Meteorito

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 25

Meteorito

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
«Aerolito» redirige aquí. Para localidad argentina, véase Aerolito (Argentina).

Meteorito metálico Cabin Creek.

Meteorito metálico Gibeon.

Un meteorito es un meteoroide que alcanza la superficie de un planeta debido a


que no se desintegra por completo en la atmósfera. La luminosidad dejada al
desintegrarse se denomina meteoro.
El término meteoro viene del griego μετέωρος meteoros, que significa «fenómeno
en el cielo». Se emplea para describir el destello luminoso que acompaña la caída
de materia del sistema solar sobre la atmósfera terrestre. Dicho destello se
produce por la incandescencia temporal que sufre el meteoroide a causa de la
presión de choque (el aire atmosférico se comprime al chocar con el cuerpo y, al
aumentar la presión, aumenta la temperatura, que se transfiere al meteoroide), no
de la fricción.12 Esto ocurre generalmente a alturas entre 80 y 110 kilómetros sobre
la superficie de la Tierra.
Este término se emplea también en la palabra meteoroide, con la que nos
referimos a la propia partícula sin ninguna relación con el fenómeno que produce
cuando entra en la atmósfera de la Tierra. Un meteoroide es materia que gira
alrededor del Sol o cualquier objeto del espacio interplanetario que es demasiado
pequeño para ser considerado como un asteroide o un cometa. Las partículas que
son más pequeñas todavía reciben el nombre de micrometeoroides o granos de
polvo estelar, lo que incluye cualquier materia interestelar que pudiera entrar en el
sistema solar. Un meteorito es un meteoroide que alcanza la superficie de la Tierra
sin que se haya vaporizado completamente.
Generalmente, un meteorito en la superficie de cualquier cuerpo celeste es un
objeto que ha venido desde otra parte del espacio. Los meteoritos también se han
encontrado en la Luna y Marte.
Los meteoritos cuya caída se produce delante de testigos o que se logran
recuperar instantes después de ser observados durante su tránsito en la
atmósfera son llamados «caídas». El resto de los meteoritos se conocen como
hallazgos. A la fecha (mediados de 2020), existen aproximadamente 1050 caídas
atestiguadas que produjeron especímenes en las diversas colecciones del mundo.
En contraste, existen más de 31.000 hallazgos de meteoritos bien documentados. 3
Los meteoritos se nombran siempre como el lugar en donde fueron encontrados, 4
generalmente una ciudad próxima o alguna característica geográfica. En los casos
donde muchos meteoritos son encontrados en un mismo lugar, el nombre puede
ser seguido por un número o una letra (ejemplo: Allan Hills 84001 o Dimmitt (b)).

Índice

 1Categorías
 2Fenómeno de caída de meteoritos
 3Tipos de meteoritos
 4Recuperación de meteoritos
o 4.1Caídas
o 4.2Hallazgos
o 4.3Los grandes llanos de Estados Unidos
o 4.4Antártida
o 4.5Australia
o 4.6El Sahara y la creciente comercialización
o 4.7Omán
 5Historia de las representaciones y del estudio de los meteoritos
o 5.1Del objeto sagrado al objeto científico
o 5.2Estudios actuales
 6Meteoritos famosos
o 6.1Por peso
o 6.2Otros
 7Meteoritos en la ficción
 8Véase también
 9Notas
 10Referencias
 11Enlaces externos

Categorías[editar]
Tradicionalmente los meteoritos se han dividido en tres amplias categorías:

1. Meteorito pedregoso (rocas), integradas


principalmente por los minerales de
silicato; aerolito o litito.
1. Condrita
2. Acondrita
2. Meteorito metálico, se componen en gran parte de
hierro-níquel; siderito.
3. Meteorito pedregoso-metálico, que contienen
grandes cantidades de material metálico y
rocoso; litosiderito.
Los modernos esquemas de clasificación dividen los meteoritos en grupos según
su estructura, composición química e isotópica, y mineralogía.

 Escala de Turín, es un método de clasificación del


peligro de impacto asociado a los objetos de
tipo NEO (Near Earth Objects, objetos cercanos a la
Tierra), entre los que se
encuentran asteroides y cometas.

Fenómeno de caída de meteoritos[editar]

El meteorito Neenach encontrado en Antelope Valley, California, Estados Unidos.

La mayoría de los meteoroides se desintegran al incorporarse en la atmósfera de


la Tierra; no obstante, se estima que 100 meteoritos de diverso tamaño (desde
pequeños guijarros hasta grandes rocas del tamaño de una pelota de baloncesto)
entran en la superficie terrestre cada año; normalmente solo 5 o 6 de estos son
recuperados y son descubiertos por científicos. Pocos meteoritos son lo bastante
grandes para crear cráteres que evidencien un impacto. En vez de esto, solo
llegan a la superficie a su velocidad terminal (caída libre), y la mayoría tan solo
crea un hoyo pequeño (véase:capacidad de penetración). Sin embargo, algunos de los
meteoritos que caen han causado daño a inmuebles, ganado, e incluso a la gente.
Los grandes meteoroides podrían chocar con la Tierra con una fracción de su
velocidad cósmica, originando un cráter de hipervelocidad de impacto. El tamaño y
tipo del cráter dependerá del tamaño, de la composición, del grado de
fragmentación, y del ángulo entrante del meteorito. La fuerza de tales colisiones
tiene el potencial de causar una destrucción extensa.56 Los choques a
hipervelocidad más frecuentes, normalmente son causados por un meteorito
metálico, los cuales son más resistentes y transitan intactos en la atmósfera
terrestre. Algunos ejemplos de cráteres causados por meteoroides metálicos
incluyen al cráter Barringer, los cráteres de Wabar, y el cráter de Wolfe Creek, ya
que en estos cráteres se encontró un meteorito metálico o sus fragmentos. En
contraste, incluso los cuerpos pedregosos o helados que son relativamente
grandes (como los cometas pequeños o los asteroides) y que llegan a pesar
millones de toneladas, son frenados en la atmósfera, y por lo tanto no hacen
cráteres de impacto.7 Aunque tales acontecimientos no son frecuentes, pueden
provocar una considerable conmoción; el famoso evento
de Tunguska probablemente resultó de tal incidente.
Grandes objetos pedregosos (de centenares de metros en diámetro o más y que
logran pesar decenas de millones de toneladas o más) pueden alcanzar la
superficie y causar grandes cráteres, sin embargo, estos son muy raros. Estos
acontecimientos generalmente son tan enérgicos que el meteoro impactor se
destruye por completo sin dejar ningún meteorito. (El primer vestigio de un
meteorito pedregoso encontrado en asociación con un gran cráter de impacto fue
el cráter de Morokweng en Sudáfrica,8 descubierto en mayo de 2006).
Existen varios fenómenos bien documentados sobre caídas de meteoritos que
fueron atestiguados, aun cuando estos fueron demasiado pequeños para producir
cráteres de hipervelocidad.9 La estela de fuego que se genera mientras el
meteoroide pasa a través de la atmósfera puede lucir muy brillante, llegando a
rivalizar en intensidad con el Sol, aunque la mayoría son muy difusos y no se
pueden apreciar incluso durante la noche. Se han reportado avistamientos en
diversos colores, que incluyen al amarillo, el verde y el rojo. Los flashes y las
explosiones de luz pueden ocurrir mientras el objeto se desintegra. A menudo,
durante las caídas de meteoritos se escuchan explosiones, detonaciones, y
rugidos que pueden ser causadas por explosiones sónicas, así como ondas
expansivas que resultan de la fragmentación del cuerpo. Estos sonidos pueden
ser escuchados sobre amplias áreas que llegan a abarcar varios miles de
kilómetros cuadrados. Otros sonidos que se producen pueden ser chiflidos y
silbidos, pero son pobremente comprendidos. No es inusual que después del paso
de la estela de fuego, en la atmósfera se rezague un rastro de polvo por cierto
tiempo.

