un día más.
Hoy es sólo un día más.
Sólo un día más
Sólo un día más.