Accion de Proteccion Ambiental
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1149-19-JP
I. LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA:
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3. Concesiones Mineras: El Ministerio de Minería con Resolución Nro. MM-
SZM-N-2017-0041-RM, de fecha 03 de marzo de 2017, otorgó la concesión de
minerales metálicos “Río Magdalena 01”, código catastral 40000339, a favor de
la Empresa Nacional Minera ENAMI EP. La concesión minera está ubicada en
el sector de Llurimagua, parroquia de García Moreno, cantón Cotacachi, tiene un
área de 4920 hectáreas mineras contiguas. En el literal octavo de la resolución
indicada, se desprende lo siguiente:
7. Es así, que con este acto la concesionaria ENAMI EP quedó facultada para
realizar labores de exploración inicial dentro de las áreas de concesión
“Magdalena 01” y “Magdalena 02”. El acto fue extendido sin importar la
perpetración de los principios constitucionales que le correspondían ejercer al
Estado, esto es, asegurar la intangibilidad de las aéreas naturales protegidas de
forma que garantice la protección de la biodiversidad, naturaleza, ecosistemas, y
en sí la reproducción de la vida misma.
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8. Es menester destacar que la ley1, exige como un requisito el registro ambiental
(licencia) otorgado por el Ministerio del Ambiente, previo a emprender
actividades que involucren un impacto ambiental. Una vez otorgado este
registro, el operador tiene amplias facultades para desarrollar las actividades
previstas en su proyecto minero, conforme con su estudio de impacto ambiental.
Es por esto que la Autoridad Nacional Ambiental, debe constatar que las
actividades mineras sean sustentables y no afecten derechos de la naturaleza2.
Caso contrario, debió regirse por el principio rector y precautelar
constitucionalmente contemplado en el art. 396 de la Constitución de la
República del Ecuador, esto es, “[e]n caso de duda sobre el impacto ambiental
de alguna acción u omisión, aunque no exista evidencia científica del daño, el
Estado adoptará medidas protectoras eficaces y oportunas”.
10. La inspección fue realizada por un técnico del Municipio, el señor Francisco
Grijalva Delgado, Especialista de Ambiente, Higiene, Salubridad del
GADMSAC, según su informe se desprenden los siguientes hallazgos en la
reserva del Bosque Protector:
1
Ver artículo 78 de la Ley de Minería
2
La Corte Constitucional, en Sentencia Nro. 218-15-SEP-CC, estableció que ficha o licencia ambiental es
una herramienta para prevenir la vulneración de los derechos de la naturaleza, concluyendo que: “[…] la
obtención del permiso es una obligación para todas las personas que deseen realizar esta actividad
económica; en consecuencia, actuar sin permiso ambiental constituye una vulneración a los derechos de la
naturaleza contenidos en el artículo 71 de la Constitución […]”. (pág. 13 y 14). Es por ello, que previo a
otorgar esta licencia o registro, requiere de un estudio técnico minucioso y detallado, valorando el
impacto ambiental, para prevenir posibles perpetraciones de derechos como el que ocurrió en “LOS
CEDROS”.
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Protector Los Cedros se han aperturado pasos peatonales y aproximadamente
el 50% son nuevos es decir abiertos recientemente.
c. Determinó la existencia de tala de árboles con una dimensión que supera los
10 centímetros de diámetro, irrumpiendo de manera drástica el paisaje del
Bosque Protector Los Cedros. En el documento del Plan de Manejo
Ambiental en lo concerniente al Plan de Prevención y Mitigación de
Impactos (pág. 10) respecto al desbroce de vegetación dice que se limitará al
área de trabajo y se están abriendo nuevos senderos talando árboles.
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12. En conclusión, el Bosque Protector “LOS CEDROS” tiene una riqueza
extraordinaria, es una cubierta vegetal de protección, donde habita una gran
variedad de especies animales y plantas nativas de la zona. Esta biodiversidad se
encuentra amenazada y afectada por el impacto ambiental del proyecto minero
Río Magdalena. En tal sentido, le corresponde al Estado actuar de forma
inmediata y subsidiaria para garantizar la salud y reparación de los ecosistemas,
esto en cumplimiento del derecho a la restauración de nuestra Pacha Mama,
conforme lo exige el art. 72 de la Constitución de la República del Ecuador.
3
En árboles en pie, la altura de medición del diámetro es 1,3 m desde el nivel del suelo, denominada
“diámetro a la altura del pecho” = DAP.
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en parte de este bosque. Por tanto, el Ministerio de Ambiente no consideró el
impacto ambiental que sufriría “LOS CEDROS” y la Pacha Mama, cuando
confirió el registro ambiental, en una zona intangible e inalienable, donde se han
vulnerado los derechos de la Naturaleza, por acción de la Empresa Minera, y por
omisión del Ministerio del Ambiente, en la inobservancia de mandatos
constitucionales.
a. Derechos de la Naturaleza
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19. Para hacer efectivo el derecho de la naturaleza a que se respete integralmente su
existencia, mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales la comunidad
internacional y el Estado Ecuatoriano han realizado esfuerzos por declarar áreas
protegidas y zonas intangibles con el objeto de conservar y proteger la
diversidad biológica y de los recursos naturales y culturales asociados. El
Ecuador ha establecido esta protección ambiental a través de la intangibilidad de
las áreas naturales protegidas, al efecto el artículo 397 de la Constitución
dispone:
20. Es por razones de conservación que la actual Constitución, estableció que las
actividades extractivas en áreas protegidas, están prohibidas, pues el bien
jurídico a proteger es la reproducción de la naturaleza como espacio donde se
reproduce y realiza la vida, debiendo prevalecer sobre cualquier interés
económico que ponga en riesgo la vida misma.
4
Constitución de la República del Ecuador, Registro Oficial N.° 449, 2008, arts. 71 y s.
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comunidades, pueblos, nacionalidades y colectivos. En conclusión, se evidencia cómo la
Corte resalta la especial protección que le asiste a la naturaleza como sujeto de derechos
y que debe ser tomada en cuenta a la hora de analizar una posible vulneración por daños
derivados a un ecosistema particular”5.
23. Este derecho tiene la categoría de derecho fundamental, por cuanto su objetivo
es la de servir a la persona, garantizar la efectividad y aplicación directa de sus
derechos y promover el bien común, lo cual evidencia que el Ministerio del
Ambiente como parte de la Administración Pública Central inobservó esta
situación. Este derecho se convierte en una herramienta más para lograr la
interdicción de la arbitrariedad del Estado y evitar la imposición de decisiones
sin aceptar límites.
25. Por lo tanto, el derecho fundamental a una buena administración no está solo, va
de la mano y se concreta con otros derechos subjetivos. En este sentido, nuestra
Constitución claramente establece los derechos y garantías que conforman al
derecho a una buena administración como son el derecho al debido proceso,
derecho a la defensa, la motivación de las decisiones, presunción de inocencia,
principio de legalidad, seguridad jurídica, impugnación de actos administrativos
sin necesidad de agotar la vía administrativa, acceso al expediente, derecho de
5
Alfredo Ruiz Guzmán, Pamela Juliana Aguirre Castro, Dayana Fernanda Ávila Benavidez, “Desarrollo
jurisprudencial de la primera Corte Constitucional”, 1era.ed, Tomo 7 (Quito: CEDEC, 2016), 69-70.
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petición, intimidad personal y familiar, cooperación y coordinación, entre otros
en los artículos 66, 76, 82, 173, 226 y que deben ser respetados por las
autoridades administrativas en el ejercicio de sus funciones, lo cual se evidencia
que no fue el caso del Ministerio del Ambiente frente a la decisión emitida.
26. Por lo expuesto, se evidencia una mala actuación del Ministerio del Ambiente, al
no respetar ni hacer respetar los derechos consagrados en la Constitución, en
este sentido existe una violación al derecho a la buena administración pública,
dejando constancia que no se cumple lo estipulado en el numeral 9 del artículo
11 de la Constitución que señala:
27. Por otro lado, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ha emitido varios
criterios jurisprudenciales sobre el derecho fundamental a una buena
administración pública entre ellos los casos Claude Reyes y otros vs. Chile, de
19 de septiembre de 2006, Serie C No. 151, y Comunidad indígena Yakye Axa
vs. República del Paraguay, de 17 de junio de 2005, Serie C, No. 125, que
coinciden con lo plasmado en nuestra Constitución, respecto a que el derecho a
la buena administración supone la subjetivización de una serie de derechos sobre
la actuación procedimental y material de las administraciones públicas que
materializan la protección de derechos fundamentales reconocidos por la
Constitución y derechos humanos recogidos por instrumentos internacionales.
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ponga en peligro la integridad de los individuos), por proteger (adopción de
medidas destinadas a evitar que otros agentes o sujetos violen los derechos
fundamentales, a través de esquemas reactivos y preventivos) y por cumplir o
realizar (adopción de medidas activas incluyendo acciones positivas a favor de
grupos vulnerables) como obligaciones del Estado en materia de derechos
fundamentales6.
31. Nuestro país cuenta con un Sistema Nacional de Bosques Protectores y uno de
ellos el Bosque Protector Los Cedros. Los Cedros, fue declarado Bosque
Protector mediante Resolución Ministerial Nº 57, del 19 de octubre de 1994,
publicada en el Registro Oficial Nº 620, del 26 de Enero de 1995, y en la
legislación vigente al año que se otorgó el Registro Ambiental (Resolución Nº
225741, de fecha 12 de diciembre de 2017, a favor de la Empresa Nacional
Minera ENAMI EP por parte del Ministerio del Ambiente, por lo tanto se debió
tomar en cuenta que al formar parte el Bosque Protector los Cedros del Sistema
Nacional de Bosques Protectores SEGÚN LA NORMATIVA QUE ESTABA
VIGENTE ESE MOMENTO, su manejo estaba sujeto a la normativa que
contenía el Texto Unificado de Legislación Secundaria de Medio Ambiente
TULSMA, en el Libro III del Régimen Forestal, Título IV De los Bosques y
Vegetación Protectores, que determina en virtud de tal declaratoria de Bosque y
Vegetación Protectora , los bosques y la vegetación comprendidas en ella
deberán destinarse principalmente a las funciones de protección y
complementariamente, podrán ser sometidos a manejo forestal sustentable,
siempre que no se altere sus funciones, que son las de conservar el agua, el
suelo, la flora y la fauna silvestre.
6
Rodríguez Arana, J. (2012). El ciudadano y el poder público: El principio y el derecho al buen gobierno
y a la buena administración. España: Reus.
7
Ibídem
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32. Conforme a lo dispuesto en al artículo 16 del citado TULSMA: Son bosques y
vegetación protectores aquellas formaciones vegetales, naturales o cultivadas,
arbóreas, arbustivas o herbáceas, de dominio público o privado, que estén
localizadas en áreas de topografía accidentada, en cabeceras de cuencas
hidrográficas o en zonas que por sus condiciones climáticas, edáficas e hídricas
no son aptas para la agricultura o la ganadería. Sus funciones son las de
conservar el agua, el suelo, la flora y la fauna silvestre.
33. De su lado el Art. 20 ibídem disponía: Las únicas actividades permitidas dentro
de los bosques y vegetación protectores, previa autorización del Ministerio del
Ambiente o la dependencia correspondiente de éste, serán las siguientes: a) La
apertura de franjas cortafuegos; b) Control fitosanitario; c) Fomento de la flora y
fauna silvestres; d) Ejecución de obras públicas consideradas prioritarias; e)
Manejo forestal sustentable siempre y cuando no se perjudique las funciones
establecidas en el artículo 16, conforme al respectivo Plan de Manejo Integral. f)
Científicas, turísticas y recreacionales.
36. Ello en base a que como bien ha enfatizado la Corte Constitucional en sus
diversos pronunciamientos respecto al derecho constitucional a la seguridad
jurídica mismo que está establecido en el artículo 82 de la Constitución, que
indica: “el derecho a la seguridad jurídica se fundamenta en el respeto a la
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Constitución y en la existencia de normas jurídicas previas, claras, públicas y
aplicadas por las autoridades competentes”.
38. “En lo que respecta a la noción del derecho a la seguridad jurídica, la Corte ha
destacado que: 1) El mismo constituye un derecho y una garantía que permite
que el contenido, tanto del texto constitucional como de las normas que
conforman el ordenamiento jurídico ecuatoriano, sean observadas y aplicadas en
todas sus actuaciones por operadores jurídicos y por autoridades públicas
investidas de competencia, generando de esta forma en las personas la certeza
respecto al goce de sus derechos constitucionales. Así este derecho materializa el
respeto a los derechos y asegura que una situación jurídica no será cambiada
sino de conformidad con los procedimientos legalmente establecidos. Por lo
tanto, este derecho se enlaza a la confianza de los particulares con el orden
jurídico y la sujeción de todos, situación que se ve relacionada con el derecho al
debido proceso en la garantía de cumplimiento de normas, como ya se ha
indicado previamente […] 3) Es “…un principio universalmente reconocido del
Derecho, por medio del cual se entiende como certeza práctica del Derecho, y
representa la seguridad de que se conoce o puede conocer lo previsto como
prohibido, mandado y permitido por el poder público”9. El Estado, como ente
representativo del poder público de las relaciones en sociedad, no solo establece
los lineamientos y disposiciones normativas a seguir, sino que, en un sentido
más amplio, tiene la obligación de establecer la seguridad y confianza al ejercer
su poder político, jurídico y legislativo. La seguridad jurídica es la garantía dada
al individuo, por el Estado, de que su persona, sus bienes y sus derechos no
serán violentados o que, si esto llegara a producirse, le serán asegurados por la
sociedad, brindándole protección y reparación. Es así que la seguridad jurídica
es la certeza que tiene el individuo de que su situación jurídica no será
modificada más que por procedimientos regulares y conductos establecidos
previamente”10.
8
Alfredo Ruiz Guzmán, Pamela Juliana Aguirre Castro, Dayana Fernanda Ávila Benavidez, “Desarrollo
jurisprudencial de la primera Corte Constitucional”, 1era.ed, Tomo 7 (Quito: CEDEC, 2016), 113-114.
9
Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N° 198-15-SEP-CC, caso Nro. 0353-11-EP.
10
Ibídem, 114-115.
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39. Los diversos pronunciamientos de la Corte Constitucional referente al derecho a
la seguridad jurídica coinciden que debe entenderse como a “[…] la regularidad
o conformidad a Derecho y la previsibilidad de la actuación de los poderes
públicos y, muy especialmente, de la interpretación y aplicación del Derecho por
parte de las autoridades. Esta previsibilidad en la actuación de autoridades,
excluye la posibilidad de modificación arbitraria de situaciones jurídicas
preexistentes; lo contrario son las actuaciones imprevisibles que ocasionan
inseguridad jurídica, cuyo efecto puede ser la vulneración de derechos y la
provocación de perjuicios”.
40. Como es el caso del Ministerio del Ambiente al emitir la Resolución Nº 225741,
de fecha 12 de diciembre de 2017, otorgando el Registro Ambiental para la
FASE DE EXPLORACIÓN INICIAL DE LA CONCESIÓN MINERA
Proyecto Minero Río Magdalena, conformado por las concesiones Río
Magdalena 01 (Código: 40000339) y Río Magdalena 02 (Código: 40000340),
para la fase de exploración inicial MAERA-2017-315992 ubicada en el cantón
Cotacachi, provincia Imbabura, vulneró el derecho a la seguridad jurídica frente
a la Resolución Ministerial Nº 57, del 19 de octubre de 1994, publicada en el
Registro Oficial Nº 620, por la cual se declaró áreas de Bosque y Vegetación
Protectores a 6.400 hectáreas del predio "LOS CEDROS", ubicado en la
parroquia García Moreno, cantón Cotacachi, provincia de Imbabura.
“Toda decisión o autorización estatal que pueda afectar al ambiente deberá ser
consultada a la comunidad, a la cual se informará amplia y oportunamente. El
sujeto consultante será el Estado. La ley regulará la consulta previa, la
participación ciudadana, los plazos, el sujeto consultado y los criterios de
valoración y de objeción sobre la actividad sometida a consulta. El Estado
valorará la opinión de la comunidad según los criterios establecidos en la ley y
los instrumentos internacionales de derechos humanos. Si del referido proceso
de consulta resulta una oposición mayoritaria de la comunidad respectiva, la
decisión de ejecutar o no el proyecto será adoptada por resolución debidamente
motivada de la instancia administrativa superior correspondiente de acuerdo con
la ley.”
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43. Por su parte el Art. 57 de la Constitución, refiriéndose a los derechos colectivos
establece:
46. Cabe hacer hincapié en que ni los pueblos, ni la población, ni los habitantes
interesados de la zona de impacto, ni de la parroquia García Moreno, tampoco la
población de la Zona de Intag y peor del cantón Cotacachi, han sido tomados en
cuenta y sometidos a un proceso de consulta previa, para el inicio de las
actividades mineras que fueron iniciadas y que se encuentran ejecutando.
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patrimonio inalienable de todas y todos, los recursos se están feriando mediante
la figura de “concesión minera”.