El meteorito Laguna Manantiales hallado en Santa Cruz, Argentina.


Mientras que los meteoroides se calientan durante su paso a través de la
atmósfera, sus superficies se derriten y experimentan la ablación térmica. Durante
este proceso pueden ser esculpidos en varias formas, dando por resultado
profundas «huellas digitales», en forma de muescas sobre sus superficies
llamadas los regmagliptos. Si el meteoroide mantiene una orientación fija por
cierto tiempo sin tambalearse, puede desarrollar una «nariz en forma de cono» o
una forma cónica. Al sufrir la desaceleración, la capa superficial fundida se
solidifica en una fina corteza de fusión, la cual en la mayoría de los meteoritos es
negra (en algunas acondritas, la corteza de fusión puede ser ligeramente rojiza).
En los meteoritos pedregosos, la zona afectada por el calor tan solo abarca unos
pocos milímetros de espesor; en los meteoritos metálicos (los cuales son mejores
conductores de calor), la estructura de metal puede ser afectada por el calor hasta
1 centímetro debajo de la superficie. Se ha reportado que cuando aterrizan los
meteoritos, son un poco cálidos al tacto, pero nunca son extremadamente
calientes. No obstante, los informes varían grandemente, ya que algunos
meteoritos son avistados "quemándose" durante su aterrizaje, mientras que otros
se avistan formando una capa de hielo sobre su superficie.
Los meteoroides que experimentan la fragmentación en la atmósfera pueden caer
como una lluvia de meteoritos, las cuales pueden variar desde tan solo unas
pocas rocas, hasta miles de guijarros. El área sobre la cual cae una lluvia de
meteoritos se conoce como “campo de dispersión”. Los campos de dispersión
comúnmente tienen forma elíptica, donde su eje mayor siempre es paralelo con la
dirección de vuelo del meteoroide. En la mayoría de los casos, los meteoritos más
grandes de una lluvia son encontrados un poco más lejos que el resto de las rocas
dentro del campo de dispersión.

Tipos de meteoritos[editar]
Artículo principal: Clasificación de meteoritos

Meteorito Phnom Penh (condrita L6).

 Aproximadamente, un 86 % de los meteoritos que


caen sobre la Tierra son condritas, los cuales
adquieren su nombre de las pequeñas partículas
redondas que contienen. Estas partículas,
o cóndrulos, se componen principalmente de
minerales de silicato que parecen haberse fundido
mientras se encontraban flotando libremente en el
espacio. Las condritas también contienen pequeñas
cantidades de materia orgánica, que incluye los
aminoácidos, y granos presolares. Típicamente, las
condritas tienen 4550 millones de años de antigüedad
y se piensa que representan materiales del cinturón
de asteroides que nunca conformaron grandes
cuerpos. Al igual que los cometas, los asteroides
condríticos son algunos de los materiales más
antiguos del sistema solar. A menudo se considera a
las condritas como los «bloques de construcción de
los planetas».

Meteorito marciano ALH84001 (acondrita).

 Cerca de un 8 % de los meteoritos que caen sobre la


Tierra son acondritas, de las cuales algunas son
similares a las rocas ígneas terrestres. La mayoría de
las acondritas son rocas antiguas y se piensa que
representan material cristal de los asteroides. Una
gran familia de acondritas pudo haberse originado en
el asteroide 4 Vesta. Otras se derivan de diferentes
asteroides. Dos pequeños grupos de acondritas son
especiales, ya que estos son más jóvenes y no
parecen provenir del cinturón de asteroides. Uno de
estos grupos proviene de la Luna, e incluye rocas
similares a las que fueron traídas a la Tierra por
los programas Apolo y Luna. El otro grupo tiene una
alta probabilidad de ser originario de Marte y son los
únicos materiales de otros planetas que han sido
recobrados por el ser humano.

 Alrededor del 5 % de los meteoritos que caen son


metálicos, formados por dos aleciones de hierro-
níquel, la kamacita y la taenita. Se cree que la
mayoría de los meteoritos metálicos provienen del
centro de algunos asteroides que alguna vez
estuvieron fundidos en uno solo. Al igual que en la
Tierra, el metal más denso estuvo separado del
material de silicato y ubicado hacia el centro del
asteroide, formando una base. Después de que el
asteroide se solidificó, este se fragmentó en una
colisión contra otros asteroides. Debido a la ausencia
de hierro en las áreas de hallazgos, tales como la
Antártida, en donde se ha encontrado mucho material,
se piensa que aunque el hierro constituye
aproximadamente el 5 % de las rocas recuperadas,
puede ser que realmente sean considerablemente
mucho menos comunes que lo supuesto previamente.

Meteorito pedregoso-metálico Pallasovka (pallasite).

 Los meteoritos pedregoso-metálicos constituyen el


1 % restante. Son una mezcla de los metales hierro-
níquel y minerales de silicato. Se piensa que un tipo
de meteorito llamado palasitas, se originó en la zona
límite sobre las regiones base donde se originaron
los meteoritos metálicos. Otro tipo de meteoritos
pedregoso-metálicos son los mesosideritas.

