"Acerca Del Enseñar A Leer y Escribir en Contextos Vulnerables
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Alfabetización Integral
¿Cómo empezamos?
Este proyecto comienza con la firme convicción de que resulta fundamental posicionarnos
política y éticamente acerca de los que significa enseñar y aprender, sobre el sentido de 2
los verbos “leer y escribir” y su lugar en el ámbito social, más aún se trata de asumir el
desafío de la alfabetización en contextos que presentan altos niveles de vulnerabilidad
social y pobreza extrema.
Asumiendo plenamente la responsabilidad social que nos compete como escuela en la
construcción de ciudadanía y en el ingreso a la cultura letrada de todos nuestros niños y
niñas en relación con la “concepción de la alfabetización como una prioridad social y
cultural, y no solo escolar.”1
Es nuestra intención, a través de este proyecto, continuar construyendo acuerdos
Institucionales que sostengan la continuidad de los procesos educativos en cada uno de
los niveles y favorezcan mejores oportunidades de aprendizajes para todos nuestros
alumnos y alumnas.
Para ello, hemos diseñado este proyecto pedagógico de lectura y escritura según la
siguiente estructura, organizada en tres bloques centrales y dispuesta en tres unidades
pedagógicas; a saber:
NIVELES ESTRUCTURA DEL PROYECTO
NIVEL INICIAL
DIMENSIÓN TEÓRICA
UP 1° Y 2° GRADO 1°BLOQUE
3° DIMENSIÓN DIDÁCTICA
UP 4° 2°BLOQUE
5° DIMENSIÓN DE LA PRÁCTICA
UP 6 Y ADULTOS 3°BLOQUE DOCENTE
1
Diseño curricular de la educación Primaria.2015-2020 . Gobierno de la provincia de Córdoba
PRIMER BLOQUE: Dimensión teórica.
En el que pondremos en discusión conceptos centrales del marco socio constructivista del
aprendizaje y la concepción socio-cultural y comunicativa de la enseñanza de la lengua,
conceptos que se prestaron a lo largo de la historia a una variedad de interpretaciones
sobre: qué entendemos por alfabetizar, por leer, por escribir, en qué consiste el
aprestamiento y sus diferencias con los actuales sentidos de la alfabetización.
SEGUNDO BLOQUE: Dimensión didáctica.
En el que detallaremos el modelo Holístico e integrador de nuestra propuesta 3
alfabetizadora, focalizando en el aula, la sala y las condiciones pedagógicas que
generamos: modalidades organizativas y didácticas de la enseñanza, ambientes
alfabetizadores.
TERCER BLOQUE: Dimensión de la práctica docente
Expondremos situaciones y prácticas privilegiadas de enseñanza a partir de la construcción
de un Portfolio de actividades , con la intención de sumar propuestas a los recursos que
los docentes ponen en juego día a día brindando posibilidades de intercambio y análisis de
la propia práctica, ayudados por los ejemplos que estos materiales incluyen.
Propósito general:
Continuar construyendo acuerdos Institucionales que sostengan la continuidad de los
procesos alfabetizadores en cada uno de los niveles y favorezcan mejores oportunidades
de aprendizajes para todos nuestros alumnos y alumnas.
Objetivos:
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Resignificar los acuerdos construidos entre nivel inicial y la unidad pedagógica referidos a
concepciones básicas de enseñanza y aprendizaje.
Diseñar líneas de acción específicas, entre ambos niveles, durante el período de inicio
Resignificar de manera articulada los tiempos, los espacios y los agrupamientos.
Establecer pautas referidas a las formas de planificar
Articular el seguimiento de las trayectorias escolares mediante instrumentos comunes,
tales como el legajo de cada niño, entrevistas familiares, grillas, etc.
Definir prioridades pedagógicas de manera articulada, en torno a la especificidad de cada
nivel, sala y grado.
Avanzar sobre la construcción de acuerdos metodológicos y didácticos en el segundo ciclo.
Metas generales:
Que al cabo de 6 meses se hayan realizado acuerdos sobre la enseñanza de las ciencias e
identidad y convivencia y ESI, a partir de grillas con indicadores concretos.
Que al cabo de un mes se hayan concretado el 90% de las actividades articuladas en el
período de inicio
Que al cabo de un año se hayan concretado el 90% de los acuerdos sobre los modos de 4
planificación.
