1er Trabajo de Pruebas

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UNIVERSIDAD SANTA MARÍA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA


FACULTAD DE DERECHO
CÁTEDRA: DERECHO PROBATORIO
10MO SEMESTRE; SECCIÓN “A”; TURNO: NOCHE

ENSAYO ESCRITO N° 1

PROFESOR:
Dr. BLANCO VÁSQUEZ, GUILLERMO

BACHILLER:
FABRICIO JONATHAN C.I. V- 19.065.146

CARACAS, 20 DE ABRIL DE 2021


¿Qué es la prueba?

Luego de haber analizados diferentes conceptos con respecto a la prueba en


Derecho Probatorio, tengo a bien a indicar, que es la actividad mediante la cual se
persigue lograr la convicción del Juez, quien se pronuncia en nombre del Tribunal,
sobre unos hechos previamente alegados por las partes. La Prueba debe ser legal
y lícita; es decir, debe estar enmarcada dentro de la Ley, y debe ser obtenida de
forma transparente y lícita.

¿Que son medios de prueba?

Por medios de prueba deben considerarse los elementos o instrumentos


utilizados por las partes y el juez, que suministren esas razones o motivos, es por
ello que el artículo 395 del Código de Procedimiento Civil, dispone:

Artículo 395: Son medios de prueba admisibles en juicio


aquellos que determina el Código Civil, el presente Código y
otras leyes de la República.
Pueden también las partes valerse de cualquier otro medio de
prueba no prohibido expresamente por la ley, y que consideren
conducente a la demostración de sus pretensiones. Estos
medios se promoverán y evacuarán aplicando por analogía las
disposiciones relativas a los medios de pruebas semejantes
contemplados en el Código Civil, y en su defecto, en la forma
que señale el Juez.”

De la transcripción anterior, se evidencia que son medios de pruebas


admisibles en juicio, los que determina el Código Civil, el Código de Procedimiento
Civil y otras leyes de la República, además de aquellos no prohibidos por la ley y
que las partes consideren conducentes para la demostración de sus pretensiones.

Así, en sentencia publicada en fecha 16 de julio de 2002, bajo el N° 0968, se


estableció lo siguiente:

“Conforme ha sido expuesto por la doctrina procesal patria y reconocido por este
Tribunal Supremo de Justicia, el llamado sistema o principio de libertad de los
medios de prueba es absolutamente incompatible con cualquier intención o
tendencia restrictiva de admisibilidad del medio probatorio seleccionado por las
partes, con excepción de aquellos legalmente prohibidos o que resulten
inconducentes para la demostración de sus pretensiones, lo cual se deduce sin
lugar a equívocos del texto consagrado en el artículo 395 del Código de
Procedimiento Civil”.

¿Qué es la Fuente de Prueba?

La fuente de prueba puede ser una persona, lugar o cosa que no tiene que
estar en el proceso, es alguien o algo que se encuentra en el mundo de las personas
o cosas, frente a lo que ocurre con los medios de prueba, que, como actividad a
desarrollar durante el proceso, debe realizarse ante los miembros del
órgano jurisdiccional y la parte contraria.

La fuente de prueba es un concepto extraprocesal, es una realidad anterior,


exterior e independiente del proceso; el medios de prueba es un conceptos jurídico-
procesal, que existe en y para el proceso, en cuanto es actividad a través de la que
se incorpora la fuente de prueba al proceso, se pone en contacto con los
sujetos procesales.

El testigo, por ejemplo, es la persona en la que está el conocimiento de lo


ocurrido, y de la que podemos hacerlo brotar, hacerlo salir. El testigo, y
su conocimiento de los hechos, preexiste al proceso y existe aunque el proceso no
llegara a realizarse nunca; iniciado el proceso, una de las partes, conocedora de la
existencia de esa fuente, realizará la actividad, conocida como medio
de prueba testifical, para convencer al juzgador de la realidad de sus
afirmaciones de hecho. Lo mismo ocurre con el resto de las fuentes de prueba.

A la vista de lo dicho, las fuentes de prueba no deben ser enumerados ni


limitados, pues de ello se encargará la propia naturaleza o la técnica. En todo caso,
lo único que podrá hacer el legislador es, mediante una permanente actualización
de los medios de prueba, ir adecuando las soluciones procesales a las novedades
extraprocesales, ir regulando los medios de prueba, entendidos en la forma dicha,
y a lo que deberá dedicar una gran dosis de atención.

Analice la sentencia N° 292 del 2016 de la Sala de Casación Civil sobre la carga
dúctil de la prueba.

El análisis a la sentencia N° 292 del 03 de mayo de 2016, la Sala de


Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, en ponencia del magistrado
GUILLERMO BLANCO, Presidente de la Sala, presenta un nuevo criterio relativo a
la carga de la prueba, a través del control difuso establecido en nuestra carta
política, por lo que en adelante se atenderá a una doctrina de socialización de la
prueba o Solidarismo Probatorio, según la cual recaerá la carga de la prueba en
quien así se encuentre en la mejor posición de aportarla , buscando con ello, lograr
una verdad más objetiva, por lo que si bien ambas partes, a través de los medios
probatorios deben llevar al Juez a la convicción de la verdad de sus alegatos,
corresponderá la carga de la prueba a quien cuente con más elementos materiales
a quien tenga la mejor posibilidad de acreditar la verdad de los hechos.

En este orden de ideas, se puede apreciar de dicha sentencia que para el


TSJ no todas las partes en un juicio civil son iguales, por considerar que “el principio
de la carga probatoria civil, heredada del sistema romano, se asemeja, en
determinadas situaciones específicas, más a un rito, a un procedimiento mágico,
cuasi litúrgico, de los cuales está excluida la razón”, el Tribunal Supremo de Justicia
(TSJ) modificó el concepto de prueba previsto en el Código de Procedimiento Civil
y estableció que quien tiene “más elementos para probar la veracidad de sus
argumentos” debe hacerlo, rompiendo el principio de igualdad entre las partes.

Por otra parte, la instancia, en su dictamen, estableció que corresponde al


demandado probar algo que le favorezca durante el lapso probatorio, con exclusión
del principio de comunidad de la prueba respecto de aquellas consignadas en el
libelo, a menos que sea para sostener que la demanda es contraria a derecho y
agregó, si bien ambas partes deben llevar a la convicción del juzgador la verdad de
sus dichos, en mayor grado ello corresponde a quien cuenta con más elementos
materiales para probar la veracidad de sus argumentos.

Cabe destacar, este criterio se visualiza aún mejor cuando entendemos


desde una visión constitucional el proceso o la Teoría General del Proceso,
partiendo del Articulo 2 y el Articulo 257 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela

Desde esta visión, la acción ubicada que compone la Teoría General Del
Proceso, pasa de un interés general burgués, tal y como lo señala el Código de
Procedimiento Civil, a la protección de intereses difusos y colectivos, de acceso a
la justicia.

Para finalizar, la jurisdicción, es decir el derecho se convierte en la tutela


judicial efectiva, tal y como indica el Articulo 26 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, resultando en sentencias razonadas, ejecutadas y
dictadas en un lapso procesal apropiado.

Según el esquema de la teoría general de la prueba que está en el clasroom,


¿Qué hechos son objeto de prueba?, y explique.

Hechos que son objeto de prueba:

• Los hechos del quehacer humano


• Los hechos de la naturaleza, y en cuya formación no ha intervenido la mano del
hombre
• La persona humana, tanto en su aspecto físico como psicológico
• Los actos voluntarios o involuntarios de las personas
• Los Hechos psíquicos de la personalidad
• Las cosas y los objetos materiales
• Los hechos presentes, pasados y futuros, hechos sociales.
• La ley Extranjera
• La costumbre

El objeto de la prueba es demostrar la veracidad y certeza de ciertos hechos


que al ser alegados llevan consigo la necesidad de determinar su verosimilitud. La
noción del objeto probatorio es tan amplia como el concepto jurídico que se pueda
tener de los hechos.

Para que un hecho sea objeto de prueba, debe ser un hecho jurídico
controvertido, de allí que, en el proceso, encontremos una serie de hechos tales
como: los hechos constitutivos, que son aquellos de donde emana directamente la
obligación y del cual se vale el actor, para alegarlo.

Los hechos notorios, no son objeto de prueba, son aquellos conocidos por la
colectividad en general, e incluso por el juez, por lo tanto, se hace innecesaria su
demostración. Estos pueden ser permanentes o transitorios, los cuales se
convierten en verdades indiscutibles, por provenir de la propia naturaleza, de la
ciencia o de las vicisitudes de la vida pública.

Pero como todo proceso tiene excepciones, no se abrirán pruebas en los


siguientes casos, cuando el demandado haya aceptado los hechos alegados por el
actor y solo contradicho el derecho; y cuando el demandado haya aceptado
tácitamente los hechos.