Recuperación de meteoritos[editar]
Caídas[editar]
La mayoría de las caídas se recobran por avistamientos de las bolas de fuego o el
descubrimiento del impacto en los suelos. Sin embargo, un pequeño número de
estos se ha podido avistar con cámaras automáticas y se ha recobrado siguiendo
una ruta calculada para el punto de impacto. El primero de estos fue el meteorito
de Příbram, el cual cayó en esta ciudad de Checoslovaquia (ahora la República
Checa) en 1959.10 En este caso, se usaron dos cámaras para fotografiar meteoros
y capturaron imágenes de la bola de fuego. Las imágenes fueron usadas para
determinar la ubicación de las rocas en el suelo y más significativamente, para
calcular por primera vez una órbita aproximada de un meteorito recuperado.
Después de la caída de Pribram, otros países establecieron programas de
observación automatizada teniendo como objetivo estudiar el ingreso de los
meteoritos. Uno de estos fue la Red Prairie (Prairie Network), operada por el
Observatorio Astrofísico Smithsoniano a desde 1963 hasta 1975 en el oeste de los
EE. UU., este programa también observó una caída de meteorito, el "Lost City
chondrite", permitiendo su recuperación y un cálculo de su órbita.11 Otro programa
fue creado en Canadá, el Proyecto de Observación y Recuperación de Meteoritos
(Meteorite Observation and Recovery Project) funcionó de 1971 a 1985. Este
también recuperó un solo meteorito, el Innisfree, en 1977.12 Finalmente,
observaciones operadas por la Red Europea de Bólidos (European Fireball
Network, descendiente del programa checo original que recuperó el Pribram),
consiguió calcular y descubrir el meteorito de Neuschwanstein en 2002. 13
Recientemente la Red Española de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos ha
recuperado los meteoritos Villalbeto de la Peña y Puerto Lápice, las últimas dos
caídas acaecidas en España.14
Precisamente del estudio del vídeo y las fotografías obtenidas de la bola de fuego
que produjo la caída del meteorito Villalbeto de la Peña también se obtuvo la órbita
en el Sistema Solar.15
El 15 de febrero de 2013 cayó en Cheliábinsk, en los Montes Urales (Rusia), un
meteorito que medía aproximadamente 17 metros de alto por 15 metros de ancho,
con una masa de 10 000 toneladas en el momento de su ingreso a la atmósfera.
La bola incandescente provocó 1491 heridos por la onda expansiva y daños
económicos que superaron los 1000 millones de rublos (aproximadamente 33
millones de dólares).
Hallazgos[editar]
Hasta el siglo XX, solamente algunos hallazgos de cientos de meteoritos habían
sido realizados por arqueólogos. De estos, el 80 % fueron meteoritos metálicos y
metalo-rocosos, que se distinguen fácilmente de las rocas terrestres. Hasta hoy en
día, se descubren cada año pocos meteoritos rocosos que se puedan considerar
como hallazgos "accidentales". Ahora existen más de 30 000 hallazgos de
meteoritos en las colecciones del mundo que comenzaron con los descubrimientos
de Harvey H. Nininger.

Campo del Cielo meteorite, El Chaco fragment, back2.

Los grandes llanos de Estados Unidos[editar]


La estrategia de Nininger para buscar meteoritos fue buscar en los grandes llanos
de los Estados Unidos, donde la tierra está en gran parte cultivada y el suelo
contenía muy pocas rocas. Entre los años 20 y los 50, viajó a través de la región,
educando a la gente local sobre como lucían los meteoritos y qué hacer si ellos
encontrasen uno; por ejemplo, al despejar un campo. El resultado fue el
descubrimiento de más de 200 nuevos meteoritos, sobre todo del tipo
pedregoso.16
Al final de los años 60, los grandes llanos del condado de Roosevelt en Nuevo
México fueron un lugar particularmente bueno para encontrar meteoritos. Después
del descubrimiento de algunos meteoritos en 1967, una campaña de conciencia
pública dio lugar al hallazgo de casi 100 nuevos especímenes, donde muchos
fueron encontrados por una sola persona, Ivan Wilson. En total, fueron
encontrados casi 140 meteoritos en la región desde 1967. En el área de los
hallazgos, la tierra había estado cubierta originalmente por una capa de tierra
suelta. Durante un periodo de erosión, el suelo flojo fue eliminado, saliendo de él
todo tipo de rocas y meteoritos que estaban presentes en la superficie. 17
Antártida[editar]
Entre 1912 y 1964, los grupos de búsqueda en la Antártida encontraron algunos
meteoritos. Posteriormente, en 1969, la «Décima Expedición de Investigación
Antártica Japonesa» encontró nueve meteoritos en un campo de hielo azul cerca
de las montañas de Yamato. Con este descubrimiento, se descubrió que el
movimiento de las hojas del hielo pudo actuar para concentrar los meteoritos en
ciertas áreas. Después de que en 1973 fuese encontrada en el mismo lugar una
docena de otros especímenes, se lanzó una expedición japonesa en 1974,
dedicada a la búsqueda de meteoritos. Este equipo recuperó casi 700 meteoritos.
Un poco después, los Estados Unidos comenzaron su propio programa para
buscar meteoritos antárticos, operando a lo largo de las montañas
Transantárticas en el otro lado del continente: el ANSMET (ANtarctic Search for
METeorites, Búsqueda de Meteoritos en la Antártida). A finales de los ochenta,
también los equipos europeos (comenzando con un consorcio
llamado EUROMET); y la continuación de un programa italiano, el Programma
Nazionale di Ricerche in Antartide también llevaron a cabo búsquedas
sistemáticas de meteoritos antárticos. Recientemente, un programa chino, la
Exploración Científica Antártica de China, ha conducido búsquedas altamente
exitosas de meteoritos desde el año 2000. Los esfuerzos combinados de todas
estas expediciones han producido más de 23 000 especímenes de meteoritos
clasificados desde 1974, sin contar los millares que aún no se han clasificado.
Para más información vea el artículo de Harvey (2003).18
Australia[editar]
Al mismo tiempo que las concentraciones de meteoritos eran descubiertas en el
frío desierto de Antártida, los coleccionistas descubrieron que también podían ser
encontrados muchos meteoritos es el cálido desierto de Australia. Algunas
docenas de meteoritos se han encontrado en la región Nullarbor del oeste y sur de
Australia. Búsquedas sistemáticas entre 1971 y el presente han recuperado 500 o
más,19 de los cuales aproximadamente 300 están bien clasificados. Los meteoritos
pueden ser encontrados en esta región debido a que el suelo presenta una
planicie cubierta de roca moldeada. En un clima extremadamente árido, ha habido
relativamente muy poca sedimentación sobre la superficie por decenas de miles
de años, permitiendo que los meteoritos se acumulen sin que sean enterrados o
destruidos. Los meteoritos oscuros entonces pueden ser reconocidos entre los
más pálidos guijarros y rocas terrestres.
El Sahara y la creciente comercialización[editar]
Entre 1986 y 1987, un equipo alemán que instalaba estaciones sísmicas para la
exploración de mantos petrolíferos descubrió 65 meteoritos en una planicie del
desierto a cerca de 100 km al sureste de Dirj (Daraj), Libia. Este fue el primer
indicio de que un vasto número de meteoritos podían ser encontrados en ciertas
partes del Sahara. Unos años más tarde, un ingeniero anónimo que era un
fanático del desierto observó algunas fotografías de meteoritos encontradas en la
Antártida, y recordó haber observado rocas similares en zonas que había recorrido
al norte de África. En 1989, regresó a Argelia y recobró cerca de 100 meteoritos
de por lo menos 5 localidades. En los siguientes 4 años, él y otros seguidores
encontraron por lo menos 400 meteoritos más en las mismas locaciones, y en
algunas nuevas áreas en Argelia y Libia. Los lugares donde encontraron los
meteoritos eran en zonas conocidas como regs (desiertos) o hamadas, que son
áreas planas cubiertas tan solo por guijarros y pequeñas cantidades de arena.20
En estos lugares, los meteoritos oscuros pueden ser avistados fácilmente, donde
se han preservado muy bien debido al clima árido.
Aun cuando los meteoritos habían sido vendidos comercialmente y recogidos por
aficionados durante muchas décadas, hasta la época de los hallazgos de Sahara a
final de 1980 y principio de la década de los 90, la mayoría de los meteoritos
fueron depositados o comprados por los museos y las instituciones similares
donde fueron exhibidos y se hicieron disponibles para la investigación científica.
Sin embargo, la rápida disponibilidad de una gran cantidad meteoritos que se
podían encontrar con relativa facilidad en los lugares que eran fácilmente
accesibles, llevó al rápido incremento de la colección comercial de meteoritos.
Este proceso fue acelerado en 1997 cuando los meteoritos provenientes de la
Luna y Marte fueron encontrados en Libia. Al final de la década de los años 90, se
habían lanzado expediciones privadas de búsqueda de meteorito a través del
Sahara. Aun así, algunos especímenes de meteoritos recuperados de esta
manera también se depositan en colecciones para investigación, pero la mayoría
del material se vende a los coleccionistas privados. Estas expediciones ahora han
traído un número mayor de 2000 meteoritos clasificados encontrados en Argelia y
Libia.
Cuando se corrió la voz en los países árabes sobre el beneficioso comercio de
meteoritos, se crearon los primeros mercados de meteoritos, especialmente en
Marruecos, apoyados por nómadas y gente local quienes escarbaron en el
desierto en búsqueda de especímenes para vender. De esta manera, millares de
meteoritos se han distribuido, de los cuales la mayoría no se tiene información
sobre cómo, cuándo, o dónde se descubrieron. Estos son los llamados
«Meteoritos del Noroeste de África».
Omán[editar]
En 1999, los cazadores de meteoritos descubrieron que el desierto al sur y el
centro de Omán también era favorable para la recolección de muchos
especímenes. Los llanos de grava en las regiones Dhofar y Al Wusta en Omán, al
sur de los desiertos de arena de Rub al-Jali, habían rendido cerca de 2000
meteoritos a fecha de mediados de 2006. Entre estos se incluyen una gran
cantidad de meteoritos lunares (como el Dhofar 911) y marcianos (como el NWA
2737), haciendo de Omán una zona particularmente importante para los científicos
y los coleccionistas. Las primeras expediciones en Omán fueron hechas
principalmente por traficantes de meteoritos, no obstante los equipos
internacionales, omaníes y científicos europeos ahora también han recogido
especímenes.

