PIA Psicología

Universidad Autónoma de Nuevo León
Facultad de Salud Pública y Nutrición
UA: Psicología y Desarrollo Profesional
Docente: Gabriela Ramos López
Producto Integrador de Aprendizaje
Integrantes del equipo:

Domínguez de León Nailea Vanessa 1975787
González Alvarado Ma. Consuelo 1979859
Suárez Escárcega Arturo 1754503
Sauceda Urbina Daniel Fernando 1932794
Zapata Rivera Frida Valeria 1856325
Zúñiga Oviedo Enya Pahola 1955494
Introducción
El coronavirus es una familia de virus que suelen causar enfermedades en pueden

afectar a las personas. En las personas pueden producir infecciones respiratorias
que pueden ir desde un resfriado común hasta enfermedades más graves. En el
80% de los casos, la infección por este nuevo coronavirus, denominado oficialmente
SARS-CoV-2, produce síntomas respiratorios de carácter leve. Con el nombre de
COVID-19 se denomina la enfermedad respiratoria producida por este virus.
Este virus y la enfermedad infecciosa que produce son tan "nuevos" y poco
conocidos que vamos avanzando poco a poco en su conocimiento y manejo de la
infección, y vamos actualizando las recomendaciones en función de este
conocimiento.
La pandemia de COVID-19 representa una de las crisis más importantes de nuestra
historia reciente, con un gran impacto desde el punto de vista sanitario, social y
económico.
Cabe mencionar que a medida que la pandemia se extendió rápidamente por todo el
mundo, provocó un grado considerable de miedo y preocupación en la población en
general y en ciertos grupos en particular: adultos mayores, proveedores de atención
y personas con afecciones de salud. Esta pandemia ha cambiado la vida de muchas
personas y en particular, sus costumbres diarias. Trayendo consigo: incertidumbre,
rutinas diarias alteradas, presiones económicas, aislamiento social y temor a
enfermarse. El exceso de información y los rumores infundados hizo que las
personas se sintieran sin control y la sensación de no tener claro qué hacer. Por
esta causa, los individuos presentaron y aumentaron estados de: estrés, ansiedad,
miedo, tristeza, y soledad. Esta pandemia logró demostrar que si no se está en paz
y en equilibrio con la mente, no se puede llevar una estilo de vida sano, ya que eso
desatará malos hábitos en muchos ámbitos de la vida diaria y por ende la salud
física de la persona se deteriorará.
Desarrollo
Tras dos años de pandemia la vida de todas las personas ha cambiado totalmente,
algunas de las cosas que antes de la pandemia hacíamos con normalidad ahora
nos parecen difíciles. Una de las cosas más difíciles que tuvimos que enfrentar la
mayoría de las personas ante la pandemia ha sido la situación de la economía, ya
que muchos negocios y empresas tuvieron que cerrar y aunque actualmente
muchos negocios han reabierto lamentablemente hubo muchos otros que no
pudieron recuperarse y tuvieron que cerrar definitivamente. Tras tanto tiempo de
pandemia hay que empezar a vivir con la nueva normalidad, hay que continuar con
las actividades como la escuela, el trabajo, los hobbies, aunque para algunas
personas les puede resultar muy difíciles, ya que les da miedo por una u otra
situación que pudieron haber vivido durante el confinamiento tienen que continuar y
adaptarse para que resulte más sencillo. La crisis por la que tuvimos que pasar a
raíz de la pandemia trajo muchísimos cambios a corto, mediano y largo plazo,
debemos tomar decisiones que ayuden a mejorar nuestras vidas y siendo solidarios
con todas las personas para llegar a superar todo lo que pasó. Además
personalmente considero que es algo que ayudó a muchas o a la mayoría de las
personas para cambiar su forma de ver las cosas y a lo mejor su forma de ser en
cuanto a algo positivo, tal vez muchos ahora con todo el tiempo que estuvimos
encerrados tuvieron el suficiente tiempo para reflexionar y poder lograr un cambio
positivo ante muchas situaciones, ayudándolos a darse cuenta de que hay que ser
empáticos con todas las personas porque todos en algún momento llegamos a
pasar un mal momento y tal vez con el simple hecho de sentir que alguien es
amable con nosotros nos puede cambiar el día y nos puede ayudar a sentirnos
mejor.
Nuevos hábitos y costumbres entraron a nuestra cotidianidad producto de la

