Siglo XX: Tres Perspectivas: Relaciones Interétnicas, Antropología Jurídica y "Formación Del Estado"
Siglo XX: Tres Perspectivas: Relaciones Interétnicas, Antropología Jurídica y "Formación Del Estado"
Siglo XX: Tres Perspectivas: Relaciones Interétnicas, Antropología Jurídica y "Formación Del Estado"
antropología política es
Un campo en proceso de consolidación en la
en su análisis, en parte por la tendencia a estudiar grupos humanos donde el Estado como
forma de organización política es sólo una de varias posibilidades (Wolf, 2001), y en parte por
cierta dificultad teórica para definirlo como objeto de estudio antropológico (Krohn-Hansen y
Esta situación contrasta con otras disciplinas de las ciencias sociales que tienen al Estado como
uno de sus objetos de estudio. En estas disciplinas, la corriente predominante se basa en
De la Peña y
cuerpos legales e incluso la misma idea del Estado (Oemichen, 1999;
A pesar de sus enormes aportes, en estos estudios existe una tendencia de comprender al
Estado como una entidad coherente, regular y monolítica, omnipresente en todas las esferas
sociales y, en el mejor de los casos, sólo representando intereses multinacionales o externos.
Se homogeniza la acción estatal, como si fuera una sola fuerza: se oponen los pueblos indios al
Estado-nacional sin definir en su interior las múltiples fuerzas que en él operan, las diferencias
de poderes y órdenes de gobierno y sus múltiples complejidades.
Una parte de esta situación se explica porque se establece una relación entre los
pueblos indios y el Estado más parecida a la que se establece en la
Orientación al actor
La primera premisa del modelo relacional es su orientación al actor. En las últimas décadas,
desde diversas disciplinas sociales y movimientos políticos se rescata la centralidad de los
Actores estatales
Los modelos relacionales han avanzado en la definición del Estado como objeto de estudio de
las ciencias sociales, enfatizan su complejidad y diversidad interna, y se centran en los
conceptos de capacidades y autonomía. En este sentido, como ya vimos en la introducción, el
Estado puede definirse como “un campo de poder marcado por la amenaza y el uso de la
fuerza caracterizado por:
Los actores sociales se ubican principalmente dentro de la segunda dimensión, las múltiples
partes donde se actualizan las prácticas y se despliegan los proyectos políticos de estos
actores. Los modelos relacionales con orientación al actor, entonces, deben hacer lo que
con las demás” (Migdal, 2001: 124). Esta también es la idea de Fox cuando habla de una
etnografía institucional (2005: 87), y cuando introduce el concepto de
Ahora bien, este complejo de organizaciones y prácticas se articula en una idea homogénea y
coherente, utilizando dos dimensiones: autonomía y capacidad de poder (Fox,
1992: 12). La autonomía se define, siguiendo a Skocpol (en Fox,
1992: 12), como la independencia de la autoridad para llevar sus propias agendas. Sobre la
capacidad de los Estados, Grindle (1996: 8-10) define diversos tipos de capacidad
estatal (State Capacity): capacidad institucional (hacer reglas de juego efectivas), técnica
(macroeconomía y políticas fiscales sanas), administrativa (infraestructura y servicios a la
población) y política (canales legítimos de demandas, resolución de conflictos y
representación, responsabilidad de los funcionarios, participación ciudadana y toma de
decisiones). Por su parte, Migdal afirma que las capacidades estatales incluyen
capacidades “para penetrar en la sociedad, regular relaciones sociales, extraer recursos, y
apropiarse o usar estos recursos de diversas maneras” (Migdal, 1988: 4-5). La autonomía y las
capacidades muchas veces definen la fortaleza o debilidad de las autoridades e instituciones
estatales para llevar a cabo su agenda política y ejecutar políticas o reformas.
Actores sociales
Si el Estado resulta un concepto complejo de definir, es más difícil aún caracterizar a la
sociedad como un concepto que no parezca residual (lo que no es ni Estado ni mercado). Como
plantea Fox :
Más allá de los límites del Estado, los “actores sociales” son grupos de personas que
se identifican por compartir una serie de intereses comunes y de ideas de cómo
llevarlas a cabo. La “sociedad civil” es un concepto común, pero muy general, que se
utiliza para identificar y analizar a los actores que están fuera del Estado. Es una
categoría residual —“lo no estatal” — que no ofrece herramientas analíticas para
comprender las dinámicas internas y la articulación con el Estado más allá de
nociones generales como fuertes o débiles (Fox, 1992: 23).
La
y actores sociales diversos. De ahí que la heterogeneidad sea su segunda característica.
A pesar de la coincidencia sobre este punto, es frecuente que en el uso del concepto, sobre
todo en arenas políticas, exista una tendencia a definir a la sociedad civil como una entidad
monolítica y que, además, se encuentra siempre en el lado bueno y desinteresado de la esfera
pública, en contraposición al Estado y al mercado, donde los intereses privados siempre están
En efecto, la esfera de la sociedad abarca más que asociaciones y grupos; existe una gran
cantidad de ciudadanos individuales —en calidad de beneficiarios, pobres, mexicanos,
pescadores, etcétera— que participan en relaciones sociedad-Estado, que poseen así mismo
sus propias estrategias y capacidad de agencia, pero que no están integrados en asociaciones
formales, sino que más bien pueden integrar diversos tipos de alianzas informales y
coyunturales. Es esa parte inmensa de población que algunos denominan “sociedad civil no
organizada”, donde no existen mayores intermediaciones entre el Estado —representado en
alguna de sus múltiples agencias— y los ciudadanos o las familias directamente.
El concepto de interfaz remite a aquellos espacios de intercambio y conflicto en los que ciertos
Dentro de las ventajas del análisis de las interfaces está que por
medio de ellas se pueden analizar los puntos de discontinuidad, identificar las estrategias y
medios organizacionales para su reproducción o cambio. Además, permite comprender las
respuestas diferenciales de los grupos locales y mejorar las relaciones de análisis macro/ micro
(Long, 2001: 66).
Atención en la implementación
La tercera premisa del modelo relacional propuesto
es rescatar la importancia de la implementación de los
programas y políticas, lo que implica, por un lado, tener en
cuenta el diseño y la toma de decisiones en todos los niveles —la
alta política—, pero también atender la operación local y
regional de los programas. Es en este nivel, en el de la
implementación, donde muchas de las ise y las arenas de
cooperación y conflicto se llevan a cabo. Es aquí donde la complejidad de los
actores estatales cobra un sentido práctico, donde las diversas fuerzas sociales desarrollan sus
estrategias. Atender la implementación de las políticas trasciende el mero análisis a los
modelos o diseño de intervención, sitúa su interés en las prácticas de intervención y rescata las
intencionalidades de los actores del nivel local. Actores clave en la implementación de políticas
resultan sobre todo los funcionarios que interaccionan directamente con la población.
Grindle (1977, 1980) los denomina funcionarios técnicos (implementors) y
los define como oficiales de nivel medio que tienen la responsabilidad de implementar el
programa en un área específica —un estado, una región, un municipio— y deben rendir
cuentas a sus superiores. Tienen frecuentes relaciones con sus superiores a nivel nacional o
regional, pero también interactúan regularmente con sus “clientes” de agencias de gobierno.
Su importancia reside en que, para cumplir con sus tareas tienen altos niveles de
discrecionalidad y sus decisiones ejercen un fuerte impacto sobre la asignación de recursos.
Pueden “seleccionar los sitios para la construcción de nuevas instalaciones, seleccionar a los
beneficiarios de contratos locales o de menor importancia, y decidir los que pueden participar
en los programas, y pueden seleccionar a los sujetos de los beneficios y servicios ofrecidos por
Fox entre poder formal/ informal. Según Fox (2005: 68-69), en la implementación de los
programas y las políticas, los funcionarios encargados operan sobre la base de una
combinación de poderes formales e informales (formal and informal power resources).
Mientras que los primeros se refieren a la autoridad y mandatos oficiales (legales,
administrativos y políticos), los segundos incluyen capital social —relaciones sociales dentro y
fuera de las instituciones— y capital político, el que se refiere a:
Por el lado de los actores sociales, existe información oficial y evaluaciones de impacto de los
programas y políticas. Algunas de estas evaluaciones incluyen los efectos institucionales (como
los cambios administrativos, las estrategias de decisión y negociación, los procesos de
implementación, etc.) que estos programas tienen para las agencias que los llevan a cabo. Pero
las consecuencias de la relación sociedadEstado en la sociedad pueden ser estudiadas desde
otros puntos de vista. Es evidente que la acción (o inacción) de las agencias estatales puede ser
determinantes para su desarrollo. En sus formas más oscuras, están las masivas violaciones a
los derechos humanos por parte de las dictaduras militares y gobiernos autoritarios de la
región, y las constantes violaciones a los derechos de los pueblos indígenas y minorías raciales
por parte de los Estados.
De una forma menos evidente, las consecuencias del Estado en la sociedad también están en
el poder disciplinar que tiene éste, tal como menciona Foucault (2006) bajo el
concepto de gobermentalidad; en el efecto de la escuela en el reforzamiento del Estado, tal
En efecto, analizar las relaciones sociedad-Estado observando los puntos de encuentro y las
intencionalidades de los actores en interacción permiten un análisis sincrónico densamente
analítico, que puede obviar en su análisis la comprensión diacrónica de estas relaciones, punto
central para comprender las dinámicas que posibilitan y limitan las relaciones sociedad-Estado.
Como bien ha aportado las corrientes de antropología del Estado descritas en la introducción,
las relaciones entre los grupos y actores sociales con las instancias estatales no comienzan con