Historia de las representaciones y del estudio de los


meteoritos[editar]

Moneda de Emesa en bronce que representa el templo del dios solar Heliogábalo y su betilo con un
águila en relieve.
Der Donnerstein von Ensisheim, un relato de Sébastien Brant sobre la caída del meteorito de
Ensisheim de 1492.

El meteorito L'Aigle, caído en 1803, el primer meteorito estudiado científicamente. Jean-Baptiste


Biot realizó un exhaustivo informe enviado ese mismo año a la Academia de Ciencias de París.21

Sección de un meteorito de hierro, con las figuras de Widmanstätten aparentes.

La corteza de fusión en el meteorito de Peekskill representa la última superficie derretida,


luego vitrificada, después de la interrupción del proceso de ablación.

Del objeto sagrado al objeto científico[editar]


Si llueven piedras, es porque los vientos las elevaron primero.
Plinio el Viejo. Extracto de Historia Natural, libro II, capítulo XXXVIII ...desde el latín: De aere; Quare lapidibus pluat.

(Del aire: por qué llueven piedras)

La historia de las representaciones de los meteoritos muestra la evolución


histórica de las diferentes percepciones de estos objetos, desde ser considerados
objetos sagrados hasta objetos explicados por la ciencia.
A lo largo de los siglos, los meteoritos han sido venerados como objetos sagrados
por varias culturas y civilizaciones antiguas.22 La caída espectacular de un
meteorito —con su luz intensa y a veces fenómenos sonoros, como en
el meteorito de Nōgata descubierto en 861, el más antiguo recolectado que aún se
conserva— siempre ha despertado la imaginación humana, evocando miedo,
respeto o adoración. Entrañó la búsqueda de esos objetos caídos del cielo para
convertirlos en objetos sagrados del poder y de las ceremonias religiosas, 23 como
los betilos que constituyen el ónfalo de los griegos en Delfos24 o la piedra
Negra de la Kaaba en La Meca.25 Los meteoritos de hierro también se utilizaron
desde el principio como joyas y armas, como atestigua una daga de hierro
meteórico encontrada en la tumba de Tutankamón.26 Entre los inuit, la Edad del
Hierro comenzó a partir de la caída del meteorito de Cape York, al usar los nativos
las esquirlas de hierro extraídas de ese tipo de meteorito para fabricar hojas de
cuchillo y puntas de arpón.27
La primera mención de un meteorito en el corpus escrito occidental se debe
a Anaxágoras, quien cita la caída de meteoritos en Creta en 1478 a. C.28 Aunque
su predicción de la caída de un meteorito cerca de Agos Potamos después del
paso de un cometa en 476 a. C. sea legendario,29 fue el primero en formular una
hipótesis sobre su origen, pensando audazmente que ese meteorito provendría del
Sol y lo consideró una piedra en llamas.30 Los autores en la antigua
China registran la caída de rocas en sus obras sin dar ninguna razón.31 Los
autores en lengua árabe hacen lo mismo, como Avicena en la sección de geología
de su Libro de la Curación, el polímata persa no dudó en afirmar que caían del
cielo dos tipos de piedra (hierros y piedras) y realizar experimentos de fusión de
meteoritos para ver si eran metálicos.32
En la Edad Media, la iglesia cristiana combatió el culto de los meteoritos y exigió
que esos símbolos paganos se retiraran y destruyeran.3334 La concepción
aristotélica del cielo prevalecía (los fragmentos de roca o de metal no pueden caer
del cielo y no hay pequeños objetos celestes más allá de la Luna), por lo que los
meteoritos se consideraban tanto una ilusión óptica (tesis de Guillaume de
Conches), como artefactos terrestres (del tipo productos de la metalurgia) o como
fenómenos atmosféricos causados por fragmentos de montañas arrancadas, por
lavas expulsadas por los volcanes (la lluvia de meteoritos en Siena el 9 de julio de
1794 fue así atribuida a la proximidad del Vesubio), por la acción de un rayo o de
un trueno, de ahí su designación particular de «piedra de rayo» (que podría
confundirse erróneamente con fulgurita) o «piedra de trueno» (ejemplo la piedra
del trueno de Ensisheim en 1492, la caída más antigua de que hay constancia en
Europa).35 Del mismo modo, su nombre general no era fijo, el meteorito se
denominaba indistintamente aerolito («piedra de aire»), uranolita («piedra de
cielo»), etc.
Hasta el siglo XVIII, los estudiosos consideraban absurda la idea de que los
meteoritos eran rocas llegadas del espacio exterior, especialmente porque los
relatos antiguos y medievales de caídas de meteoritos a menudo asociaban esos
fenómenos con la larga serie de prodigia, miracula (prodigios y milagros, como
la lluvia de animales, de leche, de sangre, de fuego y azufre, etc.)
y omina (presagios como la lluvia de piedras en el día del nacimiento de Carlos el
Calvo),36 lo que despertaba el escepticismo de los académicos europeos
racionalistas que se negaban a estudiar esas supersticiones. Los escasos
ejemplares analizados resultaron ser más a menudo fósiles, herramientas
prehistóricas supuestamente formadas por rayos o rocas comunes (su análisis
generalmente destaca especies minerales terrestres como la pirita o
la marcasita).37
John Wallis, después de observar una lluvia de meteoritos en Inglaterra en 1676,
sugirió que podía deberse a la reentrada atmosférica de los cometas.38El estudio
de tres aerolitos caídos en Francia —Coutances en 1750, en Lucé en 1768 y
en Aire-sur-la-Lys en 1769— supuso el inicio del estudio moderno de los
meteoritos. Empezó con el caído en Lucé39 cuyas circunstancias fueron descritas
en detalle por el abate Bachelay quien entrevistó a los lugareños que vieron el
suceso. El informe resultante fue enviado a la Academia de Ciencias de Francia.39
La Academia respondió al llamado formando una comisión que investigó el
meteorito, formada por Fougeroux de Bondaroy, Cadet de Gassicourt y Antoine
Lavoisier. Tras realizar los análisis químicos la comisión llegó a la conclusión
correcta de que el meteorito contenía pirita pero explicó erróneamente que la
corteza negra del meteorito se debía a que la roca había sido fundida por
un relámpago y era una «piedra de rayo».4039 El fallo de los científicos de la
comisión influyó a naturalistas en toda Europa que tendieron a rechazar su origen
en caídas.39
En el siglo XVIII y principios del XIX, la mayoría de los eruditos todavía pensaban
que los meteoritos se formaban en la atmósfera, de acuerdo con la hipótesis más
comúnmente aceptada de Eugène Louis Melchior Patrin en 1801:41 los meteoritos
resultaban de la circulación de los fluidos gaseosos atmosféricos, que por la
combinación de las moléculas gaseosas se solificaban. Se habían formulado otras
hipótesis en la misma línea, como la formación durante una tormenta eléctrica por
la acción de un rayo según Lavoisier (1769),42 o la formación a partir de las nubes
según el médico Joseph Izarn (1803).43
El origen extraterrestre interestelar había sido avanzado por el físico
alemán Chladni4445 en su obra Über den Ursprung der von Pallas gefundenen und
anderer ihr ähnlichen Eisenmassen und über einige damit in Verbindung stehende
Naturerscheinungen en 1794 [Del origen de la masa de hierro encontrada por
Pallas y otros similares, y sobre algunos fenómenos naturales en relación con
ellos],46 siendo reforzada su tesis por el análisis químico y mineralógico de varios
meteoritos llevados a cabo en 1802 por Edward Charles Howard y Jacques Louis
de Bournon45 que pusieron en evidencia en especial los cóndrulos.47
El estudio científico completo de los meteoritos (análisis químico y recopilación de
testimonios) no apareció realmente hasta 1803, fecha del meticuloso informe
de Jean-Baptiste Biot a la Academia de Ciencias de París,21 realizado a solicitud
del ministro Chaptal, sobre el meteorito L'Aigle que había caído el mismo año.
Un cambio notable en la comprensión de los meteoritos se dio a principios del
siglo XIX cuando se admitió la existencia de cráteres de impacto en la superficie
de la tierra, como en el caso del cráter Meteor.48 El astrónomo Denison
Olmsted observó en 1833 que el radiante del enjambre de estrellas fugaces de
las Leónidas no era arrastrado por la rotación de la Tierra, por lo que invalidaba
definitivamente el origen terrestre y atmosférico de los meteoritos.49 Auguste
Daubrée sistematizó la clasificación de los meteoritos a finales del siglo XIX.50
Si bien ilustres científicos catastrófistas (Jean-Baptiste Biot, Siméon Denis
Poisson, John Lawrence Smith en 1855) todavían estaban a favor de la hipótesis
lunar de Pierre-Simon de Laplace (meteoritos llamados «piedras de Luna»
resultantes de la erupción de volcanes lunares),51 la mayoría fue aceptando
gradualmente la hipótesis extraterrestre de Chladni.52 Los intensos debates
provocaron la constitución de colecciones de meteoritos para su mejor estudio: la
mayoría de los museos de historia natural comenzaron a adquirir ejemplares a
mediados del siglo XIX: el Museo Nacional de Historia Natural de París, el Museo
de Historia Natural de Londres y la Smithsonian Institution de Washington, que hoy
tienen las colecciones de meteoritos más importantes del mundo, lo deben a ese
esfuerzo.53
Con la hipótesis extraterrestre de Chladni ya bien establecida, hasta la década de
1950 se debatió sobre el origen exacto de los meteoritos (¿medio
interestelar, interplanetario?), cuando se dio un consenso emergente sobre que la
principal fuente de los meteoritos eran los asteroides; pero en la década de 1980
llegó el descubrimiento de meteoritos marcianos y meteoritos lunares.54
Estudios actuales[editar]

Diferenciación entre la Tierra y un cuerpo parental.

