Tema 1 Lesiones
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Introducción
La piel es la capa externa del cuerpo humano y el órgano más grande en cuanto a
tamaño con una superficie que oscila entre los 1,5 y 2 m2 y un peso entre 4 y 5 kg en un
adulto sano. Su función principal es actuar como barrera entre el medio externo e
interno de nuestro organismo, protegiéndolo frente a daños mecánicos, agentes físico-
químicos, radiaciones UV y microorganismos patógenos. Además interviene en:
El proceso de termorregulación del organismo
La síntesis de la vitamina D, necesaria para el metabolismo del calcio y del
fósforo
La regulación de la pérdida de agua y sales minerales entre el organismo y
el medio externo
Epidermis
La epidermis es la capa más externa de la piel con un grosor medio de 0,4 mm, siendo
más delgada en los párpados con un grosor de 0,03 mm y más gruesa en la palma de
las manos y planta de los pies, donde puede alcanzar un grosor de hasta un 1,5 mm.
Se trata de un epitelio escamoso estratificado organizado en 4 capas, dependiendo del
estado de diferenciación de los queratinocitos. Ordenadas desde la capa más profunda
a la más superficial, nos encontramos el estrato basal, el estrato espinoso, el estrato
granular y el estrato córneo. En las zonas del cuerpo donde la fricción es mayor, como
las plantas de los pies y las palmas de las manos, la epidermis tiene una quinta capa,
conocida como estrato lúcido, que se encuentra entre el estrato granuloso y el córneo.
En la epidermis encontramos 4 tipos principales de células: queratinocitos,
melanocitos, células de Lagerhans y células de Merkel.
Los queratinocitos son las células más abundantes, representando
aproximadamente el 90 % del total de las células de la epidermis. Son
células formadas en la capa basal, capa más profunda de la piel donde se
produce una continua división celular (mitosis), que van ascendiendo hasta
alcanzar la capa más externa de la piel. Los queratinocitos tienen filamentos
de queratina repartida por toda la célula. Las fibras de queratina refuerzan
las células de la piel haciéndolas más resistentes a las agresiones físicas
Los melanocitos. Son células localizadas en la capa basal. En ellas se
encuentran los melanosomas, que son los orgánulos responsables de
sintetizar y almacenar pigmentos (melanina) que protegen la piel de las
radiaciones UV
Las células de Langerhans. Se encuentran principalmente en el estrato
granular y espinoso. Son células presentadoras de antígenos, por lo que
tienen función inmunológica. Constituyen la primera línea de defensa
inmunológica de la piel
Las células de Merkel. Se encuentran en la capa basal. Son más numerosas
en las plantas de los pies, palmas de las manos y labios. Funcionan como
mecanoreceptores, transmitiendo información sensorial de la piel a los
nervios sensoriales
A medida que los queratinocitos ascienden por la epidermis desde el estrato basal
experimentan un proceso de diferenciación continuo en el que sufren una serie de
cambios morfológicos y bioquímicos, denominado queratinización, mediante el cual se
van formando las siguientes capas de la piel. Los queratinocitos terminan por perder su
núcleo y orgánulos citoplasmáticos hasta que mueren, dando lugar a los corneocitos,
que forman el estrato córneo, capa fundamental de la función barrera de la piel. El
estrato córneo es la capa más superficial de la piel. Está formado por unas 25 a 30
capas de células muertas que se desprenden y son reemplazadas continuamente. Este
proceso hace que la piel sea un órgano en constante regeneración, renovándose
completamente cada 30-50 días. La tasa y el tiempo de regeneración se pueden ver
modificados en respuesta a una infección, proceso inflamatorio o neoplásico.
La epidermis no tiene sistema vascular propio, por lo que depende del aporte de
oxígeno y nutriente que proviene de la dermis.
La epidermis está cubierta por una película hidrolípida invisible formada por las
secreciones de las glándulas sudorípadas y sebáceas, que está constituida por agua y
grasas (lípidos) y es conocida como manto ácido que proporciona a la piel su pH ácido.
El manto ácido proporciona impermeabilidad a la piel, actuando como una barrera
adicional frente a agentes externos como microorganismos patógenos y sustancias
tóxicas.
Dermis
La dermis es la capa de la piel situada debajo de la epidermis. Tiene un grosor entre 0,3
mm y 3 mm dependiendo de la parte del cuerpo, más delgada en los párpados y más
gruesa en la espalda. Proporciona soporte estructural y nutricional a la epidermis. El
agua constituye el 60 % del peso de la dermis.
Los componentes principales de la dermis son las fibras de colágeno, las fibras elásticas
y la matriz extrafibrilar (material no fibroso de proteoglicanos e hialuronano), que
permite la circulación de células, moléculas y líquidos a través de ella.
