Manual Juzgamientoo NEYRA FLORES
Manual Juzgamientoo NEYRA FLORES
Manual Juzgamientoo NEYRA FLORES
y Litigación Oral en el
Nuevo Modelo Procesal Penal
Preparado por:
José Antonio Neyra Flores
Magistratura
la
de Dr. JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES
En el presente capitulo se hará una breve reseñ a acerca de la configuració n del proceso penal segú n la regulació n vigen
Asimismo, se pondrá suscintamente en evidencia las carencias con las que cuenta el actual juicio oral que hacen de é ste
En el Proceso Penal vigente, diferenciamos diversos tipos de procedimiento en- tre los
Con ello queda claro, que el Procedimiento Sumario no estuvo regulado primi-
geniamente por el legislador del ‘40 porque su principal redactor –Carlos Zavala
Loayza– en la exposición de motivos señaló que una de las motivaciones de ese código
era quitarle la facultad de fallo a los jueces instructores, estableciendo que el Juicio
Oral era consustancial al proceso1.
1
En ese sentido, en la Exposició n de Motivos del Có digo de Procedimientos Penales, se señ ala que “... En
materia criminal es más trascendental y necesaria la cesura del proceso y la distinció n y la distinció n de
los funcionarios a quienes se da intervenció n en cada una de las etapas. El instructor no puede no debe ser
magistrado pasivo e imparcial que se requiere para el juzgamiento, porque de colocarlo en esa situació n peli-
graría la obra que estuviera a su cargo. Su labor investigatoria debe distinguirse de contrario por una efectiva
espontaneidad e iniciativa en la persecució n, como representante de la sociedad y de la parte agraviada...”. En:
GUZMÁ N FERRER, Fernando. Có digo de Procedimientos Penales. 7ma Ed. No Oficial. Legislació n Peruana.
1977. pp. 09-10.
19
Sin embargo, en 1969 a pesar de que el legislador del ‘40 dejó clara la idea que el juez
que investigaba no podía fallar, e inspirada en la sobrecarga procesal existente en los
Tribunales Correccionales debido a la gran cantidad de delitos de poca monta, que
tenían que ser resueltos en esa sede, emite el Decreto- Ley N° 17110.
Estableciendo con el referido Decreto Ley que, en determinados delitos taxati- vamente
enumerados, el mismo Juez que investigaba, tendría facultad de fallo suprimiendo con
ello la etapa del Juicio Oral. Aún así, hay algo que resaltar de este tipo de
procedimiento, y ello esta referido a que en el Art. 9 se establecía que contra la
sentencia dictada por el juez de instrucción procedía recurso de apelación y que ello
daría paso a la realización de una audiencia con las carac- terísticas de un
procedimiento ordinario.
Con la dación de este decreto ley, se abre paso a un régimen de excepción, que iría
restringiendo progresivamente la realización del juicio oral en determinados delitos
hasta llegar a una sumarización de los procedimientos en la totalidad de delitos, lo que
inicialmente se constituyó como una excepción, posteriormente la encontraríamos
como la regla.
Así tenemos que a partir de 1981 se empieza a desdibujar el panorama del proceso
penal peruano, ampliando cada vez más el ámbito de aplicación del procedimiento
sumario, con la derogación del Decreto Ley 17110, sustituyéndo- lo por el Decreto
Legislativo 124, que ya no establecía en ningún artículo y bajo ninguna circunstancia la
posibilidad de que un caso tramitado en la vía sumaria se ventilara en el procedimiento
ordinario.
El siguiente paso para la sumarización del proceso penal se da en 1996, fecha en que se
publica la Ley N° 26689, que enumera de manera taxativa los proce- sos sujetos a la
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Pero aún en el caso del procedimiento ordinario, en el que aún se mantiene la etapa de
juzgamiento, ésta deviene en ser una etapa meramente simbólica del proceso penal,
convirtiendose virtualmente en una etapa formal que tampoco
20
asegura los estándares mínimos de procedimiento para que este merezca el adjetivo de
debido.
Si entendemos el juicio oral como la etapa principal del proceso penal y como la única
etapa en la cual se puede dar la producción de la prueba que puede fundar una sentencia
de culpabilidad, éste debe realizarse en cumplimiento de los principios de
contradicción, publicidad, imparcialidad del juzgador, teniendo como vehículo de
comunicación la palabra hablada, instrumento denominado “ORALIDAD”.
Así tendremos un Juicio Oral que se desenvolverá como un triangulo equidis- tante: a
la cabeza –como tercero imparcial– tendremos al Juzgador y debajo de éste, al Fiscal
sosteniendo la tesis de culpabilidad del acusado y frente a éste al acusado con su
abogado defensor, que replicará el ataque del Ministerio Público.
En ese sentido, compartimos las aseveraciones realizadas por BINDER en tor- no a esta
etapa procesal, cuando señala que el Juicio Oral es “un acto realizado por un juez que
Dentro de la concepción de juicio oral que nosotros manejamos, se hace la in- eludible
diferenciación entre la actividad realizada en la etapa de instrucción y la actividad
realizada en el Juicio Oral. Por ello, se debe entender que la actividad realizada en la
etapa de instrucción solo tiene el carácter de ser PREPARATO- RIA, porque la
instrucción es una institución orientada a la preparación del Juicio Oral, su función
consiste en hallar los elementos necesarios que le permitan al Fiscal formular acusación
y que se abra la siguiente etapa. Por lo tanto los actos allí realizados no deben constituir
ACTOS DE PRUEBA, sino solo ACTOS DE INVESTIGACIÓN.
2
BINDER, Alberto Política Criminal de la Formulació n a la Praxis. Ad-Hoc. Buenos Aires. 1997. p. 218.
21
Sin embargo, en la actualidad el CdePP de 1940 en su Art. 280 nos señala que al
momento de valorar las pruebas, el juzgador no solo tendrá que apreciar las pruebas
ofrecidas en la Audiencia, sino también las actuaciones de la etapa de instrucción al
momento de sentenciar. De esta manera, el legislador le otorga la misma fuerza
probatoria a actuaciones que se han obtenido con diferentes niveles de garantías. Los
actos de investigación no tienen el mismo nivel de ga- rantías que los actos de prueba,
porque no se realiza bajo los principios de pu- blicidad, inmediación, contradicción ni
utilizando el instrumento de la oralidad.