En un corto tiempo de unas pocas décadas, el disponer de análisis de laboratorio


cada vez más detallados, la propia exploración espacial y las nuevas
observaciones astronómicas dieron un vuelco al conocimiento del Sistema Solar.
La datación de meteoritos se llevó a cabo por radiocronología (datación 207Pb-
206
Pb) utilizando espectrómetros de masa de ionización secundaria o de plasma.55
Después de varios fracasos, el primero en fechar con éxito un meteorito fue el
geoquímico Clair Cameron Patterson, quien estimó en 1956 la edad de un
meteorito ferroso en 4550 millones de años, una tiempo correspondientes a
la edad de la Tierra y de la formación del sistema solar.56
El estudio de los diferentes minerales presentes en una condrita (salida de
un cuerpo parental no diferenciado) son idénticos a aquellos que se pueden
encontrar sobre un planeta (cuerpo diferenciado) como la Tierra. De hecho, si se
aplasta un fragmento de condrita hasta reducirlo a polvo, y después se acerca un
imán para separar las partículas magnéticas de las que no lo son, se obtienen por
un lado las partículas de hierro/níquel que constituyen el núcleo de un
planeta como la Tierra y, por otro lado, principalmente silicatos idénticos a los
presentes en el manto y la corteza terrestre. Estos estudios han llevado a
los cosmoquímicos57 a profundizar en el tema y, en particular, a explicar mejor el
fenómeno de la diferenciación planetaria.58
El análisis químico de ciertas condritas carbonáceas (meteorito de Orgueil), que se
sospecha que no provendrían de asteroides, sino de núcleos de cometas, o
de acondritas (meteoritos probablemente de origen marciano, como el ALH
84001), revela la presencia de aminoácidos que son los «ladrillos» elementales de
la vida y parecerían reforzar (si su origen quedara bien probado) la teoría de
la panspermia que sostiene que la Tierra fue fecundada desde el exterior, por
medios extraterrestres.59Los meteoritos marcianos permiten a los científicos
comenzar a conocer más sobre la geología marciana incluso antes de que se
hayan reportado muestras de ese planeta, lo cual es posible gracias a programas
de investigación terrestre como ANSMET (ANtarctic Search for METeorites,
Búsqueda de Meteoritos en la Antártida). Los conocimientos adquiridos gracias a
estos meteoritos muy raros ayudará a esos mismos científicos en su investigación
cuando finalmente tengan muestras tomadas del planeta rojo durante las misiones
planificadas para los próximos años.
En cuanto a los meteoritos de origen lunar, brindan la oportunidad a los científicos
que no tienen a su disposición muestras traídas por las misiones Apolo para
trabajar en la historia de la formación de este satélite terrestre, en particular en
la hipótesis del impacto gigante según la cual la Luna se habría originado por la
colisión entre la Tierra y un cuerpo celeste del tamaño de Marte, llamado Théia,
que se habría desprendido y proyectado de las eyecciones del manto terrestre, de
las que una buena parte habría permanecido en órbita alrededor de este,
volviendo a reacrecentarse para formar la Luna. Se trataría entonces del mayor
meteorito que jamás hubiese cruzado la trayectoria de la Tierra, dando a luz a
nuestro satélite.
La presencia de isótopos radiactivos del 26Al y de hierro 60Fe en inclusiones
meteoríticas al comienzo del Sistema Solar permite, a partir de observaciones
astronómicas de estrellas jóvenes, modelizar el entorno estelar del Sol primitivo:
en menos de 20 millones de años, tres generaciones de estrellas, formadas por la
compresión de gas después de las ondas de choque producidas por
las supernovas de acuerdo con el escenario de Little Bang, se habrían sucedido
en una nube molecular gigante para formar el Sistema Solar.60
El primer caso moderno conocido de un meteorito espacial que golpea a una
persona61 ocurrió el 30 de noviembre de 1954 en Sylacauga, Alabama.
El meteorito Sylacauga, una piedra condrita de 4 kilogramos,62 atravesó el tejado y
golpeó a Anna Hodges después de que entrara en la habitación y rebotara en su
aparato de radio. Esto le provocó a la mujer una grave contusión en la cadera
izquierda. Desde entonces, varias personas han afirmado63 haber sido golpeadas
por «meteoritos», pero no se tiene constancia de que ningún meteorito lo haya
hecho desde entonces.

Meteoritos famosos[editar]
N.º Nombre Lugar País Peso (t)6465

1 Hoba Otjozondjupa Namibia 66

2 Gancedo S.O. del Chaco Argentina 30,8

3 El Chaco S.O. del Chaco Argentina 28,8

4 Ahnighito / Carpa N.O. Groenlandia Groenlandia

5 Bacubirito Sinaloa México 24

Por peso[editar]

N.º Nombre Lugar País Peso (t)6667

1 Hoba Otjozondjupa Namibia 66

2 Gancedo S.O. del Chaco Argentina 30,8

3 El Chaco S.O. del Chaco Argentina 28,8


4 Ahnighito / Carpa N.O. Groenlandia Groenlandia

5 Bacubirito Sinaloa México 24

Otros[editar]
 Allan Hills 84001, el meteorito de Marte del que se dijo
que probaba la existencia de vida en ese planeta.
 Meteorito Canyon Diablo, meteorito metálico usado
por los norteamericanos nativos prehistóricos.
 Campo del cielo, lluvia de meteoritos metálicos sobre
la provincia del Chaco (Argentina) sobre una localidad
denominada Campo del Cielo hace aproximadamente
unos 4000 años.
 Meteorito Nantan, meteorito metálico caído
en China durante el 1518.
 Meteorito Allende, meteorito caído en México el año
1969, unos meses antes del alunizaje, por eso
muchos científicos se interesaron en probar sus
técnicas de análisis en él para estar listos para
analizar las muestras lunares, en esos análisis, se
descubrió que contenía carbono, uno de los
principales ingredientes de la vida, y descubrieron que
tenía 30 millones de años más que la Tierra.
 Cape York, uno de los meteoritos más grandes del
mundo.
 Meteorito del evento de Cheliábinsk registrado el 15
de febrero de 2013 en la ciudad rusa
homónima dejando cientos de heridos.
 Ensisheim, el meteorito más viejo cuya caída puede
ser fechada exactamente (al 7 de noviembre de
1492).
 Fukang es la pallasita más grande del mundo con una
masa de más de 1000 kg. El meteorito fue subastado
en Bonhams donde pidieron cerca de 3 millones de
dólares. Al final no lo vendieron.68
 Kaidun, posiblemente originario de la luna
marciana Phobos.
 Orgueil, fue objeto de una falsificación en 1965 que
implicó encajar una semilla adentro del meteorito.
 Sayh al Uhaymir 169, originario de la Luna; cayó a la
tierra como resultado de impactos de meteoritos en la
Luna.
 Sikhote-Alin, acontecimiento de impactos masivos
de meteoritos metálicos que ocurrió el 12 de febrero
de 1947.
 El Tagish Lake, meteorito caído en Columbia
Británica, Canadá en 2000.
 Willamette, el meteorito más grande que se ha
encontrado en los Estados Unidos.
 La Piedra Negra en la pared de la Kaaba en La
Meca se piensa que probablemente sea un meteorito.
 Aparte de los meteoritos caídos sobre la Tierra, la
roca apodada «Heat Shield Rock» es un meteorito
que fue encontrado en Marte, y dos fragmentos
minúsculos de asteroides fueron encontrados entre
las muestras recogidas en la Luna por la misión Apolo
12 en 1969 y por el Apolo 15 en 1971.69
 Cráter de Chicxulub, en la península de Yucatán,
en México.

Meteoritos en la ficción[editar]
 1972: en su novela de ciencia ficción Cita con
Rama, Arthur C. Clarke introduce la idea del
programa Vigilancia Espacial, que existe actualmente
y cuya inspiración y nombre provienen de esta
narración.
 1977: El martillo de Lucifer. Novela de ciencia
ficción escrita por [}Larri Niven]] y Jerry Pournelle.
 1993: El martillo de Dios. Novela de ciencia
ficción escrita por Arthur C. Clarke.
 1998: Armageddon (película). Dir. Michael Bay.
Int. Bruce Willis, Liv Tyler, Ben Affleck, Billy Bob
Thornton.
 1998: Deep Impact (película). Dir. Mimi Leder.
Int. Elijah Wood, Morgan Freeman, James
Cromwell, Robert Duvall.

