Sistema Tegumentario Ky
Sistema Tegumentario Ky
Sistema Tegumentario Ky
El sistema tegumentario es el sistema corporal que rodea todo tu cuerpo; tanto literal
como metafóricamente hablando. Si te miras en el espejo lo ves, si miras cualquier
parte de tu cuerpo lo ves, y si miras a tu alrededor en el mundo exterior, lo ves. Este es
el sistema que puede decirnos instantáneamente si alguien es joven o viejo, el origen
étnico o la raza de una persona o incluso dejarnos saber si alguien ha estado de
vacaciones recientemente.
También nos protege del daño y nos permite sentir el entorno que nos rodea. En
términos generales, el sistema tegumentario está compuesto por la piel y sus
apéndices: tejido subcutáneo, fascia profunda, uniones mucocutáneas y mamas.
Componentes
El sistema tegumentario se compone de las siguientes partes:
Piel
Apéndices de la piel
o Pelos
o Uñas
o Glándulas Sudoríparas
o Glándulas Sebáceas
Tejido Subcutáneo y Fascia Profunda
Uniones Mucocutáneas
Mamas
Apéndices de la piel:
Piel: Los pelos son estructuras cornificadas filamentosas que crecen fuera de la piel y
cubren la mayor parte de la superficie corporal.
Tipos: velloso y terminal
Estructura: folículo y bulbo (eje, vaina radicular interna, vaina radicular externa,
membrana vítrea
Uniones mucocutáneas
Estas son regiones del cuerpo donde hay una transición de la mucosa a la piel. En tales
regiones, el epitelio pasa a la epidermis, la lámina propia cambia a la dermis y
el musculo liso se convierte en musculo esquelético. Ocurre en los orificios en áreas
como los labios, las fosas nasales, la conjuntiva, la uretra, la vagina, el prepucio y el
ano.
Mamas:
Las mamas, también conocidas como glándulas mamarias, son estructuras
superficiales prominentes en la pared torácica anterior, que se ven especialmente en
las mujeres. También se presentan en los hombres, pero no funcionan. Se localizan en
el tejido subcutáneo que recubre los músculos pectoral mayor y menor.
Irrigación sanguínea
El sistema tegumentario está irrigado por la circulación cutánea, la cual es crucial para
la termorregulación. Consiste en tres tipos: sistemas cutáneo directo, musculocutáneo y
fasciocutáneo. Los cutáneos directos se derivan directamente de los troncos arteriales
principales y drenan hacia los vasos venosos principales. Los vasos
musculocutáneos surgen de la vasculatura intramuscular después de perforar los
músculos y extenderse en el tejido subcutáneo. Los vasos sanguíneos
fasciocutáneos consisten en ramas perforantes desde vasos ubicados profundamente
hasta la fascia profunda.
Inervación
La mayor parte de la inervación del sistema tegumentario tiene el propósito de facilitarle
a la piel sus grandes capacidades sensoriales. Las estructuras involucradas en la
capacidad sensorial de la piel incluyen los corpúsculos de Pacini, los corpúsculos de
Meissner y una gran variedad de otros receptores para una variedad de estímulos. Los
componentes del sistema tegumentario reciben su inervación, en su mayoría autónoma,
a través de los nervios espinales y craneales. Las terminaciones nerviosas se ramifican
y forman plexos reticulares en la dermis, inervando sus componentes respectivos.
Lupus Eritematoso Diseminado
El lupus es una enfermedad autoinmunitaria. Inflama:
Articulaciones
Tendones
Piel
Otros tejidos conjuntivos y órganos
Provoca que el sistema inmunitario produzca anticuerpos que atacan las células
y los tejidos sanos del cuerpo.
Causas
Se desconoce la causa del lupus. Los investigadores consideran que puede ser
una combinación de:
Factores genéticos
Factores ambientales, que pueden incluir:
Luz solar (rayos UV)
Estrés
Infección vírica u otro tipo de infección
Inducción por medicamentos (metildopa, procainamida, hidralacina, isoniacida,
clorpromacina, medicamentos bloqueadores del TNF)
Factores de riesgo
Síntomas
Los síntomas pueden ser leves o muy graves. En algunas personas, sólo parte
del cuerpo resulta afectada (p. ej., la piel). En otras personas, la enfermedad
afecta varias partes. Aunque los síntomas pueden ser crónicos, pueden
agravarse y mejorar de vez en cuando.
Síntomas comunes:
Diagnostico
El diagnóstico del lupus puede ser difícil. Puede llevar tiempo identificar la condición, ya
que los síntomas pueden variar con el transcurso del tiempo.
Tratamientos
Las opciones de tratamiento dependen de los síntomas.
Medicamentos
Existen diversos tipos de medicamentos que se usan para tratar el lupus. Los ejemplos
incluyen:
Antiinflamatorios no esteroideos (AINE): para aliviar el dolor de las articulaciones
Antimaláricos (p. ej., hidroxicloroquina, cloroquina): para aliviar el dolor de las
articulaciones, la fatiga y los exantemas
Corticosteroides: para disminuir la inflamación
Medicamentos para debilitar el sistema inmunitario (p. ej., azatioprina,
micofenolato, metotrexato): para ayudar a aliviar los síntomas cuando otros
medicamentos no dan resultados
Corticosteroides tópicos de venta bajo receta para los exantemas (p. ej.,
fluocinonida en crema)
Medicamentos hormonales para reducir los síntomas
Terapia con linfocitos B (p. ej., rituximab): medicamento experimental para
reducir la cantidad de leucocitos
Prevención
Las principales medidas preventivas pasan por el control de los factores de riesgo, a
saber: tabaquismo, hiperlipemia y diabetes, varices y síndrome postrombótico.
Úlceras arteriales
Las úlceras arteriales son aquellas en cuyo origen existe una deficiencia de aporte
sanguíneo en la extremidad afectada secundario a una arteriopatía generalmente
crónica. También se conocen como úlceras isquémicas. Este tipo de úlceras son
especialmente sensibles a la infección, debido a la isquemia presente en la zona donde
se localizan.
Incidencia y prevalencia
Las úlceras arteriales son un 10-25% de todas las úlceras vasculares. Los principales
afectados suelen ser varones mayores de 50 años con antecedentes de arteriopatía
periférica obliterante. En las mujeres aparecen a edades superiores a los 65 años,
aunque esta tendencia está empezando a modificarse como consecuencia de su
progresiva adquisición del hábito tabáquico.
Etiología
La úlcera isquémica obedece en el 90% de los casos a una arteriosclerosis
ateromatosa o arteriosclerosis obstructiva crónica, que a su vez es la causa principal de
arteriopatía periférica de miembros inferiores
Clínica y evolución
El síntoma más característico en las úlceras arteriales es el dolor, que empeora en
posición de decúbito. Es un dolor lacerante, agudo e insoportable para el paciente, que
aparece incluso en reposo y tiende a aumentar con la actividad o con cualquier roce.
Tipos de úlceras arteriales:
Las úlceras arteriales se clasifican en tres grandes grupos: hipertensivas,
arterioscleróticas y angeíticas. Seguidamente se describen las principales
características de cada una de ellas.
Úlcera hipertensiva
También se la conoce como úlcera de Martorell, autor éste que describió los primeros
casos de esta entidad clínica en 1945. Este tipo de úlcera aparece sobre una
enfermedad de base: la hipertensión diastólica de larga duración.
Sus principales características son: superficialidad y tamaño reducido, bordes
irregulares e hiperémicos con fondo necrótico y difícil cicatrización. Son poco frecuentes
y pueden ser bilaterales. Suelen localizarse en la cara anteroexterna del tercio inferior
de la pierna.
Úlcera arteriosclerótica
Estas úlceras se asocian a un dolor lacerante, agudo e insoportable. No suelen ser
exudativas y se caracterizan por su forma plana y tamaño variable. Presentan bordes
geográficos con placa necrótica seca, piel periulceral intacta y no sangrante.
Úlcera angeítica
Este tipo de úlcera tiene como enfermedad de base la tromboangeítis obliterante o
enfermedad de Buerger, alteración ésta íntimamente unida al hábito tabáquico, que
aparece preferentemente en varones con edades comprendidas entre los 30 y los 40
años.
Las principales características de este tipo de úlcera son la ausencia de pulsos distales,
con conservación de los poplíteos; aspecto plano y pequeño, con bordes irregulares en
fondo atrófico. Es frecuente que afecte a los miembros inferiores.
Incidencia y prevalencia
En los países desarrollados, la prevalencia de úlceras de pie diabético varía en función
del sexo, la edad y el colectivo poblacional, con cifras que oscilan desde el 2,4 hasta el
5,6%. Se estima que aproximadamente un 15% de los diabéticos sufrirá ulceraciones
en sus pies en el transcurso de su vida y se ha calculado, además, que
aproximadamente el 85% de los diabéticos que sufre amputaciones han presentando
previamente una úlcera neuropática.
