Trabajo de Fin de Grado: Análisis de La Gestión Informativa en Los Centros Documentales Televisivos
Trabajo de Fin de Grado: Análisis de La Gestión Informativa en Los Centros Documentales Televisivos
Trabajo de Fin de Grado: Análisis de La Gestión Informativa en Los Centros Documentales Televisivos
2. Introducción..................................................................................págs. 3-7
3. Objetivos........................................................................................págs. 8-9
4. Metodología...................................................................................págs. 10-11
7. Conclusiones...................................................................................págs. 34-35
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1. Resumen
Palabras claves
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2. Introducción: la importancia de los centros documentales en la
sociedad de la información
Muchos siglos después, la imprenta marcó el comienzo de una nueva era en la historia
de la comunicación. Este invento supuso una transformación sin precedentes para el
mundo que hasta el momento se conocía. Si bien el mundo informativo aun tenía mucho
camino por recorrer, ya encontramos aquí a un grupo de la sociedad interesado en la
adquisición de ciertos documentos y, en respuesta, a un grupo de profesionales
dispuestos a satisfacer la demanda. Gracias al desarrollo y la estabilidad conseguidos,
surgió la necesidad de la información, y gracias a la información se abrió un mundo
nuevo en el que el conocimiento se hacía cada vez más accesible para una sociedad que
trataba de salir del oscurantismo en busca del progreso y de la modernización.
Con el paso de los siglos llegó la sociedad industrial, y con ella hombres cada vez más
capaces de manejar el mundo para adaptarlo a sus necesidades. Conceptos como el
tiempo y el espacio comenzaron a cambiar, a relativizarse y acelerarse gracias a
inventos antes inimaginables que creaban un mundo más cercano y conectado que
nunca. También las revoluciones, tanto liberales como tecnológicas, permitieron que
estos cambios empezasen a calar en la sociedad. Por ponerlo en otras palabras,
hablamos de una reducción del mundo sin precedentes que supuso que cada vez más
personas pudiesen acceder a lugares antes privilegiados, y la información juega un papel
clave en este proceso.
El mundo ha cambiado por completo en tan solo unas décadas. La sociedad de nuestros
días poco tiene que ver con la sociedad de hace cincuenta, treinta, o incluso veinte años.
La sociedad de la información ha dado lugar, como explica un estudio del Ministerio de
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Ciencias y Tecnologías (2002: en línea), a nuevas formas de difusión de conocimientos,
comportamiento social, prácticas económicas y empresariales, compromiso político,
medios de comunicación, educación, salud, ocio y entretenimiento. Es decir, un cambio
fundamental en todos los aspectos de nuestra vida.
El avance tecnológico, según un artículo que publica Javier Quiroz en el Boletín de los
Sistemas Nacionales Estadísticos y de Información Geográfica (2005: 81-93), faculta al
ser humano para hacer provecho de datos, información y conocimiento de modos sin
precedentes, propiciando un intercambio científico, cultural y técnico a escala mundial
que sobrepasa las divisiones geográficas, políticas y temporales. El autor continúa
aventurando -si bien el devenir de los acontecimientos parece darle la razón- que, lejos
de disminuir la velocidad, los cambios van a continuar sucediéndose cada vez en mayor
medida, añadiendo grandes presiones a la estructura de cualquier organización.
Agustín López (2013: en línea) opina que en la misma medida que las TIC han
penetrado en la vida de los ciudadanos, la innovación tecnológica se ha ido
incorporando a los medios de comunicación social en España, y que está provocando en
este principio de siglo grandes cambios en el quehacer de los medios de comunicación.
Es necesario tener en cuenta que esta nueva sociedad da también lugar a personas que
requieren de una información mucho más precisa para poder desenvolverse y vivir de
forma digna en un mundo mucho más complejo, lo cual entra en conflicto con la gran
cantidad de información -y de desinformación- que circula por todas partes, más ahora
con el fácil acceso y la dependencia a Internet.
El profesional de la información debe alzar la voz por encima de esta marea ingente de
datos y ser el "guía" de esta sociedad perdida en datos económicos y políticos. Ser la
voz entre las voces. Este profesional debe hacer frente a un volumen de información
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como nunca antes lo ha habido, para filtrarlo, manipularlo -siempre en el sentido
estricto y no peyorativo de la palabra-, y ofrecerlo al público. Como dicen José Angós,
Mª José Fernández y José Salvador (documento en línea), este profesional tiene que
resolver las considerables dificultades prácticas que puedan impedir al ciudadano
ejercer su derecho a la información.
Pero para que el periodista pueda cumplir de manera excelente sus funciones y hacer
que el ciudadano, efectivamente, ejerza su derecho a la información sin distorsiones,
resulta necesario remontarse a quien en última instancia es responsable primero de la
información que dicho informador maneja: el centro de documentación.
Como dice María Rubio (2005: 153-168), la sinergia entre periodismo y documentación
tendrá como fruto la elaboración de un periodismo más exacto, con más perspectiva y
criterio, más voces y más ángulos diferentes; un periodismo que cumpla, por fin, con su
servicio social destinado a contar historias de modo honesto e interesante, con una
exposición completa y comprensible de la realidad, y que conduzca a que los
ciudadanos puedan participar verdaderamente en la esfera de la sociedad de la
información.
Es por todo esto que se revela como fundamental el papel de los centros documentales
en esta nueva dinámica, dado que son los encargados últimos del suministro de
información a los medios de comunicación, o a los periodistas freelance en general.
Ángeles López (2003: 19) señala que hablar de la sociedad de la información supone
admitir que "vivimos inmersos" en la sociedad de la documentación, puesto que al fin y
al cabo esta disciplina es la encargada de estructurar, organizar y poner orden a todo el
cúmulo de información que circula por los diferentes canales perceptivos: escritos,
visuales, sonoros y audiovisuales. También apunta que, aunque la mayoría de los
ciudadanos no lo percibamos por tratarse de una labor anónima, cada día nos servimos
más en nuestro quehacer de la actividad realizada por los documentalistas. Además,
cada día la sociedad es más consciente de la trascendencia que tiene de cara al futuro
analizar y conservar el patrimonio bibliográfico, sonoro, fotográfico y audiovisual, entre
otros, como testimonio de la actividad intelectual del hombre.
Teniendo claro todo esto, resulta primordial por tanto, para el estudio que nos concierne,
delimitar y clarificar cuáles son exactamente las funciones que cumple un centro de
documentación en el entramado de los medios de comunicación. Son muchas las
definiciones encontradas al respecto, aunque hemos elegido esta de Álvarez-Ossorio
recogida por Blanca Rodríguez (2002: 22):
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Vamos a utilizar también para clarificar esta definición las palabras de Julio Arévalo
(2003: en línea), quien explica que los centros documentales permiten la mejor
organización de la información y, por tanto, un mejor aprovechamiento de los recursos
disponibles para determinar las necesidades del usuario. El documentalista debe ser de
esta forma el nexo entre el inmenso volumen informativo entrante y la información
final. A fin de cuentas, es esta figura quien tiene los conocimientos adecuados para ello.
Como sostiene este mismo autor, el documentalista no es la información, pero sí un
medio seguro de llegar a ella al ser la persona más capacitada para satisfacer las
necesidades de los usuarios.
Estos centros documentales, por supuesto, no son una excepción en las nuevas
dinámicas ya mencionadas y también se han visto revolucionados en sus formas y
modos de producción, especialmente desde su inclusión en el mundo digital. Debido a
esto, el siguiente estudio trata de determinar de qué forma ha evolucionado la gestión
que estos centros de documentación han realizado y realizan con la información que les
llega diariamente. Conocer de qué manera gestionan la información es necesario para
saber si realizan una buena o mala función en la cadena informativa.
"(...) Una vez que se produzca el paso definitivo al uso y disfrute masivo de las
autopistas de la información, cuando el usuario pueda obtener cualquier tipo de
información de cualquier centro de información y documentación o biblioteca, apoyarla
con elementos multimedia a una velocidad aceptable, disponer de televisión a la carta e
interactiva y disfrutar de la realidad virtual, la cuestión a plantear será: ¿qué puede hacer
el profesional de la información y de la documentación ante esa situación? La respuesta
es obvia: adaptarse a los nuevos sistemas e integrarse en ellos".
"(...) Pero la gestión digital de estos contenidos no sólo requiere ahora nuevas
herramientas mucho más complejas, sino que cambia sustancialmente el rol de los
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documentalistas audiovisuales, cuyo trabajo se realiza ahora en cualquier punto de la
producción digital, en lugar de ser únicamente un custodio de la misma, una vez
producida (...). La combinación de estos factores (productos mucho más complejos,
cuyo tratamiento se realiza en cualquier momento del proceso de producción y difusión
audiovisual) provoca la paradoja de que el nuevo modelo de gestión de la
documentación en las empresas e instituciones audiovisuales con contenidos digitales
(es decir, en prácticamente todas las empresas del sector) represente al tiempo una seria
amenaza y una gran oportunidad para los servicios de documentación y para quienes
trabajan en ellos (...)".
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3. Objetivos
Teniendo en cuenta todo lo anterior, el objeto primero de esta investigación fue conocer
el grado de transformación que habían sufrido los centros documentales con la aparición
de estas nuevas dinámicas, y concretamente con la aparición de Internet. Pretendíamos
averiguar de qué manera había afectado a la gestión que realizaban con la información
que les llegaba a diario, así como determinar si estaban aprovechando adecuadamente
las posibilidades que les proporcionaba este nuevo vehículo de la información.
Selección de la información.
Catalogación.
Análisis de contenido: resumen, indización y tesauro.
Modos de difusión.
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Ante esta nueva evidencia, el estudio tuvo que ser replanteado y la pregunta que
entonces nos formulamos como objetivo central era la siguiente:
¿De qué manera había cambiado la gestión de la información que realizaban los centros
de documentación de las cadenas de televisión nacionales en los últimos años,
especialmente a raíz de la digitalización de estos centros?
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4. Metodología
Con todo ello, el cuestionario final quedó estructurado de la siguiente manera, a rasgos
generales:
1. Organigrama.
2. Recursos técnicos.
3. Gestión documental.
4. Difusión documental.
5. Cambios estructurales del centro documental a raíz de la digitalización.
6. Tratamiento documental en la web.
7. Planes de futuro a corto/largo/medio plazo con respecto a la web.
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cadenas privadas, y su gestión depende únicamente de la cadena. Por su parte, TVE sí
tiene normativa que le afecte directamente.
Para ello, contactamos con Eugenio López, responsable del centro documental de A3
Media. Teniendo en cuenta la fusión producida entre La Sexta y Antena 3 hace
relativamente poco tiempo, fue necesario contactar con Concha Algarra, manager del
departamento del centro documental de Accentur, empresa encargada de la parte
documental de Antena 3 dentro de A3 Media. No estimamos necesario para el estudio
contactar con el centro documental de Liquid Media, encargado de La Sexta, puesto que
era Antena 3 quien llevaba el peso de la documentación y del archivo, y además todo
era coordinado desde A3 Media.
Para dar voz al centro documental de Mediaset contactamos con Javier Solano,
responsable del centro documental de informativos. También tuvimos en cuenta la
fusión realizada entre Cuatro y Telecinco a la hora de enfocar la entrevista, pero no fue
necesario contactar con Cuatro debido a la asimilación de competencias total que había
hecho Telecinco en cuanto a gestión documental.
Por último, contactamos con Paloma Hidalgo, jefa de la unidad de Análisis Documental
de Informativos de TVE. No obstante, resulta necesario aclarar que a pesar de la
insistencia, Paloma Hidalgo contaba con fuertes restricciones temporales y legales, por
lo que no nos ha podido responder a todo lo que le pedíamos. Por ello, hemos utilizado
el artículo de la misma autora llamado La selección de documentos audiovisuales en
televisión: la selección en TVE por propia recomendación suya, puesto que los criterios
en general se han mantenido similares.
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5. Marco teórico: La gestión de la documentación audiovisual
televisiva
"Se deberían tomar las medidas apropiadas para lograr que el patrimonio
constituido por las imágenes en movimiento tenga una protección física
apropiada contra el deterioro originado por el tiempo y el medio ambiente. Como
las malas condiciones de almacenamiento aceleran el deterioro al que están
constantemente expuestos los soportes materiales y pueden entrañar incluso su
destrucción total, las imágenes en movimiento deberían conservarse en archivos
de cine y de televisión oficialmente reconocidos y someterse a tratamiento según
las mejores normas archivísticas. Por otra parte, deberían realizarse
investigaciones encaminadas específicamente a elaborar soportes materiales de
alta calidad y duraderos para la adecuada salvaguardia y conservación de las
imágenes en movimiento".
No es difícil imaginar la revolución que pudo suponer este hecho concreto en el devenir
de la historia. A lo largo de siglos y siglos, el ser humano se había bastado con su
testimonio visual y oral para creer en los hechos: si alguien lo había visto, no quedaba
más remedio que confiar o desconfiar de su veracidad. A partir de este momento se
introdujo un elemento extraño y despersonalizado de cuya fiabilidad no se podía dudar:
una película que daba constancia de un acontecimiento mediante la repetición de un
hecho ante los ojos de cualquiera y las veces que fuera necesario. No es de extrañar por
tanto que este autor entendiese la importancia de lo que tenía entre manos y de ese
modo se convirtiese en el máximo defensor de la necesidad de la creación de archivos
cinematográficos y de la conservación posterior de estos mismos como material
histórico que formaría parte del patrimonio de la humanidad.
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llegaría a ser relevante hasta que las pérdidas fueron ya irreparables”. Mercedes
Caridad, Tony Hernández, David Rodríguez y Belén Pérez (2011: 21) explican que las
imágenes en movimiento se asociaron a la distracción de la población y se consideraron
como una mercancía fugaz carente de valor duradero, por lo que toda la conciencia
sobre el valor social de los inicios del cine sucumbió ante el valor económico de la
mercancía. En 1938 encontramos un punto de inflexión en esta batalla por la
conservación de los filmes: la creación de la Federación Internacional de Archivos de
Filmes (FIAF); desde este momento, la conservación de los archivos cinematográficos
cobra un carácter oficial e internacional.
Por otra parte, también resulta obvio dadas las fechas en las que nos movemos, que la
documentación en prensa tuvo que influir en gran medida en la documentación
audiovisual televisiva por llevar ya recorrido un largo trayecto cuando la segunda tan
solo empezaba a caminar. Como nos dice Ángeles López (2003: 78) al hablar sobre la
historia de la documentación periodística, la utilización de documentos periodísticos
como fuentes para elaborar nuevas noticias ha sido una práctica habitual desde los
inicios de la prensa escrita. Y en este ejercicio que acabamos de describir es
precisamente donde se encuentra la esencia de la actividad documental, ya definida
anteriormente: la gestión de los archivos existentes para su posterior aprovechamiento.
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Por tanto, es lógico pensar que la documentación audiovisual televisiva compartirá con
la documentación de prensa técnicas y métodos de selección, de análisis de contenido y
de recuperación, aunque con las reformas necesarias por el carácter audiovisual de estos
documentos.
Es decir, que además del valor patrimonial del que ya Bobeslav Matuszewski fuese
abanderado algunas décadas atrás y que debería haber servido de ideal para la
conservación de los archivos, estos documentos contaban con un potencial económico
enorme, que finalmente fue lo que empujó a las cadenas de televisión a trabajar en ellos:
se repitió lo ya ocurrido con los archivos cinematográficos.
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Consideramos necesario añadir a esta cronología la creación de la Federación
Internacional de Archivos de Televisión (FIAT) en 1977, con el propósito de promover
la cooperación entre los archivos de televisión, los archivos, las bibliotecas multimedia,
audiovisuales y todos aquellos agentes involucrados en la conservación y explotación de
la imagen en movimiento o los materiales con sonido grabado, además de la
documentación asociada.
Ángeles López (2003: 79) habla de los principales cambios -especialmente técnicos-
que estas empresas informativas fueron sufriendo con el paso de las décadas y que
llevarían a una mejora de la actividad realizada por los profesionales de la
documentación. Estos avances estuvieron centrados en resolver el gran problema del
almacenamiento limitado, así como de la recuperación rápida de la información. La
autora continúa -en su explicación cronológica- con los años noventa, momento a partir
de cual califica la evolución tecnológica como imparable hasta nuestros días.
"A lo largo del siglo pasado se produjo un esfuerzo por conservar el patrimonio
de los medios de comunicación. La mayoría de ellos optaron por presentar a sus
lectores/usuarios una información de calidad y para ello confiaron a sus
documentalistas la tarea de conservar, analizar, estudiar, catalogar, difundir y
reutilizar los fondos que iban acumulando cada día. Sin embargo, no todas las
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empresas de comunicación tomaron estas medidas, por lo que sus archivos y
centros de documentación presentan diversos niveles de actividad documental".
Selección de la información.
Catalogación de la información.
Análisis de contenido: resumen, indización y tesauro.
Difusión.
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6. Resultados y discusión
Con el objetivo de dar una visión lo más amplia y completa posible, también hemos
querido realizar unas aclaraciones generales acerca de los cambios estructurales que los
centros documentales elegidos han sufrido en los últimos tiempos, más concretamente a
raíz de la digitalización.
Por tanto, y dado que A3 Media no cuenta con un centro documental propio, es Concha
Algarra, la mánager del departamento del centro documental de Accentur, quien nos
explica la situación existente en el centro documental. Existen dos áreas diferenciadas
en la empresa: videoteca y tratamiento documental. De las 55 personas que trabajaban
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en él, han pasado a ser 31 en cuatro años. Esta bajada de número, según Concha
Algarra, depende de las necesidades del cliente.
El centro documental está estructurado por secciones, que cuentan con redactores y
documentalistas asociados a ellos. Además, el centro cuenta con un pull, al igual que en
A3 Media.
También Paloma Hidalgo (2005: 233-260) destaca que, a pesar de que el fondo
documental de RTVE constituye sin duda parte del Patrimonio Histórico y
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Cultural de España, al mismo tiempo RTVE es un organismo productor y emisor
de programas, por lo que cuenta con criterios y objetivos empresariales.
Lo ideal, según Ángeles López (2003: 107), sería que cualquier servicio de
documentación pudiese conservar todos los archivos al menos durante el espacio de
tiempo recomendado por la FIAT, es decir, dos años para los documentos de ficción y
cinco años para los informativos. Pasado este tiempo, la cadena podría plantearse si el
contenido es lo suficientemente importante como para conservarlo permanentemente.
Recordando el elemento del valor patrimonial de los archivos, Ángeles López (2003:
110) recoge en su estudio un informe realizado por Sam Kula a propuesta de la
UNESCO sobre los documentos audiovisuales. En dicho informe sostiene que deberían
tener prioridad selectiva los siguientes archivos:
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5. Imágenes en movimiento que documentan la actividad relativa a una personalidad
significativa o muestran acontecimientos relacionados con una minoría regional o
étnica o racial.
6. Imágenes en movimiento que alcanzaron la aprobación crítica o popular y que
influyen en la índole y caminos adoptados por las producciones posteriores.
7. Imágenes en movimiento con un alto potencial de reutilización por parte de las
productoras o que corresponden a las necesidades de investigación en lo
inmediato o en el futuro de la comunidad a cuyo servicio está el archivo.
Por último, la autora menciona el informe realizado por Malden con recomendaciones
de FIAT sobre la selección y preservación de las producciones de televisión y que
contempla los siguientes criterios:
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No obstante, debemos tener en cuenta que estas recomendaciones consideran al archivo
visual como patrimonio histórico y como producto que beneficia a la sociedad. La
realidad es que los medios de comunicación disponen de recursos -tanto temporales,
como físicos y económicos- limitados, por lo que entendemos que estos criterios de
selección en muchas ocasiones se verán sujetos en las televisiones más a motivos de
índole económica que patrimonial.
Mabel Giménez (2007: 166) especifica el tipo de material al que considera susceptible
de selección dentro de la cadena televisiva:
1. Señal institucional.
2. Pool.
3. Bruto de cámara.
4. Señal internacional.
5. Noticias de agencias.
6. Intercambios de agencias internacionales.
7. Vídeos domésticos.
8. Grabaciones en directo.
9. Material de origen externo de centros territoriales y corresponsalías.
10. Señal unidad móvil.
Seleccionar lo que va a formar parte del archivo de una cadena de televisión se revela
como una decisión fundamental: resulta imposible almacenar toda la información que
diariamente entra en los centros. Además, en los últimos tiempos el volumen de datos
ha experimentado una subida exponencial, por lo que estas restricciones se hacen más
presentes en las rutinas documentales. Apunta Tony Hernández en el prólogo del libro
de Mabel Giménez (2007) que la producción audiovisual emitida anualmente en España
sobrepasa el medio millón de horas solo en televisión. Continúa el autor:
"(...) Guardarlo todo no sería asumible para ninguna de las grandes emisoras,
públicas o privadas, de televisión, al igual que no lo sería almacenarlo en ficheros
digitales, pues, siendo ya una realidad la digitalización de imágenes en
movimiento, el coste sigue siendo elevado para garantizar una mínima calidad
que permita redifundir lo que se conserva. Y ello sin pensar en la degradación que
podría suponer para el fondo documental hacerlo crecer sin criterio y sin pensar
en el coste de tiempo que el personal debería dedicar al análisis".
Por todo ello, la selección del material audiovisual de televisión es una de las fases más
importantes del tratamiento documental, ya que de ella dependerá la creación del
archivo, y es en torno a este archivo al cual girarán las demás fases del proceso
documental. Por tanto, si la selección no se realiza de manera adecuada, no será posible
que el centro documental cuente con un archivo de calidad.
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"La selección es, por lo tanto, una tarea documental importante e ineludible, que
debe ir precedida por la existencia de una política clara al respecto en la entidad u
organismo en el que se encuentra enmarcado el servicio de documentación y por
una valoración rigurosa de todos y cada uno de los documentos propuestos, en el
sentido más amplio del término, para ingresar en el archivo, que habrá de
efectuarse responsable y controladamente. De no hacerse la selección de este
modo, se puede correr el riesgo de no incorporar al fondo documental de estas
organizaciones documentos pertinentes para sus objetivos y las necesidades de
sus usuarios, o por el contrario, incorporar unas cantidades ingentes de
documentos que no sean rentables para la institución y, sin embargo, provoquen
los gastos habituales de almacenamiento, gestión y conservación, especialmente
elevados en el caso de los documentos audiovisuales".
Como ya hemos mencionado a lo largo de este estudio, en España no existe ninguna ley
que regule la homogeneidad de los procesos documentales en las cadenas de televisión,
por lo que cada una de las cadenas tiene sus propios criterios de selección, así como sus
propias rutinas y formas de realizarla. Se trata de la fase menos regulada del proceso, y
son pocos los centros de documentación que cuentan con políticas de selección que
disminuyan el componente subjetivo de esta tarea documental.
Desde hace algunos meses están tratando de unificar todos los criterios con La Sexta.
Concha Algarra, responsable de Accentur, nos explica que Accentur no cuenta con una
guía de estilo como tal, sino manuales de tratamiento documental a nivel tanto de
selección como de análisis del material para que el documentalista lo haga siempre de la
misma manera. A nivel de selección, estas guías definen a qué carpetas tienen que ir los
archivos, cómo se guardan, si es archivo definitivo o temporal... Estas normas de trabajo
existen desde antes de que Accentur se hiciese cargo del servicio de documentación de
Antena 3, aunque son normas que se van modificando con el tiempo según las nuevas
exigencias del mundo digital. Por tanto, Liquid Media y Accentur tienen constantes
reuniones para conseguir unificar y acordar los criterios entre los departamentos, ya que
necesitan tener total coordinación de cara a su cliente, A3 Media. "Todo va
posteriormente a la misma base de datos, por lo que se debe seguir la misma lógica y el
mismo ratio de trabajo", explica Concha Algarra.
Concha Algarra nos matiza que se intenta llevar al día la selección del material
audiovisual, pero que es necesario tener en cuenta la densidad de información que puede
llegar ante un acontecimiento determinado. Por ejemplo, solo el funeral de Suárez
produjo en dos días noventa horas de entrada. También nos dice que en la actualidad
resulta mucho más sencillo cumplir estos plazos, puesto que gracias a las tecnologías y
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a la digitalización de los centros es posible procesar un mayor volumen de datos de
forma más rápida.
Teniendo en cuenta los cambios producidos por los centros documentales a raíz de la
digitalización, hemos querido averiguar qué criterios se han seguido para la
digitalización de los archivos de cinta que ambas cadenas tenían.
En Mediaset la digitalización comenzó en 1998. Hace unos pocos años, nos explica
Javier Solano, se realizó un expurgo en el que se conservó aproximadamente el 40% de
los archivos existentes por la imposibilidad de introducirlo todo en el archivo definitivo.
De ese 40%, posteriormente se digitalizó todo. Cuando llegó Cuatro, se decidió
importar el archivo entero -si bien esta operación aun no ha sido completada- y se
digitalizó todo sin seguir ningún criterio.
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También nos explica Javier Solano que en Mediaset no utilizan un único criterio de
selección, sino que cuentan con la selección desde los criterios del redactor, y desde la
óptica del documentalista y la documentación: necesidades del centro, completar la
información, utilización futura de la noticia o memoria histórica de Mediaset.
Por su parte, en TVE los criterios de selección, según explica Paloma Hidalgo (2005:
233-260) han sido un motivo de preocupación fundamental, tal y como demuestra la
elaboración y publicación de la Disposición General 3/1982, de 27 de agosto, por la que
se creaba el "Comité de Selección de Documentación del Ente Público RTVE".
Según este archivo, los criterios de selección han de ser los siguientes:
Programas unitarios o seriados que puedan ser utilizados por investigaciones para
reflejar retrospectivamente los trabajos de profesionales sobresalientes.
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6.3. La catalogación documental
"A fin de promover y facilitar el acceso de los usuarios al fondo documental del centro,
se hace preciso determinar cuáles serán los principales puntos de acceso o entradas por
los que podamos identificar y localizar cada uno de los documentos que componen la
colección. Esta operación es conocida como catalogación, y vienen a completar así, una
vez descrito el documento, el asiento bibliográfico. En principio, y siempre que el
documento esté bien descrito, cualquier elemento informativo de los que componen el
registro puede servir de entrada al documento. No obstante, es importante atender a la
uniformidad y homogeneidad de los puntos de acceso o encabezamientos para facilitar
la rápida localización de los documentos, es decir, todos los registros deben ajustarse a
unas mismas reglas de encabezamiento, tanto en lo referente a la elección de los
posibles puntos de acceso, como a la forma que habrán estos de adoptar".
Para hablar de los métodos de catalogación que las cadenas televisivas tienen, resulta
necesario que aclaremos con qué bases de datos trabaja cada una de las cadenas
investigadas, dado que es esta la herramienta con la cual realizan todo el proceso. Como
sostiene Miguel Ángel Moreno (2009: 25):
La base de datos utilizada por A3 Media -así como por Accentur- es GAMA,
incorporada a un gestor de materiales MAM y con un motor de base llamado BRS. El
motor nativo existe desde 1989, aunque GAMA se empezó a desarrollar hacia 1997. Se
trata de una base de datos desarrollada por la propia cadena y desde las necesidades del
departamento, por lo que como nos explica está muy ajustada a sus necesidades. Por el
contrario, el motor BRS es comprado. La principal desventaja, nos explica Eugenio
López, es que la base de datos GAMA no está completamente integrada en el motor, y
el diálogo entre ambas partes es costoso y a veces tiene incidencias. Esta base de datos
está en constante evolución desde que se inició, y cuenta con versiones también propias
que se realizan para mejorar la funcionalidad.
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Material que no es propio que se cataloga, como el material de agencia. La
catalogación de este material es menos profunda, ya que se aprovechan los datos
que los archivos traigan de agencia.
Material propio que no se cataloga, como las cámaras masterizadas sin
recuperación posterior o las series de ficción.
La Minimum Data List fue creada por la FIAT en 1992. Se trata de una lista
estructurada en 22 campos para establecer un punto de partida de los sistemas de
descripción de los materiales en televisión. Los campos están agrupados en tres áreas:
áreas de identificación, área técnica y área de derechos.
En Mediaset no se rigen por la Minimum Data List, sino por un documento propio
elaborado por la empresa en el que se establecen ciertos criterios para completar el
archivo con metadatos1: id, título, descriptores, fecha de la noticia, fecha del registro,
resumen, minutado, origen, área, derechos, valor documental, notas, usuario...
1
Metadato: Literalmente "sobre datos". En el campo de la documentación, se utilizan para dar una
información más precisa en el resultado de una búsqueda para ahorrar al usuario filtraciones innecesarias
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6.4. Análisis de contenido
Además, la nueva versión de la base de datos ofrece una visión más gráfica de estos
niveles, destacando una imagen representativa del fragmento, es decir, del key frame.
También presenta un key frame de inicio y un key frame de final de cada parte que el
documentalista quiere reseñar. Para esto existe un manual general, y cada programa
concreto -por ejemplo, Máster Chef- tiene una guía específica.
Con esta estructura la cadena utiliza metadatos visuales que hoy por hoy no son
elementos de indización, aunque según Eugenio López se desarrollarán sistemas para
que los sistemas reconozcan lo que haya en imágenes como si fuesen términos.
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También se introducen en esta estructura elementos textuales, descripciones de los
fragmentos. En A3 Media no se indiza en detalle, pero sí con key words.
Javier Solano nos explica que en Mediaset se rellena una ficha única cada vez que entra
la información. Esta información entra en un sistema llamado Interplay, y lleva consigo
un título y una referencia. Se trata de una "gran carpeta de trabajo", subdividida en
carpetas temáticas, con la que los documentalistas pueden trabajar y de la que pueden
extraer todo el material que necesiten. La información entrante lleva un registro aparte
para que no entre en conflicto con el trabajo de los redactores.
Paloma Hidalgo nos explica que en el caso de TVE la mayor parte de los documentos
tienen un resumen mínimo de documentos, independientemente de que después se
decida minutarlos o no. Los criterios de elaboración de resúmenes, así como los de
indización -a pesar de no haber podido especificarlos- se han mantenido igual a lo largo
del tiempo.
6.4.2. Tesauro
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indizador y el usuario buscador de información. El tesauro conduce al usuario de un
término a otro, facilitando así su labor de búsqueda.
Los tesauros han sido a lo largo de la historia muy utilizados en los centros
documentales a causa de las posibilidades comunicativas que ofrece a los usuarios de
dicho centro. Tal y como explica Antonio García (1999: 356):
Mediaset sí cuenta con un tesauro, desarrollado a través de un acuerdo con Félix del
Valle. Como explica Félix del Valle (2003: 165-180), el tesauro para materiales
audiovisuales de Telecinco se construye en respuesta a una iniciativa de los Centros de
Documentación -Centro de Documentación de Programas y Centro de Documentación
de Informativos- de esta cadena ante la necesidad de integrar su documentación en un
entorno digital innovador y ante la constatación de la necesidad de disponer de una
herramienta de lenguaje ágil y abierta capaz de tratar todo el conjunto de documentos
generados por un sistema de producción de contenidos dirigido a la información y el
entretenimiento. Este nuevo sistema, como explica el autor, tiene las siguientes
funcionalidades:
30
Es capaz de identificar palabras y hablantes, previa transformación del audio en texto.
