6 Matrimonio
6 Matrimonio
6 Matrimonio
Sección 6 :
Matrimonio
Caballeros de Colón le dedica esta Serie con afecto y gratitud
a Luke E. Hart evangelizador ejemplar y Caballero Supremo
de 1953 a 1964.
Caballeros de Colón presenta
La Serie Luke E. Hart
Elementos Básicos de la Fe Católica
MATRIMONIO
SEGUNDA PARTE • SECCIÓN SEIS DE
C R I S T I A N I S M O C AT Ó L I C O
por
Peter Kreeft
Editor General
Padre Gabriel B. O’Donnell, O.P.
Servicio de Información Católica
Consejo Supremo de los Caballeros de Colón
Nihil obstat: (provisto para el texto en inglés)
Reverend Alfred McBride, O.Praem.
Imprimatur: (provisto para el texto en inglés)
Bernard Cardinal Law
19 de diciembre de 2000
El Nihil Obstat y el Imprimatur son declaraciones oficiales de que un libro o cuadernillo está libre de
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Las citas del Catecismo de la Iglesia Católica están tomadas de la traducción al español del Catecismo de la
Iglesia Católica, Segunda Edición: Modificaciones basadas en la Editio Typica, Derechos de Autor ©
1997, United States Catholic Conference, Inc.- Librería Editrice Vaticana.
Para la versión en español, se usan con autorización los textos de la Biblia de Jerusalén, Nueva edición
revisada y aumentada © 1998, Equipo de traductores de la edición española de la Biblia de Jerusalén,
Desclée De Brouwer, S.A., Bilbao, España.
Para esta versión en español, los textos del Concilio Vaticano están tomados de Documentos
Completos del Vaticano II, derechos reservados © Editorial: El Mensajero del Corazón de Jesús,
Bilbao, España.
Portada: Lorenzo Lotto (1480-1556), Master Marsilio y su esposa. Museo del prado. Madrid, Spain.
© Erich Lessing/Art Resource, New York.
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Impreso en los Estados Unidos de América
UNA PALABRA SOBRE ESTA SERIE
Este folleto es uno de una serie de 30 que ofrece una expresión
familiar de elementos principales del Catecismo de la Iglesia Católica.
El Papa Juan Pablo II, bajo cuya autoridad se publicó el Catecismo en
1992, instó a que se prepararan versiones de esta naturaleza para que
cada pueblo y cada cultura puedan apropiarse de su contenido como
si fuera suyo.
Los folletos no sustituyen el Catecismo, pero se ofrecen sólo para
hacer más accesible su contenido. La serie es a veces poética, familiar,
festiva e imaginativa; en todo momento busca ser fiel a la fe. A
continuación los títulos de nuestra serie.
-iv-
SEGUNDA PARTE: CÓMO REZAN
L O S C A T Ó L I C A S ( C U LT O )
SECCIÓN 6: EL SACRAMENTO
DEL MATRIMONIO
1. Su importancia hoy
La institución del matrimonio, y la familia que resulta de ésta,
es la base indispensable de la felicidad de todas las sociedades y la
mayoría de las vidas individuales. Es el componente fundamental
para construir todas las demás relaciones humanas. Por lo tanto,
“‘[l]a salvación de la persona y de la sociedad humana [natural] y
cristiana [supernatural] está estrechamente ligada a la prosperidad
de la comunidad conyugal y familiar’95” (C 1603). La causa principal
de casi todo el malestar que se padece hoy, tanto religioso como
secular, es el debilitamiento de los matrimonios y las familias.
En la actual “cultura de la muerte”, sólo un matrimonio
“contra-cultural” puede tener éxito. El mensaje que escuchamos de
una gran parte de la cultura y de la psicología modernas es
profundamente destructivo del matrimonio. Se trata de un
“evangelio” que dice que la felicidad del “yo como individuo” va
primero, antes que el bien de mi cónyuge, de mi matrimonio, de mi
familia o de mis hijos. Es “el evangelio del egoísmo respetable”.
Nada está más lejos del Evangelio de Cristo, en el cual la forma de
salvar la vida es perderla, entregarla.
