Final
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Tema:
Expediente 0018-2015-PI/TC
I. ANÁLISIS FÁCTICO:
a) Antecedentes:
El presente caso materia de análisis se origina con la puesta en vigencia de la Ley N° 30313,
puesto que en ella se brinda protección jurídica y prioriza al tercero de buena fe, que adquiere
una propiedad por persona no legitimada para hacerlo (persona que se hace pasar por
propietario en base a falsedad documentaria o suplantación de identidad), y en tal sentido,
para los demandantes indican que se estaría propiciando la vulneración del derecho de los
propietarios, pues supone una legitimación de los actos ilícitos de las mafias inmobiliarias.
A modo de ejemplificar lo enunciado: Pedro tiene un inmueble situado en Av. Iquitos 1345,
Los Olivos, Pedro nunca ha celebrado un contrato de transferencia de su propiedad, pero se
acaba de enterar que Juan Palotes es el nuevo propietario del bien; Juan le comenta que él ha
celebrado un contrato de compraventa del bien de manera diligente y prudente con el ex
propietario Pepito, y que ha corroborado dicha información en la SUNARP, que actualmente
como consta en los Registros de Propiedad inmueble él es el nuevo propietario, Pedro al
enterarse de tan grave noticia acude al órgano jurisdiccional para denunciar a la persona que
ha falsificado documentos y vendido su propiedad. Del proceso judicial que le habré a Pepito,
el juzgador falla a favor de Pedro y declara nulo el título del cual se hizo valer Pepito para
vender la propiedad. Luego de ello, Pedro quiere recuperar su propiedad, pero se da cuenta
que nuestro ordenamiento jurídico en el artículo 2014° del CC se protege y prioriza el derecho
del tercero de buena fe adquiriente.
Por otro lado, el inter procesal del presente caso, nace con la presentación de la demanda de
inconstitucionalidad por más de cinco mil ciudadanos contra el artículo 5° y la Primera
Disposición Complementaria y Modificatoria de la Ley 30313, por el cual, el Tribunal
Constitucional declara procedente y da inicio a la motivación jurídica para sustentar si la ley
traída en controversia conculca derechos y principios como: “derecho a la propiedad, la
dignidad, la libertad, la libertad contractual, los principios de libre iniciativa privada y
economía social de mercado.” Y, por ende, es o no inconstitucional.
b) Pretensiones:
Que no se vulnera el principio de dignidad, debido a que una persona que se le hubiese
privado de su propiedad por falsificación u otros medios, este puede acudir a las autoridades
competentes para solicitar el resarcimiento del daño ocasionado.
Ahora bien, sobre los argumentos que utilizó el Tribunal Constitucional para declarar
infundada la demanda, se puede resaltar los siguientes puntos:
c) Contexto jurídico:
a) Relevancia de la sentencia:
Luego de haber analizado la controversia jurídica, los fundamentos para emitir la decisión
del Tribunal Constitucional y de analizar los votos singulares de los magistrados Blume
Fortini y Sardón de Taboada, he llegado a concluir que no estoy de acuerdo con la decisión
emitida por este supremo tribunal entorno al caso materia de análisis, por los siguientes
fundamentos:
En primer lugar, los demandantes señalan que si el vendedor no era el propietario legitimo al
momento de celebrar el contrato, entonces, este no habría transferido nada, toda vez que
“nadie da más derecho del que tiene”, Es por ello, que no es propicio favorecer al tercero que
de buena fe adquiere a título oneroso algún derecho de persona que en el registro aparece con
facultad para otorgarlo. Favoreciendo al tercero de buena fe por encima del derecho de
propiedad del propietario legítimo, que ha visto afectado su patrimonio.
Para entender mejor el tema, es fundamental hablar de la Publicidad Registral, el Principio
de Publicidad Registral es aquel que consiente el acceso a la información registral a cualquier
persona. No importa si quien solicita esa información tienen interés legítimo o no, es decir
permite a los ciudadanos acudir a los Registros públicos para corroborar información y
blindarte frente a una negociación con persona no legitimada para trasferir un bien. Es por
ello, que el artículo 2012° del Código Civil, señala: “Se presume, sin admitir prueba en
contrario que toda persona tiene conocimiento del contenido de las inscripciones.
Por consiguiente, el legislador protege a aquella persona que actuando de manera diligente y
en conocimiento de los registros celebra un determinado acto jurídico, no teniendo
conocimiento del actuar contrario a ley que realiza el supuesto propietario, y esto debido a
que el comprador (tercero adquiriente) corrobora que la persona con la cual está negociando
la transferencia del bien se encuentra autorizada y legitimada según lo establecido en los
registros, pero bajo este sustento ¿es plausible de afectar al propietario que ha ido víctima de
un actuar ilícito?
Por último, como respuesta a las preguntas esbozadas en este apartado del trabajo académico
considero que no es la medida adecuada el privilegiar al tercer adquiriente de buena fe pues
esto supone que se generé un círculo vicioso contrario al ordenamiento jurídico pues lo que
le hicieron al anterior propietario lo pueden volver a hacer al nuevo, como bien señaló el
magistrado Sardón de Taboada, el debilitar el derecho del propietario legítimo; y beneficiar
el derecho del tercer adquiriente, facilita, así, que se repitan casos de mafias que se apropian
de inmuebles de personas. Estamos aquí ante un juego de suma cero. En respuesta a la
segunda pregunta considero que el legislador favorece al tercer adquiriente de buena fe, pues
tienen el entendido que este ha actuado según lo establecido por ley, a diferencia del
propietario que pudiendo hacer uso de las herramientas de la SUNARP para proteger su bien
no lo ha hecho (alerta registral), pero esto no es del todo cierto pues se estaría atentando
contra los derechos del propietario y contra la constitución, pues el artículo 24°-A, sobre la
libertad y a la seguridad personales.
a. Nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda, ni impedido de hacer lo que ella no
prohíbe.
Y el tan solo hecho, de que este tribunal considere que para seguir teniendo la propiedad
legitima de realizar actos que no estén contemplados en la norma jurídica, es decir el no
realizar dichos actos de supuesta diligencia supone entonces un quebrantamiento al derecho
como propietario y que, en tal sentido, el ordenamiento jurídico permite la vulneración del
mismo.
IV. CONCLUSIONES:
V. FUENTE BIBLIOGRAFICA: