Informe de La Caricatura

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INFORME DE LA CARICATURA

Integrantes:
Mikaela Alanes
Melania Añenoinda
Karen Aredondo
José Carlos Arteaga
Jhon Carlos Castellón
Lis Vania Coronado
Miguel Ángel Laca
José Armando Gutiérrez
Olver Cuellar
Carla Gonzales
Profesor:
José Osvaldo Acebo Soliz

Curso: 6to “B” de secundaria


CARICATURA
¿Qué es la caricatura?
Dibujo grotesco y ridículo en el que conscientemente se deforman los rasgos y las
facciones de una persona.
Una caricatura es un retrato que exagera o distorsiona, por exceso o por defecto,
la apariencia física de una persona o un grupo de personas. El término proviene
del italiano «caricare«, que significa cargar o exagerar. Aunque la caricatura suele
perseguir un efecto humorístico, en la actualidad existen caricaturistas cuyo
trabajo se centra en otro tipo de aspectos como la expresividad, el ingenio, la
síntesis o la innovación técnica.
Objetivo
El principal objetivo de los caricaturistas, más allá de la originalidad o la calidad del
dibujo, es lograr un parecido de su dibujo o ilustración con la persona retratada, de
tal forma que esta sea inmediatamente identificada por el observador. En otras
palabras: buscan recoger la esencia del personaje o la persona para que
cualquiera pueda reconocerlo a primera vista.
De hecho, la caricatura es un mensaje humorístico sobre un tema importante, es
la parte graciosa de una noticia. Las personas que realizan caricaturas buscan dar
a conocer sus opiniones y críticas sobre las acciones, funciones y decisiones de
los personajes protagonistas de la esfera pública.
Antecedentes de la caricatura
Si bien es cierto que la caricatura nace en el siglo XVI, se pueden señalar algunas
prácticas sociales próximas –en cuanto son formas de fijación en la imagen–, pero
que proceden de una actitud mental diferente. En primer lugar, la brujería y
hechicería. Propia de las sociedades animistas y primitivas, parten de la creencia
de que imagen y persona están indisolublemente unidas. Realizan una acción
hostil sobre la imagen para dañar a la persona.
En segundo lugar, el ahorcamiento “en efigie” o la pintura difamatoria, prácticas
frecuentes en la Edad Media y primer Renacimiento europeos cuando el culpable
había salido del radio de acción de los castigadores. Los castigos “en efigie”
aplican la acción hostil sobre la imagen en vez de sobre la persona. El objetivo de
estos usos ya no es la persona sino su honor. La imagen sirve para la
comunicación colectiva más que para la acción.
En tercer lugar, tendríamos la caricatura. La acción hostil se circunscribe al
“parecido” de una persona. El artista con su poder transforma y reinterpreta
críticamente a la persona. La agresión permanece en la esfera estética, sin correr
ningún riesgo de mezclarse con la realidad. De ahí que produzca risa en el
público, frente a las prácticas anteriores, serias e incluso trágicas.
Historia de la caricatura
La caricatura nace en Italia a fines del siglo XVI, y es creación de los hermanos
Ludovico y Annibale Carracci (respectivamente, 1557-1602 y 1560-1609).
Siendo los Carraci unos pintores tan afamados en su época, su innovación fue
objeto de estudio por parte de los críticos de arte contemporáneos: Agucchi
(1646), Bellori (1672), Balinucci (1681) y otros escriben sobre “ritratti carichi” O
“caricature”. Por su parte Malvasia (1678), biógrafo de los Carracci relata que,
después de haber trabajado todo el día en el taller en su trabajo “serio”. A modo
de relax los Carracci buscaban, paseando por las calles, modelos para sus
caricaturas.
La misma palabra testimonia su origen e intención; Los “ritratti carichi” (en español
“retratos cargados, sobrecargados”) suponen una transformación deliberada y
rebajante en los rasgos de una persona. Un poco después, ya en el siglo XVII,
Giovanni Lorenzo Bernini explica el sentido de la caricatura: Esta -dice- trata de
descubrir una semejanza en la deformidad; así se acerca mas a la verdad del
modelo que el simple retrato o que la realidad misma.
¿Por qué surge la caricatura en el siglo XVI y no antes? Porque en ese momento
se asigna una nueva función a al fantasía del artista: construir una realidad propia.
Como ha mostrado Erwin Panofsky en Idea (1924), la obra de arte es, para los
creadores del siglo XVL, una visión que nace en la mente del artista, mientras la
realización es considerada solo como un proceso mecánico. El artista no es
valorado, por su simple habilidad manual, sino por la inspiración, por el don de la
visión, por su capacidad para ver más allá de la apariencia.
El retratista revela el carácter, la esencia del retratado; similarmente, el
caricaturista revela el verdadero hombre tras su máscara, muestra su pequeñez y
fealdad esenciales. El artista serio libera la forma perfecta que la naturaleza busco
expresar en la matera existente; el caricaturista busca la deformidad perfecta,
intenta plasmar como se expresaría el alma del hombre si la materia fuera dócil a
la naturaleza.
Las primeras caricaturas, las de los siglos XVI y XVII, son sencillas, juguetonas,
como bromas que el gran pintor realiza en su estudio, en ratos libres, para el
pequeño círculo de sus amigos. Y lo nuevo en este momento es la remodelación
que el pintor hace de su modelo para
darle categoría de tipo. Más adelante, en
el siglo XVIII, se introducen en los
periódicos los llamados “retratos
caricaturas”, y esta forma adquiere un
nuevo sentido: pasa a ser arma social
que mata por el ridículo,
desenmascarando las pretensiones de
los poderosos. En esta línea continuará
el siglo XIX, con la excelente obra de
Honoré Daumier (1810-1879)
Caricatura del siglo XVI