Véase también[editar]
 Meteoro
 Clasificación de meteoritos
 Lluvia de meteoros
 Baetylus
 Lago Siljan
 Leónidas (astronomía)
 Gemínidas
 Sistema Solar
 ANSMET
 Asteroides
 Estrategias de mitigación de asteroides
 Cráter de impacto

Notas[editar]
1. ↑ «Meteors in Earth's Atmosphere» (en inglés). Consultado el 5
de enero de 2012.
2. ↑ «What is a Meteor?» (en inglés). Consultado el 5 de enero de
2012.
3. ↑ «Meteoritical Bulletin Database».
4. ↑ «Meteoritical Society Guidelines for Meteorite Nomenclature».
Archivado desde el original el 26 de mayo de 2008. Consultado
el 12 de septiembre de 2007.
5. ↑ «Chapman et al. (2001)». Archivado desde el original el 4 de
marzo de 2016.
6. ↑ «Make your own impact at the University of Arizona».
7. ↑ Bland P.A. and Artemieva, N A. (2006) The rate of small
impacts on Earth. Meteoritics and Planetary Science 41, 607-
631.
8. ↑ * Maier, W.D. et al. (2006) Discovery of a 25-cm asteroid clast
in the giant Morokweng impact crater, South Africa. Nature 441,
203-206.
9. ↑ Sears, D. W. (1978) The Nature and Origin of Meteorites,
Oxford Univ. Press, New York.
10. ↑ Ceplecha, Z. (1961) Multiple fall of Pribram meteorites
photographed. Bull. Astron. Inst. Czechoslovakia, 12, 21-
46 NASA ADS
11. ↑ McCrosky, R.E. et al. (1971) J. Geophys. Res. 76, 4090-4108
12. ↑ Campbell-Brown, M. D. and Hildebrand, A. (2005) A new
analysis of fireball data from the Meteorite Observation and
Recovery Project (MORP). Earth, Moon, and Planets 95, 489 -
499
13. ↑ * Oberst, J. et al. (2004) The multiple meteorite fall of
Neuschwanstein: Circumstances of the event and meteorite
search campaigns. Meteoritics & Planetary Science 39, 1627-
1641 NASA ADS.
14. ↑ * Llorca, J. et al. (2005) The Villalbeto de la Peña meteorite
fall: I. Fireball energy, meteorite recovery, strewn field and
petrography. Meteoritics & Planetary Science 40, 795-804
NASA ADS.
15. ↑ * Trigo-Rodríguez, J.M. et al. (2006) The Villalbeto de la Peña
meteorite fall: II. Determination of the atmospheric trajectory and
orbit. Meteoritics & Planetary Science 41, 505-517 NASA ADS.
16. ↑ «Página en www.meteoritearticles.com».
17. ↑ Huss, G.I. and Wilson, I.E. (1973) A census of the meteorites
of Roosevely County, Nuevo México. Meteoritics 8, 287-290
NASA ADS
18. ↑ Harvey, Ralph (2003) The origin and significance of Antarctic
meteorites Chemie der Erde 63, 93-147
19. ↑ Bevan, A.W.R. and Binns, R.A. (1989) Meteorites from the
Nullarbor region, Western Australia: I. A review of past
recoveries and a procedure for naming new finds. Meteorites 24,
127-133 nNASA ADS
20. ↑ Bischoff A. and Geiger T. (1995) Meteorites from the Sahara:
find locations, shock classification, degree of weathering and
pairing. Meteoritics 30, 113-122. ADS
21. ↑ Saltar a:a b Jean-Pierre Luminet (2002). Le feu du ciel :
Météores et astéroïdes tueurs. Éditions du Cherche Midi. p. 37-
38. ISBN 2-7491-0030-5..
22. ↑ (en inglés)Massimo D’Orazio, Meteorite records in the ancient
Greek and Latin literature : between history and myth, chapitre
de l'ouvrage de Luigi Piccardi autor2=W. Bruce Masse
(2007). Myth and Geology (en inglés). Geological Society.
p. 350..
23. ↑ Lincoln LaPaz (1969). «Hunting Meteorites: Their Recovery,
Use, and Abuse from Paleolithic to Present». Topics in
Meteoritics (en inglés) (6): 84-94..
24. ↑ E. M. Antoniadi (juin 1939). «On Ancient Meteorites, and the
Origin of the Crescent and Star Emblem». Journal of the Royal
Astronomical Society of Canada (en inglés) 33: 177..
25. ↑ Las últimas publicaciones relativas e esta piedra tienden a
desacreditar la hipótesis de su origen meteorítico. Alain Carion
(1997). Les Météorites et leurs impacts. Masson. p. 19..
26. ↑ André Brahic (2010). De feu et de glace. Odile Jacob. p. 184..
27. ↑ Matthieu Gounelle (2013). Météorites. À la recherche de nos
origines. Flammarion. p. 213..
28. ↑ Aristoteles, Les Météorologiques, livre I, chapitre VII-9.
29. ↑ Pline, Histoire Naturelle II, 149.
30. ↑ André Laks; Claire Louguet (2002). Qu'est-ce que la
philosophie présocratique ?. Presses Univ. Septentrion. p. 358..
31. ↑ K. Yau et al. (1994). «Meteorite Falls in China and Some
Related Human Casualty Events». Meteoritics (en inglés) 29:
864-871..
32. ↑ Aisha Khan (2006). Avicenna (Ibn Sina) : Muslim Physician
And Philosopher of the Eleventh Century (en inglés). The Rosen
Publishing Group. p. 78..
33. ↑ Les météorites. Mythes, superstitions & réalités,
astrosurf.com.
34. ↑ Antoine de Jussieu (1723). «De l’Origine et des Usages de la
Pierre de Foudre». Histoire et Mémoires de l'Académie Royale
des Sciences de Paris: 6-9..
35. ↑ Odile Kammerer (1994). «Un prodige en Alsace à la fin du
XVe siècle : la météorite d'Ensisheim». Actes des congrès de la
Société des historiens médiévistes de l'enseignement supérieur
public 25: 295..
36. ↑ Les météorites, cosmovisions.com.
