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África
África posee la presencia humana más antigua, por eso se considera como el lugar de
origen de la humanidad. La sociedad egipcia fue la primera gran civilización que se
desarrolló en este continente, a orillas del valle del río Nilo. Las invasiones romanas
permitieron conocer el relieve africano del Norte, pero los navegantes Vasco de Gama,
Fernando de Magallanes y Enrique Príncipe de Portugal, aportaron más información sobre
la forma y riquezas del continente. Por su extensión territorial, África es tres veces más
grande que el continente europeo; el paralelo cero o ecuador atraviesa el continente
africano por el centro, por lo que la mayor parte de su territorio se encuentra en área
tropical.
La superficie africana ocupa 30 271 000 km² y constituye el tercer continente, después de
Asia y América. Limita al norte con el mar Mediterráneo; al este con el mar Rojo y el océano
Índico; al oeste con el océano Atlántico y al sur con el Océano Indico y Atlántico. Hasta
1869, África se encontraba unida al continente asiático, pero ese año se inauguró el canal
de Suez que dividió físicamente ambos continentes.
Por estar ubicada entre los trópicos de Cáncer y Capricornio su clima es principalmente
tropical, con selvas y extensas sabanas en su franja central, limitadas por estepas y
desiertos al norte (Sahara) y al sur (Namib y Kalahari). El desierto del Sahara es el más
grande del mundo. En medio del desierto surgen, de vez en cuando, fuentes de agua y
vegetales, que reciben el nombre de oasis y son usados por los grupos nómadas para
abastecerse de agua y otros productos.
Los valles están irrigados por ríos y lagos cuyo caudal depende del régimen de lluvias de
cada región. Los ríos desembocan en cuatro vertientes: Mediterránea: protagonizada por
el Nilo, que es el río más largo del mundo. Atlántica: destacan los ríos Senegal, Niger,
Congo y Orange. Indico: en sus aguas desembocan el Zambeze y el Limpopo. Interior:
con ríos que desembocan en lagos como el Chad y Malawi. Destaca el Cubango-
Okavango, río que tiene la peculiaridad de no desembocar en el mar, otro río o en un lago,
sino que vierte sus aguas en las estepas de Botswana, al sur de África y permite una gran
variedad de vida animal.
La combinación de los ríos con la topografía ha formado numerosos lagos y saltos de agua,
como las cataratas Victoria, en el río Zambeze. Entre los lagos más relevantes se
encuentran: Rodolfo, Victoria, Tanganica y Malawi. En la desembocadura del rio Nilo se
dan inundaciones todos los años que provocan que el delta se mantenga fértil y provea
excelentes cosechas. Hoy en las riberas vive el 97% de su población.
Al igual que América, el continente africano fue invadido por colonizadores europeos,
hecho que marcó su organización política y su devenir económico y cultural. Durante el
siglo XIX las potencias europeas hicieron un reparto territorial que, en el futuro, fue la causa
de numerosos conflictos internos, como los que afectan en la actualidad a países como
Ruanda, Nigeria, Liberia o Sudán. Como Consecuencia de estos conflictos, miles de
personas han tenido que migrar como refugiados y desplazados de la guerra con la
finalidad de salvar su vida, buscando asentarse en un lugar en el que puedan vivir.
Los países africanos se agrupan en 5 regiones, de acuerdo a su ubicación y características:
África del norte: por su cercanía con Europa está muy influenciada por dicho continente.
Su población vive principalmente de la agricultura mediterránea, el pastoreo de cabras y
ovejas y de la extracción de petróleo, gas natural y fosfatos. Sus ciudades combinan
elementos locales y europeos. Los principales países de la región son Marruecos, Argelia,
Libia y Egipto. África occidental: subsiste principalmente de la agricultura; la población
vive en las costas donde trabaja en plantaciones que son propiedad de compañías
extranjeras y que producen cacao, aceite de palma, café y caucho. Destacan países como
Senegal, Ghana, Costa de Marfil y, sobre todo, Nigeria, el más poblado de África y uno de
los principales productores de petróleo. África central: espacio ambientalmente
degradado, donde sus habitantes mantienen estilos de vida muy tradicionales y una
economía de subsistencia. No obstante, países como el Congo destacan por su gran
riqueza minera. África oriental: sus pobladores han sufrido grandes desastres naturales,
guerras, pobreza y enfermedades como el sida. Destacan Etiopía, Somalia, Kenia y
Tanzania. África meridional: región en la que se ubica la República de Sudáfrica, el país
más desarrollado del continente. Durante mucho tiempo existió ahí una política de
segregación racial, conocida como apartheid, que separaba a la población blanca
(descendientes de colonizadores) de la población originaria de África, creando también
división en las oportunidades de desarrollo y de participación política. Fue hasta 1995 que
Nelson Mandela logró eliminar esta política cuando ganó las elecciones, luego de años de
lucha y de sufrir encarcelamiento.
El continente está poblado por unos 800 millones de personas, irregularmente repartidas
en su territorio. Las áreas más pobladas son las riberas del Nilo, el norte de Marruecos,
Argelia y Túnez, las costas del golfo de Guinea y África del sur. Las regiones noroeste y
sudeste atrajeron por su clima templado a numerosos colonizadores europeos. Los
desiertos no son favorables para el asentamiento humano, sin embargo son habitados por
pequeños grupos nómadas que han desarrollado formas apropiadas para ello.