pandemia por covid-19 y el proceso adaptativo es propio del ser humano. Cabe
mencionar que la resiliencia, el autocuidado y la capacidad de afrontamiento son
clave. Con la llegada de la pandemia de covid-19 muchas costumbres que quizá
teníamos, quedaron alejadas, tales como el saludo de mano o beso; además
debemos mantener distancia física con otras personas y acostumbrarnos a utilizar
tapabocas al salir de casa. Ahora, con lo que se ha denominado "la nueva
normalidad" nuestros hábitos cambiaron lo que pone a prueba nuestras capacidades
para adaptarnos. "El estudio de la psicología humana ha demostrado que los seres
humanos están dotados de cualidades, tanto cognitivas como del comportamiento,
que les permiten afrontar con eficacia los eventos estresantes, es decir aquellas
situaciones percibidas como excesivas para los recursos psicológicos que se
poseen", explicó Nubia Bautista, subdirectora (e) de Enfermedades No
Transmisibles del Ministerio de Salud y Protección Social. Para Rodrigo Córdoba,
psiquiatra y jefe del Departamento de Psiquiatría de la Universidad del Rosario, el
gran reto de la Salud Pública está en la generación de cambios de conducta, es
decir, "se ha visto que muchos de los hábitos que generan los seres humanos en
ocasiones se convierten de alto riesgo. En esta ocasión los procesos de
reeducación son fundamentales, adaptarnos a una nueva disciplina social". En este
sentido, quien conoce las razones y entiende por qué se debe vivir de esta manera
comprende una repetición de conducta. Pienso que la gran mayoría de las personas
no se sienten cómodas ante los cambios y es porque están acostumbradas a vivir
en una determinada zona de confort, como ya mencioné esta “Nueva Normalidad”
nos exige ciertos cambios, que hacen a las personas salir de su zona de confort, es
por eso que ha traído como consecuencia un cambio en el comportamiento y la
forma de relación con los demás. Para una adaptación saludable a esta “Nueva
Normalidad” se recomienda seguir algunos sencillos pasos. Uno de ellos es
mantener en la medida de lo posible una rutina diaria, aunque la pandemia haya
podido cambiar completamente nuestra forma de trabajar y de realizar las
actividades cotidianas. Otro aspecto que me pareció muy importante, y nosotros en
lo personal reflexionamos, es el de adaptarse a esta nueva situación lo antes
posible. Evitando los pensamientos negativos que generan frustración y buscando
la parte más positiva de estas vivencias. Al día de hoy, ya estamos en la recta final
de la pandemia, los casos han disminuido, gran parte de la población ya está
vacunada, en algunos lugares ya no se necesita cubrebocas, etc. Entonces, algunas
personas quizá salen con miedo, por el hecho de que tendrán que adaptarse a
ciertos cambios producidos por la pandemia, otras personas salen motivadas,
alegres, como dicen hoy en día “vienen fuertes”, listos para afrontar la nueva
normalidad. El ser humano que se forma con dichos cambios, desde la perspectiva
positiva, es un ser humano listo para cualquier cosa, sin que nada lo detenga, quizá
luchando para salir de su zona de confort, más motivado que nunca.
Explora los nuevos desafíos de políticas que han surgido como resultado de la
pandemia de COVID-19. La “nueva normalidad” debería reconocer la “nueva
esencialidad”, en términos de trabajos y sectores. Primero, se examina la disyuntiva
entre las políticas sanitarias y las políticas económicas anti recesivas. Se estudia el
impacto económico del confinamiento en los hogares y las empresas, así como la
desaceleración del comercio relacionado con las cadenas de valor mundiales. A
continuación se analizan las lecciones que se pueden extraer de esta crisis en
ámbitos que ya eran contingentes antes de la pandemia y que probablemente lo
serán aún más después de ella, incluidas la necesidad de dirigir la transformación
digital para minimizar los impactos negativos en los trabajos y sectores, sin dejar de
reflexionar de forma crítica sobre su carácter “esencial”, y la necesidad de medidas
de política para garantizar la buena gobernanza de los datos sanitarios.
Las noticias nos cuentan primero lo más excepcional de un mundo donde todo ha
cambiado de golpe, al igual que en tiempos de guerra: las novedades en el frente.
Pero la explosión del virus también ha transformado las realidades más cotidianas,
ha fundado nuevas rutinas, insólitas y normales al mismo tiempo. Habitamos un
tiempo extraño, donde los conteos de muertes en directo marcan el ritmo de
nuestros miedos, y en medio de todo hay momentos de alegría trivial y chistes