Que al cabo de un año se hayan llevado a cabo el 100% de los registros de seguimiento
acordados
Que al cabo de 4 meses se realicen al menos un plan de metas por grado y sala que
redefina la prioridades pedagógicas
Que al cabo de seis meses se hayan elaborado al menos dos cuadros que sistematicen la
articulación de modalidades organizativas(taller de escritura creativa, tertulia literaria)
BLOQUE I
CONTEXTO Y PROBLEMA
El contexto familiar de nuestros alumnos y alumnas está atravesado por
condiciones de extrema pobreza estructural: viviendas precarias, rodeadas por basurales,
que no cuentan con los servicios básicos indispensables, y condiciones de hacinamiento, lo
que genera innumerables problemas de salud en los niños (respiratorios, dermatológicos,
5
de alimentación, entre otros).2
2
Este informe socio-económico revela que en esta zona “entre 25-54% de los hogares posee Necesidades
Básicas Insatisfechas (NBI) (alimentación, vivienda, vestimenta, etc)”. Por otra parte, a partir del año 2016,
autoridades provinciales y municipales, delimitaron esta zona como uno de los cuadrantes de seguridad
social a intervenir, dados los altos índices de vulnerabilidad y fragilidad social.
3
Cfr. Ley Nacional de Educación 26.206/06
ENFOQUES Y PUNTOS DE PARTIDA
EL CONTEXTO EDUCATIVO
Siguiendo los aportes del Diseño curricular y los diversos documentos curriculares
elaborados por el Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba, podemos destacar que en la
actualidad “…el “giro” consiste en proponer -como contenidos de aprendizaje y de enseñanza- las
particularidades de las prácticas sociales de oralidad (habla y escucha), de lectura y de escritura,
los quehaceres del hablante, del interlocutor activo y participativo, del lector y del escritor, así
como las actitudes y valores inherentes a dichas prácticas. Como afirma Delia Lerner: Los
quehaceres del lector y del escritor son contenidos –y no actividades, como podría creerse a partir
de la formulación en infinitivo- porque son aspectos de lo que se espera que los alumnos aprendan,
porque se hacen presentes en el aula precisamente para que los alumnos se apropien de ellos y
puedan ponerlos en acción en el futuro, como practicantes de la lectura y escritura…” (2001, p.99).
4
Sara Melgar (2005): “Aprender a pensar las bases para la alfabetización avanzada”. Bs As.
¿Qué entendemos por leer, escribir?
En este sentido, hablar, escuchar, leer y escribir, entendidos como acciones socio-
comunicativas, productoras y constructoras de sentido (y no solamente como habilidades
lingüístico-cognitivas), no se aprenden por pura instrucción ni simple inmersión en situaciones de
comunicación, sino a través de la participación asidua y sistemática en diversas experiencias de
oralidad, lectura y escritura situadas, con sentido y con propósitos comunicativos reales.
Estas premisas plantean de modo particular una concepción de la enseñanza que supera
su condición de mero proceso técnico para ratificar su carácter de “acto social, histórico y cultural
que se orienta a valores y en el que se involucran sujetos…” (Souto, 2000, p. 135). 9
En el Nivel Inicial…
Cuando decimos que desde muy pequeños los niños pueden iniciar el proceso de comprensión de
la lectura y la escritura, decimos en realidad que ya se están alfabetizando. Por eso, y porque
además resulta un contenido valioso desde el punto de vista cultural, el jardín debe asumir un
compromiso alfabetizador. Pero este compromiso no debe confundirse con la producción
alfabética. No significa estipular niveles de logros por salas o edades, ni adquirir la alfabeticidad
del sistema al egreso del jardín. Supone trabajar los contenidos de manera sistemática, con
continuidad y con propósitos claros. Enseñar desde la posibilidad de los niños para su
transformación “
Esto se traduce en la necesidad de que se ofrezca a todos los niños la oportunidad de fortalecer y
diversificar el contacto con las manifestaciones de la cultura escrita, lo cual supone abordar en las
salas las prácticas sociales de lectura y escritura de manera asidua y sistemática, con propósitos
didácticos claramente definidos y atendiendo a los principios básicos de diversidad (de textos, de
propósitos de lectura y de escritura, de destinatarios, de acciones frente a los textos, de
modalidades organizativas de las situaciones didácticas) y continuidad (asiduidad y sistematicidad
de las situaciones de lectura y escritura; continuidad a través de las distintas etapas del Jardín de
Infantes y que habrá de alcanzar también a los siguientes niveles y ciclos de la escolaridad)
(Molinari, 1998).