50. De esta manera puede detectar, que los instrumentos internacionales a los que
nos hemos referido, contienen un sin número de disposiciones que determinan
obligaciones para el Ecuador de no intervención en áreas protegidas, lo cual ha
sido vulnerado por el Ministerio de Ambiente, pues esta institución no puede
irse contra los Convenios suscritos por el Estado y menos aún otorgar el registro
ambiental a la Empresa ENAMI EP Concesión Minera Río Magdalena. Al
respecto el art. 11 numeral 3, de la Constitución de la República establece:
52. Es decir que la autoridad ambiental se ha apartado de los principios que rigen la
aplicación de los derechos y las relaciones internacionales.
a. Derecho a la Salud
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educación, la cultura física, el trabajo, la seguridad social, los ambientes sanos y
otros que sustentan el buen vivir”
b. Derecho al agua
55. El agua es la fuente de vida de todo ser vivo del planeta, constituye un elemento
vital para la naturaleza y para la existencia de los seres humanos, hasta el
momento no hay estudios que demuestren que existan seres que no necesiten de
este elemento natural para vivir, de allí la importancia que tiene el garantizar que
el agua que consumen los seres vivos en general sea adecuada y no comprometa
su existencia.
57. Esta disposición nos indica que es deber del Estado la protección ambiental de
modo que debe asegurar la conservación y protección de áreas protegidas que
son hábitat de muchas especies de animales y plantas. Conservar la
biodiversidad y ecosistemas debe ser una prioridad en este caso.
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58. El agua es otro elemento abiótico afectado, se expresa en el cambio de calidad
de agua que se ve afectada por la incorrecta disposición de desechos sólidos y
líquidos. En la flora se presenta fuertemente el deterioro y remoción de la capa
vegetal debido a la construcción de tronchas y campamentos, etc. En relación a
la fauna podemos ver como la actividad minera ocasiona el desplazamiento de
especies tanto terrestres como aéreas, pues la construcción de campamentos,
apertura de tronchas y caminos, los ruidos que estos ocasionan, hacen que éstas
se desplacen de su hábitat.
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63. El 5 de noviembre de 2018, el Alcalde y Procuradora Síndica del Gobierno
Autónomo Descentralizado Municipal de Santa Ana de Cotacachi, presentaron
acción de protección en contra del Ministerio de Ambiente y la Empresa
Nacional Minera del Ecuador – ENAMI EP (en adelante ENAMI EP.), por la
Resolución N° 225741, a través de la cual la indicada Cartera de Estado otorgó
el registro ambiental a favor de ENAMI EP, mismo que dio viabilidad al
Proyecto Minero-Río Magdalena, en fase de exploración inicial. Por sorteo, el
conocimiento de la causa correspondió a la Unidad Judicial Multicompetente
con sede en el cantón Cotacachi de Imbabura, que, mediante sentencia de 13 de
noviembre de 2018, negó la acción presentada.
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vulnera el derecho a la seguridad jurídica debido a que, la autoridad judicial que
la emitió, confunde los distintos tipos de consulta, (...) puntualmente, la
consulta ambiental recogida en el artículo 398 de la CRE, con el proceso de
consulta popular reglado en el artículo 104 de la Carta Magna (...)".
Adicionalmente solicita que se deje sin efecto la decisión impugnada, se declare
la ejecutoría de la sentencia de primera instancia dictada por el Juez de la
Unidad Judicial Multicompetente de Cotacachi y, en subsidio de lo anterior, que
se tramite nuevamente el recurso de apelación.
68. “Por todo lo expuesto, [...] tanto la Empresa Nacional Minera ENAMI EP, como
concesionaria, conjuntamente con la empresa CORNERSTONE, realizaron una
socialización del proyecto Magdalena [...]. La finalidad de estos procesos es la
participación social en materia ambiental [...] por, tanto, la norma minera prevé
que en el caso que un proceso de consulta resulte una oposición mayoritaria de
la comunidad respectiva, la decisión de desarrollar el proyecto será adoptada por
resolución motivada Ministro Sectorial, lo cual implica que necesariamente debe
existir un proceso [...] de participación ciudadana y control social, en el que se
materialicen las mínimas garantías democráticas como: 1. Preparación de la
consulta; 2. Jornada electoral; 3. Cómputo y resultados de la consulta; y, 4.
Impugnación; 5. Declaratoria de validez.”
69. ENAMI EP indica que esta confusión por parte de la autoridad que dictó la
decisión impugnada le llevó a declarar, erróneamente, la violación del derecho a
la participación reconocido en el artículo 61, numeral 4, de la Constitución;
derecho de participación que nada tiene que ver con la consulta ambiental previa
establecida en el artículo 398 de la Norma Suprema.