37. ↑ Mahudel (1745). «Sur les Prétendues Pierres de
Foudre». Histoire et Mémoires de l’Académie Royale des
Inscriptions et Belles Lettres 12: 163-169..
38. ↑ John Wallis (1677). «Account of an unusual meteor seen at
the same time in many distant places of England». Physica (en
inglés (original en latín)): 865..
39. ↑ Saltar a:a b c d Smith, C., Russell, S. y Benedix, G.
2009. Meteorites. Natural History Museum, Londres. pp. 11-15.
40. ↑ Académie royale des sciences (1772). Histoire de l'Académie
royale des sciences. Paris. p. 20..
41. ↑ Patrin (1802). «Considérations sur les Masses de Pierres et
de Matières Métalliques qu’on Suppose Tombées de
l'Atmosphère». Journal de Physique, de Chimie et d'Histoire
Naturelle 55: 376-393..
42. ↑ Lavoisier, « Rapport sur une pierre qu'on prétend être tombée
du ciel pendant un orage », Histoire, 1769, p. 20-21.
43. ↑ Joseph Izarn (1803). Des pierres tombées du ciel. Delalain.
p. 57..
44. ↑ Jean-Paul Poirier (1999). Ces pierres qui tombent du ciel - Les
météorites, du prodige à la science (en français). Éditions Le
Pommier. p. 159. ISBN 2-7465-0024-8.
45. ↑ Saltar a:a b Thérèse Encrenaz; James Lequeux (2014). «8
«L'apport de la matière extraterrestre»». L'exploration des
planète – De Galilée à nos jours... et au-delà. Pour la
science (en francés). Paris: Belin. p. 145 (de 223). ISBN 978-2-
70116195-2.
46. ↑ Ursula B. Marvin (1996). «Ernst Florens Friedrich Chladni
(1756-1827) and the origins of modern meteorite
research». Meteoritics (en inglés) 31: 545-588..
47. ↑ Gerald McCall; Richard John Howarth (2006). The history of
meteoritics and key meteorite collections : Fireballs, Falls &
Finds (en inglés). Geological Society. p. 167..
48. ↑ Brandon Barringer (1964). «Daniel Moreau Barringer (1860-
1929) and His Crater (the beginning of the Crater Branch of
Meteoritics)». Meteoritics (en inglés) 2: 183-200..
49. ↑ Denison Olmsted (1833). «Observations on the Meteors of
November 13th, 1833». The American journal of science and
arts (en inglés) 25: 363-411..
50. ↑ Philippe Jaussaud; Edouard Raoul Brygoo (2004). Du Jardin
au Muséum en 516 biographies. Muséum national d'histoire
naturelle. p. 168..
51. ↑ (en inglés) — PDF Lee Anne Willson, «Lawrence Smith and his
meteorite collections», 2000, pag. 5.
52. ↑ P. M. Sears (293). «Notes on the Beginnings of Modern
Meteoritics». Meteoritics (en inglés) 4 (2): 297..
53. ↑ Gerald Joseph Home McCall; A. J. Bowden autor3=Richard
John Howarth (2006). The History of Meteoritics and Key
Meteorite Collections: Fireballs, Falls and Finds (en inglés).
Geological Society. p. 163..
54. ↑ Derek W. G. Sears (2004). The Origin of Chondrules and
Chondrites (en inglés). Cambridge University Press. p. 4..
55. ↑ Matthieu Gounelle, « Météorites : des pierres à remonter le
temps » sur Ciel et Espace Radio, 12 octobre 2009.
56. ↑ Clair Patterson (octobre de 1956). «Age of meteorites and the
earth». Geochimica et Cosmochimica Acta (en inglés (original
en latín)) 10 (4): 230-237. doi:10.1016/0016-7037(56)90036-9. .
57. ↑ Los angloparlantes tienen un término más específico para
designar la ciencia de meteoritos, la meteoritics..
58. ↑ B. P. Weiss et al. (2010). «Paleomagnetic records of
meteorites and early planetesimal differentiation». Space
Science Reviews (en inglés) 152: 341-390. Archivado desde el
original el 4 de marzo de 2016. Consultado el 2 de julio de
2020..
59. ↑ P. Ehrenfreund (27 de febrero de 2001). «Extraterrestrial
amino acids in Orgueil and Ivuna: Tracing the parent body of CI
type carbonaceous chondrites». Proceedings of the National
Academy of Sciences (en inglés) 98 (5): 2138-
2141. doi:10.1073/pnas.051502898..
60. ↑ Mathieu Gounelle; Georges Meynet (septembre de 2012).
«Solar system genealogy revealed by extinct short-lived
radionuclides in météorites». Astronomy & Astrophysics (en
inglés) 545: A4. doi:10.1051/0004-6361/201219031.
61. ↑ «Meteorite Hits Page». Archivado desde el original el 31 de
agosto de 2009.
62. ↑ in the World Meteorite Catalogue Database at the Natural
History Museum
63. ↑ «http://web.archive.org/20030411173556/home.earthlink.net/~
magellon/news1.html». Archivado desde el original el 11 de abril
de 2003.
64. ↑ «Top 5 meteoritos -- National
Geographic». www.nationalgeographic.es. Archivado desde el
original el 18 de septiembre de 2016. Consultado el 13 de
septiembre de 2016.
65. ↑ «Descubrieron en Chaco un meteorito de más de 30
toneladas». Consultado el 13 de septiembre de 2016.
66. ↑ «Top 5 meteoritos -- National
Geographic». www.nationalgeographic.es. Archivado desde el
original el 18 de septiembre de 2016. Consultado el 13 de
septiembre de 2016.
67. ↑ «Descubrieron en Chaco un meteorito de más de 30
toneladas». Consultado el 13 de septiembre de 2016.
68. ↑ «Bonhams Auction of the Fukang Meteorite».
69. ↑ Meteoritical Bulletin: Search the Database

