Bacteria ?
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Definición de neumonía
El término neumonía describe la inflamación de las estructuras del parénquima pulmonar
en las vías respiratorias inferiores como, los alvéolos y los bronquios, por un agente infeccioso, el
cual se introduce en el tracto respiratorio inferior por aspiración, inhalación, transporte sanguíneo
o extensión de un lugar contiguo. Sus agentes etiológicos pueden ser infecciosos y no
infecciosos. La inhalación de humos irritantes o la aspiración del contenido gástrico, aunque
mucho menos frecuente que las causas infecciosas puede ocasionar una neumonía grave.
Fisiopatología
La neumonía es consecuencia de la proliferación de microorganismos a nivel alveolar y la
respuesta contra ellos es desencadenada por el hospedador. Los factores mecánicos son de
importancia decisiva en las defensas del hospedador. Las vibrisas y los cornetes de las vías
nasales capturan las grandes partículas inhaladas antes de que alcancen la porción baja de las vías
respiratorias, y las ramificaciones del árbol traqueobronquial atrapan los microbios en el epitelio
de revestimiento, en donde, por mecanismos de eliminación o limpieza mucociliar y por factores
antibacterianos locales, el patógeno es eliminado o destruido. El reflejo nauseoso y el mecanismo
de la tos protegen contra la broncoaspiración. Además, la flora normal que se adhiere a las
células mucosas de la orofaringe, cuyos componentes son muy constantes, impide que las
bacterias patógenas se adhieran a la superficie y así se reduce el peligro de neumonía.
Cuando se vencen estas barreras o cuando los microorganismos tienen la pequeñez
suficiente para llegar a los alvéolos por inhalación, los macrófagos alveolares tienen
extraordinaria eficiencia para eliminarlos y destruirlos. Los macrófagos son auxiliados por las
proteínas locales (proteínas A y D de la sustancia tensoactiva) que poseen propiedades
opsonizantes propias y actividad antibacteriana o antiviral. Los patógenos, después de engullidos
(incluso si no son destruidos por los macrófagos), son eliminados por la capa mucociliar en
dirección ascendente o por los linfáticos, y dejan de constituir un problema infeccioso. Sólo
cuando es rebasada la capacidad de los macrófagos alveolares para fagocitar o destruir los
microorganismos, se manifiesta la neumonía clínica. En este caso, los macrófagos desencadenan
una respuesta inflamatoria para reforzar las defensas de las vías respiratorias inferiores. Esta
respuesta inflamatoria del hospedador y no la proliferación de los microorganismos, es el factor
que desencadena el síndrome clínico de neumonía. La liberación de mediadores de inflamación
como interleucina (IL) 1 y el factor de necrosis tumoral (TNF, tumor necrosis factor) ocasionan
fiebre. Las quimiocinas como IL-8 y el factor estimulante de colonias de granulocitos, estimulan
la liberación de neutrófilos, que son atraídos al pulmón y así surge la leucocitosis periférica y
aumenta las secreciones purulentas.
Los mediadores de inflamación liberados por macrofagos y los neutrófilos recién
reclutados crean una fuga alveolocapilar. Incluso los eritrocitos cruzan la membrana
alveolocapilar y, como consecuencia, hay hemoptisis. La fuga capilar se manifiesta en las
radiografías como un infiltrado y en la exploración por estertores que se perciben en la
auscultación y la sobrecarga capilar ocasiona hipoxemia.
Algunas bacterias patógenas al parecer interfieren en la vasoconstricción de origen
hipóxico que normalmente surgiría cuando los alvéolos están llenos de líquido, interferencia que
puede causar hipoxemia grave. El incremento del impulso respiratorio en el síndrome de
respuesta inflamatoria sistémica causa alcalosis respiratoria. La disminución del volumen y la
distensibilidad pulmonar por la fuga capilar, hipoxemia, intensificación del impulso respiratorio,
el mayor volumen de secreciones y a veces el broncoespasmo por la propia infección, culminan
en disnea y, si es grave, los cambios en la mecánica pulmonar que son consecuencia de
disminuciones en uno y otro parámetros (volumen y distensibilidad) y la desviación
intrapulmonar de sangre, podrán causar la muerte del enfermo.