70. Por otro lado, ENAMI EP manifiesta que el Ministerio de Ambiente, la Empresa
Nacional Minera ENAMI EP y la Procuraduría General del Estado no se
encuentran facultadas para convocar a consultas populares según lo determina el
artículo 104 de la Constitución. Adicionalmente, agrega que el resultado de una
consulta popular nacional o local es distinto respecto de la consulta previa
ambiental. En el primer caso, los resultados son de obligatorio e inmediato
cumplimiento, mientras que, en el segundo, si de la consulta resulta una
oposición mayoritaria, la decisión de ejecutar o no el proyecto, será adoptada por
resolución motivada.
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71. La Empresa Pública Minera indica que la decisión impugnada ordena al
Ministerio de Ambiente que realice una consulta ambiental a través de urnas,
contraviniendo el ordenamiento jurídico por lo que, de cumplirse con lo
dispuesto, implicaría que las autoridades públicas contravengan normas expresas
constitucionales. Esta confusión, a criterio del representante de la ENAMI EP,
resulta riesgosa ya que, tomando como base una interpretación errónea de la
norma constitucional, podrían ser cancelados todos los registros ambientales que
fueron otorgados legalmente y conforme al procedimiento previsto en el orden
jurídico.
73. Lo que significa que existe norma jurídica ecuatoriana vigente que regulan los
procedimientos de participación social en materia ambiental, para el caso alusivo
la norma que fue detalla en la sentencia de alzada en la causa Nro. 10332-2018-
00640, dichas normas facultan al Ministerio del Ambiente la ejecución de dichos
procedimientos. Sin embargo, esto no se evidenció en este caso, conforme obra
del expediente físico de la acción de protección, ya que lo que se ejecuto fue una
sola socialización liderada por ENAMI EP la concesionaria, en coordinación con
la empresa CORNESTONE (empresa privada aliada estratégica), actores que no
tienen competencia en ese sentido. Por otro lado, no se generó el espacio
participativo necesario que recoja al menos la voluntad de las comunidades que
tienen influencia directa en el proyecto minero.
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75. Por el contrario, la actuación del Tribunal en mención dentro de la acción de
protección presentada procuró en todo momento cumplir con la norma
constitucional, específicamente con el derecho a la seguridad jurídica.
Respecto de la tutela judicial efectiva, alegan que los jueces que dictaron la
decisión impugnada, durante la tramitación del proceso, abrieron un segundo
término de prueba, vulnerando los artículos 13, numeral 4 y 16 de la Ley
Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional que establecen
que “solo en la calificación de la demanda o en la audiencia el juez podrá
ordenar la práctica de pruebas y designar comisiones para recabarlas [...]”.
78. En este sentido, se debe afirmar que la tutela judicial efectiva es un derecho
constitucional que de forma amplia ha sido desarrollado por la Corte
Constitucional, por tanto lo afirmado por ENAMI EP no cumple con lo
manifestado en la sentencia N.° 040-13-SEP-CC, caso N.° 0010- 12-EP, que
detalla “El derecho a la tutela judicial efectiva, no se agota con la emisión de un
fallo, así se destaca tres momentos: El consagrado procesalmente como derecho
de petición, es decir, el acceso a los órganos jurisdiccionales; la actitud diligente
del juez en un proceso ya iniciado, y el rol del juez una vez dictada la resolución,
tanto en la ejecución como en la plena efectividad de los pronunciamientos”.
79. Por lo tanto, de lo que menciona ENAMI EP, hace referencia al momento
segundo, es decir, “la actitud diligente del juez en un proceso ya iniciado”, en
ese sentido, es necesario precisar que de lo manifestado por la accionante no
tiene asidero legal, por las siguientes consideraciones:
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ejecución de la sentencia, cuando el apelante fuere la persona o entidad
accionada. Cuando hubiere más de una sala, la competencia se radicará
por sorteo. La Corte Provincial avocará conocimiento y resolverá por el
mérito del expediente en el término de ocho días. De considerarlo
necesario, la jueza o juez podrá ordenar la práctica de elementos
probatorios y convocar a audiencia, que deberá realizarse dentro de los
siguientes ocho días hábiles; en estos casos, el término se suspende y
corre a partir de la audiencia. (Lo subrayado me pertenece).
80. Por lo tanto, el Tribunal de alzada actuó en base a lo dispuesto en esta norma, la
cual regula este tipo de procesos. Por otro lado, es necesario recalcar que debido
a la voluminosidad de la causa, no solo por la existencia de varios accionados,
sino por los varios amicus curiae que iban a intervenir por cada parte, en tres
ocasiones se debió suspender la audiencia para reinstalar en un nuevo día y hora,
esto no significó que existió varias audiencias como aseverar ENAMI EP. Esto
se lo realizó con el fin de escuchar a cada uno de los mencionados, así como
actuar la prueba debidamente anunciada por las partes, y la prueba de oficio
solicitada por el indicado Tribunal, que consistió en conformar una comisión
integrada por cada una de las partes, sus técnicos y los señores jueces. Todo ello
con el objeto de visitar el lugar de los hechos ubicado en la provincia de
Imbabura, cantón Cotacachi, parroquia rural de García Moreno, en las
comunidades El Paraíso, Brilla Sol, Magdalena Alto, Cielo Verde y San José de
Magdalena zona de influencia de “El Bosque Protector Los Cedros” y evidenciar
de primera mano la situación de la causa, así como los testimonios de manera
directa de los ciudadanos que residen dentro de estas comunidades. Estos
hechos rezan dentro del expediente físico para constatación de ustedes señores
magistrados.
81. Por otro lado, en ningún momento procesal se dispuso dos términos de prueba
como menciona la accionante ENAMI EP, lo cual se puede constatar de una
simple revisión del expediente físico. La confusión de la cual es objeto la
Empresa Nacional Minera se debe a que una misma audiencia ―la única
contemplada en la instancia de la acción de protección― duró varios días en
distintas ocasiones, en razón de los hechos ya expuesto en el literal anterior.
83. Finalmente se debe indicar que el derecho a la tutela judicial efectiva como bien
expresa la Corte Constitucional en su texto “Desarrollo Constitucional de la
Primera Corte Constitucional” expresa:
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“[…] el derecho a la tutela judicial efectiva no significa una exclusiva
exigencia a los jueces para que atiendan las pretensiones procesales
favorablemente, o que las leyes no puedan exigir requisitos razonables para
el acceso a la jurisdicción o a los recursos, o que estos tengan que ser, en
todos los casos, forzosamente admitidos. De allí que el mero hecho de acudir
con su demanda ante el órgano jurisdiccional no garantiza que obtendrá un
fallo favorable a sus pretensiones, pues este bien puede ser adverso o
desfavorable, decisión adoptada conforme los fácticos propios de cada
caso”11.
87. En este sentido, la acción de protección causa signada con el número 10332-
2018-00640, dentro de la demanda que por acción de protección se presentó la
pretensión principal del GAD Municipal de Santa Ana de Cotacachi como
representante de la Naturaleza es que se declare la vulneración de los derechos
constitucionales de la naturaleza, seguridad jurídica y consulta previa en materia
ambiental, derechos violentados con la expedición de la Resolución Nro.
225741, de fecha 12 de diciembre de 2017, mediante la cual el Ministerio del
11
Alfredo Ruiz Guzmán, Pamela Juliana Aguirre Castro, Dayana Fernanda Ávila Benavidez, “Desarrollo
jurisprudencial de la primera Corte Constitucional”, 1era.ed, Tomo 7 (Quito: CEDEC, 2016), 111.
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Ambiente otorgó el Registro Ambiental a favor de la Empresa Nacional Minera
ENAMI EP, para la fase de exploración inicial MAERA-2017-315992 de las
CONCESIONES MINERAS, Río Magdalena 01 (Código: 40000339) y Río
Magdalena 02 (Código: 40000340), ubicada en el cantón Cotacachi, provincia
Imbabura.
90. Con lo dicho, lo argüido por ENAMI EP, no solo no tiene base jurídica, sino que
demuestra un desconocimiento total de los principios y normas del derecho
constitucional. Por lo expuesto, el argumento presentado por ENAMI EP en lo
referente a provocar “[…] su indefensión al obstaculizarle la posibilidad de
refutar y rechazar el contenido de esos señalamientos”, no procede en ningún
sentido, ya que como se menciona en el párrafo anterior el Tribunal de alzada
está facultado para analizar los hechos presentados y de estos determinar la
existencia o no de derechos constitucionales vulnerados. Por ello, el argumento
de la Empresa Nacional Minera se desvanece al pretender que existió
vulneración a los derechos a la defensa y motivación, conforme lo plantea en su
acción extraordinaria de protección presentada.