Los cristianos son llamados a ser contra-culturales, sobre todo
con respecto al matrimonio y a la familia de hoy. “Desde sus
-5-
orígenes, el núcleo de la Iglesia estaba a menudo constituido por los
que, ‘con toda su casa’, habían llegado a ser creyentes171. Cuando se
convertían deseaban también que se salvase ‘toda su casa’172. Estas
familias convertidas eran islotes de vida cristiana en un mundo no
creyente” (C1655). “En nuestros días, en un mundo frecuentemente
extraño e incluso hostil a la fe, las familias creyentes tienen una
importancia primordial...” (C 1656).
2. El matrimonio y Dios
Los matrimonios no tendrán éxito hoy en día sin Dios. Habrá
tensión sobre “quién es el jefe”, a menos que Dios sea “el jefe”. Los
instrumentos de una orquesta tocan en armonía sólo si obedecen a
la batuta del mismo director.
“¿Por qué hay que meter a Dios en esto?” Preguntar eso sobre
el matrimonio es como preguntar por qué hay que meter a Homero
en la Odisea. En las palabras del clásico título del Arzobispo Fulton
Sheen, Hacen falta Three To Get Married [Tres para casarse], Dios es
el autor y diseñador del matrimonio, y el Creador de la vida del
hombre y de la mujer y de la vida de sus hijos. Los cónyuges son sólo
sus “procreadores”. El sexo es un “misterio” porque en él
compartimos el poder de creación de Dios. Por esto el sexo está
naturalmente vinculado con la religión.
6. Complementariedad
Según la Escritura, “la imagen de Dios” es “varón y mujer”
(Gn 1, 27).
“La Sagrada Escritura afirma que el hombre y la mujer fueron
creados el uno para el otro: ‘No es bueno que el hombre esté solo’”
(C 1605). El hombre es para la mujer, y la mujer es para el hombre.
Son “complementarios”: cada uno existe para el otro, no para sí
mismo, reflejando así la naturaleza del amor Trino de Dios.
El hombre y la mujer son iguales en valor, diferentes en naturaleza
y complementarios en propósito. Esta verdad divinamente revelada acerca
de la naturaleza del hombre y la mujer contradice de manera
fundamental las tres alternativas seculares populares presentes en
nuestra sociedad: el chauvinismo, que niega su igualdad natural; el
unisexismo, que niega sus diferencias naturales; y el individualismo,
que niega su complementariedad natural.
8. El Matrimonio en Cristo
El matrimonio es el ejemplo primario de una “alianza” – una
relación obligatoria basada no en un mero sentimiento, ni en una ley
humana externa, sino en un compromiso libremente elegido. A
través de la Escritura, la relación de Dios con nosotros ha sido
descrita siempre como una “alianza nupcial” o similar al
matrimonio. “La alianza nupcial entre Dios y su pueblo Israel había
preparado la nueva y eterna alianza mediante la que el Hijo de Dios,
encarnándose y dando su vida, se unió en cierta manera con toda la
humanidad salvada por El,110 [puesto que “el unir” es la meta del
matrimonio], preparando así ‘las bodas del Cordero’” (Ap 19, 7, 9;
C 1612). El objetivo final del plan completo de creación y redención
de Dios, de toda la religión cristiana, y de nuestras vidas enteras, es
un matrimonio espiritual con Dios. El matrimonio humano es
imagen, signo y sacramento de ello.
“Toda la vida cristiana está marcada por el amor esponsal de
Cristo y de la Iglesia. Ya el Bautismo, entrada en el Pueblo de Dios,
es un misterio nupcial. Es, por así decirlo, como el baño de bodas117
que precede al banquete de bodas, la Eucaristía” (C 1617).
12. La Fidelidad
“El amor conyugal exige de los esposos, por su misma
naturaleza, una fidelidad inviolable. Esto es consecuencia del don de
sí mismos que se hacen mutuamente los esposos. El auténtico amor
tiende por sí mismo a ser algo definitivo, no algo pasajero”(C 1646).