Hechos impertinentes o irrelevantes, serian aquellos que no tienen ninguna


importancia para la decisión, se consideran inconducentes e irrelevantes, y cuando
no guardan relación alguna con el hecho litigioso, se consideran impertinentes.
Los hechos negativos deberán demostrarse cuando encierren una verdad
contraria, si el hecho negativo es indefinido, es vago, es confuso, no tiene necesidad
de prueba.

Las negaciones podemos clasificarlas en: negaciones formales y


sustanciales. Las formales son aquellas que van a encerrar hechos de naturaleza
distinta, y por consiguiente no producirán los mismos efectos jurídicos, todas estas
constituyen una afirmación negativa. Las sustanciales no admiten pruebas, no son
objeto de demostración porque no encierran ninguna afirmación contraria.

Explique y desarrolle las garantías constitucionales del acceso a la prueba,


del debido proceso y de la tutela judicial efectiva, con relación a los medios
de prueba en el iter procesal.

El tema del acceso a la prueba judicial encuentra basamento legal en el


artículo 49 (CRBV, 1999), según el cual, las partes en el proceso judicial, tienen el
derecho de promover los medios de pruebas que le favorezcan, así como también
a contradecirlos, controlarlos, evacuarlos y a que los mismas sean apreciados y
valorados por el órgano jurisdiccional. En el procedimiento civil vigente, las partes
delimitan el tema controvertido, ya que a ellas corresponde la exposición de los
hechos y la prueba de éstos, quedando el juzgador sometido a pronunciar derecho
únicamente respecto de tales hechos alegados y probados, ello en función del
principio dispositivo que informa al proceso civil y en acatamiento al principio de la
congruencia, de donde se infiere que el juez, cuando aplica el derecho, emitirá un
fallo donde declara la verdad procesal trazada por las partes litigantes.

La promoción de los medios probatorios constituye uno de los elementos del


derecho de acceso a las pruebas, el cual a su vez es de contenido esencial del
derecho a la defensa; y es, precisamente, ese elemento uno de los más importantes
dentro de la actividad probatoria que han de desplegar las partes en una contienda
judicial, en virtud de que el incumpliendo de una formalidad imprescindible a la
promoción, como lo es la indicación expresa de los hechos que se pretenden
demostrar con cada una de las pruebas, conduce a consecuencias perjudiciales a
la parte promovente, como la imposibilidad para el juez de declarar en la sentencia
de mérito correspondiente, la certeza de los hechos alegados, cuando en muchas
ocasiones la parte que omitió cumplir con la formalidad antes señalada en la
promoción de las pruebas, es la dueña de la verdad real.

Carnelutti (1996) considera la prueba no sólo al objeto que sirve para el


conocimiento o el hecho, sino también la certeza o convicción que aquel
proporciona. En sentido amplio, define a la prueba como un equivalente sensible
del hecho que habrá de valorarse.

En Venezuela, la materia de pruebas se concretiza básicamente en el artículo


49, ordinal 1º de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV,
1999), a través del derecho de defensa, en dos principios: el de contradicción y
control de la prueba; como la transgresión de dichos principios causa indefensión a
la parte perjudicada, el fallo que se dicte será casable cuando el proceso adolezca
de estos vicios, pues así se consagra en el artículo 313 del Código de Procedimiento
Civil (1990).

El derecho a la defensa, de acuerdo a la CRBV, es considerado como la


oportunidad de las partes para cuestionar las peticiones de la contraparte; el mismo
es de derecho público por emanar directamente de un derecho constitucional. Este
derecho se manifiesta a través del derecho a ser oído o a la audiencia, también
denominado audi alteram parte, el derecho de acceso al expediente, el derecho a
formular alegatos y presentar pruebas, derecho a una decisión expresa, motivada y
fundada en derecho: el derecho a recurrir, el derecho de acceso a la justicia.

El derecho de defensa es una facultad fundamental, propia de la naturaleza


de todos los seres humanos sujetos de derecho, facultad que no puede ser
transferida ni cedida; no es un derecho nuevo, no es una obra de los tiempos
modernos, desde los tiempos antiguos se ha venido apreciando, aunque de forma
diferente a como es concebido en la actualidad.

Otro aspecto relacionado con la consagración en el ordenamiento jurídico del


derecho a la prueba, lo plantea Greif (2006), con relación a los efectos que sobre la
prueba trae la constitucionalización de la garantía del debido proceso, se debe
necesariamente precisar su definición y determinar aquellos derechos que, por
intercepción de dicha garantía, se posibilita su libre y pleno ejercicio.