Otra muestra más de lo “simbólica” que es la etapa de juicio oral, la constituyen las
facultades de investigación de oficio y la posibilidad amplia no solo de di- rección sino
de participación activa con las que cuentan los Vocales durante la realización del juicio
oral.
Así tenemos, por ejemplo, que al Tribunal se le atribuye las funciones de exa- men del
acusado e interrogatorio de los testigos y peritos, siendo ellos quienes examinan en
primer término en el caso del acusado y en segundo término en el caso de testigos. De
este modo, los Vocales Superiores, dejan de lado la impar- cialidad consustancial a su
función y se sustituyen a la actuación que deberían tener las partes. Esto lo
encontramos regulado en los artículos 247 y 251 del CdePP de 1940.
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Asimismo, una característica más de la cultura inquisitiva que vive nuestro pro- ceso
penal, se manifiesta en el hecho que se le permite a los Vocales Superio- res, actuar
prueba de oficio. Regulado en el artículo 240 del CdePP de 1940, en donde si el
tribunal lo cree conveniente se puede presentar objetos que tengan relación con el
delito.
Las razones esgrimidas, de modo puramente ejemplificativo, nos sirven para concluir
que en la actualidad el Juicio Oral –solo regulado para el 10% de deli- tos– resulta ser
meramente simbólico, porque no esta en consonancia con las concepciones de un
proceso penal respetuoso de las garantías individuales es- grimidas en el contexto de un
Estado Democrático de Derecho.
22
PREGUNTAS GUÍAS
2. ¿Cuáles son las modificaciones que se realizaron para que la inicial estruc- tura del
proceso penal variara de manera radical?
4. ¿Cuáles son las características que hacen del Juicio Oral una etapa mera- mente
simbólica?
23
EL SISTEMA ACUSATORIO
A lo largo de la historia se han dado tres sistemas procesales: Acusatorio, Inquisitivo y Mixto, los cuales han determin
Una comprensió n adecuada del sistema en el cual se desenvuelven las instituciones estudiadas, nos ilustrará n acerca d
Para entender el sistema acusatorio debemos tener en cuenta, aunque sea muy
someramente, su origen histórico y respecto de ello podemos decir que es el primero en
aparecer en la historia3. Nace en Grecia, de donde se extendió a Roma y sus orígenes se
vinculan con una concepción Democrática, tan es así que fue adoptado por los antiguos
regímenes democráticos y republicanos y prevaleció hasta el siglo XIII, cuando fue
sustituido por el sistema inquisitivo. La denominación de Sistema Acusatorio toma ese
nombre porque en él ubicamos de manera latente el Principio Acusatorio.
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Del mismo modo también se establece que debe haber igualdad de armas antes y
durante todo el proceso, pues el derecho de defensa que tiene el imputado
3
Cf. GRILLO LONGORIA, José Antonio. Lecciones de Derecho Procesal Penal. Ediciones Pueblo y Educa-
ció n. La Habana, 1973. p. 4.
24
es una derivación del principio de presunción de inocencia e in dubio pro reo
reconocido como un derecho fundamental; otra exigencia es que el imputado no tiene el
deber de ofrecer prueba en su contra sino que la carga de la prueba le corresponde al
Fiscal como titular de la acción penal; así mismo también otra exigencia fundamental es
que sin acusación no hay posibilidad de llevar a cabo juzgamiento alguno sobre la base
del principio “nemo iudex sine actore” es decir sin acusación externa no puede
iniciarse un proceso.
Otra de las exigencias en este sistema es la evidente correlación que debe exis- tir entre
acusación y sentencia y solo cuando el fiscal o el querellante pida la ampliación de
acusación al Juez, el órgano jurisdiccional podrá sancionar al imputado por hechos no
contemplados en la acusación inicial pues la acusación debe contener todos los puntos o
delitos que se atribuyen al imputado para no sorprender a la defensa y se respete el
derecho de defensa que tiene el imputa- do y limitar su competencia fáctica a los
hechos objeto del proceso.
25
- El proceso se desarrolla conforme a los principios de contradicción e igual- dad,
permaneciendo el acusado en libertad
En los últimos tiempos, la mayor parte de los principios y reglas conformadoras del
órgano jurisdiccional y del proceso penal han pretendido centrarse en el prin- cipio
acusatorio que establece un juicio oral publico y contradictorio como etapa central del
procedimiento.
Así, Montero Aroca señala que la distinción juez instructor y juez decidor se deriva de
la incompatibilidad de funciones y no guarda relación alguna con la pretendida
imparcialidad objetiva del juez5, así pues el que el juez haya instruido no supone que el
mismo tenga interés en que la sentencia se dicte en un deter- minado sentido, el instruir
no afecta la parcialidad sino que comporta la realiza- ción de dos actividades
incompatibles atendiendo a la forma regular del proceso es decir en la práctica misma.
Otra de las reglas es que el juez no puede acusar, la distinción entre parte acusadora y
juez no es algo propio de una clase proceso sino que atiende a la esencia misma del
proceso y esto se manifiesta en que no puede haber proceso si no hay acusación y esta
ha de ser formulada por persona distinta de quien va a juzgar. En ese sentido, Montero
Aroca señala que no puede confundirse esta regla de que no hay proceso sin acusación,
con el que no puede haber condena sin acusación pues son cosas diferentes, pues aun
cuando el juez en el proce- so se percate de la existencia de otros delitos no los podrá
condenar y solo se podrá basar en el objeto del proceso, pues no puede condenarse ni
por hechos distintos de los acusados ni a persona distintas de los acusados.
Los Estados que reconocen a sus ciudadanos la titularidad de derechos funda- mentales
y, lo que es aun más importante, el ejercicio de estos derechos, tienen
5
MONTERO AROCA Juan. Derecho Jurisdiccional II. Procesal Penal. 8va edició n. Tirant lo Blanch. Barce-
lona, 1999. p. 22.
