Metodologia de Analisis Sint Semant
Metodologia de Analisis Sint Semant
Metodologia de Analisis Sint Semant
Para una mejor discriminación en el análisis, será necesario observar estas áreas por separado,
para luego ver sus interrelaciones. Esta diferenciación de las áreas no implica una concepción
de compartimientos separados, ya que estos aspectos interactúan entre si permanentemente.
En esta área el primer paso del análisis consiste en definir el lenguaje en el cual ha sido
compuesta la obra.
En una obra tonal, el código de relaciones tonales sirve de hilo conductor del discurso musical:
sobre él se organizan las relaciones de tensión y reposo, se construye la sintaxis y se apoyan las
funciones formales. Por ello debemos definir:
En una obra tonal no funcional observaremos los campos de polarización tonal que se
producen por medios no funcionales, definiendo esos medios.
El modo general.
Las cadencias interiores y la cadencia final.
Interválica usada, melódica y armónica y tratamiento de consonancias y disonancias.
En una obra atonal se observará en primer lugar el lenguaje utilizado por el compositor –
atonal libre, dodecafonismo, serialismo integral, etc.- y luego, dentro de ese lenguaje se
estudiarán las relaciones horizontales, verticales y oblicuas de los intervalos.
2. ANALISIS MOTIVICO-TEMATICO
En esta área determinamos:
El conjunto más pequeño con sentido musical es el motivo: es la unidad mínima con sentido
musical que genera elaboraciones. Es el elemento mínimo que nos permite reconocer todo un
trozo musical.
Generalmente, y especialmente en músicas tonales, el motivo genera el tema de una obra, que
es una construcción melódico-rítmica que la caracteriza. Por ello es importante determinar los
rasgos distintivos propios de un motivo.
En música tradicional suele ser suficiente con una descripción de los rasgos rítmicos y de los
rasgos melódicos. En la música del siglo XX hay otros rasgos que caracterizan a los motivos y
que a veces reemplazan incluso a los rasgos melódicos, como el factor tímbrico, la dinámica, el
modo de ataque y el movimiento en el registro de las alturas.
Rasgos rítmicos:
Según la ubicación del acento el motivo puede ser:
En el acento capital (comienzo):
a) Tético: si el acento recae en la nota del comienzo del motivo.
b) Anacrúsico:
c) Acéfalo:
En acento caudal (final):
a) Masculino o resolutivo:
b) Femenino o suspensivo:
c) Atélico:
Dentro del campo de los rasgos rítmicos es conveniente considerar dos aspectos:
1. Diferencia entre duración e intervalo de tiempo (relación temporal entre dos ataques).
Los intervalos de tiempo entre las entradas de los elementos constitutivos de un ritmo
son más importante en la definición del mismo que las duraciones de esos elementos.
2. Factores de acentuación, que nos definen diferentes tipos de acentuación:
a) Acento posicional: tiene su origen en la jerarquización que la percepción asigna al
estímulo inicial.
b) Acento métrico: asociado al anterior, derivado de la organización métrica del
ritmo.
c) Acento agógico: se genera por la jerarquía que perceptivamente se otorga al valor
de mayor duración.
d) Acento tónico: dado por la relación de las alturas. Los movimientos hacia el grave
suelen producir un efecto acentual de apoyo y los saltos hacia el agudo, generar
picos de tensión.
e) Acento dinámico (o por intensidad): es común reforzar mediante este acento los
lugares acentuados de la métrica o los valores más largos (acentos agógicos).
Estos tipos de acentuación pueden converger en un mismo elemento, como también pueden
presentarse oposición o divergencia entre factores de acentuación. En este último caso se
producen fenómenos rítmicos más complejos, y de este modo procesos de ambigüedades
generadas por esta divergencia acentual.
Rasgos melódicos:
Tendremos en cuenta:
- Dirección de los intervalos: si asciende, desciende o ambas direcciones
simultáneamente.
- Repetición de notas.
- Melodía por grados conjuntos (giros escalísticos)
- Melodía acórdica (acorde desplegado)
- Contenido interválico.
Una vez descripto el motivo podremos observar las modificaciones que sufren sus rasgos a lo
largo de la obra, tanto en sus rasos rítmicos como melódicos. Por otro lado, pueden producirse
transferencia de rasgos entre dos células o figuras de un mismo motivo, como también entre
motivos diferentes.
3. ANALISIS SINTACTICO
Esta área está íntimamente relacionada, en música tradicional, al área temática. Normalmente
el tema esta presentada por medio de una unidad sintáctica especialmente destinada a
hacerlo comprensible. Las unidades sintácticas son segmentos reconocibles del discurso
musical, de construcción cerrada y de longitud abarcable por la memoria inmediata. Por otro
lado, en música tonal también intervienen las funciones armónicas para determinar las
unidades sintácticas, específicamente las cadencias que cierran una idea musical de manera
más o menos enfática.
Unidades sintácticas
Oración: enunciado musical con sentido completo, constituido a nivel sintáctico por una o más
frases. Es un segmento del discurso que cierra una idea musical; por eso su determinación
debe tener en cuenta también los aspectos temáticos.
Frase: unidad sintáctica mínima completa (es la pregunta o la respuesta). A su vez la frase
puede estar segmentada en miembros de frase, unidades sintácticas menores
interdependientes.
b) La estructura evolutiva suele presentar un solo motivo, que en muchos casos se repite
y luego se elabora. Tiene una naturaleza asimétrica originada en la tendencia al
crecimiento orgánico que no se permite prever su finalización, como en el caso de las
estructuras en periodo. En obras tonales suele quedar armónicamente abierta o ser
modulante.