Greif (2006) vincula la noción del debido proceso con el concepto de función
del proceso y, expresa: “…el proceso satisface el interés individual comprometido
en el litigio y el interés social de asegurar la efectividad del derecho, mediante la
obra incesante de la jurisdicción. …”

Señala además, que dicha garantía se materializa en la conjugación de las


siguientes situaciones: (a) que el demandado conozca, expresa o de manera tácita,
que en su contra se ha instaurado una pretensión; (b) que se le permita al sujeto
pasivo de la relación jurídico procesal un tiempo razonable para comparecer,
preparar su defensa, exponer sus afirmaciones de hecho y producir la fórmula
probática legal, idónea y pertinente dirigida a demostrar los fundamentos de su
oposición y excepciones; (c) que el órgano jurisdiccional esté previamente
constituido y proporcione garantías igualmente razonables de su imparcialidad y, (d)
que el órgano ante el cual se ventila la controversia sea el debidamente competente
para su conocimiento.

De lo anterior, específicamente de la parte final del literal (b), se vislumbra el


vínculo existente entre la garantía del debido proceso y la prueba.

En este sentido, el artículo 49 del Texto Constitucional establece:

El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales


y administrativas, en consecuencia:
1º La defensa y la asistencia jurídica son derechos inviolables en
todo estado y grado de la investigación y del proceso. Toda
persona tiene derecho a ser notificada de los cargos por los
cuales se le investiga, de acceder a las pruebas y disponer del
tiempo y de los medios adecuado para ejercer su defensa. Serán
nulas las pruebas obtenidas mediante violación del debido
proceso. Toda persona declarada culpable tiene derecho a
recurrir del fallo, con las excepciones establecidas en esta
constitución y la ley.

Entre los efectos más destacables que ha generado en el ámbito probatorio


la constitucionalización del proceso en Venezuela, se observa de los atributos de
idoneidad y transparencia de la tutela judicial efectiva, que el primero de los
mencionados está vinculado, entre otros supuestos, que la sentencia proferida por
los órganos jurisdiccionales deba estar debidamente motivada en los hechos y en
el derecho (derecho a una decisión fundada). Sustentado en argumentaciones
razonables y no arbitrarias, que han de contar, entre otras fuentes, una adecuada
adminiculación o entrelazado de las distintas fórmulas probáticas constantes en las
actas procesales (motivación probatoria).

En lo que a este punto concierne, la garantía más elemental y próxima que


puede tener el sistema de libre valoración de la prueba conforme a la sana crítica,
es la obligación del juez, de expresar en su decisión, su análisis de todos y cada
uno de los medios involucrados en la solución del caso o incidente, expresando el
mérito que atribuye a cada uno, tanto en particular como en relación con los demás,
para finalmente establecer la certeza o no de los hechos sometidos a su
conocimiento y aplicarles el derecho que corresponda.

Como se observa, el derecho fundamental de la tutela judicial efectiva tiene


una incidencia notoria en el ámbito probatorio, pues como se ha considerado,
cuando las pruebas no son lógica y razonablemente adminiculadas para la
determinación de aquellas estructuras contingentes de las cuales han de surgir las
valoraciones que conduzcan su subsunción en la estructura formal del elemento
regulador, se está ante un problema de inmotivación probatoria. Lo que está
directamente relacionado con la noción de la tutela judicial efectiva basada en el
deber jurisdiccional de proferir una sentencia fundada.

Por otra parte, la eficacia de la tutela jurisdiccional se afecta en los casos de


omisión, errada y arbitraria valoración de las fórmulas probáticas. Lo que permite,
entre otras consecuencias, que ceda la barreara que impide denunciar los errores
de juzgamiento a través del recurso de protección de los derechos subjetivos
fundamentales.

La tutela judicial efectiva supone el estricto cumplimiento por los órganos


judiciales de los principios rectores del proceso, los cuales constituyen más que un
mero conjunto de trámites y ordenación de aquél, sino también un ajustado sistema
de garantías para las partes.

El derecho a la tutela judicial efectiva comporta que en todo proceso debe


garantizarse el derecho a la defensa contradictoria de las partes, mediante la
oportunidad de alegar y probar sus derechos e intereses. Por ello, no puede ser
justificada una resolución judicial dictada inaudita parte, excepto en el caso de
incomparecencia por voluntad expresa o tácita, o por negligencia imputable a la
parte que pretende hacer valer ese derecho.

En cuanto a aquellos efectos más significativos de la garantía del debido


proceso que inciden sobre el régimen de la prueba, se destacan, entre otros, que
los derechos a las pruebas y de acceso a las pruebas son considerados como
manifestación del derecho fundamental de la defensa, en los términos como lo
establece el ordinal 1º, del artículo 49 de Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela.

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