Características generales de la caricatura.


“La invención del retrato caricaturesco presupone el descubrimiento teórico de la
diferencia entre el parecido y la equivalencia”
Una buena caricatura debe ser reconocible al instante, de lo contrario no será
satisfactoria. Reconocible no significa “parecido”, ya que se puede reconocer a un
sujeto a través de otros aspectos únicos y añadir elementos no morfológicos que
actúan como cimientos y apoyo para hacerlo más reconocible.
“Estos accidentes de la apariencia pueden incluso (hasta siendo totalmente
artificiales) tener tal poder de evocación, que por sí solos la definan, y tanto como
una perfecta solución fisionómica. Normalmente se trata de elementos que hacen
al personaje, que crean su imagen. Aceptada esta, quedan con un valor de rasgo
distintivo tan fuerte, que le sobran hasta los propios signos fisionómicos.”
Podemos reconocer a amigos o familiares a distancias en las que no se distinguen
sus rasgos faciales, incluso de espaldas, tan solo por su forma de moverse, por la
silueta… no nos hace falta más.
Existen caricaturistas de muy distintas índoles, temas y estilos, ya que la
caricatura, con muy pocas palabras (en algunos casos, sin palabra alguna)
permite también hacer comentarios políticos en clave de humor verdaderos chistes
visuales, y por ello casi todos los diarios del mundo suelen incluir una o más
caricaturas en su sección de opinión, también suelen observarse caricaturas
exentas en otros más media, por ejemplo en ciertas revistas de historietas,
generalmente de índole satírica.
Proceso de elaboración de caricaturas.
Pasamos a detallar con más profundidad algunos conceptos introducidos en la
metodología, que nos ayudarán a alcanzar los objetivos propuestos. Son los
procesos propios de la caricatura, los recursos a nuestra disposición, las fuentes
consultadas, los materiales y una descripción del método empleado en el trabajo
de campo.

 Aprender a ver.
Si bien es necesario haber aprendido anatomía, expresión, escorzos, etc…, hacer
caricaturas está más relacionado con “ver” qué elementos hacen a esa persona
única. Debemos recordar llegados a este punto, que la mitad del cerebro está
dedicada a la visión.
Esta habilidad tiene que ser desarrollada a través de una constante práctica del
dibujo y de observación detenida del modelo.
Existen rostros con diferencias más evidentes que otras, éstas son relativamente
fáciles de distinguir, pero ¿por qué? Porque nuestra percepción de esa persona y
sus atributos únicos, son obvios para nosotros.
En los rostros en los que los rasgos son menos evidentes tendremos que indagar
un poco más. Cuanto más desarrollemos nuestra capacidad para observar, más
elementos a exagerar encontraremos. Descubriremos características en las que
nunca nos habíamos detenido, y a pesar de que las habíamos visto, no las
habíamos percibido como únicas.