26
con seguridad instituciones sólidas y democráticas vibrantes que resguarden el
cumplimiento de estos.
Así pues, la prevalencia de un Sistema Acusatorio en un Juicio Oral según BIN- DER6
representa que el Juicio sea la etapa mas importante y plena del proceso penal pues
todo el sistema procesal en su conjunto no es ajeno al Juicio oral sino está encaminado
a ello, por ello la idea y la organización de un Juicio con- tradictorio seria inconcebible
sin la vigencia de un principio acusatorio y de un Estado de Derecho.
El proceso penal debe tener como faro orientador el respeto por la dignidad humana y
los derechos fundamentales, que se llevará a cabo bajo el respeto de un principio
acusatorio que sigue una concepción democrática y que significa en lo esencial que
son personas distintas quien acusa –sea un órgano oficial o un particular, ofendido o
no por el delito que debe promover y atender una acusación contra otra– y el juzgador,
aquel obligado a pronunciarse sobre la acusación, pero limitándose a los hechos
esenciales que constituyen el objeto del proceso con imposibilidad de alterarlos.
6
BINDER, Alberto. Iniciació n del Proceso Penal Acusatorio. Para Auxiliares Jurisdiccionales. Editorial Alter-
nativas. Buenos Aires, 1999. p. 32.
27
en ese sentido se encuentra también plasmada la unidad y exclusividad de la función
jurisdiccional en el Art. 139 inciso 1 de la Constitución Política del Perú.
Así también en el Art. VII sobre la vigencia e interpretación de la ley procesal pe- nal,
también se recoge en la Constitución en el Art. 103 “Ninguna ley tiene fuerza ni efecto
retroactivo, salvo en materia penal cuando favorece al reo”.
De esta manera también el derecho de defensa que ha sido recogido por el Art. IX del
T.P del NCPP 2004 Artículo IX establece que: “Toda persona tiene derecho inviolable e
irrestricto a que se le informe de sus derechos, a que se le comuni- que de inmediato y
detalladamente la imputación formulada en su contra, y a ser asistida por un Abogado
Defensor de su elección o, en su caso, por un abogado de oficio, desde que es citada o
detenida por la autoridad. También tiene derecho a que se le conceda un tiempo
razonable para que prepare su defensa; a ejercer su autodefensa material; a intervenir, en
plena igualdad, en la actividad proba- toria; y, en las condiciones previstas por la Ley, a
utilizar los medios de prueba pertinentes. El ejercicio del derecho de defensa se extiende
a todo estado y grado del procedimiento, en la forma y oportunidad que la ley señala.
Así también el inciso 2 establece que: “Nadie puede ser obligado o inducido a declarar
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28
damenta en el principio de limitación del poder que tiene y debe informar a un Estado
Democrático de Derecho, cuyo limite son los derechos fundamentales reconocidos en
la constitución y en los instrumentos internacionales de dere- chos humanos que son
incorporados al derecho interno.
Entre los rasgos más esenciales del Sistema Acusatorio Adversarial que en- contramos
en el NCPP 2004 específicamente en el titulo preliminar están la gratuidad de la
administración de la justicia penal; la garantía del juicio previo del cual derivan los
principios de oralidad, publicidad, contradicción, doble instancia, igualdad procesal,
presunción de inocencia, interdicción de la persecución penal múltiple; la inviolabilidad
de la defensa, la legitimidad de la prueba y la legalidad de las medidas limitativas de
derechos.
Así también se establece para todos los delitos, sin excepción, un proceso co- mún y se
elimina el inconstitucional procedimiento sumario que es sumamente inquisitivo y que
lejos de nacer como una excepción se convirtió en una regla aplicable a casi el 90% de
los tipos penales.
Centrándonos en el tratamiento que hace el NCPP 2004 del juicio oral o fase de
juzgamiento, notamos que establece claramente cuáles son los principios aplicables en
esta etapa pero estableciendo antes que esta es la etapa principal del proceso y debe
realizarse sobre la base de una acusación realizada por el órgano competente, que se
debe llevar a cabo con todas las garantías procesa- les reconocidas por la Constitución
y los Tratados de Derecho Internacional de Derechos Humanos aprobados y ratificados
por el Perú.
De esta manera también se establece como garantía de control popular que el juicio se
desarrolle en forma pública lo cual representa una clave esencial del control popular y
de la participación ciudadana en los procesos penales; esto trae a referencia la frase
celebre de Mirabeau7 que dice: “Dadme como juez si queréis al peor de mis enemigos
con la condición de que todas las actuaciones que deba cumplir tengan que cumplirse
en publico.” Así pues la presión que ejerce el público sobre el juez al momento del
juicio, especialmente en jueces
7
HONORE Gabriel Riquete, CONDE DE MIRABEAU (1749-1791) fue el má ximo Orador de la Revolució n
Francesa (1789-1793) y ardiente defensor del Sistema Acusatorio y del Juicio Oral.
29
profesionales o permanentes que quieren mantener su cargo, es tal que no se llegaría a
este control si los juicios se realizaran a puertas cerradas.
Sin embargo el juzgador mediante auto especialmente motivado podrá resolver, aún de
oficio, que el acto oral se realice total o parcialmente en privado, en los casos
expresamente establecidos como que se afecte directamente el pudor, la vida privada o
la integridad física de alguno de los participantes en el juicio, o se afecte gravemente el
orden público, la seguridad nacional o los intereses de la justicia (Art. 357).
Así mismo también establece que el juicio se debe realizar con la presencia
ininterrumpida de los jueces, del fiscal y de las demás partes en caso contrario establece
soluciones en caso de que estos se ausenten; así, si el acusado no concurre a la
audiencia será conducido compulsivamente al juicio; y cuando el defensor del
acusado, injustificadamente, se ausente de la audiencia o no concurra a dos sesiones
consecutivas o a tres audiencias no consecutivas se dispondrá la intervención de un
abogado defensor de oficio, y al ausente se le excluirá de la defensa y el abogado
defensor de oficio continuará en la defensa hasta que el acusado nombre otro defensor;
cuando el Fiscal, injustificadamen- te, se ausente de la audiencia o no concurra a dos
sesiones consecutivas o a tres sesiones no consecutivas, se le excluirá del juicio y se
requerirá al Fiscal jerárquicamente superior en grado que designe a su reemplazo.