Claro es que – en razón de las experiencias que hayan tenido en su contexto familiar y social
próximo- no todos los niños llegan al Nivel Inicial con el mismo conocimiento previo del lenguaje
escrito, sus prácticas inherentes, sus funciones, portadores y géneros textuales. Por ello, y a los
fines de garantizar igualdad de posibilidades en cuanto al acceso a los beneficios de la
alfabetización, será tarea del Nivel propiciar situaciones de enseñanza y aprendizaje en torno al
lenguaje escrito, según los siguientes principios básicos:
- La exploración e interacción con los textos y la posibilidad de hablar acerca de lo que ellos creen
que dice, para que se despierte y/o fortalezca el interés por comprender su contenido.
- La oportunidad de poner en juego las capacidades cognitivas que poseen para avanzar en la
comprensión de los significados y usos del lenguaje escrito.
- La experimentación de las funciones sociales de la lectura y la escritura.
- La participación en situaciones de lectura y escritura que posibiliten la construcción de
aprendizajes sobre los quehaceres del lector y del escritor.
- La posibilidad de representar sus ideas a través de diversas formas gráficas en un proceso que
avance hacia la construcción de la escritura convencional, no según parámetros pre-establecidos
de adquisiciones, sino en función de los intereses, inquietudes, necesidades y búsquedas propias
de cada niño.
Hoy el objeto de estudio son las: Practicas sociales de oralidad, lectura y escritura
- Se desplieguen distintas acciones frente a los textos: escuchar leer, leer por sí mismos, releer,
dictar, escribir lo mejor que puedan, copiar, planificar un texto a producir, revisar un escrito,
reescribir.
- Se lea en voz alta (de materiales textuales diversos) esto: convoca y “educa” la atención; genera
la magia del encuentro con los textos; favorece la apropiación de saberes acerca de los quehaceres
del lector; ayuda a la construcción de la noción de lectura como acto social; a través de ella, se
favorece el paso “de la palabra oída a la palabra leída”, abriendo, de este modo, camino hacia la
lengua escrita.
- Se interactúe, desde la primera infancia, con variados materiales de lectura (distintos portadores
y géneros) lo que constituye una apuesta temprana a la formación de lectores, entendida como
camino hacia la plenitud en la construcción de sentidos.
- Se usen las bibliotecas
-En tanto el propósito es propiciar la participación de los niños en prácticas del lenguaje escrito
situadas y con sentido, las situaciones didácticas deberán guardar la mayor similitud posible con
las acciones que los lectores y escritores ejercen en el contexto social. La propuesta de
frecuentes, variadas y continuas experiencias de interacción con los textos no sólo fomentará en
los niños el interés por conocer su contenido, sino que tales situaciones constituirán
oportunidades propicias para que vaya construyendo la noción de la lectura como práctica social
productora de sentido.
-Se tratará de fomentar la comunicación oral a través de diferentes estructuras de habla, creando
ambientes lingüístico-expresivo diversos, propiciando distinto tipo de interacciones: maestro-
grupo// grupo-maestro// maestro-pequeño grupo// maestro-niño// niño-niño
- Conviene tener presente que el simple uso o la inmersión/exposición al lenguaje no basta; que es
necesaria la intervención intencional, sistemática (y, en consecuencia, planificada) del mediador,
hablante experto, que propone experiencias nuevas y desafiantes, pero que acompaña, ayuda,
aporta ideas, suscita interrogantes, orienta las elaboraciones.
-La tradicional ronda de intercambio en la sala no debe convertirse en una forma de cristalizar y
someter a rutina las distintas variantes de la conversación, sino que habrá de constituir una
propuesta variada, cambiante, donde se traten temas de interés para niños y niñas; temas con los
que puedan involucrarse y –por lo tanto- sobre los que tengan algo que decir. La ronda adquiere
sentido cuando, en lugar de pedirles que intervengan todos y ordenadamente, se promueve la
conversación ante la necesidad, la discusión o el debate grupal. Es también una ocasión para
realizar juegos orales, a partir de los cuales se converse.
