Diplomado 4
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REJUVENECIMIENTO FACIAL
Módulo 4:
Introducción...............................................................................................................................2
I. Sistema Cardiovascular.....................................................................................................3
III. Inflamación...................................................................................................................18
Bibliografía...............................................................................................................................32
Exámen......................................................................................................................................33
Entre otras cosas, es capaz de secretar sustancias, como el óxido nítrico (NO) y la prostaciclina,
que actúan sobre la pared vascular subyacente y producen vasodilatación, manteniendo los
vasos en buen estado y con una adecuada presión arterial.
El sistema cardiovascular está formado por el corazón y los vasos sanguíneos: arterias, venas y
capilares. Se trata de un sistema de transporte en el que una bomba muscular (el corazón)
proporciona la energía necesaria para mover el contenido (la sangre), en un circuito cerrado de
tubos elásticos (los vasos).
I.1. CORAZÓN ANATOMÍA MACROSCÓPICA
Localización
El corazón es un órgano musculoso formado por 4 cavidades. Su tamaño es parecido al de un
puño cerrado y tiene un peso aproximado de 250 y 300 g, en mujeres y varones adultos,
respectivamente. Está situado en el interior del tórax, por encima del diafragma, en la región
denominada mediastino, que es la parte media de la cavidad torácica localizada entre las dos
cavidades pleurales. Casi dos terceras partes del corazón se sitúan en el hemitorax izquierdo. El
corazón tiene forma de cono apoyado sobre su lado, con un extremo puntiagudo, el vértice, de
dirección anteroinferior izquierda y la porción más ancha, la base, dirigida en sentido
posterosuperior.
Pericardio
La membrana que rodea al corazón y lo protege es el pericardio, el cual impide que el corazón
se desplace de su posición en el mediastino, al mismo tiempo que permite libertad para que el
corazón se pueda contraer. El pericardio consta de dos partes principales, el pericardio fibroso y
el seroso.
A principios del siglo 20 la esperanza de vida media al nacer en los países desarrollados para los
hombres y las mujeres en conjunto se estimó en 50 años; 100 años después, la esperanza de vida
media es superior a los 77 años y se prevé que aumente a un promedio de 85 años para el año
2025 (AJ., 2011, pág. 175); incluso, la mayoría de teorías de predicción sobre la esperanza de
vida estiman que esta seguirá aumentando inclusive presentando una esperanza de vida de 105
años en el año 2065 (E., 2012, pág. 325).
Este cambio se debe principalmente a la eficiencia de nuestros sistemas de salud pública
(sistemas sanitarios: incluidos algunos países de Latinoamérica como México, Venezuela,
Brasil, Argentina, Perú, etc.) que ha dado como resultado el abatimiento de la mortalidad y por
lo tanto, el promedio de vida media de las personas que se puedan clasificar como “ancianos”
(60 años) se prolongará. (Palloni A, 2007)
El porcentaje de la población con 60 años y más, ha aumentado del 2 al 4% en 1900 a más del
13% en algunos países de Latinoamérica, el problema actual es que muchos de estos países no
poseen cobertura real y efectiva para esta población.
1. Envejecimiento y desregulación de la ingesta
La edad avanzada se asocia con alteraciones en las respuestas de la ingesta. Las fluctuaciones
del equilibrio en la sobrealimentación y la subalimentación son hoy en día un excelente objetivo
para ser estudiado en forma sistemática. (Jacobson A, 2010).
Muchas de las causas de la desregulación en la ingesta de alimentos durante el envejecimiento
se desconocen, en gran parte debido a los mecanismos subyacentes a la propia regulación
energética y esto es a cualquier edad. En el humano este, desde el punto de análisis bioquímico-
metabólico-fisiológico hoy en día no se explica completamente, por ejemplo, en los adultos
jóvenes se acepta que existen múltiples mecanismos para regular el equilibrio de energía dentro
de límites bastantes estrechos, (hambre y saciedad) y que éste está regulado tanto
periféricamente como a nivel central Hoy en día las tendencias seculares a la ganancia de peso
alrededor del mundo (durante los últimos 30 años), han demostrado la ineficacia de estos
mecanismos corporales de regulación; sin embargo, un consenso demostró que estos
mecanismos de regulación de la energía suelen proteger a los niños y adultos jóvenes; sin
embargo en la vejez, estos cambios puede tener múltiples explicaciones (anorexia del
envejecimiento), así también es importante reconocer cuales son los factores involucrados en los
mecanismos de regulación de energía (Figura 1). Esto implicará posteriormente que un número
bastante grande de estos mecanismos podría verse afectado con la edad, en especial en la
regulación de la ingesta; este aspecto es muy importante identificarlo y atenderlo
tempranamente.
Asociación entre la percepción de los alimentos y la regulación de su consumo en el adulto
III. Inflamación
El sistema inmunitario está formado por dos componentes que trabajan coordinadamente para
protegernos de los patógenos -la inmunidad innata y la inmunidad adaptativa-
1. La inmunidad innata (nacemos con ella) es capaz de combatir la infección desde el inicio,
pero es inespecífica ya que no identifica patógenos concretos, sino que reconoce moléculas
conservadas en familias de patógenos, denominadas Patrones Moleculares Asociados a
Patógenos (PAMP). Las células inmunitarias innatas tienen receptores para PAMP que les
permiten reconocer y fagocitar a la mayoría de los microbios. Si la respuesta innata es incapaz
de eliminar a todos los patógenos se desencadena la inflamación, respuesta que recluta células
inmunitarias adicionales al foco infeccioso, dificulta la invasión del patógeno y favorece la
reparación de los tejidos dañados. Este proceso se inicia por el daño celular o tisular
(traumatismos, hemorragias, etc.) o lo inicia la propia respuesta innata. Los macrófagos, por
ejemplo, además de fagocitar al patógeno, secretan mediadores lipídicos (como prostaglandinas
o leucotrienos) y citocinas (como TNF-α, IL-1 o IL-6) que causan inflamación.
