Reto Ético Del Psicólogo en La Crisis Del Covid 19 PDF
Reto Ético Del Psicólogo en La Crisis Del Covid 19 PDF
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Hablar sobre el covid-19 es un tema complejo, aunque muchos pretenden tener dominio
total sobre el tema, en realidad puede ser un poco complicado. La crisis que
actualmente vive el mundo ha llevado a que todas las profesiones se tengan que
adaptar a un nuevo mundo y una nueva forma de vivir. Por eso hoy se quiere enfatizar
en la profesión de la PSICOLOGIA como ella desde su ámbito de aplicación tan aplia
que tiene puede llegar a contribuir tanto en estos momentos de crisis. Los cambios que
ha sufrido la humanidad en lo que ha transcurrido este año, ha hecho que la psicología
se posesione como una de las profesiones más esenciales que está cumpliendo su
labor a cabalidad; dejando un lado la parte medica que se reconoce que no los
esenciales en estos momentos. Pero como bien se dijo en el inicio y lo nombra en el
título, es menester pensar el rol ético del psicólogo en esta crisis. Para ello entonces
hay que mirar los cambios emocionales que han sufrido las personas al encontrarse en
un aislamiento preventivo obligatorio dictado por el gobierno, y para ello es necesario
tocar un poco además el punto político y legal que se relaciona con los cambios
emocionales de las personas como consecuencia a las medidas tomadas a nivel
nacional.
No hay que olvidar las personas que ya venían llevando un tratamiento psicológico y
por razones a la medida de seguridad no lo pudieron continuar con normalidad como lo
venían haciendo, en ellas también hay que colocar la lupa. Porque son personas
sensibles y propensas a tener una recaída emocional que le puede hacer pasar un mal
rato. Por eso considero que los psicólogos de hoy en día deben estar en su disposición
no solo de atender a las personas que están sufriendo nuevos episodios médicos
psicológicos sino también poder seguir tratando a las personas que ya venían haciendo
su tratamiento; logrando con ello hacer que el nivel de ansiedad de nervios de
depresión que se pueda llegar a dar dentro de una sociedad no se reporte una cifra alta
y exagerada a tal punto que los colegas no puedan llegar a cada persona.
Otro punto importante que se tocó allí, es la consecuencia económica que esto ha
traído a nivel nacional, departamental, municipal y personal. Pues dejo de ser un
capricho o vanidad el salir a la calle y se volvió una necesidad. Hoy en día se puede ver
que las personas que más necesitan ayuda económica deben salir a buscarse su diario
vivir para sobrevivir sin importar el peligro que corre el estar circulando por las calles sin
ningún tipo de protección. Esto también es importante para el psicólogo porque ayuda a
mirar de una forma global todos los aspectos que lleva a que el ser humano se
comporte como lo viene haciendo y el porqué de sus reacciones son así. Muchas veces
la economía es un factor que hace que el ser humano se mueva y cuando se vive de
cerca la situación de una persona que necesita trabajar para su diario vivir sin
protegerse, puede llevar a que las personas que lo rodean sufran gran preocupación,
crisis nerviosas que si no se trata puede pasar a ser algo mucho más grave.
Cristina Rodríguez Cahill en su artículo de opinión afirma que La enfermedad COVID-19
ha puesto del revés nuestra vida social, laboral y cotidiana. Cuando terminemos el
confinamiento, la vuelta no será a la normalidad. Para frenar la expansión de este virus
hemos tenido que cambiar radicalmente nuestra forma de trabajar, de socializar, de
disfrutar, en definitiva, de vivir. La situación que vivimos tiene, además, una
particularidad en relación a otras emergencias sanitarias: la soledad. Deseamos la
vuelta a la cotidianidad, pero después de la crisis del coronavirus habrán cambiado
muchas cosas, y algunas para siempre. Las implicaciones personales y sociales serán
profundas y los fenómenos psicológicos asociados a esta pandemia constituirán un
enorme reto comunitario. Esto lleva a que se entienda que los retos que llega a vivir un
psicólogo esta; Reto 1: Cuidar de nuestros sanitarios, aquellas personas que viven el
día a día enfrentando al covid, es necesario también tenerla presente y estar pendiente
de ellos; Reto 2: Refuerzo de la atención psicológica para la población, buscar la forma
y estrategia de implementar nuevas técnicas para poder llegar a mucha más población
de una forma más asertiva y brindar el servicio social que tanto pueden estar
necesitando; Reto 3: El impacto psicológico del confinamiento, El confinamiento genera
una pérdida de la rutina, una reducción del contacto social y físico, frustración,
aburrimiento y una sensación de soledad que puede resultar difícil de gestionar para
muchas personas; Reto 4: Asumir las pérdidas durante la crisis del COVID-19, esto
requiere también ser profesionales en el ámbito y saber llegar a la persona que está
sufriendo este dolor y mostrarle muchas más alternativas de llevar el duelo en estos
momentos; Reto 5: el desarrollo de la resiliencia colectiva, Esta crisis sanitaria puede
ser una oportunidad colectiva para buscar nuevos modos de relación y de vida social
más en equilibrio con nuestros congéneres y nuestro entorno. La restauración social
tras el COVID-19 solo puede surgir de un proceso de crecimiento comunitario. Para
sanarnos necesitamos una mutación social, un cuestionamiento de nuestras bases de
convivencia, donde la cooperación y la solidaridad pasen a convertirse en algo
estructural y no anecdótico.
La ética tiene un papel esencial, directa o indirectamente, en los cambios que exige la
lucha contra el Covid-19 y en los modos de comportamiento y actitudes involucrados en
ellos, de una forma activa o carencial. El estilo de vida capitalista, el consumo
descontrolado, la economía basada en la explotación generalizada, desde el planeta y
sus recursos a los individuos y sociedades, todo esto lo ha bloqueado la pandemia.
Pero también, con una sutileza asombrosa, nuestras ‘convicciones’ racistas de la
supremacía de unas razas sobre otras, de unos individuos sobre sus vecinos han sido
barridas por la guadaña del Covid-19. Las fronteras ya no existen para el virus, aunque
existen para todos los humanos, los que navegan en balsas y son encerrados en
campos o rechazados y los prósperos ciudadanos a los que no se les permite la
entrada en determinados países, a pesar de sus cuentas corrientes y el orgullo de su
bandera.
“Sin embargo, cuando hay un contratiempo, como ahora (o como cuando se plantea la
crisis climática), se pone de manifiesto que la economía debe quedar en un segundo
plano. En este caso creo que se prioriza la salud de la comunidad ante el interés
económico”, apunta Busquet.
“En situaciones de emergencia –sostiene Enric Pol– como la que plantea la pandemia
de coronavirus o los daños por un intenso temporal, por ejemplo, lo más habitual, en
contra de lo que se pueda pensar, son las reacciones de ayuda, a no ser que
intervengan otros factores”. Esos factores serían básicamente los que restan
credibilidad al mensaje de emergencia. “Si alguien necesita ayuda, la primera reacción
es dársela, pero si tienes la percepción de que hay gato encerrado, intereses ocultos…
es probable que digas, yo paso”, señala Pol.
Los familiares de pacientes ingresados por el virus en estado grave, con mal pronóstico
o que ya han fallecido. En este tipo de intervenciones es fundamental no creer que las
reacciones emocionales normales de los familiares y es importante establecer unos
criterios claros y consensuados con todos los profesionales implicados para determinar
si intervenir es más beneficioso que no intervenir
Se debe tener en cuenta entonces que los retos presentes y futuros que se vivirán son: