OBESIDAD
OBESIDAD
OBESIDAD
Se entiende por obesidad una acumulación excesiva de grasa corporal. Una
medida común de evaluación para determinar cuándo es “excesiva” es el Índice de
Masa Corporal o IMC.
El IMC se calcula mediante una operación matemática utilizando las medidas de
peso y altura. La cifra resultante sirve de indicador general para saber si el peso de
la persona entra dentro de un rango saludable. Se divide el peso en Kg entre la
altura (en metros) al cuadrado.
Delgadez <18,50
Sobrepeso ≥25,00
Obeso ≥30,00
Ejemplo: Cálculo de IMC de una persona que tiene un peso de 78 Kg y cuya talla
es de 1´78 metros, al cuadrado es 3,168. Si dividimos 78/3,168 obtenemos un
ICM de 24,61.
El entorno familiar es uno de los factores más importantes, ya que son los que
reciben la presión consumista de la sociedad a ingerir productos poco saludables.
Hoy en día en la gran mayoría de los hogares se hace necesario que los dos
cónyuges tengan responsabilidades laborales debido a la situación económica en la
que vivimos, ello crea una situación en la que mantener una alimentación
tradicional a base de comida casera y tradicional es cada vez más difícil y se van
sustituyendo las verduras, hortalizas y legumbres por precocinados, embutidos o
fritos, así como la fruta por repostería. A esta tendencia se une la poca afición de
los niños por las verduras, el pescado o la fruta. Por lo tanto, se ha ido creando
una situación que favorece cada vez más el consumo de calorías y cada vez menos
el de alimentos sanos.
Un elemento importante es la gran oferta que hay de alimentos dirigidos para
los niños, de los cuales muchos son ricos en grasa y en calorías, tales como la
repostería, las hamburguesas, las salchichas, las patatas fritas, los “snack” y los
platos precocinados.
Estos alimentos son tomados cada vez con más frecuencia por los niños y niñas.
3.3. El sedentarismo
El sedentarismo es otro factor que se debe considerar. Los niños antes jugaban
en la calle pero ahora suelen jugar en casa, donde la actividad física y por tanto el
gasto de calorías es menor reduciéndose al mínimo cuando los niños juegan al
ordenador o ven la televisión. Esto ocurre con mayor incidencia en países más
desarrollados en los que el consumismo se manifiesta con mayor fuerza.
Los factores genéticos se dan en muy pocos casos de obesidad infantil, y
generalmente se debe a un trastorno genético o a una enfermedad metabólica.
Con frecuencia, los niños obesos tienen padres obesos y en muchas ocasiones
esto indica una alimentación incorrecta de toda la familia.
En niños obesos son más frecuentes los problemas articulares y ortopédicos,
como alteraciones en la cadera o de la tibia.
Los niños y niñas con sobrepeso tienen más probabilidades de desarrollar asma
y otras enfermedades crónicas, además tienen dos veces más probabilidades de
desarrollar enfermedades cardiovasculares e hipertensión y tres veces más de
desarrollar diabetes.
Las burlas, las dificultades para los deportes, la fatiga, la apnea del sueño y
otros problemas relacionados con la obesidad afectan gravemente la sensación de
bienestar psíquico y social de estos niños.
La infancia es la etapa de la vida en la que comienzan a establecerse los hábitos alimentarios y a
partir de la adolescencia, estos hábitos adquiridos se hacen más resistentes al cambio.
Es importante actuar durante la infancia sobre la conducta alimentaria de niños y niñas, ya que
las costumbres que adquieran en esta etapa van a ser determinantes de su estado de salud cuando
sean adultos.
Las características del programa de alimentación que se realice para alumnos con obesidad
siempre, como hemos visto anteriormente, ha de tener presente la cantidad de actividad física que
realiza el sujeto para poder calcular con exactitud el gasto calórico. El objetivo es suministrar un
número inferior de calorías al número que consume, con lo que conseguiremos un progresivo
perdida de peso.
La alimentación saludable en el niño con sobrepeso ha de ser variada, sana, equilibrada,
nutritiva, apetecible, divertida, sorprendente, ordenada, consistente y educativa.
Generalmente todos los niños suelen ser aficionados a practicar algún deporte u
otras actividades tales como puede ser bailar, correr, pasear o hacer senderismo.
Pues los padres y/o educadores deben trabajar para conseguir que estos niños
puedan incluir de forma regular la actividad física en sus hábitos de vida.
Gasto energético.
Estímulo de la respuesta termogénica aumentando la tasa metabólica en reposo.
Aumento de la capacidad de movilización y oxidación de la grasa.
Reduce la resistencia a la insulina.
Mejora la capacidad cardiopulmonar (aeróbico).
Baja la presión arterial.
Disminuye los LDL y aumenta los HDL.