África ha sido un continente marcado por la discriminación, ejercida principalmente por los
europeos colonizadores y sus descendientes. En el pasado, millones de africanos fueron
capturados y forzosamente llevados fuera de sus lugares de origen, siendo vendidos como
esclavos. Este comercio, la trata de esclavos, representa una de las páginas más terribles
de la historia de la humanidad. Esta actividad se realizó durante el periodo colonial, como
parte del sistema económico. En la actualidad hay descendientes de estas personas en
América y Europa.
Los problemas sociales de África, uno de los continentes menos poblados del mundo, al
igual que Oceanía. Es el menos desarrollado y enfrenta una diversidad de problemas
sociales. Este continente muestra las tasas de mortalidad infantil, materna y de natalidad
más altas del mundo; en los últimos años, África registró un promedio de 28 % de los
nacimientos de todo el mundo. Los servicios públicos como el agua potable, medicina,
energía eléctrica y saneamiento son escasos, sin control gubernamental, además, la
nutrición de sus habitantes es un problema profundo.
Las hambrunas son una constante en África, según el Banco Mundial -BM-, 34 de los 48
países con más bajo nivel de vida en todo el mundo se encuentran en este continente y los
índices de pobreza se han incrementado en las últimas décadas. Las causas de la escasez
de alimentos son varias: largas sequías, manejo inadecuado de los recursos naturales,
mala aplicación de técnicas de cultivo, desigualdad en la repartición de la riqueza,
inundaciones y el desplazamiento humano por presiones políticas, étnicas o religiosas.
Gran porcentaje de la población africana carece de ingresos suficientes para mantener los
niveles mínimos de atención médica, alimento, vivienda y educación. La extrema pobreza,
en la mayor parte de las naciones africanas, se debe a las altas tasas de natalidad y
mortalidad materno-infantil, desempleo, así como poca y deficiente inversión local y
extranjera; bajos niveles educativos; enfermedades y la caída de precios de productos
agrícolas. Las pandemias y endemias son producto de la poca cobertura médica, cada año,
el SIDA y la tuberculosis cobran muchas vidas; existen entidades internacionales que
trabajan por su erradicación, sin embargo, los esfuerzos son insuficientes. La violencia es
otro problema que enfrentan los pueblos de este continente; destaca la inestabilidad
política, guerras civiles, luchas interétnicas, el acoso y exclusión a la mujer y la represión
religiosa.
La creencia popular consiste en suponer que África solamente está poblada por pueblos
negroides, sin embargo, existen otros grupos étnicos al Norte y en las costas índicas. Los
idiomas del continente se dividen en seis grupos lingüísticos: afroasiáticos, congo-
kordonfanes, nilo-saharianos, austronésica, indoeuropeo y joisianos. Las religiones que se
practican en África son el islamismo, el cristianismo y las religiones tribales, que tienen
relación con la naturaleza.
África es el continente más rico en recursos minerales. Países como Sudáfrica y Congo
poseen las principales reservas mundiales de oro, diamantes, cobalto y cromo. También
son importantes las reservas de cobre, bauxita, estaño, uranio y fosfatos. El petróleo es un
recurso explotado en Argelia, Libia, Nigeria y Angola, entre otros países. Sus amplios
recursos naturales y su ubicación geográfica atrajeron, desde hace tiempo, a numerosos
gobiernos y empresas extranjeras. A principios del siglo XX, casi todo el continente estaba
controlado por los países europeos, que se repartieron y explotaron África en función de
sus intereses políticos y económicos. De esta época colonial, heredó unas estructuras
políticas y económicas que han estado en la base del subdesarrollo y de las dificultades y
conflictos que arrastra el continente.
La historia es testigo de las numerosas guerras en África, que han derivado del deseo de
control sobre los espacios de poder, las minas y las fuentes de petróleo, por límites
territoriales o conflictos étnicos. Según la ONU, desde 1998 a la fecha han muerto unos 5
millones de personas por la guerra en la República Democrática del Congo, en la que han
participado 30,000 niños y niñas, muchos de ellos como Combatientes.
En África se identifican dos tipos de economía: la tradicional, que es de subsistencia, y la
capitalista, que está dirigida al comercio internacional. La agricultura es el principal sector
productivo de África, las actividades agrícolas están divididas en dos sistemas: el
tradicional, destinado al consumo local, el cual produce aceitunas, uvas, tabaco, mandioca,
café, banano, mijo, cítricos y cacao; y el de plantación, que utiliza algunos adelantos
técnicos y biológicos, produce té y azúcar, pero la producción depende en gran medida de
la demanda internacional.
La actividad minera tiene gran importancia económica, pues proporciona altos ingresos
económicos; los minerales característicos de África son el cobre, cobalto, radio, uranio,
plomo, estaño, gas natural, carbón y diamantes. La minería ha mejorado las condiciones
de vida de la población que se dedica a ella. En Sudáfrica se han creado complejos
industriales alrededor de las zonas mineras, fomentando el desarrollo económico, sin
embargo, en un importante número de zonas, la minería ha sido aprovechada por grupos
paramilitares o rebeldes, los cuales financian sus actividades con los productos de las
minas y han propiciado condiciones casi infrahumanas y de explotación para los habitantes
que se emplean en ellas.