Clínica y evolución
La úlcera neuropática suele ser indolora, salvo cuando hay infección, en cuyo caso
aparecerá un dolor moderado. El pie presenta una temperatura y un color normales.
Vitíligo
El vitíligo es una enfermedad que causa la pérdida de color de la piel en manchas. Las
áreas descoloridas generalmente se agrandan con el tiempo. La afección puede afectar
la piel de cualquier parte del cuerpo. También puede afectar el cabello y el interior de la
boca. Normalmente, al color del cabello y la piel lo determina la melanina. El vitíligo se
produce cuando las células que producen melanina mueren o dejan de funcionar. El
vitíligo afecta a las personas de todo tipo de piel, pero puede ser más perceptible en las
personas de piel morena o negra. Esta afección no pone en riesgo la vida ni es
contagiosa. Puede ser estresante y hacerte sentir inseguro de ti mismo.
VITILIGO CARA VITILIGO MANO
Síntomas
Estos son algunos signos de vitíligo:
Pérdida irregular del color de la piel, que suele aparecer primero en las manos, la
cara y las áreas alrededor de las aberturas del cuerpo y los genitales
Coloración blanca o gris prematura del cabello en el cuero cabelludo, las
pestañas, las cejas o la barba
Pérdida de color en los tejidos que recubren el interior de la boca y la nariz
(membranas mucosas)
Complicaciones
Las personas con vitíligo pueden correr un mayor riesgo de que suceda lo siguiente:
Sufrimiento psicológico o social
Quemaduras por el sol
Problemas oculares
Pérdida auditiva
Diagnóstico
El proveedor de atención médica te preguntará sobre tus antecedentes médicos y te
examinará la piel, posiblemente con una lámpara especial. Esta evaluación también
puede incluir una biopsia de piel y análisis de sangre.
Medicamentos
Ningún medicamento puede detener el proceso del vitíligo, que es la pérdida de células
pigmentadas (melanocitos). Pero algunos medicamentos, usados solos, en
combinación o con fototerapia, pueden ayudar a recuperar algo del tono de la piel.
Terapias
Fototerapia. Se ha demostrado que la fototerapia con rayos ultravioleta B (UVB)
de banda estrecha detiene o retrasa el avance del vitíligo activo. Puede ser más
eficaz cuando se usa con corticoides o inhibidores de la calcineurina. El
tratamiento deberá realizarse de dos a tres veces por semana. Para notar algún
cambio, deben pasar de uno a tres meses, y para obtener el efecto completo,
deben pasar seis meses o más.
Combinación de psoraleno y fototerapia. Este tratamiento combina una sustancia
de origen vegetal llamada psoraleno con la fototerapia (fotoquimioterapia) para
devolverle el color a las manchas claras. Después de tomar el psoraleno por vía
oral o aplicarlo sobre la piel afectada, se te expone a la luz ultravioleta A.
Quitar el color restante (despigmentación). Esta terapia puede ser una opción si
el vitíligo se ha extendido y no han funcionado otros tratamientos. Se aplica un
agente despigmentante en las zonas no afectadas de la piel. Este agente aclara
progresivamente la piel para que se funda con las zonas decoloradas. La terapia
se realiza una o dos veces al día durante nueve meses o más.
Carcinoma Basocelar
Factores de riesgo
Los factores que aumentan el riesgo de carcinoma de células basales incluyen los
siguientes:
Exposición crónica al sol. Pasar mucho tiempo al sol, o en camas de bronceado
comerciales, aumenta el riesgo del carcinoma de células basales. La amenaza
es mayor si vives en un lugar soleado o de gran altitud, ya que ambos factores te
exponen a mayor radiación UV. Las quemaduras graves por el sol también
aumentan el riesgo.
Radioterapia. La radioterapia para tratar el acné u otras afecciones de la piel
puede aumentar el riesgo de carcinoma de células basales en lugares de la piel
que fueron tratados anteriormente.
Piel clara. El riesgo de carcinoma de células basales es más alto entre las
personas que tienen pecas, que se queman fácilmente con el sol, que tienen una
piel muy clara, que son pelirrojas o rubias o que tienen los ojos claros.
Edad avanzada. Debido a que el carcinoma de células basales a menudo tarda
décadas en desarrollarse, la mayoría de estos carcinomas se presenta en
adultos mayores. Pero también puede afectar a los adultos más jóvenes y se
está volviendo más común en personas de entre 20 y 30 años.