12
Alfredo Ruiz Guzmán, Pamela Juliana Aguirre Castro, Dayana Fernanda Ávila Benavidez, “Desarrollo
jurisprudencial de la primera Corte Constitucional”, 1era.ed, Tomo 7 (Quito: CEDEC, 2016), 28.
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Constitucional: “la jueza o juez podrá aplicar una norma distinta a la
invocada por los participantes en un proceso constitucional”. En este orden
de ideas, la Corte ha manifestado sobre el particular que, en función del
principio iura novit curia se encuentra plenamente facultada para analizar y
pronunciarse sobre los hechos presentados a su conocimiento, en aplicación
de normas no argumentadas por los accionantes, cuando a su criterio pueda
generarse una afectación a derechos constitucionales no invocados por los
accionantes. Lo dicho es posible y jurídicamente procedente, más aún si se
toma en consideración que las garantías jurisdiccionales gozan de un carácter
de informalidad para su presentación, conforme lo establece el artículo 86,
numeral 2, literal c de la Constitución de la República. En conclusión, se
percibe como en concordancia con los artículos 1 y 436 de la Constitución y
170 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, el hecho de que se le haya atribuido a la Corte Constitucional
el carácter de máximo órgano de control e interpretación constitucional va de
la mano, y sin extralimitarse, con la facultad de desenvolverse dentro de las
disposiciones normativas constitucionales con facilidad para salvaguardar la
tutela y eficacia de los derechos constitucionales”13.
13
Ibídem.
14
PAZMIÑO Freire, Patricio, “La acción extraordinaria de protección: eficacia y efectividad en el orden
garantista”, en Umbral: revista de derecho constitucional, Corte Constitucional del Ecuador - Centro de
Estudios y Difusión del Derecho Constitucional (CEDEC), Quito, núm. 3. 2013, p. 30.
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instancia adicional, ni sustituir las decisiones adoptadas en dicha sede,
sino asegurar que en la sentencia (o en el juzgamiento) no se han violado
derechos y, de haber sido éste el caso, proceder a la correspondiente
reparación, por lo que también aquí debe partirse de un escrupuloso
respeto a la independencia y autonomía constitucional de esta
jurisdicción evitando convertir a la acción de protección en una suerte de
casación para sentencias […]. Recordemos una vez más que la Ley no
prevé la anulación de las sentencias como resultado de la acción de
protección, sino sólo la subsanación de las violaciones de derechos que
hubieran podido producirse”15.
95. Con fecha 07 julio de 2020, ENAMI EP, presentó ante la Corte Constitucional
del Ecuador la impugnación al auto de selección de fecha 18 de mayo de 2020,
por el cual se resolvió: “Seleccionar el caso No. 1149 – 19 - JP para el
desarrollo de jurisprudencia[…]”, en el cual arguye:
97. En este sentido, pese a estar dictada la sentencia de alzada en el caso Nro.
10332-2018-00640 , que establece como medida de reparación dejar sin efecto la
la Resolución Nº 225741, de fecha 12 de diciembre de 2017, otorgando el
Registro Ambiental para la FASE DE EXPLORACIÓN INICIAL DE LA
CONCESIÓN MINERA Proyecto Minero Río Magdalena, conformado por las
concesiones Río Magdalena 01 (Código: 40000339) y Río Magdalena 02
(Código: 40000340), para la fase de exploración inicial MAERA-2017-315992
15
Ibídem, p. 312.
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ubicada en el cantón Cotacachi, provincia Imbabura, ENAMI EP no ha cesado
las actividades en esta zona.
98. Por lo tanto, los argumentos expuestos por ENAMI EP no tiene fundamento
legal, conforme se ha explicado en líneas anteriores. En este sentido, señores y
señoras jueces y juezas de la Corte Constitucional, los argumentos expuestos
deberá ser tomados en cuenta al momento de resolver esta causa objeto de
revisión. La única pretensión del GAD Municipal de Santa Ana de Cotacachi es
cumplir con la Constitución y salvaguardar los interés de la naturaleza, ser vivo
que por sí solo no puede defenderse de las acciones del hombre y un Estado que
con su afán extractivista no ve más allá, incluso pretende contravenir la norma
constitucional.
99. Por ser asunto de interés del Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal de
Santa Ana de Cotacachi, solicitamos participar en la Audiencia Pública que
eventualmente disponga su autoridad.
VII. NOTIFICACIONES
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