Esta clasificación pretende describir los rasgos distintivos de tipos de estructuras que se
presentan con cierta frecuencia, pero no siempre nos encontramos con estas estructuras
paradigmáticas que contienen todos los rasgos mencionados. En muchos casos hallaremos
combinaciones de rasgos que será necesario analizar cuidadosamente para comprender la
naturaleza de la obra musical sin pretender reducirla a alguno de estos tipos estándar.
Por otro lado, estos tipos de estructuración se pueden encontrar en diferentes niveles
estructurales. Lo más habitual es que los determinemos al nivel de la estructura sintáctica de la
oración, pero podemos encontrarlos a niveles más bajos, a nivel de las frases, como también a
niveles más altos donde dos o más oraciones pueden asociarse y constituir uno de los tipos de
organización estructural señalados anteriormente. Un ejemplo de ello es el doble período,
donde dos oraciones –generalmente evolutivas- asociadas presentan las características de la
estructuración en periodo: simetría temática y complementación de cadencias.
Modificaciones en la estructura
Llamaremos funciones formales a los pasos o etapas del devenir del discurso musical que van
sosteniendo la atención del oyendo, ayudándolo a reconstruir la forma de la obra a lo largo de
su desarrollo temporal.
Las funciones formales transmiten los picos de tensión, los momentos de reposo, la
preparación para la nueva información (las nuevas ideas), los tramos en que esta información
es suministrada, los diversos aspectos que esa información contenía en potencia, etc. El
discurso musical anuncia a través de ellas las etapas de su desarrollo.
Transitiva: etapa que indica que se terminó el tratamiento de un tema y se pasa a una
nueva situación (otro tema, la conclusión, etc.). Dentro de esta función transitiva
pueden darse también subfunciones:
- La liquidativa, que da por finalizado el tratamiento del tema,
- La traslativa, que es la explicitación de la trasmisión propiamente dicha,
- Y la preparatoria, que adelanta rasgos del próximo tema.
Algunas funciones formales son imprescindibles, ya que sin ellas no hay discurso musical: la
expositiva y la conclusiva. Las otras aparecerán o no según el tipo y el grado de complejidad de
la obra.
Las funciones formales pueden cumplirse en diferentes niveles: una parte completa de una
obra puede expresar una función. Por eso dentro de ella y a otros niveles pueden expresarse
varias y diversas funciones formales a través de secciones más pequeñas o de estructuras
sintácticas como oraciones o aún frases.
Si bien no se puede generalizar, en ocasiones se relacionan las funciones formales con los tipos
de estructuras sintácticas. Como ejemplo podemos señalar que las oraciones en periodo o
evolutivas suelen aparecer cumpliendo una función expositiva, mientras que la oración
reiterativa secuencial suele cumplir una función elaborativa o transitiva.
De la combinación de estos principios surge la forma musical. Aaron Copland (en “Cómo
escuchar música”), por ejemplo, clasifica las formas musicales según se basen en los principios
de repetición (en diversas modalidades) o no repetición (cambio, contraste). Kühn (en su
“Tratado de la forma musical”) señala recursos generadores de forma: repetición, variante,
diversidad, contraste y carencia de relación.
Ciertos esquemas formales se fijaron de una manera prototípica en algunos periodos históricos
musicales. Esto no significa que todas las obras que responden a un determinado prototipo
formal son iguales. Por un lado, este esquema es precisamente un esquema de referencia al
cual cada obra particular se acercará en mayor o menor medida. Por el otro, estos esquemas
no se fijaron de manera estable, ya que históricamente tuvieron su proceso de conformación
como su proceso de cambio o aún de disolución, por lo que la ubicación histórica en relación a
determinado momento de un esquema formal, y al ubicación histórica de la obra en particular
que estemos analizando es indispensable.
Además de ello, más allá de las “formas históricas”, es decir, de los prototipos que se dieron a
lo largo de la historia de la música, toda obra musical tiene forma, responda a un determinado
prototipo o no; y si responde, esa obra de todos modos tendrá características particulares que
darán un mayor o menor acercamiento al esquema formal, y tendrá su propia configuración de
ese esquema.
Un análisis actual, orientado hacia el análisis sintáctico-temático, tiendo por lo tanto a estudiar
la naturaleza única de una obra en particular, y luego definirla respecto del esquema más
próximo.
Cuando en una obra estos tres elementos –o introducción y coda- presentan el mismo materail
temático, se suelen designar como preludio, interludio y postludio.
En música tonal, normalmente el estudio de las áreas citadas, nos provee una comprensión
cabal de la obra. Pero, en la música donde lo armónico, y por lo tanto lo melódico, no son los
aspectos estructuradores, otros parámetros pasan a tener primera importancia en la
segmentación del discurso y su organización. Estos parámetros, también presentes e
importantes en la música tonal, son allí más bien de segundo orden, y en todo caso refuerzan
lo que salta a la vista desde el punto de vista armónico, sintáctico y temático.
La textura
Se refiere a la relación entre las diferentes líneas que constituyen el tejido de la obra musical.
Suelen ser un factor importante en la definición de la forma y la sintaxis. Hay diversas
clasificaciones de formas, entre las que podemos destacar.
Análisis fenoménico
En ciertas obras del siglo XX, en las que el sonido ha dejado de cumplir el rol de ser “portador”
del discurso musical para convertirse en protagonista y constructor de la estructura, este es
uno de los aspectos más importantes del análisis.
El texto
En obras vocales, y sobre todo en ciertos periodos históricos de la evolución de la música como
por ejemplo el Renacimiento, el texto juega un papel muy importante en la estructuración de
la obra musical. De ahí la importancia de realizar un análisis de la organización de este
parámetro.