Cuando Delia Lerner (2001) nos dice que “Escolarizar prácticas sociales es un desafío porque
las prácticas son totalidades indisociables y por lo tanto difícilmente secuenciables porque tienen
muchos componentes implícitos que no se pueden transmitir oralmente y que sólo pueden
comunicarse ejercitándolas…”, nos está invitando a que, al momento de desarrollar la lectura y la
escritura en la escuela, instalemos, además “todo lo que hacen los lectores y los escritores”
cuando leen y escriben en tanto prácticas que asumen en el marco de la cultura letrada de la que
participan; por ejemplo:
• “quehaceres del lector”: elegir qué leer, cómo leer, dónde leer; leer solo o compartir la
lectura con otro/s; discutir sobre las intenciones implícitas en el titular de un diario; saltear lo que
no se entiende o no interesa; etc.; y
• “quehaceres del escritor”: tomar decisiones sobre qué “herramientas” (lápiz, lapicera,
teclado de computadora, máquina de escribir, etc.) usar y elegir el soporte (papel, pantalla, etc.)
sobre el que se a escribir; discutir con otro cuál es el efecto que se espera provocar en los
destinatarios; someter a consideración de algunos lectores lo que está escribiendo; elaborar
diversos borradores; etc.
Esta especialista afirma que “Los quehaceres del lector y del escritor son contenidos –y no
actividades ( …)- porque son aspectos de lo que se espera que los estudiantes aprendan, porque se
hacen presentes en el aula precisamente para que los estudiantes se apropien de ellos y puedan
ponerlos en acción en el futuro, como practicantes de la lectura y escritura.”
Desde estas consideraciones, entonces, en la sala o en el aula no sólo se requiere poner los
“quehaceres del lector y del escritor” en el espacio del “hacer”, sino también en el de la
“reflexión” para posibilitar que los niños puedan “decir acerca de cómo es el proceso de su
realización” al momento de su apropiación.
Desde esta perspectiva, el aula podría concebirse como una comunidad de lectores y escritores en
donde es posible “hacer visibles/ reconocibles” las prácticas tanto desde la función que cumplen
socialmente como desde los diversos modos en que se hacen efectivas cuando se ponen en
marcha en la cultura escrita.
Descubrir, conocer y comprender las funciones sociales del lenguaje escrito y el modo en
que ellas imprimen diferencias en los diferentes objetos sociales que son portadores de
escritura; 12
Apropiarse reflexivamente, y en situación, de los modos de representación del lenguaje
que corresponde a un sistema alfabético de escritura y sus usos sociales.” (Pág.30)
Estas expresiones dan cuenta de que favorecer el proceso de alfabetización inicial no tiene que ver
con focalizar la atención sólo en la enseñanza del sistema de escritura.
Sabemos que por mucho tiempo se consideró que para iniciar en la lectura y la escritura era
necesario enseñar las “letras”; las palabras, entonces, concebidas como una “suma de letras” eran
el resultado de una serie de “mecanismos” que los niños ponían en juego para “juntar” vocales y
consonantes. De modo tal que enseñar, por un lado, las vocales y las consonantes y, por otro, los
“mecanismos para juntarlas” llevaba a la formación de palabras y, poco a poco -y según lo
permitiera la propuesta del docente-, a conformar oraciones y por último textos.
Desde perspectivas diferentes, hoy podemos sostener que la alfabetización inicial supone la
apropiación progresiva e integral de saberes referidos a:
• la lengua escrita como patrimonio de la cultura: las funciones que cumple la escritura
como instrumento social de comunicación, los usos y la circulación de diversidad de materiales, los
propósitos que llevan a leer y a escribir, etc.;
• el estilo de la lengua escrita: las diferentes maneras en que se organiza la información, sus
modos de adecuación al destinatario y al contexto, sus convenciones, sus recursos, sus formas de
coherencia y cohesión, la organización del paratexto, etc.;
Por lo tanto, podemos afirmar que comprender el sistema de escritura no resulta un saber
suficiente para garantizar la incorporación del niño a las prácticas de lectura y de escritura que se
hacen efectivas en el marco de una comunidad letrada; y que es necesario realizar un trabajo
sostenido provocando tanto el contacto asiduo con materiales escritos completos de circulación
social (libros, revistas, diarios, carteles, manuales, diccionarios, etiquetas, etc.), como la
producción de escritura en el marco de contextos significativos que contemplen propósitos
comunicativos y destinatarios que puedan preverse.