En una infección bacteriana o fúngica se reclutan, sobre todo, neutrófilos, que cuentan con los
mismos receptores que los macrófagos y les ayudan a fagocitar a los patógenos. En una
infección vírica se reclutan, sin embargo, células NK (del inglés Natural Killer), que son células
citotóxicas capaces de eliminar aquellas células infectadas por el virus.
La inmunidad adaptativa o adquirida está mediada por los linfocitos
1. Los linfocitos B reconocen patógenos extracelulares o sus moléculas, que llamamos
antígenos (Ag), gracias a su receptor denominado inmunoglobulina (Ig). En la medula ósea, se
genera por azar un repertorio casi ilimitado de linfocitos B, que
denominamos vírgenes (especificidades diferentes), cada uno de los cuales expresa una Ig
diferente, pudiendo así reconocer una amplia variedad de Ag. No obstante, tal variabilidad de
linfocitos B genera un problema ya que hay muy pocos específicos para cada Ag, por lo que los
linfocitos deben proliferar durante, al menos, una semana para poder eliminar al patógeno tras la
inducción de la respuesta adaptativa. Después de proliferar, los linfocitos B se transforman en
células plasmáticas que secretan la forma soluble de su Ig de membrana o anticuerpo (Ac), el
cuál favorecerá la eliminación del patógeno. Una parte de estos linfocitos que proliferan
permanecen en nuestro organismo como linfocitos B de memoria, más abundantes y eficaces
que los vírgenes, que nos protegerán de infecciones futuras por ese microbio. Esta memoria
inmunológica es una de las características que diferencia la respuesta adaptativa de la innata y
constituye la base de la vacunación.
Los patógenos intracelulares, como los virus, no pueden ser reconocidos y eliminados dentro de
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son un conjunto de trastornos del corazón y de los
vasos sanguíneos que generan diferentes condiciones ligadas a la reducción de sangre a los
distintos órganos del cuerpo. Se consideran un grave problema de salud, ya que son la principal
causa de muerte en todo el mundo. Algunos datos señalan que el número de muertes derivadas
de esas afecciones alcanzó el 29,6% en el año de 2010, en ámbito mundial. Entre las principales
ECV, las enfermedades coronarias merecen destacar por ser la principal causa de muerte de la
población mundial, seguido de las enfermedades cerebrovasculares.
Brasil acompaña esa realidad mundial, ya que presentó un total de 963 931 fallecimientos por
En ese sentido, cabe destacar que los malos hábitos de vida se consideran importantes factores
de riesgo para la aparición de ECV. El tabaquismo, el alcoholismo y el sedentarismo merecen
destacar por ser características modificables mediante acciones de salud que promuevan la
calidad de vida de la persona anciana.
Por tanto, acciones de prevención de la ECV y promoción de la salud deben considerarse
prioritarias, en especial respecto a la atención prima ria de salud y al contexto social del
anciano, una vez que esas afecciones se presentan principalmente en la población anciana
menos favorecida socioeconómicamente.
La literatura especializada señala desigualdades sociodemográficas en la salud, al mostrar
diferencias en cuanto a la aparición de factores de riesgo modificables para las ECV entre
grupos sociales y clínicos distintos. De esa forma, se destaca la importancia de comprender la
asociación existente entre los factores sociodemográficos, clínicos y los hábitos de vida del
anciano relacionados con el riesgo de ECV, para dirigir las acciones de salud a la realidad de
esos pacientes y la promoción de la salud cardiovascular.
De este modo, el presente estudio tiene como objetivo analizar la asociación entre los hábitos de
vida relacionados con el riesgo de ECV y los factores sociodemográficos y clínicos en ancianos.
Las enfermedades cardiovasculares más frecuentes en personas mayores son:
Cardiopatía coronaria: actualmente es la principal causa de pérdida funcional en hombres y se
trata de una enfermedad que afecta a los vasos sanguíneos del corazón, haciendo que no reciba
la suficiente cantidad de sangre para su funcionamiento. Dentro de esta enfermedad, las
complicaciones más frecuentes son el infarto agudo de miocardio y la angina de pecho.
Enfermedad cerebrovascular: las venas y arterias que irrigan el cerebro se ven afectadas
impidiendo que la sangre circule correctamente. Afecta en mayor medida a mujeres, sobre todo
durante la tercera edad. Entre sus efectos se encuentran el ictus y problemas de vista o
coordinación de movimientos.
Bibliografía
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Gerokomos.
De Martinis M, S. M. (2017). Allergy and Aging: An Old/New Emerging Health Issue. . Estados
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Jacob KD, N. H. (2013). Markers of oxidant stress that are clinically relevant in aging and age
Palloni A, M. M. (2007). Aging and health status of elderly in Latin America and the
Elsevier.
Wheeler HE, K. S. (2011). Genetics and genomics of human aging. . Estados Unidos: Philos
Z., K. (2010). Central control of food intake in aging. Mexico: Interdiscip Top Gerontol.
Exámen