La necesidad de fidelidad se desprende de la esencia del
matrimonio como “mutua donación de sí”: es decir, los cónyuges se
entregan enteramente al otro, especialmente en lo que es más
íntimo, su sexualidad y su procreación, (¡y los hijos futuros!) – no
simplemente una parte a uno y otra a otro.
Las dos razones por las cuales el matrimonio requiere fidelidad
son las mismas dos razones por las cuales requiere indisolubilidad:
“[1] Esta íntima unión, en cuanto donación mutua de dos personas,
como [2] el bien de los hijos exigen la fidelidad de los cónyuges y
urgen su indisoluble unidad’163” (C 1646).
Una tercera razón es que el matrimonio es una imagen de la
unión entre Cristo y su novia, la Iglesia (¡nosotros!), y Cristo no es
adúltero. Él es fiel para siempre.
95
Ibíd., 47, 1.
171
Cf Hch 18, 8.
172
Cf Hch 16, 31 y 11, 14.
-23-
93
Concilio Vaticano II, Gaudium et spes, 48, 1.
91
Cf Gn 1, 26-27.
90
CDC, 1055, 1.
96
Cf Gn 1, 27.
97
Cf 1 Jn 4, 8.16.
158
JUAN PABLO II, exh. ap. Familiaris consortio, 13.
101
Cf Gn 3, 12.
103
Cf Gn 3, 16b.
106
Cf Gn 3, 21.
110
Cf Concilio Vatican II, Gaudium et spes, 22.
117
Cf Ef 5, 26-27.
90
CDC, 1055, 1.
156
Cf Ga 6, 2.
112
Cf Mt 19, 8.
152
Cf CDC, 1141.
163
Concilio Vaticano II, Gaudium et spes, 48, 1.
167
Concilio Vaticano II, Gaudium et spes, 48, 1.
169
Cf Concilio Vaticano II, Gravissimum educationis, 3.
170
Cf JUAN PABLO II, exh. ap. Familiaris consortio, 28.
120
Cf 1 Co 7, 32.
125
SAN JUAN CRISÓSTOMO, De virginitate 10, 1: PG 48, 540A; cf JUAN
PABLO II, exh. ap. Familiaris consortio, 16.
126
Cf Concilio Vatican II, Sacrosanctum concilium, 61.
131
Cf CCEO canon 828.
142
Cf CDC, 1063.
140
Cf ibíd., 1071.
145
Cf ibíd., 1086.
146
Cf ibíd., 1125
-24-
“La Fe es un regalo de Dios que nos permite conocerlo y amarlo.
La Fe es una forma de conocimiento, lo mismo que la razón. Pero
no es posible vivir en la fe a menos que lo hagamos en forma
activa. Por la ayuda del Espíritu Santo somos capaces de tomar
una decisión para responder a la divina Revelación y seguirla
viviendo nuestra respuesta”.
Catecismo Católico de los Estados Unidos para los Adultos, 38.
Folletos Individuales
Contacte al SIC para obtener una lista completa de todos los
folletos y para ordenar los que quiera.
Cursos en Línea
El SIC ofrece dos cursos gratuitos en línea. Para inscribirse visite
el sitio www.kofc.org/ciscourses.
SERVICIO DE INFORMACIÓN CATÓLICA
Verdadera información católica y no simples opiniones.
En relación con la nuevas generaciones, los fieles laicos deben ofrecer una
preciosa contribución, más necesaria que nunca, a una sistemática labor de
catequesis. Los Padres sinodales han acogido con gratitud el trabajo de los
catequistas, reconociendo que éstos “tienen una tarea de gran peso en la
animación de las comunidades eclesiales”. Los padres cristianos son, desde
luego, los primeros e insustituibles catequistas de sus hijos... pero, todos
debemos estar conscientes del “derecho” que todo bautizado tiene de ser
instruido, educado, acompañado en la fe y en la vida cristiana.
Papa Juan Pablo II, Christifideles Laici 34
Exhortación Apostólica sobre la Vocación y Misión
de los Laicos en la Iglesia y en el Mundo.
Proclamando la Fe
En el Tercer Milenio
116-S 6/19