Paloma Hidalgo nos explica que en TVE se utiliza un tesauro elaborado y gestionado
internamente. En algunos campos se utilizan listas de descriptores a través de
desplegables instalados en algunos campos de la ficha de análisis.
A lo largo de todo el estudio hemos remarcado la importancia que la buena gestión del
patrimonio documental tiene para las cadenas de televisión -y para cualquier medio de
comunicación- dado el valor con el que cuenta. También hemos analizado de qué
manera se le da salida inmediata a esa información, es decir, realizar los productos
finales de la cadena con la mayor calidad posible.
Sin embargo, de lo que no hemos hablado es de lo que ocurre con esa información ya
catalogada y archivada, y es eso lo que trataremos de hacer en este apartado.
También Antonio García (1999: 115) opina que quizás esta sea la tarea más importante,
ya que los servicios de documentación tienen sentido en cuanto que sus usuarios puedan
recuperar la información contenida en los documentos que conservan y gestionan. Este
autor establece una tipología general de usuarios:
Hemos decidido servirnos de esa tipología para analizar de qué forma las cadenas
seleccionadas están llevando a cabo la difusión documental.
Por una parte, en cuanto a usuarios internos, hemos decidido centrarnos en la utilización
del archivo que realizan los redactores -y los periodistas en general- para la realización
de sus noticias.
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Eugenio López nos cuenta que los periodistas utilizan el sistema tanto para pedir
información a los documentalistas como para buscarla ellos mismos, la mayoría para
pedir dosieres y vídeos de producción propia. Para ello A3 Media cuenta con un espacio
asignado al servidor donde se publican los recursos que consideran que pueden necesitar
los periodistas, anticipándose de esta manera a lo que "va a ocurrir" ante un
acontecimiento previsto, y pasado el acontecimiento estas imágenes se retiran.
Eugenio López considera que los periodistas cada vez están recurriendo más a la auto
documentación, y desde A3 Media se fomenta esa política:
Además, apunta Eugenio López que con las estructuras de lenguaje natural cada vez es
posible realizar búsquedas más transparentes, por lo que para asuntos sencillos no es
necesaria la intermediación del documentalista. De esta manera, los documentalistas no
tienen que utilizar todo su tiempo en realizar búsquedas para el usuario.
Por su parte, Javier Solano, documentalista de Mediaset, explica que los periodistas
continúan acudiendo a los documentalistas tanto como antes, y que la consulta al
archivo no se ha visto reducida. También opina que hay búsquedas que un redactor
puede buscar solo, es decir, la información fácil de encontrar y que quita tiempo al
documentalista para realizar trabajos para los que únicamente él está capacitado. Sin
embargo, continúa, hay búsquedas que no podrían realizar solos los redactores debido a
su complejidad.
"Creo que con los cambios tecnológicos que comienzan a implantarse -debemos
tener en cuenta la antigüedad del estudio-, la labor que desarrollarán los
documentalistas encargados de las tareas de difusión de la información, se
centrarán más en la denominada 'difusión indirecta', es decir, en la elaboración de
catálogos, dosieres documentales, diseño y creación de nuevos productos
documentales y en la formación de los usuarios en los nuevos sistemas de
búsqueda, de manera que sea posible explotar al máximo los recursos
informativos documentales e incluso generalizar la obtención de beneficios
económicos".
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siguiente cuestión: ¿Están los periodistas sacando provecho de esta información para
elaborar sus noticias?
Eugenio López opina que sí, y que desde que La Sexta se fusionó con Antena 3 la
utilización del archivo de Antena 3 se ha incrementado mucho, dado que la filosofía de
producción y la línea editorial de La Sexta se basa en la revisión de contenido de
archivo de forma retrospectiva para programas como El Objetivo o El Intermedio.
Por su parte, Concha Algarra tampoco considera que se esté recurriendo menos al
archivo documental. Según esta fuente, Accentur realiza más de veinte mil búsquedas al
año únicamente para informativos de Antena 3, sin contar con las búsquedas que
realizan ellos mismos. Otra cosa es, tal y como nos explica, lo que se haga con ese
archivo, aunque dependa exclusivamente de lo que quiera hacer el medio de
comunicación.
En esta misma línea, nos comenta Javier Solano que en los informativos cada vez hay
menos análisis y menos profundidad, aunque no responde a cuestiones documentales:
Javier Solano explica que Mediaset no cuenta por el momento con ningún proyecto con
respecto a la difusión de contenidos. A pesar de la revolución digital y de la aparición
de Internet, no realizan ningún trabajo con ella. Lo más parecido es la web, aunque es
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llevada por redactores y el departamento de documentación únicamente presta ayuda
cuando estos redactores lo solicitan. No obstante, los documentos ya catalogados e
indizados son los que estos redactores del mundo web suelen utilizar, aunque no
siempre es así. En ocasiones, los redactores utilizan imágenes que los documentalistas
han podido desechar.