Referencias[editar]
 Esta obra contiene una traducción derivada de
«Météorite# Histoire des représentations et de l'étude
des météorites» de Wikipedia en francés, publicada
por sus editores bajo la Licencia de documentación
libre de GNU y la Licencia Creative Commons
Atribución-CompartirIgual 3.0 Unported.

Enlaces externos[editar]
 Wikimedia Commons alberga una categoría
multimedia sobre Meteoritos.
 Fotos y videos del Meteorito en Rusia 2013
 Consultar este término en Wikisource
 Una Guía a Campo del Cielo
 Meteorite.fr - Todo acerca de los Meteoritos
 Catálogo de meteoritos de la Sociedad
Meteoritica (fundada en 1933), organización sin ánimo
de lucro que intenta catalogar todos los meteoritos.
 Catálogo de meteoritos de IMCA (International
Meteorite Collectors Association) cuyo objetivo es
verificar la autenticidad de los meteoritos.
 Cómo encontrar meteoritos
 Meteorito causa cientos de heridos - Artículo en Rusia
Hoy (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial,
la primera versión y la última).
 Cada impacto de meteorito recordado en la
Tierra de Tableau Software

Proyectos Wikimedia

Datos: Q60186

Multimedia: Meteorites

dentificadores

BNF: 11932495k (data)

GND: 4038950-9

LCCN: sh85084315

NDL: 00564158

NKC: ph122776

NARA: 10676021

AAT: 300266159

Diccionarios y enciclopedias

Britannica: url

Categoría:
 Meteoritos
Menú de navegación
 No has accedido
 Discusión
 Contribuciones
 Crear una cuenta
 Acceder
 Artículo
 Discusión
 Leer
 Editar
 Ver historial
Buscar
Buscar Ir

 Portada
 Portal de la comunidad
 Actualidad
 Cambios recientes
 Páginas nuevas
 Página aleatoria
 Ayuda
 Donaciones
 Notificar un error
Herramientas
 Lo que enlaza aquí
 Cambios en enlazadas
 Subir archivo
 Páginas especiales
 Enlace permanente
 Información de la página
 Citar esta página
 Elemento de Wikidata
Imprimir/exportar
 Crear un libro
 Descargar como PDF
 Versión para imprimir
En otros proyectos
 Wikimedia Commons
En otros idiomas
 ‫ال عرب ية‬
 Deutsch
 English
 Bahasa Indonesia
 Latina
 Bahasa Melayu
 Русский
 ‫اردو‬
 中文
84 más
Editar enlaces
 Esta página se editó por última vez el 6 jun 2022 a las 18:15.
 El texto está disponible bajo la Licencia Creative Commons Atribución Compartir Igual 3.0; pueden aplicarse cláusulas
adicionales. Al usar este sitio, usted acepta nuestros términos de uso y nuestra política de privacidad.
Wikipedia® es una marca registrada de la Fundación Wikimedia, Inc., una organización sin ánimo de lucro.

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy