Consulta Ariana
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Está presente en los procesos celulares y micro orgánicos que dan lugar a los
componentes esenciales del cuerpo: grasas, proteínas, lípidos, que ayudan a la
formación de los sistemas neurológicos y ácidos nucleicos, que a través
del ADN almacenan el código genético de cada individuo.
Las biomoléculas orgánicas son aquellas que están compuestas principalmente por
carbono (C), hidrógeno (H), oxígeno (O), nitrógeno (N), fósforo (P) y azufre (S), que se
combinan con cantidades mucho menores de otros elementos como el calcio (Ca), el
sodio (Na), el potasio (K), el magnesio (Mg), el hierro (Fe), el zinc (Zn), el cobre (Cu),
entre otros.
LÍPIDOS
Concepto: Los lípidos son las principales moléculas que existen en la membrana que
envuelve a las células, y en las células eucariotas a los orgánulos intracelulares. Se trata
de moléculas que “huyen” del agua -son hidrofóbicas- y que, en un ambiente acuoso, se
asocian entre sí de modo que solo sus partes menos hidrofóbicas queden expuestas hacia
el agua.
CLASIFICACIÓN
Monosacáridos
También reciben el nombre de azúcares simples al ser los glúcidos más
sencillos. Se caracterizan por pasar a través de la pared del tracto alimentario
sin sufrir modificación por parte de las enzimas encargadas de la digestión.
Entre los ejemplos más comunes y conocidos de monosacáridos están
la glucosa (o dextrosa), la fructosa (o levulosa) y la galactosa. Pero también
existe la eritrosa, treosa, ribosa, xilosa, alosa, manosa, talosa y sorbosa, por
mencionar más ejemplos.
Según el grupo funcional carbonílico, los monosacáridos se dividen en aldosas y
cetosas. Según el número de carbonos presente, se clasifican en diosas, triosas,
tetrosas, pentosas, hexosas, heptosas.
Disacáridos
Los disacáridos son compuestos de azúcares simples, es decir, son resultado de
la unión de dos monosacáridos. Pero para que el cuerpo los pueda absorber en
el tracto alimentario, los tiene que convertir antes nuevamente en
monosacáridos.
Entre los ejemplos más comunes de disacáridos están la sacarosa (azúcar de
mesa), la lactosa (azúcar de la leche) y la maltosa (azúcar de malta). Pero
también existe la lactulosa, nigerosa, trehalosa, celobiosa e isomaltosa.
Polisacáridos
Son hidratos de carbono de mayor complejidad que los dos anteriores. Pueden
ser metabolizados por algunas bacterias y protistas y algunos son fuentes
comunes de energía en la alimentación.
Entre los ejemplos más comunes de polisacáridos están el almidón (o fécula),
el glicógeno (o almidón animal), la celulosa (es sustancia fibrosa) y la quitina.
Las proteínas representan otro importante grupo de biomoléculas orgánicas. Son en
realidad polímeros de aminoácidos, lo que significa que están compuestas por cientos de
aminoácidos unidos unos con otros. Las proteínas y por lo tanto los aminoácidos, están
formadas fundamentalmente por átomos de carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno,
pero pueden asociarse también con otros átomos como el fósforo, el azufre, el hierro, el
magnesio, el níquel, el zinc y otros.
Nuestras células pueden producir un gran número de aminoácidos por sí solas, pero hay
otros que debemos obtener de los alimentos que ingerimos a diario, bien sea de origen
animal o vegetal.
Las proteínas representan cerca del 50% del peso seco de las células y son las pequeñas
“máquinas” que llevan a cabo todas las funciones celulares y, por si fuera poco, también
tienen funciones estructurales.
Aquellas proteínas que funcionan como “máquinas” se conocen como enzimas; estas y
las
proteínas con funciones estructurales son producidas a partir de la información
contenida en los ácidos nucleicos.
Los ácidos nucleicos (ácido desoxirribonucleico (ADN) y ácido ribonucleico (ARN)) son
biomoléculas informativas que se encuentran en el núcleo de las células eucariotas o en el
citoplasma de las células procariotas. Son polímeros de otras moléculas más pequeñas que se
conocen como nucleótidos.
Los ácidos nucleicos están formados por átomos de carbono, nitrógeno, hidrógeno, fósforo y
oxígeno. La secuencia o el orden en el que los nucleótidos de cada ácido nucleico están
dispuestos respecto a los demás contiene información muy importante para las células.
Cuando una célula se divide, duplica toda esta información y pasa una copia a la célula hija,
permitiendo que esta última pueda producir las proteínas y así llevar a cabo todos los procesos
normales de cualquier célula.