 Estilo.
Estilísticamente, la caricatura se mueve en un campo muy extenso, es decir,
según se requiera se puede ir desde un estilo muy realista hasta otro totalmente
abstracto. Todo esto pasando por una amplia gama de estilos, tantos como
podremos ver en esta la pirámide que resume la idea de Scott McCloud sobre
estilos gráficos.
En este grafico piramidal, dependiendo de dónde nos situemos, estaremos más
cerca de la abstracción, de la realidad, o de la iconicidad y el lenguaje. Una vez
traspasamos la barrera de lo icónico estaríamos en el nivel del lenguaje de signos,
la escritura. Entre los tres extremos citados se encierran infinitas posibilidades
estilísticas.

 Materiales y técnicas.
El sistema de representación de la caricatura es el dibujo. Aunque existan
caricaturas pintadas al óleo, esculturas y todo tipo de técnicas usadas, la base de
la exageración anatómica es el dibujo.
Por ello hemos utilizado principalmente técnicas secas, ya que la facilidad y la
sencillez de su uso nos permiten centrarnos en los objetivos marcados. Se han
utilizado para los dibujos materiales de técnicas secas como: carbón, barra de
grafito, lápices de grafito de minas 2B 4B y 6B, cretas, carboncillo, lápices de
color, pasteles, difumino y rotuladores.
También materiales de técnicas al agua como acuarelas en pastilla, tinta china y
gouache. Una herramienta de especial utilización ha sido el pincel/pluma Pentel
cargado de tinta china
Caricatura política
Desde los inicios de la caricatura en Venezuela, se alude al argumento político,
básicamente a partir de la segunda mitad del siglo XIX. La viñeta tiene mucho que
decir acerca del contexto histórico determinado, los personeros del gobierno y de
la oposición, la vida azarosa de populacho, los partidos políticos y la sociedad civil,
la acción de los militares y del clero.
Registra todo al detalle. Nos habla de vocablos populares, de lugares comunes,
penalidades o alegrías, estilos de vida, unos censurables; otros, más bien,
denunciables. Este tipo de cartón constituye un abanico de posibilidades enorme
en cuanto a la comprensión de la realidad de una sociedad, y de los asuntos
dirigidos por el Estado.
Un sinfín de datos muestran, a través del dibujo y el texto, una dinámica en la que
es usual el empleo de figuras expresivas de la literatura para darle mayor fuerza y
poder al mensaje (Abreu 2001d). Así como también, simbologías y códigos
particulares de un lugar y momento dado (Gombrich 1998), condición que le
confiere la importancia de una huella digna de analizar.
Tiene la ventaja de fungir como una interesante, pedagógica y elocuente ventana
para mirar el tiempo de antaño. Pero la caricatura no encierra en sí misma una
crítica solo a los políticos de profesión u oficio, es a todo el status quo imperante
que se pretende satirizar, a la sociedad en pleno.
Por ende, aunque los dibujantes muchas veces tomen partido de sus inclinaciones
políticas, la esencia de su deber le exige trascenderlas. En entrevistas realizadas
a Zapata, Yépez, Abilio y Muñoz por Robles (1970), éstos manifestaron una
verdad; la caricatura como forma de opinión, denuncia y crítica, es
necesariamente un “arma de oposición”, pero vistas las múltiples aristas de la
sociedad, el último dibujante aludido va más allá y sentencia: “Yo soy de
oposición, pero deoposición al gobierno y a la oposición misma”.
Con tal afirmación, nos puede estar diciendo dos cosas. La primera, sugiriendo
que en el combate comunicacional nadie pasa inadvertido, tanto pro gobiernos
como opositores tienen costuras que deben puntualizarse. Hasta el político que es
objeto de escarnio y puede verse perjudicado o burlado se ve publicitado por ellas
indirectamente, lo cual otorga algún grado de reconocimiento. Pero lo cierto del
caso, es que “humorista y poder son dos cosas que no se la llevan”. La caricatura
deja de ser crítica, si pasa a estar al servicio de ésta.
El pincel debe atreverse a demostrarlo. El caricaturista tiene una responsabilidad
social. “Difícilmente podría el público darse cuenta de que existe libertad de
expresión, si no fuera por él; por lo tanto, yo creo que el caricaturista no es más
que un empleado público” (Zapata entrevistado en Robles, 1970).
Los cartones son elaborados por un sujeto social para el colectivo mismo. No es
solamente que a menudo cumpla con el compromiso de retratar un sentir popular,
expresar lo que éste no quiere, no puede o no sabe comunicar, se debe a él,
porque es el destinatario más importante de su mensaje. Además, su existencia
funge como termómetro de la libertad de prensa que tiene esa sociedad.