30
El Juez, después de haber instruido de sus derechos al acusado, le preguntará si admite
ser autor o partícipe del delito materia de acusación y responsable de la reparación
civil. Si el acusado, previa consulta con su abogado defensor, responde
afirmativamente, el Juez declarará la conclusión del juicio; y en caso acepte los hechos
objeto de acusación del Fiscal pero se mantiene un cuestio- namiento sobre la pena y/o
la reparación civil, el Juez previo traslado a todas las partes, establecerá debate solo
sobre ese extremo.
Esto debido a que en el proceso penal acusatorio, los resultados de las dili- gencias de
investigación realizadas durante la fase preparatoria no constituyen prueba para
condenar, ni pueden ser valoradas directamente en la sentencia de- finitiva, pero esto no
quiere decir que los resultados de las diligencias y los actos de investigación carezcan
de valor sino que estos tienen como fin sustentar la acusación que dará paso al juicio
oral.
1. ¿Cuál es el sistema adoptado por el NCPP 2004 y cuáles son los cambios
significativos que se han dado en la etapa de juzgamiento?
2. ¿Cuáles son los principios procesales recogidos en la Constitución Política del
Perú de 1993?
3. ¿Cuáles son las exigencias fundamentales para la vigencia de un principio
acusatorio?
4. ¿Cuáles son los principios básicos que deben regir en la etapa de juzgamien- to
según el NCPP 2004?
31
EL JUICIO ORAL EN
EL NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL
La reforma del proceso penal, trae como consecuencia diferentes variantes que se manifiestan sobre todo en la revalor
En el presente capitulo tendremos oportunidad de analizar, como inciden los principios del juicio oral en la configurac
En palabras de Baytelman, los principios del juicio oral son concebidos como “un
conjunto de ideas fuerza o políticas que se deben de tener en cuenta para el juzgamiento
de una persona8. En efecto, los principios son reglas fundamentales o conjunto
indicadores, que garantizan el correcto manejo y desarrollo durante el inicio y
culminación del enjuiciamiento.
Dentro de los principios orientadores del Juicio oral en el nuevo proceso penal, tenemos
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a los siguientes:
Este principio nos informa que no debe mediar nadie entre el juez y la percepción
directa de la prueba. Para que la información sea creíble se debe asumir este principio,
que trae como consecuencia que la instrucción tiene solo el carácter de ser una etapa
preparatoria y en ningún sentido, se le otorga valor probatorio alguno a las diligencias
practicadas en ésta. Para la realización de este princi- pio debemos contar con el
instrumento de la oralidad porque la concentración propicia la mediación. Asimismo, es
necesario para cumplir con la garantía de la inmediación, establecer la realización de
una sola audiencia y con la presencia física interrumpida de los juzgadores, quienes
evaluarán la prueba producida en su presencia.
8
BAYTELMAN, André s. “Juicio Oral” En: Conferencia Magistral: “Desafíos de la Reforma Procesal Penal en
el contexto Latinoamericano ”. Academia de la Magistratura y Ministerio Pú blico. Lima, 2003. p. 4.
32
Por, ello coincidimos con lo afirmado por Baytelman, cuando señala que “para que la
información sea confiable –para que satisfaga un mínimo control de cali- dad- debe ser
percibida directamente por los jueces. Esto es a lo que llamamos principio de
inmediación: la idea de que nadie medie entre el juez y la percepción directa de la
prueba, por ejemplo el testigo que está declarando. Si el juez no oye directamente la
declaración del testigo sino que la lee en un acta, entonces sim- plemente no está en
condiciones –por capaz que sea– de realizar un verdadero juicio de credibilidad
respecto de lo que el testigo ha dicho. La información que esa acta contiene –la
información del testigo recogida en el acta– es información de bajísima calidad”, y es
que a falta de inmediación, siempre vamos a encon- trarnos antes información que no
es confiable –en términos de Baytelman– y por lo tanto, no se puede fundar
validamente una sentencia condenatoria.
En concordancia con nuestro sentir, Maier nos dice que la correcta concepción del
principio de inmediación radica en el respeto del enfrentamiento de intereses entre las
partes. En ese sentido, afirma que “la forma de la inmediación es res- petar el
enfrentamiento de intereses que se produce en todo juicio, ya sea en un juicio de
derecho privado como también en un juicio de derecho publico. La ley legitima a
ciertas personas como representantes de ciertos intereses o bienes de los que son
portadores, y estas personas son las que comparecen al juicio, a expresar cada una su
verdad, y contraponerla entre ellas en forma dialéctica”9.
9
MAIER, Julio. “Las Notas Esenciales de la Oralidad en materia Penal”. En: Congreso Internacional de
Oralidad en materia Penal. La Plata, 1995. p. 120.
33
En efecto, un juicio oral debe realizarse en una sola sesión de audiencia y en su defecto,
ya sea por la complejidad del asunto, deberá iniciarse y continuarse en forma
consecutiva hasta la expedición de la sentencia como lo señala el NCPP 2004 en su Art.
36010 con la finalidad de no afectar tal garantía, con las mini-sesiones de diversas
causas en un solo día, con un criterio equivocado de celeridad en el proceso, causando
la dilación en estas mini-sesiones con varios días de distancias entre una y otra, que
afectan al contacto directo del juzgador con la producción de prueba en el juzgamiento.
En ese sentido se pronuncia Baytelman, cuando nos dice que “lo que interesa destacar
aquí es que si los jueces no perciben directamente la información en- tonces no pueden
estar seguros de que ella sea seria y creíble y, por lo mismo, van a estar expuestos a
equivocarse al utilizar información de baja calidad. Toda excepción al principio de
inmediación, entonces, debería ser vista con recelo y con sospechas por parte de los
jueces, quienes deben en consecuencia hacer interpretaciones restrictivas y exigentes
respecto de ellas”11.
