Trabajo de Fin de Grado: Análisis de La Gestión Informativa en Los Centros Documentales Televisivos

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UNIVERSIDAD DE SEVILLA

Trabajo de Fin de Grado:


Análisis de la gestión
informativa en los centros
documentales televisivos
Eva María Ferreras Bracho
Facultad de Comunicación
Grado en Periodismo
ÍNDICE

1. Resumen y palabras claves...........................................................pág. 2

2. Introducción..................................................................................págs. 3-7

3. Objetivos........................................................................................págs. 8-9

4. Metodología...................................................................................págs. 10-11

5. Marco teórico................................................................................págs. 12-16

6. Resultados y discusión..................................................................págs. 17-33

6.1. Cambios estructurales en los centros de documentación

6.2. La selección documental

6.3. La catalogación documental

6.4. Análisis de la información: resumen, indización y tesauro

6.5. Difusión de los documentos gestionados

7. Conclusiones...................................................................................págs. 34-35

8. Referencias bibliográficas..............................................................págs. 36-37

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1. Resumen

El siguiente estudio trata de analizar la gestión que realizan los centros de


documentación de los archivos audiovisuales televisivos en el ámbito nacional, teniendo
en cuenta la importancia que tienen los centros de documentación para el sistema
informativo de nuestros días.

Tratamos de dar respuesta a la evolución que dichos centros de documentación han


sufrido debido a la digitalización y a la aparición de Internet en los siguientes aspectos:
cambios estructurales sufridos por el centro documental, selección de la información,
catalogación de la información, análisis de la información y difusión de la misma.

Para ello, se ha realizado un estudio cualitativo basado en investigaciones anteriores, así


como en un trabajo de campo directo mediante entrevistas personales a los responsables
de las tres cadenas de televisión con más peso en España: A3 Media y Mediaset, en el
ámbito privado, y TVE en el ámbito público.

Palabras claves

«SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN» «DOCUMENTACIÓN AUDIOVISUAL» «ARCHIVOS


TELEVISIVOS» «DIGITALIZACIÓN» «INTERNET» «GESTIÓN DE LA INFORMACIÓN»

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2. Introducción: la importancia de los centros documentales en la
sociedad de la información

A lo largo de la historia ha habido hitos que necesariamente han marcado un antes y un


después en la evolución de la misma. El primero de estos fue la aparición de la escritura,
la línea que separó la prehistoria de la historia, siendo considerada como uno de los
grandes logros de la humanidad: a partir de este momento comenzaríamos a tener
constancia de lo vivido por otros.

Muchos siglos después, la imprenta marcó el comienzo de una nueva era en la historia
de la comunicación. Este invento supuso una transformación sin precedentes para el
mundo que hasta el momento se conocía. Si bien el mundo informativo aun tenía mucho
camino por recorrer, ya encontramos aquí a un grupo de la sociedad interesado en la
adquisición de ciertos documentos y, en respuesta, a un grupo de profesionales
dispuestos a satisfacer la demanda. Gracias al desarrollo y la estabilidad conseguidos,
surgió la necesidad de la información, y gracias a la información se abrió un mundo
nuevo en el que el conocimiento se hacía cada vez más accesible para una sociedad que
trataba de salir del oscurantismo en busca del progreso y de la modernización.

Con el paso de los siglos llegó la sociedad industrial, y con ella hombres cada vez más
capaces de manejar el mundo para adaptarlo a sus necesidades. Conceptos como el
tiempo y el espacio comenzaron a cambiar, a relativizarse y acelerarse gracias a
inventos antes inimaginables que creaban un mundo más cercano y conectado que
nunca. También las revoluciones, tanto liberales como tecnológicas, permitieron que
estos cambios empezasen a calar en la sociedad. Por ponerlo en otras palabras,
hablamos de una reducción del mundo sin precedentes que supuso que cada vez más
personas pudiesen acceder a lugares antes privilegiados, y la información juega un papel
clave en este proceso.

No resulta descabellado comparar la aparición de la imprenta con el surgimiento del


mundo digital, que en las últimas décadas ha vuelto a transformar profundamente los
cimientos del mundo que conocíamos. Según la definición extraída de Wikipedia
(enciclopedia en línea), la sociedad de la información ha traído consigo, además de una
revolución tecnológica, un cambio en los modos de existir, de pensar y de relacionarnos
con el mundo. En esta sociedad, la información es la materia prima que potencia el
conocimiento. Podríamos entender la sociedad de la información como una comunidad
de individuos fuertemente influenciada por la abundancia y el flujo de datos y de
noticias, que se producen masivamente gracias a la aparición de las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC). Es, en definitiva, una época marcada por la
evolución de las nuevas tecnologías.

El mundo ha cambiado por completo en tan solo unas décadas. La sociedad de nuestros
días poco tiene que ver con la sociedad de hace cincuenta, treinta, o incluso veinte años.
La sociedad de la información ha dado lugar, como explica un estudio del Ministerio de

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Ciencias y Tecnologías (2002: en línea), a nuevas formas de difusión de conocimientos,
comportamiento social, prácticas económicas y empresariales, compromiso político,
medios de comunicación, educación, salud, ocio y entretenimiento. Es decir, un cambio
fundamental en todos los aspectos de nuestra vida.

El avance tecnológico, según un artículo que publica Javier Quiroz en el Boletín de los
Sistemas Nacionales Estadísticos y de Información Geográfica (2005: 81-93), faculta al
ser humano para hacer provecho de datos, información y conocimiento de modos sin
precedentes, propiciando un intercambio científico, cultural y técnico a escala mundial
que sobrepasa las divisiones geográficas, políticas y temporales. El autor continúa
aventurando -si bien el devenir de los acontecimientos parece darle la razón- que, lejos
de disminuir la velocidad, los cambios van a continuar sucediéndose cada vez en mayor
medida, añadiendo grandes presiones a la estructura de cualquier organización.

Concretamente en el ámbito informativo, explica Julio Alonso (2003: en línea) que el


paso de la sociedad industrial a la sociedad de la información supone importantes
cambios en las organizaciones y un nuevo papel de los servicios de información y de los
profesionales. A causa de ello son necesarias nuevas competencias, gran parte de ellas
ligadas a la formación permanente, pero también nuevas actitudes. Se demanda un
mayor compromiso y ser capaz de aportar valor a la propia organización y a la sociedad
en general.

Agustín López (2013: en línea) opina que en la misma medida que las TIC han
penetrado en la vida de los ciudadanos, la innovación tecnológica se ha ido
incorporando a los medios de comunicación social en España, y que está provocando en
este principio de siglo grandes cambios en el quehacer de los medios de comunicación.

Es necesario tener en cuenta que esta nueva sociedad da también lugar a personas que
requieren de una información mucho más precisa para poder desenvolverse y vivir de
forma digna en un mundo mucho más complejo, lo cual entra en conflicto con la gran
cantidad de información -y de desinformación- que circula por todas partes, más ahora
con el fácil acceso y la dependencia a Internet.

Es decir, entendemos que la nueva dinámica informativa que se ha implantado obliga,


sin lugar a dudas, a los informadores a estar más capacitados y, valga la redundancia,
más informados que nunca. Como argumenta un estudio de la Universidad de
Salamanca (2006: en línea), hemos asistido a cambios tecnológicos, organizativos e
incluso formativos que nos han obligado a reorientar, repensar o incluso reinventar la
profesión, ya que frente al inmovilismo existente años atrás ahora se fomenta la
novedad y el cambio constante, y todo tiene fecha de caducidad.

El profesional de la información debe alzar la voz por encima de esta marea ingente de
datos y ser el "guía" de esta sociedad perdida en datos económicos y políticos. Ser la
voz entre las voces. Este profesional debe hacer frente a un volumen de información

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como nunca antes lo ha habido, para filtrarlo, manipularlo -siempre en el sentido
estricto y no peyorativo de la palabra-, y ofrecerlo al público. Como dicen José Angós,
Mª José Fernández y José Salvador (documento en línea), este profesional tiene que
resolver las considerables dificultades prácticas que puedan impedir al ciudadano
ejercer su derecho a la información.

Pero para que el periodista pueda cumplir de manera excelente sus funciones y hacer
que el ciudadano, efectivamente, ejerza su derecho a la información sin distorsiones,
resulta necesario remontarse a quien en última instancia es responsable primero de la
información que dicho informador maneja: el centro de documentación.

Como dice María Rubio (2005: 153-168), la sinergia entre periodismo y documentación
tendrá como fruto la elaboración de un periodismo más exacto, con más perspectiva y
criterio, más voces y más ángulos diferentes; un periodismo que cumpla, por fin, con su
servicio social destinado a contar historias de modo honesto e interesante, con una
exposición completa y comprensible de la realidad, y que conduzca a que los
ciudadanos puedan participar verdaderamente en la esfera de la sociedad de la
información.

Es por todo esto que se revela como fundamental el papel de los centros documentales
en esta nueva dinámica, dado que son los encargados últimos del suministro de
información a los medios de comunicación, o a los periodistas freelance en general.

Ángeles López (2003: 19) señala que hablar de la sociedad de la información supone
admitir que "vivimos inmersos" en la sociedad de la documentación, puesto que al fin y
al cabo esta disciplina es la encargada de estructurar, organizar y poner orden a todo el
cúmulo de información que circula por los diferentes canales perceptivos: escritos,
visuales, sonoros y audiovisuales. También apunta que, aunque la mayoría de los
ciudadanos no lo percibamos por tratarse de una labor anónima, cada día nos servimos
más en nuestro quehacer de la actividad realizada por los documentalistas. Además,
cada día la sociedad es más consciente de la trascendencia que tiene de cara al futuro
analizar y conservar el patrimonio bibliográfico, sonoro, fotográfico y audiovisual, entre
otros, como testimonio de la actividad intelectual del hombre.

Teniendo claro todo esto, resulta primordial por tanto, para el estudio que nos concierne,
delimitar y clarificar cuáles son exactamente las funciones que cumple un centro de
documentación en el entramado de los medios de comunicación. Son muchas las
definiciones encontradas al respecto, aunque hemos elegido esta de Álvarez-Ossorio
recogida por Blanca Rodríguez (2002: 22):

"Actividad científica que se ocupa de la recogida y análisis de los documentos


científicos y otras fuentes de nuevos conocimientos, almacenamiento de la información
en ellos contenida, y recuperación y difusión de la misma, a fin de que alcance rápida y
eficazmente a quienes puedan utilizarla".

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Vamos a utilizar también para clarificar esta definición las palabras de Julio Arévalo
(2003: en línea), quien explica que los centros documentales permiten la mejor
organización de la información y, por tanto, un mejor aprovechamiento de los recursos
disponibles para determinar las necesidades del usuario. El documentalista debe ser de
esta forma el nexo entre el inmenso volumen informativo entrante y la información
final. A fin de cuentas, es esta figura quien tiene los conocimientos adecuados para ello.
Como sostiene este mismo autor, el documentalista no es la información, pero sí un
medio seguro de llegar a ella al ser la persona más capacitada para satisfacer las
necesidades de los usuarios.

Estos centros documentales, por supuesto, no son una excepción en las nuevas
dinámicas ya mencionadas y también se han visto revolucionados en sus formas y
modos de producción, especialmente desde su inclusión en el mundo digital. Debido a
esto, el siguiente estudio trata de determinar de qué forma ha evolucionado la gestión
que estos centros de documentación han realizado y realizan con la información que les
llega diariamente. Conocer de qué manera gestionan la información es necesario para
saber si realizan una buena o mala función en la cadena informativa.

Utilizamos las palabras de Alfonso López (1997:22):

"(...) Una vez que se produzca el paso definitivo al uso y disfrute masivo de las
autopistas de la información, cuando el usuario pueda obtener cualquier tipo de
información de cualquier centro de información y documentación o biblioteca, apoyarla
con elementos multimedia a una velocidad aceptable, disponer de televisión a la carta e
interactiva y disfrutar de la realidad virtual, la cuestión a plantear será: ¿qué puede hacer
el profesional de la información y de la documentación ante esa situación? La respuesta
es obvia: adaptarse a los nuevos sistemas e integrarse en ellos".

Por último, y dirigiéndonos ya al campo de investigación de este estudio, encontramos


que dentro de estos centros documentales habría que establecer una distinción según el
tipo de material que analizan. En el siguiente estudio nos centraremos en la
documentación audiovisual por considerar que es esta la que puede haber sufrido más
cambios en sus modos de trabajo. Ángeles López (2003: 60) define el centro de
documentación audiovisual de la siguiente forma:

"Aquel departamento dependiente de una organización, cuyo fondo documental está


constituido prioritariamente por documentos videográficos y/o fílmicos,
considerándose, así, a éstos como las principales fuentes de información de la
organización".

Y para completar, incidiendo en el aspecto de la transformación sufrida, dicen al


respecto Mercedes Caridad, Tony Hernández, David Rodríguez y Belén Pérez (2011:
67):

"(...) Pero la gestión digital de estos contenidos no sólo requiere ahora nuevas
herramientas mucho más complejas, sino que cambia sustancialmente el rol de los

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documentalistas audiovisuales, cuyo trabajo se realiza ahora en cualquier punto de la
producción digital, en lugar de ser únicamente un custodio de la misma, una vez
producida (...). La combinación de estos factores (productos mucho más complejos,
cuyo tratamiento se realiza en cualquier momento del proceso de producción y difusión
audiovisual) provoca la paradoja de que el nuevo modelo de gestión de la
documentación en las empresas e instituciones audiovisuales con contenidos digitales
(es decir, en prácticamente todas las empresas del sector) represente al tiempo una seria
amenaza y una gran oportunidad para los servicios de documentación y para quienes
trabajan en ellos (...)".

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3. Objetivos

Habiéndonos remontado ya al escalón último de la información, es decir, a los centros


de documentación, éstos se nos presentan como el eje central del estudio.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, el objeto primero de esta investigación fue conocer
el grado de transformación que habían sufrido los centros documentales con la aparición
de estas nuevas dinámicas, y concretamente con la aparición de Internet. Pretendíamos
averiguar de qué manera había afectado a la gestión que realizaban con la información
que les llegaba a diario, así como determinar si estaban aprovechando adecuadamente
las posibilidades que les proporcionaba este nuevo vehículo de la información.

Para ello, tuvimos en cuenta el siguiente esquema de funciones de un centro


documental:

 Selección de la información.
 Catalogación.
 Análisis de contenido: resumen, indización y tesauro.
 Modos de difusión.

No obstante, teniendo en cuenta la abundancia de datos al respecto y la falta real de


tiempo a causa de la naturaleza de este estudio, decidimos restringir el campo a las
documentación audiovisual televisiva y dejar a un lado la prensa y la radio, para obtener
así resultados más concretos que se adaptasen de forma realista a las condiciones de
trabajo. También teniendo en cuenta nuestras limitaciones, decidimos analizar
únicamente la realidad de las cadenas nacionales.

Por tanto, el planteamiento fue el siguiente: ¿Están aprovechando los medios de


comunicación y, en concreto, las televisiones nacionales, las posibilidades ofrecidas por
Internet en el terreno de la documentación?

De aquí se derivaban tres cuestiones necesarias:

 Conocer la realidad presente de los centros de documentación.


 Investigar lo que ha supuesto para dichos centros de documentación el ingreso
en la era de Internet.
 Sondear el grado actual de adaptación de cada centro al entorno web.

No obstante, los objetivos cambiaron a lo largo de la investigación al darnos cuenta de


que la aparición de Internet no estaba afectando de la manera esperada a los centros de
documentación, y que tan solo estaban mejorando enormemente las condiciones de
trabajo. Por otra parte, lo que sí había supuesto una auténtica revolución en el campo
documental había sido la aparición de la digitalización.

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Ante esta nueva evidencia, el estudio tuvo que ser replanteado y la pregunta que
entonces nos formulamos como objetivo central era la siguiente:

¿De qué manera había cambiado la gestión de la información que realizaban los centros
de documentación de las cadenas de televisión nacionales en los últimos años,
especialmente a raíz de la digitalización de estos centros?

Por lo tanto, de este objetivo central se derivaban los siguientes puntos:

 Conocer la realidad presente de los centros de documentación.

 Investigar lo que ha supuesto para dichos centros de documentación la aparición


de la digitalización.

 Sondear el grado actual de adaptación de cada centro al entorno digital,


valorando la gestión de la información realizada por dichos centros.

 Determinar en qué medida los centros de documentación contemplan el


aprovechamiento de Internet en sus planes de futuro, siendo Internet una
realidad innegable que se ha implantado en los medios de comunicación.

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4. Metodología

Para responder a los objetivos decidimos realizar una investigación cualitativa


estructurada en dos partes fundamentales: base teórica y trabajo de campo basado en
entrevistas.

En la base teórica, hemos revisado todos los estudios académicos reflejados en el


apartado de referencias bibliográficas, entendiendo que esos estudios -a pesar de haber
muchos más sobre el tema- eran adecuados para darnos la información necesaria para
construir nuestro estudio con respecto a los siguientes aspectos:

 Función de los centros documentales a nivel general.


 Función de los centros documentales en la sociedad de la información.
 Gestión de los centros documentales.
 Selección en los centros documentales.
 Catalogación en los centros documentales.
 Análisis de la información en los centros documentales.
 Difusión de la información en los centros documentales.
 La digitalización y los centros de documentación.
 Internet y los centros de documentación.
 Relación entre el periodismo y los centros documentales.

Además, esta documentación se revelaba como imprescindible para estructurar las


posteriores entrevistas, dada la importancia de las personas a las que se iba a entrevistar
y la necesidad de aprovechar al máximo el tiempo del que disponíamos en cada
entrevista con preguntas acertadas.

Con todo ello, el cuestionario final quedó estructurado de la siguiente manera, a rasgos
generales:

1. Organigrama.
2. Recursos técnicos.
3. Gestión documental.
4. Difusión documental.
5. Cambios estructurales del centro documental a raíz de la digitalización.
6. Tratamiento documental en la web.
7. Planes de futuro a corto/largo/medio plazo con respecto a la web.

Por su parte, en el trabajo de campo basado en entrevistas, decidimos que el estudio


incluiría la visión de las tres grandes cadenas del panorama audiovisual español: A3
Media y Mediaset, en el ámbito privado, y TVE en el público. La contraposición entre el
modelo privado y el público nos parecía necesaria para dar una visión global y acertada
de la situación, dado que en España no existe ley que regule la documentación de las

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cadenas privadas, y su gestión depende únicamente de la cadena. Por su parte, TVE sí
tiene normativa que le afecte directamente.

Para ello, contactamos con Eugenio López, responsable del centro documental de A3
Media. Teniendo en cuenta la fusión producida entre La Sexta y Antena 3 hace
relativamente poco tiempo, fue necesario contactar con Concha Algarra, manager del
departamento del centro documental de Accentur, empresa encargada de la parte
documental de Antena 3 dentro de A3 Media. No estimamos necesario para el estudio
contactar con el centro documental de Liquid Media, encargado de La Sexta, puesto que
era Antena 3 quien llevaba el peso de la documentación y del archivo, y además todo
era coordinado desde A3 Media.

Para dar voz al centro documental de Mediaset contactamos con Javier Solano,
responsable del centro documental de informativos. También tuvimos en cuenta la
fusión realizada entre Cuatro y Telecinco a la hora de enfocar la entrevista, pero no fue
necesario contactar con Cuatro debido a la asimilación de competencias total que había
hecho Telecinco en cuanto a gestión documental.

Por último, contactamos con Paloma Hidalgo, jefa de la unidad de Análisis Documental
de Informativos de TVE. No obstante, resulta necesario aclarar que a pesar de la
insistencia, Paloma Hidalgo contaba con fuertes restricciones temporales y legales, por
lo que no nos ha podido responder a todo lo que le pedíamos. Por ello, hemos utilizado
el artículo de la misma autora llamado La selección de documentos audiovisuales en
televisión: la selección en TVE por propia recomendación suya, puesto que los criterios
en general se han mantenido similares.

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5. Marco teórico: La gestión de la documentación audiovisual
televisiva

"Se deberían tomar las medidas apropiadas para lograr que el patrimonio
constituido por las imágenes en movimiento tenga una protección física
apropiada contra el deterioro originado por el tiempo y el medio ambiente. Como
las malas condiciones de almacenamiento aceleran el deterioro al que están
constantemente expuestos los soportes materiales y pueden entrañar incluso su
destrucción total, las imágenes en movimiento deberían conservarse en archivos
de cine y de televisión oficialmente reconocidos y someterse a tratamiento según
las mejores normas archivísticas. Por otra parte, deberían realizarse
investigaciones encaminadas específicamente a elaborar soportes materiales de
alta calidad y duraderos para la adecuada salvaguardia y conservación de las
imágenes en movimiento".

En estos términos se expresa la UNESCO en su documento Recomendaciones para la


Salvaguardia y Conservación de las Imágenes en Movimiento (1980), de donde se
extrae la importancia absoluta e indiscutible que estos documentos audiovisuales cobran
en la realidad de nuestros días. Será a partir de este momento, en 1980, cuando el
patrimonio audiovisual tenga consideración oficial. Sin embargo, al igual que ha
ocurrido con la mayoría de los inicios de cada gran avance realizado en la historia, ha
sido necesario un largo camino para llegar a este punto de no retorno.

El antecedente primero de la documentación audiovisual televisiva lo encontramos en


las producciones cinematográficas. La primera vez que se pone de manifiesto la
importancia de la conservación de los filmes grabados, según nos cuenta Ángeles López
(2003:74), es en 1898, cuando la película filmada de Bobeslav Matuszewski,
cinematógrafo al servicio del zar Nicolás II de Rusia, demostró la falsedad de una
acusación entre estados que habría causado un grave conflicto diplomático.

No es difícil imaginar la revolución que pudo suponer este hecho concreto en el devenir
de la historia. A lo largo de siglos y siglos, el ser humano se había bastado con su
testimonio visual y oral para creer en los hechos: si alguien lo había visto, no quedaba
más remedio que confiar o desconfiar de su veracidad. A partir de este momento se
introdujo un elemento extraño y despersonalizado de cuya fiabilidad no se podía dudar:
una película que daba constancia de un acontecimiento mediante la repetición de un
hecho ante los ojos de cualquiera y las veces que fuera necesario. No es de extrañar por
tanto que este autor entendiese la importancia de lo que tenía entre manos y de ese
modo se convirtiese en el máximo defensor de la necesidad de la creación de archivos
cinematográficos y de la conservación posterior de estos mismos como material
histórico que formaría parte del patrimonio de la humanidad.

No obstante, continúa López-Hernández, “la concienciación social colectiva acerca de


la relevancia de los documentos audiovisuales cinematográficos como fuentes
documentales de interés histórico y testimonial aun tardaría años en consolidarse, y no

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llegaría a ser relevante hasta que las pérdidas fueron ya irreparables”. Mercedes
Caridad, Tony Hernández, David Rodríguez y Belén Pérez (2011: 21) explican que las
imágenes en movimiento se asociaron a la distracción de la población y se consideraron
como una mercancía fugaz carente de valor duradero, por lo que toda la conciencia
sobre el valor social de los inicios del cine sucumbió ante el valor económico de la
mercancía. En 1938 encontramos un punto de inflexión en esta batalla por la
conservación de los filmes: la creación de la Federación Internacional de Archivos de
Filmes (FIAF); desde este momento, la conservación de los archivos cinematográficos
cobra un carácter oficial e internacional.

De todo esto extraemos que el desarrollo de los archivos documentales audiovisuales


televisivos -es decir, el ámbito de estudio que nos ocupa- habría sido imposible sin el
antecedente de los archivos fílmicos y el camino que tuvieron que recorrer hasta ser
considerados como algo útil y necesario. Los autores Mercedes Caridad, Tony
Hernández, David Rodríguez y Belén Pérez (2011: 15) lo expresan de la siguiente
forma:

"(...) En la película Philadelpia, no sólo se valora el arte o el valor económico de


la película sino también el temor y la vivencia de parte de una generación por la
aparición del virus del sida que queda representada en la película; y así cientos de
películas, desde las más reconocidas hasta las que pasaron más desapercibidas,
porque el cine, visto con ojos de historiadores y de antropólogos, además de
mostrar unas secuencias hiladas mediante un guión, ofrece imágenes que
sociológicamente ilustran las preocupaciones, las costumbres, los objetos y las
formas de entender la vida de una época. Y si el cine, documental o de ficción, ha
legado la visión y la imaginación respecto a todos los temas posibles, la radio y la
televisión, con su inmediatez y la fuerza de las imágenes, han permitido "asistir"
desde la llegada del hombre a la luna hasta las consecuencias de un accidente
nuclear en Chernóbil, pasando por el asesinato de John F. Kennedy o el intento de
golpe de estado de Tejero. Y no sólo eso: la televisión, a través de programas de
ficción, nos ha permitido conocer los miedos y valores de una época; con sus
programas de entrevistas, conocer las caras y expresiones de grandes
personalidades. O a través de la publicidad, los productos e incluso los valores
éticos y morales de cada tiempo".

Por otra parte, también resulta obvio dadas las fechas en las que nos movemos, que la
documentación en prensa tuvo que influir en gran medida en la documentación
audiovisual televisiva por llevar ya recorrido un largo trayecto cuando la segunda tan
solo empezaba a caminar. Como nos dice Ángeles López (2003: 78) al hablar sobre la
historia de la documentación periodística, la utilización de documentos periodísticos
como fuentes para elaborar nuevas noticias ha sido una práctica habitual desde los
inicios de la prensa escrita. Y en este ejercicio que acabamos de describir es
precisamente donde se encuentra la esencia de la actividad documental, ya definida
anteriormente: la gestión de los archivos existentes para su posterior aprovechamiento.

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Por tanto, es lógico pensar que la documentación audiovisual televisiva compartirá con
la documentación de prensa técnicas y métodos de selección, de análisis de contenido y
de recuperación, aunque con las reformas necesarias por el carácter audiovisual de estos
documentos.

Según Paloma Hidalgo (2005: 233-260), el nacimiento de la televisión supuso una


nueva etapa en la evolución de la documentación audiovisual:

"La popularización de este nuevo medio de comunicación, a partir de los años


cincuenta, ayudó sin duda al afianzamiento de la idea de que los programas que
emitían las televisiones, eran el reflejo de la vida cotidiana de cada país, y que en
el futuro podrían constituir su memoria histórica plasmada en imágenes y
sonidos. En principio, la finalidad de las empresas u organismos de televisión no
es almacenar, gestionar y conservar la documentación audiovisual que generan en
su actividad diaria, sino que su objeto básico es la producción, emisión y, en su
caso, la comercialización de programas de televisión".

Es decir, que además del valor patrimonial del que ya Bobeslav Matuszewski fuese
abanderado algunas décadas atrás y que debería haber servido de ideal para la
conservación de los archivos, estos documentos contaban con un potencial económico
enorme, que finalmente fue lo que empujó a las cadenas de televisión a trabajar en ellos:
se repitió lo ya ocurrido con los archivos cinematográficos.

En definitiva, con el factor económico de su parte, encontramos ya una consolidación en


cuanto al desarrollo del sistema para conservar estos archivos, puesto que estas cadenas
veían el ahorro de tiempo y dinero que la documentación les proporcionaría.

Paloma Hidalgo (2005: 233-260) destaca en su estudio los siguientes hechos


cronológicos para explicar la historia de la documentación audiovisual televisiva:

 1928: comienzan las primeras emisiones regulares de televisión realizadas por la


General Electric.
 1929: comienzan las primeras emisiones realizadas por la British Broadcasting
Corporation (BBC).
 Años 50: a mediados de esta década se empiezan a dejar atrás las primeras
emisiones en directo y se generaliza el empleo del vídeo. El ejercicio
fundamental realizado con las cintas consiste en la reutilización de estas para la
grabación de nuevos programas de televisión a causa del elevado coste de los
soportes.
 1956: comienzan las emisiones regulares de Televisión Española (TVE).
 1968: se crea el archivo de documentos audiovisuales de Servicios Informativos,
el primero en España.
 1981: se crea el Centro de Documentación de RTVE.

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Consideramos necesario añadir a esta cronología la creación de la Federación
Internacional de Archivos de Televisión (FIAT) en 1977, con el propósito de promover
la cooperación entre los archivos de televisión, los archivos, las bibliotecas multimedia,
audiovisuales y todos aquellos agentes involucrados en la conservación y explotación de
la imagen en movimiento o los materiales con sonido grabado, además de la
documentación asociada.

Ángeles López (2003: 79) habla de los principales cambios -especialmente técnicos-
que estas empresas informativas fueron sufriendo con el paso de las décadas y que
llevarían a una mejora de la actividad realizada por los profesionales de la
documentación. Estos avances estuvieron centrados en resolver el gran problema del
almacenamiento limitado, así como de la recuperación rápida de la información. La
autora continúa -en su explicación cronológica- con los años noventa, momento a partir
de cual califica la evolución tecnológica como imparable hasta nuestros días.

En palabras de Mabel Giménez (2007:17):

"La documentación audiovisual ha ido cobrando importancia en nuestro país en


los últimos años gracias al auge experimentado por el sector audiovisual. Un
desarrollo que se ha traducido principalmente en la proliferación de cadenas de
televisión. En veinte años hemos pasado de tener dos cadenas (TVE-1 y LA2) a
superar el millar. Las televisiones autonómicas, las privadas, las más de mil
televisiones locales, los canales temáticos, la televisión por cable y por satélite y,
más recientemente, la televisión digital terrestre han favorecido la aparición del
"documentalista de televisión" como profesional encargado no solo de la gestión
de la información necesaria para la elaboración de la programación, sino también
del tratamiento del material audiovisual generado por las televisiones".

Resulta imposible hablar de documentación audiovisual a nivel internacional de la


misma manera, puesto que en cada país la situación es diferente y concretamente
España no destaca por su preocupación por este ámbito a nivel estatal. Explica esta
misma autora que en nuestro país no existe ninguna ley que obligue a las televisiones
privadas a conservar el material -como sí ocurre, por ejemplo, en Francia o Suecia-. Es
en la empresa televisiva en quien recae directamente la decisión de conservar el material
y gestionarlo de manera adecuada. y por tanto es a los propios centros de
documentación a los que hemos acudido para poder dar respuesta a las preguntas que
nos conciernen.

En palabras de Juan Carlos Marcos (2013:11):

"A lo largo del siglo pasado se produjo un esfuerzo por conservar el patrimonio
de los medios de comunicación. La mayoría de ellos optaron por presentar a sus
lectores/usuarios una información de calidad y para ello confiaron a sus
documentalistas la tarea de conservar, analizar, estudiar, catalogar, difundir y
reutilizar los fondos que iban acumulando cada día. Sin embargo, no todas las

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empresas de comunicación tomaron estas medidas, por lo que sus archivos y
centros de documentación presentan diversos niveles de actividad documental".

Es decir, que moviéndonos ya en el ámbito español, encontramos que no existe una


legislación concreta que obligue a las empresas informativas privadas a conservar y
gestionar sus producciones propias, lo que no ocurre con RTVE por tratarse de una
empresa pública y, por consiguiente, estar al servicio del estado. Por este motivo, cada
empresa privada ha llevado por su cuenta –y a su modo- su gestión documental, y ello
ha provocado claras diferencias en la forma de gestionar los archivos entre unas y otras
televisiones privadas.

Paloma Hidalgo (2005:233-260) se expresa de la siguiente manera en cuanto a la


importancia de una correcta gestión del patrimonio audiovisual:

"Desde mi punto de vista es importante destacar que en los últimos años ha


quedado demostrado que, bien gestionado, el patrimonio histórico y cultural es
una fuente de recursos económicos, de actividad empresarial y de puestos de
trabajo. El patrimonio audiovisual que poseen las televisiones, correctamente
gestionado y "puesto en valor" es, por tanto, una fuente de ingresos económicos
importante".

Tal y como adelantamos en nuestra introducción, esta gestión documental se ha visto


transformada por la irrupción masiva de la producción digital, que ha cambiado las
formas de crear, intercambiar, reproducir y presentar los documentos audiovisuales y,
por tanto, “la forma de controlarlos ha requerido la creación de nuevas herramientas con
mayor capacidad.” (Mercedes Caridad et al., 2011: 67).

Es precisamente esta nueva forma de hacer documentación la que pretendemos analizar


para confirmar o refutar si los centros de documentación le están dando a la información
el tratamiento y salida adecuados, y si han sabido aprovechar los cambios y evolucionar
según las dinámicas y las técnicas ofrecidas por los nuevos tiempos.

Para ello, hemos considerado apropiado, dada la convergencia en este punto de la


mayoría de las definiciones consultadas, estructurar el siguiente esquema de trabajo en
el cual basaremos la investigación acerca de la gestión que realizan los centros de
documentación:

 Selección de la información.
 Catalogación de la información.
 Análisis de contenido: resumen, indización y tesauro.
 Difusión.

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6. Resultados y discusión

En este apartado trataremos de dar respuesta a los objetivos marcados mediante la


información obtenida de la investigación de los casos concretos de Mediaset, A3 Media
y TVE -quien, recordemos, al ser entidad pública sí tiene la obligación legal de preservar
el patrimonio audiovisual-.

Como dice Mabel Giménez (2007:23):

"La misión del centro de documentación en televisión es doble. Por un lado, es el


responsable de la creación y el mantenimiento del archivo y, por otro, debe
colaborar en la elaboración de la programación aportando tanto la información
como los materiales necesarios. Para constituir un buen archivo audiovisual, el
centro de documentación debe tener en cuenta los objetivos de la empresa, las
necesidades de sus usuarios y los recursos de que va a disponer. Como es
evidente, la existencia de un buen archivo audiovisual es fundamental para una
cadena de televisión, lo que explica que sea al tratamiento de este material al que
más recursos dediquen los centros de documentación de televisión (...)".

Y para ello, hemos investigado acerca de los procesos de selección, catalogación,


análisis de contenido y difusión de la información de las cadenas de televisión ya
mencionadas.

Con el objetivo de dar una visión lo más amplia y completa posible, también hemos
querido realizar unas aclaraciones generales acerca de los cambios estructurales que los
centros documentales elegidos han sufrido en los últimos tiempos, más concretamente a
raíz de la digitalización.

6.1. Cambios estructurales en los centros de documentación

El centro documental de Antena 3 se externalizó hace cuatro años, derivando sus


funciones a la empresa Accentur. Tras la fusión de La Sexta y Antena 3, Eugenio López,
antiguo responsable del centro documental de Antena 3, pasó a ser el coordinador de las
empresas Accentur y Liquid Media -ésta por la parte de La Sexta- para A3 Media.
Ambas empresas se reúnen periódicamente para realizar un servicio coordinado a su
cliente, A3 Media.

Por tanto, y dado que A3 Media no cuenta con un centro documental propio, es Concha
Algarra, la mánager del departamento del centro documental de Accentur, quien nos
explica la situación existente en el centro documental. Existen dos áreas diferenciadas
en la empresa: videoteca y tratamiento documental. De las 55 personas que trabajaban

18
en él, han pasado a ser 31 en cuatro años. Esta bajada de número, según Concha
Algarra, depende de las necesidades del cliente.

La parte de videoteca se ha visto muy reducida en los últimos años, ya que la


digitalización está provocando la desaparición de las cintas gracias a los nuevos
soportes. El trabajo de videoteca actualmente y desde hace un año se basa en la ingesta
retrospectiva para su digitalización. Concha Algarra opina que la videoteca cerrará con
el paso del tiempo, cuando el servicio en cinta quede completamente obsoleto.

En cuanto a la parte del tratamiento, los documentalistas se organizan según secciones:


política, sociedad, economía, internacional... También existen documentalistas
especialistas en programas, así como un pull, es decir, un grupo de personas dedicadas a
atender todo tipo de búsquedas y necesidades, incluso para otros departamentos.

Por su parte, Mediaset nunca ha tenido externalizado el servicio de documentación. Tras


la fusión de Telecinco y Cuatro, la plantilla de Cuatro se eliminó y la de Telecinco se
mantuvo, aunque reducida. El servicio está dividido en Informativos y Programas, con
documentalistas asociados a cada uno de estos entornos.

El centro documental está estructurado por secciones, que cuentan con redactores y
documentalistas asociados a ellos. Además, el centro cuenta con un pull, al igual que en
A3 Media.

Según Javier Solano, responsable del centro documental de informativos de Mediaset, la


reducción que se ha producido en la plantilla no responde únicamente a la crisis
económica actual, sino a la propia crisis interna del mundo de la documentación:

"El documentalista es la última persona en la que los medios de comunicación


piensan, a pesar de su importancia. He trabajado en prensa, radio y televisión, y
esto es así en todas partes: la documentación es un departamento menor. La
importancia que se le quiera dar a la documentación radica en la línea editorial y
en la persona responsable de esa información".

Paloma Hidalgo (2005: 233-260) cuenta que el de Televisión Española fue el


primer centro de documentación creado en España:

"Pero sin duda, es a partir de los años 80 cuando la Documentación alcanza su


verdadera importancia y contenido en TVE. En febrero de 1981 se crea el Centro
de Documentación de RTVE. Existe una primera disposición legal de agosto de
1982 y otra posterior, de diciembre de 1983, por las que se establecieron las
competencias relativas a 'la ordenación, conservación y custodia' de los fondos
documentales generales por las Sociedades Estatales de Radio y Televisión que
constituían el por entonces denominado Ente Público".

También Paloma Hidalgo (2005: 233-260) destaca que, a pesar de que el fondo
documental de RTVE constituye sin duda parte del Patrimonio Histórico y

19
Cultural de España, al mismo tiempo RTVE es un organismo productor y emisor
de programas, por lo que cuenta con criterios y objetivos empresariales.

En cuanto a cambios estructurales, Paloma Hidalgo nos cuenta que la directiva


realizó un ERE que supuso la salida de doce documentalistas, y de estas plazas
solo se han cubierto de nuevo seis. Esto ha provocado que los documentalistas
deban asumir tareas que antes no figuraban en el perfil profesional, tales como la
ingesta de documentos o los intercambios de señales.

En suma, comprobamos que en todos los casos estudiados, la situación ha ido a


peor: se ha reducido el número de documentalistas y esto ha provocado que los
documentalistas sean utilizados para objetivos que no le corresponderían en un
inicio.

6.2. La selección documental

Lo ideal, según Ángeles López (2003: 107), sería que cualquier servicio de
documentación pudiese conservar todos los archivos al menos durante el espacio de
tiempo recomendado por la FIAT, es decir, dos años para los documentos de ficción y
cinco años para los informativos. Pasado este tiempo, la cadena podría plantearse si el
contenido es lo suficientemente importante como para conservarlo permanentemente.

Recordando el elemento del valor patrimonial de los archivos, Ángeles López (2003:
110) recoge en su estudio un informe realizado por Sam Kula a propuesta de la
UNESCO sobre los documentos audiovisuales. En dicho informe sostiene que deberían
tener prioridad selectiva los siguientes archivos:

1. Imágenes en movimiento producidas como resultado de las actividades de los


organismos gubernamentales y que documentan las políticas y programas de las
organizaciones patrocinadoras o que complementan los documentos sobre otros
soportes ya seleccionados y conservados. En ocasiones a este tipo de
documentación se le denomina documentación con valor probatorio o funcional.
2. Imágenes en movimiento que documentan la vida política, económica, científica,
tecnológica, social y cultural del país, ya sea en forma de noticiarios
(documentales y noticiarios propiamente dichos) o ya sea como obras dramática.
3. Imágenes en movimiento que documentan la importancia del cine y la televisión
como parte integrante de la documentación pública y de la cultura popular y que
funcionan como archivos no oficiales del patrimonio cultural nacional.
4. Imágenes en movimiento que documentan la historia y el desenvolvimiento de la
actividad de realización de imágenes y que constituyen hitos significativos de
tiempo, la forma, el género, la terminología y el contenido.

20
5. Imágenes en movimiento que documentan la actividad relativa a una personalidad
significativa o muestran acontecimientos relacionados con una minoría regional o
étnica o racial.
6. Imágenes en movimiento que alcanzaron la aprobación crítica o popular y que
influyen en la índole y caminos adoptados por las producciones posteriores.
7. Imágenes en movimiento con un alto potencial de reutilización por parte de las
productoras o que corresponden a las necesidades de investigación en lo
inmediato o en el futuro de la comunidad a cuyo servicio está el archivo.

Asimismo, la autora también recoge las recomendaciones generales sobre selección de


las imágenes en movimiento de la Comisión de Preservación y Selección de la FIAT
sobre documentos audiovisuales:

1. Material sobre historia y desarrollo de televisión: incluye realizaciones artísticas


y técnicas, nuevas tecnologías aplicables a la difusión por televisión y ejemplos
relevantes de técnicas ya existentes.
2. Material en el que aparezcan personajes de interés histórico: ya sean de ámbito
político, económico, cultural, científico, deportivo, etc.
3. Acontecimientos de interés histórico: independientemente de la actividad humana
de que se trate, ya sea científica, política, económica, etc. Incluidos aquellos
momentos en los que un programa de televisión en directo sea historia por sí
mismo.
4. Material de interés sociológico: que sirvan de ejemplo de aspectos de la vida
contemporánea. Se encuadran aquí desde obras televisivas hasta documentales y
programas de entretenimiento.
5. Material que muestre objetos, como obras de arte, edificios, maquinaria y
equipamiento, etc.
6. Material que muestre lugares geográficos: especialmente aquellos lugares que se
encuentran en un período de cambio, de transformación o de desarrollo.
7. Los programas individuales o series de programas (no menos de seis) que sean de
utilidad para futuros recopiladores de programas que reflejen retrospectivamente
la obra de un artista importante y para exhibir nuevamente programas de interés
de todo tipo de producción.

Por último, la autora menciona el informe realizado por Malden con recomendaciones
de FIAT sobre la selección y preservación de las producciones de televisión y que
contempla los siguientes criterios:

1. Material de actualidad o de interés histórico en cualquier campo.


2. Material de actualidad como la grabación de un lugar, de un objeto o de un
fenómeno natural.
3. Material de entrevistas de importancia histórica.
4. Material de entrevistas indicativas de las opiniones o actitudes del momento.
5. Material de ficción y entretenimiento de interés artístico.
6. Material de ficción y entretenimiento ilustrativo de la historia social.
7. Cualquier material, incluso el comercial y de presentación, ilustrativo del
desarrollo de las prácticas y técnicas televisivas.

21
No obstante, debemos tener en cuenta que estas recomendaciones consideran al archivo
visual como patrimonio histórico y como producto que beneficia a la sociedad. La
realidad es que los medios de comunicación disponen de recursos -tanto temporales,
como físicos y económicos- limitados, por lo que entendemos que estos criterios de
selección en muchas ocasiones se verán sujetos en las televisiones más a motivos de
índole económica que patrimonial.

Mabel Giménez (2007: 166) especifica el tipo de material al que considera susceptible
de selección dentro de la cadena televisiva:

1. Señal institucional.
2. Pool.
3. Bruto de cámara.
4. Señal internacional.
5. Noticias de agencias.
6. Intercambios de agencias internacionales.
7. Vídeos domésticos.
8. Grabaciones en directo.
9. Material de origen externo de centros territoriales y corresponsalías.
10. Señal unidad móvil.

Seleccionar lo que va a formar parte del archivo de una cadena de televisión se revela
como una decisión fundamental: resulta imposible almacenar toda la información que
diariamente entra en los centros. Además, en los últimos tiempos el volumen de datos
ha experimentado una subida exponencial, por lo que estas restricciones se hacen más
presentes en las rutinas documentales. Apunta Tony Hernández en el prólogo del libro
de Mabel Giménez (2007) que la producción audiovisual emitida anualmente en España
sobrepasa el medio millón de horas solo en televisión. Continúa el autor:

"(...) Guardarlo todo no sería asumible para ninguna de las grandes emisoras,
públicas o privadas, de televisión, al igual que no lo sería almacenarlo en ficheros
digitales, pues, siendo ya una realidad la digitalización de imágenes en
movimiento, el coste sigue siendo elevado para garantizar una mínima calidad
que permita redifundir lo que se conserva. Y ello sin pensar en la degradación que
podría suponer para el fondo documental hacerlo crecer sin criterio y sin pensar
en el coste de tiempo que el personal debería dedicar al análisis".

Por todo ello, la selección del material audiovisual de televisión es una de las fases más
importantes del tratamiento documental, ya que de ella dependerá la creación del
archivo, y es en torno a este archivo al cual girarán las demás fases del proceso
documental. Por tanto, si la selección no se realiza de manera adecuada, no será posible
que el centro documental cuente con un archivo de calidad.

En palabras de Paloma Hidalgo (2005: 233-260):

22
"La selección es, por lo tanto, una tarea documental importante e ineludible, que
debe ir precedida por la existencia de una política clara al respecto en la entidad u
organismo en el que se encuentra enmarcado el servicio de documentación y por
una valoración rigurosa de todos y cada uno de los documentos propuestos, en el
sentido más amplio del término, para ingresar en el archivo, que habrá de
efectuarse responsable y controladamente. De no hacerse la selección de este
modo, se puede correr el riesgo de no incorporar al fondo documental de estas
organizaciones documentos pertinentes para sus objetivos y las necesidades de
sus usuarios, o por el contrario, incorporar unas cantidades ingentes de
documentos que no sean rentables para la institución y, sin embargo, provoquen
los gastos habituales de almacenamiento, gestión y conservación, especialmente
elevados en el caso de los documentos audiovisuales".

Como ya hemos mencionado a lo largo de este estudio, en España no existe ninguna ley
que regule la homogeneidad de los procesos documentales en las cadenas de televisión,
por lo que cada una de las cadenas tiene sus propios criterios de selección, así como sus
propias rutinas y formas de realizarla. Se trata de la fase menos regulada del proceso, y
son pocos los centros de documentación que cuentan con políticas de selección que
disminuyan el componente subjetivo de esta tarea documental.

Explica Eugenio López que en A3 Media funcionan mediante criterios propios de


selección, con una guía de estilo a nivel general y "pequeñas guías" que se desarrollan
cada vez que se crea un programa nuevo. La política de patrimonio de la casa es que
toda la emisión propia se conserve, y que todas las grabaciones propias sean objeto de
selección.

Desde hace algunos meses están tratando de unificar todos los criterios con La Sexta.
Concha Algarra, responsable de Accentur, nos explica que Accentur no cuenta con una
guía de estilo como tal, sino manuales de tratamiento documental a nivel tanto de
selección como de análisis del material para que el documentalista lo haga siempre de la
misma manera. A nivel de selección, estas guías definen a qué carpetas tienen que ir los
archivos, cómo se guardan, si es archivo definitivo o temporal... Estas normas de trabajo
existen desde antes de que Accentur se hiciese cargo del servicio de documentación de
Antena 3, aunque son normas que se van modificando con el tiempo según las nuevas
exigencias del mundo digital. Por tanto, Liquid Media y Accentur tienen constantes
reuniones para conseguir unificar y acordar los criterios entre los departamentos, ya que
necesitan tener total coordinación de cara a su cliente, A3 Media. "Todo va
posteriormente a la misma base de datos, por lo que se debe seguir la misma lógica y el
mismo ratio de trabajo", explica Concha Algarra.

Concha Algarra nos matiza que se intenta llevar al día la selección del material
audiovisual, pero que es necesario tener en cuenta la densidad de información que puede
llegar ante un acontecimiento determinado. Por ejemplo, solo el funeral de Suárez
produjo en dos días noventa horas de entrada. También nos dice que en la actualidad
resulta mucho más sencillo cumplir estos plazos, puesto que gracias a las tecnologías y

23
a la digitalización de los centros es posible procesar un mayor volumen de datos de
forma más rápida.

Javier Solano, el responsable de la documentación de los informativos de Mediaset, nos


cuenta que también en el centro documental de Mediaset existen normas básicas y
criterios unificados, si bien la dinámica informativa del mundo en el que nos movemos
no permite que esto sea siempre posible. Actualmente no existe una guía de estilo,
aunque antaño sí la hubo y hoy en día se sigue transmitiendo de forma oral: hay una
serie de normas que se redactan y envían a todos en cada caso concreto para que los
criterios estén unificados. La prioridad, nos cuenta, es que el informativo salga bien y a
tiempo, por lo que en un momento determinado pueden no cumplir estos criterios
establecidos.

En Mediaset se selecciona toda la información que entra, aunque entre imágenes


parecidas tienen prioridad las de producción propia. Los principales proveedores de
información son Reuters en Internacional y EFE o Europa Press en nacional, aunque el
80% del material es producción propia. También a A3 Media llega material de agencia,
especialmente de APTM, Reuters, SNTV, Europa Press y EFE.

Teniendo en cuenta los cambios producidos por los centros documentales a raíz de la
digitalización, hemos querido averiguar qué criterios se han seguido para la
digitalización de los archivos de cinta que ambas cadenas tenían.

En A3 Media se digitaliza la producción de informativos en el año 2000, aunque el


archivo comienza a ser utilizado en 2003. A partir de este momento se empiezan a
digitalizar los archivos existentes y a introducir en la librería digital.

En Accentur se está realizando una ingesta retrospectiva de acuerdo a A3 Media para


digitalizar los archivos en cinta, que existen desde 1990. Hasta el momento se han
digitalizado todos los programas de informativos diarios, así como la emisión y los
materiales de grabación que la casa considere que tienen relevancia para ésta. Es decir,
que se ha digitalizado únicamente lo que ha pasado a ser archivo definitivo. "No
sabemos si al final todas estas cintas pasarán a ser archivo definitivo, puesto que aquí
también hay muchas copias de seguridad y no tiene sentido que analicemos varias veces
el mismo documento. La selección depende de lo que A3 Media necesite y decida",
explica Concha Algarra.

En Mediaset la digitalización comenzó en 1998. Hace unos pocos años, nos explica
Javier Solano, se realizó un expurgo en el que se conservó aproximadamente el 40% de
los archivos existentes por la imposibilidad de introducirlo todo en el archivo definitivo.
De ese 40%, posteriormente se digitalizó todo. Cuando llegó Cuatro, se decidió
importar el archivo entero -si bien esta operación aun no ha sido completada- y se
digitalizó todo sin seguir ningún criterio.

24
También nos explica Javier Solano que en Mediaset no utilizan un único criterio de
selección, sino que cuentan con la selección desde los criterios del redactor, y desde la
óptica del documentalista y la documentación: necesidades del centro, completar la
información, utilización futura de la noticia o memoria histórica de Mediaset.

Por su parte, en TVE los criterios de selección, según explica Paloma Hidalgo (2005:
233-260) han sido un motivo de preocupación fundamental, tal y como demuestra la
elaboración y publicación de la Disposición General 3/1982, de 27 de agosto, por la que
se creaba el "Comité de Selección de Documentación del Ente Público RTVE".

Según este archivo, los criterios de selección han de ser los siguientes:

 Material de historia y desarrollo de RTVE y sus Sociedades. Se incluyen realizaciones


artísticas y técnicas, nuevas tecnologías televisivas y ejemplos sobresalientes de las
actuales.

 Material que represente a personas de interés histórico en diversos campos culturales,


deportivos, políticos, científicos y otros.

 Acontecimientos actuales de interés histórico futuro.

 Material de interés sociológico actual.

 Material que muestre obras artísticas, edificios significativos, tecnologías cualificadas,


etc.

 Material sobre lugares geográficos pintorescos, especialmente el relativo a zonas en


desarrollo.

 Programas unitarios o seriados que puedan ser utilizados por investigaciones para
reflejar retrospectivamente los trabajos de profesionales sobresalientes.

En cualquier caso, es el comité quien deberá concretar la aplicación de estos criterios,


precisando también si la selección del documento es parcial o total. Además, todo el
material emitido deberá conservarse al menos seis meses tras la fecha de emisión.

Estos criterios de selección no han variado en sustancia ni en cuanto a política ni en


cuanto a normas de selección, como nos explica Paloma Hidalgo, si bien es cierto que la
rigurosidad en la aplicación de los criterios se ha visto reducida a causa de la
digitalización. Esto es debido a que el documento ocupa menos espacio y cuesta menos
dinero que antes, por lo que se les da una menor importancia que antes.

25
6.3. La catalogación documental

En palabras de Carmen Díez y Carlos González (documento en línea), el proceso clásico


de catalogación efectuado en las bibliotecas y centros de documentación consiste en
analizar los documentos y plasmar sus datos en la ficha catalográfica.

Apunta Antonio García (1999: 265):

"A fin de promover y facilitar el acceso de los usuarios al fondo documental del centro,
se hace preciso determinar cuáles serán los principales puntos de acceso o entradas por
los que podamos identificar y localizar cada uno de los documentos que componen la
colección. Esta operación es conocida como catalogación, y vienen a completar así, una
vez descrito el documento, el asiento bibliográfico. En principio, y siempre que el
documento esté bien descrito, cualquier elemento informativo de los que componen el
registro puede servir de entrada al documento. No obstante, es importante atender a la
uniformidad y homogeneidad de los puntos de acceso o encabezamientos para facilitar
la rápida localización de los documentos, es decir, todos los registros deben ajustarse a
unas mismas reglas de encabezamiento, tanto en lo referente a la elección de los
posibles puntos de acceso, como a la forma que habrán estos de adoptar".

Para hablar de los métodos de catalogación que las cadenas televisivas tienen, resulta
necesario que aclaremos con qué bases de datos trabaja cada una de las cadenas
investigadas, dado que es esta la herramienta con la cual realizan todo el proceso. Como
sostiene Miguel Ángel Moreno (2009: 25):

"Las bases de datos son a la documentación informativa lo mismo que la fotografía


digital es a la fotografía química, o la imprenta es a la escritura manual: la revolución".

La base de datos utilizada por A3 Media -así como por Accentur- es GAMA,
incorporada a un gestor de materiales MAM y con un motor de base llamado BRS. El
motor nativo existe desde 1989, aunque GAMA se empezó a desarrollar hacia 1997. Se
trata de una base de datos desarrollada por la propia cadena y desde las necesidades del
departamento, por lo que como nos explica está muy ajustada a sus necesidades. Por el
contrario, el motor BRS es comprado. La principal desventaja, nos explica Eugenio
López, es que la base de datos GAMA no está completamente integrada en el motor, y
el diálogo entre ambas partes es costoso y a veces tiene incidencias. Esta base de datos
está en constante evolución desde que se inició, y cuenta con versiones también propias
que se realizan para mejorar la funcionalidad.

La catalogación en BRS arranca en 1989. La norma general de catalogación se realiza


en función de si la información es o no de producción propia. Dentro de la información
propia, se cataloga toda la que tenga interés de recuperación posterior. No obstante, hay
excepciones:

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 Material que no es propio que se cataloga, como el material de agencia. La
catalogación de este material es menos profunda, ya que se aprovechan los datos
que los archivos traigan de agencia.
 Material propio que no se cataloga, como las cámaras masterizadas sin
recuperación posterior o las series de ficción.

Se trata de un sistema también propio de catalogación, aunque el manual utilizado


contiene todo lo reglamentado en la Minimum Data List.

La Minimum Data List fue creada por la FIAT en 1992. Se trata de una lista
estructurada en 22 campos para establecer un punto de partida de los sistemas de
descripción de los materiales en televisión. Los campos están agrupados en tres áreas:
áreas de identificación, área técnica y área de derechos.

En Mediaset la base de datos, existente desde 1998, actualmente se llama Caribu -


primero fue Hidra, posteriormente Aquarios-. Fue la primera base de datos digital en
España, así como una de las primeras en Europa. Esta base de datos es una creación
propia que gracias a la intervención de la industria se ha ido desarrollando y
evolucionando. Según Javier Solano, la base de datos está bien adaptada al medio en
general, aunque podría ser más versátil en algunas cosas. Su principal ventaja es ser "tan
intuitiva como Google". Se trata de una base de datos mucho más ágil, nos explica
Javier Solano, que la que utilizaban en Sogecable para Cuatro, y por ello es la que
actualmente se utiliza.

Mediaset no cataloga toda la información que entra, únicamente la que se queda


definitivamente en el archivo, y la que no entra en la base de datos es destruida en siete
días.

En Mediaset no se rigen por la Minimum Data List, sino por un documento propio
elaborado por la empresa en el que se establecen ciertos criterios para completar el
archivo con metadatos1: id, título, descriptores, fecha de la noticia, fecha del registro,
resumen, minutado, origen, área, derechos, valor documental, notas, usuario...

La base de datos utilizada en los informativos de TVE se llama Invenio. La Minimum


Data List es el eje vertebral de las normas de catalogación, según nos cuenta Paloma,
desde los años ochenta.

1
Metadato: Literalmente "sobre datos". En el campo de la documentación, se utilizan para dar una
información más precisa en el resultado de una búsqueda para ahorrar al usuario filtraciones innecesarias

27
6.4. Análisis de contenido

En palabras de Antonio García (1999: 333):

"Como es bien sabido, un documento que no se analiza es como si no existiera, ya que no


es posible recuperar la información que contiene y, por tanto, reutilizarla. El análisis de
contenido de los documentos audiovisuales es una tarea ardua por las características
propias de los mismos, por la yuxtaposición de las informaciones que contienen y por la
casi inexistente normalización en la elaboración, descripción y presentación de los
contenidos".

6.4.1. Resumen e indización

El sistema de resumen de A3 Media es poco común en el ámbito documental, tal y como


nos explica Eugenio López. Se trata de un sistema de niveles estructurado de la
siguiente manera:

1. Programa concreto dentro de un bloque de programas iguales: el informativo de


las 15:00 h. de un 25 de marzo.
2. Sección dentro del informativo: nacional.
3. Parte concreta del informativo: vídeo de la muerte de Adolfo Suárez.
4. Fragmento del vídeo: señora llorando en el funeral de Adolfo Suárez.
5. Imagen fija: la lágrima de la señora llorando en el funeral de Adolfo Suárez.

En caso de que el archivo sea un bruto en lugar de un programa, el sistema arranca


directamente del nivel 3. De ese vídeo el documentalista extrae fragmentos y cada
fragmento cuenta con una descripción. Es necesario tener en cuenta que cada resumen
realizado a cada uno de los niveles lo heredan las partes inferiores.

La estructura de niveles es poderosa en cuanto a estructuración de la información,


puesto que permite la recuperación de manera cruzada. Por ejemplo, es fácil saber de
esta forma cuántas mujeres lloraban en el funeral de Suárez, o cuántos goles metió un
determinado jugador en un partido concreto. Esta división de niveles la realizan los
documentalistas.

Además, la nueva versión de la base de datos ofrece una visión más gráfica de estos
niveles, destacando una imagen representativa del fragmento, es decir, del key frame.
También presenta un key frame de inicio y un key frame de final de cada parte que el
documentalista quiere reseñar. Para esto existe un manual general, y cada programa
concreto -por ejemplo, Máster Chef- tiene una guía específica.

Con esta estructura la cadena utiliza metadatos visuales que hoy por hoy no son
elementos de indización, aunque según Eugenio López se desarrollarán sistemas para
que los sistemas reconozcan lo que haya en imágenes como si fuesen términos.

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También se introducen en esta estructura elementos textuales, descripciones de los
fragmentos. En A3 Media no se indiza en detalle, pero sí con key words.

Antiguamente, nos cuenta Eugenio López, se utilizaban descriptores a gran nivel, y se


confiaba en que el texto libre fuese representativo de lo que se había descrito. La
recuperación del lenguaje -con el motor BRS- resulta compleja en ese sentido, puesto
que, por ejemplo, «funeral» es sinónimo de «entierro», y es imposible saber qué
descriptor introdujo el documentalista en el sistema. A3 Media está trabajando en un
método de recuperación mediante familias semánticas. En nuestro ejemplo, los términos
antes mencionados estarían enmarcados dentro de otro término superior: «muerte». De
esta manera, cuando el usuario introduzca el término "funeral" el sistema le conectará -
con previa autorización- al término semántico superior –o término genérico-, en nuestro
ejemplo, «muerte».

En Accentur trabajan con la misma estructura de niveles de A3 Media: se introducen los


datos en una base ya preparada para trabajar a los cinco niveles. Esta base de datos es
compartida con La Sexta, aunque se accede mediante perfiles diferenciados. Algunas de
las carpetas de esta base son específicas y otras comunes, y cada documentalista extrae
para su tratamiento el material que le corresponda. La introducción de datos debe ser,
por tanto, lo más parecida posible, así como la recuperación. En este sistema también
pueden buscar los redactores, puesto que se les imparten cursos de formación para la
correcta realización de búsquedas.

Javier Solano nos explica que en Mediaset se rellena una ficha única cada vez que entra
la información. Esta información entra en un sistema llamado Interplay, y lleva consigo
un título y una referencia. Se trata de una "gran carpeta de trabajo", subdividida en
carpetas temáticas, con la que los documentalistas pueden trabajar y de la que pueden
extraer todo el material que necesiten. La información entrante lleva un registro aparte
para que no entre en conflicto con el trabajo de los redactores.

Paloma Hidalgo nos explica que en el caso de TVE la mayor parte de los documentos
tienen un resumen mínimo de documentos, independientemente de que después se
decida minutarlos o no. Los criterios de elaboración de resúmenes, así como los de
indización -a pesar de no haber podido especificarlos- se han mantenido igual a lo largo
del tiempo.

6.4.2. Tesauro

Un tesauro es una lista de palabras o términos controlados que se utilizan para


representar conceptos. Se controlan de acuerdo con unas reglas preestablecidas, las
cuales establecen los tipos de relaciones (semántica y/o asociativa) y de combinaciones
que tales términos mantienen entre sí para posibilitar y agilizar la recuperación efectiva
de los documentos, contribuyendo al diálogo documental entre el documentalista

29
indizador y el usuario buscador de información. El tesauro conduce al usuario de un
término a otro, facilitando así su labor de búsqueda.

Los tesauros han sido a lo largo de la historia muy utilizados en los centros
documentales a causa de las posibilidades comunicativas que ofrece a los usuarios de
dicho centro. Tal y como explica Antonio García (1999: 356):

"Los tesauros surgieron en la segunda mitad del s. XX como reacción a la escasa


flexibilidad de las clasificaciones, sustituyendo lo universal por la especialización, lo
codificado por la naturalización y lo jerárquico por asociaciones, si bien todo ello solo
en teoría".

El centro de documentación de A3 Media no utiliza tesauro, aunque en años anteriores


sí lo hacían. Este tesauro contaba con aproximadamente siete mil términos. Actualmente
se utiliza una lista de key words mucho menor, aunque se utiliza el ya mencionado
sistema de extracción automática de entidades de texto libre. Un software -externo a la
base de datos- extrae unos algoritmos que combinan términos unidos de una manera
elegida específicamente.

En Accentur también se dejó de actualizar el tesauro años atrás, ya que comenzaron a


trabajar en digital con la base de datos Libraria. Esta base de datos trabaja con una lista
de key words, aunque según nos cuenta Concha Algarra se trata de una lista demasiado
heterogénea con palabras claves, identificadores, orígenes, secciones... El sistema, nos
cuenta, empezó a funcionar de una determinada manera empujados por el mundo
digital, y hoy día necesita ser revisado. Además, ahora que La Sexta y Antena 3 trabajan
juntas con el mismo sistema, esta revisión se hace más necesaria.

Mediaset sí cuenta con un tesauro, desarrollado a través de un acuerdo con Félix del
Valle. Como explica Félix del Valle (2003: 165-180), el tesauro para materiales
audiovisuales de Telecinco se construye en respuesta a una iniciativa de los Centros de
Documentación -Centro de Documentación de Programas y Centro de Documentación
de Informativos- de esta cadena ante la necesidad de integrar su documentación en un
entorno digital innovador y ante la constatación de la necesidad de disponer de una
herramienta de lenguaje ágil y abierta capaz de tratar todo el conjunto de documentos
generados por un sistema de producción de contenidos dirigido a la información y el
entretenimiento. Este nuevo sistema, como explica el autor, tiene las siguientes
funcionalidades:

 Un diseño adecuado para la práctica profesional.


 Permite el análisis automático de la imagen, con detección de cambios de plano y
movimientos de cámara.
 Presenta opciones de generación, a partir de un documento audiovisual concreto, de
varios registros dependientes, en función de la segmentación en imágenes.
 Permite el almacenamiento masivo de datos, con lo que se evitan los problemas
derivados del uso, reproducción y conservación de los materiales audiovisuales.

30
 Es capaz de identificar palabras y hablantes, previa transformación del audio en texto.

Paloma Hidalgo nos explica que en TVE se utiliza un tesauro elaborado y gestionado
internamente. En algunos campos se utilizan listas de descriptores a través de
desplegables instalados en algunos campos de la ficha de análisis.

6.5. La difusión de los documentos gestionados

A lo largo de todo el estudio hemos remarcado la importancia que la buena gestión del
patrimonio documental tiene para las cadenas de televisión -y para cualquier medio de
comunicación- dado el valor con el que cuenta. También hemos analizado de qué
manera se le da salida inmediata a esa información, es decir, realizar los productos
finales de la cadena con la mayor calidad posible.

Sin embargo, de lo que no hemos hablado es de lo que ocurre con esa información ya
catalogada y archivada, y es eso lo que trataremos de hacer en este apartado.

En palabras de Juan Carlos Marcos (2013:80):

"El patrimonio audiovisual que gestionan y conservan los medios de


comunicación, más concretamente las televisiones, es enorme en cantidad,
calidad y diversidad. En efecto, hasta ahora la mayor parte de las televisiones que
producían esta documentación se han encargado de gestionarla y conservarla,
pero ha llegado el momento de 'hacerla visible', de crear canales y fórmulas para
que los ciudadanos puedan acceder a recuperar información contenida en estos
documentos".

También Antonio García (1999: 115) opina que quizás esta sea la tarea más importante,
ya que los servicios de documentación tienen sentido en cuanto que sus usuarios puedan
recuperar la información contenida en los documentos que conservan y gestionan. Este
autor establece una tipología general de usuarios:

 Usuarios internos: redactores, guionistas, realizadores, documentalistas de programas, y


otros tantos profesionales que desarrollan su tarea en la misma empresa.
 Usuarios externos: instituciones públicas y privadas, medios de comunicación, agencias
de publicidad, el sector académico y los telespectadores.

Hemos decidido servirnos de esa tipología para analizar de qué forma las cadenas
seleccionadas están llevando a cabo la difusión documental.

Por una parte, en cuanto a usuarios internos, hemos decidido centrarnos en la utilización
del archivo que realizan los redactores -y los periodistas en general- para la realización
de sus noticias.

31
Eugenio López nos cuenta que los periodistas utilizan el sistema tanto para pedir
información a los documentalistas como para buscarla ellos mismos, la mayoría para
pedir dosieres y vídeos de producción propia. Para ello A3 Media cuenta con un espacio
asignado al servidor donde se publican los recursos que consideran que pueden necesitar
los periodistas, anticipándose de esta manera a lo que "va a ocurrir" ante un
acontecimiento previsto, y pasado el acontecimiento estas imágenes se retiran.

Eugenio López considera que los periodistas cada vez están recurriendo más a la auto
documentación, y desde A3 Media se fomenta esa política:

"En el mundo externo, cuando un usuario quiere irse de viaje, generalmente lo


busca él en lugar de pedirle a la agencia que lo organice, porque ya existen los
medios suficientes como para poder hacerlo. Si en el día a día una persona accede
cada vez más a la información de forma autónoma, resulta anacrónico que en la
empresa siga requiriendo de un mediador para hacerlo. El acceso a la información
se hace cada vez más autónomo, y nosotros nos queremos adaptar a eso".

Además, apunta Eugenio López que con las estructuras de lenguaje natural cada vez es
posible realizar búsquedas más transparentes, por lo que para asuntos sencillos no es
necesaria la intermediación del documentalista. De esta manera, los documentalistas no
tienen que utilizar todo su tiempo en realizar búsquedas para el usuario.

Por su parte, Javier Solano, documentalista de Mediaset, explica que los periodistas
continúan acudiendo a los documentalistas tanto como antes, y que la consulta al
archivo no se ha visto reducida. También opina que hay búsquedas que un redactor
puede buscar solo, es decir, la información fácil de encontrar y que quita tiempo al
documentalista para realizar trabajos para los que únicamente él está capacitado. Sin
embargo, continúa, hay búsquedas que no podrían realizar solos los redactores debido a
su complejidad.

Y precisamente es esto lo que argumenta Antonio García (1999: 482):

"Creo que con los cambios tecnológicos que comienzan a implantarse -debemos
tener en cuenta la antigüedad del estudio-, la labor que desarrollarán los
documentalistas encargados de las tareas de difusión de la información, se
centrarán más en la denominada 'difusión indirecta', es decir, en la elaboración de
catálogos, dosieres documentales, diseño y creación de nuevos productos
documentales y en la formación de los usuarios en los nuevos sistemas de
búsqueda, de manera que sea posible explotar al máximo los recursos
informativos documentales e incluso generalizar la obtención de beneficios
económicos".

Por tanto, teniendo en cuenta que el acceso a la información se ha universalizado y que


cada vez más el periodista está en condiciones de utilizar la documentación existente a
su antojo, y cuenta con los conocimientos y los medios para ello, se nos plantea la

32
siguiente cuestión: ¿Están los periodistas sacando provecho de esta información para
elaborar sus noticias?

Eugenio López opina que sí, y que desde que La Sexta se fusionó con Antena 3 la
utilización del archivo de Antena 3 se ha incrementado mucho, dado que la filosofía de
producción y la línea editorial de La Sexta se basa en la revisión de contenido de
archivo de forma retrospectiva para programas como El Objetivo o El Intermedio.

Por su parte, Concha Algarra tampoco considera que se esté recurriendo menos al
archivo documental. Según esta fuente, Accentur realiza más de veinte mil búsquedas al
año únicamente para informativos de Antena 3, sin contar con las búsquedas que
realizan ellos mismos. Otra cosa es, tal y como nos explica, lo que se haga con ese
archivo, aunque dependa exclusivamente de lo que quiera hacer el medio de
comunicación.

En esta misma línea, nos comenta Javier Solano que en los informativos cada vez hay
menos análisis y menos profundidad, aunque no responde a cuestiones documentales:

"Con el material del que disponen y el tratamiento documental que se realiza, un


medio de comunicación hoy en día podría hacer el informativo que quisiese. Sin
embargo, en el mundo de la televisión hay muy poco tiempo para contar lo que
quieres contar, y es muy complicado hacer una información de un minuto sobre
un tema complejo. Además, el mundo televisivo cuenta con otro problema
reciente: el espectáculo ha llegado a las noticias. Si haces un análisis sobre El
Congo, las estadísticas muestran que no interesa a nadie. El espectador busca una
serie de noticias que les están ofreciendo los medios de comunicación. Antes este
tipo de cosas no sucedían en un centro documental".

En cuanto a los usuarios externos, hemos querido centrarnos en la difusión realizada en


el entorno web, es decir, averiguar si estos centros de comunicación están utilizando las
posibilidades que Internet les ofrece para llegar a los internautas. Utilizamos, de nuevo,
palabras de Juan Carlos Marcos (2013: 81):

"Conservar los documentos en un archivo no vale de nada si no se facilita el


acceso a los mismos para que el patrimonio cultural se mantenga vivo y siga
siendo objeto de investigación y enriquecimiento. El concepto básico es bastante
simple: un documento audiovisual accesible es más valioso que un documento
audiovisual en una estantería. Por ello, uno de los objetivos básicos de trabajo de
preservación en los archivos debe ser encontrar soluciones también para los
problemas de acceso".

No obstante, la realidad no ha resultado adecuarse a ese "modo ideal" que describe el


autor.

Javier Solano explica que Mediaset no cuenta por el momento con ningún proyecto con
respecto a la difusión de contenidos. A pesar de la revolución digital y de la aparición
de Internet, no realizan ningún trabajo con ella. Lo más parecido es la web, aunque es
33
llevada por redactores y el departamento de documentación únicamente presta ayuda
cuando estos redactores lo solicitan. No obstante, los documentos ya catalogados e
indizados son los que estos redactores del mundo web suelen utilizar, aunque no
siempre es así. En ocasiones, los redactores utilizan imágenes que los documentalistas
han podido desechar.

Javier Solano opina que podría haber un mundo paralelo de negocio en torno al archivo
documental, puesto que tiene la calidad suficiente para ello. Por ejemplo, gracias a
Internet se podría realizar la venta de imágenes a cualquier cliente o telespectador que
así lo requiriese, o incluso podría suponer un contacto entre el usuario y la base de
datos. Sin embargo, explica que esto no se ha hecho, ni a corto plazo se hará, y que el
trabajo documental continúa siendo, por el momento, el mismo de siempre: suministrar
imágenes a la redacción para el adecuado funcionamiento del informativo.

En A3 Media la incursión de Internet no ha afectado a la estructura de información.


Tampoco cuentan con objetivos a corto plazo con respecto a Internet, si bien a medio o
largo plazo contemplan la posibilidad de poner el archivo en consulta, probablemente de
forma gratuita. Eugenio López explica que le gustaría incluir algún tipo de interacción
entre el usuario y el archivo, para que no consistiese en una mera consulta.

En cuanto al entorno web, también son los redactores quienes se encargan de esto, sin
ningún documentalista implicado en el proceso. La información volcada a la red es
independiente del centro documental.

Concha Algarra, al hablarnos sobre Internet, sostiene que es la herramienta que más ha
facilitado la vida a los documentalistas en los últimos tiempos. Se utiliza, sobre todo,
para la recuperación de información y para completar noticias, dado el acceso inmediato
a la información que supone. Internet, nos cuenta, hace posible que se trabaje a una
velocidad mucho mayor que antiguamente.

En cuanto a los usuarios internos de TVE, Paloma Hidalgo nos cuenta que no se ha
notado ningún cambio sustancial en cuanto a la búsqueda de información. A diferencia
de los otros medios televisivos, normalmente los periodistas no realizan la búsqueda
personalmente, sino que la siguen delegando en un documentalista.

Por otra parte, todas las competencias relacionadas con los usuarios externos son de la
Dirección Comercial de RTVE, mientras que Documentación únicamente presta servicio
a los usuarios internos y a los investigadores, tal y como ocurre en el resto de centros
documentales.

La página web de RTVE es la que se encarga de ir poniendo el fondo documental del


archivo de RTVE a disposición de los usuarios, salvaguardando siempre los derechos
inherentes a este tipo de documentación, si bien tampoco es un documentalista el
encargado de ello.

34
7. Conclusiones

La sociedad de la información ha dado lugar a nuevos modos de producir y consumir


información, así como a una sociedad que requiere una información mucho más
compleja que le permita vivir de forma digna y coherente.

A pesar de todos los cambios sufridos, encontramos que la información continúa siendo
un elemento clave, si bien incluso más importante que antes, en la vida diaria. Esta
información necesita ser correctamente tratada y difundida, por lo que resulta
imprescindible la labor de los centros de documentación. Estos centros de
documentación se han visto transformados en sus modos de hacer y producir, pero no en
el papel fundamental que desempeñan.

Los archivos audiovisuales televisivos -así como los archivos documentales, en general-
han tenido que recorrer un arduo camino hasta tener la consideración y el trato que
tienen en nuestros días. Parece que tanto en la teoría como en la práctica, los medios de
comunicación en general y las cadenas de televisión analizadas, en particular, son
plenamente conscientes de la importancia que tiene el conservar y gestionar de una
correcta manera los documentos audiovisuales que la empresa informativa genera. Por
ello, dedican recursos tanto materiales como humanos con el fin de conseguir el mejor
aprovechamiento de estos documentos. No obstante, es cierto que esta forma de hacer
no siempre responde a una cuestión relativa a la importancia que conlleva conservar
estos documentos por su valor patrimonial, como debería ser, sino a lógicas
empresariales debido a la enorme rentabilidad que produce al medio de comunicación
tener correctamente seleccionados, catalogados y analizados sus documentos para la
posterior recuperación.

En cuanto a la realidad presente de los centros de documentación, encontramos que


todos los centros documentales analizados han sufrido un empeoramiento de sus
condiciones de trabajo por la reducción de las estructuras de los centros. Tanto en A3
Media como en Mediaset y en RTVE se han reducido los recursos destinados a la
documentación. Esta reducción en la mayoría de los casos ha supuesto una reducción
simple de la plantilla, pero en caso de fusiones ha podido suponer la eliminación al
completo de este servicio por parte de una de las partes fusionadas, como ha sido el caso
de la fusión entre Cuatro y Telecinco.

Justamente lo contrario ha ocurrido con los materiales empleados para el trabajo


documental: la digitalización ha supuesto una absoluta innovación en los centros, que
ahora cuentan con estructuras y sistemas mucho más preparados y fáciles de manejar.
La tecnología utilizada es, por tanto, suficiente para cumplir con creces el trabajo que se
ha de realizar, si bien es cierto que no sirve de nada sin que el capital humano esté
detrás para realizar el complejo trabajo que conlleva.

Los modos de trabajo, como nos han permitido saber los responsables de los centros
documentales, no han cambiado gran cosa al margen de esta digitalización. La
selección, catalogación y análisis de la información en general sigue respondiendo a los

35
mismos criterios que antes, excepto en algunos casos en los que el trabajo ha perdido
rigurosidad y exactitud por obedecer a la dinámica de inmediatez que se ha impuesto en
los últimos tiempos en la cadena informativa.

Por último, hemos podido observar que la difusión de la información es el aspecto más
desaprovechado en los centros de documentación, ya que dichos centros no aprovechan
en ninguno de los casos estudiados las posibilidades que las nuevas tecnologías les
ofrecen. Le hemos querido prestar especial atención a la falta de utilidad que en los
centros de documentación se le está dando a Internet en cuanto a este aspecto. Internet
es considerado por todos los documentalistas entrevistados como una herramienta que
ofrece facilidades antes inconcebibles, pero en ninguna cadena de televisión se ha
realizado ninguna acción al respecto, como podría ser dar salida al archivo utilizando las
posibilidades que Internet podría proporcionar de cara al usuario externo.

El archivo se continúa utilizando de forma interna, y por el momento ninguna cadena se


ha planteado de forma seria ningún proyecto para hacerlo público. Esto se contrapone a
la realidad que podemos observar en los medios de comunicación escrita. Periódicos
como El Mundo han querido realizar una forma de negocio paralela que aproveche las
ventajas del mundo web, ofreciendo al público además de la versión tradicional en papel
una versión digital llamada Orbyt. Lo mismo pero a la inversa ocurre con la revista Jot
Down Magazine, que cuenta con una extensa página web en la que vuelca contenidos
diferenciados a los que publica en cada revista. Es cierto que en España la sociedad aun
no está completamente familiarizada con el mundo informativo en la web en su forma
de pago, dado que desde su inicio ha sido un servicio gratuito, pero sin duda estos
medios de comunicación han comenzado ya una andadura de adaptación que tarde o
temprano todos los medios tendrán que afrontar si no quieren quedar obsoletos.

Citamos en este sentido a Mabel Giménez (2007:101):

"La explotación comercial de los archivos de televisión precisa de una filosofía de venta
de la que carecen la mayoría de las televisiones españolas. Una filosofía que resume a la
perfección el eslogan elegido por la BBC para la página web de su servicio de ventas:
'The BBC has everything'. Una consigna que demuestra hasta qué punto las empresas de
televisión están empezando a considerar la explotación comercial de sus archivos como
una posible vía de negocio (López que Quintana, 1997: 309), algo hasta ahora
impensable dado el escaso valor concedido a los archivos por los responsables de estas
empresas".

36
8. Referencias bibliográficas

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