Una microbiota alveolar normal eleva la posibilidad de una vía alternativa para el
desarrollo de neumonía. Esta microbiota es similar a la orofaríngea; ambas son de predominio
grampositivas en contraste con el medio gramnegativo de la gastrointestinal normal. En lugar de
la invasión del aparato respiratorio inferior estéril por patógenos para causar neumonía, las
alteraciones en las defensas del hospedador pueden permitir el crecimiento excesivo de uno o
más componentes de la flora bacteriana normal. El hecho de que muchos patógenos de NAC son
componentes de la microbiota alveolar normal respalda este modelo alternativo de patogenia. Las
dos fuentes más probables de una microbiota alveolar alterada son las infecciones del aparato
respiratorio superior por NAC y el tratamiento con antibióticos para HAP/VAP.
Clínica General
La sintomatología inicial puede variar de poco activa a fulminante y de leve a letal. Los
signos y síntomas que dependen de la evolución y gravedad de la infección. El individuo a
menudo tiene:
Fiebre
Taquicardia
Escalofríos
Sudación.
La tos a veces es productiva y expulsa esputo mucoso, purulento o hemoptoico (La
hemoptisis evidente sugiere neumonía por CA-MRSA)
Según la gravedad de la infección, el individuo a veces puede decir frases completas o
quedarse sin aliento.
Si hay afectación de la pleura puede surgir dolor pleurítico.
Incluso 20% de los pacientes puede mostrar síntomas del aparato digestivo como náuseas,
vómito o diarrea.
Otros síntomas son fatiga, cefalea, mialgias y artralgias.
Se presenta al examen físico:
Los signos detectados en la exploración física varían con el grado de consolidación
pulmonar y la presencia o ausencia de derrame pleural. Es frecuente observar taquipnea y el
empleo de músculos accesorios de la respiración. La palpación puede revelar un frémito táctil
más intenso o disminuido y en la percusión pueden variar de mates a destacables y son reflejo de
la consolidación subyacente y la presencia de líquido pulmonar y pleural, respectivamente. En la
auscultación se perciben a veces estertores crepitantes, ruidos bronquiales y quizá un frote
pleural. La sintomatología inicial quizá no se manifieste de manera clara en el paciente senil,
quien puede mostrar al inicio confusión psíquica reciente o empeoramiento de la misma y otras
manifestaciones escasas. Los individuos graves que tienen choque séptico a consecuencia de
NAC muestran hipotensión y a veces signos de falla orgánica.
Clasificación
Según su perfil histológico
Neumonía lobar: compromiso a nivel del alveolo que ocupa todo un lóbulo. Causando
un síndrome de condensación y/o derrame pleural. Patrón radiológico: infiltrado lobular.
Bronconeumonía: compromiso a nivel del bronqueo terminal y alveolo, que suele
afectar a uno o más lóbulos mayormente de las zonas inferoposteriores. Causando una
bronconeumonía que se debe al S. aureus. Patrón radiológico: infiltrado lobulillar.
Neumonía intersticial: compromiso a nivel de los tabiques inter-alveolares, que se
observa con un patrón difuso, que suele ser causada por gérmenes atípicos e infecciones
virales. Patrón radiológico: infiltrado intersticial.
Neumonía miliar: innumerables lesiones circunscritas que son consecuencia de la
propagación del patógeno a través de la sangre. Ejemplo el mycobacterium tuberculosis.
Según su origen
Neumonía nosocomial
La neumonía nosocomial se define como aquella que se hace evidente transcurridas 72h
desde la admisión en el hospital, es decir, que no se presentaba al ingreso ni se encontraba en
periodo de incubación.