Caricatura editorial
Como su mismo nombre lo indica, este tipo de viñeta trasluce la posición de sus
dueños o la corporación que representa ante la cotidianidad de las noticias
nacionales o internacionales de un diario cualquiera. Su principal función es la de
“…manifestar gráficamente, la opinión de su periódico acerca de acontecimientos
de máxima actualidad” (Tamayo, 1988).
Al representar la postura del periódico tiene un compromiso aun mayor con éste.
No es la iniciativa personal del caricaturista lo que cuenta, sino la del diario al que
se adscribe, refuerza y amplía la línea editorial. Normalmente, es representada en
una viñeta única y es incluida en la sección de opinión, pero también, es de notar
que, en la prensa nacional, viene con regularidad entremezclada con la política,
por ello, comparte con ella muchos de sus principales rasgos. Preciso por esta
particularidad, tiene que comprenderse el tipo de matrimonio que representa la
obra del caricaturista con la línea editorial del periódico para el que labora.
La caricatura editorial no debe ir en contra de la postura ideológica o política del
periódico; su esencia se lo impide. Esto es plausible, y diversos casos confirman
esta unión, por ejemplo, en variadas entrevistas algunos caricaturistas editoriales
como Zapata (en Durán, 1990) y Fonseca (en Mogollón 1983) manifiestan una
excelente relación profesional para con algunos de sus benefactores, una similitud
de criterio que quizás asombraría a cualquiera, pero que muy seguramente ha
impedido roces continuos de trabajo y frenos insuperables a su labor crítica.
Al caricaturista que esboza editoriales, no puede pedírsele otra cosa sino ser
complaciente con los dueños del diario para el que trabaja, porque éste le ofrece
algo muy importante y no debe subestimarse: el respaldo a su publicación diaria.
En muchas ocasiones, los intentos de fundar rotativos humorísticos de tipo
independiente durante el siglo XIX y XX, se extinguieron al poco tiempo de nacer,
por la carencia de fuentes de financiamiento constantes y resistentes a su
capacidad de crítica. Al respecto.
Caricatura perióstica
Las caricaturas periodísticas forman parte del género de opinión, expresado de
forma iconográfica. El objetivo de las caricaturas periodísticas es que supongan un
aliciente para reír o tomar con buen humor algunos hechos desagradables de la
realidad. No obstante, algunas veces, estas caricaturas pueden ser tan llamativas
que más de uno puede llegar a sentir que está siendo insultado o burlado.
La finalidad de la caricatura periodística es mostrar un hecho de forma irónica o
editorial, pero con un fondo crítico sobre algún aspecto de la sociedad, y es por
ello que se presenta la opinión del autor impregnada con un poco de psicología y
sátira.
Así, en las caricaturas periodísticas, el autor puede presentar un hecho o a una
persona de forma distorsionada, exagerando los rasgos propios para ridiculizar.
Además del dibujo realista, la caricatura periodística es una de las formas más
antiguas de periodismo que se conocen.
Ya Aristóteles había comentado algo al respecto en este sentido afirmando que
las caricaturas periodísticas representaban a los hombres de forma peor a como
realmente son.
Tal como hemos mencionado, en la forma exagerada de presentar un hecho o un
personaje, pero exagerando sus rasgos. Hay que diferenciar este tipo de
caricaturas de aquellas que son simplemente humorísticas, es decir, que tienen la
finalidad de hacer reír, pero son solo ilustraciones, sin ningún tipo de alusión a
personajes de la vida real, ni se presentan con ironía.
Pues, si alguien destacado fallece, algunos autores pueden hacer una imagen del
fenecido, pero lo hacen con respeto, y es solo la caricatura, sin ningún toque
adicional de sarcasmo o burla.
Una vez que Carracci propuso el termino, fueron muchos los diarios que
comenzaron a publicar sus primeras caricaturas periodísticas, siendo notables
aquellas en las que, con fines de propaganda político religiosa, se caricaturizaba a
un pastor protestante acompañado por un demonio. Otras caricaturas periodísticas
notables estuvieron influenciadas por la figura de Napoleón Bonaparte, así como
también lo fue la Revolución Francesa. En estos casos, se intentaba hacer una
sátira y transmitir simultáneamente un mensaje moral.
Caricaturas animadas
Es finalmente en el siglo XX, el 17 de agosto de 1908 cuando se estrena
Fasntamagorie fue creada por el dibujante y animador Émile Cohl en 1908 en el
Théâtre du Gymnase en París, lo que lo convierte en el dibujo animado más
antiguo de historia; además, se le considera una obra pionera del cine de
animación. Esta película se dibujó fotograma por fotograma, utilizando en su
creación tinta china sobre folio blanco. Cuando se exhibió fue todo un éxito,
constaba de 700 imágenes con dibujos sencillos y esto dejaba atrás las clásicas
historietas dibujadas e impresas. De acuerdo con documentos, Cohl se inspiró en
la película “The Haunted Hotel” y su técnica se basó en dibujar un cuadro y
fotografiarlo, para luego filmar el negativo.
Al ver el éxito de Fanstamagorie más
adelante se empieza a ver a las caricaturas
animadas como un producto rentable, a
partir de ahí surgen los estudios de
animación siendo indiscutiblemente The
Walt Disney Company el mas conocido de
ese entonces y hasta el día hoy, no por
nada, ya que estos estudios fueron los
pioneros de la técnica del doblaje cuando
se implementó el cine sonoro y los pioneros del color y del Technicolor, por
ejemplo, el filme animado de 1937 de Walt Disney Blancanieves y los siete
enanitos se implementó el uso del Technicolor y de la cámara multiplanos, la más
vanguardista de su época.
todo comenzó en la década de 1960 con los inicios de la animación por
computadora y los gráficos.

 Caricaturas animadas 3D
Todo comenzó en la década de 1960 con los inicios de la animación por
computadora y los gráficos. Esta década fue un punto de inflexión para la industria
informática en general, ya que las computadoras se alejaron lentamente de su
función inicial como calculadoras y se convirtieron en herramientas utilizadas en
campos más creativos, uno de ellos fue la animación 3D.
Años más tarde, en 1972, en la Universidad de Utah, la historia de la animación
3D va tomando forma de la mano de unos jóvenes llamados Edwin Catmull y Fred
Parke, quienes crearon la primera animación en 3D por computadora. El formato
fue Super 8, en blanco y negro y sin audio. Increíble, ¿no? Podría decirse que
ellos fueron los pioneros de la animación 3D.
Si bien no hay narrativa en el cortometraje, este fue hecho a base de mucho
esfuerzo por parte de sus creadores. Por ejemplo, la mano animada que aparece
en él es de su inventor: Edwin Catmull, quien realizó todo el proceso en una
computadora menos potente en comparación a las que conocemos hoy en día.
Mas tarde, en 1995, se estrena “Toy Story” el primer largometraje realizado de
forma completa con animación 3D. Al momento de la creación de “Toy Story”,
Pixar aún era un startup que dirigía Steve Jobs y un equipo de diseñadores
gráficos que nunca había creado nada en 3D más allá de cortometrajes y
comerciales. A partir de ahí cualquier película animada en 3D lanzada en cines
tiene éxito ya que este se vuelve el estándar y lo que más llama la atención al
publico en general

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