Este principio permite que las partes puedan intervenir con una igualdad de fuerzas
dentro del juzgamiento y realicen libremente todo lo posible para des- virtuar o
controvertir el caso de la contra parte. Es la derivación de la garantía constitucional de
la inviolabilidad del derecho de defensa establecido en el Art.
139. 14 de la Constitución Política del Perú.
Esta garantía se manifiesta en la igualdad de armas que debe existir entre las
acusaciones del fiscal y la defensa del imputado. Y que la contradicción o el de- recho a
contradecir del imputado sea durante todo el proceso y en mayor medi- da dentro del
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desarrollo del juicio oral. Porque si pudiéramos resumir el derecho de defensa solo
diríamos que debe existir “igualdad de condiciones”.
Respecto al derecho de defensa, Binder indica que éste cumple “un papel par- ticular:
por una parte, actúa en forma conjunta con las demás garantías; por la otra, es la
garantía que torna operativas a todas las demás. Por ello, el derecho de defensa no
puede ser puesto en el mismo plano que las otras garantías procesales. La inviolabilidad
del derecho de defensa es la garantía fundamental con la que cuenta el ciudadano,
porque es el único que permite que las demás garantías tengan vigencia concreta dentro
del proceso penal”12.
10
Art. 360: “instalada la audiencia, esta seguirá en sesiones continuas e ininterrumpidas hasta su
conclusió n. Si no fuere posible realizar el debate en un solo día, este continuará durante los días
consecutivos que fueran necesarios hasta su conclusió n”.
11
BAYTELMAN, André s. Ob. Cit. p.7.
12
BINDER, Alberto. Introducció n al Derecho Procesal Penal. Editorial Ad-Hoc. Buenos Aires, 1993. p 151.
34
Como respaldo a esta afirmación tenemos los Convenios y Tratados sobre De- rechos
Humanos que lo comprenden, como son:
Por tanto a los jueces les debe interesar que la contraparte realice cabalmente su rol,
para resolver con las mejores garantías el caso concreto. Pues es infor- mación obtenida
de primera calidad, bajo el principio de contradicción.
Este es el principio que nos lleva a una bilateralidad, a una lucha en igualdad de armas.
Y presupone una defensa tanto material como técnica. La primera: se da cuando es el
propio procesado quien tiene la posibilidad efectiva de defenderse sobre las
imputaciones en su contra. La segunda: cuando tiene la posibilidad de
35
elegir un defensor (abogado) y, en caso de deficiencia económica el Estado le otorgará
un defensor de oficio.
1.3. ORALIDAD
Este viene a ser un instrumento principal, que produce la comunicación oral en- tre las
partes. Ya sea como emisor o receptor. La eficacia de este principio radica en que la
comunicación es oral y no escrita, por tanto, no solamente escucha- mos el mensaje o la
información en vivo y en directo, sino también, apreciamos necesariamente la
comunicación corporal a través de los gestos, los ademanes y el nerviosismo que puede
mostrar la persona al hablar.
En ese sentido se pronuncia el Art. 361 del NCPP 2004 establece que “la au- diencia se
realiza oralmente, pero se documenta en acta (...) toda petición o cuestión propuesta en
audiencia será argumentada oralmente, al igual que la recepción de las pruebas y, en
general, toda intervención de quienes participan en ella”.
Por lo tanto, la oralidad resulta ser el mejor medio o mecanismo para la practica de la
prueba, ya que a través de la misma se expresan tanto las partes, como los testigos y
peritos.
Se tiene que tener en cuenta que la oralidad no significa la mera lectura de es- critos,
declaraciones, actas y dictámenes, etc., que afectarían la inmediación y el
contradictorio. Por el contrario, la oralidad es la declaración sobre la base de la
memoria del imputado, víctima, testigos y peritos, que deben ser oídas direc- tamente
por las partes y los jueces.
adversarial de las partes. Las partes tendrán en cuenta esas mismas respuestas para la
elaboración de su estrategia.
13
BINDER, Alberto. Op. Cit. p. 99.
36
1.4. PRINCIPIO DE PUBLICIDAD
Este principio es la garantía más idónea para que un proceso se lleve a cabo acorde con
las Normas Internacionales de Derechos Humanos y Constitución Política del Estado
que velan por un debido proceso. Entendiéndose que el juz- gamiento debe llevarse a
cabo públicamente con trasparencia, facilitando que cualquier persona o colectivo
tengan conocimiento, cómo se realiza un juicio oral contra cualquier persona acusada
por un delito y controlen la posible arbi- trariedad de los jueces.
En síntesis, la publicidad nos da la garantía que los ciudadanos tengan un con- trol
sobre la justicia y que las sentencias sean el reflejo de una deliberación de las pruebas
surgidas dentro de un Juicio Oral. Por tanto; esta trasparencia que nos da la publicidad
permite el control del poder jurisdiccional (de decisión) y del poder acusatorio fiscal
(de requerimiento o persecutor del delito).
En la aplicación de este principio se debe tener en cuenta, el respeto a la digni- dad del
ser humano, ya que no se puede invocar una norma, que atente contra los derechos de
las personas.
37
2.2. PRINCIPIO DE LEGITIMIDAD
Se basa en la máxima de que todo se puede probar y por cualquier medio, es decir
el texto normativo solo nos establece medios probatorios de manera ejemplificativa, no
taxativa, ya que todos son admisibles para lograr la convic- ción judicial. Como todo
principio encuentra sus excepciones en los derechos fundamentales. Ej. interceptación
telefónica.
Implica la relación lógica entre el medio de prueba y el hecho que se ha de pro- bar. La
prueba es pertinente cuando el medio se refiera directamente al objeto del
procedimiento. Ej. la pericia de preexistencia de embarazo es pertinente para la
investigación del delito de aborto pero no para un delito tributario.
