Lazarillo 8
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«El Lazarillo de Tormes» redirige aquí. Para la película de 1959, véase El
Lazarillo de Tormes (película).
de Anónimo
Idioma Español
País España
Formato Impreso
Índice
1Primeras ediciones
2Autoría
3Género
4Temas
5Fuentes
6Valor y trascendencia
7Argumento
8Continuaciones
o 8.1Segunda parte de Lazarillo de Tormes (anónima)
o 8.2Segunda parte de la vida de Lazarillo de Tormes, de Juan de Luna
o 8.3Otros Lazarillos
9En el cine y la TV
10Véase también
11Referencias
12Bibliografía
13Enlaces externos
o 13.1Sobre el Lazarillo
o 13.2Ediciones
Primeras ediciones[editar]
Se conservan cuatro primeras ediciones distintas de la obra, las cuatro del
año 1554, impresas respectivamente en Burgos, Amberes, Alcalá de
Henares y Medina del Campo.2 Las más antiguas parecen ser las de Burgos y
Medina.
De la edición de Amberes se conservan siete ejemplares distintos, en tanto que
solo hay uno de cada una de las otras tres ediciones. El ejemplar más
recientemente descubierto es el de la edición de Medina del Campo, que
apareció en 1992 emparedado en una casa de la Plaza de Nuestra Señora de
Soterraño de la localidad pacense de Barcarrota.
No obstante, es muy probable que existiese una edición más antigua,
de 1553 o 1552, cuyo éxito generase las cuatro simultáneas ediciones
posteriores conservadas.
Ediciones príncipe de 1554 del Lazarillo de Tormes.
Alcalá, Salcedo.
Autoría[editar]
Históricamente se han postulado varios autores para el Lazarillo de Tormes. En
1605 el fraile José de Sigüenza de la Orden de San Jerónimo atribuyó la
autoría de esta obra al también jerónimo fray Juan de Ortega:3
Dicen que siendo estudiante en Salamanca, mancebo, como tenía un ingenio tan galán y fresco,
hizo aquel librillo que anda por ahí, llamado Lazarillo de Tormes, mostrando en un sujeto tan
humilde la propiedad de la lengua castellana y el decoro de las personas que introduce con tan
singular artificio y donaire, que merece ser leído de los que tienen buen gusto. El indicio desto fue
haberle hallado el borrador en la celda, de su propia mano escrito.
F. José de Sigüenza, Historia de la Orden de San Jerónimo
Género[editar]
Se trata de una novela de autoformación y picaresca, de estructura
aparentemente simple, pero en realidad muy compleja. Es epistolar en tanto se
trata de una carta destinada a «vuestra merced», tratamiento que implica
alguien con superior condición social, y está motivada por «el caso», hecho del
cual este ha oído hablar, y cuya versión personal pide a Lázaro, parte implicada
en él, le explique («escribe se le escriba y relate el caso muy por extenso»). Así
figura ser una especie de confesión y el personaje es un alto dignatario
eclesiástico, quizá el arzobispo de Toledo, que habría oído los extraños
rumores que circulan sobre la extraña conducta sexual del arcipreste de San
Salvador, como llegamos a saber al fin del libro, según los cuales este
arcipreste estaría amancebado con la mujer de Lázaro.
La originalidad del libro, sin embargo, trastoca cualquier molde y crea un
subgénero literario específico realista, la novela picaresca, mediante el recurso
a la parodia de narraciones caballerescas idealizantes del Renacimiento: a las
rimbombantes epopeyas de gestas guerreras y los libros de angélicos pastores
y cortesanos enamorados se opone una epopeya del hambre, que mira
solamente a cuanto hay por debajo del cuello de golilla y se preocupa
solamente de la subsistencia, en línea con la tradición realista de la literatura
española, revitalizada entonces por La Celestina y sus continuaciones.