13
DESDE LA ORALIDAD
Escuchar y escucharse en situaciones y contextos diferentes en los que las palabras de cada uno
deben ser consideradas como respuestas, como alternativas al discurso de los otros. Al mismo
tiempo que operan como una re - formulación constante de lo propio. Interjuego necesario como
sostén de la propia palabra y de la identidad lingüística infantil. Cada acto comunicativo en el cual
el niño participa en la escuela trasciende ampliamente la condición de actividad escolar, para
constituirse en un hecho de conocimiento:
- Al hablar e interactuar aprende que el lenguaje oral permite satisfacer necesidades tanto
personales como sociales.
- Mediante la escucha, entendida como proceso activo de construcción de sentido, desarrolla su
capacidad de comprender conceptos y elaborar interpretaciones.
- Los avances en el dominio del lenguaje oral contribuyen al desarrollo del pensamiento y de la
capacidad de nombrar, interpretar, describir, explicar y recrear la realidad.
DESDE LECTURA Y ESCRITURA
LITERATURA
A través del lenguaje y de los intercambios que éste posibilita, el niño accede y participa en el
universo de las tradiciones y costumbres de la comunidad, la palabra literaria habilita el acceso a
otros mundos posibles. De allí la importancia que reviste la selección de textos literarios potentes
en cuanto a su capacidad para garantizar el tránsito desde un lenguaje meramente instrumental a
otro más expresivo y simbólico, que enriquezca el imaginario y la afectividad e incentive la
construcción de sentido. Corresponde al maestro, desde su ser lector, hacer factible un hacer
comprometido con la formación de lectores de literatura: proponer, diversificar, ampliar, aportar,
posibilitar el acceso a la lectura (Gobierno de Córdoba, SPIyCE. Plan Provincial de Lectura, 2009 a).
En relación con el ámbito de la producción, las experiencias que ponen en juego la palabra y el
juego con la palabra -oral y escrita- constituyen invalorables oportunidades para que el niño libere
su lenguaje interior. El propósito es que, a medida que avanzan en la escolaridad primaria, los
niños puedan elegir y sostener la lectura de textos literarios cada vez más extensos y complejos,
ejerciendo los derechos propios de un lector literario (comentar, criticar, recomendar, confrontar
interpretaciones con las de otros lectores, abandonar la lectura cuando se comprueba que no
resulta interesante, construir el propio itinerario de lectura, comparar versiones de la misma obra,
volver a leer. Recuperar el amplio campo de experiencias que supone la lectura literaria; propiciar
situaciones de lectura y de escritura que planteen a los estudiantes la posibilidad de establecer un
diálogo con los textos literarios, a través de tareas de interpretación y recreación.
USO Y REFLEXION
El énfasis puesto en las prácticas del lenguaje como objeto de enseñanza y aprendizaje no va en
desmedro de la importancia de trabajar en torno a la adquisición, sistematización y
fortalecimiento de saberes disciplinares específicos de orden lingüístico, textual e interaccional . El
propósito es que los conocimientos sobre el lenguaje, la lengua, los textos y los contextos –
apropiados a partir de la reflexión sobre el uso en situaciones significativas – puedan convertirse
en herramientas para el dominio progresivo de los procesos de producción e interpretación por
parte de los estudiantes.
Este eje involucra un conjunto de saberes que tienen como rasgo común el hecho de convertir a
los sonidos, las palabras, las oraciones, los textos, los propósitos comunicativos de los sujetos, el
contexto de comunicación en objeto de conocimiento y reflexión. La propuesta es que esta
actividad reflexiva se inicie en el Primer Ciclo y que, en el Segundo Ciclo, se profundice y
sistematice para que los estudiantes puedan ampliar el bagaje de opciones y recursos discursivos,
pragmáticos, textuales, gramaticales y normativos que les permitan enriquecer su oralidad, así
como leer y escribir textos cada vez más complejos.
BLOQUE II
Según la especialista, definir a las prácticas de lectura y de escritura como objeto de enseñanza
supone:
Generar situaciones en cuyo contexto cobren significado las acciones de leer y escribir con
el fin de que la “versión escolar” de la lectura y la escritura se acerque lo más posible a una
“versión real” de estas prácticas (Lerner, 2001).