La dermis alberga vasos sanguíneos y linfáticos, canales y nervios sensoriales como los
corpúsculos de Pancini que detectan la vibración, los corpúsculos de Meissner que
detectan la presión y las sensaciones táctiles o las terminaciones nerviosas amielínicas
de la dermis papilar que reciben la sensación de temperatura, picazón y dolor.
También hay células como los macrófagos y linfocitos que forman parte del sistema
inmunitario de la piel y los apéndices cutáneos.
Las fibras de colágeno y fibras elásticas son sintetizadas por unas células llamadas
fibroblastos; son más abundantes en la dermis papilar. Las distintas subpoblaciones de
fibroblastos contribuyen a la homeostasis de la piel, curación y cicatrización de las
heridas y a la formación del folículo piloso.
Las fibras de colágeno son las más abundantes, representan aproximadamente el 70%
de la dermis. El colágeno de la capa papilar está organizado en haces delgados de
fibras de colágeno, mientras que en la capa reticular el colágeno forma fibras gruesas
densamente empaquetadas y paralelas a la superficie de la piel, lo que le da a la piel su
capacidad para resistir las fuerzas de tracción que provienen de cualquier dirección
tangencial.
Unión dermoepidérmica
La epidermis está separada de la dermis por una fina membrana de un grosor de unos
200 mm, sintetizada por los queratinocitos de la epidermis y los fibroplastos de la
dermis. Funciona como anclaje entre la dermis y la epidermis y además sirve como
barrera a las sustancias químicas y a las células que pasan entre las dos capas de la
piel. Ayuda a la piel a soportar las fuerzas de cizallamiento.
Apéndices cutáneos
Los apéndices cutáneos son estructuras epiteliales especializadas ubicadas
principalmente en la dermis y la hipodermis, pero conectadas a la epidermis. Las
forman las glándulas sudoríparas, las glándulas sebáceas y el folículo pilosebáceo.
Desempeñan un papel importante en la fase de epitelización de la cicatrización de
heridas.
GLÁNDULAS SUDORÍPARAS
Se pueden clasificar en tres tipos dependiendo del tipo de glándula:
1. Glándulas sudoríparas ecrinas. Son las principales glándulas sudoríparas
en humanos. Situadas en la dermis, están repartidas por todo el cuerpo,
pero son más abundantes en las palmas de las manos y plantas de los
pies. Pueden activarse por estímulos térmicos o emocionales. Segregan el
sudor sobre la epidermis, producen un sudor transparente y sin olor. La
evaporación del sudor producida por las glándulas ecrinas ayuda a los
mecanismos termorreguladores del cuerpo. También se eliminan algunos
productos de desecho
2. Glándulas sudoríparas apocrinas. Se encuentran principalmente en las
regiones axilares y anogenital, aunque también se pueden encontrar en
el canal auditivo externo, los párpados y la mama. Producen un sudor
más espeso y lechoso que se libera en el folículo piloso asociado.
Dependen de los andrógenos para su desarrollo y se activan en la
pubertad. Pueden actuar como señal sexual. El sudor de estas glándulas
no tiene olor pero adquiere su olor característico cuando actúan sobre
las bacterias de la piel
3. Glándulas sudoríparas apoecrinas. Se encuentran en las axilas de los
adultos. Se llaman así porque tienen características de las glándulas
ecrinas y apoecrinas. Se abren directamente sobre la piel. Su existencia
sigue siendo controvertida
GLÁNDULAS SEBÁCEAS
Son glándulas asociadas con los folículos pilosos de la dermis. Producen una sustancia
aceitosa llamada sebo que permite que el pelo crezca con menor resistencia y sea
menos quebradizo; hace la piel más flexible, también proporciona impermeabilización
a la piel y actúa como agente inhibidor de patógenos. En algunas áreas, las glándulas
sebáceas no están asociadas con un folículo piloso y se abren directamente sobre la
piel superficie. Estas áreas incluyen los párpados, areolas de los pezones y borde de los
labios.
FOLÍCULO PILOSO
La unidad pilosebácea está formada por el pelo, el folículo piloso, la glándula sebácea
y el músculo erector del pelo. Los folículos pilosos son estructuras derivadas de la
epidermis. Se encuentran en todo el cuerpo excepto en las palmas de las manos y las
plantas de los pies. La actividad de los melanocitos en la matriz del bulbo piloso
determina el color del cabello. Sus funciones principales son la protección de la piel a
las agresiones mecánicas y facilitar la homeotermia. También tienen función sensorial,
aumentando la percepción de la superficie de la piel para estímulos táctiles.
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