Temas[editar]
La temática del Lazarillo de Tormes es moral: una crítica acerba, incluso una
denuncia, del falso sentido del honor («la negra que llaman honra») y de la
hipocresía. La dignidad humana sale muy malparada de la sombría visión que
ofrece el autor, nihilista y anticlerical. La vida es dura y, tal como aconseja el
ciego a Lázaro en la obra, «más da el duro que el desnudo»; cada cual busca
su aprovechamiento sin pensar en los otros, por lo que, como se dice al
principio de la obra, arrimándose a los buenos «se será uno de ellos»: esto es,
para ser virtuoso hay que fingir ser virtuoso, no serlo. Sin duda alguna, se trata
de la visión de un humanista desencantado, acaso judeoconverso y erasmiano,
[cita requerida]
a pesar de que Marcel Bataillon niega el influjo directo de Erasmo en
la obra.
Como consecuencia, resultó la inclusión de esta obra en el Índice de libros
prohibidos de la Inquisición, la cual permitió al cabo la circulación de una
versión expurgada de los pasajes anticlericales. El Lazarillo fue, además, una
obra muy traducida e imitada. Su influjo, profundo, marcó tanto la literatura
española que podría decirse que sin ella no habrían podido escribirse ni Don
Quijote de la Mancha ni la treintena de novelas picarescas españolas y
extranjeras que se han conservado.[cita requerida]
Fuentes[editar]
Miniatura del siglo XIV que muestra cómo un mozo de ciego le hurta a este el vino de un jarrillo
mediante una larga paja. En este chascarrillo folclórico podría haberse inspirado un pasaje
del Lazarillo:
Usaba poner cabe sí un jarrillo de vino, cuando comíamos, y yo muy de presto le asía y daba un par de besos
callados y tornábale a su lugar. Mas turóme poco, que en los tragos conocía la falta y, por reservar su vino a
salvo, nunca después desamparaba el jarro, antes lo tenía por el asa asido. Mas no había piedra imán que así
trajese a sí como yo con una paja larga de centeno que para aquel menester tenía hecha, la cual, metiéndola en
la boca del jarro, chupando el vino lo dejaba a buenas noches.
Lazarillo..., ed. cit. de F. Rico (199813), págs. 30-31.
Valor y trascendencia[editar]
El Lazarillo de Tormes es una obra artística de primer orden; lo es por su
originalidad, su valor humano, su trascendencia literaria y cultural, su estilo (el
castellano equilibrado, preciso y oral que preconizaba Juan de Valdés) y su
lenguaje: un castellano clásico modélico, flexible y expresivo, sutilmente
irónico, donde abundan las geminaciones y los isocola y donde no se
desprecian y se ponen al mismo nivel el castizo refrán y la cita culta. La
desproporción entre la materia y su elaboración por parte del autor se inclina
marcadamente en esta última, pero sin denotar, y en eso consiste uno de sus
méritos, el esfuerzo que debió suponer.
Gran parte del material e incluso de los personajes son de origen folclórico y
tradicional; hay cuentecillos y facecias tomados del rico acervo popular. La
obra, sin embargo, crea sus propios precedentes y contiene, asimismo, una
variada panoplia de técnicas narrativas: la suspensión, de la que hará un
inteligente uso Cervantes, como en el episodio del buldero; o
la gradatio narrativa en ascensión hacia el anticlímax, como en el caso del
ciego o el clérigo de Maqueda.28
El uso de la estructura anular, que acaba concluyendo con lo que se inicia,
hace de la novela una obra redonda; por otra parte es la primera novela
polifónica de la literatura española. El personaje de Lázaro evoluciona, no es
plano ni arquetípico: cambia y evoluciona, y va pasando de ser un ingenuo a un
cínico redomado, aprendiendo de las lecciones que le da la vida. Tan es así
que el final, lejos de ser positivo, sin embargo, es vivido por el personaje como
lo mejor que le podía haber pasado teniendo en cuenta toda la trayectoria vital
que le precede. La infidelidad de su mujer, por tanto, no es nada comparado
con las vejaciones que ya ha sufrido. Cada personaje plano, por otra parte, se
halla completamente individuado y caracterizado sin maniqueísmo: la crueldad
del ciego, que no es absoluta; el idealismo soñador y orgulloso del escudero
pobre, un personaje al parecer folclórico luego retomado por Cervantes; el
diálogo entre conciencias en el cual se atisba la humana comprensión que
después será patrimonio casi exclusivo de Cervantes, en el episodio del criado
y el escudero; o la avaricia, mezquindad e hipocresía del clérigo.