Se manifiesta cuando los medios de prueba son conducentes, tienen la poten- cialidad
de crear certeza judicial. Este principio está relacionado con el principio de utilidad.
Un medio de prueba será útil si es relevante para resolver un caso particular y concreto.
Su eficiencia se muestra luego de la valoración de la prueba. No es útil la
superabundancia de pruebas, por ejemplo: ofrecer muchos testigos que declaren sobre
un mismo hecho.
PREGUNTAS GUÍAS
38
TÉCNICAS DE LITIGACIÓN ORAL
El objetivo central de las partes que participan en el Juzgamiento, es establecer su caso, como el má s creíble, aquel que
1.1 Definición
La teoría del caso es el instrumento más importante, para organizar nuestro desempeño
en el Proceso Penal. La teoría del caso se define como la estrate- gia, plan o visión que
tiene cada parte sobre los hechos que va a probar.
Respecto a la teoría del caso Baytelman y Duce sostienen: “La teoría del caso es, por
El NCPP 2004 considera en el desarrollo del juicio oral la teoría del caso, en el Art.
371.2, estableciendo: “…el Fiscal expondrá resumidamente los hechos objeto de
acusación, la calificación jurídica y las pruebas que ofreció y fueron admitidas,
posteriormente en su orden, los abogados del actor civil y del tercero civil expondrán
concisamente sus pretensiones y las pruebas ofrecidas y admiti- das. Finalmente, el
defensor del acusado expondrá brevemente sus argumentos de defensa y las pruebas de
descargo ofrecidas y admitidas.
14
BAYTELMAN, André s y Mauricio DUCE. Litigació n Penal, Juicio Oral y Prueba. Ediciones Universidad
Diego Portales. Santiago, 2004. pp. 90-91.
39
En el transcurso del Juicio Oral debemos proveer al tribunal de un punto de vista
convincente (debemos tener en cuenta que nuestra contraparte lo hará), se debe aportar
los medios probatorios idóneos, con nuestra teoría del caso, ya que esa manera el
Tribunal no va a adquirir un punto de vista independiente (convicción judicial) y
muchas veces imprevisibles para nosotros.
Debemos tener en cuenta que toda la actividad que realicen las partes debe ser
funcional (se debe tener en cuenta en los exámenes directos, en los contraexa- menes y
en todos los actos que realicemos dentro de la Audiencia del Juicio Oral) con la teoría
del caso planteada, manejar mas de una teoría del caso es perjudicial para el objetivo
que se plantee, lo cual no implica la estática dentro del planteamiento, solo ser
coherentes con nuestro planteamiento.
b) Lógica. Se debe guardar coherencia lógica en cada proposición que se ma- neje, en
consonancia con las normas aplicables
e) Amena y realista.
La teoría del caso se elabora en forma de relato, es decir contamos con propo- siciones.
En el caso que se nos presenta debemos tener en cuenta: los hechos relevantes, el
derecho aplicable.
La ley se encuentra redactada de manera general, se debe identificar los hechos que
satisfagan esos datos generales (de la ley), en esa medida son relevantes para nuestro
caso (elementos objetivos y subjetivos de la tipicidad).
Las proposiciones se obtienen del hecho encuadrado en el tipo legal. Basándo- se en las
proposiciones obtenidas el litigante debe construir su relato.
40
2. ALEGATO DE APERTURA
e) Ayuda de audiovisuales. Entre más complejo sea el caso, hay más necesidad de
ayuda audiovisual.
No existe una única manera de presentar los alegatos, ello depende de las par-
ticularidades del caso, sin embargo consideramos el siguiente como un modelo más
general.
15
En ese sentido se pronuncia Baytelman: “El objeto de estos alegatos es otro: (hacié ndose referencia a que
en el alegato de apertura no se deben emitir conclusiones, respecto a la credibilidad de la prueba) presentar al
Tribunal la teoría del caso de cada parte y hacer una cierta promesa acerca de que hechos, en té rminos
gene- rales, quedaran acreditados a partir de la prueba” BAYTELMAN, André s y Mauricio DUCE. Juicio Oral.
En: Conferencia Magistral: ”Desafíos de la Reforma Procesal Penal en el contexto Latinoamericano”.
Academia de la Magistratura y Ministerio Pú blico. Lima, 2003. p. 18.
41
a. Introducción. Desde su inicio debe enviar un mensaje al juzgador, esta in-
troducción debe contener la información esencial Se debe comenzar con
consideraciones generales, para bajar a los detalles en el caso concreto, la
declaración inaugural llámese alegato de apertura debe iniciar con un pano- rama
general fáctico, es decir acerca de los hechos.
d. Conclusión. (Se debe concluir con una petición concreta de lo que será en
realidad el juicio).
3. EXAMEN DIRECTO16
El examen directo es el primer interrogatorio que se efectúa por la parte que ofreció al
testigo. El examen directo, es la mejor oportunidad que los litigantes tienen, para
establecer su caso y probarlo, brindándole al Tribunal, la versión del testigo. El juzgador
debe “escuchar al testigo”.
3.1. Objetivos
Academia de la Magistratura
La idea de preparación a los testigos suele ser incomoda en nuestro medio, ya que se
asocia al engaño, es decir se prepara a un testigo para que mienta en el Juicio (el testigo
cometa perjurio), para que actúe conforme ha sido instruido por el abogado. La
preparación del juicio es una práctica totalmente lícita y necesa- ria en un Sistema
Acusatorio Adversarial, en la medida que no existen testigos perfectos. El tener la
calidad de testigo en un Juicio Oral, es un asunto, neta-
16
Asumimos la posició n de Baytelman y Duce, con relació n a sustituir la palabra interrogatorio (que es la má s
comú n) por examen, ya que describe mejor el papel que desempeñ a el litigante con los testigos, en razó n que
no solo obtiene del testigo informació n por medio de preguntas, sino también introduciendo prueba material
(objetos, documentos y otros aná logos) En: BAYTELMAN, Andrés y Mauricio DUCE. Ob. Cit. p.101.