La neumonía nosocomial se puede adquirir por tres mecanismos diferentes:
1. La aspiración.
2. Inhalación de aerosoles.
3. Diseminación hematógena a partir de otro foco.
Cabe mencionar la neumonía asociada a ventilación mecánica (NVM) se define como
aquella que aparece dentro de las primeras 48 horas del inicio de la intubación/ventilación
mecánica. Hay aumento de leucocitos por encima de 11.000/mm³, producción de secreciones
purulentas y fiebre mayor de 37,5 °C, aunque este dato puede estar ausente. La frecuencia de la
NVM oscila entre el 9% - 23% de los enfermos ingresados en UCI.
Globalmente, los microorganismos causales de neumonía nosocomial más frecuentes son
los bacilos gramnegativos (enterobacterias como Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae,
Serratia marcescens , Proteus app, Enterobacter cloacae) y los bacilos gramnegativos no
fermentadores como Pseudomonas aeruginosa y Acinetobacter baumannii. En segundo lugar se
encuentra el Staphylococcus aureus, que constituye el agente causal más frecuente de NVM, pero
resulta infrecuente en el enfermo no ventilado.
La sospecha etiologica de la neumonía nosocomial puede realizarse en función de los
siguientes factores:
1. Aparición de la neumonía
2. Gravedad de la neumonía
3. Factores de riesgo
La mortalidad de la neumonía nosocomial es alta, con una tasa situada entre el 20%-50%
dependiendo de la población estudiada. Es la causa más importante de mortalidad dentro de las
infecciones nosocomiales. Especialmente graves son los casos asociados a Pseudomonas
aeruginosa o con bacteriemia secundaria.
El diagnóstico y el tratamiento de la neumonía nosocomial varían en función de si el
paciente está sometido o no a ventilación mecánica:
A. Paciente sin ventilación mecánica: el diagnóstico de la neumonía nosocomial en el
enfermo no ventilado se debe solicitar tinción de gram, cultivo de esputo, hemocultivos y
antigenuria, serología, punción transtoracica pulmonar. La broncoscopia con lavado
broncoalveolar o con catéter protegido debe reservarse para los enfermos inmunodeprimidos
graves. En el tratamiento se inicia por vía intravenosa en todos los casos y se puede plantear el
tratamiento en por vía intramuscular u oral una vez que se produce la inflexión de la curva febril.
Los antibióticos más usados para este fin son los siguientes: Amoxicilina - clavulánico,
ceftriaxona, cefalosporinas orales y fluoroquinolonas; los macrólidos orales.
B. Pacientes sometidos a ventilación mecánica: el diagnóstico debe basarse en
cultivos cuantitativos de muestras obtenidas mediante procedimientos invasivos y no invasivos.
El mayor rendimiento se obtiene mediante cultivo de muestras obtenidas mediante cepillado
bronquial con catéter telescopado (CTT) o mediante lavado broncoalveolar (LBA). También está
el cultivo cuantitativo de muestras respiratorias obtenidas mediante procedimientos no invasivos
(aspirados traqueales). En el tratamiento vamos a tener los antibióticos se van a indicar de
acuerdo a la categoría en la que se encuentre.
Grupo 1. Neumonía precoz (menor 5-7 días), sin antibióticos previos ni enfermedades
crónicas: amoxicilina-clavulánico, ceftriaxona o cefotaxima, levofloxacino.
Grupo 2. Neumonía precoz (menor 5-7 dias), con antibióticos previos y/o enfermedades
crónicas: ceftriaxona, cefepime, piperacilina/tazobactam o gentamicina.
Grupo 3. Neumonía tardía (mayor a 5-7 dias), sin antibióticos previos ni enfermedades
crónicas: cefepime, piperacilina/tazobactam, gentamicina, tobramicina.
Grupo 4. Neumonía tardía (mayor 5-7 dias), con antibióticos previos y/o enfermedades
crónicas: imipenem o meropenem, cefepime, piperacilina/tazobactam, vancomicina.
Antibioticoterapia.
Tratamiento antimicrobiano empírico en pacientes con NAC en función del lugar de
tratamiento.