Si sumamos las consideraciones de Ana María Kaufman (2007):
(…)
Estamos convencidos de que el aprendizaje del sistema de escritura y del lenguaje escrito tienen
lugar, simultáneamente, desde el comienzo de la alfabetización. Asimismo, sostenemos que los 16
niños aprenden a leer y a escribir textos leyendo y escribiendo textos. Por esta razón, nuestra
propuesta didáctica incluye, desde las salas del nivel inicial y las aulas de primer grado, la
posibilidad de leer y producir la enorme variedad discursiva que ofrecen los textos de circulación
social… desde que entran a la escuela, y los irán escribiendo y leyendo de diferentes maneras
hasta que puedan hacerlo de manera convencional.”
Podríamos focalizar la mirada sobre cómo proponemos la lectura y la escritura en las salas / en
las aulas para, por un lado, resignificarlas a partir de la concepción de prácticas de lectura y de
prácticas de escritura tal como lo plantean los nuevos enfoques de Alfabetización Inicial y, por
otro, para ponerlas en correspondencia con lo señalan nuestros diseños curriculares
jurisdiccionales:
En el caso de la situación que estamos analizando, podemos observar que los estudiantes tienen
en claro el propósito comunicativo, ya que no leen para “ejercitar” la lectura sino que leen “para”
registrar datos con el fin de producir un fichaje de libros de la biblioteca que seguramente 17
retomarán en otro momento para ser consultado; así también, cuando leen o exploran diversos
modelos de fichas, lo hacen “para” elegir un tipo de ficha que responda a las condiciones que
necesitan a futuro. Los propósitos comunicativos se ponen en juego mientras los niños “se
apropian reflexivamente” de los modos de representación del lenguaje.
Se trabaja con materiales escritos completos y de real circulación social; por lo tanto, no se
privilegian para la lectura y la escritura los manuales escolares sino que se contempla la posibilidad
de poner al niño en contacto con diversidad de libros y otros materiales de la biblioteca, así como
se propicia la exploración de diferentes tipos de fichas para poder diseñar, luego, un tipo de ficha
que sea respetuosa de las características que la hacen como tal.
“Es fundamental tener en cuenta que ´la diversidad de textos puestos a disposición no
constituye, en sí misma, una instancia alfabetizadora, si no se generan, en torno a dichos
materiales textuales, verdaderas situaciones de lectura, con propósitos definidos y reales, que
involucren a los estudiantes como lectores, incluso mucho antes de que puedan leer de manera
convencional´ (Gobierno de Córdoba. SPIyCE, 2009 a, p. 4)”.
Los textos que se seleccionan para las distintas situaciones de lectura y/o escritura no han de ser
concebidos como un mero recurso para el desarrollo de contenidos, sino que constituyen materia
de formación de lectores y escritores, de modo que de su selección depende, en gran medida, la
posibilidad de que los estudiantes puedan fortalecerse como tales.
Para que los niños aprendan a leer es relevante que el docente seleccione materiales de
circulación social donde la información se presente en su soporte habitual. Por ejemplo:
• materiales que incluyan, además de otros temas, capítulos / artículos / desarrollos sobre el
tema investigado;
• materiales donde exista información sobre el tema investigado, pero donde los títulos o
entradas al tema no permitan anticipar fácilmente que se la hallará;
Myriam Nemorovsky sintetiza, en un cuadro como el que sigue –y que desarrolla en el capítulo
Leer no es lo inverso de escribir-, algunos modos de leer:
18
-hojean/ exploran portadores de texto escrito de circulación social (libros, cuadernos, agendas,
folletos, volantes, carcelería, afiches,…),
-anticipan de qué se trata o establecen hipótesis acerca del tema al que se refieren los materiales,
-el maestro les lee en voz alta, le muestra los materiales que lee, les señala dónde dice…,
-el maestro comparte comentarios con los ellos sobre algún material que se ha leído.
La propuesta de esta especialista puede colaborar a la hora de explicar qué y cómo propone el
docente leer en la situación que hemos seleccionado para analizar; por ejemplo, para detallar aún
más la manera en que los estudiantes asumen la lectura: hojean diversos materiales, leen “a su
manera”, leen con ayuda de un par o del maestro, buscan información específica para llenar la
ficha.
escriben para sí y escriben para otros que leerán su producción para revisarla.
A continuación, y con la finalidad de ampliar la mirada, ingresamos el cuadro que sintetiza algunas
de las modalidades que Nemirovsky propone:
19
-le dictan al maestro para construir un texto colectivo o compartido (escritura a través del
maestro),
-escriben lo que su docente u otros pares le piden que anoten (por ejemplo, toman nota en una
salida para registrar datos o lo que dicen los carteles),
En situaciones que impliquen seguir la lectura En situaciones que impliquen escuchar para
de quien lee en voz alta con diferentes aprender, hablar para solicitar información y
propósitos. hablar para comunicar lo aprendido.
En situaciones que impliquen escuchar leer, En situaciones que impliquen planificar lo que
leer, compartir y comentar diversidad de se va a escribir, escribir y revisar lo que se ha
textos literarios. escrito.
Considerar los conocimientos previos de los alumnos como puntos de partida para la
elaboración de cada situación de enseñanza, ya que los mismos posibilitan los nuevos
aprendizajes puedan incorporarse a sus antiguas estructuras de pensamiento. Las
actividades y recursos deben resultar interesantes y significativas para el niño.
(Aprendizaje significativo - Ausubel).
Tener en cuenta la importancia del trabajo en grupo (grupos colectivos, pequeños grupos
o trabajo de a pares). El descubrimiento debe estar marcado en un contexto social y de
cooperación (Aprendizaje por descubrimiento – Andamiaje - Bruner).
Generar conflicto por parte del docente a través de situaciones problemáticas ya sea
mediante preguntas movilizadoras o provocadoras que confronten sus conocimientos con
aquellos a aprender, para que el niño realice su búsqueda intentando encontrar la
solución y así construir un nuevo conocimiento encontrando el equilibrio perdido.
Incorporar siempre momentos de reflexión o sistematización sobre lo aprendido a modo
de organizar los nuevos conocimientos. (El constructivismo – Piaget).
ACUERDOS REFERIDOS AL PERIODO DE INICIO
Debido a la movilidad de las docentes de primer grado, es necesario realizar una reunión
en el periodo de febrero con docentes de ambos niveles. La finalidad de la misma es
acordar criterios referidos al diagnóstico y reveer este proyecto teniendo en cuenta la
particularidad del grupo de niños que ingresará a primer grado.
Mantener el ingreso de niños por grupos reducidos para poder conocerse y establecer un 22
Convocar a los padres a reuniones para realizar actividades en conjunto desde el primer
día, fortalece el vínculo y los compromete al acompañamiento en el aprendizaje de los
niños.
Elaborar una entrevista inicial con los padres de los alumnos tanto en el Nivel Inicial como
en los primeros grados ya que esto permite estrechar vínculos y obtener información útil a
cerca de cada niño y familia. (Cada nivel o grado elaborará su entrevista de acuerdo a las
necesidades de cada uno y a la información que necesite obtener)
La distribución de los tiempos develan también una concepción de enseñanza y aprendizaje. Más
allá de las horas mosaico que IMPONE la escuela primaria, es necesario que dentro de esa hora,
los tiempos que se manejen sean flexibles y consensuados con el grupo. Dentro de una misma
hora pueden y deben realizarse actividades variadas que no respondan necesariamente a la misma
área de trabajo.
Por otra parte las secuencias didácticas ofrecen la posibilidad de manejar tiempos de trabajo a
nivel semanal que ofrezcan variedad y a la vez trabajo intensivo y específico por áreas.
El nivel primario ha requerido históricamente un sujeto sentado; el nivel inicial en cambio ofrece
posibilidades de circular por la sala y usar alfombras para sentarse en el piso. Consideramos que la
organización y el uso de los espacios constituye un soporte que posibilita la acción. Relacionado
con esto, se menciona el uso y la disponibilidad de recursos entre los que se destacan el
equipamiento y el mobiliario. Aspiramos a un aula de primer grado que permita cambiar y variar el
espacio de trabajo, con recursos a la vista como la biblioteca áulica o algún sector de trabajo que
permitan ofrecer diferentes oportunidades y “lugares” a los niños según sus necesidades.
Consideramos positivo la creación de zonas de lectura, escritura, juego de dados o de mesa para
que quienes vayan terminando puedan seguir su aprendizaje con autonomía, mientras la docente
se dedica específicamente a quienes necesiten mayor apoyo. 23
Por otra parte es fundamental que el espacio dedicado al aprendizaje no se reduzca al aula,
pueden y deben utilizarse la biblioteca, el patio, la huerta, la cocina y cualquier lugar que nos
ofrezca una posibilidad y opción diferente y estimulante para aprender.