42
mente accidental, (a excepción de los peritos que son una especie de testigos), la gran
mayoría de ciudadanos, siente temor ante la idea de comparecer en una audiencia de
Juzgamiento a brindar su declaración.
Debemos tener en cuenta lo complicado que es afrontar un juicio oral, tal como nos lo
explica GOLDBERG: “...Por desgracia los juicios no son tan sencillos. Algunos
testigos mienten, algunos testigos veraces parecen estar mintiendo, algunos testigos
mentirosos parecen estar diciendo la verdad, algunos testigos olvidan, algunos testigos
no son escuchados, hay jurados que no escuchan, hay abogados que cometen errores,
testigos que también incurren en error, hay jueces que se equivocan”17.
El litigante debe hacerle entender al testigo el rol que desempeña en el Proceso, debe
entender que su declaración debe ser recibida por el Juzgador de manera clara, debe
hacer que el mensaje llegue.
Se trata de determinar en que orden declaran los testigos, lo cual es una cuestión de
estrategia. Existen diferentes criterios, lo cual dependerá de las necesidades del
caso: los testigos impactantes al principio y al final, el orden cronológico, o el orden
temático.
17
GOLDBERG H, Steven. Mi Primer Juicio Oral, ¿Dó nde me siento? ¿Y qué diré?. Título Original: The First
Trial. Where Do I Sit? What Do I Say? Traducció n de Aníbal Leal. Editorial Heliasta. Buenos Aires, 1994. p.
14.
18
QUIÑ ONES VARGAS, Hé ctor. Las técnicas de litigació n oral en el Proceso Salvadoreñ o. Consejo Nacional
de la Judicatura. San Salvador, 2003. p. 164 -172.
43
b. Orden de los testimonios
a. Acreditar al testigo.
Debemos tener en cuenta que el testigo es el protagonista del examen di- recto y no
Academia de la Magistratura
el abogado, el debe ser quien relate la historia, ya que el conoce los hechos de
manera inmediata. El objetivo especifico es que el Juzgador escuche a nuestro
testigo, la información con la cual el Juzgador decidirá el caso, es aquella que
emana de los testigos.
19
FONTANET MALDONADO, Julio E. Principios y Técnicas de la Prá ctica Forense. 2º Edició n. Jurídica
Editores. Chicago, 2002. p. 5.
44
Ejemplos: ¿qué hizo el 13 de Enero? ¿Qué sucedió después de que Ud. salió del
Bar Buenaventura?
La pregunta sugestiva puede ser identificada, ya que solo puede ser contes- tada de
manera afirmativa o negativa. La mejor manera de combatir estas preguntas es
haciendo preguntas abiertas, propician que el testigo sea el protagonista del
interrogatorio. Así mismo, debemos tener en cuenta, lo afir- mado por Romero
Coloma20: “La sugestividad de la pregunta depende no solamente de la forma en
que se haya hecho la pregunta, si no también del tono y la autoridad del
interrogador y del ambiente en que tiene lugar”.
20
ROMERO COLOMA, Aurelia María. Problemá tica de la prueba testifical en el Proceso Penal. Civitas Edi-
ciones. Madrid, 2000. p. 55.
45
3.5 ¿Cómo producir el testimonio?
- Escuchar al testigo. Debemos estar atentos a la contestación del testigo (si nosotros
no lo escuchamos menos el juzgador) a fin de resaltar los pun- tos importantes y
minimizar los aspectos negativos, aclarar lo confuso, entre otras situaciones que se
pueden presentar.
- Controlar el ritmo. Relacionado con la intensidad del directo. Darle mayor én- fasis
y tiempo a lo más resultante del relato del testigo, no se debe detener en partes
innecesarias. En las partes del relato que pueda ser perjudicial para nuestro testigo,
no debemos detenernos. Ej. Que acude a prostíbulos, que es alcohólico.
4. CONTRAEXAMEN
4.1 Definición
21
LEE BAILEY, F. Có mo se ganan los Juicios Orales. El abogado litigante. Titulo original: TO BE A TRIAL
LAWER. Traducido por José Hurtado Vega. Limusa Noriega Editores. Mé xico, D.F., 1995. p. 155.
22
GOLDBERG H, Steven. Ob. Cit. p. 14.
46
- Tachar la credibilidad, hacer que el testigo de la parte contraria sea desacre- ditado,
desacreditando el testimonio o la persona.
- Procurar que el testigo destaque las partes negativas del caso de la parte
contraria.
a. Cuándo es Útil
Fontanet24 nos dice que “en ocasiones el mejor contrainterrogatorio es no ha- cer
ninguna pregunta o a veces la mejor pregunta, es aquella que no se hace”. No
23
GOLDBERG H, Steven. Ob. Cit. . p.196.
24
FONTANET MALDONADO, Julio E. Ob. Cit. p. 137.
25
En el NCPP 2004, en el Art. 378 in. 4, las preguntas sugestivas está n prohibidas en el contraexamen, lo
cual nos parece un error, ya que es necesario este tipo de preguntas en el contraexamen para obtener
informació n de alta calidad y poder emitir una sentencia adecuada.
47
el contraexamen, el litigante que contraexamina es el protagonista, lo cual le
confiere control.
- Breve. Debemos recordar que el testigo está identificado con la parte con- traria, el
testigo es hostil a nuestra teoría del caso, debemos identificar pre- viamente las
áreas que nos favorecen, ser selectivos en las áreas que va a cubrir el contraexamen.
Partimos de la premisa que el abogado conoce a cabalidad el caso.
La brevedad del contraexamen depende del caso concreto, habrán opor- tunidades
donde el contraexamen tendrá que ser más exhaustivo y casos donde no.
- Escuchar al testigo. Para saber si el testigo contesto lo que nosotros esperá- bamos.
48
4.6. ¿Cómo cuestionar la credibilidad del testigo?
El testigo solo puede declarar sobre materias de las cuales tenga conocimiento personal.
Solo a los peritos se les permite emitir opiniones o inferencias sobre hechos o eventos.
El perito es un testigo excepcional que posee conocimiento especializado.
La declaración del perito que comparece al Juicio Oral y presta testimonio ante el
tribunal en forma directa a través del examen directo y el contra examen de las partes
no puede ser reemplazada, sustituida o complementada por decla- raciones previas
registradas en acta o por informe pericial escrito, salvo casos excepcionales, lo cual es
b) Estructura temática. Ya que los peritos no son testigos presenciales, la cro- nología
carece de relevancia en estos casos. El relato de los peritos será temático, es decir
girará en torno a las conclusiones a las que ha llegado y los procedimientos que usó
para ello llegar a esas conclusiones.
49
de su área de conocimiento, se le debe pedir que explique en términos
comunes.
Los objetivos serán los mismos: tachar su credibilidad, Rescatar aspectos positi- vos de
nuestro caso, obtener del testigo información favorable para nuestro caso y así probar
nuestras alegaciones. Las reglas del contraexamen a los peritos también son iguales que
para los testigos legos.
6. PRUEBA MATERIAL
6.1. Concepto
Para que estos medios probatorios puedan ser ingresados en la Audiencia de Juicio Oral
se requiere su acreditación, para ello se necesita:
a) Elegir un testigo idóneo para que reconozca el objeto. Puede que más de un testigo
acredite el objeto.
Academia de la Magistratura
Luego de realizar estas diligencias, puedo utilizar el objeto para los fines que el
litigante estime convenientes.
7. LAS OBJECIONES
En el contexto donde se asegure el juego justo deben existir limites para las actuaciones
de los sujetos que participan, en el proceso penal a estos limites, se le denominan
objeciones.
Objetar significa poner reparo a algún elemento o material de prueba que se pretenda
introducir en el proceso por alguna de las partes litigantes o por el juez. El objetar no es
una obligación es un derecho.
50
La objeción va dirigida al aspecto sustantivo de la prueba, no a la parte que pre- tende
hacerlo. Se le pueden objetar las actuaciones del juez. El objetar no debe ser
considerado como un acto personalista en contra de la parte adversa, nos debemos
dirigir siempre con respeto y firmeza: “objeción”.
Una prueba puede ser inadmisible por varios fundamentos igualmente validos y
meritorios.
51
- Necesidad. No se debe objetar todo lo que sea objetable 26, es decir cuando el acto
objetable de ser admitido, perjudique nuestro caso.
- Predictibilidad. Predecir las situaciones objetables.
8. ALEGATO DE CLAUSURA
El alegato final debe ser acorde con la teoría del caso, es la ultima oportunidad del
litigante de persuadir27 al juzgador, sin embargo debemos ser conscientes que el
Juzgador evaluará toda nuestra actuación en el Juzgamiento. (Alegato de apertura,
examen directo, contraexamen. etc.)
8.1. Recomendaciones
- Claro y directo, en el alegato final se emiten conclusiones acerca de la prue- ba
actuada en el Juicio oral, no es una oportunidad para apelar a los sen- timientos del
juez para que nos favorezca, ni para hacer una declaración de principios, entre
otros ejercicios argumentativos, que solo nos quitan la atención del juzgador.
- Coherencia lógica, ser coherente con nuestra teoría del caso. Es en cierto modo
parecido a la teoría del caso pero es más extenso, con la diferencia que ya se cuenta
con prueba necesaria para poder argumentar con propie- dad, hacer inferencias
necesarias fuera de esto.
Academia de la Magistratura
- Captar la atención del juzgador. Una forma de captar su atención es comen- zando
la argumentación con una pregunta o premisa impactante.
8. 2. Estructura
El caso en particular determinará el caso que se pretende hacer, no existe una forma
única para ello, todo dependerá del tipo de delito que se esté juzgando, el tipo de prueba
que se haya presentado y admitido en el juicio. Lo que importa es tener la información
y el material necesario para poder estructurarlo.
26
FONTANET MALDONADO, Julio E. Ob. Cit. p. 80.
27
GOLDBERG, respecto a la persuasió n afirma “La persuasió n exige que uno demuestre a los jurados que
a la luz de los hechos del caso, la idea que uno formula es la ú nica razonable y constituye el ú nico resultado
justo”. En: GOLDBERG H, Steven. Ob. Cit. p. 71.
52
Presentamos una manera básica de organizar nuestro alegato de clausura:
c) Análisis de la prueba incorporada durante el proceso, que apoye sus alega- ciones y
aquellas que desacredite las de la parte adversa.
d) Finalmente una discusión de las normas jurídicas aplicables al caso y como estas
favorecen al caso.
PREGUNTAS GUÍAS
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10. FUMERO PUGLIESSE Félix. Guía para capacitadores. Taller de capacitación para
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USAID, Lima, 2004.
11. GRILLO LONGORÍA, José Antonio. Lecciones de Derecho Procesal Penal. Edicio- nes
Pueblo y Educación. La Habana, 1973.
12. GOLDBERG H, Steven. Mi Primer Juicio Oral, ¿Dónde me siento? ¿Y qué diré?. Titulo
Original: The First Trial. Where Do I Sit? What Do I Say? Traducción de Aníbal Leal.
Editorial Heliasta. Buenos Aires, 1994.
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TO BE A TRIAL LAWER. Traducido por José Hurtado Vega. Limusa Noriega Editores.
México, D.F., 1995.
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16. SAN MARTIN CASTRO, César. Derecho Procesal Penal. II Volúmenes. 2da Ed. Gri- jley.
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17. JAUCHEN, Eduardo M. Derecho del Imputado. Rubinzal-Culzoni Editores. Buenos Aires,
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18. MAIER, Julio. Las Notas Esenciales de la Oralidad en materia Penal. En: “Congreso
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20. PEREZ SARMIENTO, Eric. Fundamentos del Sistema Acusatorio de Enjuiciamiento Penal.
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21. SAN MARTÍN CASTRO, César. Derecho Procesal Penal. 2da. ed. Actualizada y Au-
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22. QUIÑONES VARGAS, Héctor. Las técnicas de litigación oral en el Proceso Salvado- reño.
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Penal. Civitas Ediciones. Madrid, 2000.
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