El valor psicológico y humano es patente en el tratado tercero, que se ha
querido ver como el anticipo de la novela polifónica moderna; por otra parte, el
Lazarillo bosqueja ya los rasgos fundamentales de un género de amplia
trascendencia española y europea, la novela picaresca, que se configurará
definitivamente con el Guzmán de Alfarache (1599) de Mateo Alemán, más
moralizado y pesimista todavía.
Argumento[editar]
Continuaciones[editar]
Segunda parte de Lazarillo de Tormes (anónima)[editar]
Publicada por primera vez en Amberes en 1555, sin nombre de autor. Nicolás
Antonio cita a Cardoso para atribuirla a un tal fray Manuel de Oporto. Tuvo
escasa acogida entre los lectores, ya que en vez de mantener la línea realista y
picaresca del libro original, convirtió la historia de Lázaro en una
fantasía alegórica lucianesca, en la que el protagonista se convierte en atún, se
casa con una atuna y tiene hijos tan peces como el padre y la madre,
sosteniendo en la Corte de los atunes todo tipo de guerras como jefe de los
mismos contra otros pescados. Posiblemente, el desconocido autor, que quizá
era un español establecido en Flandes, quiso aludir en estos episodios a
personajes y circunstancias de la vida española de la época, pero la sátira tuvo
poco éxito, y solamente se reimprimió en Milán en 1587 y 1615, junto con el
primer Lazarillo.
Esta segunda parte se divide en 18 capítulos:
Capítulo I. En que da cuenta Lázaro de la amistad que tuvo en Toledo con
unos tudescos, y lo que con ellos pasaba.
Capítulo II. Cómo Lázaro, por importunación de amigos, se fue a embarcar
para la guerra de Argel, y lo que allá le acaeció.
Capítulo III. Cómo Lázaro de Tormes hecho atún salió de la cueva, y cómo
le tomaron los centinelas de los atunes y lo llevaron ante el general.
Capítulo IV. Cómo, después de haber Lázaro con todos los atunes entrado
en la cueva, y no hallando a Lázaro sino a los vestidos, entraron tantos que
se pensaron ahogar, y el remedio que Lázaro dio.
Capítulo V. En que cuenta Lázaro el ruin pago que le dio el general de los
atunes por su servicio, y de su amistad con el capitán Licio.
Capítulo VI. En que cuenta Lázaro lo que al capitán Licio, su amigo, le
acaeció en la corte con el gran capitán.
Capítulo VII. Cómo, sabido por Lázaro la prisión de su amigo Licio, le lloró
mucho él y los demás, y lo que sobre ello se hizo.
Capítulo VIII. De cómo Lázaro y sus atunes, puestos en orden, van a la
corte con voluntad de libertar a Licio.
Capítulo IX. Que contiene cómo libró de la muerte a Licio, su amigo, y lo
que más por él hizo.
Capítulo X. Cómo recogiendo Lázaro todos los atunes, entraron en casa
del traidor don Paver y allí le mataron.
Capítulo XI. Cómo, pasado el alboroto del capitán Licio, Lázaro con sus
atunes entraron en su consejo para ver lo que harían, y cómo enviaron su
embajada al rey de los atunes.
Capítulo XII. Cómo la señora capitana volvió otra vez al rey, y de la buena
respuesta que trajo.
Capítulo XIII. Cómo Lázaro asentó con el rey, y cómo fue muy su privado.
Capítulo XIV. Cómo el rey y Licio determinaron de casar a Lázaro con la
linda Luna, y se hizo el casamiento.
Capítulo XV. Cómo andando Lázaro a caza en un bosque, perdido de los
suyos, halló la Verdad.
Capítulo XVI. Cómo, despedido Lázaro de la Verdad, yendo con las atunas
a desovar, fue tomado en las redes, y volvió a ser hombre.
Capítulo XVII. Que cuenta la conversión hecha en Sevilla, en un
cadahalso, de Lázaro atún.
Capítulo XVIII. Cómo Lázaro se vino a Salamanca, y la amistad y disputa
que tuvo con el rector, y cómo se hubo con los estudiantes.
Segunda parte de la vida de Lazarillo de Tormes, de Juan de
Luna[editar]
Esta obra, mucho más cercana que la anterior a la naturaleza realista del
primer Lazarillo de Tormes, fue publicada por primera vez en París en 1620. Su
autor, Juan de Luna, era un toledano protestante que vivió enseñando el idioma
en París y Londres, donde compuso y editó bastantes obras sobre esta
materia. Al leer la Segunda parte del Lazarillo se enfureció tanto que decidió
escribir otra mejor; lo cuenta en el prólogo de la suya: Segunda parte de la vida
de Lazarillo de Tormes (París, 1620), reimpresa en Zaragoza (pero París) en
1652 con variantes textuales, una de ellas, por ejemplo, no prometer ya una
tercera parte. La obra va a continuación de la obra original que le sirve de
inspiración y que Luna, su admirador, editó también. El autor justifica su obra
en la escasa calidad de la primera continuación, lo que le impulsó como
toledano y conocedor del ambiente de la obra a elaborar otra más digna y
realista:
La ocasión, amigo lector, de haber hecho imprimir la Segunda parte de Lazarillo de Tormes ha sido
por haberme venido a las manos un librillo que toca algo de su vida, sin rastro de verdad. La mayor
parte dél se emplea en contar cómo Lázaro cayó en la mar, donde se convirtió en un pescado
llamado atún, y vivió en ella muchos años, casándose con una atuna, de quien tuvo hijos tan peces
como el padre y madre. Cuenta también las guerras que los atunes hacían, siendo Lázaro el
capitán, y otros disparates tan ridículos como mentirosos y tan mal fundados como necios. Sin duda
que el que lo compuso quiso contar un sueño necio o una necedad soñada. Este libro, digo, ha sido
el primer motivo que me ha movido a sacar a la luz esta Segunda parte, al pie de la letra, sin quitar
ni añadir, como la vi escrita en unos cartapacios en el archivo de la jacarandina de Toledo, que se
conformaba con lo que había oído contar cien veces a mi abuela y tías, al fuego, las noches de
invierno y con lo que me destetó mi ama.
En el cine y la TV[editar]
La obra ha sido llevada a las pantallas en varias ocasiones, de entre las que
destacan la película de 1959 de César Fernández Ardavín, ganadora de
un Oso de Oro en el Festival de Berlín;31 la película de 2001 dirigida
por Fernando Fernán Gómez y José Luis García Sánchez, basada en el
monólogo teatral interpretado por Rafael Álvarez, El Brujo; la película de
dibujos animados de Juan Bautista Berasategi de 2013; y la mini-serie animada
de Pedro Alonso Pablos de 2015.32
Véase también[editar]
Literatura española del Renacimiento
Novela picaresca
Referencias[editar]
1. ↑ Saltar a:a b Garfield, Evelyn Picon; Schulman, Iván A. (1991). Las literaturas hispánicas:
España. Wayne State University Press. ISBN 0814318649. Consultado el 16 de febrero de
2018.
2. ↑ Anónimo (31 de agosto de 2011). Lazarillo de Tormes (Primera y segunda partes).
Linkgua digital. ISBN 9788496290686. Consultado el 16 de febrero de 2018.
3. ↑ F. José de Sigüenza, Historia de la Orden de San Jerónimo, II (Nueva Biblioteca de
Autores Españoles, XII), Madrid, 1909, pág. 145. Citado en Rico, «Introducción» a su ed.
de 1998, pág. 34.
4. ↑ El hispanista francés defendió la autoría de fray Juan de Ortega en Marcel Bataillon, El
sentido del «Lazarillo de Tormes», París, 1954, págs. 8-14 y en su edición francesa
del Lazarillo (París, 1958), págs. 14-16. Citado por la «Introducción» a la ed. de 1987 de F.
Rico (Madrid, Cátedra), págs. 34-35 y n. 9
5. ↑ «Val propone a Fray Juan de Ortega como autor del Lazarillo de Tormes» Archivado el 24
de marzo de 2010 en Wayback Machine., El Norte de Castilla, edición digital, 17 de
diciembre de 2008. [Consultado el 6-3-2010]
6. ↑ Mendoza, Diego Hurtado de (1847). La vida de Lazarillo de Tormes y sus fortunas y
adversidades. Baudry. Consultado el 16 de febrero de 2018.
7. ↑ «El Lazarillo no es anónimo», www.elcultural.es, 5 de marzo de 2010. [Consultado el 5-3-
2010].
8. ↑ A. Morel-Fatio, «Recherches sur Lazarillo de Tormes», Études sur l'Espagne, París,
1888, págs. 112-170. Citado en Rico (ed. lit. cit.), 1998, p. 38.
9. ↑ Manuel J. Asensio, «La intención religiosa del Lazarillo de Tormes y Juan de Valdés»,
en Hispanic Review, XXVII, 1959, págs. 78-102.
10. ↑ Rosa Navarro Durán postuló la autoría de Alfonso de Valdés en 2002 en dos artículos
aparecidos en la revista Ínsula («De cómo Lázaro de Tormes tal vez no escribió el prólogo
a su obra», n.os 661-662, enero-febrero de 2002, págs. 10-12; y «Sobre la fecha y el autor
de la Vida de Lazarillo de Tormes», número 666, junio de 2002, págs. 7-13) y en «Lazarillo
de Tormes» de Alfonso de Valdés, Salamanca, Seminario de Estudios Medievales y
Renacentistas, 2002. ISBN 84-932346-5-6. Véase también el resto de bibliografía citada de
Rosa Navarro Durán.
11. ↑ Mariano Calvo López, Lazarillo de Tormes, una novela en busca de autor (Ed. Almud,
Toledo, 2020)
12. ↑ «Mariano Calvo buscar al autor del Lazarillo...y lo encuentra». abc. 15 de septiembre de
2020. Consultado el 2 de marzo de 2021.
13. ↑ Saltar a:a b Aldo Ruffinatto (ed. lit.), «Introducción crítica» a su ed. de La vida de Lazarillo
de Tormes y de sus fortunas y adversidades, Madrid, Castalia (Clásicos Castalia), 2001,
págs. 7-87. ISBN 978-84-9740-000-8. Cfr. esp. págs. 31-32.
14. ↑ Julio Cejador y Frauca, La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades,
Madrid, Clásicos Castellanos (La Lectura), 1914.
15. ↑ Márquez Villanueva, Francisco, «Sebastián de Horozco y Lazarillo de Tormes»,
en Revista de Filología Española, XLI, 1957, págs. 253-339. Citado en Alborg, 1997, pág.
775.
16. ↑ Fonger de Haan, An Outline of the History of the «Novela Picaresca» in Spain, Nueva
York, 1903. Apud F. Rico, «Introducción» a la ed. cit., 19871, pág. 40. Allí Rico refiere
acerca de esta atribución:
17. ↑ Propuesta solo insinuada sin convicción por Arturo Marasso en «La elaboración
del Lazarillo de Tormes», Boletín de la Academia Argentina de Letras, n.º 36, 1941, págs.
597-616; y «Aspectos del Lazarillo de Tormes», La Nación, Buenos Aires, 7 de septiembre
de 1952; ambos artículos recogidos en Estudios de literatura castellana, Buenos Aires, 19