Al menos durante el primer trimestre, primer grado deberá mantener la distribución de los
alumnos trabajando en mesas grupales y no estando sentados en bancos individuales uno detrás
de otro, manteniendo la coherencia con las teorías mencionadas ya que fortalece el trabajo
cooperativo y en equipo.
Sin lugar a dudas es el diseño curricular de cada nivel quien encuadra y determina estos marcos
conceptuales, pero esto requiere de contextualización al ámbito institucional y áulico, por lo cual
implica decisiones al interior de cada escuela, aula y sala que faciliten la práctica educativa e
incluyan lo que elige cada colectivo institucional para su implementación.
ACUERDOS REFERIDOS A FORMAS DE PLANIFICAR
UNIDAD DIDACTICA
Las instrumentamos cuando queremos organizar la tarea alrededor de un contexto
geográfico o recorte de la realidad. Ese recorte se convierte en objeto de estudio para la
investigación sistemática y organizada. El mismo debe ser complejo dando lugar a la
interrelación o articulación de diferentes áreas curriculares.
Los contenidos que se seleccionen deben dar respuesta al hecho de conocer comprender 24
organizar y cuestionar esa realidad. Para poder visualizar esta complejidad e interrelación
es positivo elaborara una red de contenidos al comienzo de cada unidad.
PROYECTO
En esta forma de estructurar la tarea, el trabajo se organiza alrededor de un producto que
se quiere lograr, que debe ser concreto, tangible para los niños. En este caso es positivo
plantear preguntas que se irán resolviendo mediante el abordaje de los contenidos de las
distintas áreas.
Los proyectos tienen duraciones variables pudiendo ser anuales, mensuales quincenales
etc.
SECUENCIA DIDACTICA
Como no es posible ni adecuado que todas las actividades se refieran solo al recorte de la
Unidad Didáctica o al tema del proyecto es que se instrumenta este formato que permite
organizar la tarea alrededor de ciertos ejes o temas importantes para abordar pero que no
“encajan” en las estructuras anteriores. Las secuencias didácticas se organizan en torno
a una disciplina o área y a partir de ese eje se realiza el abordaje de forma continuada y
compleja atendiendo a la necesidad de repetición, recursividad, articulación y
eslabonamiento de aspectos diversos. Este organizador del accionar docente puede
coexistir, dar origen, desprenderse o integrar las Unidades didácticas y proyectos.
Se recalca la importancia de realizar registros diarios sobre los modos de resolver las
situaciones problemáticas por parte de los alumnos , modos en que se desarrolló la
actividad o cualquier otro registro que sirva de insumo para nuevas propuestas y para
comprender las maneras de aprender de cada alumno.
ACUERDOS REFERIDOS A LA IMPORTANCIA DEL JUEGO EN LA EDUCACIÓN
26
Creemos que las propuestas de situaciones habituales de lectura y escritura diversas, tales como el
nombre propio, la asistencia, el calendario, entre otras; les dan a los niños la posibilidad de
explorar variados materiales escritos con distintos propósitos e interactuar con ellos, para
5
Extraído de La unidad pedagógica. Trayectorias escolares y apropiación del lenguaje escrito. Ministerio de
educación de la Prov. De Córdoba. Cuadernillo n°2.
aprender de manera significativa sus funciones sociales, para qué y cómo se los lee, se los escribe,
se los escucha leer, se habla sobre ellos.
Integramos estas nociones a la Matemática de modo de “… generar situaciones para que los niños
accedan a: descubrir, conocer y comprender números escritos y las diferencias en los diferentes
objetos sociales que son portadores de escritura (etiquetas, billetes, envases, precios, entre otros);
apropiarse paulatina y reflexivamente, al resolver problemas, del sistema de numeración
escrito.”6
El desafío que nos toca es mayor consideramos el contexto de nuestra comunidad atravesada por
situaciones de pobreza y vulnerabilidad social, y altos índices de analfabetismo en los adultos
referentes.
6
Extraído de La unidad pedagógica. Leer y escribir números. Ministerio de educación de la Prov. De Córdoba.
Cuadernillo n°3.
7
Op cit. Unidad pedagógica.Trayectorias escolares.
28
Articulación de Orientaciones pedagógico-didácticas
Kaufman, A.M. (comp.) (2007). Leer y escribir: el día a día en las aulas. Bs. As.: Aique.