Clase 2
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Clase 2
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En la actualidad, en las ofertas de trabajo ya no sólo se hacen referencias a las aptitudes de los candidatos, sino
que también los entrevistadores se interesan por las actitudes que tienen estos. Las habilidades sociales que poseen los
trabajadores resultan de suma importancia en diversos puestos con cierta responsabilidad. En cuanto al trabajo del
docente su tarea combina varios saberes, ya que por un lado es imprescindible la posesión de conocimientos como
aptitud, pero, por otro lado, precisan de las habilidades necesarias para la transmisión de esos conocimientos. El medio
que se utiliza para llevarlo a cabo es la comunicación. Por muy brillante que sea el mensaje que el profesor quiera hacer
llegar a sus alumnos, si no consigue crear un ambiente en el que estos estén dispuestos a escuchar, no va a ser efectivo.
Es indiscutible que el profesor tendrá que esforzarse en que sus mensajes sean buenos, pero también deberá esforzarse
en la manera de hacerlo. La labor del profesor supone establecer constantemente relaciones interpersonales con otras
personas, como son, compañeros de trabajo, alumnos, y las familias de estos, entre otros, formando parte del día a día
del docente.
Existen todo tipo de relaciones que se forjan en el contexto educativo, y todas ellas se hacen por medio de la
comunicación. Las habilidades comunicativas del docente abarcan varios aspectos como el lenguaje oral, lenguaje
escrito, no verbal, ayuda tanto a transmitir como a interpretar el mensaje. Comunicar de una forma eficaz no consiste
solamente en utilizar un sistema lingüístico de manera correcta, sino que también hay que conocer los distintos
elementos de la comunicación y saber aplicarlos. Supone una gran ventaja para el docente tener habilidad comunicativa,
ya que favorece las relaciones con sus alumnos, permitiendo de esta manera crear un clima idóneo para que se
produzca el aprendizaje.
La contribución a que las actividades del centro se desarrollen en un clima de respeto, de tolerancia, de
participación y de libertad para fomentar en los alumnos los valores de la ciudadanía democrática.
La información periódica a las familias sobre el proceso de aprendizaje de sus hijos e hijas, así como la
orientación para su cooperación en el mismo.
La coordinación de las actividades docentes, de gestión y de dirección que les sean encomendadas.
La participación en la actividad general del centro.
La participación en los planes de evaluación que determinen las Administraciones educativas o los propios
centros.
La investigación, la experimentación y la mejora continua de los procesos de enseñanza correspondiente.
Aspectos de la comunicación del buen docente.
Se entiende por buen docente aquel que es competente y que su labor la realiza con eficacia. Este trabajo se
centra en los aspectos que intervienen en su comunicación. A continuación, se analizarán, las características que se
consideran más importantes:
La voz:
Es la principal herramienta utilizada por los docentes para realizar su trabajo, además de considerarse
un recurso metodológico. Cada voz tiene sus propias características como son timbre, entonación, ritmo,
velocidad…, pero ¿Cuál es la manera correcta de usarla para conseguir la atención de nuestros oyentes?
El tono (o altura musical de la voz): es el modo de decir las cosas. Un tono monótono y poco variado, puede
aburrir a los alumnos. Para evitar que esto ocurra, se aconseja combinar frases enunciativas, con exclamativas e
interrogativas, ya que esto nos ayudará a ir alternando la entonación. Jugar en las exposiciones con el tono
permitirá realzar aquello que es más importante.
Timbre (“la huella digital de la voz”): Aunque modificar el timbre es una tarea difícil, si es posible mejorarla. El
timbre grave transmite convicción y autoridad, mientras que un timbre agudo puede distraer a los oyentes
(Bernard, 2014).
Ritmo: es el número de palabras por emisión de voz. La importancia de controlar el ritmo radica en que por un
lado mejora la comprensión del mensaje y por otro beneficia al docente para humedecer su sistema fonatorio
(Borragán, A. y del Barrio, J.A, 2011:41).
Velocidad: Es recomendable en las explicaciones hablar a una velocidad de entre 150 a 180 palabras por minuto,
ya que hay que dar tiempo a los alumnos a que asimilen aquello que se está diciendo.
Clara e inteligible: el mensaje tiene que llegar de una forma nítida y sin dificultad a nuestros alumnos.
La actitud:
La comunicación del docente se verá fuertemente vinculada a la actitud que toma frente a su labor, frente a los
alumnos o frente a la materia que explica. A continuación, se describirán algunas actitudes del docente competente.
b. Conoce la labor que desempeña y entiende el valor que tiene para la sociedad:
d. Formación continua:
e. El docente reflexivo.