Javier Solano opina que podría haber un mundo paralelo de negocio en torno al archivo
documental, puesto que tiene la calidad suficiente para ello. Por ejemplo, gracias a
Internet se podría realizar la venta de imágenes a cualquier cliente o telespectador que
así lo requiriese, o incluso podría suponer un contacto entre el usuario y la base de
datos. Sin embargo, explica que esto no se ha hecho, ni a corto plazo se hará, y que el
trabajo documental continúa siendo, por el momento, el mismo de siempre: suministrar
imágenes a la redacción para el adecuado funcionamiento del informativo.
En cuanto al entorno web, también son los redactores quienes se encargan de esto, sin
ningún documentalista implicado en el proceso. La información volcada a la red es
independiente del centro documental.
Concha Algarra, al hablarnos sobre Internet, sostiene que es la herramienta que más ha
facilitado la vida a los documentalistas en los últimos tiempos. Se utiliza, sobre todo,
para la recuperación de información y para completar noticias, dado el acceso inmediato
a la información que supone. Internet, nos cuenta, hace posible que se trabaje a una
velocidad mucho mayor que antiguamente.
En cuanto a los usuarios internos de TVE, Paloma Hidalgo nos cuenta que no se ha
notado ningún cambio sustancial en cuanto a la búsqueda de información. A diferencia
de los otros medios televisivos, normalmente los periodistas no realizan la búsqueda
personalmente, sino que la siguen delegando en un documentalista.
Por otra parte, todas las competencias relacionadas con los usuarios externos son de la
Dirección Comercial de RTVE, mientras que Documentación únicamente presta servicio
a los usuarios internos y a los investigadores, tal y como ocurre en el resto de centros
documentales.
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7. Conclusiones
A pesar de todos los cambios sufridos, encontramos que la información continúa siendo
un elemento clave, si bien incluso más importante que antes, en la vida diaria. Esta
información necesita ser correctamente tratada y difundida, por lo que resulta
imprescindible la labor de los centros de documentación. Estos centros de
documentación se han visto transformados en sus modos de hacer y producir, pero no en
el papel fundamental que desempeñan.
Los archivos audiovisuales televisivos -así como los archivos documentales, en general-
han tenido que recorrer un arduo camino hasta tener la consideración y el trato que
tienen en nuestros días. Parece que tanto en la teoría como en la práctica, los medios de
comunicación en general y las cadenas de televisión analizadas, en particular, son
plenamente conscientes de la importancia que tiene el conservar y gestionar de una
correcta manera los documentos audiovisuales que la empresa informativa genera. Por
ello, dedican recursos tanto materiales como humanos con el fin de conseguir el mejor
aprovechamiento de estos documentos. No obstante, es cierto que esta forma de hacer
no siempre responde a una cuestión relativa a la importancia que conlleva conservar
estos documentos por su valor patrimonial, como debería ser, sino a lógicas
empresariales debido a la enorme rentabilidad que produce al medio de comunicación
tener correctamente seleccionados, catalogados y analizados sus documentos para la
posterior recuperación.
Los modos de trabajo, como nos han permitido saber los responsables de los centros
documentales, no han cambiado gran cosa al margen de esta digitalización. La
selección, catalogación y análisis de la información en general sigue respondiendo a los
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mismos criterios que antes, excepto en algunos casos en los que el trabajo ha perdido
rigurosidad y exactitud por obedecer a la dinámica de inmediatez que se ha impuesto en
los últimos tiempos en la cadena informativa.
Por último, hemos podido observar que la difusión de la información es el aspecto más
desaprovechado en los centros de documentación, ya que dichos centros no aprovechan
en ninguno de los casos estudiados las posibilidades que las nuevas tecnologías les
ofrecen. Le hemos querido prestar especial atención a la falta de utilidad que en los
centros de documentación se le está dando a Internet en cuanto a este aspecto. Internet
es considerado por todos los documentalistas entrevistados como una herramienta que
ofrece facilidades antes inconcebibles, pero en ninguna cadena de televisión se ha
realizado ninguna acción al respecto, como podría ser dar salida al archivo utilizando las
posibilidades que Internet podría proporcionar de cara al usuario externo.
"La explotación comercial de los archivos de televisión precisa de una filosofía de venta
de la que carecen la mayoría de las televisiones españolas. Una filosofía que resume a la
perfección el eslogan elegido por la BBC para la página web de su servicio de ventas:
'The BBC has everything'. Una consigna que demuestra hasta qué punto las empresas de
televisión están empezando a considerar la explotación comercial de sus archivos como
una posible vía de negocio (López que Quintana, 1997: 309), algo hasta ahora
impensable dado el escaso valor concedido a los archivos por los responsables de estas
empresas".
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8. Referencias bibliográficas
ANGÓS ULLATE, J.; FERNÁNDEZ RUIZ, M.; SALVADOR OLIVÁN, J. (año sin
especificar). El impacto de la www en la evolución y futuro de los centros de
documentación. [en línea] http://eprints.rclis.org/8773/1/Jor-Cat-99.pdf [capturado:
14/04/2014].
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MARCOS RECIO, J. (2013). Gestión del patrimonio audiovisual en medios de
comunicación. Madrid: Editorial Síntesis.
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