Antecedentes personales o familiares de cáncer de piel . Si has tenido carcinoma
de células basales una o más veces, tienes altas probabilidades de volver a
tenerlo. Si tienes antecedentes familiares de cáncer de piel, es posible que
presentes un mayor riesgo de padecer carcinoma de células basales.
Medicamentos inmunosupresores. Tomar medicamentos que inhiben el sistema
inmunitario, como los medicamentos antirrechazo utilizados después de la
cirugía para el trasplante, aumenta significativamente tu riesgo de tener cáncer
de piel.
Exposición al arsénico. El arsénico, un metal tóxico que se encuentra con
frecuencia en el medio ambiente, aumenta el riesgo de carcinoma de células
basales y otros tipos de cáncer. Todo el mundo tiene alguna exposición al
arsénico porque ocurre naturalmente. Pero algunas personas pueden tener una
mayor exposición si beben agua de pozo contaminada o tienen un trabajo que
implica la producción o el uso de arsénico.
Síndromes hereditarios que causan cáncer de piel. Ciertas enfermedades
genéticas poco frecuentes pueden aumentar el riesgo de carcinoma de células
basales, entre ellas el síndrome de carcinoma nevoide de células basales
(síndrome de Gorlin-Goltz) y el xeroderma pigmentos.
Complicaciones
Entre las complicaciones del carcinoma de células basales pueden mencionarse:
Riesgo de reaparición. Es común que los carcinomas de células basales
reaparezcan, incluso después de un tratamiento exitoso.
Mayor riesgo de tener otros tipos de cáncer. Los antecedentes de carcinoma de
células basales también pueden aumentar la posibilidad de padecer otros tipos
de cáncer de piel, como carcinoma epidermoide.
Cáncer que se disemina más allá de la piel . Muy pocas veces, el carcinoma de
células basales puede diseminarse (hacer metástasis) a los ganglios linfáticos
cercanos y a otras áreas del cuerpo, como los huesos y los pulmones.
Prevención
Para reducir el riesgo de carcinoma de células basales, puedes hacer lo siguiente:
Evita el sol durante el mediodía. En muchos lugares, los rayos del sol son más
fuertes entre las 10:00 y las 16:00, así que programa las actividades al aire libre
para otras horas del día, incluso durante el invierno o cuando el cielo está
nublado.
Usa protector solar todo el año. Usa un protector solar de amplio espectro con un
factor de protección solar de al menos 30, incluso en días nublados. Aplícate
abundante cantidad de protector solar, y vuelve a aplicarlo cada dos horas, o con
más frecuencia si nadas o traspiras.
Usa ropa de protección. Cubre la piel con prendas oscuras y de tejido ajustado
que protejan los brazos y las piernas y un sombrero de ala ancha, que brinda
más protección que una gorra de béisbol o una visera.
Algunas compañías también venden ropa de protección. El dermatólogo puede
recomendar una marca adecuada. No olvides las gafas de sol. Busca las que bloquean
ambos tipos de radiación UV: los rayos UVA y UVB.
Evita las camas solares. Las camas solares emiten radiación UV y pueden
aumentar el riesgo de padecer cáncer de piel.
Revisa la piel regularmente e informa los cambios a tu médico. Examínate la piel
frecuentemente para comprobar si hay nuevos bultos o cambios en lunares,
pecas, protuberancias y marcas de nacimiento existentes. Con la ayuda de un
espejo, revisa el rostro, el cuello, las orejas y el cuero cabelludo.
Examina el tórax, el tronco y la parte de arriba y abajo de los brazos y manos. Examina
tanto la parte delantera como la trasera de las piernas y los pies, y también las plantas y
los espacios entre los dedos de los pies. Revisa también la zona genital y entre los
glúteos.
Leucemia
La sangre consta de tres tipos de células y fragmentos celulares que flotan en un
líquido que se llama plasma. Estos componentes celulares son:
Glóbulos rojos ("eritrocitos") - células portadoras de oxígeno
Glóbulos blancos ("leucocitos") - células que ayudan a formar el sistema
inmunológico del cuerpo
Plaquetas ("trombocitos") - fragmentos de células que desempeñan un papel
importante en la formación de coágulos sanguíneos
Tipos de Leucemia
Las leucemias se clasifican en 4 categorías principales, según el tipo de glóbulo blanco
que se ve afectado (linfoide versus mieloide) y las características de la enfermedad
(aguda versus crónica):
Leucemia linfoblástica aguda
Leucemia mieloide aguda (leucemia mielógena aguda)
Leucemia linfoide crónica (leucemia linfocítica crónica)
Leucemia mieloide crónica (leucemia mielógena crónica)
Por lo general, las leucemias agudas son enfermedades agresivas en las que se
produce una transformación cancerígena en las primeras etapas del desarrollo del
glóbulo afectado. Si no se tratan, estas enfermedades pueden ser rápidamente fatales.
