Intoxicaciones Medicamentosas Y No Medicamentosas.: Experto Universitario en Urgencias Pediátricas en Atención Primaria
Intoxicaciones Medicamentosas Y No Medicamentosas.: Experto Universitario en Urgencias Pediátricas en Atención Primaria
Intoxicaciones Medicamentosas Y No Medicamentosas.: Experto Universitario en Urgencias Pediátricas en Atención Primaria
02 | EPIDEMIOLOGÍA...........................................................................................4
08 | BIBLIOGRAFÍA........................................................................................19
2. EPIDEMIOLOGÍA
El contacto con una sustancia potencialmente tóxica o los problemas derivados de éste son
un motivo de consulta poco frecuente en pediatría, si bien suele causar gran preocupación
en padres y profesionales.
El abanico de sustancias tóxicas con las que puede contactar un niño es extremadamente
amplio. A pesar de que, de manera general, se trata de situaciones que revisten poca
gravedad, en casos seleccionados existe riesgo de muerte o secuelas importantes para el
niño o adolescente. En cerca del 50 % de las consultas en Urgencias no hay que administrar
ningún tratamiento al niño.
En su gran mayoría se trata de intoxicaciones no intencionadas en niños por debajo
de los 6 años y las familias consultan, generalmente, porque el paciente ha ingerido un
medicamento o un producto del hogar almacenado en el domicilio. De esta forma, en el
caso de intoxicaciones no intencionadas es raro no conocer el tóxico ingerido por el niño.
Las intoxicaciones agudas pediátricas pueden clasificarse en:
Hay una serie de aspectos clave y comunes en el abordaje de toda posible intoxicación:
La existencia de una situación de riesgo para un niño viene determinada por la estabilidad
del paciente, la sintomatología y la toxicidad potencial de la substancia.
Para ser considerado un paciente de bajo riesgo, el niño o adolescente debe estar estable
y no presentar síntomas derivados de la intoxicación.
En un paciente inestable, debe priorizarse el inicio de maniobras de estabilización (ABC)
antes de cualquier otra consideración, como identificar el tóxico, realizar una anamnesis
adecuada o practicar una descontaminación gastrointestinal adecuada.
Aunque esté estable, el paciente sintomático siempre será considerado un paciente de
riesgo y debe ser tratado de forma diferente al que exclusivamente ha contactado con el
tóxico. De todas maneras, la ausencia de clínica no excluye una mala evolución posterior.
Esto es especialmente aplicable a una serie de sustancias que no provocan síntomas
inicialmente, y puede tener un ulterior curso más tóxico (las llamadas “bombas en el tiempo”):
paracetamol, hierro, litio, inhibidores de la mono aminooxidasa, hipoglucemiantes orales,
setas hepatotóxicas, sustancias de liberación lenta (preparados de teofilina, bloqueadores
de los canales del calcio…). Es por esto que es capital identificar la sustancia con la que
ha contactado el niño.
No conviene olvidar que existen sustancias altamente tóxicas a pequeñas dosis:
antidepresivos tricíclicos, salicilato de metilo, digitálicos, alcanfor, compuestos imidazólicos,
clonidina, benzocaína, antipalúdicos, betabloqueantes, bloqueantes de canales del calcio,
hipoglucemiantes, metanol, etilén-glicol, opioides, fenotiazinas y teofilina. Aun así, en la
mayoría de los casos nos encontramos ante contactos que no generan toxicidad. En estas
situaciones debemos evitar actuaciones médicas innecesarias, tranquilizar a la familia y dar
instrucciones para evitar que se repitan estos eventos en el futuro. Conviene disponer de
una tabla de sustancias cuya ingesta no genera toxicidad.
Ante una duda, consultar con el Instituto Nacional de Toxicología (915620420) puede ser
de enorme ayuda
En todos los casos, se recogerá:
Anamnesis:
Identificación del tóxico, tiempo desde el contacto y cantidad ingerida. Ante la duda de que
haya podido existir contacto con alguna sustancia potencialmente tóxica, actuar como si
éste se hubiera producido. Se aceptará como guía de tratamiento que la cantidad ingerida
ha sido la máxima estimada.