Grupos Elección Alternativas Duración
1: tratamiento -telitromicina v.o -azitromicina o 7 días
domiciliario -moxifloxacino o claritromicina v.o
levofloxacino v.o
2: vigilancia en - telitromicina v.o -ceftriaxona i.v o 7-10 días
servicio de urgencia - moxifloxacino v.o amoxi-clavulánico i.v
menor 24 horas - levofloxacino i.v o v.o más
seguido de v.o azitromicina o
claritromicia v.o
3ª: Hospitalización -ceftriaxona i.v más -Amoxi-clavulánico 10 días
azitromicina o i.v. más azitromicina
claritromicina i.v o o claritromicina i.v. o
v.o v.o.
3b: Ingreso en UCI -ceftriaxona o -Ceftriaxona o 10 días
cefepime i.v más cefepime i.v. más
levofloxacino i.v azitromicina o
claritromicina i.v.
Complicaciones
ZONA AFECTADA PREDOMINANTE CONCEPTO/DEFINICIÓN
Pleurales Derrame Pleural paraneumonico no
complicado
Derrame Pleural paraneumonico
complicado (Empiema)
Parénquima Pulmonar Abceso Pulmonar
Neumonia Necrotizante
Pleura y Parénquima Pioneumotorax/ Neumotorax
Fístula broncopleural (Neumotorax)
Pericardio Pericarditis purulenta
Empiema: es una acumulación de pus en el espacio que se encuentra entre el pulmón y la
superficie interna de la pared torácica.
o ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE PEDIATRÍA
Diagnostico
Clínica+ anamnesis
Mediante el interrogatorio se puede obtener información sobre los datos epidemiológicos
como viajes recientes a zonas en que privan patógenos endémicos conocidos, puede alertar al
médico hacia algunas posibilidades específicas.
Radiografía de tórax
Ayuda a diferenciar NAC de otras patologías. Los signos radiográficos sirven de información
primaria y pueden incluir factores de riesgo de una mayor gravedad, ejemplo, cavitación y ataque
multilobular. En ocasiones, los resultados del examen radiográfico sugieren un posible
microorganismo causal. Por ejemplo, los neumatoceles sugieren infección por S. aureus y una
cavidad en el lóbulo superior sugiere tuberculosis.
La tomografía computarizada
Rara vez es necesaria, pero a veces es útil en el individuo en quien se sospecha neumonía
posobstructiva causada por un tumor o un cuerpo extraño.
Dx etiológico:
Tinción de Gram y cultivo
Con la tinción de Gram del esputo se busca principalmente asegurar que una muestra es
idónea para ser cultivada. Sin embargo, a veces es útil para identificar algunos patógenos (como
S. pneumoniae, S. aureus y bacterias gramnegativas) por su aspecto característico.
PCR (reacción de cadena polimerasa)
Pruebas con antígeno (permiten detectar antígenos de neumococo y algunos de Legionella
en la orina.)
Diagnóstico diferencial
En el diagnóstico diferencial hay que incluir enfermedades infecciosas y no infecciosas
como bronquitis aguda, exacerbación aguda de bronquitis crónica, insuficiencia cardiaca, embolia
pulmonar, neumonitis por hipersensibilidad y neumonitis por radiación. Nunca está de más
insistir en la importancia de una anamnesis completa. Por ejemplo, alguna cardiopatía
diagnosticada puede sugerir agravamiento del edema pulmonar, en tanto que un carcinoma
primario puede sugerir lesión pulmonar que es consecuencia de radiación.
Por desgracia, no son óptimas la sensibilidad y la especificidad de los signos obtenidos
en la exploración física, que son en promedio del 58 y 67%, respectivamente. Por esa razón, suele
ser necesaria la radiografía de tórax para diferenciar NAC de otras patologías.
Valoración de la gravedad
Neumonía no grave:
Ausencia total de criterios objetivos de gravedad.
Neumonía grave: Presencia de uno o varios de los siguientes criterios clínicos o analíticos:
Inestabilidad hemodinámica.
Desorientación o estupor.
Trabajo respiratorio importante (FR > 30).
Fibrilación auricular.
Afectación multilobar.
Derrame pleural significativo.
Hipoaxemia severa ( < 60 mm Hg)
Insuficiencia renal aguda.