Las leucemias crónicas se caracterizan por una progresión más lenta que las leucemias
agudas. Estas leucemias son más difíciles de curar, por lo que el enfoque terapéutico
suele ser conservador y tiene como objetivo controlar los síntomas.
Leucemia aguda
Las leucemias agudas son causadas por el daño a las células madre o a las células en
las primeras etapas de desarrollo en la médula ósea. Las mutaciones que afectan el
control de la división celular, la diferenciación y la muerte celular conducen a la
acumulación de precursores de células sanguíneas tempranas conocidas como células
blásticas.
Leucemia linfoide aguda (LLA)
La leucemia linfoide aguda es la forma más común de leucemia que se diagnostica en
niños. La incidencia de la leucemia linfoide aguda alcanza su punto máximo entre los 3
y los 7 años, disminuye a los 10 años y vuelve a aumentar después de los 40.
Leucemia mieloide aguda (LMA)
La leucemia mieloide aguda representa el 10-15% de las leucemias que se
diagnostican en la infancia y es el tipo más común de la leucemia aguda en adultos.
Las leucemias linfoides crónicas son enfermedades caracterizadas por la acumulación
de linfocitos maduros B o T en la sangre. Estas enfermedades tienen un vínculo fuerte
con los linfomas, produciendo aglomeraciones de linfocitos los ganglios y vasos
linfáticos.
Leucemia linfocítica crónica (LLC)
El tipo más común de la leucemia linfoide crónica involucra a los linfocitos B. La
leucemia linfocítica crónica principalmente afecta a aquellas personas que tienen una
edad avanzada, con una incidencia máxima entre los 60 y los 80 años. Es la forma más
común de leucemia en los países occidentales. La leucemia linfocítica crónica puede
progresar de múltiples maneras, por ende, el tiempo de supervivencia varía de meses a
décadas.
Factores de riesgo
Aunque se desconoce la causa de la leucemia en la mayoría de los pacientes, varios
factores están asociados con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. Los
factores que influyen en el riesgo de desarrollar leucemia incluyen a:
Edad
Quimioterapia previa
Etnia y género
Síndromes heredados (como el síndrome de Down)
Radiación ionizante
Infección con ciertos virus
Fumar
Los efectos relativos de estos y otros factores de riesgo en cualquier caso de cáncer
son variables.
Síntoma
La leucemia provoca la acumulación de células cancerígenas en la médula ósea y la
sangre. La presencia de una gran cantidad de células anormales en la médula ósea
puede impedir que la médula produzca células sanguíneas normales y sanas. Los
síntomas que causa la insuficiencia de la médula ósea incluyen la palidez, el cansancio,
la dificultad para respirar, el sangrado excesivo y una mayor susceptibilidad a las
infecciones. Las células cancerígenas también pueden infiltrarse dentro de ciertos
órganos, como en los ganglios linfáticos, el bazo y el hígado, provocando hinchazón.
Sin embargo, muchos pacientes no experimentan ningún síntoma durante las primeras
etapas de la enfermedad.
Detección y diagnóstico
El diagnóstico de leucemia se suele dar después de realizar un análisis de sangre que
indica un recuento anormal de células sanguíneas. Una vez que se sospecha la
presencia de la leucemia, el médico puede tomar muestras de la médula ósea y de
sangre para examinar la morfología (forma) celular. Las muestras también se envían al
laboratorio de patología para identificar qué proteínas están presentes en la superficie
de las células anormales y cualquier cambio cromosómico y molecular dentro de las
mismas. Esta información es importante para el diagnóstico, el pronóstico y para poder
adaptar la terapia para pacientes individuales.
Tratamiento
Nosotros nos enfocamos en informar acerca de la biología del cáncer y sus
tratamientos, por lo tanto, no contamos con información detallada sobre los protocolos
de tratamiento. Sin embargo, le proveemos enlaces a organizaciones estadounidenses
las cuales que sí producen tales protocolos de tratamiento.
El National Cáncer Institute (Instituto nacional del cáncer) reconoce la validez de los
siguientes tratamientos en contra la leucemia:
Quimioterapia
Inmunoterapia
Radioterapia
Trasplante de Células Progenitoras
Cirugía
Terapia con Vacuna