Exploración general: Triángulo de evaluación pediátrico, constantes vitales (temperatura.
FC, FR, TA y SatO2 según situación clínica), exploración por aparatos.
Se debe orientar la identificación del agente tóxico a partir de hallazgos de la exploración
física (ver tablas 2 y 3 en anexo).
Aunque en muchos casos los contactos con sustancias potencialmente tóxicas referidos
por la familia no suelen originar problemas al niño, en otras ocasiones, una intervención
médica rápida puede facilitar una mejor evolución de los cuadros más graves. El orden en
la actuación médica es de gran importancia.
• Medidas de soporte.
• Evitar la absorción del tóxico: descontaminación gastrointestinal.
• Administración de antídoto.
• Realización de pruebas.
• Facilitar la eliminación de la sustancia tóxica.
Contraindicaciones:
Lavado gástrico: Puede considerarse cuando la cantidad del tóxico ingerido en la hora
previa sea potencialmente peligrosa para la vida y una de las siguientes:
Contraindicaciones:
Contraindicaciones:
Pruebas complementarias
No deben realizarse de forma rutinaria. Serán indicadas según el tóxico ingerido o en niños
que presenten alteración del nivel de conciencia de etiología no clara.
Pruebas radiológicas
• Radiografía de tórax
• Sospecha de aspiración, inhalación o clínica respiratoria, neumoperitoneo,
neumomediastino (cáusticos).
Es una excelente ocasión para realizar prevención de nuevos eventos en niños pequeños
y facilitar el correcto abordaje pluridisciplinar que las intoxicaciones de los adolescentes
requieren.
La prevención es recomendable practicarla, no sólo en los exámenes de salud que se
realizan en atención primaria, también el lugar en el que se atiende al paciente posiblemente
intoxicado es adecuado para explicar una serie de medidas preventivas en las intoxicaciones
no intencionadas:
Cáusticos
• Son los agentes más implicados en intoxicaciones por productos del hogar.
• El pH de la sustancia es el índice más útil para conocer la capacidad cáustica. Los
ácidos fuertes (pH=0-3) y las bases fuertes álcalis (pH=12-14), son los que tienen
mayor capacidad de producir lesión.
• Ingesta de hipoclorito sódico (lejía).
• Si concentración < 10 % (lejía de uso doméstico): es la consulta más frecuente.
No produce lesiones salvo ingesta cuantiosa.
• Si concentración > 20 % (lejía industrial): riesgo elevado de lesión.
Hidrocarburos
Jabones
Detergentes
Plaguicidas organofosforados
• Altamente tóxicos
Productos cosméticos
Monóxido de carbono
• Clínica inespecífica.
• Debe sospecharse si hay afectación simultánea de varias personas y si los pacientes
mejoran al salir a la calle.
• Debe considerarse la exposición a otros tóxicos (cianhídrico), sobre todo, en lugares
cerrados.
7. ANEXO TABLAS
8. BIBLIOGRAFIA
• A
merican Academy of Clinical Toxicology and European Association of Poisons
Centres and Clinical Toxicologists. Position statement: whole bowel irrigation. J Toxicol
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• L
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Diciembre 2012 [revisado Noviembre 2013].
• Larisa I, Greene J, Collis S. Approach to child with occult toxic exposure. [Up to date].
Septiembre 2012 [revisado Noviembre 2013].
• O´Donnell KA, Burns Ewald M. Intoxicaciones. En: Kliegman RM, Stanton BF, Geme
JW, Schor NF, Behrman RE, eds. Nelson Tratado de Pediatría. 19ª ed. Barcelona:
Elsevier; 2013. P. 264-280.
• Olson KR. Poisoning and drug overdose. 6ª Ed. New-York: McGraw-Hill; 2012.