Leucopenia o leucocitosis severa.
Anemia.
Hipoalbuminemia.
Bacteriemia o afectación metastásica.
Clasificación de Fine de los pacientes con neumonía adquirida en la comunidad en
función de la gravedad
Criterios Puntuación
Hombre Edad en años
Mujer Edad menor 10
Residencia de ancianos 10
Insuficiencia cardiaca congestiva 10
Enfermedad vascular cerebral 10
Enfermedad renal 10
Hepatopatía 20
Neoplasia 30
FC mayor 125/min 10
Temperatura menor 30° o mayor 40° 15
FR mayor 30 20
Presión arterial sistólica menor a 20
90mmhg
Desorientación 20
Glucemia mayor de 250 mg/dl 10
Hematocrito menor a 30% 10
PaO2 menor 60 mmHg o Sat O2 10
menor 90%
Sodio menor 130 mEq/l 20
Nitrógeno ureico mayor 30 mg/dl 20
pH arterial menor 7,35 30
Derrame pleural 10
Grupos:
I. Menos de 50 años y ningún de los criterios desde insuficiencia cardiaca congestiva
hasta desorientación.
II. Menor o igual de 70 puntos.
III. 71 a 90 puntos.
IV. 91 a 130 puntos.
V. Mayor a 130 puntos.
Lugar de tratamiento de los pacientes con NAC según su gravedad
Grupo 1 (grupo uno de Fine). Menores de 50
años sin comorbilidad ni anomalías Tratamiento domiciliario
importantes en la exploración física
Grupo 2. Pacientes incluidos en grupo II o III Tratamiento: ingreso o alta tras valoración y
de Fines en el servicio de urgencia (12 a 24 control
horas)
Grupo 3. Pacientes incluidos en grupo IV y V Ingreso hospitalario o en UCI.
de Fines
CURB-65
Los criterios de CURB-65 incluyen cinco variables:
C Confusión 1
U Urea mayor mmol/L (U) 1
R Frecuencia respiratoria 1
B Blood Pressure menor 90/60 1
mmHG
65 Mayor a 65 años 1
Los pacientes con puntuación de 0, en quienes el índice de mortalidad a los 30 días es de
1.5%, pueden ser tratados fuera del hospital; en el caso de una puntación de 2, el índice es de
9,2% y habría que hospitalizar a los enfermos. Si los pacientes tienen puntuaciones de 3 o más,
las cifras de mortalidad en forma global son de 22% la puntuación de 5 llega hasta 57%, y en
estos casos es indispensable internarlos en una unidad de cuidados intensivos.
Criterios de ingreso en UCI de los pacientes con NAC
Criterios mayores Criterios menores
Necesidad de ventilación mecánica Insuficiencia respiratoria grave (PaO2/FiO2 –
menor 250mmHg).
Shock séptico Presión arterial sistólica menor a 90mmHG
Afectación multilobar (al menos dos lóbulos)
El ingreso en UCI está indicado si el paciente cumple un criterio mayor o dos menores.
Epidemiología
Las tasas de incidencia de neumonía extrahospitalaria son más altas en los extremos de la
vida (p. ej., <4 años y >60 años).
Los factores de riesgo para esta enfermedad incluyen alcoholismo, asma,
inmunodepresión, institucionalización y edad >70 años (en comparación con 60 a 69
años).
Muchos factores (p. ej., tabaquismo, EPOC, colonización con S. aureus resistente a
meticilina [MRSA], hospitalizaciones recientes o antibioticoterapia) repercuten sobre el
tipo de microorganismos que se deben descartar como causa.
La NAC continua siendo un problema sanitario importante, siendo la infección que con
mayor frecuencia justifica el ingreso de un paciente en el hospital. La incidencia anual oscila
entre 1-3 casos por 1000 habitantes, llegándose a valores de 34 casos por 1000 habitantes en
mayores de 75 años. Del total de pacientes ingresados, un 10% requieren atención en una unidad
de cuidados intensivos (UCI), con una morbimortalidad del 22-50% en ese grupo.