malos, hay rincones al sol y personas armando rompecabezas, hay reuniones en
camisa y calzoncillos, gente que escucha los pájaros por primera vez y planes para
el futuro.
En ese escenario, reconoció que los docentes no estaban preparados para la vida
académica virtual, pese al esfuerzo de las autoridades educativas que desde hace
años emprendieron los programas de profesionalización docente. “Existe una
brecha generacional en cuanto a la alfabetización digital. Hay profesores que se les
dificulta mucho dar clases virtuales porque no están familiarizados, hay cierta
resistencia al uso de nuevas tecnologías y herramientas digitales”.
Por ello la académica mencionó que para el próximo semestre es necesario evaluar
la efectividad de las herramientas digitales y metodologías que emplean los
profesores para dar clases, así como reforzar la alfabetización digital para poder
acercarse lo más posible a la calidad educativa en este contexto de aislamiento e
incertidumbre.
El momento por el que atravesamos, además, implica fortalecer los vínculos
sociales en el espacio universitario, comenta. “Pareciera que el espacio universitario
se difumina, pero como sabemos, esto no solo implica las instalaciones, sino las
relaciones entre los universitarios, los docentes, alumnos, administrativos, los
compañeros y compañeras de mantenimiento.
Los tiempos de crisis e incertidumbre que se viven actualmente por la pandemia,
refuerzan la idea del sociólogo Ulrich Beck, sobre la incertidumbre que viven las
sociedades modernas y contemporáneas. El aislamiento rompió con la dinámica de
la vida cotidiana y no se sabe qué va a suceder.
Conclusión
En conclusión podemos decir que el coronavirus(SARS-CoV-2) nos llevó a estar
confinados por una larga temporada y estar más también en familia si lo vemos por
el lado positivo aunque esta pandemia nos enseñó a ser más solidarios y empáticos
con las demás personas ya que hubo desde trastornos de ansiedad causado debido
al confinamiento o estar sin salir por mucho tiempo sin convivir, y también hasta
pérdidas humanas que es algo muy triste ya que muchas personas tuvieron
pérdidas de familiares y aprender a lidiar con eso no fue nada fácil, pero también
nos dejó algunas cosas buenas como el tener más tiempo de conocer y convivir con
nuestra familia aprender a estar hasta cierto punto sin salir y darnos más tiempo
para nosotros mismos de conocernos de ´poder cuidarnos nuestra salud y
alimentación aunque otras muchas personas sufrieron también trastornos de
alimentación debido al encerramiento que pasamos estos casi tres años o dos, fue
algo difícil para muchas personas pero lo que podemos concluir es que a pesar de
las circunstancias tanto económicas debido a la falta de trabajo que hubo y la falta
de salud tanto física como mental salimos adelante y pudimos aprender de esta
enfermedad y pandemia es que todos somos vulnerables y que el tener una
alimentación balanceada y salud buena no puede ayudar a tener una mejor calidad
de vida ya que con eso podemos tener mejores defensas creo que es de las cosas
que más podríamos rescatar de esto que sucedió si seria eso que debemos cuidar
más nuestra salud, antes de que nos tenga que suceder un problema de salud
cuidarnos, aunque por otro lado muchas otra personas ahora terminaran la
pandemia con algunos problemas sobretodo de ansiedad y depresión y son algunas
de las secuelas si podríamos llamarle así de la pandemia y esas personas debería
acudir a un profesional para atenderse y que sus problemas no vayan
evolucionando pero sí de esta pandemia no aprendimos nada como sociedad e
individuos creo que si en vez de avanzar retrocedimos
Referencias
1. A. (2021, 29 septiembre). Nueva normalidad: el mundo después de la
pandemia – ¡Bienvenidos a la Ecocafé! Ecocafé. Recuperado 13 de mayo de
2022, de
http://www.web.valles.udg.mx/ecocafe/index.php/2021/09/29/nueva-normalida
d-el-mundo-despues-de-la-pandemia/
2. Rodríguez, J. H. (2020, 1 julio). Impacto de la COVID-19 sobre la salud
mental de las personas | Hernández Rodríguez | Medicentro
Electrónica.Medi.centro.
http://medicentro.sld.cu/index.php/medicentro/article/view/3203/2588
3. País, E. (2020, abril 9). La nueva normalidad. El País.
https://elpais.com/sociedad/2020-04-09/la-nueva-normalidad.html
4. el Caribe, C. E. P. A. L. y. (2020, diciembre 31). ¿La “nueva normalidad” como
“nueva esencialidad”? COVID-19, transformaciones digitales y estructuras
laborales. Cepal.org.
https://www.cepal.org/es/publicaciones/46831-la-nueva-normalidad-como-nue
va-esencialidad-covid-19-transformaciones-digitales

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